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9A TACTICAS DE LOS SIGNOS Ensayos de semidética Paolo Fabbri Omo+ eV Seleceion de textos y revisién técnica por Luerecia Escudero gedisa editorial “Traduceién: Alfred Bice Seleceién de textos y revisin téenica: Lucrecia Bscudero Hoste de cubiert: Alma Leroca Primera edici6n, mayo de 1995, Bs Primera reimpresién, octubre del 2001, Barcelona Der hos reservados para todas las ediciones en castellano, © Baitorial Gedisa, $.A. Paseo Bonsnova, 9 (08022 Barcelona, Espaiia Tel, 93.253 09 04 Fax 93 253.09 05 Correa electrnico: ge Uwe gedisa.com ISBN: 84-7432-550-1 Deposito legal B. 41148-2001 preso por: Carvigraf 1 Ripellet reproduccién ica, extractada 0: Profaci Introduecién, El Magrob de las culturas medit Indice de Eliseo Vern El tema del secrete Revelaciones, Sobre los objets presente... Frage pticas del tiempo jones sobre temas ‘Todos somos agentes dobles Apuntes sobre lo verdadero y lo false La Babel feliz: Babelix, Babelux (...] ex Babele Lux. Las pasiones del rosire Releyando la Eneyelopédie ai la eriba semistica Barthos i idioma estético 0 el dédalo en el Lexlo: a props sito de Umberto Eco. #7 A.J. Greimas y el orden estético La retorica de la cieneia: poder y deber en un articulo de ciencia exacta, Conocimiento ticito y discursividad tercer hombre: saber técito y tradueciones Modelos (?) pa 15 21 85, 101 waa 137 143 161 165 203 228 233 243 253 265 291 305; 321 343 | comunicaclin no te rosante; més bien se Drofundizan y refuersan los laos y lee emocionea eampatidos por 8 Las pasiones del rostro* habla s6lo Aumana,! Galileo no aconsej ivar la filosoffa de la pintaba Arcimboldo. Para nbre pintura, los montones dispares de eita de anera en que apasionade por la proponerlas como criterio tniversal la naturateza (y un libro escrito: © formulas on Volveremos a precisar antes eudt Ta pintura de An imétricos, con oraciones elementos tninimos. oposicién luego, pero hemos de enigma de Ta representacién del rostzo en cifrada y motafaica, de Della 8 blasones del cuerpo, La eaprichosa in de los objetos ge resuelve en tn jeroglifico que iss y empresas. Los restros do e atraviesan como un filén ria de las artes plasticas en lar. No es, pues, posible reducitlos laboracién ni a ta forma de su género, 6 obras permite nuavas lecturas, os jeacidn irregal general y del retrato on al recuerdo de eu tiempo La donsidad poétiea de sélo para representar ido y coma cemocién (y provocarla), sentido y Jo expr criptiva —desde nunca dejaron de sobre esta expresis Las conclusiones de las observaciones eon conocidas: e] ables, son estructh manentes y arbitrarias que permiten la lectura de eres, son semilenguajes semejantes ‘Ja cartomancia y Ia asirologia. EL rostro, asf concebido, remite a ionos, In su fondo se jones (generalmente as) de las faculta poder y del querer, de la vida conceptual, de la vida afectiva y de la vida fisica. Las jean luego a cual a Lipologia estable de produce unidades complejas de signi , por ejemplo, puede dividirse en naci punta, y en cuanto a Ja articulacién de Jos rasgos (largo/corto; ean: vexo/recto/mediano; secolcarnoso) se pueden identificar hasta 81 a4 dos. ;Con el mismo método se ojos, 50 mantones y 18 boca Aeesta tipologia (deseo/aversién; alogr Iuctuante fue objeto jesde los estoicos pero sobre este pi (Fabbri, Sbisa) que no es cara de armas tomar, lazos al euello y ajos lengua y dientes secos y onvener jgunos actores del ngulares: las cejas se especial nariz en una sagacidad que llega hast: refugiarse en el disgusto. Por otra parte, las mismas pasi jento, la agresividad y | into por el rastro como por iva?) Para captar en la palabra (en sus lemas) ol carécter de la sstan los estados de los actores {abierto! cerrado; completo/incompleto; con col medofseco, ete.). Son necesai alargar y encoger, slzar: romper Seguin Le Brun, fisonomista, solamente representar todas las pasiones y recon rostro todos los caractores afecti el sentido comin se endereza cu: tos de las cajas se po con estas dos partes d jo 80 expe- sstinada 45, (pero no se rechuce); el cuello —objeto de precioso valor expuesto a yen la espera, se dob de los rasgos del rostro. fen que se inscriben Ias marcas pasio- yrofundo”, un semblante abstraeto y un proceso de apariencia que constituye la condicién misma para reconacer las “facciones”, Un rostro, no de signés, sino de semisimbelos, esto es, de seviales motivadas que homelogan las \des categorias de la afectividad (los afectos y pasiones) con los movimientos y las zonae del semblante. Hl alzar y ol bajar tienen Ta ouforia y con el malestar; pero también nogativa o disgust Estas correlaciones son independientes de los a por ejemplo el movimiento de las cajas hacia la parte media del rostro expresa Ia misma perplejidad de las espaldas que paralela- mente se aprietan hacia la parte central del euerpo (Jakobsen), El somblante llega a ser el lugar de operaciones elementales, luger hecho de dilataciones y contraceiones, de tensiones y relajamientos, lugar de metemorfosis (por sincopas y Muctuaciones dal patema, como dirfa Spinoza) entre sustancias y tintes donde ‘operan y se intercambian los agentes de la veracidad (sinceridad, perplejidad y ficcién) y del juicio (asentimiento y reprobaciones, admisionos y resorvas). Nuestra cultura en todo momento se refleja en estos dos rostros en los cuales nunca deja de reflexionar: al rostre de los raegos superficiales y de las emociones preestablecidas y el rostro correspondiente a la categoria simbélica ¢ intensiva de las pasio- nes. Nuestra, cultura usa el primer rostro para enniascarar el segundo al que eubro de disfraces y capuchas 0 al que descubre (eon feliz. eulanasia?) al mostrar bajo la pi meeanismos de lag desolladurss o al penetrar hast: subrostro que es la comtin mascara del créneo. Y tam caracteres, elabora mapas du tendre, muestra pasiones {es y aai con una direcc iea y colectiva) del sf miemo ejerce un arte resin y la ‘omoci6n profunde. tants 6s una polities, como su reescritura combinatoria 146, A vevee ee eseriben prov Pero no tratados de meednica® {Qué pensamienta relumba en el retrato tal Areimbolde? Los paradigmas de objetos que nos enfrentan no son s6lo ejercicios de talento o estratagemas didctices, caprichos 0 mnemotéeniens, En. primer lugar, son ret podemos prestarles ‘ios que vemos mudos (0 a los que necéinica privada de la fisonomia urate habla siempre (idealmente) a: el Jurista 0 el Bibliotecario no La persona —que es wra— esta toda por mascara y etimoldgicamente actividad de entero en Ia fabuala Hgurativa Trego, y aquf est el punctum, 1a comunicacién afectiva del rostro es sustituida por Ia abstenciOn de los objetos. La intencién ssubjetiva cede al portonto de las cosas, si portenta es “no el anunc de un solo evento, sino toda el panorama y la perspectiva casi continua” (Benveniste) : Flotes ¢ instramentos, plantas y animales imponen su hechura 4 las facciones del rostro. Se eligon los hongos o los peces porque éstos son capaces de reformular los raagos y érganos del rostro, Este, mantenido en su presencia, quoda radiealmente transmutado en st siigificacin: ya no es el rostro justo y eierto de alguien sino que es slo cierto restro. ¥ sobre todo en eu expresién pasional ‘motivo depone las connotaciones de su “prosepopeya” «que reconozea al sujoto y su sentido-en tado rumor y temblor de la naturaleza, en la que todo objeto tenia una fisonomla, ;qué ocurre evando son los objetos los que se lo onfrentan o la desbarajustan? Cuando el objeto se hace retrato, ese espejo de poses y de visajes que tendemos s Tos demas y que no los refleja nunca 8 équé ceurre con el sujeto que enuncia? {Qué qued y elegancia del retrato renacentista? Uno de loa efectos inquictantes de los euadros de Arcimboldo es este modo de exponer en portrait (en el sentida francés e inglés) Jos objotos quo se precipitan hacia noaotroa. In verdad, mientras el prefijo por implica la idee de un extendarse, de un desplegarse en toda su dimensién (‘por es una presencia que ee manifiesta en exterioridad continua”, Benveniste), a instancia subjeliva queda en suspenso, pues se virlualiza y se revoea. Ee su retrato (en el sentido italiano y ospariol del término). “Hxtrafia” posicién de magen humana on Areimboldo: tér a7 ino (Jprimero o segundo?) de Ia metafore objetal, ciativa se realiza a la manera de un estilo indirecte bre, Retratol ail, el sujoto Lransicional permite dos interpretaciones pasiona: Jes. O un sujeto esta todavia en el exilio detras de las cosas que lo han depuesto (entonces la melancolfa del retrato serd su pasién dominante) o un sujeto embrionario apunta detras de las cosas (y ate modo de entrever sors la curiosidad y la eaperanza del portrait). Pero, hay todavia otra solucién, ido uno diee: “Para mi, éste rostro” puede preguntarse: ué transformacién aludes?™ En el portrait el rostro se ofrece a In presencia de otres; 1a subjetividad del aspesto se manifiesta aocialmente y se sujeta a una composicién. La mitad del rostro es nuestra y la otra mitad ta dan los dioses, pero la totalidad la impone Jo social (0 la niege). Maquina abstracta icante” (Deleuze y Guatt fieie de inseripeién con fisuras que ee impone en toda parte de la ‘Tierra y del cielé ast como en la cabeza 0 el cuerpo de los hi Se trata de un dispositive diagramitico de razones, no de una seme- janza; es una forma de orden —asi como se dice palabra de vivida hasta Ia perfeccin mais elemental (parece que hay » epociatizadias en reconocor el rostxo, y en los experimentos un rastro ceéneavo continia siendo visto como convexo). Es esta definieion social a que imprime el dibujo o bosquejo de los caracteres pasionales. Las emociones mas intimas gon etiquetas para un ceremonial colectivo: el vostro asf visto es una conformacién politica, una pantalla eemidtien para la trama de subjelividad de que es portavor, Poro esta figura dogmatica est constantemente en suspenso. Sus rasgos distintives se ven amenazados, precisamente por las fuorzae pasionalas que aguéllos deberian fijar. A través dal tha abstracto de las relaciona: de los ties (convulsivos, espasmédicos). Quizé fu transmutan los valencias de sensaci6n y de sontimiento en otras lantas ambivalencias. Los actores d bbian do diroccién y de velocidad, de aspecto y de tiempo: asumen una nueva fuerza de configuracién. No son sélo objetos parciales y ais- lados que recuperan su autonomia, sino que gon la anticipacion de puntos de vista ajenos en el rostro que se exhibe a los demée. No es acaso este aspecto eambiante y metamérfico una leetura plausible de Arcimboldo y un bajo continuo de la pintura moderna? 148 Ciertamente es une de los ofe naturalezas vivas y muertas qu efectos indirectos en ol rostra que los percibia o los usaba (papeles ibros, utensilios, cajas). Ahora que el rostro ha que- log suyos son los rasgos de wn mitz (an pollo cuyas patas son bigotes y sus alas cojag, mientras las boeas son granadas, © erizos de mar © setas, cuboras de peces o de aves, ascu comenzase a dar g ‘componen eomenzas de 0, entonces y fuese presa de ties? Si n a moverse cada una con at cnlada trabazén! Bl idioma de tos objetos —pacuerios espectdculos de enciclopodias— hace guinios hacia una radieal peripecia de} sujeto que el arte no cesa de narrar. Las cosas ya no son eiegas; en toda caso al sujeto es la parte alienada del objeto, como dirfa Baud Detras de las cosas ya no hay una subj psicologia que un seanner subcatineo pudie retrato de un desollado. todo gesto en jeroglifico transit encontrar como el idad, transforman io y nos seducen por su ausencia No hay seftal de fetichismo en estas figuras que se descomponen cn talismanos: Ia apariencia esta pronta a desaparecer en cualquier variacién rot6rica de la leetura (ol rostro se convierte en naluraleza muerta y viceversa), Todo juego de fisonomia es impensuble y grotesco sién del punto de vista) y precisamente la e del rostro (exprosar e] decir dol cuerpo) queda revocedo y Ia subje- tividad registrada asf en el eatastro, como se dice en los contratos cuando un propietario se reemplaza por otro, De indicia semimotivado el porérait se cambia en pur io, fen juego do presencias ne intereambiables y eon el sinico destino de parecer y desaparecer. Hn esta morfologia cer mis alla de la practica cortasana) las formas des 149 eromatica, y no como leetura hombres, La emocién se cambia tro de la autonomfa de la practiea precede a todo empeio figurativo, inscrita en las sustancins y en las formas, en los procesos y en Ios ritmos. les” de Arcim! en la paja de wmbre de paja (pues retrato), que disloca ol a" (Simmed), se poccién de las arbi su firma ests entret y otras formas y do la expresién) para inseribir y lar los nuevos regimenes del aspecto y de la presencia, No es fentar nuevas pasiones (como nos la ha probado Fourier) y nuevas expresiones. Are , en al esta la parabola, el prodigio ‘euriaso pintor", Aquf esta quizds el“ . “ 1 *miti especulativa 8 mas que joderno que se ha vuolto a Axcimboldo pai como se dice en las carreras, Notas Ovsereai 258. 280. 9 Releyendo la Encyclopédie’ entra en al que ver co! contar la Pasién de Nuestro Senior Jos lo sogtin el orden del texto y puesto inm de Ie parte dedicada Ia toorfa el coneepto de pasién. Der nemos presentar el articulo Passion come una muestra representativa de la 1 recoge y fill los debates scbre las pasiones desar siglo xvi, Joe y pasional de la Edad Moderna,

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