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Su medicion interesa para poder aportar rigor a la valoractén de la empresa, pero més importante atin es desarrollar modelos que posibititen a conceptuatizacicn del término y sus componentes (humano, organtza tivo, teenoldgica, relacional), procesos que permitan gestionarlo efiee: mente, y experiencias précticas que constaten la valided de estos nue vos planteamientos. De todo elto tenemos recientemente excelentes exponen- tes tanto a nivel internacional, -fas investigaciones de Baruch Lev (Stern New York University). Johem Roos (IMD, Lausanne) y Géran Roos por citar algunos nombres. como nacional. can el Proyecto Indelect desa- rrollado por KPMG y Euroforum. En este mimero del Boletin de Estudios Econdmicos recogemos: ut canjunto de cinco colaboracianes sabre este contenido monogréfico, Ani- iat la reflexion Eduardo Bueno Campos, propenienctonos un modelo de andtisis de los componentes del Capital Intelectual como base para lle- var a cabo una Direccién Exiratéyica por Competencias Rasicas Distin- sivas y a continuaciOn Beatriz Tejador y Ane Aguirre recogen en su tra- bajo las conclusiones del proyecto Logos sobre la Capacidad de Aprender de las empresas espariolas. Laurence Rivat » Kerry Nulty analizan, en tos dias inmediatamente anteriores a su aprobacién, él enfoque previsto de una nueva Norma Comtable Fmernacional sobre Inmovilizade Inmateréal finatmente apro- ada por el IASC en el pasado mes de julio. Nicola Carlo Dragonetti v Géiran Roos nos presentan tos resultados de ta aplicacién del modelo del Capital intelectual « la evaluaci6n del Programa Ausindustry en Austra- lia, ¥ finalize la parte monogrdfica con una colaboracidn de Mark Lasterby que estudia lo forma en que fos faccores culturales pueden afec- tava los procesos » resultados del aprendizaje organ teativo En la parte reservada a articulas de tema libre, incluimos en primer lugar el de Jestis M. Zaratiogui que analiza Ta teovia del beneficio empre. arial en alfred Marshall. A continvacién, Huerta y Sanchez. estudian los modelos de evaluacién de tas Tecnologias de la Informacién, Ruiz y Partal abordan ef andlisis de la uriligacién que las empresas espaiiolas hacen de los productos derivaudos y finaliza et volumen con un articulo de Valencia sobre las Politicas Sociales en América Latina. Agradecemos a todos los autores el trabajo realizado para que este volumen pudiera ser una realidad y esperamos que sus colaboraciones sean de interés para todos nuestros lectores. EL COMITE DE DIRECCION EL CAPITAL. INTANGIBLE COMO CLAY. ESTRATEGICA EN LA COMPETENCIA ACTUAL Eduardo Bueno Campos Cateciticg de Reon de la Fmapresa deta UAM Peeidente de Farofocus Escorial EE eel sin in de ta ie y tn ace, La invencién sin fin, experiment si fin, Brings sanoeimeints del maviento, no I quiewd, Canocimiento del Tesguaié, peo no del silenci: (Conocimiento de fas palabras ignorancia del mundo, TS. Bie, (Fsvinile de le Rew) 1. Introduccién En los albores del sigto XXI, cuando comenzamos la preparacién mental y social para despedir dentro de un afo y algunas meses el siglo actual, parece obligado hacer una reflexion sobre [a serle de aconreci- mientos y procesos de transformacién que. de forma acelerada, han ve- nido disefiando una sociedad nueva, lena de incertidumbres y retos y plena de. complejidad para todos los agentes econémicas y sociales que la integran. Especialmente en el sitimo tercio de Ja centuria que nos aban- dona se han ido sucediendo ¢ intercalando dos formas nuevas de denomi- nnar nuestra realidad social: sociedad de la informacién y sociedad del co- nocimiento. Definiciones que por su riqueza argumental muestran el conjunto de ideas, de enfogues, de tecnologias, de sistemas v de conoei- mientos que se entrelazan de un modo nuevo, retador y sugerente para ob- servarel complejo mundo que, entre todos. estamos construyendo de cara al nuevo milenio. Este trabajo se preocupa del andlisis de los procesos de gestidn de los Aujos de conacimientos que se integran en Ia empress actual. Se interesa, consecuentemente, en proponer una metodologta de andlisis que permita conacer mejor, a la ver. que explicar con mayor precisidn, ¢l proceso de transformacién de la empresa, generalmente concchida como tn «con- junto de activos tangibles organizados en un determinado praceso pro- doctive y para lograr unos objetivos coneretos», a su censideracidn actual como vn «canjunto de activos intangibles, genéradores de un capital in tangible o capital intelectual», Toda esta reflexién se presenta con el fin de entender mejor las claves competitivas de nuestro tiempo y orientar las estrategias empresariales frente al desafio de la complejidad reinante en el trnsito hacia la nueva era, un camino que viene exigiendo nuevos co- ocimientus, nuevos planteamientos para gestionar las actividades eco- némicas y, como resultado, fa apaticicin de nuevos productos y servicios: situacién para la que es necesaria, en palabras de Bell (1976), una “tec- nologia intelectual», es devir: «la sustitucién de los juicios intuitivos por nuevos algoritmos o normas para la solucién de problemas» Finalmente este proemio quiere anunciar la importancia que alumbra lu nueva economia del conocimiento, paradigma cmergente que a través de lox modelos o de los provesas coneretos de gestién del eonocimiento, de un conocimiento aprisionado en la estructura de la empresa y que con su Liberacién provocard un cambio radical en la sociedad nueva, produ- ciré una agitaci6n cultural e intelectual que posibilitard que gracias al ca- pital intangible pueda hacerse realidad Ia transformacién deserita por Koyré (1973) de pasar «del mundo cerrado af Universe infinito», es decir Ue! estado de la ciencia cldsica al de ta ciencia moderna, del mundo de Tas certezas al de las incertidumbres ¥ de Tos sistemas lineeles a los sistemas dindmicos inestahles o discontinuos: «ameramorfésis» que esté protagoni- and, segiin Prigogine y Stengers (1979), la sociedad de las wtimas dé ccads del siglo XX, es deci, la sociedad del conocimiento, 2. La sociedad del conocimiento y la gestién del conocimienta! Desde que Rell (1973) definiera la sociedad det conocimiente ban ido surgiendo y cobrando gran predicumento un conjunto de ideas, conceptos y expresiones que modelan su contenido verdadero y su alcance real en Ta comunidad eientiiea. Es el caso, entre otras expresiones, de las siguien- Esse elgg sp spova ens sess pips pel exttegco del prensa a a swsedaa de ida enn toh stro: F. Rcbe, 1 cimienton, Later, ayo 1998, peas. 89 tes: capital humano, capital intelectual, activos intangibles, proceso de aprendizaje, organizacién inteligente, aprendizaje organizativo, conoci- miento explicito, conocimiento técito, economia del conocimiento y ges- tidn del conocimiento. El conjunto de conceptos citados pone el acento en la suma de saberes, de conocimientos o en é capital intangible. que pose y desarrotla la sociedad, las organizaciones o las empresas. Dicho capital intangible (mis conocido como capital intelectual) representa, en este final de siglo, el valor més importante para hacer frente al ret competi- ‘vo de nuestro tiempo y, en consecuencia, para poder abordar. con cierto sito, el desaffo de entrar en el nuevo milenio, La sociedad del conocimiento se caracteriza por la aparicién continua ce saberes nuievos, por el desarrollo permanente de las facultadles intelec- Luales, todo ello coneretado en tina aceleraciGn inusitada de In eaducidad e los paradigmas dominantes en los afios precedentes, de. la ohsolescen- cia de los métodos dle andlisis y de las téenicas empleadas para lu obs sucidn de la realidad por investigadores. analistas, expertos y profesiona- les, Estamos viviendo en una sociedad en la que estén adquiriendo primacia los conocimientos tedricos y los conocimientos técitos sobre cualquier otra clase de conocimiento: es decir son relevantes uquéllos que requieren de un determinado modelo mental y de unas procesos basados en la creacién, en las ideas, en la abstracciGn y en 1a innovacién, tal y como indiean Chan Kim y Mauborgne (1997). caso de los conocimientos tsGricos y Son importantes aquéllos que son de diffcil transmisién y co- municacién, dado que se basan en la experiencia y en el talento idiosin- crdsioo, en el arte, en el «saber hacer», caso de los conocimientos tacitos. Estos conoeimientos segin Nonaka y Takeouchi (1995) son, en defini- tiva, los que posibilitan en la economia actual la generacidn y sostenibili- dad de la ventaja campetitiva empresarial En este sentido hay que destacar, siguiendo a Nonuka (1991).que «en ¢stos tiltimes aiios vivimos una intensa espiral de conocimientos, estamos in una ecurronifa donde la tnica certeza ¢s Ja incertidumbre y en donde la tinica fuente de ventaja competitive duradera es el conocimiento». Posi cin argumental que pone de manifiesto que para poder seguir esta din mica es preciso generar continuamente ideas nuevas c innovaci6n, la cual, para el caso de la empresa, se puede practicar siguiendo como gua las experiencias de las «mejores», de las «més apreciadas», narmulmente aguiéllas que han sabido gestionar el conocimiento con cierto éxito, segin como éste haya sido refrendado por el mercado. En la figura 1 se observa cual ha sido el proceso de creacién en la so- iedad del conocimiento 0 el transito de unos datos havia la informacion de ésta al conocimiento, proceso que acaba finalizando en la zeneracién Figura | Fi proceso de ereatidn en la Sociedad del Conocimiento Fsecunpa TeuRA SIRS || mm | | TEESE PRIMERA ceva || <> | Baro ie CE DisTINTIVA PROCESO Dr Ls FRoerso pr nage | | coh me DATOS ma “MENIAL de determinada , es decir, de cémo saber aprender & aprender» los conocimientos nuevos y, por ultima, la tercera etapa pretende que el conocimiento se transforme en «ompetencia di Tintiva» o en otras palabras, en el soporte de ta «cupucidad de competi» de «saber haicer> mejor que los dems, todo ello gracias a determinado «proceso de creaciéin mental». Fn eonsccucnea éste sistema To que persi- ue es producir y difundir el saber, diseminar el talento humars o Ta inte- ligeneia, tanto individual como organizativa por toda la estructura de la organizacién empresarial. Gracias a este proceso la empresa uctual poseedora de un caudal imgente de conocimientos. pode Bberas wit scenergia nuevaw, siempre que sea capaz.de Hevar a cabo una gestidn ade ccuada de los flujos de conocimientos que por aquella circulan: gestidn ‘gue tiene como finalidad Ia generacién de nuevos conocimientos que le permitan no s6lo crear ventaja compettiva, sino tamhign hacer ésta mas duradera. En oiras palabras, se puede afirmar que «la sociedad del cono- cimiento depende de la capucidad de aprendizaje, de cémo se incorpora el saber y el talento innovador, tanto en las personas como en las organiza- cones que kt compen Una vez presentado ef concepto y cl aleance de la sociedad del cono- cimiento es el momento de tratar la Clasificacién de dicho conocimiento, ‘cuestidn previa para poder entender los argumentos posteriores y para po- sibilitar la vonstruccién del modelo cognitive que se propone ett las pigi- nas siguientes. En concrelo se puede hablar de estas clases principales de conocimiento: a) Conocimiento captado- ex cl saber que procede del exterior de la or ganizacin y que es adquirido a través le contratos, tanta perfectos Como imperfectos. Lste conocimiento es explicito para la empresa, b) Comocimienta creado; es et saber que se gesta en el interior de la empresa (véase la figura 2) y que tanta puede concretarse en cona- Cimiento explicita como en técito para la misma. ©} Conocimiente explicitor es el saber que puede ser transmitido 0 compartido entte las personas o en el seno de la organizacién con relativa facilidad d) Conocimiente tdcito: es el saber que presenta cierta dificuttad y complejidad para ser transmitido o comunicado interpersonal mente. Como se deduce de la figura 2, tanto el coneeistignto explicito como el técito pueden actuar como origen cn la creucién de nucvo conoc- rmiento, El conocimiento explicilo se compone. fundamentalmente, de co- nacimientos tenicos, de algunas capacidades o habilidades y de pocas actitudes, siendo por lo tanto de féeil transmisién con las actuales teeno- logias de la informacién y de las conmnicaciones (TIC). De otra parte. el canocimiento técito esté mas cercano al talento, al arte oa determinado modelo mental, aspectos de dificil ransmisién interpersonal. por lo que Figura ? Creaciin de conoc =e CLASES Dk CONOCINTENTO onic Theo i = eo 1S) exeierto comelnscton RVALIZACION ae cIS0S STEMS) {TISAS”CAPACIDADES \ Lye 1] Ke exTERreci6y Soca N (CONCEPTOS-ESTRATEGIAS) IWALORES.ACTITUDES) se compone, bisicamente, de actitudes. de la mayorta de las capacidades y de determinados conocimienios abstractos y complejos 0 sofisticados. Las posibles comhinaciones de estos conocimientos son claras, produ- ciendo determinadas concreciones, tal y como recoge la citada figura 2. se explica a continvacién: 1. La ereacidn de conocimientos explicitos a partir de conocimientos explicitos se percibe a través de determinados «procesos 0 «siste~ A partir de conocimientos explicitos se puede crear conocimiento récito 0 «saber hacer» en la organizacién, el cual viene recibiendo el nombre de «rutina organizativa», (Nelson y Winter, 1982) 0 tam- bign conocimiento ticito en las personas, el cual es definido como «, cuestiones que hardn diferentes y les facilitarén mejorar su competitividad. Fs evidente que si fa empresa extemaliza una determinada estrategia frente al mercado, en correspondencia, deberd Nevar a cabo otra estrategia interna de gestién de los fujas de conocimientos que circulan y se desa- rrollan en el seno de la entidad. Si en la sociedad actual el nuevo reto es ta construccidn del paradigma de la economfa del conocimiento en Ta em- presa este reto viene representado por Ia forma de como gestionar este co- nocimiento. Es sin ningtin género de duda una tarea ardua, compleja y emergent, Ardua porque tiene que intentar liberar la energgit snetal wcu- ‘muluda en la onganizacién, la que hay encerrada en las mentes de las per- sonas que la componen: compleja, porque hay que saber convertir dicho intelecto en activo emapresarial, en conocimiento organizativo, al que pue~ den acceder todas las personas de Ia organizacit, con el fin de que pueda set utilizado en la creacién de nuevo conocimiento, lo que nos Teva a la definicién de la worganizacién que eprende> (Bueno, 1996) 0 de la «orga- nizacin inteligente» (Senge, 1990; Nonaka, 1991 y Quinn, 1992), Para Senge dicha organizacién es una empresa «donde las personas expanden ccontinuamente sus conocimientos o aptitudes para crear los resultados que desean, donde se cultivan nuevos y expansivos patrones de pensamiento, donde la aspiracién colectiva queda en libertad y en donde las personas comtinuamente aprenden a aprender conjuntamente>. Para Nonaka es quella empresa en Ia que «inventar un nuevo conocimiento no es una a tivicad especial... es la manera en que funcionan, es de hecho, una forma de ser, de actuar, ef la que todos son trabajadores del conocimiento». Por Ultine para Quinn la cempresa inteligente> es aquélla «que basicamente gestona y coordina informacién ¢ intelecto con cl propdsito de satisfacer las recesidades del cliente», tanto el externo como el interno, s importante que la empresa entienda cual debe ser el ciclo basicn de la gestidn del conocimiento, con el fin de que se cree un proceso dingmico de generacidn de flujos de conocimientos, de creacién de conocimientos nuevos, pero relacionados con su estrategia y con sus actividades. Esta estiin debe saber diseminar el conocimiemto por toda Ia organizacién e incerporarlo a los productos, a los servicios, a los sistemas. a los procesos y.en Suma, convertirlos en determinadas «competencias distintivas». Con fin de centrar estas ideas y a partir de las propuestas de Nonaka (1991) y de KPMG Management Consulting (11997) se propone en la figura 3 un modelo de andlisis del «ciclo de la gestién del conocimiento». Figura 3 El ciclo de le gestion del conocimiento a ARERR aC Se) REPRESENTAI™) NG) TRANSEERIR eosteaern) ) INconpona®’ aCisrreniay FACILITAR >) ne: Nala 91 KANG Manganese Craig, 17 y Habra poi Son warias las fases que componen el citado «ciclo» y que sirven para explicar su interactividad y su capacidad de aprender. asi como para crear el conocimieato, las competencias y los activos intangibles: cuesti que son las que hardn que las empresas puedan ser calificadas de «inteli- ‘gentes», Dichas fases, aunque de manera sonteea. sé pueden explicar de Is Forma siguient sAcceder a las fuentes del conocimiento externa 0 interno a la em- prasa y tanto explicito como técito, +Facilizar o explazar vl conocimiento a través de unos valores. de und cultura y de un liderazgo transformadior que lo potencie y dinamice, *Transferir 0 comparsir formalmente Tos conocimientos mediante la formacisn © informalmente mediante el trabajo en grupo o en equipo. sRepresentar 0 aplicar « través de las tecnologias facilitadaras del proceso (TIC) bien en uno u otro soporte, sistema o técnica y siem- pre que permitan un acceso lo mds sencillo posible y ayuden al aprendizaje individual y organizacional. *Generar 0 crear el nuevo conocimienta gracias 4 la interaceiGa de ests faves y a la xcapacidad de aprender a aprender», tanto « nivel de personas como de grupos arganizativos “Incorporar 0 integrar el conocimiento como un activo empresarial como un nuevo valor aftadido en los productos. servicios, sistemas ¥ procesos. en suma, Jogrando crear el conjunto de activos intangibles que delinen el concept de capital intangible o intelectual de La em- presa, Para terminar este epigrafe se puede concluir que la gestién de} cono- cimiento, como actividad caracteristiea de Ta corganizaciGn inteligennte>, estd integrado hisicamente por las tres dimensiones conceptuales si- guientess *Un eonjunto: de conoeimientos explicitos y téeitos, captados ¥ crea dos. +Unas tecnologfas facilitadoras (TIC). *Ln proceso dinémico de generacién ce canocimiento 6 un conjunto cin Xe flujos de conocimientos en inte 3, La transformacién de la empresa: de los activos tangibles a los activas intangibles La evidencia més clara del alcance y de los efectos de la emergente soviedad del conncimiento se puede observar en la transformacién que la eect EE NS I empresa ha Sufrido en las iltimas tres décadas, Simplemente basta com- porar los sectores y las empresas mds importantes por sv aportaci6n a la produccién nacional entre el final de los afios sesenta cori el de los na~ venta, De este simple ejercicio se comprucba que hemos pasado de un producto representative como pueda ser el automévil a un paquete infor- initico para Intemet. Pero si, demds, se observa la composicién de la es- tractura econémica productiva de la empresa y se anallizan las activida- des de su cadena de valor, se llega u la conciusién siguiente: «que La erpresa actual se define por un conjunta de activos tungibles e inlangt bies yen donde éstos, cada vez toman mayor importancia y efectividad en laereacién de valor para la empresa: activos intangibles que son el resul- tao de la incorporacién del conocimiento, del intelecto. 2 las distintas ac- tividades productivas de la organizacisnn. Para corroborar esta afirmacisin basta con hacer referencia @ ley tra- bajos llevados a cabo, entre otros, por Quinn (1992) y por Edvinsson y Malone (1997). El primera en su obra: Intelligent Emerprise. clemuestra ‘cun diferentes casos reales cual ha sido esta transformacién gracias al puder del intelecto (conocimiento) y de los servicios incorporados a las distintas actividades, a partir del enfoque basado en ef andlisis de la ca- dena de valor. De esta forma tiene pleno sentido que las empresas se orienten en su gestién estratégica a sus «competencias exenciales» 0 con- junto de «competencias basieas distintivasy y leven a cabo un «outsour cing estratégica»*. Como ya ha sido indicado para Quinin la empresa inte- figente es la que sabe gestionar conocimientos miltiples. administrar st inlelecto, aquel que se esta incorporando continuamente como activo in- laagible, como servicio profesional w una u otra actividad de su cadena productiva, afladiendo valor o ereando riqueza para la-empresa y para su chente Para los otros autores la justificacidn del papel principal de los acti- ‘ves intangibles se efecttia a partir de la observacidn de La relacidi entre el Valor de capitalizacién bursatil o de mercado de las empresas respecto al valor countable de su patrimonio neto, expresiin, ésta ultima, basada en el valor de los activos tangibles (Fisieos y financieros) Ue la compania, $i se smalizan estos datos para las cinco empresas con mayor cotizacidn en la Rolsa de New York en 1996 (General Flectric. Coca Cola, Exxon, Micra- soft e Intel) el ratio «precio-valar cantable» abtuvo wn valor medio de trece. Para Rdvinsson (1997) esta diferencia, observada especialmente en eh ces de valor 1 (1991), ve 1986) Para emplar el era del nis is actividades sein el eno ME. Porety relcionari son fn were cometzaces,pooden verse: ‘Bueno y Moria (1997) Praalady Harel 1990), los afios noventa, puede estar justificada por la presencia de un concepto nuevo, como es el que define el capital intelectual o, en otras palabras, el valor resultante del conjunto de actives intangibles ereados pot la em- presi. Para este autor. dicho capital «es algo mas que cupital huumano es mais que abjetos intangibles... tal vez podria considerarse como un flujo de dindmicas de valor, un flujo de generacién de capacidades ocu las, caso del capital estructural: sistemas organizativos. marcus, buses de datos, putentes, relaciones con lox clientes, etc.», Activos que normal- ‘mente no aparecen recogidos en su tolulidad en las cuentas anuales. En este sentido para Ldvinsson y Malone se podria hablar de un «vocticiente de capital intelectual 0 de una aproximacisn a la xq» de Tobin, ratio que puede explicur esas diferencias vatorativas entre el mercado y Ta «imagen Tinanciera» que muestran los actives contabilizados. Hay que recordar que la =q» de Tobin’ es el cocdente entre el vilor en el mercado de los titulos financieras de una empresa (acciones y bonos) y el valor de sus activos a precios de reposicisn, tal y como muestra la ecua- cin [1] Fn consecuencia, el ratio aq Lesrico se expresa de esta manera: Vii Ar en donile: Vm flor de mercado de Tos activos de la empresa (suma del valorte. Grico de sus acciones y bon0s), Are Activos productivos'a precios de reposicién, ccnlabilidad ecandmica ncta ue impuestos (es decir. beneficio despues de impuestos + gastos financieros dividido porel activo valorado al costs de reporsieisn) ‘Tas de crecimiento esperudo de beneficins y dividendos futuros. k= Coste finaneigro del capital para el nivel de riesgo de lu empresa iodo de tiempo en que se mantendré el crecimiento positivo.a partir del cual se espera que R=k. Como es evidente el ratio presenta alguna complejidad de céleule por lo que se han ido proponiendo versiones Simplificacias. ste es el caso de “gun de os aes principles sobre el ah an = Tan 19601 Tobia Blois) ine A STRSTR la sustitucién aproximada de la «qy de Tobin por el citado Coeficiente eatre el valor de capitalizacion y cl valor contable. Cuestion que seré ubordada ins adelante, ‘Aunque no sea ahora muy original recordar la posible valide del ratio qm para orientar Ia gestion de la empresa, se pueden meneionar sobre esta cuestign algunas reflexiones, recogidas « partis de las expuestas por Espi tia y Salas (1996), Para estos autores el ratio ««p» permite orientar la ges- tidm a largo plazo de Ia empresa en el mercado bursitil, @ la vez que faci Ita, un mejor andlisis externo de la compafta. Bajo esta perspectiva y de acuerdo con un enfoque de gestidn estratégica, centrada en ver como los czocins de la empresa a través de la participacidn en el mercado. el ere cimiento y la diversificacién pueden generar un mayor valor para sus «in- versores propictarios» (fin itimo de aquéllos), dicho ratio puede tener un siete interés orientativo para la formacién de sus estrategias. Tannbiéa lo tiene para que los expertos o unalistas externas puedan medir y evuluar la creacidn de valor de la empresa. En este contexto el «coeficiente de capi tal intelectual» es slo una mera aproximacisn heuristica fespecto al ratio .q». basado en la simple relacidn entre la capitalizacién bursatil (precio de las acciones en el mercada) y e! patrimonio eto de la empresa {valor con- table de sus activos tangiblesi, tal y coma se muestra en la ecuacidn (2) Ne. xp Ac Ac ay en donde Vez Valor de capitalizacidn bursatil de la empresa. Ac= Valor contable de Ios activos productivos netos de la emprese 0 también el valor de sus fondas propios. Numero de acciones en cireulacisn. Ultimo precio de la weci Para Espitia y Salas cuando cl ratio «q» de la empresa muestra un valor superior a une indica que sus recursos productivos generan unos heneli- Gis y rontas en Ia asignacisin corriente superior a la que obtendfan en un empleo alternative... por lo tanto (la empresu) crea valor en Ia asignacién de recvtsos, Fste es un ratio de dificil aplicacién. como ya ha sido men- cionado, por lo gue a veces se usa come una alternative aproximada el ccociente précio-valor contable». Siguiendo con estas autores se puede aliadir que, «como es sabido en los activos cuyo coste de reposiciGn se cal- ‘cula para comparario con el valor de mercado de los tftulos Financieros de |aempresa. se ineluyen, unicamente, Ips activas tangibles (fisicos y finan cieros) quedando excluidos los actives intangibles («saber hacer» tecnico: yy comercial, valor de las patents, fidetidad de marca, capacidad organiza- tiva, etc.) En definitiva, «la distinckén entre activos tangibles e intangibles sine para revordar, primero, que parte de las rentas que s¢ capitalizan en el mamerador del ratio eq» no Son heneficios extraordinarios en cuanto que pata mantenerlas la empresa requiere de inversiones permanentes en capi- tala través de, por ejemplo, gastos en [+D. campafias publicitarias, pro- gtamas de formacién de personal, etc, Segundo, que la gestion adecuada de los actives intangibles puedle ser un elemento determinante para que la empresa consiga alcanzar y mantener un alto ratio «a>...» Continuanclo con este hilo conductor se va a presentar el posible valor del oRcANizativo HUMANO. CAPITAL CAPITAL TeCSOLOGICO ¥ nrc vedic ROSieNuaa: presa actual viene claramente identificado, a parte del resultante por el Conjunto de uctivos tangibles especialiieute por el valor de los intangi~ bles (invisibles u ocultos). También hay que insistir que, en estos dltimos aifos, estos intangibles cada vez. cobran més importancia en la realidad eondmico empresarial que transita hacia un nuevo siglo. Esta evidencia tra venido justificando el interés que a lo largo de la década actual dife- rentes investigadores, expertos, enlidades e insttuciones estén mostrando para conocer como se erean, eémo se miden, con qué indicadores, v c6mo se deben gestionar los citados activos intangibles, tanto en cuanto asa consideraeién dinémiea, como «flujos de conocimientos» (Ross y otros, 1997 y Steward, 1997), como en su aceptaci6n estitica 0 valor intangible en un momento canereto del tiempo.

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