You are on page 1of 16
ata Las Espafias y las Américas: irseerps led los espafioles de ambos hemisferios ante la crisis de independencia GONZALO BUTRON PRIDA (Ed.) Wucase @ snntariento de cackz Seni de Pbtaiones Primera edicidn: 2012 Edita: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cilia Cabierta: Oleo sobre tela de Natal Pesado tiulado Nicolds Bravo perdona 1a vida a los prvioneros realistas, 1892, Palacio Nacional, Mexico DE, (CI Doctor Marafin, 3 - 11002 Cédiz (Espatia) ‘www.uca.es/publicaciones publicaciones@uca.es © Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cédiz, 2012 © Gonzalo Butrén Prida / Los autores 1S.B.N: 978-84-9828-371-6 Depésito Legal: H 55-2012 Imprime: Essan Grafc, S.L. (Punta Umbria) «Cualquier forma de reproduccién, distibucién, comunicacin pabi o transformacién de esta obra solo puede ser realzada con la autorizacin de sus ttulares, salvo excepeién prevsta por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espafiol de Derechos Reprogrificos, www.cedro.org) si necesita fovocopiar o escaneae agin fragmento de esta obrax Esta editorial es miembro de la UNE, lo que garantiza la difusién y comercializacion de sus ‘Soin Eanes publicaciones a nivel nacional ¢ internacional. Introduccién 11 Gonzalo Butrén Prida PRIMERA PARTE Las Espafias y las Américas ante la crisis de independencia Espafa y su imperio: de la lealtad a la ruptura (1808-1812) 17 Véronique Hébrard Soberania, orden y representacién: el movimiento juntista en Venezuela, 1808-1810 35 Inés Quintero Montiel Elliberaismo y doceanismo gaditano y América $7 Manuel Chust Las Cortes de Cadiz y el primer liberalismo en México 79. Gonzalo Butron Prida y M* del Mar Barrientos Marquez SEGUNDA PARTE Cadiz y los modelos constit Modelos y tendencias constitucionales en las Cortes de Cadiz 97 Joaquin Varela Suanzes-Carpegna Lateoria de la monarquia compuesta en las crisis coloniales briténica ehispana de 1775 y de 1808 123 Pablo Escolano Molin Una corriente de pensamiento: liberalismo neogranadino? 135 Carlos Arnulfo Rojas Salazar La primera constitucién espafiola, 19 de marzo de 1812 y la primera constitucién de la historia, Estados Unidos 17 de septiembre de 1787: estudio comparado de algunos aspectos estadisticos 147 Gabrie! Ruiz-Garzén y Luz M.* Zapatero-Magadaleno TERCERA PARTE ‘Comercio, revoluciones e independencias Independencias americanas y comercio de Cadiz. Una reconsideracin (Fin del siglo xw-primera mitad del siglo x) 163, ‘Arnaud Bartolomei La defensa de los consulados en el Cadiz de las Cortes: Juan Lopez Cancelada 183 Jess Paniagua Pérez La Nueva Granada al momento de la Independencia. Condiciones econémicas y sociales 207 Adolfo Leén Atehortia Cruz CCUARTA PARTE Retratos y representaciones de la revolucion Impios y sacrilegos o héroes. Narraciones de la independencia enel tiempo de la independencia 223 Julio Sanchez Gmez La representacién de las revoluciones de la independencia en la pintura oficial hispanoamericana del primer siglo de vida independiente: entre la memoria ylahistoria 251 Tomas Pérez Vejo ‘Manuel del Sobral y Barcena. Un guatemalteco en los servicios de Informacién espafioles durante la Guerra de la Independencia, Aspectos biograficos 275 José M= Cruz Beltran, Manuel Ruiz Gallardo y Rafael Anarte Avil Ciudadanos en armas: ecos de la Constitucién de 1812 antes de si misma yelcaso dela alarmaasturiana 285 Evaristo C, Martinez-Radio Garrido Laensefianza de la constitucién tras las Cortes de Cadiz: particular referencia al manual de Ramén Salas ya las cétedras de constitucién 303 José Joaquin Fernandez Alles 250 Desde la 6ptica del italiano, a voluntad de los orientales era conseguir la tad en el seno de la patria placense y con el apoyo de ésea. Como entre todos los liberales, Nascimbene tenia muy mala opinién sob Pedro I. «A su ascensién al trono, dio rienda suelta a los impulsos ambiciosos su dnimo fiero. Y sin ningtin cuidado por tratados o pactos anteriores, sin n y fatal: el tetritorio hasta el Plata es suyo, pero la nacién oriental ~sic~ e hhabitantes declaraba que se le habjan ofrecido voluntariamente a él y se le consiguientemente sujetado. Impugna como ilegitimo el Congreso Cisplatino de representantes del ten rio que vot6 la unin de la Banda Oriental a Portugal primero y a Brasil desp lograr su intento de quitarse de encima la dominacién extranjera. Ni adopta todos los tépicos de la incipiente construccién del relato del levantami to de los orientales ~de una parte de ellos~ contra el Imperio y lo presenta algo undnime, sin fisuras, como quedaria cristalizado después de 1870. As de «causa nacional», «patriotas orientales»... Y entre los t6picos, la incompat lidad entre orientales ¢ imperiales. «Entre las razas de Castilla y de Braganza (si), el rencor era antiguo y se transmitia de abuelos a nietos oponiendo a imperiales y republicanos del Plata. El execrado portugués era sefalado por toda la cam y: Si era divisado de lejos por los gauchos, ciertamente arriesgaba la vida y era normal que si aquellos detestados lusitanos viajaban tenian que esconderse para salvarse de la implacable ira de los nacionales orientales. En Montevideo habia tuna aristocracia que temia cualquier innovacién y a la sombra del trono imperial parecian tener mayor seguridad, Pero como excepcidn de estos poquisimos vam piros de Montevideo, la masa de ciudadanos hervia de odio contra sus opresores: de la misma forma que los detestaban los habieantes de la campafia». | Hemos recogido aqui siete relatos de la independencia desde muy distintos pun= tos de vista, aunque es palpable que coinciden en muchas partes del relato. Lamen= tablemente, la escasez de espacio ha dejado fuera otros de no menor interés”. Espe- Famos que la pronta edicién critica de todos ellos ponga en manos de los interesados lun interesante conjunto de narraciones hoy poco conocidos por poco accesibles. 49 Desde el propio texto antes citado del abate Ds Paso, Examen del plan presentado a as Cor* ts para el reconocimiento de la independencia de la América espariola, Burdeos, 1822 0 De las colonias y de la revolucién actual de la América, Burdeos, 1817 hasta el texto realista de José Ma fia Paouta ox. AcuiA, Exposicion econdmico politico decumentada de los sucesos ocurridos en el Lgobiero ecesidtico, civil y militar de las provincias de Maina... editado en Madd en 1823, uh interesante relato de la insurgencia en una apartada regién andina, 1, INTRODUCCION El primer siglo de vida independiente estuvo marcado, en el conjunto de las, repaiblicas hispanoamericanas, por la necesidad de construir una memoria colec- tiva homogénea sobre los hechos que habian llevado a la proclamacién de las in- dependencias. Los episodios bélicos ocurridos durante la segunda y tercera déca- da del siglo XIX fueron convertidos en el acto fundacional de las nuevas naciones y, como consecuencia, en parte esencial de la memoria colectiva sobre el pasado de la nacidn, Los componentes de guerra civil eran, sin embargo, demasiado visi- bles obligando a los nuevos estados a la invencién de una memoria normalizada que ocultase el fratricidio fundacional. La imaginacién de las llamadas guerras de independencia o revoluciones de la independencia como guerra de liberacién, nacional fue un proceso mucho més largo y tortuoso de lo que la historiografia tradicional ha querido ver y mostrar. No demasiado diferente, por lo demds, al de la mayoria de los Estados-nacién contemporineos, cuyo trinsito hacia la moder- niidad politica estuvo marcado, de manera general, no por las heroicas guertas de independencia y las gloriosas revoluciones de las historias oficiales, sino por una ‘mucho més prosaica y menos gloriosa sucesin de sangrientas guerras civles, En este proceso de invencién de memoria la pintura de historia tuvo, como ya he explicado en otras ocasiones', un papel mas que relevante. El control del esta- 1 Véanse, entre otros, Pez Veo, Tomas, «Nacionalismo e imperilismo en el siglo XIK: dos clemplos de uso de las imagenes como herramientas de analisis historic», en Acuavo, Feenando ¥ Roca, Lourdes (Coord), Imagenes e investigacién social. México DF, Instituto de Investigacio- nes Dr José Maria Luis Mora, 2008, pp, 50-74; Piscz Vuo, Tomas, «Historia politica, imagenes © imaginarios colectivoss, en Pecan, Sandra C. A.y Zavsxto, Silvia H. (Coord), Narrativas da Pos -Modernidade na Pesquisa Histrica, Maringa (Bras), EDUEM, 2005, pp. 31-68; Perez Veo, Toms, ‘La pintura de historia y la invencin de tna memoria nacional, en Images et Mémoires. Actes {de3 Congres International du Grimh. Lyon, Université Lumiere-Lyon 2, 2003, pp. 83-96; Perez Veo, 52 TOMAS Peery dio sobre un género pict6rico dependiente, casi de manera absoluta, del patrols nio oficial le permitié dirigir y curelar la construccién de un imaginario histétigg que, a su vez, fue central en la invencién de una memoria nacional. Las memorigg colectivas no son el resultado de la suma de memorias individuales, casi siemppe contradictorias ¢ incompatible, sino de la invenci6n de una historia normaligadg homogénea y de su conversién en memoria, La propuesta de este articulo es el andlisis de cémo los estados hispanoameri canos utilizaron la pintura de historia para construir una memoria normalizadg sobre un pasado, el de ls Iamadas guerras de independencia, especialmente poe blematico. El objetivo no es tanto la descripcién de las imagenes construidas alg largo y ancho del continente como entender a 6gica de un discurso en imagenes rgado de intencionalidad politica. Se centra en la pintura de historia de un solo, pais, México, y no en la de todo el continente porque el analisis de un corpus ms limitado facilita explicar y no s6lo describit. La eleccién del caso mexicano y no del de alguno de los otros paises nacides de la disgregacién de la Monarquia Catdlica en América viene determinada por a) La existencia de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, fundada i la época borb6nica, 1783, y refundada por Santa-Anna en 1843, que permit que la del londe la fundacién de Academias de Be- llas Artes fue un fendmeno mucho més tardio, en general finales del siglo XIX y el desarrollo de una pintura de historia més temprana, rica y coherent primeras décadas del XX, cuando la pintura de historia habia perdido parte de su hegemonia artistica. Las Academias de Bellas Artes fueron una de las principales nstituciones nacionalizadoras del imaginario y en aquellos paises en los que nO existieron, o aparecieron ya en fechas muy tardias, la pintura de historia carece del desarrollo y la coherencia necesaria para un anilisis como el que aqui se prO- pone, o en todo caso lo vuelve mds dificultoso y menos preciso y concluyente. b) Las peculiaridades de un proceso independentista en el que la proclamacién de la independencia fue obra de los antiguos realistas por lo que el componente Pintura de historia e imaginario nacional: el pasado en imagenes, en Historia y Graf, 8 (2001), pp. 73-110 Peis Voo, Toms, cL pintura de historia la invencién de a6 ta de historia, vol. 5, n° 1 (1998), pp. 139-159 atrolio dela pintura de historia en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de México en el siglo XIX véase Pritz Vio, Tomas, «Les expositions de I’Academie de San Carlos au XIx siéle. Liconographie de la peinture histoire et inventions d'une identité nationale au Mexique>, en Heworo, Aline et Rxcov,Pierte (Coord), image au Mexique. Usages, appropiations et transgressions. Paris, Centre d'Etudes Mexicaines & Centraméricaines y L'Harmattan, 2001, PP 211-234, = INOEPENDENCA ELA PITURA OFA HISPANOAMERCANA 253 PRESENTACION DE LAS REVOIUCIONES 0 Imagen 1. Primitivo MIRANDA, EI Nacional de Historia-INAH, Mexico OF oe de lquala, 1851. Oleo sobre enzo, 246X162 cm, Museo 254 OHS PREY cde guerra civil del conflicto era mucho mis explicito. Esto no quicte decir que ly siruacién haya sido muy diferente ala que se dio en el resto de los que habian sidg territorios de la Monarquia Catdlica en América, sino que en el caso de Méxieg Jas dificultades para imaginar la guerra civil como guerra de liberacién nacional fueron mayores y, por lo tanto, también los retos los que tuvo que enfrentarselg construccién de una memoria normalizada capaz de imaginar lo ocurrido coma tuna guerra de liberacién nacional. No sélo habia que inventarse que habia sidg tuna guerra contra los «espafioles» sino que era necesario reacomodar el papel de los distintos padres de la independencia, combatientes en bandos distintas hase ta el mismo momento de su proclamacién. Estas dificultades y contradicciones isis mucho més preciso que el que se puede hacer en paises en permiten un and los que las contradicciones fueron menos visibles, lo que, por supuesto, no quiere decir que no existieran. 2. LOS PROBLEMAS PARA LA CONSTRUCCION DE UN IMAGINARIO NACIONAL ‘SOBRE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN MEXICO. El relato de nacién mexicano plasmado en la pintura de historia es de una gran coherencia y simplicidad narrativa. Ateniéndose a un estereotipo comin al de otras muchas naciones, de evidence origen cristiano, imagind, en el doble sentido de pensar y de dar imégenes a un pensamiento, la historia de México como un ciclo de nacimiento, muerte y resurreccién, los misterios gozosos, do- lotosos y gloriosos del rosario cristiano, Una nacién forjada en el tiempo mitico ¢ intemporal de la época prehispénica, muerta con la Conquista y resucitada con la Independencia 3 Un relato que convierte a los hechos ocurridos entre 1810 y 1821 en parte de un macrorelato que los dora de sentido, No son un episodio histérico ais lado sino que representan la resurrec antes. Sorprendentemente, sin embargo, en esta historia mitica la resurreccién (independencia) tiene una importancia mucho menor que el nacimiento (époct prehispainica) y la muerte (conquista). El ntimero de cuadros de historia oficiales? inspirados en hechos ocurridos durante la época prehispinica y en la conquista ¢s mucho mayor que el de aquellos que ilustran sucesos de la independencia. En cl caso de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, que permiten un andlisis cuantitativo preciso, durante el siglo XIX el 35% de los cuadros expuestos repre- jén de la nacién muerta trescientos afios 3. Seemtiende como cuadros de historia oficiales aquellos que fueron exhibidos en alguna de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas durante el siglo XIX y/o adquiridos por el a ; LA RPRESENTACION DE LAS REVOLUCIONES DE LA INDEPENDENCE LAPNTURA OFC HISPANOAMERIANA. 255 sentan temas inspirados en el mundo prehispénico, el 35% en la conquista y s6lo 1 16% en la independencia (Grifico n° 1)*. Epoca prehspinica 35% Independencia Conquista Gafico n 1.Lagenealogia nacional mexicana segun los cuadros de historia expuestos en las Na cionales de la Academia de Bellas Artes de San Carlos de México. Las cifas indicas porcentajes sobre e total de cuadros de historia expuestos durante el siglo XIX Pero no es s6lo un problema cuantitativo sino cualitativo. Ninguno de los cuadros inspirados en episodios de la independencia tuvo, ni siquiera de lejos, el co puiblico que tuvieron algunos de los inspirados en el mundo prehispinico y la conquista, caso, por ejemplo, de El descubrimiento del pulque’, expuesto por José Obregén en la Nacional de Bellas Artes de 1869, 0 de El suplicio de Cuaubtémoé, expuesto por Leandro Izaguirre en la de 1898. El primero, una de las primeras y ms exitosas plasmaciones pictoricas de la imagen de la época prehispnica como una especie de edad dorada de la nacién, en gran parte todavia vigente en el ima- 4 Hay ademas un pequefio numero de cuadros que no se corresponden a ningune de estos tres periodos histéricos, otros sucesos del siglo XI e historia europea principalmente. 5. José Obregén, El descubrimiento del pulque, 1868. Oleo sobre lienzo, 186X230 cm, Museo Nacional de Arte, México OF 6 Leandro lzaguire, EI suplicio de Cuaubtémoc, 1693. Oleo sobre lienzo, 294X454 cm, Museo Nacional de Arte, México OF 56 TOMAS ER yyy ndo, la imagen arquetipica ginario nacional mexicano: y el s la que aun hy muchos mexicanos se reconocen ¢ identfican como descendientes y heredengg de una civilizacién destruida por sanguinarios conquistadores ajenos y extrafiog al ser de la nacién, Ninguno de los cuadros sobre lo ocurrido entre 1810 y 1894 logtd convertirse en imagen arquetipica del pasado de la nacion, en el simbolg, con el que todo mexica 10 educado por el estado para ser mexicano se reconoes ¢ identifica La menor importancia relativa de la independencia en el imaginario deci | hecho de’ que en este relato de nacimiento, muerte y resurreccién, la resurreccién, en ef monénico tiene varias explicaciones. Una de ellas tiene que ver con siglo XIX’, esta representada no s6lo por la independencia frente a Espafia sing también por la independencia frente a Francia, en el santoral laico mexicano de= cimonénico es importante el grito de Dolores pero también la batalla de Puebla, ambos simbolo de la lucha de los mexicanos contra invasores extranjeros que se oponian a su independencia. Si en lugar de considerar cada uno de estos episo= dios bélicos por separado lo hacemos en conjunto, con el doble significado de independencia-resurreccién, al margen de contra quien tuviese lugar, tenemos una cifra, 23% del toral de cuadros de historia de tema mexicano pintados due rante todo el siglo XIX, ya més cercana a las de nacimiento-época prehispénica y muerte-conquista, aunque todavia menor y sobre todo, como ya se ha dicho, sin que ninguno de los inspirados en la independencia se convirtiese en imagen arquetipica del pasado de la nacién, cosa que si consiguieron varios sobre la época prehispainica y la conquista como, ademés de los ya citados, El Senado de Tlaxcala de Rodrigo Gutiérrez" o Fray Bartolomé de las Casas de Félix Parra Se hace necesario, por lo tanto, buscar otras explicaciones a esta menor pre sencia de la independencia en el imaginatio hist6rico mexicano. Me voy a referify brevemente, s6lo a las dos que considero més determinantes aunque, obviamen= te, esto no significa que no haya otras La precision wn el siglo XK es necesria ya queen elelato de nacion mexicano del siglo X hay también una segunda resureccién, fundamental para elimaginario nacional mexicans ave es lade la Revolucén de 1910. Elimaginaro histérico de a Revolucion, sorprendentemen> te, asume se podria decir que en toda su integrdad, el elato del siglo XIX con solo el anadido genes dela historia de la nacon creado por la pintura decimondnica ye plasmado por Rivet® én los muros del Palacio Nacional a principio de siglo XX, salvo esa segunda resureccin de a Revolucion, 8 Rodrigo Gute, Senado de Tlaxcala, 1875. Ole sobre enzo, 191%232.5 cm, Museo N Cional de Arte México DF. 9" al Para, Fay Bartolome nade Ate, México DF No hay pricticamente ninguna diferencia entre el relato en ii re enzo, 430%: Casas, 1875, Ole m., Museo Nacio PRESENTACIONDE LAS REVOLUCONESDELAINDEPENDENCA EN LAPNTURA OFCIAL HSPANONMERCANA. 257 imagen 2. Petronilo MONROY, Agustin de turbide, 1865, Oleo/tela, 287x205 cm. Palacio Nacional, México DF. na YDNaONGN OO Wununle wes 260 ows PEEVE cde que haber sido oficial realista si no era necesario para llegar ala Jefatura ido tanto obra de los realistas como de los insurgentes, ido estricto mas de los primeros que de los segundos. Una situacién que hacia extremadamente dificil el consenso sobre lo ocurrido y su plasmacién en .2 memoria colectiva en imagenes. No resultaba nada ficil, por ejemplo, exale tar a Hidalgo sin condenar a Ieurbide, o viceversa. Tal como afirmaba con toda crudeza el periédico El Universal a finales de 1849, no se podia «celebrar el 16 de tiembre a los fusilados, y el 27 del mismo mes alos fusiladores»", La solucién a estas contradicciones fue tanto optar por una menor presen cia de la guerra de independencia frente a otras épocas histéricas, era mas fleil ponerse de acuerdo en erigir un monumento a Cuauhtémoc que decidir si el ‘monumento a la independencia debia de estar dedicado a Iturbide o a Hidalgo, de hecho se tardé un siglo en ponerse de acuerdo sobre esto iltimo; como, sobre imagen del conflcto bélico, una especie de complicae do encaje de bolillos que permitiese imaginar la guerra como la guerra de libera- cién nacional que nunca fue. 3. LAS REPRESENTACIONES DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN LA PINTURA DE HISTORIA DECIMONONICA MEXICANA El primer cuadro inspirado en la Guerra de la Independencia llevado a una Na= cional de Bellas Artes fue El herve de Jguala’® (Imagen 1), expuesto por Primitivo. Miranda en la de 1851. Cuadro que s6lo utilizando el concepto con gran laxitud 11 Sobre el ‘el 27 de septiembre foide en la ciudad de México. Durante la pr

You might also like