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Capitulo quinto LA LEY MORAL Entre la norma y 4a ley no hay ideatidad de significado. Ya hemos tenido ocasion de darnas cuenta de ello (p. 143), Si la rrocién de norma es sindnima de regha y de medida, el término lex, epi santo Tomds, derivaria de ligare y signifaria, pues, ali scobligars, Si la etimologla no es cierta, Ia signficacion es exacta, y €s esto lo que importa, Podeiamos seatirnos tentados, para dite Fenciar las dos nociones, de afirmar que la norma dirige y regula; aque Ia ley manda y prescribe; la norma seria cuestion de razén; la Jey, de voluntad; todo ocurrria como si la fuerza de Ia ley fuera ciega y la luz de la norma carecera de eficacia, Pero estas opesiciones som ficlicias. En realidad, la ley prescribe porque divige y si cardetee imperativo de la ley saca de la yoluntad su peso y su dina nismo motor, ¢s la razén la que la justifca: la ley es, aate todo, ‘como veremos, un hecho de razén: eLa voluntad ~escribe el padre Serilanges — Je da (a la ley) su peso, pero de fa razé proviene su valor directivo, que es su verdadera esenciay', La ley {65 una norma, pero es uaa norma prescriptiva; pasamos, pues, con la ley, de fa nocién de norma puramente reguladora a la de norma inperaiva ‘Vendremos que estudiar la naturaleza de la ley, sus propieda- des, sus diferentes especies, ae LNAIURALEZA DE LA LEY Mowat. 1. Detinicisn Empearemos por dar a definici6n tomista de ley: Ler wil ld est quam quaedam rations ordinatio ad Bonu commune ab 0, qui cura commuunitatis haber, promulgata (11, 90, 4). La ley ts una ordenacién de la razin con mitas al bien comin, promulgad por el que tiene a su eargo la comunidad, 2 La ley, eordinatio ratoniss Hecho de razén. La ley es, Tiormente, aliquid rationis, un hecho de razbn. Bs éte un elemento absolutamente fundamental a os ojos de santo Tomas. En efecto Jo propio de ta ley es conducie a la realizacion de cierox fines Debe, pues, disponer eficazmente los medios necesarios para st ‘oblencidn. Pero adaptar fos medios al fin pertenece a ta raz rationis est enim ordinare ad finem, qui est principiuon in agendis te todo, como deeiamas ante (itt, 90, 1), La ley proviene de fa razin, de la que es un dictamen relinguitur quod lex sit aliquid pertinens ad raienem ibid.) Esta afrmacion nos Neva a sefislar la diferencia profunda que ciste entre la ley de la naturaleza y la ley moral. En efeci, en su empleo actual, el termi ley res significaciones. Designa, entre otros, el enunciado de uu relacibn onstante y necesatia entre dos 0 mis fenémencs. Su expresiin serd, con Frecuencia, matemética, de modo que la ley se reducird ‘entonces 4 una felacién funcional entre varias magnitudes varia: bes, del tipo Y = (x). En este caso, Ja Jey es la expresisn raciowal de un idea, por asi decir, ciega, inmanente a los fendmenos en forms te tendencia, de ainidades. de propiedades, de estructuray, Esta idea divecrizn inmanente a ta tealidad puede Hamasse ley. En tste primer sentido y en el doble aspecto que acatmos de sefar, fe, como sabenios, numerosas Moral €1 concepto de ley no tiene ain la plenitud de su signitcscion. rigor, s6lo se puede hablar de ley cuando ésta se conviecte en ea direcsiz por el conocimiento que de ella se adquiere; 10 cual el privilegio del ser racional: «Silo el ser racional --esribe Kant —tiene ta facultad de obrar segin la represeniacién de les leyesw Le ley, que es regla y medida, puede halarse en un ser bajo dos formas diferentes: sicut in regulamte et menurante 0 bien sicur im regulato et mensurato (It, 90, 1, ad 1). En el primer sso es, precisamente, este ditamen de la razin del que seabutncs de hablar; en ef segundo caso, sélo se podré hablar de ley en un Sentido impropio: sic (cilicer wi ext in regulato et mensurato) lex ft in omnibus quae inclinanur in aliquid ex aligqua lege: ita quod ‘quaclibet inclinatio proveniens ex oliqua lege, potest dici lex, non esentiliter, sed quasi participative (ibid). Texto que da a en tender claramente que todo fenémeno tiene sv ley en el sentido ‘rico de fa palabra, no en la cosa misma, en la que existe bajo forma de stendencian ciega (incinantur: quasi participaive), ni siquiera en el espiritu del sabio que Ia formula, sino en el espitty el autor de Ja naturaleza. Pero poco importa este ilkimo aspecto de ba cosa. 1.0 que queremos sefialar, y el texto lo hace marailloss ‘rente por In dlistineiéa que establece entre las dos clases de ley 6 que la ley propiamente dicha pertenece al omen de Ia razbn Razin y voluntad. Coneebir ta ley como un hecho de razin ho significa que Ia vokuntad esté ausente de ela: la ley es a la vex obra de Ia razin y de ta voluntad: Omnis lex proficisctur a ralione et voluntate lepislatoris (Lui, 97, 3). La doctrina tomista el imperium 10s permitiré comprenderlo. En efecto, recordemos ue, Segin santo Tomis, el inperium es, esencialmente, un acto e Ia raz6n pencirado det dinamismo de fa voluntad: Iiperare et actus rationis, praesuppesito tamen act voluntatis it. 17, {i Afirmacién que halla su fundamento en la reciprociéad de influen cia que ejercen,intligencia y yoluntad, la una sobre la otra: Ratio ‘atiocinatur de volendo et voluntas vult raiocinat (ibid). De modo ‘Que In influencia det acto de 1x ra2dn se prolonga en el aco de la La ley moral voluntad y reciprocamente. Ps lo que sucede aqui. El imperium es, pues, eseacialmente, un acto de Ia razéi, una puesta en relacin el medio escogido en la decision que to ha precedito, con las fa cultades ejecutoras. Pero este acio de razin esté cargado del din mismo yoluatario de la intencién y de la eleecidn: si la orden signifcada por el imperium es susceptible de poaer en movimicat, 5 por causa del peso de la voluntad de que esté impregnado, Esta doctrina puede aplicarse, mutatis mutandis, a ta ley. La ley es una erdinatio intinutiva ad aliquid agendum, Si elemento indmico le viene de la voluriad del legislador vuelta hacia bien comin que debe procurar; su valor director (esencial) le viene de la raz6n, Por tanto, la ley expres. ante todo, un orden de razon, si por orden queremos designar la adireccin a seguirs. Es, ademis, tuna orden en el sentido imperativo del término, porque esté car fda con el peso de la voluntad legisladora, Esta teoris, aunque concede la parte que le corresponde 4 bs accién de la voluntad, es resueltamente racional: In ley es lo que 5 porque es una rogulacién de la razon, Una ley que procediera de 4a sola voluntad del legislador, no tendria de ley mas que el nombre y. en el fondo, seria Ia expresion de un poder tirénico: Voluntas de his quae imperantur, ad hoe quod legis rationent habeat, oporiet quod sit aliqua ratione regulata. Et hoe mado intelligtur quod vo: lumas.principis habet vigorem legis: alioquin voluntas princi Iagis esset iniquitas quam lex (1, 90, 1, ad 3), La teoria de Rousseau. Por el cardcter esenciaimente racional ‘que concede a la ley, Ja teoria tomista se opone resuellamente a las doctrinas voluntarsias, Por esto choca con la docttina del Conirato Social, de Rousseau. El pensamiento politico de Rousseau es tri= bulario de os postulados flosficos siguientes: el hombre es bueno por naturslezs; por naturaleza, también, goza de la libertad de 1 decir, no esta sometido a nadie, ni se somete ya que cada uno tiene pocas necesidades ¥ pocas paso: nes; cada uno goza de una iguakiad perfoca, es decie, de una li bertad igual, Jo que no excluye las desigualdades de fuerza y de inteligencia. Contrariamente a la teoria de Hobbes, el estado de na- turaleza no es un estado de gue BI Mona! Aunque primitivamente el hombre era asovial, sin embry, a causa de los crecientes obstculos yue encontras. 90 palo ase gurar su conservacién sino asociimdose con los demiis mbes Con ello, perdi su independencia y su igualiad y, albenando su Hibertad, renuncié «a su cualdad de hombren”. Frente sl dogma dle su bondad natural surge, pues, és: La sociedad (en su estado de hecho) es la que le hace malo. Es conocida la célebre frase: «El hombre macié Hibre y por todas partes esti uberiojudin (p. 236) (Tema desatrollado por Rousseau en et Diseaey sur I Inegelite) EL problema de Rousseau es el siguiente: supeimir esta eels vitud de hecho conservando a I vez el estado de sociedud: en contrar Je nvevo las ventajas del estado de naturilera dibertid igualdad) conservando 1as de Ta asociaciin o, exejor an, encontrar én Jo que Rousseau sma ala lihertad convencionaly eb anilogo superior de la tibertad natural (p. 243), xEncontrar una forma dc asociacin que defienda y proteja de tout la fuerza comin «1s persona y los bienes de cada sociedad, y gracias a la cual calle ‘uno, aungueesté unido con todos, no obedezca mis que y quede 4 (. 243), EI acto ereador de una sociedad, que tenga en cuenta estos Gatos, es el pacto socal 0 alienacin tral de cua aveciale co t dos sus derechos a toda ta comunidad (p, 243). En elects, pr este seto cada asociado conserva la libertad y la igvaldad, puesto que ‘cdandose @ todos, no se da a nadiew (p. 248), y que aléndose enter, 4 condicion es igual para todos» (p. 243-244}, Por consiguiente sin atar mi libertad a Ia libertad de oto, me someto a la voluntad general y pongo mi yo particular al servicio del ayo cominn, y «com ello, es decir, obedeciendo 2 esta voluniad general, no abede2vo, en} fondo, més que a mi mismo, ya que la voluntud general es ereada por el pacto social. «Mientras Jos sujetos estin sometidon silo a tales Convenciones (= las convenciones © leyes de fa voluntad general, no obedecen a nadie, sino s6lo a su propia voluntad» (. 25). Jas primeras sociedades, creadas bajo la presidn de as cir Tibre como antes. Tal es el problema funtamental ae La ley moral ‘cunstancias exteriors, en el fondo no son més que «aglomeraciones forzadass, «Pero cortesponde al hombre transformar este estado e hecho en un orden juridieo y, por medio del pacto social, dar nacimiento a la sociedad civil EL pacto social es, segin expresi6n de Bréhier, «una. verda dera conversin, ms an, una especie de metamorfosis, que hace que el hombre akance una nueva naturaleza, haciéndolo pasar de a precariedad del estado primitivo a la seguridad del estado socal el instinto a ta justicia y a Ia moralidad. Pot lo menos esto es cierto en cuanlo @ 1a justia y a Ja moralidad racionales, pues Rousseau admite, ademds, en el estado de naturaleza, la existencia de una moral natural del sentimiento, que se basta a si misma, no tiene necesidad de una justifeacign racional y no es otra cosa aque la bondad natural del hombre: «Hay dos especies de derecho natural —escribe Devathé—: una secundum mots sensualicats, fs el “derecho natural propiamente dicho”, el que conviene en el cstado de naturale; el otro, secundum monus ratonis, 0 "derecho natural razonado, slo aparece después del establecimiento de las socieades civiles» (p. 166), FI pacto social, al crear la voluntad general, crea también pueblo, y el pueblo es soberano; Ia soberania no es otra cosa ‘que el ejercicio de Ja voluntad general «cuya expresin es ta ley» {p. 290), La soberania es inalienable, indivisible, infalibl, absoluts. Inalenable, puesto que no es més que el ejercicio de Ia voluntad general, y alienar esta voluntad general, es decir, transfericla a un particular, es suprimila, pues no hay identidad entre la voluntad general y Ja volunlad particular: «La voluntad pasticular tiende por raturaleza a las preferencias, y la voluntad general a It igual ad» (p. 250). La soberanta es indivisible, pues dividisla es dividie la voluatad general, es decir, particuavzarlay, por tanto, desruirla como voluntad general. Es inflible: eLa voluntad general es siem: pre recta y tiende siempre a la utilidad pablica» (p. 252). ¥ esto por Aefiicién. Aiade Rousseau que «el soberano, por el mero hecho de ser, 6 siempre lo que debe seen (puesto que el pacto social, al crear a sociedad y la voluntad general, crea también el derecho). a Moral La stefan, deo contain pti demo ea Chins pa ee al pt see ca ico poe se sans. Lec Sire tila Rome, pune molar ene tm pute mp shen es Ss fh EL pi deisel raiment leo pic por ak ly. el mi mvinato Lai ae epoca ae fala ey et ech an tne ence Pod de vlna de ge pce ent sc sical eee! es Se nerd costars cent Pre Aa elo des eo ios gue sl plo bie te mor ey. prt any cor Steno seis od fate pe: cena ak Sieh eee el tar de sane Ta, si bin ot pb ure ea Bete soir oo be sep Nez, pss pies fr lan hee fr ar a i on te ae sr petting Une woes ee 1 et pu ae ao ny age ea pst eer dea ma fea sen Rosa oe webct been de ‘tial pr tay ade wove races 3a com cae ds ances eae ‘pl te nm se ams ef «crane on gt Ele dma "ala (atin Se eae woes aise oa ee 62 eae en orton, Y's ge a a rte wand sever ge de ae yea vd ces no cee go tar ca eee puto» eta qo ns cote hae rn fv pent [Eset nto epson ton. ¥ nor bier aes to de dco Si nai eae sete sao gent do Seis {que se referen mis inmediatamente a mieteo tensa: Rovssea ai ue el pacto crea el derecho y la moralidad. Pero, al fin y all bo, el pacto no ex mds que ua hecho. Y jséimo puede un hecho crear el derecho? {Cémo puede fa uilidad engendrar a moralidad? Por otra parte, gqué es lo que gatantiea fa santidad de la ley? ‘Ademis, la volunind, considerada en si misma, ex ciega, no tiene fuccaa de ley si no es iluminada por la raz6n, $Sto en Dios wel acto de inteleciin es Ia verdad misma, y ef acto de voluniad el mismo bien subsistentes', porque en El ela volunta es idéntica a intelecto, ‘la sabiduria, a la exenciaiocreadas, La coneecuencia de la doc twina de Rousseau es la de auorizar, en timo andlisis, ests misina dictadura que aborrece, confidndola a una especie de monsiruo sagrado y sin cabeza, dios sn inteligncia, el cual, con el peterto de conservar Ia independencia del inividuo ante los demas, Io hace eseiave de wa todo anénime, Despots de ese rodeo, volvamos a santo Toms. Su doctina demuestra una profunda sabiduria. La ley se origina en la razén ‘humana, y en dln término, como veremos, en fa razén divina Lo que consituye, pues, el valor de ia ley no es el mito de un ‘acto que crea cl ser social del hombre y que afade a su primera ‘saturaleza individual una seguda atucleza social, sino Ta rea- Tidad de una razén que s factor de omden y reconace en la soiabili- ddad del hombre wna propiedad do su naturaleza y no la creacion de une voluntad convencional, 3. La ley, wordinvio rations ad borum communes Legazos ahora al segundo elemento de la ley, el bien comin: ‘omnis tex ad bonun commune ovdinatur (vit, 90, 2). Sealemos dd paso, y antes de abordar el andlisi del bien comin mismo, que Rousseau habia compeendido Ia importancia de esta nocidnclave, Pues define Ja ley por Ia universlidad de lx voluntad de la cual procede y por la del objeto que dicta, o también por la universa- Tidad de fa forma y de ta materia: «La materia sobre Ya que se as Mors estatuye es general como la voluntad que estatuyew (p. 258). Todo lepende evidentemente del contenido que se dé a la nocidn de bien comun y de ta concepeidn que se tenga de tas relaciones {el bien comun con Jos miembros del cuerpo politico. ¥ sabemos que estas relaciones y este contenido estin peligrosamente compromitidos por la teorla del pacto y de la voluniad general. Pero dejemos ya la octrina de Rousseau, ‘Bonu commune civitais —escribe santo Tomés hablando del bien comin del cuerpo politico — et bonunt singulare unius personae rion differant secundian muliun et paucum, sed secundin forme. {erm diffecentiam: alia est enim ratio Boni communis et bon singul ris, sicut et ala est ratio tots et parts (in, $8, 7 ad 2), Texto pre cioso que nos dice que no es una diferencia de magsitud 0 de masa Ja que distingue el bien comin del bien privado, sino una diferencia formal anéloga a la del todo y de la parte. Hay que precisar en qué consiste el bien comin que vamos a emplear ahora 1) Et bien comin no es ni Ja simple suma de los bienes porticu Jares i la absorcin de los mismos en provecho de ayuel I bien comin no es la suma pura y simple de 10s bienes par ticulares, como Ia sociedad no es tampoco la yuxtaposicion inor nica de tos individuos y de los grupos patcales que la forman. ‘Una suma de bienes partculares podria legar a un equilibrio de imezeses, suponiendo que sea posible este equlibrio sin fin comin ¥ sin direceién comin. Como veremos, «el bien comin resulta Principalmente de ta adguisicion de bienes propios»'; pero es més que su sua, y el término de eadquiscién» sugive principal mente otra cosa, pues implica la orgenizacion alrededor de. un principio de unidad Por otra parte, l bien comin no pucde ser concebido como | absorcidn de los bienes propios en tina masa indies a la mia neta de-un todo que se subordinara completamente a las partes. El bien comin es un bien humana. Y, como tal, esté esencislmente 21 servicio de la persona humana. Por tanto, a0 se puede invoear 26 a ley morat la primacia del bien comin para desconocer 0 negar el valor de los bienes individuales. En este easo como en ef precedente, e& 1a persona la que sale perdiendo, En efecto, por una parte se llega Ios excesos de un individualismo disolvente y por otra al riesgo 4 un toaltarismo estatal que somete a fa persona y al ben comin al proveeho propio, 2) Los caractores del bien comin, Gbnsiderado en su aspecto material 0, si se quiere, en sit con tenido —y nos referimos, ante todo, al bien comin del cuerpo politico—, ex eel conjunto de los bienes necesarios a la vide hur ‘mana, tanto materiales como espictuales, eorganizados enire si de forma que constituyan un clima que oftece al individyo los dios de realizar su vocacién humanas ', Considerado desde exte ‘ngulo, el bien comin no comprende sélo los bienes estictamente pblces, como son los medios de transporte, las catreteras, 10s clliciosy ls servicios pablices, etc. sino también los mismos bienes propios en cuanto estin coondinados por el aparato politico. Ei bien comin escribe el padre Lachance—~ eno es otra cosa que l conjunto de fos bienes propios, de fos bienesinsttucionales y de los bienes producidas por los servicios del Estado, asi como el ‘orden que, dominindoles, os vige y lor organiza» (ibid, p. 119). En otros términs, si designamos, con Janssens, con el término de cultura objetivay «el conjunto’ de las creaciones objetivas det mundo, y con el de ecultura subjetiva» eel desarrollo de las di vetsas posblidades del sujeto humano» ",diremas que el contenido del bien comin esté formado a la vez por las riquezas de fa cultura objetiva (Ciencia, técnica, bienes econdmicos, arte, lengusje, insti cones sociales, normas morales y juticas, ec) y por Tas riqueras de la eutura subjetiva de los miembros de la sociedad Considerado en su aspecto formal, el bien comin no es ole cosa que el orden que coordine, ajusta tos diferentes bienes entre siy los orienta hacia Ia constitucién de un clima favorable pata el eck, DORN pe pig en omen pt e S S te a Moral desarrollo de la persona humana. El biew comin, formalmente considerado, 5 esta misma organizscin, Y 0 nos lleva a sefalar un texcer cardcter del bien comin bien comin y bien propio no se oponen. Como hemos sefalado 8, ne bien comin debe disolverse en la multiplcidad divergente 8 los bienes particulars, ni Jos bienespartculares deben eliminar 5 en provecho del bien del todo. Pero ambos deben aprovecharse desu motu promocion: Mle qui quuert bonum commune maid ‘ls, eseribe santo Tomas, ex consequent etiam quaritbomum sun ‘repter duo. Primo quidem, quia bonun proprimn non potet ese sine bono civtatis vel familie vel regi... Secundo quia, eu, homo sit pars domus et civtais, oportet quod homo eonsideret uid sit banum ex foe quod est prudens circa bonum multudinis: bona ‘nis disposi parts accipitur secundum habitudinem ad. town (14, 47,10, ad 2) Para captar mejor la relacién reciproca del bien ‘comin y del bien propio, indiquemos en pocas palabras los carve: lsres exencies de la nocién de persona". Es sabido que santo ‘Toms toma la definition de Boecio: Persona est eatonais nrurae ‘individu substantia (1,29, 1. Esta detniiin considera ante todo fl aspecto ontokigico de la persona: «Mi persona —escribe Ma fain existe antes de obrar y posee su existencia, como su nati. taleza, Je una manera absoluamente propia ¢ incomunieablen En esta perspectva, lo propio de la pesona es ejtceren sy para si su existencia, y esto de una forma tan profunlay exclusiva ue 4 te nivel, toda participacisn 0 toda comunicacion son imposibes Pero al mismo tempo, ta persona humana, ala vex eueepo y spit, ‘or razon de su misma espisituaidad es apertura a Dios a otra ¥ a mundo, Apertura 4 Dios, en primer iygar, de quien proviene 5: Ser de persona subsistente en una nauraleza rcionl, pr lo ‘mismo es enteramente relatva a Dios; no ejerce su existencly no \esarrolla su actividad sino profundizando en cierto modo su een ae La ley mor ial dependncin ontligiea de Dios, Apertura al otro, en segundo. Iugat, por las comunicacions intersubjeivas y las claciones re ciprocas de todos los Sedenes: pera esta apertura al otro, © mejon, fsta reciprocidad de apertura del 16 y del 30, lejos Ue ser una ‘reacin de la libertad intersubjetva, es, por el contrario,originaia, ¥y anterior a toda comunicacién efeciva y debe ser combrendida ‘como si condiciin de posibiidad. Apertura al mundo, nalmente, al que est atada de un modo especial por su cuerpo; y este nivel se instaura ua dialketica por la cual el hombve Iuimaniza Ia nas lutalera, y ia natraleza, a su vez, permite al hombre realzarse ‘como hombre. En la dialéctica que une al hombre con el mundo atrial es ef mundo material el que esta al servicio de la persona, porque la parte principal y mis noble de wn todo subordina @ si las dems: Creaturae ignobiliores sunt proper nobiores scut crea furae quae sunt infra hominer, sum propter Kominent (i, 65, 2) Con esto se ve que el hombre no puede ser Io que es ¥ no x capaz de realizar las promesas que leva inscritas en lg estruc luras ontoipieas que fe definen como persona, sino relizdndose en sociedad, en la perspectva de ua tarea comin. La sociabilidad 5 un rasgo de In naturalera, no un simple accidente que sobrevive al hombre, mis o menos feliz o desgracindo, segin Ins teorias, Responde ala vera la indigencia de un se imitado por todos ios Y que necesita la colaboracion consiante de kes demds para res ‘ponder Iibremente a la llamada que bro de su tr, y por ola part, 1 su sobreabundancia espriual, justamente porque es posesién de si mismo, inteligencia y libertad, conocimiento y amor, y que, or ello, exige darse y comunicarse sin perderse ni desvaneceise En esta perspetiva utilizaremes de nuevo la ditincién em: pleada antes entre cultura objeiva y cultura subjetiva, para formi- Jar ls relaiones del bien comin y del ben propo. Si convenimos en llamar bien comin al conjunto de ls riqueras de Ia cultura objetiva, y de las riquezas de la cultura subjetva Je los miembros de Ix 20- ‘iedad, estas reaciones se estableerdn un doble nivel, Al nivel de ta cultura objetive, una reciprocidad de intercambios se stable- «etd entce los bienes objetivos de civlizacién que la persona halla ¥ con os que alimentard su propio desarrollo, y la perfecciin subjetiva que aportars a su er, al patsimonio comin la iseempla 2s Moral ‘able fiqueza debida a la originalidad propia y a le iniciativa ibre ‘de la persona, Alnivel dela cultura subjetiva, surgird una promocion, reciproca de la misma naturaezs, ya que el enriquecimiento sub- jetiva no es posible sino tendiendo al enriquesimiento de todos, Habria que precisar Ia cuesién de la primacia del bien comin sobre el bien privado, Més adelante insstiremos en ello 4. Ley y auoridad Tetcer elemento de la definicidn de la ley: Ia autoridad, Pues si la ley es wna ordenacign de la razdn con miras al bien comin, se plantea inmadiatamente Ja pregunta: jde qué razéa se tata? Con mayor precisa, gde la razin de quién? El problema de la autoridad queda, pues, planteado. Como en las piginas precedentes, os colocaremos ahora preferentemente en el terreno de la auto- ridad plltica a) Empecemos determinando la naturaleea de la avtoridad y, con este fin, distinguiendo poder y autoridad. Segin Masitain, la auloridud es «el derecho de ditigit y de mandar, de ser escuchado yy obedecide por otto»; el poder e ala fuerea de que te dispone ¥ con Ta ayuda de la cual se puede obligar a otro a escuchar y a fobedccer» (ibid). La autoridad comprendida de este modo puede carecer de poser, y vieeversa; uaa autordad sin poder es inope ante: tin poder sin autoridad, ilegitimo, «La avtoridad exige el polers', dice también Maritain, Emplearemos agut el téemino Ade autoridad en su unién con el poder. |») Definir asi la autoridad equivale a fjar sus limites y su ceensidn, En efecto, estin determinados por ta naturaleza del bien comin, puesto que la autoridad no tiene otra razén de ser que Ja de dirigie hacia ef fi comun los miembros de la sociedad. ‘cl Con esto se ve hasta que punto es necesaria la autoridad La unidn activa de los miembros de la sociedad con miras al bien ‘comin implica, en efecto, a existencia y el eetcicio de una auto- rida que sea eapaz de asegurar esta unidad y de dirigit hacia un a fey morat mismo fin comin 18s personas y los grupos que integran el cuerpo social. Puede aficmarse, pues, que, siendo el hombre social por naturaleza, «la relacién de autoridad sord de derecho naturale 4) Un problema més delcado es el del origen y del detentador de la autoridad, Preguntindose quién puede ejercer el povler Je- Bislativo (Utrum rari eulusliber sit factiva teps), santo Tomas res- porde (tt, 90,3, ¢. ¥ ad. 2) que este poder no pertenece propia mente a una persona privada como tal. ¥ de hecho, ningin hombre iene, por su naturaleza humana, ef derecho de ditigir y gobernac 8 Jos demds. Todo lo que puede decrse es que la naturaleza bu: ‘mana, porque es social, postula que Ja autoridad sea cjercida ‘por alguien con miras al bien comin a realizar. De donde parece legitimo concluir que el detentador de Is autorad es el pueblo o given soporta fa carga de la comunidad Precisemos diciendo que en la sociedad police, la avtordad std en el pueblo, reside en él, en el sentido de que el derecho He gobernar le pertenece de una manera inherente y permanente Esto no significa que el pueblo sea su origen primero (tala autori ad proviene de Dios), ni que, de hecho, detente el eferccio de la riisma. En las cuerpos politicos madernos al derecho de gobernarse ¥ de mandar raramente es ejercido por et pueblo como tal (rele réndum); se confiere este derecho a representantes del pueblo. De este modo los representantes del pueblo tienen una funcidn evica- ten, expresin de Macituin, y en Ia medida en que ejescen esta Funcidn vicariante con miras al bien comin edetentan verdaders: mente el derecho de mandar y de ser obedecidas» (H.E., p. 126) Por tanto, los gobernantesestin investidos de eesta misma autoridad y de este mismo derecho de gobernar que, por esencia, radica en fl pueblo», Inspicéndonos en et mismo autor, podeios. afirmar aque la po:esi6n por ol pueblo del derecho de gobernarse es perma: niente y no puede ser disminuida; pero su ulterior ejercicio por cl pucblo, una ver los gobernantes estin investdes de este derecho, limitado. Esta doctrina deja sin resolver In cvestién de la forma particular del régimen: monarquia, aristocracia, democracia Por et contratio, en una sociedad como la Iglesia (sociedad Py Morat perfeta como la sociedad civ) © la familia (sociedad imperfecta), fl detentador de Ja autridad no eel representate 0 el evicarion e los miembros de la lesa © de la familia. «Et padre de nilia —escribe Sertilanges— que tige el gropo familar, no es el ‘epresentante de su mujer y de sus hijs; es su cabeza. El papa, ‘como vicario de Cristo, no es el represeniante de los fies que Forman ta Iglesia, es la cabeza de la Iglesion loridad reside en el cuerpo polio y en sus re Dresentantes,e§ mis, si reside en quien tiene fa carga de le com dad, en ditimo andlisis, procede de Dios. Que tenga en Dios si fuentes evidente si se piensa que el poder de gobierno no es mas {que una paricipacion del gobierno divino, Ast pues, Dios o la ley ema son el fundsmento y la fuente de toda auioidsd 5. La promulucin de la ley EI thkimo elemento de la ley es su promulgacén, Para que la ley pueda converttse en cela y media de Ja accion y obliga en conciencia a stbaito, es necesario que sea conocido, La funcién ‘de fx promutgacién coasste principalmente en hacer egat ta 1y 8 conoeimiento de los miembros de la comunidad © Walor analigico deta noon de ley in la elicidacién dé la nocién tomista de ley, consdersbamos mente ia ley positive. De hecho, y en su significa in Ia definiciin de santo Tomés ase aplica. pefeclamenter, como esccibe dom Lottin, a esta ita forma de ley. als sta atiade— Ia que santo Tomis tenia ante sus ojos cuando labrs 4 definiciina". Podemos preguntaros, entonces, en qué medida 44 mocién elaborada se aplica a las diversas especies de ley. Como mis adelante veremos, santo Tomas distingue tres: la Jey eine (ky seaun ta cual Dios gobierna el univers, fa ley natural (part ma La ley mol ciaciin de la ley elena y expresiin en el hombre dle las tines esenciales de su maturalers), It ley poitva (obs razon, sea divina, sea humana). Ahora bien, si las nociones de bien comin y de’ promulgacidn se aplican si dit Ta ley Positiva, de otro moo sucede cuando se habla de bs ley nate ral y de la ley elena, Asi, siempre segin dom Lottin. fa ley mitral tiene ante sus ojos ala perfecc comin de teuos los micmbvs We la especie humana, pero concieme también wal bien propio ve cada indviduos "Puede hablarse, por otra pari, de promul idm? No, estima dom Loti, sige preemie designat ya «print {ucidn provenente del exterior, com el caso de la Tey psiivinn (101-102). Sh, si se quiere decir que Ia ley natural queda pro ‘ulgada por el solo hecho de ser el hombre razomble (p. 12) Andlogas difeuades se presenta a propssita de b ley eterna, pew oslo es particularmente verdadero, piensa el mismo autor, para Ia nocidn de promulgacion: zedmo puede una promulgacion ser terior debe Inecha ab aeterm» a ecriaturas yue son ceadas en el emp? fp. 121, Estas dificultades son, sin dua, reales, pero la thtima no ‘special de nuestro problema y se wielve a encontrar en lis eves nes que conciemen a las relaciones de Dios y de la cata, le 1a eteridad y def tempo. No tenemos inten Ue examinatla eo i misma. Pero el interés de tas objciones hechas por dom Lottin, sth en hacernos comprener que la nociin de ley cs anahigis aunque santo Toms ahaya prescindido de este términa® ". Mov trarenios. pues, ahora que la nocién tomista de ley. elucidate nies en un contexto principalmente (no exclusivamente) soci ‘quesemos decir en relacién a la sociedad y al bien comin poli Nicos, «8 valida para toda especie de ley, pero mds unalog Por comsiguiente, las piginas que siguen eslablcerén que, cde hs razén diving a la razin humana, de la ley elerna a la ley penitivas humana, bay continidad (analgica) en el sentido Je que tole le, en ta medida en que participa de la recta razén, deriva dle Is ley fterna (tat, 93,3) En la actividad divina ad exira pueden dlstingvitse dos aspec: tos: la actividad creadora y conservadora del ser fnito y la a lividad diving reciora de su dinamismo. A una y otra actividad corresponde una ciencia prictica, la primera es una forma de arte ¥y comprende ef conjunto de las fear divinas (lormae exemplars fa mene diving existentes; 4, 44, 3%; ta segunda comprende la ley eterna y Ia providencia, Es esta lima forma de conocimiento prictco la que aqui nos interest. En Ta ctspide, si puede hablarse ash Fenemes, pues, la ratio divinae supieniae secundum quod ext Airectiva omni rerun ef morionun (ett, 93, 1): es ba ley eterna, Después Ja providencia, principio inmediato vel gobierno divino Y que es, sein expesion del padce Sectillanges, ana idea de pla, pero de plan efecutivus® o de eplan a realzat, pueslo que no eS concebido solamente por la ineligenca, sino intioado a la manera se los juicios imperativos de 1a prudencian". Intermediaria entre Ja ley eterna y el gobierno divino, es un efecto de le primera, v santo Tomds dirs que la ley elecna se peeventa como una especie e principio de 4a provideacia. Lex aeterna mum est provident, sed provideniia quasi princivium (De Ver, 5, 1, ad 6). Final- mente, el gobierno de Dios o ejecucién del plan providencial (eu Dernatio iil aliud ext quarm direcio gubernatorum ad fven, aul ct ali honum; 4, 103, 3) ‘Ahora bien, Dios, principio y in stimo, causa efciente y final extrnseca del universo compreadido como totaidad de las crit ras materiales y espittuales, es también, y de modo particulr, como ya sabemos, el fin tlkimo del hombre, puesto que el homve leanza 4 Dios como objeto de felicidad en el conetimiento y en amor. Pero el proceso por el cual el ser humana realiza su vocactin slo puede desplcparse en una sere de integraciones que hacen de 41 un ciudadano de la sociedad politica, un miembro del universo yen et orden sobrenatural, de la Iglesia, sin comtar las inte ones a sociedades iperfetas, naturales 0 convencionales, ne cesarias 0 libces (familia, sindicatos, soiedades comerciales, socie dudes eligiosas, etc). para acabarse finalmente en el orden sobre natural, en la ciudad de los bienaventurados (0 en su andloyo, ea Ja hipStesis de un fin puramente natural. EL hombre esti, pues. Sela alka Jean, ae 3B aa La tey mot sometido a une serie de éndenes de complejitad y valor distintos y erecentes: orden tocal y polilco con su bien comin espectico "es ef avive bien»: eunidad, orden, puz, posperidad material ¥ espirituay", mientras espera la constvueién de una comunidad Supranacional; orden del univesso creado enteramente con sw yer Fecciom propia, que no es mis que el «despliegue comple de ls riguezas ineenas det ser comunicado al mundo por Dios» ", mis, clevado aun y en una dptica sobeenatural, el orden de [a ciudad Ue Tos bienaventusades, con su bien comin especfico, constitvido por fa variedad de las riquezas que Dios les comunica; es et bien ‘comin inteinseca de la comunidad de los santes. Finalmente, por encima de tos estos bienes comunes que permanecen inmanentes al orden del universo creado, natural o sobrenatual, hay el bien comin extinseo, Dios: fins guide univers est aliguad bona in ‘so exivens (fm intinseeo), selcet aro isius univers: hoe autem un am est anes fi, se ordinate at Bont exrinscwn ut ad finem utinwn; sieut etiam odo exercins ordinatur ad ‘lucem, (1, 103, 2,94 3). E86 serie de intgraciones por las cuales et hom desareoli su actividad y realiza su destino no suprime, pues. sat onenacin personal a Dios, En su existenciaiinerante y man= ‘eniéndonos en una perspective esrciamente filosific, esta relacion el hombre con Dios, que es una reucion de persona a persons, Fesmanece esencial: ni el ser del hombre, ni su actividad quedan absorbidas en el todo de la sociedad politica y del univers, La Unidad de orden eve forman estos distintas todos no es andloge ‘a vnidad monist de la sustancia Je Spinoza, oi a la den argh rismo euyas pares le estén subordinadas completamente, ni ah de una soviedad animal en la que el individuo, que evidentemente se uprovecha del bien del conjunto, etd totalmente inmerso en esta sociedad, Se tala, en cada caso, de una comunidad en ta que Ja persona es la parte principal y es un todo por el esprit que Ia snalOgiea la niin de fey. ley ee posiiva, de las que volveremos a tratar veda ain una dificutad, La ley oe define por relaciin al bien comin y, por otra parte, fa exisencia moral implica conductas y actos privados junto conductas sociales, Por tanto, y si es ver que toda Ia actividad propiamente humana esta regia por tv ley habrd que decir que Ia definicion de ésla o bien no es bastante ‘comprehensiva, puesto que silo se ceiere a las conductas eelalivas al bien comin, y en este caso habré que modifcar la definiciin. 0 bien que existen conducts que no deperilen de su jurisdiccin (la ‘eonducia privada). Sin embargo, se debe mantener, como hemos rmorirado. la relacién con el bien comin: la definicion de santo Toms lo afirmaba, y el Doctor Angéico lo repite de una manera absolutamente formal en el articulo 3 de la vt, q. 90: Ler pro: rie, primo et principale respicit ordinem ad borum commune ey na 2Cémo superar Ia dificatad? Reconlando que todo acto, aun et tsirilamente privado, es el acto de una persona perteneciente 2 las diferentes comunidades tratadas y no realiza su vocacion de ar Mora! hombre sino en su seno. Por tanto, un acto, incluso si est direc lamente ordenado al bien individust, al entiquecer a ta. persone ‘nriquece a la comunidad a Ja que pertenece. zNo eaté compuesia el bien comin, en buena parte por ela apropiacion de bieuss Propios»? Y como se ha dicho ya, bien comin y bien propio. no © oponen. Por esto son leyes lus reglas de la conducta indviduat, las que conciernen, por ejemplo, & los actos de templanca, de paciencia, de fuerza Conclayamos disiendo con et padre Senillanges —y no es mis ue Ia detinicion tomista brevemente glosada —: «Si. se quiere defini ta tey de manera completa se died: es una oven que proviene dle una razin, y se refiee al bien comin de un grupo de sees que forman una comunidad considerada como pertecia, dictada y peo- ‘ulgnda por quien tiene a su cargo la comunidad ® Hi LaS vireRewtes ESPECIES bE LEY Pascmos a fa division de Ia ley. En la siguiente exposicidn nos

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