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Limosnas

Tobías 4
7 como todos los que practican la justicia.

«Haz limosma con tus bienes;


y al hacerlo,
que tu ojo no tenga rencilla.

No vuelvas la cara ante ningún pobre


y Dios no apartará de ti su cara.

8 Regula tu limosma según la abundancia de tus bienes.

Si tienes poco,
da conforme a ese poco,
pero nunca temas dar limosna,
9 porque así te atesoras una buena reserva para el día de la
necesidad.
10 Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en
las tinieblas.

11 Don valioso es la limosma para cuantos la practican en


presenciadel Altísimo.

15 No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan.

No bebas vino hasta emborracharte


y no hagas de la embriaguez tu compañera de camino.

16 «Da de tu pan al hambriento


y de tus vestidos al desnudo.

Haz limosna de todo cuanto te sobra;


y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas limosna.

17 Esparce tu pan sobre la tumba de los justos,


pero no lo des a los pecadores.

8 «Buena es la oración con ayuno;


y mejor es la limosna con justicia que la riqueza con
iniquidad.

Tob. 12,8-10
Mejor es hacer limosna que atesorar oro.

9 La limosna libra de la muerte


y purifica de todo pecado.

Los limosneros tendrán larga vida.

Tobías 14
10 El día que sepultes a tu madre junto a mí,
ya ese mismo día,
no te quedes en este territorio,
porque he visto que se cometen aquí muchas injusticias
y muchos engaños,
sin rebozo.

Mira,
hijo lo que hizo Nadab con Ajikar,
que le había criado.
¿No le hizo bajar vivo a la tierra?

Pero Dios le cubrió de infamia ante su misma víctima.


Sacó a Ajikar a la luz
y metió a Nadab en las tinieblas eternas,
por haber tramado la muerte de Ajikar.

Por haber practicado la limosna se libró Ajikar de la


trampa mortal que le había tendido Nadab.

Fue Nadab quien cayó en la trampa de muerte para su


perdición.

11 Ved,
pues,
hijos,
a dónde lleva la lismona
y a dónde la injusticia:

a la muerte.

Pero me falta el aliento.»

Le tendieron en el lecho
y expiró,
y se le dio honrosa sepultura.

Levítico
Levítico 27, 31
Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo,
añadirá la quinta parte de su valor.

Números
Números 18, 26
«Hablarás a los levitas
y les dirás:

Cuando percibáis de los israelitas el diezmo que yo tomo


de ellos
y os doy en herencia,
reservaréis de él la reserva de Yahveh:
el diezmo del diezmo.

27 Equivaldrá a vuestra ofrenda reservada,


lo mismo que el trigo tomado de la era
y el mosto del lagar.

Deuteronomio
Deuteronomio 14, 22
Cada año deberás apartar el diezmo de todo lo que tus
sementeras hayan producido en tus campos,

INDIGENTE

Deuteronomio 15, 10

4 Cierto que no debería haber ningún pobre junto a ti,


porque Yahveh te otorgará su bendición en la tierra que
Yahveh tu Dios te da en herencia para que la poseas,
5 pero sólo si escuchas de verdad la voz de Yahveh tu
Dios cuidando de poner en práctica todos estos
mandamientos que yo te prescribo hoy.

6 Sí,
Yahveh tu Dios te bendecirá como te ha dicho:

prestarás a naciones numerosas,


y tú no pedirás prestado,
dominarás a naciones numerosas,
y a ti no te dominarán.

7 Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos,


en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios
te da,
no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu
hermano pobre,

8 sino que le abrirás tu mano


y le prestarás lo que necesite para remediar su indigencia.

Cuando le des algo,


se lo has de dar de buena gana,
que por esta acción te bendecirá Iahveh
tu Dios en todas tus obras
y en todas tus empresas.

11 Pues no faltarán pobres en esta tierra;


por eso te doy yo este mandamiento:

debes abrir tu mano a tu hermano,


a aquel de los tuyos que es indigente
y pobre en tu tierra.

1 Samuel
1 Samuel 2, 8
Levanta del polvo al humilde,
alza del muladar al indigente para hacerle sentar junto a
los nobles,
y darle en heredad trono de gloria,
pues de Yahveh los pilares de la tierra
y sobre ellos ha sentado el universo.
Job
Job 5, 15
El salva al arruinado de sus fauces
y al indigente de las manos del violento.

16 Así el débil renace a la esperanza,


y cierra su boca la injusticia.
Eclesiástico
Eclesiástico 11,20
Manténte en tu quehacer
y conságrate a él,
en tu tarea envejece.

21 No te admires de las obras del pecador,


confía en el Señor
y en tu esfuerzo persevera.

Que es cosa fácil a los ojos del Señor enriquecer de golpe


al indigente.

22 La bendición del Señor es la recompensa del piadoso,


y en un instante hace florecer su bendición.
Eclesiástico 12
3 No habrá bienes para el que en mal persiste,
ni para quien no agradece la limosna.

4 Da al hombre piadoso,
y del pecador no te cuides.

5 Haz bien al humilde


y no des al impío;
niégale su pan,
no se lo des,
para que no llegue con ello a dominarte.

Pues un mal duplicado encontrarías por todos los bienes


que le hubieres hecho.

Eclesiástico 17
22 La limosna del hombre es como un sello para él,
el favor del hombre lo guarda como la pupila de sus ojos.

Eclesiástico 29
8 Pero con el humilde muéstrate paciente,
y a tu limosna no des largas.
9 En atención al mandamiento,
acoge al indigente,
según su necesidad no le despidas vacío.

Eclesiástico 35
2 Devolver favor es hacer oblación de flor de harina,
hacer limosna es ofrecer sacrificios de alabanza

Eclesiástico 40
24 Amigos
y socorro para el tiempo de tribulación,
pero más que ambos salva la limosna.

Mateo 6
1 «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos;
de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre
celestial.

2 Por tanto,
cuando hagas limosna,
no lo vayas trompeteando por delante como hacen los
hipócritas en las sinagogas
y por las calles,
con el fin de ser honrados por los hombres;
en verdad os digo que ya reciben su paga.

3 Tú,
en cambio,
cuando hagas limosna,
que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
4 así tu limosna quedará en secreto;
y tu Padre,
que ve en lo secreto,
te recompensará.

8 «Ahora,
pues,
hijos,
yo os recomiendo que sirváis a Dios en verdad
y hagáis lo que es agradable en su presencia.

Mandad a vuestros hijos que practiquen la justicia


y la limosna,
que se acuerden de Dios
y bendigan su Nombre en todo tiempo,
en verdad
y con todas sus fuerzas.
Eclesiástico 29,
8 Pero con el humilde muéstrate paciente,
y a tu limosna no des largas.

9 En atención al mandamiento,
acoge al indigente,
según su necesidad no le despidas vacío.

10 Gasta dinero por el hermano


y el amigo,
que no se te enroñe bajo la piedra
y lo pierdas.

Eclesiástico 34,

21 Pan de indigentes es la vida de los pobres,


quien se lo quita es un hombre sanguinario.

22 Mata a su prójimo quien le arrebata su sustento,


vierte sangre quien quita el jornal al jornalero.
Malaquías 3

1 He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el


camino delante de mí,
y enseguida vendrá a su Templo el Señor a quien vosotros
buscáis;
y el Angel de la alianza,
que vosotros deseáis,
he aquí que viene,
dice Iahveh Sebaot.

2 ¿Quién podrá soportar el Día de su venida?

¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca?

Porque es él como fuego de fundidor


y como lejía de lavandero.

3 Se sentará para fundir


y purgar.

Purificará a los hijos de Leví


y los acrisolará como el oro
y la plata;
y serán para Yahveh los que presentan la
oblación en justicia.

4 Entonces será grata a Yahveh la oblación de Judá


y de Jerusalén,
como en los días de antaño,
como en los años antiguos.

5 Yo me acercaré a vosotros para el juicio,


y seré un testigo expeditivo contra los hechiceros
y contra los adúlteros,
contra los que juran con mentira,
contra los que oprimen al jornalero,
a la viuda
y al huérfano,
contra los que hacen agravio al forastero sin ningún
temor de mí,
dice Yahveh Sebaot.

6 Que yo,
Yahveh,
no cambio,
y vosotros,
hijos de Jacob,
no termináis nunca.

7 Desde los días de vuestros padres venís apartándoos de


mis preceptos
y no los observáis.
Volveos a mí
y yo me volveré a vosotros,
dice Yahveh Sebaot.

- Decís:

¿En qué hemos de volver? -

8 ¿Puede un hombre defraudar a Dios?

¡Pues vosotros me defraudáis a


mí!

- Y aún decís:

¿En qué te hemos defraudado?

- En el diezmo
y en la ofrenda reservada.

9 De maldición estáis malditos,


porque me defraudáis a mí vosotros,
la nación entera.

10 Llevad el diezmo íntegro a la casa del tesoro,


para que haya alimento en mi Casa;
y ponedme así a prueba,
dice Yahveh Sebaot,
a ver si no os abro las esclusas del cielo
y no vacío sobre vosotros la bendición hasta que ya no
quede,

11 y no ahuyento de vosotros al devorador,


para que no os destruya el fruto del suelo
y no se os quede estéril la viña en el campo,
dice Iahveh Sebaot.

12 Todas las naciones os felicitarán entonces,


porque seréis una tierra de delicias,
dice Yahveh Sebaot.

Malaquías 3,
10 Llevad el diezmo íntegro a la casa del tesoro,
para que haya alimento en mi Casa;
y ponedme así a prueba,
dice Yahveh Sebaot,
a ver si no os abro las esclusas del cielo
y no vacío sobre vosotros la bendición hasta que ya no
quede,

11 y no ahuyento de vosotros al devorador,


para que no os destruya el fruto del suelo
y no se os quede estéril la viña en el campo,
dice Yahveh Sebaot.

12 Todas las naciones os felicitarán entonces,


porque seréis una tierra de delicias,
dice Yahveh Sebaot.
Lucas
Lucas 12,
33 «Vended vuestros bienes
y dad limosna.

Haceos bolsas que no se deterioran,


un tesoro inagotable en los cielos,
donde no llega el ladrón,
ni la polilla;
34 porque donde esté vuestro tesoro,
allí estará también vuestro corazón.

Génesis 28
16 Despertó Jacob de su sueño
y dijo:
«¡Así pues,
está Yahveh en este lugar
y yo no lo sabía!»

17 Y asustado dijo:

«¡Qué temible es este lugar!

¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios


y la puerta del cielo!»

18 Levantóse Jacob de madrugada,


y tomando la piedra que se había puesto por cabezal,
la erigió como estela
y derramó aceite sobre ella.

19 Y llamó a aquel lugar Betel,


aunque el nombre primitivo de la ciudad era Luz.

20 Jacob hizo un voto,


diciendo:

«Si Dios me asiste


y me guarda en este camino que recorro,
y me da pan que comer
y ropa con que vestirme,
21 y vuelvo sano
y salvo a casa de mi padre,
entonces Yahveh será mi Dios;
22 Y Esta Piedra Que He Erigido Como Estela Será
Casa De Dios;
y de todo lo que me dieres,
te pagaré el diezmo.»

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