You are on page 1of 6
Un viaje hacia la autonomsia Un viaje hacia la Autonomia Scan bienvenidxs a este viaje que es un recorrido entre muchos otros posibles. Comenzamos el mismo hace unos cuantos afios con muchas dudas y unas pocas certezas: clegir desde la pasién, caminar preguntando y fenredarnos para cambiar el mundo. Siempre lo hicimos a la vera de la educacién popular como forma de vida. Por momentos fuimos muchxs y esperanzadxs. Por momentos fuimos pocos y resistimos rebeldes, au- ténomxs y organizadxs, Se preguntarin por qué hablamos de nosotrxs si el autor tiene nom- bre, apellido y hasta apodo. Es que Roberto “Tato” Iglesias empezé el viaje mucho antes de que seamos un colectivo. Ya viajaba con los com- paficrxs de las misiones, de la escuela, de la universidad y de milicancia. Con la familia, Con sus references. Y le pasé tan intensamente la vida, Paulo Freire y un colectivo que ya no pudo hablar mis desde la soledad, y entonces el yo es nosotrxs y el nosotzxs es yo. Para él y para nosotns. Este viaje huele a ruta, monte, lucha, escuela y caminos. Tato es el hombre que decidié salir para preguncar y caminar con muchxs ott- xs. Siempre por abajo y por los costados. También es un hombre que aprendié el silencio, a ser con otras, cedié el volante, se corrié del centro pero nunca dejé de ir con todxs. Dicen: ~ Que lo acompaiia Nerén, un perro al que a veces le da por andar solo por los recovecos del otro pais, por eso se lo puede yer con las patas rojas de tierra misionera, apunado en Tilcara 0 con un saquito de lana por el sur ~ Que hay un circo que prende las luces y comienza la funcién cada ver que alguien lo piensa, = Que hay un empecinado Dodge 70 llamado Quirquincho que ex- trafia un poquito cl hombre al volante pero lo espera en los talleres a los que muchxs otrxs lo levamos. Roberto “Tato” Iglesias ~ Queen la carpa, en el colectivo y en los talleres se puede ver a don Paulo, a Nerén, al Rafa Tourifio, Ménica Bonini, el jesuita Antonio Di Nillo Di Nardo, Mauricio Lépez, Carlos Falaschi, Moni Rodriguez, ol Negro de Rawson y tiltimamente hasta al Sub Marcos y tanxts otrxs que si atin no conocen ya lo hardn, ~ Que de su vo2 salen muchas otrxs voces. - Y¥ que mientras este hombre viaja, se sienta en ronda, canta y suefia también le da por escribir. Y entonces escribimos y aqui les compartimos algunas reflexiones en forma de palabra. Las encontrarin fechadas para poder referenciatlas a Jos contextos. Algunas salen desde la celebracisn y la alegria, otras desde Ja calma y algunas desde la rabia mas profunda. Todas desde la autono- mia rebelde de andar libre y sin tener precio. Encontrarén también una “Hoja de ruta” con herramientas de lec- cura (algunas las tuvimos que recuperar de las mochilas trashumantes): quienes quieran puedan usarlas, sacarles provecho, transformarlas, dis- catirlas y completarlas. Yl fin de este viaje con forma de libro, compartimos una entrevista realizada a Tato para intentar comprender la génesis de este suefio gran- dey colectivo. El hombre que sigue trashumando, cnzedndonos en los suefies dignos, Y lleva con él a muchos otrxs que estaban desde antes, a muchxs otrxs que vinimos después y a Ixs que estan por venir. ‘Aclaracién: usaremos la x como genético inclusivo de todos los géneros posibles porque nos interesa que quienes se sientan identificados sean parte del relato sin distincién de géneros ni sexo. Un viaje hacia la autonomsia Autonomia, el camino hacia la libertad y la justicia Escribe CLAUDIO ASAAD Ese es el eje de las ideas, y también el de Ja resistencia, La lucha es otra cosa. En el extenso y comprimido paso del tiempo, la historia del pensamiento muestra que los proyectos libertarios se nutren, sobre todo, de una necesidad inquietante de los pueblos: la de lograr la eman- cipacién, liberarse de la dependencia que abruma y soslaya la mirada propia. Las comunidades comparten la vida cocidiana y a través de ella, Jos problemas y tambien las posibles soluciones. Las subjetividades de Jos individuos se hacen voz en los grupos que confrontan y acuerdan los caminos a seguit. Son descos construidos con el material de un pasado compartido y de una proyeccién que garantiza el mayor de los consen- s08 y cierto cuidado en los modos de emprender el movimiento hacia Jos cambios. Lo demés lo dirdn las voces. Se moverin los movimientos sociales y los ottos, los hegeménicos que intentarin obviar e incluso silenciar Jo que mis puedan las voces irreverentes: la diferencia como proble- ma. La voluntad hegeménica que trasviste el autoritarismo de ideal de igualdad. Roberto “Tato” Iglesias es un pensador. Un hombre de didlogo que decidié hace ya muchos afios emprender un proyecto colectivo que atin sigue muleiplicando su alcance en diferentes puntos de la Argentina. “Tato Iglesias no es una voz. Es la de muchos. La de educadores popula res, aut6nomos, la de la Universidad Trashumante. La de quienes han dicho No a los lugares de podes, y proponen un “colective social que rescate una identidad comin en las diversidades, una mirada comin en. lo heterogéneo..” Iglesias dialoga en sus escritos no como quien piensa en vor alta, sino como quien piensa con otros. En sus palabras, en su ideario, no hay sélo ereseican Tier eesenicelinsensilicinas Teiliann sshedeceneeibellle iis shin ts pemmcalion. Roberto “Tato” Iglesias Como si cada frase contuviera en si misma el resultado de esa relacién, ento nunca pendulas, siempre abierto a la oportunidad dela memoria, de lo que ain resta por opinar, por deci. de ese movis {Cuil es el origen de estas ideas, 0 mejor, desde dénde se sustenta tun marco ideolégico tan plural, colectivo y en constante debate, en un momento histérico donde las politicas progresistas parecen derramar acciones concretas y sin demora para dar respuesta al hambre, la pobre- za, la desigualdad, los derechos humanos? La respuesta estd en estos escritos, en cada uno de los conceptos que Iglesias reivindica y revisa con cuidado, luego convoca a la teoria a dia- logar con la realidad de los colectivos, para sumarse como uno mas en el grupo. Desde ese lugar de igualdad, Tato pide a sus compafieros hacer una permanente y sana autoctitica, revisar los pasos del ideal comparti- do. Las acciones y también las respuestas que en cada momento histé- rico los movimientos sociales pueden dar ‘A veces no. A veces es necesatio al silencio. Por eso en algunos de los escritos el dolor aparece transmutado en aprendizaje. Basta leer con atencién y scnsibilidad “Reflexiones en torno a urgencias y tolerancias”, para sentir el casi desesperado, nunca descontrolado pedido que Iglesias hhace a sus compafieros: revisar las metodologias de trabajo y organi- zacién, aprender a lidiar con “las miserias humanas”. A unirse en los propésitos contra los poderosos del mundo. sCémo sc entra y cémo se sale del deseo, del propésito del sueiio, de la utopia de querer cambiar al mundo? Sin dificultad y con lucide, Iglesias retoma los conceptos de coyun- tura y estructura para mostrar como un proyecto coyuncural, desvié al Estado y a muchos grupos del ¢je del ataque: desarmar la base de la problematica estructural, dar de leno sobre el cuerpo de un capicalisma corrosivo, que va destruyendo el débil tejido social La vor de Iglesias es dererminante, reflexiva pero de clara firmeza Hay que saber decir que NO. Hay que poder resistirse a la tentacién de acomodarse en algunos de los espacios del poder. La resistencia es, 0 se desvanece. La tentacién por decit que si, es lacente. Esta ahi agazapada y no tanto, da posibilidades de hacer, pero no de ser autSnomo, no de cmprender politicas de igualdad con un método que se haga eco de esa ‘wolumead: la de la paieinacidn woletaiva, la del rapa que enimay de- Un via hacia la autonoma cide, porque todos y cada uno importan para la creacién de un mundo de certezas compartidas. Vivir en el mundo, no significa ser parte de su destino. Iglesias habla del campo, del poder en los diferentes émbitos de los gobiernos, de los jubilados, de la educacién. Cada tema es un problema, es la exposicién de un estado de situacién y también una invitacién a pensar en las sa- jidas probables. Los articulos de Iglesias revelan una fase en la que la realidad muestra la génesis de cémo se gestan algunos temas. Su escricura fluye desde la experiencia a la realidad, Es decidida: Los grupos, los colectivos auté- nomos que trabajan en y sobre la realidad lo hacen “a la intemperie”, ningun “paraguas protector”. Lo que cae de arriba desprotege. evi- dencia la mayoria de las veces, la necesidad del poder de no compartir el espacio de las decisiones, por el contrario, de sostener la incomodidad, la preocupacién, para regresar con soluciones cerradas, con la centadora solucién momentiinea, absoluta, indiscutible. Para nada hay que olvidar que Roberto “Tato” Iglesias es, sobre todo, educador, maestro, un estudioso no sélo de los libros sino también de la condicién humana, de los grupos, de la palabra y la mirada del otro. Hay que conversar con él para sentir eso, Una sensibilidad abrazadora, capaz de interpretar desde lo hondo, aquello que queda como inten- cién, Destaco estas condiciones, porque creo, casi estoy convencido, son parte indispensable para entender el alcance de algunos planteos desa- srollados en varios de los articulos que forman parte de esta compila- cién Un apartado especial, en este sentido, merece el escrito de géne- ro epistolar y de autoria colectiva “Universidad Trashumante 15 afios: marzo de 1998-marzo 2013”. En esta carta, se hablan entre compafie- ros de la Univeridad Transhumante, pero también al casual lector. En este balance, sentido y emocionado, Iglesias revisa, 15 afios después, las posibilidades de la tarea compartida, la necesidad de ampliar atin més elalcance de la lucha. La licha no es igual a la resistencia. Se necesita is, avanzar sobre lo que se cree, sobre una realidad que debe transformarse, Iglesias no habla de armas. No habla como un lider, no se coloca en. ese porllo’ pata sep ercuchado. Repres wobre sus patos, wiiclyesobre‘la Roberto “Tata” Ielesias comunién de ideas, recuerda la organizacién horizontal. Sin jerarquias. La autonomia es nombrada para sembrar con ella, en entrafable tono, la mirada agradecida y considerada de un compaficro més que se atreve a una sintesis de momento, un momento de 15 afios, Iglesias recuerda que la Educacién Popular es “algo mas que una he- sramienta’, os “la Educacién Popular (..) Que habiamos elegido, tam- bién, como una forma de vida’. Freire, Marx, Gramsci y mas acuden y se sientan a la mesa donde la realidad se pretende indescriptible y que, sin embargo, Iglesias insiste en analizar desde los propios colectivos, sin temor o prejuicio a la dife- rencia o la complejidad a no del andlisis. Lo vivencial como terreno no sélo de la experiencia sino del “sentir” de cada acto hecho. vivido, es parte fundamental de los procesos que atraviesan a los grupos. Dice Iglesias a sus compafieros: “Somos lo que estamos softando” y regtesa sobre el imperativo de las acciones concretas: educacién y orga- nizacién popular. Van de la mano, son bandera, meta y modo de llegar ala transformacién de cada uno y de todos. “Si ustedes tienen la razén, nosotrxs preferimos pensar desde el co- raz6n”. Hay que ser cuidadosos, Algiin lector distraido podrfa pensar, a ma- nera de prejuicio, instalado por otra parte por algunxs detractores de estos colectivos representados en la voz de Roberto Iglesias, que las ideas que alimentan el proyecto carecen de argumentacién teérica, de susten- to conceptual, de seriedad académica. Basta leer el articulo “Pedagogfas criticas y produccién del conoci- miento transformador” para reconacer en los planteos de Iglesias, ese casi inevitable camino de revisién tedrica, para luego, proponer una dialéctica con la realidad colectiva. El regreso de ese camino implica tuna reflexién analitica, critica y propositiva de una visidn novedosa que trata, de alimentarse con continuidad, de experiencias a los relatos de la realidad de los grupos. Un viaje hacia la autonome La historia trajo sus penumbras a la configuracién de los grupos, @ su fortaleza como colectivo sélido y de interpelacién interna permanente. Las consecuencias de la dictadura, el neoliberalismo de la década del 90. Las politicas de los gobiernos sucesivos, incluido el actual El desplazamiento de compaficros de ruta que son ahora responsa- bles de algunas de las penurias descriptas en “Democracia y Represién’”, escrito en mayo de 2013. Finalmente, hay que leer los escritos de Roberto “Tato” Iglesias, no sélo para comprender el alcance de su abordaje del mundo, sino -reitero una ver. més- el de varios, muchos colectivos en Argentina, Latinoamé- tica y en otros lugares casi escondidos del planeta... No quiero terminar sin esta hermosa declaracién sobre el eje funda- cional y la fuerza gravitante de las ideas de la Trashumante. “Seguimos ereyende en la Educacién Popular Como forma de vida, Como manera de acompatar procesos humanos de dignificacion, Como forma de aprender como oprimidos y con los oprimidos a ser Hibres, Como forma de amar y Hlewar en la sangre lo que significa luchar por una sociedad justa Como forma de no bastardearla y de denunciar gue no sea usada por Jo politces, ni por los gobiernos, pues pertenece al abajo y no al arriba, Como herramienta de transformacién social, de cambiar las reglas del juego, de corrernos de las roles que nos propone el capitalism Como forma de jugar, de actuar, de ser arte nosotros mismos, un arse ue no esté al servicio de los poderosos, un arte que nos permita reérnos mucho y gozar de la vida, abrazarnos, tocarnos, hermanarnos, que nos di fuerzas para seguir empecinadamente revolucionando”. Un viaje hacia la autonomia Prélogo Trashumante... Escribe ALFREDO GRANDE “Lamento admirado Dante que no hayas podido leer este texto, No hubieras abandonado ninguna esperanca” (aferisma implicade) Pocas veces, dirfa que demasiadas pocas veces, leer un libro es simi- lar a dar un paseo. Y més atin: un paseo en la mejor compafia. Para citar algunos ejemplos: Paulo Freire, el Sub Comandante Marcos, el Tato Iglesias. Paseo que ser para més muchos que menos pocos, un viaje inicidtico, A contracorriente de toda historia oficial, y muy espe- cialmente de toda historia oficial bien contada, porque lo que sobran son mamarrachos que apenas merecen el esfuerzo de enviarlos al cubo de la basura, este viaje con forma de libro nos cobra un insélico peaje. Conmover la comodidad intelectual de lo ya sabido y conocido, sacu- diendo nuestra siesta costumbrista, por el sacudén que nos despierta y nos interpela. Parece facil pero no lo es. Deberemos subir al Quic- quincho que es una especie de Pegaso de los de abajo, que vuela por la fuerza de las ideas y las alas de los deseos. En este viaje, vuelo, vértigo inicigtico encontramos casi antes de la primera estacién, una definicién contundente. Se ubica con la precisién de un GPS teérico y politico la t6pica del Enemigo. Que no solamente existe como categoria concep- tual y politica, sino que es posible dar las coordenadas para enfrentarlo. Resigno la apasionante discusida sobre si es posible cambiar e! mundo sin tomar el Poder. Creo que si es posible intentar cambiarlo sin que el Poder nos tome a nosotros. Y me resigno con alegria porque tengo la firme conviccién, que no es lo mismo que una certeza, més bien es Jo opuesto, que el mundo ya esté cambiando mientras leemos las pi ginas de este libro que un autor escribié al darse cuenta que su mundo habia cambiado. Autor colectivo, igual que el Quirquincho. Colectivo que al no ser un pegotco heterogénco de voluntades, permite avanzar en una intimidad que no necesita esconderse, sino mostrarse. Sostiene, djuiek ite. aubecla, 0 taldéndola demesteda, ono da los poroleadon du lx Roberto “Tao” Iglesias cultura no represora: propiciar, sugerir, facilicar, crear condiciones. Lo opuesto de garantizas, ordenar, complicas, imponer resultados. Propicia entonces una subjetividad trashumante que no estaciona dos veces en el mismo gataje, y mucho menos se baiia dos veces en el mismo rio. Tncluso es mejor no bafiarse antes que lo mismo nos acrape. Lo diverso se opone en tensidn dialéctica con el universo. Incluso avanza en cucs- tionar el Universo Clasista. No se construye el mismo pensamiento en el Quirquincho que en un automévil de alta gama. Los de abajo nos sostienen, Los de arriba nos aplastan. Si nos quedamos en el mismo lugar, somos bocadito ficil. La trashumancia es también, aunque no solamente, una estrategia de supervivencia. Incluyendo como estrategia el reimnos de nosotros mismos, Afirmacién que me interpela al hacer- me recordar uno de mis primeros aforismos implicados: ‘Soy seria pero no solenie, Reultada de la consradectininsaloable ene extatura y apelide” . Cuando logramos mirarnos a nosotros con una mirada diferente, logramos ser diferentes y disponemos de otras miradas y otras escuchas. Somos no- sotros y somos los otros. Somos maza y somos cantera, Es un nosotros colectivo que sosticne las asimetrias pero no tolera ninguna jerarquia. La trashumancia permite desniveles por capacidades, deseos, intereses, voluntades. Pero nv ctistaliza, no momifica para ninguna eternidad, no construye pirimides para la noche de los tiempos. No hay dogmas, hay pensamiento critico que es colectivo o no sera. Y el colectivo entendido como un grupo con una estrategia de poder. O con varias. La primera: resist al represor sin resistiz el deseo. Lo que Tato llama la “teorfa de la resistencia propositiva’. El Quirquincho es un NO al capitalism. Me attevo a implicarme en la trashumancia y decir que es un NO a Ja culeura represora, Para lo cual es necesatio sostener las diferencias y estar mds que alertas a lo incompatible. No pocos querrin adulterar la trashumancia construyendo quirquinchos de ‘Troya. Por eso creo que Tato Iglesias estaria de acuerdo con una pequefa revisién que hice del legado guevarista: “Hay que enduecerse (com el exemigo) sn perder la terra jands (con el comparero) Como sefiala Alberto Morlachett, referente necesario, fundador de Pelota de Trapo, “con ternun venceremos”. Ternura que ¢s amor desplegado en una trama vinculat. Y el vinculo es el excedente identificatorio de un encuentro. Y solamente encontréndonos podre- mos atravesar las Intemperies. La trashumancia individual es apenas autismo ambulatorio, Muestra la desesperacién del estepario que no ha podido construir un colective de lobos. Como nos dice Taco: “orden del fataliomo 0 derorden constructiva”. La subjetividad es el decantado iden- Bicceendls tn Ie lena dlerelenee: Tin whens duke: dmeeeemnesironiincs 5 is Un viaje hacia la autonoma clase de los mandatos fatalistas. El mismo amor, diferente lluvia. ¥ muy especialmente, ‘no entrar en razén”. Porque esa raz6n es siempre una racionalidad represora. Los de abajo tienen razones que los de arriba no centienden. Ni les importa, Lo que desgarra es cuando a los de abajo y lo que es peor, les usurpan sus banderas, tampoco les importa el anzlisis colectivo de la propia implicacién. O sea: el ejercicio permanente de la aucocritica que nada tiene que ver con el reproche, ni con bajadas de linea amenazantes. Pero el aire puro no es para todos, como me ense- fara otro trashumante, mi amigo Gregorio Baremblitt. Algunos, quiza no muchos, pero siempre demasiados, se bajan del Quirquincho para ssubisse el Jet Set. Y casi siempre, ni siquiera eso. Pero el Quirquincho vva, siempre va, Porque la educacién popular no es predicar, pero si es dar no un ejemplo, sino varios. En las orillas de los rfos caudalosos del poder, también hay agua. Y muchas veces suficiente para sostener la aventura de otras vidas posibles. Los colores de las vidas diferentes a los grises de las muertes anunciadas. Por eso este prélogo es también epilogo, y es comentario, y es alabanza, y es alegria, y es esperanza, y es la tristeza de estar lejos, y es el anhelo de estar un poco més cerca. Me sumo a la avencura de la trashumancia que alguna vez, hace décadas, sin conocerlo todavia al Tato, lo Iamé “nomadismo militante”. Quizd no sea lo mismo, pero tampoco es tan distinto. Y con Benedetti en el Quirquincho te digo, mi amado Tato: ‘con tu puedo y con 11 quiero, con mi quiero y con mi puedo vamos juntes, com- paiero”.

You might also like