You are on page 1of 6
Perna mere nove Tada la conciencia crftica del novelist solo puede sere il al Siente la nivel de las ckeciones, no al nivel de sn jstificac rnccetidad ce empleae tl forma, rechazar tal adjetivo, eonstruir este pdrrafo de cal manera. Pone todo so cuidado en la lemta bodsqueda de Ia palabra exacra y de su justo emplazamiento, Pero de tal necesidad no puede producie ninguna pructa (si no sya Neces, a posteriori). Ruega que se le ctea, que se le tongue confianza. ¥ cuando sele pregunta por qué escribe su libro, solo iene una respuesta: «Es para intentar saber por qué ruve ganas de exrbitiows En cuanto a decir a dénde va la novela, evidentemente na- die lo puede decir com certeaa, Por otra parte, es peobable que contimien exisiendo par ella diferentes caminos parslelos. embargo parece que entre ellos uno se dibuja ya con mds ntidex {que Jos otros. De Flaubert a Kafka, se impone al espirita una filiacién, que laa a un devenir. Esta pasion por descrbit, que anima a ambos. es la que se encuentra en la nueva novela de hhoy. Més alld del naturalisme de uno y del onirismo merafisco dlel otto, se dibujan los primeros elementos de una escriura realista den tipo desconocido, que est ahora saiendo all huz. Los textos presemtesincentan precisar algunos contornos de este nuevo realism, “ Un camino para la novela futura (1956) [No parece muy risonable, a primera vista, pensar que une literatura enceramente meena sea agin dfapor ejemplo, ahora posible Las numerosis teotativas, que se han sucedido desde hace treinta as, para hacer salir a relawo de sus encrucijadas solo han conducido, en el mejor de los casos, 2 obras asladas. te nos lo epite~ ninguna de es obras, cualquiera fuese su inert, ha logrdo la adhesion do un piblieo comparable al de Jnnovela brguesa, La tinea concepeion noveleea hoy en curso «s, de hecho, la de Balzac. Podefamos incluso remontarnos sin dificultad hasta Madarve de La Fayere. El sacrosanto andliss psicolégico constinuta, ya ca esa época, Ja base de coda pros presdia le eoncepeién del libro, la pintura de los personajes, el desarollo de Ia intriga ‘Una sbuenas novela sigue siendo, desde entonces l estudio de 4% Porwina nico nel tuna pasi6n -o de un conficto de pasiones, ode wna ausencia de pasidnen un medio daca. La mayor parte de nuestros novelise tas contemporancos del tipo tradicional ~es decir quellas que justamente reciben laaprobacién de los consumidotes~ podefan copia largos pasajes de da Princeuse de Clues ode Pore Goris sit, despertar las sospechas del vasto pblico que devora su produc: «iin. Apenas babria que cambiarle alin giro, o quebsar eiertas construcciones, dar agut yall el tono particular de cada quien ‘mediante une palabra, una imagen intrépida, una cadencia de frase... Pero todos conficson, sin ver en esto nada ancemtl, que sus preocupaciones de esritores dan de varios siglos. De qué sorprenderse te dice? Bl marerial la lengua france- samo suid mis que ligens modificaciones desde hace recien- {0s afios;y sila sociedad se transform poco a poco silascnicas industrials hicieron considerables progresos, nuestra civilzacion ‘mental sigue siendo la misma. Vivimos pricticamente con los imisiooshibitosy ls mismasrsticciones, morales, alimenticiss, teligioss, exuales,higiénicas, familiares. ete. Finalmente, exe el «coraaéne humane que como se sabe es ecerno Tid esté| dicho y Hegamos demasiado tarde, et. ete Elriesgo de tales cessresaumenta todavfa mds se osapreten- dor que esta nueva literatura o solo es en adelante posible, sino aque yacst viendo la luz, y que va eepresentar al consumatse- tuna revolucién més completa que aquellas de donde macieron ‘eno tiempo el romanticism y el naturalism, Semejante promesa trac incvtablemente algo de ridfcul: sora las cosas van a cambiars ;Cémo hasan para combiar? Hacia donde irfan? Y sobre todo. por qué ahora? Sin embargo, estan grande el hastio rence al arte novelesco actual -regstrado y comentace porel eonjunto dela ertica-que %6 Un comin pal noel fara wuche cuesta uabajo imaginar que este are pueda sobievivie tiempo sin agin cambio radical, La solucién que acude 2 la mente de muchos s simple: ese cambio es imposible, el are de la novela estf mutiendo, Eso no es seguro. La historia dirs, en Algunas deoenas de aitos, si los diveros sobresltos que se han registrado son senales de a agonia o de la renovaci6n, De todos moos, no habria que hacetseilusiones sobre las difjcutades de una alteraién de ese género, Son considerables. Toda la onganizacin lieraiaestablecida (desde eledivor hasta al més modesto lector, pasando por el librero y el critico) no puede hacer otra cost mis que luchar contra la forma desco- rnocida que insenta imponerse, Los epiritus mejor dispuestos hacia la idea de una transformacién necesaria, os mas prestos sa reconocer el valor de una bisqueda, siguen siendo a pesar de todo los horederos de una tradieén, Ahora bien, juzgada de manera inconsciente en referencia a ls formas consagradas, siempre una forma nueva parecerf mis o menos una ausencia de forma. ;Acaso no leemos, en uno de nuestos diccionarios cnciclopédicos mis edlebres, en elatieulo Schonberg: «Autor de obras cudaces, sin preocupacién por rele alguna? Este breve {nico aparece bajo la ribrica Misia, redactada evidentemente por un especalista. Hl recién nacido que balbucea ser siempre considerado como ‘un monstr, incluso por aquellos quienes la experiencia apa~ siona, Habré curiosidad, movimientos de interés, eservas en cuanto al pocvenit, Bowe las alabanzas sincera, le mayor parte se ditigirdn alos vestigos de los tiempos pasado, a todos exo: leans que la obra ain 20 habed roto y que la tiran desesperada- ‘mente hacia ats a Por nacna roel Puesto que, si las normas del pasado sirven para medir el presente, eambin sirven para construilo. El propio esertor, a dlespecho de su voluntad de independencia, seencuentta sieuado en una civilizacién mental, en tuna literatura, que solo pueden ser ks del pasado, Le es imposible escaparde un dfa para el oro a esta eradicion de la cuales resultado, A veces, incluso, en la ‘obraen la gue pensabaasetarle un golpe decisivo, los elementos {que més habriintentado combat parecrin por el eontzario florecor, mas vigorosos que nunea: ysl eliciead, por supcsto, «on alivio. por haberlos eukivado con tanto cele Asilosespecialstas de la novela (novelists 0 rkicos, leo ‘es may asides) serin sin duda aquellos a quienes mds costacd sapartarse del camino, Incluso el observador menos condieionado no logra ver el mundo que lo rodea con ojos libres. Precisemos de inmediato ‘que no se tata aqui dela ingenua preocupacidn de objtividad, ante a cua os nalistas dol alma (subjetiva) pueden fécilmente refs, La objetividad en el sntido crriente de trmino —imper- sonalidad torl dela mirada es enn toda evidencia ura quimera, Pero es la fiberzad la que al menos debera ser posible, y no lo es, campoco ella, A cada inscante,franjas de cultura (pzicologia, moral, mecafsica, etc) llegan a afiadiese alas cosas, Jes dan un aspecto menos exraio, mas comprensible, ms tranguilizador ‘A veces el camuflaje es completo: un geo se bora de nuestra ‘mente en provecho de las supuestas emaciones que le habrian dado nacimiento, retencmos que un paisaje es causteron 0 scalmoe sin poder citar ninguna lines suya, ninguno de sus clementos principales. Ni siquira si pronto pensamos: Todo «sto es literatura, intentamos rebelarnos. Estamos habieuados 48 Un cme pass la noel avons aque e literoeara (a palabra se ha volte peyorativa) funcione como tna grill, provista de vidios diversamente coloreacios, que descompone nuzstio campo de percepeibn en pequetios crises asimilables. Y sialgo resist a esta apropiacién sstemstin, sun elemento del muna destroza el ristal, sin haller ningun lugar en la grilla de imtecpretacidn, atin tenemos a nuesto servicio Ja cémoda caregorta de lo absusdo, que absorberé ese cargoso residuo. Ahora bien el mundo no es ni significa ni absurdo, El es simplemente. En rod exso, es es lo nis destacable.¥ de repemte sta evidencia nos golpea con una fuera frente ala cual no po- clemos hacer nada. De un solo golps coda la bella construecién « desploma:abriendo os ojos. lo imprevisto,experimentamos, conra ver ms, of chogue de esta tsteruda realidad con ke que fingimos haber acabado. Alrededor nuestro, desafando fa juris de nuestosaajetivs animistas © domésticos las cosas estén ab. Siu supesice es nit y isa, intaeta, sin resplandor curbio ni transparencia, Toda nuestra literatura no a legeado ain reducit dl inde pequefio Aagulo, ni aenuar a menor curva Las innumerable novelas filmadss que adborrin nvestrs pantallas nos offecen a oeasién de revives voluncad esta curlosa cperienca, El cine, heradero 6 rambign de la tradicisn peo logicay naturists, « menudo sole tiene por fin tansponer un rclto em inigencs: apunta solamente a imponer al espectador, por la mediaciin de algunas escena bien escogidas a signi caci6n que Ls frases del elao ya comentabsin holgadamente al lector, Peo en todo mamento sucede que el lato filmado nos sscafierade nuestro confrt interior noslleva hacia ese mundo que nos oftecs, con una violencia que en vano buseasiamos en cleo eco correspondiente, novela © gui. *” Cada quien puede darse cuenta de la naturale del cambio {que sc ha efectuado, Bn la novela inicial los objtosy los gestos que seran de soporte ala tama desaparecion completamente para dejar higa asa mera signfieaién: la sila vacia no eta ms «que una ausencia o una esperas In mano que se posa sobge bhombro no era sine seal de simpata, los barrotes de la ventana no eran mds que a imposibilidad de slit... ¥ he aqui que ahora se n¢ kills, el movimiento de la mano, la forma de los barco- tes. Su significsida sigue siendo manifera, pero, en hugar de acaparar nuestea atencién, ella esté dada como por afadidura incluso esté de mas, puesto que lo que nos llega lo que persiste ‘en nusstra memoria, loque aparece como eencial reducible 1 vagas nociones mentales, son los gestos mismos, los objets, los desplazamiemtos y los enmtocnos, a los cuales la imagen ha restituido de una sola vex (sin proponérselo) su realidad, Puede parecer extrao que estos fragmenios de realidad bruta, aque el relat cixematogrifico no puede impedirse entregarnos a sai pesor nos afecren ta tal punto, mientras que escenas idén- ticas, on Ja vide cotrenee, no bostarfan pers sacarnos Je nuestra ceguers. Todo pasa en efecto como si las convencfones dela for tografa (as dos dimensiones, el negro y blanco, el encvadre as diferenciasde escala enue los planos)contribuyeranaliberammos de nivestras propias convenciones. El aspecto un poco inhabir tual de este mundo reproducide nos revel, al mismo tiempo, cl carfter inhabirue! del mundo que nos roca: inital, él tambien, en la medida en que rechaza plegarse a nuestios hbicos de aprehension y a nuestro orden En lugar de este wniverso de las esigriicaiones» (psicolg- as, sociales, Fineonales), habria pues que intentar cons so in caine pant le novel fans tux mundo més sido, mis inmedisto. Que sea ante todo por su presencia que se impongan los objets ylos gests, y que esta presencia consinde luego dominando, por encima de cualquier tcorfa explicativa que intentara encertarls en un sistema de referencia cualquiera, sentimental, sociol6gico,fteudiano, me- tafsico, wou, En las construcciones novelescas furor, gestos y objetos tari ali ances de ser alg y estarén todavia all después, dur, inalterabls, presentes para siempre y como bucléndose de su propio sentido, ese sentido que en vano busca redcirlosal rol de ttenelios precaros, de ejido provisotio y vexgonaoeo Jos gue solo la verded humane superior que se expresé en ellos habria dado forma y de- manera deliberada-, para pronto lanaar este auxiliar moles en el olido. en as tinieblas. De ahota en adelante, por ef cootato, los objctos perderdn poco a poco st inconseancia y sus secrets, renuneiarén a si falso misterio,a es intetioridad sospechosa que wn ensayista ha llamado wel coraaén romdacico de hs cosas, Estas ya no sexi cl vago tell cel alm vaga del prosagonisca la imagen de sus torments, lasombra de sus deseos, O mejor dic sisucedeatin alas cosas servi un instante de soporc a las pasiones humanas, solo seré deforma temporaria. y solo en apariencia “como por broma~ acepcarin la tirana de las sigaificacioncs para mostrar mejor hasta qué punto siguen siendo ajenas al hombre. En cuanto los personajes de la novela, ellos mismos podrén abundaren miliples inceepreaciones posibles: sein as preoco- praciones decada quien, podrin da ugzra todos los comensaros, pscol6 gos, psiquiitricos, religiowos © politicos. Nos daremos Mpida cuenta desu indiferenci anc ess supuestes abundancia Mientras que el héroe tradicional es solicitado constantemen- a Porn mae nore te, accparado, destruide por esas intesprecaciones que) autor propone lanzado sin cesar en un ms ald inmaterial einstable, ‘cada ver més Ian, cada ver més impreciso, el hézoe futuro, porelcontrario, permanecers ahi ¥ son los comentarios los que quedarin mas alles de cara a su presencia irrefutable, aquellos apacccesin como iniiles, superfiuos, incluso deshonestos. Los elementos de prueba del drama policial nos dan, pars- Adéjicamence, una imagen bascamteexacca de esta stuacin, Las clementos recogidos por lo inspevtores ~objeco sbandonado en sitio del erimen, gesto fiado en una Fotografia, frase oda por tun tesigo~ parceen sobre todo requerir de entrada, una explica- «iG, existie sol en fancién desu papel en un asunto que va mas alld. Aqui es donde las teorias comicnzan a bosquearc: el juz de instruceidn intent esablecer un vinculo logo y necesario ‘enire las cosas; se cree que torlo va a resolverse en tin manojo| banal decausas yconsecuencias, de intenciones ycasualidades, ero la histori comnienaa a proliferar de manera ingictante: Jos testigos se comtaicen, el zeusaco malkplica las coartd, surgen nuevos elementos gue nose habfan tendo en event... Y siempre hay que volver sobre os indicios registrados: la posicion| vaca de un mueble, la forma y la frecuencia de una huella la palabra escrita cn un mensaje. Se tiene Iz impresim, cada vez ‘mis, de que solo eso es verdad. Podin ocular un mister, 0 revelal, pero esos elementos que se rfen de los sistemas solo tienen una cual sera, evident, lade esa a Asfsueede eon el mundo que nos rodea, Hablamos credo acabar eon élasigndndole un sentido, y todo el arte dela novela cn paricular, peecta consagrado a esa tea, Peco solo era una, sienplificaccn lusorisy lejos de resulta con ello mas claro, mds 2 Uncen pans le novela fos catcano, el mundo pestis poco a poco toda vida. Puesto que anve todo ex en st presondia que reside su realed, y ahora se trata, par sanco, de edifias una literatura que dé cuenta de ella. ‘Todo esto podria parecer quint demasiado rebico, demasiado itsoro, e precsamente algo no escuviera cambiando incluso Ge una forma cotal, sin duda definiciva~ en las relaciones que rmantenemos con e] universo. Por tal motivo entrevernos la respucsta esta pregunta lena de itonia: jpor gué ahora: En cfecto, existe hoy un ckmento nucvo, que nos separa esta vee radiealmense de Balzac, como de Gide o de Madzme de La Fa- verte: a destiueidn de los vies mitos dela «profundidad Se sabe que toda la lveratara noveesca deseansaba sobre ellos, nicamente sobre ellos. El papel del escrcorconsisla trae dicionalmnente en excavat en a Nacuraleza, profundizar en els, para alcanaar capas cada ver ms intimas y acabar sacando a la I alin etazo de un cutbador secrto. Habiendo desendido dent del absmo de lis pasiones humanas,enviaba al mundo cn aparienciavanquilo(e] de la superficie) menses de victoria desc dedos. ¥elvétigo sagrado que invadia entonces al lecto, lejos cde engendrar la angustia 0 la nausea, al ontario lo ranquile zabe en evant a su poder de dominio sobre el mundo, Habia preipicios, desde luego, pero gracias a valerososepeledlogos = podiasondear su fondo ‘No sorprende, en estas condiciones. que ol fenérenoliteratio por excelencia haya resdido ene! ajctivo global ytnico, que inventabareunir todas ls cualidaciesimcinas, oda lalma oculta de as cosas. La palabra Funcionaba eomo una tampa con laque el escrivor encerrba ol universo para enteepato a la sociedad iendo los misters que habia tocado con sus propios Pram mecrs ntels 1a revolucién que se ha consumado es de eovergadura: 00) solo ya no consideramos el mundo como nuestro bien, nuestra pPropicdad privada calcada sobre nuestas nccesidades y donves- ticable, sino que ademfs no creemos ya en esa profundidsd. ‘Mientras que ls concepciones esencialistas del hombre vefan| su ruin, y sustewian en adelante I ea de wcondicidn» a la de «naturalerw, a syperfiiede las cosas dej6 de ser pare nosotros a mascara de su corazén, sentimiento que era el preludio de todos los ems alli de a metafsen Por tanto, cstodoe engiaelitcrarn el que dcheriacambiay el ‘que yacambie. Constatamos, dia uasdia, la crecienterepugnan- dc los més conscientes fente ala palabra de cardecer visceral, analdgicao migica. Mientras que el adjesivo éptico, descriptvo, gue se contenta con medi situa, delimitas, defini, muestra probablemence el dificil camino de un nuevo are novelesco. Sobre algunas nociones perimidas (1957) Lacttica tradicional rene su yoeabularo, Aunque scuide mu chodecmitirjucios sitemiticos sobre alteranura(pretndiendo, por lcontraio,estimarlibremente tal o eal obra de senerdo a cricerios «nararales el buen sentido, el eotaxin, et), basta leer sus aniisis con un poco de aenciéin para pronto ver aparcer una red de palabras caves, que revelan sin lugar a duds un sistema, Pero estamos tan habituados a escuchar hablar de epereonaien, dle atmésfera, de

You might also like