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FERNANDO.ALVAREZ-URIA ¥ JULIA VARELA ARQUEOLOGIA DE LA. ESCUELA LAS, EDICIONES DE. poe Piqua 4 «Genealogia del podery Coleccién dirigida por Julia Varela y Fernando Alvarez-Uria Disefio.cubierta: Roberto. Turégano © Julia Varela/ Fernando Alvarez-Uria © de la presente edicion: Las.ediciones de La Piqueta © Ediciones Endymion C} Cruz Verde, 22 - 28004-Madrid 1,S.B.N.: B4-7731-970-X Depésito Legal: M- 6247-1991 Imprime: Graficas Garcia-Rico C/ Maria del Carmen, 30 - 28011, Madrid INDICE INTRODUCCION. LA MAQUINARIA ESCOLAR.. Definicién del estatuto de infancia... Emergencia de un dispositivo institucional: el espacio cerrado. Formacién de-un cuerpo de especial Destruccién de otras formas de socializai Naturalezas de oro, plata y hierro.. a) El infante y el caballerit 4). El colegial......... ©) El picaro. ‘Cuadros de infancia:.. EI buen salvaje... : La infancia, categoria sociopolitica..... La ILUSTRACION Y SU SOMBRA: DOMINACION CULTURAL ¥ PEDAGOGIA SOCIAL EN LA ESPARA DEL SIGLO DE LAS Luce: . Eduéscién popular... Sujecién, correccién y discipli : La produccién social de la opiniéa..... a) La reforma del piilpito. b). Arte nuevo de hacer comedias. @) Bl espiritu de los mejores diarios... Dist \cién 'y buen tono.. LA EDUCACION POPULAR ILUSTRADA 0 COMO FABRICAR SUIETOS DOCILES ¥ UTILES.-..s.e0ser0ssssieeees iar Mareo socio-histérico. a) Bl redescubrimiento de la infancia.... 5) Remodelacin del espacio familiar... ¢)- La fabricacion del hombre interior. Algunos proyecto: ¥ algunas realizaciones. ‘LA ESCUELA OBLIGATORIA, ESPACIO DE CIVILIZACION:DEL NIRO OBRERO. : me Contexto socio-histérico.de la batalla por la educacién. Posiciones: de distintos grupos socis El inconsciente social de la escolatiz: Los NINOS «ANORMALES», CONSTITUCION DEL CAMPO DE LA INFANCIA DEFICIENTE Y DELINCUENTE. Estado Social y tutela moral Gestién de la infancia... ESCUELA DE DELINCUENTE: El sindrome de Oliver Twist 4Colegas», versus «pringados». ‘Las tablas de la ley: LA ESCUELA EMPRESA: NEOTAYLORISMO Y EDUCACION. Selecei6n y adaptacién..... ‘La escuela de las relaciones humanas. CLASES SOCIALES, PEDAGOGIAS Y/REFORMA EDUCATIVA. ‘Arquicologia de la escuela obligatoria...:...- El decisivo papel del lenguaje. ead {1A quién favorecen las pedagogias psicolégicas?. Ygualdad social y educaciOn......--0:.0----~ 129 130 134 136 139 141 155 175 im 186 198 209 ant 221 235 240 246 284 261 262 210 279 280 286 290 301 INTRODUCCION En toda sociedad existen formas mds 0 menos rigidas, mds o menos pautadas, destinadas atransmitir a las nuevas. generaciones. valores, reglas .de conducta y formas de clasificacién que yertebran la vida social. Sin embargo, fue en élmomento de formacién de los nacionalismos europeos, )y en un clima de guerras de religién, cuando en-nuestras Soviedades se articularon las piezas maestras de la institucion escolar. ;Cémo y por qué surgié esta especie de fabrica de hierro productora de sujetos que ha marcado tan profunda- mente nuestro’ panorama social y que, en su. versin primitiva, yen. sus transformaciones, es objeto de interés para'los rastreadores de las figuras arqueolégicas adoptadas por las instituciones sociales? Desde el'siglo XVI hasta la actualidad han tenido lugar grandes cambios en ios-modos occidentales.de. educacién, ‘pero las reglas de constitucién de «la escuela», sus cimientos, ‘han delimitado en gran medida el perimetro de las posibles transformaciones, operadas con una cléria ceguera respecto a las bases de la maquinaria escolar. No se trata de'un ariefacto simple. El-observador-atento, en-un viaje‘por siz interior, descubriré: con-facilidad algunas. de sus piezas constitutivas.. De un. Platén_recristianizado retoma la vinculacién reciproca entre saber y poder.: Del convento hereda las virtudes taumatrirgicas del espacio cerrado y la capacidad de doblegar voluntades. En. fin, sus objetivos jampoco son ajenos a una cierta proyeccién widpica puesto que'se intenta producir un orden mental acorde con‘el orden social. Tomds Moro lo formulé con nitidez en su Utopia: 9 Referencia de los textos publicados «La maquinaria escolar», Témpora.:Pasado y presente de la educacién, n.* 8, Santa Cruz de Tenerife. 1986, pp. «Figuras de infancian. Revista de Educacién, n° 281; 986, pp. 155-191 La Tlusitacién y su sombray. Revista dé Educacién, n Bxira sobre la Iustracion, Madrid 1988, pp. 345-372. Madrid 1988, pp. 245-276. «la siouela obligatoris;espacio‘de clilzacign del nit br Obra colectiva, editada por J.. Varela, Perspectivas actuales en Sociologia de la edueacién, CE de'la UAM, Madrid 1983, pp. 177-197. 7 «Los nifios “anormales”. Constitucién: del. campo de la’ infanci deficiente y delincuentey. Obra -colectiva,.editada por C. Letena, Educacién y sociologia en. Espafia, Akal, Madrid 1987, pp. 62-78, ot La escuela’ empresa: neotaylorismo y edueacién».. Educacion » Sociedad, n.* 1, Madrid 1983, pp.:167-177. NOTA: Estos articulos dan cuenta ‘de’ diferentes _procesos. educativos que tuvieron lugar en épocas histéricas comprendidas XVI-y la actualidad. No s ynes gue en el campo educati rimariay, Postfacio al libro de Anne Querrien,» Zrabi Flomontaies sobre’ la escuela primariz, La: Pigueta, ‘Madn 1979, pp. 169-198, en esta misma’coleccién. identifi La maquinaria. escolar* ‘La universalidad y la pretendida eternidad de la Escuela son-algo mds que una ilusién. Los poderosos ‘buscan en pocas: remotas_y cn aciones prestigiosas. —espe- ‘cialmente en la Grecia ¥ la Roma clasicas— el origen de las fuevas instituciones que. constituyen los-pilares de su posicién socialmente hegeménica. De ésta forma intentan ccultar las funciones que las instituciones escolares cumplen en-la-nueva configuracién social al mismo tiempo. que enmascaran su propio» cardcter advenedizo. en la escena socio-politica. Esta habil estratagema sirve para dotar a ituciones de un cardcter inexpugnable ya que son naturalizadas al mismo tiempo que el orden burgués 0 post- burgués se reviste de una aureola de civilizacién. En todo caso; si la Escuela existié siempre y en todas partes, no solo esta justificado que siga existiendo, sino que su universalidad y eternidad la hacen tan natural como la. vida misma convirtiendo, de rechazo, su puesta en cuestién en algo impensable o antinatural. Esto explica que las criticas mas 0 menos radicales a la institucién escolar sean inmediatamente fas'con concepciones quiméricas. que abocan al caos y al irracionalisino. Los escasos estudios.que intentan (*) La realizacion de este: trabajo no. hubjese sido. posible sin las discusiones ni las aportaciones'teéricas que:tuvieron lugar en los cursos de-B. Conein, M. Meyery P. de Gaudemar, profesores del Departamento de Socic idad de Pasis: VIII. Sirva este estudio como 3 4 Julia Varela ~ F. Abvarez-Uria analizar cudles son las funciones sociales que cumplen las instituciones escolares son atin. prdcticamente irrelevantes frente a historias de la educacién y a todo un enjambre de tratados pedagdgicos que contribuyen a alimentar la rentable ficcién de la condicién natural de la Escuela. En este capitulo, se intentaré.mostrar.que la escuela primaria, en tanto que forma de socializacién privilegiada y fugar de paso obligatorio. para los nifios de. las. clases populares, es und institucién reciente cuyas bases adminis- trativas y legislativas cuentan con poco més de un siglo de existencia : De hecho, la escuela publica, gratuita y obligatoria hha sido instituida por Romanones a principios del siglo XX convirtiendo a los maestros en funcionarios de! Estado y ‘adoptando medidas concretas para hacer efectiva la aplicacion de la reglamentacin que prohibia él trabajo infantil antes de los diez afios. La-escuela no existié siempre, de abi la necesidad de determinar’ sus condiciones histéricas de existencia en el interior de nuestra formacién social. “Qué caracteriza fundamentalmente a esta institucién {que ocupa el tiempo y pretende inmovilizar en el espacio & todos» los nifios comprendidos entre seis y dieciséis afios? En realidad esta maquinaria de gobierno de la infancia no apareci6 de golpe sino-que ensamblé ¢ instrumentalizé una Srie de dispositivos que emergieron y sc configuraron a partir det siglo XVI. Se trata de conocer cémo se montaron ¥ afinaron las piezas que posibilitaron su constitucién: En. @ste sentido la utilizacién de la. sociologia histériea no tendra como finalidad ni Ja idealizacién romantica del pasado ni el establecimiento de falsas analogias que sirvan hoy de leccién. No se intenta dotar a la historia de un cardcter magistral y pedagégico entre otras cosas porque tina mirada retrospectiva de este tipo es también fruto de las instituciones escolares. Se pretends, por el contrario, aplicar [as clases distinguidas han enviado a sus hijos a establecimientos de calidad y distingi6n (colegios, licéos;'gimnasios, etc.), y.se supone que Seguirdn haciéndolo. Nos-referimos -pues a 1a escuela nacional en su fentdo peste: expacio de gobierno de or hijos de las clases desfavore- La maquinaria'escolar 1s el migtodo genealégico para abordar el pasado desde una perspectiva que nos ayude a descifrar‘el:presente, a rastrear continuidades oscuras’ por su misma inmediatez, y a determinar los-procesos de montaje de las piezas macsiras, sus engarces, para qué sirven y a quiénes, a qué sistemas de. poder estan ligadas, cémo se transforman y disfrazan, cémo contribuyen, en. fin, a hacer posibles nuestras condiciones actuales de existencia, Proyecto ambicioso sin duda y por tanto s6lo abordable en profundidad de forma colectiva con Ia-ayuda de todos aquellos que estan desarrollando trabajos paralelos. Nos limitaremos pues simplemente’ a esbozar las condi- ciones sociales de aparicién de una serie de instancias a nuestro juicio fundamentales que, al coagularse a principios de este siglo, permiticron:la aparicién de la llamada escuela nacional: L.. la definicién.de un estatuto de.la infancia. 2, Ia emergencia de un espacio especifico destinado ala educacién de los-nifios. 3. la aparicién de un. cuerpo: de. especialistas de le infancia dotados de-tecnologfas. especificas. y. de «elaborados» codigos. tedricos. 4, la destruccién de otros modos’de educacién. 5. la institucionalizacién propiamente. dicha de’ la escucla: Ia imposicién de la obligatoriedad escolar decretada por los poderes piblicos y sancionada-por las leyes. Definicién del estatuto de infancia ‘Al igual que la escuela el nifio, tal como Jo percibimos “-actualmente, no es“eterno ni natural, es una institucién social de aparicién reciente ligada a practicas familiares, modos de educacién y, consecuentemente, a clases sociales. Los moralistas'y hombies de la Iglesia del Renacimicnto, en‘el momento en que comienzan a configurarse los Estados administrativos modernos, pondrén en marcha. todo un 16 Julia Varela ~ F. Alvarez-Uria conjunto de tdcticas cuyo' objetivo consisteen-que la Iglesia pueda seguir conservando, y si es posible acrecentando, su prestigio y sus poderes. En un momento’ en el que: la autoridad de la Iglesia y su influencia politica se ve afectada no s6lo por el absolutismo de los Monarcas y las exigencias del incipiente estamento administrativo sino también por las divergencias y disidencias que surgen en su mismo seno, sus ‘representantes: mas activos fabricaran nuevos dispositivos de intervencién. Su. capacidad de inventiva y de reaccion quedara bien patente en la accién. que desarrollaran en distintos frentes. Los Papas, especialmente-a partir de ‘Trento, se conver- tiran cada vez més, frente a los Concilios, én la «cabeza» de Ja Iglesia apoyados por la Curia que sufriré entonces —no sin fricciones— fuertes modificaciones. Se reestructurarn asimismo otros organismos y se creardm nuevas congrega- ciones (Congregacién de Ritos, de Propaganda de la Fe, de Indulgencias, Reliquias y otras). La lucha contralos herejes y el mantenimiento de la ortodoxia exigiré. una serie de Temodelaciones en el campo de'la teologia, la pastoral, la liturgia, la beneficencia y las misiones, as{ como la.aparicion de, las nuevas érdenes religiosas, la reforma’de las ya existentes; la modernizacién ¢ incluso la desaparicién de las que no.se ajustan a la devocién y religiosidad-modernas."Las tacticas aplicadas van a ser diversificadas y comprenderén desde la manipulacién sutil ¢ individualizada de las. almas hasta las predicaciones y los gestos masivos y piblicos para la extensién e. intensificacién de la fe: la. confesion, 1a direccién espiritual, la produccién de catecismos —para clérigos, indios, adultos y «nifios»—, los’ tratados de doctrina, espiritualidad y perfeccién cristiana, el culto:a los santos, las asociaciones piadosas, las numerosas canoniza~ ciones, coexisten con misiones, procesiones, creacién. de santuarios, adoracién: de reliquias,. novenas, sermones, autos de fe, caza de brujas, tormentos’-inquisitoriales € indices expurgatorios. En todo caso nos interesa subrayar él desarrollo de miultiformes practicas educativas que en.cierta medida ‘afectan.a la reforma del clero mismo. a través de normas que intentan regular su vida-y costumbres, y sobre La maquinaria escolar n todo.mediante la ereccién-de seminarios en los que desde entonces se intentard localizar y dirigir su formacién. Europa entera se convierte.en ticrra de misién-de.los dos grandes bloques religiosos en pugna: catélicos-y protestantes. Elfanatismo religioso es una de las claves de la modernida En ‘ese marco parece «natural», desde ‘una, perspectica actual, que los individuos de tierna edad se convirtiesen en uno. de los blancs. privilegiados'.de. asimilacion a las Fespectivas ortodoxias: los jévenes: de hoy son. los futuros catélicos o protestantes del'mafiana, y, ademas, sui propia debilidad biolégica.y su incipiente proceso de socializacién los hacen especialmente aptos para ser objeto de inculeacién y de moralizacién. Los reformadores catélicos, sobre todo’ a partir del cisma, al mismo tiempo que utilizan'todos los medios‘a su alcance para ocupar puestos de influencia al lado de los, Monareas (haciendo valer sus saberes en la Corte; erigiéndose en-consejeros ¥ confesores reales), pondrén especial empefio en constituirse en preceptores y maestros de principes y mai claro est, si son principes herederos. Intentarén. asimismo ‘educar a los nuevos adelfines» de las clases distinguidas en colegios ¢ instituciones fundadas para ellos (destacan en este sentido los jesuitas que constituyen 1a «primera legién», la avanzadilla de la Contrarreforma, a los’ que siguen los Somascos, los barnabitas y tantos otros); tampoco se olvidan de copar: puestos en los Colegios Mayores de las Universidades reformadas. Los hijos de los pobres seran a su vez objeto de «paternal proteccién» cjercida a través de instituciones caritativas y benéficas donde serdn recogidos y adoctrinados, El Concilio de Trento decreta que deber& existir un candnigo en cada iglesia catedral para instruir al bajo. clero y a los nifios. pobres, y’que han de fundarse ‘escuelas anexionadas a dichas iglesias destinadas aformar Jovertes menores de 12 afios —hijos legitimos y preferente- mente pobres— a fin de que puedan convertirse en modélicos pastores de. almas. Nuevas érdenes' religiosas (Clérigos dela Madre de: Dios, Doctrinos, Escolapios, Hermanos de las Escuelas Cristianas, etcétera) se encargarén por su parte del cuidado de jévenes de las clases populares 18 Julia Varela - F. Alvarez-Uria La maguinaria escolar y de instruirlos preferentemente en la doctrina cristiana.y en virtuosas costumbres. Los moralistas elaborarén programas educativos desti- nados.a la instruccién de la juventud formando parte del nuevo contexto misional. En este momento'de reestructura~ cin. social se retoman proyectos ya clasicos de Platén, Quintiliano, Aristételes, Plutarco, Séneca,... leldos ahora a ta luz de la patristica y de las experiencias de la iglesia primitiva. Se configura entonces un catecumenado privile- giado: «la infancian. Y, al igual que en la Republica de Platén, la educacién séré uno de los instramentos claves atilizados para naturalizar una sociedad de clases 0 esta- mentos: existen diferentes calidades de naturalezas que exigen programas educativos diferenciados. En consecuencia ‘se instituiran, poco a poco, diferentes infancias que abarcan desde la infancia angélica y nobilisima del Principe, pasando por la infancia de. calidad de los hijos de las clases distinguidas, hasta Ja infancia ruda de las clases populares. Ni que decir ticne que los eclesidsticos prestardn especialisima ‘atencién.a las-dos primeras, 0 infancias de élite, ya que su influjo sobre. ellas ¢s, decisivo para la conservacién -y extension de-la-fe y de sus propios privilegios. Erasmo‘-Vives} Rabelais; —Lutero, Calvino, “Melanch: thon, Zwinglio-entre los. protestantes— ‘définirén en sus escritos a «la infancia», dotandola de unas propiedades nada ajenas @ los intereses de su apostolado, propiedades que, por otra parte, pesarén enormemente en ulteriores redefiniciones de la misma. Y escribimos «infancian porque en el siglo XVI se est todavia lejos de su delimitacién en tanto que etapa cronolégicamente precisa. Los distintos autores divergen notablemente no sélo respecto a los periodos que denominan Infancia, puericia y mocedad, sino también. respecto al momento en que conviene comenzar a_ensefiar a los pequefios las letras; mayor acuerdo muestran en la necesidad de que desde muy pronto se inicien en el aprendizaje de la fe y las buenas costumbres. En general, las-caracteristicas que Yan a conferir a esta etapa especial de Ja vida son: maleabilidad, de donde se deriva su capacidad para ser \) modelada; debilidad (mds tarde’ inmadurez) que justificasu tutela; ‘rudeza, siendo entonces precisa su wcivilizaciémm flaqueza de juicio, que exige desarrollar-la-razénycualidad del alma, que distingue al hombre de las bestias; y, en fi naturaleza en que se asientan los gérmenes de los vicios y de las virtudes —en el caso de los moralistas mds severos se convierte en naturaleza inclinada al mal— que debe, en-cl mejor. de los casos, ser encauzada y_ disciplinada. La inocencia infantil es una conquista posterior, efecto, en gran medida, de la aplicacién de toda una ortopedia moral sobre el cuerpo y el alma de los jévenes. Se configura pues «a nifiez», en el ambito tedrico y abstracto, como una etapa especialmente idénea para ser troquclada, marcada, ala vez que se justifica la necesidad de su gobierno espectfico. que dard lugar a la emergencia de dispositivos institucionales concretos; y si en iltimo extremo el: poderoso arte de la educacién fracasa, puede echarse la culpa a la mala indole de Jos sujetos. ‘SerA necesario un proceso largo y complejo para que esa indiferenciada etapa, denominada juventud en'latin y moce- dad en romance, se subdivida a su vez en estadios precisos dotados de caracteristicas especificas.. Pueden resaltarse tres influjos, entre otros, que parecen haber sido decisivos en la constitucién progresiva de. la infancia: la accién educativa institucional ejercida en espacios tales como colegios, hospicios, hospitalés, albergues, casas de doctrina, seminarios {no solamente existen seminarios de clérigos, sino también seminarios de nobles, ademas de seminarios en los que.se instruyen’ los jévenes'de las, clases populares); Ja accién educativa de la-recién estrenada familia -cristiana; y,. por iltimo, una aceién educativa difusa que, al menos desde un punto de vista formal, esta especialmente vinculada a las prééticas de recristianizacion. ‘Se vera con més detenimiento, cuando nos-ccupemos de Ja constitucién de los espacios dedicados a la instruccién de Is infancia, que serd-en esta especie de laboratorios, donde emergeran y se aplicarén prdcticas concretas que contribuirén a hacer posible una definicién psicobioldgica de la infancia y de donde, a'la vez, se extraeran saberes respecto a como orientaria y dirigirla haciendo asi posible la aparicién de Ia 20 Julia Varela - F. Alvarez-Uria no funéioriaba la separacién por edades en un principio: la entrada podia hacerse desde los 6 hasta los 12 afios y era-el. nivel de instruccién, marcado- sobre: todo: por-el nivel’ de conocimiento. del latin, el que servia para agrupar a pequefios y mayores. Pero, poco a poco, sé gradian mds las ensefianzas y se ‘separa a los mayores de los pequefios fundamentalmente por .razones: morales. y de. disciplina. Asimismo, en el caso de- que -dichos colegios fuesen internados, se. admitia, también en sus comienzos, que el alumno estuviese acompafiado de su servidumbre la-cual pronto serd acusada de secundar y urdir sus felonfas, Al fin, cl joven: distinguido tendré.que ‘hacer’ frente él. 3olo\al encierro, especialmente cuando. a partir. del siglo. XVII el internado se generalice como-la institucién mas apropiada para su educacién: en esta época el consenso familia-colegio parece estar ya en marcha en las clases sociales. clevadas Serd pues en estos espacios. donde .comiencen «las graduaciones por edad, paralelamente a una tutela cada vez més individualizante: «Sean todos quictos, modestos y_ bien -cristianos, hablen en sus conversaciones de Dios 0 de cosas: dirigidas a su servicio, busquen-buenos compafieros, oigan. misa. todos los dias, confiesen cada mes si os posible con el mismo confesor, hagan examen de conciencia diario, tengan especial devocidn cotidiana ‘al-angel custodio, no entren-en la escuela.con armas, no juren juramento alguno, no jueguen juegos prohibi dos, sean’ obedientes al Rector y.a sus maestros; y sepan que por-sus faltas si son muchachos seran castigados por-el corrector, y si grandes serén repre- hendidos publicamente y si no se enmiendan echados con ignominia de la escuela», A esta vigilancia y cuidado continuo y minucioso sobre. muchachos y-grandes se sumara progresivamente:la accion T Padre Nadal, S. Ju: Regilae Sholasticorum pro. scholastieis. en Monumenta paedagogica. S. J.. Madrid: 1901, T.-L, pp. 653-656. La maguinaria escolar a de 1a familia, en lo que a las clases pudientes se refiere. Los tratados dirigidos a la institucién de ta familia. moderna, dedicados naturalmente a principes y grandes. sefiores de la época como entonces era costumbre; y dirigidos logicamente a los que saben Icerlos, sefialan los papeles que marido y mujer tendrén que desempefiar respecto a los’mas variados asuntos: gobierno y administracién de la hacienda, criados, familiares, relaciones entre esposos, y, por supucsto, nutricion y cuidado de los hijos: A cambio. de una custodia y supervisin permanente, los moralistas ofrecen a los padres el amor, la obediencia y. el. respeto:de sus hijos. El amor natural entre padres @ hijos, puesto especialmente en evidencia entonces en las luchas fraticidas y parricidas por el, poder, sera al fin posible si los padres. —alejando, ayas, nodrizas y criados, 0 controldndolos al menos— ejercen su amorosa influencia sobre la. prole desde’ muy. pronto. ‘A la madre le ofrecen, ademés, a cambio de su reclusion en el hogar (nada de reuniones literarias, saraos, salidas perniciosas, lujos y- afeites) los poderes de gobernar-y regir la casa, aleccionar a la servidumbie, ‘morigerar al esposo; y sobre todo nutrir y educar a sus pequefiuelos; su mas preciado tesoro: la madre que no-da la leche de sus pechos.a su ‘hijo no es sino media madre, y todavia menos'si no lo educa:e instruye en la’ religién cristiana-y en las costumbres. que exige su noble naturaleza. En la aristocracia espafiola cl peso de los eclesidsticos parece haberse dejado sentir mas queen otros paises donde esa clase fue-calificada por'ellos en'un principio de «disoluta y. viciosay. Pero. parece ser la nueva clase en ascenso, parte de ella ennoblecida, la burguesia, la que mds se.identificaré con sus. méximas y consejos. Lentamente se’constituiré la verdadera madre, & imagen de la Virgen, -y en oposicién ala bruja que mata y chupa la sangre de los nifios, a la. prostituta que emplea > Ente estos tratados destacan- los de: D. Erasmo: Apologia de! sratrimonio (1528), Jil. Vives: Insitutio feminae chistianae (1523), y De oficio marit (1528). Diego de Avila: Farsa del matrimonio (1511). Fray Luis de Leén: La perfecta casada:(1583). Pedro de Lujan: Coloquios ‘matrimoniales (1589) 2 Tilia Varela - F. Alvarez-Uria abortivos y anticonceptivos’, y a le vagabunda: cuya promiscuidad sexual y artimafias empleadas para «estropear» Bsus hijos con el fin de echarlos a pedir limosna tampoco parecen ser del agrado de los nuevos agentes de la norma. Los pequefios de las clases pudientes se verdn asi sometidos ‘a dos tutelas, la de la familia y la del colegio, ejercidas por su propio bien. Para los pobres una les basta: la de las instituciones de caridad. Y para-los del incipiente estado ‘o, en situacion de merecer, los internados asumirdn la foncién familiar. Sufren asi un aislamiento més duro ya que a la familia en un principio sélo sc le da cabida de forma esporddica. ‘A estas prdcticas educativas familiares ¢ institucionales se afiade una policia multiforme de los jévenes: direcci6n espiritual, imposicién de tin lenguaje puro y casto, prohibicién fle cantares y juegos deshonestos y de azar, prohibicion de dormir en el mismo lecho con otros nifios o adultos (costumbre: entonees frecuente), alejamiento del vulgo, empleo de. libros expurgados, impresién de estampas, catecismos, instrucciones, tratados de urbanidad (si bien-1a literatura infantil propiamente dicha no comienza hasta el siglo XVII, multiplicacién y generalizacién de temas telacionados con la «infanciay: el nifio Jestis, cl Angel de 1a guarda,.los nifios modelo, 10s nifios inocentes, los nifios santos, el limbo de-los nifios, -y la creacién de fiestas religiosas entre las que sobresale la primera comunién’. De 7 Lor métodos anticonceptivos utilizados por estas mujeres malditas ‘que, por otra parte parecen ser los mismos utilizados entonces por las Tujefes de Ia aristoeracia, son-muy distintos de:los empleados por Ia Durguesia a partir de la Contrarreforma que se reducen practicamente al coitus interruptus», Ver P. Chaunu: Malshusianisme démografique et maltusianisme économique, en Annales, enero-febrero 1971, pp. 1-19. *"Uno de los grandes propagadores del limbo de'los niffos y del angel de Ia guardja fue entre nosotros el jesuita P. Martin de Roa: Beneficios Sei séuo angel de nuestra guarda, Cérdoba 1632. Y Estado de los Sienaventurados en el cielo, de los nifios en el limbo, de los condenados onl infierno'y de todo este univerto después de la Resurreccidn'y Juicio Universal. Sevilla 1624. Esta ‘ltima obra conocié varias reediciones y tradueciones: Gerona 1627, Huesca 1628. Madrid 1645, y, 1653. Alcald 1663, Milén “1630, Lyon 1631, Sobre los libros de urbanidad véase este modo se llega al siglo XVIII con una infancia inocente y razonable en lo que a las clases distinguidas se refiere. ¥ si Rousseau puede redefinir fa infancia como edad «psicoldgica» con etapas a las que corresponden-necesidades ¢ intereses, y en consecuencia susceptibles de una educacién diferenciada, se debe sin duda a todas estas orientaciones y direcciones sufridas con anterioridad por los jévenes'. Uno de-los grandes méritos.de Philippe Aries es haber demostrado que la infancia, tal como. hoy la percibimos, se comienza a configurar fundamentalmente.a partir del siglo XVI. En la Edad Media no existfa una percepcién realista y sentimental de la infancia: «el nifto» desde que era capaz de valerse por si mismo se intcgraba en la comunidad y participaba, en la medida en que sus fuerzas se lo permitian, Ge sus penalidades y alegrias. Aries analiza con minuciosidad y paciencia un amplio material histérico: cuadros, retratos, monuments funerarios, vestigios de juguetes y vestidos, testimonios literarios, etc: A través deeste andlisis comprucba’ que. durante todo el siglo XVI la. éategoria de edad privilegiada es la juventud, perfodo amplio y de limites imprecisos, de la que comienza‘a desgajarse en el siglo XVIT una primera infancia: el bambino o nifio:pequefio, especie de juguete divertido y agradable para-los miembros de las clases altas, Una nueva diferenciacién, también desde el punto de vista terminolégico, se perfila en’el siglo. XVIII siempre en relacién con dichas clases: infancia y adolescencia se separan definitivamente; y.ya en el siglo XIX el bebé aparece como nueva figura. Estas designaciones lingwisticas afectan-a la infancia rica y forman parte de su -propia ¥ efinicion, Las clases, populares siguen ‘confiriendo @ 18 yo / Norbert Elias, I proceso de civilizacién. F.C.E. Madrid, 1986 y Erasmo, De la urbanidad en las maneras de los nifios, MEC, 1985, "Cas nifias, respondiendo a la imagen modélica forjada para ellas por. tod reformadores, deberdn recibir una educacién doméstica. Aparecen sin.” embargo pronto algunas Ordenes religiosas para su ensefianza: ursulinas,~ hermanas de la earidad y otras que se ocupan de la asistencia a huérfanas y oxpésitas. Th. Avice: Lenfant er la vie familiale sous T'Ancien Régime. Ed. du Seuil, Paris 1973. (Traduecién en Ed, Taurus). 24 Julia Varela’ F. Alvarez-Uria infancia, como manifiestan en su.enguaje, un cardcter amplio e impreciso: se sale de clia cuando se sale de la dependencia. Las artes plasticas revelan, segiin’el mismo autor, que'la nueva percepcién del nifio esté en un principio’ligada ala iconografia religiosa. Desde finales’ de. la. Edad Media comienza a aparecer la infancia de Jestis, representandose a Partir del siglo XIV otras infancias santas: Virgen, Bautista, etc. En el siglo XV-la-iconografia. laica. presenta nifios mezclados con adultos en escenas de fiestas y juegos, que Povo.a poco se destacan en el interior del-grupo para llegar 8 finales del siglo XVI a hacerse retratos de nifios reales, existentes, retratos que se generalizarén a.partir del siglo XVIE. No hace falta explicitar a qué. clases sociales pertengcen, en su mayoria los” nifios. de. tales pinturas, bajorrelieves y esculturas. El estudio de la vestimenta sirve asimismo a este historiador para descubrir que hasta‘finales del siglo XVE.los pequeiios, nifios y nifias, utilizan el mismo tipo de indumentaria que los: adultos’ de-su.clase. Ser a partir del sigio XVII cuando el nifio-noble-o burgués deje de ‘vestirse como los adultos inici&ndose asi tina moda particular Para él, pues sonilos nifios, y:no las nifias, los primeros a los que-afecta la especializacion en-el vestir, del’mismo modo que serdn los primeros en frecuentat.los Colegios. Los“nifios~ artesanos y campesinos, que campean por calles y plazas se fecogen-en. cocinas:y tabernas;-se visten hasta entrado el siglo XIX igual que.sus mayores a los-que siguen unidos por el trabajo y las diversiones. Y precisamente ante juegos y diversiones -también adoptaran-una nueva actitud moral: los reformadores: los. juegos de dinero y. azar, las danzas, comedias y-demés | espectaculos’ pitblicos serdn-en.caso extremo tolerados. por ellos pero nunca bien vistos!: De -nueyo los jesuitas ! 3. L. Vives sord uno de-los primeros en establecer las «reglas» del nego honesto en el didlogo Las Leyes del juego, A continuacion, otros moralistas se ocuparan del juego y de los espeetdcules puiblicos: uno de los textos més conocidos seré el de P.. Mariana: Tratado contra losjucgos piiblicos, La.maquinaria escolar Re tinavic escolar innovarén en este campo: no’prohibirlos sino canalizarios, orienténdolos convenientemente; juegos, danzas y represen. taciones teatrales formardn parte de su programa educativo sirviendo para cultivar el cuerpo y el espiritu. También sobre el gobierno de los nifios'se impondrén lentamente las directrices y los principios relacionados con la prictica y In teoria jesuitica: han, de estar continuamente -vigilados y cuidados, pero con-una vigilancia dulce, no excesivamente severa para que asi sea aceptada y asumida, en primer lugar, por.los mismos nifios.y, luego, por sus familias. Aties nos ayuda a comprender cémo se elabora histérica- mente el estatuto de infancia, sin embargo la perspectiva de analisisy el material que utiliza marean la direccién de su trabajo. Relaciona la constitucién de la infancia con ias clases sociales, con la emergencia de la familia moderna, y con una Serie de practicas educativas aplicadas-especialmente en los colegios. Pero relega a un segundo plano-un tanto lejano las. tdcticas. empleadas. en la recogida y. moralizacién de los nifios pobres (sin duda el acceso a un material que permita tal.estudio es mucho més complicado). Esta relegacién le impide percibir que la constitucién dela infancia de calidad forma parte de un programa politico de dominacion, ya que es evidente que. entre tos elementos. constitutives ‘de esta infancia figuran también, y ocupando un lugar importante, los dispositivos de afianzamiento de determinadas clases asi "como su preparacién para mandar’. La infancia «ricay va a ser ciertamente gobernada, pero su sumision a la-autoridad pedagogica’ y 2 los reglamentos constituye un- paso: para asumir «mejor» més tarde~funciones ‘de gobierno. La infancia pobre, por el contrario, no recibiré tantas atenciones siendo os. hospitales; los hospicios y otros espacios de » eorreccién los primeros centros-piloto destinados a modelarla. * Es.de interés. este cespecto completar Ia lectura de Atiescon el numero dedicado a «Les enfants du capitals en la Revista Les Revolics Losiques, n° 3, otofio de. 1976. En lo que a Espaia se refiere ve ha intentado ‘mostrar, la. posicién estratégica, desde.un punto de viste politico, de las formas educativas instituidas en los siglos XVI y XVII co 7. Narela, Modos de educacién en la Espafa. dela Contrarreforma. Ea, LavPiqueta, Madrid 1984, ‘be fers 26 Juli Varela - F. Alvarez-Uria 26. Julie Varela =F Alvarer-Urla Y asf como Ja constitucién de Ja infancia de calidad aparece estrechamente Vinculada.a la familia, practicamente desde sus comienzos —hijos de familia—, la de la infancia menesterosa ha sido en sus principios cl resultado de un programa dle intervencién directa del gobierno; en el primer caso se produce una delegacién de poder en la familia que a su vez acttia ayudando a su constitucién, mientras que en el” segundo el poder politico se abroga todo derecho insertando. a la infancia.pobre en el. terreno de lo piblico. El sentimiento de infancia —y consiguientemente el sentimiento de familia— no existira entre las clases populares hasta bien entrado el siglo XIX, siendo la escucla obligatoria uno'de sus instrumentos constitutivos y propagadores. Emergencia de un dispositivo institucional: el espacio cerrado 4A partir de-un determinado periodo en cualquier caso a partir de finales del siglo XVII de una manera definitiva e imperativa, se produce un cambio considerable.cn el estado de-ias costumbres que he analizado, Cambio que puede percibirse a través de dos aproximaciones distintas. La escuela sustituye al aprendizaje como medio-de educacién. Esto significa Que el'nido deja de estar mezclado con los adultos y deja de conocer la vida directamente en contacto con clios. Pese 2 muchas reticencias y retrasos se lo aisla de Jos adultos y se lo mantiene separado en una especie de cuarentena, antes de dejarlo en el mundo. Esta cuarentena es 1a escucla, el colegio. Comienza asi un | [argo proceso de encierro de los nifios (semejante al de \ Jos locos, los pobres y las prostitutas) que no cesaré de Pott oe rizacién»®. Para que exista esta cuarentena fisica y moral, que Aries percibe, dando muestras de una gran sensibilidad histérica, Bh, Afies, op. J prefacio, p. UL La maguinaria escolar e$ preciso que surja un espacio de encierro, lugar de aislamiento, pared de ‘cal.y canto que separe a las generaciones jdvenes del mundo y sus placeres, de la carne y su tirania, del dementio'y gafios. El modelo del nuevo espacio cerradd{ el convento, ya a constituirse en forma paradigmética obiernoTdeado por los moralistas, Enemigos recaicitrantes de los regulares, el viejo espacio, destinado a transformar la personalidad del novicio mediante una regiamentacién puntillosa de todas las manifestaciones de su vida, servirdé ahora de maquinaria de transformacién de la juventud haciendo de los nifios, esperanza de la iglesia, buenos. cristianos.a la vez que, stibditos sumisos de la autoridad real'!. Las .nuevas instituciones cerradas, destinadas a la recogida e instruccién de Ix juventud, que'emergen a partir del siglo XVI (colegios, albergues, casas galeras, casas de la Goctrina; casas de misericordia, hospicios, hospitales, semi- paris.) tienen en comin esta funcionalidad- ordenador, reglamentadora y ‘sobre todo transformadora del espacio Conventual. Sin embargo. nos interesa. particularmente| resaltar que este espacio cera J en - absoluto. homogéneo, En virtud de la mayoivo tenor ealigua de haturaleza dé los educandos y corrigendos, determinada por su posicion en la pirdmide social, diferirdn las disciplinas, se flexibilizaran los espacios, se duleiicaran en fii Tos destinos de los usuarios, Los colegios de-los jesuitas tienen poco que ver con fas instituciones. de recogida de los nifios pobres: Nescuelas» rudas y colegios de nobles que corresponden a naturalezas de. bronce.y a naturalezas de oro y' plata, delimitadas por Platén en La Reptiblica y-retomadas-con ahineo por los teformadores de la Reforma ¥ Contrarreforma. Se trata de un Platén integrado por los ‘oclesidsticos en sus. proyectés de reestructuracion del espacio social. Al igual Que en La Republica se pretende de nuevo, como ya hemos ‘Sobre cl vemodelamiento que en Espafia fre el espacio conventual para servir de-base a una. politica de control de pobres: Fernando Kivarer-Urla: «De la policta de la pobreza a las edrceles del-almay, Rev. El Basilisco, n.° 8, 1979, pp, 64-71 Aaa BA G9 Come “28 Julia Varela - F. Alvarez-Uria sefialado, naturalizar las diferencias sociales y-enconsecuencia las nuevas formas de dominacién social. Entre ‘el Principe nifio sometido- simplemente a un encierro moral. y.el secuestro de -nifios. _nifias pobres, expésitos, huérfanos y. desamparados, existe: una amplia gama de formas de aislamiento-que en’ sltimo ‘término reenvian a diferencias de percepcién y valoracién social. La’ maxima represin y minimo saber transmitido corresponden a la menor nobleza, evidentemente la-de-los. pobres. «Los nifios expésitos tengan su hospital, en donde se alimenten; los que tengan madres ciertas, crienlos ellas hasta los seis afios y sean. trasladados ‘después-a la escuela piblica donde aprendan. las primeras letras y buenas costumbres, y sean alli mantenidos. Gobiernen esta escuela 'varones honesta y cortes- mente educados en cuanto sea posible, que comniquen. sus costumbres a’esta ruda-escucla: porque de ninguna cosa nace mayor riesgo a los hijos de los pobres, que de la vil, inmunda, ineivil y tosca educacién. No perdonen gasto alguno los magistrados para adquirir estos maestros; que si lo consiguen, harto provecho hardn’a ja ciudad que-gobiernan, a poca costa. Aprendan los nifios ‘a vivir. templadamente,: pero" con limpieza y pureza ya contentarse. con poco; apartenles:de todos los deleites, no se acostumbren a las delicias y glotoneria; no se crienesclavos de la gula, porque cuando falta ésta con.que satisfacer su apetito, desterrado. todo. su, pudor, se dan a,mendigar, como” vemos que lo hacen muchos luego que les falta, no la comida sino la salsa dé mostaza o cosa semejante. No aprendan solamente a leery a escribir, sino, en primer lugar, la piedad cristiana y a formar juicio recto de las cosas. ® Carlos Lerena.cn Brcuela, ideologia y'clases socicies'en Espatta, Ea Ariel, Madrid 1976, especialmente en las paginas 33-35, ‘pone al desoubierto con: agudeza y rigor el trucaje realizado por Platén para escamotear’ y a la vez hacer inatacables "sus planteamientos teéticos aclasistasn, La maquinaria escolar Ey .) los que'scan muy a propésito para las ciencias doténganse cn la escuela, para que sean maestros de ‘otros 0 pasen al seminario de sacerdotes; los demas | “pasen a aprender oficios, segiin fuere la inclinacién de ~tada uno» El-programa de gobierno:de los pobres:propuesto por Vives. se pondra en marcha’ en los, pafses catélicos,. sobre todo tras el edicto dado en Roma el 12 de.marzo de 1569 por ¢l Papa Pio V, con el que se inicia una recogida y policia de pobres de uno y otro sexo «asi grandes. como pequefios»-de una amplitud sin: precedentes. Por’lo que ‘a Espafia se refiere toda una serie. de éarbitristas» se interesarén por.el problema de la’ pobreza. En el interior de sus programas los“nifios-pobres ocuparén una plaza que progresivamente ganaraé.en importancia. Estos. proyectos coinciden cronolgicamente’con la. gran expansién.de. la novela picaresca.en tanto que-literatura moralizante destinada a neutralizar sociaimente a_ los jévenes vagantes. El canénigo Giginta, en una perspectiva de aplicacion de las teorias de. Vives; afirma que, ademds de adiestrar a los nifios pobres en un oficio mec4nico, «a los que fueren para las letras-se les dara dos horas luego por.la-mafiana;. para aprender a leer y a escribir, hasta contarn'. Por su parte el médicoCristébal Pérez de: Herrera dedicaré un ‘amplio espacio.al «amparo y ocupacién-de los nifios y nifias pobres 9 TL, Vives: De subventione pauperum: Brijas 1526. Su programa se inspira. directamente on el expucsto por Lutero. en su escrito A los magisirados de todas las cludades alemanas, para. que consiruyin ‘mantengan escuelas (1523) Al igual que Lutero, Vives €starabisn uno de Tos primeros en proponer una cert secularzaciOn dela engeRanza que es cleaso de los nies pobres encomienda tambien alos magisrados, Insite ines gus tera ch gueaprendan lengua ya ats gus opiion cl cx-agustino, ssirven para la comprensiOn de la Sagrada Escrtura para el desempefio del gobierno eli i“ fa aa Sista Tata dered de pobies: Coimbra 1579, ap. 1 1d to 30 Julia Varela - F. Alvarez-Uria y huérfanos desamparados»"s, En este «higienista» lo que prima ‘es’ Ja necesidad’ del_encierro y ‘de’ moralizacién’ quedando la instruccién relegada a la minoria selecta. En estos proyectos que se aplicaran parcialmente en

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