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Vida cotiana en la Edad Media tiempo. Y configurar un panorama en que se expresa una mentalidad particular, es decir, la manera en que una deter- minada sociedad encara y vive los fundamentos de la vida de cada hombre. Algunos aspectos de esa vida cotidiana se ven tratados con mayor detalle que otros, inevitable desequilibrio segtin estudios, preferencias y mi propia 6ptica. Los burgue- ses, sus costumbres, su pensamiento, sus actitudes, aparece rin descriptos en mayor medida. Sin duda, por haber yo fre- cuentado mucho los testimonios que hablan de ese mundo pero también porque constituyen un grupo social nuevo que se impondré con gran fuerza, dando una ténica particular al resto de la sociedad medieval. Puesto que abarcar esos diez siglos como una unidad sin duda es incorrecto, esbozaremos una periodizacién que — aunque posible objeto de discusin— puede guiarnos para dentrarnos con una mayor matizaci6n en tan largo perfodo. LOS DIEZ SIGLOS MEDIEVALES. 1. Los tiempos del cambio (siglos V al X) En este momento el Imperio romano conoce la entrada de los barbaros que aceleran el movimiento centrifugo expresado en el Imperio desde hacia tiempo. Las conquistas romanas ha- bfan creado una koiné, una uni lad poco a poco socavada los substrata, por las caracterfsticas regionales’ preromanae EL Jmmperio intent6 establecer esructusse gids pala Manlene esa unidad pero las oleadas barbaras Llegaron en un momento critico_y quebraron la pc le continuacién. Los bar- baros (a veces conglomerados de pueblos) -Iuego de instala- ciones precarias- constituyeron reinos gue por su herencia y constitucién podemos ir TOL icos. La entrada e instalacién de los barbaros comportaron la destruccién de Jas estructuras administrativas y la supervivencia de formas ‘empobrecidas dea caltura romana aunque ya el Bajo imperio 0 tardia Antigtiedad se expresé de manera peculiar alejando- se de las épocas de mayor brillo. En Jo politico-social, los reinos romano-germénicos tuvie- ron que lograr una identidad territorial para lo cual se en- frentaron entze sf, determinar el Ambito propio, establecer las ‘opias fronteras, realizar la unidad de los habitantes, es decir TF aimbiosis entre invasores y provinciales romanos. Las ins- tituciones romanas saber er oot tun colapso, la realeza barbara consideré el territorio como patrimonio, se perdié el concepto de cosa piiblica (res publica), La administracién perdi la espe-_ 13 Vida cotidana en a Edad Media _estuvieron, en gran medida, ligados por lazos personales al monarca El cardcter urbano de la civilizacién romana decliné ya en Jos tiltimos tiempos del Imperio, esa atonfa persistié en Occi- dente hasta la renovacién del siglo XI. En general, la persis- tencia urbana se expres6 en las zonas mas romanizadas y, de ordinario, cuando la ciudad constitufa sede arzobispal o lugar de culto martirial. Este fue el momento de la cristianizacién de Europa que se ‘intent6 lograr mediante expediciones evangelizadoras (hubo grandes movimientos desde Islanda y desde Roma), ena cién de parroquias rurales, etc. Fue tarea dificil enraizamiento del (smo en que se mezclaron el politts: mo romano y Tos elementos aportados por el fondo germéni- (0 romano y ¢o. Quienes persstieron en mayor media enlaidolatia I co. Quienes persistieron en mayor medida en la idolatria y las ‘creencias magicas fueron los habitantes del campo (pagus), de alla denominacién de pagani (paganos) que recibieron. La penetracion de la Tpesia se ejercié mediante la labor de los grandes predicadores de la época que se expresaron a tra- vés de 6 con simplicidad y rudeza. A través de ellos, conocemos los mayores vicios del tiempo: lujuria, supersticién, violencia. En lo posible, se hicieron coincidir las fiestas cristianas con las paganas y se superpusieron signos ctistianos a los signos paganos. En suma, el Imperio se quebré en miiltiples particularis- ‘mos, algunos de los cuales constituirén el basamento de futu- ras naciones como Francia o Espaiia. jdad_parece reconstruida por Carlomagno (768-814) quien se proclama emperador —entrentindose con lor —enfrentandose con Bizancio— en ef afio 800. Carlomagno sale de las fronteras naturales del hex4gono que luego constituira Francia para extenderse en diversas direcciones y realiza un intento de co- herencia tanto de las regiones que integran Galia como de las, nuevas zonas incorporadas. Es un intento precario dada la 4 Nilda Gughiein fuerza de los substrata regionales, de las caracteristicas parti- culares de cada Ambito. El imperio que deses reconstruir es a. En su reino —luego imperio— él se expresé como principe cristiano. Se apoyé en la Tplesin yen ls clra ceca pana jados. Carlomagno habia expresado una tendencia cultural en la forma de una simbiosis entre la cul- tura clasica y la barbara. Por un lado, promulgé Jeyes que — como en el caso de otras legislaciones de reinos barbaros—es- taban inspiradas en la influencia romana. Por otro lado —nos dice su biégrafo— quiso conservar el patrimonio de su pueblo y transcribié, para ea no se perdieran, poemas ar antiguisinos Os en que se cantaban la historia y las guerras de los viejos reyes. mantener una uniformidad y esboz6 una gramética de la len- gua nacional. En general, la politica cultural de Carlomagno no fue sino un elemento de la misién religiosa de un rey catélico. Este periodo se amd pu nie carolingio realizando una com- paracién exagerada con el periodo posterior conocido como Renacimiento (siglo XVI). En realidad, fue un momento de tesaurizacién, de acopio cultural, hubo un gran movimiento de basqueda de Iibros, se salvaron obras de la Antigitedad (en particular las latinas) que se copiaron en talleres monésticos. Se extendieron las escuelas de yara_ensefiar a los nifos los salmos, las notas, el canto, el cOmputo, la gramatica. ~~ En este momento, las Ienguas populares se imponen en el ‘uso cotidiano, ya a fines del siglo IX aparecen los manuscritos de poemas redactados en lengua romanica. Carlomagno construy6 un enorme imperio, para gober- narlo hubo de apoyarse en poderes locales que estaban liga- dos al principe por lazos personales. Este régimen fue eficaz mientras el poder central estuvo Tepresenlalo por un mo por un mo- narca fuerte. Desaparecido Carlomagno, sus continuadores 8 Vida cotiiana en la Edad Media jermitieron que esos jefes locales o delegados su Ee TET aaecioran como ls venaderos 0 fad y aparécieran como los verdaderos depositarios del poder. El origen de su mandato —indecision entre la esfera iblica y privada— los convirtié en sefiores omnimodos en su dmbito. ‘Aparece lo que se ha lamado, e Jue com- porta una relacién sefior-vasallo dos expresiones fandamentales: a) la relaci6n noble (sefior- ) yb) relacién no-noble (Gefior= -noble). Esta relacién de tipo personal y contractual oscureci6 la correspondencia re iibaito sob todo en Tos &mbitos en que se debi que se debilité el con- cepto de Estado. La relacién noble se estructuré en base ala ‘entrega de un bien que se expres6 fundamentalmente en tie- ra —el feado— aunque también conocié otras expresiones, incluso ‘hacia <1. fn de la Edad Media ve crearon Jos Demados feudos de bolsa, que implicaban el te de una renta. ‘A cambio de la entrega de un bien, el vasallo debié cumplir con a y obligaciones. vasallo noble debia al sefior lo que se lamé consilium et auxilium (consejo y auxilio). Esto se expresé en servicio de guerra y de guarda. EL campesino dependiente debfa trabajo en la tierra re- servada por al sof Ge establec an dias, periodo, ipo det reas...) El seftor —como contrapartida de los servicios concedidos por el vasallo noble— le daba proteccién y, en algunos ca- 50, manutencién (21 vasallo podfa vivir solo o con su familia en a residencia sefiorial). La proteccién, por tanto, podia ser material y moral. Se consideraba felonia, por parte del sefior, atentar contra la moral del vasallo o de su " ‘La relacion vasallatico-feudal se establecia mediante un pacto y una ceremonia contractual. En el caso de hombre no- ble, la ceremonia comprendia el homenaje y la fe. 16 Nilde Guglsim Ademids de vasallos feudales podemos indicar la existencia de sallos naturales, entendiendo por tales a los stibditos de unnionach a ela feudal py ia ya que estaba fundada en un pacto sinalagmatico, es decir de dos extremos. El vasa- lo tenia derecho de romper el compromiso que Jo ligaba a su sefior previa ceremonia de despedida. ‘Las nuevas formas de poder es rier n clase que podemos denominar, genéricamente,/nobleza) Se discute si hubo continuidad de la nobleza romana y de la aristocracia germénica, Evidentemente, las clases su 5 romanas no perdieron prestigio, poder o riqueza y se aliaron, apes general, con los conquistadores germanos. Poco a poco —y conforme los recién llegados se convirtieron al cristianis- mo— ambas aristocracias se fundieron aunque, de ordinario, la de origen romano conservé mayor prestigio intelectual Con todo, hasta el siglo X no hubo un grupo con privilegios establecidos, condiciones juridicas y sociales que se fijaron en el siglo XII. Podemos decir que 1a nobleza fue un grupo con yalores adapts yno adquiridos. O sea, sus miembros os- tentaban valores het [os de sus mayores. Esto llevé al es- {eblecmtento det Haje-ET nae pado ser eonsderado como” ‘una conciencia de los antepasados, también se ha hablado de memoria geneal6gica. Pero esa memoria, a veces, no fue tal sino se traté de una creaci6n, es decir, el linaje pudo ser in- ventado, tomando como cabeza del mismo un personaje im- portante, en ocasiones mitico. La creacién del linaje, es decir de tuna linea que hiciera lescender a la familia de un antepas: it ‘—aun- que caracterfstica de la nobleza— fue imitada luego por los (CBarguesss)que se refileron a las virtudes, rqueza, cond cién de sus predec ecesores er inclusoy por grupos c , incluso, por grupos campesinos poderosos. SS Vid ctidianaen ta Edad Metta ‘La construccién del linaje, su explicitacién a través del en- tramado genealégico que representa las lineas ascendentes y descendentes pero también las colaterales, han estado deter- minadas por un afén claro de fuerza y coherencia necesarias para Ja supervivencia de una familia, Esta fuerza deseada le- v6 también a alentar los parentescos artificiales, es decir, la ligazén de hombre a hombre —hecha efectiva mediante Ja ceremonialidad y compromisos feudales— que aumentaba el rimero de individuos que respondfan —en los asuntos pti- blicos y privados—a la voluntad del grupo. Coherencia y fuerza, fideli “suyos” fue ‘un proyecto y un comportamiento practicados desde mucho atrés. En Beowulf (poema escandinavo puesto por escrito en el siglo VII pero de creacién muy anterior) el héroe acusa a su oponente —Unferth— de haber traicionado a sus parien- tes: “ti fuiste el asesino de tus hermanos, tus parientes mas cercanos...” Beowulf seftala a su enemigo como responsable de uno de los mayores crimenes posibles, la agresién contra Ja propia sangre. El linaje en el mundg feudal se constitufa con los parientes del lado paterno (agnados) y del lado materno (cognados). En familias nobles del norte de Francia se ha comprobado la im- portancia del tfo materno en la formacién, gufa y educacion del nifio y del joven. Esto se ha explicado antropolégicamen- te, muchas sociedades primitivas han dado mayor valor a la madre y a su familia que a la rama paterna. Es posible que —en algunos casos de familias nobles— la importancia de las mujeres (cuando eran herederas de mayor faste que los hombres) diera lugar a esa preeminencia del li- naje materno. Hemos hablado de la construccién del linaje. La sociedad medieval no fue estatica, ofrecié muchos inters- jos que permitieron el ascenso. Asi, la familia de los Erem- baud, cuyos miembros asesinaran a Carlos el Bueno, conde dé Flandes (1127) -para apoyar a Guillermo de Ypres bastardo de la casa condal- era de origen servil. 18, ‘= Nilda Guglielmi Este crimen politico tuvo en realidad su causa en el des- cubrimiento de esa condicién que implicaba mancilla y la re- sistencia —por parte del grupo noble— a aceptar a quienes tuvieran tal origen. Hemos hablado de coherencia y fuerza del linaje. Flamen- ca (novela en lengua occitana del siglo XIN) que destaca los, valores del mundo feudal frente a la burguesfa —ya rica y poderosa— presenta alos grupos nobles en una prieta trama de parentesco. El dia del torneo organizado por el marido de la protagonista se describe a los j6venes que serén armados caballeros: “Dama, he aqu{ noticias para vos / el conde de Bar, vuestro primo, / y su hermano Ratil / serdn armados caballe- 08 mafiana a la mafiana / con otros diez. primos vuestros”. Los miembros de una casa noble deberan destacarse_in- dividualmente en el ejercicio de los valores que su grupo privilegiado pero, en principio, reciben una herencia de pres- ‘ial, heredan calidades Por eso hemos hablado de que su condicién se basa esencialmente en valores adscriptos y no adquiridos. En el Cantar de Mfo Cid, los yernos de Rodrigo Diaz. de Vi- var o sus parientes destacan, no sus méritos personales, sino subrayan que son “del linaje de los condes més limpios”. Se sienten inferiorizados al haber casado con las hijas del Cid, noble de menor rango en una escala pautada. Los yernos gol- earn y abandonardn a sus esposas en el robledal de Corpes, excusan su accién diciendo que no tendrfan que haberlas to- mado siquiera por barraganas. Sin duda, el Cid ha ascendido mediante su accién y méri- tos —valores adquiridos— que serdn propios de la burguesia ¥ que, en este caso, permiten el ascenso noble debido a la movilidad de la frontera y los de Carrién han emparentado por interés, En esta ocasién no se ha producido isogamia, es decir un matrimonio entre pares sino —segiin los de Carrién— una hipergamia (matrimonio con personas de rango social més 19 Vida cotidiona en la Eded Media alto), las hijas del Cid habrian casado con personas de supe- rior condicién. Con frecuencia, la muerte de los herederos varones hacia que el patrimonio recayera en una mujer. Quien casara con ella —y fuera de condicién social o econémica inferior— rea- lizarfa'una hipergamia y, tal vez, esta circunstancia determi- naria una mayor perdutacién y fuerza en el recuerdo de esa rama femenina en el linaje Pero en lo relativo a patrimonialidad siempre triungfan las lineas agnaticias. El linaje, la casa, buscé formas de identificacién. La prime- ra és Ja onoméstica. De ordinario, el linaje sera teconocido, -antepasado real o ficticio. La onomastica es muy importante en la expresin del linaje, los nombres de pila se reiterarén a Jo largo de las generaciones. Pero tambié: crearon otros modos de distins alos miembros de una casa; por un lado, la residencia ‘ail iar que reunird sitoria a todos los inte- grantes. También formas evidentes y destinadas a una cierta publicidad exterior, por ejemplo, Jos simbolos. Estos se pue- den expresar en figuras 0 colores. La mezcla ele- mentos que pueden referirse a acontecimientos vividos por el grupo o que implican concesién del monarea. En él torneo descripto en Flamenca: “los barones instalados en los estrados / mostraron inmediatamente las ‘ensefias’ / y los emblemas que [los] distingufan / los escudos / los yelmos, las lanzas de los caballeros en liza”. ‘También los colores —vestidos u ostentados por todos los miembros de la casa, incluso los servidores— son elementos jue permiten individualizar un linaje. Las telas usadas por los clanes escoceses nos ilustran al respecto. La sociedad de ese momento se estructura —segiin una definicién forjada en ambitos eclesidsticos— en defensores, 20 Nilda Guglielmi oradores y labradores. Los primeros serén los caballeros, el_ brazo armado de la Cristiandad, Esta teorfa no siempre Se ‘cumplié pues el grupo feudal se vio separado por ambiciones internas y por una gran belicosidad. La Iglesia creé la “paz de Dios” —dias en que estaba prohibido guerrear y realizar toda accién de agresién o rapifia— para impedit el exceso de violencia. Los oradores estaban representados por los hombres de Iglesia, pensamiento y guia de la Cristiandad. Los labrado- res eran Tos trabajadozes que, con su esfuerzo, mantenfan a Jos otros dos grupos. Todos constituian esa sociedad cristiana ideal. Pronto la cristiandad —pensada como una uni fieles— se dividi ‘icularismos politicos que, sin dejar de integrar el Occidente cristiano, subrayaron su pertenencia a entidades civico-politicas. Algunos historiadores han reconocido en Ja evoluci6n del noble dos periodos de actividad, de formas de vida: Ide a caballeria y el dela cores Bl primero, estara re- presentado por el momento de la conquista y la constitucién de patrimoniostenitorales, ‘oriales, el segundo, —inmovilizados los mérgenes a conquistar, agotada la posibi i se expresarian en el desempefio en justas y torneos. En ambas hay un denoninador comin, la empresa bélica o las formas guerrerasno siempre estuvieron encaminadas a obtener gloria y honra. Fl pillaje, la agresi6n a viandantes, las formas coactivas de peaje y paso, en general, fueron activida- “Ges que ocuparon alos sehores¢ que ocuparon a los seficres que ya no tenian ambitos que conquistar ni altas empresas que realizar. Concluida la guerra, Trueno era el pllae para enrguste Tas reas exhauatas por ia vida dispendiosa, por los favores a vasallos y amigos. Bertrand de Born (¢. 1140-c. 1210), ejemplo de sefior gue- rrero y poeta, canta su alegria: “Trompas, tambores, banderas y pendones / ensefias y caballos, blancos y negros / pronto veremos, iqué bueno ser vivir! / tomaremos sus bienes a los 21 Vida cotdiana en la Edad Media usureros / y por los caminos ya no irén los convoyes / de los dias tranquilos, ni burgueses sin molestias / ni comerciantes que lleguen a Francia / sino seré rico quien pilla con ganas”. En otros poemas parecerfa que lo guia el afan guerrero y de gloria, suefia con muchos caballeros enfrentados: “iAh! iencontramos por millares y centenas / y que luego se nos cante en la gesta!”. Sin embargo, ya ha hablado del deseo de enriquecimiento que comporta la empresa guerrera: “Pues una gran guerra hace, de un sefior avaro, un generoso Sabemos que generosidad y largueza es lo que esperaban os hombres ligados a todo seftor, los caballeros y amigos que lo rodeaban, los servidores y juglares que lo servian o entre- tenfan. El mismo Bertrand de Born diré: “Jamés habra corte cumplida / en la que no se juegue o se ra. / Corte sin dones -no es sino parque de barones...”. La descripcién de un caballero puede ser resumida de la si- guiente manera, tal como lo hace Villani respecto de tn italia- no que se encontraba en la corte de la condesa Matilde (siglo X1): "de nobles costumbres, de alto linaje, liberal y ejercitado en las armas, diestro y dotado de todos los dones, como aqué- los en quienes el linaje se suele expresar claramente”. Guillaume de Nevers —amante de Flamenca— pose to- dos esos valores, entre otras cosas, es elogiado por ser dadi- voso. Cuando llega a una reunién es saludado como el “bien- venido” pues siempre su rostro se muestra alegre, su mano liberal y pronta a las larguezas. Flamenca se dirige a Guillaume diciendo: “sois tan heroico, tan noble, tan cortés, tan sensato...” Esa sociedad innové en materia de sentimientos. Se ha.di- cho que el amor es una invencién del siglo XII. Este momento ve el nacimiento del =n co cortés,jel enamo- rado languidece por su dama. Ambos son dechado de virtu- des bel leza y maneras de acuerdo a un cédigo preestablecido. Sin duda, esta devocién, esta entrega del caballero a la dama 22 Nila Guglitmd estuvo inspirada en las f6rmulas feudales en que un hombre SS eeicebanic 1a a otro hombre como sui vasa wvasallo- Guillaune dice Fefiiéndose a Flamenca: “de quien yo soy ete’. La dana es denominada midons, es decir “mi seftora” en una clara alusién vasallatica. Para algunos autores, la tradicién clasica es funda- mental en esta expresin de sentimientos, se ha considero el amor cortés como un Ovidio transpuesto. En el amor cortés deben respetarse varios elementos entre Jos que se cuenta: la actitud humilde del enamorado y el se- creto. Como dice Dante en Ik VIE TROVEE"y yo sonrieodo les miraba y no les decia nada...” Canta Ibn Zaidun de Cérdoba: “Entre tii y yo, si quisieras, habrfa algo que no se perderia nunca, un secreto que mientras Jos otros fueran divulgados, permaneceria siempre secreto...” Hemos mencionado algunas de las diversas hip6tesis res- pecto del origen de tal actitud amorosa. Hay quienes sostie- nen que encuentra ese origen en el amor udri (amor casto practicado por la tribu de los Banu Udrah o hijos de la virgi- nidad en el Yemen) conocido en Occidente a través del Islam. andaluz. Tal vez también esta tendencia se haya mezclado con corrientes misticas musulmanas que cantaron el amor a ‘Dios como una entrega y fusin con la divinidad. El sentimiento se considera como una fatalidad ciega, se soporta la pasién sin ceder a ella. Amor patolégico que permi-— ti6 el florecimiento de una gran corriente literaria. Elamor —como el resto de las maneras— estar pautado debera ser “cortés”. Los jévenes en Flamenca son “corteses, Vrierosy bellos’ Les “demoiseaux’ tienen un “aie cones” las doncellas que asisten a la protagonista encuentran amigos “buenos y corteses”. Se ha dicho —segtin anotamos mas arri- ba— que el ainor cortés sélo comportaba devocién a la amada sin contacto fisico ). Pero no siempre fue de tal manera. ET ejemplo que nora que nos ofrece la novela que hemos mencionado, asi nos Jo hace saber. Vida cotidiana en la Edad Media En suma, 0 noble estructura todas sus formas de vida, las pauta, las encasilla. Sobre todo cuando —ante Ia apa- icin de la burguesia— encuentra frente a si otro modo de ‘vida de gran impetu y potencia econémica que hace tamba- lear —o, por lo menos, analizar criticamente— sus propios valores, Flamenca —novela aparentemente frivola— contiene por esto que decimos un mensaje muy importante. La noble- Za defiende sus valores esenciales. 2. Los tiempos de renovacién (siglos XI-XII) Eneste periodo, Europa se extiende hacia afuera y hacia aden- tro. En esa expansién hacia afuera comprendemos los émbitos politicos incorporados al nticleo, el avance de las fronteras. Esas fronteras separarén en algunos casos a naciones cristia- nas que lucharan por la supremacia, en otras circunstancias se Sxpresard en la acha de en la lucha de dos pretendidas ecumenidades: la ecumendidad cristiana contra la ecumenidad islamica, Ejem- plos de esta expansion de fronteras pueden ser: la reconquista espafiola (siglos XI-XM), la conquista de Inglaterra por Gui- lermo el Conquistador (1066), la expansién germana hacia el Este (siglo XID), la condicién de Rusia como frontera entre el imperio mongol y la cristiandad, las cruzadas y la constitucién de principados cristianos y el Imperio colonial mediterréneo de las ciudades italianas. La expansi6n alemana hacia el E. se realiz6 por tierra, en particular sobre Polonia en donde aparecieron ciudades de derecho germénico y por mar, la zona elegida en este caso fue el Mar Baltico y la penetracién fue levada a cabo por los Caballeros Porta-espada y por los Caballeros Teuténicos. Otros pueblos intentaron penetrar en tertitorio ruso. En 1240, los suecos fueron derrotados por el gran principe de Novgo- rod-Vladimir en el Neva, por lo que fue llamado Alejandro 24 [Nilda Guglielmi Nevsky. Rusia tuvo que luchar contra los pueblos de la es- tepa, grupos errabundos que se encontraban al N. del Mar ‘Negro, En 1247 lleg6 a Europa la gran riada mongola que lan- zaron los sucesores de Gengis Khan. Las tropas tértaras casi alcanzaron Italia; en su retirada —determinada por la muerte del khan— vencieron a los principes polacos y establecieron sobre Rusia una especie de protectorado, el territorio queds como un Estado-bisagra entre Oriente y Occidente. Pero hemos dicho que, en este periodo, Europa también se extiende hacia adentro. Es decir, se produce un avance sobre territorios antes no explotados, sobre campos no desbrozados todavia, conforme aparecen nuevos niicleos urbanos. Esta afirmacién puede ser sostenida por diversas expresio- nes pero, sin duda, hay poca precisiért en la resolucién de este entrelazamiento y de las causas que lo producen. Ese dinamis- ‘mo estuvo acompafiado por un gran aumento demogratico, gin que se conozsa exactamente fe precedencs de las usa, es decir si el aumento de poblacién estuvo determinado por una mejor alimentacién o ti ~“Sabemos que hay un take off econémico y un aumento de- mogréfico evidente junto al empleo de nuevas técnicas agra- rias y de laboreo. No es oportuno aqui indicarlas por lo menu- do ni tampoco realizar una critica de causas y consecuencias. AA fines del siglo X y hasta el XIII se conocen variaciones en Jas condiciones naturales, el clima se transforma. Por cierto, no corresponde que apliquemos esta aseveraciSn a todos los Ambitos. Al parecer, las tierras marginales y las zonas menos evolucionadas fueron mis sensibles a las alteraciones climati- cas. No existe acuerdo entre los historiadores acerca de la cro- nologia de los cambios climaticos luego del afio 1000. Muchas fuentes son de dificil interpretacién en lo que se refiere tanto a Ja temperatura como al grado de humedad. Se supone, en todo caso, que un periodo célido de Ja alta Edad Media da aso en el sigio XT a una nueva fase frfa que habria facilitado al trabajo de je degradacion de los bosques. 25 Vida cotdiana en la Edad Media Conocemos el gran dinamismo de la demografia de la épo- ca. Ya hemos dicho que los factores que intervienen son las nuevas técnicas agricolas que permiten una mayor extensién de superficies cultivadas. En realidad, no conocemos ese aumento demografico an- tes del siglo XIII sino por datos indirectos. Hay indicios, pero s6lo en el siglo XIII los datos se hacen menos vagos (espe- cialmente importantes son los que proporciona la fiscalidad privada y pitblica). Hemos de destacar que esos son datos locales o regionales, hay Ambitos que han sido més estudiados y, por tanto, nos proporcionan un panorama cierto pero en otros muchos fal- tan elementos 0 se encuentran incompletos. Evidentemente, es dificil lograr una configuracién general. Por Jo comin, el aumento se produciré en los territorios més favorecidos que no estén ya saturados, algunas regiones ricas (por ejemplo, la He de France) ya no podrin absorber nuevos ocupantes. Por supuesto, los datos demogréficos no interesan sélo en cuanto a volumen de poblacién, proponen una serie de dudas que quedan antes como interrogantes que como posi- bles respuestas. Estas preguntas atafien a nupcialidad, edad promedio en que se contraia matrimonio, restriccién de na- cimiento, mortalidad infantil, esperanza de vida. Todo esto comport6 variables segtin los lugares y los grupos sociales. De manera general, podemos afirmar que la poblacién de Europa aument6 entre 10s siglos XI-y XIII y que los hombres vieron rolor @ su expectativa de vida. PIG ate auge demogrdfico decrecié ya en el siplo XI, la pobla- cién ea disminuy yartir de 3 detienen las rotu- raciones, en general, se frena la conquista de nuevos espacios, que se habia producido a partir del siglo XI, para canelizar Ja poblacién acrecida. El entusiasmo roturador habia llevado a ocupar suelos repulsivos que pronto habré que abandonar por infértiles. 26 Nida Gugtieimi El problema de la ampliacién del espacio levé consigo el ataque al bosque. Agredido, por un lado por las nuevas carac- teristicas del clima, por otro por la mano del hombre. Sabe- mos que Europa contaba con dos tipos de bosque, el precario bosque mediterraneo, el espeso y casi impenetrable bosque centroeuropeo. Las civilizaciones clasicas habian sido ya gran- des depredadoras del bosque, consumieron sin reponer, por tanto, el bosque fue degradéndose en espesura y calidad de especies. Por lo demés, la explosién demogratfica causé des- tracciones en el entorno de la Europa medieval. Se destruye- ron miles de hectéreas de bosques para aumentarla superficie de las tierras arables y de pastos. Ademds de ser Ja madera el principal combustible, también servia para construir casas, molinos de agua y de viento, puentes, instalaciones militares, ‘fortalezas, empalizadas de defensa, toneles y cubas de viviate- 10s. También pidieron madera los navios, las Aquinas de los tejedores y otros tities de trabajo. Los curtidores y cordeleros utilizaban la corteza de ciertas especies de arboles. La indus- ‘ria vidriera y la del hierro destruyeron bosques enteros para activar sus hornos y sus Forjas. En una palabra, la receded de combustible, la madera de obra, para construccién, para maquinas de guerra, para transporte naval, para toda clase de litiles atacé el manto forestal de Europa. Se ha considerado el siglo XII como la culminacién del rogreso comenzado en el siglo XI y expresado de dos mane- ae por un nan ogee era ansion en el Ambito rural (roturaciones, desscalenin Ge pena vias et boa ‘Pantanos, avance sobre bosques...) por otro, instalaci6n de Ja poblacién excedente que no pene caci6n en el Ambito f en las cercanias de las antiguas formaciones urbana que —por su presencia— volverdn a re- tomar vida aunque con tn signo diferente a la ciudad antigua. Pero, a pesar de esa visin optimista del siglo XII ya co- mienzan a aparecer en ese momento los primeros sintomas de Jos problemas que se agudizardn al final de la Edad Media. El 7 Vida cotdiana en in Edad Media avance sobre éreas no explotadas —al llevar a ocupar suelos rechazantes y poco feraces— determing finalmente un retro- ceso de esa posesion, se rompié el equilibrio entre agricultura y ganaderfa. La explosin demogréfica del siglo XI determi- n6, pues, al hombre a buscar Ambitos nuevos. Entre otros, Jas landas y los pantanos. No entraremos en detalles, s6lo re- cordemos que los Paises Bajos nos ofrecen el mejor ejemplo al respecto pero que también la Rusia moscovita tiene que enfrentarse con desecamiento de pantanos mientras los cam- pesinos rusos prolongan una vida de mayores posibilidades avanzando sobre los bosques del norte mediante Ja precaria tdctica del quemado. Ese excedente de poblacién, por un lado prolongé en nue- vvos Ambitos el trabajo campesino, la ocupacion tradicional del Tistico. Pero, por otra parte, algunas de las gentes se instala- ton junto a los muros de las antiguas ciudades que persistian desde época SS ‘© constituyeron agl fomeniciones a las que hay que conceder un cardcter, SAO eae DAR FS y Tae Pero es el momento de preguntarnos cuales son los aci- cates que estén en el origen de esos nitcleos que Hlamaremos urbanos, puesto que debemos suponer otros factores que den coherencia e impulso a lo que pudieron ser sélo aglomeracio- ‘nes sin sentido urbano. Muchas teorias, en ocasiones contra~ puestas y que pensamos que, a veces, pueden sumarse y com plementarse se han esbozado para explicar este retomno a la vida de algunas ciudades anteriores y a la concrecion de otras. Pensamos qite la definicién de una ciudad puede realizar- se a través de diversos ees: urbanisticos, Fartlicos, socal 5, “Soin Greemes que tides son validos auados y si. mados puesto que la ciudad es un complejisimo cuerpo. Esta suma de elementos ue pretence ‘pretendemos realizar para lo- sgrarla figura de Ia ciudad medieval en sus comienzos tal vez se pueda reducir a una frase, San Agustin decia que la ciudad era rton muri sed mentes (no muros sino mentes). Mas adelante 28 [Nilda Guglistnt nos ocuparemos nuevamente de la ciudad como ambito u- banistico y social, residencia fundamental de ciertos grupos, tal la burguesia. Pero importa establecer una unién entre el momento ante- rior y éste que nos ocupa. No debemos creer que los grupos dominantes anteriores han desaparecido ni que Ia ciudad ha fo totalmente separada del mundo feudal. Numerosos historiadores insisten en la influencia de principes y prelados en el origen de la ciudad. Para muchos, la vitalidad y pros- peridad de grandes cortes seftoriales determiné la aparicién de enclaves en que los mercaderes depositaban los elemen- tos que dichas cortes solicitaban. Estos enclaves pudieron 0 no transformarse en ciudades. Pero muchas aglomeraciones conocieron el acicate de cos elementos importantes, la fun- ci6n religiosa y la militar. La presencia del obispo, el grupo catedralicio, los monasterios, el soberano o el noble comarcal determinaron la convergencia en un determinado lugar de miiltiples funciones que crearon una unidad. Creo que la ciudad surge del mundo feudal aunque no de propésitos fexdales.Tendifamos que examinaros problemas” de voluntad y conciencia que existen en esa aparicién. En esas ciudades se_esboz6 un grupo social peculiar, se conatinuye la burguesay Este grupo no est4 encuadrado den- tro de los ordines mencionados (oradores, defensores, traba- jadores). Es un grupo que se caracteriza por el dinamismo Argus miembros 7 scepla como Valor la movil social Su conciencia de clase aparece mas tarde (siglo XII) que su con- crecién real. Hacia el final de la Edad Media tiende a cristali- zarse o sea a constituir una casta. Aunque la actividad primera jue caracteriz6 a la burguesia fue el negocio, podemos decir que ejercieron numerosas y variadas actividades, incluso las profesiones que podriamos denominar intelectuales (medici- na, derecho, etc.). Aparecié también lo que se ha denominado mentalidad burguesa. Una peculiar manera de encarar la vida 29 | Vida cotiiana en la Edad Median ‘y sus valores. El burgués apreciaré el mundo circundante (en ja pintura aparece el paisaje como tema tinico, san Francisco cantaré a Jos elementos de la Naturaleza que lo rodean..., descubre mundos desconocidos (es el momento en que mer- caderes y religiosos se internan en Asia...), gentes antes no vistas; s¢-valora el tiempo (el que comporta el trato comercial, el de la propia existenci...), se despierta interés por el cuerpo (desde el punto de vista ‘nedico, desde el punto fe vista he- ‘dénico...). Poco a poco se conocia el cuerpo, mas dificilmente se penetraba en el alma del hombre. Se impone el goce de lo i ‘ito y el temor de perderlo. eS ers 1 pon ilosica de Abelardo y de Ros- celino de Compiégne frente a la teoria de los universales pro- porciona la base filos6fica que leva a acentuar la importancia de lo individual, de las cosas materiales e incita a la observa- Gién de lo particular, Todo ello forja una nueva mentalidad que permitiré al hombre descubrir el mundo. aaa 3. Los tiempos dificiles (siglos XIV al XV) Problemas sociales (des6rdenes, revueltas, guerra, bandidis- mo,..), grandes hambrunas, estragos de la peste, el sentido de Ios limites de un progreso S apuieeamente to... presentan a los tiltimos sigios medievales como tiempos dificiles. -ancia e Inglaterra se encuentran enfrentadas en la guerra de los Cien Afos. Tar lucha determina acciones be esporddicas y el problema constante de ocupacién de tierras por el enemigo 0 el desplazamiento de tropas mercenarias que —en los momentos de tregua— subsisten por medio del pillaje. A veces, también estas gentes de bandera blanca se desplazan para ponerse al servicio de las diversas fuerzas que se disputan el poder en los Estados nacionales que se estan Constluyendo la jo: lucha por la imposicién de ioe Trestles 30 Nida Gugtietmi en Castilla, en Italia, presién de los sefiores-tiranos contra la libertad comunal y constitucin de principados en lugar de ciudades-Estado. En el sur de lalla, enfrentamniento entre Ane jou y Aragén por el reino de Napoles. Inglaterra debe ocupar- se no s6lo del frente francés sino también guerrea contra los escoceses, sufre las guerras civiles de tiempos de Ricardo I y el enfrentamiento de las casas de York y Lancaster en la Gue- tra de las dos rosas. Alemania se ve perturbada por continuos conflictos béticos. El siglo XIV esté signado por hambrurias reiteradas desde el comienzo. Y —como dice el adagio— “después del hambre domina la peste”. El golpe mas grave de la epidemia estuvo dado por la peste bub6nica de 1348. Actualmente se cree que sus estragos no fueron tan considerables como se pensé. Sin duda, afecté en mayor medida a ciertas regiones. Ata- 6 en ese afio —Ilegando desde Crimea— las islas mediterré- ‘neas, Italia, Espana, Francia. Al afio siguiente —1349— Euro- pa central y Alemania con los paises germAnicos, Flandes y el sur de Inglaterra; en 1350 el norte de ese pais. Evidentemente, la peste tuvo un gran efecto psicolégico. Y consecuencias sobre el indice de poblacién (esta afirmacion se basa s6lo en célculos regionales), Esta peste de 1348 fue seguida por otras muchas epidemias vial bien de tenor eavergacura-— tpldleroreal rest Dlecimiento de la demografia, determinaron el menor names ro de matrimonios y la disminucién de la natalidad. ~ Ta peste —conio la guerra— influyé en la composicién de las familias y en el abandono de los campos. Fale sbandono oscil6 entre el 20 y més del 40 % segiin las regiones. La po- blacién campesina —cuando no huyé a las ciudades en busca de trabajo, de proteccién, de alimento..— realizé su labor al amparo de castillos y fortalezas. Tan evidente fue el éxodo de Ja poblacién campesina que —en muchas regiones— se esta- bleci6 una especie de atadura a la tierra. 31 Vida cotiiana en a Edad Media Posiblemente problemas climéticos —cuyo estudio atin no es satisfactorio— hayan influido en la produccién de granos —insuficiente— en el retroceso de los bosques, en problemas sociales como la disminuci6n de los salarios. fo este panorama confluye en un desasosiego de los grupos sociales, en los diversos niveles de la escala. La Guerra de los Cien Afios, en particular, demostré Ia ob- solescencia de la nobleza y de sus métodos guerreros. La guerra en estos momentos pasa —segiin hemos dicho— amanos de grupos mercenatios. Por tanto, Princes y sefio- res pierden prestigio y capacidad directa de mando. Aparece &Vfendmeno del bandidisma.ejertido por peauerios sores que erigen fortalezas, que exigen peajes, que hacen dificil 0 inquietante todo viaje o transito. stay circunslancis y Ja desdichada fortuna en la guerra hacen que los sometidos al poder seforial se rebelen, Es el ‘momento de las grandes revueltas campesinas. Las denomi- amos revueltas porque no pretenden alterar el orden esta- blecido sino retornar a él bajo un “buen sefior”. Esos grupos ‘campesinos ge ven agobiados por exacciones seftoriales e im- posiciones fisales por parle Gel poder central. Esto determi por parte del poder central. Esto determi- iné movimientos en diversos lugares: en el N. de Jutlandia (1411), Finlandia (1438). Entre las més importantes se cuenta la revuelta campesina de Inglaterra del afio 1381; en este caso ‘nos encontramos con un cuestionamiento severo del orden social. El impuesto que ese afio cay6 sobre las poblaciones rurales determiné un levantamiento azuzado por prédicas heréticas. Se repite la pregunta: “Cuando Adan cavaba y Eva hilaba idénde estaba el gentilhombre?” En ese afio se pro- ducen revueltas en Paris; en 1382 en Rouen, en Béziers, en Flandes, aparecen en el S.O. de Francia las agresiones de los iuckins (4matapertos? égentes de los matorrales?, entre la re- ‘vuelta y el bandidismo). En Catalufia se sublevan los payeses de remensa (los campesinos que debfan redimir su libertad de 32. ‘Nilda Guglielmi movimiento mediante pago), Mallorca conoce perturbaciones andloges. Sin duda, la de mayor efecto —junto con la inglesa de 1381— fue la revuelta conocida como jacquerie en Francia y que tuvo lugar entre mayo y junio de 1358. Contempordneamente, se produjeron levantamientos en Jas cudades como el encabezalo por Elenne Marcel —aindi= ‘co de los pafieros— en Paris, a EL ibrio de los poderes temporal y espiritual se rompié en Se ea ee ea fentamiento de ilo VIII (1254-1303) y de Felipe IV de Francia (1285-1314). El Papa traté de imponer la supre- macia pontificia. A. ‘su sucesor =s —Clemente VG@a0e13Ta) —eedi6 ala presign del monarca condenando ala Orden del Temple. Mayor desprestigio para la tadicion papal implicé el nat) implicé el traslado de la corte pontificia a Avignon a pesar de lo que significé la organizacion administrativa y fis- cal del pontificado y de la importancia cultural que los Papas imprimieron a la ciudad. Aunque en 1377 se regresé a la sede romana, la situaci6n del Papado se vio complicada con la doble eleccién pontifi- cia (Cisma de Occidente), se buscaron soluciones y tritunf el conciliarismo. En este periodo aparecen movimientos heréticos como el wyclifmo (juan Wyclif 1330-1384) y el husismo (Juan Hus, + 1415) que tuvieron, ademds, resonancia politica. Es momento de experiencias misticas fundamentales, se insiste en la interioridad de la vida espiritual, se abren las neas de la devotio moderna. éPueron éstas las causas de los problemas socio-econémi- cos del final de la Edad Media o se originaron en el funcio- namiento mismo del sistema? Algunos autores sefalan dos motives profundos: a) el crecimiento extensivo de los culti- ‘vos acompariado por tina técnica estética y b) el problema de la produccién expresada a través de la grande y la pequefia 33 Vide cotdiona en la Edad Motia propiedad. Esto se tradujo en un descenso de las rentas sefio- riales y en la presién —manifestada en diversas formas pero siempre coactivamente— por parte de sefiores y Estado con el consiguiente empobrecimiento de las clases campesinas la reaccién_ volniniels nish : a a, los tiltimos sigios medievales conocieron novedades y afirmaciones, Entre otros, Tn estructuracign y el fortalecimiento de los Estados naciona en gran medida de manera violenta y bélica— se fortifican los, Tnajes reales, se esictura a autordad palin. Sin duda, la Giuera de los Cien Anos habia despertado los sentimiontos nacionales, al lamar a la oposicién contra el extranjero. El mundo mediterréneo habia constituido el ambito del imperio colonial de las potencias maritimas italianas. Pero di- ‘versos acontecimientos determinaron la crisis de esa preemi- nencia. Las ciudades italianas hubieron de reacomodar sus reas de influencia. El Mediterréneo comienza a abrirse por Occidente merced a la accién navegante, primero de los portugueses, luego de ior castellanon Asdén marinera mie tarde deaeabridora y “conquistadora— favorecida y sostenida por los nuevos pro- _gresos técnicos. En lo social. los historiadores se preguntan cuél de ambas, sila nobleza o la burguesia fueron las triunfadoras. ~~ Leamos un pasaje de las memorias de un burgués como Pi- {ti (Buonacorso Pitti, siglos XIV-XV) para poder dar respuesta. Recuerda el ennoblecimiento de su familia por parte del em- perador. ¥ transcribe las palabras del soberano: “Quiero darte el signo de mis armas y te ennoblezco a tf y a tus hermanos y a vuestros descendientes”. El autor compone entonces un soneto en que alude a la nueva condicién de la familia y de sus sucesores: “De nobleza, con vuestros descendientes / po- demos llevar en las armas nuestras ensefias / con las demés Nila Guglielmi preeminencias atinentes / [.../ Por tanto, diligentes, herma- nos e hijos, actuad y hablad bien como aquél a quien convie~ ne gentileza”. c— Creemos que se produjo una simbiosis, un trasvasamien: to de valores, que se influyeron mutuamente, la burguesia adopté, en muchos casos, .modos de vida que correspondian_ alanobleza y ésta no slo aprovechs indirectamente la activi- dad burguesa para enriquecerse sino que la ejercié de manera personal, en suma, entendié las ventajas de los nuevos méto- dos econémicos que la burguesia habia estructurado y que, al fin, imperardn.

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