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Se busca un tio [Por su sobrino, Abate Fuguet, revista Eiqueta Negra, mayo 2005) En 1986 mito Cerios Patricio Fuguet Garcia se esfums ela far de la tera, desde ln ciudad de Baltimore en el estado de Maryland, Estados Unidos, lejos de su Santiago de Chile natal. Simplementedej6 de lamar por telefono y as catascomenzaron& ser devuelss. Mi padre, su hermano ‘mayor, se contact un empo después con su trabgjo, un hotel de cuatro estrellas, y Te respondiron que no staan al tanto de su peadero. Mito Javier Fugue, su hermano menor y mi patrino, logrS contactar al ‘administrador del eifcio donde vivia y éte le dio que ya no viva ahi. Desde entonees no hemos welto a saber de él Desde entoneesestédesaparecio. Missing aie sabe dnd ext Algunos en mi familia Yodan por muerto ado en la ‘morgue de un hospital pablico y que et NN (el John Doe) en que se convitis fue remade 0 lanzado una fosa comin {eso es lo que hacen en USA?, qué sucede alls con los cadéveres que no son rtirados?). Otros sostienen que ‘tiene fondo de un io que pasa por un barrio malo de una ciudad grande, el precio final de una deuda no pagada ligada al submundo dela droga o el hampa. Otos (porque Carlos es tema, un tema que despieta todo tipo de cexpeculacién) ereen que es un descarriado sin sentimientos que no fue capar de air al enero de padre, mi abuelo, Jaime Pedro FuguetJover, el que no aparcceré en este relato como el tipco abuelto de pelo ‘blanco porque no lo fue y porque no tengo la mejor opin de 41 incluso después de mverto, Una tf cree que Carlos simplemente dejo de contacts con nosotros y que anda vagando por ahf, en Las Vegas o Cuba, capar que hasta esté aqt, en Chile, cn alsin pucblo perdido, Perdido: qué significa es0?, perdido? iperderse?, :por qué alguien se pierde, ise perdi, se abré perdido o quis desaparece?, le pass lgo?, opto simplemente le pass algo y todo esto es mala suerte, un malententido, un asunto de mala 12/305 Mi tio desapareeié —o se perdié— justo antes de que ri sbuclo muriera de cincer al esfago. Dato objetivo: Carlos Faguet sabia que su padre estaba mal, en las ‘timas. El restos especulacidn. Unos meses antes, Carlos habia pasado por el bari de El Tar, en Orange County, California, lsu de Los Angeles. Mi to Carlo les regal mis abuelos un equipo de video y los lev6 a pasear a San Diego, Ellos lo criticaron, por gastar demasiado, por hacerles tantosregalos Carlos, zd dénde sacas tanto dinero? —le pregunts ‘mi abuela Raquel {Como se llega de la vieja Nufiou a la reluciente y recién fundada Orange County? {1Qué cantidad de cosas tienen que pasar para cambiar tan radicalmente de mundo? [Bsa vez, esa vez que lleg6 con el equipo de VHS, fue 1a ttima que lo vieron, Dicen, porque no esté del todo claro, que después hubo una discusign telfnica, creo. Mi tio, que habia cumplido los cuarenta y un afios antes, no habia devuelto un dinero que le habia prestado su ‘madre. Todos lo putearon por tléfono. El dinero de mi abuela era un dinero «sacrificado». Lo consegul haciendo aseo, como empleada doméstica, en las casas de los ricos de Laguna Niguel. Mi abuelo, por ese ‘entonces, trabajaba para la Mercedes Benz de Mission Viejo,ea un cargo que fusionaba la contablidad con la de ser chofer. En la familia estaban aburridos de socorrer & Carlos una y otra vez. Mi padre cogié el teléfono y lo insults, creo. =Céimo puedes hacerle esto a tw padre que esté ‘enfermo —le habrfa dicho antes de lanzarle una sata de ingultos algo asi. Después mi abuelo, casi sin vor, 0 sin voz, porque ya no tenfa voz —tenfa un aparato en la triquea—, le dijo algo que una vez me coment6 mi abuela entre culposa y avergonzada: —Deja de molestarnos, deja de existir. No exstes para rn, S6lo me has traido problemas. No queremos verte nunca ss, No me interesa que seas hijo mio Lego le colg6, hirviendo, y se queds sin aire. Mi abuela cree que ese nosotros, ese plural, fue la palabra decisiva, la que alters algo en Carlos y lo hizo ‘desaparecer. Mi abuela también cree que lo que le dijo su 12-13 /305 marido a su hijo no era del todo verdad, habla que colocario en el contexto de un altercado, de un hombre enfermo, viejo, desesperado, d&bil e incapar de controlar su genio. Yo pienso: gpor qué un hombre enfermo, viejo, desesperado, débil, no es capaz de controlar su genio?, :por qué le dijo eso cuando pudo callar o decizle otra cosa? Alguien puode estar mal, pero evo no implica hacer et mal. Mucha gente tiende a justificar tos momentos de ofuscaciGn, Mi impresién es que es en esos momentos cusndo Ja gente debe, justamente, sobreponerse; donde se ve qué tipo persona es la que tenes enfrente. La mayor parte de Jos erfmenes se cometen cuando la persona ha perdido et control Esta conversacién telefonica, esta pelea, se me ocurre, fue justamente Ia gota que rebals6 el vaso. El vaso que estaba Heno hacfa rato. O sencillamente trizado. Debe doler que te digan algo asf, pero alos cuarenta y un aiios ya sabes qué es lo que sient cierta gente por tiy qué es Jo que sientes por cierta gente. Mi impresion es que mi abuelo, més que odiarlo, estaba entre tremendamente Adecepcionado y cansado con Catios. ‘Si es verdad que esa llamada sucedi como dicen que sucedié (al menos, sucedi6 en el mito familiar) entonces ahi, en ese instante, ocurrié algo enfermizo, Pas6 algo {que no debié haber sucedido: un padre se comports ‘como un hijo. Inmaduramente. Un hijo, la larga, por ser hijo, tiene derecho a equivocarse, a herir. Es altamente probable que termine pagando sus errores pero ese es ‘oto cuenta, Un padre no puede ponerse al mismo nivel {que su hijo. No me eabe duda de que mi abueto le dijo Ia verdad y —quizs— Carlos se sorprendi6 al escuchar tan cconcentradamente lo que hacia tiempo necesitaba 0 ‘queria escuchar. CClaramente le dli. Claramente lo empujé més allé de la orilla y lo hizo desaparecer. aPerderse es escapar? GLiberarse? ‘os pocos dias de esta conversacn infernal llegé un ‘cheque a nombre de mi abuela, Lo cobrs. El cheque tenfa, fondes. Luego, nada. Nada ‘Nunca mis. ‘A los pocos meses, mi abuelo fallei6. La pasé muy 13-14 /305 ‘mal al final; no pudo, por primera vez, salirse con la suya, No tuo campo ni fundo pero logré imponerse como una suerte de patrén de fundo de pacoilla. Es curioso, pero averiguando acerca de mi abuelo, nadie rnunea me ha dicho algo positivo. A To ms, aquellos més diplométics, o han detinido como «un ser complicadon, «cifcil, gjodido», ‘Yo también tengo mucho que contar de mi curiosa no- relaci6n con este seflor que, ahora que tengo més afios, puedo entender pero no por eso perdonarlo (quizés pdrfa pero Ia verdad es que no quiero; a veces es bueno odiar,y este odio es,en rigor, mds literario que nada pues ‘no me paraliza ni envenena). Vuelvo a lo mismo: sin dduda era un ser maldito, fégil, incompleto, lastimado, ‘ero no por eso tuvo que hacer que el resto se sintieran parecids. ‘A mitfo no pudieron avisarle cuando su padre murié porque ‘no saban dénde estaba. Seguia perdido, Carlos Fuguet haba desaparccido sin haber dejado una direecn 0, lo que es més curioso, una huella, A mi me avisaron por teléfono, Nos lamé mi pap desde California. En esa poca viviamos en Vespucio frente a la Escuela Militar —Tu abuelo morié. ‘Yo no supe qué responder; le dij: Ah, te paso a mi hermans, {Deberfa tener pena?, pensaba. :Sentir algo? {Qué? Si no Te tenia afecto, respeto, simpatia, complicidad. No sabia emo darle el pésame a mi padre porgue no tenia tuna pizce de pens. Ni siquira alegria porque tampoco era un demonio que me aprsionaba. Era simplemente un mal persongje secundario. Fui a contarle a mi madre, que estaba en su pieza Se muri6 el viejo de mierda Te dije—. Por fin, ‘Una biografia corta, de esas que sélo se fjan en los bitosy se saltan todo aquello importante: Carlos Fuguet Garcia nacié a fines de marzo de 1945 en Santiago y, dentro de todo, dentro de lo que sé, su vida se desarroll6 sin sobresaltos. Es (zera) el hijo del medio, no era muy alto y —dicen— cra el mis iteligente. Al menos, el que lefa mds de los, rms culto, el mis intelectual, el més ccomprometido con las causas solidarias. Sin duda era el que sacé més. premios en el colegio San Pedro 14-48 / 905 Nolasco, Quizés eta el mas timido también. Aqui estoy especulando: ea el més sensible? {Por qué pienso eso? {Por qué ese afin, esa ccomplicidad, hacia los mis trizados, hacia los incompletos? {Por qué ereo que era ast? ,Acaso mi padre no era el més sensible? Mi padre, se me courte, es el que mis logré, el gue, con errores. y todo, munca desaparecié. incluso ‘cuando huy6, Porque yo creo que sf, que cuando tenia quince aos huyé de sus problemas, de Chile, de nosotros y de mi. Pero Carlos es la obsesién; no mi paps Mi padre quizés ha sido el tema, el nico tema, la inspiracién para todo lo que haya creado; sin duda ha sido una adiccién, una compulsién por busearlo, por reemplazarto, por entenderlo, pero esta crénica es acerea de Carlos, De Carlos Fuguet, mi to, mi tio perdido, De los tres hermanos, Carlos era aquel con més ppotencial para dafarse, para trozarse y cortarse y hacer pedazos si algo inesperado o inmanejable Io azotaba, ¥ fue azotado. Igual que sus hermanos. No tanto por su padre, porque esta historia no es de azotes y correazos, aunque por cierto Ios hay, como era costumbre en esa época. A. los tres les tocé cambiar de pais y de idioma, Pero a los ottos dos les afects menos. Cada hermano es Aistinto tal como cada persona lo es. Y siempre hay un hermano més conflictivo. Todos pensaron que ese era el rol de mi padre. Que el mayor, el que lo echaron del colegio por malas notas y una conduct tipo Rebelde sin causa, serfa the one. Pero al poco tiempo, los roles se invitieron. Mi tio Carlos obtuvo el papel del malo, del condoro, y lo desempefié con energia, catisma y sin mira ads, ‘Su padre —mi abuelo— nacié en Montevideo, Uniguay, e padres catalanes recién bajados del barco. El bisabuelo Fuguet era un técnicotextl de Barcelona, y mi belo, al recer y quedar hué+fano, siguié en el mismo rubro. Cuando nacié mi tio Carlos, a mi abuelo no Ie iba ‘nada de mal, Tenfa una casa estilo art dees en el barrio de Nuioa, cerca del Estadio Nacional, un auto, servicio doméstico, nifos en colegios privados, Era socio del Stadio Italiano, Mi tio Carlos fu un chico relativamente popular, no tanto como mi padre (que era seis afios mayor) aunque bastante més que su tercer hermano, mi tio Javier, mi padrino, que tenia un afio menos. ‘Cuando mi tio Carlos cumplis los quince ails (creo) las cosas comenzaron a ie mal para la familia, De 15-16 (305 sopet6n, mi abuelo lo perdi todo. En rigor,el que perdié todo fue su cufado, otro persongje, un inmigrante italiano que se cas6 con su hermana mayor (y unica hhermana), la tfa Marfa, una chica de quince aflos. Arildo Olmi cra un hombre de textiles, bastante bésico, rmiembro clave de la colonia italiana local. Olmi acogi6 a ri abuelo, su eufiado, y no slo le tends una mano, sino que lo barris para adentro. Todo bien: excepto por una cosa. EI futuro y el presente de mi abuelo, y de su familia, comenz6 a depender de otro. De Arildo Olmi Mientras a éste le fue bien, los Fuguet Garcia fructficaron. Pero cuando al cufiado se le vinieron encima las malas decisiones, y el vicio de las apuestas y el juego, todo se vino abajo, ‘Carlos Fuguet terminé el colegio muy joven e ingres6 al Pedag6gico de la Universidad de Chile « estudiar ‘losoffa. Ah coqueted con Tas Juventudes Comunistas y combinaba su apoyo al candidato Salvador Allende con ir a las edrcoles a ensefiarle a los reclusos a leer. En su tiempo libre, seducfa a las jovencitas que trabajaban como domésticas en el barrio («era chinero, me dijo una ver mit padtino) y las Mevaba al eéntrico cerro Santa uefa, donde, entre los arbustos, pasaba un rato con ella. Mi abuelo two que vender —o quis le quitron— su casa de la calle Nueva Nuioa (hoy Repiblica de Israel) y los cuatro se instalaron en un minisculo

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