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BESTA EL ANALISIS CONDENADO A
FRACASAR?
XVI
Bx ex capitulo anterior, traté de ilustrar el fendmeno
de sombra, particularmente el de la sombra arque-
tipal, valiéndome del desarrollo juvenil. Esta sombra ar-
quetipica continvia siendo un factor considerable en toda
persona, aun cuando se haya alcanzado una sana edad
adulta. El individuo normal promedio es continuamente
victima de autodestruccién y tendencias agresivas, des-
haciendo lo construido, saboteando las relaciones que
le son importantes, atormentando a familiares y ami-
gos, O trasladando al medio ambiente su destructividad.
Pero el psicoterapeuta est4 en una situacién particular-
mente desafortunada ante la sombra arquetipal. Antes
mencioné la “ley” psicolégica de acuerdo con la cual
mientras m4s nos esforzamos por alcanzar Ia claridad,
mds se consteliza la contraparte oscura. Indiqué que
cuando un psicoterapeuta trata de hacerse mas cons-
ciente y de ayudar a su analizado a que lo sea, su region
inconsciente se consteliza mas densamente que en las
demés personas. Podriamos expresarlo en los siguientes
términos paraddjicos: mientras mas consciente se torna
un psicoterapeuta, mas inconsciente viene a ser; mien-
tras més cantidad de luz se concentra en una esquina
ae habitacién, la esquina opuesta se sumerge en la
cerrada oscuridad.
La cosa menos facil para todos los seres humanos
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