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Resins
del are septentrional resultari mas comprensible silo reliciona
mos con acontecimientos cultural y floséfieos de indole mis
genera
‘Una de ls principals corientes intelecualeseuropeas de en si-
los x1v'y X¥ fue el nominalismo filoséfico, credo por el flsofo y
tedlogo inglés Guillermo de Ockham (a. 1285ea. 1349). Ockham y
sus seguidores desconfiaban de los intentos de a escolstica medie
val por desarrollar y defender una teologiaracional y natural. Se
Tomas de Aquino y otros realists osc, la verdad de la docti-
za erstana podiaprobarse racionalmente a parte de las percepeio
nes humanas: ls conceptos universles eran demostrablesflosics-
mente, Ockham, sin embargo, no estaba de acuerdo: corte el
vineulo entre razon y teologa. Para el inglés, el ser humane debia
asumir el hecho de que sila pola conocer con cetera aquello que
percibia a waves de los sents, objetosinividuaes, los nominal
Por elo, y en un sentide muy amplio, polemos decir que el énfasis
de la pintura del siglo Xv por el detalle conereto del anand fico
coincide con el florecer de esta neva postura floc, Seria fc,
sino imposible, decir com absolut certeza que una flosofia origins
un estilo
istic. Pero poxlemos asegura, «50s, que ambos fueron
expresiin de una nueva manera de ver y de entender el mundo,
Escultura
La escultura realizada en la Europa septentrional durante el
siglo xv ayuda a la hora de defini ef tipo de sensbilidad realista
ante en este period. En los ikimos ios del siglo $1. y
primeros del Xv, un artista flamenco conocido como Claus Sluter
(1360-1406) eseulpi¢ una serie de figuras monumentales, ue re
presentaban a seis profetas del Antiguo Testamento, como base
de un conjunto de la Crucifixion, dispuesta en el centra de us
pozo (tic. 27), Los seis patriaras estin adosidos a una base he
agonal relativamente sencilla e, intercalados entre sus eabezas,
unos ingeles Horan ante la Crucifix,
se nunca sobre el conjunto. De he
referencia al episodio de manera simbiliea: sus palabras, escritas
bien delineada sobre los grandes rollos de per
mino que sujetan, predicen la venida y el saerifcio del Mesias.
1e no legs a disponer
10, los profetastambin haces
Con ello, el pozo, euya pieza central debia ser este monumental
en simbolo de Ia fuente de la
vida: la sangre del Salvador manaria sobre sus predecesores, re
:miendo tanto a éstos como alos que vinieran despues, al heber de
su agua. Pero lo mas extraordinario del monumento no. 9 sim
bolisno, pues éste ya habia aparecido en el ate n
Como haria Roger van der Weyden poco después, Shuter real
1Ia obra, Parece, sin emb:
realism del artista 65, en este €2s0,
fina respuesta de su minucioso estudio
te las propuestas posleross,expresivas
(greases), dela escutara contempo-
ina. Evidentemente, fa idea de erear
jes movigndose e intera
In emocion y decision eon
van der Weyden,
resenta Re
represe
seria atractva para un escultor. Pero
ria también insuficiente, pues la es-
ultra, Ro-
cultura seguir siendo
ivan der Weyden creé algo que, en
textraordinario: algo parecide a hes
ura, pera que, gracias ala capac
no aparezean
Fs necesario dediear cient aten=
iin al detllisma en esta obra, pues
hay en ella una unin de opwestos que
Jomina no slo este ejemplo, sino la
mayor parte del ate septentrional. No
abe duda de que las manos de la Virgen y de Cristo (r«
Suspendidas Ta una junto a la otra, resultan innegablemente tam
giles en su presencia escultérica, Estin suficientemente diferen:
pero no demasiado. Quedan, enfin, individualizadas -mu
deja en ella testimonio de su earacters
smiento, Hacen referencia a una doctrina teoligic
feonereta ~la compasidn de la Virgen y sw Hijo-, al tiempo que
tencarman la abilidad técnica del artist. Fl movimiento de as f-
guras en su conjunto responde a una necesidad tanto psicol6gica
‘como artistiea, Los euerpos de Maria y Jess caen al unisono (la
tuna desmayada, el otro muerto}; los personajes que loran en am
wget van der Weyden encarna perlee
‘mente tanto una visién artistica minucioss como un profando
sentimiento religioso. ¥ también podria ser ilustracion perfecta
de un movimiento reformista religioso del momento conocido,
cin individuales.ee
Al gual que la pintura, a esculturaseptentrional del siglo % po
sia ser de pequefio formato y de presentacion preciosista y pretenci
‘a. Buen ejemplo de ello es el pequetio Relic de Carbs el Aarecide
{6 30), realizado en oro macizo por Gérard Loyet (a. 1466-1477)
jy ofrecido por el aque borgoén ala catedral de San Pablo de Lieja
Jespues de haber aplastado los movimientos rebeldes de a ciudad.
TLoret adapt la figera de san Jorge yun donante de una pinturs rea
Tuas reinta aos antes por tin pintor de ciara del pare del duque
Carls, Jan v
‘ersconsiderida wn arte subordinado a a pintur.Asiel que habia sido
ppanepal meio de expresin del arte devocional en la Ea) Media
{uedaba relegado ahora a un segundo plano, tras las imagenes bid
Eyck, Cando Loyet reali esta obra, la escultra ya
Jhensionales a veces incluso, come es el cso de este relcario, hasta
erivaba de obras pictricas anteriores.
Realismo y clase social
no
cs de extrafiar que la Casa de Borgo y Ja aistocracia que la ro»
tdeabasiguieseninsstiendo a lo largo del siglo XV en su ostentacion
‘material, alardeando de poder pagar el elevado coste dela escultu-
ray realizacion de objetosen oro y plata ~platos, copas, coronas
¥ joyeria-, Disponemos de abundantes documentos de corte con
referencias al paso de estos objetos de unas manos a otras como
fbseqio por testamento,y las miniaruras de la vida cortesana
también ilustran este continuo exhibicionismo, Del mismo modo,
Jos tpices, sin dud la obra de arte mueble mis cara de este perio-
do, eran igualmente prerrogativa de la nobleza (816. 31). La clase
Hioy en di, el realismo del arte del siglo AV
¥y mujeres, rios y pobres, devotes y Taicos, Pero no podemos sa-
inet a ciencia ciera si esto fue asi desde un principio. Los docu
mentos de la Gpoca, ya sean encargos, earlas 0 testamentos, no d=
Imuestran que ninguna clase ni grupo de personas en conereto se
viese especialmente atraide por el Jenyuaje realist, Tampoco
contramios en la literatura seprentrional contempornea tnencio~
nes extensis sobre asuntes relacionados con el gusto 0 estilo ar
titi. :Seria posible det
ar alguna teneleneia entre los patrons
para sugerir que ciertas personas compraban mis obras de cierto
tipo que otras? Los testimonios de que disponemos resultan esca-
sos inconcluyentes, pero interesante,