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capiTtuLo 7 -- --. ELasalto al ciclo Dos cosas me llenan de asombro y admiracién: la conciencia mo dentro de mi y el cielo estrellado por encima de n IMMANUEL Sobre los instrumentos de muerte asoma, decidido, el Sol. Te habia oprimido la alta noche vacia y hueca frente al televisor que en un cuarto cerrado te hizo compafiia hora tras hora Yel cielo no te dio consuelo no te dio consuelo Porque es negro y vacio como la muerte. Tanteaste en la oscuridad recorriste la ciudad s6lo alumbrada por la luz del supermercado y el brillo del shopping que titila reventando de compacts y remeras en el campo sin luz en el desierto desprovisto de esperanza, Miraste a las estrellas con pavor. Qué te queda de Ia felicidad de los mundos que brillan en lo oscuro que se agitan en la inmensidad donde no llega el ofdo ni alcanza la mirada? 126 | Leowanpo Motepo ¥ Nicotds Otszevitxi ani Escaneado con Canscanner pronto ves que entre cien mil millones de estrellas tuya, sélo tuya, Historia de las ideas cientificas | 127 ial Escaneado con CanScanner Qué te importa si un dios en una barca la arrastra a reganadient o si otro dios la ha cargado en su carro y cabalga con ella penosam el cielo? Qué mds da un dios u otro? jAlli esta! Qué te importa saber que un dia morird hasta ser un astro sin brillo, opaco y frio perdido en el espacio negro y frto. jAmanece! La luz avanza tanteando. Has sobrevivido a la noche, donde anida la muerte lista como la serpiente decidida a atacar. Percibiste el silencio de las especies, al acecho buscando su oportunidad. ¥ la pregunta primera: gllegaré a ver el nuevo dia? yamanece. Todo estd en su lugar y esa esfera de miserable gas, tu estrella, nace. ‘La pared sobre la que escribieron los profetas se estd resquebrajando, Sobre los instrumentos de muerte soma resplandeciente el Sol. Simplemente amanece. Si uno lo piensa, la observacién del cielo tiene que ser tan antigt como la cultura misma: el cielo esté ahi y presenta ciclos que, si bie pueden ser fascinantes, también pueden resultar atemorizadores, hast el punto de que hay celebraciones actuales que, aunque estén revestid: de componentes modernos y meramente religiosos, tienen su origen ef la observacién cosmoldgica. Tal es el caso de la Navidad, una fiesta anti quisima, anterior al cristianismo, desde ya, pero también a la civilizacion 128 | LeowanDo Motepo ¥ NicoLAs Onszeviews Escaneado con Canscanner Bella fiesta del solsticio de verano de las antiguas culturas del fo Norte, el momento en que el Sol, después de alcanzar su Fras bajo sobre el horizonte, detiene su peligroso descenso (en vez firse para siempre en el horizonte) y empieza a elevar su altura. omo para festejarlo. Esas fiestas, probablemente neoliticas, nen celebraciones institucionales romanas. Las Saturnalias, o, se festejaban en esos dias, y cuando el Cristianismo de. wu celebracién central, la superpuso a fiestas ya conocidas y as. Asi, la Navidad es, en tltima y antigua instancia, una fiesta primeras culturas identificaron a los astros con dioses y les atri- nla capacidad de influir sobre la vida de los hombres. ¥ pensaron ellos el futuro de los pueblos y sus gentes, en esa seudociencia y Enpersticion que se llamé6 astrologia. No es raro: el cielo, aparentemente, fra una regularidad y una permanencia que est muy lejos de las danzas humanas. Lo que cualquiera de nosotros ve en una noche lada es practicamente lo mismo que vieron nuestros antepasados: jue,anudaron los quipus y los que habitaron Tenochtitlan, los que aron el océano, los que oyeron por primera vez recitar la Iliada, los cion de eternidad, en fin, que desafia lo efimero de la vida cotidiana, y aun la.vida y la muerte. embargo, la verdad es que el cielo esta muy lejos de la quietud: el Sol Sale'y se pone, la Luna cambia de forma y las estrellas lo cruzan de Este Escaneado con Canscanner Se trata de movimientos que, en realidad (y en principio), se pody explicar de una manera muy sencilla: basta con imaginar al cielo caf una enorme esfera que rodea a la Tierra y que da una vuelta diur otra, independiente, anual. 7 Pero con eso no alcanza. Y no alcanza porque, por empezar, es @ dente que no todos los astros se mueven en bloque. El Sol y la L veces coinciden, otras se separan y a veces se alinean con la Tier Provocan eclipses. Es obvio que tanto uno como la otra se mueven pow cuenta y cambian de posicién, a lo largo del afio, respecto de las estrelf Entonces no alcanza con imaginar una esfera que engloba a todo el cd hacen falta por lo menos tres, una para las estrellas, otra para el Sol tercera para la Luna, ; Y resulta que tres esferas tampoco son suficientes, porque hay gunos puntos brillantes que tampoco se mueven solidariamente conf estrellas, el Sol o la Luna, sino que lo hacen, al parecer, por su cuent medida que avanza el afio cambian de posicion sobre el fondo estrell de modo tal que en un mes estan cerca de una determinada constelaci ¥; un poco después, cerca de otra, vagabundeando, sin respetar el moj miento uniforme y previsible de ese gran telon que cumple Su imprest nante ciclo anual alrededor de nosotros. : Los observadores griegos los llamaron «astros errantes» o «vafl bundos» y, aceptando el orden y la tradicién de la astronomia babi nica, los identificaron con dioses: Mercurio, Venus, Marte, Juipitetf Saturno. Obviamente, cada uno de estos planetas necesita una esa mas si se pretenden explicar los movimientos del cielo, de modo quet sistema se hacia acreedor de ocho esferas (estrellas, Sol, Luna y cing planetas) que se movian independientemente unas de otras alre de la Tierra. No parece grave: la verdad es que imaginarse ocho esferas pa explicar algo tan extraordinario como el funcionamiento del cielo es cosa del otro mundo, pero resulta que con esas ocho esferas tamp0g alcanza. ¥ no alcanza porque ocurre que los planetas se mueven de una i nera extrafia. A lo largo del afio, Marte, por ejemplo, avanza duraiil un tiempo en el cielo, luego se detiene y empieza a retroceder, tambié durante un cierto lapso, hasta que retoma su movimiento hacia adela en un desconcertante zigzag... ;Cémo se explica ese movimiento ret grado, que del mismo modo que Marte, afecta a todos los planetas? | 180 | Leowarbo Moreno y Nicoxas O1szevicKt Escaneado con Canscanner caran y se ¢ de una esfe I; Cosa que no puede ser posible, ya que los puntos de una esfera iempre a la misma distancia de su centro. 10 es todo: en su revolucién anual (estoy tomando el pur 2 Tierra inmévil y ubicada en el centro) ‘0 de Sol no se mueve cosas siempre casi pegados al Sol, al amanecer ‘cosa que no ocurre con los otros planetas. Ese cielo que conocian los griegos era bastante complicado... Pero lo increible es que la astronomia griega logré dar cuenta de to- SSestos fendmenos, resolvié ese galimatias y fue mas alla, pero mucho, as alld de lo que habian logrado sus precursores, los egipcies y, lo, los babilonios. Les llevé unos cinco siglos, pero lo hicieron, aventura intelectual de las grandes, que no deja de maravillarnos. 10S a seguir paso a paso. Iniciar la aventura griega, veamos un poco qué es lo que here- 2 la Mesopotamia, que les levaba mas de mil aftos de Ventaja en ndagaciones celestes. Of sus estudios aritméticos, como casi todos los pueblos, por ra- “Hisiuvia de las ideas cientificas | 131 Escaneado con Canscanner de calendario y de adivinacién astrolégica. Como trasfondo estal cosmologia mitolégica: la tierra es plana y esta rodeada por un 0 circular; sobre ella se extiende el cielo abovedado que se apoya en estructura montafosa con puertas por donde entran y salen, a tra un tunel que recorren durante la noche dioses y astros; bajo la tierra los infiernos donde «viven» (sic) los muertos y (no sic) los demoni Por su parte, todo el conjunto esta rodeado por las aguas superi separadas de nosotros por el firmamento (como en el Genesis I, v culos 1.6 y 1.7 —«Y dijo Dios: Haya expansion en medio de las agu separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansion y separ las a que estaban debajo de la expansion, de las aguas que estaban sobi expansién»—, lo que muestra, dicho sea de paso, Ja intima ligazon d mitologia judia con la babilénica) Para los sumerios (estoy usan¢ pueblos que habitaron la Mesopotamia). lo dio podia servir para adivinar sus capri e incluso sus ataques de pinico, sus sind o cualquier otra enfermedad, exister dieron nombres a las estrellas ¥ ay es decir, inventaron las constelacione Con respecto a las constelaciones. Jo indistintamente el nombre di tros eran dioses y sue » buenas y mal trés postraumit ar no come todos & s celeste (o€ pueblos imaginaban a las estrellas pi iiltimo cielo), las constelaciones. ¢ cen representar una figura, o un anit os de ser reales. Hoy, aunq nal.oav tenian muchos mas viso constelaciones heredadas de los estin de ninguna manera agrupadas, sino que pueden estar a distan muy grandes en el espacio profunck Volviendo a los babilonios, las estrellas Leén, Toro, Escorpién y Pej marcaban, al salir inmediatamente antes que el Sol, los solsticios (21 diciembre y 21 de junio, dias del ano en que el Sol alcanza el punto alto y mis bajo en el mediodia, para después empezar a bajar o subi en la misma durad gos, sabemos que los equinoccios, puntos en que la noche y el dia tie Los babilonios recondcieron los planetas (incluyendo la identi de Venus como lucero del alba y del atardecer) y, para el afio 700 » conocian ya la ecliptica, el supuesto camino anual que siguen la el Sol y los planetas (aunque en realidad, como bien sabemos hoy, Tierra la que se mueve) y comprendieron que estaba inclinada res 182 | Leonaapo Motepo ¥ Nicos Otszevicet Escaneado con CamScanner Sriuestro planeta, lo cual “dicho sea de paso— hace que existan ones. Pano eevatoriat UAECLIPTICA “También inventaron el Zodiaco, una banda de 12 signos de 30 gra- ida uno, asociados a constelaciones, que hizo posible la expresién ‘ca de los datos en grados de longitud. § griegos encararon el estudio de la astronomia y en sdlo unos pocos ‘iBlos la llevdron a un estado de perfeccién tal que pudo funcionar du- te mil cuatrocientos aftos. Historia de las ideas cientificas | 183 Escaneado con CanScanner Su astronomia matematica (y es importante notar cémo los grieg4 levaron las ciencias de base matematica a su maxima expresién —q asi las ciencias empiricas—) es el logro més impresionante de la ciend griega:la joyadela corona, un sistema completo sobre el mundo, qued todos modos costé, como hubiera dicho Churchill logos, axa yepista © mejor, razonamiento, observacién y teoria, una triada que resulta til para responder a una de las preguntas centrales del pensamieni griego: scémo puedo obtener un conocimiento verdadero? Volvamos por un momento al siglo VI a.C.: los milesios dieron id primeros pasos en la comprensién racional del mundo, pero no cong guieron una cosmologia estable. Tales, con su teoria de la Tierra conf un DVD flotando en el océano universal, sostenia que la boveda celest porla noche, pasaba por debajo de la Tierra, una idea de clara inspiracta egipcia (el barco del sol atravesando el mundo subterréneo). Lo poco ai conservamos de él no nos permite entender cémo era ese pasaje «pal abajo», dado que es de suponer que ese abajo estaba lleno de agua, y esfera celeste se mojaria, y cada dia amanecerfa chorreando, a mend que se inventara un mecanismo ad hoc de secado rapido. Pero bueno, tenemos escritos de Tales que aclaren esas cosas. Lo malo con los presocraticos es que se ha perdido tanto material que uno no puede saber si es que alguien se despreocupé de tal o tal cosa, tenido contacto con la astronomia babildnica (tanto 0 més fuerte qu egipcia) y sus interminables y precisas tablas y ciclos, que permitian pt decir los fenémenos celestes. Habiamos dicho ya que, casi seguro, usd tablas para predecir el eclipse con el que fechamos el inicio de la cienci Los que si expusieron una teoria cosmoldgica (fijense que digo «cts babilénicos) fueron sus discipulos Anaximandro y Anaximenes. Ya saben que Anaximandro crefa que la tierra era similar a 134 | Leonapo Motepo ¥ NicoLds Oiszevickt Escaneado con Canscanner BIZ de modo tal que los eclipses no son otra cosa que la obs- bride las aberturas. Bleirculo por el cual se mueve el Sol, el mas alejado de todos, es 27 Brie ja Tierra; cl dc la Luna, inmediatamente por debajo del Sol, feces, el de las estrellas, de 9 veces. Noten que, curiosamente, el frenlo,mas cercano es el de las estrellas. Nada se dice de los planetas. Eeonacemos del diémetro de la Tierra (12 mil kilémetros), resulta que las Hfestrellas estaban a 120 mil kilémetros; la Luna a 206 mil, y el Sol a 324 Selfata, sin duda, aunque algunos lo celebran como el primer s mccanico, de un sistema fantasioso, que juega con el nimero 3 iniiplos —9, 18, 27— sin razén aparente. Ee ‘Anas imenes también diseiié su propio sistema cosmoldgico, aunque tilenos €omplejo, al criticar la teoria de Tales sobre la Tierra flotando en el 3 a (en efecto, ;quién sostiene el agua?, 3y qué sostiene a lo que sostiene agua?).-Afirmé (como ya lo hemos dicho en algii momento), que «la Tierra esta suspendida libremente, permaneciendo en su lugar en razon de igual distancia a todas las partes», colocindola en el lugar que iba @ocupar por muchisimos siglos. Lo interesante de todo esto es que la ‘Centralidad de la Tierra se deduce de un razonamiento puro, no de una “obsérvacion empirica, como lo haran los astrénomos posteriores. ‘! De'todos modos, las cosmologias milésicas adolecen de todas las carehcias de su visién del mundo, que tienen que ver con el hecho de ‘hater adeducciones» a partir de observaciones superfi YDe dénde sacé Anaximandro que la Tierra es un cilindro? ZY los anillos de fuego? Eran construcciones naturalistas pero todavia no cons- {tuian una cosmologia verdadera y completamente cientifica. tales. Historia de las ideas cientificas | 135 Escaneado con Camscanner hayan sido los primeros en postular una estructura matematica «sti cente», aunque muchas de sus elucubraciones eran pura charlata numeroldgica (al estilo de las que defienden los «numerdlogos» de hg} dia, que casi seguramente no leeran este libro). Ese sistema les peri alcanzar notables descubrimientos matematicos, como el de que Ia cuadrada de dos es irracional. Los pitagéricos pensaban que todo el cielo era una escala mug y un numero; de acuerdo con astrénomos anteriores, imaginaron 4 cuerpos celestes ubicados en esferas concéntricas cuyos movimienf originan sonidos acordes aunque inaudibles (no los oimos porque ey mos acostumbrados a hacerlo desde que nacemos), una idea que lleg hasta el mismisimo Kepler. Este Kepler, y perdén por el adelanto, ademis de uno de los grandes ordenadores del costnos, un misticg una gigantesca imaginacién, que postulé un inverosimil, aunque aff tivo, sistema cosmolégico en el que, entre otras cosas, rescaté la ideg Ja misica de las esferas al mismo tiempo que reordenaba el sistema olf Al final de su vida, en el tratado Harmonices Mundi, el.descubridog las tres leyes de movimiento planetario asegura que entre las diferedt yelocidades angulares de los astros existen las mismas proporciones entre las notas musicales, de modo tal que el movimiento planetarig estructura de manera semejante a la polifonia renacentista. i Pero estabamos hablando de los pitagéricos. ¥ resulta que hay en ellos una version primitiva que parece mostrar ala Tierra como el cen del universo, y conteniendo un micleo caliente o fuego central, pero o bien fue dejada de lado o evolucioné hacia otra cosmogonia, qué Ja que en general se asocia con ellos, atribuida a Filolao de Trotonas, i pitagorico de fines del siglo V. ; Para Filolao, a quien Copérnico cita, el centro esta ocupado por if masa invisible de fuego en torno de la cual giran los cuerpos celestes' nocidos: la Tierra y los otros 7 cuerpos celestes (el Sol, la Luna, Jupit Saturno, Mercurio, Venus y Marte). El problema es que, si se acepta al sistema queda formado solamente por 9 cuerpos (los siete mencionadg mis la Tierra y el fuego central), un mimero no demasiado elegante df preemie ae : Supuso que existia una cosa llamad «antitierra», interior y opuesta a la Tierra, i ig d » que gira también, y como tod§ alrededor del fuego central. ue 136 | Leowanpo Motena v Nant te Ae oxen tscoeodo con Conscamer Fespecto.a la posicién de la Tierra existen algunas divergencias . inidn, La mayoria de los que sostienen que todo el universo es or la escuela de los pitagéricos, quienes afirman que el centro pado por el fuego y que la Tierra origina el dfa y la noche ‘con las apariencias, sino intentando, mediante la violencia, -coincidir ésta con sus propias argumentaciones y opiniones. Jas propiedades de los nimeros y escalas que ellos pudieron en concordancia con los atributos y partes y con el orden general del cielo, las reunieron e hicieron coincidir con su sistema, y iJodas #7) Saigo fallaba en algin aspecto prontamente hacian agregados para ay acer consistente el conjunto de su teoria, Por ejemplo, como el diez parece ser el nimero perfecto que comprende toda la naturaleza de Hos niimeros, afirmaron que los cuerpos que se mueven en los cielos lie, pero como los visibles son solamente nueve (es decir, la feta de las estrellas fijas, considerada como uno mas, més los cinco planetas y el Sol, la Luna y la Tierra), para satisfacer esa condicién yentaron un décimo, la antitierra. Una critica perfecta, increiblemente moderna, ya no hecha desde mologia cochambrosa y primitiva, sino por quien posefa una stronomia avanzada, compleja y aceptablemente precisa, en la que se sefiala de manera clara y precisa lo que significa un agregado ad hoc, es > Un argumento que se afiade arbitrariamente a una teoria para que Bcaje con la realidad, e10.no sélo la antitierra era una mera treta mistica para que hubiera {9s (para lo cual, ycon justicia, Aristoteles no vela ninguna raz6n Ptable), sino que ademis la teorfa adolecia de una seria y fatal dificul- Historia de las ideas cientificas | 137 Escaneado con Camscanner tad en relacién con los eclipses: los eclipses totales de Luna visibles ded un lugar dado son mucho més numerosos que los de Sol; los pitageri trataron de explicar esto al sugerir que no sélo Ja Tierra sino también antitierra se interponen entre la Luna y su fuente de luz, pero esto rest una teorfa puramente cualitativa, vaga, y sin sustento matemitico,¢ épocas en que ya se podfa exigir otra cosa. EL SISTEMA DE FILOLAO i Es muy comiin que se resalte el sistema de Filolao como el primed 188 | Leonarpo Motepo y Nicotds Orszevickt Escaneado con Canscanner jones misticas y esotéricas y no a deducciones derivadas de la Eién: la misma introduccién de la antitierra responde mas bien | YiStaices pitagéricas ya hemos hablado. En su didlogo La ome _ lS observaciones de Sécrates sobre la astronomia son alana os a astronomia es util porque proporcional la habilidad para de- ‘erminar las estaciones, los meses y los afios; es titil no slo a la PP ricultura y ala navegacién, sino también al arte militar. Glaucén ensaya entonces otra linea de justificacién: fn lugar de la trivial recomendacién de la astronomfa por la cual has censurado, la alabaré ahora segiin tu estilo, pues pienso que es evidente para todos que su estudio por lo menos impulsa al alma 2 mirar alo alto y la aparta de las cosas de aqui alas cosas de all ide decia que podia resistir cualquier cosa menos la tentaci6n): a verdad es que no pude resistir la tentacién de intervenir (Oscar Historia de las ideas cientificas | 139 Escaneado con CamScanner gir la atencién del alma no hacia algti objeto visible sino a objetos invisibles, —En efecto —contesta Socrates. — Pero entonces —dije— ti quieres renunciar a explicar los movi mientos visibles de los astros, ya que, supongo, pertenecen para ti al mundo del devenir. —Es asi como tii dices. —Y deberis conformarte con circulos y esferas, que, ostensiblemen te, no sirven para explicar los movimientos del cielo. —Es como ti dices volatil autor de estas paginas, pero recuerda que el objetivo del conocimiento consiste en ver aquello que silo es captable por el intelecto, y que el primer paso son las matematicas, y €s por eso que deben usarse combinaciones de circulos y esferas para salvar las apariencias de las trayectorias erriit Solo éstas servirdn, al verdadero objeto de la astronomia. Pero note algo extrafio en ti ece reerén tepida— o tu floja No sé si en tus vestiduras —tu tinea p pronuneiacton —Sugiero que nos permitas seguir umpe Glaucon—. Verda barbaros de Anatolia deramente, pronuncias el griego como | Pero el volitil autor de estas paginas, 0 sea yo mismo, querido lec ya no necesita permanecer en La Ref sto que ha obtenido clara exposicin del valor que Platén daba a la astronomia. Y del méto que no es por cierto la observacion, sino encontrar las verdades mate ticas que subyacen y que salvan las apariencias». Platén exigia que to los fendmenos celestes se explicaran como combinaciones de circulo esferas, que para él constituian los sintomas de la perfeccidn. Es lo q mis adelante se conoceria como «el mandato de Platén». En realidi Platén (y ya lo dijimos) pensaba que las cosas de este mundo eran s6l una proyeccion, apenas apar: neias de una «realidad» mas verdadet subyacente y perfecta, que se resolvia con las también perfectas form: de las matematicas. Eso era lo verdadero: describir los movimientos ol servables no importaba tantox El «mandato de Platén» no funcioné como una simple y amable § gerencia a tener o no en cuenta: en los mil quinientos afios que siguier nadie se atrevid a desobedecer la orden inperativa de alguien tan grand hasta que lego Kepler. 140 | Leowaapo Moteno ¥ Niconds Otszevicnt Escaneado con CamScanner Pero, por lo pronto, era necesario lograr que el imperativo platonico Eondijera un poco con lo que se observaba en el cielo (salvara las jriencias). Y bueno, el que se encargé del asunto fue un astrénomo ante de la Academia y alumno suyo, Eudoxo, quien construyo fnsistema en el que supuso que las esferas erréticas de los planetas eran mbinaciones de esferas concéntricas y con un tinico centro en la Tie- to es, esferas homocéntricas. \doxo se imaginé que cada planeta estaba fijo a cuatro esferas con cen- ffocomiin en la Tierra, inclinadas entre ellas y con movimientos diferen- f& Nolos voy a aburrir con los detalles (pongo el dibujo para que se den ina idea, nada més). Basta con seftalar que la esfera mas baja y la més lta daban cuenta del movimiento diurnoy anual, adosado a las estrellas » Bias, y las del medio hacian que el pobre planeta describiera una curva ue Eudoxo llam6 hipépede (perdonen ustedes el nombre, pero fue idea "de Eudoxo llamarla asi) y que explicaba pasablemente, con un poco de inacién, las retrogradaciones de los planetas. EL SISTEMA DE EUDOXO Historia de las idéas-cientificas | 141 Escaneado con Camscanner Piensen en el virtuosismo matematico necesario para calcular el mg vimiento dle 27 esferas mas o menos independientes: 4 para cada uno los cinco planetas, 3 para la Luna, 3 para el Sol y la de las estrellas fj 10 piense uno como lo piense, es una hazaiia impresionante. Y adertt respetaba el mandato del maestro, Ya lo dije, fue toda una hazafia construirun sistema matemiatico de ef Lipo, un siglo y medio después de los milesios y casi contempordneamel con el sistema puramente tedrico, en el mal sentido de la palabra, de Filo Pero el pequeito problemita era que no funcionaba; perimental, por decirlo asi, Habfa sido inventad pero la ver no resistfala pruebag lo para salvar las apariench Hera que no las salvaba: por ejemplo, todas las hipdpedes si iguales, pero las retrogradaciones no; mientras que el sistema daba buen aproximaciones para Saturno y Jpiter,fallaba para Marte y Venus y, mente, fracasaba al explicar el didmetro aparente de la Luna y su variacidl pecabezas no se abandona asi porque si, por lo meng sin hacer un intento de Pero un rom ajustarlo: precisamente para ajustarlo y corregi esas anomalfas, Calipo, discipulo de Eudoxo, agregé a las 27 esferas dea maestro siete mas, que tampoco aleanzaron. El esquema, por ingeniog que fuera, asi como estaba, sencillamente no funcionaba. Y entonces llegé Aristételes, que puso sus manos en el asunto y qual ficl al giro que habfa tomado frente a la metafisica de Platén, traté dl darle contenido mecanico a toda e: 'sta parafernalia tedrica, ya que lo q le importaba no er ‘a sélo salvar las apariencias sino explicar su func namiento fisico, la transmisién del movimiento entre una esfera y ot desde la mas externa de todas hasta la mas baja. Aristételes pensé que las esferas de un planeta, asi como estaban iban a tener fatalmente influencias sobre las de todos los demas, y patg corregir ese efecto introdujo, entre planeta y planeta, «esferas compea sadoras» que corregian el efecto, con lo cual Llevé el mimero nada ments que a 55, Ni voy a intentar hacer un dibujo para no volverme loco (dl que ustedes se vuelvan locos tratando de descifrarlo), pero imaginers el infierno de'55 esferas girando en el cielo. No sabemos si para Eudi xo (fiel a Platén) esas esferas eran reales simples recursos geométricos para «salvar las apariencias»; lo importa te es que para Aristételes s{ eran reales y explicaban la transmisién 48 impulso del primer motor hasta la esfera de la Luna. : Pero encima el sistema seguia fallando miserablemente a la hora d explicar las diferencias de brillo de los planetas que, al cambiar de manef 142 | LfonaRDo Motepo ¥ NicoLas Otszevick! Escaneado con Canscanner i | far y ciclica, eliminaban la posibilidad de ser el resultado de simples fibios atmosféricos y que, por lo tanto, no podia sino implicar diferen- ie distancias a la Tierra (lo cual, obviamente, resultaba imposible si, o.se pensaba, cstaban fijos a esferas.con.centro.en la misma Tierra). ‘Eo cierto es que Aristoteles armé una esferocracia complejisima, pero o.cuenta de quesu ‘bug eraun tanto » complicado, en cierto modo claré que se ee » | -debemos en parte investigar nosotros mismos y en parte apren- der de otros investigadores, y si aquellos que estudian este tema se forman una opinion contraria a la que ahora hemos establecido, ‘debemos seguir ala mas exacta. ‘Lo cual muestra de paso que Aristételes distaba de ser dogmatico: “los que lo siguieron dogmaticamente fueron en realidad sus peores ene- migos. Una.novedad interesante mandro y sus desvarios sobre los anillos de fuego y casi simultaneamente con Filolao, la astronomfa parecia en parte, sdlo en parte y con todas las salvedades que hicimos, haber alcanzado un cierto control sobre el proble- ma de los cielos mediante las esferas homocéntricas de Eudoxo y Calipo, " Tespetando el mandato de Platén de salvar las apariencias con circulos Yesferas ideales. Que se volvieron materiales al convertirse en las 55 de Arist6teles, » que, ademas de tener realidad fisica, construan un mundo I \ r f k Asl pues, en el siglo IV a.C., apenas doscientos afios después de Anaxi- I 5 F i t 5 ‘cto movimiento circular hasta la esfera de la Luna (con la ayudita, uemos, de un pequefio motorcito inmévil adosado a cada esfera). ‘ero ustedes creen que por ventura estaba resuelto el enigma? Historia de las ideas cientificas | 143 Escaneado con Camscanner de la Tierra sobre su propio eje, con lo-cual disminufa la esfero platénico-aristotélica, al ahorrarse el movimiento diurno de las e hacia el Oeste y de la misma componente diaria de los demés a Hay quienes le atribuyen haber sugerido, ademés, que Mercurio y giraban alrededor del Sol, pero no hay evidencias firmes de tal cos: Era un giro un poco brusco, si quieren, demasiado repentino, no tanto. Porque desde Alejandria, Aristarco de Samos dio un paso! audaz atin al proponer un sistema puramente heliocéntrico: el Sol es inmévil en el centro de la esfera de las estrellas fijas, también inm mientras la Tierra completaba una revoluci6n alrededor de él en un y alrededor de su eje en un dia. El heliocentrismo de Aristarco daba cuenta mas 0 menos de los, tos, pero el movimiento de la Tierra resultaba completamente im simil. No se entendia cémo pajaros y nubes no se quedaban atrés nuestro planeta mévil. Aristarco habia calculado el volumen del Sol como trescientas ve el dela Tierra y argumentado que era natural y razonable que se movi un astro pequefio como la Tierra y no uno inmenso como el Sol (ct tamajio habia subestimado cientos de veces). Todavia faltaban mucl siglos para que naciera Guillermo de Ockham, navaja en mano. Arquimedes, por su parte, aunque utilizé el sistema de Aristarcol su Arenario, lo rechaz6 por no observarse paralaje estelar.... Par: estelar: éste es un concepto bastante importante que sera usado of veces, pot eso vamos a reponer un didlogo no escrito nunca por Plat donde vuelven a discutir nuestros amigos Glaucén y Sécrates. SOCRATES: jAcaso ves ese fondo de Arboles situado a medio estadio de aqui? Gaucon: Lo veo, como tit dices, Sécrates. Socrates: Ahora, estira tu mano, y levanta tu dedo indice de tal forma que quede paralelo a é Gtaucow: Haré lo que tt dices, Sécrates. Socrates: Y ahora cierra tu ojo derecho. Giaucéw: Lo hago. . Socrates: Ahora abre el ojo derecho y cierra el izquierdo. ;Qué ves? GLaucon: {Que el dedo se ha movido! 4 SOcRaTES: Y, como comprenderds, no se movi6. Lo que ha ocurrido es que el rayo que sale de tu ojo derecho y alcanza al arbol, lo 144 | Leonardo Motepo ¥ Nicouds Otszevickt ASSET Leowsenn a+ cd Escaneado con Canscanner Feben un Angulo distinto del que lo hace el que parte de tu ojo Rulerdo, y por eso parece que se movid respecto del fondo Nola del traductor: aqui Sécrates usa, como es obvio, la teorfa corriente de la visi6n, que postulaba que del ojo salian .¢ apresaban los objetos.] Mira, haré un dibujo. Sn: {Pero Sécrates, ti no dibujas! : Iizs:No te preocupes, es un didlogo falso. Mira la imagen que Sen la pagina. Si miramos las estrellas desde los dos extremos Grbita de la Tierra, deberia observarse paralaje. Pero no erva. Es por eso que Arquimedes rechazaré, llegado el Momento, el sistema de Aristarco. pe \ exrolacorcana 4 _ Pavdale ester Tierra Tierra (enero) *~ os Gulio) érbita terestre LAPARALAJE faa la gran distancia a la que se hallaban las estrellas, aunque este lo fue desestimado por Arquimedes. Ademés, su contempora- antes lo acusé de blasfemo, pues al meter en el cielola imperfecta Metra, cuestionaba la divinidad de aquél. | Historia dle las ideas cientificas | 145 Escaneado con Canscanner Aristarco, sin embargo, aplicé datos de mediciones a los esquei geométricos para estimar los tamafios y distancias del Sol y la Luna ( culos que hasta el momento eran puras fantasfas) y con un método iff genioso (que, por cierto, exigia una itiedicién de dagulos que no estal en condiciones de realizar sin que se deslizaran grandes errores), calcul que el radio del Sol era siete veces el de la Tierra, que a su vez era tig veces el de la Luna, Al mismo tiempo, el Sol estaba 19 veces mas lejos qi Ja Luna. Estos eran errores de medicién, no fetichismo numérico com el de Filolao 0 de Anaximandro, o la estimacién fantdstica y sin ningull argumento de Anaxdgoras de que el Sol era una piedra del tamafio da Peloponeso. Lo cierto es que la teoria de Aristarco lamentablemente no prospetg y solamente el astrénomo babildnico Seleuco siguié ensefiindola eng siglo II. El problema segufa sin estar resuelto. Hiparco y la astronomia observacional: el cielo como herencig El hecho de’ que el sistema de esferas homocéntricas no funcionara ng detuvo el desarrollo de la astronomia. Mientras los tedricos trataban da emparchar el mecanismo para salvar sus fallas, sin prestar demasi atencién a los problemas fisicos (al fin y al cabo Platén sélo pretendia «salvar las apariencias», ;no?) enredandose més y mas en la esferocraciay Jos astrénomos observacionales no se la pasaban llorando, arrastrandosé enel barro del Nilo o arrojahdose al pozo de Tales, sino que aplicabanlg geometrfa a la medicién de la Tierra y el cosmos, desarrollando ins mentos y mejorando las observaciones. Asf, en Alejandria, alambraba uno de los mas grandes astronomoy griegos: Hiparco de Nicea (190-120 a.C.), quien se dedicé a tareas te] rrenales, si terrenales se pueden llamar los asuntos del cielo, y aplicebil Ja geometrfa y los datos disponibles a la descripcién del cosmos. Fue dl primer astrénomo griego que unié las observaciones propias con lay de la astronomia mesopotamica, accesibles desde la conquista de A jandro. Por ejemplo, utilizé observaciones del eclipse de Luna de 18] a.C, para medir la distancia entre ésta y la Tierra: en Grecia el eclips¢ habia sido total, mientras que en Alejandria sélo de cuatro quintos: diferencia sélo podia atribuirse a la paralaje, y asi dedujo que la distan 146 | LeonarD& Motépo ¥ NicoLAs OrszEvicKi Escaneado con Canscanner y 83 radios terrestres (con Jas medidas mediaba entre 71 do en realidad son 60, unos ‘os 460 mil kilémetros) cuan nar con exactitud la duracién del afio, obser- ,y para determi ‘6 —joh sor- ‘amente los solsticios y los equinoccios y encontr inoccios variaban ligeramente (unos pocos s recesion de los que los equi egundos iio). Fue lo que mas tarde 8e conocid como p! yy que recién Newton explicé acabadamente. Lo cuento para Mes Ia agudeza de sus observaciones. [76 un catdlogo de 850 estrellas (otros dicen mil, pero por ciento Elenta estrellas mas 0 menos no nos vamos a atrancar los cabellos), 0 latitud y longitud respecto de la ecliptica, y su orden de mag- ‘Omprobar que se desplazaba el lugar en que brillaba, se planteé el lemma acerca de si esto no sucedfa con mayor frecuencia, y si cla. As{, dejé el cielo como herencia a todos los hombres, en de que se hallase un hombie que estuviese en condiciones coger tal legado. Bs observaciones no le impidieron trabajar también sobre los ledricos (no olvidemos el polimorfismo del sabio alejandrino): Historia de las ideas cientificas | 147 _ Escaneado con Camscanner (bueno, no exactamente a «la» solucion; pero casi). Ademas, det constelaciones clasicas, que son las que hoy usamos. LAS CONSTELACIONES Un viejo amigo aporta una idea innovadora Un gran innovador en este asunto del lento avance hacia un mod pasable de los cielos que diera cuenta de todos los problemas (fundamé talmente, la diferente velocidad con que el Sol y los planetas recorri 2odiaco a lo largo del afto y el movimiento retrégrado de los planet fue Apolonio de Pérgamo, con quien nos hemos encontrado ya cuan les presenté a las cénicas (Ia elipse, la hipérbola y la parabola como s ciones de un cono). Este buen sefior tuvo la excelente idea de descent las esferas homocéntricas y hacerlas girar no alrededor de la Tierra sig de un punto ficticio, convirtiéndolas asi en excéntricas. De esta man sesolucionaba el problema de las diferentes velocidades, ya que, desde Tierra, se veria alos astros moverse con diferente velocidad (y la demo} tracién cabal la hizo nuestro amigo Hiparco calculando una excéntri 148 | Leonaapo Motepo ¥ NicoLds Otszevicns Escaneado con CanScanner f}). La teoria realmente era bienvenida, porque aunque no tenia Asico o mecanico (giraban alrededor de un punto en el que no , cosa que hubiera disgustado a Aristoteles, salvaban las apa- Especto del cambio de velocidad, cosa que hubiera encantado da gran idea fue el epiciclo. 4 el planeta se mueve no sobre la esfera homocéntrica 0 excén- 1 en.un circulito (el epiciclo) cuyo centro (donde no hay nada) a su vez sobre la excéntrica, La curva resultante describe una 5 aproxima muy bien las retrogradaciones. EL SISTEMA DE APOLONIO, CON LOS EPICICLOS fy ', Lintento era prometedor, muy prometedor: combinando epiciclo y céntrica, se podian salvar las apariencias mucho mejor que con las es- as homocéntricas de Eudoxo-Calipo-Aristételes. Plat6n triunfaba, y el elogré armar el sistema completo fue Claudio Tolomeo (siglo II d.C.), ‘el momento de mayor esplendor del imperio romano. irictoria de las idens cientificas | 149 Eseanead on Camscamer Tolomeo resuelve el problema y marca el final de la ciencia griega Con las excéntricas y los epiciclos, el problema astronémico estaba practicamente resuelto: hacia falta armarlo y ajustarlo tanto como fue necesario, y en eso consistié el gran sistema tolemaico, que marcal lay culminacién de la astronomia griega. Dela vida de Claudio Tolomeo (c. 85 d.C.-c. 165 d.C.) se sabe pocg salvo que trabajé en la famosa Biblioteca de Alejandria, donde se dedicd a estudiar geografia, matematicas y, claro esta, astronomia. E] libro en que dio su descripcién del mundo, que llamé Sintaxigy matematica, pero que quedé inmortalizado con el nombre arabe de AE Majisti («EI mas grande») y latinizado como Almagesto, resolvia los do: problemas principales de la astronomia planetaria de una manera origi nal, En primer lugar, el del movimiento retrdgrado o en zigzag. Tomando el invento de Apolonio de Pérgamo, y siguiendo a Hiparco, supuso quel los planetas se movian alrededor de la Tierra adosados a pequefias es feras llamadas epiciclos, que a su vez tenian su centro sobre las esfera principales (deferentes) excéntricas. Al moverse esas dos esferas al mis: mo tiempo, se explicaba por qué se observaba que el planeta retrocedity cuando en realidad sélo estaba completando el circulo de la esfera mi§ pequena. Asi, la combinacién de epiciclo y deferente conseguia explicar & movimiento retrégrado de los planetas en el cielo, con sus avances Jf retrocesos. Ajustando adecuadamente el tamaiio de los epiciclos o, si hacia falti agregando epiciclos secundarios (epiciclos que se movian sobre los epl ciclos, o epicicletos), Tolomeo daba buena cuenta de las observacioné mucho mejor que el sistema de las esferas homocéntricas, que, sin em] bargo, se siguié ensefiando en paralelo. La segunda cuestién a resolver, como ya les conté, era el cambio 4& brillo de los planetas (y por lo tanto de distancia a la Tierra) y el hech9 150 | Leowanpo Motevo ¥ Nicotds Otszevicks Escaneado con Camscanner Blos viera moverse con velocidades diferentes, algo que no debia sesferas principales tenian su centro en la Tierra, como en el Aristételes. La verdad es que a Tolomeo no le temblé la mano, excéntricas de Apolonio e Hiparco: Cambie el centro de las es- fiventé un punto llamado «ecuanten: los planetas de su sistema no mo centro geométrico de sus érbitas perfectamente circulares mandato de Platon de usar sélo circulos y esferas, aunque a irse en una complejidad sin fin que acumulaba més y mds ¥yLeén en el siglo XIII, se lamentaba de que Dios no lo hubiera constiltado al crear el mundo, ya que, en ese caso, «le habria sugerido realmente y sobre todo materialmente en el cielo? Es dificil loTal vez pensaba que su sistema era una mera construccién ma- qucaapta para predecir los movimientos celestes y no se preocupaba femasiado por el problema del realismo, del mismo modo que un ar- ‘No confunde las rayas y cifras que aparecen en la pantalla de su ra con el edificio real. Pero también es posible que si creyera mente en la materialidad de las esferas cristalinas. En todo caso, lad Media se crefa generalmente en ellas, como testimonian los res sobre la dificultad que pudo tener o no Cristo para atravesarlas ero y alma» durante su ascenso al cielo. 8S Se8coino fuere, lo cierto es que Tolomeo habia resuelto finalmente el ambecebezas, y como decia Plinio sobre Hiparco, dejaba el cielo como eee? ee todos los hombres. Una herencia que no se tocé durante Historia de las ideas crentificas | 151 Escaneado con Cancanner

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