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Suma Psicológica

ISSN: 0121-4381
sumapsi@konradlorenz.edu.co
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia

Piqueras Rodríguez, José Antonio; Martínez González, Agustín Ernesto; Ramos Linares, Victoriano;
Rivero Burón, Raúl; García López, Luis Joaquín; Oblitas Guadalupe, Luis Armando
ANSIEDAD, DEPRESIÓN Y SALUD
Suma Psicológica, vol. 15, núm. 1, marzo, 2008, pp. 43-73
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134212604002

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Ansiedad, depresión y salud 43

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1


Marzo de 2008, 43-74,
ISSN 0121-4381

ANSIEDAD, DEPRESIÓN Y SALUD

José Antonio Piqueras Rodríguez*


Universidad Miguel Hernández de Elche, España
Agustín Ernesto Martínez González
Universidad de Murcia, España
Victoriano Ramos Linares
Servicios Sociales de Callosa de Segura, España
Raúl Rivero Burón
Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo
Conductual, España
Luis Joaquín García López
Universidad de Granada , España
Luis Armando Oblitas Guadalupe
Universidad Nacional Autónoma de México, México

ABSTRACT

This article has tried to show a synthesis of data on the influence of emotional
factors, specifically anxiety and depression, in the process of health and
disease. These factors have been associated with chronic diseases such as
variables influencing the initiation, development and maintenance. We have
basically two ways to hypothesize this issue in a general explanatory way.
The first refers to the influence of anxiety and depression in the behavior, so
that interfere with healthy habits and encourage the development of
inappropriate behavior that endanger our health. The second mechanism related
to the impact of psychophysiological activation in organic systems, affecting
immunity, for example. But not only there is a relationship in the course of the
disease, but also knows a high comorbidity of these disorders with anxious
and depressive disorders, often as a result of the suffering of the same.
Finally, we have also revised the interventions that have proven effective in
the treatment of symptoms of anxiety and depression in chronically ill.

* Correspondencia: joseantonio.piqueras@um.es

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1: 43-74, marzo 2008, Bogotá (Col.)


44 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

Key words: Anxiety, depression, health, disease, assessment,


intervention.

RESUMEN

En este artículo se ha intentado mostrar una síntesis de los datos


relativos a la influencia de los factores emocionales, específicamente
la ansiedad y la depresión, en el proceso de salud-enfermedad.
Estos factores se han asociado con las enfermedades crónicas como
variables influyentes en el inicio, desarrollo y mantenimiento. Se
han hipotetizado básicamente dos vías explicativas generales. La
primera hace referencia a la influencia de la ansiedad y de la depre-
sión en la conducta, de manera que interfieren en los hábitos salu-
dables y fomentan el desarrollo de conductas inadecuadas que ponen
en peligro nuestra salud. El segundo mecanismo se refiere a la
repercusión de la activación psicofisiológica en los sistemas orgáni-
cos, afectando a la inmunidad, por ejemplo. Pero no sólo existe una
relación en el curso de la enfermedad, sino que también se conoce
una alta comorbilidad de estas enfermedades con los trastornos
ansiosos y depresivos, frecuentemente como consecuencia del pa-
decimiento de las mismas. Por último, también se han revisado las
intervenciones que han demostrado su eficacia en el tratamiento de
la sintomatología ansiosa y depresiva en enfermos crónicos.   

Palabras clave: Ansiedad, depresión, salud, enfermedad, eva-


luación, intervención.

INTRODUCCIÓN pleto bienestar físico, mental y social y no

H
meramente la ausencia de dolencias o
asta bien entrado el siglo XX,
enfermedad” (WHO, 1947). Esta conceptua-
la salud se conceptualizó como
lización positiva de salud nos ha llevado a
la ausencia de enfermedad.
abordar la misma como un concepto
De hecho desde el modelo biomédico
multidimensional, biopsicosocial e
se entendía la salud como algo que hay
interaccionista (Oblitas y Becoña, 2000).
que conservar o curar frente a agre-
Esta orientación de “promoción de
siones puntuales, como por ejemplo,
la salud” se plasmó oficialmente en
accidentes e infecciones (Labrador,
1946 mediante la creación de la Divi-
Muñoz y Cruzado, 1990).
sión 38 denominada Health Psychology
La inclusión de una nueva definición por la Asociación Psicológica America-
de salud en el preámbulo de la constitu- na. En este sentido, tanto las conduc-
ción de la Organización Mundial de la Sa- tas saludables como la predominancia
lud supuso un giro en la conceptualización de ciertas emociones adquieren un pa-
de la misma: “la salud es un estado de com- pel relevante en la promoción de la sa-

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lud (Kop, 2003; Matarazzo, Weiss, Herd, A esta necesidad, producto de los
Millar y Weiss, 1984; Oblitas, 2004). cambios de nuestra sociedad, hay que
Para comprender mejor por qué se añadir lo que tradicionalmente han
comenzó a dar prioridad al estudio de venido destacando los modelos e hipó-
las relaciones entre emociones como tesis explicativas psicosomáticas, esto
la ansiedad y la depresión y el proceso es, el papel relevante de las emocio-
salud/enfermedad, primero es preciso nes en los denominados trastornos
clarificar sucintamente algunas cues- psicofisiológicos o psicosomáticos, que
tiones referentes a los cambios que ha son aquellos que presentan una clara
sufrido el concepto de enfermedad en evidencia de enfermedad orgánica,
los últimos tiempos. Así, clásicamente pero en los cuales, una proporción sig-
las enfermedades médicas se han cla- nificativa de sus determinantes son
sificado en dos categorías: infecciosas, de índole psicológica (Sandín, Chorot,
causadas por microorganismos especí- Santed y Jiménez, 1995).
ficos, y crónicas. Éstas últimas difie- Una última cuestión relacionada
ren de las dolencias infecciosas en al con la anterior es lo que los estudios
menos tres aspectos: su mayor dura- epidemiológicos recientes parecen
ción, la influencia más importante de indicar respecto a los factores psico-
las conductas y estilos de vida inade- lógicos, es decir, que éstos pueden
cuados y la incidencia mayor entre la desempeñar un papel esencial en la
población mayor y de mediana edad. Por historia natural de las enfermedades.
tanto, muchos de los problemas médi- Factores como las conductas relacio-
cos actuales se refieren a enfermeda- nadas con la salud, nuestros estados
des crónicas como el cáncer, la psicológicos o emocionales, las carac-
enfermedad coronaria, las enfermeda- terísticas personales y los modos de
des cerebrovasculares, etc. Esto es así afrontamiento han demostrado ser de
porque en la actualidad los patrones de especial relevancia en este sentido
morbilidad y mortalidad difieren con- (Oblitas, 2004). Esta afirmación es co-
siderablemente de los de comienzos del herente con la evidencia científica
siglo XX. En la actualidad las tres prin- actual que indica que cualquier tras-
cipales causas de muerte son las en- torno denominado físico u orgánico
fermedades cardiovasculares, el cáncer suele implicar igualmente, y a distin-
y los accidentes, condiciones estrecha- tos niveles, alteraciones psicológicas,
mente vinculadas a conductas y esti- y viceversa (Oblitas y Becoña, 2000).
los de vida de los individuos (Becoña, Entre estos factores psicológicos, se
Vázquez y Oblitas, 2004). Esto supone, encuentran la ansiedad y la depresión
en parte debido al carácter “crónico” de como reacciones emocionales y sus
estas enfermedades, la necesidad de diferentes formas clínicas, tales como
un enfoque nuevo para abordar estas los denominados trastornos emociona-
patologías. les o psíquicos: el trastorno de ansie-
dad y el trastorno depresivo. Por ejemplo,

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en períodos de estrés en los que tene- Hirschman, 1985). En cambio, las emo-
mos que responder a una alta demanda ciones positivas, como la alegría, ayu-
de nuestro ambiente, desarrollamos dan a mantener e incluso recuperar la
muchas reacciones emocionales ne- salud (Nezu, Nezu y Blissett, 1988).
gativas y, cuando nos encontramos bajo
la influencia de estos estados emocio- ASPECTOS PSICOLÓGICOS DE LA
nales negativos, es más probable desa- ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN
rrollar ciertas enfermedades A menudo los conceptos de ansiedad y
relacionadas con el sistema inmune, o depresión se prestan a la confusión
adquirir determinados hábitos poco sa- debido al uso que se hace de ellos para
ludables, que a la larga pueden minar querer significar cosas diferentes. Al
la salud (Becoña et al., 2004). menos se pueden distinguir dos
De este modo, en la actualidad exis- conceptualizaciones. La primera de
te consenso acerca de que determina- ellas se refiere al hecho de que algu-
das características de personalidad nos autores cuando utilizan estos tér-
pueden incrementar el riesgo de sufrir minos parecen estar refiriéndose a las
enfermedades crónicas. Pero parece emociones básicas que en realidad re-
ser que esto es así porque incrementan ciben el nombre de miedo y tristeza,
la probabilidad de que el sujeto adopte respectivamente. La segunda hace
conductas perjudiciales para la salud mención a estas nociones como ma-
(como las adicciones, la búsqueda de nifestaciones clínicas, síntomas o como
riesgos, etc.) y/o sufra de estados emo- las diferentes formas clínicas que adop-
cionales negativos que afectan el fun- tan como trastornos psicológicos.
cionamiento del sistema inmunológico, Respecto a la primera acepción, en
el sistema endocrino-metabólico y en el terreno de las emociones, desde la
general, de todas las funciones fisioló- perspectiva de la especificidad (si to-
gicas (Martín, 2005). En este sentido, mamos las 6 emociones básicas más
algunos autores sostienen que las emo- aceptadas), las emociones constituyen
ciones positivas potencian la salud, patrones individuales de conducta ex-
mientras que las emociones negativas presiva cada uno asociado a un patrón
tienden a disminuirla (Fernández- específico de activación fisiológica,
Abascal y Palmero, 1999). Además, es- existiendo por tanto emociones bási-
tos estados y necesidades emocionales cas distintas: miedo, ira, tristeza, ale-
concretos pueden desempeñar un pa- gría, sorpresa y asco. Además, desde
pel primordial en las prácticas de sa- Darwin hasta algunos autores más
lud, como por ejemplo, el malestar contemporáneos, entre ellos Tomkins,
emocional no ayuda a que la gente se Izard y Ekman, se ha resaltado la im-
implique en la realización de hábitos portancia de las emociones en cuanto
que favorezcan su salud tales como el a su función adaptativa para la super-
no fumar, hacer ejercicio, desayunar, vivencia del individuo y de la especie.
etc. (Leventhal, Prochaska y Todos estos autores asumen la exis-

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tencia de emociones básicas que son psicológicos propuestos por las más re-
producto de la evolución filogenética y cientes ediciones DSM bajo la denomi-
ontogenética y que están relacionadas nación de “Factores psicológicos que
con estados biológicamente significa- afectan a la condición médica” (APA,
tivos como son la procreación, la cría y 2000) y con la categoría “Factores psi-
la amenaza a la integridad de los indi- cológicos y del comportamiento en tras-
viduos y de la especie. El supuesto de tornos o enfermedades clasificadas en
emociones básicas implica la existen- otro lugar” en el CIE-10 (OMS, 1992).
cia de un substrato neuroanatómico Específicamente, el DSM-IV-TR esta-
específico para cada emoción, patrones blece una serie de factores psicológi-
de activación fisiológica específicos, así cos que pueden afectar adversamente
como expresiones típicas, todo ello li- a una condición médica y varios me-
gado a un sentimiento específico. canismos influyentes que presenta-
En relación con la segunda de las mos en la Tabla 1.
acepciones, tanto la ansiedad como la Pero no sólo la ansiedad y la depre-
depresión serían manifestaciones clí- sión pueden afectar adversamente a
nicas de estas emociones, donde el ca- una condición médica, sino que la evi-
rácter adaptativo de las mismas se dencia empírica nos muestra que entre
pierde y se convierte en un problema las enfermedades médicas existe una
que interfiere y genera malestar alta prevalencia de problemas de ansie-
clínicamente significativo. Estas for- dad y depresión como consecuencia de
mas se corresponderían aproximada- las primeras y que evidentemente han
mente con algunos de los factores de ser tenidas en cuenta (Martín, 2005).

Tabla 1. Criterios DSM-IV-TR para los factores psicológicos que afectan al


estado físico
Presencia de una enfermedad médica

Factores psicológicos que afectan negativamente a la enfermedad física en algunas de las siguientes formas:
• Alterando el curso de una enfermedad (lo cual puede ser inferido por una estrecha asociación temporal entre los
factores psicológicos y el desarrollo, exacerbación o retraso en la recuperación de la condición médica general).
• Interfiriendo con el tratamiento de la condición médica general.
• Constituyendo un factor de riesgo, adicional para la salud del individuo.
• Precipitando o exacerbando los síntomas de una condición médica general a través de respuestas fisiológicas
asociadas al estrés.

Escoger nombre basándose en la naturaleza de los factores psicológicos (cuando haya más de un tipo de factor,
debe especificarse el más prominente):
• Trastorno mental que afecta a… (enfermedad médica).
• Síntomas psicológicos que afectan a…
• Rasgos de personalidad o estilo de afrontamiento que afectan a…
• Comportamientos desadaptativos que afectan a…
• Respuesta fisiológica relacionada con el estrés que afecta a…
• Otros factores psicológicos o no especificados que afectan a…

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Una última cuestión que ha de te- ceptos hace referencia a cualquier


nerse en cuenta es la conceptualiza- agente externo o interno causal prima-
ción de la ansiedad y el estrés, que en riamente de estrés. El segundo térmi-
ocasiones se entienden como concep- no, la respuesta de estrés, se refiere a
tos prácticamente idénticos, mientras un mecanismo de activación fisiológi-
que, para otros, las diferencias son ca y de los procesos cognitivos que fa-
más importantes que las similitudes. vorece una mejor percepción y
Amigo, Fernández y Pérez (2003) dife- posterior evaluación de las situaciones
rencian ambos conceptos en términos y sus demandas, un procesamiento
de función más que en términos de más rápido y eficaz de la información
dimensiones de respuesta. Así, de- disponible con la consiguiente bús-
fienden que la respuesta de estrés se queda de soluciones y consecuente
referiría al conjunto de cambios que selección de las conductas adecuadas
se observan en el organismo ante una para hacer frente a la situación
sobreexigencia real del medio, mien- (Lazarus, 1993), también denomina-
tras que la ansiedad se referiría al do “Sistema de Adaptación General”
desorden psicofisiológico que se expe- por Selye. Por ello, durante este capí-
rimenta ante la anticipación de una tulo nos referiremos al estrés como
situación amenazante, sea ésta más esta respuesta o mecanismo general
o menos probable. Otra de las diferen- de activación fisiológica y de los pro-
cias apuntadas es que académica- cesos cognitivos que permite al orga-
mente, los conceptos de ansiedad y nismo hacer frente a cualquier
estrés han constituido el punto de par- estresor. Por el contrario, el miedo/
tida conceptual de dos disciplinas di- ansiedad se refiere a una emoción, es
ferentes, la ansiedad es uno de los decir, una de las etiquetas cognitivas
problemas fundamentales de la tera- que recibe esta activación fisiológica
pia de conducta, mientras que el generada cuando se pone en funciona-
estrés es el término de referencia en miento el mecanismo adaptativo deno-
la psicología de la salud. Otra de las minado respuesta de estrés (véase el
cuestiones que se suele argumentar capítulo de psiconeuroendocrinología de
a favor de la diferenciación de ambos este mismo manual). Otras emociones
conceptos es que el estrés está más serían la ira, la sorpresa, el asco, la
asociado con cansancio y agotamien- alegría y la depresión, como ya hemos
to que la ansiedad. comentado. De ahí, que es muy impor-
Desde nuestro punto de vista esta tante tener en consideración que el
polémica es confusa y dificulta el en- estrés no está implicado únicamente
tendimiento entre investigadores. en las emociones negativas. Un acon-
Básicamente, se ha asumido que el tecimiento positivo, como puede ser
estrés implica dos conceptos, el de mantener relaciones sexuales satis-
estresor y el de respuesta de estrés factorias provoca la liberación de
(Sandín, 2001). El primero de los con- glucocorticoides a veces de manera

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más intensa que una descarga eléc- ambas tienen la misma fenomenología;
trica, a la vez que la sorpresa positiva cogniciones, neurofisiología y respues-
repentina puede provocar la misma ta motoras de defensa o ataque. Sabe-
reacción endocrina que un suceso mos que una cierta cantidad de
desagradable (Selye, 1974; Toates, ansiedad (normal) es necesaria para
1995). realizar ciertas tareas, para resolver
problemas de un modo eficaz. Existe
DIMENSIÓN COGNITIVA, FISIOLÓGICA Y además una relación simétrica entre
MOTORA DE LA ANSIEDAD
nivel de ansiedad (visto como nivel de
Siguiendo a Sandín y Chorot (1995), motivación) y rendimiento (desarrollo
la ansiedad puede ser definida como de una tarea, mecanismo de resolu-
una respuesta del organismo que se ción de problemas). Así, la relación
desencadena ante una situación de entre ansiedad y rendimiento viene
amenaza o peligro físico o psíquico, expresada por una curva en forma de
cuyo objeto es dotar al organismo de U invertida. Según la Ley de Yerkes-
energía para anular o contrarrestar el Dodson (1908), un déficit de ansiedad
peligro mediante una respuesta (con- conlleva una eficacia de acción baja,
ducta de huida o de agresión). mientras que una ansiedad óptima
Este mecanismo funciona de forma ante determinados problemas propicia
adaptativa y pone en marcha dicho dis- el aumento, de forma deseable, de la
positivo de alerta ante estímulos o si- ejecución o eficacia. Sin embargo, la
tuaciones que son potencialmente ansiedad excesiva o clínica actúa in-
agresoras o amenazantes. Sin embar- terfiriendo el rendimiento en todos los
go, la ansiedad se torna en clínica en ámbitos del ser humano.
las siguientes situaciones: La ansiedad clínica tiene varios
conceptos relacionados como el mie-
• Cuando el estímulo presentado es do y las fobias. Se tratarían de reac-
inofensivo y conlleva una comple- ciones equivalentes, pero en el primer
ja respuesta de alerta. caso se produciría ante una situación
de amenaza real mientras que en el
• Cuando la ansiedad persiste en el
segundo serían ante un peligro no real
tiempo, superando lo meramente
o sobredimensionado. En cualquier
adaptativo y los niveles de alerta
caso a nivel operativo bastantes auto-
persisten.
res identifican dichos conceptos como
• Cuando los niveles de alerta y la sinónimos (Sandín y Chorot, 1995).
ansiedad interrumpen el rendi- El análisis de la ansiedad como
miento del individuo y las relacio- emoción negativa implica un triple
nes sociales. nivel de respuesta: fisiológico,
cognitivo y motor.
Existe un continuo entre la ansie- Así, a nivel fisiológico, la activación
dad adaptativa y la ansiedad clínica, está mediada por dos sistemas

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interrelacionados: el sistema nervio- El SNE o hipotálamo-hipófiso-


so autónomo (SNA en adelante) y el suprarrenal se ha relacionado con la
sistema neuroendocrino (SNE en ade- ansiedad, al igual que también con las
lante). El SNA es el primero en acti- respuestas de estrés, postulándose un
varse en cuestión de segundos, una incremento de activación en el citado
vez identificada cualquier amenaza, eje. Esta respuesta, que suele sobre-
siendo capaz de responder a las exi- venir a la anterior, genera activación
gencias del medio de un modo prácti- neuroendocrina y tiene como carac-
camente automático e involuntario. terística la secreción de corticoides.
Está formado por una división simpá- Esta es una vía más lenta, de efectos
tica y una parasimpática que, en ge- más duraderos que la anterior y que
neral, actúan sobre los mismos requiere, además, una exposición
órganos, aunque sus efectos son más prolongada del sujeto a la situa-
mayoritariamente contrapuestos. En ción amenazante. Los glucocorticoides
general, el sistema simpático adrenal (cortisol) secretados por el sistema
regula actividades relacionadas con el hipotálamo-hipófiso-suprarrenal uni-
gasto de energía almacenada, produ- das a las del SNS de adrenalina y
ciendo estimulación sobre todos nues- noradrenalina y a las del sistema
tros órganos y funciones, liberando hipófiso-tiroideo (tiroxina, etc.) confor-
energía para prepararnos para la lu- man el patrón de respuesta totalita-
cha o huída. Es el responsable de la rio que implica a prácticamente
elevación de la frecuencia cardiaca cualquier sistema neuroendocrino del
(taquicardia), de la presión arterial, la organismo. Mason (1968) defiende que
dilatación de los bronquios, el aumen- la respuesta neuroendocrina del orga-
to de la tensión muscular, entre otros nismo implica prácticamente a cual-
efectos. Este sistema estimula a la quier hormona. Además, otras
médula de las glándulas suprarrenales sustancias de tipo hormonal como las
liberando adrenalina al torrente san- prostaglandinas o los neuropéptidos
guíneo. Esta hormona produce (endorfinas, encefalinas, etc.) tam-
estimulación al llegar a todos los ór- bién pueden alterarse por el estrés.
ganos, reforzando así el efecto del sis- A pesar de que el incremento de la
tema simpático sobre el corazón, los activación del sistema hipotálamo-
pulmones o el hígado. El parasimpático, hipófiso-suprarrenal parece más rela-
tiene una función inversa, es decir, cionado con los estresores crónicos,
inhibe y es ahorrador de energía. De también se ha relacionado con los
ese modo disminuye la frecuencia estresores agudos tradicionalmente
cardiaca, relaja los músculos en ge- más vinculados a la ansiedad (Sandín,
neral y produce un estado de relaja- 2001). Por tanto, los sistemas
ción. El bienestar de la persona se basa hipotálamo-hipófiso-suprarrenal y
en que ambos sistemas están en médulo-suprarrenal se activan
equilibrio u homeostasis. significativamente durante las res-

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puestas de estrés y ansiedad. No obs- salud-enfermedad (Ribes, 1990) y (2)


tante, posiblemente en el momento el modelo cognitivo del estrés, basado
actual cabe diferenciar entre la activa- en el significado y afrontamiento de
ción de dichos sistemas y las respues- la enfermedad (Lazarus y Folkman,
tas emocionales y de afrontamiento, 1986).
puesto que, tal y como parece derivarse Entendemos por cognitivo cual-
de algunas líneas de evidencia recien- quier proceso efectuado por el cerebro
tes, la activación córtico-suprarrenal se que incluya percepción, detección,
asocia con cierto grado de especificidad identificación, comparación, toma de
a las situaciones incontrolables y emo- decisiones, etc. (Ballesteros, 2000;
ciones subsecuentes (por ejemplo, de- D’Zurilla y Goldfried ,1971; Nezu, Nezu
presión), mientras que los estados de y Perri, 1989). Los pensamientos ne-
hiperactivación catecolaminérgica gativos automáticos (Beck, Rush,
(tanto a nivel periférico como central) Shaw y Emery, 1983) y las creencias
tienden más a vincularse a situacio- irracionales (Ellis, 1981, 1990) inter-
nes de amenaza de pérdida de control vienen antes y durante el transcurso
y emociones subyacentes (por ejem- de una situación, interpretándola
plo, ansiedad). Por otra parte, algunos como peligrosa o bien valorando la pro-
autores mantienen que los cambios pia incapacidad para afrontarla fren-
psicofisiológicos y neuroendocrinos te a otro tipo de pensamientos
asociados a las manifestaciones clí- positivos o de afrontamiento positivo.
nicas de la ansiedad podrían ser se- Así, en la ansiedad la dimensión
cundarios a alteraciones en el cognitiva se caracteriza por la preocu-
funcionamiento de los propios meca- pación, anticipación, hipervigilancia,
nismos neurotransmisores de SNC. temor, inseguridad, sensación de pér-
En la actualidad, tiende a explicarse dida de control y la percepción de fuer-
la ansiedad de forma dinámica, inte- tes cambios fisiológicos (cardiacos,
grando los sistemas noradrenérgico y respiratorios, etc.).
setononinérgico por una parte, y las Siguiendo a Lazarus y Faulkman
respuestas fisiológicas de ansiedad y (1986), el efecto de cualquier situa-
depresión, por otra (Eison, 1990). ción estresante (operación, problema
Además de las respuestas fisioló- médico, etc.) va a depender de tres
gicas, otros factores psicológicos aso- procesos cognitivos: la evaluación pri-
ciados a la ansiedad son las respuestas maria (sería el primer mediador psi-
cognitivas y conductuales. El modelo cológico del estrés y daría lugar a
cognitivo-conductual del papel de los evoluciones del tipo amenaza, daño/
factores psicológicos en el curso de las pérdida, desafío o beneficio); la evalua-
enfermedades físicas se basa en la ción secundaria (correspondiente a la
combinación de dos modelos: (1) el valoración de los propios recursos para
modelo conductual, que destaca la in- afrontar la situación y que sería de-
fluencia de la conducta misma en la terminante para la respuesta de

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estrés, ya que dependerá de que el la evaluación cognitiva realizada so-


individuo se sienta desafiado, asusta- bre la demanda situacional y los re-
do u optimista que la emoción sea de cursos que posee el sujeto para
ira, miedo o placer) y; re-evaluación afrontar la situación, que en tal caso
(procesos que acontecen cuando se ha sería negativa y con frecuencia pre-
puesto en marcha alguna de las solu- dominaría cuando el estresor/es se
ciones a los problemas presentados). cronifica/n (Beck et al., 1983).
Las respuestas motoras son con- Cuando aparece ansiedad asocia-
ductas orientadas hacia el afronta- da al cuadro depresivo, los síntomas
miento de una situación determinada de tensión suelen interferir en la ca-
para conseguir un mayor bienestar. pacidad de disfrute del sujeto respec-
Las conductas más habituales son: la to a las actividades agradables y se
confrontación (acciones dirigidas ha- intensifican las desagradables. En tal
cia la acción como el contraataque, la caso, al igual que la ansiedad en su
reacción agresiva, es decir, la ira), el forma clínica, estos sentimientos po-
distanciamiento (evitaciones, esca- drían por su duración, frecuencia e
pes), el autocontrol, la búsqueda de intensidad transformarse en una de-
apoyo social, etc. En el caso de la an- presión clínica e interferir en la ca-
siedad el objetivo de las conductas es pacidad adaptativa de la persona que
mitigar o aliviar el malestar físico o los padece. Todo ello resulta coheren-
psicológico generado (evitación, esca- te con la idea bastante aceptada en la
pe) que pueden derivar en conductas actualidad de que el estrés tiene un
no saludables tales como beber, fumar, importante papel en la génesis de la
llevar una mala dieta, etc. depresión (Lewinsohn, Gotlib y
Hautzinger, 1997).
DIMENSIÓN COGNITIVA, FISIOLÓGICA Y En su forma clínica, la depresión
MOTORA DE LA DEPRESIÓN
es un trastorno del estado de ánimo
La tristeza, al igual que cualquier otra caracterizado por una sensación de
emoción, tiene una función filogenética tristeza intensa superior a dos meses.
adaptativa para recabar la atención y Se produce por diversas causas: acon-
el cuidado de los demás, constituir un tecimientos de la vida diaria (relacio-
modo de comunicación en situaciones nados con pérdidas o incapacidad para
de pérdida o separación, o ser un modo hacerles frente indefensión), cambios
de conservar “energía” para poder ha- químicos en el cerebro, efecto secun-
cer frente a ulteriores procesos de adap- dario de medicamentos, diversos tras-
tación (Whybrow, Akiskal, y McKinney, tornos físicos o médicos. Los síntomas
1984). Según la idea mencionada an- de la depresión no son los mismos en
teriormente respecto a la relación todos los individuos. La mayoría de
entre las emociones negativas y la sujetos dejan de tener interés por las
respuesta de estrés, la experiencia de actividades cotidianas, sienten fatiga
estado de ánimo triste dependería de o sensación de lentitud, problemas de

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concentración, trastornos del sueño, cia de las conductas, que a su vez se-
sentimientos de culpa, inutilidad o ría la consecuencia de una pérdida de
desesperanza, aumento o pérdida de reforzadores positivos contingentes a
apetito o de peso, disminución del de- la conducta o de una pérdida en la efec-
seo sexual, ideación suicida y pensa- tividad de tales reforzadores (o la in-
mientos negativos sobre sí mismo, etc. capacidad de hacer frente a una
(Beck et al., 1983; Ellis, 1981; 1990). situación indefensión aprendida). Las
Por lo tanto, la depresión es el resul- pérdidas (e incapacidad) podrían deber-
tado final de la interacción de múltiples se a la combinación de diversos facto-
factores constitucionales, evolutivos, res ambientales (p. ej., rupturas de
ambientales e interpersonales, que mo- pareja) como intrapersonales (p. ej.,
difican las pautas de neurotransmisión falta de habilidades sociales). Una evi-
entre los hemisferios cerebrales y el sis- dencia al respecto es que a la depre-
tema límbico. sión le suele preceder una sucesión
La fisiología de la depresión impli- de eventos vitales estresantes o una
ca, a nivel del sistema nervioso cen- historia previa de adversidades y
tral, una descompensación de las estrés psicosocial (Kessler, 1997).
monoaminas neurotransmisoras Desde el punto de vista cognitivo,
noradrenalina y serotonina, y posible- la idea fundamental es que la depre-
mente, también de la acetilcolina y de sión depende de cómo el individuo in-
las endorfinas. La disfunción central terpreta los acontecimientos que le
de la neurotransmisión, además ori- ocurren. Existe una gran variedad de
gina alteraciones neurovegetativas y teorías que señalan distintos elemen-
endocrinas, sobre todo en la secreción tos cognitivos, entre ellas destacamos
de cortisol, hormona tiroidea y hormo- tres: la Teoría de Beck (Beck et al.,
na de crecimiento. En este sentido, el 1983), la Teoría de la Desesperanza
perfil bioquímico es similar tanto (Abramson, Seligman y Teasdale,
endocrina como inmunológicamente 1978) y la Teoría de la Indefensión
al que se produce en situaciones de Aprendida (Seligman, 1981).
estrés. Éste consiste en la activación
del eje hipotalámico-hipofisiario- EVALUACIÓN PSICOLÓGICA DE
córtico-suprarrenal, la perturbación de LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN
EN LAS ENFERMEDADES MÉDICAS
los ritmos circadianos de cortisol, la
ausencia de respuesta al test de su- Entre los instrumentos para evaluar
presión de la dexametasona y la la depresión podemos observar que
hiperactividad de la hormona existen diversas modalidades de eva-
liberadora de la corticotropina (CRH) luación, entre las que se encuentran
(Sandín, 2001). los autorregistros, escalas de clasifi-
Conductualmente, la depresión se cación clínica, métodos de observación
caracteriza principalmente por la re- directa y evaluaciones de personas
ducción generalizada en la frecuen- significativas. Algunos autores seña-

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1: 43-74, marzo 2008, Bogotá (Col.)


54 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

lan que no existe ningún procedi- puesta emocional específica y


miento de evaluación completo por sí paradigmática; la segunda, porque los
mismo, sino que la combinación de avances en su conocimiento revisten
ciertas entrevistas y autoinformes innumerables aplicaciones clínicas,
ofrece la opción ideal para llevar a dado su papel en numerosos trastor-
cabo un examen de la depresión ba- nos psicopatológicos y psicosomáticos
sado en la evidencia empírica (Joiner, (Cano-Vindel y Miguel-Tobal, 2001).
Walter, Pettit, Pérez y Cukrowicz, Existen numerosos instrumentos
2005). Aún así, vamos a centrar la re- de autoinforme, pruebas de observa-
visión en los métodos más empleados ción, medidas psicofisiológicas, etc., si
en la investigación y en la práctica de bien al igual que en el caso de la de-
la psicología de la salud y que se refie- presión, sólo algunas de las pruebas
ren a los síntomas depresivos o algu- han venido relacionándose en mayor
na de las manifestaciones clínicas de medida que otras con los procesos de
la depresión. enfermedad física. Entre éstas, desta-
Así, desde el punto de vista de los can instrumentos como el Inventario
autoinformes que miden la intensidad de Ansiedad Estado-Rasgo (Spielberger,
de los síntomas, los instrumentos clí- Gorsuch y Lushene, 1970), la Escala
nicos más empleados son las escalas de Ansiedad de Hamilton (1959) o el
autoaplicadas, como el inventario de Listado de 90 Síntomas de Derogatis
depresión de Beck (Beck, Ward, (1983).
Mendelson, Mock y Erbaugh, 1961). Por último, han existido algunos
Entre las escalas de valoración psi- intentos de crear pruebas que abar-
quiátrica, la más usada es la de can tanto la ansiedad como la depre-
Hamilton (1960). Para una revisión sión y en algunos casos su relación
más amplia de instrumentos con la calidad de vida y la salud. En
consúltese Vázquez (1995) y el capítu- este sentido, la Escala Hospitalaria de
lo de este mismo manual sobre ins- Ansiedad y Depresión (HAD; Zigmong
trumentos de evaluación en psicología y Snaith, 1983) fue diseñada con la
de la salud. intención de crear un instrumento de
En cuanto a los instrumentos de detección de trastornos depresivos y
evaluación de la ansiedad, a lo largo ansiosos en el marco de los servicios
de la ya dilatada historia de la Psico- hospitalarios no psiquiátricos.
logía, el estudio de la ansiedad se ha A continuación en la Tabla 2 se
revelado como la respuesta emocional citan las pruebas de evaluación de la
más estudiada. Probablemente esto ansiedad y la depresión más emplea-
sea debido a dos razones fundamen- das en psicología de la salud así como
tales: la primera, su carácter de res- alguno de los estudios más recientes
que se han realizado con ellas.

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1: 43-74, marzo 2008, Bogotá (Col.)


Ansiedad, depresión y salud 55

Tabla 2. Instrumentos de evaluación de la ansiedad y la depresión en enfermos


crónicos

INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN ESTUDIOS

Inventario de Depresión de Beck - Cáncer (Saleeba, Weitzner y Meyers, 1996)


(BDI, Beck et al., 1961) - Esclerosis múltiple (Moran y Mohr, 2005).
- Fibromialgia (Evren, Evren, Yapici y Güler, 2005)
- Infarto cerebral (Aben, Verhey, Lousberg, Lodder y
Honig, 2002)
DEPRESIÓN

Escala de Hamilton para la Depresión - Esclerosis múltiple (Moran y Mohr, 2005)


(HDRS; Hamilton, 1960) - Fibromialgia (Evren et al., 2005)
- Infarto cerebral (Aben et al., 2002)

Inventario de Depresión Infantil - Enfermedades infantiles (Shemesh et al., 2005)


(CDI, Kovacs y Beck, 1977; Kovacs, 1985)

Escala de Depresión Cardiaca - Trastornos coronarios (Hare y Davis, 1996).


(CDS, Hare y Davis, 1996).

Escala Analógica Visual de Depresión Cardiaca - Trastornos coronarios (Di Benedetto et al., 2005)
(CD-VA, Di Benedetto, Lindner, Hare y Kent, 2005).

Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo - Cáncer (Saleeba et al., 1996)


(Spielberger et al., 1970).
ANSIEDAD

Cuestionario de 90 Síntomas - Dolor crónico (Hardt y Gerbershagen, 2001).


(SCL-90-R, Derogatis (1983). - Fibromialgia (Evren et al., 2005)
- Infarto cerebral (Aben et al., 2002)

Escala de Hamilton para la Ansiedad - Fibromialgia (Evren et al., 2005)


(HARS; Hamilton. 1959).

Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión - Calidad de vida en paciente con cáncer (Mystakidou
DEPRESIÓN

(HADS; Zigmong y Snaith, 1983) et al., 2005)


ANSIEDAD/

- Dolor reumático (Værøy, Tanum, Bruaset , Mørkrid y


Førre, 2005).
- Trasplante hepático (Pérez, Martín, Asían y Pérez,
2004)
- Infarto cerebral (Aben et al., 2002)

RELACIONES DE LA ANSIEDAD Y entre los diferentes factores causales


LA DEPRESIÓN CON LAS
como la explicación etiológica más
ENFERMEDADES MÉDICAS
plausible. Esta multicausalidad, cen-
Lejos de la opinión mantenida por la trada en considerar simultáneamen-
investigación psicosomática en sus te las factores genéticos, ambientales,
inicios respecto al carácter causal de psicofisiológicos y principalmente el
las emociones en las enfermedades, peso de la interacción como elemento
en la actualidad se admite que los facto- de predisposición del individuo a pade-
res psicológicos pueden ser causa nece- cer una determinada enfermedad, es
saria pero no suficiente para la aparición el gran mérito de la investigación psi-
de determinados trastornos. Se señala cológica actual en este campo (Kop et
la multicausalidad y la interrelación al., 2002).

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56 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

Se han hipotetizado diversas vías para cio, desarrollo y mantenimiento de


explicar las interrelaciones de los fac- enfermedades.
tores emocionales en el proceso de sa-
lud-enfermedad (Cano-Vindel y Tobal, CÁNCER
2001):
El cáncer sigue siendo una de las prin-
1. Las reacciones de ansiedad y de cipales causas de muerte en los paí-
tristeza-depresión que alcanzan ses desarrollados, aunque se ha
niveles demasiado intensos o que logrado la curación de ciertos tipos de
se mantienen en el tiempo, po- neoplasias y otras se han convertido
drían producir cambios en la con- en enfermedades crónicas. En la ac-
ducta, de manera que se olvidan tualidad, las cifras totales de supervi-
los hábitos saludables y se desa- vencia alcanzan el 50% (Miralles, Otin
rrollan conductas adictivas o in- y Rojo, 2003).
adecuadas que pondrían en peligro Existen varias hipótesis que inten-
nuestra salud. tan explicar la influencia de los facto-
res psicológicos en el comienzo y la
2. Estas reacciones emocionales progresión del cáncer, que van desde
mantienen niveles de activación su influencia en la función
fisiológica intensos, que podrían inmunitaria, pasando por su influen-
deteriorar nuestra salud si se cia sobre hábitos como el tabaco y el
cronifican. alcohol, hasta el peso que estos facto-
res psíquicos ejercen sobre el pacien-
3. Esta alta activación fisiológica pue-
te para decidir el momento de solicitar
de estar asociada a un cierto gra-
atención médica (Miralles et al., 2003).
do de inmunodepresión, lo que nos
Estudios psiconeuroinmunológicos
vuelve más vulnerables al desarro-
han analizado la influencia del estrés,
llo de enfermedades infecciosas o
la ansiedad y la depresión como facto-
de tipo inmunológico, o bien la su-
res de riego etiológicos en el creci-
presión o control de estas emocio-
miento de la neoplasia no existiendo
nes puede acarrear altos niveles
en la actualidad consenso acerca de su
de activación fisiológica y un cier-
papel de variable desencadenante, pero
to grado de inmunosupresión.
si como variable moderadora que in-
fluye en la velocidad del proceso can-
A continuación señalaremos los
cerígeno (Amigo et al., 2003; p. 200).
trastornos sobre los que existe una
Así, Shekelle et al., (1981) hallaron en
mayor evidencia de la influencia de
su estudio que las personas que pre-
la ansiedad y la depresión. Como se
sentaban puntuaciones elevadas de
observará, la práctica totalidad de sis-
depresión en un cuestionario de per-
temas orgánicos aparecen relaciona-
sonalidad mostraban, diecisiete años
dos con factores psicológicos que
más tarde, una probabilidad doble de
juegan un papel importante en el ini-
haber muerto a causa de un cáncer.

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1: 43-74, marzo 2008, Bogotá (Col.)


Ansiedad, depresión y salud 57

La relación entre depresión y cán- síntomas más predominantes son la


cer se ha estudiado desde diferentes ansiedad generalizada, la hipocondría,
perspectivas, encontrándonos con los comportamientos obsesivos, los pen-
multitud de estudios con resultados samientos depresivos, la culpabilidad
contradictorios. Por tanto, no se ha y el autocastigo (Tulldrá, Izquierdo,
demostrado una asociación clara en- Fumaz y Ferrer, 2003). Las pruebas
tre los factores psicológicos y el co- para detectar el VIH son un importan-
mienzo, exacerbación o la evolución te estresor. Se ha descrito una preva-
de la enfermedad neoplásica, aunque lencia alta de ansiedad y depresión en
estudios más recientes con mayor pacientes en periodos anteriores a la
solidez metodológica han sugerido que realización de las pruebas y descenso
la progresión del cáncer, y no su ini- de dichos síntomas tras realizarlas. Así,
cio, puede verse influida en mayor el 25% de los pacientes diagnosticados
medida por factores psicosociales (cfr. como “seropositivos” desarrollan tras la
Miralles et al., 2003). pruebas, trastornos de adaptación y
Parece claro que los enfermos trastornos mixtos ansioso-depresivos
oncológicos sufren reacciones psico- además de existir en ellos un riesgo
lógicas negativas ante la enfermedad de suicidio 36 veces superior a la po-
de cáncer, tales como ansiedad y de- blación normal (Marzuk, 1988).
presión. Estas manifestaciones psico-
lógicas se encuentran asociadas a la TRASTORNOS CARDIOVASCULARES
gravedad de la neoplasia e influyen
Varios estudios han mostrado que la
claramente en la respuesta a la en-
depresión es un factor de riesgo signi-
fermedad y en las expectativas de vida
ficativo de enfermedad coronaria, in-
(Alonso, 2006). Para más información,
farto de miocardio y mortalidad
véase el capítulo de libro de este ma-
cardiaca, así como también la ansie-
nual de psicooncología).
dad y el estrés (cfr. Fernández-Abascal,
Martín y Domínguez, 2003; pp. 100-
INFECCIÓN POR EL VIRUS DE
INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH) 101). También existe una evidencia
acumulada sobre la alta prevalencia de
Los pacientes infectados por el VIH los trastornos psiquiátricos comórbidos
también presentan sintomatología con la enfermedad cardiovascular, con-
ansiosa, como la excesiva preocupa- cretamente con el episodio depresivo
ción, el miedo y la obsesión por ser mayor (29%), trastorno distímico (15%),
portador del VIH o de presentar algu- trastorno depresivo mayor recurrente
na de las llamadas enfermedades opor- (31%), trastorno de estrés
tunistas, tales como el SIDA. La postraumático (29%) y trastorno de an-
persona seropositiva está sometida a siedad generalizado (24%) (Bankier,
numerosos estresores que pueden Januzzi y Littman, 2004).
ocasionar trastornos de adaptación, de Otro grupo de investigaciones han
ansiedad y depresión, entre otros. Los estudiado la asociación entre depre-

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58 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

sión y ansiedad con el pronóstico de importante papel en su desarrollo y


pacientes cardíacos. Así, la depresión mantenimiento, ya sea directamente
se ha relacionado con una peor evolu- por efectos sobre el sistema
ción de los pacientes coronarios, ya cardiovascular o indirectamente por su
que predispone a nuevos infartos y a influencia en los factores
la aparición de trastornos del ritmo conductuales, tales como el hábito ali-
cardíaco (Carinci et al., 1997). Respec- menticio, el ejercicio físico, etc. (Ami-
to a la ansiedad, no sólo el trastorno go et al., 2003). Un perfil de sujeto
de ansiedad generalizado sino tam- hipertenso se caracteriza por un alto
bién los trastornos fóbicos se han aso- rasgo general de ansiedad, alta
ciado al aumento de riesgo cardíaco reactividad en los sistemas de res-
en diversas poblaciones. En resumen, puesta cognitivo y fisiológico, y en
algunas investigaciones han encon- menor medida en el sistema motor; y
trado que la depresión está asociada con reacciones de ansiedad intensas
con alta mortalidad, en tanto en cuanto ante las situaciones de prueba o eva-
la ansiedad está asociada con baja luación, las situaciones potencialmen-
mortalidad (Hermann, Brand- te fóbicas, las habituales en su vida
Driehorst, Buss y Rüger, 2000), si bien diaria y, en menor medida, ante las
no se ha documentado una relación situaciones interpersonales. En este
causal directa (Lespérance y Frasure- sentido resulta de gran interés los re-
Smith, 2000). sultados de una encuesta realizada por
Mención aparte merece la Patel (1984) en la que se preguntaba
hipertensión arterial primaria o esen- cuál era la causa más importante de
cial por ser un factor de riesgo la hipertensión tanto a población ge-
cardiovascular donde la ansiedad juega neral como a afectados por la
un papel importante. Es una alteración hipertensión. El 48 por 100 de los
con etiología pluricausal donde uno o encuestados sin este trastorno y el 53
varios factores de riesgo están presen- por 100 de los hipertensos encuestados
tes para provocar una elevación de la atribuyeron a la categoría de tensión
presión arterial, siendo esos factores de emocional, preocupaciones y ansiedad
riesgo principalmente conductuales. La el papel causal más importante en la
Organización Mundial de la Salud ha etiología de la enfermedad.
reconocido el importante papel que
TRASTORNOS DERMATOLÓGICOS
puede jugar el estrés en la HTA, aun-
que también reconoce la dificultad de Desde el punto de vista fisiológico, la
cuantificar esa influencia en el desa- piel es uno de los órganos más sensi-
rrollo de esta enfermedad (OMS, 1986). bles a las emociones. Probablemente
Entre los factores psicológicos que sea responsable de ello el origen em-
muestran mayor evidencia de correla- briológico común ectodérmico de la piel
ción con la hipertensión, destacan la y del sistema nervioso que hace que
ansiedad y la ira, que desempeñan un ambas estructuras tengan en común

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1: 43-74, marzo 2008, Bogotá (Col.)


Ansiedad, depresión y salud 59

multitud de neuromoduladores, péptidos tornos psíquicos serios, como fobia so-


vasoactivos y sistemas bioquímicos de cial, ansiedad generalizada o depresión
información interna. mayor (Folks y Kinney, 1992).
Los trastornos dermatológicos o
cutáneos han sido considerados tradi- TRASTORNOS ENDOCRINOS
cionalmente como pertenecientes a la
Investigaciones recientes apoyan la
psicosomática, ya que se conoce que
existencia de una relación entre
pueden ser precipitados o exacerbados
eventos vitales estresantes y el co-
por el estado emocional de la persona.
mienzo diabético. Debido a que estos
En diferentes trastornos cutáneos, ta-
estudios se han realizado con peque-
les como la psoriasis, la dermatitis
ñas poblaciones, deben interpretarse
atópica, la urticaria, la alopecia
sus resultados con prudencia; sugie-
areata, etc., se mantiene que existen
ren que algunas personas son más
muchos factores que pueden actuar
vulnerables que otras a los efectos del
como desencadenantes de los brotes
estrés. El estrés crónico en una perso-
o desempeñen un importante papel
na predispuesta a padecer diabetes
como factor mantenedor de la misma
(obesa y edad avanzada) puede consti-
(Panconesi, 2000). Entre éstos se hallan
tuir un elemento coadyuvante para
el estrés y las alteraciones emociona-
desarrollar la enfermedad (Surwit et al.,
les como la ansiedad o la depresión, que
2002). Así, los factores estresantes pue-
pueden causarlos o exacerbarlos. Tam-
den precipitar su inicio menoscabando
bién el acné se ha relacionado al estrés
la regulación del metabolismo de los
emocional, ya que es exacerbado me-
hidratos de carbono en el paciente, tan-
diante la liberación de determinadas
to asintomáticamente como producien-
hormonas como los glucocorticoides y
do hiperglucemias en la fase de estado.
andrógenos como consecuencia de la
Otros estudios han señalado que
respuesta emocional a los estresores
la presencia de síntomas depresivos
(Miralles et al., 2003).
incrementa el riesgo de desarrollar
Diversos estudios han sugerido tam-
diabetes en un 22% (Arroyo et al.,
bién que los trastornos dermatológicos
2004), mientras que otros como el es-
presentan una alta comorbilidad con
tudio de Kessing, Nilsson, Siersma y
trastornos ansiosos y afectivos. En prin-
Andersen (2003) no hallan esta rela-
cipio esto estaría relacionado con la
ción, con lo cual tampoco se puede
desfiguración facial o de otra parte del
concluir nada al respecto.
cuerpo que podría generar problemas
Por último, algunos autores han
psicológicos, tales como sentimientos
señalado que los diabéticos presentan
de inferioridad, soledad y baja
una mayor prevalencia de trastornos
autoestima, así como retraimiento so-
de ansiedad y depresión en contraste
cial. Sin embargo, solo una pequeña
con la población no diabética (e.g., Pie-
proporción de personas desarrolla tras-
rrot y Rubin, 1997).

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60 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

TRASTORNOS GASTROINTESTINALES plo en las pacientes con anorexia ner-


viosa o en los pacientes sometidos a
La función principal del sistema
situaciones de estrés. Determinadas
gastrointestinal es acomodar y guar-
condiciones clínicas como la infección
dar los alimentos ingeridos para, a con-
por Helicobacter pylori, la dispepsia fun-
tinuación, molerlos, triturarlos y,
cional no ulcerosa o el síndrome del
finalmente, liberarlos de una manera
colon irritable se han asociado en este
coordinada a la luz intestinal. Dado que
grupo de pacientes con manifestacio-
la función primordial del estómago es
nes clínicas de gastroparesia
el vaciado gástrico, los problemas mo-
(Overmier y Murison, 2000).
tores que se han relacionado con este
Respecto a la úlcera péptica, la teo-
fenómeno se pueden dar a cualquier
ría fisiopatológica más conocida es que
nivel del aparato digestivo, tanto a ni-
el estrés produce una intensa secre-
vel del esófago, como del estómago y/o
ción ácida e hipersecreción de
de los intestinos. Por ello vamos a des-
peptina, mediada por la estimulación
cribir qué papel juegan la ansiedad y
vagal, que acaba lesionando la muco-
la depresión en el funcionamiento de
sa, y ha sido considerada como para-
cualquiera de estos órganos.
digma de enfermedad psicosomática.
En cuanto al esófago, algunos
Sin embargo, el descubrimiento del
trabajos destacan una mayor
Helicobacter pylori y la evidencia de
comorbilidad entre trastornos
personas hiperestresadas sin lesión,
afectivos, trastornos de ansiedad y
así como la presencia de úlceras en
trastornos de la motilidad esofágica
personas sin psicopatología significa-
(Handa et al., 1999). También existen
tiva han obligado a replantear la cues-
datos a favor de que un trastorno psí-
tión. Aún así, varios estudios recientes
quico ansioso o depresivo puede ini-
siguen corroborando que el estrés es
ciar un trastorno esofágico y a su vez,
un factor de riesgo independiente para
la anormalidad en la motilidad del
el desarrollo y la recurrencia de la en-
tracto puede incrementar la ansiedad.
fermedad ulcerosa. Concretamente,
En cuanto al funcionamiento del es-
periodos transitorios de estrés se aso-
tómago, el estrés y los factores emocio-
cian a una mayor probabilidad de de-
nales son considerados factores de riesgo
sarrollar ulceras de estomago que
en algunas enfermedades de la
periodos de estrés largos y prolonga-
motricidad gástrica. Diversos estudios
dos (e.g., Overmier y Murison, 2000).
describen a un grupo de pacientes con
En la actualidad, aunque existe con-
manifestaciones típicas de gastroparesia
troversia acerca del papel de los facto-
o retraso de vaciado gástrico en los cua-
res psicológicos, lo que si parece claro
les no se halla causa orgánica identifi-
es que la úlcera péptica debe ser con-
cable. Se trata de personas jóvenes, en
siderada como un problema de salud
quienes los factores psicológicos desem-
de tipo biopsicosocial y a partir de ahí
peñan un papel fundamental, por ejem-
abrir un nuevo campo de estudio para

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Ansiedad, depresión y salud 61

esclarecer la relación entre los dife- en la fisiología gastrointestinal, más con-


rentes factores implicados (Tobón, cretamente en la enfermedad inflamatoria
Sandín y Vinaccia, 2005). intestinal (Anton, 1999). Parece de-
También se llegó a describir una mostrada una clara relación entre el
personalidad “ulcerosa”, persona con estrés emocional y la exacerbación del
necesidades intensas de dependencia proceso inflamatorio, así como con la per-
y deseos íntimos de ser cuidado y pro- cepción de las molestias sintomáticas. In-
tegido, pero la evidencia actual recha- cluso se han descrito rasgos de
za este tipo de personalidad. En personalidad característicos, obsesivo-
cambio, parece existir acuerdo en compulsivos y alexitímicos. Concreta-
cuanto a que determinados factores psí- mente, se ha hallado una elevada
quicos, independientes de la “persona- incidencia de trastornos depresivos y
lidad ulcerosa”, podrían influir tanto ansiosos entre los pacientes con enfer-
sobre estas conductas de riesgo como medad inflamatoria intestinal (García-
en la percepción y valoración de los sín- Vega, 2003).
tomas ulcerosos por el paciente. Nos Respecto al síndrome del intestino
referimos a los hábitos de consumo (ta- irritable es una de las enfermedades
baco, alcohol, etc.), factores emociona- más frecuentes del aparato digestivo. Las
les (personalidad con hostilidad, hipótesis sobre su etiología son variadas
ansiedad) y antecedentes familiares aunque se sabe que los factores psicoló-
(cfr. Miralles et al., 2003). gicos tienen un papel importante. Se-
Otros trabajos muestran una gún algunos de los trabajos publicados,
comorbilidad alta de la depresión ma- hasta el 70% de los pacientes cumple
yor, los trastornos de pánico y agorafo- criterios para algún trastorno psiquiá-
bia con la dispepsia no ulcerosa (Handa trico, siendo los trastornos de ansiedad
et al., 1999). y los depresivos los más frecuentes,
Por otra parte, parece contrastada la mientras que otros encontraron en su
importancia de los factores psicológicos investigación que, en un notable porcen-
en la caracterización de los trastornos taje, los trastornos de ansiedad ya se en-
intestinales. Los datos de diferentes contraban presentes antes de la
estudios indican que los individuos con aparición de los síntomas
síntomas gastrointestinales presentan gastrointestinales (cfr. Fernández, 2003).
mayor prevalencia de trastornos psíqui-
ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS
cos que quienes están libres de estos
síntomas (García-Vega, 2003). Dos de los Las enfermedades neurológicas son
trastornos más estudiados han sido la las que presentan una mayor coexis-
enfermedad inflamatoria intestinal (co- tencia con la depresión y la ansiedad
litis ulcerosa y enfermedad de Crohn) y (e.g., Robertson, 1997).
el síndrome de intestino irritable. El dolor de cabeza es el síntoma
Existen datos a favor de la influencia neurológico más frecuente y uno de
de las emociones y los hábitos conductuales los motivos de consulta más frecuen-

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62 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

tes en general (se estima que entre nos estudios la depresión se inicia
un 10%-20% de los casos es el sínto- después de la cefalea, existiendo una
ma principal). Existen diferentes tipos: comorbilidad superior al 20%
cefalea tensional, migraña, cefalea en (Merikangas, Angst e Isler, 1990).
racimos y dolores de cabeza diversos. El estrés y los trastornos de ansie-
Tanto la ansiedad como la depresión dad también son un precipitante de la
son comunes en los dolores de cabeza migraña. Según los estudios
crónicos (Maizels, 2004). epidemiológicos, los trastornos de ansie-
Respecto a la cefalea tensional, dad preceden a la migraña, aunque pro-
muchas personas son susceptibles a bablemente interaccionan con otros
los dolores de cabeza en épocas de ma- precipitantes que aumentan su vulne-
yor estrés emocional y puede consti- rabilidad, pero sin desencadenarla ne-
tuir un síntoma importante en cesariamente. Así pues, el estrés puede
síndromes ansiosos y depresivos iniciar directamente la migraña en pa-
(Maizels, 2004). La explicación a estas cientes biológicamente propensos y pue-
cefaleas es que el exceso de ansiedad de potenciar indirectamente o
suele producir contracción de la mus- intensificar el desencadenamiento de la
culatura de la cabeza y el cuello. Si ésta misma. Posteriormente, las migrañas
se prolonga varias horas se produce presentan mayor riesgo de asociación a
constricción vascular e isquemia, que crisis de pánico o ansiedad.
sería la causante del dolor. Las perso- Existen otras enfermedades
nas caracterizadas por patrones de per- neurológicas más graves que también
sonalidad del tipo A son especialmente presentan una comorbilidad alta con
proclives a este trastorno. Se ha esti- el trastorno depresivo mayor así como
mado que hasta el 95% de estos pacien- alto riesgo de suicidio en los 5 años si-
tes padecen síntomas de ansiedad y/o guientes a la lesión, especialmente en
depresión, bien de naturaleza reactiva pacientes con epilepsia, esclerosis múl-
o endógena. Además algunos estudios tiple o lesiones de la medula espinal.
indican que el padecimiento de cefa- También se ha documentado una inci-
leas prolongadas puede desencadenar dencia en torno al 40% de depresión
trastornos psicológicos que, a su vez, asociada a accidentes vasculares cere-
pueden convertirse en variables brales agudos (Starkstein, Fedoroff,
mantenedoras del trastorno psicológi- Price, Leiguarda y Robinson, 1993).
co y potenciando la gravedad de la cefa- Otra enfermedad muy estudiada es
lea en futuros ataques. Concretamente, la demencia. Algunos estudios conside-
algunos estudios epidemiológicos indi- ran que esta enfermedad neurológica
can que estos enfermos se caracterizan desencadena trastornos depresivos
por rasgos de ansiedad, neuroticismo y (Ballard, Bannister, Solis, Oyebode y
depresión anormalmente altos (Stewart, Wilcock, 1993). Otra enfermedad
Shechter y Rasmussen, 1994). En cuan- neurológica como el Parkinson, tam-
to a la relación temporal, según algu- bién presenta altos niveles de

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Ansiedad, depresión y salud 63

psicopatología asociada, tanto ansiedad una peor evolución de la enfermedad,


como depresión. Sin embargo, algunos al aumentar la sintomatología y trans-
autores recuerdan que hay que ser cui- mitir una mayor sensación de grave-
dadoso con esta asociación Parkinson- dad, lo que lleva a tratamientos más
depresión, ya que el estado de ánimo urgentes, frecuentes, agresivos y cos-
del paciente puede deberse a estados tosos. La depresión también puede in-
transitorios de disforia mas propios de fluir negativamente sobre la evolución
las exacerbaciones de la enfermedad del paciente asmático, conduciendo a
neurológica (Richard, 2005). un autocuidado pobre, con incumpli-
Por último, se ha hallado una aso- miento de las prescripciones médicas
ciación entre la ansiedad y la depresión y tendencia a la indiferencia ante los
y la esclerosis múltiple. Así, hasta el síntomas respiratorios (Vázquez, Ro-
75% de personas con esta enfermedad mero-Frais y Sández, 2003).
lleva asociado problemas psicológicos y
psiquiátricos (trastorno de pánico, tras- TRASTORNOS REUMATOLÓGICOS
torno depresivo, trastorno bipolar, etc.).
Además, la depresión y la ansiedad in- Muchas enfermedades reumatológicas
fluyen en la relación entre la Esclero- cursan de forma crónica, produciendo
sis Múltiple y la calidad de vida, ya que dolor, deformación e incapacidad fun-
los individuos con más síntomas de cional. Repercuten directamente sobre
ansiedad y depresión presentan mayor la calidad de vida del paciente, afectan-
incapacidad física y peor calidad de vida do su actividad laboral, social y familiar.
(Janssens et al., 2004). Con frecuencia los síntomas y signos
de la alteración músculo-esquelética se
TRASTORNOS RESPIRATORIOS solapan con la sintomatología propia de
una afectación emocional (EPISER,
Actualmente no se ha podido demos-
2001).
trar la influencia etiopatogénica en la
En una enfermedad como la artri-
enfermedad respiratoria de los facto-
tis reumatoide, el dolor y el deterioro
res psicológicos, pero sí se acepta la
físico pueden causar distintos
posible influencia de los factores
síndromes psiquiátricos, de los que el
psicosociales sobre la evolución del asma
más estudiado es el depresivo. Se es-
bronquial o en el mantenimiento de al-
tima la prevalencia de depresión ma-
gunos de los síntomas. Así, existen múl-
yor en torno al 17% y la de distimia en
tiples estudios metodológicamente
torno al 40% (Miralles et al., 2003). Es-
rigurosos que demuestran el importan-
tos factores emocionales han sido im-
te papel que la ansiedad asociada a las
plicados en la evolución de la artritis
crisis de asma desempeña sobre la evo-
reumatoide de forma desfavorable, en
lución del asma bronquial y de la enfer-
el sentido de poca motivación, depre-
medad respiratoria en general (Bosley,
sión no asociada al dolor y mal con-
Corden y Cochrane, 1996). La ansie-
trol de impulsos.
dad de algunos pacientes se asocia a

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64 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

En pacientes con dolor crónico se distintos trastornos de ansiedad y de-


considera que la presencia de sínto- presivos, así como de los trastornos
mas de ansiedad es muy significativa más propios de la psicología de la sa-
y tanto la ansiedad como la depresión lud, se ofrece en los tres volúmenes
es un factor facilitador de la percep- de la guía de tratamientos psicológi-
ción del dolor (Melzack y Wall, 1965). cos eficaces de Pérez, Fernández,
En cuanto a la fibromialgia, exis- Fernández y Amigo (2003a, 2003b,
te unanimidad en la literatura con 2003c). También recomendamos para
relación a la presencia de alteracio- una revisión extensa de las interven-
nes emocionales en estos pacientes ciones más destacadas en los distin-
(Rice y Pisetsky, 1999). Se puede de- tos campos de trabajo de la psicología
cir que síntomas como tristeza, an- de la salud las obras de Amigo et al.,
siedad, fatiga, insomnio, irritabilidad, (2003) y de Ortigosa, Quiles y Méndez
falta de concentración, desinterés, (2003) en el ámbito particular de la
apatía e hipocondría forman parte del psicología de la salud en la infancia y
cuadro clínico. Es frecuente la con- adolescencia. Nuestro objetivo será
comitancia de la fibromialgia con más modesto, por lo que nos centrare-
otras enfermedades médicas con mos en describir brevemente los trata-
acreditado contenido psicológico, mientos psicológicos eficaces que han
como el síndrome del intestino irri- sido empleados de forma específica o en
table, la migraña, problemas de sen- combinación con otros componentes
sibilización alérgica y en especial el para tratar la ansiedad y la depresión
síndrome de fatiga crónica. asociada a las enfermedades crónicas.
Para ello seguiremos el mismo orden
INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS que en el anterior apartado.
EFICACES EN LA ANSIEDAD Y
DEPRESIÓN ASOCIADA A LAS CÁNCER
ENFERMEDADES MÉDICAS
Las personas que tienen cáncer pue-
Como hemos observado a lo largo del
den beneficiarse de diferentes formas
capítulo, es muy frecuente hallar sín-
de intervención psicológica, que pueden
tomas de ansiedad y/o depresión en
clasificarse de la siguiente manera: (i)
pacientes enfermos crónicos. Por tan-
intervenciones educativo-informativas;
to, cualquier intervención que haya (ii) intervenciones conductuales; (iii) in-
demostrado su eficacia en el control tervenciones psicoterapéuticas indivi-
de estos trastornos puede resultar útil duales y (iv) intervenciones en grupo.
a priori. Por lo general, existen dife- Tradicionalmente, cada una de estas
rentes modalidades terapéuticas que intervenciones se ha venido centran-
tienen mostrada su eficacia tanto en do con más énfasis en una fase de la
la depresión como en la ansiedad. Una enfermedad concreta. Así, las primeras
exposición amplia y revisada de las se han centrado en la fase de diagnós-
intervenciones más destacadas en los tico; las segundas lo han hecho en la

Suma Psicológica, Vol. 15 N° 1: 43-74, marzo 2008, Bogotá (Col.)


Ansiedad, depresión y salud 65

fase de tratamiento inicial, complemen- Respecto a las intervenciones


tario y recidiva; las terceras se han ocu- psicoterapéuticas individuales, éstas
pado principalmente de la fase de se han centrado en el acompañamien-
recidiva, enfermedad avanzada e inter- to del paciente durante la situación
valo libre y, por último, las intervencio- estresante que representa el cáncer,
nes en grupo se han ocupado de la a través de proporcionar apoyo emocio-
enfermedad en una fase avanzada. nal y así disminuir los síntomas de
Respecto a las intervenciones edu- ansiedad, depresión, etc., que suelen
cativo-informativas, las investigacio- estar asociados a ese proceso. Un buen
nes han demostrado que pueden ejemplo de este tipo de intervenciones
ayudar a reducir la ansiedad genera- es la “terapia psicológica adyuvante”
da por la incertidumbre ante estímu- (TPA, Moorey y Greer, 1989). Se trata
los poco familiares e imprevisibles, de un programa de tratamiento
como las primeras visitas médicas cognitivo conductual para pacientes
(McQuellon et al., 1998). De hecho en derivado de la terapia cognitiva de
este estudio se halló un efecto positi- Beck. Este programa incluye métodos
vo, en el sentido de una reducción de cognitivos, métodos conductuales, ex-
las respuestas de ansiedad y depresión presión emocional, trabajo en pareja e
tras una intervención de este tipo en inducción del espíritu de lucha. Estu-
un grupo de 150 pacientes. dios en lengua española han hallado
Las intervenciones conductuales un efecto positivo de este paquete de
se han aplicado en este campo funda- tratamiento en la ansiedad y la depre-
mentalmente para reducir el estrés y sión (e.g., Romero, Ibáñez y Monsalve,
para mejorar el control de los efectos 2000).
secundarios de los tratamientos Por último, entre las intervenciones
oncológicos. Se han utilizado diferen- en grupo existen dos modalidades. Una
tes técnicas conductuales, tales como es la conducida por un profesional, que
técnicas de relajación: muscular pro- se caracteriza por una dinámica de gru-
gresiva, pasiva, respiración profunda, po que se centra en objetivos más con-
meditación, imaginación guiada o cretos y posee una mayor organización
visualizacion; biofeedback; hipnosis; y planificación. La segunda es la con-
planificación de actividades y terapia ducida por personas afectadas, que sue-
de solución de problemas. Un ejemplo le caracterizarse por una menor
de este tipo de estudios es el de Sirgo, jerarquía, por perseguir unos objetivos
Gil y Pérez-Manga (2000), que halla- más espontáneos y donde el apoyo emo-
ron efectos positivos en la ansiedad, cional es el principal beneficio.
la depresión y el control de síntomas En resumen, está ampliamente
postratamiento en el grupo de interven- documentado en la literatura científi-
ción (relajación muscular progresiva, ca que las intervenciones psicológicas
técnicas de respiración abdominal e pueden mejorar la calidad de vida de
imaginación guiada). los pacientes de cáncer y que uno de

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66 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

sus logros es reducir las alteraciones tamiento, técnicas de asertividad, ma-


emocionales, si bien no parece existir nejo de la rabia, identificación de apoyo
un tipo de intervención claramente social y relajación.
más eficaz para ayudar a los pacientes
a adaptarse al cáncer y reducir la TRASTORNOS CARDIOVASCULARES
sintomatología ansioso-depresiva
En el abordaje de los trastornos
(Amigo et al., 2003).
cardiovasculares, las intervenciones
conductuales se han orientado tanto
INFECCIÓN POR EL VIRUS DE
INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH) hacia la prevención en población de alto
riesgo como al tratamiento y rehabilita-
Podemos dividir las necesidades de ción de los pacientes tras sufrir algún
intervención de los enfermos con VIH episodio de alteración cardiovascular. En
en dos grandes grupos: las referentes el primer caso, el objetivo principal ha
a la prevención primaria y las relati- sido cambiar las conductas manifies-
vas a personas ya seropositivas al VIH, tas que incrementan la vulnerabilidad
dirigidas a mejorar su adherencia al cardiovascular de las personas median-
tratamiento, a intervenir en el entor- te la modificación de los factores de ries-
no del enfermo y a mejorar su estado go, y entre éstos, los psicosociales
emocional. Respecto a este último (estados depresivos o las manifestacio-
objetivo, son metas de la intervención nes emocionales negativas de ansie-
dotar a la persona de estrategias de dad). En el segundo caso, la intervención
afrontamiento del impacto emocional incide en el tratamiento y rehabilita-
que supone el diagnóstico de ción de las funciones físicas, psicológi-
seropositividad. En este sentido, la cas y sociales afectadas por el trastorno,
sintomatología ansiosa y depresiva se donde de alguna forma también se han
convierte en el centro de atención para considerado los aspectos emocionales
la intervención psicológica. Las técni- (Fernández-Abascal et al., 2003).
cas que parecen tener una eficacia Así, se han elaborado diferentes
mayor son la combinación de informa- intervenciones cognitivo-conductuales
ción y técnicas cognitivo-conductuales para el control de la ansiedad. Entre
(e.g., Antoni, 2003). Entre las técnicas ellas, el entrenamiento en manejo de
de carácter cognitivo-conductual desta- ansiedad (Suinn, 2001) y los procedi-
ca el programa del equipo de Antoni. Se mientos de inoculación de estrés
trata de un programa multicomponente (Meichembaum, 1985) han demostra-
dirigido a hombres homosexuales y lle- do experimentalmente su eficacia en
vado a cabo en sesiones de grupo de dos el control de esta variable psicológica,
horas durante diez semanas, con ejer- si bien se desconoce aún si tal efica-
cicios de relajación para practicar en cia alcanza también a los factores de
casa. Los componentes incluidos son: riesgo biológico concomitantes a estas
psicoeducación, terapia cognitiva, en- emociones.
trenamiento en habilidades de afron-

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Ansiedad, depresión y salud 67

TRASTORNOS DERMATOLÓGICOS de ansiedad, cabe señalar la posible


eficacia de los tratamientos median-
En las enfermedades dermatológicas
te el manejo de la ansiedad, la relaja-
el tratamiento psicológico tiene un
ción asistida o no con biofeedback, al
papel importante, ya sea como coadyu-
mejorar bien el control metabólico de
vante o como tratamiento principal.
la enfermedad directamente, bien a
Así, han demostrado ser útiles diver-
través de la mejora de la adherencia
sas técnicas psicoterapéuticas y
al tratamiento (e.g., Surwit et al.,
cognitivo-conductuales que permiten
2002). No obstante, tal como señalan
un mejor afrontamiento del estrés,
Surwit et al., la existencia de estudios
ayudando en la adaptación a la enfer-
con resultados negativos apunta ha-
medad (Miralles et al., 2003).
cia la necesidad de continuar inves-
Diferentes estudios han conclui-
tigando sobre esta cuestión.
do que el tratamiento psicológico debe
incluirse en el abordaje global de su-
TRASTORNOS GASTROINTESTINALES
jetos con trastornos dermatológicos.
Justifican su postura debido a la efi- Los trastornos que han recibido mayor
cacia mostrada y a su relación costo atención en cuanto a la intervención
beneficio en la reducción de los sínto- psicológica son los relacionados con las
mas ansiosos o depresivos, que con alteraciones del intestino.
frecuencia presentan estos pacientes, Así pues, por lo que respecta a la
lo cual se traduce en una mejor evo- intervención psicológica en el síndro-
lución de la enfermedad dermatológica me de intestino irritable, las técnicas
en sí misma (Evers et al., 2005). de control de ansiedad y estrés propias
de la terapia de conducta en un forma-
TRASTORNOS ENDOCRINOS to multicomponente han demostrado
ser eficaces para reducir/eliminar la
La intervención psicológica en diabe-
sintomatología (ansiedad/depresión)
tes se caracteriza por la amplitud de característica de este trastorno. Otras
ámbitos de aplicación. Así, se han lle- modalidades de tratamiento han sido la
vado a cabo intervenciones para me- psicoterapia de orientación dínámica,
jorar la adherencia al tratamiento, la hipnosis, el biofeedback y el manejo
para amortiguar o mejorar el impacto de contingencias (Amigo et al., 2003).
del diagnóstico y el afrontamiento de Por otro lado, hemos de comentar que
la enfermedad, para controlar los epi- la literatura especializada proporciona
sodios hipoglucémicos y el autocontrol evidencias acerca de la superioridad
glucémico y, por último, para interve- del abordaje psicológico frente al mé-
nir sobre los trastornos psicológicos dico (Svedlund, 2002).
que frecuentemente acompañan a En cuanto a la enfermedad
esta enfermedad. inflamatoria intestinal (enfermedad
Respecto a la intervención psico- de Crohn y colitis ulcerosa) las inter-
lógica en la depresión y los trastornos venciones psicológicas pueden ser di-

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68 José Antonio Piqueras Rodríguez, Agustín Ernesto Martínez González, Victoriano Ramos Linares y cols.

vididas en tres tipos: psicoterapia de subtipo la combinación del


apoyo, biofeedback y manejo del biofeedback de temperatura y la rela-
estrés. Las dos primeras intervencio- jación es el tratamiento más efectivo
nes se encuentran en fase experi- (Amigo et al., 2003; p. 151).
mental, ya que no han demostrado su
eficacia, mientras que el manejo de TRASTORNOS RESPIRATORIOS
estrés ha conseguido un estatus de
La evidencia empírica, derivada de las
procedimiento probablemente eficaz.
investigaciones controladas, señala
La justificación de la utilización de
como intervenciones probablemente
este procedimiento para el control de
eficaces: los programas de automanejo
la ansiedad y el estrés se asocia a la
en pacientes con asma severa o pobre-
evidencia que afirma que se produce un
mente controlada y las técnicas de re-
empeoramiento o exacerbación de es-
lajación en pacientes con un
tas enfermedades en situaciones
componente emocional asociado a la
estresoras. Las técnicas de tratamien-
evolución del trastorno. También se se-
to incluidas en este procedimiento son
ñala como técnica eficaz el biofeedback
las propias de la reducción de ansiedad
electromiográfico frontal, mientras que
y el manejo de estrés: entrenamiento
los biofeedback electromiográfico
en relajación, desensibilización siste-
torácico, de la arritmia del seno respi-
mática, entrenamiento en resolución
ratorio, de parámetros de función
de problemas, reestructuración del
pulmonar y la terapia familiar se en-
tiempo, asertividad y habilidades socia-
cuentran aún se encuentran en fase
les (García-Vega, 2003).
experimental. Sin embargo, las inter-
venciones psicológicas de los trastor-
TRASTORNOS NEUROLÓGICOS
nos como la depresión o el trastorno de
Entre los trastornos neurológicos, los pánico, frecuentemente asociadas a la
dolores de cabeza han recibido la ma- morbilidad y a mortalidad del asma, no
yor atención por parte de la literatura han recibido atención desde el punto
especializada. La intervención de vista experimental (Vázquez et al.,
conductual sobre la base de técnicas 2003).
de relajación y/o biofeedback ha de-
mostrado una clara y notable efectivi- TRASTORNOS REUMATOLÓGICOS
dad en el alivio de este problema
La mayoría de estudios coinciden al
(Penzien, Rains y Andrasik, 2002).
señalar la necesidad de un abordaje
Concretamente, por la amplitud de
del dolor crónico desde una perspecti-
su uso y por su eficacia, destacan el
va multidimensional, teniendo en
entrenamiento en relajación muscu-
cuenta todas sus dimensiones. Así, los
lar y el biofeedback. Ambas técnicas
programas conductuales y cognitivo-
han demostrado su eficacia en el tra-
conductuales son considerados ac-
tamiento de la cefalea tensional y de
tualmente como herramientas
la migraña, si bien en el segundo

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Ansiedad, depresión y salud 69

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Fecha de envío: Noviembre 24 de 2007


Fecha de aceptación: Enero 30 de 2008

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