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quemia grave. Su morfología es variada y puede consistir en in- neurona afectada [20] y otros coordinan los mecanismos de re-
fartos isquémicos o hemorrágicos. El infarto hemorrágico es con- paración de la neurona y los tejidos [21,22].
secuencia de la reperfusión postisquémica y puede ocasionarlo Entre los fenómenos de transcripción genética reconocidos
la reapertura de la luz arterial, la obstrucción parcial de la arte- durante el proceso isquémico se encuentran la activación de
ria o el suministro de sangre proveniente de otros vasos que irri- genes de expresión rápida (IEG) [19], la inducción de genes de
gan el tejido necrótico. La isquemia grave se asocia con áreas proteínas de choque térmico (HSP) [20], la activación de genes
de infarto completo con necrosis tisular, edema e inflamación; relacionados con citocinas proinflamatorias y moléculas de
con el transcurso de las horas, el tejido se licua y se generan adhesión celular [23], la inducción de genes de las enzimas
soluciones de continuidad. A este fenómeno se le denomina ne- iNOS y COX-2 [17], la inducción de genes de productos rela-
crosis colicuativa (Fig. 1a, a’). cionados con la muerte celular programada [24] y la inducción
de genes relacionados con factores de crecimiento [21,22].
Muchos otros procesos tienen una repercusión en el daño
FISIOPATOLOGÍA MOLECULAR DE LA ISQUEMIA final al tejido por la isquemia. Entre éstos se encuentran la libe-
La isquemia cerebral desencadena una secuencia de fenómenos ración de citocinas [25,26], la activación de proteasas de serina
moleculares a corto y largo plazo que se inician con el fracaso [27], la diferente vulnerabilidad a la isquemia de algunos gru-
energético relacionado con la interrupción de los procesos de pos neuronales (por ejemplo, el sector CA1 del hipocampo, las
fosforilación oxidativa y el déficit en la producción de trifosfato láminas III y V de la corteza y el estriado son más sensibles a la
de adenosina –ATP– (Fig. 2). La interrupción de los gradiantes isquemia) [28,29] y los fenómenos de tolerancia isquémica des-
iónicos transmembranales debido a fallos en la bomba de sodio- encadenados por episodios previos de isquemia (precondiciona-
potasio ATPasa y otras bombas iónicas dependientes de energía miento) [30].
son el punto fundamental relacionado con los mecanismos fisio-
patológicos de la isquemia y, especialmente, de la muerte celu-
lar en el foco isquémico cuando la obstrucción vascular se pro- MUERTE CELULAR EN LA ISQUEMIA CEREBRAL
longa durante unos minutos [8]. Las neuronas y las células glia- La muerte celular en la isquemia puede suceder de dos maneras.
les se despolarizan exageradamente por la entrada de sodio, clo- La más común, descrita en los tratados clásicos, es la muerte
ro, calcio y agua al citoplasma [9]; además, sale potasio, lo que necrótica, también denominada oncosis o necrofanerosis (Fig.
produce un incremento inusitado de potasio extracelular [10]. 1a, a’) [31,32]. Resulta del fracaso energético agudo, con pérdi-
El fracaso energético y los cambios iónicos asociados oca- da de la morfología celular y, finalmente, lisis con desencadena-
sionan un incremento de glutamato, una hiperexcitación de los miento de procesos inflamatorios [33,34]. Por otro lado, puede
receptores glutamatérgicos de N-metil-D-aspartato (NMDA) observarse la muerte apoptótica o muerte celular programada,
ionotróficos y metabotróficos, y de los receptores del ácido en la cual se activan mecanismos intracelulares dependientes de
α-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazolpropiónico (AMPA), lo que energía que llevan a una degradación regulada de la célula, que,
confluye en un incremento aun mayor de la concentración de más tarde, es eliminada por células fagocíticas sin desencadenar
calcio intracelular (Fig. 2) [6,11,12]. Este incremento de calcio reacción inflamatoria [16,35,36]. En la isquemia cerebral aguda
intracelular no depende exclusivamente de la activación de re- se dan los dos tipos de muerte celular, pero en la fase aguda hay
ceptores de glutamato, sino de la estimulación de canales de confusiones, debido a que el proceso necrótico puede ocasionar
calcio dependientes de voltaje [13]. La hiperexcitación ocasio- también la activación de enzimas proteolíticas características de
na el fenómeno de despolarización perinfarto, la cual incre- la vía apoptótica.
menta el gasto energético, especialmente cuando la membrana Cada vez contamos con más evidencias del desencadena-
intenta repolarizarse [3,14,15]. miento de mecanismos apoptóticos de aparición subaguda y otros
El incremento de calcio, junto con la acidosis y la despolari- más tardíos que permiten explicar la muerte celular días o meses
zación perinfarto, contribuyen a la iniciación del daño; más tar- después de la lesión (Figura 1b, b’) [37,38,39,40,41]. La libera-
de, la inflamación y la activación de fenómenos apoptóticos ción del citocromo c de la mitocondria como respuesta a la des-
contribuyen a incrementar la lesión [6,16]. Durante la isquemia polarización isquémica y la acumulación de calcio intramitocon-
y, especialmente, durante la reperfusión se generan radicales drial hace posible la formación del complejo citocromo c-proteí-
libres, entre los que se incluye el monóxido de nitrógeno (NO). na proapoptótica BAD-APAF (factor asociado a la apoptosis).
Estas moléculas altamente reactivas se producen en los estados Este complejo es capaz de activar las caspasas y otras proteasas
iniciales y tardíos de la isquemia cerebral mediante mecanismos de cisteína encargadas de la fase efectora de la apoptosis, respon-
fisiopatológicos diferentes: en primer lugar, se producen espe- sables directas de la muerte neuronal por su capacidad de digerir
cies reactivas de oxígeno por el metabolismo del ácido araqui- proteínas vitales para la célula, como proteínas de reparación del
dónico y la NO sintasa neuronal (nNOS); en estados interme- ácido desoxirribonucleico (ADN), proteínas reguladoras de la
dios, los radicales libres de oxígeno son el aporte correspon- apoptosis y proteínas estructurales del citoesqueleto [16,35,36].
diente a la infiltración de neutrófilos en el área isquémica, y en Tras la isquemia cerebral focal experimental se ha encontra-
estados más tardíos interviene la síntesis y activación de las do inducción de genes y factores proapoptóticos, como los facto-
enzimas NO sintasa inducible (iNOS) y la cicloxigenasa-2 res de necrosis tumoral (Fas y Apo-2L) [42], el receptor de muer-
(COX-2) [17,18]. te TR3 [43], el factor nuclear-κB [44] y el gen ligado a la apop-
La isquemia cerebral desencadena una serie compleja de tosis 2 (ALG2, del inglés apoptosis-linked gene 2) [45]; además,
sucesos moleculares, entre los cuales se encuentra la activación se detecta la expresión de factores antiapoptóticos, como la pro-
y expresión de genes. Algunos de estos fenómenos parten de la teína Bcl-ω [46], el factor de crecimiento tumoral β1 (TGF-β1,
reacción inmediata de la neurona al daño [19], otros se asocian del inglés tumor growth factor) [47], el factor α de transforma-
a procesos celulares que determinan el destino próximo de la ción y crecimiento (TGF α, del inglés transforming growth fac-
que el grado de activación depende de la duración de dicha Se concluye que la proteína asociada a los microtúbulos
isquemia; como se mencionó anteriormente, la PKC limita la (MAP2) es esencial en las interacciones del citoesqueleto neu-
capacidad de interacción de la MAP2 con la tubulina, por lo ronal, confiere estabilidad a los microtúbulos y, por ende, se
cual promueve el desensamblaje de los microtúbulos [87]. requiere para preservar la morfología y la conectividad neuro-
Como señalamos anteriormente, según nuestros resultados, nal. Tiene relación con importantes cascadas bioquímicas de
un inhibidor selectivo de la PKC, el Ro320432, actúa como reacción intracelular y extracelular, lo que la hace particular-
agente neuroprotector en circunstancias de isquemia focal mente sensible a las alteraciones ocasionadas por la lesión cere-
[55]. Aunque hemos relacionado este resultado con la desinhi- bral. Durante la isquemia cerebral y después de ella experimen-
bición de la función del receptor neurotrófico IGF-I, se podría ta cambios en su expresión y su conformación que pueden reco-
especular que la inhibición farmacológica de la PKC también nocerse con técnicas inmunohistoquímicas mediante anticuer-
podría tener repercusión en la protección del citoesqueleto pos específicos. Se constituye, pues, en un sensible marcador de
neuronal, evitaría así el desensamblaje de los microtúbulos y, sufrimiento neuronal y representa un modelo de reorganización
por tanto, facilitaría la reacción al estrés y la supervivencia estructural y sináptica (Fig. 1c, c’).
ante el daño isquémico.
Es interesante señalar que la estimulación de algunos subti-
pos de receptores glutamatérgicos NMDA incrementa la desfos- DESPOLARIZACIÓN PERINFARTO
forilación de las MAP2 por activación de fosfatasas como la Y DEPRESIÓN PROPAGADA
calcineurina y la PP1, que influyen sobre la reorganización y El área adyacente al foco isquémico presenta unas característi-
estabilización del citoesqueleto [88,89]. Se plantea que la tubu- cas fisiológicas y fisiopatológicas especiales y se denomina
lina soluble despolimerizada abunda en las espinas dendríticas área de penumbra. Es un sector inestable, en el cual hay una dis-
y en las densidades postsinápticas; la desfosforilación de estas minución del flujo sanguíneo (hasta 20 mL/100 g/min) y en el
unidades de tubulina desencadenada por la activación de los que aún están preservados el metabolismo energético y la inte-
receptores de glutamato favorecería la formación de microtúbu- gridad de la membrana celular. En el área de penumbra, el
los y modificaría, de esta manera, la reorganización local del incremento de potasio extracelular procedente del foco isqué-
citoesqueleto postsináptico [90]. Se ha comunicado que la esti- mico facilita el proceso de despolarización perinfarto, el cual es
mulación glutamatérgica desencadena un incremento de la con- similar a la despolarización anóxica pero puede ser reversible
centración de ARNm para MAP2, lo que hace pensar que el glu- de forma espontánea; sin embargo, la despolarización perinfar-
tamato tiene repercusión, no sólo sobre la fosforilación de la to puede contribuir al crecimiento del foco isquémico y la
MAP2, sino también sobre la biosíntesis y la concentración de muerte celular [3,101,102]. En este sector pueden ocurrir fenó-
la proteína MAP2 [91,92]. menos más tardíos de muerte celular programada, cambios en
Las anteriores observaciones son congruentes con nuestros las propiedades de las neuronas, activación de la microglía y
datos recientes [93], en los cuales se muestra, mediante un reacción inflamatoria [16,103,104]. Entre los cambios neuro-
modelo de isquemia cerebral experimental focal, una respuesta químicos se ha destacado la reducción hasta en un 60% de los
de hiperfosforilación de la proteína asociada a microtubulos τ y receptores GABAA [104].
un incremento significativo en la asociación de la τ con la subu- Otro suceso significativo desde el punto de vista neurofisio-
nidad 2/3 del receptor de glutamato AMPA en el hipocampo. lógico consiste en el establecimiento, poco después de la lesión
Teniendo en cuenta el efecto neuroprotector de los estrógenos isquémica, de la denominada depresión propagada (spreading
[94], las ratas fueron tratadas con 17-β-estradiol. Esto evitó la depression). Este fenómeno se ha relacionado con el incremen-
hiperfosforilación de la τ, lo que generó un efecto de resistencia to de potasio extracelular y la consecuente activación de la red
al estrés isquémico y de neuroprotección [93]. astrocítica, la cual ejerce un mecanismo de tamponamiento
Se ha planteado que la activación de la calpaína y la subsi- espacial, mediante el desplazamiento de potasio del sector
guiente degradación del citoesqueleto es un indicador sensible isquémico a otros sectores de la corteza. La depresión propaga-
de la respuesta celular al daño [85,95,96,97]. La calpaína es una da es un mecanismo bien conocido que consiste en una altera-
proteasa de cisteína que se activa con la presencia de calcio, ción transitoria de los gradiantes iónicos que genera unas ondas
abunda en las dendritas y se ha implicado en procesos de remo- lentas de despolarización que viajan a través de la corteza cere-
delación neuronal, potenciación a largo plazo y crecimiento bral a una velocidad de 1,5 a 7,5 mm/min. La presencia de estas
neurítico. El incremento significativo de calcio que se produce ondas se ha relacionado con daño en el área de penumbra, pero
durante una isquemia cerebral desplaza el rango de acción de la no tiene relación con daño en el tejido normal [105].
calpaína de un estado fisiológico a un estado patológico, ocasio-
na la degradación proteolítica de la MAP2 y, por tanto, perturba
la estabilidad del citoesqueleto [85,97]. La fosforilación de la ACTIVACIÓN DE LA MACROGLÍA
MAP2 disminuye su sensibilidad a la calpaína [98,99], lo cual La isquemia cerebral focal ocasiona una bien conocida respues-
es un proceso cuidadosamente regulado. ta de activación de la macroglía, no sólo en el sector focal y el
Se ha encontrado que existe una relación entre la activación área de penumbra, sino también en sectores alejados del foco
de los receptores glutamatérgicos NMDA y la proteólisis de los isquémico (Fig. 4) [106]. El término gliosis, o reacción glial, se
microtúbulos mediada por calpaína. Al antagonizar los recepto- usa para indicar cambios estructurales y fisiológicos de los astro-
res de NMDA durante una isquemia cerebral focal experimen- citos y la microglía como respuesta a lesiones traumáticas,
tal, se observa una tendencia a la preservación de la inmunorre- isquémicas o infecciosas en el sistema nervioso. Dichos cambios
actividad de los microtúbulos y una reducción de la capacidad pueden ser temporales o desencadenar reorganizaciones es-
de hidrólisis de la calpaína, lo que muestra el vínculo entre ésta, tructurales definitivas, en cuyo caso se usa el término cicatriz
la excitotoxicidad y la proteólisis microtubular [100]. glial. Sin embargo, la cicatriz glial no se forma exclusivamente a
incremento de ácido araquidónico y la activación de genes que celular, la mitocondria, el citoesqueleto, la síntesis proteica y la
permiten la síntesis de citocinas y de enzimas para la produc- actividad de las cinasas. Por último, la cuarta etapa consiste en
ción de radicales libres. Estos cambios permiten la activación la progresión de los cambios bioquímicos y morfológicos hacia
de cinco eventos nocivos que Lipton denomina perpetradores la muerte celular. El conocimiento de estas etapas se encuentra
del daño y que incluyen: la acción perjudicial de los radicales en continua investigación y aún se desconocen muchos aspec-
libres, la activación de la calpaína, la activación de las fosfolipa- tos, especialmente de las últimas dos fases.
sas, la activación de la poli-ADPribosa polimerasa y la activa- Las estrategias neuroprotectoras se fundamentan en el cono-
ción de las vías apoptóticas. La segunda etapa la induce la pre- cimiento detallado de cada una de estas etapas, y se busca reco-
sencia de los perpetradores e incluye las alteraciones a largo nocer eventos claves para una intervención farmacológica o físi-
plazo de las macromoléculas o de metabolitos importantes. La ca que pueda limitar el daño neuronal y facilite la recuperación.
tercera etapa está relacionada con los efectos perjudiciales a lar- Posiblemente, en este intento deba intervenirse sobre varios pro-
go plazo de las alteraciones de las macromoléculas y los cam- cesos, debido a la gran complejidad del cuadro fisiopatológico,
bios metabólicos, que definen una alteración en la función celu- para lo cual es necesario definir cada una de las intervenciones
lar y en la estructura que incluyen cambios en la membrana como neuroprotección primaria, secundaria o terciaria.
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