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X CONGRESO INTERNACIONAL DE INGENIERIA DE PROYECTOS

VALENCIA, 13-15 Septiembre, 2006

APLICACIÓN DE LA SEMÁNTICA DE PRODUCTOS AL DISEÑO DE


HERRAMIENTAS MANUALES. ESTUDIO PILOTO PARA LA
SELECCIÓN DE SEMÁNTICOS EN MARTILLOS

M. Vergara Monedero(p), S. Mondragón Donés, J. Sancho Bru, P. Company Calleja, A. Pérez


González

Abstract
Product semantics is a product design methodology that emphasizes the communicative
language of the product, by considering it as a bearer of messages, desires, emotions or
recalls. In recent years, different product design methodologies are being developed which
are based on the consumer’s desires and needs, such as Kansei Engineering and others
included in emotional design or engineering. Most of the applications of these methodologies
focus on consumer products (cars, telephones, etc.) This may be so because, traditionally,
these products are required to offer other more ‘affective’ values besides functionality to the
user, who is usually the purchaser as well. A pilot study by the authors [1] shows that
commercial products (not the mass-use type) intended for professional use are also bearers
of feelings for users, in a different way depending on the interaction level with the product.
A semantic study about hand tools is being developed in this context with the help of a
national research project. Hand tools are a product that may be aimed at both amateurs
(consumer product) and professionals (commercial product). The final goal of the study is to
help to establish in what way these methodologies are useful for commercial products and
whether any differences exist in their application for each product type.
In this communication, a previous pilot study undertaken with hammers is presented, where
the main objective of which was to develop a methodology to reduce and classify the
semantic universe for hammers. A semantic differential test on 89 different hammers has
been carried out from a wide set of possible semantic descriptors of hammers. With the use
of hierarchical cluster analysis a classification of the adjectives has been obtained. This
classification allows the selection of different number of adjectives and therefore to make
studies with different level of detail.

Keywords: product semantics, hammers, cluster analysis

Resumen
La semántica de los productos es una metodología de diseño de productos que enfatiza el
lenguaje comunicativo del producto, considerándolo como un portador de mensajes, deseos,
emociones o recuerdos. En los últimos años se están desarrollando metodologías de diseño
de productos basadas en los deseos y demandas del consumidor, como la Ingeniería Kansei
y otras englobadas en la ingeniería o diseño emocional. La mayor parte de las aplicaciones
de estas metodologías se centran en productos de consumo masivo (automóviles, teléfonos,
etc.); quizá porque tradicionalmente a estos productos se les exige, además de
funcionalidad, otros valores más ‘afectivos’ para el usuario, quien normalmente es además
el comprador. Un estudio piloto de los autores [1] muestra que los productos comerciales
(aquellos que no son de uso masivo), destinados a profesionales, también son portadores

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de sentimientos para los usuarios, en distinta forma según sea el nivel de interacción con el
producto.
En este contexto, se está desarrollando dentro de un proyecto de investigación del Plan
Nacional un estudio semántico sobre herramientas manuales, que son un producto que
puede estar destinado tanto a aficionados (producto de consumo) como a profesionales
(producto comercial), con el objetivo final de ayudar a establecer en qué medida estas
metodologías son útiles también para productos comerciales y si existen diferencias en la
aplicación de las mismas para cada tipo de producto.
En la comunicación que se presenta se describe un estudio piloto previo realizado con
martillos, cuyo objetivo principal ha sido el de desarrollar una metodología para reducir y
clasificar el universo semántico de los martillos. Partiendo de un amplio conjunto de posibles
descriptores semánticos de los martillos, se ha pasado una encuesta de diferencial
semántico sobre 89 martillos diferentes. Utilizando el análisis de conglomerados jerárquico
se obtiene una clasificación de los adjetivos que permite seleccionar diferente número de
adjetivos y por tanto plantear estudios con diferente nivel de detalle.
Palabras clave: Semántica de productos, martillos, análisis de conglomerados

1. Introducción
La semántica del producto enfatiza el lenguaje comunicativo del producto y presta atención
a las relaciones y expectativas del usuario, es decir, considera al producto como un portador
de mensajes, compuesto de formas, deseos, emociones o recuerdos.
Una herramienta al servicio de la semántica del producto es el diferencial semántico (DS)
del cual se obtiene una medida para conocer el valor connotativo de un objeto o de una
imagen. Se trata de un estudio del significado afectivo, es decir, de las reacciones
emocionales que acompañan a un producto o a una imagen del mismo, y que se pueden
expresar mediante palabras. Se puede resumir el procedimiento del siguiente modo: ante un
objeto o imagen se solicita a un sujeto emitir un juicio subjetivo; el juicio debe darse
indicando la relación percibida entre el objeto y dos descriptores o adjetivos opuestos, como
cómodo / incómodo o robusto / ligero. La relación percibida no es todo/nada, sino que se
gradúa en una escala numérica. Además, no se analiza un aspecto aislado del objeto, sino
que se le pide al sujeto que relacione el producto con un conjunto más o menos extenso de
descriptores. El resultado, es una definición personalizada de las reacciones emocionales
que cada producto provoca en el sujeto encuestado. Al repetir el estudio de un mismo
producto con un número suficiente de sujetos, se puede obtener la imagen emocional que el
público tiene del producto.
El método tiene varios aspectos críticos. El primero es la selección de los sujetos a
encuestar. El segundo es la elección de los descriptores apropiados para obtener la
información deseada sobre el producto. Por último, el tratamiento estadístico de la
información recopilada es fundamental para obtener conclusiones válidas. La mayor parte
de las aplicaciones de la semántica del producto se centran en productos de consumo
masivo [2-7]; quizá porque tradicionalmente a estos productos se les exige que
proporcionen, además de funcionalidad, otros valores más ‘afectivos’ para el usuario, que
normalmente es además el comprador. Un estudio piloto sobre diferencial semántico en
centros de mecanizado [1] muestra que los productos comerciales, entendiendo por ellos los
que no son de uso masivo, destinados a profesionales, también son portadores de
sentimientos para los usuarios, y que estos sentimientos son diferentes para los diferentes
perfiles de usuarios que tienen este tipo de productos (usuario final, gestor de compra,
técnicos especialistas, etc.). Las herramientas manuales son un producto que puede estar
destinado tanto a aficionados (producto de consumo) como a profesionales (producto

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comercial), por lo que aplicar estudios semánticos a este tipo de producto ayudará a
establecer en qué medida estas metodologías son útiles también para productos
comerciales y si existen diferencias en la aplicación de las mismas para cada tipo de
producto.
Tal como hemos apuntado, uno de los problemas previos de aplicación de los estudios
semánticos es la selección de adjetivos utilizados en el estudio. Normalmente los trabajos
publicados describen con poca precisión este aspecto [8-12] siendo uno de los principales a
resolver, pues una buena selección de adjetivos determinará el nivel de éxito del estudio. El
procedimiento habitual es partir de una gran cantidad de adjetivos referentes al producto en
cuestión recopilados de publicidad, revistas etc. para hacer una selección más o menos
extensa de los mismos. Un exceso de semánticos puede dificultar la interpretación de los
resultados, un número muy reducido de semánticos puede dejar de lado percepciones y
significados necesarios para la interpretación global del producto. Sin embargo, disponer de
un número exacto y definido de adjetivos para realizar todos los estudios semánticos
tampoco es conveniente. Dependiendo de la fase de diseño en la que nos encontremos
necesitaremos un mayor o menor nivel de detalle de los adjetivos y por tanto un mayor o
menor número de ellos. Por ejemplo, en la fase de diseño conceptual con unos pocos
adjetivos podría ser suficiente, en la fase de diseño de detalle podríamos requerir más
adjetivos.
Por otra parte, en función del producto de que se trate los adjetivos pueden entenderse de
una forma u otra: la calificación como duro de un martillo puede asociarse a calidad,
mientras que esa misma calificación para otro producto como una silla puede ser sinónimo
de poca calidad. Por ello es necesario disponer de una agrupación de adjetivos diferente
para cada producto que permita seleccionar los distintos niveles de detalle requeridos en
cada momento.
2. Objetivos
En la comunicación que se presenta se describe un estudio piloto previo realizado con
martillos, cuyo objetivo principal ha sido el de desarrollar y poner a punto una metodología
que permita clasificar el universo semántico de un producto de forma que se puedan reducir
con diferentes niveles de detalle el número de adjetivos utilizados en los estudios
semánticos.
Tal como se indica en [13], considerar diferentes niveles de detalle (LOD) permite tanto
estudios sencillos y/o iniciales como estudios completos cuando se precisen. Cada adjetivo
semántico genérico debe resumir diferentes subgrupos de semánticos más detallados. El
propósito del sub-agrupamiento es permitir pruebas más toscas, válidas para detectar las
sensibilidades de los usuarios potenciales, antes de que el refinamiento nos dé una “firma”
detallada o perfil del producto candidato. Este LOD creciente evita la fatiga de la población
sometida a la prueba y acelera el proceso de conocer la opinión de los usuarios.
3. Metodología

3.1 Descripción del estudio


Se elaboró un test de diferencial semántico con un total de 35 pares de adjetivos. Para la
selección de estos adjetivos se consultaron artículos en revistas de ergonomía que trataran
sobre martillos o herramientas en general y más de 40 portales web de empresas,
distribuidores y comerciales de herramientas para extraer palabras o frases utilizadas en la
publicidad. Se hizo una primera selección de 213 frases/palabras que podrían aplicarse a
martillos, descartando aspectos tales como repuestos, horas de trabajo, etc. Posteriormente
se descartaron aquellas que hacían referencia exclusiva a partes específicas de los martillos
(mango, cabeza, uñas, etc.) o a configuraciones específicas de los mismos, dejando así

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atributos genéricos de martillos susceptibles de ser valorados a partir de una imagen. Los
atributos restantes se agruparon por similitud para eliminar también aquellos claramente
iguales (p.e. cómodo y confortable). Se eliminaron también algunos atributos que
difícilmente pueden valorarse a través de una imagen del martillo, sin siquiera haberlo
tocado (p.e. clava fácil). Finalmente se introdujeron tres semánticos, que aunque no habían
sido encontrados como calificativos en ninguna de las fuentes consultadas, se consideró
necesario incluir por la relevancia observada en otros estudios de diferenciales semánticos
aplicados a objetos de consumo (Innovador/Convencional; Juvenil/Maduro;
Femenino/Masculino), quedando un total de 35 descriptores.
En la figura 1 se muestra uno de los cuestionarios en el que se observan los semánticos
utilizados y los 7 niveles de valoración para cada uno.

3 2 1 0 1 2 3
Agradable Desagradable
Armonioso Desequilibrado
Atractivo Repelente
Bien acabado Mal acabado
Bonito Feo
Buen aspecto Mal aspecto
Bueno Malo
Clásico Moderno
Cómodo Incómodo
Compacto Inconsistente
Competente Incompetente
Da confianza No da confianza
De baja calidad De alta calidad
De profesional De bricolaje
Desgarbado Esbelto
Duradero Efímero
Económico Caro
Elegante Vulgar
Estable Inestable
Femenino Masculino
Fino Basto
Fuerte Débil
Innovador Convencional
Irrompible Rompible
Juvenil Maduro
Macizo Nada macizo
Potente Limitado
Proporcionado Desproporcionado
Resistente Quebradizo
Robusto Endeble
Seguro Peligroso
Sofisticado Simple
Sólido No sólido
Tenaz Frágil
Tradicional De diseño

Figura 1. Ejemplo de cuestionario, en el que se observan las parejas de semánticos utilizados y los 7
niveles de valoración para cada uno.

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A partir de un gran banco de imágenes obtenidas de catálogos comerciales y páginas web
se descartaron las que no poseían calidad suficiente, o la fotografía no presentaba las
características del martillo de una manera suficientemente clara. Se pretendía buscar
imágenes de martillos lo más diferentes posible entre sí. De entre las que representaban
martillos iguales pero de distinto tamaño o en los que cambiaba sutilmente la forma o el
color, se seleccionó una sola de ellas. En total se seleccionaron inicialmente con estos
criterios 248 imágenes. Para proceder a su reducción se realizó una clasificación de los
mismos en función de formas y usos: martillos de bola, martillos de uña, de punta, mazas de
diferentes materiales, macetas, martillos dobles, de carpintero, y otros. De cada una de
estas tipologías, se seleccionaron aquellos en los que la posición de la imagen reflejaba lo
mejor posible sus dimensiones y características tanto dimensionales como funcionales, así
como el hecho diferencial específico de cada uno (formas especiales, acabados singulares,
materiales, embellecedores, texturas, etc), quedándose finalmente en 89 el número de
martillos seleccionados.
Una vez elegidos los pares de semánticos e imágenes, se pasó el test a un total de 89
alumnos universitarios de Diseño Industrial, todos ellos voluntarios. Los alumnos fueron 51
chicas y 38 chicos, con edades comprendidas entre los 18 y los 33 años, de media 21.
Todos ellos habían usado alguna vez un martillo, y un 40% de ellos los usa ‘bastante’. Un
42% ha comprado un martillo en alguna ocasión.
Cada uno de ellos opinó sobre uno de los martillos seleccionado. El orden en que cada uno
opinó sobre los descriptores fue diferente.

3.2 Análisis de resultados


Todos los análisis de resultados se realizaron con el programa estadístico SPSS
(www.spss.com).
Para realizar la clasificación de los semánticos con diferente nivel de detalle se ha utilizado
el análisis de conglomerados (o clusters) jerárquicos (ACJ). Los análisis de conglomerados
[14] son técnicas de análisis multivariante que permiten la clasificación de elementos en
grupos o clusters, de forma que cada elemento es muy parecido a los que hay en su propio
conglomerado atendiendo a algún criterio de selección determinado, de forma que los
grupos resultantes tienen un alto grado de homogeneidad interna (elementos similares
dentro de cada grupo) y un alto grado de heterogeneidad externa (diferencias apreciables
entre grupos). Los procedimientos de aglomeración jerárquicos consisten en la construcción
de una estructura en forma de árbol. El proceso comienza agrupando los dos elementos
más cercanos (en función del criterio especificado) generando así el primer conglomerado.
En el paso siguiente, este conglomerado se trata como un único elemento y se unen de
nuevo los dos elementos más próximos, y así sucesivamente hasta que todos los elementos
iniciales pertenecen a un mismo conglomerado. A la representación gráfica del árbol de
conglomerados así formado se la denomina dendrograma.
Dentro de ellos, existen diferentes métodos en función de: 1) el criterio de ‘proximidad’
elegido, que puede variar desde la distancia euclídea hasta el coeficiente de correlación; y
2) el tratamiento de los nuevos conglomerados formados para los cálculos de las nuevas
‘distancias’, en ocasiones los elementos no pierden su entidad como tal dentro del
conglomerado y se agrupan por ejemplo en función de los ‘vecinos más próximos’, otras
veces se sustituyen los elementos por un ‘centroide’. En cualquier caso, la solución final
dependerá de la opción elegida, por lo que es conveniente tener en cuenta las
particularidades de cada elección en función de los objetivos del estudio, ya que los
resultados pueden llegar a ser muy sensibles al método utilizado. Para el caso concreto de
este trabajo se ha utilizado:

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1. Como criterio de proximidad el coeficiente de correlación de Pearson [14], ya que lo que
se busca es detectar ‘patrones’ en la contestación, no se busca agrupar adjetivos a los
que se contesta de todos los martillos valores más similares, sino detectar adjetivos con
el mismo patrón de respuesta a los distintos martillos. Sería un error utilizar una medida
de distancia, ya que los martillos son muy diferentes entre sí y las valoraciones de cada
adjetivo son muy diferentes en consecuencia.
2. Como tratamiento de los nuevos conglomerados el del centroide, ya que es un método
robusto que se ve poco afectado por los valores atípicos.
En el ACJ, al realizarse las agrupaciones de una en una, la estructura de árbol resultante
permitiría en principio quedarse con cualquier número de adjetivos de entre un mínimo y el
total de adjetivos utilizado. Sin embargo, hay que tener en cuenta otra cuestión para
determinar el número recomendado de grupos a formar. Si se examina la distancia (o
correlación en el método que estamos aplicando) existente entre los dos elementos que se
agrupan en cada paso, está variará de unos pasos a otros. Cuando los valores sucesivos
entre dos pasos consecutivos dan un salto súbito puede ser un buen momento de corte, ya
que se puede entender que se estaban agrupando elementos muy próximos hasta ese
momento y en ese paso los elementos o conglomerados que se agrupan ya no resultan tan
próximos. Por este motivo sólo se recomendaría un número concreto de ‘cortes’, aquellos en
los que el salto es suficientemente grande o no es excesivamente pequeño.
En la formulación del diferencial semántico en la encuesta, tal y como se observa en la
figura anterior, se han distribuido los semánticos de cada pareja indistintamente entre las
dos columnas de la izquierda y de la derecha, es decir, distribuyendo las valoraciones que
podrían considerarse positivas (o las negativas) en ambas columnas y dando una
puntuación en valor absoluto para no influir en la opinión del encuestado.
Sin embargo, para proceder al análisis, es necesario asignar una puntuación numérica
positiva o negativa a cada uno de los adjetivos del par. Esta decisión puede ser simple en
algunos de los pares de adjetivos, por ejemplo ‘alta calidad’, ‘cómodo’ o ‘atractivo’ serían
claramente positivos mientras que ‘baja calidad’, ‘incómodo’ o ‘repelente’ negativos. Sin
embargo, esta misma decisión sobre otros como ‘juvenil/maduro’ o ‘femenino/masculino’ no
es tan obvia, podría depender del producto en cuestión. Por este motivo, se hizo un primer
ACJ utilizando dos variables (o elementos a clasificar) por cada pregunta, es decir un total
de 70 variables, una por cada uno de los adjetivos simples utilizados dando la siguiente
valoración numérica: para el ejemplo de contestación de la Figura 2 la variable ‘agradable’
tendrá una puntuación de +2 y la variable ‘desagradable’ de -2.

3 2 1 0 1 2 3
Agradable X Desagradable

Figura 2. Ejemplo de contestación para un diferencial semántico

Este primer análisis permite detectar cuáles son los adjetivos positivos para este producto,
primer resultado interesante que se obtiene de aplicar esta metodología. La estructura
jerárquica que se obtendrá es la misma para las que resultan positivas como para las
negativas, uniéndose ambas al final. Esto resulta obvio ya que la correlación entre las dos
variables de cada pareja inicial tendrán una correlación de 0 y los datos de correlaciones
entre cada dos son los mismos. Por ejemplo para los semánticos agradable/desagradable y
cómodo/incómodo, el coeficiente de correlación entre agradable/cómodo será igual al
coeficiente de correlación entre desagradable/incómodo, pero también tendremos que el
coeficiente entre agradable/incómodo será el mismo que entre desagradable/cómodo. De
todas las agrupaciones posibles las primeras que se agruparán serán aquellas en la que se
agrupen valoraciones ‘positivas’ o valoraciones ‘negativas’.

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A continuación se realizó el ACJ únicamente con los adjetivos positivos para estudiar la
estructura jerárquica de los adjetivos y los diferentes niveles de corte.
4. Resultados
Los adjetivos positivos se muestran en la Tabla 1. A destacar (o comentar) aquellos de los
que podría haber duda: femenino, fino, juvenil, sofisticado.

Agradable Moderno Esbelto Fuerte Resistente


Armonioso Cómodo Duradero Innovador Robusto
Atractivo Compacto Económico Irrompible Seguro
Bien acabado Competente Elegante Juvenil Sofisticado
Bonito Da confianza Estable Macizo Sólido
Buen aspecto De alta calidad Femenino Potente Tenaz
Bueno De profesional Fino Proporcionado De diseño
Tabla 1. Adjetivos positivos, de acuerdo al primer ACJ realizado con las variables duplicadas.

5 Bien acabado
7 Buen aspecto
3 Armonioso
29 Proporcionado
4 Atractivo
6 Bonito
1 Agradable
17 Esbelto
21 Fuerte
35 Tenaz
30 Resistente
34 Sólido
11 Compacto
15 Duradero
25 Macizo
31 Robusto
8 Bueno
12 Competente
10 Cómodo
18 Estable
2 Alta calidad
13 Da confianza
23 Irrompible
27 Potente
9 Caro
33 Sofisticado
28 Profesional
32 Seguro
16 Elegante
20 Fino
19 Femenino
14 De diseño
22 Innovador
24 Juvenil
26 Moderno

Figura 3. Dendrograma resultado del análisis de conglomerados

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En la Figura 3 se muestra el dendrograma de los conglomerados formados. En la Tabla 2 se
muestra el ‘historial de conglomeración’. Se observa que en las etapas 17 y 34 se tiene el
salto de correlación de mayor valor (superior a 0.1), por lo tanto estos puntos serían en los
que se recomendaría ‘cortar’ como primera opción (se han marcado con línea continua
gruesa en la figura del dendrograma). Estos cortes nos dejarían con 19 grupos y con 2
respectivamente.
Coeficiente
Conglomerados que
Etapa (en proporción Salto x 100
se combinan
al primero)
1 5 7 1,000
2 21 35 0,984 1,6
3 14 22 0,967 1,7
4 4 6 0,963 0,4
5 30 34 0,959 0,4
6 11 15 0,914 4,5
7 8 12 0,912 0,2
8 25 31 0,883 2,9
9 16 20 0,883 0,0
10 1 17 0,854 2,9
11 9 33 0,841 1,3
12 2 13 0,801 4,0
13 24 26 0,766 3,5
14 3 29 0,761 0,5
15 23 27 0,694 6,7
16 10 18 0,693 0,1
17 28 32 0,564 12,9
18 16 19 0,521 4,3
19 21 30 0,458 6,3
20 14 24 0,424 3,4
21 8 10 0,410 1,4
22 1 4 0,402 0,8
23 11 25 0,359 4,3
24 2 23 0,326 3,3
25 9 28 0,317 0,9
26 3 5 0,300 1,7
27 11 21 0,202 9,8
28 1 3 0,164 3,8
29 14 16 0,153 1,1
30 2 8 0,129 2,4
31 9 14 0,063 6,6
32 2 11 0,032 3,1
33 1 2 -0,039 7,1
34 1 9 -0,152 11,3

Tabla 2. Historial de conglomeración resultado del análisis de conglomerados.

Si fuera necesario otro nivel de detalle se podría ‘cortar’ en las etapas 15, 19, 27, 31 o 33 en
las que hay un salto mayor de 0.05 (se han marcado también pero con línea discontinua en
el dendrograma). Estos cortes nos dejarían un número de grupos de 21, 17, 9, 5 o 3,
respectivamente. Sin embargo no tendría sentido ‘cortar’ en etapas como la 4, 5, 7, 9, 14,
etc., en las que los valores de correlación son muy semejantes.
El paso siguiente para utilizar los resultados de este estudio en otros con diferentes niveles
de detalle sería decidir para cada corte descrito el semántico que sustituye a cada uno de

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los grupos formados. En el caso de dejar un número elevado de grupos este paso no suele
ser demasiado difícil. Por ejemplo, los 19 grupos se podrían etiquetar por medio de los
siguientes descriptores: Bien acabado, Proporcionado, Atractivo, Agradable, Fuerte,
Resistente, Duradero, Robusto, Bueno, Cómodo, Alta Calidad, Irrompible, Sofisticado,
Profesional, Seguro, Elegante, Femenino, de Diseño y Moderno. Sin embargo, al considerar
un número muy reducido de grupos, como la reducción a 2 únicos grupos, la decisión resulta
algo más compleja. Para nuestro caso podríamos resumir el primero de ellos en ‘De
Calidad’, agrupando todo lo relacionado con su forma y su función (morfología, acabado,
prestaciones, interacción con el usuario), mientras que el segundo se podría resumir como
‘Innovador’, agrupando los sentimientos Emotivo-Social que provoca (profesional, elegante,
de diseño).
5. Conclusiones
Se ha presentado una metodología para la reducción y clasificación del universo semántico
de productos que se ha aplicado al caso de los martillos. Dicha metodología utiliza el
análisis de conglomerados jerárquico.
Su primera ventaja es que permite la obtención del adjetivo positivo para cada par de
semánticos necesarios para realizar un análisis del diferencial semántico.
Otra de las ventajas de dicha metodología es que permite seleccionar diferente número de
adjetivos y por tanto plantear estudios con niveles de detalle apropiados para las diferentes
fases del proceso de diseño.
Por último, en el caso concreto de la aplicación a martillos se proponen hasta 7 niveles de
detalle diferentes con 2, 3, 5, 9, 17, 19 o 21 grupos. Se proponen los semánticos que
sustituirían a dos de estos niveles, en los que cuanto mayor es el nivel de reducción de los
mismos, la dificultad lingüística de resumirlos en uno sólo aumenta.

Referencias
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[14] Hair J.F., Anderson R.E., Tatham R.L., Black W.C. “Análisis Multivariante, 5ª ed.”
Prentice Hall Iberia, Madrid, 1999

Agradecimientos
Este trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y FEDER a través
del proyecto Ref.: DPI2005-07150.

Correspondencia (Para más información contacte con):


Margarita Vergara
Departamento de Ingeniería Mecánica y Construcción
Universitat Jaume I
12071- Castellón
vergara@emc.uji.es

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