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REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS. No. 38. SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. METODOS CUANTITATIVOS E HISTORIA fan Dero keon El siguiente articulo desea despertar el interés de los historiadores y estudiantes de historia hacia el uso de los métodos cuantitativos en la narracion historica, considerdndolos como una herramienta que les permita obte- ner mejores resultados. Desmitificar lo cuantitativo. Romper con el temor y la aprehensién que se tiene a lo numérico, ala estadistica yal computador, considerando que /a falta de familiarizacién con ellos se convierte en un obstaculo para el avanee de la investigacién historica, Mostrar las bondades del empleo de los métodos cuantitativos en el campo de la historia, pero también sus limitaciones y peligros cuando se abusa de ellos. Para lograr los objetivos propuestos, el ensayo se desarrolla de la siguiente manera: en Ia primera parte, se hace un breve recuento del acercamiento de lo cuantitativo a la historia. En la segunda parte, se exponen algunos puntos de vista de quienes justfican el uso de los métados cuantitativos y de quienes los rechazan. En la tercera parte, se problematiza sobre las limitaciones e importancia para los historiadores de la utilzacion de los métodos cuantitativo. En la ultima parte, se muestran algunos usos del computador por parte de los historiadores. “Economista, Universidad La Gran Colombia, PPostgrado en Economia, Universidad Nacional de Colombia Posigrado en Histor, Universidad Nacional de Colombia, Posigrado en Ciencia Politica, Universidad de Los Andes, Docente investigador, Escuela de Administracion de Negocios EAN. E-mail: eanet@andinet com 97 REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS. EL DESARROLLO DE LOS METODOS CUAN- TITATIVOS EN LA INVESTIGACION HISTORI- cA. “Describir no es bastante; es preciso cuantifi- car” Georges Lefebvre. ‘Cuando los historiadores no habian incorporado los métodos cuantitativos en sus andlisis, no es- taban familiarizados con las ciftas y no se daban cuenta de la precisién que se necesitaba para comprender algunos temas, eran muy frecuen- tes los errores en que incurrian en las aprecia- ciones sobre diversos hechos ocurridos, exage- randolos 0 tergiversandolos. Al respecto, Jerzy Topolsky cita un ejemplo muy diciente de un his- toriador polaco de mediados del siglo XIX, J. Lelewel, quien en sus escritos afirmaba que 193,000 personas murieron en Cracovia en 1652 ‘como resultado de una epidemia”, Lo critica con- siderando que“... ese numero era por jo menos diez veces mayor que la poblacion entera que podia tener esa ciudad en aquella época”y arre- Cia su critica basado en los datos de Wyczanski, a otra suposicién en la que afirma que en el pe- riodo de auge, solian exportarse de dos a cinco millones de toneladas de grano, que salian de Polonia a través de Danzing. Segin Wyczanski, en Polonia, entre 1961-1963, las cuatro cose- cchas anuales totalizaron 14 millones y medio de toneladas; en la época reiatada por Lelewel, po- dian totalizarse 1.4 millon de toneladas, de las cuales se exportaria no mas del diez por ciento’. Estos desaciertos parecen encontrar su explica- cién en lo expresado por Carlo M. Cipolla: "La cultura de las sociedades del pasado fundamen taimente agricolas, favorecia la aproximacin. Los inUimeros se empleaban la mayoria de las veces, no en su significacién precisa, sino para indicar de manera genérica los conceptos de abundan- cia 0 de escasez. De ahi las frecuentes cuantificaciones desprovistas de fundamento. La gente no conocia con precision ni siquiera su propia edad y a menudo la expresaba mediante redondeos aproximados™. O en lo deserito por Werner Sombart: "Ei hecho de ser exactos, de actuar de manera que las cuen- tas cuadren, es un fenémeno moderno. En todas las edades anteriores las cuantificaciones eran No. 28, SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. siempre sélo aproximativas. Quien esté familiari- zado con los documentos medievales sabe que, si se comprueba una suma, la mayoria de las veces el resultado es erréneo. Los errores de aritmética eran un hecho corriente". Para Witold Kula, en principio, ol uso de los pro- cedimientos cuantitativos es tan viejo como la his- toria econémica. Anota como David Hume, con su tesis sobre la pobiacién del mundo antiguo y ‘Adam Smith con la suya en tomo a ia evolucién del valor de los metales preciosos, dieron mues~ tras de la aplicacion de los métodos estadisticos cen la historia en dos campos: el de la demograt y la historia de los precios’. Sin embargo, las primeras aplicaciones de los ‘métodos cuantitativos a la investigacion historica ‘se debieron principaimente al avance de la histo- ria econémica(incluida la demografia) que ex- plor6 fuentes no utiizadas con anteriaridad, Se pueden enumerar las preocupaciones de histo- riadores de varios paises, a partir de la segunda mitad de! siglo XIX, por el estudio estadistico yla interpretacion de los datos numéricos, deman- dando su uso para relatar con objetividad y ma- yor veracidad los acontecimientos. En |a incorporacion de los métodos cuantitativos a la historia se distinguen varios periodos: Un primer perlodo caracterizado por la utiizacion de datos nuevos en su procesamiento aun ele- mental y centrado en el estudio de los precios y de la poblacién, que corresponde a la segunda rmitad de! siglo XIX. Los métodos cuantitativos eran. empleados sin a critica adecuada, encontrando- se trabajos realizados en Inglaterra sobre la agri- cultura y los precios; en Francia sobre precios y salarios. A fines del siglo XIX se observa un ni mero cada vez mayor de estudios sobre la rela- ci6n entre la estadistica y a investigacion histori- ca’. TOPOLSKY, Jerzy. Metodologla de la Historia. Ediciones CCatecra, Madiid, 1985. p. 372. ‘bi. 2 ibis “CIPOLLA, Carlo M. Ene la Historia y'a Economia, Estoril Critea S.A, Barcelona, 1981. p65: Si. *KULA, Witold, Problemas y Métodos de la Historia Eooné- rica. Ediciones Peninsula, Barcelona, 1977. p.300. *TOPOLSKY. Op. Cit pp. 373-374, ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS 98 REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS. No. 38. SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. Un segundo periodo, que comprende las prime- ras cuatro décadas del siglo XX, encaminado a darle un soporte te6rico a los andlisis cuantitat vos, se encuentra en el campo de la economia politica tanto en la de corte marxista como en la no marxista. Se destaca, en la primera, el estu- dio sobre El desarrollo de! capitalismo en Ru- sia(1899), de Viadimir lich Lenin, como una de las obras mas importantes. En palabras de Topolsky, en ésta se hizo un “analisis estadistico dela estructura social (el problema de la estratif- cacién social) y una descripci6n dinamica ‘cronolégica de los fenémenos, fo cual, junto con na constante combinacién de andlisis cuantita- tivos y cualitativos, dio lugar a un modelo de uso de la estadistica en el estudio de un fenémeno determinado (en el caso en cuestion, del sistema capitalista), por tanto, del estudio de la estruc- tura y la dinamica a ia vez™. En la segunda, es decir, la economia politica no marxista, sobresalen los estudios de John M. Keynes sobre los ciclos de los negocios y sobre los fendmenos macroeconémicos. Los estudios dels procesos dinamicos se inspiraron en este autor, pero sin relacionar de una manera integral los cambios en la circulacién del dinero, ios pre- ios y los salarios con los estudios cualitativos de las estructuras. Esta debilidad se observa ade- mas en las obras de uno de los promotores de! acercamiento cuantitativo a la historia, Francois Simiand, quien establecié estacios del desarrollo ‘econémico segun los cambios en la circulacién de monedas. A pesar de todo, los fogros alcan- zados en los métodos de cémputo en la investi- gacién histérica fueron significativos. Un salto hacia adelante lo dio Ernest Labrousse quien se preocupé por prestar mas atencion a los estudios dingmicos de las estructuras socia- les’. También Emmanuel Le Roy Ladurie, Francois Furet, Andre Siegfried y Georges Lefebvre aplicaron los métodos cuantitativos al estudio de la historia Asi mismo, entre los promotores mas penetran- tes de los métodos cuantitativos en la historia so- cial y econémica tenemos a: J. Rutkowski, autor cde muchos estudios sobre historia agraria (a partir de 1910), y particularmente de una ce las mejo- res obras basadas en la estadistica, (Estudios sobre la distribucién de los ingresos en la época ‘moderna) (1938); James Hamilton, iniciador de los estudios mademos sobre las revoluciones de los precios (1934); y muchos otros estudiosos de los precios (W. Beveridge, H. Hansen, AE. Pribram, Mw. Elsass, S. Hoszowiski, y otros). La estadistica se convirtié asi en una insepara- ble compafiera de la investigacion en la historia econémica; también, gradualmente, de la histo- ria poltica (por ejemplo, la estadistice electoral), la historia de la cultura (estadistica de cotegios), yotras ramas”, Finalmente, en un tercer periodo que se inicié al final de la Segunda Guerra Mundial y que se prolonga hasta hoy, mejoraron las bases teéricas de los estudios cuantitativos debido a la aproxi- macién entre la historia y otras disciplinas como la sociologia y la economia. Como consecuen- ‘iia, se produjo una concientizacion sobre la ne- cesidad de emplear mediciones precisas en la historia, aun cuando éstas no pasaran de ser céloulos sencillos como el cémputo corriente de {os precios medios 0 numeros relativos. Se em- pezaron a usar de manera creciente las distintas medidas de concentracién, los cémputos de ten- dencias, cortelacién, coeficientes de regresion, yelementos de estadistica matemética (pruebas representativas, tests de importancia, etc.). Ca- racteristico de este periodo es la mecanizacion de la recoleccién, almacenaje y proceso de da- tos, facilitndose ostensiblemente el andlisis es- tadistico con la incorporacién mas frecuente del computador en los diversos campos de la investi- gacién historica. Louise A. Tily sefialaba cémo a comienzos de los setenta era dificil en Francia no encontrar en las tesis doctorales cuadros, graficos y mapas estadisticos. En una cita de Albert Soboul, se sintetiza el panorama francés de finales de los sesenta: "Hoy, si se exceptian unos pocos repa- ros de menor monta, la causa esta ganada. La necesidad de datos estadisticos se hace cada vez mas evidente: cexiste algo que la gente no desee contar 0 medir? Los hombres, sus profe- siones y Sus ingresos, la distribucion de la pro- "ib. 9 374, * Ib pp, 374-375, ‘tid. 9.374, IACION BE KEGOCIOS REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS, piedad y de la riqueza, sus relaciones y su com- portamiento social, sus opiniones politicas, asi como sus practicas religiosas. Toda actividad humana oftece materia para un anélisis cuantita- tivo; es el Unico modo eficaz de ir mas alla del individuo y de llegar a conclusiones de significa- cién general”. ‘Asi, los datos cuantitatvos han representado, para los historiadores franceses, una parte vital de la historia, Las diferencias se originan en relacion con una serie de interrogantes como ":Hasta dénde debe llegar el analisis de la informacion cuantitativa? ¢Cudles son las técnicas adecua- das para el analisis? Qué métodos pueden uti- lizar los historiadores para llegar al control y com- probacién de las arduas ciencias que tratan de Jos datos que estén empleando? ¢Cuales son los objetivos ultimos de la historia?, y finalmente, Qué es la historia?”?. HISTORIA CIENTIFICA E HISTORIA TRADICIO- NAL Robert Fogel, en uno de sus ensayos, reconoce laexistencia y los choques entre la Historia Cien- tifica y la Historia tradicional en cuanto a las agen- das, metodologias y el estado de la investiga- cién, pero considera que es mas importante re- flexionar sobre las afinidades y complementariedades. Acepta que estas dos his- torias son modos diferentes, y en cierta forma competitivos, pero "no son ni mutuamente ‘excluyentes ni intrinsecamente antagonicos, Muy por el contrario, precisamente debido a que cada modo pose una ventaja comparativa en ciertos. dominios de investigacion, se complementan y enriquecen el uno at otro”. Historia Cientifica Los antecedentes de estos enfrentamientos en- tre la historia cientifica y la historia tradicional se remontan al siglo XIX, cuando la historia fue influida por fas ciencias naturales. Por ejemplo, algunos historiadores han intentado imitarlas al ‘emplear sus métodos y construir enunciados ge- nerales, con pretendido caracter de leyes. Como loha destacado Fogel, muchos historiadores, (en- tre ellos Henry Adams, en 1894) a finales del siglo XIX y comienzos del XX, bastante influidos por los revolucionarios descubrimientos de la bio- No. 38. SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. logia, en especial por la obra de Darwin, y por la integracién de la Biologia a la Fisica a través de las leyes dela termodindmica, comenzaron a pro- poner la idea de que "la historia representaba un continuo con el universo de la naturaleza, y al igual que ésta, se encontraba... regida por la ley", Epistemdlogos e historiadores del Circulo de Viena, apoyaron estas tesis, constituyendo la teo- ria explicativa de la historia, cuyo desarrollo se funda en el hallazgo de leyes generales, y condi- ciones iniciales, para derivar la explicacion cau- sal del hecho histérico (Hempel). Esta historia se expresaba en lenguaje fisicalista. El ipo de historia practicada, ha recibido el mote de ‘cliométrica” e hizo su aparicién en los afios cincuenta, Nace del "matrimonio contraido entre los problemas histéricos y el andlisis estadistico avanzado con la teoria como madrina y el com- putador como padrino"'®. Su principal caracte- Tistica es la de emplear los métodos cuantitativos. y los modelos conductuales de las ciencias so- ciales (modelos explicitos de comportamiento humano) al estudio de la historia. Su aplicacion se llev6 a cabo por primera vez en Ia historia econémica, ena que crecié y se desarrolld, pero rapidamente se propuso para otros universos como el demografico, el urbano, el politico, el étnico, et. Las elaboraciones de los cliométricos son, ade- mas, el resultado de auscultar los archivos "en busca de datos ptimarios, del dominio de la lite- ratura secundaria y de la inmersién en los docu- mentos pibiicos y privados. Dicho trabajo es con- dicién de la buena aplicacion de poderosos mé- todos generales a situaciones historicas especi "TILLY, Louise. Documentos para a Historia Cuanttativa de Francia desde 1879, en LANDES, David otal, Las Dimer siones del Pasado. Estudios de Historia Cuantitatva. Alianza Eaitonal SA Magn, 1974, p. 111 "ti p.122. » FOGEL, Wiliam y ELTON, GR. {Cual de los Caminos al Pasacio? Dos Visiones de! Pasado. Fondo de Culture Econd- ‘mica, México, 1969, p.114 “Ibi. p. 20, oid 9.14 ESCUELA DE ADMINISTRACION DE MEGOCIOS 100 REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS. No. 38. SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. ficas, Ninguna hechiceria matematica o magia computacional pueden abreviar este proceso" En unos casos, representan el comportamiento por medio de ecuaciones matematicas, proce- diendo iuego a hallar la prueba que esté en con- diciones de verificar ta aplicabilidad de las ‘ecuaciones. Fogel defiende este uso de las ma- tematicas (habla de las simpies: ecuaciones ini- Cas 0 modelos simples de ecuaciones simulla- eas con pocas variables) porque "suelen ser Poderoso instrumento para mejorar nuestro co- ocimiento del pasado" Primero, porque rompe con la estricta propor- cionalidad entre las variables que asumen de manera implicita en sus narraciones los historia dores tradicionales, demostrando como, al dejar de lado esa restriccién e introduciendo una "re- lacion funcional mas realista, las interpretacio- es de algunos sucesos histéricos son grande- mente alterados". ‘Segundo, porque la formalizacion matematica de los fenomenos historicos ha servido para identif- car los parametros criticos en las narraciones histéricas, faciltando el andlisis de sensibilidad para determinar las alteraciones en las "conclu- siones de un argumento a estimaciones diver- ‘sas de parametros particulares", ayudando a re- solver las dudas que los historiadores suelen te- ner "acerca de los valores de los parametros que implicita 0 explicitamente entran en su andlisis", ‘cuando los datos son incompletos. En otros tér- Tinos, se infiere que este procedimiento demues- {ra que "la ausencia de informacion exacta en puntos particulares es a veces de poca impor- tancia"”. ‘Otro aspecto que identifica a los cliometristas es ‘su énfasis en trabajar con “colecciones de indivi- duos, categorias de instituciones y hechos repetitivos"; y el soportar su andlisis en la evi- dencia cuantitativa. Aunque el término “cliométrico" incluye también a historiadores que poco uso hacen de las matematicas, pero que fundan sus trabajos en modelos explicitos de las, Ciencias sociales. Por ejemplo los cliométricos han reconocido que hay casos en jos cuales los, ‘metodos tradicionales son mas adecuados que los cientificos. Ademés la aplicacién de los mé- todos cliométricos necesita un profundo y cabal ‘conocimiento de las circunstancias histéricas con elfin de evitar su descontextualizacion, El enfoque cliométrico se constituyé en la forma predominante de la historia econémica, en la dé cada de los setenta y parte de los ochenta, en los Estados Unidos, en donde la mayoria de los arti- culos publicados en las principales revistas de historia econémica son matematicos y los cliométricos dominan la Economic History Association. La razon de este impulso obedecio alla disponibilidad de material que contenian mo- delos econémicos ubicados en bibliotecas, junto ‘con cierta facilidad de aplicarios a la historia eco- nomica. También los cliométricos incursionaron en a his- toria politica, social e intelectual aun cuando con ‘mas dificutad. Después de vencer muchas resis- tencias una serie de revistas le dan cabida, | como:historical Methods, e! Journal of Social History y el Journal of Family History" Historia Tradicional Elotro grupo de historiadores conforma la histo- fia tradicional, la cual se va a imponer sobre la historia cientifica. Como sus representantes mas destacados hacia finales del sigio XIX, y comien- zos del XX, estén Dilthey, Croce y posterior- mente Collingwood, que constituyen la denomi- nada “filosofia analitica de la historia’, La tesis sostenida por estos autores dice que “los agen- tes histéricos no pueden ser visualizados como meras piezas de conducta observable, reduci- ble a (0 explicable en términos de) puntos pura~ mente fisicos”. Se sigue de ello que la “tarea esen- ial de! historiador es repensar 0 reformular en su mente las deliberaciones de los agentes hist6ricos, haciendo con ello inteligibles los he- cchos con los cuales tiene que tratar, en una for- ma que no encuentra paralelo en las ciencias fisicas™”. Fogel entiende por historia “tradicional”, la "des- | ctita en la edicién de 1954 de la Harvard Guide y Ibid, p. 110, "Ib. pp 45-48 ibid p 65. "Ibi. 24, ESCUELA DE ADMINISTRACION OF NEGOCIOS. 101 REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS. No. 38, SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. que fue practicada durante los afios treinta, cua~ renta y cincuenta por sus autores, y por otros historiadores tan conspicuos como C. Vann Woodward, Kenneth M. Stapp, Allan Nevins y Richard Hofstadter en los Estados Unidos; por RH. Tawney, G.M. Trevelyan, Herbert Butterfield, JH. Plumb y G.R, Elton en la Gran Bretafia.."®. | Asi resume Fogel algunas de las caracteristicas dela historia tradicional.intento de retratar el cam- po entero de la experiencia humana...busqueda de *principios sintetizadores".. tendencia, en ge- eral, a ser eclécticos...apoyo para sus analisis en ciertos aspectos de las ciencias sociales, sin ‘compartir la vision englobante de la conducta hu- mana, 0 sus métodos analiticos, o de la evolu- ion historica, ideas que se encuentran expues- tas en la caracterizacion que de la historia hace Elton al considerarla como “ideografica , esto es, que particulariza y no nomotética, esto es, dise- fhada para establecer leyes generales". Como las particularidades que estudian los historiadores no Son lo suficientemente numerosas, ias generali- zaciones estadisticas no encuentran validez. ‘Como consecuencia de la consolidacién de tas ideas de la historia tradicional, una parte de los historiadores se distancia de aquellos que ofre- ‘cen un modelo cientifico para la investigacion histérica. En Norteamérica, en la década de los treinta, Carl Becker y Charles Bead, negaron que "el relato del pasado por el historiador pudiera ser conocimiento genuino, excepto en un grado limitado”. Un relato hist6rico, alegaban, era “fun- damentalmente una evaluacion temporal, basada enlos intereses y los valores del historiador, los cuales se hallan condicionados por el tiempo, las circunstancias y la personalidad particulares de éste". A partir de este momento y durante los cuarentas y comienzos de los cincuentas, la co- triente que intenté asemejar la historia con las ciencias naturales, decayo. Como alternativa surge el modelo legal (el derecho) para la evalua- cién rigurosa de las pruebas, desarrollaco por {os historiadores de Harvard, segun os cuales a la verdad se llega interrogando a fondo al testigo. Y agregaban la necesidad de encontrar corrobo- racion independiente para cada hecho. E| modelaje matematico y el interés por la medi- cién, se rechazan por “anti-historicos, estériles, y por constituir una amenaza para las cualidades ‘mAs intrinsecas de la historia: su arte literario, su "voz personal y su interés en las incontables cua- lidades sutiles que se hallan implicadas en la no- cién de individualidad"™ No rechazan de plano la evidencia cuantitativa, sino que la consideran de importancia secunda- | ria, por la dependencia de! modelo legal para la | evaluacién de la evidencia histérica. Con base en éste, el historiador tradicional prueba su ar- umento o desaprueba el de su oponente. Elfun- | damento consiste en hacer uso de testigos de elevado caracter moral y gran habilidad para de- mostrar que éstos se encuentran en condiciones de conocer lo que ocurrié, | Elhistoriador tradicional, hace un analisis minu- | cioso de los documentos que justifican una inter- pretacién particular, verificando su autenticidad, ‘la confiabilidad de su contenido, determinando | su fuente y proband tanto su congruencia inter- rna como su consistencia con la evidencia exter- “na. Siguiendo a Fogel: "El historiador se empeia ‘en demostrar que su documentacion es mas com- | pleta o mas confiable que la de su contrario, no sélo a través de la contraposicién de un docu- ‘mento con otro, sino a menudo por medio de la | re-examinacion critica de los documentos y las interpretaciones de ellos planteadas por su opo- nente”®. Durante los setenta, algunas revistas reticentes a los estudios cuantitativos, abren sus paginas a algunos de éstos en casi todos los departamen- tos de historia mas importantes. Hoy, hay uno o mas investigadores trabajando con este enfoque. | Una encuesta realizada en estos afos entos Es- | tados Unidos en 83 departamentos de historia, | mostré que el 64% ofrecia un curso de métodos estadisticos para estudiantes graduados, aun cuando el nivel era bastante elemental, y no los preparaba para conduci investigaciones serias en la forma cliométrica, debido a la obstaculiza- * bid, p. 33, oid, p28 iid, pp. 33-26. Ibid, p. 81 ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS 102 REVISTA ESCUELA DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS. No. 38. SEPTIEMBRE - DICIEMBRE DE 1999. clon o lenta aceptacién de sus métodos por los historiadores tradicionales*. Como compensacién, los cliométricos estadouni- denses, ofrecen varios programas intensivos de verano alos cuales envian sus estudiantes: Uno en la Universidad de Michigan, y otro en la Newberry Library en Chicago. Desde 1975 se establece la Social Science History Association (SSHA), a cual cuenta con su propia revista (So- cial Science History) que se encarga de coordi- ‘nar sus actividades con las de otros investigado- res en el exterior. LiMITES DEL USO DE LA ESTADISTICA EN LAHISTORIA ‘Las pruebas de que somos mortales, son de cardcter estadistico; entonces, puede ocurrir que con nosotros se inaugure una generacién de inmortales" JL. Borges. ‘Sebastian Charlety en su obra La Monarchie de Juliet advirtié que: "se puede utilizar la Statistique con precaucién cuando en ella aparecen indica- das las fuentes y especificados los métodos de recogida y elaboracién, mientras que es pruden- te no usarlos en absoluto cuando no figuran esas informaciones™® Ocurre que cuando se producen estadisticas fal- seadas, éstas pueden ser usadas por ottos his toriadores para adaptarlas a la sustentacion de alguna hipotesis, sin efectuar una severa autocritica, engafiéndose a si mismo y a los de- més. Un ejemplo se encuentra en la estimacion que realizo en 1936 RR. Kuczynski del nimero de esciavos negros trasladados forzosamente a América desde Africa, Kuczynski estimo en 15 millones ef némero de esclavos basado en una obra de Du Bois de 1911, ol cual habia extraido 1 dato de un trabajo sin pretensién cientifica al- guna de E. Dunbar en 1861 En ocasiones, las autoridades han hecho mal uso de las estadisticas. David Landes, muestra un caso en el Brandeburgo del siglo XVIII en el que ante las exigencias de un monarca como Federi- 0 Il, El Grande, sus funcionarios procedieron ‘en mas de una ocasién a inventarse los datos, antes de tener que aceptar la carencia de infor- macién®, Por otta parte, la forma como realicen la agrupa~ cién estadistica puede llevar a distintos historia- dores a probar las mas diversas tesis con los mismos datos. La estadistica salarial en un de- terminado sector de la economia que agrupa los salarios de ios obreros y las remuuneraciones de los directivos nos muestra un cuadro totalmente distinto al que se obtiene con e! andlisis estricto del salario de los obreros. En este ejemplo los datos numéricos pueden ser verdaderos, pero el concepto remuneracién puede tener otro conte- nido social y econémico”, Podriamos decir que las cifras, los datos, las es- tadisticas, son una ayuda para contrastar hipo- tesis y para dar contenido a un andlisis. Pero no ‘son, de ninguna manera, un sustituto del anali- sis; las estadisticas no sustituyen al pensamien- to, lo agudizan; no nos dicen lo que no les pre-

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