Maria Ligia Coelho Prado
América Latina
en el siglo XIX
texturas, cuadros y textos
julie Blestot Nitiez Espinoza & Ana Patrone
@Capitulo 1
de fo mismo qu
‘Sor [ANA Inés
"Arguye de inconsecuente el gusto de los ho
. y sus héroes, pensados
ituyeron en el objeto piere Se See
‘Marla Ligla Coelho Prado
fa Luis Mora (1794-1848) eseribi6 amplia
Varnhagen publicé su historia
vendencia, destacando especialmente la figura de don Pedro I,
via guiado por la mano de Ia Divina Providencia, Conctaia el ibro.
ssrmninamos, pues, saludando con veneracién y reverencia la
princi )ADOR DEL. IMPERIO". .
ene Daa de los héroes nacionales en la produecién de
° fadores se vineula, por un lado, alas cuestiones politicas de ta
mn y, por otro, ala perspectiva dominante en ta época
fundamentalmente a los “grandes hombres" la realizacion de
rien el campo de lo simbélico, los héroes nacionales solo
raidos después de luchas de representacign que determina:
¥ exclusiones particulares en cada pafs* fn Venezuela, la
‘de Simén Bolivar como héroe maximo es ejem-
fe dedicado la vida a la causa de la Independencia, reco-
nes de América del Sury perdiendo salud y fortuna
ilio, en Santa Marta, criticado y despreciado
Pero en Ja década de 1840, cuando Venezuela vi-
as politicas que amenazaban su cohesién
rar camibiaron radicalmente y 10
tar de los heroes que
hhacional, Sus restos mortales fueron trasladados a
iciando un verdadero culto a su persona,
las fronteras venezolanas, colocandolo
es en las luchas por la indepen
excomulgé a Hidalgo y Morelos— continu representando a Hidalgo como
‘un demonio que engaftaba al pueblo creyente, Muchas piezas populares de
no traicionero que tenia vinculos con el
do Cuando la Iglesia fue derro-
6n de los héroes nacionales hubo
lugar para todos, desde Hidalgo y Morelos, los lideres populares, hasta José
de Iturbide, el artifice conservador de la Independencia, Posteriormente,
con la revolucién mexicana de 1910 y su propuesta de wnidad nacion:
les rinden homenaje, incorporando inclusive a aquellos que otrora fueron
considerados “poligrosos" lideres populares.
tado como el principal héroe de la Emancipac
0 Jos io de Andrada ¢ Silva, consejero del joven
después nombrado Patriarca de la Independencia, compart
responsabilidad por el “acto glorioso’. Luego de la legada de la Rept
otros héroes ganaron espacio, como Tiradentes, considerado martir de la
Independencia.”
Corriendo paralela a la
' principales de las luchas por la Independen
a —obras de una serie de autores menos valorados que eseribieron
gvafias sobre las herainas de ese movimiento, Existe un repertorio com-
sto por libros sobre "mujeres célebres’, “mujeres patriétt:
jograficos que incluyen la historia de hombres y mujeres. En ese
—que es nuestra fuente de investigaci
—, es posible descubrir
loro, proceso ieoléigico de a rvo-/ la partielpacién de las
uchas porlaindependencia politiea 33
ce alios, y que hizo emerger aspiraciones sociales diversas y en conflic-
regiOn estuvo expuesta a una hicha incierta, en que la victoria de uno
s lados no era evidente y donde la suerte cambié a menudo de ruta. El
edo y la inseguridad configuraron una situacién como esa; sin embargo,
s acompafiaban la esperanza y la certidumbre de un cambio para mej
lores Galindo nos habla de varios murales limefios, de comienzo del siglo
XIX, que retrataban la imagen del mundo. el rey aparecia esperanda
juez, el usurero ejerciendo la caridad, los toros arremetiendo contra los
1a. Otros textos interesantes son las narraciones noveladas sobre la
de esas mujeres, que ofrecen el misma esti ‘ional y las mismas
idades patridticas.”
1.a historiogratia contemporénea —no s
ntré otros caminos tedricos y metodolégi
necesario afirmarlo— en-
5 para trabajar sus objetos
inos de estudio, como el de
extraordinarios en la mane-
tratar los temas histéricos, Sin embargo, si tomamos un tema tradi-
ja Independencia, notamos que la presencia de la mujer
ia. Los libros de sintesis sobre la historia de la
casi no se refieren ala
ica de las mujeres en esos acontecimientos. La casi des:
Gn de este grupo y ese silencio en torno a su actuacién nos hacen
ala imagen prevaleciente de la mujer como persona poco inte
absoluto participe en los temas politicos."
de lo expuesto, este ensayo pretende, en primer lugar —va
ie de las numerosas biografias tradicionales producidas en la segun-
1d del siglo XIX comienzo del siglo XX—, indicar que la participacion
de las mujeres en las luchas por la Independencia en las di
ativa de lo que se supone,
‘oncepto de que la mujer carecia de interés por los asuntos pil
indo lugar, pretende analizar el discurso de esos biégrafos, en
contribu
otlo, imaginamos siempre hom-
marchando a pie 0 @ caballo, luchando. Olvidamos que las mujeres,
has veces con hijos, acompaiiaban a sus maridos-soldados; ademds,
no habia abastecimiento regular de las tropas, muchas trabajaban
lavando 0 cosiendo— a cambio de un poco de dinero. Las en-
9s ejércitos campesinos de Hidalgo y Morelos, as{ como, un
después, en las fotografias de los ejércitos zapatistas de la rev
‘icana de 1910. Expuestas a la dureza de las campaiias y a los peligros,
'sbatallas, enfrentaban valientemente el infortunio de las guerras."*
tanme avanaar alguitos aiios —después de haberse conguistado
pendencia— para recordar la leyenda creada en Argentina en torno
mujer que quedé conocida como Difunta Correa. Era la joven mu-
dado que ingresé en las filas de Facundo Quiroga, en la época
's luchas entre federalistas y unitarios que dividieron el pafs. Acompa-
marido y Hevaba consigo un hijo pequefio que atin amamantaba.
jeultades de la catmpafia por las tierras secas del noroeste argentino
le comida la levaron a la muerte, Cuenta la leyenda que cuando la
raron, Ya muerta, alin sala leche de sus senos y el nifio continwaba
nando. A partir de ese "milagro’
* Difunta Correa se transfarmé en
ta popular, cuya devocién se propagé por la regién,
Jas biografias anteriormente citadas indican la presencia no solo de
's que seguian al lado de sus companeros, sino de ve
joven bahiana
iché contra las
pa, dems de la mftica herof-
pornea también se rogistréLatina, Otros textos interesan
ia de esas mujeres, que ofrecen el
finalidades patridticas."*
La historiogratfa contemporanea —
contré otros caminos teéricos y metodolégicos para trabajar sus objetos
de investigacién. Abrié, también, nuevos camninas de estudio, como el de
la historia de Ja mujer, que supuso cambios extraordinarios en la mane-
ra de tratar los temas histéricos. Sin embargo, si tomamos un tema tradi
ional como el de
ina bastante ec
Independencia de América Latina, por ejemplo, casi no se refieren a la
participacién politica de las mujeres en esos acontecimientos. La casi des-
aparicién de este grupo y ese silencio en torno a su actuacién nos hacen
retroceder a la imagen prevaleciente de la mujer como persona poco inte-
‘A partir de lo expuesto, este ensayo pretende, en primer lugar —va-
ndose de las numerasas biogratas tradicionales producidas en la segun:
la Independencia en las diversas
ativa de lo que se supone,
cos. En segundo lugar, pretende ani
su mayoria masculinos, mostrando cémo su visién contribuy6 a eli
‘memoria de las mujeres militantes rebeldes.
Para comenzar, es preciso recordar que, en las colontas espaiiolas,
al contrario de Brasil, hubo una guerra prolongada que duré entre diez y
ao. ancy del
mo pretendemos de
i biogréfico amertcano, Pa
ros arremetiendo
Cuando se habla de e imaginamos siemp:
es marchando a pie 0 a caballo, luchando. Olvidamos que las m
uuchas veces con hijos, acompaftaban a sus maridos-soldados;
‘como no habia abastecimiento regular de las tropas, muchas u
—cocinando, lavando 0 cosiendo— a cambio de un poco de di
ontramos en los ejércitos campesinos de Hidalgo y Morelos,
siglo después, en las fotogratias de los ejércitos zapatistas de la reve
fexicana de 1910. Sxpuestas a la dureza de las campafias y a los
5, enfrentaban valientemente e! infortunio de las gui
Permftanme avanzar algunos afios —después de haberse co
la Independencia— para recordar Ia leyenda creada en Argentin:
ida como Difunta Correa, Bra la
jer de un soldado que ingresé en las filas de Facundo Quiroga,
de las luchas entre federalistas y unitarios que dividieron el pais.
faba al marido y levaba consigo un hijo pequefio que atin amam
Las dificultades de la campafa por las tierras secas del noroeste a
yllafalta de comida ve. Cuenta la leyenda que c
encontraron, ya muert sche de sus senos y el nifio com
vivo, mamando. A partir de ese “milagro’, Difunta Correa se transfor
janta popular, cuya devoci6n se propagé por la region.
Las biografias anterlormente citadas indican la presencia no
dados que se levantaron en
‘conocida figura de Maria Quité
la, vestida orgullosamente de hombre, que luché cont
fuerzas del general Madeira, no result6 ser una excepcidn en el amplio es
cio de América Latina. Por otrs parte, en Europa, ademas de la mitica he
na francesa, Juana de Atco, en la época contempordnea también se registr
13, En México sonllamadas las soldaderas" véase el
1 usin, University of Toss Pras, 1990,Siglo XIX, existieron
entraron en el ejérc
volucién Francesa, tanto del
ido francés cuanto del alemén, Mosse cita un
“las heroinas alemanas’ de las guerras entre
autor documenta la presencia de 17 mujeres ves.
razaron la “eausa patridtica’
jendo a América Latina, las biografias rec
mite de mujeres
lefensoras de la Independencia, La ov.
Quiteria de Jesus de adherirse ala causa de la Indep
i leer ni escribir, pero escuch
dad de su padre, en
texto, publicado en 1912, sobre
1807 y 1815, en el cual
, como solda-
ida por Maria
\dencla es ejemplar
atridtico. Participé en algunas batallas, se
ia por el emperador, en agosto
condecoré con la orden del Cruzeiro y la promovi a aiféree
tr6 con la viajera inglesa, Maria Graham,
!presiones:
las siguientes
. sangre fri
dar que el retrato “oficial” de Maria Qu
ne de uno de los batallon
audacia,
a5
ss mujeres en las hichas por la independencia p
irg0, si Maria Quitéria de Jesus necesit6 disfrazarse de hom
re, en los casos que vamos a citar a conti
kadas a esconder su sexo para participar en
fas en 1815; se cuenta que Manuela, al ver aproximarse
cludad, notando cierta vacilaclén por parte del pequefio gra
dos, habria afirmado: "Si ya
tarnos al enemigo, y mé
portefta, formaba parte d
Martin en el Perit y participé en muchas batallas." En
Boyacé, en 1819, Evangelista Tamayo, natural de Tu!
rdenes de Bolivar, muriendo en 1821, con el grado de
n embargo, la figura paradigmatica de mujer-s
's armadas, algunas bajo su comando, perdiend
itamientos todos sus bienes. Gané fama por s
legando a obtener el grado de teniente-coronel. H:
llamado “las amazonas’, que la acompafiaba en
in perioda de continuas derrotas de las fuerzas
es dect, ella y el marido, el coronel Manuel
dos del capellan y de sus ayudantes de campo
er, uniformada como ella— estaban en retirada,6 escapar, pues
nte de campo, inmediatamente ¢
marido, Juana continud participando en
Después de
Ja tinica hija que habia sobrevivido, recibié una pequefia pensid
el gobierno de Antonio José de
Pero luego dejé de recil
pobre y olvidad:
Bolivar dej6 un testimonio de la participacién efectiva de las mujeres
’@ proclama al ejér-
elogié no solo a los soldados hom-
en Ia guerra por la independencia
cito que liberto
e Venezuela. En
fharon
sangre; hi
(es, porque concibi
su época. Me refiero a Manuela Séenz, hija ileg
espatiol,
para acompaitar a Bol
dismi
su independencia, inteligenci
far durante su estadia en Pert
ar, a quien conocié en 1822, e
escribié cartas que
Nueva Impzessora, 1966,
of siglo xe cots para su e
pak, ob. cit, p 257,
«ra los candldos y fem
rar a muchas
designio de
guerrillera, pese a que las
dificultades iban en aumento. Después de la Independencia, viviendo con
ma. La pasion no
hasta la muerte de Bolivar, en 1830. Mucho se ha escrito sobre
sagacidad e iniciativa. Cuid6 los archivos de
ictaba y lo salvé,
n diversos testimonios, de dos intentos de asesinato. Después de la
os Andes Juana Azurduy
i, 12 vols,
durante
la ciudad
4. Recibié buena edu
sus padres, a los 18 afios, tuvo
ido del virretnato. Conoci6 en su
irés Quintana Roo, joven poeta yucateco partidario de la Inde-
de quien se enamoré. Sin embargo, ] pedido de matrimonio
ruchazado por el tio, Poco después, Quintana partié para unirse a las
ie Morelos en Oaxaca. Leona permanecié en la ciudad, pero man-
1 contactos con su novio y de diversas maneras trataba de aux
surgentes, con dinero e informaciones; se afirma que hasta compré
mprenta y la envié a su novio, Sus actividades denunciaban que se
ia adheride a la causa de la Independencia y comenzaron a Jevantar
‘olegio de Belén, Larego de diversas pe-
ias, fue liberada por tres oficiales insurgentes pudiendo, finalmente, ir
suentra de Quintana Roo, con quien se cas6. A partir de ese momento,
1u6 al lado de su marido, huyendo de los realistas y escondiéndose;
ias, nacié su primera hija. Luego de algunos episodios
9s dos acabaron entregindose a las
‘sas eircunsta
S,
haciendo reivindicaciones, luchando por recuperar parte de la fortuna
scada en los alios de guerra, visitando al presidente de la repiblica,
istasio Bustamante, para denunciar las amenazas que su marido v
endo, siendo objeto de criticas en los periddicos de opo
stancia, actuando como una figura publica. Cuando mu
0s politicos le rindieron homenaje y los periédicos le dedicaron articulos.
Jos Maria de Bustamante dice que ella fue “el ornato de su sexo y la glo-
de su patria”
Hay relatos diferentes sobre otro tipo de part
ejemplo, las que trabajaban como mensajera
para los insurgentes. Su condicién de mujer st
paciGn de Jas mujeres,
Mevando informacio-
sstamente levantaba
ites, 1945, Gabriel Garcia Marquee. se
Jas novelas El general on slaberintay
Echanove,
1945,levata infor:
dos, es sin duda la mas co-
a sencilla, trabafaba como costurera, Nacida en la pequeita
eiudad de Guaduas, desde muy joven formé parte de los insurrecton Pre
Su sapacidad de enviar informaciones alos rebeldes sobre los realistas, fue
vials Por un grupo de patriotas a Santa Fe de Bogota. Por la propin pro.
habitualmente frecuentaba casas de familias de fortuna —rmuchos
tas— recogiendo, de esa manera, informac
‘. Ya que se hablaba libremente delante de aqu
rerita’. Estuvo cerca de los lideres de la resistencia er
®, como Ios hermanos Almeyda. Su participacién fue tan importante
io un grupo de rebeldes cayé prisionero —entre ellos, leo Sabaccin,
‘4 biografia novelada seitala como su gran amor—, habla documentos
Compromettan directamente. En ellos constaban listas de nombres
patizantes de la Independencia en Bogota, al lado de informacio.
{a cantidad de armas y municiones de las tropas realistas, Presa y
ue condenada a muerte, junto con otros ocho hombres, entre ello
51 fusllamienta ocurrié en la plaza principal de Bogota, el 14 de
npacto sobre a poblacién. Su valentia
Nia ¥ la virulencia de sus palabras contra la opresi6n de los espaito-
jomento final, fueron registradas por testigos y recuperadas
a “mensajera” mas famosa es Josefa Ortiz de Domingue:
corregidor de Querétaro, Miguel! Domfnguez. Era de familia
io de las Vizeatnas, de donde salié para
inculos con los conspiradores que pre~
iar la rebelién por la Independencia; al saber que esta rebelion
‘a y que los conspiradores irfan presos, hizo que la noticia
tasta ellos, precipitando la decisién del “Grito de Dolores" Sin em.
Pareja fue capturada, aunque él en seguida fue perdonado, Elia,
0, tuvo que pasar largos periodos como prisionera en diversos
€n Querétaro y en la Ciuciad de México, Conquistada la Inde
‘ continué mantenlendo sus intereses y actividades politicas,
licarpaSalavorrieta, Bo-
a reciente, véase james
Latin America, Chieago,
ventanas fueron selladas; sin embargo, los vecinos
er Ipod ve tua cas ua ou eal, Ano Sanne,
e Socorro, en Nueva Granada, que financié a las tropas rebeldes y les pa-
informacién, tuvo el mis :
. por haberse negado a habl
lan, sur de Chile, destacé por su gran hab
cdo discursos sobre la libertad en v: ,
lca, Amonestada por los realistas, continué con s
in, tuvo la cabeza rasuradla y, como ca
ergilenza publica’, en la plaza prin:
disc
Monasterio de :
casada con un oficial francés que habia ser
we era defensor de la Independencia, En s
195 de los que compartian las ideas de liboraci
jo en Argentina con Linters
modesta sala se reunfan mu-
de las colonias, Su hi
por la causa. Escribfan cartas a los emigrados, pasaban informacl
{n estuvo en Mendoza, le enviaron
Jos insurgentes; cuando San Martin estu
cis sobre la stein de los realists, Descubtrt, fue capturada y
6 todo tipo de presin para delatar a otros involucrados. Negi
fue condenada a la horca, debiendo presenciar antes el sup
a la cual le cortaron la mano derecha, por haber escrito cartas
informes consideradossubversivos. Fue perdonadasitima hor, pero
urié poco después, victima de una enfermedad contraida en la prisién,
Aunque las bio
res que venian de fa
por income
Meccoy ae
ru 1950, tne p28
1 Jue Domingo Cots oc 60.
re Las mujeres ta Independent, Sania
sno Cortés, of. city J, L. Trenti
segunda edict
"Tronti Rocemora, ob.norizado que encontré hal a, na
az, en 1770, Bra artesana y se cas6 con un mestizo de la mista pi
que mutié algiin tempo después. En 1809, en Is rebelién de La Paz por
Ja Independencia, Simona Josefa desempeié un activo papel, reuniendo y
organizando a los vecinos de su barrio que se dirigieron armados a la pla-
za de Armas, donde se exigia el cabildo abierto. Derrotado el movimiento,
sus lideres fueron ejecutados y muchos fueron presos. Ella consiguié hui
escondiéndose en un pueblo del interior Sin embargo, en 1814, en oca-
sin de la rebelién de los hermanos Angulo (iniciada en Cusco y que llegs
hasta el Alto Peri), volvié a desempefiar sus actividades revolucionarias
Derrotados nuevamente, fue denunciada y Hlevada a la prisi6n; buscaban
también a su hijo, quien no fue encontrado y del cual se perdié el rastro,
Luego de capturada, fue sometida a juicio sumatio, teniendo una muerte
atroz; se le afeit6 la cabeza y, desnuda, fue exhibida en las calles montada
en un burro, flagelada y fusilada por la espalda en la plaza publica, Este
castigo deshonroso est probablemente relacionado con su condicién de
mestiza y pobre.”
sas son apenas algunas indicaciones del elevado niimero de registros
sobre las actividades politicas de las mujeres en el periodo de la Indeper
dencia, Tales blografias, como ya dije, tenian objetivos patriéticos y de exal-
tacion de las figuras femeninas que se involucraron en las luchas por la
Independencia.”
importancia de la “causa patridtica’, ¢La In-
dependencia era, en Ia concepcién de los contemporaneos, un asunto de
hombres del cual las mujeres debfan mantenerse apartadas? Aunque la
respuesta, de manera general, deba ser afirmativa, no es tan absoluta cuan-
la Vega, Simone fossfa Manzaneda, La Paz, Libreria Editorial Juve
oft.
tes textos: Manuel de Jess An
sus nombres con elgunos bo-
imento, 1940; Angel Mancera Gal
cas, s.ed_s.C;.D. Monsalve, Mujeres de
al, 1926, y Carlos Hernande2, Mujeres célebres
Casa Editorial Lazano, 1916,
mma en fa
enc, Bagot,
ade México, San Ax
leceln de panfetos del period de a independencia,
nCarter Brown,
jase de.
lependencia.
in Je prom
jese a las nuevas
estar entonces al lado de su hermano. En otro panfleto, el
entre Paulino y Rosa, abordando el tema mas complejo de la
de usar la violencia para alcanzar la libertad, Nuevamente logra
cera su hermana, Por un lado, aparece el hombre, como el duefio de
‘onvenciendo a la mujer, inmersa en el mundo de los sentimientos
os. Por otro lado, él le conferfa una dimensién mas amplia que la
stica, ya que estaba interesado en persuadirla de la importancia de su
ica de la Independencia.
‘sos panfletos traen a Ja memoria la actitud de Javiera Carrera, her-
de los lideres de la independencta chilena, José Miguel, Luis y Juan
jue acompaié entusiastamente la lucha de los hermanos y los siguié
argentino, donde acabaron siendo asesinados, Ella también fue
jente perseguida y tomada prisionera por algiin tiempo. Se cuenta
sala de su casa, en Santiago de Chile, era punto de encuentro de los
evolucionarios.
mitad club y mitad asamblea, que certanoche
se desplegé a la vista de los presentes emocionados el nuevo estandarte de la
patria, que debia colocarse en el ugar del espaol.
Un breve comentario sobre el lenguaje de nuestro autor —regresaré a
ceste tema mas adelante— ind! de la narracién y la inv
lad de la figura de la mu) sala fuese de
Javiera, que organizaba esas sesiones y a quien se le atribuyé la concepeién
de la bandera, él afirma que alli se reunian “todos los hombres e ideas de la
época’, sin mencionar su nombre.
La importancia que tenia convencer a las mujeres puede apreciarse
también en México, donde se encuentran maniffestos en periédicos, don-
de las mujeres eran convocadas a participar en el movimiento por la Inde-
pendencia, £1 Semanario Patristico Americano, de los domningos 22 y 29 de
3% Vicente Gres, ob. cp. 38.42 Maria Ligla Coelho Prado
noviembre de 1812, publicé un manifiesto titulado “A las damas de México”
taba la necesidad de Ia “dulce ayuda de jeres" para
ufo revolucionarte.
ad de la patria
et y hacer que los
de México se decidiesen a tomar las armas contra el déspota europeo [..] Que
era tiempa de demostrar a la d mas mexicanas sa-
bian pacticipar de las gra p toda la energia cuando
cin [..] Que felizmente ya se contaban con
pesar del esplonaje y de las jucios, se habia
a prestarie ala nacion servicios de fa mayo;
| momento feliz de la libertad, y que entonces
nombres de esas damas y de sus heroicos actos, y
con admiracion.*
les empresas y luc!
por lo tanto, que algunos de los protagonistas masculinos
les confiriesen a las mujeres un rol, aunque secundario, en las luchas porla
Independencia,
Analicemos, ahora, los conceptos sobre las mujeres rebeldes subya-
contes en las ya referidas biograffas, en general escritas por hombres. En
esos relatos, el lenguaje empleado evidencia los objetivos edificantes de los
textos y nos presenta un retrato de mui do como ejemplo
para las generaciones contempordneas y futuras, Las mujeres eran modes-
tas, dedicadas, altruistas, generosas y abnegadas. En to 5, se mol
dearon normas de respetabilidad a partir de las cuales sus vidas ganaban
un lugar digno en la galeria de las figuras nacionales.
George Mosse traz6, para Europa, las intrincadas relaciones entre n:
cionalismo y respetabilidad, término este que, a partir del inicio del siglo
XIX, comenzé a indicar modos y moral decentes y correctes, juntamente a
una actitud sobria con relacién a la sexualidad. Desde el fin del siglo XV
ujeres retrata-
“adecuadas y
correctas
posteriores las transformaron en heroinas respetables,
ficaban por el “amora la patria’
articipacién de las mujeres en las luchas por aa
‘independencl
\s actos respondian exclusivamente a las demandas del corazén.
{tro punto importante. En las biograffas, las mu}
insurreccién, No aparecfan como seres dotai
1, después de un balance cuidadoso de las partes. A
\vo oportunidad de "dar a conocer los admirables dotes de su cw
vexicana Rita Pérez de Moreno, “matrona que era un ngel de
\das por fuertes s
De esta manera, el circuito de la mujer 0 el campo en que se
le las emociones. De acuerdo con esa idea, su retrato a
do la imagen del sacrificio y del sufrimiento; todas estab
portar las mas duras penas, si ellas resultasen en el
rosas, falta
continuar, porque crefan que la recomper
serfa alcanzada.
ssas blografias enfatiz
storia, era laudable que ellas est
tica para luchar por la “causa justa P
ado. La biografia de
‘ivamente por la Independencia, termina asi
cia], dofia Rita lloré la muerte de su espos
» de su hogar en la ciudad de Lagos, donde na
e 82 afios y dejando un recuerdo eterno'®*
Naturalmente, son también presentadas como
‘sposa, Aunque la blografia muestre que la mujer estw
hhuit, dejando muchas veces a los hijos con otros
nsisten en mostrarlas como abnegadas y dedicad
sstaban impregnadas de una fe extraordinati
y de los quehaceres dom:46 Maria Ligia Coelho Prado.
Sin embargo, es posible encontrar vestigios concretos que recuerdan la
actuacion de esas mujeres. El nvés destacado, en este particular, parece ser
el homenaje ala boliviana Juana Azurduy de Padilla. El aeropuerto de Sucre
leva su nombre y alla también se encuentra una estatua que la representa
‘montada a caballo, amenazando a los realistas con aire desafiante. Su reco-
ocimiento oficial se torna mas evidente cuando recordamos que Azurduy
€s el nombre tanto de una provincia del departamento de Chuquisaca como
de su capital. Poemas y piezas de teatro popular fueron y continéan siendo
escritos en su La Pola también se gané una estatua en Bogota
que la muestra sentada, eon los ojos vendados, antes de que los realistas la
ejecutasen. Su efigie aparece en el billete de dos pesos colombianos. Tam-
in fue protagonista de poemas, piezas teatrales y novelas que cantaban
su valentia, En Bahia, el reconocimiento de la actuacién de Maria Quitéria
se hace particularmente en las escuelas puiblicas. En la plaza de Santo Do-
mingo, en el centro de la ciudad de Méx:
Ja historia de su vida.
Finalment observacién sobre la cuestién del comportamionto
Politico femenino. Lo que mas me llamé la atencién fue la transfor
de esas mujeres rebeldes, que desafiaron a las instituciones més poderosas
sia—, en modelos ejemplares de “buen compor-
ez, 0 La Corregidora, por ejemplo, “desobede-
16” a su esposo, que la habfa encerrado en casa —temeroso de que el
Comprometiese atin més con los realistas-—, y cons
@ Hidalgo, Allende y Aldama que la conspiracién habia sido descubierta,
Leona Vicario huyé del convento donde estaba presa, auxiliada por tres off.
para encontrarse con su novio, Quintana Roo, con quien
ain no se habia casado, Maria Quitéria huyé de su fa
hombre y luchar como soldado, en una decisi
Fueron mujeres rebeldes, insubordinadas, actuando fuera de las reglas y
de las normas, que ganaron respetabilidad, transformadas en modelos de
esposa y madre, glorificadas por todas las virtudes cristianas intimamente
entrelazadas con las virtudes patridticas. En definitiva, biograffas domesti
cadas, descarnadas y liberadas de cualquier dimensién de contflicto qu
sea aquel entre el bien mayor —Ia patria— y el mal absoluto —
canzaron en esas biografias el altar de las santas
rafos ls retiraron del espacio piblico, donde efectiva
politica, y las confinaron al espacio privado, ya
ido como “el lugar dela
En una palabra, fue olvidado u ocultado que las mujeres que partic
ron en los movimientos por l endencia actuaron en un circuito
ent identiiado con el dea politics, tivadas por ideas se
y creencias que las llevaron a romper con los cénones sociales y
vigentes. Su notable coraje —especialmente en los momentos
lca que estaban preparadas para aceptai
laprisién y condena—
secuencias de su eleccién.