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Kenyan TET ele tem (+) Los sumerios J. M. Gomez-Tabanera, Fernando Diaz y A. Blanco Freijeiro 125 ptas CUADERNOS historia 16 1: Los Fenicios » 2: La Guerra Civil espafola * 3: La Enciclopedia + 4: El reino nazari de Gra nada * 5: Flandes contra Felipe il » 6: Micenas * 7: La Mesta * 8: La Desamortizacion * 9: La Reforma protestante » 10: Espafia y la OTAN * 11: Los origenes de Catalufia » 12: Roma con- tra Cartago * 13: La Espafia de Alfonso X * 14: Esparta » 15: La Revolucién rusa * 16: Los Mayas » 17: La peste negra * 18: El nacimiento del castellano = 19: Prusia y los origenoe de Alemania * 20: Los celtas en Espafa » 21 siglo XVII * 29: Los * 30: El desastre del 98 * 31: Alejandro Magno * 32: La conquista de México * 33: El 108 XI-XIII * 34: El boom econémico espafol * 35: La | Guerra Mundial (1) » 36: La Guerra Mundial (2) » 37: El Mercado Comin + 38: Los judios en la Espafa medieval » 39: El reparto de Africa * 40: Tartesos * 41: La disgregacién del Islam » 42: Los Iberos » 43: El naci- miento de Italia» 44: Arte y cultura de la llustracion espafiola » 45: Los Asirios » 48: La Coro- ‘Aragén en 47: El nacimiento del Estado de Israel » 48: Las Germ: 49: Los Incas * 50: La Guerra Fria * 51: Las Cortes Medievales * 52: La conquista del Peri » 63: Jaime I y su época » 4: Los Etruscos » 55: La Revolucién Mexicana » §6: La cultura espafiola del Siglo de Oro * $7: Hitler al poder » 58: Las guerras cantabras + 89: Los origer del monacato « 60: Antonio Pérez * 61: Los Hititas « 62: Don Juan Manuel y su época « 63: Si mén Bolivar » 64: La regencia de Maria Cristina + 65: La Segunda Guerra Mundial (1) « 66: La ‘Segunda Guerra Mundi vales * 69: Economia y sociedad en la Espafa dol siglo XVIII « 70: El reinado de Alfonso Xl = ‘71: El nacimiento de Andalucia * 72: Los Olmecas * 73: La caida del Imperio Romano » 74: Las Internacionales Obreras * 75: Esplendor del Imperio Antiguo de Egipto * 76: Los concilios medievales * 77: Arte y cultura de la llustracién en Espafia + 78: Apocalipsis nucl conquista de Canarias * 80: La religién romana * 81: El Estado espafiol en el Siglo de Oro » 82: El «crack» del 29 * 83: La conquista de Toledo * 84: La sociedad colonial en América Latina » 85: E1 Camino de Santiago * 86: La Guerra de los Treinta Afios » 87: El n mo ‘catalan » 88: Las conferencias de paz y la creacion de la ONU 89: El Trienio Liberal » 90: El despertar de Africa * 91: El nacionalismo vasco * 92: La Espafia del Greco » 93: Los payeses de remensa * 94: La independencia del mundo arabe » 95: La Espafia de Recaredo * 96: Colo- nialismo e imperialismo * 97: La Espafia de Carlos V + 98: El Tercer Mundo y el problema del petréleo * 99: La Espafia de Alfonso Xill » 100: Las crisis del afo 68. historia INFORMACION Y REVISTAS, S. 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Sin embargo, no resul ta demasiado alejada de una realidad que es preciso tener en cuenta ante todo: con Sumer nace la vida civilizada, y es precisamente este caracter el que sitia a esta misteriosa civiliza cién en los mismos umbrales de nuestro desen- volvimiento cronolégico La incierta procedencia de los primeros po- bladores sumerios que se asentarian sobre el espacio fisico donde desarrollarian su propia y refinada civilizacion aportaria ya de forma inicial elementos suficientes para esta consi deracién enigmatica. La zona regada por los grandes rios Tigris y Eéfrates, centro de su cesivas y brillantes civilizaciones serviria de marco fisico para la sumeria, que sin embat go obtendria un especial significado para el futuro. Seria ella la primera que, en la historia del mundo, utilizaria la escritura como instru mento de comunicacion. Este caracter, que convierte a Sumer en un fundamental hito en el desarrollo humano, vendria determinado por la utilizacién de las formas cuneiformes de escritura. Realizadas estas formas de escritura sobre tablillas de barra endurecida, ofrecen hay a las genera ciones sucesivas la posibilidad de acceder al conocimiento de unas forrnas de vida hasta entonces absolutamente ignoradas. Este he- cho es el que podria justificar una considera cién de la civilizacin sumeria como la que se- ria capaz de elevar a un material como el barro hasta elevados niveles de significacion cultural Sometidas las diversas vicisitudes, como a lo largo de los articulos que integran el pre- sente Cuaderno puede observarse, la civiliza- cién sumeria desarrollaria asimismo activida- des artisticas de diverso orden mediante la utilizacidn de toda clase de materiales. Pero esta comunidad humana, verdadera iniciado. ra de la Historia en el sentido mas pleno de la expresion, quedaria como una cultura que haria del barro instrumento cultural de prime decenios, la orden, tanto en el plano arquitecténico como en el escultdrico, pero por encima de todo en funcion del papel ejercicla por el mismo en el Ambito de la escritura, con lo que las formas de vida humanas hasta entonces existent penetraban dentro de los umbral dadera civilizaci6n. Contenido Este Cuaderno se halla in © por un Conjunto de trabajos realizados por expertos conocedores de la cuestion, que tratan de aproximar la realidad sumeria al lector por medio de una consideracion concreta de cade uno de los elementos fundamentales de aque. lla civilizacion En primer lugar, el profesor Gomez-Tabanera estudia la misma naturaleza y evolucién del pueblo de Sumer, su estructura como agru- pacion humana generadora de una cultura particular, los condicianantes de su existen: cia, la naturaleza de sus creaciones y, final: mente, la importancia de su legado a la pos teridad, Mas adelante, el profesor Diaz Esteban pe: netra en el ambito de Sumer como cultura creadora de las primeras formas de escritura; s decir, de las iniciales manifestaciones que el hombre ha dojade sobre un modo de co. municacién que superaba al oral y gestual, hasta entonces los Unicos utilizados, Est bajo sirve de esta forma como util constatacion de la trascendencia que en la Historia humana hha tenido la civilizacion sumeria En tercer lugar, el profesor Blanco Freijeiro trata del universo estético de Sumer, centra do en la regién de Mesopotamia, centro de irradiacion de tantos conglomerados de creen: clas y culturas y germen al mismo tiempo de Parte del pensamiento hoy denominado ocr dental. En este plano, las formas arquitecto: nicas, escultoricas y pictoricas creadas por la civilizacién de Sumer sirven como adecua: dos instrumentos de conocimienta de este fundamental periodo de la historia de la Hu manidad. Los suMEROs & El] milagro sumerio Por José M. Gomez-Tabanera Historiador ON Ios inicios del tercer milenio a. C. en la Baja Mesopotamia, el pais situado entre los rios Eutrates y Tigris, co- nocido en la historia humana con el topd- nimo de Summer 0 Sumeria, alcanza a partir de la arribada al mismo de las primeras téc- nicas metalurgicas un singular florccimicnto que se exteriorizara con la aparicién de pe- quenos reinos, incluso ciudades-estados, a partir de la hegemonia lograda por ciertos poblados, entre los que podriamos recordar aqui a Eridu, Ur, Uruk, Nippur, Kish e incluso Babilonia, y que trascendiendo en su gran- deza pasaran a la Historia. Se da la circuns- tancia de que en el momento algido de sus respectivos destinos cada uno de ellos se nos presenta gobernado por un rey 0 auto- crata, que ademas del poder temporal asume como gran sacerdote los poderes re- ligiosos de la comunidad. La importancia de estas ciudades-estados, a las que quiz quepa considerar algo asi como pioneras de las altas culturas a flore- cer en el Proximo Oriente 0 Asia Anterior, es patente. Mas acento si se tiene en cuenta que con su aparicién el hombre parece ha- ber superado la llamada revolucién neolitica y ha entrado en la que ya cabe denominar revolucién urbana «Quiénes son los artifices de tal metamor- tosis? Son, indudablementes, las. primeras gentes civilizadas; es decir, que conocen y viven, realizindose, bien o mal, en una vida civil» (de cives, ciudadanos), en sus ciuda- des-estado, si consideramos como tal las macromoléculas urbanas en que se agrupan y que no tienen nada que ver con las aldeas siriovanatélicas que las han precedido en el tiempo. Estos primeros «civilizados» son los sumerios y las gentes de Acad, y que tras inventar la primera escritura_pictografica pondran las bases, con su conciencia semio- fica, a la escritura cuneiforme. Estupendos arquitectos, sus colosales creaciones, tanto templarias como palaciales, daran asimismo pie a la elaboracion de las ciudades atin vi- Gentes en nuestro universo. pese a llevar transcurridos mas de cinco milenios. Asi, la de la Torre de Babel. Los sumerios se nos presentaran asimismo como los sagaces creadores de una religion politeista original que partiendo de la aceptacién de un «univer- so demoniaco» y de «poderes superiores» co- nocera una muy larga supervivencia, pese a las grandes vicisitudes por que tendra que atravesar Caldea, hasta que el Viejo Mundo elija en Occidente, y como opcién para el fu- turo, lo que llamamos Clasicismo. {Quiénes eran los sumerios? {Quiénes eran los sumerios? En realidad cl misterio de sus origenes sigue cn pic. Para algunos estudiosos muy bien pudieron llegar a la Baja Mesopotamia por mar y desde el subcontinente hindu, lo que quiza permitiria relacionarles étnicamente con po- blaciones dravidicas prehistéricas, e incluso, ‘como pretendié hace ya un cuarto de siglo el ensayista José Carlos de Luna, ver en ellos no s6lo los antecesores de ciertas es- tirpes indo-afghanas, sino también de algu- nas de las etnias gitanas asentadas en Es- pafia. Para otros, de acuerdo con las mas Viejas tradiciones sumerias, tuvieron que llegar desde el norte, de una regién monta- fsa, pero en la que era posible la navega- cidn, por lo que se piensa en los paraies lito- rales del Caspio, del actual Iran Tal idea parece sustentarla el hecho de que cuando arribaron a la Baja Mesopota- mia conocian la metalurgia del cobre y de los metales preciosos, asi como del bronce hecho que hace pensar que tales técnicas tuvieron por fuerza que aprenderlas en al- gun lugar con minas y filones de cobre, € incluso de estano, minerales de cuya exis- tencia no cabe pensar en la Tierra del Barro que era Summer, incluso antes de servir de marco o epicentro del famoso diluvio bi blico. Piénsese, por otra parte, que el estanio es un metal raro que los sumerios pudieron haber obtenido de las actuales Turquia, Siria y de lus confines nurienios del Iran, © incluso en el actual Azerbaijan soviético y persa, Eliminemos, sin embargo, a Siria. por el mismo hecho de que si hubiese servido a los sumerios de fuente de aprovisionamiento también lo hubiera sido de los egipcios, cosa que no tuvo lugar. Por otra parte, Tur- quia, Armenia y Arzerbaijhan se nos presen- tan como las Unicas regiones montanosas de las que pudieron descender hacia el quinto milenio y hacia la Baja Mesopotamia los sumerios, sin descartar tampoco el litoral irani del Caspio ni el Khorasan colindantes con el Afghanistan. Regiones todas ellas que muy bien pudieron ser las que aprovisiona- ron de estafio a los sumerios. a la vez que éstos buscaban la obsidiana de Armenia y el lapislazuli de Afghanistan, cuyas vias de tra- fico transcurrian por el norte del Iran. Nos encontramos ante un misterio étnico apasionante que en cierto modo nos re- cuerda al que poco mas 0 menos, por los mismos siglos, se da en la lejana peninsula Ibérica con la aparicién de las gentes pros- pectoras del metal y cuyo ajuar se caracte- riza por la utilizacién de unas curiosas pie- dras de esquisto, a utilizar quiz en mufe- queras de arquero y en los famosos reci- pientes o escudillas de barro que configura- ran el complejo cultural del llamado «vaso campaniformer. Otro hecho significativo es que los sume- rios, al arribar a Caldea, se trajeron consigo sus pesados carros de ruedas, ya conocidos, no s6lo en el Asia central y en Transcaucasia, donde les eran de gran utilidad en amplios espacios abiertos que no exigian el trazado de caminos y en los que el fango no obsta- culizaba su marcha. Son poco mas 0 menos los mismos carros que encontrara sir Leo- nard Wooley en las tumbas reales de Ur. y cuyas ruedas y estructura tanto nos recuer- dan a la de los carros de la Espafia septen- trional, y, sobre todo, al célebre carro chillén de las Asturias. En Summer, ademas de ser tirado por bueyes, posiblemente fueron un- cidos a los mismos, utilizando guarniciones especiales, caballos y onagros, estos ultimos una variedad salvaje de asno. Sea lo que fuere y de donde vinieren, el caso es que los sumerios llegaron a la Baja Mesopotamia imponiendo su cultura calcoli- tica, cuando ya en el Creciente Fertil gran- des’ y polvorientas aldeas, como Jarmo, Hassuna, Halat y Jericé, iniciaban sus prime- ros pinitos urbanisticos. Entonces la Baja Mesopotamia era casi inhabitable y un au- téntico y salvaje gran marjal con algun que otro oasis, que servirian a los primitivos su- merios a modo de base de operaciones para una colonizacién que durara mas de un mi: lar de afos y que en sus pautas aenerales nos recuerda a la que han llevado a cabo los nilotas en el estrecho valle del Nilo. Con el tiempo pudieron asi, y en las tierras ganadas al marjal o en las colinas colindantes, levan- tar sus caracteristicas ciudades en cafas y adobe, agrupadas en torno a los templos, cuyo clero impondria una estricta disciplina social, de todo punto necesaria en esta tie- rra de pioneros La lucha por el agua La labor emprendida fue coronada por el éxito; hacia el 2700 las ciudades sumerias han logrado incluso el suficiente poderio para rivalizar entre si y asimismo disputarse las aguas fluviales. Quiza haya que ver una de las razones de la rapida ascensién de su utilizacion en el hecho de que en vez de un rio, como tienen los egipcios, los «protoin- dios» del valle del Indo, e incluso los prime- ros «civilizados» de la cuenca del rio Amari- lo, en China, cuentan con dos, hecho que les da quiza unas mayores oportunidades a la hora de trazar y excavar una red de cana- les, calculados con tanta sagacidad en su distribucion y situacién que aun hoy sirven de modelo a las autoridades agronémicas del Irak, ya que ni un ingeniero actual puede sofiar en mejorarlos. Estos canales multipli- caron el area de cultivo, permitiendo a la vez la navegacién interna, que aqui no se limitaba a aprovechar la corriente, como Egipto, ya que podia servir para comunicaciones trans- versales, hecho éste que proporcioné a Summer de un ecosistema muy superior al desarrollado por los nilotas. Por otra parte, aqui la manutencién de los canales adquiria particulares repercusiones politicas, al hacer de todo punto necesaria una autoridad central que mantuviese a los, canales en perfecto uso. En Egipto ningun rebelde 0 disidente podia esperar escapar por mucho tiempo al poder del Faraén, dado que sus servidores controlaban constante- mente el curso del rio y las tierras, cuya vigi- lancia les habia sido asignada. Por el contra- rio, en Summer el laberinto de los canales acortaba las distancias, pero a la vez facili- taba la desmembracién y las autonomias. De aqui que Summer jamas conociera la unifi- cacién a la manera egipcia. Las ciudades-es- tados que van surgiendo en la Baja Mesopo- tamia no tiene nada que ver con los Nomos egipcios, aun cuando veamos en el curso de la historia sucederse conquistas, sumisio- nes, pero también autonomias. En ellas seria

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