: LEO POLLMANN
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2 ea nanetints Le 7 ort, Meso, nt Ors 1969». 2-48
SEME.: Mediaconcsrmieninas, 1968p. 384. nN SCOP 397
Lectura borgeana de Sarmiento
Estela Cédola
Universidad Nacional de Buenos Aires
La deuda de Borges con Sarmiento es mAs significativa de lo que
pudiera parecer a simple vista. En lo mfs evidente, contamos con dos Pré-
ogos : uno de 1943 para Recuerdos de Provincia y otro de 1974 para
Facundo (publicades en el libro de los Prélogos, Buenos Aires, Torres
‘Agiiero, 1975). Junto a ellos se puede incluir el poema «Sarmiento» (El
‘otro, el mismo, 1974) y «Diglogo de muertos», breve cuento cercano al
poema en prosa (El hacedor, 1960). En Luna de enfrente de 1925 se halla
‘el célebre poema «El general Quiroga va en coche al muere», inspirado en
el Capftulo XIII del Facundo, «Barranca Yaco», donde Sarmiento inmor-
taliz6 Ia muerte del caudillo riojano.
En su aspecto menos explicito, la huella de Sarmiento es ms pro-
funda, Esté en lo que Borges aprendié de él, en el modelo de escritor que
imit6. Para definir su inserci6n en la tradicién literaria argentina, hay que
decir que Sarmiento creé el espacio que un siglo después iba a ocupar
Borges y esto va mAs lejos que la mera influencia ejercida por un precur-
sor.
En Ia lectura borgeana, dentro del modelo se incluyen procedimien-
tos del trabajo literario y las técnicas de seduccién o estrategias para
convencer al lector. También hallaremos categorfas estructurantes en 1a
‘obra de Borges que vienen del Facundo, Asimismo, la autobiografia
132 como médulo de interpretacién de la historia, puede rastrearse en Recuer-
RIO DE LA PLATA RIO DE LA PLATA ieESTELA CEDOLA
dos de provincia. Veremos esto a través del cuento de Borges «Histori
guerrero y de la cautiva» (El aleph, 1949) que podrdilustar la utliecesen
de la disyuntiva civilizacién/barbarie, al mismo tiempo que la construc
cin del doble linaje de «las armas y las letras», aspectos relacionadas
centre sf, Luego se complementaré con una referencia a los poemas,
El modelo de escritor
[LOM 'o hizo Borges. fue Sarmiento. El legado que recibe el escritor son
tos textos ajenos. La historia es palabra y la sustancia del lenguaje es el
iempo :
sto soz fa.) yn quan ingens dt eed: ao
eo palabras: Palas, palabras saparads plas mands soe,
‘os fue la imome que en esha ee
‘Elismona 197
A a vez, remodel6 la nocién de lectura. Cada lector, desde el pre-
Sente, contribuye a reconstituir la historia literaria : los autores escribea
sus lecturas. En el origen, la literatura argentina exhibe el proceso de
absorcién de otras obras extranjeras. Facundo es el producto de las loctu,
zas de Sarmiento, de los préstamos, pero es increfblemente original; Io
‘mismo que ocurre con Borges. Hay en ambos una remisién permanente
ave crea cla cadena de los libros». Sarmiento fue un autodidactg que
«ceemplazé con la lectura las dificultades sociales y materiales de st evu,
cacién»'. Pero Borges, que no las tuvo, procedié como él. Esa avides de
capuede cae necesidad de saberio todo, de ler bien, e el modelo de la
pacidad omnivora ¢8. Si Sarmiento inauguré «1
iaetdadomntvora de Box to inauguré «la cultura del
Sarmiento le ha transmitido una actitud vital critica ¢ irreverente -
Que no necesita testimonios-, junto con una forma de apropiacién del uni.
Verso cultural que caracteriza a los pafses periféricos : el escritor lector
rumano Cioran -que se incluye en ellos junto con los latinoameri
ree que ¢s una valiosa férmula de superacién de la esclerosis eurenea
‘Si Facundo es una proto-novela dentro de los parimetros clisicos,
4 RIO DE LA PLATA
LECTURA BORGEANA DE SARMIENTO
Jo cierto es que casi puede parecer post-modemno por su armonizacién de
fragmentos. Borges no defini6 el género de Facundo 0 de Recuerdos -
‘como hizo al llamar novela al Martin Fierro- y los nombra como «obra» o
<«libro». La ubicacién en los limites de los géneros, 1a técnica del injerto y
la hibridacién han dado en ambos escritores resultados imprevisibles, pero
lo cierto ¢s que Sarmiento inauguré esa préctica en la literatura argentina.
El modelo y el rol del escritor han cambiado. De una escritura cuya
virtud estaba en el servicio que rendfa a la politica, se ha llegado con
‘Borges a la autorreferencialidad de la literatura. Sin embargo, la eficacia
que Borges le atribuye a Sarmiento retine -a mi juicio- al politico y al
escritor porque se reficre a su estrategia, a su capacidad de seduccién.
Todavia hoy :
«Hay quienes juzgan que ese libro debe su autridad a Sarmiento y buena
parte de su fama ala de fu autor ;olvidan que Sarmiento, para la genersciéa actual
e argentino, es el hombre creado por et libro»
En el Prologo, Borges desdefia las condiciones de produccién de
‘Facundo para atenerse a las de Ia Lectura:
Como todas as géoess a ceacéa potica es miserioa. El anlssitra-
fio cas munca es apto para razona a eficeri de ls touss que le proponen [..] A
sa categoria de exritores que no puede expat la mea ras, prenece nicsto
Samieno (.] El eurtogo lector puote compara alga episodio com la comes.
Pondiene vrsén (J en as tabajadas piginas de Lugones nea por ea, a er-
$n de Lugnes es superior ;enconjuro, es hao mas conmovedorsy pica la
de Samniento.Cualquiera puede comepir lo exerio por Al nadie pede igualarlo»
Idéntica comparaciGn estableci6 entre él y Lugones, ocupando el
lugar de Sarmiento en Ia ecuacién?, La apreciacién del conjunto y su
poder emotive, su efecto en el lector, son cualidades que Borges quiso
ara sf.
David Viflas cree que es dificil entender a Borges si no se ha lefdo
antes a Sarmiento. Borges -que lo habria «saqueado»- sentia «por su capa-
ccidad escrituraria una envidia transparente». Yo creo que capacidad de
‘scritura le sobraba, que se envidia lo que se desea, lo que no se tiene.
Borges envidié la capacidad de Sarmiento para poblar el desierto virgen
de la literatura argentina que supera las espectativas del lector frente a una
‘obra de los orfgenes. Las gesvas literarias le fascinaban a Borges y por
0 codicié su lugar, la «imaginacién y el fervor» inaugurales de Sarmien-
to, que la suerte no le deparé a él, porque naci6 un siglo después.
RIO DE LA PLATA aaESTELA CEDOLA
‘Mis que un modelo de escritor Sarmien Borges
12 de identificacin en algo que era entrafable pose a aon
‘tislamiento y la recuperacion de las voces divesas de nuestra caltan ox
Escribi6 en el Prologo de Facundo :
s(Sumiza) Site que meso patina vo debe tater
ss se om db reduce le
SS eae oes
corp mals taro do pvcinc, e ime
Poo, Samistoes el pine amet, boat ain ee
Repit fio de tras i
Bolivar Pite ¢l Suefio de trascendencia continental de Sarmiento y de
Civilizaci6n y barbarie : categorias estructurantes
‘Sarmiento ha sido lefdo desde diversas disciplinas. Los historiadores
buseron al Sarmiento police intrpres del batons cae -
og de la ficci6n ; los literatos, al escritor, entre los compromisos y las dig
tribas del politico. Borges lo rescata entero ; se identihea con a eersnes
ambiguo, contradictorio, que vive la dialéctica entre pensamienny
acci6n, entre utopfa y realidad. Ambos se debatieron en el limite ene alc,
Caltace 38 letras, entre lo criollo y 10 europeo, entre le coraje y la
uuz>*: Amos se propusieron como lugar de encuentro de esas sortrar
‘Gicien el asedio de Ravenna abandon6 a los suyos y murié defendieah
fiudad que antes habia atacedo, La segunda, de una india ratte ae orgen
inglés que ha suftido un proceso de se niega a volver a su
Pals natal, cuando otra inglesa-laabuela de Borges-se lo propone,
136
RIO DE LA PLATA
erp
LECTURA BORGEANA DE SARMIENTO
El discurso se estructura como un sistema de oposiciones, generador
de interrogantes, que -sabremos al final- resultard ser el anverso y el rever-
so de una misma moneda. Se oponen civilizacién y barbarie, Europa y
‘América, la ciudad y el desierto y por las fronteras transitan estos «tréns-
fugas» de la cultura : , hay una regresién hist6rica ? , son traidores 7
i hay una lealtad en juego ?
El narrador busca develar los méviles de la conducta y darles una
dimensién ética. Si el guerrero y Ia cautiva «acataron un {mpetu secreto
més hondo que la razén», él lo hizo atrafdo por la belleza de la Ciudad, un
‘orden racional, expresiGn de la cultura por oposicién a la naturaleza. [...] «los longobardos que
cculparon al trénsfuga, procedieron como él, se hicieron italianos [...]» Ast,
el hombre que se adelanta a un proceso histérico obedece a las «leyes del
‘universo, no a las de su tribu.
Mediante la comparacién -la analogia en especial- vale para la cau-
tiva lo que se dijo del guerrero : la aculturacién de la mujer aparece como
necesidad hist6rica, también fidelidad a las leyes universales. Pero el na-
rrador pone en boca de la abuela los juicios de valor. Aquf las
motivaciones no son estéticas sino emocionales : la cautiva tiene hijos con
‘un hombre valiente, ya se aquerenci6. Igual que la abuela, pero del otro
ado de la frontera.
La estructura y el montaje enunciativo produce una cadena asociati-
va de préstamos y fuentes que también evocan la remisin utilizada por
Sarmiento. Las fuentes : Pablo, el digcono, Croce ; los narradores : Croce,
la abuela, Borges ; Ias lenguas : el latin, el italiano, el inglés entreverado
con el pampa, el espafiol. La traduccién y la intertextualidad que Sarmien-
to practicé, se convierte en la via regia para Borges junto con la contami-
nacién del casticismo que iniciaron los roménticos y se continué, con la
inmigraci6n, en nuestra tradici6n.
El sujeto del enunciado es el narrador Borges, productor de este
‘cuento-injerto, que calificé de «experimento interesante para un escritor, y
‘que consiste en relacionar dos historias ajenas separadas por el espacio y
el largo tiempo. Borges retine as la tradiciGn oral con la libresca, y con la
propia biograffa. Legitima los préstamos al crear un nuevo contexto
comin a las dos historias : Ia literatura argentina. «Si yo no Ia hubiera
contado, la historia de Ia cautiva se hubiera perdido», dijo Borges. A la
‘vez, armoniza sus dos linajes : la linea materna de los antepasados guerre-
10s de la independencia, y la patema, de la cultura y la literatura europea.
Realizando en Ia utopfa y la atopfa el anhelo de Sarmiento, Borges
RIO DE LA PLATA aPropone el arte como lugar para experimentar ¢ inventar la convi
‘ a conviver
mcantesis de cultura, operacién que nos implica a todos sus lectores, a
et continente. Lugar simbélico del lenguaje, espacio de liter-
Pensar la barbarie
Escril 5 en al :
193): bis Borges en «El arte narrativo y la magia» (Discusién,
Esta separacién de las dos I6gicas es la misma Sami
habla propuesto al separarcivilizacion y barbatie, histriay feeces
Piglia ha dicho que la fccién se va haciendo lugar en la literatura argent
regepamtr de Facundo donde Sarmiento la ulza para nombrat al Oxo,
desconocido, la barbarie. También se puede ver allf la convivencia de le
herencia roméntica y la iluminista. Borges opm radon
su obra, en la formula «Algebra y fuego. biiet datas .
Escribié Sarmiento en el Facundo como un mandato :
sei} donde ssi o palpate y vag cpzzan as ments de a
ec, | mundo ie. Sa dsl e nea ncionl posses
‘momcatiaeamente ea las micas socisades meen a
: ue re ee
dessin de wandionseacens nature sie nn des Neus eae
rea a baer nie, eae ili y a mata hee
Lo més interesante es ver cémo se dramatiza la relaci
dos universos y dénde se ubican los dos autores. No puede ‘tates ccs
cién sin barbarie, ni barbarie sin civilizacién. En realidad no es una verda.
dera oposicién sino un sistema de pensamiento, una