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PAPELES DE PEDAGOGIA 1, 1 Renda Tlvikin y educacion 19, © Maza Animerica yrepresentacion 20, 1M. Calvo “Fuucacon y fosoflaen el aula 21 TM. Esteve Ef malestordocente 22. 1. Guerrero - Nuevas perspecivas en la educacién ein ‘ogracion de los mos con sindrome de Down 23, Le Sanchez Comal “Literatura tft yleguajelterario 24. Patelo= Comunicacton no verbal’y educacton 25. C taqulerd a rnin de profesor 26. A. Vasquez Bronfinan e1. Martner La sacialiacion en th escuala 27. MV. Crespo El retom a la educacin BA I'Forvea- Television subliminal 29. 1-C Mlich «Antropol simbalca y accion educative 50, 1M. Puig Rovira "La eonstruccion dela personalidad ‘mere 431, F'Ballo Vazquer 1 comentario de tetas Meavios 32 MotnaPartiparn contests de apron dese 133, FBircena - ofc de a ciudadanta 34. R Mecha -Compariendo palabras 435. M-Dolors Rena” Otra pacolota en la escuela? 36. ML Romans y G: Viadot “La educacion de las personas ‘datas 37. X-Bonal -Socologa de a educacin 38. C!Lomas Como aprendera hace cosas cow las palabras Gol.) 38. C:Lomas -Cémo aprendera hacer cosas com las palabras (ol. 40. MCA Soler Diddctica mullsensorial de las cenclas 41, 1. MC Duart - La organteacin etza de la escuela y la Iansinsion de valores 42, D.Caasany "Const laesritura 43. F Pedroe Puig Las reformaseducativas 48. M. Gully J, Munoz Descondcets at mismo 43 Joemes Zducaren wna eultara del expect 46.8 Bien yc Macht eat como acon 47, Mut. Cava yG, Musi -La potenciacén deta autoestima la ecu 48, M Romans y otras De proesion eucador(a) social Fernando Barcena Orbe El oficio de la ciudadania Introduccién a la educas mn politica PaIpos Ami padre, Alejandro, Ia Memoriam. ‘Mas alls de lo que es posible expresar con lenguaje hurarto, Te agradezco la fortuna de haber formado parte, toa mis = 1997 aft es en cel, sets hermanos, de su particular atrbum dela que sempre = Fuca new se sii tan ongliosoy fae Av Dit 62640, asa pst ve: ee Coc» Man Pa ere te sea Ami madre, Maria José, por su presencia siempre amable, EIGOAB, ees Are, Se pata ‘su esforzada dedicacion y su corae. Siesta a . los dos, gracias por su entranabl fecal Scatter "2 r = a eat erat ne en ings on aga: 1997 ’ Abn oe Row sinseagr ass even ingyen nia sen de a pid, oka jn sno namie ernst ‘pe inin main pom pv eer nineties wbkabonsten nh -unleuM 5 Inpro "Pad enc Isinoe(nhwhonbs wbietong fh 0 SUMARIO. Primera Parte LOS DISCURSOS DE LA CIVILIDAD |. La educacién politica y el oficio de Ia cciudadania, : a LL. Ta politica y Ia frailidad de ia democracia. 27 12, TA educaciin y el oficio dela ciudadania.-. 40, 13, La hostilidad entre la filosoftay la politica» 50 14. Ravon publica y ciudadanta ellen...) 53 1.5. Rorty, Bloom y la educacisn demoerdtica elvalor de una educacion Rlowdtien =... 58 2. Dos modelos de educacién politica la cludadania como estatus y como prietiea . 75 2 22, 23, 24. 25. 26. ‘lucacton politica y wadiciones elvicas.-.- 75 iacia una filosolla pale: una vision panorémica n Homo poiticus: la politica va condielén humana as La comunidad y ia ciencia del ser humano | 95 El debate liberal comnitarisa los temas de una discusion 102 [La cludadanta convo estatus: Rasss y clpensamientoeivico liberal 108 2.7, La ciudadania como practica: el pensamiento.comunitarist 7 Segunda Parte DIMENSIONES DE LA EDUCACION POLITICA 3. ftlca de la clviidad: la actualidad del hhumanismo civico as S.L- El deber de la cviidad: la tadicida, republicana 135 132. Lanaturalers contestable dela cudadania., 149 33, Caracterisicas de la préctica eiviea 157 314, La formacién del cardcter eivico.s 10-0. 164 353. Eljucgo dela ciudadanta, 170 4. La compronsin politica: la voluntad de sentido ‘en Hannah Arendt 7 411. Hannah Atendl una reliexidn biografica 178, 442. Pensarla politica en la hendidura del tiempo, 184 43, Pensamiento, comprension yla bisqueda, dal sentido 139 44, La modernidad yla crisis de ia educacion’ 195 45. La accion y la revelacign: la cancepeicn de la cludadania 208 ‘5. La sabidarin de Ia ciudadania: la formactn del {uct politico as 1. Latconversacion yeljuicio =... 215 32: Laprolematicn dal utcio pic: vas de analiss 218 5, Sentidos fundamentaes del juicio politico ... md 54, Bl juicioy las imagenes de la actividad politica cemeteries + R6 5:5. Hducacion ycultara del ici, 2m 5.6. Eljuicio poltico y la educacign del pensamlento oe a6 Notas oe Bibliografia . 281 2 INTRODUCCION En los sltimos afios he intentado explicarme qué se puede querer decir hoy cuando se ensalza la necesidad {las virtudes de una formacién en el sentimiento deci- Wilidad.! Al tratar de dar respuesta a esta inguietud me he pasa ‘do bastante tiempo intentando hacer una lectura pelags: ica de la densa y compleja marafia de literatura —que proviene sobre tado dela filosofla moral y politica contem porinea-~ sabre cuestiones de teoria democratic, lo p= blico yo privado, los liberalistas y los comunitaristas, la partlcipacion civica y muchos otros temas relacionados on el sustrat filosico de Ia educacidn de la chudadanta {la edueacion democratica "El ert interés que, en los tltimos ates, una parte cen- tral de esos asuntos ha promovido en diversos campos de Tas ciencias humanas y soetales, no se ha visto suficiente mente rellejado, sin embargo, en la investigacion peda {pica tedria relacionada con el problema de la edueacion ‘lvieo-poltica. Varias razones explican este fendmen, yen tonereto dos ‘Laprimera tiene que ver con las severas dificultades de aplicacion de las conclusiones de ciertos debates académ 60s, que tienen su origen en contextos sociales yculturales lejos de los nuestros —como es el caso dela polémica Suscltada entre lberales y pensadores comunitaristas—al, Admbito peneral de ls poliieas sociales yal contexta espe 1B ‘fico de las decisiones en politica de la educacién La se- ‘gunda raz6n se refiere al efecto producido por la celeridad Con la que se han adoptace ls tltimas reformas educati- ‘vas en nuestro émmbito cultural y la tendencia, bastante ex- tenudida en la comunidad pedagégiea, a no acompafar la claboracin de materiales einstrumentos, en concreto eh materia de educacién moral yefvica, con una distanciada, reflexion y debate torico sosegado acerca de tales eues- Sin embargo, la actual sensbilidad relacionada con la Jmportancia de fortalecerlareflexin éticaen las practicas ‘que se realizan en las instituciomes educativas sugiere, en ‘i opinion, que prestemos una mayor stencidn a este tipo de discusiones. Pues ells plantean, de hecho, ur eto para la reflexiény el pensamiento de los educadores, que es gente extender tambien alos eckicandos, relacionado con los grandes desafios mundiales que las decisiones pedago- ticas ylas decisiones en materia de politica educatva te- hen que afrontar ‘a tension entre lo mundial y lo local: la tension entre las pretensiones globalizadoras, universalistasy partical- ristas; entre la tradieiny la modernidad y la innovacién: la tensién, en fin, entre las lamadas a una educacion ba: sada en la competencia y el imperativo de Ia igaldad de ‘oportunidades, no deberta quedar al margen de las res: estas que se deben dara las aeusaciones de quienes pro ‘Claman que nuestras sociedades actuales han producido tuna rotura de los vinculos sociales En este marco de preocupaciones, algunos se han pre- smintado ya qué podemos hacer para aprender a vie jun tosen|a saldea planetaria» cuando, de hecho, yal parecer, no sabemos o no podemos vive en las comunidades ms abareables a ls que por naturaleza pertenecemos. Sina ‘progunta esencal dela demvocracia se reflere, pues, asl que Fomos 0 podemos parteipar en lx vida comumitari, tal ‘uierreflesién relacionada con I eduesciin del ciudadano ho puede limitarse a elaborar materiales un instrmen tal nmediatamente plicable en la practca en ausencia de tuna reflexin te6rica sobre estas preguntas. “Enestelibro he intentado no olvidar el rto que tales in “4 terrogantes plantean al andliss del problema dela educa cidn demoeritica. La perspectiva que he adoptado para el testi de los problemas que trataré aqui ese de una flo- ‘Soffa politica dea educacién yen este sentido, uno de mis Dropdritos ha sido acercar a los pedagogos y educadores Interesados en la idea de la educacién civica ¥ politica a ese tipo de cuestiones y debates que, alejados en principio {de los temas que normalmente se tratan en la comunidad, pedagOgica, sin embargo poseen una relevancia mayor para nosotros de lo que estamos dispuestos a admithe Con flo, siguiendo la afortunada metaforn acufada por Mi- chael J; Oakeshott, no he pretendido otra cosa sino abrir la reflexion educativa, por lo menos la mia, ala xconve! sseién de Ta humanidads Ia misma sobre inex In ea facién del hombre versa. AI hacerlo ast he procurado, pues, unir las voces de la pedagopta ¥ de los pedagogos Tas muchas otras voces de las que, en mi opinion, esta ne cesitada nuestra diseiplina, Recononco que este intento entrafa no pocas dificult des y riesgos. De hecho, yo mismo me he sentido en m= has ocasiones, mientras rahajaba en la elaboracion del libro, sumamente perdido y eonfundid. Pero he aqut que ‘enuno de esos momentos de confusién repasé algunas lec turas que tiempo atrés habia realizado, quiza sin enten derias muy bien, de la pensadora alemana Hannah Arendt (Hanovre 1906 Nueva York, 1975). "Este libro no es un ensayo sobre Arendt, pero no To hu biese podido escribir sin la fuente de inspiraciin que ha constituido para mi la letra de sus libros. Pues ha sido como consecuencia de esta lectura que ml atenctén al de- bate entre los pensadores liberals y los comunitarstas, hhay tan conocido e importante —y de certa proyeccion en filosofia de la educacion—, sufré un cambio de enfosue, ‘lentras aumentaba mi interés por el sorprendente pens ‘miento dela sefiora Arendt ‘Alllegara este punto, mi antigua pregunta por el sen- ido y ls Importancta de la educacin de la eivilidad, en ge nnerl, se transformé, poco a poco, en ol interrogate. La Dregunia ahora ya no era qué es eso de la educacion ci {adana,aseeas, sino qué tipo de seducaciéns parece perl 15 formacion dea cvldad en una pce come la musta, ca- yas caricterisicasparecen agudament dstinas las de pocas anteriores. ‘Como esa pregunta tien bastante importancia dentro del marco d eae libro, comenzaré en esta Introduccion Dregumtandome lo siguiente: ¢qustene nuestra poca que hohayan tenido otras? ie Pues bien, partiendo de la base de que no me siento competente para dar una respuesta ogmatcn a esta pre junta dr, tratando de responder a ln de un modo fn Tiv, que muestra poe se caracteria por ds rasgo, ic sfectandelleno a nueao problema, yen concreta laa tividad del pensamtento, porque, coma die en diversos ‘momentos del Hbro, tales rangos configuran el marco 0 las condiciones contemporanens dela actividad del pensa Ta primera caractristica de muestra época ess capa- cia de dsencant,es det facia para romp Con tas mejores expectativas de las personas, Nuestras soe. dlades son, en buena parte, soctedades moralmente a dlentas, socledades que formamos dose las que ‘nos hems acostumbrad vivir en la mentirayen cl rau de- Bsa capacidad de defraudar de nuctras sociedades proyecta nt muchos sectoes:enel dito del conocer to, donde ya no sabemos toque signin saber» em ce tris sociedad de a tnformacion y dsl conoctinento, en lamb dele accion y dl actuor (dela praxis vital) por ‘ue hemos Hegado ssh la capac de acckin ade omenzar algo nuevo, de iniciar— con la prodtuceon y la fabricacionem serie; en el dmbito del pnsamtento, dela ac tvidad del pensar, porgue certamente parece qe hemos ‘hvdado que pensar tambien es comprender y tata deen Contrar un Sendo al mundo que habltames, pera ue no parece que amainos suficlentemente, al vata def que hhacemeos con él como sila expresion ~porcerto fan quer dlade Hannah Arendt—dmor Mundi yap siguiicase nada pars nosotros ‘Con estas preguntas as formuadas accedemos a otro nivelen el que nuestra epoca se caractriza, en segundo ly tar por lai dena srptoras de una crechare de na 16 hendidura enel tempo. Se separa to piblic del pivado, In tiea de a moral, lo justo del ben, lo legal de lo moral, Yyelpasado del fro Enresie siglo que estamos a punto de terminar nos han ccuride costs buenas, pero tambien teribles, Ha habido Scontecimientos com el enfmenototalitari—cuya ste Trble novedades parece tener unas consectiencias sin pre ‘Cedentes:sLa tribe origialidd dl totaltarismo es éribia Hannah Arendtno se debe a que alguna “ea” ‘hueva haya entradoen el und sino al hecho de que ss $cciones rompen con todas nesiras tradilones: han ul ‘erizadoliteralmente nvestras categorias de pensamienton politico y nuestos exterior de jucto moral FFendmenos como éstos, para los cuales, como decia ‘Arent, la vida humana puede ser superthis,y donde ha {Exrelbien ol al ya noexige sigur contareon algunas razones o career deel, certamente nos colocan en penosa stuaci, tna frente ala cual lo que plensen ucacion, 0 hagan por ella los educadores, tiene su i= ortanela, Po pomne a cesenciae de a educacin reside precisamen- teen la posibildad de yarantizar un futuro. Bdvear es un eth ae hay ae cnr efrentementsen emo tambidn el fendmeno doa natfdad, del macimento; un Stonlecmiento que es expresion de fecundidad yal mis {no tempo, dena cera la del ealumibrami {Que suc hacerse sind “Tl vez nos demos cucnta de la relevanciafilessfca de cesta segunda earacteristien de nuestra epoca si pensamos tin momento en la posblidad de que los seres humans, Como dice Emilio Lled6 en El streo del tiempo. ten fos mis remedio que vivir enn mediacin dela adicion, Ela tadicion entendida como la zen de wn origen de {ino que ya bernos perdido yolviado” ‘Se trata de una tradiign a cya verdad originara silo podemos gar aprendiendo a movernos en Ia sbrecha del {impor Enna forma de actuary de pensar cuyo melor Togro tal ver no sea otro que aumentar nuestra ganancia fen cdma pensar -comprendizndos, yexplorande els 7 lo deta realidad y de un mundo en et que, por efemplo, oxas como el tottarismo son simplemente poster Soqin lo ented Hannah Arent este pensar adopta ta forma de an dalogo real de un dope presente ‘mismo tempo, intempori* Enel pefaio au bro Ere ei pasado 9 ef fturo precisamente sehalaba Arent gue “stines conternporane sdo nla media en te muss Comprension aleanza a sero. La unica forma de lograt Sentimos en est mundo como en casa en de acuerdo on silo, spartipar en a intermivable dialgo con su esen: ‘ine, Se tata, por tanto, de un dilogo enel gue cl pensa tniento, en verde dogmtco, se wielve pensaminto dit fo, pore, como dice Lledo: «Frente ala verdad ita dca por ls primeros, yao cab, para no pert el core {acto on ela, sino engarzarse ens tradicton que como dua la inereepta yin ndiatias? sta conexlon ene pensamientoy délogo, por una parte y entre penaryrememoracionoYecuerd, por ots, penance nS be iniia com el recuerdo, Lo que salva ‘tos asuntes humasos des uid eonsustanal sll desacar ne rao gla sae eenoacon do.que Arendt denomina sas condiciones contemporaness diel pensamienton es dei, aden de a rptura antes mer ‘ionada, el hecho de que cl tempo se cura eae te, dion y de que nuestro presente ex preisarente sabre ha abierta en el emp, esa hers ela que meats hecesidad de pensar soo se satstace pensando, es decks anand expetieneta en como pensar Fear eer compen —ungue no per ‘ar por lo menos no necesaamente—qulea poraca die Ferenc de la comprension, cuyo fn sla reconlacion, alpen bine asin ira desde nm std ligtsso tracendente En este puto, me pregunt: el puede pedir capac dad de perdnalcudadano? (Aco no se propio Prarie para que sea competete en como pensar en Eomo ginancia de la compressin, de a reconeliglOn? En defini, gque lugar ecupa el pensaminto corte 18 del pensar ena brcha dal lempo, en el contest de una foracin de ln tulad? urs bincn cleo mundo argument central del tro ests rlalondo com un eta tei In pond de Setecharlos aos entre la forma de a liad yuna den dela eluacin flonOtcs, Probabementela propucs- ‘xpurecasorprendente al menos desde opto des, Guzlconencionaldequeloscjaivon dotnet tipo ae cascaclon son sadcaimentecstinon. Si omar, oon intentar hacer ver esta propuesta no ex nn rarer De hecho, hbo una epoca ent que a ser mano spo Stine sblamente riba condiciones, Ee ser humano se ilamabe Scots a paride aya muerte, precarente ta psa dela posterior existncn de una cul de apo Tiida pemsamtentoy pole logon a er hotles ‘ast br ln orentcion principal de mi are tacons in tterida a cmos sonatane,o debera cos tia, la capacidad humana de uo en ete cas, lace pacldad cadadana de jlo plc ¥, por ello smo, Uns pare principal de mis tflexones sin inspirndo on {propose de contibuir a una mejor debian de a “pbtomolos dl sno a seme permit a express lio ein Construscion de un tert dl conocntoy Ct ssher cise. Tal teria node sero ue i To fescionacren del saber pico, Una ells sabre a est even. Pryce acento principal dest iro ears pesto na ugar que el jul, coneeo comme Inna de un Suc plicamente competent pars acer ocwpa de trode un proyecto de cacion police dela chuadania Intenaré expla por tanto, como se configura desde I telexioneucatvael compromise con una elueaion po Ikea ont gee! fio acvidd del pensation 9a ‘len ocupn tm ug Rindamental nga proeble tmenteno dco, Porque ln anclon de un somone trig, fundameniaient, fa expackad—y Ia vind ds Comprenderaqulla hacia sal ho se compre Elcomproms eso una actvdadcario moral amore flexva ode carcierintectua. Habla deta edicaiony daloiiodelacuadania etait como sole, dele 19 reflexion educativa, que se abra un espacio prolongado de ‘meditacion,y de conversacksn, en el que no una sino ns luratidad de voces intervenga en un didlogo cuyo tema no ‘es otro que el bien human en comunidad. De alguna forma, por tanto, esta intencién inicial seré rebasada, o mejor dicho, encardinada en un spectro més amplio de preacupaciones, as que la reflexion edhcativa, especialmente desde la forma de una Hlosofia dela educa ‘itn, debe acceder de alguna manera ‘Una de tales preccupaciones quedé bien expresada en un ensayo que Otto Poggeler dedies ala velackin entre f- losoffa y pottca en Heidegger. Se preguntaba Poggeler hi sila flosolia podia contribuir a instaurar eierta sensater Y eritica frente ala comada postr del aplause o la pro testa ineficaz:«2Fxiste hoy, ms allé dela alternative del ‘mero aplanso ode la protestaineficaz la posbilidad de re forza la critica y la sensater a trae de la filosoln, cua do a humanidad emaprende alge totalmente nuevo con la construcelén de una clilizacién mundial unitaria ya este eso ha vineulado sa future Tal ver resulte srprendente escuchar ina pregunta de estas caracteristicas en el mateo de un estudio como el dle Pogyeler—dedicado a un pensador como Heiden, lilésofo que asumi6 parclalmente ss colaboracion com el hacionalsocialisma, Pero como senala certeramente Josep, M- Esquiol, quiza precisamente por elo, por el hecho de ‘ener que saprender» de los errores politicos de Heidegger, |e filootia nos dewuelva la capscidad de pensar come ins ‘actividad central en nuestra voluntad de comprension de sentido en un mundo donde cosas hermosasyteribes son, al mismo tiempo, simplemente posibles:™ {La pregunta de Poggeler nos devuelve, ast la inguictud por el sentido, por la actividad del pensarniente rellexivo {en tun mundo donde la téeniea —con todas sus ventajas & ‘nconvenientes—mas que una respuesta étea, a veves ex fe una respuesta politica, si bien desde el marco de una politica éica. Creo que una ms estrecha vinculaciOn, eel plano de la reflexion distanciads, entre filosofia politica ‘educacion de la civildad nos brida la oportunidad de te Dlantcarnos tos temas clsicos de la filosotia politica —la 20 f cvestion acerea del mejor goblemo, la pregunta por la e- timacin del poder desde el plano, como dice Esai, {ela padei, ce decir, desde Ta reflexion sobre como 1a tcieaion pede promover lo mis human del hombre in'aeion ye pensamiento." Gonos ve pan conten respectivos sistemas de pensamiento, a apuesta de aulo- res como Habermas, Gadsmer o Areal nos ita en est “ire. fn este libro, como ya he sefialado, la Inspr ‘Son cemral se encuentra en el peculiar pensamniento pol to de Harnad Arendt. Tambien ella rey quel ver ‘ero peligro de in tnicay de a stuactn cred por las ‘Sencha rm in peligro polilen- At earb1,prciamente tun libro cuyo tule cs ya de por st sufcicntemente ig titeatvo La condicin humana —que spon ser que ‘woos criatursatada ala Terra que homos comensa00 Sactuar como i feramos habacs del univers, seaman Ineapoccs de enender esto e, de pens y hablar sobre onan qe, no obstante podemos heer [1 St sucediea {fue conocimlento (en el tucdema seni de know how) ‘ensamiento x separasen dfinlvamente, os convert thos em Impotenicscaclavos de nuestros know how, ire Alexis cratirasa merced de cualgulerarefato técnica tmeme posible, por muy mortifero que fueras.” Y afade ‘Arendt’ sLasturclonereada por las lenclas de gran ig. Iificacion plc, Donde ler que stem pligr opr plo del lscurso, a cucstion se pola, ya que e precisa: Trent el discus lo que hace al hombre on scr nico Te pedagogiadcberia rellxionar sore estas ideas. Yo no he pretend otra cosa que epuirel conseo aren inode rpensarenlo que hacemos, convencida como estoy Ace lac ote nab i ai ompromiso con a parteipacion lca, consttujen r= tas prilepiadae de accion en la que lo hombres —en ‘lua no en singilar lo alcanzaros el sentido y el ‘nied através de lengua y el senimiento compa- ti, a través de la acc conf a deliberacion publ ‘ny formas diversas de conversacion cca ‘a libro consta de cinco capitulos que he ordenado en dos partes fundamentals, En a primera parte Los di a ‘cursos de la civilidad— rato dos temas. En primer lugar ‘capitulo 1), explovo el carseter esencialmente vulnerable de Tas vinculaciones politicas en nuestras movdernas des ‘mocracias y el sentido global de la tradicional hostlidad ‘entre flosota y politica es decir, entre el pensar yla vida politca— y sus consecuencias para la formacién en el of ‘io de ciudadano, La pregunta que gua esta primera cues. lion es: gqus contribuciones realiea sl arte de la ciuda. dania una educacién filosofica centrada en Ia actividad el pensar? Para responder a esta cuestin profunizo en la polémica que en los ultimes afios promovieron, entre ‘otros, Richard Rortyy Allan Bloom. El segundo tema que trato (capitulo 2) esta destinado a presentareriticamente las dos nociones clave que estan en la base de dos diferen tes ideas de Ia ciudadania (la cludadania como estates y Ja ciudadanta como prctica) y de educaciom politica, ‘¥como éstas parecen articilaye en el debate protagsoniza do entre los tericos del liberalism politico ylos pens comunitaristas: la idea de justicin Ia nocion de la co rida [La segunda parte del libro —Dimesiones dela educa ion politica contiene tres eaptulos. El captlo 3 en intento de ir mas alld en a expliacign de la naturaleza de la educacion de Ia ciudadania desde el estrecho imargen faumental que, en ocasiones, permite la polemic tedriea liberal comunitarista, Para ello, exploro con certo deten- miento el ideal de la cludadanta con el abjeto de mostrar su cardcter contestable y sus rasgos centrales, Especiica- ‘mente, me detengo en cl andlisis de la dimension etica de la educacisn civica, esto es, en ls relaciones entre editca ion moral y formacién dela civilidad, El capitulo 4 stu dla el pensamiento politico y la concepeidn arendtiana de la cludadania, con el propdsito de mostrar sus sugerentes implicaciones de cara a un educacign del cfudadan re. Jexivo,estoes, un ciudadano habil en la facultad de pensar ¥¥ comprender en una época caracterizada por los retos ‘que ya nos han plantead los fenémenos totalitarios en el siglo xx. Finalimente,el capitulo 5 es un intento de pensar la educackin evica desde un modelo earseterizade por la ‘nstauracion de una cultura del jaiio y dal sentido comin 2 también perio ls nticiones de Hana Avene {eho una eeonsacion de acaba total Goer cla cova hata polite po Sted socinda la volun de compression y sem Secon Oye de indagar sus mpcaclones pare na ttacaio pic en un époc que tom compromete 5 Scoponabies post en nm no os ot tanto marge de tla bata. “Tengo que confesar que no me ha resultado Fei ser bicenteibv,Deae ue comence ners pon thas que au rato, basta que me proprse mas seramente “Scribe ibro como és, han sido tnuchas las versiones STmucho el hacer ydeshacr come fn Ibo de enone, amos dec Ni siqulera alors tengo uta conciencia Mr dl vt de ue al present. Do Heo, tuchas ocaiones el hecho de desarvollar mi trabajo en el ‘und aadémico de a pedagogia, uni aa extra fer {Diaue, en los ules anos, me ha poreido hasta evatme ‘effentarme con dfs cuesiones de Mosota pola, thc ha supuesto no pocos qusbradrs de cabeza yuna i Eomoda sensacion de division Intern. Ast que, estos foment, no pucda sino esperar la benevolenicl del ama blelector y quid, siesta dispuestom seguir con Ta eetra, {un poco de ea capacidad compres dela que ata ve ‘ex hablo en i ibe De todas formas, en este arriesgado viaje, que espero no dar por concluido con este trabajo, me he sentido bien fcompanado, Decia Arendt que a aceiin humana tiene el mnllgroso pode de implantar algo evo enel mn, que sum fit en caye termino aeaban parielpando una ‘Plural de personne La esritirn, In difell peo hero $2 aren de exible un dscurao—-que east nea es ta cin solar sin una forms de pensar represen. {iva como ocurre con la meditacin exten en este Sent, uns acion que empieza uno solo per ci cuya rea Tizacin acaba paricipando una esfera plea mas em- pln, Esto oslo que ha pasado con este Heo, decuyos 23 {gumentos quisiera responsabilizarme, en cambio, yo sol, ‘especialmente de sus errores. or eso deseo agradecer desde esa forma priviegiada de vida privada que es la amistad, a Joan Carles Mélich los buenos consejos, el snimo y también la oportunidad de fprender que su propia produccisn investigadora me ha brindado, sin cuya eficaz gestion no hublese visto la luz “ste libro, Mis amigos del grupo de Filosofia dela Buca con del Departamento de Teorlae Historia dela Educacién especialmente Gonzalo Jover y Fernando Gil—en laf. cultad donde imparto mis clases tambign han eontribulde, dese hace ya mucho tiempo, a la realizacion de este libro, ayuidandome con un dislogo prolongado y permanente ‘afinar mi pensamientoy también a sentirme mas humilde cn la labor investigadora. A Jorge Larrosa, de quien poco 4 poco he ido aprendiento, eso creo, qué es eso de saber Jeers, el haberme invitado a ampliar mi biblioteca, A Jess de Garay le tengo que agradecer su siempre solleta disp sicin a la conversacion y al dialogo sobre muchos de los temas que agut trato, algunos de los cuales, si alsin met. fo tienen, se deben en parte as agudas intuiciones de sts libros ya sus generosas sugerencias, También desco agradecer a Julia Garcia Maza —divec- {ora de la Biblioteca del Instituto de Filosofia, del Consejo Superior de Investigaciones Cienificas-~ el delicado inte. és constantes esfuerzos de memoria por recordar que tleimo libro o artieulo habriaMeado que pudieseintere ‘sare para mis trabajos, ast conve la exquisite amabiliad dle suis magniticascolaboradoras. Finalmente, mi agrale- imiento particular, y mas entrafable, a esa otra parte de ‘mi vida —mi particular ." La puesta en prctica de un andlisis de estas caracteriticas consti ye; segtin Llano, una apuesta inspirada en la promocion ‘el shiumanisino cvicos," que edescansa en la conviceién de que todo cludadano, cualquier ciudadano, es capa de ‘isting la verdadere de Io falso en la vida pablia, es de tir de discern ene las lees justasy las leyesinjustass. Estoy esencialente de acuerdo con el andlisis de Ll, y especialmente con su idea de que la competencia moral de la cludadania estriba en st facultad de ulcioy discer himlento. De hecho, este libro es un intento de relexionar ‘com clertaprofundidad, sobre el juicio politico como ar buto esencial dela eviidad, yn intento de poner ex una ms estrecha relacin Ia actividad del pensamiento con un Alscurso practico sobre la ciildad. Para esta reflexion me serviré de algunas ideas que hoy ‘parecen retomar un nuevo impulsoen el contexto del debs teentre los pensadores Ibersles y comunitaristas,y acer= a del cual dire algo mits extensamente en el siguiente ca pitulo, Aqui voy a entrar la discusion en una pista que me hha propotcionado el ensayo de Llano que acabo de pres {ar esquematicamente La pista ala que aludo se refiere al papel quelaeduea- cidn puede jugar en la formacton dl fico dela child, Enel debate protagonizado hoy entre iberalistas ycomu- nitarstas, los primeros, como seiala Llang en su ensayo, AApuestan por In implaniacion de una razon publica” cuyo Canicter fuertemente instrumental, sin embargo, le priva ‘de ciertas dimensiones formativasesenciales. En la rotura entre éticn privada y ética publica, la apuesta liberal parece destacar un tipo de educacién pol, tiea de la cludadanta en la que Iss exigenclasefectivas de luna educaeidn eiviea no se compadecen bien con la indo Ie abstractay universal del orden poi liberal” Frente a tal universalisme tedrico, y ante la reduccion de la vid tia, en su proyeccion paiblica, a una étiea puramente procedimenca, los comunitaristas ecuerdan qe la prc caw oficio dea civdadana competente debe darse en co Imutidades abareables y «desarvollarse allo de una or ‘ermacién humana que tiene como telos la verdad>. rent in tradicional exlgencia de separacion,propues ta porla adic cfvica del liberalism entre la justcia y tl bien ~ lus formas comprehensivas de vida buena y mo- falidad que sostienen, ene plano de las creencias, los iu ‘dadanos os pensadores comunitaristas abogan por una mgs estrecha relacion entre ambos planes y por una clara primacta del bien sobre la juste Tin este punto, convene preguntarse que papel desem- pefian en la constieln de una buena sociedad, de una ‘comunidad politica no simplemente viable, sino humana monte correcta y digna, las ereencias individuals de los ‘Gudadanos y las formas en que, personalmente,perfilan sts ile deexesencay moval. Convene nierogare tuna separacidn radical entre las esferas de laéica privada la ética publica, al estilo liberal, no acabarta desaconse~ Jima hacer de Ia viet un fundamento de la vida demo~ Critica, ¥ convene plantearse, tambien, st una educacion ‘dela civdadiania en el seno de «comunidades abarcables» no terminant convrviendo Ia vida social en un sistema domina ‘do por pequefias comunidades con inteeses aniagénicos. Ta verdad es que no tengo respuesias para estas pre zuntas. Pero hay una que {puede tener alguna, v que se 45 refiere a la uncidn del pensamiento, de la actividad del pensar, en l oficio de lt eidadanta, cuya carncteristica Principal, aunque no la dnica, es, como hemos dicho, el Juicio politico. En ese libro, el aniliss de esta actividad pensante es- wri muy inspirada en las ideas de Hannah Arendt, las ‘ales intentaré aplicar al estudio de un concepto de ci dladantarellexiva, como veremos en los dos itimos capl- los. De momento no entraré en el estudio de la préctica del pensamiento tal yeomo Atendt lo coneibio, pero si dire {que en un contexto como el nuestro, en el que los educa- ddores somos tan capaces en el plang ideolépico de recha- 2zar grandes sistemas de referencia y formas especifias de Srientacién de muestra existencla, para ast hie de la ago- Diante incertidumbre, como de findamentar nucstras préctleas profesionales en la falsa certidumbre que nos Droporciona la tecnologia y el pensamiento cientifico po- sitvo, una leceién que el pensarnientoflosdfico de Hanna ‘Arendt nos puede proporcionar es que los humanos, en oea- Sones también, peemos ser capaces de «pensar sin ba laustradae, es decir, de ejercer un pensamiento fra, pero no porello debil He mencionado antes, al citar el texto de Llano, la pa Jabra everdads, La busqueda de la verdad ha sido, desde siempre, la misién espeifiea de In filasfia, de Ia indaga- in filosfica. Parecerta un poco extrano responsabilizar al aprendizaje de a eiviidad ka bisqueda de algo tan gruc- so como «la verdads, Los pensadores liberals, como ve- remos, o al menos muchos de ellos, consideran —como recuerda Galston— que existe una clara distineion entre luna seducactén filosdfica» y una «educactén elviear, y {que incluso una sociedad liberal no necesita dear wna ¢= Pecffica edueacin cfvica encaminada a la formacidn de ‘iudadanos liberales,=porque los procesos sociales y las instituctones politicas pueden estar dispuestos de modo tal que hagan que los resultades colecivos. deseados ‘sean independientes del cardeter y las ereencias indivi- dlualess.° Mas adn, In iden misma de que la inicacion, ‘como aprendiz en el ofico dela eilidad pueda exigir ona reflexion sobre la {6rmula de que —como dice Elano— 46 so desde fn del hombre se pueden compen Cndaderamente as aciones mana propiament di Showy con elas, por tanto, espctfiennaturaleza nora de a pacticaciien parscerin sbusiv, desde ol {ogulodel iberlsmo Tel foro, a retlexin ice sobre a especial de Inetinacin cea de mevo no remie a planteamienton flsics hy como ct sempe, fan converte eno Iowrelaconaos con in bisque de a verdad objetivo {Taccional den indyaclon flosica-o I en dena ‘atoaleza mana. Laedhcacin a eben ut seme {os debate eros, retbe ambi, sn resolver as pole nics discusiones que suntan estas cestone, cles {fusdan sn solucion, porque reflexion tread ape aporta sobre In estacon chica al menen por el wo sunt, es wn refenion mucho ms vlenda coma ie por scr dein ets preocupada pork ereacin di tramentos que la hagan viable que por un rnc telco “omprensivo que edt dean sido fundamen Tor orma de proeder ene mucho que ver con a a nora de Concebir fa mis dea elesion pede Contec wales democrtico En efecto, separa re Shc ay aventads en comunidad eet teres porlachiacion moraly chica deberia consi ana de [principals prordndes de conker sistema sat tiers que dose inerementarsus propio indices de Calidad, y extender in extn por detmocraci, com: Shade conform Ta democracin, com acabamnos de er, x considerada nla actual coma mejor forma de gobierno ¥ orp sizacion dea via socal ype, Plieanvent, parece Universlmenteacepada, come mejor de ex pros vies ange emo tambien veal eo erp Farcee sumamente frag, pes otaidad depen mi Tanto den eistencia dun stato enio 0 economic Aon er ston aspects amdamenintes pa el stein to deldichn democraclastlemne-—como dena peri nent snfactntura sores, ese trace en lene. Sidad de construrlo que desde traiion pits Meal Se viene denominand elie chaladanae a Asse ha expresado recientemente Jacques Delors, en ‘una Janga entrevista con Dominique Wolton, ante la pre punta de si padia haber wna politica sin filosofia moral: “La democracia se basa enlavirtud, Son palabras que hay ‘que usar sin ambighedad, La apuesta demoeratea, ri puesta se basa en la esperanza de que el hombre y a mu Jerse conviertan en cludadanos que partieipen consclente Yyaetivamente en el ien comin" ‘Hema dicho antes que Inspirada como esta la demo. ‘aca en elevados valores e kleles, sin embargo com fre ‘euencia las prcticas democraticas se alejan de ellos, pro duciendo ast un vacto entre los ideales democraticos que se formularon en los contextos que le dieron origen y la emocracia real" Al misino Gempo, fendmenos como el rulticulturalismo, el ascenso de un fuerte sentido de «per tenencias ala comunidad muy ligado, en ocasiones, un tentido poco tolerante de nactonalisino, impone la nece: Sidad de dear nuevos modelos politicos y de educacion Civica en contextos como el multiculturslismo Ia refle- ‘ion sabre lo que se ha dado en llamar la spolitea del re- ‘conocimientos,* un concepto que —bajo la propuesta de ‘Taylor— parecerta poder sustituir al mas controvertido ae toleranct, Enestecontexto, la educacién parece tener asignado ‘un papel bastante claro y poco contestable. Se supone —y sia es una tendencia bastante «naturalizadae— que las ‘demands yexpectativas sociales en materia de sald, de jgualdad de oportunidades, cn todos Tos terrenos, de evi ‘mo 0 morslidad— apenas si necesitan mayores justia ‘lones «pedagdgicas» para formar parte de ls interests & Ingulewdes dela comunidad de edcadores y estudiosos lela pedagogta. Se van as lanando poco a poco espacios antes vacfos de contentdes, susceptibles tanto de ser inves Tigaulos coma transtaitidos en las esewelas y las institco nes educatis. Basta con detectar una necesidad socal para ‘onlar'ya com un nieve contenide edicativoo posible ob Jeto de conociimiento pedasspio. Ta educacion, de este mado, pasa a tener asignada la mnisian de reprodkcir un consensa en materia de valores ¥ hhormas. Se convierte en el proceso eseneial que nos perm 4 te dentficarnos semocionalmentes con un conjunto de ‘alores, acttudes, patrones de condicta y normas 9a par Ur dl eval accedemos al conocimiento de To que €3 shi Imananentesvalloso y digno?™ Esta mison edcatvn vale para casi tados los posibles terrenos, para cal todos Tos Espactos pedagagioos quelaimaginactono las demandas Sotiales pueda habit "Esta forma de pensarem la mision de la ehacacién pro bablemente tiene mucho de aprovechable, y quird no Ache desacreditar alegremente, Sin embargo, dja mss co Sas sin decir que las ue enneia Y tan solo poreso mere Cela pena diseutir lo ines que tiene asignada Ia actividad celucatva en nestion dss con mayor detenimiento ensemos por ejemplo en las fanciones dea eicacon cen materia de formacién politica de ls cdadania,eato ‘i en todo lo gu se refer al ehcacion de un citdads rescompetentey caps de partkparactvamente ena con traccion dels comunidad pail De cuerdo con anterior descriplon, fa educacin sere proceso encaminadoa reproduc en ls utes ‘cnsenzo anterior ya dado, en materia de valores ico 30 Glales. Cuestiones tales como Ta formacién del pensa- Inient eritico o aut6nomo podian formar también parte {ela trea educatia, pero probablemente so en relacin fondicho consenso, quebesupone dine lo que es mae ‘amentevalloso y digo, ¢Cabe pens en ora manern de Conder si pensamiento erica que no sea aquella que ‘Sta destinads, desde na concepelon previ, asegrar {Mh consengo axoldpico anteriormente acordado? St esta egunta tiene alguna respuesta, ta a podremos comen Zara encontar a refexionamos mas en proundidad so tre a naturateza dela prctca del pensamfeno. ero para exporar con mayor profundld este ipo de ‘euestiones resulta imprescndible plantearse de nuevo [as ‘elaconesenielafilowia yl pelea ene aren de wna teoria dela educacin evi." Por ejemplo, podemos pre fruntarnos, como antes svanaba, sexo na respetable,y Fata que panto, la separacion explit de ta poles de ‘encias yconvicelones personales sobre cuctiones de portancia tities decir, il constrcein decom ” ‘dad politica y la educacién de una eiudadanéa demo- ‘ritica requiere que sigamos planteandonos, eomo freno frente a la hipotétieainstasracién de una cultura exces! ‘amente individualistay relativista, cuestiones filosofieas de primera importaneia. Como veremes, tanto en este capi. tulo como ao largo del libro, la respuesta a esta pregunta 1.3. La hostilidad entre a filosofia y la politica En su polémico ensayo «La prioridad dela democracia sobre la losolias, Richard Rotty ha resumido las distin- {as posiciones en relacién con la euesticn planteada en tres frupos principales." El primero esta constituide por aque figs autores qe —como es el caso de Dworkin ~ parscen “tomate en serios los derechos humanos ahistéricose ina lienables. Seguin tal concepelén, todos los hombres eom- parten, sin necesidad de recurrr a una concepcin mets fisia de la naturaleza humana, un conjunio de creeneiss Dsicas que derivan dela universal facultad humana de la ‘oneiencia,cuya posesion constituye, precisamenie, la een ‘ade cada ser hurmano, y que es la base del reconocimien- lode iguales derechos para todos los seres humans, Hl segundo grupo, constituide por autores come Ravwls y Dewey defiendle la posibildad de sserficar Ia conciencia Individual en aras dela convivencia democrstica cuando Ins ereenclas personales relevantes par la politica publica no son suscepubles de defensa en razén de las creenciss ‘comuunes de fos cidadanos, El tercer grupo est constituide por los pensadores stage, rechaza tanto el individualismo racio- nalista de a thistracién, como la pretension de que las ins iciones yn cultura liberal puedan sobrevivit la quia dlela justficacin filosoica que les proporcion6 el proves to lustrado ya frncasado. Estos tres grupos dan una respuesta bien diferente a Jas relaciones ente flosofiay polities. De un lado estan quienes, como Rorty, en la nea de Rawis y Dewey, detien- len una clara prioridad de la democracin sobre a ilosoa, 50 ces decit el abandono dela tradi ls filosofia re dedica ala elaboracién de una teoria ge feral dela mente humana —-del conocer concebido como Fepresentacion dela realidad — 0 no hay filosolia en abso Tuto. Se trata del rechavo de la flosofia como mera episte- ‘mologtay de la recuperacion de la rellexion ilosética en {érminos de edifcacion y comprension, Por otra parte se fencuchtran quienes, como Allan Bloom, desean reeuperar ideal de wa edcacion liberal en el que la flosfia en ver dela historia ya antropologa, tal y como son cultiva- ddas hoy por quienes el mismo Bloom ealifica de sedrieos ‘dela aperturas— prevalezca sobre To que en tono de cier to despreco lama sla educacién de I personafidad dem eritican” ‘Sten la primera posicion a primacia de la democrac sobre filovofla ext funda en el deseo de abandonar la tradicional sutoridad conferida a Ia raz6n human, tal y ‘como ésta fre configurandose modernamente desde Kani, Ia posicion de Bloom se basa precisamente en una expll cita reivindicacign de dicha autoridad, basada en la ex ‘celenicia de trato con ls buenos bros, com los textos au: torizados de la wadicion: «Una vida basada en el Libro nisice— esta mis proxima a la verdad, [..] suministra et material preciso para wna mas profunda investigacion en Ta verdadera naturaleza de las cosas y un acceso a ella." Entre Rorty y Bloom se ita un conjunto amplio de pposturas intermedias, como los autores comunitarstas, © Inuichos de ellos: Hannah Arendt constitue, de alguna for tha, una posturaalternativa a ls tres grupos. Arendt de plovuba le hostilidad tradicional entre Ta filosota y la pol fica, que apenas si cabe simular por Ia existencia de uns tlencla dela politica Pero al mismo tempo no se sentia ‘comoda dentro del grupo de los ast Iarnados «filésofos prafesionales, Su proyecto, a la vex sorprendente citco Ylleno de perplejidad, bused un mayor acereamiento entre Filosofia y politica al margen del establecimient tado de prtoridades y prevalencias,y parecio encontrarlo cn el ejercicio de Ia pura comprension y del juicio. ‘La importancia que Arend dio la facultad humana de juzgar, como seres politicos, en un contento en el que fe si ‘némenos coma el totalitrisma habian logrado la terrible wea de destrur nuestra categoras tradicionales de reflexion yjuicio moral, nos obliga a pensar que alli don- ‘de, como tal vez hay nos oeurr, de hilo roto dela tradi- ‘ion solo podemos esperar destilar algo del original esp Hi de los conceptos del pasado para orlentarnos en el presente,» esa facultad de juzgar politicamente requiere formar a habiidad de wn pensamiento frag, de un pensar voleado-a la «comprension, en definitiva, de un aprendi- Zajeen la gansancla en «como» pensar sin asideros fur ddamentos cares, Ta tess central que sostendé, a este respecto, es que la configuracion dela klea de una edueacion politica, neque re una amplia reflexion tedrica sobre los fuertes vinculos fexistentes,y ya olvidados, entre la educa flosicay la fedueacin da ico; en dfinitiva, entre la flosaia pot ‘cay una -educacién- concebida como tin proyecto de for Imaclon en la lila. Para desarvolar esta idea, mas adelante discutiré las posiciones que defienden autores, hoy tan palémices, como Rorty'y Bloom acerca de ka transformacion de la Hlosotia, como forma de pensar critic, y la naturaleza —y trastor- thos tambign-— de lo que se ha dado en lamar ceckicacion democraticas TEI debate en el que entraremos constituye, de alga ‘modo, un »guinos al slado oscuro dela naturaleza huma- znas,omejor atin, una certasinvtacions a pensar desde el, ‘larescuro, tal y como ha propuesto pensar lo humana Malich desde la recuperacion de lo simbélico, el mito y el ‘tual O, como han destacado Horton y Baumeister, una forma de realear el caricterimaginativo dela reflexion en Filosofia politica" La educacion Blosfica que estén la base de un proyecto de edacacion politica sensible la ins tauracion de una cultura del jueio tiene que ver, por otra arte, con Ia idea de que, como dice Larvosa, «practicar la Filosofia es, simplemente, impulsar wna determinada for- ma de interrogacion, hacer que la pregunta por el valor y el sentido se mantenga abiertas. ‘Sheldon Walin escribis en Politica y perspectivn que el ‘studio de los astntos pablicas debe realizarse segun los 3 cinones de un tipo pablice de conocimient: ‘Elegie la fra alternativa, vincular el conocimiento pablieo con mo- dos privados de cognicion, seria incongruente y estarta ‘condenado al fracaso." Una reflexion sobre la naturaleza dela educacin politica y la especifiead del compromi- ‘so dela civildad exige tambien un modo de conocimiento ‘iiblico, una especie de conversacién donde la vor propia Sea capaz-de acoplase, critica, cuestlonar otras woes. Slo ast una teorizacidn sobre la edueacién politic, como le ‘ocurre a toda teora politica, seria capaz de afanarse ela Drisqueda de la comprensidn y dl sentido porque, dicho denuevo con Wolin, la politica es tanto una fuente de con frden y el eonicto, entre la paz yla guerra, entre 1 sombra~ donde la edueacion politica del hombre st ‘transforma en la formacién dela capacidad para move se con clerta soltara en la fragilidad de los «bienes ela cionaless." 1.4, Razin piiblica y ciudadanta reflexiva En las tess defendidas por Rorty en el ensayo citado acerca de ls relaciones entre Mlosofiay politica, este autor dliscute la altrmacién, sostenida por muchos pensadores ‘comunitarstas, segin la cual las insituciones politias “presuiponen+ una doctrina comprensiva sobre la nat raleza humana que debe evidenciat la fodole exenciamen te historia del yo." De acuerdo con esta tesis comunitarista, segin Rorly, ‘es posible plantearse dos cuestiones que merecen resptes tas diferenciadas La primera —a la que Rorty vesponde negativamente— se reflere a sila democracia liberal nece sta alin tipo de justificacion filosotica La segunda cues tion, que se puede formular con independencia de la an terior, se reflere asi una eoncepcién del yo, en la que la ‘comunidad lees constitutiva, se compadece hin con a de tmocracka liberal y su espectica cultura, es decir, con aque. Ila que—seqtin senala Taylor— define al yo conto san Kal 3 de compromiso>, como sla eapacidad de obrar por nues- {ra cuenta, sin inferferencia externa o subordinacion a una storided exteriore " Para entender bien esta cuestién, dentro del marco de preoeapaciones inspradas en la eflexién educatva, es ne esario considerar las implicaciones que la democracia bora ysis valores y exigenclas tiene para la tarea educati- va. Este es el punto que desco desarroliar ahora, antes de dliscutir, con an mayor detenimiento, ss posiciones delen- {idas por Rorty y Bloom, segin sefalé amteriormente, “En efecto, nuestra socledades democraticas modernas son herederas de la cultura liberal yen mayor o menor me- dda, estan comprometidas con sus valores fundamentales, ‘Como corriente Mlosofica y sistema de pensamient, el lic bberalismo es una formula que compone una tradicién que dda cobertura a una amplia gama de variantes las cuales se ‘coneretan, ast ver, ce distinta manera seg fos contextos eogrificos y culturales. ’A pesar de esta variedad de liberalismos ~ liberalis- ‘mo ef la pluralidad de sis voces, que decia Habermas- Ta tradicin liberal esta asentada en un nucleo doctrinal aque sive de marco de referencia conceptual asus diferen- {ts variedades, Uno de los elementos de ese nicleo doct- nal se expresa en Ia idea de nentralidad = Ta idea o principio de neutraidad es el resultado del progresivo reconocimiento de que las sociedades moder- bas estén compuestas por individuos que definen de ma feras muy distintas, y aun contraptestasy rivals entre sf, ss ideales de vit, de excelenetay de moralidad. Existe tuna variedad de formas de Indicar lo que da valor a una forma de vida, y al hacerse cargo el iberalismo de esta cit ‘cunstancia dicta la necesidad de no imponer al conjunto de la sociedad una concepcién unitaria dela vida buena Laexistencia de esta diversidad de doctrinas rligioas, = losoficas y morales razonables en a sociedad democratica constituye un rasgo permanente dela cultura publica, y no tuna mera condicién hist6rica pasajera o actidenta. Sin tembargo, ala hora de formular Ia sociedad politica —y los ‘idadannos en tanto que miembros de una ciudadanta de ‘moeratica sus planes y de jar sus ines dentro de un or st ‘den de prioridades l marco de referencia al que debe ten derse, seytin la tradicion liberal, no es una razon privada, Soelalo domeéstica, sino, come in sefialado Raves, nar 2in pila. Be acuerdo con los dictados de esta raz6n puibliea — ‘que regula las discusiones de las cuestiones politicas y de Tas citestiones esenciales del ordenamiento constitucio- nnal— ninguna de las posibles doctrinas generales (rl igosas, flosoticas 6 morales) que pueden sostener los in ‘dviduos 6 las asociaciones de una sociedad democrética puede servir de Fandamento en la discusion piblica de tales asuntos. De algain modo, sepin senialan teorieos det Iiberalismo como Rawls, no hay ninguna razon por la que cl ciudadano pueda serviese dl estado para decidir cues tones constiticionales eseneialessegin las directrices de la doctrina comprehensiva que abrace. AI, frente a cuestiones politicas esenclales, lo mismo {que frente cuestiones socilmente controvertidas ante as cuales no es posible adie argumentos derivados de una octrina comprehensiva particular y sus respectivos valo- "es, que en parte pueden ser contradictorios con los valores, sgeneralmente compartidos por todos —sin por ello verse Aafectados sus compromisosreligiosos,filosficos © mora les respectivos— de acuerdo con la concepcién liberal el marco de referencia debe se el so de tna razén publica ‘basada en la prioridad de las cuestiones referidas ala jus- ricia sobre las cuestiones rlativas al bien general” Dentro de este contexto general, lo que parece dar se tido a cualquier discuston sobre la neutralidad es precisa mente el marco que ofrece el pluralismo y la exstencia de ‘ierta diversidad de concepciones relacionadas con lo que dda valor auna forma de vida humana. El pluralism, sin embargo, coneebido como valor socal, constituye una ea ‘muy arraigada y, por ast deci, tan institucionalizada en ‘uestros modos y conducias all menos a nivel oficial ‘que muchas veces nos parece algo inctestionable y poco ‘ontrovertde o diseutibles™ “En educacién, las discusiones acerca de la neutralidad, {eniendo como referencia sitiaciones de phiralidad yd vversidad, han sido siempre muy intensas y polémicas." 55 {Las posturas estan muy consoldadas. Tene bastante sen tido, dentro de a actividad educativa, que haya momentos fen Tos que podamos remitieos a Ia condicion de autor dad o de experto del educador para decidir yjuzgar sobre Asuntos tales como lo relativos ala ensenanza de los di tintos conocimientos,y otros en los quel apelacién a esta condicion de experto sea Hegitima o inadecuad. Sin ers bhargo, en este punto las posturas estan enfrentadas. Para tn grupo bastante amplio de autores la neutra lidad es imposible e indeseable en educncién, porate Ia, definicion de lo que sea en sitima instanela in proceso tecativo es, precisamente, a idea de que promucve un ambio de estado en la persona, cambio en el que la idea {el valor jeya un papel crucial.» Su argumentoes que los valores y su defensa constituyen lo mas sustancial de la feducacion, aquello que hace que un proceso educative lo ‘sea. La presencia de los valores en la educacion se da en dos émbitos, transformando la prictica educativa en una fenuina actividad moral En primer gar en el marco de Ia relacion educativa, y en segundo término, en el proceso dedefinicon y diseno dal contenido dela educacion. Oro grupo de autores considera que la neutralidad puede de: Fenderse como un principio de procedimiento en Ia en senianza de valores humanos controversidos sin implicar ompromiso explicit alguno en contra de los valores." Cuando se deliende la neutraliiad como principio, lo que s¢ busca no es tanto eliminar los valores de In edacacion ‘come la necesidad de na imponeros, ‘Ahora bien, sea que defendamos la neutralidad como actinid ante los valores o como procedimiento en su ense~ fanza, lo cierto.es que la neutralidad es, en sf misma, un principio comprometide.con una tadieion de pensamien ‘moral el literalismo, Por eso, la discusion acerca de la defensa de la neutral en educacidn nos plates el pro- ‘Hema de que su presencia en la educacion en cualquier aso tiene efectos que no son neutrals, al ser la expresion fle un compromiso previo, aunque sea tcito y no eves tionado personalmente, con una tradicién intelectual © ‘moral como es la tradicign liberal, Basar la ensefanza en In ieutralidad es optar claramente por fundar I pract. 56 . educatva en wn principio de valor, que ya no expresa neutralidad Pero este tipo de angumentaciones no nos conduce a ninguna parte. Una forma distinta de presentar el astnto ‘es pensar que conceptos tales como el de edcacion ol de ‘cudadanta son términos esencialmente contestables que pertenecen a un discurso moral.” Fsta earaceristica de Tos términos que pertenecen al discurso moral presenta tuna gama bastante amplia de consecuencias pricticas. Una de ellas se refine al proceso de obtencion de significa doy sentido de tales términos. En concreto, que la ed ‘eacion sea un término contestable significa que no po. ‘demos pensar Ia educaci6n al margen de una tadicion de Pensamiento y de los vineulos, de todo tipo, que establece ros con dicha tradicion, Lo mismo le pasa al ‘dadania, No son trminos que podarnos di tracto. Las tradiciones a las que nos adseribimos cuando ‘detinimos nuestros compromisos con ls educacion 0 con Ja cudadanta tomar la forma de orientaciones de valor qe os orientan, ‘Pues bien, si mf argumentacidn es correcta la defensa de la neutralidad en edueacion es, simulténeamente, algo jistificado e injustificable. Lo primero, en la medida que texpresa el resultado de una adscripeion anterior con tin tradicion w orientacion de valor y lo segundo en la med dda que exprese el deseo de no adscribirse 4 gut de valor alguna Pero esta argumentacion funciona como una caja ch nna que contiene otras cajas. Defender la necesidal de pen ‘Sar estos conceptos desde el contrasteeritico entre tr dliciones rivales de pensammiento muestra a su vez que la prictica educativa es una genuina actividad rellexiva en Ta que la promocién de los procesos de deliberacion ed- ceativa s6lo puede hacorse desde determinados vinculos ‘que establecemos con deverminadas comunidades y trade Clones morales, las cuales nos proporcionan una forma de fautopereepcion y de pereepeién del mundo y de la prict- fa en la que parteipamos, ‘Es enveste punto donde tiene sentido plantcarse la idea de que ia edicacida de la cdadanla es una practica esen 37 Mt! reflexiva en la que es posible y deseable promo- Iberacién edacativa tanto cuando ensediamos como thos. Ast pensar ln prctica de Ia ecucacion cviea como ‘actividad genulnamente reflexiva nos leva de inmediata 8 formular preguntas importantes, como por elemplo: gedimo leben valorar ln aturaleza de Ta responsabilidad ética Yyde los compromisos cvicos del edicador ante las leyes {lderecho en el mareo de ina sociedad pluralsta? 0 bien, fcémo hay que proceder argumentalmente en el proceso ‘dedeliberacion educativa cuando ensetamos y dseutimos acerca de valores civics controvertidos en el seno de uns Semocracia liberal que apuesta por el principio de newts lidad de procedimiento? 15. Rorty, Bloom y Ia educacién democritiea: cl valor de una edueacién Mosétien Puede resultar extrato establecer tn vineulo entre flo sofia politica y educacion cvica. Pero la verdad es que el hhexo entre ambas es mucho més fuerte de lo que ustal- ‘mente adimitimos. a ilosofia politica es impensableliteralmenteinabor- abe, al margen de na perspectva histrea y sn un laro respetoertico de su larga tradicén intelectual. Como oct- re con todo acto de pensamiento, en el acto de Mlosofar Jo que hacemos es intervenir en tn debate, en una con- versaci6n intemporal,cuyos terminos ya han sido estable dos.” No es rare, por tanto, que en ese debate a menudo ‘nuestro lenguaje pronuncle palabras que va fueron di has, 0 que pensemos conceptos que ya fueron pensados ¥ artculados. Porque no hay actividad pensante gue no imuarde, como garantia, un tesoro de recuerdo en St mc- ‘moria histériea. Como decta Epicure: #En la tempestad del tiempo, exisie el puerto seguro de Ia memoria. Shel= ‘don S, Wolin lo ha dicho adsmirablemente: «La tradicion, {el pensariento politico no es tanto una tradiién de dee ‘cubrimientos como de significados extendides a Io largo {el tiempos.” 36 Pero en estas ideas y conceptoselaborados durante s- los, como dice Wali, no hay que ver solamente una espe Cle de reserva de sabiduria politica absoluta, una forma de fconoctiiento inerme y catnico, pero sin vida m actual ‘dad, Mis bien constitiye una gramatica y un voeabulario fen evolucign continua, un lenguaje que facilta la comunt tacién y orienta, con sus adimoniciones, nuestra compten ‘ion. Investigary explorar la evolucion ¥ la historia de la Filosofia politica no es, as, el lujoocioso de una busqueda de antigdedades, «sino una forma de educacién politicas.” ‘La flosolia politica es, de esta suerte y desde esta Spti- ca, el resultado de tn ilosofar formative, No aspira taro. {2 laborar tna teoria general del pensamiento politico, ‘como a educar la razon préctica y promover la capacidad de juicio politico y Ia virtud eivien. La hlosolia polities, isa ast, adoptartaquizs una dimensidn formativao, como hha propwesto Richard Rorty,denomninar ala flosotia, sim. plemente sedificanter En efecto, sein ha expuesto Rorty en La fllosofia yet espejo de la naturaleza, las ideas actuales de To que sign fica ser un flésofoy sobre a naturaleza dela actividad f- Tosofica estan vineuladas ala pretension de elaborar una, teorfa general del conocimiento, En su libro, Rorty in tenta acabar con la confianza que podamos tener acerca de que In «mente» humana sea algo acerca de la cual se ddeba tener una vision flosdica; est es, con Ia idea de que se puede consinuir una steoria del conocimiento» y con Ta dea del filosofia tal y como sela viene pensando des- de Kant, a filosofia que proviene de Kant es una filosofia de carfctersistemtion o constructivo, dice Rorty. Seyin est Itadiclin de la flosofia, la actividad humana (y la basque- da del conocimiento, en especial) se puede producir den tro de un marco (un conjunto de presuposiciones que se puteden descubrie a prior?) que es posible aislar antes de ka ‘onelison de fa investigacion.* Esta allemacion est ba ‘sada en na idea central la filosofia tiene como propbsito fandamental poder zgar las pretensiones de conocimien to del resto de la cultura y de las diseiplinas que la contor- rman, Es el tibunal supremo de a razon pura. 59 Cuando se afirma esto, se dice que Ia Filosofia es ast porque el conocimiento tiene sus fundamentos y que la Tosofia puede conocertos al estudiar al hombre en cuanto ser que conoce, al estudiar la naturaleza de los procesos ‘mentalesyla actividad de la representacion. Sein esta vi n dominante, saber es srepresentar la realidads con exac tu, abjetvidad y precision. Las humanos, se dice, pode- mos fepresentarnos la realidad pore existe un mundo read cuyos raspos se pueden describe nitidamente a tes de toda actividad mental. As poes, al mantener que sa beres representa con precision todo To que hay fuera de ln mente se mantiene al mismo tlempo que Ta filosofa, ‘como disciplines basicamente epistemologta 0 teria go tera del eonocimiento ty dela nepresentacion mental), Sin embargo, «partir de siglo 30%, los ildsofosycienii- 0s e eran alejand cada vez mas del resto de escritores, novelists poetas, Cusnto mds cientifica uerfan volver [a flosofia, mas y mas se alejaban del resto de la cultura, ‘Ouienes deseaban encontrar una ideologia o una sutoima- gen, dejaban de lado la Alosoia general. Esto es muy im portante para la construceién de ana Hilosoliapotica de a feducacion como disciplina, porquest pretendemos hacer 0 ‘construe na disciplina com ésta, muy vinculada al con- ‘cept de filosola y de saber que nos presenta Rory, corre tos el riesgo de gue los eduicadares tampace os hagan ring caso, Para Rorty, hay que abandonar esta imagen de la filo: sofia y de la experiencia de la reflexion filoséfica como la ica viable. Propone en su lugar una idea dela losoia ‘como edificacién. La palabra «edificacion» e¢ aga sindni- made seshicacléns ode sformacins (Bildang)Segtin Ror- ‘el intento de eificar (a nosotros mismos y los demas) onslsteen la setvidad de establecervinculos o conexiones re nuestra propia cultura y otras culturas, entre nuestra isciplinay otras disciplines. Consiste tambien en la activi ‘dad postica, dice, de elaborarrmevos lenguajes, auevas me- tas, eva diseiptinas.” Para persqqui esta snd lternativa, necesitamos m0 vilizarnon en ds sentidos. En primer gat hay que aban ‘hast a idea ela dlosla conto waged de a verdad tat ¥y como ésta ha sido concebida desde Kant. La «hdsqueda Sela verdad estan solo una forma, entre otras de se edi fieados, pero no la unica. Asimismo, la veflexign de la vestigacton que pretende ser objetiva proporciona tan slo algunas de as formas que existen de descubrirnos a noso- ‘wos mises. ¥, en segundo término, hay que abandonat la iden —o al menos cuestionarla seriamente dle que el ser hhumano tiene como esencia la capacidad para descubrit esencias y conocer con exactitud, precision y objetividad Ta realidad, todo lo que hay fuera de la mente humana. 8 ceptamos este reto, entonces, dice Rory, estaremos en Aisposicion de aceptar también que los angamentos ¥ has tdescripciones que elaborun fos navelistas, los po imisticos, los antropdogos, ete, estan en ple de i on las que elaboran los filsofos sistemattcos. "El planteamiento de Rorty esta apoyado en la idea bs sca de que no es posible establecer ningtin punto de vista objetivo absolito a partir del cual juzgar los esquemas onceptuales de que hos servimos para representarnos Ia len que vivimos, Esta teis significa que mest tiene identico derecho, segtin Rory, ar tus de ciudadanta dentro dol diseursof Situacin, solo hay na slternaiva: la ronta como ‘dubitativa en ausencia de un fundamento absaluto para igarantizar a verdad del pensamiento, es decir, para pa Fantizar la verdad del vocabulario decsivo, Edcar «fio sSéfleamentes es hacerlo a través del lenguaje que propor ‘onan diversas metaforas, es acercar la filosoia al relat, ‘es educar un pensamientoirnico, en cuyos terms usa hhipotetica acusaeion de relaivisto ya no tiene sentido Rory, por tanto, no cree ya en que la verdad, 0 st desc brimiento, sea una referencia basica para el pensamiento flosofico. Ahora bien, como ha mestrado Crespi en el tex to cltado, Rorty en realidad confunde la vere! como po sion —.* El primer tipo de relatos, segtin Rorty, expresan el Ueseo de Solidaridad, y los del segundo tipo at deseo de objetvidad. El hilo de ia argumentacion de Rorty le con ‘ce a afirmas con seguridad: «La tradicin dela cultura ‘occidental centrada en toro ala nocidn se bisquda de Ja verdad, una tradicién que va desde ls filsofosgriegos 65 ustracion, es el mas claro ejemplo det intento de en- ontrar un sentido a la propia existeneia abandonand lt nidad en pos de la objetividads.” loom no es un objetivista,y su libro no se puede leer desde esta perspectiva, Pero la obra ce Bloom st pried in- terpretarse bajo la luz de esa tradicién de la cultura occi- dental dela que Rorty habla —una tradiién, por cierto, la que el propio Rorty pertenece—y bajo la guta de que la ‘edteatir liberal solo podr’s ser bien reeibida por e308 po- 0s privilegiados que sse pasaran la vida en un constante fesluerzo por ser attonomoss.” "El objetivo fundamental de la educacién liberal, segtin Bloom, e la atencién permanente aa plenitua humana y Ta consideracinde la naturaleza de ls educandos. El pro eso educatlvo noes, deeste modo, tn proceder arbitrario ‘azaroso. El punto de vista del educador, declara Bloom, ‘se halla guialo por el conocimiento, o la adivinacién, de {que hay una naturaleza humana y de que states consis: {een ayudar a su realizacion [..) El vocablo "parteri, 0 actividad de la comadrona — es decir, el alumbramiento ‘de ninos reales euya causa no es la comadrona, sino la Na- {uraleza~, describe la ensehanza ns adocuadamente que [a palabra soclalizacléns-” De aciterdo con este planes: ‘miento, existe una diferencia notoria entre vel prometedor oaria ser» y sl dfectivo es». Este legar a ser otro distnto del que sees, pero no ex. trano a las posibilidades intrtnsecas de nuestra naturale 2a, e6 la ua de In edacactén liberal, La experiencia del ecducar, as, es la que hace posible plantearse, una y otra ver, la pregunta cque es el hombre®: «Una educacisn libe- ral significa precisamente ayudar a los alumnos «form Jarse a sf mismos esta pregunta, a adquirirconcieneia de aque a respuesta no es ni evidente ni seneillamente i anzable, ¥ de que no hay ninguna vida encarada seri ‘mente en la que esta pregunta no constitaya una continua, preocupaciéns." Preguntarse por el hombre es una pre bunta genérica, no obstante, Su concreeidn —expuesta en tet mandato déltico sconécete ati mismos— significa para ‘ada uno: « ulén soy yo?s. La educacion que Bloom pro- pone da respuesta a esta pregunta, a través de la mostra 66 ign de las distintas alternativas posibles. Ahora bien, la persona educada lberalmente es la que puede vechsar las respuestas facies y preferidass," puntualiza, FEstas respuestas sfciles y prefetidas» pueden prove nirde dstintas fuentes, Una de ellas In verdadera ingic tud de Bloom-— se resume en la gran svirtud> de la ave aera democritica: «La verdad es relatives, Elvelativisino Ya fidelidad casi religiosa la idea de iguatdad, acuya ad hresién nuestros universitarios (Bloom habla de los uni- versitarios norteamericanos, pero la referencia puede aco ‘modarse perfectamente a nuestro contexto, salvando las dlstancias) les mueve no tanto una referencia terica —nit Siquiera, por supuesto,razonadamenteFundads— como u Auiéntica postdado moral a condickin de posi de tuna sociedad auténticamente lire racticar este relatlvisino es, pues, «nuestra vitud de rmocratica», el rechaz dela alirmacién de cuales abs Tito, porque slo mediante dl dice Bloom, padremos prac- ticarla saperturas, Bloom es eategérico aqut en su julcio: ‘1a apertura —y el reativistmo que hace de ella fa tnica postura cretble ante las diversas pretensiones de verdad y las diversas formas de vida y clases de seres manos es ln gran perfecein de nuestro tiempo, El verdad creyer- te esel verdadero peligro.” Tiloom se siente desolado ante Ia transformacién radi cal que ha sulrido la idea de la educacion del hombre de ‘iocratico. La nueva concepeién —bajo el ema de a aper: fra y del relativismo-— hace que la figura tpiea de la dlemocracia sea la formacidn de Ia «personalidad demo: ‘ratleaw Se trata de una educacién que ha roto con Ia po sibilidad de aleancar objetives compartidos 0 de fundar tsfuerzos en una vision comin del bien pablico, Bloom 2¢ pregunta: zsigue siendo posible el contrato social bajo sas condiciones? La interpretacién de Bloom es clara, La ‘Vieja concepcioa —vinculada al nacimiento de la demo ‘racia americana se fundaba en el reconocimiento de lunos derechos naturales en el hombre que configurabs ct ‘sstrato y la base fundamental de la unidad y la igualdad ‘entre los hombres. El resto de las diferencias —de raza, de Fulighén,y ots quedan diluldas ante tal imagen. o Lo que Bloom anora es, por decitlo con Victor Pérez Diaz el'deal normative de la universidad liberal wn ideal ‘que se conereta en dos dimensiones esenciales. En primer Tiga ln formacion del estudiante mediante el tato con sits profesores, con las clases y, sobre todo, con ls libros, la formacion mediante la participacion en ios debates las iscustones y el ipo de conversaciones que constituyen la festruetura bdsica de na comunidad académica, tntelec- ‘ual y moral. Bloom senala al respecto de forma clara que sl antes solucion serla al problema es una que resulta ‘casi umiversalmente rechazada: la basada en los vijos srandes libros. Parque una educacicn liberal significa leer ‘lertos textos cisions, solo Teerlos,dejando que ellos esta blezcan eudles son las cuestiones y el método para abor darlas., no forzdndolos a encajar en categorias creadas por nosotros, no ratandolos como prextuctos histricos, no pracurand leerlos eomo sus autores quisieron que fesen tlds" En segundo término a formacin del earcter median ‘dguisicién de habitos y determinadas virtues, el ultvo dena forma de educacton moral dtigida ala bis- ‘gveds del mejor autoconocimiento, Ia conguista de una {Ebidurta practice que William Cory, un master de Eton, Aleseribia a sus estudiantes hace mas de cient teinta afios ‘en estos terminos: Al venir a esta escuela os comprome- teis a una tarea no tanto de adquisicin de conocimientos, cuanto de realizacién de esfuerzosintelectuales mientras fs sometéls la critica [.) Pero vents una gran escuela, ‘no para adquirir conocimiento, sino para adguitir artes y wbitos: el habito de la atencion, el arte de a expresion, sharte de daros cuenta en tn simple momento de una ‘nueva idea, el habito de someteros a censuray a ret cidn, el arte de indicar asentimiento y desacuero de una ‘manera graduada y medida, el habito de fijaros en los de~ talles con exactitud, el habito de saber ‘su tempo, el gusto la discriminacion, el valor mental y Ja sobriedad mental Sobre todo, venis una gran escuela ‘para conseguir el conocimiento de vosotros mismos».” TH proyecto educativo de Bloom representa el intento de transforma Ia edicacion en tna conversaelon ene 6 grandes mentes con el objetivo primordial de alentarales- {udiante con talento a que participe activamente en ells, presidido por el principio de la autoridad de la rxz6n ya la Iz del imperio de una saperturas muy distinta dela que Bloom critica. Porque, segin él existen claramente dos t= pos de apertura mental, 0 mejor dicho, dos modalidades de cultura de la apertura. La primera es la apertura de la Indiferencia, que se promueve con el propdsito de hurni- lar nuestro orgullo intelectual y dejarnos ser lo que qu ramos a condicion de que no deseemon ser sablon,y ort tla apertura que nos invita ala basqueda de conocinien toy de certeza para lo cual la Historia y las diversas ct 12s suministran un brillante despliegue de ejemplos a ex ‘minar Esta sogunda clase de apertura estimuta cl deseo ie Anima y hace interesante a tad estiadiante serio —"qe- to conocer lo que es bueno para mi, lo que me hara fe- liz’, mientras que la primera sofoca ese deseon." i planteamiento de Bloom ha sscitado todo tipo d reacciones, Howard Gardner sefala, por ejemplo, qu « enfoque de Bloom me resulta repulsive en sus aspira- ‘clones tanto politicas como socilogicass, aunque sclars ‘Sin embargo, como minimo un aspecto de la utopia ed ‘ativa de Bloom merece senalarse [..1. Convenientemen- twensanchada y despojada deus dudodos valores énicos, Ta version que Bloom da de una persona culta tiene st Una buena parte de sus erftcos sefislan que Bloom si tsa lsat dl estadosactal de la educacion superior nor teamericana —aungue el 4cido diagndstico que hace de la situacion es fécilmente extrapolable a Europa—en un, sitio que no le corresponde, a saber: en la penosa influen ia del pragmatism filos6iico, uno de cuyos mas afama dds fildsolos fue John Dewey. Pero el nucleo goriano de ln euestion va sin dada ms ald del propio Dewey. La euestién central es si Bloom tiene razén al afirmar ‘que tna edvcacion de calidad no se compaddce bien con Ia Idea ~delendia en eambio por Rorty~ de que no existe algo asi como una naturafeea fiumana: «No existe —dice Rorty—la naturale humasa, ent sentido protundo en qe Platon y Strauss wtilizan este término, Tapes existe la “ slienacin de la humanidad esencial de un individuo debido ‘ala represin social, ene sentido profundo que populariza- on Rousseau y Tos marxistas. Slo existe la ransformacion ‘Galzacidn, seul (con suerte) por la sutondivaliza ‘edn y la autocreacién de ese serumano mediante su rebe- lion posterior contra ese mismo proceso» TEs esenci de i edacacion en la version progreststa que deliende Rorty— consiste en renunciar ala bisque- dda de algo ast como sla verdads, al modo de una tensiin fesencial e intrinseea a nuestra propia naturaleza, en favor ‘de una meta bastante mas moderada! «Se trata, por el con ‘eario, de incita la duda y estimular la imagination, desa- fando por esta via el consenso predominantes.” EX st opinién, fue Dewey quien de forma mas clara rellejé la idea de que si uno se ocupa de la libertad, entonces la ver dase ocupara de s{ misma, es decir, quien ensen6, en la version de Rory, a llamar verdadera a todo tipo de ereen la que es prodiicto de un eneuentro de opiniones libre y abjerto. Lo que, en definitiva, Rorty rechaza, es la tene besa posibilidad de que mas alld de ese encuentro libre de opiniones pueda exist algo mas claro objetivo por referencia al cual nuestras creencias, nestras ideas, nues- tras opiniones puedan acabar siendo calificadas como sverdaderast 0 falsase. Rorty es, sin duda en este punto, justo la figura tpiea que Bloom mas despreeta, por Fo que representa desde el punto de vista de una teorsa de Ia ‘ducacién, Es an erelatvistae, dirs, aunque probablemen- {e Rorty se deflenda diciendo que es precisamente la posi- bilidad de usar un lenguaje en el que el contrast entre ob- jetivismo-relativismo, relativismo-antirrelatvismo siga ain perdurando con lo que la filosoa, en general, y la edu- facién, més particularmente, iene que acabar de alguna, {La polémica suscitadla por Bloom y Rorty tiene la ven- {aja de preseniarnos figuras que, como mimo, no oeul- tan sus eartas. Los dos parecen,o al menos asi fo preten- dln, lamar las cosas por su nombre, aunque se mueven fen universos de discurso moral radicalmente diferentes. Bloom parece estar hablandonos de una educacién en la 70 que el trato con los grandes libros de a traicion ocd taldda paso a una conversackén ala que sin embargo, unos ocos privilegiados tienen acceso, ¥ Rorly parece dar por Sentado que a pesar de que no existe algo ast como una naturaleza humana o esencia fja— los humaros compar- timos la capacldad para cuestionar los consensos dome nantes que nos han sido inculeados desde wn proceso de Socializacion caya mision esencal es, dicho en sus propios {éeminos, transformaros de animales en seres hurnanos cilia. Sin embargo, hasta cierto punto, ninguno de los dos subraya con suficiente énfasis In iden de que la ecucacién ¥ especialmente la edicacidn universitaria, puede hacer lina especial contrbucion a fa formacion de la esfera pt blica, es decir, ese espacio donde las asociaciones ylos divides que forman el teldo socal acta en st capac ‘de chudadanosy, como tales, de participes en ina conver: Sacion cvicareferidaa qué sea el bien commun (primordial fungue no exclusivamente:cudles sean las reglas de con- viveneia entre individuos libres) y cues sean los mestios para alcanzatio."™ Porque no basta con la posiilidad de que una educa cin democratica nos ensene a afirmarla libertad, ademas tes necesario aprender arealirmaata en pablico pues, come fcastumbrata a decir Hannalh Arendt Ia libertad wes de hhecho la Gnica razén de que los hombres vivan juntos en ‘una onganizacion potas. Una forma de ogra esha cer prevalecer en Ruestras prcticas educativas, especial ‘mente en la universidad, el niversalismo sobre el pa larismo, en aprendera sdomesticary civilize emociones Tocalistas y nacionalista,y ponerlas en su sitio estimable, pero subordinado al fin superior de la ereacion de una so- Ciedad de ciudadanos razonables, eapaces de enfrentarse ‘sus demagogos locales y capaces de conteibuir ala ctea- ign de grandes conjuntos clizados yen timo termi no, de una sociedad civil universal ‘Lo por no es mentir —escribe Alejandro Hano— Lo peor es svi ela mentira: respirata, allmentarse de ell {sjarse por ella comfundlir hasta ef punto demo admit ka distinc entre la verdad yl errors." n Una porcién bastante importante de la discusion que he ofteil en las paginas anteriores entre Bloom, Rostyy ‘lyunos pensadores comunitaristas y lberales no es indi- Ferente, sino que porelcontrario le intresa vivament, al problema de la verdad y su instalacién en el mbito de la ‘educacin humana, $1 Bloom achca parte de los males de Ta educacion norteamericnna ala tendencia democratica a rechazar la idea del absoluto, Rorty considera, como he- ‘nos visto, que es hora de abandonar un diseurso en el que ‘Sign vigente el contraste entre absolutismo y relativismo, lo misono que entre verdad y error La verdad no es mais, ‘que el acto de confrontar librementc las dstintas opinio hes; es el acto de un ibre encuentro, no lx coineidencia con ‘algo situado mas alls de él. Se trata, por tanto, segin el planteamiento de Rorty, de evtar la elerencia ala existen- a de algo predado* un rmundo real, una verdad, algo con Toque comeidir que representar TRorty y Bloom estén situados en puntos tan dispares ‘como la noche y et dia. Pero, por lo mismo, ambos repre- Sentan dos aspectos, aunque contradictorios entre st, de tin inismo discursor para los dos la referencta a la =er- ‘ads —el uno para afirmarla, el otre para negarla—resul- la imprescindible. Rovty se queja de un exceso de esencla~ lismo y de pretension fundamentalista en filosofia y en politica —y es de creer que tambien lo harfa por referencia fila sesenelar de la edhicacion-— pero sus obras consti Yerlun extenso, ya veces muy denso, rlato repleto de jus- Iificaciones, argumentos.y contraargumentos encaminse dos, sin duda, a mostrar a sveracidads desu posiion. Y fen ambos tambien juega wn papel central la relerencia a ‘una naturaleza human ahistoriea Personalmente, no comparto muchas de la afirmacio- nes de Bloom, como tampoco la agresiva tendencia —en ‘casiones medio insltante— de Rory a neyar una idea regulativa de verdad o de naturaleza humana. Creo que TBloom es un elisa, Parece sinceramente convencide de ‘un determinismo social a partir del cual no hay ms re= medio que admitir que es nas dura e importante la edu ‘acid de quienes, quera o no, mas nflujo moral van & sjercer en el destino dela sociedad. Sin embarge, aunqe 2 ¢ldebate entre Rorty y Bloom es una polémica muy «ame ‘ieanas, es decir, una discusion muy contextualizada, creo ‘que desde el punto de vista de Ia reflexion edueativa ina pare del discurso de Bloom es mas erefble que las conse uencias en ese mbito de la postura filossfica de Rory Porque la diferencia entre uno y otro se encuentra, no tan toenel plano de las ideas y de las construcciones concep- tales, sino en esas otra tierras mas bajas que constituyen, las

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