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eles de Rodolo Walsh quo e protontan en eee libre consunayen an {ntimo o un cuadorno do bitécorafregmentario, Gren pare de soe [tos archivos, lo euetos en los que trabulabs, es anotaclonen foe: bidoe por at grupo de taoas que allan au domo on San Vicente [Gmazzo do 187 y paclalmente escetados por fatianesy amigos Inter circunetancas |e alos dela deceparici6n de Rodolfo Walsh dias, nto con ‘cuentos indditos quo foeron reconstruldos a parr de enctaciones ("la fuga”, "Ride a la Habana", “Boe nombre"), raelve a sor public nol agrogado do nuevos materiale (ntovrtas carts) yun prensa ‘o roferenciaa que he permitido seat Ia mayota de los nombres Joscada de Ia quo Walsh fue vicina pretend canceartatbién lo ‘eu obra eco, por eoo un alo de justia eata eatin, Jamestucion de sus temas y preocupaciones, de uma manera de pont ura, pero, sobre toda, de st historia biogrlicay desu texto, una ‘maze nitad do oor a cbra da ise como una totliéad miso meno# erg otaparoco &la vista de sus propiasabsorvaciones. EI patiodiam, $rylapolia, edo parece encontrar aqu un gar lgico ea elie ‘je conta: la vida de orcitor, el dav00 de escribir. El dario de se necetaro para comprender soba porte pecisstnente en lee ‘ber todas ls tonsionos onto la tertura i paliica ya vida coin ‘aracerian. Como en ol caso de ouos esetores soba de Walt Inclir varia eras heterogéneas, per el aro os su moter: logue J DNES DE LA FLOR. Pease EDICIONES BELAFLOR RODOLFO WALSH ESE HOMBRE Y OTROS PAPELES PERSONALES ‘Nueva edicién corregida y aumentada a cargo de Daniel Link EDICIONES DE LA FLOR ‘Wa, Roda uetombeey ors pps personales ed-Buras Altes dielone oi a, 2007| 28820414 ISBNSTEDS0 5531241 |. Literatura agen. Talo copanao ode tap: Limat Roce (© 2007 by Ediciones dela Hor SRL Gori 3695, CHT2ACE Buenos Aires, Argeting ‘worwedicionosdelaflorcomar echo el depsto que dspone I ey 11.723 Prélogo a la segunda edicién Laptimera ver que vi un libro de Walsh, paradéjicamente, era tun libro que yo estaba editando, Corria el ao 1983, en Edi- cones dela Flor, cuando Daniel Divinsky se aprestaba 2 ree ditar toda I obra de Walsh, que escuvo prohibida durante la dictadura, Antes, sdlo referencias vagas a Walsh y su "Carea abierta” me hasan llegado, Pero slo en 1983, como tantos ‘oteos j6venes, pude lero. Y la casualidad queria que Fueraése smi primer trabajo de envergadura en ef mundo editorial: su- pervs a reedicién de Operacién Masser. Y luego los (ma- sistrales) cuentos de Walsh, que conoc! primero por la edicién mexicana de su Obra ieeariay luego por la reediciones que Ediciones de la Flor fue realizando. Por supuesto, en 1984 ya ‘estaba ensefiando los cuentos de Walsh en la Facultad de Fi losofta y Leus. Mi segunda publicacién importante fue un arvculo sobre Walsh que me pidié Eduardo Rinesi en 1988 para Grafs, la revista que diigiaen Rosario. De modo que re resulté“I6gico” que hacia mediados de los noventa (cua do ya habia decdide abandonar un proyecto de doctorado or- tanizado alrededor de la obra de Walsh) se me oftecera la po- sibilidad de edita I obra periodistica, y luego el Diario de Walsh. Un Diario de esrtor: puede haber manjar més sucu- lento (pensaba en Kafka, pensaba en Thomas Mann, pensa- ben Peter Handle, pensaba inclusive en Katherine Mans- field)? Los demés especialistas en Rodolfo Walsh también 5 hhabian norado la necesdad de etablecer, palabra por palabra, ‘una obra saqueada, mutladay yo tela ahora, abi delane, los, ‘manuscritos del Diario de Walsh (es coma el diario de un adict, yesaadiccién ela dio Ricardo igs cuan- o Tey Ta versGn original), Fue temblar de felicidad y pecar de soberbia en el mismo movimiento Lo que yo no habia entenddo todavis es que la obra de un ‘scritor (de un “esritor de verdad”, como en este aso) nun caes palabra muerts: por eo es dif (y peligroso) precender apoderarse de la palabra de os escrtores a los que amamos. Finalmente, pueden ser ess palabras ~que nos consideramos con derecho a manipular~ las que nos pongun en evidencia: “Que te pongan en su sitio las palabrs", dice el poet. Cuando edité el Diario de Walsh comet varios erotes me- notes, Pero comet, sobre tao, éte:pensé que era mas impor- tance un tribuco ala memoria de los muertos (ala memoria, de un gran escritor muerto) que el sentimiento de los vivo. Pensé que “lltratura” era una cos separada de “la vid. OF vidé—¢hace falta decielo?— un fundamento y una tensin cons- siutva de I literatura de Walsh: que no hay sepacaciin posi ble ente la literatura y la vida Por supuesto esperé con grandes expectatvas la eedicién de Bie hombre y otros papel: peronale, yes otra vex Edicio- tes dela Flori editorial que me da laposibilidad de revisar ¥ cotregir ls erores que Yo habia prolijamente relevado. Si todavia sobreviven algunos, sigue sendo por mi torpeza, no por otra cosa. Los ctterios de edicién son los mismos de a edicién an- terior, con las siguientes salvedades: hemos procurado resta- blecer los nombres propios que en la primera edicién apare- ‘an designados con una iniial eonvencional y completamos 4a mayor cantidad de lagunas posibles; hemos tatado de re~ 6 ducir ls nota al pe, eliminando alguns de ls correcciones nds tivals y aclarendo en el cuerpo principal, entre corche- tes [], algunos nombres propios y ors referencias. La conversacién con Ricardo Piglia de 1973 ha sido repu- biicada en la nueva edicidn de Un axcuro dade jusicia (Bue- nos Airgs, Ediciones de a Flor, 2006), lo que ha permitido in corpora en este libro otros didlogos que no formaron parte de su primera edicién y que ahora pueden incluise entre estas pégina sn riesgo de abrumar al lector con reperciones, Una extensa carta a Donald Yates de 1957, el relato autobiogréfi- c0 “E137” y una convetsacién con Miguel Briante y Carlos ‘Tatsicano de 1972 constiuyen el grueso de las adiciones En los timos diez afios, la obra de Rodolfo Walsh no ha dejado de crecer ni en cantided (gracias a la publicaciéa en libro de su obra dispersao indica) ni en calidad (gracias a fa sostenidavaloracién por pate de la erica y el pico), Pero «ste libro que tetine sus papeles personales seguir ocupando un lugar central para todos aquéllos interesados en los devo teros de la conciencia de un escrcor cuya complejisima obra todavia hoy nos llama y nos convocs. DL General Rodrfguer, enero de 2007 Prélogo a la primera edicién Los papeles de Rodolfo Walsh que continua se presen tan constnayen un dato o un cuadero de bitcor fragmen- taro. Gran pate de eos paeles, los archivos, los cuentos en Jos que cabajaba, sus anotaciones, fueron robados por el rue po de trea que “land” su domiclio,en San Vicente el 25, de marzo de 1977. Prictcamente veins fos después desu desaparicién, que pretenié ser también la deaparicién de su obra, Walsh me- {eee la justica de esta resticin, que esa restitucin de sus temas y peocupaciones, de una manera de pensar lai ta per sobre rodo, de su historia de sus rexcos. En lo que ve refiere una biografia cde Walsh, proyecto que se immpone cada da més como una necesdad histrica, sen ontrarin aqul materials especialmente sigifcaivos par el pevodo que va derde 1962.2 1972!. Entrees ao yls textos mrilagrosamenteresatados de la Escuela de Mecinica de la ‘Armada, hay una gran laguna que deberé competaree con testimonios orales. En lo ques refereasu produccin exeri- ta estos papelesresltansorprendentement ilaminadots. [a dificultad para ler la obra de Walsh como una totalidad ris 0 menos organizada desaparece ala vist de sus propias " Radel Walsh La pala y a acién de Eduardo Joram (Buenos ‘ites, Noa, 2006) esn dada el inenco mis sid en ee sentido 9 eS ebseracones El promo, la ici, la plic, rd pa ter encontrar ag unl oginen aio conan econ tale vida de extn, eee de escrbi. Se han agregado oto pps (n general nots deeb jo) cern encvinas pois concdidas por Rodel ‘algunos exos previament publndos prope lato humorsic”) pars complear un vlumen ate tar con ln menor cansidad ders a marcha deo ob due Walh ped sempre como una “oben mache Hemos proce al onenamientoconeldgcode lo tex tos, qu agus preset a por ao. Cuno conta dd spree facturada, debe eaendene qe lou ls fe rad nunca uc hy lta 0 gen ip ie la ets ya publdos xin debidamente entices con nora al pe: Las textos into han sd edad de acuerdo con ls citros cosets pala prepa dors Bales lpe de cada pina incluyen las nts congo Gieners cada uno de eli) Sch peride mantene sabia” de os weston pra que el lector pues ue procs de esa dl propio Wah aun cnndoees ce So multipin yackencine Los nombre de peaonas iv furon remplaados por un inl convenconal cadaver que Wall sas «io persona sobre lls. Por el conta, candor po io Walsh quien wis incl oseudéninor aque sea 1 en now) para deignar a alguien ue yx o te sche tad de ident a peso encusten.Las pce ve cx gus pa defener privacidad des pena asc tinad palabras oases tena chcansanc conn 2 En ese segunda edcdn hemos prescindide de este citi. 10 espacio ene llaves {]. Igualmente son pocos los aiadidos, rmarcados entre corchetes [] y por los que sélo hay que ‘esponsabilizar al editor de ests paples.Algunas anotaciones ‘no levan punto final porque asi suceda en los originales y he- mos preferido conservr esta caracteristca. Walsh consignaba, las horas de comienzo y inalizacién deescrituraen el margen, fuera del cexzo, Aqui hemos incorporado esas indicaciones, en- ‘re parentesis, al comienzo dela linea correspondiente. Las fe- chas que encabera as anotaciones se reproducen literalmen- te de los originales, cuando figuraban en ellos. No han sido normalizadas en esta presentacién. Tas tachadurasy enmiendas del propio Walsh en estos or ginales son muchisimas, lo que demuestra su voluntad dep blicar estas pégins, tard o temprano. Hemos respetad to das esas correcciones y hemos anotado las més significativas de ells en lo que erefiere alos procesos de genesis del texto. Deseamos das, as, una imagen viva de los textos y del propio ‘Walsh. El eccorexperto el lego considerarin esas enotacio- nes insufcientes o excsiva. Esperemos que tanto uno como otro sepan disculpar la titubeante fiebre anoradora que es a culpa secret y definitiva de cualquier editor, ‘La escritura de Walsh es de una precisin ya suficien- tementeseialada, Poca son las observaiones en este sentido: se ha agregado siempre elsigno de apertura de pregunta y Caclemacion, que Walsh no ibs sv cando ve tata de textos escrits en inglés. La oreogralla se ha modemizado, Se hhan normalzado los sistemas de ineroduccin de discurco, que ‘Walsh usa de manera asistematica (forma angloajona y forma cspafola). "Ete libro fue, en principio, concebido por Paviia Wah yy Juan Forn (a quien corresponden ademés, las traducciones dal inglés). Se trata de devolverle a Walsh (ya sus lectores) u parce de la obra desaparecda. Bs por eso que al final, s¢in- cluye un deslumbrante cuento "nuevo", en el que Walsh tre baj6 a lo largo de los aos: "Ese hombre’. Sélo conservamos ddeese cuento versiones incomplers, Ni pleas. Nuestra remeridad (;n0s sera disculpada?) nos impulsé a reconstruitlo para este voli ‘men. “Adis a La Habana’, mds incomplero ain, ha sido tam- bia reconstruido a partir de los borradoresconservades. Apa. rece junto con otros fragmento literariosen el euerpo cen ecto reer __ Debemos agradecer también a Ricardo Piglia y David Vi- fas, quienes desinteresaamenteleyeron ets originales y rea- lisaron valiosas sugerencias, a Roberto Baschett,cuya genero- sided para con los textos de Walsh fue probeda una vez ms, ‘isla Yer que nos permit consular a cole de Siete Diat, ya muchos amigos y compatieros de trabajo que colaboraron en la alaracia de algunas referencias DL Buenos Aires, diciembre de 1995 2 Me llaman Rodolfo Walsh. Cuando chico, ese nombre no ter ‘minaba de convencerme: pensaba que no me servirla, por ejem= plo para ser presidente de la Repiblica. Mucho despues desc bri que podia pronunciarse como dos yamnbosalceados,y 30 sme gus 'Nacf en Choele-Choel, que quire decir “corazin de palo”. ‘Me a sido reprochado por varias mujeres. ‘Mi vocacidn se desperté tempranamente: alos ocho aos decid ser aviador Por una de esas confusiones, el que la cum= plié fe mi hermano, Supongo que a partir de ahi me quedé sin voeaciin y tuve muchos oficios. El mds espectacular: m= piador de ventanas el mis humillante: lavacopas el ms bur- _gués comercinte de antgiledades; el mds secreto:criptogra- fo en Cubs. ‘Mi padre ere mayordomo de esancia, un transculturado al quel peones mestzns de Rio Negro llamaban Huelche.Tevo tercer grado, pero sala bolear avestrucesy dejar el molde en la cancha de bochas. Su corse fsico sigue pareciéndome casi mi ‘ol6gico, Hablaba con los caballo. Uno lo mars, en 1947.4 y 2 Unidad méveacompuesta por un slaba beve (in acento) y una lang acentuada). Ac habria que ler Roda Fowl 4 Tala publcacin original dice 1945" yasha sido reproduc has ahora, peo er una era oun eor de Wal El exo acompatabs, 1B 2 mj ome iin maha "Mar Ne , y marcaba decisis segundos en lo wescentos: mucho Cal pare capo, ero yaaa dela eg pr vinci de Buenos Aires. “Tengo una hermana monja y dos hij laces. Mi madre vivi en medio de cosas que no amaba: el cam- oa pobreza. En su implacable resistencia resulté mis ale ‘oss, y durable, que mai padre. El mayor digusto que le cau. 50.4 no haber terminado mi profeorado en lca ‘Mis primers esiuern icerarios fueron saiios,cuarteas alusivas a maestros yceladores de sexo grad. Cuando alos licisiete as djécl Nacional y enteé en ana ofiin, lines Piracién segua viva, pero habla pefecconado el metodo: aho- '9armabasigiloss acrticos. Le idea més perturbadora de mi adolescencia fue ese chis- ‘©idiora de Rilke Si usted piensa que puede vive sin exci to debe esrbic. Minoviazgo con na muchacha que esrb Jncomparablemente mejor que yo me redujoa silencio duran ‘© cinco aos, Mi primer libro fueron tes novelas cota en ‘xiginaimence al even “La miquins del bien y del mal”, ncluido en la tecopilacin Les air mandamints, Buenos Aires, Jorge Alvace, 1966, * Enurelospaples de Walsh se conserva una monogelia de sete pé- int corespondient al primer fo del Polson de Flerofay be es echada el 267.53 y cuyo ttl es “Las concepcines del mun dosegin W. Diltey” que sed inclidsenelvelumen Foun Wal, sctalmenc en prepacaion. & Se rficre a Marts Isabel Orlando, Neng amiga de lina Tejeina. ‘Walsh conocié a amas en I Bbliores Naciooal del alle Mice ‘nentastabujuba en una eradueeién. Fue primero novio de Neng {cave cjericio de pocst eval un Premio Municipal de Pod) tego de Elina Teena, con quien se caséy tu dos hj, “4 dor pt uy ene Loti eno Ae ee rere aoe Sees ee Tease geese et eee ee ee a eat ee eat antec mee een crea ee eee eee we eo re eteoeaia eens eran +e Bala hipdeesis de segue esribiendo, lo que mds necesito Be eee ag geese See eee eee oees ore wtnseleparrist oe aie vane labora avs del erent nh neigh 15 5377 136i dela cla Empl on u ety tin con on tna sa pn Mut baba pecs ened cece prea cuteness Bo 952 banca ess evan Rl Neg porch recedes as Yost pin Lv dec in ‘os soon cto hj usta cca tina ia qu oes xen gu aopbon cinnmoyer de mime Encanto spears ins Alfa ety muons cu fanaa Soe deacon congue pan cae Foemay bss ne gee ge dor semana Mi de hemanes mses fanoos SelsabuceesDssshes amas cis qué sce aa penn de ele Morn cn ese on a au hace Heo tna ocho ates yo dee Apne fe nsec Ce Seer bc te pr eon pre Nelle mi pue Reseda de abril de 1937. Pe 7 Los amon pds ln ua oy re stoma Tad tsa aro ope ap tou difclad srg con cnc gum mae unio prepindanene pando us demas ee idee deck ol cade cate ae ies ise en ap de gntaple, Ga Meh ence dio nor land coven ene tos tnd deny dor jms ta alr See ? Publicado orginalmence en I compilcn de Pit Lugones Meme: ras de infncie Buenos Stes, Jorge Alvar, 1968. 16 Pero qué brutal —epetia~. Pero qué analfsbetal Babeaba, boquita fruncida,anteojoseafdar en la cara ga ‘cha, lo mas parcido al vieja del Té Maratea nica le hhubiera oto la porcelana ‘Nunca habia ofdo hablar de mi madre en esos términos. Gon los alos a diferencia entre “overall” y “duster” leg a ser part mina cuestin seméncica:traductos,acudl news mente al Webster ead vex que apareci una de esas palabrs Por entonees no sabia inglés y no estaba en condiciones de probar que le ignorane era Miss Annie. La segunda confrontacidn lle por la noche en el come- dor. Ahi me encontré con el plato de sémola destinado por la Providencia a acompatiarme durante aos. Plato de zinc 1 contenido inmutabl, circulo blanco, dsérico,cubierco ‘de una tibia cosa blanca salina del alm, podredumbre de la cardad en dorcentas noche de desamoridéntico. Me ne- {g36, no com. Me negué la segunda noche, ylacercers, y la cuarta. Tengo conciencia de rechazo visceral, el hambee ‘enemiga, la astucia cadaver més empefosa en lo que intula una batalla. Quiero decir que fingts lo misimo que ertaba sintiendo ~nortlgia, desesperacién-, pero acentuéndolo, levdndolo asus limites tims, hasta convertirme en un si- lencioso espececulo,eruzado de brazos ante lo inaceptable. ‘Ala cuarta 0 quinta noche me trajeron an plato de caldo ‘on una papa. Quid no era mejor que la sémol, pero lo sacepté,sentt que habla ganado, y en mi fuero interno me refa de ls monjitarubicunda que presidia el comedor. Des de eaa noche fueron ciento nueve plator de sémolay un cal- do con una papa Por debajo de I aucoridad habfa tas cosas que dirmi. En las dos colepos ilandeses en que he estado, descubet en- tee los pupils una necesidad compulsiva de establecee ls 7 cexcalas del prestigio, el valor, la trea. Dewrs del recibimien- toconvencional de primer dia, me esaban calibrando, sieuan- do tentativamente en una jerarquia. Supongo que ese orden se heredaba de aft en afio, con lo ajustes necesaros al recomenza ls clases. Yo legaba tar- de, los ajstesestaban hechos,irrumpia en un orden estable- «ido provocando ansiedad, urgencia de saber quign er al fin de cuentas, yas, sin deseo, vine a encontrarme en guardia frente al chico Cassidy, en el sol del patio ye centro del efreu- Jo del pueblo, para diimir ese mitico terer puesto que él ocupaba haste mi legada, Los dos primeros eran inamovibles, Delamer, grande, bo- ‘nachén, inofensvo por plena conciencia des fuerza: vieja ba- Tena que nadie osaba discutr, y él mismo sin discusionesin- ‘eriores, pariarca oscuro de once o doce afios. Delaney, que no erauun grande verdadero, hechura politica, mitad conjetu- a, mitad su hermana celadora, muchacha rsada y dulce, de- seableas{ que pasaron cinco afos Peleamos pues. Cassidy cenfa la cara llena de granos, era angustioso pegarle, Pero tampoco habla otra salida, Lo de- rroté y adquir{ mi lugar en la excala, que implicaba el dere- cho de tiranitar 0 proteger alos menoresy la saludable abs- tencién de molestar 2 los més fuertes, Durante el resto del fio no desafé ni fui desaiado, pero acasionalmente un acto de rebelidn criunfante ponta al descubierto el carter semi mitolégico de auesto ranking. La verdadera ganadora de mi primera pelea resulté Miss Annie. Alguien fue con el cuento, y por la noche, cuando nos acostams, vino a mi cama y me pidié que me destapara. Es. grimia su argumento preferido, una vara de mimbresélida y flexible. Me dio una paliza formidable. Al dia siguiente me descubri con el cuerpo leno de morerones. Estas tundas que 18 aplicab con diveos pretecos eran el placer nocrumno de Miss Annie. Supongo que sus nches ern rites cuando no podlarestablecer con la vara de mimbreelimperio dea jus- Uc Ein vieja sic, miserable. Me rial eserbir et, 2 reine afos de distancia, pero esa verdad ‘Miss Annie no ers ura exe, También pegaban ace Iadoras aun as mons. Recuerd ling la anciblacon aquelahermana Marla Angela dersb a Kely juno al pars, en plena dase. Fuc un golpe seco, maga; aunque tambien «5 Geto que Kely era my chico qui algo Ajo. “Todo eto relab, por lo menos, perubador. a casa. no sme pegaban, slo algin moquete oasonal. En Juirex habia ido ts aos al colegio reigoso. Al las heranitas eran ita liana, fiscsona, ignorant, pro nunca noscastigaron. Alo sumo nes proponian unos absurdosvoneos de mortfcaio- nes que deblarosoftendar a Cristo, Fura de eso eran caiio- 535 casi ders Supongo ques ifernca consi en que aqui eraun colegio pag, mientras queen Capilaéramos hie jos de peones chacareros o deocupados En medio de eta ibulcions cai no me afligi lo que alfin ers el deste mis grande. Yo sala detercer grado en Azul pero en Capilano habia caro, La nara habia sido ‘mandirme al Fahy de Moreno, colegio de crs que tena de custo asexto, pro evdentemene mis padres no lo avergna- roma tiempo en aquellos etic dis det derambe de nucs- tea casa, Deb epi y las ares dea hermana Maria Angela fueron para min lego ceri de tedio, sao sus fgaces cthibicones pugs. Las clases de inglés, en cambio, me entsiasmaron, Mrs. 1. meinspiré un profundocarifio. Crea que era viudsy con Iijos de los que estaba separads, Su situacon er similar la nuestra, un desir, La reconstuyo como wna mujer de 19 EE treinta a cuarentaafios, de pelo color arena, narizancha, ojos ‘eleses. Una cara nada bonita, lena de fuerza. Tenfa una in- nata dulzura, pero exteriormente era éspera y burlona. Le pareciaincrefble que yo no supiera una palabra de inglés, ‘cuando mi abuela (fantaseaba) no habia aprendido a saludar en castellano. Y aguf se ponia a parodiar a mi abuela, sin conseguir una semejanza puesto que ne la conocts, pero con tanta imaginacidn y verba que resultabe un tipo diverts mo, Me esforcé por responder a sus sarcasmos: en quince dias stuve al tope de la elas, en un mes admitié que debia pasar al grado siguiente. Amargo triunfo, que terminaba en la separacin Desgraciadamente el carifio de Mis. T. era algo que estaba cen dispuraen ese desierto, Supongo que extraiaba asus hijos yylos eemplazaba con nosotros. Nosotros éramos demasiado. ‘Surgieron preferencias, y de eso una uch, casi un ealeo dela ‘competencia por el pestigio, pero aqut yo estaba dspucsto a ir mis lejos, a no conformarme con imposicién externa. Mi rival era un chico muy hermoso, inocente, menor que yo. Se llamaba O'Neill, un nombre de héroesy reyes, y no sélo ex tabaen el grado de Mrs. . sino en el dormiorio que ella cui- cdaba mientras yo padecia bajo la férula de Miss Annie. No re- ccuerdo en qué forma violé las regls del juego, supongo que hhumillando a O'Neill en piblico, La préxima vex que la en- contté en el creo ella no me habl6, Durante dias pass a Jado como sino me viera. Después me descubro una tarde en- cerrado en un aula lorando desesperidamente hasta que ent, ‘me abraz6, me consolé como puado. Era una reconcilacién, pero tambign un final. Me aparté poco 2 poco de ella sin de- jar de quereda ‘Mi nueva maestra de inglés, Miss Jennie, era una mucha- cha excepcionalmente bonita y algo ronta. Para estimularnos 20 en la vida habfa dibujado en una gran carulina blanca el Cielo y el Infierno: arriba, ala inquierda, estaba Dios Padre con su barba flotantey los brazos abiertos abajo, alt dere- cha, se desgahitaba Satands entre horriblesllamaradas. En cl espacio libre navegaba una bandada de veinte o treinta pa- Jomas pinchadas con alflees, Se saponta que lar palomitas éramos nosotros: levaban nuestros nombres ytestimonizban progresos 0 facasos escalando al paraiso o precipitindose en cl inferno. No tardé en encabezat la lailla celestial y toca- ba ya los faldones del Creador cuando comer algin horsible crimen, que he olvidado. Mi palomita se precipité de cabe- za.en el fuego. Dudando tl ver de que le leecién moral bar- tara, miss Jennie decidié complearla con tuna lecién fica (Me hizo extender la mano y con una de esas largas reglasne- gras fileceadas de acero empez6 a golpeatme los nudillos con fuerza, lentitud y mécodo, contando cada golpe, Creo ques! yo bubiera gritado, recirido la mano, encogide un dedo, el castigo habia cesado, Pero me limitaba a mirala,y eco la sa- caba de quicio, a enredaba y complicaba en algo fatal que debia seguir. Cuando dijo “Diez!” y sent el timo reglazo sobre la anestesia de los anteriores, a leecién estaba comple- «a. Le habla perdido todo respetor Ia hirtoria de cartulina no era una representacin verdadera de lo ocurrdo, era fils, in cluyendo al Cielo y al Inferno que se prestaban a semejan- ‘es patratias. En adelante mis elaciones con Miss Jennie fe ron sumamente formales, fandadas en la percurbacién y en el desprecio “Todas estas cosas sucedieron en la primera semanes, Bran una iniciacién. Después uno se adaptaba, no incurria en pe-

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