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Social La psicologia social actual 435 de investigacién...y rechaza el predominio del modelo de produccién de conocimiento generado en el campo de las ciencias naturales, privilegiando la investigacién en dmbitos naturales sobre la de laboratorio... que reconoce el cardcter activo de los sujetos de i tigacién, productores de conocimicntos, que reconoce igualmente el carécter dindmico y dialéctico de la realidad social, y por ende de la condicién relatva, temporal, y espa~ cialmente, del conocimiento producido; que amplia su objeto de estudio, incluyendo el nivel psicolégico de fenémenos tales como la ideologta y la alienacién...; que admite el cardcter simbélico de la realidad expresado a través del lenguaje... y que asume explici- tamente su compromiso politico y social En este cambio de rumbo al que se refiere Montero, la figura de Martin-Baré es de especial trascendencia y resulta paradigmatica de las grandes transformaciones experimentadas por la psicologia social en Latinoamérica. Tal y como comenta Lane (1994) en su articulo sobre los “A vances de la psicologia social en América Latina”, la critica a la Psicologia Social hegeménica y la biisqueda de nuevas concepciones epistemolégicas y metodolégicas que permitieran un mayor compro miso con la realidad estudiada, tuvo en la obra de Martin-Baré su principal refe- rente. Otro de los resultados de esta actitud de compromiso social de la psicologia social latinoamericana lo tenemos en el enorme desarrollo adquirido en este contexto por la psicologfa social comunitaria, que ha llegado a adquirir una gran relevaneia y unas sefias de identidad propias. La psicologia social de Martin-Baré: hacia una psicologia social de la liberacién. En este apartado nos referiremos fundamentalmente a la concepcidn teérica de la psicologia social de Ignacio Martin Martin-Baré, si bien, para ejemplificar la misma, hagamos referencia a aspectos de la realidad social latinoamericana que fueron objeto constante de dicha reflexién tedrica (véase Martin-Bard, 1983, 1989, 1998 y 2003)* La obra de Martin-Baré esté mareada por los acontecimientos histéricos de los que fue protagonista directo, Su obra y su concepcién de la psicologia social no pueden entenderse sin referimnos a la situacién social, politica y econémica de Latinoamérica en general y, més particularmente, a El Salvador , pais centroameri- “Nota. En estas referencias incluimos fos dos volimenes de su psicologia social: Accién e ideologia de 1983 y Sistema, grupo y poder de 1989. A estos dos textos de caticterte6rico debemos afadir la recopilacién realizada por AA. Blanco: Psicologia de la liberacién, 1998 y la elaborada por cabo por A, Blanco y L. dela Corte; Poder ideo- logia y violencia, 2003, En estos cuatros volimenes el lector interesado cncontrara una gran parte de la contibu- ciga teéricay las investigaciones llevadas a cabo por Ignacio Martin-Batd. 436 PSICOLOGIA SOCIAL: PERSPECTIVAS PSICOLOGICASY SOCIOLOGICAS cano donde vivié y a cuyos problemas sociales dedicé la mayor parte de sus libros y articulos psicosociales. No sorprende que el primer volumen (Martin-Baré, 1983) de los dos que forman su manual de psicologia social lleve por titulo: “Accién e Ideologia. Psicologia Social desde Centroamérica”. Fueron los mismos problemas sociales los que desde su compromiso con el cambio social guiaron su elaboracién te6rica. Entre los muchos temas que fueron objeto de estudio de Martin-Baré se encuentran, entre otros, el hacinamiento, el machismo, el fatalismo, la salud mental, Ja violencia y la guerra (para un estudio detallado de la obra de Martin-Baré, véanse Blanco, 1994, 1998; Blanco y De la Corte, 2003; De la Corte, 2001 y Soto, 2002) Tal y como ha destacado Banchs (1994c) la obra de Martin-Baré no se caracteriza, tanto por una aportacién teérica nueva, sino por su perspectiva tedrica de la psico- logia social; es decir, por la forma de abordar el papel, funciones y nivel de andlisis de la psicologia social. En este sentido su enfoque puede ser denominado con los términos de realismo critico, Su propuesta es muy clara y la podriamos resumir diciendo que consiste en la articulacién teérica en funcién de la realidad social que el investigador social pretende analizar . Desde este punto de vista, la contribucién de Martin-Baré a la psicologia social est4, fundamentalmente, en el enfoque que propone para la construccién de una teoria critica de la realidad social, utilizando para ello como herramienta no s6lo la psicologia social sino las ciencias sociales en general, Como el mismo Martin-Baré indica, haciendo suya la idea del socislogo Wright Mills (1961): smi propuesta estriba en una inversién marxiana del proceso: que no sean los conceptos los que convoquen a la realidad, sino la realidad la que busque a los conceptos; que no sean las teorfas las que definan los problemas de nuestra situacién, sino que sean esos problemas los que reclamen y, por ast decirlo, elijan su propia teorizacién” (Martin-Bard, 1987-89/98, p. 314). De la anterior cita podemos afirmar que lo que propone Martin-Barsé es invertir un proceso de razonamiento hipotético-deductivo, propio de la epistemologia (neo)positivista, al que Martin-Baré denomina como idealismo metodolégico, por un realismo critico, Légica consecuencia de esta reconstruccién de la psicologia social es la critica al universalismo teérico que partiendo de leyes o principios gene- rales pretende aplicarlos a cualquier realidad social. Ahora bien, el enfoque que propone Martin-Baré para la psicologia social no supone ni la creacién de una psicologia social ex novo ni el rechazo de las teorias previas en psicologia social. De hecho podfamos clasificar su enfoque dentro de los defensores del pluralismo teérico, Esta idea de Martin-Baré queda manifestada en diversos momentos de su obra general: La psicologia social actual 437 No se trata de construir desde cero o de echar por la borda todo el conocimiento dispo- nible; eso serfa tan ingenuo como presuntuoso. Se trata més bien de construir desde la propia realidad y, en nuestro caso, desde Centroamérica, desde los conflictos y problemas que viven los pueblos centroamericanos para, desde esa perspectiva peculiar, ir enhe brando los temas bisicos de la ciencia social. (Martin-Bar6, 1983, p.VII) ‘Martin-Baré es muy claro en su oposicién tanto a la importacién irreflexiva de teorias generadas en otros contextos como al rechazo acritico de las mismas, Asi es como podemos entender su pluralismo teérico a la hora de analizar la realidad social latinoamericana, Son pocas las teorias a las que Martin-Baré no hace referencia en sus estudios, pero no todas tienen, en su opinién, la misma capacidad interpretativa ni el mismo cardcter ideolégico. Es por eso que Martin-Baré va a privilegiar unos enfoques frente a otros, pues junto a la capacidad de las teorias de desvelar la realidad también tienen el poder de ocultar la misma, Podriamos decir que la pers- pectiva tedrica de Martin-Baré se acerca, en cierto sentido, a la propuesta de una psicologia social contextualista de psicélogos sociales como Axsom (1989) 0 McGuire (1980). Para estos autores (véase Alvaro, 1995) todas las teorias revelan aspectos importantes de la accién humana, pero es el andlisis empirico de la realidad estudiada quien nos debe revelar bajo qué condiciones nuestras teorfas son validas. Precisamente en este punto es donde podemos situar la aportacién de Martin-Baré. No se trata, en su opinién, de rechazar las teorias disponibles en psico- logia social por el hecho de haber sido formuladas en contextos geogrificos dife- rentes o referidas a problemas diferentes a los vividos en Latinoamérica, sino de analizarlas desde la propia dindmica social e histérica de los pueblos latinoameri- canos, La propuesta de Martin-Baré trata, en definitiva, de sustituir la concepeién universalista, ahistérica ¢ individualista de la psicologia social hegeménica por una psicologia social contextual, histérica y mas sociolégica, Légica consecuencia de esta propuesta es el compromiso social con las clases mar ginadas desde una psico- logia social critica y liberadora, Probablemente en la definicién que Martin-Baré da de psicologia social encontramos ya los aspectos anteriormente sefialados: La psicologfa social trata de desentrafiar la elaboracién de la actividad humana en cuanto es precisamente forjada en una historia, ligada a una situacién y referida al ser y actuar de unos y otros... Tenemos asi una primera aproximacién al objeto de estudio de la psicologta social: la accién humana, individual o grupal, en cuanto referida a otros. (Martin-Baré, 1983, p. 10). Al destacar que la psicologia social se ocupa de la accién social en cuanto interac- cién y resaltar asi su cardcter simbélico, Martin-Baré sitia su perspectiva tedrica en consonancia con la psicologia social sociolégica del interaccionismo simbélico de Mead. Su explicacién del sugimiento y construccién de la identidad personal como 438 PSICOLOGIA SOCIAL: PERSPECTIVAS PSICOLOGICASY SOCIOLOGICAS identidad social est ligada a los procesos de socializacién descritos desde el inte- raccionismo por Berger y Luckman (1967) y originariamente elaborados por Mead (1934/72). Asi, Martin-Baré afirma que: La socializacién supone que el individuo, situado en un determinado contexto social y en intcraccién con ese medio (sobre todo con los que Mead llama “otros significativos”), va formando unos esquemas cognoscitivos que seleccionan y procesan su informacién, que filuan y configuran lo que él va a aceptar como realidad, como el mundo. (Martin-Bard, 1983, p. 119) Ademas, Martin-Baré (1987/1989, 1998) privilegia de forma clara la comprensién como método de anilisis (idea de honda raigambre en la filosofia de Dilthey y en la sociologia hermenéutica de Weber -véanse Capitulos 1 y 2- frente a la explica- cién de cardcter mecanicista y unidireccional (propia de los modelos psicolégicos positivistas en los que se privilegia la tesis de la unidad de la ciencia y que tienen en el experimento su herramienta metédico-técnica privilegiada). Pero Martin-Baré no limita su perspectiva al anilisis de la (inter)accién social como si de un proceso auténomo se tratara, en permanente construccién dependiendo del mismo proceso de interaccién con otros, como se hace en las perspectivas interac- cionistas de Blumer (1969/82) y Goffinan (1959/87), sino que su forma de entender dichos procesos de (inter)accién le lleva a vincularlos con la estructura social -algo que observamos de manera muy similar en la corriente teérica del interaccionismo simbélico desarrollada por la Escuela de Iowa y mas especificamente en el interac- cionismo simbélico estructural de S. Stryker (1980) -véanse Capitulos 4 y 5- En esta vinculacién entre inter(accién) social y estructura social, Martin-Bard va a privilegiar los enfoques basados en el conflicto social, frente a los enfoques funcio- nalistas, con los que se muestra muy critico por no tener en cuenta la existencia de clases sociales con intereses antagénicos y por su incapacidad para explicar el cambio social. Dentro de su concepeién del conflicto Martin-Baré se muestra parti- dario de una perspectiva dialéctica derivada del pensamiento sociolégico de Marx. Asi, para Martin-Baré (1983, p.24) el analisis de la realidad social debe referirse a las relaciones de mutua influencia y determinacién entre individuo y sociedad dentro de una realidad histérica: En el caso concreto de la psicologia social, aplicar el método dialéctico quiere decir que al estudiar los problemas se parte del presupuesto de que persona y sociedad no simple- mente interactian como algo constituido, sino que se constituyen mutuamente y, por consiguiente, que negindose uno y otro se afirman como tales, La psicologia social actual 439 En resumen, el andlisis de la interaccién, para Martin-Baré, debe referirse no sélo a la misma interaccién como si de un proceso autogenerativo se tratara, sino que debe ser analizado en relacién a la estructura social. Esto esta muy claro en la afir~ macién de Martin-Baré (1983, p.89) de que “las condiciones objetivas de existencia suelen condicionar también el marco social del quehacer de los individuos, en el sentido de que las personas tienden a interactuar con personas de su misma condi- cién social”, afirmacién que encontramos de idéntica forma en Stryker (véase Capitulo 5). Asi, por ejemplo, cuando Martin-Baré (1987/98, p.89-90) analiza el fatalismo latinoamericano como una actitud de resignacién ante los aconteci- mientos, basada en la idea de que el destino de la existencia humana ya esta prede- terminado y no se puede modificar de forma significativa, no lo atribuye a un rasgo de personalidad, sino a las estructuras sociales, econémicas y politicas del sistema social: Si el sindrome fatalista sigue produciéndose en los sectores mayoritarios de los pueblos latinoamericanos, no es porque se reproduzca a través de las normas culturales y de un estilo de vida propio de los pobres ¢ independiente de los cambios que reoperan en el sistema social mds amplio; el fatalismo constituye una relacién de sentido entre las personas y un mundo al que encuentran cerrado ¢ incontrolable; es decir, se trata de una actitud continuamente causada y reforzada por el funcionamiento opresivo de las macto- estructuras sociales. EB] modelo teérico de Martin-Baré quedaria incompleto sin mencionar otro factor imprescindible para comprender su psicologia social: la historia, Asi, Martin-Bard (1983, p. 24) afirma que: “la psicologia social no puede abstraer su objeto de la historia, pues es la historia social concreta la que da sentido a la actividad humana en cuanto ideolégica”. Es conveniente aclarar que su idea de la psicologia social como historia no debe ser confundida con la defensa que otros psicdlogos sociales como Gergen (1973) hacen de la psicologia social como historia, Para Martin-Baré, al contrario que para Ger gen, la psicologia social no es sélo historia, ni de su comprensién de la psicologia social como historia se deriva que ésta no pueda ser objetiva e interpretar con objetividad la realidad social. Para Martin-Baré, al hablar de la estructura social nos tenemos que referir necesariamente a las condiciones socio-histéricas que dan lugar a dicha estructura. Igualmente la accién social no se da en un vacio histérico; por estos motives, ni la estructura ni la (inter)aceién social son conceptos inteligibles mas que en un contexto histérico, lo que hace que nuestro conocimiento de la realidad no pueda ser ni universal ni atemporal, sino histérica- mente situado. Asi, en todos los anélisis de Martin-Baré la concepeién de la psico- logia social de la que se parte es la de una ciencia social e histérica, Un ejemplo claro lo tenemos en otro de los grandes temas por él abordado, la violencia: 440 PSICOLOGIA SOCIAL: PERSPECTIVAS PSICOLOGICAS Y SOCIOLOGICAS El modelo hist6rico sobre la violencia humana parte de dos supuestos fundamencales: (a) existe una naturaleza especifica del ser humano, naturaleza abierta a potencialidades de todo tipo, entre ellas a la violencia y la agresién; (b) esta naturaleza es de carécter histé- rico, La historicidad de la naturaleza humana significa desde el punto de vista social que cada persona se materializa en el marco de una sociedad concreta como parte y expre- sidn de unas fuerzas sociales; desde el punto de visa personal significa que cada individuo sigue un proceso que le es peculiar y que configura su propia biografia. (Martin-Bar6, 1983, p. 402). Asi, la violencia social que él analizé en un pais como el Salvador sélo puede ser entendida como el resultado de un proceso histérico que da lugar a una estructura de poder que oprime a la mayoria de la poblacién. Esta comprensién histérica de la violencia no supone eliminar las teorias psicosociales que intentan abordar una explicacién de la misma, pero si re-situarlas como factores precipitadores y no como causas de la misma en contextos de violencia institucional. Finalmente, podemos calificar el enfoque de Martin-Baré encuadrandolo dentro de una concepeién mas sociolégica de la psicologia social. Tres son los aspectos que permiten realizar esta afirmacién. El primero tiene que ver con su propia concep- cién y definicién de psicologia social. Su reconocimiento de una sociologia psico- logica y la afirmacién de que el nombre de psicologia social no presupone una orientacién psicolégica en su psicologia social, objeto de constante critica en sus estudios empiricos, sitiia su perspectiva del lado de una psicologia social como ciencia interdisciplinar entre la sociologia y la psicologia, En segundo lugar, si bien Martin-Baré no niega la conducta -entendida como accién social- como objeto de estudio, su comprensién de la misma no puede ser ajena al andlisis de la interaccién, y de la estructura social que son las que, en definitiva, dotan de sentido a la accién individual: La actividad de las personas 0 grupos particulares como sujetos de este sistema de rela- ciones sociales no se entiende a partir de las caracterisicas individuales de cada cual, sino a partir de su posicién en la estructura de clases (Martin-Baré, 1989, p. 35) En tercer lugar, si analizamos sus textos podemos observar que los principales autores que sitven de base a la construccién de su perspectiva en psicologia social son de formacién sociolégica. Su consideracién de la realidad social como un proceso de objetivacién y subjetivacién, de interaccién entre el sistema social y la existencia individual, entre procesos institucionales y universos simbélicos, tiene su origen en la sociologia del conocimiento de Ber ger y Luckman (1967). Por otro Jado, su realismo critico, referido con anterioridad, esta basado en la perspectiva sociolégica de Wright Mills (1961). Finalmente, no es sino la teoria sociolégica de K. Marx la que da pie a su concepcién dialéctica e histérica de la realidad social. La psicologia social actual 444 Sin duda, la originalidad del enfoque psicosociolégico de Martin-Baré estriba en la articulacién de diferentes niveles de andlisis que le llevan a criticar tanto el redue- cionismo psicolégico como el reduccionismo sociolégico, si bien reconoce que el primero esté mucho mds extendido entre los psicdlogos sociales que el segundo. En su critica a la psicologia social hegeménica es constante la referencia al psicolo- gismo o, lo que es lo mismo, el individualismo metodolégico, que consiste en intentar explicar los problemas sociales en términos psicolégicos, convirti¢ndolos asi en problemas de las personas. De hecho, la critica ideolégica a la psicologia social psicoldgica que realiza Martin-Baré (1986/98, p. 291) esta basada en el indi- vidualismo metodolégico de muchas de sus teorias, lo que convierte a la psicologia social en un instrumento de dominacién: El problema con cl individualismo radica en su insistencia por ver en el individuo lo que a menudo no se encuentza sino en la colectividad, o por remit a la realidad lo que sélo se produce en la dialéetica de las relaciones interpersonales, De esta manera, el indivi- dualismo termina reforzando las esteucturas existentes al ignorar la realidad de las estruc- turas sociales y reducir los problemas estructurales a problemas personales” En resumen, la obra de Martin-Baré tiene en el realismo critico, en el estudio contextual de los problemas sociales, en la articulacién de diferentes niveles de andlisis -individual, interpersonal, estructural e ideolégico- y en el enfoque histé~ rico y dialéctico, las bases de su original orientacién y perspectiva tedrica. Es desde esta perspectiva de la psicologia social como podemos entender su concepcién de psicologia social como una ciencia social comprometida y liberadora. La psicologia social comunitaria Como ya se ha seftalado, uno de los rasgos que definen a la psicologfa social lati- noamericana, sobre todo a partir de la década de 1970, es su marcada preocupacién por la dimensién aplicada del conocimiento psicosocioldgico y su fuerte orientacién hacia la transformacién y el cambio social. Esto explica el enorme desarrollo adqui- rido en este contexto por la psicologia social comunitaria, del que dan cuenta los numerosos trabajos publicados (Brando y Bomfim, 1999; Campos, 1999; Ferullo, 2000; Freitas, 1998, 2004; Géis, 2005; Montero, 19846, 1994b, 2003, 20040; Sanchez y Wiesenfeld, 1991; Serrano Garcia y Rosario Collazo, 1992; Varas-Diaz y Serrano-Garcia, 2005; Wiesenfeld, 1995; Wiesenfeld y Sanchez, 1995). Dentro de la psicologia, el origen de lo que actualmente denominamos psicologia comunitaria lo encontramos en Estados Unidos y _, mas concretamente, en la 442 PSICOLOGIA SOCIAL: PERSPECTIVAS PSICOLOGICAS Y SOCIOLOGICAS Conferencia de Swampscott (Massachussets), celebrada en 1965 para promover el debate sobre las limitaciones de la psicologia para abordar el andlisis de los problemas de salud mental que estén socialmente determinados. La disciplina surgié en el contexto de la psicologia clinica y fue una reaccién a la forma en que tradicionalmente se habia abordado la evaluacién y el tratamiento de los problemas de salud mental. Influidos por los movimientos sociales y ciudadanos de los afios 1960, algunos sectores de la psicologia norteamericana inician una reflexién sobre Ja responsabilidad social de la psicologia y reivindican la necesidad de intervenir en el contexto social. Criticando el reduccionismo psicologista y el individualismo de la psicologia clinica tradicional, la psicologia comunitaria define como uno de sus principales objetivos la incorporacién del medio social en el andlisis de los problemas de salud mental. El reconocimiento de la influencia determinante que el contexto social ejerce en la salud mental, lleva a la psicologia a tomar conciencia de la necesidad de un andlisis multidisciplinar de los procesos psicolégicos. En Latinoamérica, la psicologia comunitaria comenzé a desarrollarse en la década de 1970 y, a diferencia de lo que habia ocutrido en Estados Unidos, su origen no lo encontramos en el ambito de la psicologia clinica sino en el de la psicologia social, y tampoco puede ser situado en un momento concreto. Con la excepcidn de Puerto Rico, en donde se creé en 1975 un Programa de Psicologia Social y Comunitaria impartido por el Departamento de Psicologia, en la mayor parte de los paises de la regién, sobre todo en el area del Caribe, ya existian desde comienzos de la década de 1970 algunas experiencias de intervencién con comunidades, que tuvieron un caracter aislado hasta que en 1979, en el contexto del XVII Congr eso Interamericano de Psicologia, se cred el Comité Gestor de Psicologia Comunitaria. A partir de ese momento, comienza a adquirirse la conciencia de que los trabajos que estaban realizindose en cada pais no eran experiencias aisladas, sino que formaban parte de un esfuerzo colectivo, que respondia a intereses y preocupa- ciones comunes. A pesar de ello, la psicologia social comunitaria no ha tenido el mismo desarrollo en todos los paises latinoamericanos. Mientras que en algunos contextos comenzé a desarrollarse pronto y experimenté un rapido crecimiento (Puerto Rico, Brasil, Venezuela, Repiiblica Dominicana, Cuba, México), en otros paises, como Chile o Argentina, su desarrollo fue més tardio, Tras esta etapa de constitucién, en la que fueron sucediéndose los trabajos de intervencién y en la que la psicologia social comunitaria comienza a formar parte de las ensefianzas de psicologia social de la mayor parte de las universidades latinoamericanas, su conso- lidacién definitiva tiene lugar en la década de 1990 (Montero, 1994c; 2004b; Serrano Gareia y Rosario Collazo, 1992). Realizar una sintesis de la evolucién y las contribuciones de la psicologia social comunitaria latinoamericana no resulta facil, ya que estamos hablando de un La psicologia social actual 443 contexto geogrdfico muy amplio, que se caracteriza por una enorme diversidad nacional, sociopolitica y cultural. Esto hace que bajo esta etiqueta se encuadren trabajos muy diferentes, tanto por los problemas que se abordan como por las concepciones epistemolégicas, teéricas y metodolégicas de las que se parte (véase Wiesenfeld, 1994). No obstante, y a pesar de esta diversidad, es posible hablar de la existencia de ciertos rasgos comunes, que proporcionan a la psicologia social comunitaria latinoamericana unas sefias de identidad propias, y que pueden resu- mirse en los siguientes puntos: fuerte compromiso con los sectores més desfavore- cidos de la sociedad y orientacién hacia el cambio social; rechazo de la concepeién mecanicista de la persona derivada del positivismo y reconocimiento de la capa- cidad de agencia; busqueda de métodos de intervencién participativos, que impli- quen a las personas en su propio proceso de cambio. Tales rasgos se encuentran enuneiados en a definicién de la psicologia comunitaria propuesta por Maritza Montero (1984b; p. 390): Rama de la psicologfa cuyo objeto cs el estudio de los factores psicosociales que permiten desarzollar, fomentar y mantener el contzol y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social El surgimiento de la psicologia social comunitaria en América Latina puede ser considerado como una respuesta a la crisis que la psicologia social vivié durante la década de 1970. Como ya se ha sefialado en un apartado anterior esta crisis, que fue un reflejo de los cambios en la concepcién de la ciencia que siguieron a la crisis del positivismo légico, hizo que se pusieran en cuestién los supuestos epistemolégicos y metodolégicos que la psicologia social dominante habia asumido como propios durante mas de medio siglo, En este contexto, comenz6 a cuestionarse la validez de los métodos de investigacién positivistas asi como la concepcién mecanicista de la persona sustentada por esta corriente, Asimismo, empezaron a sucederse las criticas hacia orientacién psicologista e individualista de la disciplina, que habfa llevado al olvido del contexto histérico y social. Finalmente, se generd un malestar cada vez mayor con la falta de relevancia del conocimiento generado por la investigacién psicosocial. Todas estas criticas estaban presentes en la psicologia social latinoa- mericana cuando comenzaron a desarrollarse en los aiios 1970 los primeros trabajos de psicologia social comunitaria. La crisis de la psicologia social se vivié con especial intensidad en el contexto lati- noamericano. Los enormes problemas sociales que acuciaban a todos los paises de Ja regién, hicieron que en América Latina quedaran especialmente patentes las limi taciones y la falta de relevancia del conocimiento generado por la psicologia social hegeménica. La necesidad de dar respuesta a estos problemas llevé a algunos

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