pantanos de las orillas, y se secaria répidamente, [1 desierto rojo descenderia hasta mucho mas
cerca del rio, cuyas orillas estarian bordeadas por una verdadera maraia de charcas y [angales y
cubiertas de espesuras de juncos y matorrales. y la profusién de aves acuitics
ofreceria caza abundante a las pequefias bestias que también pululaban. Que esta selva riberefia
existié antes de que el hombre desecase los pantanos y Hevasé el agua hasta el pie de las colinas,
esta demostrado por representaciones gritficas de los tiempos historicos. En esas escenas de
cacerias en los pantanos vemos vestigios del primitivo estado de aquellos lugares. con su marafia
de juncos y matorrales y el pulular de bestias y de aves. La flora y la fauna de Eyipto hasta los
tiempos histéricos se pareeian mucho a las que hoy existen en el Sudin: Por ejemplo. ef ibis y el
papiro, tan simbélicos del antiguo Bgipto, se encuentran ahora en las margenes dei Nilo dos mil
cuatrocientos kilémetros ai sur
y terrestres
5.De esta suerte, el egipcio primitive estaba encerrado entre las invasoras arenas del desierto y la
enmarafada selva ribereia. Para ganar permanentemente algin terrero, tenia que desecar y
desarraigar la selva, y todos ios aios debia empujar el agua contra las sedientas arenas del
desierto. Ena éste un trabajo duro, y probablemente constituyd un esfuerzo lento y wenaz durante
miles de afios en los tiempos prehistéricos. En realidad. antes de los tiempos historicos no
poseemos pruebas claras de ninguna obra de irrigacion verdaderamente importante que implique
un esfuerzo colectivo en la construccién de canales ni presas. Antes de esos tiempos. tenemos que
suponer que los pantanos fueron desecados palmo a palmo, en un proceso dilatadisin:o, y puede
inferitse que los isimos tiempos prehistoricos conocieron un desarrollo mayor de la irrigacion:
pero esto es s6lo una inferencia. El argumento que nos sirve de base es ei siguiente: la irrigaciéa
fen gran escala extendié las tierras cultivables y produjo el alimento necesario para una poblacién
mayor, con el excedente que acompafa siempre a ia vida civilizada; ( pia
irrigacién en gran escala exige un sfuerzo comin, que une entre si a diferentes comunidades y es
factor que impuisa el crecimiento del Estado; los elementos visibles de los tiempos hisiéricos
arguyen que, desde algunas centurias antes, debié practicarse un sistema generalizado para la
economia en ei uso del agua, lo cual hizo posibles aquellos Factores histéricus. Volveremos sobre
este tema en el capitulo siguiente.
6.E1 Nilo impuso a! cg:pcio otra ubtigacién. Las inundaciones del rio no son precisas ni en cuanto
al tiempo ni en cuanto al volumen de as agus, el hombre tiene que estar ale-t1 ante tan irregulr
conducta. En particular. el volumen de agua es asunto de s:ria preocupacién. Unos pocos
centimetros Je diferencia en el nivel maximo separan al Nilo nornai Cel bambre y de la
destriccién tamuituosa. En los tiempos moderps, antes de Laber sido construido el nantano de
‘Assuan, un Nilo crecido con la Primera Catarata unos siete u ocho metros sobre un nivel cero,
significa una buena inundacién ormal, aue puede aprovecharse ficilmente y hacerla cubrir una
extension hastante para producir cosechas abundantes. Una crecid inferior a Ja indicvla en menos
de un metro significa cosechas insuficientes y un afto de necesidades. Una diferencia de metro y
medio -el 80 por ciento de lo normal- significa un hambre fatal y muchas victimas durante un
aio. También es un peligro la inundacién demasiado alta. Los niveles de los canalus y de lor
diques protectores estan calculados para una inundacién normal; poco mas de treinta centimetros
sobre fo normal significa ya dafos im-portantes para aquellas obras; una crecida de nue.e mutros
~el 20 por ciento sobre lo normal-destruiria diques y canales y derribaria aldeas enteras hechas de
adobes. La leyenda de los siete afios de abundancia y los siete de escasez no era una fantasia en
Egipto, sino que era siempre una posibilidad amenazadora. El margen enire la vida abundante y la
muerte por hambre cra muy estrecho. Se hacia necesaria una vigilancia constante sobre la imegular