You are on page 1of 317
LA TRINIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO ARTHUR W. > WAINWRIGHT La obra nes presenta los prime- meros intentos de reflexién sobre Misterio Trinitario: cémo fue spuesta se le dio, La respues- ila no fue, ni completa ni defi- i nitiva, Los escritores del Nuevo ‘Tustamento conacian sus limitacio- ues. Tran conscientes de que ellos sélo oscuramente podfan discernir y mucho més oscuramente inter- prow la naturaleza de la vida di- vina. Esto no Jes desanimd, Aunque no habjan sido instruidos en me- lodos sistemdticos de filosoffa, no wludiecsan la ratea de la explicacién, Su independencia de las tradiciones liloséficas, el modo sensible de tra- lar las cosas celestiales, propio de la cultura hebrea, los capacita para hacer una exposicién de la obra de : Nios. a través de Cristo en el Es- piritu, que debe siempre propor- cionar la base para el pensamiento etistiano sobre Dias-Trinidad. Valimenes publicados |. Hl Espiritu Santo en fa Iglesia (Un: is TM. tr Urinidad en ef N, Testamento A.W, WaInwRicht i bombre creado en Cristo. ‘Trinidad y cteacién, S. Viernes Mn preparacion 4 (urisna, renovacion y liberacion 1. Ménuen » Dios en el pensamiento de los Padres GL. Parsee Valiciones SFCRLYARIADO. TRINITARIO Saramanes (Espatia) La Trinidad en el Nuevo Testamento Arthur W. Wainwright LA TRINIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO SECRETARIADO TRINITARIO SALAMANCA ‘Tradujo SrBAsTIAN CastRo sobre el orignal inglés The Trinity in The New Testament A la memoria de mi padre © SPCK,, London (Great Britain), 1969? Sectetariado Trinitatio Heroes de Brunete, 42 -- Salamanca (Espaiia), 1976 Depésito Legal: S. 96-1976 LS.BN. 84-400-97468 Imptime «Calatrava». Libreros, 9. Teléfono 214118, Salamanca, 1976 CONTENIDO PROLOGO ... 1 — INTRODUCCION Cap. I: El problema de la Trinidad ... Cap. _Tl: Ea Trinidad en Ia religion hebrea Cap. IIL: Un solo Dios y Padre... .. gsvcristo «Sei Fl culto a Jesucristo g y el juici jess y la creacién | ip. TX: Tests y Ia salvacién Cap. XK: El Padre y el Hijo 3 — LA DIVINIDAD DEL ESPIRITU Cap. XI: De In naturaleza del Espiritu y sw relacién con Cristo. Cap, XU: Et Espisi 4 — DESARROLLO DEL PROBLEMA TRINITARIO Cap. an: Las férmulas ternatias ... Cap. XIV: El pensamiento trinitario del Nuevo ‘Testamento 235 263 279 291 ABREVIATURAS rr Expository Times JBL Journal of Biblical Literature yrs Journal of Theological Studies LXX Setenta SjT Scottish Journal of Theology TWNT = Theologisches Worterbuch zum Neuen Testament, ed, Gethard Kittel, G. Friedrich ZNTW = Zeitschrift fiir die neutestamentliche Wissenschaft Prélogo Frecuentemente se da por supuesto que la doctrina de la Trinidad aparecié después de haber sido escrito el Nuevo Tes- tamento, » se da por supuesto también que esta doctrina es me- ramente especulativa, no esencial al mensaje cristiano, Escribo este libro convencids de que el.problema de la Trinidad surgid y tuvo respuesta en tienzpos del Nuevo Testamento; sus raices se encuentran en el culto, la vivencia personal, y el pensaniicnto del cristianismo del primer siglo. Se ha preferido la palabra "pro- blema a ta palabra "doctrina” porque no hay una declaracién formal de ta doctrina de la Trinidad en el Nuevo Testamento; pero asi como una doctrina es respuesta a un problema, del mis- mo modo aparece la doctrina sobre la Trinidad en el Nuevo Testamento. El problema de la Trinidad se presentd allt y se intent darle solucion, Una gran parie del capitulo cuarto de este libro esté tomada de un articulo con el que colaboré en el «Scottish Journal of Theology», val. 10, #. 3, setiembre 1957; » deseo manijestar mi agradecimiento a los editoves por haberme permitido hacer uso de &. Estoy profundamente agradecida al Doctor Rev, R. Newton Flew, que fue el primero en animarme al estudio de esta materia y ba glosado varios capitulos; agradecido también al Rev. Re- pert E, Davies, al Rev, Owen E, Evans, al Doctor Rev. C. Les- lie Mitton, y al Profesor Rev. Philip $. Watson, que leyeran et 9 material escrito a mdquina y me bicieron muchas y titiles suge- reuctas. Quiero expresar también mi reconocimiento @ la Sra. Ena Levine por haber mecanografiado esie trabajo, y a mi esposa por se ayuda en la correccién de pruebas y ovdenar los indices. Axtuur W. Wanwricitr Manchester Abril de 1962 10 1 INTRODUCCION Capfiruto I EL PROBLEMA DE LA TRINIDAD E] propdsito de esta obra es descubrir el origen del problema de la Trinidad en tiempos del Nuevo Testamento. Surgid este problema al creer los ctistianos que Jess era Dios, y expresar su creencia dandole titulos divinos y adjudicéndole funciones nor- malmente reservadas a Dios en cl pensamicnty hebseo. Esta creencia en la Divinidad de Cristo se manifesté tanto en los esctitos del Nuevo Testamento, como en el culto que practicaron las primitivas comunidades cristianas. Al sostener la Iglesia cris- tiana a creencia judia en Ia unidad de Dios, se suscitd un serio problema como consecuencia de creer también en la divinidad de Cristo, ¢Cémo podia ser Dios el Padre y ser Dios el Hijo y, sin embargo, ser un solo Dios? E] problema se complicé desde el momento en que el Espititu Santo fue considerade como Per- sona, que tenia una decisiva influencia sobre las vidas de los in- dividuos, .Era también Dios el Espiritu Santo? Y si Io era cémo podria Dios ser uno y tres al mismo tiempo? Estas dos cuestiones apatecieron completamente claras en el siglo segundo en los escritos de Tedflo, de Ireneo y de Ter- tuliano, Ello no es como para sorprender, ya que las declara- ciones hechas en el Nuevo Testamento sobte el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo eran de tal naturaleza, como para que susci- taran el problema trinitario en las préximas generaciones de lec- vores, Es varea nuestra investiga: si los mismos escrivozes del Nuevo Testamento eran conscientes del problema, consisten- te tanto en la forma de relacidn entre el Padre y el Hijo, como et la del Padre, el Hijo y el Espirita Santo. Extrictamente ha- 13 blando, si se hubiese presentado sélo el problema del Padre y del Hijo, habria sido binitario. Peto se trata de un problema binitario-trinitarios el punto crucial es la relacién del Padre con el Hijo; porque el problema no habria tenido importancia prdce tica de no haberse realizado la Encarnacién, Si el Verbo no se hubiese hecho hombre, no habria habido dificuliades con el mo- noteismo judio, E] tema de esta discusiin es el problema de Ja Trinidad, més bien que la doctrina sobre la misma. Una declaracién doctrinal es una respuesta a un problema doctrinal. No existe una formal exposicién de la doetrina trinitatia en el Nuevo Testamento co- mo la podemos encontrar en el Credo Atanasiano o en el tratado «De Trinitates de San Agustin. Se podria argitit que el proble- ma de la Trinidad estaba en la menie de ciertos escritores del Nuevo Testamento y que ellos intentaron darle una respuesta. Pera ninguno de sus escritos, sin embargo, se publicaron con el fin especifico de iratarlo, y la mayor parte de los indicios de que un determinado escritor abordara el problema son incidentales. No existié una elaborada o sistematica respuesta al problema. Por esta razén la palabra «problema» ha sido preferida a la de «doc- trinas, Pero ha de quedar claro que los escritores del Nueva Testamento no descuidaron por completo dar solucién al pro- blema, aunque otras materias ocupaton casi toda su atencidn. En la medida en que una docirina es la respuesta, aunque fragmentaria, a un problema, el Nuevo Testamento contiene una doctrina de la Trinidad. Pero si exigimos una formal exposicién, entonces no existe una doctrina de la Trinidad en el Nuevo Tes- tamento, La diferencia entre un enunciado formal de doctrina y una sespuesta incidental o fragmenraria a un problema doctrinal se pone de manifiesto si la forma de abordar el ptoblema trinitario por parte del Nuevo Testamento la comparamos con los credos y las confesiones de las siguientes generaciones, Hay peligro, sin embargo, de acentuar demasiado la importancia de esta diferen- cia. Es dificil determinar con precisién cudndo Ia doctrina surgié por primera vez. Si el uso de la palabra «Trinidad» es un rasgo necesario del enunciado de Ia doctrina, entonces na consta que 4 haya aparecido antes de Tedfilo (siglo segundo), que usa fa pa- Jabra griega tpidc (triada) para describir al Padre, al Hijo y al Espiritu; o antes de Tertuliano (finales del siglo segundo), que usé la palabra latina rriniras con el mismo propésito |. Pero las palabras tpté¢ y TRINTTAS no tienen en estos escritotes el profundo significado que adquitirfan? més tarde; y la doc- trina trinitaria no se configuré en su forma ortodoxa hasta més de un siglo después. Se podria afirmar que la doctrina aparecié cuando los escritotes cristianos comenzaron a usar métodos filo- soficos de investigacién; pero entonces seria dificil determinar si estos métodos estaban presentes ya en Atendgoras e Irenea o apatecieron primeramente en Tertuliano, Clemente y Origenes. Aceméas, la aparicién de la doctrina trinitaria podria provenir del uso de términos técnicos tales como oméotacee, odoin y xpodwRoy en griego, y PERSONA, SUBSTANTIA y ESSENTIA en latin, Pero todas estas palabras admiten una gran variedad de significado, y seria dificil decir qué uso particular anuncié el alborear de la doctrina trinitaria. Ea los siglos segundo y cercero una creciente cantidad de literatura se dedicé al problema de la Trinidad y las respuestas al problema se hicieron mds y mds sisteméticas, Este gradual desarrollo del pensamiento és mas importante que la introduc- cién de términos técnicos. No existe una linde histérica clara entte la era de la exposicién doctrinal sistematica y la era menos teflexiva y menos filosdfica que la precedid. La diferencia en estilo y cardcter entre los escritos del Nuevo Testamento y los trabajos de los Padres de] tercer y cuarto siglos no deberfa oscu- recer el hecho de que los esctitores del Nuevo Testamento eran conscientes del problema trinitario y se esforzaron por darle una solucién, Y ello no deberia oscurecer tampoco el hecho de que el problema nunca fue satisfactoriamente resuelto y que los més “1, Teorio, Ad Autol. 2, 15; Tenvoriano, Adv. Prax. 3. CE G. L. Prestice, God in Patristic Thought, pp. 88, 93. 2. Cf Prrsmer, ibid p. 94: Orignalmente la palabra trinidad no “expresd, en modo alguno, la unidad de Dios. Por el conirario, acentué el hecho que constiwufa él ptintipal problema con que los cristianos tw vieron que enfrencarse, El imino para expresar el principio del mono- telsmo era «monerquian. BL constantes testimonios de la doctrina no dan completas respues- tas al problema, sino que delimitan el ambito de la discusién. Naturalmente un problema ha de ser puesto en claro antes de que se le dé una respuesta. En el Nuevo Testamento es mds facil ver los primeros intentos pata clarificar el problema, que los primeros intentos para solucionarlo. Pero una solucién parece comenzar a apatecer y setia engafioso decic que la teologia trini- taria es completamente poshiblica. El problema trinitario no es puramente especulativo. Se ha dicho con frecuencia que los escritores biblicos son més bien prdcticos que especulativos, y que estén mds preocupados por la actividad de Dios que por su naturaleza eterna, El dicho de Melanchthon: «Conocer 2 Cristo es conocer sus beneficios», es citado como la clave de la actitud de los primeros cristianos. Esta interpretacidn del pensamiento biblico ha sido Ievada demasiado lejos. Los primeros cristianos se interesaron por Dios, el Padre, y por Cristo, el Hijo, como personas y no solamente como agen- tes de salvacién, Porque amaban tanto al Padre como al Hijo deseaban conocer eémo se relacionaban entre si. Sin embargo, cuando discurian sebre Ja naturaleza de Dios, la asociaban a su actividad por Ja tendencia a lo prictico de sus pensamientos. Cullmann obsetvé que en el Nuevo Testamento a la persona de Cristo dificilmente se la nombra sin una concomitante referencia a su actividad. El prélogo del cuarto Evangelio, por ejemplo, des- cribe Ia relacién de 1a «Palabra» con Dios («la Palabra estaba en Dios, y la Palabra era Dios»), y entonces habla del trabajo creativo de Ja Palabra («todas las cosas fueron bechas por Fl>)?. A los primetos cristianos les interesaba mds el mensaje de sal- vacién que las cuestiones metafisicas, y su teologia refleja este interés. Les preocupaba més la actividad que la naturaleza de Dios. En los siguientes capitulos comentaremos oémo explicaron ellos la divinidad de Cristo, en parte describiendo Jas funcio- nes que desempeiié, Fl problema ttinitario se dio a conocer y se solucioné haciendo referencia a la actividad de Cristo para con el género humano, Los cscritores del Nuevo Testamento 3. Oscan CuLemann, Die Christologie des Nenen Testaments, p. 4. creyeron que El compartia las actividades divinas de creador, sal- vador y juez. Aunque la cucstién de Ja eterna relacién del Padre y el Hijo era un asunto muy importante, especialmente para Pa- blo, Juan, y el autor de la Carta a los Hebreos, ellos dieron mds importancia a la actividad divina que a la divina naturaleza. Fl problema de la Trinidad estuvo desde el principio intima- mente unido con el culto cristiano, No fue preocupacién de sélo los estudiosos, sino principio vital para todo el culto cristiano. E] modelo trinitario est4 patente en la adoracidn del Padre, por- que al Padre se le adoraba a través del Hijo en el Espiritu, Esta fue la forma predominante de adoracién; pero atin en los tiem- pos del Nuevo Testamento Cristo fue adorado del mismo modo que el Padre, aunque probablemente con menos frecuencia, El culto al Espiritu Santo se desarrollé mas tarde*, En una época posterior el Credo Atanasiano declaré: «Esta es la Fe catdlica: que nosotros adoramos a un Dios en la Trinidad y una Trinidad en la unidad». El Credo confiesa la indole de una adoracién que ya habja sido practicada. El culto cristiano se fue haciendo tris tario de dos maneras; primera como culto del Padre por el Hijo en el Espiritu, y segunda como culto del Padre, del Hijo y del Espiritu, Sin embargo, en ef Nuevo Testamento su cardcter tri- nitario se encuentra principalmente en el culto del Padre, a tra- vés del Hijo, en el Espiritu; y, para ser més breves, en el culto del Hijo. La natutaleza del culto cristiano influencié el desarrollo del pensamiento cristiano; y, a la inversa, el desarrollo del pen- samiento influencié la naturaleza det culto, Semejante accién re- ciproca de pensamiento y culto ayuda a explicar Ia aparicién del problema de la Trinidad. Esta explicacién del acercamicnto biblico al problema de Ia Trinidad presupone que los escritores del Nuevo Testamento reflexionaron sobre el problema, Un punto de vista distinto nos da Alan Richardson en An Introduction to the Theology of the New Testament, Dice asi. «No existe en cl Nuevo Testamente ni ona 4, Esto se confiesa en el Credo de Nicea; . 3. Teer, Ant, XIV. 10; ie Legat, ad Gaius, 23. 4, Josero, De bell. Jue a 3 TJ. Ber, 1X 7. Ch Mowetnioer Lorwe, Rabbinic Anthology, pp. 769.100 2 Akiba representa el espirits del judafsmo, Cualquier herejia o cualguier cisma que haya surgido, siempre encontré un fuerte gra- po de judios que no claudicaron en su lealtad a un solo Dios. Lus petsecuciones de Antioco, el desprecio y la opresién de los procénsules y empcradores, los peligros de su propio desarrollo teolégico, y, fnalmente, el crecimiento del cristianismo les Me- v6 a afirmarse més vehementemente y a defender con més vigor la doctrina central de su fe. La pluralidad de Dios en el pensamiento bebreo Porque la religién cristiana nacié en el seno del judaismo, existen apretados lazos de afinidad entre las creencias cristianas y judias a propésito de Dios. Ambas religiones estén de acuerdo en que Dios es el creador y el juez y ef legislador del universe. Ambas coinciden en que es justo y misericordioso. Ambas con- cuerdan en que es uno. Con todo, los cristianos han tratado de olvidar, frecuentemente, los lazos de unién entre las dos religio- nes: Algunos de los Padtes proclamaron que eran capaccs de encontrar testimonios de la doctrina de la Trinidad en las pégi- nas del Antiguo Testamenw., Este desea de establecer un lazo de unién entre las dos religiones no es sorprendente. El cristia- nismo nacié en Palestina. Sus primeros libros sagrados fueron Jos del Antiguo Testamento. Su fundador era un judio. Y la ma- yoria de los primeros prosélitos eran judios de Palestina o de la dispersién. Y porque los Padres se sentian inclinados a buscar coincidencia donde habia, de hecho, diferencia, es necesario pre- guntarse si subordinaban la razdn al deseo, cuando encontraban Ja doctrina de la Trinidad en las Escrituras Hebreas, Algunos Padres se crefan capaces de descubrir verdades que permanecfan escondidas para observadores menos agudos. «Los judios del tiempo de Jess, pensaban, estaban equivocados res- pecto de la naturaleza de Dios, Ellos interpretaron mal o pasa- ron pot alto algunos de los mds importantes pasajes del Antiguo Testamento. Describieron a Dios en términos estrechos e infle- xibles, No entendieron que las palabras «Hagamos al hombre a nuestra imagens no fueron dichas en conversacién con los dnge- x» kes 0 como un plural mayestdtico. La Santisima Trinidad era In que estaba hablando. Ni entendicron ellos tampoco —con la ex- cepcidn de Filén— que los tres hombres que visitaron a Abraham junto a las encinas de Mambré no sdlo eran tres, sino también uno; y que el setafin que gritaba «Santo, Santo, Santo» en la vision de Isaias estaba aclamando al Dios trino». No hace falta volver a los antiguos Padres para encontrar este tipo de interpretacién. En nuestra propia generacién ciertos hombres de letras afirman haber encontrado la semilla, si no el desarrollado brote, de la doctrina de la Trinidad en el Antigua Testamento. Dicen que los hebreos combinaban su creencia en un solo Dios con un conocimiento de Ja phuralidad de la Divini- dad. A. R, Johnson y G. A. F. Knight van por delante en estas investigaciones, Johnson escribe: «En todo caso podemos ver cémo era posible para un cristiano judio relacionar a su Mesias tan estrechamente con el Ser divino, que permiticra esto echar los fundamentos para Ia posterior {y griega) formulacién metali- sica de la doctrina de la Tsinidad» * Knigth va més lejos que Johnson: «Pucde ser, y yo dirfa que se trata de algo més que de una posibilidad, que nuestros modernos estudios de la natu- taleza de Dios, tal como estd revelada en las escrituras hebreas, nos hayan descubierto un mucho mas claro conocimiento de Dios, como Trinidad del Ser, gue el que fue posible para aquellos ted- logos que tenian solamente la versién de Los Setenta, como fuente de la cual tenfan que sacar tanto sus conccptos como su lenguaje, cuando buscaban con avidez establecer una Teologia ctistiana sistematica» 7. Si la tesis de estos estudiosos es correcta, el Trinitarismo, lejos de ser un nifio expdsito abandonado en el pottico de la Iglesia pot los metafisicos griegos, seria por el con- trario un legitimo y honorable hijo de la religidn hebrea, cuyo crecimiento fue lento, y, en los afios del exilio, un tanto retar- dado; pero que florecié en una vigorosa vitilidad durante los cin- co primeros siglos de la era cristiana. 6. A. R. Jounson, The One and the many in the Israelite Conception of God, p. 41. 7. G. A. F. Keicut, A Biblical Approach to the Doctrine of the Trinity, p. 4. 31 Ninguno de estos estudiosos, sin embargo, ha demostrado que Ia religi6n del Antiguo Testamento fuese trinitaria o que haya una conexién directa entre la Teologfa del Nuevo Testamento y los velados signos del Trinitatismo, que proclaman habet etcon- ttado en el Antiguo Testamento, Johnson encara el problema exa- minando la visién hebrea de la personalidad del hombre, Sostiene que Jas ideas de «extensién de Ja petsonalidad» y de «personali- dad colectiva» se encuentran en la concepcién hebrea de Dios y del hombre. La ptimera de estas ideas, clasificada ahora como «extensién de la personalidad», se encuentra en la historia de la destruccién de Acin y de su casa®. En el pensamiento hebreo Ja personalidad de un hombze no se limitaba a su vida consciente oa tos hechos que afectaban su propio cuerpo. La personalidad podfa «extenderse» hasta incluir su familia y servidores, A causa de Ia solidaridad de ta familia, todos sus miembros estahan suje- tos al castigo por un agravio del jefe. De aqui que cuando Acdn fue condenado a muerte, con é] se extermind su familia, sus sicr- vos y sus ganados. Para purificarse de Acdn se creyé necesario pusificatse también de todo lo que le pertenecia. Esta idea de «extensién de Ia personalidad» est4 fundada en la cteentia de que a personalidad de un hombre se comunica- ba a través de su nombre, Ef hermano de un hombre muerto era tequetide para engendrar hijos de su cuiiada vinda pata conser- var el nombre del fallecido (Dt 25, 5), Los siervos de un hom- bre etan algo tan intimamente unido a él que se les podia diri- gir la palabra como si se tratase de su mismo duefio. En la me- dida en que fuesen portadores del mensaje de su sefior, la per- sonalidad de éste motaba en ellos *, Aun las palabtas de un hom- bre se consideraban como parte de su personalidad, Cuando Isaac bendijo a Jacob fue incapaz de revocar su bendicién. La palabra que él habia hablado era sx palabra, y seguia existiendo por de- 8. Jos 7, 24, cf. Jonson, op. cit, pp. 6-17. 9. Gn 44, 4ss., en el cual los hermanos de José se dirigen a sn mayordomo como ami seform; Jue 11, 12-13, donde a los incusajeros de Jefe se Tes habla en segueda ‘persona del singular; cf. Jouwson, ibid, pe. &10. 32

You might also like