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_ 4. La mediacion pedagogica ee Resulta de fundamental importancia diferenciar con claridad un modelo pedagégico, cuyo sentido es educar, de un modelo temético, _cuyo propésito es ensefiar. Este tiltimo hace énfasis en los contenidos ‘como clave de todo el proceso: se trata de traspasar informacién, de verificar su asimilacién y de evaluar la retencién por parte del estu- diante, Hay sistemas educativos organizados de esta manera y docentes ~ que sdlo conciben la educacién como traspaso de conocimientos. Esta misma légica esté en la base de la pretensién de hacer ciencia, de seguir un discurso riguroso que sélo avanza por acumulacién de ___ informacién. No descartamos el valor del discurso cientifico, pero entre : éste y la educacién puede haber un verdadero abismo, ya que en esta _iltima entran en juego otros procesos. No insistiremos aqui en la denuncia a los esquemas tradicionales, pero vale la pena sefialar que ___ éstos se desentienden del autoaprendizaj Por todo esto, la mediacién pedagégica ocupa un lugar privilegia- do en cualquier sistema de ensefianza-aprendizaje. En el caso de la relacién presencial, es el docente quien deberia __actuar como mediador pedagégico entre la informacién a ofrecer y el aprendizaje por parte de los estudiantes. En los sistemas de educacién a distancia, la mediacién pedagégica se daa través de los textos y otros materiales puestos a disposicién del a esl Sr 70 La med i6n pedagégica estudiante. Esto supone que los materiales son pedagégicamente dife- rentes de los utilizados en la educacién presencial y, por supucsto, mucho més respecto de los documentos cientificos. La diferencia pasa inicialmente por el tratamiento de los contenidos, que estan al servi- cio del acto educative. De otra manera: lo temitico sera vilido en la medida que contribuya a desencadenar un proceso educativo. No inte- resa una informacién en si misma sino una informacién mediada pedagégicamente. Como veremos mis adelante en los ejemplos, hay propuestas tradi- cionales de educaci6n a distancia en las que el texto base ¢s tratado sin ninguna concesién al lector, pensando exclusivamente en el desarrollo de un contenido programético; luego, con la sugerencia de algunos ejercicios, de algunas gufas didédcticas, se pretende llenar el objetivo de educacién a distancia. Es decir, la propuesta pedagégica es externa al texto. Estamos aqui ante los viejos materiales instruccionales que apuestan todo a las guias, relaciones telefénicas y epistolares, y otros “servicios de apoyo para el estudio”, destinados en realidad a llevar lo que el material no ofrece. La mediacién pedagégica parte de una concepcién radicalmente ‘opuesta a los sistemas instruccionales, basados en la primacia de la ensefianza como mero traspaso de informacién. Entendemos por mediacién pedagégica el tratamiento de conteni- dos y de las formas de expresién de los diferentes temas a fin de hacer posible el acto educativo dentro del horizonte de una educacién conce- bida como participacién, creatividad, expresividad y relacionalidad. El presente trabajo se organiza en tres fases de mediacién pedagégica: 1. Tratamiento desde el tema, 2. Tratamiento desde el aprendizaje. 3. Tratamiento desde la forma. La mediacién pedagégica comienza desde el contenido mismo. El autor del texto base parte ya de recursos pedagégicos destinados a La medi i6n pedagdaica n hacer la informacién accesible, clara, bien organizada en funcién del autoaprendizaje. Estamos aqui en la fase de tratamiento desde el tema. La fase siguiente, de tratamiento desde el aprendizaje, desarro- Ia los procedimientos més adecuados para que el autoaprendizaje se convierta en un acto educativo: se trata de los ejercicios que enri- quecen el texto con referencias a la experiencia y el contexto del edu- cando. Por iiltimo, el tratamiento desde la forma se refiere a los recursos expresivos puestos en juego en el material: diagramacién, tipos de Jecras, ilustraciones, entre otros. Un texto de educacién a distancia que se pretende alternativo deberfa cumplir con las tres fases. 1, Tratamiento desde el tema Este apartado comprende cinco aspectos: «= ubicacién teméticas ® tratamiento del contenido; « estrategias de lenguaje; = conceptos bisicoss = recomendaciones generales. Ubicacion tematica Una primera regla pedagégica fundamental es que el estudiante tenga una visién global del contenido. Esta le permite ubicarse en el proceso como dentro de una estructura comprensible y sélida, de modo que los diferentes subtemas aparezcan como parte de un sistema Iégico. Por ‘otra parte, esa visién global es un derecho de todo estudiante, ya que le indica adénde se pretende ir con el texto. a i Sd le enim ple Soe A La mediacién pedagégice ‘Muchas veces esta percepcién en cotalidad es confundida con la simple presentacién de objetivos, Ilimense terminales, especificos, cognoscitivos... Pero lo que esté en juego aqui no son los objetivos sino el sentido que el estudiante le encuentra a su incorporacién a este proceso, por el conocimiento global del mismo. Por otra parte, vale la pena reiterar una frase por demas valiosa para los procesos de educacién a distancia: “Quien no sabe adénde va es posible que no legue” Si queremos jugar un proceso educativo hasta sus tltimas consecuen- cias, lo importante es que quien va, sepa adénde va. En la visién global se insistird en la coherencia de las partes y en Jos puntos clave 0 nudos temiticos que mostrardn al estudiante la estructura basica del texto, es decir, su armazén Iégica. Una observa- cién elemental: un texto es un sistema y no un amontonamiento de temas. Esto cualquiera lo sabe, pero muchos materiales se van por la segunda linea y presentan, por ejemplo, lecturas inconexas o con una conexién imposible de ser percibida por el estudiante. Este planteamiento obliga a resaltar la necesidad de partir de nudos temiticos o puntos clave, verdaderos ejes de la columna ver- tebral del texto. En realidad, la seleccién de los puntos clave es el inico camino posible para elaborar un texto, y ésta se convierte, por lo tanto, en la primera tarea del autor. Pero aqut insistimos en que el estudiante capte de entrada esos nudos teméticos y el valor que ten- drin para la comprensién de la lectura y su autoaprendizaje, Los pasos anteriores (visién global, coherencia y puntos clave), apuntan todos a que el propio estudiante encuentre el sentido que tiene para él el tema tratado. Para ello el texto le oftecerd las relacio- nes de la temética con otros aspectos del campo profesional y con el mundo que le toca vivir (valor profesional y valor social). Este aspecto de la relacionalidad es basico para que el estudiante encuentre el sentido y, por lo tanto, la puerta de entrada al autoaprendizaje. La mediacién pedagégica 23 Tratamiento del contenido ““Por todos diablos! Habfa una vez un hombre, Ned Sullivan se llamaba, y vean ustedes qué cosa tan rara le pasé una noche, muy tarde, cuando venfa de Durlas por el camino del valle” Asi es como empieza un cuento popular, 0 por lo menos como deberia empezar, y pobre del narrador, cualquiera que sea, que olvide que su rela- to antes que nada es una noticia y que hay alguien que lo escucha y a quien debe agarrar de las solapas y sacudirlo y gritarle si es preciso hasta lograr atraer su atencién” (McLuhan, 1989), Una inicial regla pedagégica es que el autor piense en primer lugar en su interlocutor, si queremos que el educando sea sujeto de su propio proceso educativo. Esta regla de oro puede sintetizarse ast: ef interlocu- tor estd siempre presente en el texto. La pregunta es, en este caso, para quién escribe el autor: gpara sus colegas, para aumentar su prestigio, para demostrar alguna tesis impor- tante, o bien para apoyar un proceso de autoaprendizaje en el que pase primer plano el protagonismo del estudiante? Podriamos dar muchos jemplos de aurores que parten de la obsesién por el juicio de sus cole- gas y todo su esfuerzo lo orientan en esa direccién, Por eso no es posi- ble avanzar en una propuesta de educacién alternativa sin tener presente la regla de oro anterior. ‘No es casual aqui el uso de la expresi6n interlocutor, Siempre es posi- ble pensar en un estudiante receptor de informacién, pero no interlocu- tor, en el sentido de un ser activo, capaz de conducir su autoaprendizaje. El tratamiento del contenido se lleva a cabo por medio de tres estrategias: = de entrada, = de desarrollo, «= de cierre. % La mediacién pedagégica Nada nuevo inventamos con esas categorias. En cualquier libro de cestilistica pueden ser encontradas para aludir a la estructura de una obra literaria. Pero en el caso de la educacién a distancia, adquieren tuna gran importancia debido, precisamente, a que han sido los escri- tores quienes tradicionalmente han tomado en cuenta al interlocu- tor. Cuando todo se apuesta al desarrollo tematico, poco y nada se piensa en estos recursos, ya que el orden del discurso es dictado por el tema y no por las necesidades de percepcién y de accién de los interlocutores. Cada unidad de un texto se organizaré sobre esas tres categorias, a fin de lograr una estructura general y un desarrollo como si fueran un relato. En efecto, estamos poniendo por delante, como veremos cuan- do trabajemos el capitulo correspondiente al lenguaje, la narratividad entendida como la capacidad de hacer atractivo un mensaje. La estructura narrativa minima de una unidad pasa por las tres estrategias indicadas. Estrategias de entrada Segin el tema en cuestién, se puede recurrir a una gran variedad de entradas: 1 através de relatos de experiencias, = através de anécdotas, «através de fragmentos literari «através de preguntas, = através de la premisa mayor de un silogismo, através de la referencia a un acontecimiento importante, « através de proyecciones al futuro, «através de la recuperacién de la propia memoria, 1 através de experimentos de laboratorio, = através de imagenes, = através de recortes periodisticos... La mediacién pedagégica 75 Regla de oro: no es vélido invitar a alguien a entrar a través de un recurso, cuando en realidad éste lo estd expulsando del proceso. Es decir, la entrada ser siempre motivadora, interesante, ojalé ‘emotiva y provocadora, para ayudar al estudiante a introducirse en el proceso y, al mismo tiempo, hacer atractivo el tema. En una buena entrada se juega el sentido inicial que, lo sabe un buen narrador, guiard todo el proceso. Estrategias de desarrollo El discurso cientifico y buena parte del discurso educativo tradicional son desarrollados de manera lineal, es decir, proceden de menor a mayor y en forma progresiva, segiin las exigencias del tema. En cambio, el discurso pedagégico exige un tratamiento recurrente, entendido ‘como una visién del tema desde distintos horizontes y una reiteracién, siempre que la légica del proceso pedagégico ast lo exija. El tratamiento recurrente parte de la educacién como un fenéme- no comunicacional que pide la participacién del estudiante en todos y cada uno de los pasos. Dicho de otra manera, el aprendizaje nunca sigue una linea recta indefinida, sino que se va conformando por una profundizacién en un ntimero determinado de temas, conceptos y experiencias. La percepcién del tema desde diversos horizontes de comprensién nos lleva a tratar un asunto desde diferentes Angulos de mira, de modo que desde cada uno de ellos se logre enriquecer la significacién del tema as{ como sus perspectivas de aplicacién. De otra forma: los dngulos de mira y sus correspondientes perspec tivas permitirdn al estudiante involucrarse en el proceso y relacionar la informacién de un tema con otros aspectos de su vida en particular y de la sociedad en general. Este recurso constituye una de las formas privilegiadas para relacionar la teoria y la practica. Si, por ejemplo, se estudia el pH del suelo, no selo haré s6lo desde el angulo cientifico sino, ademas, desde la perspectiva de la produccién y, en consecuencia, desde lo econémico, lo social, etcétera. 76 La mediacién pedagégica Un texto construido sobre la base de un solo angulo de mira da siempre una visién restringida del tema. Otra regla de oro, entonces: la mayor variedad de éngulos de mira enriquece el texto, enriquece el proceso educative y, en consecuencia, enriquece al estudiante. Los dngulos desde los que puede ser enfocado un tema son muchos y toca al autor analizar cudl o cudles resultan mds relevantes en cada caso, Ofrecemos a continuacién un listado tentativo: = econémico, = productivo, « social, = cultural, = ecolégico, « histérico, = prospectivo, « tecnolégico, = comunicacional, » familiar y comunitario, = estético, # psicolégico, = antropolégico, = imaginario, « religioso, # arquitecténico, * lidico, = humoristico... Siempre dentro de las estrategias de desarrollo ocupa un lugar importante la puesta en experiencia, entendida como un intento de abandonar el juego de los puros conceptos que remiten a otros y asi sucesivamente. Se trata de relacionar el tema con experiencias de los estudiantes, de personajes hist6ricos, de representantes de diferentes La mediaci6n pedagégica 7 modos de vida y profesiones... Y no se trata de andar inventandos existen textos sociales en los que aparecen recogidas riquisimas expe- riencias, como biografias, relatos, leyendas, estudios antropolégicos, testimonios. La puesta en experiencia abre el camino a la necesidad de la ejem- plificacién. Los ejemplos, bien utilizados, sirven de maravillas para acercarnos al concepto y para iluminar el significado y el sentido del tema. Ese es el motivo por el cual afirmamos que todo ejemplo debe ser ejemplar. Los ejemplos permiten no sélo aterrizar los conceptos, sino conseguir una mayor precisién respecto del aqui y del ahora. En esto cabe sefialar la importancia de encontrar el ejemplo, verbal o grafico, {que mis y mejor nos acerque al tema. Saber preguntar y aprender a preguntarse constituye una de las for- mas pedagégicas més importantes de todo aprendizaje, porque una pregunta bien formulada lleva intrinseca la respuesta. E] desarrollo temético requiere de una pedagogia de la pregunta que comprende los aspectos siguientes: = tener presente que todo contenido puede volcarse en preguntas; = saber cul es el momento adecuado para formular la pregunta, de modo que se dé una implicacién con el tema y su relacién con el estudiante; = deberia haber preguntas abiertas y preguntas cerradas, segtin el tema y el momento del aprendizaje; R = cada pregunta exige un estilo y un contexto que es necesario precisar; «= existen preguntas sin respuesta, sin que por ello dejen de ser pedagégicas; « las preguntas pueden referirse tanto al tiempo presente como al pasado y, sobre todo, al futuro; « las preguntas haran referencia no s6lo al contenido tethitico sino también a los diferentes éngulos de mira. 8 La mediacién pedagogica Todo desarrollo temitico recurriré, en lo posible, a los més variados materiales de apoyo, como cuadros estadisticos, recortes de prensa, informaciones de tlkima hora... Dichos materiales serén también de confrontacién y de contraste. En ese sentido es preciso partir del prin- cipio pedagégico de que el autor “educador” no est en posesién de la verdad y no puede imponerla. Es mucho més sano ofrecer recursos para formar opiniones y favorecer su contraste, para lo cual es de gran utili- dad recurrira las més variadas fuentes de informacién y de apoyo. Estrategias de cierre Su finalidad primordial es involucrar al estudiante en un proceso que tiene una ldgica y conduce a algo, a resultados, conclusiones, compro- ‘isos para la practica, de modo que el desarrollo anterior confluya en tun nudo final capaz de abrir el camino a los pasos siguientes. Las estra- tegias de cierre son también variadas, pero la regla es que siempre habra alguna. La més tradicional, de ninguna manera descartable, es la reca- pitulacién. Pero existen otras alternativas: «= cierre por generalizacién, = cierre por sintesis, «= cierre por recuperacién de una experiencia presentada en la entrada, « cierre por preguntas, « cierre por proyeccién a futuro, cicrre por anéedotas, cierre por un fragmento literario,

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