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IMAGINAR LA CIUDAD _ RAFAEL E. J. IGLESIA Iglesia, Rafeel € J maginar la cladad - 1a 0d. - Buenos Aires: Nobuko, 20 298 pi; 21S em, (SBN 978 anr-se4 256-3 con's | Disono y armado digital: Miguel Ange! Novill Disefio da tapa: Liliana Foguelman Correceisn: Cristina Alvares Hecho el depésito que marca fa ley 11.723 Impreso en Argentina / Printed in Argentina Le reproduccién total o parcial de este libro, en cualquier forma que se: idéntica © modificads, no autorizade por les editores, viola derechos dos; cualquier utilizadén debe ser previamente solicitada © 2010 nobuko SBN: 978-987-584-265-3 Este libro fue bibliografika de Voros S.A. Bucarelli 1160. Capital 1preso bajo demanda, mediante tecnologia digital Xerox o@bibliografice.com / www bibliografika com Venta en: LIBRERIA TECNICA CP67 lorida 683 - Local 18 - CIOOSAAM Buenos Aires - Argent Tel: $4 11 4314-5303 - Fax: 4316-7135 - Email: cpa7@cp FADU - Ciudad Universitaria Pabelion 3 - Planta Baja - C1428EHA Buenos Aires - Arger Tek Se 114705-7284 \yasi vamos a parar a la palabra "moderno”. Sixto V abrié calles para at mejor el andar peregrinante; siglos més tarde, el Barén de Haussmann hendid al Paris medieval con idénticos propésitos de facilitar itrasiado entre barrio y barrio: de gente, de mercaderias, de tropas. {so es ya urbanismo moderno, como el mismo Giedion lo afirma. pero le "modernidad” de Sixto se practicé sobre una ciudad sin industrias, en la que los problemas de hacinamiento no eran el eultado de [a llamada Revolucion industrial, mientras que Paris, en leno siglo XIX, eS un excelente ejemplo de las rupturas y desajustes que los nuevos modos de produccién han inducido en las metrépolis ‘modemnas. Por eso Frangoise Choay pudo escribir: La Avenida de Mayo, progreso, modernidad, urbanismo Este trabajo fue publicado con este mismo titulo en B Manrique Zago/Eudeba, 1988 q En este sentido, cuando Haussmann quiere adaptar Paris a las exi- Detrés de toda intervencién urbana, reflexiva y final genclas sociales y econdémicas de! Segundo Imperio, no hace sino una idea de la ciudad, Hay también, motivaciones e intereses obra realista. Y el trabajo que emprende, aunque sea una burla pare ltimos, expresables en lenguaje oral y escrito, nt ‘3 clase obrere, aunque extrafie 2 los estetas de! pasado, aunque una forma que permita la materializacion de la accion. moleste a /os pequefios burgueses expropiados y contrarie sus cos- tumbres, es, sin embargo, la solucién més inmediatamente favorable 220s dirigentes de las industries y @ los financieros que son a la sazén ‘as elementos més actives de Ia sociedad (...) Se puede definir esque- ; : ‘iticamente este nuevo orden por un cierto numero de caracteres. Las imagenes y formas que guiaron al primer urbanis £9 ptimer jugar la racionalizacién de las vies de comunicacién, con la Iejano oriente himaléyico hasta la Mileto de Hipoda ‘pertura de grandes arterias y la creacién de las estaciones de ferra- referencias al orden universal. Aclaro: las formas se it” (Choay, 14) cuenta, del orden universal en el que la ciudad se ing ciudad se lee como un texto, ha dicho Lefebvre. Ese ‘10 que sigue la creacién de grandes parques y la construccién de de muchas cosas, entre otras, de aquéllas que el escrib MueV0s sistemas de aguas corrientes, cloacas e iluminacién. © edil— queria comunicar. Bqui los primeros trazos del perfil de la ciudad modema, cuya En tiempos mas cercanos, el urbanismo persiguid: F seria transportada a la Argentina en medio del impulso rios y mas inmediatos, por lo menos en lo que lla nizador de la generacién del 80. occidental. Este pragmatismo gui la accién de Sixto | muh? 2htes, cuando Sarmiento reflexion sobre a ciudad en en el siglo XVI. Entonces el Papa franciscano, conel p Bc. Det otros el p ferraza. Aqui es la Avenide de Mayo. Esta Avenida de Mayo es el sitio @ donde se waa parar donde se venga; es el cerebro de donde salen foss nervios, estat de teléfonos: es donde vive ia arafia en Medio: del telar ef conde e! forastero se encamina para orientarse + ciandoee pe €/ laberinto; es ef ! mundo y de alli empeezamos & © amos cuenta de dénde venimos, Con Rusifol se cierra el proceso seméntico: Gudad moderns, la Avenida de Mayo refiere tiempo embiematiza a B claro esta, 2! bulevar 2 Paris pero a uenos Aires. A un Buernos Aires De ahi en mas las referencias a la Avenida de | Mayo Torcuato de Alvear, aunque no inicié la demolicic<én (Coen vivia cuando se inauguré la Avenida (Pinedo, 1894), come Propuso la ides en 1882; a Paris (0 por lo menos a los b europeos) y ala ciudad moderna (lo que a menudo supone di contra la ciudad colonial): ta piqueta demoledora ha debido durante afios abrir brech barrios sérdidos, servidos por callejuelas isbregas, par avenidas que pusieran en evidencia los monumentos p sofacados por construcciones invasoras y densas desarro informes madréporas (...) y el palsaje ba surgido como i un demiuirgo. (Schiatfino, 12) Romper con Is colonial monotonia de! conmensurade di colonial (...) El progreso urbano de Buenos Aires se inic vibracién de un carécter que denuncia poser fibras de decision: don Torcuato de Alvear (...) alto y ancho portal sin para que e! pueblo de Mayo, precedido por Jas verdades de la hil entrara a enfrentarse con las muchedumbres del futuro camino promisor abierto af porvenir. (Lanes, 124) Estos ditirambos se repiten en épocas mas cercanas; ~€n algtin momento las ciudades dejan de ser un conjur Pueblitos 0 un poblado que se expande con cautela, para vO Imagen de si misma, la represericacidrr en la tierra Oe 10 Que Val No sdlo por la cantidad de manzanas, éreas cubiertas, cantidad ‘antes y densidad (.. también por las avenidas y mas atin por el (.) de alguna manera Buenos Aires comenzé en 1895 (..) avenida se consiruye luego con una celeridad que hoy milagrosa, y como los bulevares de Haussmann en Paris y Strand en Londres inventa una ciudad nueva y se procama Podemas imaginar a Buenos Aires sin fa 9 de Julio y sin jas pero sin (a Avenida de Mayo es una Buenos Aires anterior, simple, mucho més chata, mucho mas colonial. (Kom, 12 Marcé una nueva dinamica pare la urbe que con ella Sefialé las lineas de su crecimiento, impuso el tono y adecuados a Ia época y al pais. (Tenenbaum, 13) casi todos sefalan, a la vez, que al lado de la Avenida queda *e(s dod distinta, chata. Una ciudad 2 la que la Avenida no repre- — v2 que mira hacia un presente moderno que sélo se encontra- sem, igen el porvenit. Cuando el porveni lp medaila tiene otra sHoussmann argentino"; iginal. aspectos del original Dice Lefebvre: 6, la Avenida de Mayo era ya vieja. 2 cara. Si tomamos al pie de la letra lo de quizi en el reflejo descubramos algunos este estado bonapartista que barn de Haussmann, hombre de bo eae por encima de la sociedad para tata opti 4 g mente como empefio de las luchas K nee om itortuosas pero vitales por fargas avenidas, = barrios s6edidos pero animados por barrios aburguesedos. Si abre bulevares, 5) modela espacio vacios, no lo hace per la belleza de las erspectves, sino para “cubrir Paris con las ametralladoras”. &i talebre barén no dlsimule sus intenciones Mas fariese omnes e/ haber abierto Paris a la circul ion. 2 fe tinesy obtivos del urbanismo haussmanniano, Los espacios libres tienen un sentido: proclaman a waz en gto} : aionay pce jodela, la violencia que en ellos pi ars ote a eran transvases boca otras finalidades que asians uaa manera distinta los ajustes de la vida urbana. (Lefebvre, a, reemplaza (as La accion: urbanizar Aires como una slemas seflalaban, en 1882, 2 a H chad ie ‘fempos modemas. Los higienistas to ee 4 hecinamiento, la falta de salubridad, is a ee —— q 1a inmi ‘ién agrava. La poblacion de udad cred inosa- mente, 177.787 Rabitantes en 1869 (49,5% extranjeros); 423.375 = th 1887 (52% extranjeros); 663.854 hab. en 1895 (52% extranjeros); ¥ 905.891 hab, en 1904 (43% extranjeros). En 35 afios la poblacign se multiplico por cinco {en los pers = 20s del siglo XIX la poblacion de Paris se multiplicd 1,9), las : inctementaron en un 4,2. Este fendmeno es de por si desequilibran- te de cualquier conjunto urbano, pero se agrava con la fa composicién social; los extranjeros recién llegados son, constituyen nuevos grupos sociales de artesanos y peqi antes. Le administracion “progresista” inaugurade por Alvear r sin. planificacion alguna, mediante obras publicas q adecuar a la Gran Aldea a su estado de metropoli: se ens para convertirias en avenidas de 26 m de ancho, se regl culacién: sanismo de Haussmann eQué decir? (..)Desgarramiento de pe i acuerdo con una estrategia, deportacién del proletariado 2 pris a, invento simultéineo del suburbio y del lugar de habita- 8 oer quexamiento, despoblamiento y suciedad de los centros (.) Bean sin embargo, ciertos aspectos de este pensamiento a Mee ce mueve dentro de la légica inherente a la estrategia de isto suede Hevar al limite esta coherencia racional que procede or nepoledn y del estado absoluto. Haussmann tala en el eos ayano, waza implacablemente lineas retas(..) es ye el orden dF a ipo, det olincamiento, de la perspectia geométrica, Une tl racio- ro jod solo puede venir de una institucién. Y tal institucién tas autoridades ponen su honor en la realizacién ‘ser el estado jLa institucién suprema! (Lefebvre, 115) maestra de este conjunto, la Avenida de Mayo. (Bourdé, El modelo eleaide por Alvear, zimplica idénticos fines? ¢Acarreé ales consecuencias? si if Hagamos una nueva lectura de Ia Avenida de Mayo. He dicho que referia a Paris y a la ciudad moderna, También es un signo de una estrategia politica y social. Bourdé, concluye: Se abren plazas, se mejoran los paseos piblices, s¢ 0 cementerios, se extienden las redes de aguas corrientes y ¢ cloacales. El deficit habitacional aumenta: Los propietarios, aprovechendo Ia creciente demanda d ciones comienzan (...) 2 alquilar cada pieza separadamente. A proceso se desemboca en ef conventillo, inmueble de se amontonan los mas desprotegidos, fos inmigrantes ¥ los obreros (...) En los aftos 1880, mas de un cuarto de ssufre en las conventitlos (Rowiredé, 93) El esiverzo emprendido en materia de equipamiento es considera- bie, Aunque los primers tranvias y los primeros faroles se instalaron €n 1879, las obras importantes se realizan en la pace de la federali- ic ) Entre 1880 y 1930 se concretan: un vesto complejo portueris, le iluminaciéa @ gos y luego Ia iluminacidn eléctrica, la Pavimentacién de las calles, la apertura de avenidas, parques y plazas, 195 transportes colectivas, la red de extraccién de agua y las cloacas #! Servicio de vias publicas, los hospitales. Manteniendo las propor- iones, es ésta una obra mas importante que los grandes trabajos de Paris o de Londres en el siglo XIX. Cache, Rawson y Wilde denuncian esta situacion, cada vez mas, con hasta 10 personas viviendo en una {promedios de habitantes por piezas de conventillo: 188: 2.6; 1904, 3,1), con insuficientes servicios sanitarios Carretero, casi las tres cuartas partes de la poblacién en conventilios. ‘Observadores briténicos sefislan el contraste entre las dencias de la clase adinerada y los miserables conver inmigrantes. (Lloyd) Esto da lugar a estas preguntas: (De qué accién urba ZEN qué eperacién urbana se inscribe la aperture de la Lefebvre ha escrito: Pero: _ as autoridades municipales eligen una distribucién de las instala- en el tiempo y en e! espacio, conforme a los intereses de la Guia. Los barrios ricos y el centro reciben prioritariamente 1a Pavimentacion de madera o de asfaito, la iluminacion eléctrica, el lua corriente y fos servicios de limpieza. Los barrios pobres y fa Periferia son equipades més tarde y deben cont mucho tiempo con el empedrado. (Bourdé, 118) Habitar El espacio que ocupé la Avenida, cortando por el manzana, fue espacio de huertas, Jardines y patios. Llanes, el mas denodado de la Avenida, registra los nombres de los tios afectados por el tajo. Alli estén los mejores apellides pe los de mas prosapia, como los Ezcurra, los Pefia o los ada mas dinero, como los Anchorena; los mas patriarcales c Dorrego, los Bosch y los Paz. 7 Imagino Ia vida sobria en estas casas de dos o tres p alineados sobre un eje, rodeados de habitacones; otros sobre la linea divisoria de predios. Casas Pompeyanas, con. jazmines, aljibes y puerta cancel. Sobre ese espacio fisico se trazé la calzada, a la que Nuevos y altos edificios. La residencia privada unifamiliar no reaparecié en la plantas bajas (razones de mercado y tendencias) se negocios, restaurantes y cafés. Las plantas altas, de departe hubo hoteles y tiendas ¥, Por Ultimo, teatros. Le vida urbana en nuevos negocios, grandes tiendas como Gath & Ch Ciudad de Londres (presencia ingless en la avenide frances bezares, zapaterias, librerias y servicios fiinebres (todo de calidad). Vendedores ambulantes: floristas, avisadores, b heladeros y changadores, cocheros, lustrabotas, turcos b mendigos. Arredondo croquizé esta algarabia: Coche, nifio, coche! — La de 200,000 para manana! — Fiore, fiore fresca. — Una fimosnita por ef amor de Dios. Lotera 1Cé quintito! 4a florista: « Volete una fori, signore? Un mendigo: jHace tres dias que no como! oe E ome (Arredondo, 184 y sotes) to que ocurria en 1896, en medio de la barahinda de los E50 eS coihes de alquile, los carromatos las victorias confusion indescripti ie ruido que i ible en medio de un 2 en una in indescriptil oe Jorace lena el aie taqueteo de ls cabalgaduras ee tg ce ruedas, los insolentes didlogos de los 2: shoes res — see trond bajo el éspero chasquido de las fustas. fondo) ono i curso, va sé En medio de demoliciones y nuevas construcciones en alzan... stura, acristala- Vidas cpulas, derechas y rectas en la enorme al 2 ee tando en ja luminosa varilla de. ee ea ae oe cronar sus gallardos paiacetes agujereados por ie ae ventanas que a la distancia les daban el aspecto i es jlomares abandonados (..; fulgura la torre pega poe ayes crstales encendlidos por los rayos del a retiejos camblantes y movedizos. (Arredondo, is 1e anota Galarce antes 1. movimiento son los mismos qu : Psat de la Avenida, quien agrega al inventario tilburys tranvias. - : El ruido parece una constante; esto se escribid en 1927: (..) trafico ruidase (...) Resonancia de carruajes. ad méviles: de! reldmpago eléctrico y el trueno de (4ramouru, 20) a lo fuera A mi seme hace cuento esto del fide moon oe oe ie Para quienes ain recordaban Ia tranquilidad de le Ae Habria ruido, si: pero tal vez no tanto como re al eee amantes de las tertulias de café: los “sabiondos 7 ree Discepo, Las horas de café fueron y son precilectas de os Pores Dos “topos” urbranos se caracterizan por ellos: la ca Avenida de Mayo. Un café, el Tortoni, precedié a la At existia, con frente a Rivadavia, cuando se produjo el surco. Ef © paradigma de café, con literstos, politicos, penas posticas: A pesar de la luvia yo he salido 2 tomar un café. Estoy bajo el toido ticante y empapado de este viejo Tortoni co Cudntas veces, oh padre, habrés venido de tus graves fatigado, a fumar un habano perfumado y a jugar el t consabido!.... Melancolico, pobre, descubierto, tu hijo te repite,, muerto. Suena [a Huvia, ndblanse mis ojos. (Baldomero Fern Moreno) El poeta usa el sitio del café para expresar su pena; también jaf ante la muerte de Rubén Dario, y asi canta su encuentro con Ch de Soussens: Nos habiamos hablado dos veces en la vida... La noche supimos la muerte de Dario te encontré en el café de Peri y. ¥ 258 noche tu ilanto se junto con el mio. Aride de Nayo 1926 Pero el café también era locus para la alegria, para la p eee Nox queda ese costumbre espafiola y madrilefia del café, que er Senerada, y no al revés, por el gusto de eludi la obligacién de realizar algo serio, y de esquivar la responsabilidad de tener ideas persona- ‘es (Martinez Estrada, 255) Ei sistema de cafés-terrazas es casi desconocido en Bue porque lo estrecho de las calles se opone a este sistema refrescos al aire libre. Solamente en la ancha Avenida de a ke pueden encontrar mesas y sillas en las veredas. (Huret, 45) No creo en la parte final de la frase, que Samet ieee "uditos, poetas y comentadores politicos como los hubo en 4a avenida donde estan ias agencias de loteo, fas hoteles, Avenida de Mi: ida de Mayo. Gonde nunca van de acuerdo fas que discuten sus cosas, madrilefios, que ia Avenida de Mayo es como /a casa de ellos (Ut 4s Avenida de Mayo es espatiola y més que espafiola, madrilena, # venide de ae ‘8n sus chocolates can churras, sus cafés bulliciosos y sus teatros de Bere chico (..). (Escardé, 147) * | poeta mete a los esparoles en danza. Es que la la francesa fue en realidad espacio lleno de hispanidad, Por “ Alo gi Por los teatros y por los espanoles: ‘Manucho™ agrega: Ciudad que en fa Avenida de Mayo se hispaniza con te tados de majas y baturros y el olor del glorioso chocolate (Mujica Lainez, 100) Hoy es cosa redundante insistir sobre la éspaftolidad de fa Fue muy espafiola al principio y luego provinciana. Mientras los de tierra adentro se maravillaban con la m Portena, los de tierra afuera discutian el teatro, !2 poesia yi vil que los atormentaba. ‘a construccion del Congreso en un extremo, le dio a | sentido civico al transformarla en eje que unia dos p gobiemo republicano; y fue entonces lugar de cuanta clvica se produjo: festejos del Centenario (con presid 08 y princesas europeas); cortejos fiinebres célebres: el (1933), el de Alvear (1942), el de Evita y el del propio ger Fue también lugar de manifestaciones religiosas y de los ¢ més divertidos que recuerda la ciudad. Alli se localizaron muchos diarios. entre ellos los p Prensa y Critica. El primero ocupa un palacio a la moderna, siglo, por lo tanto de un lujoso eclecticismo. afrancesado; el ya moderno del siglo XX. se gestaba en un edificio Art Deed Es que cuando el pais se hizo mademo, ya la Avenida era, en: tectura y en su urbanismo, antigua. La uniformidad italn-francesa de eu arquitecture, habia or algunas estridencias Art Nouveau (Hotel Chile. esq. con del Estero) y Secesion Vienesa (Casa de renta del Ara. Razé 700). Estos estilos si que eran, a fin de siglo, lo moderno. Luego hubo otras intrusiones en nombre de lo moderno: el Barolo, en 1921 (Arq. Mario Palanti) a ia altura del 1300: el en la esquina de la Avenida y Luis Saenz Pena, en 1985 ¥ Lopatin), ya totalmente posmoderni £1 Barolo fue y sigue siendo magnifico: Como descifrarte atrevido y exuberante y misterioso elefante retorcida pasiénde asombra multiforme? Se va a caer... Répidos transetntes decian iverid2 08 (OSES. 1p somos. Nadie —fuera de cierto descubierto ef arte que no sea de su tiempo. f ... (Carlos Pierre. qurandose a la vereda de enfrente.. por s! aa#0 4331) “ Jbo modernos que je canté al gris edificio "posmodern’ peels eres er Le Corbusier en su Plan de Buenos Aires, a eae nae enone de la modernidad, o hacerla plaza 0 canal, pice Borges (quien no le dedicd ni un verso a la Avenida): b ice Bor i + actual; todos fatalmente ser modemo es se cantempordinea, ser acal tose WTO de vivir en el futuro o en el pasado. No hay obra Notas bibliograficas Arent, A: Argentinien, em land der zukunt; Leipzig, 1910. ‘Aramburu, Julio: Buenes Aires; Buenos Aires, ee ie Arteddonde. Marcos: Croquis Bonaerenses, Buenos ane dexcar Varela, Adrian: Torcuato de Alvear, ae seek Sour. Guy Buenos Aires, urbanismo ¢ inigrae oe Bucich Escobar, Ismael Don Torcuata, seen < Bueno favier. Mi viaje a América; Paris, 4 is he Gand gues Notas © impresiones: Buenos Aces 19 Carter, ances Orden, pas entrege: Buenos Ars 7 emencesu, Georges: Netas de viaje por la Améri au rari utopias fidades, Barcelona, 1976. 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