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BIBLIOTECA DE ESTUDIOS BIBLICOS ABLO DE 'TARSO GONTHER BORNKAMM I SexTAEDICION t INSTI i GPLOLice bea pbs en Biblioteca de Estodios Bios = 6. Bornkamm, Jen de Naar (BED 19) [6 ornkan, Publ de Tro (BEB 24) , ornkara, Este rab ef NF(BEB 35) 6 Bagi, Plo de Taro y fos eres ertans BEB 6S) Tekan Pte pie de spans (BEB DICIONES SiGUEME TAL Rese, nnaccin of Nuevo Fesvomen IM. MacDonald as eomandaes pains ( 1 Seek, La comand prvi BEB 8 ‘SALAMANCA 2002 | | | | 30% Bu. 2 PABLO Y EL MENSAJE DE CRISTO PROCLAMADO POR LA PRIMITIVA COMUNIDAD Quien se apiea al estudio de Pablo, prescindiendo de aque be slenta famiiarizado con la fe ere o de que sea Grtrafo sella, 3 ve obligado a confer que’ de ninguna ern trengenta ante an camino fi 9 a pera Shierta, Por ninguna parte sparccon en les cartas paajes ‘pologtics o propetdutics due, por sx deci, intreduacan poco # poco a los destinatarios. Siempre entra Arectamente nel arunto. No earece de todo fundamento el comin r=: proche de-que st teologia conta. excesivamente. en” Sus Proplas faorsns,reoroche quel manos torna pen ee {Hoy cuando so salts sa vista doweradamente "us telogia de Pabo'no ex una mera repeickin de 1a predcacion de Jesis aceres de in legada del reinado de Bios. Bl contenido de ie predicacin pautina es Jeseristo mismo y in salvacion shore inaugurada ¥ postiltas por ‘nimuorteen la enum au resurrection y na Graltasion como [Kyron Con ello se he lievade 8 cabo un eam muy {undo gue’ s6lo con ifeiia es aceptedo por el Iniento moderne 7 que con frecuenela ha sido considerado con desagrado. Tal eambio ha trado sobre el apéstol la Sompecha de haber falsiheado el cristanisine Ye haberse onvertido con ello on tn cleto sentido egulvoco-- en Su verdsdero fundador. Del evangelo de Jesis se habia Hecho nmedatamenta, per obra de Pablo —asi se ice Una doctrina de salvacibn sobrecamgada de representation hes judias y mitalogias grieges Entre In predicacion de desis de Nazaret y ol mensaje de Cristo proclamao por Pablo —y sobre todo por leo ‘nunidad posipascual—exise efectivamente una diferencia fundamental que Slo los desapercbicor pueden ignore 16 Menseje y toto ‘Tol diferencia so muestra incluso en Ja sorprendente di {Toridad de los eseritos neotestamentaries. Hablando de lina manere simplincads y esquemitica, lor evangelis nos Snferman sobre fa predieacion y las obras de Jesus dentro {il marco de gu historia tereena, hasta su muerte y reste Srecelon, Eno mensaje spostsice (arias, Hechos de Ios postales, Apoclipss de Jun) squeia meta se conviente afore en’ el fundamento y comienzo del-que parten los teatigos postpascuates. El predicador, Jexis, se ha conver- tido'en el objeto mismo de la predicaclin Los limites de Shrexttenca terrena se han roto. La palabra de Jesis ha Slag sustitulda por la palabra sobre Cristo, sobre su muer- te, bu resurrection au vuelta al fal de los tempos ‘Aunque esio no permite hacer de Pablo el primer respon Sable de este proceso, sin embargo sus carlas nos evecan fon ua especial erudeza este estado de cosas, De ninguna tmanera_ se. preocupa, Pablo de reproduce Ie. predicacon {Te yesus de Necandt-unoa habla el del Kabbi de Nazaret, dal profets, del taumaturgo, del que come a la mose de fos publicanos y pecadores, 0 del sermon de In mont tbe las pardbolas del reino de Digs 0 de la Tucha de Jess an los eseribasy fariseos. Ni siguiera se recoge una sola Necion sus cartas el padrenstro. Solo cita cuatro pala- fas del Gufor, may Liversas y no proplaments repreen- teuvas (1 Cor? 10'sy 9, 14; 11, 28:1 Tos 4, 18), Algunos tie lo exnortaciones 8 la comuinigad estan formas eon {Una rlacion clara al recuerdo de las palabras de desis. Uhl ge ve claramente que Pablo posee un limitado coro: Cimicnio do la tradieign sobre Jesis, por sus encuentros Sin oe cristianes anter 0 deaputs de'su conversion. Pere ‘sta impresion, fundada en algo parcial y casual, no com. iano gue se refere'a la imagen que da el conjunto, EL ests histori parece abandonado. De hecho, Pablo 1 lo ina conocido, Pero aungue To hubiera conocido de una tha- here humana y tornwna, abegura en la discusion con sus Tiversarfos que apelan » Jesis de una manera muy die Nera ala suysr~ que shore ya no lo conoce como ellos U'Cor 8,1, No se puede minusvalorar esta impresion ff, pues, improcedenteerear conexiones —llevades por una {eslasie apologetics donde simplemente hay que recon Scr ana rupture, © bustar foe procesos que median donde So hay aingan proceso tntermedio. Los erticos, al igual ‘gue mumerosos tcologos empetados en establecer poeeipl Pubte y el menaaje de Crieto 161 tadamente un puente, han considerado siempre como es- pelalmente sgudo este problema fundamental tanto de Ia ‘ologia paulina como de la fe ¥ del pensamiehto de la pri- nitive comunided eristiana, aunque aquellos eriticos, 1a sayor parte de Ins veces, clo han sabido juzgar el cambio ‘como deformacidn y adulteracion. ‘in este proceso’ de (ransformacién, considerado desde 1 punto de vista de la historia de las religions, el pensa- tniento jodio tardio y apoceiptico y las mitologias de Ta ttigiedad hen ejereido un influjo nada despreciable, cis famente. Con todo, es inexacla y fas le extendida opinin Sern la cual Jesus de Navaret habria sido sustituldo por funn divinidad mitoldgica sbandonando ezprichoramente Ia historia. En efecto, esta opinion mo tiene en cuenta que prectsamente en tal eamblo do petepectiva se manifesta tina muy conereta inteligeneia dela historia de Jest, aun~ tue, por cierto, muy diferente de 1a que nos es habitual nosotros Tal estado de cosas sdlo puede ser deserito den tro de nuestras eategorias habituales mediante miltiples negociaciones, A historindor le ost vedada fundamental mente la {rontera que separa el pasado del hoy y del ana. El habla del “pasado” —eomo se expresa de una Iraners may caracteristiea nuestro lengusje yo localsa Plo calcula en referencia a un preestableciéo origen de Zoordenadas de espacio y tempo, angue incluya en Sit Sbecrvacton las repereusiones que el pasado tone sobre el presente y sobre el futuzo. Pero, asi, los personajes, lo i= perecedeio y Io permanente de la historia pasada queda Ffansformado en verdades Ldeales, morales y religiosas Dentro se tal mentalidad no se puede entender Ia com= prensign gue la primitiva comunidad eristlana tuvo de la Fiptoria ce Cristo, Tal comprension se funda en la resue rection de desis, Por mas que éta en los testimonios de Ia comunidad postpateusl sea entendida e inserita —de va- las y imuy diversas manerse— como. un aconteeimiento Scpacto-temporat, la resurrecclén de Jesis, en verdad, sig- files gubre todo la strupsion do Dios Wevada @ cabs con Su poder soberano en cl estrato humano rmundano de la historia terrena; sigaifea Is irrupesdn del esjaton, la epl- fania de Dior y, eon ello, Ia Inauguractén de Ta auténtica historia de Cristo como. scontecimiento de salvacion, Por two, para la fe de Ia primiliva comunidad cristians, Jess pho ed ya ablo una figura pertaneciente al Binal de la histor 1 Mente » tsteo, a paseds, un hombre perteneciente como los demés a su tempo, singe impresfonante o incluso prototipico por el modo en que él ha sabido Uevar adelante st destino, in- tluso en medio del fraeaso, Por el contrario, su persona, su ‘obra y-su signiflescion para el presente ¥ pars el futuro Gon elevados al horizonte de 1a historia’ de Dios con ol ude y con los hombres, historia declaiva para el tempo Y para la eternidad, Beta significacion salvadora de Jesis etd expresada en los numnerosos titdlos con que los test ‘monios y las confesiones de la primnitiva comunidad 10 ea- Iifean, ya sea en un Tenguaje judio veterotestamentario. 9 ben groge heleniatico: Mesisa, Cristo, Kyrios, Hijo del hombre, Hijo de Dies. Hstes titules, evidentemente, no Guieren’ suplantar a Jesis de Nazaret, Eno es abendo- indo. No se ha convertido su nombre en una palabra oca- Slonal, vaeia ‘© incluso intereambiable. ‘Todos esos titulos Guleren shirmar més bien que @1'y ningiin otro es el con- {enldo y'el portedor do Ia talvacién que Digs ha suscltado fn el mundo. Le que al principio parecia mestrarse como Ia revelacién de 1a historia, expresa ahora en verdad, en tun sentido totalizante, la comprension misma de esta su historia como acontecimiento salvador, acontecimiento sal- veror al que pertenocen y ea el que estan comprendios Jos que son interpelados por la palabra y loz que Ia res: ponden en la fe. ‘Con todo To dicho no hemos eliminado de ninguna rae nera la diferencia entre 1a predicacion de Jesis de Nazaret y-el mensaje proclamade por Ja comunidad postpascual; nis bien Ia hemos siiuado y-fundamentado precisamente Sobre Ios hechoo. La diferencia consiste en que Josie pre ied con su palabra y con sus obras el comienzo ya in ‘lado det reinedo de Dios, mientras que para el mensaje postpaseual —eambiando fodo lo que haya que cambiar, ¥ Tespetando incluso formulaciones y ropresentaciones com tradictoriae—en Ia mucrio do Jests en su rertirreceion 5 fon su exaliacion ha tenido lugar ya el carebio de ein, 1a Inuguracién de la salvacion, la llegada del reinado’ de Dios. Precisamente por eso, os. diseipulos de Jesis no pueden repetir sus palabras y cuidar Ia herencia y el tes- farento de etna core le diaspora Ton eninge onde les fdsofos; el mensaje de la primitive iglesia: (l erugma) debia cansformarse y hacer de Jest mismo su contenido, porque era precise permanecer en fdelidad Pablo el menseie de Crist 168 hacia la palabra, lor heehos y Ia historia de Dios aconte- ida y tanifesteda en €l Bete kerugma, ya en ia ms antigua comunidad, pero sobre todo en el dmbito de Ia primitiva comunidad bele- Iistiea, ha encontrado una tolltiple expresion ys ha ‘condensado en tradielones formuladas de une manera Bja. Bro, sin embargo, no se nota frecuentemente en Ia expre- 1Hdn, pero se puede identifiear suiclentemente a través del ‘contenide y de la forms, tanto en las formulas de fe como fn las congesiones, lor himnos, los modismos ltirgios, las Sraciones del cult e incluso en las maduras relexiones de ‘exdgests sobre el antiguo testamento. ste proceso —que ne puede ser reducido de ninguna manera to lterarlo- ae ha preeipitado en la historia del ppensemiento y de In fo de Ia primiiiva comunidad eristiana Gr tmuy diversay maneras en Ine fuentes lterariaa noote tamentarias y extracanonicas, Ya hemos hablado antes de tll, de To mich que se camind para llegar a una reels ‘comprensidn del acontceimiento de Cristo. La conversion yla vocsciGn del mpéetol supone ya la penetracién de los yelenistae” on la primitiva comunidad jerosolimitana, 3 como las prlmeras persecuciones, los comtenzoa do la mi idm y Ia expansign del cristanismo al ambito gentil grie~ 0, Junto a la profunda desavenencia originada en torn0 {la comprensidn del Judaismo y de la ley, de Cristo de Is ealvacién, se proponia tambien Ie euestiin referente a tuna recta inteligencis del antiguo testamente y de la his- toria de Digs con su pueblo y'con ol mundo, historia e vada a 5u plenitud en Cristo ¥ documentuda en el antiguo testamente, Tanto en los procesos de desarrollo como en Jos eamblos de ambiente en los que el evangelio tuvo que for predicado en un nuevo lenguaje, las tradiciones act is por Ia primitiva comunidad no fueron sin ma tira Gas por la borda, por mas que tuvieran que ser puestas fen relacin con nuevas formulaciones de 1a fe Respecto a esto, las eartas de Pablo son una prucbs ‘evident, ¥ no slo por aquello de que continuamente esti ltrgumentando con textos veterotestamentarior, sino tam- Dien porque, con igual frecuencia, se slrve de tradiciones kergmatieas heredadas de comunidades anteriores a €l y Comunidades que estan en toro a dl. Expresamente re- tsuerda a los corintios To que él mismo ha recibido y trans- fnitido, que se he sonvertide en fundamento de su fe () 168 Mersae y teotovia Cor 18, 8 ss; ef también 11, 25 5), Otros lugares de sus arias permlion detectar al'menos berruntar i presencia Ge formulactones heredadas, Yo tox per I forma misma © por el tenor del toxto, Talos lugares tom, sobre todo, los Eiguicnten: uses pocas expresiones a mancra de compen aio ode conten de fe" sobre la muerte de Cristo Y su fesurresion, en el context de construcciones doctiales Sobre el baitismo yla cena del Senor; exhortaciones ‘9 Dreveptos para in vida evistiana ¥ para el culo; interpre. Escionos del antiguo testamenta ¢ neluss modisins de bracioneso de la bendiciones, En todo esto Pablo se ome porta como uno de tantas, unqueguiado Togieamente por urparticular comprension, Por eio no es corresto prefen- ‘der encontrar en dl una especial “originalided” sobre todo especto a su evstologa, que tne fambién au esto pe llar Seguin esto es eeio' que el volo y el tango ela {eologia de! spésiol son radicalmente malentendides evan + do, bajo le impresion del "genio religioea™ del apdstol, se foe eonsideca Unieamente como refljoinmedlate. deus Dropias experiancias indiviguales, Sin snanoteabar para hada ln paste que corremponde » su peculiar manera de creer ¥ de pensar, permanece en ple Yodavia la euestch fe saber en qué medida es dewior de In tradicion —ia ‘Wadicion det Judaismo, en el gue ét hs erecdo, ola tra clon de la primitive cemmunidad eristinna, anterior @ de is diseplos y colaboradores'o inclice de aus adves En este sentido, la predicaciin y Ia teologia de Pablo son una intrpretacion 5 un desarrollo del erygma de la Primitiva ‘comunidad efistiana. No otstantey caanto tis ‘alora Pablo la Wadicion kerigmatica canto mis nai lentemente ia ineulea 4 Is comunidad vscts incluso textualmento (1 Cor 18,2), tanto menos in considers ommo tm texto sagrado lleno de’ suloridad. Su sutorded no es e tipo Tormal, es deci, Fundsda en el simple hecho de fer transmitda, so ge arranca de'su mist contenido, ae se remie sl evangelio, ‘Pablo te sabe eogido,lismado y envindo o la pred cin Ra 34 Gal 8. Baru oo conta fe he forte de desis significa tan_poeo come instesir acerca de Dios y de las cosas divinas 0 comunicer verdades y expe: ‘leniasreligoses Ht ministerio del apérol signiia Dara el mucha mas. Signifien amuneiar y hacer presenta To gue Pablo «1 mensae de Cristo 165 Dios ha llevado a cabo en Cristo para la salvacién det smiindo, hacer presente To que la fe esta llamada a abraza. a palabra "prediear" Iamentablemente deteriorada por el tim'y haste vaciada de content, apenas hace notar que on ella se alicia en st uso primero al servielo del heraldo leery, kerygma). Dice mismo habla y obra a través de la ‘boca de su mensajero (2 Cor 8, 20). Por ello, con una ima igen muy comin en Ta antigiedad usada para epifsnia de Ir divinidad, puede decir Pablo de sa servieio al evangelo: ‘para los unos, olor moctifero que les Heva & la muerte Para los ottos, olor Viviteante que Tea leva a la vida" (@ Cor 2,16) ‘Con tono apocaliptico habla Pablo de Lo que ocurre en tl avangelio: "ls justiela de Dios se manifesta en él” (apo leclyptetes) (Rom 1, 17). Son suecsos de dimensiones tota- Iisantes, de earacter definitive; signifean el fin y Is trans- focmacin del mundo, La claidad del fuego del altine ‘fg también resplandece en este mensaje. Sin embargo, sto no signifies, como se podria esperar, que Pablo anun= fie ahora aconteckmlontos dl futuro mi que describa fan tisticamente como en loe apocaipsis judios— 12. caida fel muindo y el sehorie del nuevo egn. El habla de un fceso presente, de slgo que fa sucedido ya en el evange- Ho mismo. Este no s6lo informa de las posiilidades de la futura salvacion 0 perdieiin, en €lse realize ya la legada flvadora de Dior, El evangelio mismo es “fuerza de pore salvar a todos los que ercen” (Rom 1, 16). No se Eheuentre ningin concepto apocaliptico que concuerde eon testo. Lo que 1a apocaliptica Judia y 1a apocaliptiea de la prinitiva comunidad erietana esperan para un mas 0 me- hs Tejano futuro, jen el evangelio es presente! "Eslay frasos del corsieno de In carta a lot Fomanos nos ‘manera de programa, 10 que es tipieamente peculiar ¥ distintive de Ye comprension pavlina del primi- tivo kenigma eristiane, Por lo demés, esta fuera de duda fel que Dablo interpreta y cesarrolia el mensaje de Cristo como mensaje de ln justifieacién sélo por ta fe. Esta doc- trina, Tejos de ser un patelmonio comin de Ia primitiva Comunind esistians, ea una” aportacion eapectficamente Daulina. Bn ningin otto sity ha sido desarroada, reflexio- hada, elaborada y expresida Ia fe en Crisio —que une a Pablo eon todo el resto ue Ja primitiva eristandad— en ta ‘ireceién de esa doetrina. Bsta, no slo ha puesto a Pablo ae 166 aensaje y toto de a parte de tos enemigos mortales del judaisme, sino fue ineluso le ha llevado al deserédito en Ja eristiandad ddessu tiempo ¥ le ha hecho taro y extrario.Y sin embargo, por madio de eile doctrina to ha convertida on ol spéstal Se los pueblos, y no sélo ha sacado adelante el eristienismo fiers del judaismo, sino que por primera vet ha funda. ‘mentado con rigor teologico la unidad de judios ¥ gewtiles en Ta iglesia. EL amplio horizonte del mensaje de Pablo aparece cler- tamente ante el pensamionto mademno como un tanto des ajustado a causa de su doctrina de la justiteaciOn, En ffecio, en su actitud fundamental, dentro del marco de 1a {otalidad de su teologia, se relleja claramento el hecho de ue él como judio eelasa de la ey, se ha encontrado con el mensaje de Cristo, y 1s ley —eomo ambito. de pensa- to y de experiencia— he seguldo slendo, como era do Suponer, un factor determinante pare su eomprensién de la salvecion, en cuanto eristlano y en cuanto apsstol. Su pen- sar en categorias de ley, justicia, justifiacion, ete, hace Teconocer en Pablo al’ que en otro tiempo fue julio, y Gesdle el punto de vista jadio le hsce ser considerad api tate, En cuanto su tologia se. puede, pues, consider que en esta doctrina encontrarnos los Iiites las pect Iaridades mis proplamente suyas, aunque inflildat por su situacion y por su epee: Por Jo demas, en los tltimos estudios sobre Pablo, 1a afiemacion ce que In doctrina de Ia justifiencién ex ol pu fo contral de Ia teologia paulina no es incontestable, se haa sostenide la opinion de que tal doctcina no es simaple- ‘mente una “doctrina antiudla”, parcial y' derivada, que de ninguna manera puede set supravalorada —como en las reformadores del sigio xvi— o puesta en el lugar een: ‘ral (W. Wrede). De manera romejante, A. Sehweiteer la cali como un “eriter secundario justo al exter central” ‘de la mistiea paulina de Ta salvacion Esta tesis puede apeler en favor suyo el hecho de que la doctrina de Ia justifcacién solo sparece expresa y de. talladamente en las cartas a los gélatas, a los romisnos y los filipenses, as! como también puede relvindicar el he- cho de que en'la teologia de Pablo existen lambien ottos temas y dmbitos de pensamiento que nose puede acer deriva? sin mis de la doetrina de la justiicacicn, Asi, esta parece estar totalmente ausente en Ins eariae a los corin: Pablo y at mensae de Cristo 167 tos. Sin embargo, en realidad no esti ausente, ¥_precisa- Inente estas carias muestran que Pablo, en aqucllas oca- Sones en que su lenguaje dcbin diversifcarse en alencion Sus ayentes y lected erstanos no Jus, no present Suvevangelo de manere dilerente a como fo hacla frente 5 lag comunidades fuertemente femilierizadas con 143 coo- fumbrosJudiae Su ultima gran enrtn a los romans Tues tia cdo el tema introducido 9 tema fundamental do 68 teologiapenmancceilentico desde el prinelpio haste el fina TNo es correcto aribuir « 1a doctrina pauline de a jus- tincacién ime signifeacién limitada dentro del marco. de luna polémien condicionada por Ia situacion. En realidad, ‘Sin Qa dectnna precisamente ol apéatal ha roto radical monte las tradiciones del judatsmo y del eristianistoo judo Ya "ley", a la ver que ha dado a lo que € Hana la usticia te Dios” una valides y una amplitud que lo abar- ca todo, Frento a la equivocada tesis que antes hemos ‘lado abe desi por tanto tambign To cantraro: toda Mi Dralicacin, Snchato all donde Ta doctrine de Ta justiea- ign no aparcce expresamente, solo se puede. entender ‘correctamente st se pone en estrecha relacion con tal doc= trina y se enfiende Juntamente con ela Que In doctrina de la justifeaciOn de, Pablo no debe scr entenida corno sna teora teologiea ms junto ak me Ssje de Cristo prociamado por la primitiva comunidad, sino omo su mas autenties interpretacion ¥ desarrollo se hace ‘lao en el hecho de que en el capitulo primero de a earta {Tos rornanos dos veces en un espacio muy pequeho —¥ dos veces clertamente muy diferentes so hace un com pendio exhaustive del contenido del evangeio. La primera Wea se trata de un eredo recogldo en la carta, Se confess ‘li & Crsto‘como “nacido del lnaje de David segun fatme, eonatituldo Hijo de Dios con poderio segin ef spi= Sts de santidad partir de su restrreccion de entre los ‘muortos" (Rom 3, 3-8). La jogunda ver se nota claramente ST iinguaje de Pablor “nome svergucnso el evangelio, Ya que es fuerza de Dios para salvar todos las que creen Phraue.en el se manifesta In justcia de Dios por la fe, ¥ para todos los que ercen,seqtin esta escrito: “el justo por Ete, vivied™™ (om 1. 168). Al principio parece como st lis dos afrmacienes no fuviesen mada que Wer una con la ‘otra, Aquel viejo credo, efecivamente, de ninguna manera 168 Mensaje y tetogia ‘se referis a Ja justificacién sélo por Ia fe; ni antes ni dese Dads de Pablo he dado nadie una tal interpretaeién en este Fentido. ¥, sin embargo, no cabe ninguna duda de que en tl pensamiento de Peblo tanto una como otra afirmacien Fepresentan un compendio total del contenido del evan Bello. Por eso, de ninguna manera puede entenderse. la ‘Primera afirmacién tradicional (om 1, 3's) como una sim- ple reverenela para con la tradieién ¢ como una tanifes: facién de la propia ortodoxa para paser Tuogo a anunciar su propio y autention mensaje, mensaje que desarvalla toda Is tarta a les romanos, La mutua correspondencia entre Js afirmaciones cristoldgicas y sotericldgicas , dicho mis exactamente, ol desarrollo del. mensaje do Cristo como mensaje de justiieacin y viceversa, es una preocupacian ecisiva en toda su teologle. Hl comfenzo de su carta a los Fomanos apenas deja ver qué recorrido de su fe y de su pensamiento, qué revolucionaria pereepetn o qué Telexio- fez median entre Ta tradiclén secibida y conservada por Pablo y su propia teologi, situsda en un Smbito de pen- ‘samiento totalmente nuevo, Pero este comienzo de la carta 4 los romanos presenta unas cuestiones sobre las que a ontinuaciin debemos refletionar mas laxgamente. "Antes de nada aludames odavia a algo earicterstico de ja teologia patina, slgo significative y, por To. general rpuy! poco tenido en cuenta, La leologfa paulina we relate ‘deeididamente a todo intento de exponetia como i fuera lun sistema cerrado y Tigurosamente.ordenado segtin los temas, como si fuera'—por decitlo asi— una summa theo logiae. Muchas exposiciones erucitas proceden asi como si ‘no ewistiera tal difeultad, y recopilan culdadocamente las ‘Mleimaciones paulinas sobre Digs, Cristo, hombre, salvacién, socramentos, iglesia, escatologia, ele. Cuanto mas alta es Ta perspectiva en la que se sitian, tanto mejor pueden ofrecer tna vision de conjunto bien documentada sobre To disperso. Y sin embargo todo esto, ineluso euanio para cctda frase ae presenta todo el aparato critica exigible, «= flo mientras no se Teconozca Tianamente que leg aftms- clones peullnas no se encuentran precisamente en tal ot denacién segin temas dogmatices, sino que casi siempre las encontrames de manera fragmentaria y entreteidos con otros temas. Ninguna expasicion —tempoco la muestra pulode protender ardonar el curco del pensamionta Pauling Poblo el mensaje de Crist 169 ‘segin unos determinados temas y problemas elaves. Quede tun recurso; en realidad un tema erpalma con el siguiente. Ete estado de cose no es evidente, por supuesto. Ya I teologin helenitien sadia y no menos’ la crstiona py rmitiva sobre todo Ie de los lamados opologetas eristia- hos desde el siglo ii han pergefiado una especie de sis- tema o de esguema jo de tomas reigiosos. Asi, por ‘ejemplo, la doctrina acorea del Dins verdadero contra los fuchos disses de log paganos; In bondad y el poder de Dies ereador; la historia de Dios con Israel; los errores y J ceyuera de les hombres, el eumplimiento en Cristo de Ins profecias del antiguo teslamento; Ia Uamada a la con- version y, finalmente, el julelo divino sobre la pledad y Is implode. ‘Aunque de muchos de estos tomas también se encven- tran textos provatorios ett Pablo’ y tras tales textos se hhacen perceptible: las tradiciones, sin embargo, es muy slocuente el hecho de que apenas han sido expuestos por Pablo en eae orden, y fracasan todos los intentos de reiue cir a sistena los textos. La explieneion sullelente de esto hho debe ser buscada en Ta casualidad de la cambiante tuaeign en que son eseritas [as cartas —aunque esto cler- famente tene también su infiujo—, et tempoco, de ninguna manera, en el lemperamento volute, clertamente pasional el spdstol. Beta totalmente aquivoosda Ta absurda distin- iin de que Pablo ha sido "practico 7 no tedrieo", ast como 1 fuieio global de que a é1'no Te ha sido eancedide el don fie in pensamiento ordenado. Sus earlas demuestran lo Contrarlo: presisamente esa eualidad fe es propia s él mis ‘gue. ningin otto apéstol o ator. del. primitive eristiae nnlema; Ie he demostrado de manera admirable on difiilos polltticas. En realidad, el motivo fandamental de la diver- Fidad e-estructura de su penstaniento radica precisamente fn la peculiaridad y en el contenido de su teologia. Esta feta tan profundamente dominada por el encusntro entre bias, el hombve y et mundo que, propiamente, ya no puede hablar de aqueline “tomas” eeparado: y aislades. Todo ests enleeejido en el tema general el juicio.y In grace. El ‘campo en gue se realiza ese encuentro es el mismo arrbito ‘de st pensamiento, que él nunea abandona. Dicho de otra manera: cada alirmacion sobre Dios, Cristo, Espiritu, ley, Jieio 0 salvacién siempre comporta’ a fa vez um afiemas 110 Menate y teotoia ion sobre et hombre en medio de su mundo, ya se trate {del nombre viejo, perdido o del nuevo, hiberado por Dios ‘La predicacion ¥ la teologia del apéstal tenden con rnuamonto al objetivo de hacer que’ el hombre, frente Dies, se comprendia asi mismo y eon ello reflexione acerca ‘de au situncion y de su vide en medio del mundo, Al no treyente le presenta Ia enigmatiea patadoja de st misme ser (itom 7, 7-55), y al ereyente le descubre lo incomplete de todo eoriociminto (1 Cr 18, 12 3). En Pablo la razin y la Te no estan de ninguna manera, como con frecuencia Be dice, on unn relacién de radical y desesperada contea Gicelén. Por el contrario, Pablo muchas veces utiliza enér- Bicamente 1a razén, la conciencia y la capacidad de com. prensicn y argument con el fin de persuadir y convencer f'sus interlocutores, ya este hablande del hombre no rede falda 0 del salvado. Consccuentemente, usa un eatilo de Predicacién apodictica, a manera de revelacién, estilo uti Tizado en su ambiente religiose, incluso par numerosos pprodicadores eristanos, La “palabra de la crus", en efec!o, sta, segtin Pablo, en una fuerte opnslen con la "sabidur de este mundo” (1 Cor 1, 18 ss; 2,6 ss). Con ello se alud a'una forma humana de pensar y entender, une forma ‘muy concreta y muy determinada en cuanto’ a si conte hido, que ha fracasado ante la sobiduria de Dios y que ha evado a los hombres # la perdicion. Hsto no eambia, sino ue confirma el hecho de Que preclzamente este hombre, quien esta destinado cl mensaje de la gescla Iiberadora, Glebe comprender incluso Is parsdoja de le obre. de. Dios fn la cruz de Cristo. En este sentido Pablo ealifica su evan felio coma un ana “para destruir Tortalezas, mlenteas, Contra toda soberbia que se slza contra la ciencia de Dios, estruimos razonamientos” (@ Cor I0, 3 s) 3 HOMBRE Y EL MUNDO. EN ESTADO DE PERDICION na en el evangeio jue ‘Giom 1, 1). Pablo 10 puede menos de hablar on segua del estado de perccion 2e"indee los hombres frente Dios. ata juticia de Dine Se hase patente en el hecho de que. todos son ctlpables tite ln Hamada que Dios hace a In vido en dete, ante ix ley de Dios, y en el hecho de que estan smetidos a 54 ira (Rom 1, 1831) Esta extraondinoria eognicion no Pa Pablo ina veriad general, intemporal que et hbiera cone Seguido cevlando en una desesperadarelexign con la cdl se habia adtantado als mica ley. Por el contact, eel mismo mensaje de salvaciin el que pesbiita y pro: porciona esa exesordinariacogniciim, La existencta de Fombre bajo in ley aparece sie iur del evangslio como Sado de perdicién ante Dios. En Cristo, como dice Pablo, {5 tatirado el velo de Tn fey @2 Cor 3,10). ‘Ya aqui se hace visible una signieaiiva pecalardad de Ia comprension paulinn de Ta ley que To distngue de tras Sgurss representativas del primitivo cistiansmno. A Pablo no le bata la indicatible declaracon, ~corecta histiviemente-~ de que partir de Ia ley se le manifest tl-sentide dela mista de Cristo. Hots decaracion, forma ada en eate nivel tan general, e vida pare toes lor que en ef primitive eisanisno proventan det Judaism, Sin srnbergo, para Pablo —y no silo para él la frase ex elerta también reves: abio a partir de Cristo se le Teveld ver ‘ledersmente Isley, 8 saber, como fandamenta de vida y tovtzonte dee extancla trtodenta te todos los homes, dees jadi y de los yentiles.

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