2. EL ESCANDALO DE LAS DIVISIONES.
24.
Las divisiones como escandalo y misterio.
La division de los cristianos es un dato incuestionable. Cualquier
sociélogo de la religién podria _presentar facilmente un increible panorama de
grupos y comunidades que se reclaman cristianos.
Esta constatacién ha sido calificada por muchos cristianos como un
escdndalo, y como motivo suficiente, por la incoherencia, para que impida la
accion evangelizadora de las Iglesias. Ello motivo que desde comienzos de
este siglo haya ido creciendo de forma vigorosa el movimiento ecuménico. El
Ecumenismo consiste precisamente en el intento de superar las divisiones
entre las Iglesias en cuanto divisiones, porque no es la diversidad, sino la falta
de comunién entre ellas lo que provoca el escandalo.
Aldia siguiente de las separaciones, las Iglesias trataron de justificar sus
tomas de postura. La apologética fue un género tan empleado por las
jerarquias y los tedlogos de las diversas iglesias como por la clase politica de
todo los tiempos. El catecismo, la escuela, el libro, el pulpito, la carta
enciclica... fueron algunos de los medios empleados para defender la justeza
de las propias posiciones y para mostrar la incoherencia o el error de las
posiciones ajenas, Pero a pesar de tanto esfuerzo y de tanta justificacion
teolégica, la division de los cristianos aparece para creyentes 0 no creyentes
que hayan reflexionado minimamente sobre el tema, como un enigma y un
escandalo, Nadie como el tedlogo protestante K. Barth lo ha expresado mejor:
“No existe ninguna justificacién, ni teolégica ni espiritual, ni biblica,
para la existencia de una pluralidad de Iglesias genuinamente
separadas en este camino, y que se excluyen mutuamente unas a
otras interna y, por tanto, externamente. En este sentido, una
pluralidad de Iglesias significa un pluralidad de sefiores, una
pluralidad de espiritus, una pluralidad de dioses. No hay duda de
que en tanto la cristiandad esté formada por iglesias diferentes que
se oponen entre si, ella niega practicamente lo que confiesa
teolégicamente: la unidad y la singularidad de Dios, de Jesucristo,
del Espiritu Santo. Pueden existir buenas razones para que se
planteen estas divisiones. Puede haber serios obstaculos para poder
eliminarlas. Puede haber muchas razones para explicar esas
divisiones y mitigarlas. Pero todo eso no altera el hecho de que toda
divisién es un profundo escandalo, un enigma.”
Desde un punto de vista teolégico conviene tener en cuenta las
siguientes observaciones:
“J, de Santa Ana, Ecumenismo y Liberacién, Paulinas, Madrid 1987, p.72.a) Las divisiones estén en contradiccién con la voluntad expresa
de Jesiss.
b) Al mismo tiempo que el Espiritu nos ha hecho descubrir a
través del movimiento ecuménico el sentido salvifico de las
otras comunidades eclesiales y su complementariedad. Los
fieles cristianos de otras confesiones se salvan no a pesar de
sus comunidades de fe sino porque en ellas y por ellas se
encuentran con Jesucristo como Sefior y Salvador.
c) En el origen de las grandes secesiones hubo por ambas
partes sentimientos espirituales auténticos, verdaderas
intuiciones teolégicas y motivos de conciencia. Pero la
apologética como modo de relacion y los desarrollos
unilaterales posteriores constituyeron un obstaculo para la
comunién. Se acabé el tiempo de atribuir culpabilidades
exclusivamente a los otros.
d) Nos encontramos ante el misterio de la libertad humana, la
dificultad de distinguir el trigo y la cizafia en el otro y en cada
uno.
e) La importancia de redescubrir el valor de la diversidad
Grandes di
nes en el seno del cristianismo
Las grandes divisiones que han afectado profundamente a la vida de la
Iglesia y que, con una cadencia de cinco siglos entre ellas, han supuesto una
pérdida irreparable de comunién entre grandes sectores de cristianos y que se
han mantenido hasta hoy son:
-Las que se dan en los siglos V y VI en las llamadas “Iglesias antiguas
orientales”, de creencias monofisitas.
en el siglo XI (1054), en la Iglesia
indivisa entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental o latina.
-Las que se produce en el interior de la Iglesia de Occidente, durante el
siglo XVI, entre las llamadas “reformas protestantes y anglicana”, por una
parte, y la “Iglesia catélico-romana” por otra.
Estas reformas del siglo XVI, dieron lugar a lo largo de los siglos XVII y
XVIII, al surgimiento de nuevas Iglesias en el seno del Protestantismo y el
Anglicanismo.
3, Disensiones desde el punto de vista teolégico.
Desde le punto de vista teoldgico-eclesiolégico, las grandes divisiones
se producen por disensiones en lo referente a dos cuestiones:a) En torno a las doctrinas centrales de fe (siglos |V-V-VI):
* Trinidad.
* Doble naturaleza de Cristo.
* Maternidad divina.
* Procedencia del Espiritu Santo.
b) En tomo a la autoridad eclesiastica (siglos XI-XV):
* Relaciones Iglesia-Imperio.
* Primado romano.
* *Filioque’
c) En torno a la autoridad espiritual (siglo XVI):
* Relaciones Escritura-Tradicion.
* Doctrina de la salvacién: Fe-obras,
* Mediaciones de la gracia: Palabra-Sacramento.
*Sacerdocio ministerial-Sacerdocio de los fieles.
*Constitucién apostélica de la Iglesia-Comunidad de los fieles.ARBOL GENEALOGICO DE LAS IGLESIAS CRISTIANAS
enti
WY 5
Mega
ara couprenveR at ecuMentsuo 61| 12
Las primeras rupturas
‘se remontan alas con-
troversias doctrinales
do los sigios IV-V,
‘cuando ta igesia ests
todavia defniendo las
doctrnas centrales de
Ja fe (la doble natura-
Jeza de Cristo, la
Matemidad dina, '@
Trinidad y 1a. proce-
ddencia del Espiritu
Santo}
PRIMERAS RUPTURAS
1. RAZONES DE LAS PRIMERAS RUPTURAS.
A. Distintas sensibilidades en el Oriente cristiano
Ya en los albores del cristianismo surgieron en el mundo griego dos escuelas teolégicas
‘muy diversas: la alejandrina y la antioquena. Las primeras rupturas que se produjeron en el
seno de la Cristiandad se remontan al enfrentamiento entre estas dos corrientes.
Estamos en el momento en que la Iglesia -una vez ha afirmado la divinidad y la humat
dad de Cristo- tiene que explicar cémo se da la conjuncién de ambas naturalezas en una
‘misma persona, tratando de conciliar Ia unidad y la distinci6n en la persona de Cristo. Las
soluciones que tedlogos de una y otra escuela aportan constituyen el origen de una agria
polémica que, entremezciada con cuestiones polticas y culturales, dard finalmente lugar al
cisma,
Las dos escuclas reflejan en sus posturas dos tendencias teoldgicas y dos orientaciones
cristol6gicas diferentes, que ponen el acento en elementos distintos. Mientras los alejandri-
‘os partian de la unidad det sujeto, prvlegiando la divinidad sobre la humanided de Cristo,
los antioquenos buscaban salvaguerdar su humanidad.
‘Tras muchas cisputas, la cuestién qued6 zanjada en el concilio de Calcedonia (451), pero
la forma en que se explica como se da en Cristo la unidad de las dos naturalezas ~divina y
hhumana~ no satisface a los representantes de varias iglesias, que terminarén por separarse
de la Gran Iglesia
Durante casi quince siglos, estas Iglesias han sido consideradas heréticas, porque se pen-
ssaba que negaban la doble naturaleza de Cristo. Sélo recientemente, gracias al didlogo ecu-
ménico, se ha podido reconocer que mantienen la misma fe expresada con formulaciones dis-
tintas.
B. La dificultad de hablar lenguajes diferentes
La formula “una persona en dos naturalezas" con la que el concilio de Calcedonia, tra-
tando de acercar posiciones entre as dos escuelas, expresa la conciliacién de la divinidad y
la humanidad en Cristo, no fue sin embargo aceptada por los representantes de algunas
Iglesias que, finalmente, terminaran por separarse del resto de la Iglesia,
‘Aunque rechazan la formulacion de Calcedonia, poseen la misma fe eristolégica (Cristo,
verdadero Dios y verdadero hombre). No se trata por tanto de divisiones de doctrina, sino de
una cuestién de lenguaje. Por ello algunos autores han hablado de ‘cisma de lenguaje. B.
‘Sesboué lo ha explicado asf: "Una decisién conciiar, destinada a Zanjar una cuestién doctri-
ral, engendré un ‘cisma de lenguaje, abierto no sdlo entre ‘herejes’y ‘ortodoxos’ sino entre los
propios ortodoxos entre si que, queriendo afirmar la misma fe, no liegaban a ponerse de
acuerdo en las formulas (..) La unidad de la Iglesia pagé caros los gastos de esta crisis, ya
que el cisma det lenguaje se cristaliz6 en Iglesias ‘cisméticas; cuyas divisiones se vieron
fomentadas por rivalidades polticas”2. CUANDO LAS PRIMERAS RUPTURAS SE CONSOLIDAN
‘A. La Gran Iglesia se fractura
El concilio de Calcedonia fue asumido por la préctica totalidad de tas Iglesias, que lo con-
sideré en continuidad con la fe de Nicea. Aquellas Iglesias de Oriente que no aceptaron le for-
‘mulaci6n de Calcedonia comienzan a llevar una existencia separada de las demds.
Si toda definicién dogmética marcaba tradicionalmente el limite entre la ortodoxia y la
herejfa, estamos ante el primer caso en la historia del cristianismo en que una cuestién doc-
trinal genera una divisién en el seno de la propia Iglesia.
B. Las Iglesias Antiguas Orientales
‘Conocidas también como no calcedonianas por su rechazo de la formulacién del concilio
de Calcedonia: Iglesia Copta, Iglesia Etiope, Iglesia Sirio-occidental o Jacobita, iglesia Armenia
€ Iglesia Malabar. Todas ellas pertenecen al mundo oriental
Iglesia Copta Ortodoxa, Es 'a Iglesia nacional del Egipto cristiano. Se siente heredera del
patriarcado de Alejandrfa, Si de su seno brotaron fa herejfa artiana y la nestoriana, también
ten esta Iglesia vio la luz un floreciente monacato. La persecucién musulmana y su labor misio-
nera en Africa son dos caracteristicas que han marcado la vida de estas Iglesias. Pertenece
al Consejo Ecuménico de Iglesias desde su fundacién.
Iglesia Etiope. Perseguida por el Islam y sometida al aislamiento por razones politicas y
geogréficas, esta pequefia Iglesia posee una gran tradicién litrgica y monéstica. Pertenece
también al Consejo Ecuménico de Iglesias desde su fundacién,
Iglesia Sirio-Oceidental o Jacobita. Vinculada tradicionalmente al patriarcado de Antioquia,
ya antes del concilio de Calcedonia habfa sido cuna det ‘apolinarismo; doctrina defendida por
Apolinar de Laodicea que defendia una Unica naturaleza en Cristo. Tras su rechazo de los
decretos de Calcedonia, fue la labor del obispo monofisita Jacobo Zanzalo -a quien esta
Iglesia debe su nombre- la que determiné su futuro, al establecer una Iglesia organizada.
Iglesia Apostélica Armenia, €! auxilio prestado por el emperador romano oriental Zenon
de confesién monofisita- a esta Iglesia motiva, como muestra de agradecimiento, el recha-
20 de los cénones de Calcedonia. El patriarca de la Iglesia armenia es conocido como el kha-
tolikds.
Iglesia Malabar. Fruto de la evangelizacion del apéstol Santo Tomé en la India, mantuvo
‘contacto con el Patriarcado sirio de Antioquia hasta que, en 1912, se convierte en Iglesia auto-
céfala.13
La separacién entre
Oriente y Occidente
no pyede atribuirse 3
‘une tnica causa. Se
‘rata de un proceso
compigia en el que
concurrenfactores
‘woldgicos,religiosas y
eclesidsticos junto 2
‘otros de tipo paltco,
cuttural y geograico.
Todos ellos generarén
un distaneiamiento
progresivo que condu-
(rd af conficto, des-
‘embocando finalmen-
teen ruptura.
Divisiones eNTRE Oniente y Occioenr
1. LAS CAUSAS DE LA RUPTURA
‘A. Factores politicos, culturales y geogréficos
La decisién de trasladar la sede del Imperio a Constantinople conllevard una reorganiza-
cin de la Pentarqufa: si hasta entonces en la organizacién tradicional cinco sedes gozaban
de una especial relevancia -Roma, Antioquia, Alejandria, Jerusalén y Efeso-, en el concilio
Calcedonia, en su famoso canon 28, Constantinopla es declarada segunda sede, después de
Roma, con idénticos privilegios. La organizacicn eclesidstica se acomoda ast a la organizacién
ppoltica del Imperio. La importancia de la sede episcopal no estriba ya en el hecho de ser sede
apostélica, sino en ser la nueva sede imperial,
Esta reorganizacién supondra una diferencia en la forma de concebirla organizacién ecle-
sidstica y su relacién con la autoridad politica que se iré agrandando progresivamente. Roma
se niega a ratificar el canon.
La caida de Roma en poder de los bérbaros, fa creacién, en el afio 800, de un nuevo
Imperio en Occidente y las invasiones musulmanas del siglo VII, serén motivos afiadidos de
rivalidad. Poco a poco se irén fraguando dos mundos cultural y espiritualmente distintos: el
latino y el griego o bizantino. Las Cruzadas ahondardn ese clima de hostilidad mutua
B. Factores eclesidsticos y doctrinales
Las diferencias culturales e hist6ricas favorecieron las divergencias teol6gicas. Pese a que
‘mantuvieron la misma fe apostolica, las controversias doctrinales y teolégicas, entremezcla-
das con cuestiones poltticas y culturales, terminarén por provocar el cisma.
La evolucién de la concepcién del primado en Occidente es una de las cuestiones que
ccreé mayor divisién. Frente a la pretensién romana de un primado jurisdiccional, Oriente apoya
la sumisién de! papa al concilio, generéndose dos tradiciones eclesiol6gicas: la occidental
centrada en el papa y la oriental centrada en los Concilios.
La controversia en torno al Fifoque. La introduccién de la formula del Filoque, que afir-
maba que el Espiritu Santo procedia también del Hijo, y que en un principio fue considerado
tun simple motivo de controversia, se torné a partir del siglo XI, en una de las mayores dispu-
tas, La {6rmula fue elaborada en Occidente simplemente como fruto a un deseo de mayor pre-
cision,
Las excomuniones mutuas entre el cardenal Humberto, enviado por el Papa Ledn IX para
intentar a reconciliacin, y el patriarca de Constantinopla Miguel Cerulario en 1054 significa
ron la ruptura defintiva. Como afirma Congar, “la ruptura existia latente antes del siglo IX y, a
esar de todo, la excomunién de Cerulario, en 1054, no destruyé toda la realidad de la comu-
nién’. Los dos intentos posteriores de unién -en los concilios de Lyon (1274) y Florencia
(1439)- resultaron fallidos. Habré que esperar hasta 1965 para que las excomuniones mutuas.
sean levantadas y se reestablezca un clima de fratemnidad entre la Ortodoxia y la Iglesia
Catélica,2. EL MUNDO DE LA ORTODOXIA
A. Las Iglesias Ortodoxas
Las Iglesias Ortodoxas carecen de una autoridad centralizada, gozando de una gran auto-
nomia. Se organizan asi: 1, Nueve patriarcados: Jerusalén, Constantinople, Antioquia,
‘Alejandra, Rumania, Bulgaria, Serbia, Georgia y Moscu. Al patriarcado de Constantinopla le
corresponde un primado de honor (es designado primus inter pares); 2. Diez Iglesias autocé-
falas: Grecia, Chipre, Polonia, Repiblica Checa, China, Japén, Finlandia, Albania, Reptiblica
Eslovaca e Iglesia del Monte Sinai
La gran emigracién ruse del siglo XX, motivé la existencia de un gran ntimero de cristia~
nos ortodoxos en la didspora. La comunidad ortodoxa de Estados Unidos, con mas de cuatro
millones de miembros, es una de las mas numerosas. La comunidad ortodoxa francesa ha
generado una de las mejores escuielas de pensamiento de la Ortodoxi.
La participacién de las Iglesias Ortodoxas en el movimiento ecuménico se remonta a los
inicios del mismo, aunque las tensiones con las Iglesias protestantes han sido frecuentes.
B. Rasgos de las Iglesias Ortodoxas
Los siete primeros concilios ecunénicos establecen la auténtica tradicién ortodoxa, La fe
trinitaria y cristolégica establecida en los primeros concilios constituyen el nicleo de la fe cris-
tiana, Su rechazo a los concilios posteriores, unido a su comprensién del dogma ~cuyo senti~
do no es tanto clarificar las verdades de la fe cuanto preservarlas-. les ha llevado a rechazar
toda definiclon dogmatica posterior,
Importancia de la liturgia, como fuente de la vida espiritual y culminacién de ta vida cris-
tiana, y de la Tradicién, que impregna toda la vida de la Iglesia, desde la lturgia a la teologia.
Gran veneracién a la Virgen Marfa, invocada como Theotokos (madre de Dios).
Importancia de la pneumatologta en la teologta y en la vida de los creyentes.
Una antropologia centrada en la visién del ser humano como imagen de Dios, considera-
do, no de forma aistada, sino integrado en el cosmos.
Damos por supuesto
‘que ef lector conace
ims la tadlciincatol-
co-romans. Por esta
razén, la segunda
parte de esta ficha
estard dedicada & pre-
ssentar of mundo de la
Ortodoxa.14
Fr afto 1488, on que
viene al mundo Martin
utero, teda Europa es
catdlca y obediente af
Ponttfice de Roma
(2; ef allo 1546, en
(que muore e reforma-
dor, casi la mitad de
Europa se ha separs-
do de Roma,