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RAINER MARIA RILKE NUEVOS POEMAS j Edicion de Federico Bermiidez-Caiete i Texto bilingtie Hiperion poesia Hipeion Colecisn dri por Jess Mundreiz ‘sen grifin: Bgipo 103 ‘mera edicién: 1991 * Quint edicon: 2010 (© Copright dea wadcelon: Federico Berne Cate 199% Derechos de ein reservados: EDICIONES HHPERION, . 1. alle de Sastisno Olaga, 1 «2801 Madd» Thos: 91577 4015/16 ISBN: 97584.7517.324-5 » Depo aga M45,112-2010, Timprenta Faso, S.A Maid Coser oes de epics dior, ein in 9 we de ee pro nite me corps igi + CHDND (Coo pu e estan eprops ses sea oats ‘top, center cop as eg pet ech IMPRESO EN ESPANA * UNION EUROPEA, INTRODUCCION LOS Nuevos poemas de Rainer Maria Rilke se publicaron en dos voliimenes: el primero, con este mismo titulo, en Leipzig, diciembre de 1907, y cl segundo, titulado, en version literal, La otra parte de los Nuevos poemas, también en Leipzig, no- ‘viembre de 1908. Ambos libres forman una unidad, aunque el ‘iltimo ofrece matices propios, debido a la maestria creciente del poeta y al influjo de Cézanne, que se superpone al de Ro- din, Nos vamos a ocupar ahora sélo de este primer volumen, ‘aunque los caracteres bisicos que sefialemos serin validos también para el segundo. ‘Sorprende la menor atencién, tanto editorial como critica, recibida por esta obra maestra. Desde que Stefan Zwelg, en tuna memorable conferencia pronunciada el 20 de febrero de 1927, poco después de la muerte del poeta, nal clasificacion en tres periodos de la obra rilkiana (el +o, presidido por El libro de horas, que seria confirmado y le- vado a plenitud por el tercero, el de las Elegfas de Duino y los Sonetos a Orfeo), los Nuevos poemas han quedado como una etapa intermedia, experimental. Los erfticos se han ocupa fescasamente de ellos; slo en fechas recientes han profundi doen su doble vertiente, polarizandose en dos actitudes in pretativas, la puramente objetivista, presentandolos como. peracién de toda esencia romantica, cuasiparnasianos, y sus sutil, que los ve como experiencins personales de ol i6n, con un indudable subjetivismo y dimensiones simboli 7 En este sentido es un buen ejemplo el poema «La pantera» (precisamente el mas tempranamente escrito del libro, hacia <1 6 de noviembre de 1902): sus interpretaciones oscilan entre la fenomenolégica, como mera descripeién rigurosa de lo apa rente, y la simbélica, en alusién al poeta encerrado en estre- cchos limites, privado de sus postbilidades vitales y espiritua- les (tema, por cierto, muy propio del «Fin de siglo»). Por otra parte, la editorial Insel, que con tanto acierto ha venido bria: dando al pablico la obra de Rilke, descuidé los Nuevos poe ‘mas, una ver. agotadas las primeras ediciones de sus dos par- tes, en 1907 y 1908. Sélo desde la aparicion de las Obras com pletas (Samiliche Werke) en 1955-1966, en sels voliimenes, se super6 la relativa escasez de ediciones, hasta entonces s6lo fragmentarias o pronto agotadas. Actualmente estamos en condiciones de valorar como se ‘merece la calidad poética de esta obra elaboradisima, que se inserta en un complejo proceso de evolucién, dentro de Ia tra- yectoria vital y literaria de Rilke. Partiendo de sus Primeros ‘poemas (1899; comprende su produccién desde 1895) y de Poe- mas tempranos (1899, refundido en 1909), libros de carécter postromantico y decadente basados atin en un convencional caltivo solipsista de sus vivencias, accede a una primera ma- durez con £ libro de horas (escrite entre 1899 y 1903, y publi- cado en 1905). En él renueva de modo original su exiremado subjetivismo, al proyectarlo, a través dela figura de un monje, hacia un ediés» que personifica la totalidad de lo existente en su constante [lair evolutivo, sacralizando ast la tarea del poe- ta, dentro de una seudorreligiosidadl esteticista, Esta libertad de un yo lirico tan elistico e indefinido le permaite un gran vance estlistico, explorando nuevos ritmos y metaforas. Con Bi libro de las imagenes (escrito entre 1898 y 1906; 1* edicién, 1902; 2* edicién, aumentada, 1906) inicia la transi- ‘ion hacia la etapa intermedia, protagonizada por los Nuevos poemas. Se trata de un volumen desigual y sin unidad, donde alterna la actitud postromantica con un nuevo esfuerzo de ex ‘traversién, basado on Ja observacién rigurosa. Sus temas, muy variados, proceden atin de los viajes a Rusia, y la estancia en 8 1 Schmargendort en compatia de Lou Andreas Salomé, ai como desu poses pteriors ex Worpswede olin, ca Parts, Hay poemas lrico-narrativos, cercanos 2 Ia balada; tos son versiones ritmicas de anotaciones de sis darios de Schmargendorty Worpewedesy, unto al puro cultivointimise te de los matices de cada vivencia,aparecen versos de gran plasticidad, de esfuorao por captar esrctaras fenomenolog nw sin previas valoraciones subjetivas. Pero, en conjunto, es dlemasindo extenso, titubeante, mas parecido a grandes fres- tes borrosos que a ios nts y conlaos cundros que caracle- flzardn la obra sigulente Para comprender la originalidad y maestia del libro tu. Jado conscientemente Nuevos pocns, lorado or el poeta Como algo realmente «nuevos, con uns esteticadistinta, con- viene recordar el momento biografic © hisitico en que 3¢ insertan, con unos modelos arisicos y teraias que fueron decisivos para Rilke, Hay una fees que puede servi de panto de partda: e127 de agosto de 1900 Rainer se separa de Lowen Berlin toma el tren hacia Worpswede, pequefa cudad entre Bremen y Hamburgo, jnto-a cuya colonia de artistas preten- fla iniciar una etapa de cambio. elim espritual de dalogo J experimentacion, entre pintores,escultores y creadores lit Tatios, ele olrece como una alternative ala constelacion RU- StarLou, que inspira las dos primerns partes de Bl Uo de ho- ras. En sa libro Worpswede (1903) reunira ensayos sabre los pintoresIleinrich Vogeer (que le habia ivitado alld, Oto Modersohn, Fritz Mackensen, Fitz Overbeck y Hans am Ende No séle recibio un ejemplo de tension arestca y de paisa: tho del natural sobre aquellas grandiosas Uanuras de brezo on cielos espectaculares, sino también un estimulo amoroso: {nclalment, la pintors Pavia Becker (ego casada con Otto Moderson, autora de uno de los mejores retratos de Rilke, y 2 quien este dedicara, tras sa premature maicrte, uno de $45 Requiem (1909), junto con ella, Clara Westhoff, escultora ds tipula de Rodi, con la que se casaria el 18 de abril de 1901 Pero el intento de arraigo, tanto familiar como profesional, result fallido, AT ano y pico se separa de Clara, dejandole 9 4 su hija Ruth; tampoco consigue estabilidad econémica, Sélo ‘que una de las colaboraciones literarias que esta buscando afanosamente le va a abrir a una encrucijada decisiv. destino: en julio de 1902, Richard Muther, profesor de la Uni versidad de Breslau y director de una eoleccién de Historia del Arte, le encarga uaa monografia sobre Rodin, Rilke escribe censeguida, entusiasmado, al maestro, a quien conocia desde su época de estudiante de Arte en Munich, en 1897, y luego a través de Clara; y a fines de agosto llega a Parts, dos anos justos después de la separacién de Lou, Paris va a ser el centro geogrifico y espiritual de su etapa media, y Rodin el principal de sus modelos, en estos ocho aii que culminan con la terminacién de Los apuntes de Malte Lau- vids Brigge, en 1910. Pero antes hay que aludir a San Francisco de Asis, que preside la tercera parte de Fl libro de horas, «Bl libro de la pobreza y de la muerte», escrita en Viareggio (Italia) en abril de 1903, y es el modelo de esa humildad y despersonalizacion ‘con que quiere abordar la tarea artistica, asl como del desasi- miento de quien, como Rilke, se siente fracasado en sus relax cciones con Lou y Clara y busca en una ascética de la poesia el convertir la angustia en cosas» (dentro del proceso de laiciza- cidn esteticista de lo sagrado y de la paralela sacralizacion de lo ‘mundano, generalizado desde el Romanticisino al Simbolismo) Y también a Jens Peter Jacobsen, escritor danés recomen- dado por su amigo y mentor el poeta Jacob Wasserman du rranle su estancia en Munich (1896-1897), porque «la impreci sion lirica en que yo me movia le ponia impacienter segan confesarta Rilke al final de su vida, en carta a Hermann Pongs del 17 de agosto de 19241, A pesar de que en carta a Alfred Schaer de 26 del febrero de 1924 le lama «ascendente del ‘fio»?, hay que situar el influjo de Jacobsen en su primera ‘etapa sobre todo (aunque el mundo danes de sit Niels Lyhne y Marie Grube inspiraria vagamente alin Los apuntes de Malte L. B.en 1910). Le aporto a Rilke un mayor rigor y sutileza en la captacion de estados de Animo y de ambientes muy matiza- dos; pero era un modelo finisecular (acorde con el primer 10 Suna Ramin Jiméne, hipersensbl, de una mclancoliaexa- terbada)y como fal entra slo desde lejos en la constlacin Ge initadores de los Nuevos poets, Sin olvidar Low (ambien presentada por Jacob Wasser inant ot 15 de mayo de 1897) queen el plano afectivo e inte Teatel (ja que no estrictamenefteraro)colabord coon thente a ia apertura de Rilke a las corse clo ottony aun fre mds coreanoa la realidad, Louse interesaba pore dese roll personal de Rainer» por sus procesos de transforma: Thun de las viveneas en pocnas; nds que por estosen su logro tattle, es decir, por lm union exitencel desu arte coc ln sida. Como confident cust maternal dems crisis angustias this inelmas Te brindo un fondo de seguridad que facto su hitide de observacon en la poesia (eg expres Rilke, por Cemplo.en su carla a Lou del T3 de noviembre de 1903) lama la atencion hasta qu punto en a rayeetorta de posta nacido en los confines el Impero Austro Hingaro esaraigado desu patria fos cstimulosamanose inelectua- tes venen, sobre todo esta etapa, de fuera de Alemania Tella, namarca.- peo, auy ch eapecal, Francia, Ya Nits Che habia senalade como vito tipimente aleman Ia tenden- cis fo nhl, afo doen evolun, necesita econ. {ecion y limites, La claridad y precision formals se hs aa pirar la literatura y el arte franceses (vn olvidar, claro, intaia renacentsta que tanto estudio y admiro, yn Antigte- dad grecolatina; cada na delay partes de ls Nuevos pocmas empieza cone toma de Apolo). Rilke confesé que hubierapo- digo seguir escrtblende mucho tempo en la ven de inept tion incontroada de Eve de hora nex 1908 le pensaba sfnair una euarta parte, lade sOractonese; el encventto fom Rodin fac, pr tanto, dectsivo para ini na nueva est tien buona eel igor ya imparcialidad de la observacion, ‘Auguste Rodin {184.1917 le seelbié el I de septiembre de 1902, por primera ver, en su casaaller de Meudon, El poeta de veintisete aos quede fstinado por la magurery la pen td creadoras del ecultr de sesenta y dos, no salo por si persoulldad real sino porque proyect6 en ela su prop desl 1" dol hombre entregado por completo a la tarea artistica. Las cartas a Clara Westhofi (de la que se habia separado amistosa- mente, ¥ @ quien seguiria informando de sus experiencias y preocupaciones como creador)y a Low Andeas-Salome, a par fir del 3 de septiembre de 1902 y hasia muchos aos después, Jo muestran elocuentemente”, Permanect6 en Paris hasta mar. zo de 1903, on que marché a Viareggio para descansar de st intensa actividad y de Ia angustia de la gran ciudad, que im- pregna la tercera parte de El libro de horas y Los apunes de Mali. fin diciembre de 1902 ya habia terminado la primera parte de su monografia Rodin, que apareceria en Berlin en 1903 (en 1907 se publicaria la version definitive, completada on una conferencia dada en Alemania en 1905). Una segunda etapa, de contacto ain mis estrecho can el maestro tuvo li far cuando ése le ofrecié ser su secretario, desde septiembre {de 1905, Pero el 11 de mayo de 1906 Rilke no pudo soportar ‘mas tiempo la convivencia diaria con Rodin y Te abandon, instalindose en Paris. Asin le dediearia La oira parte de los ttuevos poemas (1908), asi come su libro Rodin (1907); pero la telacién personal con el escullor no continu To decisivo es que Is tnfluencia de Rodin le Heva a la supe- racion de Ia primera etapa de su vida y su obra. El conflicio bsico de su’ vida, tan certeramente caplado por Lou..08 la imposTbilidad de. armontaar Ta -contradiceKin.enize-vida y arte" Al abandonar Worpsweide ¥ Westerwede, con su paisaje de lianura ilimitada tan afin al ras, y romper primero con Lia y después con su espasa Clara, Rilke se encamina por el inhumnano desting de orientar-todo-lo-vivide hacia. st aeién en obra podtica. Su vida intima va a ser de una penosa soledad. Pero del thaestro Rodin aprende a «con- verti la angustia en cosas, dentro de una actitud vital ast a, resumida en una frase: «trabajar y tener paciencia», En la carta a Lou del 8 de agosto de 1903, que es clave para com prender esta etapa, dice, entre otras cosas: “Oh, Lou, en un poema que me queda bien hay més reat dad que en cualquier relacién o tendencia que yo sienta; cuan- do creo, soy autentico..»* 2 | Esta entrega disciplinada al trabajo artistico, con una hii | ide despersonalizacin ante el objeto contemplado y cn) afin de perfeccin formal para immortalizar aslo esencial del Inodelo, transmutado en ecosa de arte» (Kuenstding), es lo que Rilke recibe de Rodin, Una actitad y un método bisicos, co-| ines Ts pes a escort pnt. AB! lo expres tambien Lou «Desde esta perspectiva se comprende la redenelén que le to8 @ Rainer en suerte en su encuentra con Rodin, gui, como artista, le regalo la realidad tal como es, sin la falsificacion sentimental del seta, Baudelaire esta en la base de esta poderosa transforma- ‘ién. Rodin lo conocia bien; habia ilustrado una edicién de Las flores del mal. Tanto 61 como Cézanne sabfan de memoria ‘el pocma «Una carrofias, emblematico de esa voluntad de im- parcialidad artistica ante lo real, sea placentero o repugnante, para extraer de ello su esencia y plasmarla en la obra: que j'ai gardé la forme t Fessence divine ‘de mes amours decamposts!»? Rodin reforz6 el conocimiento que Rilke tenia de Baudelaire y del Simbolismo (inieialmente algo simplificado, como se ve ‘en EI libro de las imagenes); ya en su monogralia Worpswede (cserita en mayo de 1902) cita, al parecer a través de la revista Pan (1898) y de memoria, un principio estético tomado de Baudelaire: Ta nature n'est qu‘un dicttonaire.' y sigue inspirdndose en él para su siguiente libro Redin, esc io a partir de septiembre de 1902. Abundan, por lo demas, los testimonios, por ejemplo en la carta del 8 de marzo de 1907 (sobre Ia observacién y contemplacién del modelo, hasta que Ja impresién momentinea se eleva a un nivel simbélico); 0 en la carta del 19 de octubre de 1907, a Clara «Seguramente te acuerdas... del pasaje de Los apuntes de Male “Louris, donde se trata de Baudelaire y de su poema «La carzoday 13 He Hlegado a pensar que, sin este poems, la evolucién hacia el lenguaje objetivo que creemes reconacer ahora en Cdzanne nunca Ibublera podide empezar... ‘esta constelacién de modelos, franceses en su mayoria, {que le inflayen a veces més con su personalidad y actitud ante la ereacién artistica que con su obra, se incorpora Cézanne, ‘onfirmando en la pintura lo que Rodin le estaba transmitien- ddo.con la escultura: imparcialidad en la observacién, rigor en Ja elaboracion. En la ya citada carta a Alfred Schaer, del 26 de febrero de 1924, después de recordar otras sinfluencias» seala, ante todo, a Rodin, presidiendo su aprendizaje a través de las artes plisticas he sido su disefpulo mucho mejor y durante mas tiempo: porque ‘nel fonco de tos las artes obra una exigencia igual, que nunca he captado con tanta purera como en Ins conversaciones co poderoso maestros Y enseguida, a Cezanne: sy como el modelo mas fuerte estaba ante mi, desde 1906, a obra Ze un pintor, Paul Cézanne, a quien més tarde, después de la ‘muerte del maestro, segu en todas sus huellass © Otras muchas cartas, sobre todo las enviadas a Clara con ‘ocasién del «Salén de otofio», en octubre de 1907, completan su. admiracion por el viejo pintor entregado maniéticamente al trabajo: Bl lo lama la realisation (.) lo convincente, la ransformacton en cosa, la realidad elevada hasta lo indestructible a través de st propia vivencia del objeto, esto era lo que le parcela la inteacion ‘de su trabajo mis fntimo; anciano,enfermo, desgastado cada tar de, hasta caer sin sentido, par su constante trabajo diario (..) Per. tmaneciendo concienzudamente ante el objeto, en los passjes 0 en J aturaleea mueri, lo asimilabs, sin embargo, s6lo por rodeos ‘extremadamente complicadoss En todo caso, hay que insistir en el modo muy personal como Rilke asimila de cada maestro lo que le conviene. En Cezanne valora los colores como esencia de su pintura, no por “4 su valor aislado, sino por la interrelacién entre ellos, En esia peculiar eritiea de arte busea lo simbolico, lo mental, con in- terpretaciones como «azul que escucha» o azul cerrado»... Y fen el hecho de que su influencia se revela sobre todo en La otra parte de los Nuevos poemas, Porque, de ochenta y tres poc- ‘mas del primer volumen, terminado el 25 de julio de 1907, escribié cuatro antes de 1904, cincuenta y nuev¢ en 1905-1906, yy veinte en la primavera de 1907, meses antes del eaconteci- ‘miento» que supuso para él Cézanne en el «Salén de otonor En fin, otros pintores y escritores aparecen como modelos secundarios en esta época, dentro de la misma linea: Van Gogh, cuya obra conoce a través de la pintora Mathilde Voll- moeller, y comenta en sus cartas desde principios de octubre de 1907; Flaubert, que narré la leyenda de San Julian el hospi- talario con «una minuciosidad tan escrupuilosa» (carta a Cla- ra, 19 de octubre de 1907); y Verhaeren, su samigo grande y famosos (carta a Schaer, 26 de febrero de 1924) El resultado de esta intensa etapa de aprendizaje es una concepcién dela poesia que Rilke centra en un.término pop larizado por él: el «poema-eosa (Dinggedich). En un esfuerzo de superacion del subjetivismo postromantico (paralelo al que, en alios casi coincidentes, inicia Antonio Machado desde Campos de Castilla, aunque mas bien hacia lo épico y sapien:

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