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El conocimiento de la Acacia y la acción masónica en los ámbitos familiar y social.

Manuel Contreras Seitz

El solo título de este trabajo da cuenta del nivel de profanidad en que se tienen aquí los símbolos masónicos y su real
implicancia en los ámbitos que le son propios. Y como no pretendo arrogarme “la verdad”, ni ser un “iluminado”, trataré
de llevar el derrotero de lo que planteo con argumentos de la propia Orden. En primer lugar, en el Libro del Maestro de
Oswald Wirth (manual oficial del grado en la GLdeCh), en la sección “Catecismo Interpretativo del Grado de Maestro”
(p.134) se señala:

P.― ¿Sóis Maestro? / R. ― Examinadme; la Acacia me es conocida.


P. ― ¿Por qué respondéis así? / R. ― Porque la acacia es el símbolo de una vida indestructible, cuyos misterios me han sido
revelados.
P. ― ¿Dónde habéis sido recibido Maestro? / R. ― En la Cámara del Medio.
P. ― ¿Qué lugar es ese? / R. ― El centro donde se encuentran aquellos que han sabido profundizar.
P. ― ¿Qué habéis visto al entrar? / R. ― Luto y consternación.
P. ― ¿Cuál era el motivo de esto? / R. ― El asesinato del Maestro Hiram.
P. ― ¿Por quién fue asesinado? / R. ― Por tres Compañeros perjuros.
P. ― ¿Este asesinato es un hecho real? / R. ― Es una ficción simbólica, profundamente verídica por la enseñanza que de ella se
desprende.
P. ― ¿Qué enseñanza es esta? / R. ― La pura tradición masónica, personificada por el arquitecto del Templo de Salomón, es
constantemente puesta en peligro por la ignorancia, el fanatismo y la ambición de los Masones que no han sabido comprender la
Masonería, ni dedicarse a su obra sublime.

Curiosamente, los 3 “malos compañeros” no son la ignorancia, el fanatismo y la ambición de la sociedad profana,
sino de los MASONES. Sería bueno que los Maestros leyésemos, al menos, los textos que la propia Gran Logia de Chile
nos entrega, sobre todo a la hora de hacer docencia.
Cuál es esa vida indestructible a la que simboliza la Acacia? Es acaso la familia y la sociedad? Definitivamente NO. Las
diversas tradiciones coinciden en considerar a la Acacia como símbolo de la inmortalidad del alma. Está expresado este
simbolismo en toda la redundancia del ritual de exaltación, cuando somos elevados desde la horizontal a la
perpendicular, esto es, desde las profundidades de la tierra, de entre el ‘cuerpo material’, habiendo experimentado las
diversas purificaciones, hacia el ‘cuerpo espiritual’. La vida espiritual del Maestro Masón nace desde la muerte del
profano. Al parecer todavía no comprendemos el propio ritual de Iniciación – ya ni siquiera el de Exaltación o Aumento
de Salario – en el cual se nos dice respecto de la FM: “Comienza su obra en los hermanos, y por consecuencia lenta,
pero eficaz y profunda, la termina en la sociedad profana”. Esto es evidente, por cuanto a mayor grado de desarrollo
espiritual, iniciático, mayor “irradiación” alcanzaremos, pero no de palabra, sino a través de la proyección real que el
‘cuerpo espiritual’ alcanza en los seres reales en la medida en que éste es desarrollado. Las cadenas de unión, por
ejemplo, tienen precisamente ese sentido. Las tenidas siguiendo un ritual específico, en momentos concretos apuntan a
conseguir ese egrégor necesario para llegar a la exaltación interior, esto es, la iniciación efectiva y no sólo ritual.
Será necesario que me refiera a “acción masónica” en la familia y la sociedad? Sólo un par de observaciones al
respecto. En la masonería norteamericana la filantropía, es decir, el hacer el bien a otros de manera desinteresada, es el
centro de su labor, lo que se traduce en los hechos prácticos en una serie de acciones y organismos paramasónicos
encargados de canalizar dicha acción. Me pregunto, como Institución o como Logia, cuál es nuestra “acción masónica”
en la sociedad?. La de verdad, no la de un pseudo-candidato a la Presidencia de la República. Ya no sostenemos a los
Bomberos, a la Cruz Roja o a los Boy-Scouts. No me referiré a la política, pues en ello me remito al ritual de Iniciación,
aunque a muchos HH:., particularmente Maestros, aquello se les olvide. En cuanto a la familia, qué es la “acción
masónica” en la familia? No tendremos muchos de nosotros ‘tejados de vidrio’ en nuestros propios hogares, en nuestras
propias vidas personales como para hablar de “acción masónica en la familia”? Utilizo a propósito el verbo ‘hablar’ y no
otros como ‘actuar, proyectar, hacer’, de carácter performativo. En el vestíbulo (pronaos) del Templo de Delfos se leía:
γνῶθι σεαυτόν ‘conócete a tí mismo’. Por qué? Porque las acciones que se llevan a cabo desde el exterior, con una
incomprendida motivación profana son efímeras. No se sostienen a través de las “evoluciones y revoluciones de los
tiempos”, cuestión que tampoco hemos sabido comprender los Maestros, pues nuestras “revoluciones” quedaron
anquilosadas en los siglos XVIII y XIX. No hemos querido salir de nuestros cascarones positivistas (en todos los grados
masónicos) para siquiera mirar los avances de la ciencia contemporánea – ya ni siquiera me refiero a preguntarnos por
qué la FM se considera iniciática y cómo eso nos interpela hoy.
SFU

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