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DOCTRINA

Denny Alfredo Bonilla Acota 202010110332

Es el estudio de las normas jurídicas que efectúan los autores y tratadistas, existe abundante
doctrina dentro del Derecho Internacional Privado, se discute su importancia como fuente
mediata o inmediata, esto es, si tiene una influencia directa o formativa en el Derecho
Internacional Privado, hay discrepancia entre los autores, así el profesor Ramírez Necochea
señala que la doctrina, aunque en forma mediata para él, es la fuente más importante,
fundamenta su posición en el hecho de que el propio legislador se remite al derecho
internacional en su conjunto o a través de principios, otorgándole una vinculación directa, así
validando su postura están las disposiciones del Art. 60 inciso 2do del CC, el Art. 441 del
CPC, entre otras disposiciones legales. En esta disciplina los autores no tan solo han
interpretado la norma legal, sino que también se ha tratado de buscar una solución cuando no
existen normas o bien cuando hay contradicción entre ellas. Así, nuestra jurisprudencia, le ha
otorgado un gran valor a la doctrina como fuente, esa importancia va a depender del autor
que la emita.

Ha habido bastante discusión en la doctrina del Derecho Internacional Privado con respecto a
las materias que comprende esta rama jurídica. El tratadista español Ortega Giménez, en un
texto reciente, las resume del siguiente modo:

a) Una concepción estricta, predominante en la doctrina alemana e italiana, según la cual


el Derecho Internacional Privado versa exclusivamente sobre el sector del Derecho
aplicable a las situaciones privadas internacionales –también denominado “conflicto
de leyes”
b) Una concepción intermedia, propia de la doctrina anglosajona, según la cual el
Derecho Internacional Privado comprende también las cuestiones relativas a los
“conflictos de jurisdicciones” como presupuesto de la ley aplicable; y,
c) Una concepción amplia, predominante en la doctrina francesa y en parte de la doctrina
española, según la cual el Derecho Internacional Privado comprende el Derecho
Procesal Civil Internacional (referido a las cuestiones de competencia judicial
internacional, y al reconocimiento y ejecución de actos y decisiones extranjeras), el
Derecho aplicable, el Derecho de la nacionalidad, y el Derecho de extranjería.
En la actualidad, según indica el mismo Ortega Giménez, la generalidad de la doctrina
española se inclina por la llamada concepción tripartita, según la cual forman parte del
Derecho internacional privado únicamente las siguientes materias:

a) La competencia judicial internacional, que consiste en determinar en qué condiciones


y bajo qué principios los órganos que ejercen la función jurisdiccional tienen
competencia para entrar a conocer y, en consecuencia, proceder a solucionar los
problemas que suscita una determinada “situación privada internacional”;
b) El Derecho aplicable, es decir, la determinación de cuál es el régimen jurídico
aplicable a una situación privada internacional, para resolverla sobre el fondo, y
c) El reconocimiento y la ejecución de actos y decisiones extranjeras, es decir, los
efectos que producen en un país los actos y decisiones extranjeras relativas a las
situaciones privadas internacionales, lo cual supone tratar de ver si la fuerza de un
acto o decisión extranjera es capaz de sobrepasar la frontera del Estado del que
emana.

La doctrina costarricense, durante mucho tiempo, se inclinó por la concepción amplia o


francesa, en el sentido de incluir dentro del Derecho Internacional Privado los temas del
Derecho de la nacionalidad, relativo a la pertenencia de una persona a un determinado
Estado, y el Derecho de extranjería, relacionado con el régimen de entrada, permanencia,
establecimiento, salida y expulsión, y el disfrute de los derechos y libertades de los
extranjeros en el Estado de que se trate. Por ejemplo, el tratadista don Gonzalo Ortiz Martín,
uno de los pioneros de esta materia en Costa Rica, dedicó cerca de una cuarta parte de su
Curso de Derecho Internacional Privado (1947), a temas relacionados con la condición
jurídica de los costarricenses por nacimiento y naturalización y las normas sobre extranjería,
tanto las referidas a las personas físicas como a las relacionadas con las personas jurídicas.
También la licenciada Jane Rosabal Camarillo, quien en 2002 publicó una valiosa
recopilación en dos volúmenes sobre jurisprudencia costarricense sobre Derecho
Internacional Privado, dedicó el primer tomo de su obra a temas de nacionalidad y
extranjería.

En la actualidad, la doctrina española se ha inclinado por excluir ambos temas del ámbito del
Derecho Internacional Privado, sobre la base de que si bien se refieren a situaciones
internacionales, estas no son de índole privada, pues son relaciones de Derecho público entre
un extranjero y un Estado. Por consiguiente, prevalece hoy la tendencia de excluir del
Derecho Internacional Privado esos dos campos y también otros como el Derecho Penal
Internacional, el Derecho Fiscal Internacional, el Derecho Administrativo Internacional y el
Derecho de la Seguridad Social Internacional, por referirse a relaciones internacionales entre
sujetos de Derecho público o con intervención de estos.

Esta es también la orientación que prevalece en la jurisprudencia y la doctrina costarricenses


de hoy. Según indica el tratadista don Juan José Obando Peralta en su obra Private
International Law in Costa Rica (Derecho Internacional Privado en Costa Rica), publicada en
2013, de las decisiones de la Sala Constitucional, la inclusión de Costa Rica como integrante
de organizaciones internacionales especializadas en Derecho Internacional Privado y las
opiniones de varios autores, se desprende que en la actualidad el Derecho Privado
costarricense incluye tres campos: la competencia internacional, judicial y arbitral, sobre
casos privados que contengan elementos extranjeros; el Derecho aplicable a tales casos, y el
reconocimiento y la ejecución de decisiones judiciales extranjeras, incluyendo decisiones
arbitrales, medidas cautelares, recolección de pruebas y notificaciones en asuntos civiles y
comerciales.

En relación con esta visión tripartita, en la que coinciden hoy los tratadistas españoles y
costarricenses, la profesora española Lydia Esteve González indica que la perspectiva
funcional del Derecho Internacional Privado nos conduce a “identificar”, en primer lugar, la
“situación privada internacional”, que requiere de un tratamiento específico por parte de un
foro determinado, y que constituye el primer sector del Derecho Internacional Privado, el de
la competencia judicial internacional; después entra en escena el segundo sector, el del
Derecho aplicable a la respuesta material concreta; y por último el tercero, es decir, el
reconocimiento y la ejecución de actos y decisiones extranjeras, cuando la solución resultante
del segundo sector requiera una ejecución extraterritorial

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