Curistine DE PIZAN
De una manera mucho mis terrenal vivid y pensé la filésofa ita-
liana en lengua francesa Christine de Pizan (Venecia 1365- Poissy
1429). Es la primera mujer conocida que hizo de la escritura una
profesién. Estuvo casada y tuvo tres hijos. El destino no tenfa las
mejores intenciones para ella. Su marido murié muy pronto y
tuvo que criar a los hijos ella sola, tarea que no era nada facil en
aquella época. Como viuda, no disfrutaba de gran consideracién;
al contrario, se expon{a a las burlas de la gente. Pero por suerte, el
padre de Christine, Tomds de Bolofia, médico de cdmara y astré-
logo de Carlos V de Francia, que habfa muerto cuatro afios antes
que su marido, habfa sido un hombre preocupado por propor-
cionar a su hija tanta cultura como fuera posible. Su padre tenfa
una actividad muy influyente, que procurarfa a la familia una
vida sin preocupaciones mientras el Rey viviera. Pero como éste
murié pronto, Christine de Pizan experimenté ya a corta edad
que la vida supone un continuo ir y venir, que nunca se puede
estar seguro, y que siempre hay que contar con que tras las subi-
das, vienen las bajadas; tras las alegrias, llegan las penas. En cual-
quier caso, al padre le quedé tiempo suficiente como para dar a
su hija un conocimiento general basico, un tesoro que la ayuda-
rfa a abrirse camino como mujer consciente de s{ misma.
Christine de Pizan no desarrollé su pensamiento bajo la pro-
teccién de los altos muros de un convento, sino que escribié para
ganarse la vida. Tuvo que luchar mucho para ser bien considera-
da, en medio de una vida cotidiana dura, entre penalidades eco-
némicas y la preocupacién por el bienestar de sus hijos y de su
madre. Eligié formas muy diferentes para expresar sus pensamien-
tos: poemas, aforismos, y tratados diversos: histéricos, pol{ticos,
filosdficos y hasta feministas, como el escrito donde combate la
misoginia del Roman de /a Rose. Sus escritos tuvieron mucho éxi-
to en su época. Procedfa de una manera muy diplomatica: no
escandalizaba a sus lectores con imagenes provocadoras, sino que
utilizaba motivos del imaginario popular. Asf, su ingenio y la
mirada despiadada con la que desenmascaraba injusticias sociales
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