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RECOMENDACIONES DE EXCAVACION Y SOSTENIMIENTO PARA TUNELES Manuel Romana Ruiz Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Catedrético de Ingenieria del Terreno. Universidad Politécnica de Valencia RESUMEN Las clasificaciones geomecdnicas se han convertido en una herramienta habitual para la construc- cién de tineles, tanto en las fases preliminares de anteproyecto (como método de estimacién de sostenimiento) como durante la fase de construccién (como herramienta de control diario en el ta- jo). La més utlizada en nuestro pais es la de BIENIAWSKI (F.M.R. - rock mass rating). Las reco- mendaciones de excavacién y sostenimiento dadas por BIENIAWSKI son algo imprecisas y se ‘adaptan mal a las condiciones reales de obra en muchos de los casos. El autor, basdndose en su ‘experiencia, propone unas recomendaciones de excavacién y sostenimiento que son mas detalla- das y se adaptan mejor a las condiciones habituales de la construccién de tineles en Espafa. ABSTRACT Geomechanical classifications have become a standard too! in the construction of tunnels, both in the preliminary design stages (as a support estimation method) as well as during the construction stages (as a daily cut monitoring too). The most widely used rating in this country is that of BIEN- LAWSKI (R.M.R. -rock mass rating). The excavation and support recommendations given by BIEN- LAWSKI are somewhat imprecise and in many cases do not adapt well o real site conditions, The author, on the basis of his experience, proposes more det xd excavation and support recommen- dations which are more suited to the normal tunnelling conditions in Spain, 4. INTRODUCCION Las clasificaciones geomecénicas se han convertido en ‘una herramienta habitual para el reconocimiento de los mac! 208 rocosos en los que van a construirse obras de Ingenieria y especialmente tineles y obras subterraneas. Existen opiniones contrapuestas sobre las clasificaciones geomecénicas: En contra ¥ No tienen base cientiica, son meras compilaciones em- piricas. [Seosnten cones gue aber sor roids aia Redaccisn de a ROP antes det 30 de mayo de 2001, YY Simpitican excesivamente los problemas reales. ‘Y Son peligrosas porque personas sin la adecuada forma- cién pueden pensar que, con una simple aplicacién del ‘método clasificatorio, han resuelto un proceso complejo. A favor ¥ Todo el mundo las usa, ¥ Permiten cuantficar hechos naturales complejos. ‘Y Establecen un lenguaje técnico coman, En cualquier caso las clasificaciones constituyen una he- rramienta valida més. BIENIAWSKI (1997) recomienda “que REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N° 3.408 19 las clasificaciones. global de disefo ingenieril". Ademas indica “que deben Usarse solo en fases preliminares y/o de planeamiento, pero 1o para defini (as medidas) finales de disenio” La clasficacién Q de Barton (en la que se basa el llamado (se usen) en el contexto de un proceso ‘Método Noruego de Tiineles) es bastante rigida en la defi cién de las medidas de sostenimiento de tineles, que se aph ‘can directamente en obra sin mas comprobacién ni caloul. LLas condiciones geolégicas de Noruega son muy diferentes de las de Espafia y quiza por eso esta clasificacién Q se emplea mucho menos en nuestro pals, aunque puede tener interés pa- ra algin caso especifco (como en el del Tunel Ferroviario de aE act Ata Velocidad bajo la Sierra de Guadarrama donde se utilize para la caracterizacién del macizo rocoso), En Espafa la clasificacién geomecénica més usada es a de BIENIAWSK! (1976, 1978 y 1989), que proporciona unas re- ‘comendaciones de sostenimiento en funcién del indice RMR (Rock mass rating’). Estas recomendaciones, que se reprodu: ‘cen en el apartado 2, no se corresponden con la situacion es- pafola actual y suelen matizarse en cada caso concreto. En teste articulo se proponen unas nuevas recomendaciones de ‘excavacién y sostenimiento de tuneles, basadas en lo que po- ‘driamos lamar la “cultura” (los usos y costumbres) del merce do espafol de la construccién, en este momento y teniendo en cuenta los desarrollos previsibes. Pee ern eC eo AR ue ce es (BIENIAWSK, 1989) Cv Cl a eee aes ey re Re eee ad ened eed oT Peet E (153 men avance) iat ee ae eee Pa ee Cs ae) Sate ro ‘Avance y desvoza ee) Sostenimiento empezado ae ed Pe cy ed er) ead Pes Sa rd Cee! eee ee OR A ee Pood Ce ee ae Cos Eee yhastiales. Eee eed Cre ey 6m, Petes io ae Pree cespaciadas rc Cee es Oe ees Cred Sed Pad Ce Cy Enos 20 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N* 3.408 " RECOMENDACIONES DE EXCAVACION Y SOSTENIMIENTO PARA TONELES 2. RECOMENDACIONES DE BIENIAWSKI (1989) ortenoa nadia re Sanco etn M ot COLE Ca) La tabla 2.1. recoge las recomendaciones de Bi RecirieKGe) SEanawa ones riawski (versién 1989, que no ha sido modificada | pag después) que incluyen ios siguientes puntos: cLASE | DENOMINAGION [DENOMINACION] CLASE @. Excavacion 109 ¥ Particién de la seccién, longitud de pase y : ae tiempo y distancia de construccién de! sosteni- |, Muy BUENA miento ® MUY BUENA 'b. Bulonado 80 Y SSituacién, longitud, espaciamiento y uso de wa [eueNaAmuy BuENA maliazo i . BUENA " .c. Hormigén proyectado te BUENA AMEDIA YY Situacién y espesores @ Cc a MEDIA A BUENA YY Requerimiento, tipo y espaciamiento. Necesi- | 50 MEDIA a ad de fortes, paraguas y contrabévedas. we MEDIAAMALA “0 3. DIVISION DE LA CLASIFICACION DE Na MAUAA MEDIA BIENIAWSKI EN SUBCLASES 0 MAL wv wv wa MAL La clasiticacion de BIENIAWSKI ha divdido siem- . MAAMUY pre el indice RMR dentro de 5 clases (11, Vy v) 20 Con las denominaciones desde “Muy buena’ a "Muy va UY HALA mala’. Cada clase cubre un intervalo de 20 puntos. a on : En la préctica las clases no son equiparables en- tre si La clase I (Muy buena) es muy poco frecuente, wy — porque no abundan los macizes muy poco diaciasa~ dos y de gran calidad. a tas does a Exe Vo (esi) nape rca nanek La clase Ill (Media 0 Regular) es normalmente la mas frecuente, pero cubre un rango demasiado am- plio. Las necesidades de sostenimiento de un tinel de RMR NIAWSK( (I I, IV, V) seguido de una letra: @ para la mitad 40 son muy diferentes de las de un tunel de RMR = 60. El pri- mero probablemente inclu cerchas mientras que el segundo ‘casi nunca se construira con cerchas. Y los espesores de hor- ‘migén proyectado o la longitud de pase serén también diferen- tes. La clase IV (Mala) es demasiado amplia. Un tunel de RMR = 20 se excavara mecanicamente, y en condiciones precarias de estabilidad, mientras que en un tunel con RMR = 40 po- ran utlizarse las voladuras; y las necesidades de sosteni- rmiento, aunque importantes, permitiran unos ciclos de trabajo ‘con rendimientos sistematicos y tolerables. Por ello proponemos la susttucién del sistema de § Clases por el de 10 Subclases. Cada subclase tiene un rango de 10 Puntos y, para mantener un cierto grado de correlacién con la divisién anterior, se denomina con el numeral romano de BIE- superior y b para la mitad inferior de cada clase. Estas moditi- caciones estan ya en uso en e! sistema SMR para taludes. La tabla 3.1. recoge la comparacion entre las clases de BIENIASKI y las subclases propuestas con la denominacién de cada una, Debe hacerse notar que la Subclase la (90 < RMR < 100) es casi imposible de alcanzar, dado que en Espafia son muy lescasas las rocas con resistencias a compresién simple supe- riores a 100 Mpa, y en las de resistencia inferior el RMR basico maximo teérico es 92. En el caso de orientacién favorable e! factor de ajuste para tuneles es -2 con lo que RMR < 80. La subclase VI (0 < RMR < 10) es también muy poco fre- ‘cuente. De ia lectura de la tabla de BIENIAWSKI (1989) parece deducirse que el valor minimo del RMR basico es 8. Sin em- bargo en condiciones desfavorables 0 muy destavorables el REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N° 3.408 21 Manvel Romana Ruiz factor de ajuste vale -10 y ~12 res- Ute eoen st teeta etd pectivamente, lo que puede conducir Pare a We Oc) a valores negativos del RMR. En cual- ‘uier caso no se puede afirmar que : ane ieee TONGTTUD DE PASE my | _PARTICION DE LA wér000 0€ fu |ouase! no que pueds asimdarse a une masa iwaxmia] RECOWENORDA | SECCION EXCAVACION rocosa, Se tataria siempre de tere- nos muy tectonizados, con juntas 100 muy abiertas y/o rellenos gruesos le 28 blandos con los bordes muy lis0S, gy « con estrias de foliacién ("slickensi if =e a 2 des"), y su comportamiento 5 E ‘equivalonte al de suelos plasticos con 82 160 8 3 resistencia al corte muy redid, por ua 2 | als aig lo que se salen fuera del ambito nor- 79 a gE Pls! < mal dela casicacion i" _ 318 8) & > 8] 8 ry so z 3 4, RECOMENDACIONES: ma a 2 DE EXCAVACION % 40 7 Y.SOSTENIMIENTO. te 2" i En las tablas 4.1. y 4.2. se presen- “0 ca tan unas recomendaciones para la va 12 8 i ‘excavacién y para el sostenimiento de 30 175 lg . Stn Sous Ry ub = ; ell || i 3 ses denies en el aaradoane- ay to elels gle ‘Como notas generales habria que ial 9.51075 3 3 gi lg 3/8 puntualizar los siguientes aspectos: 10 3] el|3 Els ve os 8) Ele 3 Va) Se trata de tineles y obras g | 8 i subterraneas con ancho de exca- vacin ene 10 14, que 8 ee co tet mas cortiente para vias de comu- 5 pave eecnmnuce oo mr aia ancoclin on cotatevncn ys care de qn asta gure de wanca ain nicacion, Muchos tines hidréul- ‘merece vor ona ‘cos y de servicios son de ancho ‘menor, por lo que pueden reducir- se las necesidades de sosteni- rmiento y simpliicarse las de excavacién. Por otra parte las ccavernas de ancho mayor plantean problemas especificos, y los métodos de excavacién mas idéneos no se corela- cionan exactamente con la propuesta de la tabla 4.1 ‘V’b) La mayoria de estos tineles (de mas de 10 m de an- Cchura) se excava por voladuras pero en el futuro se utiliza ran mas las tuneladoras. Puede recomendarse un factor de juste complementario para los diversos métodos de exca- vacién: ‘= Excavacién con TBM ARMR = 10 ‘= Excavacién mecénica ARMR =5 ‘= Excavacién por voladuras cuidadosas 4 RMR = 0 ‘* Excavacién por voladuras deficientes 4 RMR = -5 a~10 ‘¥.c) En Espana ol nivel de tensiones tecténicas suele ser bajo y la mayoria de los tUneles atraviesan sierras cerca de la cumbrera, a profundidades inferiores a 250 m. En estas Condiciones predomina la tension vertical, debida al peso. Pero para tensiones tecténicas horizontales, en situaciones Complejas, estas recomendaciones pueden no ser adecua- das. En cualquier caso no estd de més recalcar que unas reco- ‘mendaciones son solamente unas orientaciones, que permiten conocer al proyectista las érdenes de magnitud més habitu les, pero que no le eximen de su obligacién de estudiar y just ficar en cada caso las disposiciones de proyecto, ni le perm) ten evadir sus responsabilidades. 22 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N* 3.408 RECOMENDACIONES DE EXCAVACION Y SOSTENIMIENTO PARA TONELES TABLA 4.2. RECOMENDACIONES PARA EL SOSTENIMIENTO DE TUNELES nerales. Eso no significa que cuak CSOT Ie ert rN CTW ctl quier métode no citade ne sea apro- piado en condiciones especificas. qumam | wemncismoncnee | ence | os thellod] alacconstruccién del tinel. 5 ie » i y ls 5. COMENTARIOS SOBRE LAS. te sla oss le RECOMENDACIONES DE “Tye | _ SISTEMAS ESPECIALES rT EXCAVACION. ° [iene near renal i i 5:1. Particiér: delasecciére Me | Lins pete pen re i be ny pen em) 2LLauuadqane span suun oom ph ee a Nien coms Brieetkeps omnes case ‘Settee ged nan ocipra mantras En general no es posible, ni deseable, recomendar un valor nico de sostenimiento para cada subciase. Por eso se propo- ‘nen intervalos. Debera elegitse ol valor mas pesimista cuando los anchos de tunel sean mayores, el valor del RMR sea mis bajo dentro de Ia subclase y/o las condiciones de la obra aconsejen mayor seguridad durante la construccién, Les valo- res mas optimistas estaran indicados, por el contrario, para los lanchos de tunel més reducidos, y/o los valores del RMR més altos dentro de la subclase. Hay alternativas casi complementarias, Por ejemplo la sec- cién partida mas la galeria de avance estén indicadas cuando hay problemas de sostenimiento. Por el contraro, la secci6n partida con machén central estén indicadas cuando hay pro- blemas de establlidad del frente (lo que en muchos casos se combina con el uso de cerchas), tras alternativas son casi contradictorias. Por ejemplo, el uso de mallazo o el de fibras como armadura del hormigén proyectado. O la excavacién por galerias miltiples frente a la excavacién a seccién partida No es posible tampoco, ni deseable, incluir todos los méto- dos de construccién de tineles en unas recomendaciones ge~ BIENIAWSKI recomendaba la ex- cavacién a secciér completa para las masas rocosas de buena calidad (PMA > 60). Esta recomendaciée ne solia seguirse en Espafia donde la gran mayoria.de los tineles se excavaban 2 seccién partida. Sin embargo, los avances em la mecanizacién y la mejora de-los equipamientas permiten ac~ tualmente excavar a seccién completa, con rendimientos altos cuande las necesidades: de sostenimiento som reducidas (y na se emplean cerchas). En las categorias medias a malas (20 < RMR < 60) BIE- NIAWSKI recomendaba seccién partida en dos fases, y para las muy malas (RMR < 20} galerias multiples. Estas recomendaciones se han matizade para adaptarlas @ la préctica espafola: 'Y Seccién completa (RMR > 60) Posible @ partir de RMR > 50 y recomendabie (con buena ‘mecanizacién) para RMF> 60. '¥ Calota y destroza (AMR > 30) Posibie (con contrabéveda) para 20 < RMR < 30 y reco- mendable para RMR > 30. El gélibo minimo para el trabajo en la calota suele ser de 4.5 / 5 m por lo que en tineles de altura REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N° 3.408 23 nel en la Variante de Gandia de la N-340 (Valence). reducida la destroza puede ser muy pequefa (de 1a 2m de altura) y puede eliminarse o convertirse en un tajo de regula cién. En general, podran excavarse completamente por sepa- rade la calota y la destroza siempre que la calidad del macizo rocoso no sea mala o muy mala, Cuando la calidad det macizo les mala y hay riesgos de inestabilidad del frente suele ser util fexcavar el avance dejando un machén central sin excavar. Y Galeria de avance (10 < RMR < 40) Una galeria de avance llevada ligeramente por adelantado puede ser util en terrenos de calidad media y tuneles de gran ‘anchura o en terrenos de calidad mala y tineles de ancho me- dio (10-12 m). Lo normal es levar algo adelantada esa galeria, aunque en cavernas de estaciones y/o hidroeléctricas puede ser itil excavar la galeria en toda su longitud, como un witimo ‘métode de reconocimiento del terreno. ¥ Galerias miltiples (0 < RMR < 30) Se trata del llamado método aleman (con dos o cuatro ga- lerias excavadas previamente en los hastiales) 0 de métodos mas complejos con galerias tangentes excavadas y hormigo- rnadas sucesivamente. Son sistemas adecuados para tuneles fen macizos rocosos de calidad mala a muy mala (que son una transicién a los suelos), con poca cohesién y que necesitan una entibacion cerrada, ¥ Contrabéveda (0 < RMR < 30) Necesaria cuando la seccién puede cerrarse por la base. Es un método complementario con todos los demés, que requiere una construccién muy préxima a los frentes de excavacién, 5.2. Longitud de pase En a tabla 4.1. se han recogido las longitudes maximas te- 6ricas de excavacién segin BIENIAWSKI. En el estado actual <ée la mecanizacion no son practicos avances superiores a 5 m (que son posibies a partir de RMR > 60, lo que coincide con et intervalo donde se puede recomendar la excavacion a seccién completa). Para macizos de calidad media a mala se recomienda gra- duar fa longitud de pase variéndola entre 4 m (RMR = 60) y 1m 24 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N° 3.408 RECOMENDACIONES DE EXCAVACION Y SOSTENIMIENTO PARA TONELES ‘Tone! con TBM (Trasvase Orellana-Tujer. Badejor. (20 < RMR < 30). Los macizos de calidad muy mala (20 > RMR) requieren pases muy reducidos inferiores a 1 m (excepto en el ‘caso en que se haya utlizado paraguas de presostenimiento, 5.3. Método de excavacién Las recomendaciones sobre el método de excavacién se re- fieren sobre todo a la organizacién general del tinel y a sus ne- ccesidades de sostenimiento, con objeto de obtener unos rengi- mmientos razonables. Cualquier método de excavacién es posible en casi todos Ios casos, pero sélo resulta adecuado en determi- nados intervalos. Por otra parte la dureza y/o abrasividad de la roca pueden suponer una limitacién afladida para los métodos de excavacion mecéinica. ‘Y TBM abierto (60 < RMR) El uso de tuneladoras abiertas es ventajoso cuando las ne- cesidades de sostenimiento son reducidas y ese sostenimiento puede instalarse detris de la cabeza de perforacién. Existen cla- sificaciones especiicas para estos casos pero en general puede ‘esperarse un funcionamiento satisfactorio_ si el macizo rocoso ‘es de calidad buena (RMR < 60) y tolerable si es de calidad me- dia @ buena (50 < RMR < 60). Si el RMR es inferior a 50 la exca- vvacién se convierte en muy trabajosa, y sélo tiene sentido eco- némico y de plazo la utiizacién de TBM abierto silos ramos de mala calidad son de longjtud reducida, ¥ Voladuras (RMR > 40) Es el método més versitil,y por lo tanto el més frecuente. ‘Aunque es posible excavar por voladuras terrenos de calidad ‘mala o muy mala, no suele resultar practico hacerlo. ‘Y Rozadora (30 < RMR < 90) Teéricamente la rozadora (maquina de ataque puntual y ‘cuerpo bajo y compacto) puede utlizarse con gran variedad de terrenos. Su limitacién no es la calidad global del macizo roco- +0, sino la resistencia mecénica (a traccién y a compresién) de la roca matriz. Por otra parte el ciclo de trabajo es mas corto (no hay voladura ni ventilacién de los gases de la explosién), y ade- ‘mas la excavacién y el sostenimiento son mucho mas compati- bles cuando se trabaja con rozadoras que cuando la excavacién se realiza con tuneladora TBM o por voladuras. Por eso pueden utlizarse rozadoras con roca de mala calidad (20 < RMR < 30) aunque puede resultar mas econémico el uso de métodos més simples. Los terrenos de clase la (RMR > 90) resultardn en gene- ral demasiado duros para su excavacién con rozadora. ‘V Fresado (RMR < 30) Cada vez es mas frecuente la excavacion por fresado con maquinas que montan una fresa de potencia media sobre un brazo de retroexcavadora. En teoria son como rozadoras de pe- ‘quefio tamafi, pero en la practica el alcance y la movilidad del brazo facitan mucho la excavacién en secciones anchas, 0 el Perfiado de! glib final. Por eso pueden ultlizarse, también, co- mo medio complementario, en masas rocosas de calidad media (G0.< AMR < 50) ‘Y Escarificacién / Pala (RMR < 20) Los macizos de calidad muy mala pueden excavarse practi- ‘camente como suelos, con palas convencionales y/o escarificar- se (por ejemplo para excavar la destroza o la contrab6veda). | método puede usarse, para la destroza, hasta la subclase ‘20 30 el escudo no resulta necesa- fio desde el punto de vista de la excavacién, pero puede ser onveniente con estrategias combinadas de excavacién y ‘sostenimiento-revestimiento (por ejemplo con dovelas). 6. COMENTARIOS SOBRE LAS RECOMENDACIONES DE SOSTENIMIENTO 6.1, Ritmo de construccién del sostenimiento Dependiendo de la calidad del macizo rocoso y del tipo de roca puede ser necesario esperar algo mas de 10 m de distancia al frente para completar la titima parte del soster miento. Es frecuente que los empujes y convergencias fina- les se produzcan a 2 6 3 anchos del tinel como distancia al frente (20 0 40 m). Se trata de un tema que debe estudiarse ‘Teneles del Pardo (Avtovia M-40. Madrid). ‘Excavation geleria lateral por el nueve Método Austriace analiticamente (mediante el método de las curvas caracteris- ticas 6 métodos similares) y comprobarse en obra mediante instrumentacién. Por lo tanto, creemos que cae fuera del “Ambito de las clasificaciones geomecdnicas. 6.2, Bulonado En Espafia muchos técnicos cuestionan la eficacia del bulonado para macizos rocosos de calidad geotécnica muy mala o pésima, Ademas es poco frecuente utilizar en tineles bulones de mas de 5 a 6 m de longitu. El bulén mas usado en Espafia es el de acero corrugado de 25 mm de diametro (En las recomendaciones de BIE- NIAWSKI se menciona el de © 22 mm). El método de adhe- rencia puede ser la resina el mortero (mejor cuando hay problemas de perforacion 0 cavidades microkarsticas). Pero {5 creciente el uso de los bulones de expansién mecénica, ‘Sin entrar en la polémica sobre su durabilidad, podemos i dicar que presentan ventajas para valores altos del RMR {por su mecanizacién faci) y en los valores muy bajos (por- ‘que pueden adaptarse a perforaciones irregulares). Si se uti- lizan debe tenerse en cuenta que su resistencia es menor, por lo que hay que aumentar ia densidad de bulonado. Cuando el sostenimiento es provisional, y ha de demoler- ‘se posteriormente (por ejemplo en tineles piloto), los bulo- rnes mas adecuados son los de fibra de vidrio 0 los de ex- ppansién mecanica, porque en ambos casos se cortan fécil- mente, El espaciamiento entre bulones se refiere a mallas cua- dradas de implantacién y es sélo indicative, En cada caso debe ajustarse la distribucién a las densidades de bulonado propuestas y a la longitud real de pase. 6.3, Hormigén proyectado Se indican los espesores minimos mas usados. El nime- ro de capas incluye la capa inicial de sellado, que no es ne- cesaria para macizos rocosos de calidad muy buena. Los espesores de cada capa no deben exceder de 10 cm para evitar problemas de adherencia. Los espesores reales dependen de la precisién de la ex- cavacion, Si se deben rellenar las sobreexcavaciones, y/o Cubrir las cerchas, los espesores reales pueden ser mucho ‘mayores en algunos puntos. Por lo menos es tan frecuente utilizar fibras metalicas co- mo mallazo para armar el hormigén proyectado. Las fibras tienen ventajas de mecanizacién, rendimiento y ductibilidad del hormigén a flexo-traccién, y en paises como Inglaterra, Suecia o Noruega solo se utilizan fibras metalicas (que estén prescritas como componente por e! sistema Q de BARTON). En paises de tradici6n alemana (Alemania, Austria, Suiza) persiste més el mallazo, que tiene la ventaja de exigir un es ppesor minimo de hormigén proyectaco. 26 REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N° 3.408 RECOMENDACIONES DE EXCAVACION Y SOSTENIMIENTO PARA TONELES: Teles del Rabo de la Sartén (Contreras. Autovia A-3 Madhrid-Valenc En las recomendaciones sugerimos el uso de fibras metall- cas para macizos de calidad media a buena y el de mallazo para macizos de calidad mala a muy mala. Cuando no es necesario el hormigén proyectado (en maci- 208 de calidad. muy buena) puede ser conveniente el uso oca- sional de maliazo como proteccién contra la caida de cufas rocosas aisladas, 6.4. Cerchas. Es frecuente en Espafia el uso de cerchas en macizos ro- ‘c0s0s de calidad media (RMR < 50). El tipo de cercha depen- de tanto de la calidad de! macizo rocoso como del ancho del ‘Unel. En estas recomendaciones se consideran cerchas lige~ ras las TH-21, y medias a pesadas las TH-29 y las HEB. En nneles de § / 6 m de ancho se utizarian las cerchas TH-16 co- ‘mo ligeras y las TH-21 como pesades, En todos los casos las cerchas se deben arrostrar entre si mediante tresiliones. El uso de forros de entibacién (me- diante chapas continuas o pequefias tablestacas) es poco frecuente en Espatia, donde se prefiere sustiturios por malla- 208 cuando es necesario en macizos de calidad mala a muy mala 6.5. Método Bernold El método BERNOLD integral (con cerchas de montaje, ‘chapas continuas solapadas y releno de hormigén) sigue sien do una opcién valida para macizos de calidad mala o muy ma- la. Sin embargo su utiizacién ha decaido en Espafia debido a Ja popularizaci6n del Nuevo Método Austriaco. En todo caso la combinacién de cerchas HEB con chapas BERNOLD, apoyadas sobre las alas de las cerchas, y con re- leno de hormigén bombeado 0 proyectado, constituye un mé- REVISTA DE OBRAS PUBLICAS/MARZO 2001/N® 3.408 27 Manvel Romana todo muy adecuado para construir sostenimientos rigidos, pe~ ssados y continues. Su empleo es recomendable en las zonas de boquilas y en el cruce de fallas y/o zonas tectonizadas, 6.6. Paraguas de presostenimiento Con valores del RMR inferiores a 80 es normal utilizar para ‘guas de bulones de 5 a 6 m de longitud, Iocalmente o en la parte superior de la seccién. Su necesidad depende de las ‘condiciones de estabilidad del frente en clave y hastiales, y del buzamiento de las capas. Para valores del RMR inferiores a 20 (y para atravesar zonas de hundimiento) es buena practica la construccién de paraguas de micropilotes, que suelen inyectarse con la técnica de los tu bbos-manguito. Se trata de un procedimiento lento y costoso pe- ro que puede resultar imprescindible en ciertos casos. ‘7 REFERENCIAS. -BIENIAWSKI, 2.7. (1976) “Rock mass classification in rock engineering”. Proc. Symp. On Exploration for Rock Eng. Bal- kema Vol. 1, pp 97-106. -BIENIAWSKI, Z.T. (1979) “The Geomechanics Classification in rock engineering applications”. Proc. 4" Int. Cong. On Rock Mech ISRM Montroux. Balkema, Boston. Chap. 5, pp 55-95, “BIENIAWSKI, Z.T. (1988). "Engineering Rock Mass Clas: cations". Wiley. New York. -BIENIAWSKI, Z,T. (1997). “Quo vadis Rock Mass Classifica- tions” Vienna Eurock 97. Workshop Felsbau n° 3/97. Pp 177- 178, -ROMANA, M. (2001). “Manual de Clasificaciones Geomecé- nicas". 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