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CONTRIBUCION TOMISTA A LA FILOSOFIA DEL DERECHO
Ateniéndonos al sonido de las palabras, la naturaleza estarfa lim;
a los seres orgdnicos @ indicaria su nacimiento. Imitada
De este significado un poco abstracto se pasa después foi
mente a un sentido un poco més concreto, por teat el nacimi
de un ser se sustituye por el mismo ser in statu nascendi; y cL
naturaleza de un sujeto se descubre fijndolo en el momento ae 7
f ee aparicién, y a cada nacido se le reconoce como natural todo
“>| Jo que se encuentra en él en su primer momento. Naturaleza y na,
tural pueden entonces adquirir un sentido cronolégico, por el cual
derecho natural serfa el de la humanidad primitiva. Y como la hu.
manidad puede ser considerada en el in ividuo o en la especie,
asi podremos buscar el derecho natural o estudiando al nifio en su
comportamiento espontaneo antes de que la educacién sofoque su
naturaleza transformandolo en un producto étnico, o estudiando la
vida de les pueblos primitivos, no conompidos todavia por el veneno
de la .civilizacién. Los dos métodos que llamaremos psicolégico y
etnoldgico se confunden muchas veces, en cuanto se suponga que en
este campo la ontogénesis recapitula la filogénesis y que por lo tanto
el nifio, aun nacido en el seno de un pueblo civilizado, sera siempre
un ejemplar de la humanidad primitiva.
‘Bastantes iusnaturalistas se acercan a este modo de considerar
el derecho natural, al menos en sus expresiones verbales, encabeza-
dos por Rousseau, cuyos juegos de Thomme naturel alcanzan Jo inve-
rosimil y colocan el ideal humano en la cuna de la criatura 0 en las
selvas y las cavernas, donde vivieron y viven aquellos felices seme
spe nuestros que no tuvieron ni han tenido todavia en sus braz0s
la experiencia de las pesadas cadenas de la civilizacién. Podrfa en;
tonces definirse el derecho natural como: “ius quod fuit ab initio
[el derecho que existié en el comienzo], o bien el derecho que 2”
ahora existirla, si los hombres no estuvieran unidos por vinedlos
sociales, no gimieran bajo el peso de tradiciones milenarias, no fuer
estrujados bajo el yugo de soheranos prepotentes; es decir, si a é
ran en aquel estado presocial en el cual “neque regnant neque ali”
nantur, quasi essent subito e terra fungorum more exorti et oe dos
[ni reinan ni son regidos como si fuesen inmediatamente arranc 5S
y crecidos de la tierra al modo de los hongos] como son a
4s OC
La consideracién de Ja naturaleza como nacimiento, 2 en a
la materializacién cronolégica del concepto, puede ies un fac
su mutilacién 0 deformacién causal. Se lege a esto Por to de
pasaje, en que natura pasa a significar no solo el nacimnie € com?
ser, sino también el nacimiento de todo lo que procede naturale
de causa propia, por lo cual todo lo que nace sé Yama”
con relacién a la causa que lo ha producido. Entonces 1¢
8 Hobbes, De Cive, VIII, 1.
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