Texto La Adolescencia en La Era Del Posedipo

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La adolescencia en la era del post-Edipo Virginia Notenson Los dos tiempos de la acometida sexual El texto princeps ud sobre la adolescencia)| “Las me) Camorfosis de la pubertady, se plantea dar respuesta al modo en que se arriba desde la sexualidad infantil a la “conforma- cién normal definitiva” de la adultez. Freud nombra su escrito indicando el soporte biolégico de los dos tiempos de la acome- tida sexual. p) El acontecimiento central de la sexualidad infantil que Freud situaba era el complejo de Edipo, que suponia las opera- ciones de identificacién y de eleccién sexual, cuya realizacién sdlo era posible con lo que la pubertad introduci¢? El segundo tiempo no era sin su sepultamiento, al que Freud no circuns- cribe una sola causa: pasando de la amenaza de castracién a la verificacién de la castracién en la madre -o en otras nifias-, también lo que llama una imposibilidad interna 3) La conformacién sexual normal definitiva a la que conduce la pubertad implicaba en principio la separacién tajante entre masculino y femenino —sabemos que para Freud la anatomia no es el destino, es decir que hay una indeterminacién del su- jeto en cuanto a su sexuacién-, as{ como también la reunién de las corrientes tierna y sensual en torno de la eleccién de 1 Freud, Sigmund, “Las metamorfosis de la pubertad”, en Obras completas, t. vi “Fragmento de andlisis de un caso de histeria” (Caso “Dora”), “Tres ensayos de teoria sexual, y otras obras”, Obras completas, Amorrortu, Bs. As., 1989. LL LB » 78 Virginia NOTENSON objeto. Dicha unién tiene como condicién la unificacién de las pulsiones parciales bajo el primado enital, y el nuevo amor es nombrado por Freud como (‘amor sexual” Jes decir, el amor articulado ala pulsién. Operaciones equiparables a la asun- cidn de la posicién sexuada —se habla de sexuacién al no haber determinacién de sexo en el sujeto— y a la constitucién del partenaire-sintoma. El hallazgo del objeto de amor, consecuencia de que no hay determinacién estructural del partenaire para el sujeto, se perfila en el horizonte del objeto perdido, ya que comprende la renuncia a los objetos primordiales: por lo tanto, se trata de un reencuentro. Para acceder al mismo, el sujeto hace un ro- deo por las condiciones de a amor; dirfamos, por las condiciones de goce. En su serie “Contribuciones a la psicologia del amor”?, Freud va a presentar cada condicién amorosa como un modo de desenlace particular del complejo de Edipo. Dira que el ca- mino que conduce a las condiciones de amor sera el mismo que el de las vias de formacién del sintoma’. El rodeo por las condiciones de amor posibilita la eleccién de objeto. Aca, la definicién de Lacan sobre el amor, como lo que permite condescender el goce al deseo, indica que sien- EC omer ty 2 gue plrncle Lt atti at ed 2 Con el nombre de “Contribuciones a la psicologia del amor”, S. Freud retine tres textos, “Sobre un tipo particular de eleccién de objeto en el hombre” (Contribuciones a la psicologia del amor, 1); “Sobre la mas generalizada degradacién de la vida amorosa” (Contribuciones a la psicologia del amor, u); “El tabt de la virgi- nidad” (Contribuciones a la psicologia del amor, 11), Obras com- pletas, op. cit. 3 Freud, Sigmund, “Las metamorfosis de la pubertad”, op. cit., p. 206, y nota 27 y 28, pp. 205- 206: “Asi, la consumacién de la elec- cién de objeto se haré primeramente mediante la representacion de fantasias, que son representaciones no destinadas a ejecutar- se. Las fantasias son la continuacién de la investigacién sexual abandonada en la infancia. Tienen gran importancia en la gé- nesis de los sintomas pues proporcionan los estadios previos de éstos: establecen las formas en que los componentes libidinales reprimidos hallan su satisfaccién. También influyen en los sue- fos (, Con las fantasias vuelven a emerger las inclinaciones infantiles con un refuerzo somatico”. EL ADOLESCENTE CONTEMPORANEO: PROBLEMAS CLINICOS 79 tendemos al goce como lo que permite satisfacerse solo, sera la via del amor la que permita el acceso al otro, ya que implica una transmutaci6n del goce al significante’. En su curso Los divinos detalles®, Miller retoma la idea freudiana de que con la pubertad se unirian las corrientes tierna y sensual en torno al objeto —situado en el cuerpo del otro-, para concluir que la divergencia de ambas corrientes se da en la infancia bajo el modo de una corriente tierna erotizada. Lo que la operacion adolescente supone —instituida la prohibicién del incesto por la influencia de la cultura durante el periodo de latencia— es una disyuncién del deseo y del amor, y para que el acceso al objeto sea posible éste debera tener una condicién no-familiar, lo que Miller llama una condicién de no amor, es decir que Ia condi- cién de amor va a la relacion sexual que no existe. La pubertad > implica un movimiento de divergencia que implica evitar el ob- jeto por el ‘cual podria haber ternura en el deseo sexual; 0 sea, conlleva vu una condicién negativa, una condicién de evitacién, motivo por pol rel cual la sexualidad estara ligada a la degr: * Si Freud propone sustituciones metonimicas basai la operatividad de la castracién, Lacan introduce la operacién de la metafora en la sustitucién, siendo el falo el resultado de la operatividad de la misma. De los avatares de la convergencia y divergencia de las co- rrientes tierna y y sensual, hay que diferenciar el recurso a la fantasia en cud y alfantasma en Lacan. SOS En la primera de sus Contribuciones a la psicologia del amor®, Freud explica que el paso de la sexualidad a la realidad, o sea Al hallazgo del objeto amoroso\por fuera de los objetos pa- rentales, se da en la pubertad mediante fantasias progresivas les dé Ser transformadas en condiciones de Lay Ob Bhyelp Gero Owo JRMAN jaro grbedhiee 4 Miller, Jacqtes-Alain, Los tno detalles, Paidés, Bs. As., 2011, p. 30. 5 Miller, Jacques-Alain, Los nos detalles, op. cit. 6 Freud, Sigmund, “Sobre un tipo particular de eleccién de obje- to en el hombre” (Contribuciones a la psicologia del amor,i), en Obras completas, t. x1, “Cinco conferencias sobre psicoanalisis”, “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci y otras obras”, op. cit., pp. 155-168. [aes Dp CELL — aoe oe Lipa & hn G gba 80 Vircinia NovEXson son Abi Els tiPlh aquel en el que éste no puede decir nada de si mismo, en el que esta borrado d rrado detras del significante, reducido al silencio; punto en el que se agarra al objeto de deseo. J.-A. Miller, en Ja presen- . tacién de dicho Seminario’, establece una identidad estructural con los momentos en los que el sujeto se confr: onta a la ausencia de su nombre de sujeto, momentos en los 9s que recurre al fantas- ma para recuperar la verdad de su ser via la relacién de objeto. Entonces, si pensamos el recurso al fantasma como de- fensa frente a lo traumatico, situaremos la acometida sexual de la pubertad como un troumatisme —término acufiado por Lacan que denota la naturaleza de agujero “trou” simbélico del trauma-~ por excelencia, que confronta al sujeto con que no hay saber sobre lo sexual, con on gue no hay relacién sexual. ecurso al fantasma)\que Lacan p propone como condicion de la puesta en acto del cuerpo-a-cuerpo del encuentro sexual en su PO Sen encuentro 8exu prefacio a El despertar de la primavera. Entre la orientacion que brindara en este escrito y la definicién de la versién al padre que dara en RSJ, hallaremos la via para pensar c6mo se ® conjugan la transmisi6n del padre, la imposibilidad —situada por Freud en relacién a la prohibicién del incesto a través de " la amenaza de castracion ejercida por el padre como agente—, y, sobre todo, el acceso a un goce particular. Para finalizar con el escrito de Freud, remarcaré el enlace entre la pulsion y el ic el ideal. Con la “pubertad yel hallazgo « de obyéto, la pulsién —nos dice~ se vuelve altruist; y se constituye una nueva meta sexual: la reproduccién. Freud explicaba asi el paso generacional que, sumado al desasimiento de la auto- ridad parental, permite el progreso de la cultura. La génesis » pr tbe del supery6, como heredero del complejo de Edipo, va en el mismo sentido, ya que la ligaz6n afectiva al padre es sustitui- 7 Lacan, Jacques, El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpreta- cién, Paidds, Bs. As., 2014, p. 108. 8 Miller, Jacques-Alain, Presentacién del Seminario 6. 15 de di- ciembre de 2013. Inédito. http://www. latigolacaniano.com/assets/ jam.pdf , Kewtno a) folowing ema de wnbluecer ot Jo purl: tn Utlo at! creompo a cavefr? OW bursmteg petal EL ADOLESCENTE CONTEMPORANEO: PROBLEMAS CLINICOS 81 da por una identificacién que lo liga tanto a los ideales como a ‘iones de la cultura que son transmitidas pi por a — hen orey LO pent -2 El problema de la referencia al ne Con la pluralizacién primero y el desdibujamiento de la fi- gura paterna acorde al ritmo de la civilizacién, el Edipo fue perdiendo su lugar de complejo central en la operacién de sexuacién de los sujetos para quedar del lado del mito. Esta- mos, segtin lo ha bautizado Jacques-Alain_ Miller, en la “era del _post-Edipo”. En la presentacién del Seminario 6 de La- can’, dira que éste ha puesto al Edipo en su lugar situando al padre como un sintoma entre otros y objetando que el Edipo — tampoco daba cuenta de la sexualidad femenina —dejando ala | castracién del lado del lado del lenguaje y al deseo Tigado al fantasma— 4Cémo se daria entonces —en la “era del post-Edipo’¥ el reencuentro con la causa infantil en la “segunda oleada pul- sional”? ;Podriamos seguir mencionando un tercer tiempo del mismo como orientacién terminal en la sexuacién del sujeto? En un exhaustivo trabajo sobre la cuestién del padre, An- drés Borderias interpreta las diferentes versiones del padre en Freud como un intento de conciliar la ley con la pulsién haciendo del padre el garante de la relacién del sujeto con el goce. Las declinaciones del padre en la obra de Lacan darian cuenta sucesivamente de que lo simbélico es heterogéneo a lo real, a un real sin ley”. _. - TF En términos de historizar el declive de la figura paterna y la modificacién del orden simbélico operado en el siglo xx1, con sus consecuencias en la obra de Lacan, tomaré en detalle la | puntuacién que hace Philippe Lacadée"™: 9 Miller, Jacques-Alain, Presentacién del Seminario 6. http:/iwww. latigolacaniano.com/assets/jam.pdf 10 Borderias, Andrés, “Declinar del padre, declinar al padre”. Ciclo de conferencias NUCEP 2014-15 Conferencia 2 #NUCEP. www.youtu- be.com/watch?v=7usTQxWxDEo. 11 Lacadée, Philippe, “Los sufrimientos modernos de los jévenes’. Inédito. : — 1 ee nbinbe Papiye conbellary Ly cor aye Aunlpohen Vv alin fag Oe 82 VirGinia NOTENSON 193881 declive de la imago paierna en “los complejos fa- miliares”. Lacan escribe: “Un gran numero de efectos psicolé- gicos, sin embargo, estan referidos, en nuestra opinién, a una declinacién social de la imago paterna. Declinacién condiciona- da por el retorno al individuo de efectos extremos del progreso social’. [Este padre es] (...) carente siempre de algun modo, ausente, humillado, dividido o postizo en su personalidad’!?, Las carencias del entorno simbdlico. En su andlisis . deI'caso Juanito, Lacan pone de relieve que Juanito se man- tiene en una posicién pasiva desde el punto de vista sexual, evocando a_un cierto tipo de hombres a los que les gusta que les bajen los pantalones. Concluye advirtiendo que detr do que detras de la desaparicion de lo viril est4 él “todos iguales”. 960) El arrebato de la deuda simbélica que conduce a algunos a un destino que no tiene valor. En elSeminario 8 La transferencia, Lacan trabaja la Trilogia de Claudel™ con el fin de descubrir un nuevo sentido de lo tragico en lo humano distinto de la tragedia antigua, cuyo sentido esta inscripto en el destino. En el Edipo mismo se verifica que “por la imposi- cién al hombre de un destino, el sujeto hace su entrada en el mundo del juego implacable de la deuda. (...) Con el cristia- nismo, ya no se es culpable por la deuda simbélica, sino que se tiene la deuda a su propio cargo. (...) Pero esta deuda en la que teniamos nuestro lugar, es lo que nos puede ser arre- batado (...) y la consecuencia es la de sentirnos totalmente 12 Lacan, Jacques, La familia, Argonauta, Bs. As., pp. 92 y 94, 13 Paul Claudel es un poeta y dramaturgo francés (1868-1955), d cendiente de la burguesia provincial. Dice haber recibido Id velacién de la fe catélica” el 25 de diciembre de 1886 ~a los 18 afios~ en Notre-Dame de Paris. Desde los catorce aiios frecuenta a Stéphane Mallarmé y a los 21 afios termina Téte dor, Claudel escribe el conjunto de su obra a la vez que lleva adelante una carrera diplomatica como embajador de Francia, que lo levara a Estados Unidos. Extremo Oriente, Brasil y a Europa. Su obra esta marcada por estas influencias, y por la filosofia oriental, la tragedia griega. la Biblia y los misticos espaiioles. De 1909 a 1916 vive sucesivamente en Praga, Frankfurt. Hamburgo, mas tarde en Rio de Janeiro, periodo durante el cual escribe la Trilogia: El rehén (1909), El pan duro (1914) y El padre humillado (1916) EL ADOLESCENTE CONTEMPORANED: PROBLEMAS CLINICOS 83 alienados. (...) la desgracia_ es mayor porque ese destino ya no es nada”. Sa (C197 La anticipacion que hace en “Radiofonia” de las con- secuiencias del ascenso al eénit del objeto a ‘Bastaria el ascen- so al cenit social del objeto llamado por mi pequefia a, por el efecto de angustia que provoca el vaciamiento con que nuestro discurso lo produce, al fracasar en su produccién’=, Conse- cuencias retomadas por Jacques-Alain Miller en su Conferen- cia de Comandatuba, “Una fantasia’, que retomaremos mas nf adelante. GF FiGcuenes DE A conte/tieam Del I) ail? * Junto al declive de la imago paterna, Lacan va variando su concepcién primera del Nombre del Padre como funcién a la de ser una forma de anudamiento entre otras: a partirde .. ,, Aun (1972/78) ya no tomaré al padre como un significante sino Oeel! como un “decir que no”, como un decir que designa élacto, yno 14 los enunciados, prescindiendo dé Ta idea del punto de capitén y pasando a la clinica de la sustitucién, de la conexion, En RSI Seminario médito Gictado-en Tos aiios 1974/75), Lacan A afirmara que la funcién del padre es una funcién de nomi- £7! uo nacién, un “decir que nombra”, El sinthoma ya no va a tener, ay f ut funcién de metéfora sino de letra’. lhe, Gule. Feri hae ce éCémo pensar entonces, a partir de la declinacién.¢ del pa- En el prefacio a la puesta en escena de la obra de V Wedekind El despertar de le la pri imavera, - Lacan dice que el abordaje al Otro sexo, el cuerpo a cuerpo, sérA posible mediante el recurso al fantasma —diriamos, mediante « el rodeo por las condiciones de amor, siemdo una respuesta particular-, “(... que se | “malo- gra para cada uno”, A su vez, analiza la funcién del “Hombre Prerawe A Ob 14 Lacan, Jacques, El Seminario, Libro 8, La transferencia, Paidés, Bs. As., p. 340. 15 Lacan, Jacques, Psicoandlisis, Radiofonia & Televisién, Anagra- ma, Barcelona, 1977, p. 19. 16 Lacan, Jacques, El Seminario, Libro 20, Aun, Paidés, Bs. As., 1989. 17 Lacan, Jacques, RSJ, cuestiones que aborda en las clases del 15/2/75 y, 11/2/75. Inédito. (18 )Lacan, Jacques, “El despertar de la primavera”, en Intervenciones estos 2 Manantial, Bs. As, 2007, pp. 109-11. 84 Vir@inia NoTENSON enmascarado”, a quien el autor dedica su escrito y que_e en la la pieza teatral salva la vida del personaje principal,(Melchior> de ceder ante la muerte -tematica adolescente por excelencia-, ofreciéndole alternativas que esclarecen su deseo x lo orien- tan. — — Tos tltimos parrafos del escrito de Lacan anticipan la de- finicién de la versién al padre que ofrecera en RSJ el afio si- ith guiente. Refiere la funcién del padre a la nominacién, y dice que el “Hombre enmascarado” sabe del semblante, ligando el wi) po mismo a lo particular y a lo femenino y dejando planteada la je Yy pregunta de de si uno de los Nombres del Padre no podria ser el avs “(...) de la Diosa Blanca (. ai Otra siempre en su goce””. 2 ws En RSJ, con la version al padre, Lacan va a situar al padre a us no en relacién al Universal sino a lo particular de su ‘su_goce: { ene derecho ) al respeto, si no al am ssi dichd're “Fespéto es esta “eres —versamente orientado, es d tyne pn w hace de una mu, 2rC wf una mujer acoge le ello, si puedo expresarme asf, no tiene Wx» nada que ver en la cuestién. De lo que ella se ocupa es de otros wy objetos (a), qué son 168 hijos”.2° » og (La paternidai entonces -segun lo trabaja Eric Laurent-, va v ag a suponer no un acto de garantia ni de identificacién ligada al ideal y a las normas, sino un “acto de fe en la creencia en un goce particular, (...) en la creencia en una mujer como sinto- ma, (...) y mediante esta particular wr alianza tener acceso a lo real del goce en juego”, at “ee Las consecuencias en la clinica con adolescentes Podriamos tomar cada uno de los momentos situados por Lacan del declive del patriarcado como un tdpico actual, sea la reduccién de la familia a su forma monoparental, sea la pasividad de los semblantes masculinos en nuestra época, ete. 19 Ibid., pp. 112-113. 20 Lacan, Jacques, R.S.I., Clase del 21-1-1975. Inédito. (2DyLaurent, Eric, “Un nuevo amor por el padre”, en El goce sin ros- *-—~“‘tro, Tres Haches, Bs. As., 2010, pp. 83-84. EL ADOLESCENTE CONTEMPORANEO: PROBLEMAS CLINICos 85 En particular, me interesa tomar el sesgo del adolescente actual que “toma la deuda a su cargo” en soledad, consecuen- cia de la falta del principio de sustitucién que el Nombre del Padre garantizaba; lo que ha sido lefdo desde el discurso socio- ldgico con términos como “el disefio de si’, construccién del si mismo, y que parecen haber tenido su origen en la caracte- rizacién que hiciera Foucault sobre las “tecnologias del yo"’’, Las consecuencias de lo expuesto anteriormente tendran que ver con adolesce: jue no recurren al Otro como porta- dor_de un saber. P. Lacadée sittia el quiebre generacional en 108 de“crisig de Ia lengua articnlada al Ona términos de “crisis de la lengua articulada al Otro’ 4 lo cual deja a los adolescentes enganchados a sus gadgeis 0 a practi- cas de goce en fi maadictiva. AU /Oe rota JEL SAhEL A su vez, J.- ller habla de “una autoerotica del saber” como consecuencia de Ja incidencia del mundo virtual, ya que “el saber esta en el bolsillo, noes mas el objeto del Otro. Antes, 3a ex 1. objeto que habia que ir a buscar al campo del Otro, habia que extraerlo del Otro por via de la seduccién, de la obediencia o de la exigencia, lo que implicaba pasar por una estrategia con el deseo del Otro”. 22 Véase al respecto el ensayo de Boris Groys, (Volverse publico. Las transformaciones del arte en el dgora contempordneo, Caja negra editora, 2014) en el que plantea la necesidad del sujeto contem- pordneo de la construccién de un “disefio de si”, como respuesta al modo en que quiere manifestarse, qué forma quiere darse a si mismo, y cémo quiere presentarse ante la mirada del Otro. 23 Foucault, Michel, Tecnologias del yo, Paidés, Bs. As., 1990. Es- crito en el que diferencia las tecnologias del poder que actuaban sobre los individuos desde el exterior, de las tecnologias del yo, como construccién desde el interior que permite la constitucién del individuo, en sujeto ético, entendiendo la ética como una esté- tica de la existencia individual, “una aspiracién a construirse a si mismo como una obra de arte”. 24 Lacadée, Philippe, “Los sufrimientos modernos de los jévenes”, OP. cit. 25) Miller, Jacques-Alain, “En direccién a la adolescencia”, Clausura de la 3° Jornada de LInstitut de Venfant. “Interpretar al nifio”, 21/3/2015. http://www lacan-universite.fr/wp-content/uploads/ 2015/04/en_direction_de_ladolescence-J_A-Miller-ie.pdf 86 Virginia NoTENSON lace dos décadad, las consultas de adolescentes tenian mas que ver con dudas vocacionales y identidad sexual, cuestién que ha variado probablemente a partir de las mul- tiples comunidades de goce que se ofrecen al mercado; Face- book, por ejemplo, enumera identificaciones sexuales po- sibles que abarcan infinitos matices en cuanto a “soy..., me siento..., siento cémo..., parezco..., etc.”. Hay que jue agregar la mayor tolerancia a las diversas identidades diversas identidades por parte de los parés. Comunidades de goce que ofrecen un sostén imagina- rio pero que no recubren el punto de Real que la sexualidad connota”®. “El recurso a las redes sociales ha hecho equivalentes el ha- blar y el comunicarse por mensajes de texto, y la enunciacién no queda del todo anulada en los dichos —escritos— gracias a la multiplicidad de formas y emoticones que la tecnologia ofrece. La hiper-conectividad en la que los adolescentes estan inmersos ser utilizada al servicio de un enganche posible en algunos casos, teniendo en un extremo el caso del Hikikomori -sindrome de aislamiento social-, nombre tomado de los ado- 26 Al respecto es notable como el Director de cine Abdelatiff Kechi- che logra plasmar los dette de las “comunidades de goce” en la pelicula@La vida de Adéle™ estrenada en el aio 2013. Adélé es una adolescente sola, sin marcas salvo la de su belleza, se pre- gunta y pregunta a sus pares qué tipo de chica es. En su recorrido en la busqueda de definiciones inicia una pareja con un par por sugerencia de sus amigas, que no le resulta satisfactoria; se ena- 2» mora de una mujer, consiente a ello a partir de lo que le provoca AND ao oy enel cuerpo, , lo que la lleva al intento de insertarse en la comuni- y Ob dad leshiana, pero tampoco puede acceder a otras mujeres. Con asst Ng! su modo de inserciéa solitario denuncia lo que Jas “comunidades de goce” intentan remediar, al proponer definiciones a partir de ) diversas practicas sexuales, nominaciones que cortocircuitan el gy WS padsjaipor al Oi, qua evitan defintwealpar Un Gago idsatiica: NG torio, por una identidad sexual, desmintiendo de este modo, la W inexistencia de la relacion sexual. Y lo que escandaliza del film es eso, que lo que comanda es el goce —oral en este caso- conservado desde la infancia y, marca de la relacién al padre, intocado por su paso por la adolescencia. EL ADOLESCENTE CONTEMPORANEO: PROBLEMAS CLINICOS 87 bikie Qrbody om 0 Aor fotles lescentes japoneses que permanecen conectados a juegos en linea sin interrupciones. Modalidad de ser/estar generalizado a otros paises, aislamiento que brinda al sujeto, a través de “identificaciones débiles”, la constitucién de una zona de cer- teza que ancla y le brinda un imaginario de seguridad. En otros casos, €l uso de las redes sociales estara al ser- vicio de la socializacién, recurso que posibilita la sustraccién Renes del cuerpo en relacién al decir, pero que no queda por fuera el 5~,¢//710S juego entre los sexos: la afirmacién de la mascarada femenina ‘ y el cardcter masculino. No quedan por fuera de lo que Freud decia en “El malestar en la cultura” respecto de la vida se- xual del adolescente que no tiene mucha mas libertad que la de prodigarse fantasmas, representaciones que estan destina- das a no realizarse. MOTIVE DE CONSOU En cuanto a los motivos de consulta actuales, se dan en >) general a partir de dificultades en el lazo social, sobre todo en ’ la wnica institucion que los sigue convocando: la escuela; difi- 2) cultades en la relacién al semejante, donde puede predominar +>) la agresividad bajo la forma de ser mal mirado e incluyendo “su reverso: los ataques de panico, estados ansiosos, deshordes 4) de angustia. En relacion a estos ultimos, las practicas de cor- " tarse —harto frecuentes— dan cuenta de desbordes del goce no mediados por el fantasma. 5) Al duelo Se constata también, que la era del impossible is nothing —exitoso slogan de una marca deportiva— tapona la posibilidad de la falta dificultando la tarea de duelo, caracteristica de la adolesceicia. Si é1 dueld produce, segim E. Laurent®, lo in- verso de la Verwerfung, es decir, un agujero en lo real, pondra entre paréntesis en algunos casos, el punto de regulacién f4- lica y de garantia que aporta el fantasm: cuenta én la direccion de la cura de adoles h tener que pensar fendémenos de des-imaginarizacién, asi como la adopcién de definiciones transitorias ofrecidas por bandas o 27 Freud, Sigmund, “E] malestar en la cultura’, en Obras completas, t. xr, El porvenir de una ilusién, el malestar en la cultura, y otras obras, op. cit. 28)Laurent, Eric, “Lo real en un andlisis”, en Imprevistos de lo real, BoL-Grama ediciones, Bs. As., 2014, pp. 15-32. 88 Vir@inia NoTENSON tribus urbanas que estardn al servicio de la restitucién de la realidad, y de enlace con el deseo del sujeto. “Algunos recortes clinicos testimonian del real que la época nos presenta y un tratamiento posible. Un analizante joven sufre de ataques de ansiedad y de panico los siguientes cuatro afios posteriores a una situacién de pérdida importante. Sintomas en el cuerpo que afectan la “construccion narcisista” que habia hecho de si. Serd mediante el apoyo a una actividad que le interesa que se construira tna zona de “certeza”, asi como la construccién de cierta posicién fantasmatica tendra como efecto el inicio de una produccién onirica. La dimensién del inconsciente impli- cado en la misma posibilitara que algo de la falta se pueda in- troducir, condicién necesaria para que pueda restituir el lazo con la realidad y su condici6n de deseante. _ En otros dos casos de mujeres adolescentes, llama la aten- cién la eleccién de “no querer contar con el padre”. En el pri- mero, se asistira a una falla a nivel de la sustitucién que po- sibilita la metafora paterna, verificandose la falla en el nivel del intercambio social. Presenta una alternancia de ataques de panico (cuando no cuenta con la mirada de la madre sobre ella, motivo por el cual dejé de asistir ala escuela) junto a una compensacién al modo imaginario ~al estilo de una phallus- girl que le permite soportar la mirada de los demas—: imagen fragil que le permite seguir circulando minimamente en al- gunos espacios. Las sesiones son para ella la puesta en acto de un nuevo modo dé separacién, que es lo que le posibilita el recurso a la palabra. Por ultimo, en el segundo caso, la posicién de esta joven, para no tener contacto con el padre, es la de no ser demanda- da, para lo cual ideé una estrategia: “hacer lo que nadie quiere para que no le pidan nada”; busca a los hermanos en las sali- das nocturnas —como un buen padre, se le dird en una sesion-, lleva a la abuela a tomar el té con las amigas, etc. Esta posi- cién de excepcién —falica-, un estar en guardia para no quedar bajo Ia influence el padre, la deja apegada a una relacion tierna con la madre a quien no S@ cansa de escuchar. Por su- puesto que tampoco hay lugar para un hombre en su vida; indiferente, los desanima de entrada a que se enganchen con EL ADOLESCENTE CONTEMPORANEO: PROBLEMAS CLINICOS 89 ella. Como al padre, los deslumbra dejandolos en la impoten- cia, reproduciendo escenas del inicio de su pubertad: se hacia captar por la mirada de aquél en cuestiones que sabia eran de su interés; en cuanto él la felicitaba, ella desistia debido a que, al meterse éste en las cosas que a ella le gustaban, después se tornaba insoportable sostenerlas. El costo de esta decision la deja en situaciones de extravio, de caidas, de accidentes. En su andlisis, se trabaja un modo de salir de la escena de lo fami- lia con un calculo posible que no la deje a la deriva. Medlo as ng bene ole Le, LAepra me ton Uv tehunlo publ, gre wo La bye, dy Les Aanwy pee

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