Csj30junio1962 - Tesis Organicista Resp Directa Vs Resp Indirecta

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RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL Distintas tesis de que se ha valido la jurisprudencia nacional para establecer la responsa- bilidad de las personas juridicas de derecho piblico y privado, Fijacién de las bases y ele- mentos configurativos de cada una de estas tesis. La responsabilidad indirecta y la directa, La tesis de las “fallas del servicio”. La teoria organicista. Estudio critico y comparativo. Conclusiones de la Corte y criterio que adopta. Prescripcién de estas acciones. 1. La doctrina general ha formulado serios r cados, sino como secuela de Ia falla que se haya Paros a Ia forma indirecta de Ia responsabilidad de las personas morales, motivo por el cual di- cha forma puede considerarse ya fenecida, en lo que atafie a tal especte de personas. La tesis organicista de la divisién de los agen- tes, em funcionarios érganos y subalternos auxi- ares, para que Ia persona juridica responda de manera directa sélo de las culpas de los prime- ros, y de modo indirecto por las de los ‘ltimos, En cambio, el problema se desata en forma sa- tisfactoria, desde el angulo de la persona juridica privada, mediante Ia tesis de la responsabilidad directa, en una palabra, por ser los actos de los agentes, sus propios actos. En Io que se refiere a la responsabilidad del Estado, la tesis de las “fallas del servic © publico” © culpa de la administracién, se inspira en el de- ber primordial de la entidad pablica, de sumi- nistrar a los asoclados los medios conducentes 2 In efectividad de sus derechos, esto es, a Ia con- secucién de sus fines. Tal es el objeto de una organ’zaclén de hombres sobre un territorio de- terminado, con autoridades y leyes propias. Awsilos medios no son otra cosa que los servi- ios piblicos, de cuya eficacia dependen la ver- ad prictica de esos derechos y Ia realiza:ién clerta de tales fines, De modo que si en Ia pres- taclén de dichos servicios Hega a causarse dafio, es el Estado quien debe responder de ello, no como fruto de la presencia de un hecho especi- fico de alguno 0 algunos de sus agentes identifi- producido. Cuando Ia persona juridica privada debe repa- rar el dafio inferido por uno de sus agentes, no Jo hace como Ia Administracién, en virtud de aquel deber fundamental; por ello, esa respon- sabilidad no puede provenir sino de Ia culpa de un agente concreto. Mas, si el dafio se produce en un servicio piblico, In responsabilidad se ori- gina en iltimo anilisis, en el supradicho deber primario del Estado, causa eficiente, por tanto, de la referida responsabilidad. 2. Acérea de Ia preser'peién de las acclones, 1a Corte considera conveniente precisar Ia materia asi: a) Ia accién por el daiio, contra la Adminis- tracién, tratese de fallas imputables al hecho delictual o cuasidelictual de un agente determi- nado, 0 de falls organicas, funcionales o ané- nimas, prescribe con arreglo al derecho comiin, en 20 afios. El Estado, como entidad juridica que es, no puede incurr'r en ilicito penal, y por ello no le es aplicable el articulo 2358 del Cédigo Civil, fuera de que el sentido y trascendencla de los servicios piblicos y Ia funcién estatal que ellos representan, no justificarian que tal medio extintivo de la responsabilidad del Estado se so- metiera a reglas de excepeién, como son las que trae el citado precepto; por el contrario, son las generales, en ausencla de un ordenamiento es- ecial, las que mejor consultan el interés social de reparar el dafio inferido a otro. b) La arcién de reparacién contra el agente determinado, si por culpas civiles, se extingue en el mismo tér- mino, ya que tampoco hay normas de exeepeién al respecio; y si de hechos pun‘bles, en el mi:mo Iapso de preser'peién de la pena, segiin el inciso 1° del indicado articulo 2358, De Io cual se col'ge que Ia prescripeién de tres afios de que trata el inciso 2° de esta disposicién, solamente obra en los casos de responsabil'dad indirecta, de con- formidad con el articulo 2347; esto es, en favor de las personas bajo cuyo cu'dado y depend-ncia se encuentran las causantes del daiio provenien- tes de ilicito penal, Corte Suprema de Justicia—Sala de Casacién Civ‘l—Bogoté, treinta de junio de mil nove- cientos sesenta y dos. (Magistrado ponente: doctor José J. Gémez R.). Juicio de Reinaldo Tinjacé y Aurelio Planells contra el Municipio de Bogoté, D. B. Sentencia de 20 de marzo de 1961, del Tribunal del Distrito Judicial de Bogota. Reeurrente : el Municipio, 1 ANTECEDENTES 1. Dan cuenta los autos de un aceidente de transito ocurrido en Bogoté, D. E., entre las cinco y media y las seis (de la mafiana). del 25 de diciembre de 1961: Reinaldo Tinjacd y ‘Aurelio Planells caminaban de norte a sur por la carrera 24 0 Avenida del Progreso nando un automotor del Cuerpo de Bomberos del Mu- nicipio, conducido en direceién contraria por Germén Martinez Alférez, empleado de la misma dependeneia, los atropell6 causandoles algunas lesiones 2. Estas'consistieron: a Tinjacé Murillo, “la fractura del tereio medio del fémur izquierdo y de las iiltimas costillas del hemitérax derecho, con 70 dias de ineapae:dad, y como conseeuencia la perturbacién funcional en el acortamiento del miembro inferior izquierdo”; y a Planells, ‘la fractura del fémur derecho en un tercio supe- rior, con impotencia funcional y perturbacién de cardcter permanente por la limitacién de los movimientos del cuello del pie y de la rodilla derecha, y una incapacidad definitiva de 120 dias”, 8. Segiin la demanda, el conductor actuaba en desempefio de sus funciones oficiales, y el acci- dente se debié a culpa del mismo, pues que leva- GACETA JUDICIAL Nos. 2256, 2257, 2258 y 2259 ba el vehiculo a excesiva velocidad, en zig zag, y cometid, ademés, ‘‘errores de téenica y de con- ducta’’. 4. Por los perjuicios morales y materiales cau- sados se demanda al Municipio de Bogot4, D. E., comprendido en los tiltimos el dafio emergente, por gastos de clinica, servicio médico, quirargico y farmacéutico, etc., y el lucro cesante, con moti- Yo de que se vieron obligadas las victimas a aban- donar las ocupaciones en que ganaban la vida y haber quedado reducida su capacidad de trabajo en un treinta y einco por eiento. 5, Bl Juez Décimo del Circuito Civil de Bo- gotd, en sentene'a de octubre 26 de 1956, hizo el reconocimiento de la responsabilidad y la con- dena al pago de los perjuicios, los cuales deben rogularse segin el articulo 553 del Cédigo Judi- cial, providencia de la cual apelé el Municipio ¥ confirmé el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotd, adicionéndola con la declara- cién de no hallarse probadas las excepeiones pro- puestas, sobre las cuales no resolvi6 el juzgador de primera instancia, : 6. La Corte procede a decidir el recurso de casacién introdueido por el Municipio, formula- da como ha sido por su representante la demanda de rigor, no replicada por la parte actora, II LA SENTENCIA ACUSADA 7. A) Considera el fallo que la responsabili- dad que se trata de hacer efectiva del Municipio de Bogota, D. E., es la extracontractual directa; que los actores no la califican de directa o indi- recta en las afirmaciones de la demanda, ni en el derecho invoeado en ella, ya que citan simple- mente el Titulo 34 del Libro IV del Codigo Ci- vil; que la parte demandada la ubiea en los ar- tieulos 2347 y 2349 del mismo Cédigo, e invoca en deseargo ia imposibilidad en que se hallé de prever e impedir los actos anormales de su agente. B) Con respecto a la responsabilidad de la entidad oficial, la fundamenta, por una parte, en Ja doctrina'de ‘‘las fallas del serviefs pabli- eo", de acuerdo con la cual basta la deficiencia, vaefo o falta en él, para que se produzea la res ponsabitidad directa de Ia Administraeién ; y por otra, en el cardcter de actividad peligrosa que tiene la conduceién de antomotores, de acuerdo con el artieulo 2356 ibidem, eardeter que funda la presuncién de culpa, s6lo desvirtuable median- Nos. 2256, 2257, 2258 y 2259 te la prueba de caso fortuito, intervencién de un tervero o culpa de la victima. Menciona, para lo primero, el fallo de la Corte de 3 de diciembre de 1942; y en relacién con lo segundo, la cons- tante jurisprudencia acerea de las actividades peligrosas. C) En enanto a la demostracién de la eulpa, la encuentra suficiente: a) En las sentencias ejecutoriadas de primera y segunda instancia, de agosto 5 de 1953 y agosto 17 de 1954, pronunciadas por el Juez Quinto Penal del Circuito y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotd, en el proceso ade- lantado con motivo del accidente, providencias eri las cuales fue condenado a un afio de prisién el conductor German Martinez Alférez por el delito de lesiones personales causadas a los de- mandantes; b) En los decretos del Alcalde Mayor de Bogo- t4, por medio de los cuales nombré motorista de la Primera Estacién de Bomberos del Municipio, al nombrado Martinez Alférez; a Alvaro Men- doza Campo, Jefe de la Estacién Central, y Aura Diaz, empleada doméstica de la misma Estacién; ¥ las respectivas actas de posesién de los mismos; c) En la certificacién de la Alealdia sobre el traspaso que del Cuerpo de Bomberos, hizo la Poliefa al Municipio de Bogoté, el 30 de noviem- bre de 1949, a) En la certificacin del Comandante de la Estacién Central del Cuerpo de Bomberos, segiin la cual Martinez Alférez condujo a la sefiora Aura Diaz, a casa de ésta, en'el jeep de la Estacién, manejado por él, en viaje que efectud en las horas de la mafiana del dia 25 de diciem- bre de 1951. D) En lo tocante al dafio, también Io halla establecido, con apoyo en los certificados de la Oficina Central de Medicina Legal, en cuanto se relaciona con las heridas y la incapacidad, asi como la perturbacién permanente de que qued6 afectado el demandante Planells. wi LA ACUSACION 8, El-Munieipio, por medio del Procurador General de la Nacién, Primer Delegado en lo Civil, formula dos cargos a la sentencia, con fundamento en la causal primera de Casaeién: el primero por violacién directa, a causa de indebida aplicacién de los artfculos 2341, 2356 GACETA JUDICIAL 89 y 2636 del Cédigo Civil, y por falta de aplicacién de los artiewlos 2347, ‘8349 y 2358 del mismo Cédigo; el segundo, por violacién indirecta de los artieulos 2341 y 2356 del Cédigo Civil, por haberlos aplicado sin ser el caso de aplicarlos y ello debido a error de derecho en la apreciacién de algunas pruebas. Primer cargo 9. Segiin el libelo de casacién, el fundamento del cargo de indebida aplicacién’de los articulos 2341, 2356 y 2536 del Codigo Civil, y de no haber aplicado los artfeulos 2347, 2349 y 2358 ibjdem, se halla en haberse valido la sentencia acusada, de la doctrina segiin la enal hay una responsabilidad directa de las entidades pabli- cas, por el dafio que las fallas o deficiencias de ‘los servicios piiblicos causen a los par- ticulares. Dice al efecto, que la jurisprudencia de la Corte acepta que dichas enitidades comprometen su responsabilidad directa, cuando son sus érga- nos los ejecutores del hecho dafioso, esto es, “los funcionarios con antonom(a, iniciativa y eapaci- dad para encarnar la voluntad de la persona moral’’; y la indireeta, si los actos u omisiones provienen de otros agentes suyos, 0 sea ‘‘los simples empleados y dependientes que no alean- zan a representar a la entidad pablica’’, y siem- pre que ello se produzea por inadecuada eleccién en ellos 0 auseneia o defectuosa vigilaneia por parte de la entidad oficial, y cita en su apoyo varias decisiones de la Corte. Y¥ coneluye que al fundarse el senteneiador de instaneia en esta teoria se apart6 de las normas contenidas en los artieulos 2347 y 2349 del C6- digo Civil, que consagran la responsabilidad indirecta de los mencionados sujetos juridicos, por los actos de las personas que estin bajo su dependeneia, para resolver la litis a la Iuz de “la teoria de derecho administrativo de la responsa- bilidad por las fallas del servicio pablico, sin eonsideracién a la falta personal del funcionario 0 dependiente, y asf sefialé al Distrito Especial como responsabie directo por el hecho puramente eulposo de un agente o empleado subalterno sin capacidad para representar a la entidad pibli- ea’’, habiendo aplicado, por tanto, los citados articulos 2341 y 2356 del Cédigo Civil —que hablan de una responsabilidad directa— al easo controvertido, euando precisamente le coneiernen las disposiciones de los articulos 2347 y 2349 del citado Cédigo. Conseeuencialmente, aplicé también en forma indebida, el articulo 2536, que habla de la pres-

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