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El tiempo de la historia y el problema de la periodizacién Carmen Castarieda RESUMEN Con base en ta vonsideracién de que el tiempo es.a la vez una categoria flosifica y una medida cranagrdfica, se discute ta impartancia de ta peviodicacton historiogrdfica en el trabajo del hisrariadar. Para ella se Seflatan ejemplos de ta historiografia det mundo occidental y de MExtco, se conchaye que la periodizactOn debe ser ulilizada como une hipstesis de trabajo, no come hecho dado. Hace poco, cn und rcunién acaddmica, dos histariadores sc cnlrasearon cn una discusién: uno alirmaba que toda pcriodizacién es arbitraria y otro defendia los tradicienales perindos del parfiriato (1877-1910) y de la Revo- lucién mexicana (1911-1917) como inalterables. En este ensayoquiero hablar precisamente de este problema, de las soluciones que recibe, de los principios en que puede basarse. Recordemos que la periodizacién no es. un hecho, pero si una hipdtesis necesaria o un instrumento del pensamiento, valido en la medida en que ilustra y depende, por su validez, de la interpretacign. Para acercarnos a la controversia que despierta me he referido primero al tiempo de la historia, a la cronologia que permite el conocimienta de la medida del tiempo ya las categorias que han considerada los historiadores. No olvidemos que la "periodizacin es algo que le incumbe directamente” al historiador.' Luis Gonusiez, # ofieio de hisortar, Zamora, Hl Colegio de Michoaeén, 1988, p. 51 FSTIPIQS DEL IOMBRE FL. TIEMPO En cl ticmpo sc cesarrolla ta vida del hombre, transeurren los asantecimien- los y los modes de pensamiento, cuyo conjunto constituye ta historia del mundo. El hombre escribe la historia a través del tiempo. Se comprende entonces la necesidad urgente que ha tenide éste, desde su aparicién on la ‘Tierra, de medir el fendmeno llamada tiempo, al cual le ha sido acordado una cadencia fija ¢ inallterable que le permite medir todo cambio. Desde que cl tiempo ha podido ser medida, cada accién, cada actitud, cada pensamicnlo del hombre, es establecido cn un punta precisa de esta dimensidn de la realidad, del mismo modo que un punts en el espacio. LA CRONOLOGIA La cronologia es la disciplina que permite el conocimiento de Ia medida del ticmpo. Hay que distinguir entre la cronologia matcmética o astrondmica y la Geniea, La primera impone a la vida cuatro unidades fundamentales: el dia, Ja semana, el mes y el ato, La segunda ¢s objeto de tas preocupaciones de los historiadores y permite colocar los hechos en el desarrollo de la historia de la humanidad, en ese "engaiinso ¢ inquietante concatenarse de Jos acontecimientos".’ ‘Tanto para Mare Bloch como para Lucien Febvrc," Ia historia es la ciencia de Ins hombres, mas precisamente de lus hombres en el tiempo. Al hablar del tiempo de la historia, Bloch desfa que a ningtin historiador le bastaba comprobar que César necesité ocho afios para conquistar la Galia, ni que Lutero en quince afos se transformd del novicia ortodoxo de Erfurt en el reformador de Wittemberg. Le interesa mucho mas sefialar “el lugar exacto que oeupa la conquista de la Galia en la cronolagia de las vicisitudes de las sacicdades curopeas" o fijar correctamente el periodo cn el que se desarro- Haron las actividades de Lutero.” 2 Charles Sania (ar }, Litistotre et xs andthontes, Mavis, 1961 Tsexjes Le Gof El ann dle la mernonia, £4 aerapo cou imayinaria, Barcelona, Paides, 1991, ps1 Lucien Hebsre, Conbates par ia drissorta, Barcelona, Ariel 1970, p. Marg loch, freredceiin a de hitorta, 5a. ed,, México, FCE, 1987, 26 (Breviarios, 61) ELTIEMPG DELA HISTORIA al EL, TIEMPO DE LA HISTORIA Actualmente, log historiadores no conciben el tiempo como “unilorme y rectilinca’, La historia tiene su propio tiempo o los Licmpos de los procesos estudiados. Los historiadores distinguen (res categorias: los tiempos corlos, asociados al concepto del aeanteces; las largos al concepto de cstructura, y el tiempo ciclico al de coyuntuca. Nadie mejor que Fernand Braudel para hablarnos del tiempo de la historia, El afirmé que los historiadores estibamos en posibilidad de ofrecer a los cientificos sociales "una nocida cada vez més precisa de la mulliplicidad del tiempo y del valor excepcianal del tiempo largo’." Braudel dividié "cl Licmpo histdrico en tiempo geogrilivo, tiempo secial y tiempo individual’,’ y seiiald que toda trahajo histérico descompone «1 liempe pasado y escoge entre sus realidades cronoldgicas segtin prefercncias y exclusiones mas 0 menos conseicnies. Planted la historia de Ia larga duracién por encima de la historia tradicional que estuyo atenta al Licmpo corto, breve, al individuo y al acon(ecimienta y que nos acostumbré "4 su relato precipitado, dramatico, de cortoalionto”,*y por encima también de la historia econémica y social que se dejé llewar por los ciclos y la narracién de las coyunturas. Braudel preferia encerrar cl acontevimiento en la corta duracién: "EL acontecimiento es explosivo", pero puede "cargarse de una serie de significaviones y de relacio- nes’,’ dar testimonio de movimientos muy profundas y unitse, libremente 0 no, a toda una cadena de sucesos, de realidades subyaccnl El reto qué hemos (enido les historiadores ¢s, como lo indies Braudel, unir la historia del acontecimiente con 1a de los icles y para esto sugiere recurtir al concepto de estructura, que es una realidad que el liempo tarda en desgastar y transportar, También se trataria de descubrir lu larga duracin en el terreno de la historia econémica que ha evocada los rasgos fundamen- tales, para la Europa occidental, del capitalismo comercial, etapa de larga duracign. Braudel, a partir de este ejemplo, que esludié por mucho tiempo," pudo llegar a alirmar que fa larga duracién se prescnta como un personaje embarazoso, complejy, con Lrecuencia inédito, Para et historiador, "aceptarla © Pemand Bowel, Le hixeria fax cencias sortates, 20, ox, Mactrih Aliangh Fuitorial, 1970.63. 7 Peter Burke, div revolrivne histordogrdfica frances La Bxcuete de tos Anneles. 1929-F989, aree- Joma, Geeta, 1993, p44. 5 pond. p64 ° Thid. p.65. 1 Lommand Braudel, Ciriacid material, ccomoanla y capitaliene, siglas XV-AVIM, Madrid, Aliant Editorial, 1984, 3 vals, 2, ESTUDIOS DEL HOMBRE equivale a prestarse a un cambio de estilo, de actitud, a una inversidn de pensamiento, a una nueva concepcidn de lo social’.!” Braudel no quise romper definitivamente con el tiempo corto ni postular Gnicamente la larga duracién, ya que entendia Ja historia como "la suma de todas las historias posibles; una colcecidn de olivies y de puntos de vista, de ayer, de hoy y de matiana’.'* El antropélogo Marshall Sablins, especialista en Hawai y Fidji ¢ intere- sade por cl pensamiento moderno francés, en sus estudios de cneuentros entre culturas enel Pacifico ha examinado a relacin entre los acontecimien- tos y la cultura en que suceden y ha podido ir mas allé de Ja yuxtaposieién de. Braudel entre acontecimiento y estructuras, Seguin Peter Burke, Sahlins "ha resuelto o disuelto virtualmente In oposicidn binaria entre-cstas das eatego- rias". EL PROBLEMA DE LA PERIODIZAC Los historiadores coinciden en sefialar que, en el campo de la historia, una s metodolégicas de mayor importancia cs el de la periodiza- cin, No es meramente un problema exterior de arreglo y dispesicién par convenicncia, sino un problema bisico, capaz de recibir las mas diversas soluciones Edward 11. Carr, al discutir si la historia es ciencia y si existen leyes 0 hipStesis en la historia, cita a Werner Sombart: Cuando perdemos las 16rmulas eonfortables que ha tras guias entre. kas complejidades de a existeneia |... nos sentimos como sumergidos.cn un oetano de. datos, hasta que encontrames un nuevo asidero 0 aprendemos a nadar.! La eontroversia acerca de la periodizacin en la historia cae en "esa categoria, La division de la historia en periodas no ¢s un hecho, pero sf una hipstesis necesaria o un instrumento del pensamiento, valido en la medica en que ilustra y depende, por su validez, de la interpretacidn. © Braudel, La hiswria ... p14. 4 ip. 75 Paver Burke (edit 4 Edward Hallet Carn, (Whar’s history’, Londs tin'Press, 1981 pp. $4, 58. J. Formas de hacer historia, Madrid, Alianra Universidad, 1993, p. 304 . MacMillan and Co, 1:3, Nueva York, St. Mar HLTIEMPO DE LA TISTORLA 8 Todas las periodizaciones y delimitaviones son s6le condicionales y por ello completamente voluntarias. La historia misma no hace ningtin corte, es un continuo sucesivo, "es como un rio", en palabras de Luis Ganzilez. Tgualmente, para Daniel Cosfo Villegas ‘a idea de dividir Ia historia era absurda porque ésta es un curso constante.'* Pero, por mucho que el devenir histdriea pueda resistirse a que se le descomponga en seccioncs oblenides més o menos arbitrariamente y a que se coloque ante cada periodo, como un centinela, el némero de un afto, el historiador no puede prescindir nunca de un punto de apoyo semejante, La necesidad que nos impulsa a la periodizacién es iluminar la oscura trama de los fendmenos hist6ricos, comprender y ordenar la madeja de le relaciones histéricas. La periodizacién nace del conocimiento. mas profundo de los acontecimientos histéricos. Todas las afinidades ponen también de manifiesto lo distintiva de las partes. Ni Herodoto, ni Tueidides sinticron nunea cl impulso de dirigir una mirada totalizadora. "La historia como totalidad rara vez le interesa al historiador."® No debemos confundirla con el concepto de historia total, propuesio por Braudel, quien combind el estudio de fa larga duracién ‘con cl estudio de Ta compleja interaccién del ambiente, de la ceanom/a, de 1a sociedad, de la politica, dela cultura y de los avontegimientos" cn una historia "total"! Daniel Cosio Villegas decia que la comprensién de lo histérico en ninguna partese pone de manifiesta como en la elecciOn de las secciones del tiempo; en ninguna parte cl historiador puede demostrar tanto come aqui sdlo se quedé cn la cxterioridad o en la superficie del suceder, o si ha penetrado més hondamente en la esencia de una época. Wilheim Bauer afiemé que en la periodizacién es donde so puede mostrar si algnien "es un pedante, un ratén de biblioteca, un burderata de la historia, osi, realmente, es un historiador’,'* EL PERIODO ¥ LOS PRINCIPIOS PARA UNA PERIODIZACION Retomemos el concepto de ctapa o periada que produce cl tiempo largo, ya que eltiempo, porsu propia naturaleza, cs un continuoy un cambio perpetuo. © Reterun las opiniones de nis marstios 1 sis Cnnasiey y Daniel Cosfo Villegas, que expresaron en sis euros del programa del dectarado en Uiscoria en el Colopio-de Métioo de 196) 9 1971, * Goniles, op. eit. p. $1 © Burke, La reveiueion .., AT, © Witheim Bauer, bivadvecicne al esnsdie de a xistorea, Bareciona, bosch Case Ealworial, 195,129, wa ESTUDIGS DEL OMBRE Mos en dos etapas o periodos sucesives y preguntemos qué los puede unir yqué diferencias, nacidas de la propia duracioa, hay entreellos. También habria que considerar si el conocimiento del periado mas antiguo es necesa- rio o superfluo para el conocimient® del mas reciente. La vida hist6rica forma un cngranaje y enlace de relaciones miltiples, de las cuales unas invaden a las otras, cngranaje de tal manera estrecho que los fundamentos de divisi6n ho s¢ pucden distinguir en ninguna parte con clarielad. Al proceso de la separacién cronolégica se le Hama periodizacidn y a los espacios de tiempo, limitados por ese proceso, periodos. Carlos M. Rama utiliza la definicién propuesta por Karl Johan Newmann, para quien el periods histérica cs ¢l espacio de tiempo bien individualizado de la vida histérica que, por su contenido y sustancia, se liga en una, qunidad, y que. justamente por ello se destaca del que lo precede.o Ins gue.!” Wilhcim Baer, Carlos M. Rama y José Gans” sugiricron ciertos princi: pies para hacer una periodizacién. Hablaban de que cada perioda debe ser dcducidy de su objeto, es decir, de los hechos histéricos mismos o de las concepeiones de la €poca que abarca. No debcmos Ievar nuestro propio concepto a la caracterizaciin de un periodo histdrieo. No hay que negar tampovo que ¢l historiador impone clementos subjetives, Herder recomen- daba "juzgar a las personas y el catado de cosas seatin aquellas regias que ofrece su propio tiempo”. Se debe pensar en la divisién de un modo objetive hasta donde sea posible. Todo periodo debe constituir un conjunto naturalmente bien delimitado y configurado en si mismo, que se distinga del que le precede y del que te suvede, aunque su unidad interior es una exigencia muy dificil de conseguir. No es facil dilucidar qué puntos dc vista son decisives para la unificacion, ni cuales son los indicadas para la distineiGn de los periodos. Se pide que deben ser de naturaleza uniforme y que no debe fundamentarse la divisién de un periodo en los hechos juridio-politicos, y la de otro, en los cambios histéri- co-eultutales & eondmivos, ya que la base para la distincién debe ser_l misme para ambos, En la periodigaciéin coopera la interpretacion de los hechos que haga cl historiadew o la cancepeién que tenga del mundo. Carr ha dicha que "los prejuicins del histariador pueden ser juzgados por las hipouesis que adupia, ® Carlos M. Reims, Teorty de fa historia, Jnmodtiectbn a las estudio histéricns, Buenos Aires, Now, 1959, p. 176. José Ges, “Notas sobre la historings 481 S08, “Hléstaria Mesicama, vol 1X, wdc. 4, abr-junio, 1960, pp. EL TIEMPO DE LA UISTORIA 85 entre cllas la periedizacién", Edmundo O'Gorman telleg6 a decir a Wigberto Jiménez Moreno on una reunidn de historiadores, en 1969, cuando discutian investigaciones sobre historia regional que planteaban periodizaciones dis- tinlas a las de la historia nacional: "Si usted es catGlico por qué no periadifica antes de la Virgen de Guadalupe y después de la Virgen de Guadalupe". Primero hay que fijar las caracterfsticas del periado y después sus limites, que dependen, en particular, del devenir histrico. No hay que preestablecer la duracién y el nombre del periodo, porque sélo raras veces pueden ser descubiertos, con cierta certeza, el punto de partida y cl \érmino de un procesv, No sc debe exagerar el concepto de periode von una imposivin de limites definidos ni con una sobreestimacin de su unidad, por Io tanto no hay que darle limites muy precises LOS METODOS DE PERIODIZACION Luis Gonzalez nos ensefié en 1969 (en un curso sobre teoria y método de la historia) que los métodos de periodizacién sc podrian reducir a dos grupos: los nomotéticos, cuando el historiador parte dela existencia de leyes histéri- eas para hacer los perivdos, y los ideagrilicos, cuando se basa en la observa cidn directa de los cambios para determinarlos. En el primer grupo habria que distinguir los métodos ciclicos cuando ta division del acontecer histéricose hace en periodos de cierlo ndmerode afos, que acabados se vuelven a contar de nuevo. Estos métodas pucden ser exacullutales si los ciclos se dan en la naturaleza y estén deicrminados por Jos sistnas, las manchas solares @ las mareas, Este "tiempo ciclico que se puede observar en la sucesién de las estaciones y no en el pase de los afios” fue llamado “tiempo ecolégico" por ef antropdlage Edward Evans-Pritchard.”! ‘También se habla de métodos ciclicos endoeullurales 3i las divisiones se hacen con base en las caracteristicas culturales © cn las crisis ccandmicas. Dentro det primer grupo estarian los métodos isocrinicos, cuando"las divi- siones sc basan en tiempos de igual duracin, Este método se ha utilizado para la divisin por generaciones. Encl s¢gundo grupo igualmente estarfan los de cardcter exovultural si se toma de referencia para dividir ya sea una epidemia o una catistrofe demo- 4 Gyn Pring, "Historia erat", en Peter Burke (edit, Formas de hacer hiseovia, Madrid, Alianza rersidanl, 1993, p. 159 86 ESTUDIOS DEL HOMBRE gralica, y los de cardcter endocullural si se divide con hase en cambios politicos, cconémicos, culturates, etcétera. Esta seria la mas racional poryuc ofrece mayores elementos de objetividad. Asimismo, hay métados ideogrsti- cos de cardcter heterogénen. =” EL METODO DE LAS GENERACIONES Al hablar de los principios y los métodos de periodizacidn es necesatio reterirse a la divisi6n par generaciones, cuya idea naci6 para dar al perido un scntide lolalmente objetivo, ya que éste no seria una abstracciéin, sino alga tan vivido y real como lo cs un conjunto de personas de igual edad estadistica, Sc cligid la gencracin como unidad histérica de tiempo sin tomar mo base el térming media de duraciGn de la vida del hombre, sine la época de su actividad detcrminada por leyes. Se pensaba que "la vida histérica comienza por término medio a los ircinta afius y termina entre los sesenta y los setenta". Se suponia que cada gencracidn tiene sus propios fines y una conducta histérica singular. La teorfa de las generaciones nacié en la mente de Antoine Augustin Cournot y ha sito utilizada por los historiadores. El concepto humano vivo de las generaciones tiende a sustituir las perioclos scculares. Una generacién daaluzaotra, tres generaciones llenan easi un siglo; urubuelo, quien florece de 1500 1530, pasa a su hijo, quien sc desarrolla de 1530. 1560, un tesoro de tradiciones y experiencias cn partc hercdadas, en parte aumentadas por 4l, y el hijo en turno transmite cl balance de su herencia y adquisiciones al nici, quien abarca la gencracién de 1560 a 1590. Luego un nuevo ciclo empieza con las tres gencracioncs del siglo XVI que suceden a las del XVI. Se diseute que esto no se pucda aplicar en todo el mundo, tal vez puede operar dentro de una nacidn. Un francés podré sentirse capaz de contrastar las dos generaciones de 1660 y 1690, la de Pascal y la de Fontenelle. Pero esas generaciones se parecen & sus contempordneas, por ejemplo, las alem: nas © las inglesas? éFstos conceptos se pueden extender a toda Ja histori universal ¢ ineluse, cn su momento, a toda La vida histérica? El tema de la periodizacion se plantea dentro de ta historia universal, de las historias nacionales, de las particulares o de un sector de Tar histori ELTIEMPO Dh LA HISTORIA 87 LOS PERIODOS DE LA HISTORTA UNIVERSAL Una de las grandes consecuencias de la eonquista de Alejandro el Grande fue el surgimiento dela conciencia de historicidad, que origind un sistema de periodizacion para la historia universal, Un principio de divisién belenistico produjo la tesis de las cuatro monar- quias del mundo que se han succdide unaa otra (elimperio asirio-babildnico, el imperio medo-persa, cl imperio greca-maceddnico y cl imperio romano). Esta doctrina fue completada por San Jerénimo, con base en el suenio de Nabucadonosor del libro del profeta Daniel, ¢ identified el dltimo de los cuatro imperios protetizades por Daniel, el de “hierro", con el imperio romand y le atribuyo cloma duracién. La tesis de las cuatro. monarquias, por acidn con la Biblia, logrd la fuerza de un articulo de fe y doming hasta elsiglo XVI. La divisién tripartila en Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna, criticada en todas partes ysin embargo sicmpre ulilizada, ce tanta importan- cia y resonancia en los estudios histéricos, surgié del espiritu del humanismo, que, en relacién con los estudias clasieos, planted el conccpla de Renac miento como algo opuestoy distintode la Edad Media y asimilablecn algunos aspectos a la Antigtiedad Clisica. Tl Renacimiento vio en fos siglos que siguicron al imperio romano una época de ocasoy barbarie; crefa pertenceer a un licmpo maderno que parecia estat llamado a suscitar de nuevo cl esplendar y magnificencia de la humani- dad. La divisidn tripartita introdujo una época de decadencia, la Edad Media, entre la Antigiiedad y el Renacimiento. La expresion media aeius se admitid dlescle el sigh xv, pero no fue empleada para significar la divisién en tres periodos sina hasta el sigh XI. Esta divisién sustituyé poco a poco la teoria de las cuatro monarquias y fue una manera estétice-filaligica de considerar las cosas: a la Antigaedad sc le-veia como una €poca de vida, ala Edad Media de muerte y a los Tiempos Modernos un renacimiento. Historiadores como Henri Bert y Lucien Febvre opinaron que no habia necesidad de eliminar los viejos conceptos tan en uso de Antigtiedad, Edad Media y Tiempos Modernos, que por dominar la area de los estudiosos habian adquitide valor practic. Para Benedetto Croce, la criticada clasifica cidn (ipartita ng era producto del arbitrio individual, sino que habia acom- pafado el desarrollo mismo de la consicneia moderna, Unos historiadores han entendido los Tiempos Modernos desde cl Re- nacimiento, en el sighe XVI, hasta nuesiros dias. En Francia a los tres periodos 88 ESTUDIOS HOMPER para la historia universal se ha agregado el de época contemporéinea, pucs la costumbre ha establecido que la historia moderna se detenga cn 1789. En rclacidn con los siglos histéricos también se han presentado inccrtidumbres, cl siglo XVII lo han prolongado hasta 1715 y el XViI hasta 1815, En todo caso lo. que pretenden los historiadores es lograr una mejor exposicis LOS PERIODOS DE LA HISTORIA DE MEXICO En El offcio de historiar, Luis Gonzalez se refirié al prablema de la periodi- zacidn en la historia de Mcxico, que coincide con la de Hispanoamérica en general: época precortesiana, épova espaiiola y época independiente, asi como una divisién tripartita, también eriticada por muchos historiadores © igualmente usada por todos. En relacisn con la periodizacién que se empleé en la Historia moderna de México, Danicl Cosio Villegas explicd, en 1970, que se respetacon dos periodos, uno de diez anos, el de la Republica Restaurada, que va de 1867 4 1877 y otro de 34 aitos, el del porfiriato de 1877 a 1911, porque sc basaron en tres supucstos: sila vida nacional "moderna" tuvo raseos propios suficien- linguirse tanto de la anterior a 1867 como de Ja posterior a 1911; sila Repéblica Restaurada present6 caracteres propias para diferonciarse. del porliriato, y si, al mismo tiempo, la Republica Restaurada poscfa rasyos comunes von el porfiriato para integrar la historia moderna de México, que a su vez contrasta con el de la historia contempordnea que empicza von la Revolucién mexicana. El método de periodizacién de Ia historia de México por generaciones {ue utiizada por Wigherto Jiménez, Moreno, quicn la dividis en 27 genera- ciones del siglo XVI al xx “con dur aproximada de quince afios" cada una.” Bn cuanto ala Revolucién mexicana, solia hablar de cuatro genera- ‘ioncs; La criticona, la revolucionaria desiructiva, la revolucionaria construc- tiva y la cientit ® Robett Scher, "ET siglo XIX, H-apogeo de la expansin europea (ISL&1914)", en Maurice Crozet (di). Historia generat de las cuizaciones, vol. Vi, Barcelona, Taiciones Destino, 1960, Gonzdler, ap. eit, pp-42,5% BL TIEMPO DELA HISTORIA a) LA PERIODIZACION IDEOGRAFICA Mi primera experiencia en cuanto a un método de periodizacién fue el que practiquéen la investigacién sébre la historia de la educacién en Guadalajara durante la poca colonial. Antes de "preestablecer Ia duracién y el nombre de los periodos’, Alejandra Moreno Toscano me recomend6 "descubrir lox caracteres" de los periodos y "después sus fronteras”. Para conseguir esto ordené cronolégicamente: todas las instituciones educativas establecidas en Guadalajara desde tas escuelas de castellano (1552) hasta la primera escuela municipal (1821), y despuds sefialé en una gréfiea la duracién de cada instituci6n, le que permitié detcctar ies perlodos con earacterfsticas comu- se distinguian uno del otro y que: bautieé con ef nombre de la ' Primeros estuerzos", que va de 1552.2 1696, en el que se fundaron escuelas de castellano para las indios, colegios para los nifios y estudios para la formaci6n del clero regular y secular; "Expansicn", que abarca de 1696 a 1779, cuando se establecicron tres beaterias y colegios para nifias y dos colegins seminarios; "Configuracién', de 1779 a 1821, en el que Guadalajara lleg6 a contar con un “sistema educativo" que comprendia escuelas de primeras letras, dos colegios femeninos, das colegios seminarios y la Real Universidad. Al utilizar una periodizaciGn ideografica me baséen lo recomendado por José Gavs: "El historiador ha de cuidarse de que Jos marcos en que encuadre su materia no los imponga a ésta desde un antemano extrinseco a ella, sino que sean sugeridos por la articulacién cen que lo histérico mismo se presen- ta” CONCLUSION Por mi propia experiencia puedo decir que la perindizaciGn que el histgriador disefe y utilice se basard en la conciencia historica de él mismo, porque la interpretacin la condiciona, y tendrd, mas que nada, un valor pra inmediato para facilitar la investigacién, ya que no cs un hecho, pero si una hipdtesis necesaria, Encuantoa lassolueiones quel historiador adopte, cuands tenga algin problema de periodizacién, dependerin de su apertura hacia los retos que °° Gaos, op. cit. p. 301, citado por Gomer, op. cit, p.55 0 ESTUDIOS DEL HOMBRE planteaba Braudel, superard la historia tradicional del acontecimicato, de los individuos, para emprender una historia de la larga duracidn. Sicl historiador acepta el reto, llogaréa cambiar de actitud y conccbird en otra forma lasocial. Utilizara el concepto de estructura que exige la larga duracidn. Tal vez llegar: mas lejos y podré descubrir que a la historia social aetualmente le interesan més las practicas que las estructuras, ya que una préctica especifica pucde ayudar a entender mejor las relaciones y tensiones que atraviesan a toda la sociedad,

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