You are on page 1of 14
IV. CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD Materia particularmente importante concierne a la validez de Jas cldusulas que liberan de responsabilidad o atentian la res- ponsabilidad que deriva de un ilicito civil. Algunos autores afirman que esta materia s6lo puede tratar- se a proposito de la responsabilidad contractual y nunca en relacién a la responsabilidad extracontractual. “Una jurispru- dencia constante se niega a admitir, en efecto, la validez de las conyenciones relativas a la responsabilidad delictual; las reglas que rigen esta materia se declaran de orden publico, tanto las que se relacionan con la liberacién mediante la fuerza mayor, como todas la demas”.*** Otros autores estiman que estas clau- sulas son inconcebibles, en raz6n de que “el autor de la culpa dariosa no puede prever ni la culpa ni el daiio; no conocia por adelantado a la victima. ¢C6mo se habria podido encontrar con ella para convenir la irresponsabilidad de él?”*#? Esta posicion es facilmente rebatida, ya que si bien no puede conocerse anti- cipadamente a la futura victima, un hombre prudente puede deducir qué personas estén particularmente amenazadas. Tal ocurre con las relaciones de vecindad. Se cita el caso de una fabrica que facilmente puede identificar a los vecinos expues- tos a sufrir daitos (ruidos, malos olores, emanaciones de gases, etc.), o los participantes de una carrera de automéviles; etc. ®° Henri y Len Mazeaud y André Tune. Obra citada, Tomo IL. Vol. I. . 230. 3 Maigni, citado por Henri y Leén Mazeaud y André Tunc. Obra citada. Tomo 8. Volumen IL. Pags. 78 y siguientes. 467 468 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL Para determinar la validez de las clausulas de irresponsabili- dad o responsabilidad atenuada, deben distinguirse, creemos nosotros, dos tipos diversos de dafios: los dafios en la persona y los danos en las cosas; y la responsabilidad que proviene de la comisi6n de un delito y de un cuasidelito. A. IRRESPONSABILIDAD POR DELITO CIVIL O CULPA INEXCUSABLE Descartamos de plano la posibilidad de atribuir validez a una cldusula de irresponsabilidad o de responsabilidad atenuada en materia delictual civil. Lo anterior porque es principio de or den ptiblico que la condonacién del dolo futuro no vale. Si ello se aceptara, se estaria contraviniendo lo previsto en el articulo 1465 del Codigo Civil y, lo que es mas importante, se admitiria la regulaci6n de un hecho conwario a derecho y, por lo mismo, al margen de toda reglamentaci6n. Si se admitiese la atenuacidn de la responsabilidad derivada de un delito civil, se estarian limitando los efectos del dolo y aceptando una condonaci6n parcial del mismo, con evidente infraccién de lo ordenado en el articulo 1465 del Cédigo Civil precitado. En todas estas hip6tesis se sobrepasaria el interés de la sociedad encarnado en las normas de orden piblico. Lo propio puede decirse de toda cldusula que exima de responsabilidad o la mitigue cuando ella proviene de un hecho ejecutado con culpa inexcusable. Es cierto que en materia ex- tracontractual la culpa no se gradtia, pero es igualmente cierto que no toda culpa tiene la misma significacién e importancia. Si el hecho del cual deriva el dafio es manifiestamente negli- gente o descuidado, ningtin juez, creemos nosotros, podria ad- mitir una exenci6n de responsabilidad o su atenuacion. Con- traviene el orden ptiblico y la moral atribuir valor juridico a una cléusula que permite dafiar impunemente a otro, sea in- tencionalmente o con una negligencia extrema e inexcusable. No exageramos que esto tiltimo importaria una suerte de des- integraci6n social en aras de la libertad contractual. En consecuencia, carecen de valor las cldusulas que exi- men de responsabilidad, asf sea total o parcialmente, al autor (CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD 469 de daiio cuando éste proviene de dolo o culpa grosera 0 inex- cusable, debiendo el juez, en este ultimo caso, analizar por- menorizadamente la clausula para calificar la naturaleza de la culpa y su gravedad. B. IRRESPONSABILIDAD POR DANOS EN LA PERSONA Carece también de valor toda estipulacién que exima de res- ponsabilidad 0 la atentie cuando los dajios son sufridos por la victima. El fundamento de esta conclusién reside en el hecho de que la persona no esta en el comercio humano, de modo que no puede disponerse de modo alguno de su integridad. Por otra parte, lo anterior constituye un principio de orden publico, al extremo de que en materia contractual, en que no se discute la fuerza de este tipo de cldusulas, tampoco se admite la validez de estipulaciones que exoneren de responsabilidad por danos en la persona. Nadie puede disponer de su persona, sino en los casos expresamente autorizados (como sucede a propésito de la donacién de 6rganos). Por lo mismo, nadie podria validamen- te convenir en excusar en forma anticipada los dafios que la persona pudiere sufrir en el futuro en su integridad corporal o en su salud. Se cita expresamente a este respecto la nulidad de las cldusulas de irresponsabilidad que se celebran por los juga- dores de juegos violentos (fitbol, box); las clausulas de irres- ponsabilidad por dafios intencionales, como en el caso de los duelistas; las que se celebran entre el duefio de un ani- mal y el individuo que lidia con él (torero, domador, etc.). Excluida la validez de las clausulas de irresponsabilidad cuan- do ellas se refieren al dolo y la culpa inexcusable y cuando ellas eximen o atentian la responsabilidad derivada de dafios en la persona, slo resta analizar las cldusulas que eximen de respon- sabilidad o la atentian en caso que el dafio provenga de culpa y lo sufran las cosas. 470 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL C. IRRESPONSABILIDAD POR DANO CAUSADO EN LAS COSAS Y POR CULPA EXCUSABLE La doctrina mayoritaria, en el dia de hoy, no siempre asigna a estas cldusulas plena validez. Se sostiene que no existe disposi- cién que las prohiba y que ellas no vulneran el orden ptiblico. “En nuestro concepto, estas cldusulas son validas. Aparte de que la ley no las prohibe, no se ve en qué se contraria el orden puiblico porque una persona renuncia de antemano al derecho a cobrar indemnizacién por un dafio. No cabe duda que hay un interés social evidente en que todo dao sea reparado; pero la reparaci6n misma mira el solo interés individual del perjudi cado, puesto que tiende a restablecer en su patrimonio, y tini camente en él, el valor destruido por el hecho ilicito. Si la sociedad esta interesada en que el autor de un delito 0 cuaside- lito reciba el castigo que merece, como un medio de evitar su repeticion y asegurar el orden social, no sucede otro tanto con los efectos civiles que de él se derivan: en nada se perturba ese orden y en nada se lesiona el interés general porque la victima del dano no obtiene la satisfacci6n que en derecho correspon- de. Los articulos 2314 y siguientes del Codigo Civil no son, pues, de orden ptblico; reglan exclusivamente los intereses pa- trimoniales de los individuos. Los derechos que confieren pue- den, por lo mismo, renunciarse (articulo 12 Codigo Civil)”.**! Discrepamos de esta concepcidn por varias razones. Desde luego, el interés social, que existe y se reconoce, de que todo daito sea reparado se extiende a la ejecucién practica de este principio, esto es, a la indemnizacién que debe recibir quien sufre la lesién indemnizable. El autor del delito o cuasidelito sdlo es castigado cuando es obligado a reparar el dafio causa- do, de suerte que eximirse de este deber importa contradecir los intereses de la sociedad toda. Por lo tanto, en el hecho de la reparacién no esté comprometido sdlo un interés individual, sino un interés social preponderante. De lo anterior se des- prende una conclusion diametralmente distinta de la que se extrae: los derechos que confieren los articulos 2314 y siguien- * Arturo Alessandri Rodriguez. Obra citada. Pags. 635 y 636. (CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD 471 tes del Cédigo Civil no miran solo el interés individual del titular y, por lo mismo, no pueden ellos renunciarse anticipada- mente por medio de una clausula de irresponsabilidad. Cabe, entonces, preguntarse: por qué vale una clausula de irresponsabilidad cuando en ella se reglamenta la obligaci6n de reparar los dafios provenientes de culpa excusable y dao en las cosas? Nosotros creemos que la clausula es nula si ella sdlo estable- ce la renuncia anticipada a reclamar los dafios que derivan de un hecho culposo, cualquiera que sea el tipo de culpa y la naturaleza de los dafos. Pero es valida si en ella se regula la reparaci6n, siempre que concurran las siguientes condiciones: a) Que se trate de un dano provocado con culpa excusable (la que puede definirse en términos negativos, vale decir, cuan- do ella no es grosera o grave); b) Cuando el dafio no recaiga en la persona, sino en las cosas; y c) Cuando la clausula se limite a reglamentar el derecho a ser reparado y no a eximir de responsabilidad al culpable de los danos. Los dos primeros presupuestos estan ya analizados en lo precedente. Respecto del tiltimo es necesario detenerse. Desde Inego, no existe prohibicién legal alguna para que sean las partes las que fijen el monto de la indemnizacion, determinen los dafos indemnizables, convengan en la forma que ellos deben pagarse, etc. Nadie, creemos nosotros, podria poner en duda la facultad de los particulares para fijar estos efectos. Si bien existe comprometido en la reparacion de los daiios producidos por hechos culposos del victimario un prin- cipio de orden piiblico que no admite una renuncia anticipada a cobrar estos perjuicios, no puede decirse lo mismo sobre la manera en que las partes acuerdan realizar estas prestaciones. Por consiguiente, la validez de estas clausulas se funda en la facultad de los particulares para determinar convencionalmen- te todo lo relativo a la reparacion comprometida. Si de estas estipulaciones resulta una responsabilidad atenuada, ello sdlo 472 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL puede juzgarlo quien suscribe este tipo de acuerdos, prevale- ciendo el interés particular por sobre el interés de la sociedad. De lo anterior se desprende que para que pueda atribuirse valor a las clausulas de irresponsabilidad, es necesario que ellas se limiten a regular la forma en que se determinara y enterara la reparaci6n ordenada en los articulos 2314 y siguientes del Cédigo Civil. Podria sostenerse que, atendiendo a lo manifestado, las in- dicadas clausulas (de irresponsabilidad) no valen jamas, ya que siempre requerirdn el reconocimiento de la obligacién de in- demnizar, asi sea muy atenuadamente. Lo anterior es cierto, aun cuando puedan las mismas ser particularmente favorables para el autor del daiio, cuestién que no es susceptible de reexa- minarse mas que por los interesados. Pero insistamos en que la validez de estas estipulaciones -Ilamadas de irresponsabilidad— arranca de la facultad de los particulares para regular la forma que debe revestir el cumpli- miento de la obligacion de indemnizar los perjuicios. Por consiguiente, si la cldusula se limita a la renuncia antici- pada de la victima a obtener la reparacion de los datos produ- cidos en las cosas por hecho ejecutado con culpa excusable, ella adolece de nulidad, al infringir normas y principios de orden puiblico que ordenan reparar todo dajio que tenga como antecedente un hecho culposo. En presencia de articulos tales como el 2314, 2316, 2317, 2329, etc., nadie puede dudar, cree- mos nosotros, en que en esta materia est comprometido un principio de orden ptiblico, tanto més si se une el interés de la sociedad, empefiada en que todo dafio sea reparado cuando éste tiene como antecedente un obrar culposo. Para determinar la validez de este tipo de cldusulas el juez deberd analizar si la misma ha sido celebrada para regular el derecho a la indemnizacion en cualquiera de sus aspectos (mon- to de la reparacién, extensién de la misma, naturaleza de los dafios, forma que revestira el resarcimiento, etc.), 0 bien para eximir de responsabilidad al autor del hecho nocivo. En el pri- mer caso, les atribuird valor juridico; en el segundo se lo negar4, haciendo prevalecer los principios y las normas aludidas. Resumiendo, podriamos decir que el interés social compro- metido, en orden a que todo daiio sea reparado, y el contenido (CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD 478 de las disposiciones del Titulo XXXV del Libro IV del Cédigo Civil, revelan que la obligacion de reparar los dafios causados por dolo o culpa est4 regida por normas de orden publico, todas las cuales generan derechos irrenunciables. De lo ante- rior se desprende que dichos derechos no pueden abandonar- se anticipadamente, ya que ello atenta contra las normas funda- mentales de derecho. Lo anterior, sin embargo, no obsta a que las partes ligadas por la comisién del ilicito civil puedan regular excepcionalmente en forma anticipada los efectos de la obliga- cin de indemnizar, siempre que ello no importe una renuncia encubierta o simulada, y sdlo cuando la responsabilidad derive de un hecho ejecutado por culpa excusable (no extrema), y los daiios hayan sido experimentados por las cosas y no por las personas. D. DESVIACION DE LA RESPONSABILIDAD Intimamente vinculado a este problema se encuentran los casos de desviacién de responsabilidad, que sf tienen plena validez. Desde luego, existen convenciones que tienen como efecto tansferir la responsabilidad extracontractual de una persona a otra. Se cita el caso de aquellas convenciones en que una perso- na pone a otra al cuidado de una cosa, un animal o un indivi- duo de cuya conducta se responde. En todos estos supuestos la responsabilidad subsiste plenamente, pero cambia de sujeto pa- sivo en raz6n de la convencién. La responsabilidad, en las hips- tesis mencionadas, surge del deber de cuidado, y si este deber se desplaza a otra persona, como es obvio, sera ésta la que asuma el deber de reparar los daiios que cause la cosa (anima- da o inanimada) o la persona sujeta a cuidado y vigilancia. Asf, por ejemplo, lo reconoce el articulo 2320 del Cédigo Civil, cuando el padre o la madre pone al menor bajo el cuidado del jefe de escuela o de colegio. Los dafios que pueda éste causar seran de responsabilidad de este ultimo si ello se ha producido mientras el menor estaba bajo su cuidado, dice la ley. Puede también convenirse entre dos 0 mas personas la desviacion de la responsabilidad cuando se trata de ejecutar una obra de interés comin. Se cita el caso del empresario de 474 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL demolicién que conviene con el propietario del edificio que los dafios que puedan producirse seran de responsabilidad del duejio; o del contratista que recupera proyectiles en una regién devastada por la guerra, quien descarga la responsa- bilidad en el Estado; o del empresario de una carrera de automéviles que asume la responsabilidad por los dafios. Lo que caracteriza este desplazamiento es el hecho de que la victima puede dirigirse contra el autor del dafio o contra quien lo asumi6, ya que la convencidn sdlo le empece si la acepta. Por ultimo, debe citarse el seguro, mediante el cual un tercero asume el riesgo, sin perjuicio de la responsabilidad del autor del daito, quien se descarga en una empresa que pasa a responder en las condiciones estipuladas con el dafiador. Como parece facil comprender, en ninguno de estos ca- sos nos hallamos con una cldusula de irresponsabilidad o de atenuacién de responsabilidad. Muy por el contrario, 0 sub- siste un obligado o aumenta la seguridad y garantia de que dispone la victima, que podra extender su accién a otro u otros patrimonios. Por cierto, el derecho no repugna este efecto. Tampoco en los casos propuestos existe una convencién sobre responsabilidad entre danador y danado. La convencion, cuando se celebra, vincula al autor del dafio y un tercero que accede a la obligacién en la forma estipulada. Dichos pactos, por otra parte, son res inter alios acta respecto de la victima, esto es, inoponibles a ella, de manera que quien sufre el dafio pue- de desligarse de todos sus efectos. En muchas actividades en el dia de hoy existen disposicio- nes legales que ordenan la constitucion de una garantia o la contratacién de un seguro, precisamente para aumentar las posibilidades de que la victima obtenga la reparacion debida. Los casos de desviacién de responsabilidad son, por lo general, bien mirados por la ley, ya que ellos, lejos de exonerar al autor del dafio, comprometen otro patrimonio sobre el cual ejercer los derechos a ser indemnizado. (CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD 475 E. ATENUACION O LIMITACION DE RESPONSABILIDAD POR MANDATO LEGAL EXPRESO La responsabilidad puede estar, en situaciones excepcionales, limitada en la ley. Corresponde al legislador estimar ciertas actividades, para lo cual la autoridad dispone de varios recur- sos, como exenciones tributarias, subsidios, asignaciones espe- ciales, etc. Entre estas politicas figura la de limitar la responsa- bilidad, de modo que quien opta por una determinada tarea productiva pueda asegurarse de que no asumird todos los ries- gos que ella conlleva. La actividad més caracterizada en esta drea es la aeronav gaci6n. En todas las naciones del mundo se ha legislado delimi- tando la responsabilidad para estimular a los empresarios a destinar sus recursos al desarrollo de este rubro. Si no existiera esta limitaci6n legal, es probable que muchos empresarios se hubieran resistido a invertir en esta clase de campos producti- vos, precisamente por los riesgos que conllevan. Lo anterior se manifiesta, ademas, en convenciones interna- cionales destinadas a uniformar la reglamentacién aérea, ha- ciendo homogénea la regulacién de este rubro productivo. La responsabilidad del transportador aéreo es objetiva. El articulo 143 inciso primero del Codigo Aeronautico establece que “el transportador estara obligado a indemnizar la muerte o lesiones causadas a los pasajeros durante su permanencia a bordo de la aeronave o durante la operacién de embarque o desembarque’. Por su parte, el articulo 146 seiala que el “trans- portador sdlo podra librarse de la obligacién sefialada en el articulo 143: a) si el dafio producido se debe al estado de salud del pasajero; b) si la victima del dao fue quien caus6 o contri- buy6 a causarlo, o c) si el dafio es consecuencia de un delito del que no sea autor un tripulante o dependiente del transpor- tador o explotador”. Como puede observarse, al definir la res- ponsabilidad contractual del transportador, la ley sdlo excluye tres casos en los cuales aparece de manifiesto que no hay rela- cién causal entre la actividad del wansportador o sus depen- dientes y el dano producido. La ley aeronautica, excepcional- mente, limita la responsabilidad tanto cuando se trata de muerte o lesiones que sufre el pasajero, como cuando el daiio se causa 476 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL por retardo en el wansporte, destruccién, pérdida o averfa del equipaje o destruccién, pérdida o averia de la mercaderia. Es- tas limitaciones pueden no ser operantes si los interesados con- vienen, mediante el pago de un precio adicional, que el trans- portador responda hasta el valor real de los equipajes o mercaderias transportados, segiin declaracién hecha por el pa- sajero o cargador (articulo 150). Agrega el articulo 151 que en el transporte de mercaderias, el transportador no responde de la destruccion, pérdida o averia de ellas, en caso que el dafio derive de la naturaleza o vicio propio de la mercaderfa; si é1 proviene de un embalaje defectuoso que no sea imputable al transportador o sus dependientes; y si el dafio deriva de un acto de autoridad. De la misma manera, no se responde del retardo si el transportador prueba que adopté las medidas ne- cesarias para evitar el hecho causante del retardo o que le fue imposible adoptarlas. De lo sefialado se desprende que tratandose de daiios en la persona o en las cosas, s6lo puede eximirse de responsabilidad el transportador cuando prueba que el dafio obedece causal- mente a un hecho distinto de la conducta del obligado a reali- zar el transporte 0 sus dependientes. Los articulos 146 (respec- to del dafio en la persona) y 151 (respecto del dafio en las mercaderias) son perfectamente coherentes con los principios estudiados y demuestran que, en los calificados casos de res- ponsabilidad objetiva, es posible exonerarse de responsabilidad acreditando que los dafios provienen de una causa diversa. La responsabilidad extracontractual sigue los mismos principios en materia aerondutica. En efecto, los articulos 155 y siguientes reglamentan la responsabilidad por dafios a terceros en la superficie (caso tipicamente de responsabili- dad extracontractual). Junto con establecerse la responsabi- lidad objetiva, se agrega que el explotador de la aeronave no respondera si ha sido privado de su uso por acto de autori- dad, si los dafos son consecuencia directa de un acto de guerra o de un conflicto armado, si son causados por un acto de sabotaje o con ocasién del apoderamiento ilicito de la aeronave. Las hipotesis descritas en el articulo 156 revelan que en los casos mencionados desaparece la relacién de cau- salidad que tipifica el respectivo ilicito. El articulo 158 limita (CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD 477 la responsabilidad derivada de dafios a terceros en la superfi- cie en funci6n al peso de la aeronave. Entre las disposiciones generales del Cédigo Aerondutico, men- cionaremos el articulo 170, que enuncia un principio general: “Ser4 causal para eximir o atenuar la responsabilidad, el hecho que la victima del daiio fue quien lo caus6, contribuyé a causarlo © se expuso a él imprudentemente”. Esta norma confirma lo que hemos analizado a través de estas paginas en lo concerniente a la extinci6n de la responsabilidad o su atenuacidn cuando en el dafio concurre la culpa de la victima. El mas importante, a juicio nuestro, es el articulo 172, que reza: “En todo caso, el afectado por el datio podra demandar una indemnizacion superior a los limites sefialados en el cédigo, si probare dolo o culpa del transportador, del explotador o de sus dependientes, cuando éstos actuaren du- rante el ejercicio de sus funciones. Cualquier estipulaci6n en con- trario para fijar limites de indemnizacion inferiores a los estableci- dos en este Cédigo, se tendra por no escrita”. Esta disposici6n hace posible que se desplace la responsabilidad objetiva (que de esa manera resulta sélo presuntiva), al campo de la responsabili- dad subjetiva (debiendo acreditarse el factor de imputacién). O sea, la victima puede optar por acogerse al régimen de responsabi- lidad objetiva, en cuyo caso la reparacién quedaré limitada a los maximos fijados en el Codigo Aeronautico; o bien acogerse al régimen de responsabilidad subjetiva, en cuyo caso estara obliga- daa probar el dolo o Ia culpa del transportador o sus dependien- tes, sin que pueda limitarse el monto de la reparacién. En verdad la ley, en el fondo, facilita a la victima el ejercicio de su derecho, ya que es siempre dificil, en este tipo de activida- des, probar culpa 0 dolo. De alli que al acogerse la victima a la responsabilidad objetiva, sdlo cabe al demandado acreditar que el dajio ha sobrevenido por un hecho distinto de su conducta, lo cual equivale a afirmar que no se ha configurado un ilicito civil. Los principios enunciados estan contenidos, ademas, en con- venciones internacionales. Sobre este particular, conviene citar el Convenio para la Unificaci6n de Ciertas Reglas Relativas al Transporte Aéreo Internacional, de 12 de octubre de 1929, en Varsovia, y el Protocolo que lo modifica, de 28 de septiembre de 1955, en La Haya (publicado en el Diario Oficial del dia 13 de agosto de 1979). 478 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL El convenio citado se aplica a todo transporte internacional de personas, equipajes o mercaderias que se efecttie en aerona- ves mediante remuneraci6n. Los principios que orientan esta convencién son mas 0 menos los mismos antes enunciados. Se consagra un sistema de responsabilidad presunta, limitandose el monto de los dafios. El articulo 25 expresa que “el transportista no tendrd el derecho de ampararse en las disposiciones del pre- sente Convenio que excluyen o limitan su responsabilidad, si el dafio proyiene de su dolo o de una clase de culpa que, de acuer- do con la ley del tribunal competente, equivalga al dolo”. Por consiguiente, corresponde a la victima asumir la prueba del fac- tor de imputacién o asilarse en las normas sobre responsabilidad objetiva. Con todo, conviene observar que la responsabilidad del transportista, si bien ha podido calificarse de objetiva, en verdad no tiene este caracter, atendiendo a lo previsto en el articulo 20 del Convenio, que sefiala: “El transportista no sera responsable si prueba que él 0 sus encargados han adoptado todas las medidas necesarias para evitar el dano o que le fue imposible adoptarlas”. Asi las cosas, pudiendo el transportista eximirse de responsabili- dad probando haber adoptado todas las providencias necesarias para evitar el dafio, se produce una inversién del peso de la prueba. No sera el demandante el llamado a probar el dolo o culpa del transportista, sino éste el cumplimiento de su deber de cuidar de la victima y de las especies que le fueron confiadas. Por consiguiente, en este convenio no existe un caso de responsabili- dad objetiva, sino una presuncién de responsabilidad, unida a la limitacién del monto de la reparacién. En nuestro Cédigo Aero- nautico sdlo cabe esta causal de exencidn de responsabilidad en los casos descritos en el artfculo 147 (cuando se trata de indem- nizar el retardo en el transporte) y en el articulo 151 (cuando la indemnizacién tiene por objeto cubrir los daiios en el transporte de mercaderias). Pero no puede alegarse esta excepci6n cuando se trata de la muerte o lesiones causadas a los pasajeros. Puede, entonces, concluirse que en el Codigo de Aeronauti- ca la responsabilidad consagrada en el articulo 143 es objetiva, pero la indemnizacién esta limitada a las cantidades consagradas en el articulo 144 (cuatro mil unidades de fomento por muerte o lesién de cada pasajero). Si la victima o sus herederos recla- man una reparacién superior, deben acreditar el dolo o culpa (CLAUSULAS DE IRRESPONSABILIDAD 479 del wansportista, situacién en la cual desaparecen los limites de responsabilidad aludidos (articulo 172). En el Convenio de Var- sovia no existe responsabilidad objetiva cuando se trata de la muerte o lesi6n del pasajero, ya que es dable acreditar que el tansportista “ha adoptado todas las medidas necesarias para evi- tar el dao o que le fue imposible adoptarlas” (articulo 20 N° 1). Tratandose de dafios que sobrevengan de la destruccién, pérdida o averia del equipaje o de mercaderias, 0 como conse- cuencia del retardo en el transporte de pasajeros, equipaje o mercaderias, s6lo existe una presuncién de responsabilidad que invierte el peso de la prueba en favor de la victima, debiendo el transportista acreditar que ha adoptado todas las medidas nece- sarias para evitar el dano. Asf lo prescribe tanto el Codigo de Aeronautica como el Conyenio de Varsovia. La normativa que comentamos, como puede apreciarse, con- tiene algunas particularidades modernas sobre responsabilidad. Para hacer operante el derecho a ser indemnizado se requiere de un apoyo especial a la persona del damnificado, lo cual se consigue mediante la presuncién simplemente legal de la res- ponsabilidad, imponiendo el peso de la prueba al transportista y aliviando al que sufre el efecto nocivo de esta carga, a veces muy dificil de superar. Como lo referimos en su oportunidad, nuestro Codigo Civil contiene varias presunciones de responsabilidad (por hecho propio, hecho ajeno, hecho de las cosas), lo cual hace mas facil reclamar la responsabilidad extracontactual. Todas ellas tie- nen por objeto facilitar el ejercicio del derecho, atendiendo asf a una vieja aspiracion en el sentido de extender la responsabili- dad, despejando los obstaculos que se presentan a quien ha sufrido un perjuicio. Asi como el Cédigo de Aeronautica contiene un sistema de responsabilidad especial, en que se combina la responsabilidad objetiva y subjetiva con la limitacién de la responsabilidad, no es descartable que otros sistemas similares surjan en el futuro respecto de actividades riesgosas que ofrezcan, sin embargo, interés para la sociedad. Tal puede ocurrir con plantas de ener- gia nuclear, establecimientos de tratamiento de aguas servidas o desperdicios, etc.

You might also like