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Los fantasmas de la pantalla tienen quizd otra cosa ‘para enseharnos que sus fdbulas de rsasy ligrimas: tuna nueva concepcién del universo y nuevos misterios en el alma. A veces bueno, a veces malo, Dios es la fuerza de lo que ha sido, el peso de la adguirido, la voluntad conservadora de un pasado que pretende perdurar. A veces malo, a veces bueno, el Diablo personifica la energia del devenir, a exencial movilidad de la vida, la variancia de un univers en continua sransformacin, la airaccién de un porvenir diferente y destructor tanto del pasado como del presente. Abramos el proceso. Elcine se declara culpable Jean Epstein JEAN EPSTEIN EL CINE am KS DIABL® Forma y movimiento Es una perogrullada: el cinemat6grafo no es hoy lo que era ayer ri lo que seré mafana; no es sino que deviene sin cesar, difiere continuamente de s{ mismo. Comenzé como juguete cientifico, como pasatiempo de laboratorio. Luego fue un fenémeno de feria, perfeccionamiento de la linterna magica, y ya tenia mala reputacién: sele reprochaba abismar la vista. Sin embargo y muy pronto, se instalé cde modo permanente en la ciudades para servir de divertimento a los nifios ya sus criadas. En Francia, fue en 1908 que el cinematégrafo se animé a anunciar, por primera vez, su pretensi6n de ser un arte destinado a conmover a un piiblico normal de adultos. Los hermanos Paul y André Laffitte fundaron entonces Le Film dr, y en numerosas

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