MAnounes:
Colecci6n divigids y diseRada
Luis Arenas y Angeles J. PeLa sencillez y sobriedad de la naturaleza promueven y
configuran en el hombre sélo nociones comunes y una
tosca honestidad. La coaccién artifical y la opulencia
de la organizacién civil (de la sociedad) dan lugar 2
hombres ingeniosos y razonadores, si bien en oc
nes también a locos (Narren) » tramposos
genera la sabia u honesta apstiencia que permite care-
cer tanto de entendimiento como de honradez, siem-
pre que el bello velo que el decoto extiende sobre las
seeretas dolencias (Gebrechen) de la cabeza o del cora-
26n sea tupido y suficientemente tejido. A medida que
elarte [1] alcanza alturas mayores,raz6n y virtud aca-
bban siendo las palabras claves comunes, pero ello de
[1] Di Kam to ari
arte como la ena,
lo hecho por el hombre, tanto el
atal modo que el celo con el que de ells hablan puede
dispensar alas personas instrudas y bien educadas la
molestia de poseerlas. No obstante, la estima general
dle que gozan ambas celebradas cualidades establece
esta notable diferencia: que todos son mucho mis
celosos de las ventajas del eatendimiento que de las
Siuenascualdades de la voluotad, y que, en la compa.
racibn entre la estupidez (Dummbci) y la picardla
(Gabi), nadie duds un instante en declatarse a
favor de esta Wiha; To cual, ciermente, ambida c¥ed
muy bien discard, puesto que, si rode depende del
te, no se puede prescindir dela ascucia (Saige)
sul y si dela honradez, que en tales situaciones no
constituye sino un obsticulo. Yo vivo entre ciudada-
nos sabios y de buenas costumbres, 052 entre aque-
los que saben aparentatlo, y creo lisonjeramente
ue se tendré la equidad de ereeeme con la suficiente
sucilezs para que, si estuviera en posesiGn del mis
probado medio curatvo | para enradicar las enfer
medades de la cabeza y del coraz6n, tendria, no obs-
Gente, Teparon ca ao eae am tenet, no obs,
ante, reparos en poner esos viejos trastos en co-
mercio pablico, consciente de que a cura de moda
preferids del entendimiento y del corazén ya se
encuentra dessrrollindose de manera satisfactoria, y
cde que, ante todo, los médicos de lo primera [del
entendimienco], que se llaman légicos, satisfacen
‘muy bien las exigencias generales desde que han hecho
cf importante descubrimiento de que la cabeza huma-
ra es en realidad un cambor, que sélo suena porque
‘st6 vacio [2]. Por consiguiente, no veo nada mejor
para mi que imitar el méodo dele méics, que cteen haber
sido de gran utilidad a su paciente cuando le han dado.
un nombre a su enfermedad, y esbozaré una pequefia
cals elation eae
‘Sus convulsiones en Ta locura furiosa (Tallbvit). No obs
(2 Desde La fiestas d as ur fas sis, que
parece ser un anuncio de sus lccones de legis parse! Semesee
Ae invierao de 1762-1763, Kant erica la pretensign de conocer
Jnreldad (cencay otologl) parted sla de concept lop
es, meras formas vcs de contenido Le canén lgies snlis
‘eposa en la identi, mientras que a vealidad lo hace tn ls ales
ca (ese. pr seme Sur di vir, Madd: Asa,
Bp. 107-108 [Ak Il, 370]). De este modo dele bun aleando g
Kat lgiay realidad, hasta que en au eapaecftica desert la
Nogia transcendental o inte,
[3] JoB Lefebve en su traducién del seco pats Baton
Paybatriat (42 [1977]. 203-230), ha hecho un notable esfurren
fixtemiico afin de traducie al fans canto los términos de use
nis coloquial empleados por Kant para deigna los tastornos
‘etaes menores, com lor tsminos de us mds resting y
‘tenico rilzados para los sastorns mayores. Hemos adopede
‘asi en su oad a erminologl de est version que d dacs
for fundamenta adecuadamente en la correspondents easel ws
4: los tminos alemanes y ls eancets de ln pcs, Nactva dec
siba se bass, ernie em el extzecho parencsce ene le abies
fancess y ls corespondiences en castellano. aif come on lp
‘aflcocia predominant dels cultura fences sobre ln espaol
durane el siglo xvi. Salvo cuando se indigue de ot merle los
‘éeminos empleador en castellano coresponden alos Fancees de
Ia vesi6n cidesu genealogia [4] progresiva, me parece necesario expli-