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El hombre que queria la guerra Apoyado en un moderno arsenal soviético, el general Velasco Alvarado provocé entre 1973 y 1975 la mayor crisis militar del siglo entre Pert Chile y estuvo al borde de invadir Arica.; tar, y rogresivo deteriora de quien fuera apodado, 1 su 6poca de gloria “Juan sin miedo" En sus manos, que ahora temblaban por la nfermedad, se habia acumulado todo el ader con que tn hombre pudiera sofa. En voluntad, que ya flaqueala, se concentra el destino de in gigantesco poder militar cign construido, Y en su corazén, atin ani ba aquel viejo deseo de recuperar los teri rios perdidos por Peri en la Guerra del sffico. Juan Velasco Alvarado, el soldado | so que habia ilegado a Presidente, conti- taba siendo para muchos, y a pesar de su alograda salud, el nmbre que queria la frta con Chile Frente alla historia nndrfa a otro hombre, ro militar. La fuerte luntad de Velasco se fa enfrentada con la : un uniformado de recha, que también rigia con mano férrea sdestinos de la nacién {J ina, Su retrato -de icojos oscuros y larga fi a militar- habia dado vuelta al mundo 2cos meses atris al tocar al gobierno de sivador Allende. Y inque dentro de las ioridades del General ugusto Pinochet no puraba un enfrenta- iento bélico, desde el nanecer del i] de sep- bre de 1973, sus ojos estuvieron puestos | la frontera peruana, extremando la vigi- | neia. La propia experiencia militar de nochet, que habia hecho la mayor parte de carrera profesional en el norte, serfa vital 1210s dificiles primeros afios de su gobier- » cuando el fantasma de la guerra estaria empre presente con Pert. Laestrecha frontera de 30 kil6metros que para a ambos paises se convertrfa en una las zonas mis militarizadas del continen- ‘Chile -en forma absolutamente secrets prepararia para la guerra. La larga y exte~ vante crisis sera la mis grave en Ia historia -ambos pafses, desde que a fines del siglo sado terminara la Guerra del Pacifico, Se virfa una virtual situacién pre bélica, y ientras la prensa internacional denunciaba inminente peligro de guerra en Sudaméri- , ambas naciones se envolvieron en una jnumental carrera armamentisa Para Chile, el duro hombre del Palacio de varro era la causa de todos los peligros que cernian sobre el pas. Por una de esas ito as del destino, habfa sido un barco chileno el “Imperial” quien llevara desde el norte I Perd hasta Callao, 45 aos aris, de poli- 76n en Sus bodegas, a un pobrisimo mucha ccho de 19 afios que sofaba con ser militar Asrancando de la miserable vida de su pue- blo de Castilla, donde el padre plomero no alcanzaba a alimentar ala numerosa familia, Juan Velasco Alvarado llegaria desorientado ¥ solo ala gran capital, Ali serviria durante ‘un aiio como soldado raso. AL ao siguiente, «n 1930, iniciarfa una carrera militar que cul ‘minaria en 1968, en el sill6n presidencial Si bien el autor holandés Dirk Kruij sos. tiene que “Ia carrera militar es el camino semejanas dea amin con Estados Unidos mds seguro a la Presidensia del Pera”, y desde inicis de siglo hasta 1980 sélo wn Presidente eivil loge terminar so period de gobierno, e goipe que derribs « Belain de Tery en detbre de 1968 no fue una dic tadura més. Desde el momento en que el Gencral Velasco enfrent alas camaras Je televisign diciendo “sudaremos por el Peon el pais comenr6 a vivie wna revolo cin dunea antes Vista, Veins coronelesy | eres nacionalistas de izquierda inicia ron un “experimento con I sociedad oxo | Sifucra un par de medias vieja que se pc: den lavaryplanchar dia uno de elon. Los cambios -que incluirfan el mayor | rearme militar de st historia estan dest | nados a modificar dristcamente Ia dad pervana La ms radical reforma agraria | dde America Latina, después de la cubana. | repartiria 5 millones de hectéreas del pais. | Se nacionalizara el peteo, la miners Ia pesca y la banca. Se expulsaria a isin QUE PASA,S de 0 de 1993 [militar norteamericana,y may Ts tia hacia los pases dela Sita soe Un nuevo proveedor, Ia Unign Sovistic comenzara a grvitar en ln escena nacio nal. La prensa sevfanacioalizada y amor dazada, ¥, como dijo el historiador pervano Pablo Macera, “el miedo cambig de clase | soci Los sectoes mis poderosos espera | ban semanaimente con pavor la publicasion del Diario Oficial para ver qué nuevas ‘medidas se toma conta ellos Inserto dentro de un fendmeno co ta de militarismo progressta-que en esos aos inciuia a Omar Torijos,en Panam Juan Tosé Torres, én Bolivi-, Velasco fue of ese ise dem “22 movimiento que ya | eva varias dendas hindose en los Inepirados por un ardent nc ) dios Militares- donde sde los anos 50 se a forja la pequetia elite sta que se el poder, y Tiberacign y en autores, tas y nostélgicos del imperio incaico, este grupo estaba convencida que sélo un gobierno de las Fuereas Armadas de sapaz de realizar los enormes tructurales que necesitaba la racic, Juan Velasco Alvarado, entonces Comandante en Jefe del Ejército, seria el paladin del nuevo movimiento que al | ba erradicar la injusticia en el Pend. Perc | también era el hombre que queria recons | truirla intogridad nacional, con un pais fuer- | tey seguro. Para esto ultimo se upoyab un nacionalismo basado en el pat militar. Desde el primer momento, se mezcl6 a ambiciin de cambiar la estructura soeial del pais con lade construe un poder militar enorme, que de darse la ocasin-se put | ran reconguistar los terrtorio perdido la Guerra det Pacifico, fuente de gran trae nal, “Aunque no se manifiesta publicamente -serbira en 1970 elm peruano Vietor Villanueva el deseo de des Guite existe en las fas dei Ejéreito. Es un Sentimientoittimo, el oficial rumia calla | samente su desesperanza compara constan ‘La utopia armada camino de Juan Velasco Alvarado hacia el socialismo y el Palacio Presi- dencial de Pizarro empez6 a ser pavimentado en1965, cuando tres movi rmientos guerrilleros inspirados en la revolucién cubana iniciaron la lucha arma- da en Perd, Para frenarlos, el Presidente Femando Belatinde Terry le orden al Ejército combatirlos. Si bien los militares cumplieron la tarea, muchos de ellos saron a compartir el diagn6stico sobre el Peri hecho por la guerrilla: un pais Ge indios hambrientos que, sin reformas estructurales, jams podria encontrar la senda del desarrollo. ‘No era extrafio que la realidad peruana provocara rebeliones. Solo en Lima y otras pocas ciudades existia la presencia del Estado. Enormes territorios uedaban sin gobierno ni autoridad, poblados de campesinos miserables, anal- fabetos y sin educacién. La - 7 clase media précticamente no existia y gran parte de la tierra pertenecfa aun 5 % de Ja poblacién, quienes tenfan su voz a través de los parti- dos politicos. “Todos noso- tos. ibamos sabiendo vuerda e] General Valdés Palacio- los abusos a que FESS estaban sometidos los cam- 234 pesinos. Les daban las tie- rras, un poco de semilla y tenfan que dar una parte de la cosecha, pero le entrega- ban terrenos de puras pie~ Gras. Incluso, se Hegaba al extremo de probibir el cole- gio”. Muy luego, la elite militar comienza @ sostener que estén eliminando la gue- rilla, pero “estabamos dejando lo que produce la guerrilla” A esie consenso se le agrega el hecho de que la casi totalidad de los coroneles que dan el golpe con Velasco Alvarado -y él ‘mismo- provienen de una clase social baja, de ciudades al interior del pais y que haa vivido en came propia la crisis de los afios 30 y la realidad de un Pers oligir- quico. EL giro socialista que Velasco Alvarado le imprime a Peri tiene una segunda y gran ventaja para los militares: integrarse @ la lista de clientes de Ja industria beélica sovietica, dispuesta a otorgarle material que los Estados Unidos jamas le facilitarfan, Las metas del desarrollo y de la revancha con Chile convergen en el mismo camino. Incluso hay sectores peruanos que sostienen que lo que prevale- cid en Alvarado a la hora de encaminarse por el socialismio fue -més que el desa- rrollo- su bisqueda de poderfo militar. ero una de las principales causas del fracaso de su proyecto fue el rearme desenfrenado, Los siete afos del gobierno de Velasco, que nunca incluyo a nin- sn civil en su gabinete, culminarfa en una grave crisis econémica que obede~ Cid en gran parle a los gastos de defensa. El incremento anual de los gastos en sa fue, en términos reales, entre 1970 y 1974 de un 7,2 %. Dentro del pre~ supuesto total del gobierno central, en 1975 mas de un 19°% se iba a Defensa. ‘emente cifras y ested Peri y Chile. Ei sentimiento de revancha ha sido transmitido por la “generacién de la derrota’ por medios imperceptibles, muy sutiles. “ Como sostiene otro analista perua: no, todo militar ha aspirado siempre a la], “revancha”, y ésta ha sido tradicionalmente un “objetivo nacional” en su mentalidad. Es en el propio centro intelectual del CCAEM donde se fragua la base ideol6gica para el mis audaz proyecto de moderniza- cidn de las Fuerzas Armadas y equipamien- to bélico, que Velaseo Hlevaria a cabo. Una vez consolidado el gobierno, el entonces} Comandante General del Bjército, Edgardo Mercado Juri -“un antichleno elegante, de reputacin intelectual, pero que vive para la revancha con Chile”, Segtin un diplomatico chileno de 80s as-elabora un plan que rect be a inmediata aprobacién del Pre- sidente "Tras un dificil primer aio en el), poder, e] hombre fuerte del Peril ogra’el apoyo popular con sus medidas radicales, Realiza enormes concentraciones donde se le corea) Pueblo” y “Velasco| 1". Se ha impuesto, tam- sobre los seetores militares mis conservadores: con una pistola sobre el escritorio lograrfa en 1969 ue los renuentes miembros de la Junta lo confirmaran como Presi “dente, cuando debia pasar a retro. ¥ mantiene una férea autoridad sobre sus ministros, la que se traduce en] aque -segin su_asesor, General Val- dés Palacio- nadie ose discutirle 0 J defender sus puntos de vista en las reuniones} ministerales. Al iniciarse los afios 70, Juan Velasco Alvarado ya esta listo par la gran aventura de construe su poder bslico. ‘Con un gasto militar que en Ia década leanzaria, segin el propio gobierno, a mill rnillones de délares, pero que publicaciones especializadas estiman entre 2 mil y 4 mil millones de dares, desde 1970 el Per lide-) 16a lista de los paises compradores de arms) ‘en el continente, | En 1968 fue la primera nacién en acceder} alos mercados europeos en busca de aviones| de combate altamente sofisticados. Dos as después se iniciria una inguietante amistad] al abastecerse de material bélico en la Unio} Sovigtica. Muy luego, Peri se convertiria en cl primer cliente Iatinoamericano de Mosci. Después del terremoto de mayo del 70, ‘donde en el norte del Peri murieron 65 mil personas, Mosc, por primera vez en su his) tori, se integré ala ayuda humanitaria inter nacional, y envié tres helicépteros militares} ‘General popular: enunapreocupacion por a fuel motor desu erincl soe QUE PASA,3 de julio de 1993 1974-1975 Tanques Aviones de 60.000 | 54.000 Crecimiento de las Fuerzas Crecimiento de las Fuerzas Armadas en Chile 1973 47.500 hombres 8 1975: 60.000 hombres * tary Batance Armadas peruanas 19 : 50. 000 hombres. hombres en armas 100 mil habitantes 1978: 125. 000 hombres. 7,5 hombres en armas / 100 mil habitantes Promedio regional: 4,4 hombres ¢/ 100 mil hab. Promedio mundial: 6,2 hombres ¢/ 100 mil hab. "ournal of Btenseané Diplomacy | ra ayudar alas labores de reseate, Estos le rfan regalados a la Fuerza Aérea Peruana, Jesde ali se iniciarfa un estrecho lazo, que Lima le permitirfa adquirir las sofisticadas mas que Estados Unidos le vedaba por sus antes relaciones, y por el deseo de mante~ un equilibrio estratégico en la regién. ‘Con préstamos sovisticos a largo plazo y baja Casa de interés, Pert inicio sus 6rde- nes de compra en Mosed adquitiendo 200 tanques. T54 y TSS, los que a lo largo de la década llegarian a ser cerca de 400. Aviones de combate sofisticadisimos, artillerfa pesa da, cafiones antiagreos equipados con rada y lanzacohetes, sistemas de misiles tierra aire, bombarderos supers6nicos y artileria pesadla se irfan acumulando atio a afo en los regimientos peruanos. La Fuerza Aérea peruana obtendria un poder de fuego que la canvertefa en una de las més poderosas del continente, superando en una relacidn de 2 Tala chilena, Y muy luego, la hasta enton- ces débil Marina iniciarfa'un crecimiento explosivo -con adquisiciones en Europa- aque la convertisfaen una considerable fuer- Sélo entre 1972 y 1973 el stock de arma QUE PASA,3 de julio de 1993 39 bos siosou Jana TION) “2c | USS 609 millones en 197; | de uopas desde Lima hacia el sur, y | nes recién adquitidos. En 1970, la Divi- | nel. Cuando Chile apenas alcanza a reunir ‘mento en el pais casi se duplicaria, Segin un estudio del cientista politico chileno Emilio Meneses, el material bslico perua- no subirfa de USS 388 millones en 19724 En diciembre de 1974, la revista alema- ‘a Stern publicé un articulo donde soste- nia que “Ia cantidad de armas entregadas por Rusia a Perd iguafa aquella que fuera cos a Vietnam del Y ccitando un documento secreto en su poder, la revista agregaba: “Ia com- rade armas por parte de Pert esta dirigi- | | a contra Chile Para los militres chilenos, sin embargo, no se necesitaba ningun informe secreto para legar a la misma conclusién: todas las ‘nacional a ls soidaridad ideolégica o antiim= perialista" sein un analista peruano. El dic tador peruano se enorgullecfa especialmente de su amistad eon Salvador Allende, e inclu so ano de sus ms cercanos colaboradores - 1 General Meza Cuadra- le decia “Allende” por su parecido fisico con el mandatario, El propio Presidents chileno estuvo de visita en Lima, y cuando Estados Unidos amenazé a Chile con el embargo del cobre nacionaliza- do, Velasco le ofrecis hacer pasar como pperuanos los embarques chilenos. Estados Unidos ocupaba un lugar privile- siado cn Ia lista de enemigos de Velasco Alvarado, Simplemente odiaba a ese pats = ‘donde no existe la democracia”, leg6 a decir y certaba filas con cuanto gobierno lti- ‘compras de armas se habjan ido acumulan- do en el sur del pais, mirando aa frontera con Chile. Si bien histricamente la nacion ‘eeina habia tenido su mayor coacentracién nicién de Arequipa era la mis poderosa del pais, el desplazamiento gue estaba ocu sriendo era mis que alaemante En los primeros afios de los 70 todas las, lunidades del sur peruano duplicaron su contingente. Batallones de infanteria y arti- Ierfa se desplazaron desde la regign cen- tral hacia el sur. En el dea de Arequipa- Tacna se organizaron dos nuevas batallo- nes de tangues, cada uno con 50 unidades, | ¥ se instalaron también poderosos cafio- sin de Tacna pasa a ser blindada, y queda al mando de un general en vez de un coro tun general de Tquique hacia al norte, en el lado peruano ya habsan cinco. «a tinica zona donde Peri podta usar sus varios centenares de tanques era en la frontera de 30 kilmetros con Chile. En sus otros limites, la geo- grafia no permitia la utlizucién de blindados. La inteligencis militar chilena también iba analizando otros hechos: Peri | | nunca ha tenido interés en modificar sus fronteras con ningdn airo vecino; se acer- caba el centenario de la Guerra del Paci co, y todo el armamento que adguiria era de tipo ofensivo. Es decir, Lima compraba armas que se utiliza més para atacar que para proteger un territorio. Todo levaba a pensar en Ia agresién. Hasta 1973, sin embargo, desde Lima se | jug6 un doble juego: rearme acelerado y | estrechas relaciones con Chile. Mientras Velasco se preparaba para la guerra, “subor ing aus sentmentos de revindencién | “Si Velasco hubiera aprovechado la debilidad chilena tras el golpe, el Ejército peruano habria llegado mucho mas alla de Arica”. (Frase de un general (R) chileno.) noamericano se desviara del tuelaje norte mericano. Ese sentimiento proventa, segtin fuentes chilenas, de que el general habfa ere- cido muy cerca de las reas gue le impedian a Jos peruanas entrar alsa de las multinacio- nales norteamericanss. Al llegar al poder, no s6lo se enfientésistemsticamente con Wa hington, sino que tambign su nacionalismo lo llevaria a exigir que todos los visitantes hablaran en espafo. "Los idiomas extranje- | ros loshablo en el extranjero”, decia Velasco, que dominaba el inglés y e francés. Con la caida de Allende, no quedaba nin- in tipo de afinidad ideol6gica capaz de contenet los fmpetus belicistas de Velasco Alvarado. A partir de entonces, la amistad peruano-soviética tomé un siniestro perfil, ‘en el sentido de que a Mosed ahora le inte- Tesarfa especialmente armar a un pais que ‘deseaba enfrentarse con Chile. Segtin todas las fuentes chilenas, Velasco Alvarado per- di su oportunidad en septiembre de 1973, "Si Velasco hubiera agredido tras el golpe, ‘con todas las fuerzas chilenas voleadas hacia | el interior, el Bjérito peruano habria llegado | J (QUE PASA,3 de julio de 1993 ‘mucho ms allé de Arica”, admite un gene- | ral (R) chileno, En todo caso, seis meses antes, Ia salud | el Presidente peruano habia empezado a eclinar. El amanecer del 23 de febrero, Juan Velasco Alvarado fue Hevado de uurgencia al hospital, donde después de pasar varias horas al borde de la muerte, se Je amput6 una pierna. Aquejado de un com- plejo mal de circulacién sanguinea -un | ancurisma adrtico-, no s6lo se alejarfa del poder por un par de meses sino que lo peligroso-, cuanda volvié al gobierno, el hombre ya serfa otro: frente al estupor de | sus colaboradores, su deterioro no sélo seria fisico sino tambign mental ‘Sicol6gicamente daflado, y -segin todos sus colaboradores- con una arteriosclerosis gue avanzaba inexorablemente, desde ese, | ao se combinaria en el sillon presidencial del Pert la vieja mano dictatorial con una ‘mente cada ver mis ofuscada. El dramético relato que escribiera su colaborador Carlos Franco sobre ese periodo, muestra a un hom: bre que sufte la soledad del poder, se aisla con violencia de Ios colaboradores, volvign dose “agresivo, desconfiado ¢ intolerante”, En todos ve a un conspirador. Incluso, en una ocasién, su ira To leva a golpear en la cara.a uno de sus generals. El reducido y cohesionado grupo de militares progresistas comenz6 entonces @ escindirse, y, aunque en la ciudad de Tea aparecié un letrero que rezaba: “Cuando un valiente gobierna, qué mierda importa una pina’, fue el comienzo del fin del proce: So, que culminaria con el derrocamiento de Alvarado dos aos después. Alperibirsu muerte ya cercana,a Velas: co no séio lo embargan penosas reflexiones| sobre lo que su gobierno no habla podido| hacer por los pobres. Empieza también a pasar revista, en forma frenética, a las medi- ddas que podria tomar para “dejar alguna seguridad al pueblo”, una ver que él altase La urgencia de coneretar su obra, més si inestabildad sicoldgica, fue vista con alarm en Santiago. Existen versiones que afieman ‘que -justamente- fue la enfermedad de Vela co 10 que impidié la agresién bélica conta Chile: un alto personero boliviano sostiene tener pruebas fehacientes de que sélo sy Aeterioro fisico detuvo la guerra. Ea la Can cillerfa chilena se percibia que el nuevo Velasco era ain mis peligroso, EI hombre se habia vuelto un ser “impredecible y desa tinado que, gozando de un gobierio muy} autoritatio, era capaz de tomar cualquier medida inesperada’, confidencia un ato per} sonero de la Cancillesiaen esos aos.) La alarma silenciosa ‘Sin que se filtrara nada a la prensa, entre 1974 y 1975 Pinochet ‘duplicé el gasto de Defensa, aumenté a dos aiios el servicio militar, multiplicé por ocho el contingente en el norte y ordené el mayor | esplazamiento estratégico de la historia moderna de Chile. | [ poder militar. con centenares di | | como punta de lanza, inguictaba tanto | | jue gobernaba Pert. | | habian eliminado los subsidios | en Santiago se estrenaba | la obra de teatro g¥ qué hace- | ‘mos durante el toque?, se usaba Ja minifalda y se leia soby caso Watergate, en las carret ras del norte, la vi larga fila de camio | bajo et sol, Habia comenzado y los chilenos vivian un durisimo ajuste | econémico. Se habian celebrado los seis meses del far entonando n asiento en Arica, en 1975. tun enorme movimiento militar ‘embajadas y los, “Faltaba solo i mantendsfa en el més estricto secreto y| | derechos humanos sacudian al pais. le, cualquier roe isha aparecido en| | Pero los militares encargados de la defensa tenian sus ojos puestos en otro Chile, con seis meses de gobierno| | frente, Menos de un mes despues de asi- | a tun pais dividido por un gran | | mire mando, el General Pinochet vis Arica, y a lo largo de 1974 y 1975 iria s mas, La presencia del enorme hacia el norte. Ui de aito y medio. Todo se lle- vaba y se trasladada, Los viejos fusiles imientos del norte ser cambiados por e} | xrque pod ‘enormes cantidades de hombres fueron a | acampar en el desierto durante meses, | para después construir lo necesario. Hubo | | noevos enrolamientos en todo el pals, os intes de Ios regimientos comple- | | on sus cuadros -que licarfa el ntimero de sol e dos afas, el niimero de soldados en el Noste se ‘ocho. Todo, ineluyendo I sirvi6 para alojar a est ie hhumana que, en resumidas cuen- | tas, iba a hacer de “colchén’ frente a los | amenazadores tanques peruanos | Fuerza Aérea iniciaba la | Pinochet one Nat: sete vistas Arica etre 1873 1975 para reviaranpiaions secretss de bases mltars, coma la base area de | Chucumata, cuyasistalacioes fueron | malieadas pr der | QUE PASA,3 de julio de 1993 4 [ construccién de la nueva base de mata, en las cercantas de Iquigue -muti- | plicando por diez sus instalaciones-, por | | | los mares. os s¢ realizaba el mismo | | movimiento, Toda la Escuadra, sus sub-| tmarinos, y las fuerzas anfibias se esta-| | | cionaron desde 1974 en adelante de Puer- to Aldea hacia el norte, Buques con municiones y buques-hospitales se fon- | dearon en recodos de bahias y ensena: | | das: los oficiales fueron lamados a sus | puestos, completindose las dotaciones de | fos barcos. En muchas ocusiones, cuando 1a crisis se agudizaba, la Excuadra enfilé hacia el norte, “Fue una larga crisis", evoca el Almirante (R) y actual senador Ronald MacIntyre, en ese entonces Secrecario General dé la Armada. “Habis | un alistamiento diario, Vivimos en per- manente alr Las estimaciones chilenas habla! un 70 Ge de posibilidades de ira I ra, Pero el mayor problema para el pais era la mejor posicién ofensiva que iba tomando Pera, que Hlevaba cinco aos de | ventajaen la adquisicién de armamento, | Reuniendo todos los tangues chilenos, no se_alcanzaba a completar una sola uni- | dad. La escasez de municiones era al que | | | un oficial de blindados en Antofagasta | eouerda haber disparado sk til de adiestramiento en todo el afio 1974, La misgua pobreza hacia que los cabos aprendieran a disparar tanques con un “engendro” inventado en los cuarteles, una bala de madera con un caiién de 23 ‘mm por debajo. ‘La vulnerabitidad de Arica era inmen- sa, Si se desataba la agresién, nada deten- drfa el avasallador paso de las fuerzas peruanas por las planas extensiones nor~ teflas. “Era llegar y acelerar, no més”, recuerda un militar, Chile inici6, entonces, el mayor gasto de Defensa de las dltimas dos décadas. A pesar de la dificil situacién econémica, el ‘gasto militar salt6 de un 3,3 % del PGB en 1973 a un 5,3 % en 1974. Al afio siguiente se empin6 al 5,7 %, Una cifra definitivamente alta para los pardmetros latinoamerieanos. Ni siguiera en la crisis de 1978 con Argentina, cuando también estuvo al borde de una guerra, Chile vol- verfa a gasiar tanto en Defensa, Pero en ningiin caso esas sumas fue- ron suficientes para cubrir las necesida~ des militares del pafs. En una figura legal sin precedentes, el gobierno chileno auto- riz6 en 1974 a que, paralelamente, las || Fuerzas Armadas se endeudaran con el fisco para obtener mas dinero fresco. Asi, con un monto extra, que bordeaba Jos 100 millones de délares y que atin no se termina de pagar, se incrementaron las arcas militares. I “Habia comenzado la carrera armamen- tista con Pend. Durante los prOximos afios ambos paises se armarfan mirando al vecino: Pert adquiriria elementos ofensi- vos, mientras Chile se concentrarfa en las armas defensivas, como antiblindajes y antiagreas. Pero, a diferencia del socio sovistico de Pert, Chile tenia serios pro- blemas para comprar armas. Se viajabs | intensamente a Europa y, mas que todo, se compraba a los innumerables trafican- | tes internacionales, quienes, conociendo las dificultades chilenas, inundaban San- tiago con sus caras ofertas. Sin control de calidad y con pagos adelantados en bancos suizos o franceses, se adquirfan armas que “aunque a veces era chatarra, Itinerario bélico + 1968: El General Juan Velasco Alvarado asume el poder al derrocar al Presidente Fernando Belatinde Terry, el 3 de octubre. + 1970: Velasco Alvarado firma un acuerdo de cooperacién con la URSS e inicia el mayor rearme militar de la historia peruana, + 1973: -Victima de un aneurisms | aértico, Velasco Alvarado, en febre-| fo, tiene que amputarse ura picrna | suite un deterioro sicoldgico que se infa agudizando hasta ser derrocado “El general Augusto Pinochet asume el poder y, para sorpresa de los militares chilenos, Velasco Alvarado no aprovecha la gran oportunidad de invadir el pats. + 1974: Chile inicia el mayor des- pliegue estratégico de su historia para intentar defenderse de una inminente invasin peruana. El punto mas agudo de la crisis ocurrirfa en 1975. QUE PASA,3 de julio de 1993 Ni siquiera en la crisis de 1978 con Argentina, por el canal del Beagle, ile volveria a gastar tanto en Defensa. is necesitibamos con tanta urgencia, ue todo servia’ Mientras los militares se aprestaban ara la guerra, en la Cancillerfa chilena > seguia paso a paso la crisis. Desde su mbajada en Lima, el General del Aire {aximo Errdzuriz mantenia informado | gobierno, a pesar de encontrarse bas- inte aislado en su labor diplomatica, y on las puertas cerradas en el gobierno cruano. En Santiago, la Cancilleria yanejaba el tema cupularmente y sélo el jnistro -en ese entonces el Aimirante atricio Carvajal- y sus mds cercanos olaboradores seguian los aconteci- Los datos revelaban que no sélo elasco Alvarado era un actor peligroso ara Chile. También alrededor de él abja un puflado de hombres claves, par- cularmente antichilenos, Destacaban el jeneral Mercado Jarrin, Ministro de juerra, Primer Ministro y Comandante n Jefe del Ejército; el General De la lor, Ministro de Relaciones Exteriores, _ especialmente el General Fernandez taldonado. Este iltimo, uno de los coro- cles conspiradores del 68, era un exper- en inteligencia, se vanagloriaba de su mistad con Fidel Castro, y habia escrito n folleto ideolsgico que en esos afios ue descrito como “una confusa ama del tipo de nuestros mapucistas”. El erfa catalogado -segtin un informe de la ancillerfa- como el que “més destacaba n su posicién contra Chile”. La labor exterior de Chile en esos | fios no era fécil. El campo diplomético © habia vuelto el hueso mas duro de ner para el gobierno del General Pino- | het. Sin presencia internacional gravi- ante, el pais se encontraba aislado. Los silados en las diferentes embajadas onstitufan la médula de las relaciones xleriores, y mientras Colombia, Méxi- oy Gran Bretafia retiraban sus embaja- ofes en 1974 por ese problema, Nacio- es Unidas denunciaba las violaciones dose para a era con Chile. Desde Brax Sil los darios O Estado de S, Paulo y ‘Jornal do Brasil recogfan la misma nt "Todo parecia dado para el confticto | Nada indieaba que el'General Velasco ‘Alvarado se detendrfaon sus arbiciones || Yen julio de 1975 una gigantescaalera general pondria ala res amas peruanas | en pie de guerra, Varios contingentes especiales serfan enviados hacia Ia fron- |{fera sur Pero.el hombre que queria la | | guerra con Chile se ver‘a enfrentado | Sorante asi dos aos «un elaborado plan | dela detensa cilena ¥.finalmente, sera ese plan estrategico una de las grandes ausas que impedirfn que Juan Velasco ‘Alvarado coneretara aguel viejo y desea. do anhelo. [de los derechos humanos en el pais. | Chile se encontraba con una débil voz | para denunciar el inminente peligro mil- | far que vivia. El problema se agravaba | por la falta de habilidad diplomatica del | gobiemo chileno, que enfocaba la situa- | ign desde una dptica exclusivamente militar. La estrategia diplomstica chilena se orienté a denunciar en forma constan- te y reiterativa, en cuanto foro mundial hhubiera, que Peri se estaba preparando para una guerra Mientras ambos pafses preparaban su maquinaria bélica, en marzo de 1974 ‘Velasco Alvarado harfa declaraciones que répidamente legaron al corazén del ‘gobierno chileno, y alcanzaron a filtrarse en la prensa nacional, En una entrevista al diario francés Le Monde, el general peruano habl6 de Ia inminencia de una ‘guerra con Chile. En la misma época, Ia revista inglesa The Economist recogeria, la tensi6n que vivfan ambos patses, infor- mando que Peri montaba bases de sub- rmarinos y cohetes soviéticos, preparin- (QUE PASA,3 dejulio de 1993 a

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