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La ética en la empresa

iQué slgnlflca actualmente la ética en la em­


presa? iSólo una lista ~e reglas para contro­
lar la conducta de los ~rabajadores? iO tam­
bién, como demuestra Marvln T. Brown, un
poderosrslmo Instrumento para la toma de
decisiones? Con el fln de mejorar la comuni­
cación, resolver los desacuerdos y establecer
normas que resulten justas para los emplea­
dos, este libro Intenta crear condiciones que
promuevan la eflcacla de la organización y,
sobre todo, pretende conseguir que se
preste una mayor atención a la ética enten­
dida como reguladora de las relaciones admi­
nistrativas.
En este sentido, el autor revela que los com­
ponentes clave del proceso de la toma de de­
cisiones éticas -las observaciones, los juicios
de valor, las hipótesis y las opiniones contra­
puestas- suelen ser Invisibles y en modo al­
guno explrcltos, lo cual le conduce, a través
de múltiples ejemplos y ejercicios prácticos,
a Intentar convertir esos elementos en recur­
sos apropiados para un enfoque argumenta­
tivo de la toma de decisiones: un enfoque en
el que la expresión abierta de creencias en­
.

contradas pueda permitir a gerentes y em­


'
pleados considerar la gama completa de las
opciones adecuadas para abordar las cuestio­
nes éticas más Importantes.
El objetivo del libro es, por lo tanto, la cons­
trucción de un proceso organlzaclonal de
reflexión ética que enseñe a usar las argu­
mentaciones de un modo constructivo; di­
rigiendo la discusión hacia el núcleo de los
temas básicos: las desigualdades entre los
empleados, el propio ejercicio del poder o
las relaciones entre los derechos Individuales
y la justicia. De este modo, tanto los geren­
tes como los empleados aprenderán a asumir
algunos riesgos personales en beneflclo de
una toma de decisiones más ágil y honesta:
en otras palabras, sabrán cómo exponer y
analizar los supuestos y valores que subya­
cen en sus creencias, creando así un am­
biente moral y socialmente más responsable.
Marvin T. Brown

La ética
en la empresa
Estrategias para la
toma de decisiones

~ Ediciones Paidós
Barcelona-Buenos Aires-México
Título original: Warking Ethics. Strategies lar Decision Making and INDICE

Organizational Responsability
Publicado en inglés por Jossey-Bass Publishers, San Francisco

Traducción de Jorge Piatigorsky

Cubierta de Víctor Viano

Prefacio .................................................................... 9

1. Enfrentando las preocupaciones éticas de las


organizaciones ............................................. ...... 19
2. Cómo desarrollar una perspectiva ética..... ... .. . ... . 33
3. Descubriendo la decisión correcta ..... ...... ...... ...... 53
4. Forjando acuerdos a partir de los desacuerdos
y de las opiniones opuestas ........................ ....... . 83
vtt-°IlP'}
5. Análisis de la organización y sus acciones ........... 103

l ." edición, 1992 6. Comprendiendo bien los hechos para una toma
:>~ 'l, ..., .....
QUl'dan rigurusalTIl'llIL' pruhibida!'!, sin la auturi/aCI<.H1 ,.::'lTila oc lo!'> IIlularl..'!'o <.id .. Lop'­ de decisiones fiable ........ .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .... 131

dghlOl. bajo la!) sancio ne s t,.'stabk'ciuas en las 1c~'L'~, 1(.1 n.:proouL'l:iúll 1u1al o parL' ial tilo 1.':-,13
obra por cualquiL'r método o prucc.:oimiclllu, L'omprL'nuiuu:-. h.l n..' prugralia \ l'Ilt<.lJalllil..'n­ 7. La administración de los sistemas de poder y las
10 infurmálku, ,\ la distribució n ut.' L' jl.'mplarl'!) de dla Illt,'dianll' alquih..·1 o rrl'~lallllJ
públicos. relaciones corporativas .................................. .... 149
..../¡:-\... ;)
8. Conocer las desigualdades de justicia y derechos.. 167
© 1990 by Jossey-Bass Inc. Publishers, San Franciscu 9 . Resolución de las diferencias entre supuestos y
., v,l......'
© de todas las ediciones en castellanu,
Ediciones Paidós Ibérica, S.A. , valores .............................................................. 193
Mariano Cube 92 - 0802 1 Barcelona 10. Establecer hábitos de comunicación responsable .. 219
y Editorial Paidós, SAICF, 11. Crear condiciones para la reflexión ética en las
Defensa, 599 - Buenos Aires organizaciones ..... ... ........................................... 233
ISBN: 84-7509-776-6
Depósito legal: B - 24.928/ 1992 Bibliografia ............................................................... 261

Indice analítico ....................................... .... .. ............. 267

Impreso en Nova-Grafik, S.A.,


Puigcerda, 127 - 08019 Barcelona
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Impreso en España - Printed in Spain

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La ética es una actividad humana y. como ocurre con la


mayoría de las actividades. podemos mejorar nuestro cometi­
do con la práctica. Debe ponerse el mismo empeño en ejercer
la ética que en llegar a ser un gerente o un maestro competente
mediante la experiencia que da la práctica. Al igual que dirigil) ~
una empresa y enseñar. el estudio y la práctica de la ética no f " . p,e... 1
generan un producto. sino que nos comprometen con un pro- ~ rp.. . ,((,
ceso que consiste en tomar decisiones para descubrir lo que
debe hacerse.
De esa actividad puede obtenerse la redacción de documen­
tos. guías o incluso pronunciamientos. pero éstos no deben re­
emplazar a la actividad en sí. La~ mejores guí~ éti<:~ no nos ')
dicen lo que hay que hacer; más bien nos indican cómo (
desc~..2.!:!r_eL~é!ffiiño aae~uado para llevar acabo la acción. El /
propósito de este libro es ser una guía de ese tipo.
El reciente desarrollo de la ética empresaria y de la organi­
zación ha distorsionado el papel de la ética en la toma de de- ')
cisiones. En lugar de basarse en un proceso de reflexión ética. ""\
los empleados y los gerentes han usado la ética para controlar ,~.: '1"­
y sancionar conductas. Por ejemplo. una importante empresa
de California exige ahora que sus empleados suscriban un "có­
digo ético" en el que prometen notificar a la gerencia cuando
observen que un trabajador viola cualquiera de las disposicio­
nes estipuladas. Tales intentos de sacar un provecho interesa­
do de la ética no sólo la desacreditan sino que también impiden

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que Íos miembros de las organizaciones la utilicen de modo empleado en la vida de la organización. Este libro ofrece una
apropiado. La ética forma parte del proceso de toma de metodología para dar poder a los empleados. Los expertos en
decisiones de la organización. Puede realmente aumentar los el diseño de sistemas humanos (por ejemplo, asesores de
recursos para esa actividad y asegurar que se tomen las desarrollo de la organización y gerentes superiores) pueden
decisiones más adecuadas. aprender a usar los conceptos de justicia social y derechos
Aunque esto podría parecer extraño, el propósito de la ética individuales como guías para la distribución del poder dentro
no consiste en cambiar el comportamiento de las personas de la organización. Y todos esos grupos descubrirán el modo
sino en ayudarlas a toinar mejores decisiones. Las decisiones como las prácticas éticas se integran en los procesos actuales
sobre lo que deben hacer los grupos u organizaciones -las de­ de sus organizaciones. Recomiendo a esos lectores que usen
cisiones políticas- pueden beneficiarse con la reflexión ética. el material de cada capítulo para interpretar sus propios pro­
Cuando se piensa en las consecuencias que las decisiones . blemas y situaciones. Este libro también se dirige a profesores
respecto de la organización tienen para nosotros, es evidente y alumnos de instituciones de enseñanza sobre la empresa, la
f"'-.-que quienes las toman necesitan toda la ayuda que puedan gerencia pública o privada y las organizaciones. Aunque
obtener. Este libro proporciona alguna ayuda: t!.)esbozando el carezcan de experiencia, pueden adquirir competencia en la
proceso de la reflexión ética de modo que las personas puedan práctica del análisis ético y en discernir las condiciones
utilizarlo al enfrentarse con sus propios problemas ~ ) vincu­ requeridas para la justicia de la organización. Finalmente, el
lando nociones éticas como las de derecho y justicia con la número creciente de personas de diferentes tipos de organiza­
administración de sistemas de poder, de manera tal que las ciones que se interesan por la ética comprenderán la diferen­
personas puedan dirigir esos sistemas adecuadamente;L-ª) cia entre una ética de reglas --que intenta controlar la con­
mostrando cómo se analizan y evalúan los diferentes compo­ ducta- y una ética de ratoma de decisiones, que da poder a
nentes del proceso de toma de decisiones para disponer de personas y organizaciones.
tantos recursos como sea posible, ~ ) ofreciendo métodos
para desarrollar un clima de organización en el que pueda
practicarse y mejorarse la reflexión ética. VISION GENERAL DEL CONTENIDO

El capítulo 1 establece las coordenadas del libro, al mostrar ~


QUIENES DEBEN LEER ESTE LIBRO 10 que necesita considerarse en el desarrollo de una ética
operativa: Lel lugar de la ética en el proceso de toma de
Este libro ha sido escrito principalmente para personas que decisiones, ~a dinámica del poder del sistema de la organiza­
se beneficiarán con el análisis ético de la toma de decisiones ción, ~ modo .como la justicia y los derechos individuales
relacionadas con la organización. Los gerentes, bajo la presión pueden servir de guías para mantener ese sist em a y el papel
de fuentes diversas, descubrirán nuevos recursos para nego­ de los supuestos básicos en el desarrollo de organizaciones
ciar con diferentes grupos. Los especialistas en recursos hu­ responsables. .
manos, formación de personal, comunicación y relaciones la­ El capítulo 2 ofrece una perspectiva ética como método parac.,
borales, encontrarán estrategias que les permitirán crear las interpretarnos a nosotros mismos, e interpretar a los otros y
condiciones necesarias para la participación responsable del a las organizaciones. Esa perspectiva nos permite ver a las

10
c4. J - r í V)
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11
"""" /;1
personas como agentes morales que pueden ser responsables, análisis de los enunciados fácticos. Presenta temas tales como
y a las organizaciones como comunidades y agentes morales. la relación entre las partes y el todo, la causa y el efecto, las
Este capítulo reseña algunas opiniones corrientes sobre la ac­ generalizaciones Y los casos específicos, lo abstracto y lo
tuación moral de las empresas, tomando como ejemplo el caso concreto, la analogía y el contraste; muestra cómo el conoci­
del derrame de petróleo del Valdez. miento de estas relaciones puede hacer mu.c ho más eficaces
C,f?"~ El capítulo 3 presenta un modelo de argumentación para la los enfoques éticos expuestos en el capítulo 5.
eflexión ética. Examina el proceso de toma de decisiones y El capítulo 7 trata de la ética de los sistemas. Analiza la ~
muestra la necesidad de los juicios de valor y de los supuestos dinámica de los sistemas -interacción sistema-ambiente, en­
en la toma de decisiones políticas. Explica de qué modo se tropía negativa y estado estable-o y demuestra la pertinencia
incluyen puntos de vista opuestos a fin de que funcionen como de esos conceptos para la cuestión de las relaciones con los
reéursos para tomar mejores decisiones. .El capítulo concluye grupos vinculados a la empresa para la comprensión del poder
ilustrando el uso del modelo de argumentación en un debate \ .... empresario. A continuación, tomando como ejemplo a los
sobre si los grupos vinculados a las empresas deben tener re­ .,¿ trabajadores por contrato y otros problemas, muestra que
presentación en las juntas directivas. ~\.. las organizaciones tienen la responsabilidad de conservar su
f ~ l El capítulo 4 retoma el problema de las opiniones opuestas
v.JJ', j y muestra cómo situarlas en el contexto de los acuerdos
"\
f"
poder como un factor integrador que las fortalezca. Pero el
poder por sí mismo no tiene ningún sistema de orientación, de
básicos. Ofrece estrategias que permiten utilizar la fuerza de I modo que para determinar cómo hay que usarlo o distribuirlo
. I
las concepciones opuestas para perfeccionar la búsqueda de es necesario abordar los conceptos de derecho y justicia.
la decisión idónea. Este capítulo, lo mismo que la totalidad del El capítulo 8 explica por qué los derechos y la justicia ~G1
libro, indica que las diferencias no deben interpretarse como son criterios conjuntos para guiar el mantenimiento del siste­
amenazas o factores competitivos sino como oportunidades may las relaciones de poder. Discute la cuestión de cómo jus­
para aumentar el propio conocimiento y ampliar la propia tificar la desigualdad en los grandes sistemas de organización
comprensión. El capítulo concluye mostrando, en una discu­ y expone lo que dicen las concepciones contemporáneas de la
sión sobre la participación obrera, cómo abordar los desa­ justicia sobre la desigualdad. Después se plantea la cuestión
cuerdos. de los diferentes tipos de derechos que tienen los empleados
of? .)- El capítulo 5 analiza enfoques éticos para. estudiar proble­ de las empresas, y se los compara con los derechos de éstas. <..~
mas y decisiones políticas. Discute un caso que plantea el El capítulo 9 proporciona un modo de analizar los supues- •
interrogante de qué hacer después de haber cometido un tos básicos. en especial los relativos a la elaboración o realiza­
error, y muestra cómo nos llevan a interpretar el caso los ción de las cosas. Uno de estos supuestos podría ser "lsiembra
diversos enfoques éticos -ética del propósito, del principio o y recogerás". También presenta métodos para manejar situa­
de la consecuencia-o Vemos entonces de qué modo esos tres ciones de toma de decisiones en las que las personas compar­
enfoques en realidad se complementan recíprocamente y ten valores similares pero tienen distintos supuestos, y otras
cómo, en conjunto, pueden aumentar la probabilidad de que situaciones en las que se comparten supu~stos pero existen
se tome la decisión correcta. diferentes valores. Este capítulo proporciona a q\lienes toman
l/6(JJ /; El capítulo 6 aborda un aspecto de la toma de decisiones las decisiones los medios para acceder a los supuestos básicos
que muy pocas veces es considerado en los1ibros de ética: el que intervienen en ese proceso.

12 13
O)@' I o -- - - Q/.:l (,..;¡ -()

~ <P {o El capítulo lOse centra en un conjunto de supuestos par­ AGRADECIMIENTOS

ticularmente importantes para la toma de decisiones y para el Este libro surgió de las muchas clases y seminarios en los
proceso de la reflexión ética: los supuestos sobre la comunica­ que junto con otras personas traté de descubrir cómo se logra
ción en las organizaciones. El método de análisis que presen­ que la ética sea eficaz. Agradezco esas oportunidades y a los
tamos aquí permitirá comprender por qué hablar de valores o numerosos estudiantes que contribuyeron al desarrollo de las
plantear interrogantes críticos resulta más fácil en unos
ideas y herramientas analíticas del libro.
grupos que en otros. Con esta comprensión se puede empezar Como la mayor parte de los docentes, estoy en deuda con los
a ver qué cambios se necesitan para crear las condiciones de maestros que me enseñaron el oficio. Edward Hobbs, Paul
la reflexión ética. Lehmann y L. E. Mattingly han sido especialmente significa­
el p , í 1 El capítulo 11 contiene algunos consejos para lograr que la tivos. También agradezco a mis amigos Stanley Brown, Rae
. ética funcione. Primero describe algunas de las condiciones Levine, Michael Maeder, John Moyer, Lee Townsend y Gene
necesarias para practicar la reflexión ética en las organizacio­ Ulansky por revisar versiones anteriores de este libro. Estoy
nes y ofrece algunos planteamientos y ejercicios para formar especialmente en deuda con mi suegro Eberhard Müller, de
a otros en el proceso de la reflexión ética. Con el capítulo 11 el quien hace años aprendí a tomar en serio la vida de las
libro completa su tarea de facilitar material para formar a los' organizaciones. También quiero expresar mi gratitud a mis
miembros de las organizaciones en la práctica de la reflexión , padres, Thomas y Mildred Brown. Además agradezco profun­
ética. damente a Erdmut. mi esposa y querida amiga, que me brindó
constante apoyo y críticas valiosas. Les dedico este libro a ella
y a Mark y Kirsten.
CONCLUSION

He enseñado principalmente a estudiantes adultos, cuyos Marvin T. Brown


problemas de organización proporcionaron el contexto de gran Berkeley, California
parte de este libro. También he trabajado como asesor, por lo Agosto de 1990
general dirigiendo sesiones de capacitación destinadas a
ayudar a los empleados a acceder a sus propios recursos para
la reflexión y la toma de decisiones. Debido a mi experiencia,
sé que la reflexión ética puede dar poder a las personas y
aumentar su reacción frente a importantes cuestiones socia­
les y de organización. Cuando estas personas tienen los recur­
sos para elegir y poner en práctica las mejores opciones y to­
man conciencia de éstas, contribuyen al desarrollo de una
sociedad más hum¡;ma. Comprometerse en la reflexión ética es
un proceso de aprendizaje y puede crear una organización que
va aprendiendo y evolucionando. /'

15

14
EL AUTOR

Marvin T. Brown es profesor en el College of Professional


Studies y lector en el Departamento de Filos<¡>fia de la Univer- ]
sidad de San Francisco, donde enseña ética social y de la :::» )1
organización y pensamiento crítico. También trabaja como
asesor ético y formador en el proceso de reflexión ética. Desde
1983 hasta 1988 dirigió la Organizational Ethics Newsletter.
Brown obtuvo su licenciatura en artes (1965) en Nebra~ka
Wesleyan University, en la especialidad de ffiosofia y religión.
En el Union Theological Seminary se graduó en teología prác­
tica (1969) yen la Graduate Theologtcal Union fue doctor en
\ ftlosoña ( 1978), en: las especialidades de teología y retórica.
Las principales áctividades de investigación de Brown
apuntaron a la ética empresaria y de la organización, la
retórica de la argumentación, el desarrollo de las organizacio­
nes y el pensamiento crítico. Pasó varios años en Alemania y
en 1980 escribió On Time and in Place, un informe sobre el
trabajo de las Academias Laicas de Alemania Occidental con
diferentes organizaciones privadas y públicas. En 1989 recibió
el premio al maestro del año otorgado por el College of
Professional Studies, Universidad de San Francisco.

17

1
ENFRENTANDO LAS PREOCUPACIONES
ETICAS DE LAS ORGANIZACIONES

A medida que nos acercamos al siglo que viene. crece en


nosotros la preocupación por la moralidad de nuestras insti­
tuciones. A veces esas preocupaciones constituyen una res­
puesta a individuos que utilizan su situación dentro de las
instituciones para obtener ventajas egoístas. A veces son
respuestas al daño que las instituciones producen en nuestro
ambiente social y natural. En otras ocasiones responden al
sufrimiento que las instituciones imponen a sus propios
empleados y gerentes. Estas preocupaciones han llevado a
muchos a abogar por la enseñanza de la ética a los alumnos
\1' que ingresarán en esas instituciones y a los empleados y
gerentes que ya están en ellas. Pero. ¿qué necesitan aprender
esas personas?
¿Necesitan "aprender a comportarse bien"? ¿Es posible en- ~\,W
señarles eso a los miembros de las organizaciones? ¿Necesitan rJV.~ t-:'r....."""
aprender que pueden ser sorprendidos si no se comportan
adecuadamente? Ahora bien. ese enfoque sólo concierne a
unos pocos. Las dos ideas. de hecho. constituyen lo que podría
denominarse lafalada de la manzana podrida. según la cual
el cajón de manzanas está básicamente bien. con la excepción
1I
de unas pocas frutas. Esta falacia simplifica demasiado la
cuestión y sirve como cortina de humo que impide preguntar
por todas las manzanas del cajón.
Hay quienes sostienen que las organizaciones tienen que
aprender a ser responsables. ¿Se puede enseñar la responsa­

19
e 0 ~ I {..,.~ v~ "\

bilidad? Depende de lo que entendamos por responsabilidad. La ética es lo mismo. Si uno les dice a las personas lo que está ,9;::
Si lo que queremos decir es que tienen que rendir cuentas. las bien. tendrá que reiterárselo mañana. Si uno les enseña a des­
organizaciones en efecto pueden aprender que deben rendir cubrir lo que está bien. encontrarán el camino por ellas mis­
cuentas de sus acciones. pero generalmente lo aprenden mas. La ética ofrece un método. supuestos viables y herra­
debido a multas gubernamentales o procesos judiciales inicia­ mientas conceptuales para decidir qué curso de acción es el
.' más apropiado.
dos por consumidores o empleados. Sin embargo. estas "lec­
ciones" éticas tienen un valor limitado. ya que sólo proporcio­ De modo que en lugar de considerar la ética como un con­
nan información sobre lo que no se puede hacer. Aunque ese junto de reglas o castigos. o incluso como un "código". la deft- (
enfoque ético a veces es necesario. realmente no modifica la niremos como el proceso de decidir lo que debe hacerse. Todas Ario.> \·1
capacidad de la organización para hacer lo correcto. sino sólo estas decisiones podrían generar un código ético, pero en
su aptitud para equivocarse. Necesitamos una definición más realidad la meta consiste en generar recursos para que las í I\tA~f'"
amplia de la responsabilidad si lo que queremos es influir en personas puedan tomar mejores decisiones. Los códigos de
el corazón de la vida de la organización. conducta se convierten con demasiada facilidad en sustitutos
Podemos movernos en esa dirección contrastando la orien­ de la reflexión ética. Pueden ser útiles como orientaciones o
tación ética negativa con la positiva. Una ética negativa sólo como interlocutores; pero cuando ocupan el lugar del proce­
nos dice lo que no hay que hacer: "No robar". "No mentir". Una so interrumpen el diálogo fluido que mantiene viva la ética.
¡\.," J'lf" El enf.2.,que de este libro se basa en la co~p!~s!.<in c;J.eJa
ética positiva. en cambio. nos aconseja lo que debemos hacer.
En lugar de impedir el daño. promueve el bien. La mayoría de ' responsabilidad c0.!!l?__!.~g!.rª,o_'p~a _r~~ponder. Considera
los sistemas éticos contienen planteamientos negativos y po­ esencial "la éapacfdad 4e las personas para sopesar los pros y
sitivos. Y lo mismo ocurre con la noción de responsabilidad. La los contras de los diferentes cursos de acción, así cdmo la de
f., H'f" responsabilid~d negativa se refiere a la obligación de no
examinar las razones que los respaldan y elegir el más idóneo.
Este enfoque ve la ética como un proceso de reflexión sobre las
"'~ {./ causar daños. Las empresas tienen la responsabilidad nega­
razones que existen para adoptar un curso de acción propues­
'!!ya de no dañar el ambiente. no fabricar prOductos peligrosos.
'íb~ to. Por medio de este proceso. los participantes pueden gene­
no explotar a los obreros. etcétera. En cambio. la re§~?bi-
y li.flad positiva implica obrar bien; por ejemplo. capacitar y
otorgar poder a los empleados. proporcionar un buen retorno
a la inversión. contribuir al desarrollo de la sociedad. etcétera.
rar los recursos esenciales para tomar las mejores decisiones.
Este tipo de ética no ofrece respuestas. sino que más bien per­
mite formular mejores preguntas y descubrir las respuestas,
j
El significado positivo se funda esencialmente en la capacidad por uno mismo. Proporciona a los miembros de una organiza- ~
de respuesta. Las organizaciones tienen recursos para res­ ción herramientas conceptuales y estrategias de comunica- J
ponder a sus miembros. a su sociedad y al mundo en general. ción para actuar con responsabilidad.
Los miembros de las organizaciones pueden aprender a ser La acción resppnsable de los miembros de las organizacio­
responsables. a considerar seriamente cómo deben responder nes requiere que se tomen en serio por lo menos tres elementos '>
a los problemas con los que se encuentran. básicos: el proceso de toma de decisiones, los sistemas de "y.
¿Recuerda el lector la historia del hombre hambriento? Si producción y mantenimiento. y la cultura. Este libro ofrece .>
uno le da comida. al día siguiente pedirá más. Si uno le enseña estrategias y márcos conceptuales para analizar y mejorar la
a cultivar su propio alimento. nunca volverá a pasar hambre. calidad de los tresJ Demuestra de qué modo el proceso ~e

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reflexión ética puede generar recursos útiles para tomar las juicios de valor tan a menudo. En todo caso, para que el
decisiones correctas lJiesarrolla una ética de los sistemas a análisis ético sea realmente eficaz en las organizaciones
cuya luz los derechos y la justicia pueden orientar el diseño de necesitamos aprender a tratar los ~cuerdos. Esto se ana- , .
sistemastL proporciona una estrategia para analizar los su­
puestos. Esbozaremos brevemente estas contribuciones a la
estructura de la organización y las desarrollaremos en los
-
lizará en el capítulo 4 y será uno de los temas tratados en todo
el libro. Carecer de habilidad para tratar los desacuerdos
puede significar, como muestra el incidente que sigue, que en
-16)

capítulos siguientes.
la reflexión ética llegue realmente a impedirse que un grupo
tome decisiones.
EL PROCESO DE LA REFLEXION ETICA
Una asesoría de dirección se enfrentó recientemente con el dilema de
aceptar o no un proyecto con una compañía productora de combustible para
Una característica fundamental de las organizaciones es su armas nucleares. Algunos de los asociados y el personal de apoyo sintieron
estructura para la toma de decisiones (Argyris y Schón, 1978; que debían participar en el proyecto -lo que la compañía produjera no tenía
French, 1984; McCoy, 1985). Actuando dentro de esa estruc­ nada que ver-oOtros creían que la producción de armas nucleares era algo
tura, cada miembro de la organización toma decisiones que equivocado y querían rechazar el contrato. De modo que la empresa convocó
una conferencia para discutir lo que se debía hacer. (Yo fui invitado como
afectan no sólo su propia vida sino también las vidas de todos Masesor ético".) ( 't
los grupos vinculados a la organización -trabajadores, con­ Desarrollamos una agenda c~n tre~ partes: ~rnpartir la información,[he­
sumidores, inversores, ciudadanos, etcétera-o El proceso de rramientas para el análisis, ~espués aiscusi6n. Yo estaba a cargo de la
reflexión ética puede ayudar a tomar tales decisiones porque segunda parte. Les proporcioné a todos algunos conceptos para evaluar sus
permite tener conciencia de los juicios de yalor y ~os relaciones con el trabajo y también con las organizaciones. Todo ocurrió
según lo planeado hasta que llegamos a la etapa de discusión.
supuestos que operan de modo implícito en el proceso de toma
/.--------
de decisiones.
Después de la fase inicial de la discusión. el director de la empresa pidió
simplemente que todos hicieran conocer sus opiniones. Durante las tres
Como lo demostraremos en el c~o 3, uno no puede horas siguientes. veinticinco personas compartieron las experiencias perso­
tomar una decisión sobre qué hacer -una decisión política­ nales que las llevaban a aceptar o rechazar la propuesta. Después el director
sin emplear juicios de valor y supuestos. Lamentablemente, pidió que se votara levantando la mano ; más o menos la mitad del grupo
aprobaba el proyecto y la otra mitad lo desaprobaba. un porcentaje muy
como estos asp;ctos del proceso detoma de decisiones no son parecido al de la división anterior a la discusión. Aunque todos manifestaron
'"
tan obvios como los datos empíricos, a menudo se los ignora '.
su criterio y cada uno escuchó las historias de los otros con respeto y
aunque desempeñan un papel más importante en la determi­ ", comprensión. el grupo en sí realmente no se había acercado a una decisión.
nación de las elecciones que todos los datos de los que se De modo que el comité ejecutivo decidió más tarde que cada asesor decidiera
si él trabajaría o no en el proyecto.
disponga. El análisis ético ayuda a comprender, evaluar y
tí) emplear esos elementos del proceso. El capítulo 5 proporciona Ciertamente el grupo se enfrentaba con un problema im­
para tales evaluaciones algunos criteriós éticos que han resis­ portante que requería reflexión ética, si entendemos por ética
tido la prueba del tiempo. ­ el proceso de decidir lo que hay que hacer. Pero en realidad su
El descubrimiento y la evaluación de los juicios de valor práctica de la reflexión ética nunca abordó los desacuerdos.
pueden crear desacuerdos importantes el} los grupos. Tal vez No intentó mostrar por qué una posición era mejor que otra ni
ésta sea una de las razones por las cuales la gente ignora los analizar los puntos fuertes y las debilidades de las diversas

22 23
pOSICIones. No se plantearon desafíos. Cada miembro dio a cla de las diferencias y preferencias que de otro modo tal vez
conocer "de dónde venía". pero el conjunto no aprendió a nunca saldrían a colación. o sólo lo harían indirectamente por
dónde tenía que ir la organización. Aprendieron a comprender­ medio de discusiones improductivas sobre quién tiene lainfor­
se mejor entre sí. pero no aumentaron su comprensión de los mación o la autoridad pertinentes.
puntos débiles y fuertes del proyecto. No tenían habilidades Empez~~r l~_ «!ifE~as. en otras palabras, realza el
para desafiarse entre sí de una manera constructiva y abordar posible proceso de descubrir qué se puede y qué se debe hacer.
con eficacia el desacuerdo. Carecían de aptitud para la comu­ Desde luego que, a veces, cuando nadie tiene ntnguña idea de
nicación y de herramientas conceptuales para participar en lo que se debe hacer necesitamos recoger información antes de
un buen análisis de la propuesta. poder formular los interrogantes correctos. El análisis al que
'11 ~ En mi trabajo con las personas en las organizaciones nos referimos tiene sus límites y sólo puede emprenderse
0~ . desarrollé un modelo de argumentación para la toma de deci­ después de la formulación inicial de las propuestas. Pero, en
siones que permite a los participantes dominar el desacuerdo. muchos casos, quienes toman las decisiones llegan a lareu­
" incluso utiUzarlo como recurso para tomar mejores decisio­ nión sabiendo lo que quieren que el grupo decida, y sabiendo
'- nes. En cuanto los participantes descubren que se puede también que los otros tienen ideas diferentes. En tales casos,
discutir sin pelear. y que éste puede ser un modo eficaz de el análisis basado en la argumentación puede ser un método
investigar los puntos fuertes y débiles de todas las propuestas. muy eficaz para llegar a decisiones conjuntas. Este proceso no
están en condiciones de aprender mucho más respecto del res­ asegura que el grupo tomará la decisión correcta, pero garan- fl.i
paldo de las diferentes posiciones. tiza que la decisión será responsable --esto es, que los .
. Este proceso. planteado detalladamente en el capítulo 3 ~e participantes han tomado la mejor decisión en función de sus
inicia con la necesidad de tomar una decisión sobre una recursos-o <. A
cu~tión política.~ continuación se analizan iaS r arones de los Para que el análisis de la argumentación sea fructífero, los
cursos de acción alternativos. incluyendo los diferentes datos miembros ti~I!~n que saber que sus opiniones serán conside- ,IV v
u observaciones sonrelo que está sucediendo y los diferentes radas seriamente y que el análisis se centrará en los puntos .,
juicios de valor y supuestos que utilizan los participantes para fuertes y débiles de sus argumentos y no en los de carácter ..U;i
respaldar sus respectivas posicionesl Final~ente. los partici­ personal. Todos las participantes deben estar protegidos del
pantes examinan sus acuerdos y desacuerdos y seleccionan ataque personal y ser desafiados a sostener todas las opinio­
los aspectos más persuáSTv~s parael grupo. A diferencia de nes. Para que las diferencias resulten productivas, los parti­
al l f''t >(a lgunos procesos de toma de decisiones que se inicÍan acumu­ cipantes tienen que superar toda tendencia a ponerse a la
1ando datos para después pasar a las propuestas. este proceso defensiva y a evitar el conflicto; también tienen que compro­
empieza con propuestas para seguir con el progresivo descu­ meterse recíprocamente en el examen abierto de los materiales
brimiento de los puntos fuertes y débiles de cada una. Al que todos los miembros aportan a la discusión. r(.,

empezar por las propuestas. los participantes pueden marite­ Las personas discuten no sólo sobre juicios de valor y _
ner centrada la discusión en el problema y la tarea que tienen supuestos sino también sobre la información, y he descubierto ~,­
entre manos. Asimismo. en muchos casos ya tienen alguna que alguna habilidad para analizar las generalizaciones, las
noción de lo que hay que hacer. El enunc~ado de las opciones relaciones de causa y efecto, las relaciones entre las partes y
posibles al principio le permite a todo el grupo tomar concien­ el todo, y para encontrar semejanzas y desigualdades, ayuda

24 25
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a los participantes a plantear interrogantes cuando dudan de mal. tiene que cambiar las reglas del juego o dejar de jugar.
los hechos presentados. Sin embargo no saben cómo expresar Desde luego. a veces se establecen nuevas reglas. principal­
esas dudas del mejor modo posible. El capítulo 6 presenta mente por una de estas tres razones: para proteger a los indi­
varios modos eficaces de evaluar los enunciados fácticos. El viduos. para hacer el juego más justo o para asegurar que siga
proceso de reflexión ética incluye la consideración de observa­ siendo interesante y activo. Estas tres razones no sólo se I"""./"::J
ciones. juiciQsde valor y supuestos. así como su utilización aplican al baloncesto; también a otros sistemas humanos. LoS)
conjunta-para exponer razones de peso favorables a un curso sistemas humanos deben reconocer los derechos de sus
de acción propuesto. Este proceso puede ayudar a quienes miembros. tienen que ser justos y deben ser activos. O. para
toman decisiones a hacerlo lo mejor posible. en todos los utilizar otra palabra. tienen que generar poder. Para desarro­
niveles de la organización. llar una organiz~c!91! re~ponsah¿e necesitamos comprender '
3· Cuando los grupos han llegado"a una decisión. una buena L cómo ge!lera y usa «:!_poder¿"el tipo de justicia que debe
pregunta es "¿Y ahora qué?". La respuesta requiere que aten­ practic~ y los derechos individuales que tiene que respetar. Si
damos al sistema de la organización. porque en muchos casos un sistema es justo y respeta los derechos. los grupos tendrán
las decisiones buenas sólo se instrumentarán si de algún el poder para hacer lo correcto. D "t (f
modo son compatibles con ese sistema. Si no concuerdan con En las últimas décadas. los diversos grupos vinculados a

éste. eÍ sistema mismo debe ser cambiado antes de que las las organizaciones han expresado sus derechos. Los trabaja­

personas puedan hacer lo que han decidido que es correcto. dores hablan del derecho a organizarse. del derecho a igual

Dada la importancia del sistema de la organización para llevar salario por igual trabajo y a la igualdad de oportunidades.

a cabo los resultados de la reflexión ética. y como el sistema a.


Derecho juego limpio. a la huelga. al aprendizaje. al debido

determina que los recursos sean o no distribuidos con justicia. proceso y a condiciones seguras de trabajo. Los consumidores

las organizaciones responsables necesitan desarrollar una hablan del derecho a productos seguros. al trato honesto. a la

( ética de los sistemas para orientar su diseño y administración. información y al debido cuidado. Los ciudadanos hablan del

derecho a un medio ambiente seguro Y no contaminado. a

obligar al uso de la tierra. al crecimiento controlado y a la

, LA ETICA DE LOS SISTEMAS estabilidad económica. Los inversores hablan del derech o a la

u tilidad. a la administración eficaz y a la responsabilidad ftdu ­

El juego del baloncesto nos permite comprender mucho ciaria. Las empresas reclaman el derecho a hacer negocios. a

sobre la naturaleza de los sistemas. Como la mayoría de los contratar y despedir personal y a formar a los empleados. Pero
deportes. tiene reglas escritas y no escritas. Una regla no el énfasis puesto exclusivamente en los derechos tiende a -t,x IU:)
escrita es que hay que quitarle la pelota al adversario siempre ignorar los sistemas de organización dentro de los cuales apa­
que se pueda. en la medida en que no se viole ninguna regla recen las reclamaciones. También tiende a ignorar la necesi­
escrita. Si un jugador cree que está mal quitar la pelota y se dad de examinar el sistema y particularmente el modo en que
niega a hacerlo. perjudica a todo su equipo. Si uno quiere que el sistema distribuye su poder.{§.n otras palabras. ignoran l
los jugadores dejen de quitarse la pelota. tiene que cambiar el importancia de la puesta en práctica. por parte de la organi­
modo en que todos juegan. En el sistema actual del baloncesto zación. de la justicia interna y externa. La importancia de la
tienen derecho a quitar la pelota. Si un indiViduo cree que está justicia ha sido claramente formulada por John Rawls: "La

tí7
J<v)'MI)
26 27
justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como social. Lo que pensamos acerca de cómo debe practicarse la
la verdad lo es de los sistemas de pensamiento. Por elegante justicia en las organizaciones, o acerca de qué significa real­
y económica que sea una teoría, debe ser rechazada o revisada mente respetar los derechos de la persona, depende no sólo de
si es falsa; de modo análogo, las leyes e instituciones deben ser nuestra comprensión de estos criterios éticos sino también de
reformadas o abolidas si son injustas, por eficientes y bien or­ nuestros supuestos sobre cómo funcionan las cosas en una
denadas que sean" (1971, pág. 3). Pero reconocer el significa­ organización y, más en general, de nuestros supuestos sobre ·
do de la justicia no basta para saber qué tipo de justicia tienen nosotros mismos y los otros. De modo que una ética de los
que practicar las organizaciones. Está claro que no practican sisteEl..!l.§' así como el proce~~~ la reflexión ética, 1'íílafíiiente
una justicia igualitaria. De hecho, la estructura de una requieren un método para an~ar lq~_ supuestos básicos.
organización determina un amplio conjunto de "desigualda­ Esto nos conducea nuestratercera preocupación: los supues­
des". ¿Cómo es posible justificarlas? En el capítulo 8 se pre­ tos básicos de una organización y sus miembros.
~entaránalgunas estrategias para responder a esta cuestión.
~.. lt.V¡frJ{} Desde luego, una organización no es sólo una red de rela­
ciones de poder sino también una red de personas. Por un ANALISIS DE LOS SUPUESTOS
lado, las organizaciones estructuran las relaciones para lograr
alguna meta de organización. Los cargos, las posiciones, las La noción de supuestos se refiere a lo que Alfred Schutz ha
descripciones de tareas y los organigramas esbozan la estruc­ denominado el "~~9 de)~ ~da", que él de&é así: "Por el
tura del sistema de la organizaCión. Por otra parte, una orga­ mundo de la vida cotidiana hay que entender esa provincia de
nización es también un conjunto de personas, y la interacción la realidad que el adulto normal y despierto simplemente da
de ellas en el ambiente de trabajo es mucho más significativa por sentada en la actitud del sentido
I común. Con este dar-por-
_ _ ._

que lo establecido en el papel, en el organigrama. En términos sentado designamos todo lo que experimentamos como in­
simples, las organizaciones organizan a seres humanos. Son cüe8tlonable; todo estado de cosas no es para nosotros pro­
al mismo tiempo sistemas y comunidades. Las personas blemático hasta nuevo aviso" (1973, pág. 3).
hablan y actúan , escuchan y reaccionan, responden o se re­ Edgar Schein ha dado una defmición similar de la cultura
tractan. Una ética de los sistemas tiene que considerar de qué de una organización al defmirla como "los supuestos y las
modo el sistema de la organización afecta a su comunidad hu­ creencias básicos compartidos por los miembros [... 1, que
mana, especialmente en términos de derechos humanos y operan inconscientemente, y que de una manera 'dada-por­
justicia de organización. sentada' definen la concepción que la organización tiene de sí
Como comunidades humanas, las organizaciones son luga­ misma y su ambiente" (las bastardillas son de Schein) (1985,
1'?~1",\ res comunes é"'n 10;-qu~ las personas se, convierten en alguien pág. 6). Dada esta comprensión de la cultura como constituida
...,;.;;!: mientras hacen algo para la organizaciont.~on el lugar donde por supuestos dados-por-sentados o inconscientes, sería casi
,~ :.-. Jídi" ¡uno "se gaJ}~ l~ vida", en el cJoQl~l?entido de obtener los medios imposible analizar los supuestos en una sociedad completa­
neces~ios 'par~ .yivir y desarrollar el sig!!ific:ado de la vida. mente homogénea o monolítica. Tendríamos pocas oportuni­
Como las organizaciones son comunidades humanas, los dades de tomar conciencia de ellos. En nuestra sociedad plu­
miembros hacen preguntas no sólo sobre su supervivencia ralista y cambiante, sin embargo, continuamente enfrenta­
sino también sobre sus derechos humanosy sobre la justicia mos supuestos anticuados o disfuncionales, y en algunos

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casos pasamos de lo que hasido "sentido común" aloque tiene un n ivel. desde luego. la comunicación es necesaria para el
"lógica". mantenimiento de cualquier organización. En otro nivel. el
Muchos de nosotros hemos descubierto que vivimos en tipo de discusión requerida por la reflexión ética no debe darse
S <103 subculturas. y no en una única cultura unificadora. Habla­ por senta do. Para que las organizaciones emprendan la refle­
Cv'-'~
....¡: kos de la cultura judía. de la cultura protestante anglosajona. xión ética como medio para aumentar su capacidad de res­
de las culturas afroamericana e hispana. de las culturas puesta --su responsabilidad- deben desarrollar una cultura
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masculina y femenina. Como Schein lo demuestra en su en la cual el análisis ético de su proceso de toma de-decisiones A
análisis de las culturas de la organización. diferentes organi­ no sólo s ea lógico sino también de sentido común. --\
zaciones pueden también tener culturas muy distintas. La En los capítulos siguientes el lector tendrá oportunidad de
mayor parte tiene. asimismo. subculturas diferentes. Por lo compartir la reflexión y el análisis éticol El capítulo 2 empiéza ~ /)
menos. los diferentes grupos vinculados tendrán diferentes con una descripción de la perspectiva ética, mostrando de qué
supuestos sobre la organización (Mason y Mitroff. 1981). . La modo la ética interpreta la acción y las organizaciones huma­
presencia de subculturas nos posibilita la reflexión sobre nas. Ese capítulo establece el marco básico para el resto del
nuestros propi~s supuestosdados-por-sentados- y la evalua­ libro. El capítulo 3 esboza y muestra cómo usar los cinco ~
recursos dela r eflexión ética (las propuestas políticáS,1as
ción de su 'adecuación en situaciones particulares. su perti­
observaciones. los juicios de valor. los supuestos y las opinio­
nencia para las pOSibilIdades reales y su coherencia con
nes opüestas) para descubrir la decisión correcta. El modelo
nuestras acciones y aspiraciones. Pero estas posibilidades
de debate desarrollado en el capítulo 3 permite a los grupos
siguen siendo dificUes de realizar. porque los supuestos sirven examinar cada uno de los aspectos del proceso y sus interre­
para apuntalar nuestra interpretación de la realidad. Sin laciones. l Los capítulos 4. 5 y 6 presentan estrategias y f' S
embargo. es posible y tal vez inevitable que cambien si conceptos para tratar las diferencias en las propuestas políti- L
descubrimos otros soportes que parezcan funcionar mejor. caso los juicios de valor y las observaciones. Después de
Los tipos de supuestos que tienen una pertinencia particu­ aprender a usar'estos recursos, los grupos deben contar con
lar para la reflexión ética son los que Schutz ve como determi­ materiales adecuados para comprometerse en la reflexión
nados por un "motivo pragmático" (1973. pág. 6). A esos ética productiva sobre las cuestiones de la política de la
supuestos podríamos'considerarlos conocimiento implícito de organización.
cómo conseguir que algo se haga. o sup_uestos _sobre "cómo L El capítulo 7 trata nuestra seg1!...nda preocupación princi­
funcionan las cosas". Por ejemplo, dos grupos pueden usar la pal: una ética de los sistemas. Presentá un enfoque sistémico
justicia COino~juicio de valor. pero uno la promueve desarro­ d e la s organizaciones y analiza las conexiones entre los siste­
llando reglas y otro estimulando la interacción social. Incluso, mas y el poder. ~omo ni los sistemas nf el poder tienen su
aunque los grupos compartan sus valores. sus supuestos propio mecanismo de orientación. el capítulo 8 aborda las
acerca de cómo la justicia se convierte en realidad son idea s de ' derechos y justicia como pautas para determinar
diferentes. El capítulo 9 muestra el modo de profundizar el cuáles desigualdades se justifican en las organizaciones. El
análisis de éste y otros supuestos. capítulo 9 plantea la cuestión de los supuestos básicos y .... i?
Y\ l,.(..~'" ; Este libro se funda en el principJo de que las personas muestr~ cómo analizar la relación entre tales supuestos y los
pueden discutir lo que ~be hacerse ,<:.n las organizaciones. En juicios de valor en la vida de la organización. También examina

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algunos supuestos sobre la vida y el funcionamiento de las or­
ganizaciones. Las alternativas desarrolladas permitirán al 2
(/¡jI lector examinar sus propios supuestos. En el capítulo 10 se COMO DESARROLLAR UNA PERSPECTIVA
retoman nuestros supuestos sobre la comunicación de las or­ ETICA
ganizaciones, dado que éstos determinarán que las personas
se comprometan o no en reflexiones éticas en el trabajo. El
capítulo 11 unifica gran parte de lo presentado en el libro,
primero describiendo algunas de las condiciones necesarias
para que la ética opere en las organizaciones, ya continuación
proporcionando algunos planes de capacitación en el proceso
de la reflexión ética. Las hojas de trabajo del capítulo 11, a las
que se hace mención en el libro, son útiles a medida que se Frente a una reducción del ingreso proyectado para el año siguiente. la
avanza en su lectura. También pueden utilizarse como mate­ dirección envió un memorando a los distintos Jefes de departamento para
rial para la formación de grupos. que recortaran sus gastos en un 20 por ciento. El memorando decía también
que los Jefes de departamento podrían decidir si incluir o no a su personal
en la decisión acerca del modo de realizar el recorte.
El Jefe del departamento financiero. Jill Wong. estudió los costos y
beneficios de incluir a todo el departamento. Por un lado pensó que sería
bueno para el departamento que la participación del personal elevara la
moral. Por otra parte. le costaría al departamento tiempo de trabajo y tal vez
incluso le impediría alcanzar sus metas. También era posible que el personal
desarrollara una alternativa inaceptable para la gerencia -un costo poten­
cial-. Jill consideró los costos y los beneficios de incluir al personal porque
su decisión dependía de que prevalecieran unos u otros.
En el departamento de recursos humanos. Ray Jones pensó en una
dirección diferente. Le pareció que otorgarle poder al personal elevaría la
calidad de su trabajo. Permitir que el personal participara también aumen­
taría la satisfacción en el trabajo y llevaría a que cada empleado se sintiera
"propietario" de la decisión . Sabía también que tenía una pauta de no
respetar o expresar su propio poder. Quizás en esa ocasión debería usarlo
en lugar de cederlo. Ray no consideró costos y beneficios. sino que evaluó el
efecto de la decisión sobre la autoestima y el enriquecimiento personales.

Si repasamos de qué modo Jill y Ray pensaron en sus elec­


ciones, resulta claro que Jill empleó una perspectiva económi­
ca y Ray una perspectiva psicológica. Los administradores de
otros departamentos podrían tener otras interpretaciones de
la situacióp. en función de sus respectivas perspectivas, que
r dependían de su capacitación, su subgrupo y su vida personal
y social.

32 33
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a que se para adoptar una cierta perspectiva. éste no garantiza que di­
nos presenten diversas perspectivas. Por ejemplo. durante la cha perspectiva realmente se asuma. Las palabras pueden
cobertura por los medios de comunicación del terremoto de quedar separadas de su visión original del mundo. y las perso­
Loma Prieta. en el Norte de California. en 1989. nos enteramos nas pueden emplearlas con libertad. Esto sucede de continuo.
de sus probables consecuencias políticas. económicas y psico­ La palabra interfase es un buen ejemplo. En un determinado
lógicas. El mismo acontecimiento fue interpretado de diferen­ momento. interfase se usaba primordialmente en informáti­
tes modos. desde puntos de vista diferentes. y cada interpre­ ca. pero ahora es frecuente decir que las personas se encuen­
tación aumentó nuestra comprensión de todas las consecuen­ tran en interfase ("en contacto") entre sí. Cuando las palabras
cias del desastre. Otra perspectiva. y la que nos interesa aquí, se desconectan de su contexto, se convierten fácilmente en
es la ética. Para emprender con éxito la reflexión ética necesi­ piezas extraviadas de jerga, que suenan como importantes
tamos visualizar las diversas dimensiones morales de la vida pero que no nos dicen mucho. ¿Sabe el lector qué hace la gente
de la organización. cuando está "en interfase" ? Olvidamos que las palabras no
Un rasgo distintivo de cada perspectiva es su lenguaje. sólo pertenecen a un pensamiento sino también a un mundo
Cuando uno empieza a usar un lenguaje particular. también (Gusdorf, 1965, págs. 42-43) porque lo articulan o formulan
empieza a seleccionar los aspectos de una situación que el de una manera particular. Lo ponen en perspectiva.
lenguaje nombra. Si hablamos como economistas. vemos las En realidad, las palabras tienen tanto un significado con- r .,.... .,7-') tAn,
cosas en términos económicos. Si hablamos como psicólogos. notativo como denotativo. El significado denotativo apela a
vemos las cosas psicológicamente. Además. el empleo de un una interpretación particular de las situaciones. Es la referen­
lenguaje particular nos lleva a formular el tipo de preguntas cia de la palabra al mundo. El significado connotativo perte­
que se pueden contestar en ese lenguaje. La pregunta "¿Cuá­ nece a la palabra en sí. Es el significado emotivo que la palabra
les son los costos y beneficios?" abre la posibilidad de respues­ evoca. El lenguaje ético, lamentablemente, parece particular­
tas económicas. La pregunta "¿Qué nivel de necesidades mente susceptible de perder su significado denotativo -su
satisfará esta política?" abre la posibilidad de respuestas referencia a acciones y actitudes particulares- y derivar ha­
psicológicas. cia el abuso de su significado connotativo -su significado
Las preguntas que una perspectiva ética nos alienta a motivacional-oRecientemente, por ejemplo. una empresa de
formular llevan a pensar en algunas cosas que otras perspec­ California le dio el título de "orientaciones éticas" a su antigua
tivas pasan por alto. Por ejemplo. la pregunta ética "¿Estoy lista de reglas y regulaciones para los empleados. Utilizar de
siendo responsable para con los otros?" puede sacar a luz las este modo el lenguaje ético es una especie de "magia verbal"
obligaciones que tenemos recíprocamente. El lenguaje de la que no significa nada. Los empleados sabían que nada había
responsabilidad. desde luego. representa sólo "Uña parte del cambiado en su mundo real de trabajo. Para que la ética sea ""
lenguaje de la ética. La disciplina de la ética trae consigo una eficaz en las organizaciones. y para impedir que la gente la
rica tradición y una gran variedad de enfoques para interpre­ explote en beneficio propio, es necesario conservar el camino
tar la conducta humana. Cada enfoque configura la situación del significado denotativo del lenguaje ético. Y lo hacemos
de"una manera especial. permitiéndonos ver cosas que proba­ aSUmiendo la perspectiva ética.
blemente no se vieron antes. Por ejemplo. el término responsable tiene un significado
Aunque es necesario hablar con un vocábulario particular connotativo positivo pero puede fácilmente convertirse en

34 \ 35
O) 1;A..f?~"" ~ ( t~""'? ¡,,(.. too t''¡Q ~ ,,,,(..1''''''' e ~ I !Ó ir-ir-,;"
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mera jerga si no revela también algo sobre el mundo real. miembros no crearon problemas-. mientras la segunda se re­
¿Cuál es el significado denotativo de la palabra responsabili­ fiere a que se promulgó legislación correcta? Incluso cuando
dad? ¿No revela un mundo de decisión humana. de personas comportarse bien tiene como consecuencia una conducta
y organizaciones con poder. de la capacidad para responder? moral. su significado denotativo se refiere más a adecuarse a
¿No presenta asimismo a las personas como actores a quienes las reglas que a usar el propio poder (aptitud) para dar una
preocupan las consecuencias que sus actos tienen para los respuesta apropiada. e ,,¡..-1)v. .11,."""
otros? Esa palabra revela un mundo particular y asume un El d~ffiñño' cónducta ha quedado asimismo enredado en la
modo particular de ver las cosas. una perspectiva ética. teoría del conductismo psicológico. y esta noción de conducta
La ética supone que las personas tienen libertad y poder está incluso más alejada de la responsabilidad ética (Nye,
para responder -esto es. responsabilidad y poder para con­ 1975). Según el conductismo, las personas no actúan sino que
siderar opiniones diferentes. analizar los puntos fuertes y sólo reaccionan. Su condicionamiento social determina su
débiles de las opciones y eligir sobre la base de los méritos de respuesta a los estímulos externos; para cambiar la respuesta
cada alternativa-o Estos supuestos proporcionan una pers­ basta con cambiar los estímulos. Por medio del refuerzo po­
pectiva de las situaciones y un modo de responder a las sitivo y negativo, se puede incluso conseguir que hagan lo
diversas partes involucradas. y pueden refinarse adicional­ correcto. Esa persona que "se porta bien" hace lo correcto a
mente examinando algunas de las principales características causa del condicionamiento previo y no por propia decisión.
<.
de una perspectiva ética de la conducta humana. Una pers­ En contraste con el conductismo (que supone que las perso­
pectiva ética se centra en la acción y no en la conducta. busca nas se comportan como lo hacen a causa de la pauta de sus
las razones que justifican actos en vez de explicar conductas reacciones) la ética supone que las personas actúan porque
. y reconoce la diferencia entre el "debe ser" y el "es". han decidido qué es lo correcto. En otras palabras, los actores
eligen no sólo sobre la base de su experiencia pasada, ni
siquiera sólo sobre la base de sus valores -también los con­
7.., LA ETIeA SE CENTRA EN LA ACCION y NO EN LA CONDUCTA ductistas hablan de valores-, sino porque en ese momento
particular se han decidido a favor de una posibilidad particu­
Sé que la ética se ha asociado con la buena conducta. pero lar en perjuicio de otra.
quiero demostrar que este énfasis traiciona el poder real de la El conductismo concuerda, en parte, con nuestra compren­
reflexión ética y que en realidad no pertenece a una perspec­ sión cotidiana de la conducta. Pensamos que una persona que
tiva ética de la conducta humana. La diferencia entre conduc­ se comporta bien es alguien que automáticamente hace lo co­
ta y acción puede ilustrarse con las diferencias de las dos rrecto gracias a su entrenamiento apropiado. Desde luego que
oraciones que siguen: en algunas situaciones, como en la de conducir un coche, es
esencial un entrenamiento apropiado. Necesitamos actuar
E~ Congreso se comportó bien. casi instintivamente, y tan predecible y rápidamente como un
El Congreso actuó bien. perro que responde a una campanilla. Pero cuando el lenguaje
ético se utiliza como una "campanilla" para suscitar ciertas
La primera oración. ¿no se refiere más a la etiqueta o. tal vez. conductas del empleado, la ética ha renunciado a su potencial
a una ética negativa de no hacer nadá incorrecto -los real en la promoción de la responsabilidad de la organización.

36 37
Cuando uno considera si debe aceptar la teoría conductis­ clón· l Una explicación demostrará qué es lo que causa esa
ta, de inmediato resulta aparente una inconsistencia: ¿cómo conducta. TalVez escuchemos algo sobre no saber organizar
preguntarse si uno acepta una teoría que niega la posibilidad el tiempo, la falta de atención adecuada para hijos pequeños,
de tales elecciones? Esta inconsistencia puede verse en la u otras causast..E stas explicaciones difieren tajantemente de
apelación de Gullett y Reisen a que los gerentes emprendan la la posible justificación de un empleado. Incluso aunque a ve­
modificación de la conducta: "Finalmente, necesitamos con­ ces utilizamos ertermino justificación con el sentido de racio­
vencernos del valor y la utilidad del enfoque operante para la nalización o incluso de excusa, su significado básico es total­
motivación. Ha demostrado su utilidad, pero sólo puede tener mente distinto. Justificar, según el Random House Dlctlonary
éxito si lo estudiamos, lo comprendemos y tenemos el coraje ofthe Engllsh Language (1971, pág. 776), es "mostrar que es
de aplicarlo" (1980, pág. 219). Las decisiones de estudiar y justo, correcto e irreprochable (un acto, un reclamo, un
comprender, y especialmente el coraje de aplicar, no pueden enunciado, etcétera)". Mientras que la explicación indica la
explicarse desde el conductismo. Estas inconsistencias apare­ causa de la acción, una justificación mostrará qué principios
cen siempre que las personas asumen respecto de los otros o valores utilizó el actor al realizar su elección. Si el empleado
una perspectiva distinta de aquella con la que se ven a sí que llega tarde intentara justificarse, lo haría con referencia a
mismas. normas particulares de conducta o principios -por ejemplo,
r,.dr'(?<""" •• Como se puede usar el lenguaje ~tic_o para controlar la que las obligaciones de padre o madre son más importantes
conducta presionando a otros a fin de que se sometan a reglas que el trabajo-.
éficas: o bien para otorgarles poder haciéndolos participar en Aunque el contraste entre explicación y justificación se
el proceso de la reflexión ética, es necesario que aprehenda­ aplica usualmente en la vida adulta, cuando buscamos las
mos completamente la perspectiva requerida para el análisis razones que hay detrás de la conducta de un niño, la distinción
ético. Para lograr la equivalencia necesaria entre lo que de­ se desdibuja. Así se podría explicar que un hijo deje a sus
cimos y lo que vemos, tenemos que desarrollar una perspec­ padres aduciendo las etapas del crecimiento, etcétera. Pero si
tiva de la conducta humana que suponga que las personas uno ve al hijo como eligiendo -y no meramente como desple­
hacen algo más que simplemente comportarse, y que también gando una conducta-, reconoce el poder de ese chico para
ponderan y actúan basándose en su mejor juicio. Al observar optar por una alternativa en perjuicio de otra. Las dos inter­
\ la conducta humana buscamos la acción responsable y no la pretaciones pueden ser válidas. En realidad son complemen­
conducta condicionada. Al preguntar por las razones de tal tarias; también son diferentes.
h') Nuestro sistema judicial proporciona otra ilustración inte­
acción, buscamos una justificación y no una explicación
(nuestro segundo refmamiento de la perspectiva ética). resante de esta distinción. Al defender a un sospechoso de
asesinato, su abogado tal vez trate de demostrar que el
acusado no eligió matar a la víctima sino que se vio impulsado
'$ LA ETICA JUSTIFICA LA ACCION EN LUGAR DE EXPLICAR LA CONDUCTA a hacerlo. Explicaciones psicológicas y sociológicas pueden
mostrar que el acusado no tuvo opción: simplemente los
Supongamos que alguien llega continuamente tarde al hechos sucedieron. En otras palabras, el acusado no es
trabajo y que le pedimos una razón. Se pueden recibir d~ ti­ responsable de su conducta (no tuvo aptitud para responder).
pos diferentes de respuestas: l~na explicac(ón (q. una justifica­ El uso de estas defensas, incluso cuando son convincentes

38 39
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(como a veces los son). no debe cegarnos ante el supuesto deben hacer. Si no podemos descubrir lo que debemos hacer
básico de nuestro sistema legal. a saber: las personas son
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re~onsables de su conducta. La justicia supone que tenemos
-'­ a partir de lo que es, ¿dónde lo encontraremos? Lo encontrare­
mos en nuestros 'Valores, creencias y principios; por ejemplo,
aptitudes parar espoñder. . los principios de la equidad y la dignidad humana. En lugar de
Las interpretaciones psicológicas y sociológicas de la mayor fundar nuestra decisión explicando lo que nos impulsó a to­
parte de nuestra conducta, como individuos y como grupos, marla o con referencia a lo que han hecho otros (ellos podrían
pueden ser muy persuasivas. En ·muchos casos descubrimos estar equivocados), nuestra base está constituida por prin­
que lo que pensamos haber elegido libremente, en gran medi­ cipios u otros criterios éticos que sirven como justificación.
da ha sido causado por nuestra primera etapa familiar o cul­ La distinción entre el "es" y el "debe ser" en muchos sentidos
tural. La elección siempre se produce dentro del denso contex­ es paralela a una distinción entre ética descriptiva y ética nor­
to de la totalidad de nuestra vida, que en su mayor parte no he­ mativa. [ba ética descriptiva expone cómo actúan las personas
mos elegido. Al mismo tiempo, también debemos decidir lo que y explica su aéclóñ-eñ los términos de los juicios de valor y de
haremos. Para justificar nuestras deCisiones en estos casos
los supuestos de e~as personas. ~ ética~~riptiva o norma­
vamos más allá de lo que ya hemos hecho, hacia lo que debe­
tiva estudia de que modo deben actuar las personas y analiza
mos hacer. Incluso dentro del contexto dado de nuestras vidas
los juicios de valor y los supuestos que justificarían esas
tenemos algunas opciones acerca de lo que debemos hacer.
acciones. Aunque la ética descriptiva nos aumenta la com­
prensión de nosotros mismos y de los otros, y por lo tanto de
LA ETICA RECONOCE LA DIFERENCIA ENTRE EL "DEBE SER" Y EL "ES" la conducta correcta, tenemos que elegir cómo debemos
actuar y determinar cómo podemos justificar tales elecciones.
La ética filosófica moderna se funda en el supuesto de que Estas se basan en nuestros juicios de valor y. en última
' mio no puede decidir qué debe hacer a partir de lo que es. instancia. en nuestros supuestos. Las diferencias entre la éti­
Quien toma una decisión así comete la "falacia naturalista" de ca descriptiva y la normativa son paralelas a las otras diferen­
suponer que algo debe ser por el solo hecho de que es. G. E. cias que hemos reseñado. como lo muestra la siguiente lista:
Moore discu te este punto con referencia a la ética evolucionis­
ta: "Estas doctrinas son las que sostienen que el curso de la Etica de$criptiva Etica normativa
'evolución', en tanto nos muestra la dirección en la que esta­ Lo que es Lo que debe ser
mos desarrollándonos, de tal modo y por esa razón, nos mues­ Explicación Justificación
tra la dirección en la que debemos desarrollarnos" ( [1903], Conducta Acción
1978, pág. 46). Este tipo de razonamiento cae en la falacia na­
turalista. En otras palabras, decir que la evolución es buena Estas columnas representan dos direcciones de la reflexión
implica el juicio de que debemos considerarla buena. En ética. Aunque la de la é,!!ca nOQIlativa sea la que se sigue con
realidad, permanentemente damos por sentada la distinción menos frecuencia, es la única ~ue tiene potencial para hacer
entre "es" y "debe ser". Sabemos que aunque todo el mundo posible la responsabilidad de- la ~orgaD.~ación. Pero la direc­
esté haciendo algo, esto no significa que sea lo correcto. Lo que ción normafivá sólo conduce a descubrir nuestros juicios de
las personas o las organizaciones hacen no nos dice lo que valor y no nuestros supuestos básicos. El ejemplo que sigue

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41
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ayudará a explicar la diferencia entre juicios de valor y única respuesta es que somos el tipo de seres que tienen - <-. -"":..
supuestos. capacidad para la responsabilidad moral, que esperan respon- . ~_
Rosalee Peterson decide continuar su educación haciendo sabilidad moral de los otros, que viven en una tradición de res­
un master. Sus razones son que las personas con título tienen ponsabilidad moral y que sin interrupciones han transmitido
mayores oportunidades de promoción en su empresa, y ella esa tradición de generación en generación. No se trata sólo de
aspira a poder ascender. La. primera razón describe una prác­ que debemos ser moralmente responsables sino de que,
tica corriente. No nos dice lo que Rosalee debe hacer, sino sólo fundamentalmente, lo somos. Pero lo que somos no se refiere
lo que está sucediendo. La segunda razón expresa indirecta­ a algo observado (por cierto observamos la conducta irrespon­
mente lo que Rosalee valora, que podríamos traducir como la sable) sino a lo que suponemos sobre la naturaleza de los sere,s _
creencia de que debe desarrollar su potencial o elevar su nivel humanos. En otras palabras, cuando investigamos la baSe )
de vida. Tales valores podrían justificar su decisión. Si inda­ final de nuestros "debe ser", hallamos nuestra comprensión de
gamos en esos valores nos movemos hacia los supuestos de la realidad, nuestros supuestos básicos sobre lo que es.
Rosalee. Ella supone ~igamos-- que las personas deben Nuestro"s supuestos básicos disuelven cualquier distinción
realizar su propio potencial porque "nacemos para convertir­ absoluta entre "es" y "debe ser" y complican la relación entre
nos en lo mejor que podemos ser". O bien, tal vez supone que lo uno y lo otro. En lugar de só!2J!~ conceptos -"es" y "debe
si uno no saca partido de las oportunidades cuando las tiene ser"- tenemos un tercero gu~los conecta: nuestros supues- )~<:'> - J
es posible que nunca se repitan. Esos supuestos indican sus tos básicos sobre la realidad. Después de todo, estos supues­
creencias sobre lo que es, en vez de sobre lo que debe ser. tos básicos proporcionan el sustento final de nuestra perspec- .. \.
También sirven como base para la decisión de Rosalee de tiva ética. Los supuestos básicos que establecen el marco ne­
seguir estudiando. Tales creencias expresan nuestros su­ cesario del análisis ético se basan en que las personas son I
puestos sobre la realidad, sobre lo que es. Introducen en
nuestra perspectiva la dimensión del "es", en un nivel que ya
age~~s_ moques y que las organizaciones son_ comu~idades / )
morales y agentes morales.
no es el de la observación.
Hay otro ejemplo de cómo operan nuestros supuestos sobre
la realidad en la reflexión ética. Algunas personas creen que LAS PERSONAS COMO AGENTES MORALES
los trabajadores tienen derecho a conocer las metas de su
empresa, porque esto acrecienta la aptitud de cada trabajador Los agentes morales son personas que pueden considerar
para controlar su propia vida. De modo que el derecho a cursos de acción alternativos y justificar su elección con
controlar la propia vida justifica esta postura. Si se analiza razones válidas. Adoptar una perspectiva ética respecto de
este principio, necesitamos una justificación adicional de otro -respecto de quienes trabajan con nosotros- significa
apoyo: ¿por qué los individuos y grupos tienen que controlar atribuirle este poder. La. otra implicación del poder de elegir es,
sus propias vidas? Podríamos decir que "porque ejercer el desde luego, la responsabilidad de la elección. A las personas
control aumenta la responsabilidad moral, y la responsabili­ se les pueden pedir cuentas por sus acciones. Tal vez algunos
dad moral es un aspecto necesario de la madurez humana". individuos no posean, o incluso hayan perdido, su poder de
Este enunciado se refiere a nuestra idea bá~ica del carácter de elección, y por lo tanto no se les pueda pedir cuentas. Por
una persona madura. ¿Cómo sabemos que es cierto? Nuestra

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42

ejemplo, la alegación de "capacidad disminuida" intenta Jill Y Ray también tendrán que considerar el efecto de su
demostrar que el acusado --en el momento de su acto-- no decisión en la comunidad moral de la organización.
podía diferenciar el bien del mal ni tenía la aptitud de elegir.
En tales casos se intenta demostrar, desde una perspectiva
ética, que esos individuos no deben ser considerados agentes LAS ORGANIZACIONES COMO COMUNIDADES MORALES
morales.
Tampoco atribuimos agencia moral a los recién nacidos o a A causa del uso amplio y a veces vago de la palabra comu­
los niños pequeños. Aunque en general tienen potencial para nidad, es preciso que utilicemos este término con cuidado.
convertirse en agentes morales, todavía carecen de capacidad Pocos libros de ética comercial empresaria o de la organización
para realizar juicios morales. Por ello tenemos tribunales de han hecho uso de él, aunque existen algunas excepciones
menores. No está del todo establecido en qué momento las (McCoy, 1985). Desde luego, nuestra preocupación no es
personas se convierten en agentes morales, y las cuestiones observar las organizaciones como comunidades, sino resolver
implícitas son muy complicadas. Tal vez tienen poder y se les si es realista suponer que son comunidades a pesar de algunas
podrían pedir cuentas a una edad temprana en algunas situa­ contradicciones. La reticencia a utilizar el término comunidad
ciones, pero no en otras. Tratar a niños muy pequeños como puede provenir del anonimato que existe en las grandes
si fueran moralmente competentes es sin duda erróneo. corporaciones. Si son comunidades, se trata de "comunidades
Algunas actividades humanas simplemente no deben inter­ de extraños". Es simplemente imposible que miles de miem­
pretarse moral o éticamente --esto es, en los términos de lo bros de la organización se conozcan entre sí, lo que parece una
correcto y lo erróneo, o del bien y el mal-o Como a nosotros nos característica principal de .cualquier comunidad real. Pero la
interesa primordialmente la práctica de la ética en las organi­ necesidad de conocimiento recíproco puede no ser el mejor
zacionesadultas, podemos dar por sentada la agencia moral criterio para determinar la presencia de una comunidad. En'-(
hasta que nos sorprenda su ausencia. todo caso, si vamos a interpretar las organizaciones como co­
De modo que nuestro primer supuesto básico es que los munidades, necesitaremos justificar la noción de una,.:sQmu­
miembros de las organizaciones -=-nu estros cclabor~dores­ nid~ública" en la que las personas son extrañas entre sí, eñ
son ~!,~s mo~ales . En contraste con una perspectiva con­ el sentido de no saber mucho sobre sus respectivas vidas
ductista, que podría tratar de manipular la conducta de otros privadas, pero al mismo tiempo pueden reconocer que el
por medio de sistemas de recompensa y castigo, o por medio bienestar de cada una está ligado al bienestar de la organiza­
de técnicas modernas de modificación de la conducta, una ción como un todo. En otras palabras, la comunidad es una
perspectiva ética considera que los otros son individuos con cierta forma de solidaridad.
poder y voluntad propios. Si Jill Y Ray aplicáraii u na perspec­ En contraste con la cultura de masas, compuesta por indi- /
tiva ética, ¿cree el lector que elegirían incluir a sus colabora­ Viduos aislados y anónimos, una cultura comunal se basa en
dores en la resolución del problema de cómo abordar el recorte el interjuego de los intereses individuales y comunales. En una
presupuestario? Desde una perspectiva ética, la percepción de comunidad uno encuentra interdependencia entre la madurez
la capacidad moral del personal--de su poder y libertad para comunal y la madurez individual. Desde luego, vivimos en di­
elegir lo que es correcto hacer- bien puede significar que ferentes comunidades, entre las que se cuentan la familia, el
elegirán incluir a los colaboradores. r vecindario y las comunidades religiosas, y ellas tienen distin­

44 45
tos significados para nosotros. Aunque a veces se ha conside­ sar en los vínculos o relaciones que unen a los miembros. El
rado el lugar de trabajo como sustituto de la comunidad más tipo Yla estructura de esos vínculos, desde luego, pueden, dife­
tradicional, para considerar a la organización una familia hay rir en comunidades distintas, y los miembros pueden estar,
que forzar la imaginación --sobre todo si se trata de una gran unidos como aliados o como adversarios. Comunidad no
organización-o Al mismo tiempo, como las organizaciones son significa ausencia de conflicto, sino conflicto entre miembros.
redes de interacción humana, pueden considerarse un tipo de Incluso en conflicto, todo lo que mantiene unida a lacomuni- 7
comunidad entre otros. Esperamos diferentes cosas de esas dad sirVe de fundamento para su carácter moral. y{ cuestión
comunidades, pero en todas ellas las dinámicas del autodesa­ no es si una organización es una comunidad mOltal, sino de
rrollo y el desarrollo comunitario son interdependientes. Aun­ qué tipo de comunidad moral se trata. j ,
que de diferentes modos en las distintas comunidades, "en
gran medida estamos conformados por las comunidades de
las que formamos parte, y por medio de nuestras acciones, que LAS ORGANIZACIONES COMO AGENTES MORALES
dan forma a nuestras comunidades, influimos en nuestro de­
sarrollo y en el desarrollo de los otros" (Kammer, 1988, Considerar las organizaciones, y especialmente las corpo­
pág. 141). raciones empresarias, como agentes morales supone que son
Algunos estarían de acuerdo con la idea de una comunidad responsables de sus actos. ¿Es éste un supuesto plausible?
de trabajadores y una comunidad de gerentes o propietarios, Quizá sea más adecuado emplear una perspectiva conductis­
pero no con la de una comunidad de la corporación. Esta tao Algunos prefieren creer que, como los animales o los niños
posición pasaría por alto la interdependencia <;le esos dos pequeños, las empresas se limitan a reaccionar a los estímulos
grupos. Solidarid~d no significa falta de conflicto o desacuer­ externos -por ejemplo, la opinión pública, las condiciones del
do, sino una unidad prevaleciente que mantiene la unidad mercado y los gustos del consumidor-, y que realmente no
frente a conflictos y desacuerdos. La historia de la industria­ consideran lo que es correcto o erróneo. Sin embargo, esto es
lización revela épocas en las que los gerentes y los trabajadores más una interpretación de lo que hacen algunas empresas que
no compartieron ninguna unidad de ese tipo, pero ¿debemos una interpretación de lo que deben hacer. Para pensar sobre
interpretar que ése es el estado normal de las cosas, o la lo que deben hacer, necesitamos comprender lo que significa
ruptura de la comunidad básica de la organización? Como llamarlas agentes morales. Como ya hemos dicho, la agencia
sostendré en el capítulo 8, cuando examine la justicia y los moral implica la aptitud de considerar cursos de acclón
derechos, los derechos humanos en última instancia pertene­ alt~rñativos, elegir uno y no otro, y justificar la décisión
cen a todos los miembros de la comunidad humana, y la apelando a normas apropiadas de conducta. ¿Pueden las
justicia de esta comunidad determina que las personas disfru­ organizaciones hacer esto? Este interrogante ha suscitado
ten o no de los derechos que les corresponden. En este punto, considerables debates, y examinar algunas de esas discusio­
el análisis ético está exponiendo los supuestos básicos que nes nos permite descubrir lo que significa hablar de las
hacen humana la vida humana. organizaciones como agentes morales.
Llamar a una organización "comunidad moral" nos permite Consideremos la tragedia del derrame de petróleo del
reconocer la significación moral de la interacción y de las re­ Valdez eI.1 1989, en Alaska, para ayudarnos a comprender las
laciones humanas dentro de las organizaci6nes. Lleva a pen­ diferentes posiciones sobre la agencia moral. Según una

46
47

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posiciono sólo los individuos. o primordialmente los indivi­ cómo pudo ser responsable necesitamos examinar cómo se
duos. son responsables de sus actos. Manuel Velásquez. por toman las decisiones corporativas.
ejemplo. sostiene que sólo los individuos toman realmente de­ Al describir el proceso de toma de decisiones en las corpo­
cisiones y actúan. Piensa que llamar a sus actos "actos corpo­ raciones, Peter French sostiene que debemos atribuirles agen­
rativos" es sólo una convención lingüística (1988, pág. 21). Por cia m oral. En su Collective and Corporate Responsability,
otro lado, es cierto que las corporaciones son "ficciones French inicia su explicación trazando una distinción entre
legales", 10 que significa que su status legal depende de la ley muc.!!.e dul!lbres y cO!por~i.?nes (1984, pág. 19). Las prime­
y no de su existencia real. En cierto sentido, las corporaciones ras, afirma, son simplemente agregados de individuos, mien­
sólo existen a gusto y placer de los gobiernos que les aseguran tras que las corporaciones son sistemas para la toma de
su status. El pueblo, por medio de su gobierno representativo, decisiones que les confieren las características de una perso­
siempre puede disolverlas. Como se demostrará en el capítulo na m oral. French utiliza el término persona como unareferen­
8, aunque las corporaciones tengan algunos de los derechos cia a nosotros mismos, no en tanto seres humanos sino como
legales o civiles de los seres humanos, no comparten los actores intencionales. Desde esta perspectiva, la palabra per­
mismos derechos humanos. Por lo tanto, tiene sentido distin­ sona denota intencionalidad y racionalidad. De modo que para
guir entre seres humanos y corporaciones. tratar a una corporación como Persona moral tenemos que
En el caso del Valdez fueron responsables muchos indivi­ poder describir 10 que la corporación hace como "querido por
duos. Los directamente involucrados tuvieron alguna respon­ la corporación misma" (1984, pág. 39). French explica que la
sabilidad. Parece que el capitán del barco actuó irresponsable­ "estructura de Decisión Interna Corporativa (PIC)" le da
mente al beber, lo mismo que algunos miembros de la tripu­ intenciones a la organización. Los tres elementos de la estruc­
lación al tolerar su conducta, y que quienes tenían informes tura DIC son el diagrama de flujo u org~igrama, las reglas de
sobre su comportamiento pasado le permitieron seguir en el procedimiento y las políticas corporativas. Cuando las decisio­
cargo. Podríamos preguntarnos si fueron responsables l~ nes sé- procesan por medio de esas estructuras, se convierten
personas que le vendieron alcohol a la tripulación. Esas per­ en decisiones corporativas. "Simplemente, cuando el acto de
sonas tenían otras opciones y eran responsables de su elec­ la corporación consiste en una instanciación o instrumenta­
ción. La gerencia de la corporación también tuvo opciones. ción de la política corporativa establecida, debe describirse
Podría haber desarrollado e instrumentado políticas · que como realizado por razones corporativas, como causado por
un deseo corporativo en función de una creencia corporativa
crearan una fuerza de trabajo más responsable. Podría haber
y a SÍ, en otras palabras, como intencional de la corporación"
decidido usar petroleros reforzados que resistieran el golpe
(1 984, pág. 44).
que sufrió el buque siniestrado. Podría haber decidido que se
Mientras French interpreta las corporaciones como posee­
operara sólo con el equipo de emergencia perfectamente
d oras de intenciones, y por lo tanto de agencia moral, Velás­
emplazado. De modo que los individuos fueron sin duda quez sostiene que sólo las personas humanas tienen intencio­
responsables. Pero si sólo fueron responsables los individuos, nes. Para Velásquez (1983) las intenciones tienen que ver con
¿por qué no se les exigió a ellos que se encargaran de la los movimientos mentales y corporales, y puesto que las
descontaminación? Puesto que ésta se le reclamó a la Exxon, corporaciones no tienen un cuerpo humano no pueden tener
tal vez la corporación haya sido responsable t'a mbién. Para ver intenciones. Quizá podamos resolver esta diferencia trazando

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48
( 49
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una distinción entre motivo e intención. El motivo sería la "mo­ querimientos de seguridad se desarrollaron por medio de las
tivación" de una persona, o sus más subjetivas razones para estructuras corporativas para la toma de decisiones y respon­
actuar. La intención se refleja en la elección de un acto en par­ dían a razones corporativas. Podemos decir que en este sen­
ticular. Por ejemplo, yo puedo estar motivado por la calidad y tido tanto los individuos como las corporaciones pueden verse
hablarle a un colaborador sobre su trabajo mediocre. También como agentes morales. Algunas de estas decisiones -por
podría motivarme la cólera. Pero esta motivación difiere de lo ejemplo, la de usar sólo petroleros seguros- deben tomar en
que quiero hacer: hablarle a mi colaborador. También podría cuenta el problema de la competencia internacional y por lo
expresar mi preocupación hablándole al supervisor. Si esta tanto requieren un enfoque sistémico, que examinaremos en
distinción es válida, podríamos decir que las corporaciones no el capítulo 7. Como veremos, los participantes de sistemas son
tienen motivos pero sí tienen intenciones, como afirma también responsables de sus diseños. La Exxon resultaría asi­
French. mismo condenada por la rf::gla de la "responsabilidad estricta"
Sin embargo, llamar a una corporación persona moral pare­ [strict liability) según la · ~ual, sea quien fuere el culpable, el
ce extraño. La persona era originalmente la máscara que lle­ actor debe reparar el daño, más o menos como cuando uno
vaban los actores en el teatro griego; quizá se emplee ese tér­ pide prestado un automóvil. El dueño espera que se lo
mino para "enmascarar" cualquier proceso de toma de decisio­ devolvamos en el mismo estado. De manera análoga, las
nes. Pero generalmente usamos la palabra con el sentido de comunidades pueden esperar que cuando las corporaciones
"personal", denotando la subjetividad de la existencia huma­ "toman prestados" recursos naturales para sus negocios se
na. Las corporaciones no poseen este tipo de subjetividad. Co­ asegurarán de restituir a esos recursos su condición previa.
mo dice Velásquez, las corporaciones no experimentan placer En tales casos, las corporaciones son responsables incluso del
o dolor (1988, pág. 20). De modo que cuando decimos que son daño accidental porque han elegido asumir el riesgo. Esa
personas morales no aplicamos el término con su uso normal. elección las hace responsables.
Una mejor expresión sería, simplemente, agente moral o agen­ Después de haber reconocido que tanto los individuos como
cia moral. Charles McCoy, por ejemplo, usa "agencia moral" en las corporaciones son agentes morales, debemos saber cómo
su análisis de la toma de decisiones corporativas: "La agencia están relacionados entre sí. Larry May piensa que debemos ver
moral corporativa no consiste en la adhesión a una lista de a los individuos actuando "vicariamente" por la organización.
normas ideales. Se refiere al proceso de elegir ciertas metas en "J\ctuE-'vi2~i~eI\te' significa que una persona actúa en
lugar de otras, seleccionar medios para alcanzarlas, esta­ nombre de otra, o la inversa, que una entidad actúa a través
blecer normas para la ejecución, orientar la instrumentación de una persona cuya acción es entonces interpretada como
y evaluar los resultados" (1985, pág. 72l. Afirmando la agen­ acción de la entidad" (1987, pág. 51 l. La noción de acción
cia moral de las organizaciones podemos atribuirles las mis­ vicaria nos impide olvidar que las corporaciones no pueden
mas características que a los agentes morales humanos: po­ actuar por sí mismas. Si nadie se presenta a trabajar, la orga­
der para elegir y responsabilidad de las elecciones realizadas. nización no puede actuar. Creo que la mayoría de las personas
~r Volviendo al caso del VJ!Jdez, la noción de agencia moral cor­ estará de acuerdo con la opinión de Mayen cuanto a que una
~ Qt o!.porativa nos ayuda a comprender por qué la Exxon es también organización "no es una entidad específica que actúa sino un
responsable. Las políticas de la Exxon sobréla- responsabili­ proceso a través del cual se producen acciones" (1987, pág.
dad de los empleados, el tipo de barcos quése usaron y los re­ 43). Durante ese proceso, a veces los individuos deciden

(
50 51 .... J
Ac. {i/~t< , /t (pf.l/:;¡vr tI/U
realizár actos que también habrían elegido para ellos mismos;
en otros casos apoyan decisiones que ellos no habrían toma­ 3
do, pero que son las mejores para la corporación. Esos DESCUBRIENDO LA DECISION CORRECTA
individuos justificarán su decisión con el objetivo y las normas
de conducta de la corporación, y no con los suyos propios. Lo
que es bueno para la corporación, así como lo que es bueno
'- A~/V' ~ ? VA' 1
para ellos como individuos, finalmente quedará determinado
por sus elecciones. Puesto que todo el proceso se caracteriza
por elecciones que comprenden el objetivo y las políticas de la
corporación, el diseño del proceso y la selección de los parti­
cipantes, la corporación puede considerarse un agente moral.
Para explorar qué elecciones tiene una organización cuando se Nuestras reflexiones siguen la dirección de nuestras pre­
enfrenta con una cuestión en particular, se puede utilizar el guntas.La reflexiÓn étTcase 'iniCia cuando exiUñfñañibs una
test propuesto en la Muestra 2 del capítulo 11 , que pregunta pólítica o una propuesta de acción. Sigue el camino abierto por
por la decisión, las opciones y las razones para la selección de interrogantes como: "¿Qué debemos hacer?","¿qué es lo que
una opción. sabemos?","¿qué significa?", "¿por qué significa eso?". Cuan­
El proceso para realizar tal elección merece todos los do afrontamos decisiones, no siempre formulamos esas pre­
recursos que pueden reunirse para asegurar que sea la guntas. A veces simplemente actuamos, y nuestra acción
correcta. Este proceso puede sacar partido de la reflexión ética cuenta como decisión. Otras Veces, incluso aunque reconoce­
porque, como veremos en el capítulo siguiente, el proceso de mos posibles cursos de acción diferentes, elegimos sin dar las
la reflexión ética aumenta los recursos para tomar decisiones razones de nuestra opción. Si otros disienten, lo hacen en
sobre lo que se debe hacer. El proceso de la reflexión ética sUencio. Pero en algunos casos no sólo enfrentamos elecciones
depende de que las personas adopten una perspectiva ética de alternativas, sino que las personas también presentan versio­
la acción y de las organizaciones humanas. Sin esa perspec­ nes diferentes de lo que está sucediendo y lo evalúan de
tiva, la reflexión ética puede perder su propia integridad con distinto modo. En hiles casos, antes de que un grupo pueda
demasiada facilidad y convertirse en un instrumento de llegar a una decisión, tiene que analizar esas diferencias. El
innumerables propósitos. proceso de la reflexión ética se refiere a este tipo de análisis.
Suponga el lector que es miembro de un grupo que afronta
una decisión sobre lo que ese grupo tiene que hacer. Tal vez
tenga una idea, pero el grupo no ha llegado todavía a un
consenso, ni siquiera ha discutido todas las opciones. El lector
no sabe siquiera si todos tienen la misma información o una
noción similar de la importancia de lo que sucede. Lo mejor
que puede imaginar, sin embargo, es que las personas tengan
diferentes ideas sobre lo que se debe hacer. Dada esta situa­
/' ción, y suponiendo que existan condiciones adecuadas para la

52 53

discusión abierta, se pueden dar varios pasos para comprome­


quienes no los comparten probablemente no quedarán con­
ter al grupo en una conversación sobre qué hacer.
vencidos. Si, en cambio, justifico esos sentimientos hablando
El..er,tmer paso consiste en reunir los recursos pertinentes
de la relación adecuada entre el trabajo y la vida familiar, o de
para tomar la decisión. Por recursos enténaemos los medios
los b eneficios de tales programas para todos los interesados,
que tienen los grupos para descubrir la decisión correcta. En­
es posible que los otros sigan pensando que mis sentimientos
tre ellos se cuentan,~ primer lugar, las pr~p~:~~as políticas no son valederos, pero concuerden en que hay que hacer los
de los participantest-sus datos u observaciones, que a su vez
cambios. En otras palabras, necesitamos dar razones que
implican (también como recursos ) l!.o~)Uicios de valor y los
otros puedan investigar y sobre las que puedan reflexionar.
l !upuestos básicos. Una vez iniciada la discusión, los partici­
Las cuatro preguntas de la reflexión ética generarán los
pantes descubren un quinto recurso: las opiniones opuestas.
Ya identificados estos ciñC'o recursos, el grupo-puede dar el
paso siguiente: evaluarlos y utilizarlos para analizar los pun­
tos fuertes y débiles de los diferentes cursos de acción. A
siguientes recursos:

Pregunta
¿Qué debemos hacer?
Recurso
Las propuestas políticas
-.¿
medida que los grupos desarrollan sus aptitudes para hacer
de la gente.
uso de esos recursos, también generan otro recurso significa­
tivo: los medios para emprender la reflexión ética.
¿Qué sabemos?
Sus observaciones. ('
¿Qué significa?
Sus juicios de valor. )
¿Por qué significa eso?
Sus supuestos básicos.
CINCO RECURSOS PARA LA TOMA DE DECISIONES
Es tos cuatro recursos -propuestas, observaciones, juicios
Para tomar ·una decisión conjunta se necesitan recursos de valor y supuestos básicos- pertenecen por igual al proceso
diferentes de los que usaríamos para nuestras decisiones in­ de la toma de decisiones, aunque no siempre los diferenciamos
dividuales. Cuando tomamos decisiones individuales pode­ tan nítidamente en nuestro trabajo cotidiano. El quinto recur­
mos confiar en la intuición, la experiencia, los sentimientos o so, las opiniones opuestas, ofrece otra visión de la selección y
la autoridad externa. Cuando los otros miembros de un grupo el uso adecuados de los cuatro anteriores. Para vis u alizar los
tienen intuiciones, experiencias, sentimientos y autoridades pasos del uso de los recursos en la toma de decisiones
diferentes, esos recursos, más que promover el proceso de la podemos ubicarlos en un diamante de la toma de decisiones,
toma de decisiones, suelen confundir. Si Greg objeta: "Yo no como se muestra en la Figura l .
puedo hacer eso porque no me parece bien"; y Tim responde: Partimos de la base (B). Alguien nos hace una pregunta
"Pero yo me siento muy bien con ello", no queda mucho por política, como por ejemplo: "¿Debemos recortar nuestro pro­
decir. Aunque los sentimientos nos proporcionan claves grama de asistencia a los empleados?". Nosotros proponemos
importantes sobre los problemas, pocas veces llevan a discu­ un curso de acción y vemos si todos están de acuerdo. Si lo
siones productivas con personas que verbalizan sentimientos hacen, simplemente actuamos. Si no lo hacen, debemos hallar
diferentes. Por ejemplo, tal vez yo sienta con mucha intensidad los desacuerdos. Pasamos al primer vértice, el de las observa­
que las corporaciones deben proveer atención para los hijos de ciones. Tal vez alguien informe que sólo el 5 por ciento de los
las empleadas, pero si me limito a expresaf mis sentimientos, empleados usaron el programa. Otro quizá describa cómo el

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55

otros tal vez crean que todos pertenecemos a la misma familia.


Figura 1
Si podemos coincidir acerca de los supuestos que inciden en
la cuestión. .estamos en condiciones de volver a la base.
El recorrido por los vértices puede habernos hecho cambiar
Propuestas de opinión o haber generado otras propuestas políticas. Las di­
ferenciasen cualquier vértice pueden detener nuestra carrera.
En todo caso. circular por el diamante permite. por lo menos.
descubrir los recursos disponibles para la toma de decisiones.
Incluso. aunque con algunas personas sea imposible "ganar el
Observaciones Supuestos primer vértice". conocer los recursos para "volver a la base"
puede ayudarnos a tomar una mejor decisión. Puesto que es
fácil confundir estos recursos porque por lo general los em­
pleamos conjuntamente. necesitamos identificarlos y desa­
rrollar criterios para evaluarlos.
Juicios de valor ~
Las propuestas políticas. Son respuestas a preguntas sobre
lo que debemos hacer. A veces olvidamos este hecho y las
programa ayudó a un empleado a superar un problema de tratamos como enunciados aislados o. lo que es incluso peor.
drogas. Un tercero podría tener el dato de cuánto cuesta por como respuestas a preguntas distintas de las que quien habla
empleado. Es posible que. en lugar de disentir. simplemente tiene en mente. La propuesta de recortar los programas de
recojamos información distinta. Sacar a luz esas diferencias y asistencia a los empleados. ¿responde a una pregunta sobre
abarcarlas no puede sino aumentar nuestra comprensión de cómo equillbrar el presupuesto o a una pregunta sobre los
la situación total. beneficios apropiados para los empleados? Si se trata de la
Si concordamos sobre las observaciones pertinentes para primera pregunta. querremos considerar una variedad de
responder a nuestra pregunta podemos pasar al segundo modos de equilibrar el presupuesto. Si se trata de la segunda.
vértice. el de los juicios de valor. Tal vez algunos sostengan que querremos analizar todos los beneficios. Para concordar con
la organización tiene la obligación de ayudar a los empleados. una polític:.~ ~ d}~~ntir de ella. cte~eIt10s saber a_qué pregu nta
Otros quizá se detengan en la relación entre beneficios y responae: Asimismo. iniciando conscientemente nuestras
costos. o señalen que promover la salud es congruente con las refIeXioñe s críticas con preguntas sobre lo que debe hacerse.
metas generales de la organización. Estos diferentes juicios de nos aseguramos de que todos trabajen con la misma cuestión.
valor también enriquecen la discusión. Incluso los desacuer­ Incluso cuando entramos en discusiones sobre los juicios de
dos ayudan a los miembros del grupo a comprender los puntos valor y los supuestos. podemos dirigirlas manteniéndolas
fuertes y débiles de sus posiciones. Al empezar a examinar los centradas en la pregunta principal.
respectivos valores. naturalmente se pasa al tercer vértice. el Para ~valuar las propuestas tenemos que examinar las ra­
de los supuestos. Allí algunos podrían sostener que las zones que las sustentan. Hay que hacer una pregunta simple
personas sólo se vuelven fuertes si se las dej~ solas. mientras y . sin embargo. fundamental en la reflexión ética: "¿Por qué?".

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56

Si préguntamos por qué alguien cree que debemos adoptar entre un.E,lunciado descriptivo de lo que sucedió y un e~­
una cierta política, apelará inevitablemente a observaciones, ~ (fvalnatlvo de 10 q.ue stgnlflca~ Si digo que estoy saturado
juicios de valor o supuestos para respaldar su conclusión. de t rabajo, formulo un enunciado evaluativo. Si digo que debo
Examinando estos refuerzos podemos descubrir las bases de terminar dos informes antes del fin de semana, simplemente
la propuesta y evaluar mejor sus puntos fuertes y débiles. describo. Los otros pueden disentir del enunciado evaluativo
Roger Fisher y William Ury dicen algo análogo en su Getting to y sin embargo concordar con el descriptivo.
Ves: "No hay que iniciar negociaciones partiendo de las posi­ La característica clave de los enunciados descriptivos u ob­
ciones que las personas adoptan, sino de los intereses (obser­ servaciones es que se pueaen verificar.- Tiatar a los trabaja­
vaciones y juicios de valor) que las llevan a asumirlas (1987, dores con respetoé1ev~ ta moraI'7 por ejemplo, es una obser­
págs. 41 y siguientes)". Para investigar diferentes propuestas vación porque puede comprobarse. Podemos comparar dife­
políticas tenemos que pasar, desde la postura de juzgar qué rentes lugares de trabajo y ver si existe una correlación alta
política tiene el mayor mérito, a la indagación de los antece­ entre el tratamiento que se da a los trabajadores y su moral.
dentes y el trasfondo. Una postura de indagación no sólo le Sin embargo, si decimos que deberrws tratar a los trabajado­
permite al grupo mantener opiniones opuestas, sino que res con respeto, no podemos investigar si ello es cierto o no,
también salva la conversación de quedar detenida en dilemas porque depende de nuestros juicios de valor. Algunos enun­
("o esto o aquello"). El lenguaje moral nos introduce en tales ciados parecen caer en algún punto intermedio entre las
dilemas con demasiada facilidad porque tiende a considerar observaciones y los juicios de valor. Si se dice que las personas
las propuestas como correctas o incorrectas. Pero en muchos quieren ser tratadas con respeto, podemos tomar ese enuncia­
escenarios organizacionales podríamos encontrar más de dos do como una generalización de; observaciones o como una
alternativas. Para descubrirlas debemos centrarnos én la creencia. Siempre se pueden pedir pruebas para tener la se­
cuestión original y ver qué otras propuestas podemos desarro­ guridad de que los enunciados son descriptivos, y las pruebas
_llar, en lugar de limitarnos a defender las nuestras. Cuando pueden resolver la mayor parte de estos desacuerdos. ~ e,
todo el grupo indaga las diferentes propuestas puede descu­ ~esacuerdos sobre observaciones generalmente se producen r;
brir con qué respaldo cuenta, realmente, cada una de ellas. or ue las ersonas tienen info mación diferente o asi nan u ~
eso diferente a a información que se comparte. Estos son los I

1 Las observaciones. El modo en el que responden a la pre­ m ás fáciles de resolver. Si no contamos con información e
gunta sobre lo que debemos hacer depende mucho de los cam­ ::;uficiente investigamos mas; si nuestra ipformación no es ~
bios en nuestro ambiente y de nuestras respuestas a esos fiable hay que ponerla a prueba. IJ
cambios. Los gerentes, por ejemplo, podrían abogar por una A veces no se puede obtener suficiente información como ~
mayor atención a los niños (porque hay más empleadas que la para cambiar la opinión de alguien, o bien es imposible de
necesitan), o por una mayor participación de la corporación en verificar, de modo que el desacuerdo subsiste. Pero en muchos
la comunidad (porque en esta última han aumentado las ne­ casos las personas pueden concordar acerca de una acción o
ceSidades). Desde luego, nuestra descripción de esos cambios política que proporciona el mejor curso de acción a la luz de lo
nunca es totalmente objetiva. Siempre interpretamos las que saben. Pocas veces tenemos todos los hechos, de modo
situaciones desde una perspectiva particular y por una razón. que con la información disponible tomamos la mejor decisión
Sin embargo, en la mayoría de los casos pódemos distinguir a nuestro alcance. Por lo general decidimos basándonos en

58 59
información suficiente, pero no total. Si un grupo no puede Los diferentes factores nos permiten comparar y contrastar
llegar a un acuerdo después de haber repasado la información las distintas tareas, pero no establecer la valía del trabajo.
y puesto a prueba su exactitud, el desacuerdo probablemente Algunos pensarán que los salarios deben basarse en la equi­
tiene su origen en diferentes valores o diferentes supuestos. dad interna. Otros dirán que tiene que determinarlos el
mercado. En los dos casos hay implícita una norma para

l LosJuicios de valor. Durante la Guerra de Vietnam, el pre­


sidente Johnson acusó a sus adversarios de oponerse a la
política norteamericana sin contar con información "adecua­
determinar qué hacer: un juicio de valor. La categoría de los
Juicios de valor puede referirse a una variedad de normas que
aplicamos al tomar decisiones: valores como la integridad y la
da" para hacerlo. Si ellos supieran lo que sabía él-informa­ riqueza, principios éticos o normas morales como el del mayor
ción confidencial, por supuesto- respaldarían el esfuerzo del bien para el mayor número, y las diferentes formas de la
país. John Bennett, entonces presidente del Union Theological Justicia. En los capítulos 5 y 8 consideraremos esos diferentes
Seminary, respondió que el desacuerdo básico no se refería a tipos de juicios de valor. Sean cuales fueren nuestros juicios
la información sino a la interpretación. En otras palabras, el de valor, al investigar cómo los usamos llegamos al cuarto
desacuerdo residía más en las creencias y en los valores que recurso implícito en la toma de decisiones: nuestros supues­
en las observaciones. tos.

~
Nuestros valores determinan el mérito de las cos<!§. Tam­
bién influyen en la selección y formulación de los hechos. No Los supuestos. Nuestros supuestos son las creencias que
hay ninguna observación totalmente exenta de valores. Cuan­ damos por sentadas. En cierto sentido, constituyen aquello en
do empezamos a examinar nuestros valores, también acrecen­ lo qu~ tenemos fe, aquello con lo que contamos. Por lo general
tamos nuestra aptitud para analizar la profundidad de nues­ tomamos conciencia de nuestros supuestos básicos sólo
tras observaciones. Al mismo tiempo, podemos trazar una cuando algo los contradice. En el pasado, muchos empleados
distinción entre el interrogante informacional sobre lo que ha suponían que el buen desempeño significaba estabilidad en
sucedido y el interrogante valorativo sobre lo que aquello los puestos de trabajo. Los recientes cierres y fusiones de
significa. Las personas suelen concordar acerca de los hechos plantas fabriles les han llevado a pensar que fueron ingenuos.
y disentir sobre su significado porque se basan en diferentes y efectivamente lo fueron, pero sólo en el sentido de que los
valores para sopesarlos. supuestos básicos son usualmente ingenuos mientras nada
La vida de la OI:ganización está saturada de valores. Al de­ determine que los analicemos o cuestionemos, aunque influ­
sarrollar una escala salarial, por ejemplo, debemos conocer yen mucho en nuestras decisiones.
tanto el valor de los diversos aspectos de diferentes tareas El desacuerdo sobre los supuestos puede ser lo más dificil
como los criterios para establecer las retribuciones. Para lo de resolver, porque indica diferentes orientaciones hacia uno
primero tenemos que diferenciar las tareas basándonos en el mismo, los otros y el mundo. Los supuestos surgen de la
grado de responsabilidad, nivel de aptitud, nivel educativo, experiencia, la educación y las reflexiones personales. Aunque
oportunidades de capacitación, etcétera. Estos factores cons­ adoptamos muchos, no todos son igualmente pertinentes
tituyen algunos de los valores de la organización. También para cualquier problema o cuestión ética. Si dejamos la inves­
determinan qué hechos buscará la gente y de cuáles prescin­ tigación de los supuestos para el final del proceso de la
dirá.

61

60
''-"'' 1". " ""S ~CI-~-

reflexión ética, el trabajo que hagamos con las observaciones ilDpedirlo , la mayoría de los individuos, y !odas las orgauÍza­
y los juicios de valor nos ayudará a comprender qué supuestos :tones, necesitan socios críticos, gue ayuden a poner a prueba

tienen que examinarse. Desde luego, a veces no tendremos que '¡;;u estra solución sigue sien~ficientemente buena o si

examinarlos, en especial si nuestra reflexión sobre las obser­ existe una alternativa mejor. '!lna opinión opuesta-la opo,¡Si­

vaciones y los juicios de valor clarifica tanto las cuestiones que ciÓ ~al- nos procura oportunid~s para encontrar solu do­
estamos de acuerdo sobre lo que hay que hacer. nes innovadoras a los problemas contemporáneos. ') e 'O /c ¿, '"¡
~Tener conciencia de estos cinco diferentes tipos de recursos

q Las opiniones opuestas. Normalmente los grupos empren­


den la reflexión ética porque no se ponen de acuerdo sobre lo
no sólo aumenta la posibilidad d~ que se descubra la mejor
deci§iÓn; también exclü§C'nluéhas formaS de comunicación
que debe hacerse. En muchos casos la discusión empieza con coñ fusa y disfuncional producidas porqüé~ los ¡Jaiticipantes
miembros que presentan diferentes propuestas y dan distin­ hablañ -ñaS'áñdose en recursos' diferentes. Mientras algunos
ta s razones para respaldarlas. Al_principio podemos interpre­ hacen observaciones, otros las evalúan o, incluso, enuncian

I
ty que una opinión opuesta es hostil y competitiva.~ro esa una política. Por ejempl(), es posible que un empleado trate de
a!:,titud competitiva hace que el grupo juzgue, en lugar <:!~ describir los problemas de una situación de trabajo, mientras
investigar. También le impide utilizar los recursos implicitos que su supervisor se refiere a lo que la organización quiere
en las opfuiones opuestas. En lugar de establecer un marco en alcanzar. Al centrarse en la política en lugar de atender a las
---"
~ se contrastan las distintas opiniones..el proceso de la
.
observaciones del empleado, el supervisor impide la compren­
reflexión ética necesita de un ámbito en el que las opiniones sión en ambos lados. Si las dos partes atendieran a una misma
diferentes enriquezcan los recursos disponibles para la toma tarea, podrían dejar de lJablar una a continuación de la otra
de decisiones. En lugar de asumir un número limitado de y empezar a hablar una con la otra.
buenas ideas que compiten por su aceptación, necesitamos para escuchar bien se necesita especificar qué recursos usa
asumir una abundancia de ideas -tal vez incluso más de las !!,!en habla. Ahveces resulta importante decir: "Espera un
que queremos-, con la que todos ganan al aumentar los minuto. Veamos primero si estamos hablando de lo mismo.
recursos disponibles. ¿Qué tenemos entre manos: observaciones, juicios de valor o
Desde luego, la reflexión ética nunca garantiza el acuerdo, supuestos?". Desde luego, en la vida cotidiana pasamos con­
pero descubrir por qué las personas disienten puede segura­ tinuamente de un recurso a otro y decimos cosas que pueden
mente ayudaí=nos a desarrollar un mejor curso -de-a cción. De expresar más de un recurso al mismo tiempo. Pero por medio
hechQ:erdesacueraoe s- casf e-senc íal parala reflexión-ética. La de la escucha consciente podemos empezar a discerñir el ti o
mayoría de nosotros considera que sus opiniones son bastan­ de recurso que con uce la conversacion. Como un modo de
te buenas hasta que alguien manifiesta su desacuerdo con á clarar los cuatro recursos que las opiniones opuestas pueden
ellas. Hemos desarrollado una solución bastante buena para usar, consideremos dos enunciados diferentes por cadarecur­
un problema particular, pero en lugar de darle sólo ese alcance s o en una discusión sobre un compañero de trabajo con
la extendemos a otros problemas; incluso aunque un nuevo S IDA.
problema difiere sustancialmente del problema original, vol­
vemos a aplicar la misma solución "bastante buena". Para
11 \}") -t\ ~ 6/'- '11 (]le(" \,,<:1 )

62 63

_$--- "" (
( \.....;J¡A$ ( (." ..
-- Propuestas: A: Debemos proteger ala gente contra enunciados sobre las propuestas políticas, las observaciones,
la discriminación. los juicios de valor y los supuestos? ¿Cuáles son los interro­
B: Los portadores de SIDA no deben gantes pertinentes? Parte de la pregunta proviene del recono­
estar en el trabajo. ctmiento del nivel de discurso propio de cada recursoJ~~xpre­
samos las prop~e~tas políticas en términos prescriptivos:
Observaciones: A: El SIDA no se transmite a través de "Debemos hacer X".t!fuestras o~servaciones son elm-nciados
contactos casuales. de~cr!p.!ivos sobre situaciones y acontecimientos. ~unque
B: Los accidentes son posibles, y se nuestros juicios de valor pueden aparecer como enunciados
han producido. descriptivos (::-Todo el mundo tiene derecho a la intimidad"), en
realidad son normativos y dicen cómo deben ser las cosas. No

\ Juicios de valor: A: Todos los individuos tienen dere­


cho a igual trato.
B: La empresa tiene la obligación de
proporcionar un lugar de trabajo
se basan en observaciones sino en supuestos. La. diferencia
entre los enunciados descriptivos y los normativos es paralela
a la diferencia entre el "es" y el "debe ser". El "es", o nivel
descriptivo del discurso, pertenece a la categoría de las
seguro. observaciones. El "debe ser", o nivel normativo, es el de los
valores y creencias.
Supuestos: A: Casi siempre se puede confiar en la ~uestros supuestos, que expresan nuestras comprensio­
gente. nes básicas de lá realidad, habitualmente toman un estilo
B: El mundo es un lugar peligroso. e~!ivo. Desde luego, muchos de los supuestos básicos
pocas veces se expresan y sólo se mencionan si les prestrunos
una especial atención. Por lo general los supuestos son lo que
Con estos enunciados el desacuerdo entre Ay B parece glo­ damos por sentado. Al investigar encontrrunos que exponen
bal, pero por lo menos vemos diferentes vías para acercarse a nuestro modo de ver las cosas y de relacionarnos con lo que
la cuestión. Exruninando los enunciados de cada uno de los vemos. Por lo tanto, el estilo lingüístico apropiado para los su­
cuatro recursos .quizá podamos ubicar los temas que debe puestos es expresivo o expositivo. De modo que para los cuatro
abarcar la discusión, yen qué orden debemos abordar los dife­ recursos tenemos los siguientes niveles de discurso:
rentes desacuerdos. Si la resistencia reside en el nivel de los
supuestos, por ejemplo, trabajar sólo en el nivel de las obser­ Recurso Nivel de discurso
vaciones tendrá poco efecto; necesitrunos aclarar los supues­ Propuestas Prescriptivo
tos y ver si son apropiados para la situación actual. Para tra­ Observaciones Descriptivo
bajar en cada uno de los cuatro niveles necesitrunos criterios Juicios de valor Normativo
que nos permitan examinar su pertinencia y adecuación. Supuestos Expresivo J
Más adelante, en este mismo capítulo, cuando considere­
x CRITERIOS PARA EVALUAR LOS RECURSOS
~
mos la lógica de las discusiones, veremos cómo se incluyen y
¿Cómo podemos evaluar la adecuación o significación de los conectan los diferentes enunciados. Antes de realizar tales

64 65

/'
~ t"l,'I/O
'"
conexiones habrá que explicar qué criterios son apropiados
para decidir si se aceptan o no los enunciados de alguien que
habla en cualquiera de estos niveles del discurso. En- prinler
contrario, raramente satisfacen l~ prueba de la inclusivid..a d
-una norma inlportante para tomar buenas decisiones-.
Núéstra preocupación primordial es si las observaciones real­
t
lugar, debemos reconocer que no todos los niveles comparten mente describen lo que sucedió, si es posible confirmarlas con
los mismos criterios. Experimentamos esto continuamente. Si otros testigos, realizar nuestra propia investigación o tratar de
alguien me dice que salarios más altos aumentarán la produc­ recrear las situaciones para verlo con nuestros propios ojos. "
tividad, puedo pedir pruebas que convaliden la afirmación. Respecto de muchos problemas de las organizaciones, un \
¿Existen ejemplos de que el aumento de los salarios haya medio eficaz de satisfacer la prueba de la inclusividad consiste
tenido ese efecto? ¿Hay ejemplos de que, con salarios estables, en asegurarse de que estén representados todos los grupos
otros cambios aumentaron la productividad? Al pedir prue­ vinculados.
bas, uso el criterio de verdadero o falso. Si alguien me dice que Per o los juicios de valor no pueden comprenderse atendien- ":)VI ~
debemos respetarnos entre nosotros, no puedo verificar este do exclusivamente a los hechos del caso. Aunque los hechos \.' d ,
r,t:...
enunciado del mismo modo, pues no se refiere a observacio­ Y los valores son interdependientes, juzgamos su validez con
nes sino a valores o principios éticos. Necesito un criterio diferentes normas. Cuando alguien enuncia un hecho pode­
diferente para decidir si acepto este enunciado. Cada uno de
mos preguntar si es verdadero: "¿Ocurrió eso realmente?",
!?s cuatro recursos tiene su propio criterio. 4'
"¿es así como sucede?". Cuando trabajamos con hechos,
el. . Para una R!0puesta politic~ elccriterio es ,sorrecto o inc~­
tratamos de verificarlos. Cuando alguien enuncia un valor, en
rrecto. Queremos saber si esa política indica lo que es correcto
cambio, no tratamos de verificarlo: n-;~ pr~guñia:m.os si cree­
hacer. Aunque nos diga qué hacer, si preguntamos por qué ,---- - - ~ ­
mos en lo mismo o si sustentamos los mismos valores. Por lo
debemos hacerlo debemos' apelar a los otros recursos flara
responder. A lo largo de todo el proceso de la discusión general concordamos c'o ñ la creeIÍcfi:ro el valor de alguien no
buscamos la política correcta, pero sólo podemos determinar porque sean empíricamente verificables sino porque para
en qué consiste después de haber examinado los hechos, los nosotros "tienen sentido". Lo que tiene sentido, concuerda
juicios de valor y los supuestos. De modo que el criterio político tanto con nuestros-añtecedentes y experiencias como con
es correcto o incorrecto, pero sólo podemos descubrir y nuestras otras creencias y valores. Por lo tanto, en lugar de
satisfacer las normas de este criterio investigando los otros usar el criterio de verdadero o falso, u tilizamos el de lo humano
\ elementos del proceso de la discusión. y lo prácticó; nos reservamos la discusión completa sobre los
O~)/' .. ' Cuando evaluamos las observaciQpes (los enunciados des­ juicios de valor para los capítulos 5 y 8 .
criptivos l, en lugar de usar el criterio de lo correcto o incorrecto También nuestros supuestos tienen que ser humanos y ~ C-roPts
queremos saber si la descripción es verdadera o falsa. Tam­ prácticos, pero estos dosfér minos no son aplicables a todos
bién queremos saber si excluye aspectos relevantes de la si­ los supuestds. En realidad, en tanto que supuestos nuestros,
tuación hasta el punto de que cometamos la falacia de la ver­ los otros y el mundo, en última instancia, proporcionan la
dad a medias. Caemos en esta falacia cuando ñ os atenemos a base para todas las otras evaluaciones. Ellos tienen su propio I
información que respalda nuestra posición pero que ignora criterio: deben ser consistentes, pertinentes, coherentes y ')
todos los hechos que la contradicen. Las descripciones que ofrecer respuestas. Tal vez el mejor c¡:¡te;:"io de los supuestos
dejan fuera todos los datos opuestos, ó los ejemplos en sea la capacidad de respuesta: "¿Los supuestos atinentes a

66
-
'\.
.:; t'...
\.1t"1""~
~
67
esta situación proporcionan alguna respuesta a las diversas ¿O a ambas cosas? ¿O bien se trata de un esfuerzo tendiente
pretensiones y contrapretensiones que aparecen en ella?". a acallar las preguntas sobre la labor financiera de la empre­
Cuando aparejamos los cuatro recursos con sus correspon­ sa? ¿Tenemos conciencia del efecto que tendrá esa política
dientes criterios. advertimos las siguientes relaciones: sobre los hombres y las mujeres de la compañía? Como vemos.
el trabajo con estos criterios puede generar una multitud de
Recurso Criterio preguntas. pero en el proceso de:la reflexión ética sólo necesi-­
Propuestas Correcto / Incorrecto tamos formular las que promoverán la exploración de los
Observaciones Verdadero / Falso acuerdos y desacuerdos en el proceso de la toma de decisiones.
Juicios de valor Humano/Inhumano Nuestro propósito no es hacer todas las preguntas posibles.
Supuestos Ofrece respuesta/No ofrece sino utilizar los diversos criterios para encontrar los interro­
respuesta gantes que corresponde plantear con el fin de descubrir lo que
debe hacerse. En la práctica real de la reflexión ética. los
Como los cuatro criterios se refieren a cuatro aspectos del recursos y sus correspondientes criterios se combinan para
proceso de la toma de decisiones podemos aplicarlos a cual­ desarrollar la discusión. Asumimos posiciones. damos razo­
quier enunciado de política. ya que estos enunciados implíci­ nes para respaldarlas. investigamos los puntos fuertes y
tamente contendrán esos criterios. Veamos de qué modo débiles de las opiniones opuestas y tratamos de persuadir al
funcionan. aplicando los cuatro criterios al enunciado si­ grupo de que se avenga a nuestra propuesta. Consideremos
guiente: ahora este proceso.

Debemos reclutar más mujeres para puestos ejecutivos.


COORDINACION DE LOS RECURSOS PARA LA TOMA DE DECISIONES
Podemos empezar aplicando el criterio de las propuestas y
preguntar si hacer eso es correcto: "¿Debemos reclutar más En nuestro pensamiento irreflexivo cotidiano pocas veces
mujeres para puestos ejecutivos?". Suponiendo que se disien­ necesitamos trazar una distinción entre pensar sobre cosas y
ta. pasamos a las observaciones.)Aplicamos el criterio de ver­ pensar sobre relaciones. pero cuando realmente empezamos

,
hecho algun ­
dadero o falso preguntando por tos hechos del caso. ¿Hemos
esfuerzo? ¿Hay mujeres que puedan reclutarse?
Jambién podemos preguntar por los v~s (por ejemplo. la
a reunir nuestros recursos para la toma de decisiones tenemos
que pasar de un pensamiento al otro. Supongamos que
alguien observa una declinación entre colaboradores y decide
equidad) que ese enunciado implica. ¿Tenemos la obligación iniciar más proyectos conjuntos. Esto parece una buena idea.
moral de corregir desequilibrios en la fuerza de trabajo? Pero cuando la gente empieza a cuestionarla. tal vez piense no
¿Cumpliremos así nuestras obligaciones para con los intere­ sólo en la observación (¿es cierto?) y en la política (¿es
sados? ¿Cuáles son esas obligaciones? e or último. podemos correcta?) sino también en qué tipo de relación existe entre
preguntar qué es lo que este enunciado el'Er~sa realmente. ¿A una y otra. ¿Cómo se pasa de la observación a la política? "
qué está respondiendo? ¿Responde a una realidad de las Podemos responder a estas preguntas después de haber comJ \
mujeres. que se verían excluidas de los niveles superiores de prendido la lógica de la reflexión ética.
la fuerza de trabajo? ¿O a un trabajo de relaciones públicas?

68
69

LA LOGlCA DE LA REFLEXION ETlCA un 20 por ciento". Entonces la supervisora contesta: "No lo


s abía , pero si acepto su premisa tengo que estar de acuerdo
Aunque un análisis completo de la toma de decisiones con u sted".
incluye todos los recursos, empezaremos por los ~§. usados Si la supervisora no acepta la premisa mayor -nuestro
habitualmente en las etapas iniciales de la reflexión ética: las Juicio de valor- tampoco estará de acuerdo con la conclusión,
lyropuestas políticas,ll.a s observaciones(,'y los juicios de valor. aunque no niegue el hecho de que J ane incrementó sus ventas
Como ya hemos dicho, el desacuerdo suele iniciarse en el nivel en un 25 por ciento. La supervisora no concordará si no
de la política o de la acción. Cuando se nos pregunta por qué comparte el juicio de valor que sirve como transición entre la
respaldamos una propuesta, respondemos remitiéndonos a lo observación Y la política. Los juicios de valor, en otras pala­
que está sucediendo o ajuicios de valor específicos. Larelación bras, conectan las observaciones con la política.
de las observaciones y los juicios de valor con la política tiene La interrelación entre tres de los niveles de discurso -el
una trayectoria paralela a la relación que existe entre las descrip tivo, el prescriptivo y el normativo-- se muestra en la
premisas mayor y menor, por un lado, y por el otro a la con­ Figura 2 .
clusión, en el silogismo tradicional:

Juicio de valor Figura 2


Premisa mayor
Premisa menor Observaciones
Política Lenguaje Lenguaje

Conclusión descriptivo
prescriptivo

Como en el silogismo la premisa mayor vincula la premisa


menor a la conclusión, nuestros juicios de valor conectan las
observaciones con la política. El siguiente es un ejemplo:

Todo empleado que incrementa las ventas en un 20 por

ciento merece un ascenso.

Lenguaje
Jane incrementó sus ventas en un 25 por ciento.

nonnativo
Jane debe ser ascendida.

Nuestra discusión se inicia de nuevo con la "conclusión": La Figura 2 describe la naturaleza compuesta de la reflexión
"Jane debe ser ascendida". Nuestra supervisora pregunta por ética. En lugar de centrarse en sólo un tipo de lenguaje, como
qué. ("¿Por qué?" es una herramienta esencial para el análisis el normativo y el prescriptivo, incluye el descriptivo, el pres­
ético.) Respondemos con la información pertinente: "Ella ha criptivo y el normativo. Los tres son esenciales y difieren entre
incrementado sus ventas en un 25 por ciento". La supervisora s í. Las verdades empíricas no pueden decirnos qué es lo pres­
no comprende. Pregunta: "¿Y con eso qué?" ("¿Y con eso qué?" Crlptivamente correcto: de un "es" no puede derivar un "debe
es otra herramienta esencial). "Oh", respondemos , "creemos s er". Mientras el lenguaje descriptivo nos muestra lo que ha
que hay que ascender a todo el que increménta sus ventas en sucedido, el lenguaje prescriptivo dice lo que debería suceder

70 71

y necesita una justificación. La obtendremos mostrando la Figura 3


cOllexión -el enunciado normativo-- entre la descripción y la
prescripción. Limitación
Supóngase que nos enteramos de que la mayoría de los
empleados está a favor de servicios para la atención de niños
en la empresa. Aunque aceptemos que los datos son precisos. Datos Conclusión
no sabremos qué hay que hacer hasta que de esos datos
extraigamos inferencias. Quienes creen que el lugar de trabajo I

Justificación
sólo debe proporcionar empleos no se sentirán obligados por
la observación. Quienes creen que la empresa debe responder
a las necesidades de las familias de los empleados probable­ I

Respaldo
mente pensarán en el desarrollo de tales centros.
..é' A pesar del énfasis que los estudios sobre organización
ponen en la investigación. los hechos no hablan por sí mismos.
Son mudos. Pero. como eternos interpretadores. nosotros
siempre les prestamos voz. y cualquier entidad que se vuelve Fuente: Adaptado de Toulrnln. 1957. pág. 101.
un hecho para nosotros ya tiene significado. LO que signifique
dependerá de nuestros valores y creencias.
Al extraer inferencias de las observaciones podemos pasar l. A los directores debe de gustarles lo que financian.
por alto la función esencial de los valores y creencias si 2. E l desacuerdo significa falta de comprensión.
trabajamos con otros que los comparten. Sólo el desacuerdo 3. H ay que aprovechar todas las oportunidades.
o el análisis cuidadoso muestran nuestras migraciones silen­
ciosas desde los hechos hasta la política. En muchos casos. los Desde luego. sin las premisas tácitas los enunciados están
valores y creencias permanecen tácitos y funcionan como incompletos. Les falta alguna conexión entre las observacio­
premisas implícitas. Considérense los siguientes enunciados: nes y las conclusiones. Gran parte del trabajo de la reflexión
ética apunta a determinar los juicios de valor implícitos en
1. A los directores debe de gustarles nuestro proyecto. ya nuestros argumentos.
que continúan fmanciándolo. Los valores son necesarios para la reflexión ética. pero no
2. Debemos de tener un problema de comunicación. por­ suficientes. Para elegir la política correcta tenemos que cono­
que usted nunca está de acuerdo conmigo. cer los hechos y trabajar por medio de las conexiones posibles
3. P uesto que la empresa paga los cursos. me inscribiré en entre los hechos y las diversas opciones políticas. Además ne­
el programa. cesitamos considerar los supuestos y las opiniones opuestas.
A fin de incluirlos en la lógica de la reflexión éticaYcomprender
Todos tienen sentido. pero sólo si los completamos con la su función en el desarrollo de los argumentos éticos. debemos
premisa ausente. /' ampliar nuestro modelo triádico y convertirlo en un modelo
argumentativo más amplio.

72 73
Figura 4 tativo de Toulmin puede entonces presentarse en los términos
de la reflexión ética, como se ve en la Figura 4.
En la discusión típica de una propuesta política comenza­
Opiniones opuestas (5) ríamos con el planteamiento de: "Hagamos X". Entonces al­
guien pregunta: "¿Por qué piensa que debemos hacerlo?". Para
Observaciones (2) I Propuestas (1) responder pasamos a la observación o información: "Basados
en los siguientes hechos". Entonces nuestro interlocutor pre­
I

Juicios de valor (3)


gunta por la conexión entre la política propuesta y la observa­
ción "¿Pero cómo llegó usted desde estos hechos a esta
política?", o bien "¿Qué justifica el tránsito desde estos hechos
a esta política?". La justificación es un juicio de valor. Como
I
Supuestos (4) una premisa mayor, sirve de transición el}tre la observación y
la política.
Los dos elementos restantes del II\odelo revisado -los__s~
puestos
------.
y las opiniones opuestas- llevan el argumento más
---...~

allá del silogismo tradicional. Los supuestos brindan sustento


EL MODELO ARGUMENTATIVO
a los juicios de valor. Reconocer los puntos fuertes de las opi­
niones opuestas le permite a quien habla considerar los
El filósofo Stephen Toulmin, en su The Uses 01 Argument
límites de su propuesta. El modelo suscita un diálogo más o
(1957), y más tarue en An1ñifOduction to Reasoning (Toulmin
menos como sigue:
yotros, 1984), ha proporcionado un modelo de los argumentos
que podemos convertir en modelo p~a relacionar los cinco
"Queremos hacer X."
recursos (Toulmin, 1957, pág. 94). Su modelo (que se muestra
"¿Por qué?"
en la Figura 3 de la página anterior) incluye cinco términos:
"Sobre la base de nuestras observaciones."
conclusión, datos, justificación, respaldo y limitación.
"¿Y entonces?" (¿Cómo conecta usted las observaciones
En este modelo, los tres términos primordiales --con­
y la política?)
clusión, datos y justificació n- funcionan como la conclusión
"Porque valoramos Y."
y las dos premisas en el silogismo. Empezamos con la conclu­
"¿Por qué valora y?"
sión, la respaldamos con datos (u observaciones) y después
"Porque suponemos Z."
proporcionamos la justificación para relacionar datos y con­
"Pero, ¿qué me dice de las opiniones opuestas?"
clusión. La justificación legitima el tránsito de los datos a la
"Queremos hacer X a menos que esas opiniones des­
conclusión, así como la premisa mayor legitima el de la mientan sus puntos fuertes."
premisa menor a la conclusión en el silogismo.
Los términos respaldo y limitación entran en juego cuando Gráficamente, el proceso aparece como en la Figura 5 de la
la justificación necesita más apoyo o existen ciertos límites o página siguiente, empezando por (1) Y concluyendo en (5).
fronteras que condicionan la conclusión. El ~odelo argumen­

-r
, ~
74
75

{ OUv"4/\,1 1-o¿
Figura 5
mordialmente vinculados a una corporación -inversores,
A menos que (5) trabajadores, la comunidad global- deben tener voz en las de­
cisiones gerenciales de dicha corporación?" Pero, ¿qué enten­
MEn razón de estas MDebemos hacer X' demos por "voz"? Digamos que tendrían representación sin
observaciones" (2) (¿Y entonces?) (¿Por qué?) (1) derecho a voto en el planteamiento estratégico y en la evalua­
ción de las reuniones. Las definiciones pueden desviarnos,
MPorque valoramos Y" (3) pero no necesariamente si recordamos que nuestro propósito
aquí no es desarrollar el debate, sino ilustrar el modelo
argumentativo. Primero debemos desarrollar dos propuestas,
I que llamaremos la propuesta de los vinculados (PVl y la
My suponemos Z' (4)
propuesta de la gerencia (PG l. En sus enunciados opuestos, la
PV aboga por la representación de los vinculados, y la PG
disiente. Entonces les preguntamos por qué han dado esas
Para ilustrar cómo opera este modelo argumentativo, exa­ respuestas a nuestro interrogante político. Los abogados de la
minaremos los dos lados de la cuestión que plantea si los PV responden: "Pensamos que los vinculados deben tener voz
grupos vinculados a una corporación deben tener voz en su porque la política de la corporación afecta nuestro bienestar".
administración. En algunos países europeos los trabajadores ¿Es esto cierto? Parece probable. De modo que la observación
se sientan en las juntas de directores. El tema se ha discutido pasa la primera prueba. Pregú'ntamos: "¿Y con eso qué?". Los
un tanto en Estados Unidos. En 1990, dos directores de un abogados de la PV necesitan entonces establecer una conexión
gran fondo de retiro reclamaron voz en la selección de un nu~­ entre la observación y la política. Deben proporcionar un juicio
vo presidente de General Motors. Los ecologistas y otros de valor. Tal vez aduzcan que corresponde que tengan voz en
grupos de intefés público, así como los líderes cívicos, también todo lo que afecta a su bienestar. Este juicio de valor consti­
han planteado tales cuestiones y ahora forman parte de tuye una norma difundida. Si algo nos afecta debemos tener
algunas juntas directivas de corporaciones. Como las dos voz en su control. De modo que los defensores de la PV pueden
partes de este debate tienen buenas razones para sostener sus realizar un diagrama de su argumento tal y como se muestra
respectivas posiciones, encontramos aquí un ejemplo útil para en la 'Figura 6 de la página siguiente.
la reflexión ética. Podemos desarrollar argumentos a favor yen
contra de que los grupos vinculados a las corporaciones Podemos cuestionar este juicio de valor. Después de todo,
tengan voz en la política de éstas. incluso el clima afecta nuestro bienestar, pero no tenemos
mucha voz al respecto. Los defensores de la PV podrían
responder que ellos hablan de hechos que resultan de selec­
¿DEBEN LOS GRUPOS VINCULADOS A LA CORPORACION TENER VOZ cionar una entre varias opciones, y que las diferentes opciones
EN LA POLITICA DE ESTA? tendrán diferentes efectos en ellos. En otras palabras, les
preocupan las ~cisiones tomadas por las organizaciones
Primero debemos estar seguros de que cc;>mprendemos la Como agentes mor~es. Esto parece aclarar la aplicación de los
pregunta a la que queremos dar respuesta. "¿Los grupos pri­ JUicios de valor, y si la gerencia de la corporación tiene

76
77

Figura 6 s ores de la PG deben desarrollar un juicio de valor, como por


ejemplo: "Las corporaciones deben ser dirigidas por quienes
(Observación) (propuesta) están dentro". "Los que están dentro" digamos que son quie­
Como nos afecta Debemos tener voz en las nes "pertenecen" a la corporación y comparten sus intereses.
su decisión decisiones gerenciales. "En este punto debemos recordar la distinción entre el "debe
ser" y el "es". El juicio de valor no dice que las corporaciones
sean dirigidas por personas que pertenecen a ellas, sino que
deben serlo. El argumento toma entonces el aspecto de la
Figura 7.

Figura 7
Porque debemos tener voz

en las decisiones que nos afectan.


(Observación) (Propuesta)
(Juicio de valor)
Porque son Los grupos vinculados no
ajen os. deben tener voz en la
efectivamente varias opciones, el juicio de valor conecta la dirección de las
corporaciones.
observación con la política. Esto parece un buen argumento,
de modo que veamos lo que podemos desarrollar desde la otra
postura.
Los abogados de la PG podrían aducir contra la represen­
tación de los grupos vinculados a las juntas corporativas. que
tales representantes serían, como dicen, "ajenos". Suponga­
mos que por "ajenos" se entiende "que no comparten los Las corporaciones deben ser dirigidas

intereses de la corporación y realmente no conocen lo normal por quienes están dentro .

y lo anormal de la vida corporativa --el modo como las cosas (Juicio de valor)

funcionan realmente-". Necesitamos evaluar esta descrip­


ción como una observación: "¿Es esto cierto?". Para descubrir­
lo podemos realizar algunas investigaciones. Por ejemplo, po­ Hemos dicho que estamos de acuerdo con la observación,
dríamos someter a una especie de test a los futuros represen­ pero ¿lo estamos con el juicio de valor? Tal vez necesitemos
tantes para constatar su conocimiento acerca de la vida de la investigar más. ¿A qué otra cosa podría referirse la expresión
corporación, o si por lo menos reconocen los intereses de ésta. "los que están dentro"? ¿O qué supuestos podríamos propor­
Supongamos, al finafde la argumentación, que se ha tomado cionar que la fortalecieran? Recuérdese que al desarrollar
ese test, tal vez en entrevistas, y se ha descubierto que la estos argumentos queremos descubrir todos los puntos fuer­
observación es correcta. Son "ajenos", según hemos defmido tes, no las debilidades. Son aquéllos los que se convierten en
la palabra. Para continuar argumentando tenemos que encon­ los mejores recursos para tomar decisiones correctas. A uno
trar el lazo entre esta observación y la política. Podemos se le ocurre la pregunta "¿Cómo llegó usted a estar dentro?".
preguntar: "Así que son ajenos. ¿Y con eso qué?". Los defen­ Puede ser que fuera seleccionado. Si es así, los abogados de la

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79

PG sustentan el supuesto de que la corporación tiene derecho pO (según el cual la corporación debe elegir a los que "entran"
a elegir los miembros de sus juntas directivas. Este supuesto ya quienes participan en el proceso de la toma de decisiones).
nos ayuda a comprender el argumento de los abogados de la ¿Hay alguna manera de sumar los puntos fuertes de todos los
PG. Desde luego. los norteamericanos asignan una alta priori­ jUiciOS de valor? Podemos intentar hacerlo desarrollando más
dad a la libre elección. de modo que el argumento parece fuer­ preguntas o hipótesis que incluyan los dos juicios de valor; Por
te. ¿Hasta qué punto es fuerte. y qué otros derechos podrían ejemplo. preguntar acerca de los juicios de valor de los de­
incluirse en este caso? Permítasenos responder a esta pregun­ fensores de la PG: "¿Deben las corporaciones tomar decisiones
ta en el capítulo 8. que examina los derechos y la justicia. que dañan seriamente a sus grupos vinculados. cuando
Considerando estas dos argumentaciones nos parece que
recoger información en esos grupos los habría convencido de
es muy fácil verificar las observaciones. Si las decisiones de la
que seleccionaran un curso de acción diferente?". Por una
corporación afectan realmente el bienestar de los diversos
parte podría argüirse que las corporaciones tienen derecho a
grupos vinculados a ella. tiene que haber pruebas disponibles.
equivocarse. esto es. a tomar una decisión que más tarde des­
Silos representantes de los grupos vinculados no comprenden
la vida de la corporación ni comparten sus intereses. también cubran errónea. Por otro lado. si la corporación pudiera im­
podremos descubrirlo. Pero. ¿deben compartir los intereses de pedir su error dando voz a sus grupos vinculados. ¿no tendría
la corporación? La respuesta supone un juicio de valor capaz la obligación de hacerlo?
de afectar el status de "ajenos" de los grupos vinculados. En También podemos encarar eljuicio de valor de los abogados
realidad. les interesa estar en la junta de directores para re­ de la PV: "¿Se debe permitir que los grupos vinculados influyan
p,resentar intereses que difieren de los de la corporación. o por en las decisiones de las corporaciones. cuando tienen en
lo menos difieren de esos intereses defmidos tal como lo hacen mente sus propios intereses y no los intereses de la corpora­
algunas corporaciones. La cuestión de los intereses de la ci6n?". Esta cuestión plantea de nuevo la posibilidad de los
corporación y los intereses de los grupos vinculados es. de he­ Intereses compartidos. pero asimismo nos conduce a una
cho. probablemente uno de los puntos de discusión más discusión sobre el carácter de la vida de la organización o de
fructíferos. Para comprender estas relaciones adecuadamente la corporación. tal vez mostrando más supuestos que final­
necesitamos llevar a cabo un análisis de los sistemas de la mente nos llevarán a un conjunto de valores comunes capaces
corporación y sus grupos vinculados. Este análisis no sólo nos de asignar equitativamente la responsabilidad. Pero ya hemos
ayudará a ver el carácter de las relaciones interdependientes avanzado bastante. Por lo menos. al movernos a través del
sino que también nos permitirá abordar la cuestión del poder proceso de argumentación hemos visto algunos de los puntos
de la corporación y de sus grupos vinculados. Los capítulos 7 de desacuerdo. así como puntos por elaborar sobre el desarro­
y 8 estudiarán esas cuestiones. Incluso. si descubriéramos un llo de acuerdos. Hemos considerado algunas estrategias para
fuerte lazo entre los intereses de la corporación yesos grupos. abordar los desacuerdos. que en el capítulo siguiente exami­
nos basta un acuerdo en el nivel de las observaciones. aunque naremos más minuciosamente.
subsista el desacuerdo en el nivel de los juicios de valor.
Necesitamos encontrar alguna conexión entre el juicio de
valor de los abogados de PV (en cuanto a que deben tener voz
en las decisiones que los afectan) y el juicio de valor de los de

80
81

LA REFLEXION ETICA COMO ANALISIS DE LA ARGUMENTACION



En este capítulo he sostenido que la reflexión ética puede FORJANDO ACUERDOS A PARTIR DE
hacer posible a las organizaciones el desarrollo de mejores LOS DESACUERDOS Y DE LAS OPINIONES
políticas. porque el proceso de la reflexión aumenta los recur­ OPUESTAS
sos para la toma de decisiones. La premisa implícita es que
cuando tenemos más recursos elevamos la calidad de nues­
tras decisiones. Detrás de esta premisa hay otra según la cual
las personas tenderán a usar los recursos de modo apropiado.
lo que en última instancia depende de nuestro supuesto de ./"

que las personas son agentes morales. que poseen poder y ---- 7J éJ ~?
A,.·~=Vd
.{­
libertad para elegir el curso de acción correcto. Los individuos. los grupos y las organizaciones pueden 11'e...,
El proceso esbozado aquí es una especie de "análisis de la tener actitudes muy diferentes sobre el desacuerdo. Algunos \
argumentación". Algunos pueden pensar que argumentar y parecen asumir el supuesto de un mundo de escasez en el que
analizar son extremos opuestos. Tal vez haya quienes crean lo que gana una persona lo pierde otra. En un mundo así. el
que los que argumentan constantemente nunca examinan desacuerdo usualmente amenaza a los individuos y bloquea
sus premisas ni toman en serio las opiniones de sus oponen­ la comunicación. Interpretan como "enemigo" lo que podría
tes. Por otro lado. los analistas nunca entran en la palestra interpretarse como "otro". Ven como pérdida la ganancia de
pública con la pasión de la persona verdaderamente argumen­ cualquier otro. Esta mentalidad de ''yo gano-tú pierdes" nos
tadora. En lugar de uno u otro de esos modos de ver. el análisis impide indagar los méritos de las propuestas opuestas o
de la argumentación usa las diferencias para ampliar y diferentes sobre lo que debe hacerse. Una actitud estrecha­
comprender los diversos recursos de la toma de decisiones. los mente r elacionada con esto. que también limita nuestra
coordina y después utiliza todas sus fuerzas a fin de tomar la actitud para abordar los desacuerdos. supone que se apela a
decisión correcta. El lector puede practicar este análisis de la las personas sólo para que digan lo que saben. per~a
argumentación contestando el test de trabajo para la reflexión pa;a ~reg\!.nten s~!?!.e lo que; ,20 ~a~. La adecuada refle-
ética. el del desarrollo de argumentos y el mapa de argumen­ Xion ética requiere que los participantes provean y obtengan
tación incluidos en el capítulo 11. material para la discusión. Cuando los grupos pueden abrirse
y considerar diferentes puntos de vista. aumentan sus cono­
cimientos. Esta es la promesa de la reflexión ética: aumentar
los recursos de una organización haciendo que cada parte
considere ideas diferentes sobre lo que se debe hacer. en lugar
de m antener defensivamente su posición y cerrar la puerta a
otra información. Cambiando ligeramente un viejo cliché. dio)
( ~remos que el desacuerdo es el origen de la invención y de la
/'
innovación.
La confrontación no sólo conduce al descubrimiento de

82
83
Df} d c...f 'l¡)~ -;,.>
' ... ~ !;ÍQV,;....
{/,,,1
~ A \..(
~ A'"
e;,.- "
NV "'v', ~~ev~ ideas sino que también nutre el acuerdo.(1a lógica del a las corporaciones deben tener voz en la política
~~... desacuerdo dice lo siguiente:- p ru:adiSeñfrr de otros en las ueu\,;&cu. ambas partes pueden desarrollar argumentos fuer­
(; organizaciones se necesita un grado de g9nfianza. La confian_ con los cuales probablemente concordarán muchas per­
za exige un compromiso mutuo sobre algo (por ejemplo. el Esto suele ocurrir. Es posible comprenderlo conside- G$
propósito de la organización). y el compromiso mutuo genera la afirmación siguiente: .... 1.. fI .. 1:J
~ L.-:.(.(~ .;.
acuerdo. Cuando descubrimos las fuentes de la confrontación
también sacamos a luz las fuentes. incluso. más profundas del gente suele hacer lo que piensa que es correcto teniendo \
acuerdo. De hecho. el desacuerdo requiere acuerdo. Sólo en cuenta el mundo en el que cree que vive.
podemos disentir de otros cuando concordamos sobre algunas
cosas. o por lo menos sobre algún elemento del proceso de la ¿Está de acuerdo el lector? Me parece que muchas perso­

toma de decisiones. Si no hallamos ese acuerdo. el desacuerdo lo están. Tal vez este enunciado diga demasiado. Después

acabar~ºner la ~fOn 9.u~re~~ente existe dentro todo. las personas se equivocan. Pero la afirmación citada

de la. <?rg~~n. o entre la organización y la comunidad ,gtere que todos quieren justificar lo que hacen. Son pocos

global: Al argumentar siempre asumimos ese riesgo. Pero. lD8 que deciden que cierto acto es erróneo y eligen realizarlo a

puesto que es dificil conocer de antemano los acuerdos ,endas. Más bien se trata. en lo posible. de construir su

fundamentales. por lo general sólo los encontramos a través ndo para justificar lo que se hace. Por lo tanto. para com­

,,?>' del proceso de la reflexión ética. der las diferentes posiciones tenemos .,que compren<fer de

.;"p • El reconocimiento de las opiniones opuestas como recursos ur0061ñierpretaneI muñdOqui~ defienden esas posi­

,es.' ésloes:necesitamos interrogar sobre las observacio­

~
ylf'.( ..~ '" potenciales tiene otr as c~nsecuenc, ias para la reflexión ética.
,;~ ~ Nos ayuda a salir del dilema de~ ,e sto o aquello". un dilema • los juicios de valor y los supuestos que dan forma a su
\.> ..
(jlJ'\h~
, I,,<ji.\,\ '" lamentablemente creado a veces por la ética misma...§!1of!nu­ punto de vista. ~. V~"f31'i."
lamos preguntas como si tuvieran sólo una respuesta correc­ /
~ /1 f ,.I~''''

'<
,11. .•

ta. toda_!:..e~u,.esta ser á J2Qrrecta o errónea. Pero en muchos


~ casos. si permitimos que todas las partes participen. conta­ LAS NORMAS ETICAS y LAS DIFERENCIAS POLITICAS ~i' Ó", ~".II'.""'" "
" /, . t·~ " \;-1<'
..
" mos con mas de dos alternativas. En vez de afrontar la
La consideración de las diferentes observaciones. juicios de
discusión con una postura de "si yo tengo razón. tú debes estar
valor y supuestos puede parecer contraria a una concepción
equivocado". podemos explorar las posibilidades de varios
eomún de la ética. según la cual se toma posición sobre lo que
aportes alternativos en busca de la mejor respuesta: "Veamos
es correcto o incorrecto. El que nuestra concepción difiera de
qué respaldo podemos desarrollar para nuestras diferentes
posiciones". Partiendo de la regla básica de que los argumen­
esa. noción común de la ética depende de dónde se asuma una
PG81ción en el proceso de la reflexión ética. Tomar automática­
tos de todos recibirán no sólo nuestra atención sino también I
IIlente posición sobre una política o sobre un acto en particular
interrogantes y análisis. podemos establecer el tipo de clima de !
~taría nuestra flexibilidad y. sin embargo. a veces parece la
grupo que alentará la exploración de diferentes posibilidades. '
t..
t1 Naturalmente. creemos que nuestra posición es correcta. lo
Untca solución. Si uno considera los diferentes elementos del
Pl'oceso de la argumentación -propuestas políticas. observa­
~ cual no significa necesariamente que la posJción del otro sea
ct9Des. juicios de valor y supuestos- advierte que en realidad
errónea. Como hemos visto en la discusión sobre si los grupos
(f(..¿,e,,1'- .; ....
/'~)

J~ v 2.1;Lo-~ , 84
85
H~,.,. , "'" (""<,,, ...!~

hay c~puntos en los que se toma posición. Analicémoslos iDlftlca particular para administrarlo o basarse en un juicio de
uno por uno.\Jomar posición sobre una obse\Vación parece Un _or, como por ejemplo la seguridad del trabajador. El que la
poco extraño, puesto que las observaciones pueden verificarse :~lfidad del trabajador respalde o no el argumento favorable
con pruebas empíricas. ¿Por qué no dejar que las pruebas test depende de las pruebas sobre el abuso de drogas, sus
demuestren que nuestras observaciones o generalizaciones ~tos en el ambiente de trabajo, etcéter~. Pero si los partida­
tienen mérito o no? \!omar posición sobre los sU.RlJ~~tos sí ..,-··nos del test toman posición sobre la política, puede impedirse
tiene sentido, ya que son los cimientos de todo lo demás. descubrimiento de pruebas capaces de fortalecer o debilitar
Nuestros supuestos básicos ~specialmente aquellos que ni esa posición. También pierden la posibilidad de encontrar
siquiera reconocemos conscientemente- nos proporcionan la modos distintos y más eficaces de afirmar su preocupación por
orientación fundamental para tomar posición en cualquier laseguridad del trabajador. Tomar posición sobre la seguridad
otro punto. Al mismo tiempo, parece discutible que tomemos del trabajador, en contraste, permite a los gerentes evaluar
posición en unos supuestos que todavía no hemos examinado. una particular política del test de drogadicción en los términos
l.podríamos tomar posición sobre la base de nuestros jpicio,s de del clima de la organización y la comunidad, y tal vez descu brir
v&or.. 10 que también tiene sentido. De hecho, ¿no está en otras políticas que promueven la seguridad del trabajador. Por
nuestros valores la base de cualquier posición ética? Lo que da .mplo, una planta de Valva en Suec~a transfirió de la
forma a nuestro carácter moral es nuestro compromiso con gerencia a los sindicatos la responsabilidad por la seguridad
valores tales como la justicia y la dignidad humana, o hacer el cíel trabajador; el resultado fue una reducción espectacular de
bien y no causar daño. De modo que podemos tomar posición los accidentes. Esto no se hizo en respuesta al abuso de
al respecto. l También podemos tomar posición sobre 10 que drogas, pero sugiere que tal vez los trabajadores sepan mejor
debe hacerse p olí!J.ca), pero cuando es absoluta bloquea la cómo tratar sus propios problemas de seguridad, incluso la
participación en el proceso completo de la reflexión ética.
cuestión de las drogas. Posibilidades de este tipo se les esca- ~
Además ignora la distinción entre juicios de valor y propuestas
parán a quienes tomen posición sobre la política en vez de ha­
de acción, y entre enunciados l1Qrmativos y prescriptivos.
cerlo sobre los juicios de valor. Esta postura pasa por alto la
C. o! ,., ~;-:"F-¡,;"" La disolución de la diferencia entre juicio de valor y acción
''¡ ~, -¡''' 0'1 ' o política ~ventua1mente confundidos en un solo factor­ distinción entre el objetivo y el modo de lograrlo. En especial
• (",.f ~' "deja poco espacio para discutir las observaciones. Como los
cuando 'se trata de problemas complejos, esta distinción tiene
juicios de valor se han introducido en el ámbito político, ya no una importancia enorme t SupongamÓs que nuestra organiza:-~~'~ :
hacen de puente entre la observación y la política. En tales clón ha decidido seguir un curso de acción que uno considera (,'<.o!"Y"t
casos, las nuevas observaciones que hablan contra la política Incorrecto, y además tenemos alguna información que no pa­
tendrán menos oportunidades de ser escuchadas. La confu· rece haber recibido la atención que merece. Hay que decidir
sión en un solo factor de juicios de valor y política también nos qué hacer. ¿Habrá que difundir esa información? Si uno deci­
obliga a volvernos inflexibles en el nivel de la política., Supone de hacerlo, tendrá que tomar una segunda decisión: con quién
que podemos afirmar un juicio de valor sólo de un modo, que y cómo compartirla. Estas son decis[ones~stratégicas que
podría no ser verdadero. dependen de numerosos factores. Para no pasarlos por alto
;I"rt1'....~ Por ejemplo, en el debate sobre el t~t de drogadicción , los hay que tener presente la distinción entre el juicio de valor (lo
partidarios de realizarlo podrían ponerse a favor de una iUe merece la pena hacer) y los problemas políticos (lo que uno

86 , 87
• f"\ .... i' l (- "......, )
C:.,.r, ¡(! '''' h ~oc:.
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",

~~ !/~rt~) '\J
1""4-'"
;(~, .,. "\..E!.;

debé hacer). Si se toma posición sobre el juicio de valor man­ observaciones, los juicios de valor y los supuestos de
teniéndose flexible respecto de la política, la acción puede no .esPaldo. Las personas con opiniones opuestas tal vez tengan
ser sólo "correcta" sino también generar algún bien. información o diferentes interpretaciones de los datos.
Incluso en la cuestión de la franqueza se puede sacar CoJllpartiendo la información, la totalidad del grupo aumenta
partido de esta distinción entre el juicio de valor y la política. , comprensión de lo que está sucediendo. Otras personas
¿Es la franqueza la mejor política? Sí, pero también es una pueden también utilizar diferentes juicios de valor y, cono­
política, respaldada por valores tales como la integridad y el :ndolos, ver si deben fomar parte de cualquier decisión final.
respeto por los otros. Al mantener separados política y juicio por ejemplo, podríamos aducir que proponerles a los trabaja­
de valor, uno conserva la libertad necesaria para decidir cómo dores un test de drogadicción supone una invasión de su
afirmar la integridad y el respeto por los otros en situaciones Intimidad. Los partidarios de realizarlo podrían decir que el
específicas. Se puede decidir cómo decir la verdad, cuándo test ayuda a crear un lugar de trabajo seguro. Muchos de no­
decirla y a quién decírsela. Si bien afirmo la importancia de sotros concordamos con ambos juicios de valor --el derecho a
las normas éticas, y analizaré algunas en los capítulos 5 y 8, la Intimidad y la necesidad de un lugar de trabajo seguro-. De
también considero que las normas son sólo un elemento en el modo que, aunque disentimos acerca de lo que debe hacerse,
proceso de la reflexión ética. Funcionan como juicios de valor, ooIncidimos en cuanto a dos valores importantes. Este acuer­
no como políticas. A veces, desde luego, algunas personas do puede serles útil a ambas partes en la elaboración conjunta
encontrarán que una propuesta política satisface sus juicios una propuesta más abierta que incorpore ambos valores,
de valor mejor que cualquiera y pueden desarrollar argumen­ .toes: una política que proteja la intimidad y que proporcione
tos para convencer a otras personas. Incluso, aunque estas ·l In lugar seguro de trabajo.
otras no queden convencidas, las primeras pueden seguir abo­ El desacuerdo puede también residir en el nivel de los su­
gando por la política que han elegido, pero basando su opción puestos. En el caso del test de drogadicción, algunos podrían­
en juicios de valor seguirán abiertas a la nueva información y suponer que, haga lo que hiciere la gerencia, tiene el propósito
a las circunstancias cambiantes. La ética tiene en cuenta nor­ de controlar el lugar de trabajo, mientras que otros pueden
mas, pero cuando éstas se convierte-;~ri"ñormas de conducta asumir el supuesto de que la gerencia se preocupa por la
. nadá más -lo qu~ las personas deben h.acer- y no normas seguridad del trabajador y del producto. Si el desacuerdo
para tomar d.ecisione~, ,la ética no tiene mucho que aportar a reside en este punto, y se puede discutir, todos tendrán la
la consideración del dificil problema de las organizaciones oportunidad de examinar sus actitudes básicas recíprocas.
. complejas. La distinción entre juicio de valor y política debe Cuando las personas disienten, a veces pueden usar ese
permitir que cada uno respete sus valores y que considere di­ desacuerdo para desarrollar una nueva propuesta ' política,
ferentes propuestas políticas o, en otras palabras, que consi­ esliiblecer los límites de su propia propuesta y supervisar la
dere las diferencias y aborde los desacuerdos. reaJjzación. Empecemos por considerar este último punto.

ESTRATEGIAS PARA ABORDAR LAS DIFERENCIAS La. utilización del desacuerdo para supervisar la realización :1
de. la política. A veces, después de examinar los hechos, los
Después de exponer todas las pro~as -U,olíticas que el valores y los supuestos de las diferentes posiciones, cada parte
grupo puede elaborar tenemos que pasar a1a investigación de de la discusión puede seguir pensando que su propia propues­
~

88 89
ta es"la correcta. En la reunión del personal de una empresa la institución. Usando el lenguaje corriente de la gerencia
consultora mediana, que examinamos en el capítulo 1, se dis­ de la organización, designamos los diferentes grupos como
cutió durante varias horas si había que trabajar o no para un ,pulsados" por sus intereses particulares, proponiendo la
cliente que producía combustible para armas nucleares. íJgUtente clasificación:
Algunos pensaban que la empresa no debía facilitar la produc­
tividad de la industria del armamento nuclear, mientras que Grupo 1: Impulsados por el nivel profesional.
otros entendían lo contrario. Los miembros de la empresa Grupo 2: Impulsados por la necesidad de la
consultora expusieron los diferentes valores y los supuestos atención sanitaria.
sobre su misión, la organización del cliente y ellos mismos Grupo 3: Impulsados por la financiación.
como profesionales. Las diferencias fueron aceptadas y respe­ Grupo 4: Impulsados por la responsabilidad
tadas, pero nadie cambió de opinión. Cuando llegó el momen­ social.
to de decidir, el grupo se dividió de nuevo. El comité ejecutivo Grupo 5: Impulsados por el desarrollo tecnoló­
tomó más tarde la decisión de que cada consultor podría gico.
decidir individualmente si trabajaría o no en el proyecto. Pero Grupo 6: Impulsados por el mercado.
un resultado de esta discusión es probable que haya sido que
quienes decidieron trabajar llegaron a un criterio para juzgar Los diferentes grupos presentaron descripciones muy dife­
sus actividades futuras. Podían usar la opinión opuesta como rentes del asilo que cada uno quería. ~l grupo del nivel
una especie de "oposición leal" que supervisara la realización profesional describió un hospital-escuela que asignaba recur­
de su decisión. En este sentido, aumentaron los recursos de 80S para la investigación y el desarrollo, la capacitación pro­
la organización; este control podría impedir que la empresa fesionaly los clientes "interesantes".~l segundo grupo, impul­
avanzara en esa dirección más allá de lo conveniente. sado por la necesidad de brindar atención sanitaria, represen­
Las opiniones de los grupos vinculados a las corporaciones, taba-a los clientes y al público. Veían un hospital dedicado al
como se vio en el capítulo 3, pueden desempeñar un papel cuidado de los enfermos, que participaba en la vida comuni­
similar para la junta de directores de la corporación. Utilizar taria y satisfaCÍa diversas necesidades de la población, incluso
las opiniones opuestas para supervisar puede ayudar a la la de la prevención sanitaria. ~l grupo impulsado por la
corporación a corregir un error de política cuando se pone de financiación quería un hospital que proporcionara ganancias,
manifiesto como tal. con estrategias de corto y largo plazo para la expansión en un
mercado tan competitivoLEl grupo impulsado por la respon­
""' La utilización del desacuerdo para limitar la política. A veces sabilidad social quería un hospital que trabajara con otras
las opiniones opuestas sirven para algo más que para contro­ instituciones comunitarias para ayudar a resolver algunos de
lar la realización de una política. Se las puede usar para im­ los problemas de la salud pública y privada en el hogar y en el
pedir que una política desborde sus propios límites. trabajo. Les interesaba la representación comunitaria en la
Hace algún tiempo, -en un asilo, se les pidió a los adminis­ Junta directiva del hospital y la inclusión de información
tradores de los diferentes departamentos que participaran en proveniente de la comunidad en el proceso de toma de deci­
un experimento inusual: definir el asilo desde la perspectiva Siones. ~El quinto grupo, impulsado por el desarrollo tecnoló­
individual suponiendo que pudieran realizár todas sus metas gico, quería que se invirtieran recursos en tecnología moderna

90 91

e instalaciones para la investigación. Tendía a coincidir Con el . diclonanucuto" o "limitación" de una posición significa
grupo del nivel profesional. ~l grupo final, impulsado par C r al contrario, y cuyo verdadero héroe ético nunca nego­
el mercado, quería que se asignaran más recursos a la inves_ da- sea cual fuere el coste. En lugar de seguir esta tendencia,
tigación de mercado y a la publicidad, con la meta de asegurar_ la reflexión ética tiene que aceptar los puntos fuertes de las di­
le al hospital una buena posición en el mercado. ferentes posiciones y prescindir de sus debilidades. En la
A medida que estos grupos desarrollaban sus Visiones controversia sobre el test de drogadicción, por ejemplo, una
propias del hospital, pretendiendo que se les concediera todo parte decía que se Violaba la intimidad. y la otra. que se
lo que pedían, resultó evidente que en realidad todos los aumentaba la seguridad del trabajador. Ambos valores tienen
grupos se necesitaban entre sí. El hospital necesitaba todas sus méritos y probablemente ambas partes reconocerían ese
las propuestas, pero no podía satisfacer ninguna si esto sig­ hecho, de modo que cada una podría usar el valor de la otra
nificaba que otra sería totalmente desatendida. En otras para condicionar su propia opinión. La primera diría: "No
palabras, cada una de las voces en oposición representaba un debemos imponer el test de drogadicción a menos que no
límite adecuado para las demás. Sin estos límites, alguna voz podamos desarrollar otro medio para aumentar la seguridad
en particular sobresaldría demasiado: habría una sola cuando en el trabajo". La segunda podría responder diciendo: "Y
lo que se necesitaba era un coro. nosotros deberíamos administrar el test a menos que descu­
Los grupos empezaron analizando cómo podían ayudarse a bramos que en realidad viola la dignidad de los individuos".
establecer límites. El hospital quería elevar el nivel profesio­ Tales condicionamientos pueden impedir que las partes des- \
nal, a pesar de que significara impedir la atención a pacientes. borden los límites de sus políticas hasta el punto de destruir '
El hospital quería proporcionar atención a los necesitados, otros valores que también tienen su adhesión. '"
pero tenía que considerar las restricciones económicas. El
hospital debía ser económicamente viable, sin que ello lo lleva­ La utilización del desacuerdo para desarrollar nuevas pro­ !
ra a renunciar a su responsabilidad social. En otras palabras, puestas políticas. A veces es posible ir más allá del uso del
las diferentes opiniones eran necesarias para mantener el desacuerdo en la supervisión de la realizacion de las políticas
resto bajo control. Desde luego, este principio sirve como base o como condicionamiento político, empleándolo para dar
para la división del poder político entre las ramas legislativa, forma a la política. Este uso requiere que las personas cambien
ejecutiva y judicial del gobierno de Estados Unidos. Es un de opinión. circunstancia que no puede asegurarse pero que
antiguo principio, pero no ha perdido su significado. sucede. Por lo general cambiamos de opinión porque aprende­
En el modelo de la argumentación, las opiniones opuestas, mos algo que no sabíamos antes, o nos centramos en algo a lo
que tienen la función de establecer los límites de la propia que no habíamos prestado suficiente atención. La reflexión
política, son exactamente lo necesario para definir su alcance. ética como proceso de aprendizaje significa que los participan­
Según ese modelo, podemos usar la fuerza de las opiniones tes pueden pasar de lo que ya saben a lo que no sabían antes.
opuestas para establecer los límites de la nuestra. Estos Pueden descubrir buenas razones para puntos de vista de los
condicionamientos (como lo demuestra la reunión con los que disienten. y esas buenas razones pueden aparecer como
administradores del hospital), en realidad, lejos de debilitarla, algo que habrían aceptado de haberse percatado de ellas. Para
fortalecen la propia posición. Una vez más, nuestro modelo que ese cambio se produzca es necesario que los participan­

---
difiere del seguido por el fanático que considera que cualquier
..
tes tengan una mente inquisitiva.

\
'-'\ "'1 ! l ")
93
" -t. 92
.-:.1'
,j)
Aunque una postura de aprendizaje respecto de los proble_ grupo aboga por una política diferente, respaldándola
mas o cuestiones de la organización alienta el cambio, es argumentos opuestos.
probable que no sea suficiente. Necesitamos alguna dirección J:podemos iniciar nuestro análisis con esos dos argumentos
en el proceso de forjar nuevos acuerdos, capaces de generar a ~trar1os. Los trabajadores apelan al hecho de que ellos rea­
continuación una política diferente de las que se imaginaron el trabajo. Podemos imaginar que la gerencia concuerda
antes. Podemos empezar ese proceso dando los pasos siguien_ este hecho, y sin embargo no está de acuerdo con la
tes: 1) analizar los argumentos iniciales para descubrir SUs ;1........ticade los trabajadores. "¿Y qué?", preguntarían los geren­
juicios de valor y supuestos implícitos; 2) encontrar los "que realicen el trabajo no significa que deban controlar
términos clave de los juicios de valor y usarlos para dar forma c6m0 se hace". El argumento de la gerencia está apelando a las
a un nuevo juicio de valor común, y 3) transferir cualquier relaciones contractuales. El control del trabajo forma parte de
desacuerdo subsistente al nivel de la observación, donde tiene la descripción de la tarea gerencial. Después de todo, los
mejores oportunidades de resolución porque se pueden apor­ gerentes administran. ¿Pueden los trabajadores estar en
tar pruebas e investigación empírica para zanjar las dife­ acuerdo con esto? Sí, pueden, porque saben que lo que es
rencias. DO nos dice lo que debe ser. También los trabajadores podrían
En el capítulo 3 iniciamos este proceso buscando coneXio­ responder: "¿Y qué? Que sea ésa la descripción de la tarea
nes entre los valores de la autonomía de la corporación y la re­ :rencial no significa que las cosas deban ser así. Quizá
presentación de los grupos vinculados. A continuación desa­ debamos redactar de otro modo esa descripción de la tarea".
rrollamos interrogantes concernientes a los derechos y lajus­ Puesto que el debate concierne a lo que debe ser y no a lo que )
ticia que sólo pueden responderse con la ayuda de un enfoque es, no se avanza mucho en la resolución del conflicto basando
del sistema, que desarrollaremos en el capítulo 7. Concentre­ argumentación en las relaciones existentes.
mos ahora nuestra atención en uno de los grupos vinculados En este punto, a ambos argumentos les falta un juicio de
y analicemos los argumentos a favor y en contra de la par­ valor que conecte las observaciones con las políticas. La
ticipación de los trabajadores en la administración del lugar de observación de la gerencia es el argumento de que los traba­
trabajo. Ese debate ilustra cómo se pasa de los juicios de valor jadores no deben controlar su propio trabajo porque ésa es la
no relacionados a los relacionados. tarea de la gerencia. Necesitamos descubrir qué juicios de
valor les permitirían a los gerentes pasar de esta observación
a su propuesta política. Podrían decir: "Hay que respetar los
ARGUMENTOS SOBRE LA ADMINISTRACION PARTICIPATIVA contratos existentes", lo que cumpliría la función necesaria de
Juicio de valor para el argumento de la gerencia, pero proba­
¿Deben los trabajadores participar en la administración de blemente la otra parte no lo aceptaría. Sin embargo, podemos
su trabajo? La gerencia podría aducir que, puesto que se toma sondear este juicio de valor y ver si detrás de él hallamos una
a los gerentes para que conduzcan la empresa, a ellos les creencia más general aceptable para todos. De modo que
corresponde el control del trabajo. En contraste, los trabaja­ COmenzaremos con el siguiente intercambio verbal:
dores podrían sostener que como son ellos quienes lo realizan
deben tener voz en lo que sucede. En esta etapa del debate
/'

94 95

Trabajador: ¿Por qué tendríamos que respetar los con_ Figura 8


tratos existentes?
La gerencia debe controlar
Gerente: Porque de ese modo se conserva el orden en el trabajo.
la empresa.
Debemos respetar los
Trabajador: Pero si queremos cambiar el orden debemos contratos existentes.
cambiar los contratos. En lugar de respe_
tarlos, nosotros necesitamos que se respe_
te la fuerza de trabajo.
Los contratos proporcionan
orden y responsabilidad.
Gerente: Muy bien. Pero ustedes necesitan roles ins­
titucionales, responsabilidades asignadas
y deben rendir cuentas. Esto es lo que
"-....,,
establecen los contratos existentes, y es
importante para la productiviqad de las La responsabilidad aumenta

la productividad. una de las metas

empresas. principales de la empresa.

Después de este intercambio podemos realizar un diagrama Figura 9


de la gerencia como se ve en la Figura 8.
Los trabajadores realizan
el trabajo y son responsables Los trabajadores deben
Sondeando el juicio de valor hemos llegado a una creencia - -- - - r - - - - ­
de la calidad de éste. controlar su trabajo .
que sustenta la política de la gerencia, pero que pueden sus­
cribir ambas partes: "La responsabilidad aumenta la produ c­
le.... tividad". Consideremos ahora el argumento de los trabajado­
res y veamos si podemos hallar en él un juicio de valor que
concuerde con lo que los gerentes podrían aceptar. Los
trabajadores aducen que deben tener el control de su trabajo
porque ellos son los que lo hacen. ¿Cuál es el sentido de este
argumento? Para descubrir los juicios de valor y supuestos
implícitos en él, preguntemos: "¿En qué deberíamos creer para Quien es responsable del
concordar con esto?". Tal vez tendríamos que creer que las trabajo debe tener control
personas que realizan el trabajo tienen conocimientos impor­ sobre él.
tantes sobre lo que hacen, y que los procedimientos empleados
afectan la calidad de su trabajo. Pero estos -enunciados siguen

96 97
siendo observaciones sobre el trabajo. Necesitamos un valor o Figura 10
creencia que conecte estas observaciones con la propuesta
política de los trabajadores. Podemos decir que en los términos trabajadores se les Los trabajadores deben tener
de la seguridad en el puesto y las promociones, los trabajado_ WIera responsables control sobre su trabajo.
res son responsables de su trabajo. Ellos también pagan el trabajo.
precio de la productividad baja. Para completar su argumento
basta con que supongamos que las personas responsables de
algo deben tener también el control sobre ello. De modo que el
argumento aparece como se muestra en la Figura 9.

Comparemos ahora los juicios de valor que hemos desarro­


Quien es considerado
llado: responsable debe
tener control.
La responsabilidad Quien es responsable
aumenta la producti­ del trabajo debe con­
vidad, meta principal trolarlo. El argumento favorable a la posición de la gerencia podría
de la empresa. ~uematizarse en la Figura 11.

¿Cuáles son los términos principales? Responsabilidad,


productividad y control.'¿Cóiíi~
("'--""" I~
·~ pueden relacionar? Hace­ Figura 11
mas ésta pregunta porque queremos tomar los juicios de valor
Los gerentes deben tener
de ambas partes y desarrollar un enunciado en el que todos Loa gerentes s on considerados
control sobre el trabajo.
coincidan. La responsabilidad y el control son las dos caras de responsables de la productividad
una mon eda. ¿No estaría el lector de acuerdo en que si alguien de la empresa.
es responsable de algo se le debe otorgar el control? Esta
podría ser la creencia básica en la que todos concuerden. Sirve
como criterio para determinar lo que hay que hacer. De modo
que los argumentos favorables al control por los trabajadores
aparecen como en la Figura 10. Quien es considerado
responsable debe
tener control.

El desacuerdo reside ahora en el nivel de la observación.


Podemos investigar las líneas de responsabilidad, que serán
/' diferentes en distintos escenarios de trabajo. La responsabi­
lidad de los controladores aéreos, por ejemplo, diferirá de la

98
99
respónsabilidad de los soldadores. Es distinta en los casos de eficaz requiere que tengamos competencia en el empleo
las enfermeras y los oficinistas. Por lo general. los responsa_ diferentes juicios de valor. y que podamos explicar sus
bles no son los empresarios o los empleados. sino unos y otros fuertes y débiles a los otros participantes. Por lo tanto.
conjuntamente. El debate no concluye aquí. pero se ha próximO capítulo abordará algunos juicios de valor que
dispuesto la escena para una discusión más fructífera. ¿Ante ...eden serv~ como guías para evaluar nuestros argumentos
quién y hasta qué punto son responsables los empresarios y IÍdclales Y asimismo proporcionarnos estrategias para desa­
los empleados? ¿Cómo debemos equilibrar la responsabilidad
la definición de la tarea y la productividad?
. &ollar interrogantes adecuados en el análisis de casos espe­
cfftcos.
r7l:Y v ,,~- Permítasenos repasar lo que surge de este diálogo ficticio.
L§e inició con dos grupos que afirmaban políticas conflictivas

I entre sí y daban sus respectivas razones. Esas razones se


referían al estado de cosas existente. ~ continuación pasamos
. a las premisas o juicios de valor implícitos que conectarían
esas observaciones (lo que es) con sus propuestas políticas (lo
que debe ser).\pespués de llegar a las creencias iniciales de los
grupos. los sondeamos para ver si podíamos encontrar creen­
cias más generales que ambas partes pudieran aceptar.
Queríamos llegar a un valor o creencia común que sirviera
como criterio para evaluar las observaciones y conectar las
diferentes observaciones con las propuestas políticas. Tuvi­
mos éxito porque dimos por sentado que ambas partes coin­
cidirían en alguna conexión entre responsabilidad y control.
Este principio es realmente una forma de justicia o equidad.
Afirma que debe haber una proporcionalidad razonable entre
dos actividades diferentes. la responsabilidad y el control. En
este punto podemos dejar que las partes elaboren la distribu­
ción real de la responsabilidad y el control en sus situaciones
concretas.
No siempre es posible forjar acuerdos sobre los juicios de
valor. A veces los juicios de valor se basan en supuestos muy
diferentes y surgen de tradiciones y culturas muy distintas.
Otras. no podemos descu brir un juicio de valor que sea a la vez
inclusivo y convincente. Por ejemplo. todos valoramos el
respeto a las personas. o queremos alcanzar el objetivo de la
organización. pero esos valores pueden significar cosas muy
diferentes para distintos individuos. La réflexión ética real­

100 101

!'4J'UiA...,1S
DE LA ORGANIZACION
SUS ACCIONES

En la discusión del control obrero desarrollamos un juicio


de vaior que permitía que ambas partes negociaran una
política sobre la base de la responsabilidad. Este tipo de juicio
de valor reposa en una noción de justicia que distribuye el
9Ontrol en concordancia con la responsabilidad. Como vere..
.0 8 en el capítulo 8, las teorías de la justicia desempeñan un
papel significativo en la responsabilidad de la organización.
·O tras teorías éticas pueden también facilitar la reflexión ética,
$C1arando el desacuerdo e interpretando o reestructurando
las cuestiones de tal modo que los grupos puedan llegar a una
decisión responsable. Lo que necesitamos son juicios de valor
que cubran las áreas en las que puede haber desacuerdos.
¿Cuáles son esas áreas? Kenneth Burke sugiere lo siguiente:
"Los hombres pueden disen tir violentamente sobre los propó..
sitos que están detrás de un acto determinado, o sobre el
carácter de la persona que lo ejecutó, o acerca de cómo lo
ejecutó, o en qué tipo de situación actuó; también pueden
Insistir en palabras totalmente distintas para nombrar el acto
en sí. Pero sea como fuere , todo enunciado completo sobre los
IDOtivos o.fr;ce;á E19E_na,$lg§é sfe ;esp~"""estas a cinco interro­
gantes: qué se hizo (acto), cuándo y dónde se hizo (escena),
~ién lo hizo (agente), cómo lo hizo (agencia) y por qué (pro­
PóSito)" (1969, pág. xv). Burke llama péntada a esos cinco tér­
lIl1nos (acto, escena, agente , agencia y propósito) y sostiene
" que si consideramos los acontecimientos humanos como ac­
(,r..,. ..

p7 -v.J ( 103
f(-t ~ tv ,; ""~~. \ YJ ~,~
v 'V' ¡\..,
tividades o acciones y no como movimientos o conductas, esos de la consecuencia examina los resultados probables.
términos nos proporcionan un marco amplio para analizar la tres proporcionan tres respuestas diferentes a la pregun­
acción humana. Tal vez el lector ha advertido que los términos "¿Por qué debemos elegir una política específica?", como se
. de Burke corren paralelos a las tradicionales pregt!nt~~ perio­ a continuación:
dísticl\S de "qué", "cuándo", "dónde", "quién", "cómo" y "por

qué". Si bien las respuestas a esas preguntas pueden propor­


Respuesta
cionarnos información sobre los diferentes elementos de la "Porque logra nuestro propósito."
acción humana, lo que realmente necesitamos es adquirir "Porque puede convertirse en un principio
conocimiento sobre las relaciones entreJos,ekmentos. Tam­ moral."

bién necesitamos ·sabet qüe *e'~~~iit";- ~ primordial y qué Consecuencia "Porque tiene consecuencias positivas."

influencia tiene cada elemeñto sobre los otros. La escena (la


situación), ¿determ1ña~r;~t~?E(agente (el actor o el grupo ~especto de las cinco áreas de desacuerdo posible, una éti­
que toma la decisión), ¿determina el propósito, o es también la ea del propósito abarca el ~te, el propósito y el acto. Em­
escena la que determina el propósito\Algunos harán hincapié pteza-poreí agente -sea individuo, grupo u organizaCión-,
en el "quién", que les llevará a considerar el carácter o las iJ.escubre su propósito y después lo usa para evaluar el acto.
intencioñés de una persona como el elemento decisivo en la . a ética del principio se centra en el ~o y el agente.
tjJn
formulación de juicios de valor. t9tros empezarán por el 1>etermina si el acto puede o no adaptarse a una regla moral
pr~¡:><?~ito del agente o de la organización. &,tro grupo puede ., después pregunta por qué el agente debe obedecerla.LUna
considerar sólo el acto en sí, y a continuación dejar que los '6tl~ de la consecuencia cubre las áreas no abarcadas por los
otros cuatro factoress eautodistribuyan en torno de "hacer lo otrosdos eñtoques: la agencia y la escena o situación. Empieza
correcto". El planteamiento de Burke sugiere que cualquiera '¡)ar las consecuencias del acto, prestancro atención a lo que
de esas perspectivas es incompleta si omite considerar los éste generará (~encia) y evaluándolo a continuación en los
otros elementos de la ~w1a. Necesitamos un conjunto de términos de sus efectos en la situación (escena). Con el empleo
valores que incluya los cinco elementos, de modo que los de los tres enfoques no sólo introducimos en nuestras reflexio­
desacuerdos sobre cualquiera de ellos puedan resolverse nes las áreas posibles de desacuerdo, sino también los medios
prestando atención a las relaciones y al cuadro total. para evaluar sus puntos fuertes y débiles y sus relaciones re­
Este capítulo presenta tres -....teorías éticas que, juntas,
~ ,~ ciprocas.
abarcan los cinco términos. Al mismo tiempo, son teorías Para usar con eficacia esos enfoques éticos necesitamos
completas y tienen su propio método para llegar a una decisión -ber algo sobre ellos y poder responder a ciertas preguntas:
correcta. Tradicionalmente, denominamos a estas teorías "¿Cómo sabemos qué propósitos hay que elegir?", "¿qué acto
teleología, deontología y utilitarismo, pero se las puede nom­ logrará nuestro propósito?", "¿cómo sabemos qué regla moral
brar según sus criterios primarios para la justificación de las hay que usar para justificar un acto, y por qué debemos
acciones: ética del propósito, ética del principio y ética de la Qbedecerla?" y "¿cuáles consecuencias debemos considerar, y
consecuencia. El criterio de una ética del propósito es la visión CÓmo debemos evaluarlas?". En realidad, las respuestas a
o meta del agente. Una ética del principio evalúa los actos en
concordancia con su regla o principios implÍcitos. Una ética de
;as preguntas se encuentran en el desarrollo de los enfoques
1cos, que tienen como finalidad Tesponderlas. Aprendiendo
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104
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~Jona en la conducta de Ralph?" "¿De qué modo nuestras
algo sobre el desarrollo de estos enfoques podemos también
ilN!lsiones en estos casos afectan a la organización?". Water­
aprender a usarlos. Para asegurar que comprendamos cómo
nos enseñó que lo que se elige hacer respecto de un error
se emplea cada enfoque en las situaciones reales y ver cómo
incluso derribar a un presidente. También el caso que
se complementan entre sí en la interpretación de una situa_
..,.baDlOS de citar nos permite plantear preguntas sobre el
ción, haremos uso de ellos en el análisis del caso siguiente.
~pósito de la organización, la calidad de la acción humana
Ralph W. tiene más o menos veinticinco años. y ha adquirido una adicción las consecuencias de nuestros actos -preguntas que pue­
medicamentosa a opiáceos en el curso de una serie de intervenciones :D transferirse a la mayor parte de los problemas de la
quirúrgicas y de terapia de rehabilitación después de un accidente que sufrió «ganiZación-. Para evaluar los actos desde la perspectiva de
hace algunos años. Como resultado de la adicción. está ahora en un progra_ )as metas de la organización empezaremos con la ética del
ma de tratamiento con metadona y acude regularmente al consultorio
propósito.
externo del City Hospital. El personal sabe que también consigue otras
drogas fuera del hospital. pero sólo píldoras y pastillas. En una visita reciente
al consultorio. al paciente se le suministró por error diez veces su dosis usual
de metadona. Sufrió un paro cardíaco y se logró reanimarlo. Sospechando
que hubo una sobredosis de metadona. el médico responsable ordenó de
inmediato que se le administrara una droga de acción contraria para Esta tradición ética, con raíces en los escritos de Aristóteles
contrarrestar el efecto del error. Después de un cuidadoso control y ,.,84-322 a. C. l, nos proporciona un enfoque en do~asos para
tratamiento sostenido. Ralph se recuperó sin ninguna secuela visible del !escubrir la acción correctat primero determináf el fin proELo
paro cardíaco. ¿Se le debe decir a Ralph W. qué fue lo que causó su paro
cardíaco? ¿Se le debe informar que recibió una sobredosis de metadonacomo y después discernir los medios apropiados para alcanzarloJ El
consecuencia de un error médico? 'opósito propio o telos ("fin" en griego) sirve como criterio p.a­
El personal sostiene que la conducta del paciente respecto de ellos cambió rajustificar los medios. En otras palabras, el fin justifica los
desde el episodio; además tiene miedo a conseguir drogas en la calle. Antes medios. Si bien esta frase ha sido muy criticada, en parte con
del paro cardíaco Ralph había manipulado al personal. exigiendo tiempo y justa razón, muchos de nosotros todavía pensamos dentro de
atención. y parecía no preocuparse por los peligros posibles del uso de drogas
obtenidas a través de canales no médicos. Pero desde el episodio se volvió
un marco de medios/fm. "Obtener un título se convierte en un
más humilde. aceptó el régimen del personal y renunció considerablemen­ medio para el fin de ganar puntos para ser ascendido." "Tra­
te a la manipulación. Aparentemente Ralph cree que su propia conducta fue bajar horas extras es un medio para terminar el proyecto."
la responsable del paro cardíaco. probablemente por consumir píldoras "Desarrollar un enunciado de la misión de la organización (sus
fuera del programa de tratamiento con metadona. Su creencia de que "él ha 'fines') sirve como guía para dirigir la empresa (los 'medios')."
sido el único responsable" parece haber contribuido a mejorar su conducta Pero. ¿cómo sabemos que hemos elegido el fin o el propósito
con el personal. así como a inducirle miedo a tomar drogas sin supervisión
médica. (De Ruth Macklin. Mortal Cho/ces. págs. 25-28. Copyright @ 1987
correcto?
por Ruth Macklin. Reproducido con autorización de Pantheon Books . una Esto no representaba un gran problema para Aristóteles.
división de Random House. Inc.) porque su visión del mundo era fmalista. Su Etica a Nicómaco
se inicia con esta "verdad": "Todo arte y toda investigación. y
Aunque este incidente se produjo en un consultorio exter­ del mismo modo todo empeño o empresa prácticos. parecen
no, suscita interrogantes que muchos gerentes se plantean: apuntar a algún bien: por lo tanto se ha dicho correctamente
"¿Qué hay que hacer cuando se ha cometido un error?". que Dios es Aquello a lo que apuntan todas las cosas"
"¿Determina alguna diferencia el resultado -en este caso la

106
107

6ft. \ ~ 1."o ..... ,<;,.!, 1O • '.f) -r-""~";' ~t ~.:n.·1'{J


r4.{. A .. f'f-l(j J

(NicoTnachean Ethics [335-323 a. C.l. 1975. pág. 3. I.i. 1). Para


hablar de aquello en lo que deberíamos convertirnos
Aristóteles, la felicidad es nuestro mayor bien natural. El
nuestros recursos y talento. Se podría entender que el

-
empleó la palabra eudairrwnian, que por lo general se traduce

como "felicidad" pero que en realidad significa "florecimiento".

la activación completa del propio ser. Ello incluye tanto "hacer

externo, por ejemplo, tiene recursos y potencial


proporcionar una atención sanitaria de alta calidad. Por
tanto SU fin sería brindar atención a pacientes como Ralph,
el bien" como "actuar bien". ¿Es posible dar más precisiones?
,que han tenido problemas con la ~roga. La comprensión por
Aristóteles dice también que la felicidad es el ejercicio del
tos miembros de lo que es la atencion sanitaria de alta calidad
propio e!fl,!!!l. término que se ha traducido como "función" o
~ria el criterio para evaluar lo que el consultorio debe hacer.
"acción caract~rística" de uno ([335-323 a. C.l. 1975. pág. 31,
'La evaluación se refiere a qué tipos de actos concuerdan con
1. vii. 10). En otras palabras, el tipo de actividad que distingue ese propósito, o a qué medios son apropiados para ese fin.
a un agente sirve como indicador de su propósito. Esta Para elegir los medios correctos es esencial comprender la
definición puede aplicarse tanto a personas como a organiza­ relación entre medios y_fines. La distinción que traza MacInty­
ciones. Por ejemplo, el propósito del consultorio externo sur­ re entre medios internos y externos resulta útil en este punto:
giría del tipo de actividad o servicio que le procura su especial \)labIo de meai~ tñ1erno a un fl.ñ dado cuando el fin no puede
identidad: la actividad de suprimir enfermedades en la vida caracterizarse adecuadamente con independencia de una
humana. Es importante observar que el propósito no es propio caracterización de los medios" ( 1981, pág. 172). Si queremos
del acto en sí sino del agente. En otras palabras, los actos no lograr la integridad de la organización, por ejemplo, sólo los
tienen propósitos, pero sí los tienen los agentes morales. Los 'a ctos de integridad serían medios adecuados para lograr ese
actos tienen consecuencias y resultados, pero no propósitos. :fin. " "S medios externos, en cambio, son susceptibles de
~ ~~ .....
De modo que cuando preguntamos: "¿Cuál es el propósito de descartarse después de alcanzado el fin. Por ejemplo, si mi
hacer esto?", debemos referirnos al propósito del actor, y no al propósito es obtener riqueza, como los dólares son verdes
propósito del acto en sí. vengan de donde vinieren (o por lo menos hay quienes así lo
Si el propósito se basa en la identidad del agente, una ética afirman) los medios utilizados serían externos, no una'dimen­
y del propósito parecería caer en la falacia naturalista, derivan­ sión necesaria del fin logrado. El que cualquier medio pueda
do lo que debe hacerse de lo que es. Pero esto no es así si el ser totalmente externo depende de nuestros supuestos sobre
propósito no se refiere a nuestra conducta sino a nuestro cómo suceden las cosas. Aunque los medios externos no
potenciál como' pérsonas u orgañiZaciones parHcuiares. Alas­ afectan el fin logrado, sí afectan a la persona o a la organización
datr MacIntyre interpreta a AristÓteles de ·tiñ modo análogo: que los usa. Aristóteles dice: "En una palabra, nuestras
"Dentroae ese esquema teleológico hay un contraste funda­ disposiciones morales se forman como resultado de las corres­
mental entre el-hombre-como-ocurre-que-es y el hombre­ pondientes actividades. Por lo tanto, nos incumbe controlar el
como-podría-ser-si-realizara-su-naturaleza-esencial" (1981, carácter de nuestras actividades, puesto que de su calidad
pág. 50). Para pasar de la conducta observable a la acción depende la de nuestras disposiciones" ([335-323 a. C.l, 1975,
potencial debemos cOñ-sW¿rarnc)"sóTolo qu"eobservamos sino pág. 75, 11. 1. 8). Si el propósito del consultorio externo es
taIhoren"'l(>que creemos posible. Siguiendo este camino inves­ SUprimir enfermedades en la vida humana, debe elegir accio­
tigativo no sólo evitamos la falacia naturalista sino que nes (medios) que no sólo logren ese propósito para sus clientes
también descubrimos nuestras mejores pósibilidades. pode­ sino que le permitan convertirse en una organización efectiva.

108 109
X (c . . . . ; r -'·vr'JI <-, ~;; <l \~
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o
c. '" .1'1 v ( ~\-.."
o ,.¡ ) (. (;.. - l'¿?,¡". ~ t
¿Qué le sucede a este grupo si decide conservar el error en LaS respuestas a estas preguntas nos proporcionarán ma­
secreto? ¿Crea este secreto un clima que obstaculizará el fu­ para desarrollar un argumento referente a un acto par­
turo desarrollo del consultorio? ¿Puede un consultorio con se­ "tIICUlar. cuyo aspecto se ve en la Figura 13.
cretos llegar a ser tan bueno como un consultorio sin secretos?
¿Puede el consultorio en sí volverse menos sano por compro_
Figura 13
meterse en tales prácticas? Las respuestas que den los parti­
cipantes dependerán del bien que quieran lograr y del tipo de
personas u organizaciones en las que quieran convertirse. Si porque te nemos Debemos hacer X

loS recursos

hacemos un gráfico de la ética del propósito en el diamante de


la toma de decisiones (como se ve en la Figura 12 l. que incluye
vértices para las observaciones. los juicios de valor y los
supuestos. se generan las siguientes preguntas a medida que
pasamos de un vértice a otro. Ya que promueve nuestro
propósito superior.
Figura 12
Propuesta
Para ilustrar de qué modo la ética del propósito guía el
proceso de la reflexión ética. y especialmente la interpretación
de la vida de la organización. podemos pasar del caso particu­
lar del con sultorio externo a una breve discusión del propósito
¿Cómo se relacionan
¿Qué podemos de las organizaciones.
los medios
llegar a ser?
con los fines?
El p ropósito de las organizaciones. Supongamos que una
persona emprendedora inicia una pequeña fábrica de piel en
su establo. Busca el mejor cuero y manufactura excelentes ar­
neses, más flexibles y duraderos que los productos similares
¿En qué deberíamos existentes en el mercado. A medida que crece la demanda.
convertimos? tiene que contratar empleados para que lo ayuden a cumplir
con los nuevos pedidos. Como sucede a veces. el n egocio
Vértice 1: Las observaciones se centran en el continúa creciendo. y al cabo de unos años tiene una empresa

Vértice 2: --
potencial o los recursos del agente.
Los juicios de valor interpretan el po­
tencial o "acción característica" supe­
riores como elProposito del agente.
COn cientos de trabajadores, la mayor parte de los cuales están
en alguna me'dida identificados con los productos de cuero que
están produciendo. De hecho. la empresa se identifica fuerte­
mente con su producto: arneses que suavizan la vida de
Vértice 3: Entre los supuestos clave se cuenta la hombres y bestias. La marca de la compañía es "Arnes es
relación entre ~s y fines. y el de Suaves para Caballos de Trabajo" (ASCTl.
que los agentes deben realizar su po­ Ahora bien. las cosas cambian. y muy pronto la aparición
tencial.

110 111
~ I,V(r1.-D
del áutomóvil elimina el mercado de los arneses. El producto Algunos dirían que una buena organización provee buenos
manufacturado por la empresa se ha convertido en una reli_ (serv~cios de salud, educación, arneses). Otros, que
quia. ¿Qué sucede entonces? El propietario vende la empresa propósito de una fábrica de piel no es realmente producir ,
a un industrial del caucho, que obtiene nuevos recursos para .-...aes. La producción es, en realidad, sólo un medio para
fabricar ruedas de automóviles. dinero. Después de todo, nadie ignora el motivo del
Por lo que sé, ésta no es una historia real, pero la pauta im­ ¿El fm es la producción o el lucro? Para responder a esta ",
plícita se ha reiterado en innumerables ocasiones. Empieza nta t enemos que reconocer la diferencja entre el propó- \
cuando alguien inventa "una trampa para ratones mejor", y alto de la organización y el motivo que mueve a un individuo
surge una organización para proveer el producto. Después la a Invertir en una empresa.
demanda se desvanece, y la organización encuentra otro Los obreros o empresarios de piel, ¿difieren de los médicos
producto para continuar su existencia. Esta pauta parece • los profes ores en su relación con la organización en la que,
ordinaria y no muy inusual, pero antes de que aceptemos que 'l a través de la cual, se ganan la vida? (La frase "ganarse la vi­
se trata simplemente del modo en que ocurren las cosas da" se refiere tanto a la vida que se consigue como a ganar dine­
tenemos que preguntar qué consecuencias tiene esto para la ro. Sabemos por experiencia que la calidad de nuestra vida de­
reflexión ética sobre la vida de la organización. pende de cómo nos la ganamos. )Por cierto, son numerosos los
La ASCT tenía que tomar una decisión. ¿En qué debía con­ ,é dicos y profesores que se ganan la vida perfectamente, pero
vertirse? ¿Cómo podía decidirlo? Por un lado, la empresa luchos nos preguntamos si realmente el lucro tiene que ser
producía buenos arneses, pero los arneses no tenían futuro. el propósito de la atención de la salud o de la educación. Tal
Por otro, la empresa proporcionaba empleos. E, incluso, apor­ . ez no nos incomode tanto la búsqueda de lucro en una fábrica
taba una parte importante de la base industrial de la comuni­ • piel; a unque debería hacerlo. A pesar de que ganar dinero
dad. En Vista de 'e stos diferentes niveles de interpretación puede ser un motivo para los individuos, podrí~ n~ser el
(probablemente hay más), nuestra respuesta al interrogante propósito de las organizaciones.
de qué debe hacer la empresa dependerá de cómo interpreta­ Supongamos que los miembros de esas tres organizaciones
mos su propósito. ¿Ese propósito es: 1) ganar dinero, 2) pro­ quieren enriquecerse. Podemos incluso suponer que esas or­
ducir bienes y servicios, 3) satisfacer necesidades materiales ganizaciones tienen accionistas que han invertido sus ahorros
y sociales o 4) todo esto al mismo tiempo? para obtener un beneficio. Tenemos instituciones denomina­
Para comprender mejor estas posibilidades, coloquemos la das "hospitales privados" y "educación privada". La responsa­
ASCT junto a otras dos organizaciones -un hospital y una
~.rudad respecto de sus accionistas es la misma. ¿Esto significa
universidad- y veamos qué semejánzas y diferencias surgen.
que tienen el mismo propósito? Una ética del propósito nos lle­
A primera vista, esas tres organizaciones parecen tener dife­
\iaría a considerar la acción característica de cada organiza­
rentes productos, diferentes clientes y diferentes razones de
~ón. Esas tres instituciones, ¿no tienen funciones significati­
existencia.
vamente distintas en nuestra sociedad? ¿Acaso no tiene el
Organizaciones Propósitos ~nsultorio el propósito de proveer atención a la salud, la
Hospital Proporcionar servicios de salud escuela el de proporcionar educación, y la fábrica de piel el de
Universidad Proporcionar educación »rOducir buenos arneses? ¿No es la primera responsabilidad
Fábrica de piel Proporcionar arneses

112 113

......,. ~:.r~t¡~
r()/ (" A"~ -~
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'1>., Vi,..Q1) ..-­
~~;.;, ( ..~ .". ~ ~
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de estas organizaciones brindar al público buenos productos no obstante, confunde la diferencia entre la
y servicios? .a-... t'mHU individual y la identidad corporativa, así como la di-
La distinción entre el propósito de la organización y el ,..c;u...... e ntre' medios y fines. - ­
~

motivo individual permite aplicar una ética del propósito y ¡,¡.,$ sta dis cusión de los propósitos de la organización demues­
oponerse a quienes definen como básico el criterio del éXito de la fuerza de la ética del propósito. Nos permite preguntar:
la corporación. También nos permite reconocer que los indiVi­ estamos tratando de realizar?': y "¿estamos siguiendo el
duos pueden tener una variedad de motivos para unirse en ~&&& .. _ correcto?". Estas preguntas pueden ser muy produc­
una empresa o administrarla. Sin un motivo de lucro, muchas jivas. La debilidad reside en que, a veces, nuestra preocupa­
de nuestras empresas necesarias probablemente no eXisti­ d 6n por alcanzar una meta eclipse la preocupación por los
rían, y sin salarios nunca se haría mucho trabajo carente de lJ1edios correctos. Asimismo, a veces el propósito parece
atractivos. Pero estos motivos individuales no definen el stificar demasiado, o demasiados tipos de actos. Los tests de
propósito de una corporación. Las organizaciones no tienen drogadicción, por ejemplo, pueden ser un medio para lograr
motivos, las personas sÍ. Como hemos aprendido en el capítulo n lugar de trabajo seguro, pero también violar los derechos
2, las organizaciones tienen sus propias razones para decidir j¡1dividuales. Si lo hacen, una organización que los toma no
una cosa u otra, y algunas de las razones más fuertes apelan :ctesarrolla todo su potencial, puesto que sinduda una que no
a la misión de la organización, no a cualquier motivo del propio . ,la los d erechos humanos es superior a otra que no los
,~rupo. Por lo menos, según una ética del propósito, el propó­ peta. Pero la ética del propósito no siempre atiende a la"
I sito de una organización se define por su~ncial, que reside adidad d e los áctos en sí con el mismo interés con que \
\.. en el particular empleo de sus recursos. nsidera la noción de propósito. Puesto que la ética del \
¿Qué son los recursos? Los recursos son los aspectos de la lH'tncipio se centra casi exclusivamente en el acto en sí, PUede ) '
vida de la organización que le procuran a ésta su fin y los me­ Jervir co~o cOID)?lemento e incluso como corrección de la ética
dios para alcanzarlo. ~tre los recursos se cuentan lo~pos ~~~os~. .
vinculados a la organización -trabajadores, inversores, co n­
sumidores, ciudadanos- , los elementos naturales y el desa­
rrollo tecnológico. f9tro recurso es el liderazgo en la organiza­ LA ETICA DEL PRINCIPIO
ción, que combina y transforma esos recursos en las fuerzas
productivas que crean productos y proveen servicios, y tam­ Aunque a veces evaluamos un curso de acción teniendo en
bién desarrollan la organización en sÍ. Estos recursos fun cio­ Cuenta lo que queremos lograr, en otros momentos considera­
nan como medios que conducen a un fin, pero ninguno de ellos mos sólo el carácter del acto en sí. Por ejemplo, gran parte del
lo define por sí solo sino que, a través de su propio proceso, la debate sobre las inversiones en Sudáfrica se ha centrado en de
organización desarrolla una "acción característica" que define qué serviría que se retiraran de ese país las multinacionales
lo que es, lo que hace y con qué fin. Cuando cambian los OCcidentales. Una parte ha aducido que ayudaría a lograr en
recursos, también lo hace el propósito de la organización. SUdáfrica una sociedad integrada. La otra parte sostuvo que
Puede pasar de fabricar arneses a fabricar ruedas, ateniéndo­ el retiro no empujaría a cambiar al gobierno sudafricano. Pero
se a un cambio de recursos. Permitir que los motivos de uno muchos otros no pensaron en la cuestión del medio correcto:
de los grupos vinculados se conviertan en el propósito de la argumentaron que cooperar con un estado explícitamente

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racista es malo en sí mismo. Basaron su argumentación en un experiencia. él los denomina a priori. lo que significa
principio. ilnteriores a la experiencia". Nuestra experiencia no da origen
Al servirnos de una ética del principio debemos saber si los nuestros principios morales 00 que los convertiría en ge-
principios que elegimos son los correctos y por qué debemos il!ralizaciones de la experiencia) sino que éstos se desprenden
obedecerlos. El mósofo alemán del siglo XVIII Emm~~l Kant la razón. Por lo tanto. el proceso de la reflexión ética supone
se planteó ambas cuestiones. Kant. profesor univers~. Kant pensar sobre las premisas que entraña la acción
escribió en un esotérico lenguaje académico que no facilita su Una vez formuladas esas premisas podemos juz­
comprensión. y sin embargo desarrolló una estrategia ética .garlas en función de lo que el mósofo alemán ([17851. 1964b.
directa Para ver cómo funciona. empecemos con un caso
hipotético y después pasemos a la' terminología kantiana.
pág. 60) denomina "el principio supremo de las costumbres":
"Actúa sólo siguiendo una máxima que al mismo tiempo
J
i
Digamos que yo le presto al lector cien dólares por un período puedas querer que se convierta en ley universal" (pág. 88). , ¡

de seis meses. Al cabo de los seis meses el lector viene a devol­ A esta ley o regla Kant la llama también "imperativo c!!-tegó­ ,,
verme el dinero. pero en la calle se encuentra con un voluntario lCO". Es categórico en el sentido de que inv~acáfegorías \
de una asociación de beneftciencia que le pide una donación O clases de cosas. Por ejemplo. en el argumento ''Todas las
para los indigentes. Digamos que las personas ayudadas por personas tienen d~gnidad; George es una persona; por lo tanto.
esa asociación necesitan los cien dólares más que yo. ¿Qué Qeorge tiene dignidad". la parte categórica es el enunciado con \\
debe hacer el lector? as". Se aplica a todos los ítems de una clase.. lo que le da I
Kant diría que sea cual fuere la decisión. entraña un prin­ .~ carácter universal. La parte imperativa se refiere a la i
cipio moral. Si el lector decide darle el dinero al voluntario. tal fretensión del principio. El principio supremo de las costum­
vez actúe basánc:iose en el principio de que hay que dar el bres es u na orden. De modo que el imperativo categórico es
\
I

dinero a quien más lo necesita. con independencia de quién u na regla moral universal que nos ordena obedecerla. Pero. f
¡
sea su propietario. Si. en cambio. el lector decide pagarme la ¿de dónde provieÍle esta orden? ¿Quién nos ordena obedecer?
deuda. puede haber actuado sobre la base del principio de que La respuesta de Kant es que nos ordenamos a nosotros mis­
las personas deben devolver lo que han tomado en préstamo mos. Hemos querido el imperativo categórico. por lo tanto.
o. puesto que había prometido pagarme. el de que hay que también queremos obedecerlo.
cumplir las promesas. Esta comprensión de cómo se genera la ley moral le permite
La idea kantiana del principio implícito es paralela a nues­ a Kant afirmar la libertad humana. En el prefacio de su obra
tra discusión de los juiciosa:eYaior implícitos. realizada en 'el define la ética como las leyes de la libertad ([ 17851. 1964b. pág.
capítulo 3. Nosotros hemos aprendido que toda decisión pres­ 55). Puesto que todo ser racional se compromete en el mismo
criptiva implica algún juicio de valor; análogamente. Kant sos­ proceso de querer leyes universales y de juzgar si sus máximas
tiene que toda decisión moral reposa en algún principio moral. .. adecuan a aquéllas. todos ejercen la misma libertad y
Pero. ¿dónde se originan los principios morales o. para usar el Poseen el mismo bien incondicional: la buena voluntad.
lenguaje de Kant. cuál es su "fundamentación"? ¿Los descu­ Puesto que hemos querido la ley moral. ya antes qu eríamos
brimos a partir de la experiencia? Kant rechaza esta idea. por­ abedecerla. Es nuestra propia ley.
que considera que la experiencia humana es demasiado ambi­ Además. puesto que somos los creadores de la ley m oral. el
gua e incompleta. Puesto que estos principios no provienen de bnperativo categórico de Kant se aplica no sólo al acto o p olí­

116
117

tica que estamos considerando sino también a nosotros. Su -ser racional- es ver el propio principio como
segunda formulación del imperativo categórico se dirige a u na ley universal. La inconsistencia de prometer una cosa y
nosotros como agentes: "Actúa de modo tal que siempre trates bacer otra se contradice de tal modo que destruye la misma
a la humanidad, la de tu propia persona o la de la persona de actividad de prometer. Pronto las personas dejarán de confiar
cualquier otro, no simplemente como un medio, sino siempre unas en otras, y prometer será inútil. En otras palabras, en el
y al mismo tiempo como un fin" ([1785), 1964b, pág. 96). En razonamiento moral no hay "casos especiales". Tomar el pro­
otras palabras, todos los seres racionales tienen la misma piO caso como especial es caer en la falacia de la excusa es­
libertad y poder de legislación. También son "fines en sí pecial, consistente en concederse autorizaciones que no se
mismos". En otra sección de la Fundamentación, Kant recoge otorgan a otros en situaciones similares.
este tema de tratar a las personas como fines, planteándolo en En el consultorio externo, ¿debían contarle a Ralph el
términos de precio y dignidad: "Por lo tanto la moral y la accidente médico? Iniciemos nuestro análisis respondiendo
humanidad, en la medida en que es capaz de moral, son lo úni­ que no. A continuación desarrollaremos una máxima de esta
co que tiene dignidad. La habilidad y la diligencia en el trabajo acción tal como: "A los pacientes con riesgo no debemos
tienen un precio de mercado; el ingenio, ·la imaginación viva y decirles la verdad si ello puede amenazar su tratamiento".
el sentido del humor tienen un precio imagin~io, pero la fide­ ¿Podemos universalizarla? ¿Podemos querer que nadie les
lidad a las promesas y la bondad basadas e~¡principios (no en diga la verdad a los pacientes con riesgo si ello amenaza su
el instinto) poseen una valía intrínseca', ~(1785), 1964b, tratamiento? Si el lector fuera un paciente como Ralph,
pág. 102). La distinción entre precio y digni~ad nos ayuda a re­ ¿estaría de acuerdo con que en el consultorio no le dijeran la
'conocer que las personas son fines en sí. Las personas no pue­ verdad? Estas son las preguntas que nos llevarían a hacer
den intercambiarse o utilizarse sólo con otros propósitos. En la primera formulación del imperativo categórico.
última instancia, las personas libres son la base de la moral. La segunda formulación nos pregunta si la acción propues­
Volviendo por un momento a nuestro interrogante sobre la ta realmenta trata a Ralph no sólo como un medio sino
devolución del préstamo, una ética del principio proporciona también como un fm. ¿Demuestra respeto por la libertad de
no sólo el criterio de la universalización de la premisa o Ralph como ser moral? Algunos dirían que privar a Ralph de
máxima moral implícita, sino también el del trato recíproco de esa información le impide actuar con libertad, porque no se
los seres humanos como fines y no sólo como medios. Podemos puede actuar con libertad si uno se basa en supuestos falsos.
hacer dos preguntas. En primer lugar, ¿puede el lector querer Otros s ostendrían que Ralph necesita ayuda, y que si no se le
que todo el que tenga una deuda les dé el dinero a los más dice nada será más fácil que logre suprimir la droga de su vida.
necesitados, sin importarle de quién es? ¿O querrá el lector Pero una vez que hemos reconocido la libertad de Ralph ,
que todos devolvamos lo que se nos prestó? En segundo nuestra ayuda no puede ser abiertamente paternalista y )
término, ¿usar el dinero para ayudar a los pobres no significa hacerle bien si va contra su voluntad. Parece que el único
tratar a quien nos lo prestó sólo como un medio, y no tratarlo modo de no tomar en cuenta la libertad de Ralph consiste en
como un fin en sí mismo? Estas preguntas revelan el supuesto ConSiderarlo incapacitado e incapaz de agencia moral. /'
de Kant sobre el razonamiento, o sea, que entraña consisten­ La ética del E.L,incipio tiene un enfoque totalmente distinto
cia. La razón determina que sea lo que fuere que uno elija para del de la ética del ~Sito. En vez de empezar por los poten­
sí mismo también debe estar al alcance"de los otros. Ser Cl~.~~es de los agentes, y encontrar su .propósito,
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comienza con el principio implícito en nuestra acción y a con_ LaS respuestas que hallamos gracias a este enfoque ético
tinuación procura descubrir si ese principio es unive~salmen_ ,__.. cononden al modelo de argumentación presentado en la
te ~do. Si plasmamos este enfoque ético en éTgranco del 15.
diamante de la toma de decisiones, tenemos el proceso de Figura 15
reflexión ética ilustrado en la Figura 14.
consecuencia
principiO Debemos hacer X.
Figura 14
_tal implícito.
Propuesta

y porque lo quiero como


¿Cuál es nuestra regla universal. y respeta
¿La consistencia
promesa implicita? la dignidad humana.
es apropiada?

La ética del principio implica el siguiente proceso de refle­


Un agente propone realizar un acto o instItuir una
"'POlítica. Preguntamos: "¿Por qué?". La respuesta es: "Porque
'élegí hacerlo". Indagamos en la elección buscando el principio
¿Podemos hacer de ella
~ máxima moral implícitos. A contiIiuación nos preguntamos
una regla universal?

¿Respeta a las personas

si ésa debe ser una regla universal y si respeta la dignidad


como fines en si mismas?
'humana. Si es as}.. el acto está justificado.
No hay duda de que la fuerza de la ética del principio reside
en su respeto a las personas como agentes morales, así como
Vértice 1:
La observaciones conciernen al principio en su énfasis en la igualdad básica de la dignidad humana.
moral implícito en el curso de acción Pero la debilidad de este enfoque es muy grave, por 10 menos
propuesto. en algunos casos, ya que no considera las consecuencias de
Vértice 2:
Los juicios dé valor estiman si el principio las acciones o políticas. Para llenar este vacío, podemos volver
implícito puede convertirse en una regla a la ética de la consecuencia.
moral y si el acto trata a las personas como
fines --con respeto por su dignidad-o
Vértice 3:
Entre los supuestos clave se encuentran la LA EnCA DE LA CONSECUENCIA
afirmación de la acción consistente y la de
que las personas son iguales desde el punto Para evaluar las consecuencias de un acto o política, ¿qué
de vista moral. necesitamos saber? Cuáles son las consecuencias probables
/'
y qué significan para los que son afectados. También debemos
saber cuál es el peso relativo de las consecuencias positivas

120 121
"'L) ir" H~ e,,-"J
;¡.., t..-4t,.." 1.A1 ~.

totales en comparación con las consecuencias negativas tota_ de elementos tales como la intensidad, la duración, la cer­
les. Cuando ya tenemos esa información, podemos elegir el o incertidumbre, y la=distancfa (cercanía o lejanía)
acto o política que causa el mayor bien y el menor daño a los n;T961, -pág. 37). Los placeres más intensos, de mayor
involucrados. Para comprender este razonamiento podemos ~l'ac1ón Ycertidumbre, y más cercanos al individuo, tendrían
apelar a Je~~ntham (1748-1832) y a Jo~~Stuart Mm valor que los que no presentaban esas características. En
(1806-1873.), los dos principales arquitectos del utilitarismo. .audad, las categorías de Bentham sólo medían la cantidad
Los utilitaristas, en especial los colaboradores de Jeremy la calidad del placer y del dolor. Como veremos, John
Bentham, eran conocidos como "mósofos radicales". Trabaja_ MUl criticó a Bentham por no reconocer esa diferencia.
ban a favor de una reforma política y abogaban por causas El debate sobre el significado de las consecuencias para di­
liberales tales como la ampliación del derecho de voto. En ferentes personas se desarrolló en gran medida en torno de las
contraste con el contexto académico de la mosofia de Kant, el lac10nes supuestas entre el interés individual y el interés
utilitarismo vivía en el reino de la política y la reforma social. blico. Algunos utilitaristas pensaban que se trataba de lo
En otras palabras, se inició como una ética pública, y primor­ mo, y otros que no era asÍ. Adam Smith, el padre del capi­
dialmente tenía en cuenta las consecuencias del acto para la lBlismo, creía en la identidad de intereses: "Todo individuo
población total. Según ellos, el único principio para juzgar las continuamente esforzándose por descubrir el empleo más
acciones o las leyes era el "principio de la mayor felicidad" o "de :~yentajoso , sea cual fuere, para el capital que tiene a su dispo­
la utilidad", definido así por Bentham: "Por principio de la 1I*16n. Su objetivo consiste en su propia ventaja, y no en la de
utilidad se entiende el principio que aprueba o desaprueba sociedad. Pero el estudio de su propia ventaja lo conduce
cualquier acción, sea cual fuere, según la tendencia que parez­ o más bien necesariamente, a preferir el empleo más
ca tener a aumentar o reducir la felicidad del partido de cuyo ~ +ajoso para la sociedad" ([ 1776], 1975, pág. 9). Si Smith
interés se trata, o lo que es lo mismo en otras palabras, a pro­ en lo cierto, la gente hace naturalmente lo que debe hacer
mover u oponerse a esa felicidad. Digo de toda acción, sea cual para el bien de /la sociedad. Perseguir la propia felicidad -el
fuere, y por lo tanto no sólo de toda acción de un individuo propio in terés- beneficia naturalmente a la comunidad total.
privado sino también de toda medida de gobierno" ([ 1781]. Jeremy Bentham afirmó otra tendencia en el empirismo
1961, pág. 17). En otras palabras, si una acción propuesta ~glés , que Elie Halévy caracterizó como la "identificac!2.!! arti­
produce felicidad. es correcta; si promueve desdicha, es fleial de los intereses" (1960, pág. 17). Esta c~ñCepción reco­
\ incorrecta. Esto es bastante simple, y se trata precisamente de poce que algunos intereses individuales pueden no coincidir
lo que los utilitaristas querían: un criterio simple para deter­
c;le forma natural con el interés de la comunidad, de modo que
minar "científicamente" qué acciones y leyes deben permitirse.
Así como en las ciencias de la naturaleza se estudiaban los
las personas deben ser persuadidas o coercionadas por medio
la legislación y sanciones adecuadas, para que opten por
fenómenos naturales y se formulaban las "leyes de la natura­
,C)a intereses comunitarios. La brecha entre los intereses de las
leza", los utilitaristas querían observar las experiencias de
placer y dolor y extraer conclusiones sobre las leyes morales. pers onas -lo que es-y la felicidad pública":"-lo que debe ser­
Pero, ¿cómo se miden el placer y el dolor para diferentes da 3J. ütillfarismo su caráctef -ético normativo (Harrison,
grupos de individuos? Esta pregunta ha continuado pertur­ 985. p c1i:TÓr ). De no medicrr t~ ~paración, sería una ética
bando a los utilitaristas, pero Be~saba en la medi­ La tarea del utilitarismo no es sólo comprender las

í1A.Ur'\ V bl~
.
7¿;~~ " 122 123
(1/1 lt"'Ot (..t J r- '

p..jl I ('J r /VI)

relaciones de causa y efecto. sino también usar esa compre el dolor. Mill escribió: "Es mejor ser un hombre insa­
sión para inducir a las personas a dedicarse a las actiVidadn­ que un cerdo satisfecho; es mejor ser Sócrates in­
que persiguen la felicidad pública (Bentham [17811. 196~s IIleCDO que un tonto satisfecho" ([ 18381. 1969. pág. 260).
pág. 17). •
-_I.._","ó otros aspectos de la vida. tales como la dignidad ~.

Si suponemos que existe una diferencia entre los interese ,)od1V1QUO y el desarrollo del carácter. Pero para este autor
individuales y los intereses públicos. de modo que no pOdemo: '-afá6á de amptIaciones del principio utilitario. y no alter­
tomar aquello que nos interesa como indicativo de lo que debe a él.
interesarnos. ¿cómo sabremos cuál debe ser el interés públi_ MilI aceptaba como fin último "la mayor felicidad
co? Bentham sostiene que la democracia es el mejor medio el mayor número". también formuló "fines secundarios"
para definir la felicidad pública. porque ofrece más respuestas servirían como guías para la acción y podían justificarse
a "la mayoría" que cualquier otra forma de gobierno. ¿Y qué el principio de la utilidad. Por ejemplo. contra lo que él
sucede si la mayoría se equivoca? Bentham admite tal posibi­ IIPIOminó "la tiranía de la mayoría". Mill adujo: "Si toda la
lidad. pero cree que. a largo plazo. el pueblo corregirá SUs liDJD8Ilidad menos una persona fuera de una opinión. y se
errores al aprender qué tipo de legislación ocasiona más placer sólo esa persona. la humanidad no tendría una
o dolor (Harrison. 1985. pág. 222). De modo que el pueblo. I$tlflcación mayor para silenciarla que la de esa persona para
como un todo. es la autoridad final que define el placer y el IJpciar a la humanidad. si tuviera el poder" ([ 18381, 1969,
dolor. y decide bajo qué leyes y normas morales se debe viVir. 142). ¿Cómo justifica Mill este enunciado?Sostiene que
La rama utilitarista de Bentham proporcionó a los reformis­ plazo ese res..R~t.9, a ......
"----~
la libertad
...~
individual
,,-~'
- . - : - ' _. ...=..._-.. '­
tendrá. canse­
tas un método para medir los efectos de las leyes y prácticas IIIWlC~P.2.s.!.t.!Yªª-R~~a . sociedad. Contribuye a la libertad
corrientes. y un modo de abogar por sus propios programas todos y crea la seguridad que permite a las personas de­
demostrando qúe éstos aumentarían el placer y reducirían el laverdad cuando la mayoría puede haber caído en un error:
dolor. Pero este utilitarismo también ignoraba la complejidad ·c",";,r..oB seres humanos ganan más permitiendo que cada uno
de los diferentes tipos de placer. Por ejemplo. ¿cómo debemos " como le parece bien que obligándole a vivir como le parece
comparar el placer de ganar la lotería con el placer de acabar bien al resto" ([ 18381, 1969, pág. 138). Esta idea de las conse­
un proyecto dificil? ¿Qué tipo de placer debe persegu ir la cuencias a largo plazo incluso le permite a Mill poner los
sociedad. por medio de la educación o la regulación? Bentham pr,tncipios morales universales kantianos bajo el paraguas
~ no proporciona un modo de responder a tales interrogantes. p.t1l1tarista: "Para darle algún sentido al principio de Kant. el
John Stuart Mili. cuyo padre perteneció al círculo bentha­ SIgnificado que se le atribuye debe ser el de conformar nuestra
mista: trató d~-aID.pliar el utilitárismo para incluir algo más éOnducta siguiendo una regla que todos los seres racionales
que el placer y el dolor como medida de la felicidad. Mill dijo podrían adoptar con beneficio para su interés colectivo"
de Bentñam: "Comerró"el error de suponer que en los asuntos n18381, 1969, pág. 308).
humanos los negocios lo eran todo; por lo menos. todo lo que La ampliación del u t1l1tarismo realizada por Mill nos propor­
les interesaba allegtslador y al moralista" ([ 18381. 1969. pág. ciona una concepción refinada de la evaluación de las conse­
106). En lugar de centrarse tan estrechamente en placeres y t!uencias, porque en ella caben los aportes de otras tradiciones
dolores. Mili también hizo hincapié en la calidad de vida. En éticas. Si bien el utilitarismo en sí no dice mucho sobre el
una célebre observación dirigida contra el fuCüexclusivo en el respeto a la dignidad humana, por ejemplo, puede respaldar

124 125

este- principio mostrando sus consecuencias positivas en el en conjunto pueden remediar la eventual miopía de
largo plazo. Mientras el utilitarismo nos permite considerar las de ellos. La aplicación de la ética de la consecuen­
consecuencias de nuestros actos, los otros enfoques éticos al diamante de la toma de decisiones genera un proceso de
pueden ayudarnos a determinar qué consecuencias se deben ;textón ética, ilustrado en la Figura 16.
considerar. Figura 16

Según un utilitarista, ¿qué debe hacer el consultorio exter_


no en cuanto a informar o no a Ralph sobre el accidente médi_ Propuesta

co? La exposición misma del caso ya sugiere una respuesta.


B

Puesto que la conducta de Ralph mejoró gracias a la falta de


información, las consecuencias de no informarle parecen
haber sido buenas. ¿cuáles son las
¿Qué constituye la
Si decirle la verdad aumentaría el riesgo de que rechazara consecuencias
felicidad y cómo
probables para los
el tratamiento del consultorio, hablarle sobre lo que ocurrió podemos medirla?
grupos afectados?
haría más mal que bien. Asimismo, en vista de la magnitud de
los juicios por mala práctica en la actualidad, decirle la verdad
no sólo podría hacer peligrar la carrera del médico sino
también el consultorio externo, e incluso el hospital. En este
¿Qué generará la
caso parece que, después de tener en cuenta a todas las mayor felicidad
personas e instituciones involucradas, decir la verdad arries­ para todos?
garía muchas cosas y probablemente haría poco bien.
Pero la primera opinión tal vez requiera más reflexión. ¿Qué
les sucede a los grupos e instituciones cuando se comprome­ Vértice 1: Las observaciones conciernen a las conse­
ten en ocultar sus actos? ¿Qué sucede con la confianza en el cuencias probables de un curso de acción
personal, y con la relación entre el personal y los médicos? particular. Primero tenemos que poner­
¿Qué sucederá la próxima vez que alguien cometa un error? nos de acuerdo en cuanto a qué grupos
¿Qué tipo de cultura crea un encubrimiento? Si consideramos serán afectados, y después sobre cuáles
estas consecuencias negativas quizá veamos que superan los serán las consecuencias probables.
buenos efectos en el estado de Ralph. Además, puesto que Vértice 2:
Los juicios de valor conciernen a la mayor
tanto la ética del propósito como la del principio parecieron felicidad de todas las personas involucra­
estar a favor de que se le dijera a Ralph lo que ocurrió, es das.
Vértice 3:
Los supuestos importantes que debemos
posible que la de la consecuencia deba prestar una atención
abordar son las definiciones de la felicidad
adicional a las consecuencias de corto y largo plazo para todas
(y la infelicidad) y los modos posibles de
las personas afectadas. Quizá satisfacer el interés del consul­
medirlas.
torio no difiera de servir a sus propósitos o de universalizar el
principio implícito en su acción. De hech~ los tres enfoques

126 127

Las respuestas a estas preguntas nos proporcionarán n. nuestros propósitos y principios y de las consecuencias
terial para desarrollar el argumento ilustrado en la Figura·<'él·
17. actos. Los tres enfoques pueden corregirse y
Figura 17
recíprocamente- Nos proporcionan una base ampUa
los desacuerdos acerca de cuáles actos pueden
Porque tendrá rmau"..... y en muchos casos permiten superar tales desa­
estas consecuencias
Debemos hacer X. porque incluyen posibilidades para la autocorrección
para estos grupos.
isición de nuevos conocimientos. Pueden alentar un
de aprendizaje en todos los participantes. Además, al
a la d iscusión las cinco áreas en las que las personas
disentir acerca de las acciones humanas ----acto.
agente, agencia y propósito---- ayuda a los partici­
a descubrir, en algunas de tales áreas, acuerdos uti­
como palancas para superar los desacuerdos en las
y porque producirá
más felicidad para Si las personas disienten acerca de las consecuencias
todos. Itbables en el caso del consultorio externo, por ejemplo. su
sobre el propósito de la institución o sobre los
Si reunimos estos tres enfoques éticos veremos que cada ~clplos u niversales puede impulsarlas a redefinir las con­
uno de ellos sirve como límite de los otros. Utilizar la parte del ~encias . La reflexión ética, desde luego, no asegura el
mapa argumentativo que tiene un enunciado qon la expresión lIlSenso, p ero por lo menos los participantes tocan todos los
"a menos que", nos permite las formulaciones siguientes: en su búsqueda de la mejor respuesta a la situación.
analizar la organización y su acción con estos juicios
Debemos perseguir nuestro propÓsitof...a menos que trate valor, los participantes pueden usar los ejercicios del capí­
a las personas sólo como medios~o&ue las consecuen­ 11 e integrar'estos enfoques éticos con el mapa argumen­
cias causen más daño que benellció? tativo y la Tabla 2, del mismo capítulo, a fin de examinar si los
Debemos actuar sobre la base de principios,~ a menos que tres enfoques respaldan el mismo curso de acción. S i lo hacen,
ello cause más daño que beneficio:lo)qué contradiga . . análisis les permitirá a quienes toman las decisiones
nuestro propósito] o-J
'.~jftcar muchas de las razones que tienen para apoyar una
Debemos hacer lo que causa el mayor bien y el menor IIopuesta en particular. Pero hay otra información de la que
daño para todos los afectados,~ menos que signifique ~nden los juicios de valor, y que sin embargo no tienen los
, < tratar a algunas personas sólo com'!..f'~dios y realizar para evaluar. El capítulo 6 explica cómo se evalúa este
...... actos que no pueden universalizarse, 'p egue destruyan de información.
nuestro potencial para convertirnos '~ll' lo que quere­
mos llegar a ser.1

Desde luego, mientras desarrollamos esas limitaciones o


condicionamientos también obtenemos núevas comprensio­

128 129
IENDO BIEN LOS HECHOS
UNA TOMA DE DECISIONES FIABLE

Para la toma de decisiones eficaz. es necesario comprender


bien los hechos. Los grupos o individuos que tienen buenas
Intenciones. e incÍuso competencia en el empleo de los concep­
:bS éticos. también necesitan evaluar la verdad o falsedad de
información. A veces los enunciados éticos parecen desa­
der el componente fáctico de la reflexión ética. y pueden
;arlo caro. Incluso una ética del principio. que es la que
menos depende de las situaciones. debe concebir alguna
c:lrcunstancia para formular un curso de acción propuesto. Si
la conceptualización inicial es falsa. todo lo demás también
fallará finalmente. Cuando usamos una combinación de enfo­
ques. según la tesis del capítulo anterior. contar con informa­
ci6n fiable es esencial. Las propuestas políticas siempre
sugieren acciones en situaciones particulares. y si no verifica­
mos los hechos pertinentes. tal vez tengamos el juicio de valor
eOrrecto pero tomemos una decisión errónea. El siguiente
~gumento puede ilustrar la debilidad de utilizar sólo juicios
Qt valor: .

Debemos ampliar nuestro programa de ayuda al empleado


porque respetamos a nuestros empleados.

.. Lo incompleto del argumento resulta obvio cuando ubica­


lilas este enunciado en el modelo argumentativo presentado
en la Figura 18.

131

Figura 18
tación y hablar de hechos "duros" [hard) y de hechos
ftalandos" [soft).{Los hechos a ú ras sOn ~atos que recibeñ"un
??? Debemos ampliar nuestro unwersal o casi universal.{:os hechos blandos,
(Observaciones) programa de ayuda al empleado. contraste, son datos que reciben un acuerdo sólo parcial
(Propuesta) tienen que ser "demostrados" a quienes disienten. Para ve­
Porque respetamos a nuestros empleados. , ·. . car los hechos, debemos tener presentes las características
(Juicio de valor) la interpretación: la interpretación siempre se origina en
algUna perspectiva, siempre usa un lenguaje particular y es
Digamos que todo el mundo está de acuerdo con el juicio de pnmordialmente relacional. En el capítulo 2 exploramos la
valor. ¿Se podría no obstante disentir respecto de la política? CUestión de la perspectiva comparando los enfoqu..~s ec~mómi­
Sí, porque no conocemos los hechos de la situación. Tal vez las CQ psic~!CO y ~o sobre el interrogante de si involucrar o

necesidades de los empleados ya estén bien atendidas. Tal vez ;t: a loS empleados en la decisión de cómo reducir los gastos
los empleados quieran servicios externos, y no dentro de la en un 20 por ciento. Estas tres perspectivas no sólo ofrecen
empresa. Quizá no se vea ninguna conexión fuerte entre el diferentes formulaciones de' la cuestión, sino también distin­
programa de asistencia al empleado y el respeto a los emplea­ interpretaciones de la situación. Realizan diferentes obser­
dos. Sin los hechos, nuestra desorientación nos impide saber pciones. La perspectiva ética, como las otras perspectivas, no
lo que la política significa realmente. Para emprender una . de ningún punto de vista universal. Sólo en diálogo con
reflexión ética eficaz hay que escoger bien los hechos. 9tras perspectivas y a través de su interacción puede un grupo
..,renéier todo lo posible.- Cómo--se indicó en el capítulo
anterior, los tres enfoques éticos tomados en conjunto realizan
LOS HECHOS INTERPRETADOS n servicio similar. "'(
LLos hechos interpretados no sólo son percibidos desde una .... ) ",.eAC1\,,1fI
'1. ( ¿Qué es un hecho? Decimos muy fácilmente: "Es un hecho cierta perspectiva particular sino que también se los concibe
c: H;o "" que... " y, para nuestra sorpresa, alguien no está de acuerdo. con un cierto vocabulario, y los términos que usamos colorean
t~" :t ¿Cómo es posible? Es posible porque los tipos de hechos que lo que veñiO·s. Kellneth Burke llama a esto "pantalla terminis­
entran en la discusión -hechos articulados- son siempre ta" y 10explica como sigue: "Cuando hablo de 'pantallas
hechos interpretados. Las personas disienten porque difieren terministas', pienso especialmente en algunas fotografias que
en la interpretación. Algunos hechos, desde luego, disfrutan 'V1 alguna vez. Eran fotografias diferentes de los mismos obje­
de un acuerdo casi universal como, por ejemplo. el "hecho" de tos. tomadas con distintos filtros de color. Algo tan 'fáctico'
que en la oscuridad se ve menos que a la luz. (Los ciegos 'COmo una fotografia revelaba notables distinciones en la tex­
podrían incluso disentir en este caso.) Pero muchos hechos no tura. e incluso en la forma, según el filtro empleado para la
gozan de tal acuerdo. ¿El abuso de drogas le cuesta millones clescripción documentada del acontecimiento que se registró"
de dólares a la industria norteamericana? ¿La reflexión ética (1968, pág. 45). También nos advierte que "muchas de las que
aumentará la eficacia de la organización? Se puede disentir Imamos por observaciones de la 'realidad' pueden no ser más
respecto de esos hechos. Podríamos usar la terminología de la que una trama tejida con las posibilidades implícitas en
/'
lIUestr<:a particular elección de los términos" (1968, pág. 46).
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En réalidad, la advertencia de Burke sobre el uso de palabr as


esos tópicos para ver si los medios pertenecen
y conjuntos de palabras también está en el trasfondo de la
al fm (la parte al todo) y para saber si realmente
--
distinción trazada en el capítulo 2 entre acción y conducta

"'--­
distinción ésta que Burke no ignora. La terminología conduc_

, (efecto) el Illi que elagente ha elegido.


éticadelprincipio requiere relaciones coherentes entre
tista excluye palabras tales como "voluntad" (humana) y la
descripciones concLe~as _'/. a~~tract!ls de los hechos y
idea de la "libre elección". En el marco conductista la ética se
precisas de los términos. El desarrollo de un
convierte fácilmente en un medio para controlar la conducta,
moral implícito requiere abstraerse de la situación,
y sólo con una transformación de esta perspectiva y termino_
~tenemos que saber si esa abstracción no traiciona la reali­
logía puede clarificarse la diferencia entre lo que la gente hace
Asimis mo. el análisis de las semejanzas y de las diferen­
(conducta) y lo que decide que debe hacer (acción). Al investi_
de s itu aciones distintas (el tópico de la analogía y el con­
gar los hechos necesitamos evaluar cuidadosamente el len­
) puede impedir que transfiramos un principio de un
guaje que usamos en ese proceso.
"--ntexto en el que es propio a otro en el que es inadecuado.
\. ~ tercera característica de la interpretación es que, por lo La ética de la consecuencia depende especialmente de la
'3
general, no vemos los hechos sólo como cosas sino como cosas 'Nalldad delas relaciones supuestas de causa y efecto. Para
iU
,.,.1 .~ en relación, lo mismo que cuando aprendemos7n idioma, lo
ar las consecuencias debemos 'contar con información
que nO'" se hace memorizando palabras sino comprendiendo
sobre qué causa qué. o sobre qué efecto tendrá un cierto
oraciones. Las palabras tienen significado en las oraciones.
Los aut omóviles eléctricos. ¿provocarán menos contami­
Los objetos o acontecimientos también reciben su significa­
o , por el aumento de la generación de electricidad,
ción cuando los relacionamos con otros objetos o aconteci­
m ás contaminación? Tenemos que saberlo para
mientos. En la mayoría de nuestras interpretaciones usamos
el acto que tenga las consecuencias más positivas y
diferentes tipos de relaciones para conectar cosas, y algunos
_ nos negativas. Aprendiendo a analizar estos tópicos dife­
de estos tipos tienen particular importancia para la reflexión
rentes y sus peligros. o incluso su empleo falaz. aumentare­
ética.
mos las oportunidades de llegar a la decisión correcta.
En la retórica clásica las relaciones entre los términos se

llamaban tópicos o lugares, lo que podemos entender como


La~grtes y el todo. El tópico de las partes y el todo tiene ~s
emplazamiento de los términos en sus relaciones recíprocas.
funciones importantes en la reflexión ética.t!;Jos proporciona
Cuando analicemos algunos tópicos retóricos o conjuntos de
un modo d e indagar si los medios que elegimos pertenecen al
relaciones (causa-efecto, partes-todo, abstracto-concreto,
e intentan alcanzarlo lx puede ayudarnos a comprender
general-específico) tendremos oportunidad de aplicar adecua­
;0 de la complejidad de la responsabilidad individual y
damente los enfoques éticos que tratamos en el capítulo
. ,lectiva. Si usamos la ética del prQPósito podemos conside­
anterior y, más en general, de emprender la evaluación crítica
'_ la relación medios-fin como paralela a la relación partes­
de la información que empleamos en el proceso de la reflexión
o . Los medios pe_rtenecen al fm como una parte al todo. o
ética.
bien no pertenecen. Este tópico nos proporciona otro modo de
La ética del propósito depende de la verdad de las relaciones
la distinción de Maclntyre entre medios internos y
parte-todo y causa -efecto. Puesto que su uso principal consiS­
mencionada en el éapítulo anterior. Los medios que
te en elegir los medios que lograrán el proposito del agente, ne­ ""'llt:cen al todo corresponden a la noción de MacIntyre de

134 ((' r e1 135


f/t' ~V';;

(j'4,.-..·"- f-.:>\) ~) c;:, tr r:, ..) j ...¡.--,


t,)
.'\.-¡ ( '1 ) \, . ~(
medi-os internos. Los que no pertenecen al todo corresponden Went os, así como de la instrumentación correspondiente. De
a los medios externos (1981. pág. 172). Por ejemplo. en el caso análogo, si la compañía es fraudulenta (sus políticas y
del consultorio externo. no hablar con Ralph (una parte). !irocedimientos pueden realmente inducir a los individuos a
¿pertenece realmente a la práctica total del consultorio (el actos fraudulentos como un mal peor que la pérdida
todo)? ¿O no pertenece al propósito total del consultorio? Si no el1lp.eo) ello no significa que todos los empleados sean frau­
pertenece. tenemos una buena indicación sobre lo que debe rflulentos. Como hemos sostenido en el capítulo 2, tanto las
hacerse. ~onas como las organizaciones pueden considerarse agen­
Pertenecer a un todo no significa ser idéntico a él. De hecho. tes morales. No necesitamos negar la agencia de unas para
la relación entre las partes y el todo puede ser sumamente afirmar la agencia de otras. Las falacias de la composición y de
compleja y enfrenta ~s peligros particulares. tYno consiste en la división pueden ayudarnos a reconocer la diferencia entre
caer en la falacia de lacQmposición. según la cual lo que es organizaciones e individuos, lo cual también debe impedir que
cierto de las partes es tambréñCierto del todo. Por ejemplo. una reemplacemos unas por otros, o a la recíproca.
empresa puede tener un buen plan de jubilaciones pero ello no ~~':,; .~~
(' t·{"~··
significa que como un todo sea un buen lugar de trabajo. Cfz_usC{y'~cto. La ética del propósito también emplea el tó­
porque para que el todo de la compañía sea bueno se necesita de causay efecto, porque necesitamos saber si los medios
mucho más que un plan de jubilaciones'l,.L a falacia opuesta elegimos generarán el ,ftn que deseamos. Pero este tópico
-la falacia de la división- supone que lo que es cierto del todo ulcluso más fundamental para la ética de la consecuencia.
es cierto de lasp artes. El solo hecho de que una organización ética de la consecuencia depende, incluso más que una
tenga buena reputación no significa que todos los departa­ del propósito, de relaciones causales verdaderas. Su efi­
mentos la compartan. .ncia para generar el mayor beneficio y el menor daño re­
El caso reciente de .National Semiconductor ilustra algo de ~ 91iere que estimemos correctamente las consecuencias de un
la complejidad del pensamiento parte-todo. La empresa fue ~to o de una política. Exige la interpretación precisa de los
acusada de conducta delictiva en sus negocios con el Depar­ ~ectos de actos o actividades específi~os. Steven Kerr ha de­
tamento de Defensa. El Departamento de Defensa sostuvo que mostrado la complejidad del análisis causal en las organiza­
los individuos responsables de esa conducta debían ser pro­ ciones en su artículo "On the Folly of Rewarding A. While
cesados judicialmente. El presidente de la compañía. Charles ijoping B" ( 1983). Sostiene que en algunos casos, aunque pre­
Sporck. respondió: "No estamos en absoluto de acuerdo con la ~endamos causar un tipo de conducta, establecemos sistemas
propuesta [del Departamento de Defensa). Hemos afirmado ~e recompensa que en realidad alientan otra. Por ejemplo, "La
reiteradamente que aceptamos la responsabilidad como em­ ~iedad espera que los docentes no descuiden la enseñanza,
presa y seguimos respaldando resueltamente ese enunciado" pero los recompensa casi exclusivamente por sus investigacio­
(Velásquez. 1988. pág. 64). ¿El enunciado de Sporck cae en la ,~y publicaciones" (1983, pág. 116). Este tipo de confusión
falacia de la composición? ¿La actividad de las partes de la em­ no es inusual. Ernmanuel Kant da un ejemplo divertido: "Un
presa debe verse como actividad de la empresa total? El hecho rtco heredero les pagó con generosidad a sus sirvientes para
de que algunos empleados individualmente cometieran un ,'JUe asistieran respetuosamente al velatorio de su padre. Pe­
fraude no significa que el todo de la empresa sea fraudulento. to los bribones. cuanto más se les pagaba para parecer tristes,
El que la empresa lo sea depende de sus políticas y proc edí ­ contentos estaban" (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1971,

136
137
" .q:-' /7 .... \: ) ¡;~_.. . .

pág. -272). Estos ejemplos nos recuerdan que si queremos sí solas no crearán nuevos tipos de interacciones. Las
alentar un cierto tipo de acción debemos tener el cuidado de personas también tienen que cambiar.
río recompensar otro. ¿Cómo se puede saber cuándo han cambiado las situacio­
Una variación del tópico de causay efecto es el de c2E...dición_ o qué ha provocado el cambio? Sabemos de cambios de
consecuencia. En este caso uno imagina las consecuencias o tipo y de cómo un factor cambió a otro, pero, ¿podemos
efectos deseados, ya continuación construye las condiciones seguros de que quienes nos informan han comprendido
apropiadas (causas) para generarlos. Por ejemplo, si se qUiere los hechos? Consideremos el siguiente enunciado:
generar el aumento de cooperación de los empleados, se podría
rediseñar la oficina de modo que haya más interacción. Este La productividad del departamento aumentó en un
cambio en las condiciones, ¿generará realmente las conse­ 8 por ciento después de la introducción de la
cuencias deseadas? El siguiente pasaje chino (tomado de Ta¡ administración participativa.
Hio, parte 1, n Q 4) ilustra que las conexiones pueden ser más
cOI,DpleJf\s 'q ue lo que uno imagina a primera vista: "Los anti­ Puede parecer que este enunciado ofrece información
guos, que querían que la inteligencia desempeñara su papel Importante, aunque tal vez algunos lectores sean escépticos al
educativo en todo el país, primero estableCÍan el orden en su ,respecto, y con buenas razones. El 8 por ciento no nos dice
principado; como deseaban establecer el orden en su propio JIlucho hasta que sabemos en qué números se basa. Si el
principado, primero arreglaban su vida familiar; como desea­ departamento ha sido muy improductivo, digamos que fabri­
ban arreglar su vida familiar, primero mejoraban su propio caba 10 piezas por día, que pase a fabricar 10,8 tal vez no
carácter; como deseaban mejorar su propio carácter, primero un aumento significativo de la productividad. Si el
purificaban sus corazones; como deseaban purificar sus d.epartamento ya venía siendo productivo y fabricaba 40
corazones, procuraban sinceridad en sus pensamientos; co­ piezas por día, el aumento de un 8 por ciento a 43,2 piezas
mo procuraban sinceridad en sus pensamientos, se aplicaban diarias podría indicar un avance real hacia el pleno empleo de
a perfeccionar el conocimiento; este conocimiento perfecto sus recursos. Para obtener información fiable con los porcen­
consiste en adquirir sentido de la realidad" (Perelman y tajes necesitamos conocer bien las condiciones previas.
Olbrechts-Tyteca, 1971, pág. 230). Puesto que ya hemos tratado el tópico parte-todo, también
Cuando reflexionamos sobre las condiciones necesarias pa­ podemos preguntarnos por la relación entre el departamento
ra la acción responsable , este pasaje nos induce a pensar que y sus miembros. El enunciado habla sólo del departamento,
pero lo que es cierto del departamento podría no serlo de cada
para cambiar realmente algo es necesario cambiarlo todo. Si
trabajador (la falacia de la división). No sabemos si cada
queremos una organización más cooperativa, por ejemplo,
lIliembro trabaja un 8 por ciento más, o si, por ejemplo, algu­
tenemos que considerar qué otras cosas debemos cambiar
trabajan un 30 por ciento más y otros un 5 por ciento
además de desarrollar un nuevo enunciado de la política. En menos. No debemos dar por sentado que una persona es muy
el capítulo 11 veremos algunas de las condiciones necesarias productiva por el solo hecho de pertenecer a un departamento.
para la reflexión ética después de haber considerado algunas Además de poner en claro la significación del 8 por ciento,
otras condiciones esenciales, tales como el sistema de la necesitamos saber más sobre las supuestas re~ciones causa­
organización y sus supuestos básicos. Pero las condiciones entre la administración participativa y el aumento de la

138
139
ir ~, _ •. ~ ~ -- ~ -- - ..... ,;
e ;:,It <'l (" l.4 ¿." ~ -- C'.1 t- )....,
productividad. Aunque se supone la existencia de esa rela _ similares a las del grupo investigado para excluir todos
ción. la conexión causal no queda en claro. La investigación no factores que no sean el estudiado.
ha tomado en cuenta otras causas posibles del aumento de la en el uso del tópico de causay efecto es el de que
productividad. Quizá la mano de obra ya traía expectativas de el síntoma con la causa. Por ejemplo. ¿es el abuso
alto rendimiento. o trabajó bien porque aspiraba a un ascenso. drogas unacausa de la baja moral y de la baja productivi-
En otras palabras. necesitaríamos más pruebas de que fue la en el trabajo. o es sólo un síntoma? ¿Encontramos menos
administración participativa lo que incrementó la productivi_ de drogas en los ambientes de trabajo interesantes y
dad. Sólo sabemos que los procedimientos de la administra_ :......nctuctivos? Quizás el abuso de drogas ponga de manifiesto
ción participativa y la productividad más alta se dieron al condiciones individuales y sociales. y no sea la causa
mismo tiempo. Vemos una correlación. pero --como sabe todo tales condiciones. Tal vez tengamos entre manos sólo sín­
estudiante de estadística- una correlación fuerte no necesa­ lOmas Y correlaciones -las personas con baja autoestima y
riamente impli~~a x.el-ªción cauSar. - -, ~gentes que trabajan en lugares improductivos suele~
La segUii<la' interpretación incorrecta de la relación causal ¡,oosumir drogas. y a veces tienen accidentes-o Si esto es aSI.
consiste encre'e r-qUe 'sÓlo-porque un hecho se produjo antes --bién es posible que estemos ignorando factores distintos
o

que otro. el segundo fue causado por el primero. Esta es la abuso de drogas que tienen una considerable fuerza
falacia del post hoc ergo propter hoc (después de esto. por lo
tanto a causa de esto). Abundan los ejemplos de razonamiento Los supuestos sobre las relaciones de causa y efecto
post hoc. Se podría observar que cuando los adolescentes em­ aomprenden gran parte de nuestra información sobre la vida
piezan a llevar el pelo más largo bajan sus calificaciones esco­ la organización y sobre lo que debemos hacer. La informa­
lares y tal vez esa correlación carezca de significación causal. no basta para saber qué hay que hacer. pero cuando
Quizá se observe un incremento del crimen organizado y un ~;aíU'egamos los juicios de valor apropiados. nuestros supues­
subsiguiente aumento de los pagos hipotecarios. pero faltaría cobran mucha importancia. En muchos casos. los enun­
demostrar que lo primero causó lo segundo. La demostración Ciados causales se basan en la generalización de episodios o
exige eliminar t6das las otras causas posibles de modo que no experiencias específicos. y a continuación aducimos conexio­
queden otras variables capaces de explicar el cambio. Aunque nes causales específicas inferidas de esas generalizaciones.
la introducción de la participación obrera haya acrecentado la Por ejemplo. podríamos afirmar que la reflexión ética aumenta
productividad. tal vez lo hizo simplemente por tratarse de un la eficacia de la organización. Este es un enunciado sobre '"
cambio. y cualquier otro cambio podría haber tenido un efecto causas. y podemos respaldarlo con otros enunciados causales )
análogo. Cuando se nos presentan relaciones como si fueran
tales como: 1) la reflexión ética aumenta los recursos para la <
causales hay que buscar los otros factores que podrían haber
toma de decisiones. y 2) al tener más recursos se pueden tomar )
sido causas. Es posible que se haya introducido nueva tecno­
mejores decisiones. lo que a su vez incrementa la eficacia de
logía. o que el aumento de productividad se haya debido a la
aplicación adicional generada por la administración partí­ la organización. Este es un argumento sobre los hechos. y su
cipativa. Ayudaría a fortalecer este enunciado saber lo que fuerza depende de las pruebas que podamos hallar para
ocurrió en el mismo período con otros departamentos que no apoyarlo. Tales pruebas pueden ser ejemplos específicos que
utilizaron prácticas de administración parti~ipativa. En la in­ respalden la generalización. Para confiar en las generalizacio­
vestigación científica se utilizan grupos de control de caracte­ 'l les necesitamos saber algo sobre sus peligros.

7"­ q? \(V i Ii: ,.'I'lt 1-)~ 140 J~ 141


't.
r

tI" (. ;Jr\ ,\ r'j . 'J,I"1 (i-Ic.,~'


T~ Vf~(1¡ l
c:;; f. IV ( ('V-Z; c¡ ·~ V), v'V')
ltrapa<10S en su propia historia son incapaces de responder a
Generalizaciones y casos especificos. El tópico general-es_
nuevas circunstancias. Si bien los relatos nos proporcio­
pecífico toma uno o muchos casos y extrae de ellos un enun_
una identidad e incluso un marco para comprender los
ciado generalizado. Las generalizaciones son enunciados ex­
~ontecimientos presentes, también pueden disminuir nues­
traídos de una cierta cantidad de casos, sobre todos los casos
visión si ya tienen un final, mientras que nosotros debemos
de ese tipo. Por ejemplo, si observamos que en nuestra orga_
viviendo en un mundo inacabado.
nización los que han finalizado sus estudios básicos hacen
La mayor parte de las series de acontecimientos, desde
más preguntas sobre la planificación estratégica que los em­
Juego, contiene más de un relato. Los veteranos de Vietnam
pleados sin esa educación, podríamos generalizar que una
~entan aquella contienda de una manera diferente de la de
graduación básica produce una fuerza de trabajo más indaga_
los civiles. Los padres no dicen lo mismo que los soldados.
dora. (En realidad, ese grupo podría haber sido más indagador
letnamitas Ynorteamericanos describen esa guerra de modo
incluso sin una graduación.)
diferente. ¿Cuál es la historia "real"? Es difícil decirlo, pero por
Algunas razones hacen que se disienta de las generalizacio_
10 menos podemos dar cabida a una historia compuesta, en
nes. A veces simplemente no hay casos suficientes como para
vez de una historia simple. Acerca de cada cosa que se narra
respaldarlas. A esto se lo llama generalización apresurada.
~.Bnemos que preguntar: "¿Quién lo dice?", "¿quién se incluye
Otro tipo de generalización defectuosa consisteen enunciados
quién queda fuera del relato?", "¿por qué se cuenta esto?",
que dicen más de lo que los casos considerados permiten
~Atcuáles son las otras versiones?" Desde luego, en muchos
realmente afirmar, lo que a veces sucede cuando generaliza­
los relatos tienen integridad propia y el análisis
mos a partir de nuestra propia experiencia personal. Aunque
inapropiado. Pero en el proceso de la reflexión ética ne­
uno puede haber aprendido mucho de su propia experiencia,
eésitamos articular lo importante de la historia y llevarlo a la
no deja de ser sólo un ejemplo y, lo mismo que a todos los
discusión, para que los participantes puedan analizar su
ejemplos, se la puede refutar. Asimismo, nuestra experiencia
mensaje. El mensaje de un relato siempre dice más que el
"pertenece" a su propia situación particular. Aplicar el apren­
r elato en sÍ, porque puede explicar otras situaciones. El que el
dizaje resultante a otra situación, a menos que ésta sea
mensaje tenga ese poder explicativo depende de sus juicios de
".:. claramente similar, puede dejarnos atrapados en una vieja
valor y de los supuestos implícitos, que sólo pueden descubrir­
respuesta que ignora la información nueva. Sin embargo, la
se cuando ese mensaje se convierte en parte del proceso total
mayor parte del aprendizaje proviene de la experiencia, y se
de la reflexión ética. Este tipo de reflexión necesita generaliza­
puede pasar de ésta a generalizaciones convincentes some­
cion es, a pesar de que puedan bloquearla si no son presenta­
tiéndola a la discusión de grupo. Así permitimos que los otros
das como candidatas a un análisis que asegure que no dicen
repasen nuestro relato y vemos si otras generalizaciones
d emasiado. Una generalización usualmente dice más que los
pueden adecuarse igual de bien a nuestra experiencia. La
easos particulares, pero otro tópico --el de abstracto-concre­
negativa a permitir que los otros examinen las "pruebas", o en
to-- siempre dice menos. Al mismo tiempo, el proceso de
este caso a permitirles que escuchen el relato, seguramente
abstracción es endémico en la reflexión.
aumenta el riesgo de generalización defectuosa.
X A veces un relato toma dimensiones míticas, en el sentido Lo abstracto y lo concreto. Todo pensamiento crítico implica
le- de que les da a un individuo o a un grupo)lna identidad tan
la abstracción, es decir, extraer algo de la realidad vivida. Pero
cerrada y completa que ellos no pueden salir de ese esquema.
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142
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también podemos colocar abstracción sobre abstracción; es~ • tal vez se pregunte si el mecánico conoce realmente su
movimiento ascendente puede ser correcto o hacernos perder trabajo. Por otro lado. si el mecánico habla en una reunión a
contacto con lo que sucede realmente. Aunque siempre selec_ de las protecciones arancelarias. puede describir su
cionamos algunos aspectos de una situación e ignoramos trabajo en ese nivel de abstracción. El nivel de abstracción
otros. lo que seleccionamos tiene que ser reconocido como sólo d.adecuado depende de la situación.
una parte del todo. El proceso de seleccionar y después El proceso de · abstracción es especialmente importante
conceptualizar su significado es especialmente importante para la ética del pr~cipio en la formulación del principio
para la ética del principio. Yo podría describir una experiencia iJIlplícito en un acto propuesto. Por ejemplo. en las discusio­
como 1) sensación de palpitación en la frente. 2) un dolor de nes sobre las políticas favorables a la representación de los
cabeza. 3) estrés o 4 1 una enfermedad laboral. Si quiero grupos minoritarios. el modo en que formulemos el principio
obtener un alivio inmediato. probablemente lo mejor será que iJIlplícito determinará que la ética del principio pueda o no
no salga de los niveles 1 y 2. Un dolor de cabeza o el estrés justificar esas posiciones. Si enunciamos el principio implícito
pueden solucionarse con medicamentos o ejercicios de relaja­ como "deberíamos elegir a un miembro de un grupo subrepre­
ción. Si se acerca mi supervisor. tal vez quiera comentarle el sentado. en vez de a un miembro de un grupo sobrerrepresen­
nivel 4. Esto podría significar que en lugar de limitarse a darme tado hasta qué la composición de la fuerza de trabajo sea
una aspirina. la gerencia decida realizar algunos cambios en análoga a la composición de la comunidad global". podemos
el lugar de trabajo. para que la próxima semana yo ya no tdesear que esto se convierta en una ley universal. Pero éste es
padezca esa sensación de palpitación. Es posible que los Wl enunciado claramente abstracto. Nos preguntamos qué
dolores de cabeza empiecen a verse como enfermedades labo­ aIcede cuando un gerente quiere saber lo siguiente: ,"¿Debo
rales al estudiar el modo en que la tecnología o las situaciones escender a Linda en lugar de Harry porque Linda pertenece a
de trabajo inciden en la generación de la enfermedad. mientras un grupo subrepresentado?". En la situación real. abstraer
que permanecer en el nivel del "dolor de cabeza" quizá no (atenerse al la diferencia de sexo entre Linda y Harry omite
conduzca a ninguna solución que no sea la de "Tome dos demasiados detalles concretos. como por ejemplo los diez años
aspirinas y métase en la cama". que Harry lleva en la empresa. las distintas personalidades.
Perelman y Olbrechts-Tyteca (1971. pág. 121) nos propor­ etcétera. Pronto tendremos todos los detalles. pero ninguna
cionan un buen ejemplo de abstracción a partir de una orientación. Hemos pasado a un nivel de abstracción en el que
actividad concreta: "Un mínimo proceso puede también des­ preferir un individuo a otro sobre la base de su sexo parece
cribirse como la acción de atornillar una tuerca. montar un más bien que está de más. Para que las políticas de acción
vehículo. ganarse la vida o contribuir al esfuerzo exportador". afirmativa tengan buen sentido tenemos que abordarlas en el
El primer nivel puede parecer el más concreto. pero sin em­ nivel de abstracción adecuado.
bargo no hace referencia a la temperatura del lugar. los Otra voz podría pedirnos que justificáramos el enunciado
movimientos musculares o el proceso de pensamiento. El nivel "'Hany no debe ser ascendido porque pertenece a un grupo
más abstracto --contribuir al esfuerzo exportador-. en con­ Bobrerrepresentado". ¿Podemos hacerlo? Algunos han visto
traste. ubica la descripción en un círculo muy amplio. Si el ,esto como "discriminación a la inversa". Pero la expresión "dis­
supervisor le pregunta al mecánico qué es lo que está hacien­ C:rhninación a la inversa" muestra cómo una abstracción
do. y recibe como respuesta: "Estoy favoreéiendo exportaciO ­ PUede pasar por alto detalles concretos pertinentes. La discri­

,
144
145 ~
minación contra personas a causa de su sexo o raza. qUe ha loS gru pos no saben qué es lo que reciben. En la medida de
estado vinculada a actitudes racistas y sexistas. difiere sus­ posible. la única variable debe ser la droga. En la mayoría
tancialmente de la discriminación basada en el exceso de los escenarios no experimentales resulta dificil controlar
oferta. Si no se plantean claramente las situaciones concretas múltiples variables posibles. de modo que los resultados
de las que recibe su significado el término discriminación. éste menos seguros. No obstante. se pueden encontrar mu­
pierde su conexión con la realidad y se convierte en un cliché. correlaciones. pero hay que recordar que las relaciones
Las palabras abstractas tienen significado si permiten pen­ no demuestran relaciones causales.
sar en la experiencia. Cuando se limitan a eclipsarla sin cuando usamos los diversos tópicos que hemos abordado
pensar. tenemos que indagar qué tipo de situaciones y expe­ este capítulo solemos pensar en relaciones lineales, en
riencia tiene en mente la persona que habla. A está relacionada con B. A veces observamos relaciones
/'1.. 'bl...:)L, l-",' o recíprocas. Este tipo de relaciones ha sido descrip­
/~...., Analogía y contraste. Los tres enfoques éticos pueden sacar como sistemas. En un sistema, " se relaciona con B. que a
partido del tópico de la analóg'íay el col!!raste. porque sólo
~-:~ ~- turno le responde a A. lo que cainbia la relación de A con
percibiendo las semejanzas y las diferencias de las distintas si­ también modificada por la primera respuesta de A. En lugar
tuaciones sabremos si las políticas aplicadas a situaciones
una acción (de A sobre Bl. observamos la interacción de A
antiguas también se adecuan a las nuevas. Este tópico n os
En otras palabras, la relación no supone una causalidad
permite transferir nuestro conocimiento o nuestras actitudes
sino circular. Esta interacción, además, define gran
de lo conocido a lo desconocido: "Esto me recuerda esa vez
de la identidad de A y B, que se convierten en partes de
que ...... "El es como..... o "Esto es igual a lo que sucedió en
relación entre ambos, en partes de un sistema. Las organi­
nuestra oficina". Se puede poner a prueba la comparación y
i'zaciones funcionan del mismo modo, y en el próximo capítulo
asegurarse de que la semejanza de las situaciones permite
un enfoque sistémico de las organizaciones y
transferir una noción particular de una situación a otra. Por
sus problemas.
ejemplo, el enunciado "Enseñar es como vender coches" se
Entre los diferentes tópicos abordados no se cuentan todos
basa en que en ambos casos se usa la persuasión. pero ignora
los m odos en que podemos relacionar las cosas, pero sí
la diferencia de metas. contenido y relaciones con la comuni­
algunos que empleamos habitualmente. Adquiriendo aptitu ­
dad. En la actualidad muchas investigaciones laborales em­
des para reconocerlos y utilizarlos podemos entender los
plean la analogía y el contraste para sacar a luz la significación
hechos y también prevenir errores de comprensión. Puesto
de sus descubrimientos. Saber que un departamento bien ca­
los hechos nunca hablan por sí mismos, necesitamos
pacitado produce ochenta unidades por día no nos dice mu ­
cuidadosamente qué les alentamos a decir a través
cho. Si también sabemos que un grupo similar sin capacita­
interpretación. Casi siempre hay más de una
ción produce sesenta unidades. tenemos un panorama mucho
mterpretación posible, de modo que para·contar con la mayor
más completo. La mayoría de los investigadores obtiene infor­
rec\u:iO.s en la toma de decisiones conviene ../
mación fiable comparando lo que sucede en un grupo experi­
asumir una .perspectiva pluralista de la interpLetación. El L­
mental y en un grupo de control. Ambos grupos tienen
empleo d e herramientas correctas para analizar lo~ enunci;:
características semejantes; a uno. por ejemplo, se le adminiS­
"'---aüiileiita1a pOSffinmad de que se tome la decisión
tra una droga experimental y al otro un placébo. Los miembros
----~ .......- ---. --
-"""­ --" ~...-

146 147
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--\_ cj (v.) e·"...,
ADMINISTRACION DE LOS SISTEMAS DE

ER Y LAS RELACIONES CORPORATNAS

Para que la ética sea eficaz en las organizaciones, a veces


que considerar el sistema de la organización o la organi­
!pc1ón en sí como parte de los sistemas económico y social
ilobales. En caso contrario, las elecciones éticas pueden hacer
mal que bien, como lo demuestra el siguiente dilema:

Trabajo en una empresa constructora internacional que logra la mayor


de sus contratos a través de licitaciones competitivas. En esas
ltitaciones. muchas empresas competidoras usan una estrategia denomi­
"subasta del encargo" [shopping the Jobl. Esto consiste en decirles a
subcontratistas y proveedores de materiales que sus cotizaciones no
los suficientemente bajas en comparación con las otras que se han
recibido hasta ese momento. A los contratistas favorecidos se les informan
las otras cotizaciones y se les da la oportunidad de bajar las suyas. Mi
empresa no subasta los encargos porque es deshonesto. Como resultado.
perdido licitaciones. ganadas por otras empresas que aplican esa
~ctica. Si nosotros seguimos negándonos a esto. pronto no tendremos
para nuestros empleados. Si. en cambio. empezamos a subastar los
---..~os. perderemos nuestra reputación de honestidad. uno de los cimien­
de la identidad de la empresa.

El dilema de la empresa consiste en que, haga lo que hiciere,


detendrá la práctica de la subasta del encargo. Como elju­
de baloncesto que no quiere quitarle la pelota al oponen­
si la compañía se niega a subastar los encargos se perjudica
Illisma y ayuda a quienes subastan; si la empresa subasta,
sus principios. Si quiere cambiar su conducta con

149

la gerencia y los grupos vinculados a una corporaclOn


eficacia. tiene que modificar la conducta de todo el sistema. En parte del mismo sistema. resulta inadecuada la termi­
otras palabras. sólo estableciendo un sistema justo podrá ....oglC:1 referente a "los de dentro" y "los de fuera". En cambio.
ejercer su derecho a hacer lo correcto. diferentes entidades dentro de otras entidades. o
En realidad hay muchos casos en los que para Poder dentro de sistemas. En lugar de describir los
cambiar algo tenemos que cambiarlo todo. Por ejemplo. de vinculados como ajenos a los círculos corporativos. un
haber proseguido la discusión sobre la administración parti­ ue sistémico nos alienta a ver la corporación dentro del
cipativa iniciada en el capítulo 6 y llegado a la conclusión de lo d e los grupos vinculados. e incluso los grupos vincu­
que los trabajadores deben tener más control sobre la admi­ dentro del círculo de la sociedad global. No hay exterior
nistración del trabajo. tendríamos que cambiar los sistemas sólo interiores con individuos. grupos y corporaciones
de la organización sobre información. comunicación. toma de os por círculos cada vez más amplios.
decisiones. etcétera. para instrumentar nuestra decisión. Sin Si las corporaciones existen en círculos que las abarcan.
estos cambios. sin duda fracasarían todos los intentos cuya qué n o incluirían representantes de esos círculos en sus
finalidad es hacer que los trabajadores acepten una mayor directivas? Si no hay ningún afuera. los grupos vincu­
responsabilidad en la administración sin contar con los recur­ también pueden desarrollar una variedad de modos de
sos de los diversos sistemas de la organización. en la corporación. incluso con actividades diversas
También encontramos casos en los que un enfoque sistémi­ Malizadas dentro de sus propios círculos. Cuando pensamos
-\ co aumenta nuestra comprensión de los conjUñ'tOS-reáIes de las relaciones entre los diferentes grupos o entidades. la
relaciones entre grupos e instituciones. En nuestra discusión sistémica nos permite comprender la interdepen-
sobre la representación de los grupos vinculados a las juntas
de directores. por ejemplo. desarrollamos un argumento de los En cierto sentido. todos lo sabemos. El término sistema se
gerentes según el cual esos grupos no deben s entarse en las vuelto parte de nuestro lenguaje cotidiano y para muchos
juntas porque son ajenos. Mientras veamos a esos diferentes punto de vista sistémico es algo que casi se da por sentado.
grupos como unidades separadas. con sus propios intereses Los a ctuales debates sobre la destrucción de las selvas o el
y bases de poder. la noción de gente ajena y gente propia efecto invernadero presuponen un enfoque sistémico. Las fo­
parecerá adecuada. aunque rápidamente desviará la discu­ de nuestro planeta desde el espacio exterior también
sión hacia conflictos inconciliables de intereses y de poder. han dado unanueva conciencia de que en última instancia
Como se vio en el capítulo 3. para proseguir ese debate en K.:IUOS dependemos de todos. Hoy en día muchos reconocemos
realidad necesitamos aplicar una perspectiva sistémica que las organizaciones tienen que tomar en cuenta el futuro
interprete las relaciones de poder. Si definimos los sistemas planeta. Gran parte de esta preocupación proviene del
como "conjuntos de componentes que actúan juntos con ~(!ubrimiento de los límites del sistema ecológico y del miedo
vistas al objetivo general del todo" (Churchman. 1968. pág. destr u ir el ambiente que en última instancia nos permite
11). los grupos vinculados se convierten en componentes del . Probablemente dicho miedo está bien fundado. pero esa
sistema total. De hecho. podemos ver las corporaciones com? de los sistemas no debe transferirse automáticamente a
pertenecientes a sistemas mayores o como sistemas en 51. sistemas humanos. Mientras que debemos respetar la
según sea nuestro enfoque. De modo análogo. los grupos de a básica del sistema ecológico. con sus' intrincados
una corporación pueden verse como sistemas o subsistemas.

151
150
" tf" \-~ 'l v r <;1 f'I \-/lll)
conjuntos de relaciones. los diseños de los sistemas humanos esta energía [input) son los recursos naturales. la tecnolo­
son creaciones humanas modificables. Además. el sistema y los diversos grupos vinculados a las organizaciones. Los
ecológico es en lo esencial cerrado, pero los sistemas humanos umidores. los inversores. los trabajadores y los gerentes
son abiertos. Podemos captar la significación de esta diferen_ entradas al sistema. El propio proceso transformador
cia reseñando algunos conceptos centrales de la teoría de los sistema distribuye esa energía en concordancia con sus
sistemas abiertos. en los términos de los sistemas de organi_ ras de producción y ma.."1tenimiento. Como los pro­
. zación. A continuación traduciremos esos conceptos al idioma _U"W~ Y servicios [output) requieren continuamente nuevos
del poder de organización. para comprender los requisitos de recursos [input). los sistemas de organización dependen para
la administración de los sistemas. Esto nos proporcionará la supervivencia del ambiente y de los aportes sostenidos de
base para mostrar de qué modo deben usarse la justicia y los los diversos grupos vinculados.
derechos como guías para la administración de los sistemas de ¿Qué significa esto para los grupos vinculados a las corpo­
poder. raciones? Nos demuestra que los grupos vinculados propor­
rtionan la energía necesaria para el sistema de la corporación.
Cuando piden estar representados no pretenden formar parte
LAS ORGANIZACIONES COMO SISTEMAS un sistema al que no pertenecen. ~esd~.!!!!ª J2~.Ls-p-ectiva
no hay_ ajenos. Después de haber ubicado los
e {-..fi.J,O';; llas fuentes de la dinámica de un sist~ª-~errado están lrupos viñCU'fá'"dos en el sistema total. nos resta aún determi­
básicamente dentro de él. Cuando ese sistema agota sus nar sus relaciones con la organización. Algunos dirían que de­
fuentes de energía no puede reemplazarlas. como lo estamos ¡~ttemos interpretar los sistemas de las organizaciones de pro­
descu briendo a propósito de muchos recursos naturales. fLas ducción y sus grupos vinculados desde una perspectiva eco­
sistemas humanos. en cambio. obtienen recursos del ambIen­ nómica. Las relaciones básicas son entonces las de intercam­
te. En la terminología sistemática. los sistemas humanos bio. y podemos utilizar modelos económicos para mostrar
realizan un proceso cíclico que consta de entrada (input). cómo operan esos intercambios. Aunque este modelo tiene sin
transformación y salida (output): ,lEn una fábrica, la materia duda algunas ventajas para abordar aspectos específicos de la
prima y el trabajo humano son la entrada energética; las administración. t iende a dar por sentado que es un sistema
actividades pautadas de producción son la transformación de cerrado, y no uno abierto que los seres humanos puedan
la energía. y el producto terminado es la salida. Para mantener cambiar. Para comprender cómo podemos cambiar los siste­
esa actividad pautada se necesita una renovación continua del mas de organización. tenemos que conocer mejor la teoría de
ingreso de energía. En los sistemas sociales esto está asegu­ los sistemas abiertos.
rado por el retorno energético del producto o resultado" (Katz En esta teoría son centrales los conceptos de e~tropía y
y Kahn, 1978. pág. 20). La teoría de los sistemas abiertos. en La teoría de los sistemas abiertos "empieza
otras palabras. ve las organizaciones comOStste má's de ener­ ~n iI concepto d e entropía. con el supuesto de que. sin
gía: "En las organizaciones humanas. co~en otros los entradas continuas. muy pronto todo sistema deja de funcio­
sIStemas abiertos, los procesos sistemáticos básicos son itA.... (Katz y Kahn. 1978. pág. 3). El principio de la entropía
energéticos. y envuelven el flujo. la transformación y el inter­ -"&~ifica que en toda transformación se pierde energía. Si los
cambio de energía" (Katzy Kahn. 1978. pág. 753). Las fuentes temas no se recargan --si no entra más que lo que sale­
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finaÍmente acaban parándose. Experimentamos la entroPía sarla. de modo que el sistema en sí siga igual. También
en
. todos los sistemas humanos. incluso en las relaciones podría decir que éste es el caráct~r dial~ctiC?, del sistema.
personales. como muchos sabemos. El cambio y la renovación
IW8l1do una parte se mueve en una CIerta drrecclOn. otra parte
son necesarios incluso para mantener el sistema constante
en la dirección opuesta para mantener el equilibrio
\La en.!ropía negativa es lo inverso de esta pérdida de energía:
Por ejemplo. en un sistema familiar. a medida que el
"se produce en virtud de nuevas entradas o de ciertas actiVida_
lolescente se hace más "rebdde". los padres se vuelven más
des que producen una ganancia superior a la pérdida. Por o lo controlan más. En otras palabras. un movi­

ejemplo. enseñar entraña una transformación de la energía. proyecta su opuesto. Se puede ver esta dialéctica en la

pero como los profesores no pierden la información que ceden lIDW1ll.ca del crecimiento. Cuando los sistemas crecen. se

y que los estudiantes ganan. el resultado es una ganancia hacia la multiplicación y la especialización de las

neta. Aprender es una situación de "yo gano-tú ganas". y y roles. o diferenciación. y este cambio crea la necesidad

constituye un buen ejemplo de entropía negativa.. Incluso Con un movimiento en sentido contrario hacia una mayor coor­
las posibilidades de la entropía negativa interna. el principio ....ación y hacia estrategias para mantener la cohesión del

de la entropía puede ayudarnos a comprender la tendencia de (Katz y Kahn. 1978. pág. 29). La diferenciación genera

en una organización al crecimiento y a la expansión.


C{..,mf.rt? El crecimiento es la otra cara de la vulnerabilidad de la
organizaciónrespecto de la pérdida de energía. En otras pala­
mayor necesidad de coordinación y. según Katz y Kahn.

sobredeterminación de la conducta necesaria para pre­

la organización" (1978. pág. 47). No se trata sólo de

bras. la noción de entropía confirma nuestra sospecha de que """'rporar energía suficiente para contrarrestar la entropía

las cosas no pueden seguir iguales: o crecen o declinan. Para de absorber incluso un excedente de energía para promo­
prevenir la amenaza de la declinación. las organizaciones el crecimiento y el desarrollo (Katz y Kahn. 1978. pág. 27). )
tienen que crecer. El crecimiento y el desarrollo pertenecen a como la necesidad de contrarrestar la entropía lleva a una
la dinámica misma de la supervivencia. Las organizaciones r-txpansión que va más allá del mero reemplazo de la energía.
necesitan obtener de los recursos más de lo que ponen en ellos. diferenciación incrementada conduce a un exceso de coor­
lo que es posible mientras el todo tenga un poder creador dinación y control.
mayor que el de sus partes. Desde luego. esto depende de A algunos les gustaría utilizar la idea del estado estable para

varios factores. entre los cuales no es el menos importante que tratar los sistemas humanos como sistemas cerrados.

las organizaciones sean sistemas de cambio vitales. innovado­ ~n realidad. los sistemas humanos a veces efectivamente fun­

res. capaces de aprendizaje. porque estos tipos de actividades donan como sistemas cerrados. por lo menos a primera vista.

contrarrestan la entropía sin agotar los recursos existentes. Por ejemplo. los cambios recientes en la "amenaza del comu­

Sin este dinamismo. la necesidad de renovación impulsará a nismo" han modificado radicalmente el sistema de defensa de

la organización a exagerar la importancia del control. El Estados Unidos . o lo que se ha denominado el complejo

concepto de "estado estable" del sistema puede ayudarnos a IIlilitar-industrial. Mientras se siguen produciendo cambios

comprender esta reaccióñ. en Europa oriental advertimos lo esencial que era el "enemi­

~'I? lo El estado estable tiene que ver con el fenómeno de que los go" para el sistema total. De hecho. hay quienes han tratado

<2\l!rv.. sistemas tiendeii'"añí"antener un equilibrio entre sus diferen­ de encontrar nuevos ehemigos para que el sistema no tenga

tes partes. Cuando una parte cambia. láS otras tienden a que cambiar. Podría interpretarse que "así es como funciona

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el sistema". pero éste es también el modo en que algunas gusta. o haré algo muy desagradable para ti" {El sistema del

personas y grupos manejan el sistema. En otras palabras. la -·...."'mbio se basa en interacciones en las que todos obtie­

dinámica d~ los siste~as r~J?~esenta tendencias. no destinos üe quieren: "Obtendrás lo que quieres si yo lo obtengo

predeterminados. Comprender las tendencias de los sistemas HllJ...,&~n".tEl sistema de integración va más allá de la satisfac­

humanos puede ayudarnos a manejarlos. De hecho, compren. de los intereses parciales para compartir intereses comu­

der el mantenimiento de los sistemas es tan importante como y un sentido del bien común: "Yo quiero lo que tú quieres".

comprender la producción de los sistemas. uldíng cree que estos tres subsistemas operan en todos los
~temas sociales y que los gerentes deben encontrar el mejor
equUibrio entre ellos. CJ(.: yt? 14'
EL MANTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS Para ver cómo podemos aplicar estos tres organizadores a
un problema sistémico, volvamos al caso de la subasta de
Los sistemas no sólo consumen energía transformando las encargos que ya hemos comentado. En ese caso. el sistema de
f:
entradas en salidas en los intercambios con el ambiente:
también lo hacen man~n~ndo y camJ?1ando el sistema en sí
(Katz y Kahn, 1978, pág. 40). Desde luego, diferentes tipos de
jotercambio parece haberse deteriorado tanto que la empresa
y sus proveedores ya no se tienen confianza. El primero que
una cotización no sabe si ésta no será usada para obtener
sistemas requieren distintos tipos de mantenimiento, pero l!otizaciones más bajas, y los otros proveedores no saben si la
todos los sistemas humanos tienen componentes de manteni. procede con honestidad al comunicarles una presun­
miento que. como los componentes de producción. deben cotización inferior. La restauración de las prácticas hones­
sufrir el proceso de la entropía. Por lo tanto. estos sistemas y transparentes significa que todos acordarán mantener
humanos también necesitan una continua' entr<~pía negativa cotizaciones en secreto. pero esto depende de la confianza.
para conservar su vitalidad. Según Katz y Kahn, lo.§...!!es ésta a su vez depende de que las personas compartan valores
factores principales que mantienen los sistemas unificados "':·..-nntllnes. lo que requiere una activación del sistema de
son:Y.lla interdependencia funcional de los roles; los reque­ gy En otras palabras. el sistema del intercambio
rimientos normativos de esos roles. \y 3) los valores que exige un fuerte sistema de integración para asegurar que las
respaldan los objetivos del sistema (1978. pág. 44). Las nor­ personas se comprometan con el "trato justo". Podríamos
mas de rol (como lo que significa realizar "un buen trabajo") y resolver el dilema de la subasta de encargos fortaleciendo el
los valores (por ejemplo. la significación del propio trabajo o el sistema de integración, lo que tal vez exija que nos reunamos
significado social de la propia organización) ayudan a crear la con todas las partes involucradas. creando oportunidades
energía necesaria para funcionar en el propio rol en la organi­ para desarrollar un sentido más profundo de sus intereses co­
zación. munes.(Q bien. en lugar de esto. podríamos apelar a un sis­
Estos factores integradores son sólo algunas de las estrate­ tema más fuerte de amenaza o control. a fin de que las
gias de las que se dispone para preservar el sistema. Kenneth ~presas licitantes no subastaran encargos por temor al
Bo~g enumera tres factores de mantenimiento (que él castigo. También podríamos imponer multas a quienes em­
llama "organizadores") de los sistemas: \!..a amenaza. ~ ínter­ nlP-Ar<:an esas prácticas deshonestas. Muchas regulaciones
cambi<ty la integración (1970. pág. 232). LEl sistema de la de las actividades de las corporaciones utilizan
amenaza conserva las cosas en orden diciendo: "O haces lo que el Sistema de la amenaza. Las multas. o por lo menos la

~QU LI10 ~ ~ 1 f 4.. e ly'U '­


156 157
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:5 0..
amenaza de acción legal. han forzado a algunas corporaciones organizaciones (1983. pág. 43). Organizar es en sí una
a tomar medidas contra la contaminación ambiental. propor_ d e poder de la organización. También podría decirse
cionar lugares de trabajo seguros y fabricar productos segu_ la a cción de organizar está constituida por los procesos de
ros. Pero el sistema de la amenaza por las organizaciones y lación de la organización. El poder de la organización
dentro de ellas tiene severas limitaciones. en especial cuando a sí misma. Paralelamente a esas tres fuentes de
se usa ampliamente. porque en realidad socava las posibilida _ . G ~aith define tre~ instrumentos de poder: el condig­
des de integración social y promueve reacciones defensivas. lo (el poder del castigo). el compensatorio (el poder del inter- ~_.
que tiende a inmovilizar el poder del individuo o la organiza_ dJIlbio ) y el condicionado (el poder de la creencia) (1983. pág.
ción. Sin embargo. la amenaza tiene su lugar. pero sólo en el )~l instrumento del c~go está relacionado con el poder de
contexto de los otros dos subsistemas de integración e inter­ personalidad;~l instrumento del intercambio. con el poder -)
cambio. En sí misma siempre representa alguna forma de la pf(;~dad.li.el instrumento de la~ncia condicionada ../
tiranía. En realidad el modo en que deben equilibrarse los tres
-------
organizadores de sistemas depende en parte de la organiza­
ción en concreto. yen parte de los supuestos básicos sobre la
--
el poder de las organizaciones.
El examen que realiza Galbraith de las fuentes y los
de poder nos ayuda a comprender la relación
dinámica de las comunidades humanas. hay entre la entrada de los grupos vinculados y la entrada
Estos organizadores de sistemas pueden ayudarnos a las organizaciones. Si bien los grupos vinculados proporcio­
comprender la respuesta de la gerencia de la corporación al algun os recursos esenciales para la organización. lo que
requerimiento de los grupos vinculados que piden representa­ no es exactamente el poder. El poder se genera
ción en la junta de directores. Si los gerentes interpretan como ~anizando los recursos o. en el lenguaje sistémico. con el
una amenaza la posición de los grupos vinculados, probable­ transformador y la coordinación de los recursos
mente percibirán un conflicto de poder. Si la interpretan como ¡"'U ULUo.uvd . El poder de la organización total es mayor que el de
perteneciente al subsistema de la integración, la considerarán ~us partes. Al mismo tiempo requiere sin duda la continua
con seguridad una consolidación del poder. En otras palabras. :.entrada de recursos. y por lo tanto. de modo indirecto.
el modo en que interpretemos los cambios en el mantenimien­ enfrenta la misma amenaza entrópica que el sistema en sÍ.
to de los sistemas puede también indicar cómo vemos las Esto s ignifica que el poder es esencialmente dinámico y no
relaciones de poder. De hecho. la administración del poder y estático. También él padece la entropía y necesita recargarse.
la administración de los sistemas presentan paralelos sor­ Además. las organizaciones no pueden renunciar fácilmente a
prendentes. '8U poder ni permitir que se agote. De modo que, si bien los
En su análisis del poder. J. K. Galbraith estableció tres vinculados no pueden otorgar directamente poder a las
fuentes de poder: la ~ersonalidad. la propiedad y la organiza­ izaciones, sin duda pueden privarlas de poder. retirán­
ción (1983. pág. 6). ¡g:l poder de la personalidad está en los
grandes líderes; ti poder de la propiedad, en la riqueza. ~ el La d inámica paralela de 10s~t~lI}as y el j!odg también se
poder de la organización. en la organización misma -surge de POne de manifiesto en los roles y relaciones dentro de las
su sistema-o Aunque tanto la personalidad como la propie­ izaciones. Que los individuos y grupos tengan poder
dad funcionan como poderes en las organizaciones. Galbraith ~tlepende en gran me.9.i~ de(rtl§..ei!o del..§.i stema de la organi­
sostiene que ni la una ni la otra son el poder característico de larfñn y de sus diversos subsistemas. De hecho. el sistema de

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la organización es el generador y distribuidor primario del Instrumentos de poder de Galbraith
poder. Aunque experimentamos personalmente los efectos de
tener o no tener poder en nuestras funciones y en nuestra Condigno (poder del castigo)
relación con los otros en su función, en una organización el Compensativo (poder del intercambio)
poder no pertenece en última instancia a las personas sino a Condicionado ,(poder de la creencia)
los roles, e incluso más: al conjunto de relaciones entre estos
últimos. Estos conjuntos de relaciones comprenden los dife­ paralelos entre los conceptos de Boulding y los instru­
rentes subsistemas de la organización, que juntos abarcan la de poder de Galbraith nos ayudan a reconocer que el
organización en sÍ. De modo que cuando los trabajadores de los sistemas consiste en más queQl3Ilt~!}er
piden cambios en el sistema a fin de contar con los recursos sistema funcionando o creciendoLEs también un medio
necesarios para el trabajo responsable, están pidiendo poder. toÍnár recursos (eIÚradas) y después distribuirlos, prime­
Pero ese poder le pertenece en última instancia a la organiza­ dentro del sistema (el proceso de transformación) y a
ción misma y no a las personas que desempeñan roles _ntinuación más allá del sistema (salidas). Este proceso
"poderosos". La distribución del poder debe depender de otros i.mbién distribuye poder[t..demás, el poder condicionado de
criterios, no de quién es el que ocupa un rol específico en la (el poder de la creencia) -paralelo al organizador de
organización. de Boulding- sugeriría que el organizador de la
Una analogía final entre la dinámica de los sistemas y la es el más importante para la vida de fa-organiza­
dinámica del poder es su común tendencia al exceso, tenden­ SlñaJ.guna forma de integración o creencia común, las
cia que ha sido bien reconocida en eI estudio del poder. Así co­ luanizacionés no púedertsobreviVir. Esta observación asigna
I _mo los sistemas tienden a obtener excedentes para prevenir la reflexión ética una tarea adicional en el mantenimiento de
' amenaza de escasez, el poder tiende a procurarse más poder sisfe~as: 'l ade- d~"S~ubri; i evaluar las creencias de las
para prevenir la amenaza del abandono de quienes dan su COiño hemos visto en capítulos anteriores, la
\ consentimiento a las relaciones de poder establecidas. Como puede revelar en qué tipos de creencias se basan
el pod~!. ex~~sivo por lo geI1:eL~ ll~_yª ~Jr~caso moral, las nor­ grupos en el proceso de la toma de decisiones. La reflexión
mas bticas de los 'd ereéhos y la justicia en realidad son he­ ética también puede plantear preguntas sobre esas creencias.
rraqlientaS de SUpeIV:tveñéia'd;ia- ~rgalliZación. Sin ellas, las interrogante central tiene que ver con el modo en que deben
organizacibñes -como sisteñía~-'de- poder se volverán casi "sarse los instrumentos de poder y equilibrarse los organiza­
inevitablemente tiránicas. Al mismo tiempo, tenemos que re­ de los sistemas. La respuesta fmalmente depende de
conocer la significación del poder en las organizaciones. El ~"A ... 4-_~_ concepciones de la justicia de la organización y los
poder puede fijarse en personas y grupos. Que lo haga de­ de los empleados, que se analizan en el capítulo 8.
pende de la administración de los sistemas. La administración embargo, podemos aprender algo sobre el uso erróneo del
del poder corre paralela a la administración de los sistemas, analizando el de la organización en sí mismo.
como se ve en la siguiente comparación de los organizadores
de los sistemas de Boulding y los instrumentos de poder PODER DE LA ORGANIZACION
de Galbraith:
r
Como hemos visto, Galbraith afrrma que la fuente primaria

'? 1'/'1,.\
~.l,~'ó) """'i~ f'
22? 160 161 "I( .. t ,"'" c1fo.." ",' -flld:/!

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~! < 6:~í?_, ~ \ SJ/~''-(>h,(~,c:.-- .( /"1,4 ~",rC-"'l ¿ -<A,-<C 't.,
)CI.> .. )( 1'\ "

del poder de una organización reside en la organización lllis­ Todas las fuentes de esta lista reposan finalmente en el
ma. que pertenece a su propio sistema (1983~pág. 6). Puesto trol de alguna parte de la energía del sistema o de sus
que el poder de la organización está siempre enclavado en _nmonentes. Desde luego. las personas que controlan los
estructuras concretas. experimentamos el poder a través de tienen la posibilidad de tomar el poder de éstos. Para
las actividades de personas o grupos particulares. yen mu­ los líderes de las grandes organizaciones son en
chos casos aparece con la forma de conflicto entre individuos medida creaciones de organización y personalidades
y grupos dentro y fuera de la organización. Asimismo. como el -": "Divorciada de la organización. la personalidad
poder de la organización reside en los diferentes componentes se disuelve y el individuo que está detrás de ella
de la misma. los individuos pueden obtener control sobre éstos en la oscuridad inocua a la que lo destina su
y apropiarse así del poder del sistema. El análisis realizado por personalidad real" (1983. pág. 43). El peligro (tal vez inevitable)
Rosabeth Moss Kanter del poder en las organizaciones propor­ que en la organización las personas vivan con la ilusión de
ciona algunose]eiñplos de los subsistemas y componentes que r.nnseer cosas. cuando en realidad son' parte de las cosas. Los
dan poder a los individuos y grupos: "La información (datos. adores que reclaman más control del lugar de trabajo
conocimientos técnicos. inteligencia políti~ericia). los re­ también tienen que pedir el cambio del sistema de organiza­
cursos (fondos. materiales. espacio. tiempo) y el apoyo (aval. y de las relaciones de poder. Pero no deben controlar ese
resprudo. aprobación. legitimación)" (1983. pág. f58):'Oareth sólo para sí mismos. como si fuera una propiedad per­
Morgan (1986. pág. 159) ofrece una lista aún más detalladade sino al servicio de toda la organización.
las fuentes de poder dentro de las organizaciones: Si el poder de las organizaciones reside en la dinámica de la
'JII'llanización misma. ¿podemos establecer el imperafivo sisté­
FUENTES DE PODER EN LAS ORGANIZACIONES d'e({áI poder a las organizaciones? Antes de responder.
fX.8II1inemos el siguiente caso sobre el empleo de personal por
l. Autoridad formal.
eontrato en la administración municipal de una ciudad media­
2. Control de recursos escasos.
.a de California:
3. Uso de la estructura. las reglas y las regulaciones de la
organización.
El municipio en el que trabajo tiene la política de tomar personal por
,4. Control de los procesos de decisión.
t~mporada y recientemente decidió aumentar su número . En general. el
5. Control del conocimiento y la información. personal por temporada no goza de ¡os beneficios normales del empleo y
6. Control de los límites. puede ser despedido en cualquier momento sin ninguna justificación.
7. Habilidad para el manejo de la incertidumbre. puede unirse al sindicato. teme que será despedido si lo hace. La alta
biaa de rotación de los empleados indica que el municipio ofrece pocos
8. Control de la tecnología. jacentivos para permanecer en el puesto o interesarse en el trabajo. De
9. Alianzas y redes interpersonales y control de la organi­ hecho. tenemos pocos empleados antiguos. y esto supone que los recursos
zación informal. ~manos son mínimos. El municipio no destina tiempo ni dinero a la
10. Control de la contra-organización. capacitación ni el desarrollo de los empleados por temporadas. porque no
11. Simbolismo y manejo del significado. cree que esa inversión sea rentable. Al mismo tiempo . se jacta de ahorrar los
12. Género y manejo de las relaciones entre los sexos. lbUes de dólares de las cargas sociales que tendría que pagar ,con personal
contrato fijo. También sostiene que sólo toma el personal que realmente
13 . Factores estructurales que definen l~ etapa de la acción. necesita. Pero esta actitud no alienta mucho a los empleados a aportar años
14. El poder que uno ya tiene.

162 163
de experiencia. De hecho, la falta de capacitación y desarrollo del Pe la generación y el control del sistema de poder de la
nal está empezando a plantear serios problemas. Apenas queda Pers:SO'
J
experimentado necesario para realizar las tareas requeridas. CUando llal
faIllzé:1ción, se les aplica el análisis de Robert Howard:
. personas se jubilen o dejen el empleo, si son reemplazadas con person~saa el control de la gerencia se 'personaliza', la relación
temporada no sólo bajará la calidad de los servicios de la ciudad sino quPor trabajadores con la corporación se entiende en términos
descontento entre estos empleados se extendera' probablemente a e~ loe lamente psicológicos e individuales. La idea misma del
permanentes, lo que podría originar importantes problemas laborales. En tal y el control se vuelve puramente terapéutica, más bien
caso, los miles de dólares que el municipio se ahorra con este tipo de cuestión de sentimiento que de acción. Y los conflictos
programa de empleo bien pueden acabar pagando los costos de una variedad
de acciones legales potenciales emprendidas por empleados perjudicados o ~~cnticos de la vida de trabajo -y de toda vida social- se
concernientes a prácticas laborales desleales. personalizan en sí mismos y se descartan como si fueran
dlestiones de mera preferencia individual o, lo que es peor, de
¿Qué es lo que está mal en este caso, y por qué? Si con­ social, en lugar de reconocérselos como temas ­
sideramos la situación en los términos del poder de organiza. (lIegitimos de elección política y social" (1985, pág., 120). Si .:)
ción, vemos que emplear personal provisional o por temporada II'tBsamos seriamente que el poder de la organizacion es pri- ~
supone restar poder no sólo a este personal y al permanente 'a aordtalmente un producto sistémico, en la organización los j
sino también a la propia organización. Quienes tienen poder Mlmbios de la etiqueta no reemplazarán a la ética.
parecen no ver la fuente real de su poder, que es la organiza. Cuando consideramos las relaciones reales entre las perso­
ción misma. Desde luego, restarle poder a ésta no necesaria. y los grupos en las organizaciones, podemos interpretar
mente significa que lo pierda la gerencia superior, sino que el relaciones en los términos de quién tiene cuánta influen­
sistema de la organización no alcanza sus metas. Tal vez los sobre qué y sobre quién. En otras palabras, podemos
funcionarios-gerentes de la ciudad supongan que su poder es der a las relaciones de poder. También las relaciones entre
como el poder de la propiedad, utilizable para realizar el mejor organizaciones y su ambiente pueden interpretarse de
intercambio de salarios por trabajo. Por difundido que haya modo análogo. Una descripción de las relaciones de poder, e
estado este modo de ver en el siglo pasado, o que lo esté incluso Incluso una descripción del modo en que las personas logran
ahora, ignora el hecho esencial de que una fuerza de trabajo o no obtener poder, nos dice muy poco sobre cómo debe
organizada (con empleados y gerentes por igual) genera su emplearse el poder de la organización. Sin duda el propósito
poder por medio de esfuerzos cooperativos. Este modo de y los criterios de la eficacia y la eficiencia de una organización
empleo del personal provisional supone algo así como tratar de nos proporcionan algunas normas, lo mismo que la dinámica
conducir una organización sin llegar a ser una organización. SOCiopsicológica del poder y la impotencia, como lo ha descrito
Por otra parte, llegar a ser una organización implicaría otorgar Kanter (1977) en su estudio sobre las mujeres en las organi­
poder a todos los miembros, porque la organización como un zaciones. Pero estos análisis, en gran medida descriptivos, no
todo sería la base de ese poder. proporcionan criterios normativos para determinar cómo debe I
Muchas organizaciones han reconocido la importancia de juzgarse el poder. Ni siquiera una organización poderosa a 'Jo
que los empleados sientan que la empresa les otorga poder, Y -enérgica, productiva e innovadora- puede servirse de su
este reconocimiento ha conducido a diversos tipos de partici­ poder para descubrir lo que es correcto hacer. ,
pación del personal en la toma de decisiones. Si esos cambios Si bien una teoría del poder de la organización proporciona

se limitan primordialmente al tono y a ras actitudes, y no Una especie de norma negativa para el mantenimiento de los

164 165
sistemas, no puede darle a la organización un propósito ni una
dirección claros. La comprensión de los sistemas de poder OCER LAS DESIGUALDADES DE
ayuda a no paralizar los grupos internos y externos vinculados
a la organización, ya diseñar sistemas que otorguen poder (en TICIA y DERECHOS
lugar de restárselo) a trabajadores, consumidores, inversores
y gerentes. Pero una descripción de cómo opera el poder o de r >ttv .. """""-'~'. "t-•.}
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los efectos que tiene no nos dice qué tipos de organizaciones
sistémicas debemos diseñar. Una vez más, las descripcio_
nes no generan prescripciones. De lo que está sucediendo no
podemos derivar lo que debe suceder. Por lo tanto, tenemos
que recurrir a los criterios éticos de la justicia y los derechos.
0
I
7 ;:, . En las organizaciones responsables es necesario el manejo En los capítulos anteriores hemos visto que las o~am.zacio­
eficaz de las relaciones de poder, pero el poder no tiene ningún nes deben diseñarse de tal modo que les otorg~~ poder a sus
sistema especial de autoorientación. El poder de la organiza­ miembros y- grupos vinculados. Como el poder en sí no
ción requiere los límites de la justicia y los derechos para no pone normas éticas para su uso adecuado y responsa-
causar daño ni abusar de su situación. En nuestra tradición también aprendimos que en este sentido 'son necesarios
occidental, la restricción más conocida del uso del poder ha derechos y laj'!§.ticia, aunque ésta no significa que todos
sido la afirmación de los derechos humanos, y estos derechos, mere~ la misma porción de poder. La dinámica de los
a su vez, han fundado su reconocimiento y protección en tdstemas --es decir, su crecimiento a través CieIa diferencia­
instituciones justas. Para emprender el análisis ético de los ción y la coordinación- crea continuamente nuevas diferen­
sistemas de las organizaciones tenemos que saber qué clases clas entre las personas. La rríúRiplicación de los roles, relacio­
de derechos y justicia son adecuados en las organizaciones nes y responsabilidades implica que los sistemas, por su
modernas, y en especial en las grandes corporaciones. naturaleza misma, son sistemas de diferencta so, por decirlo
de otra form~. sistemas de desigualdad . En la mayoría de las
organizaciones. los miembros tienen grados diferentes de
acceso al poder de éstas según sean roles y relaciones. Esas
diferencias les otorgan a algunos ciertos derechos de los que
no disfrutan otros. No todos tienen derecho a un determinado
aalario. por ejemplo. ni el mismo grado de responsabilidad. ni
están igualmente obligados a rendir cuentas. A veces no está
Dluy claro qué derechos tienen efectivamente las personas.
Los gerentes parecen tener derecho a someter a los trabajado­
res a tests sobre el consumo de drogas. pero no sabemos de
trabajadores que hablen como si tuvieran el derecho de
--....trolar si los gerentes consumen o no drogas o alcohol. En
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quiebras de las empresas. los gerentes superiores han

166 167

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afirmado su "derecho" a "paracaídas dorados" mientras lo


así como a los sistemas de organizaciones e interorgani­
obreros perdían su trabajo. ¿Se pueden justificar ésta y otra:
~lonales.
diferencias?
los derechos individuales y la justicia social son
Algunas desigualdades que existen en las organizaciones
~eonal(;lUUes necesarias parauña comunidad m or8.J.: podemos
podrían justificarse como los medios más eficientes para lo.
kaminar primero los derechos individuales y después decidir
grar que se haga el trabajo, pero esta norma tiene un poder
formas de justicia requieren, o bien examinar primero
orientador menor que el que cabría esperar. La esclaVitud
~rmas diferentes de justicia y ver de qué derechos individua­
conseguía que se hiciera el trabajo, lo mismo que otras formas
se goza en las comunidades donde rigen. Pero no debemos
de opresión inaceptables moralmente. De modo que, si bien la
Independizar entre sí la justicia y los derechos. Cuando los
realización ~.trabaJ9.. ~t:~ u,na ~ condición necesaria
·eñ -las derechos se apartan de las formas comunitarias justas, la tra­
organizacione~ p!,o<}.uctivas, no provee un criterio suficiente
dición básica de los derechos como protestas contra la injus­
sobre cómo debe lograrse que el traoajose haga, ni justifica
ticia aparece distorsionada en una tradición que los presenta
automáticámente la vasta gama de diferencias que experi.
~· eomo medios para el beneficio personal. El propósito final de
mentamos en la vida de toda organización. Un criterio sufi.
los derechos individuales es la creación de una comunidad
ciente debe tomar en cuenta no sólo el sistema de producción
Justa, así como el de la justicia es el desarrollo de una
de la organiZációñ-;iñO también lá comunidad moral de ésta.
comunidad que respete los derechos individuales.
En realidad, es la rela<;i6n entre ambos aspectos de la vida de
Puesto que nos interesan los derechos en las organizacio­
una organización lo que hace posible que sea responsable.
nes y queremos proporcionar algunas directivas para admi­
-'" Los sistemas y las comunidades organizacionales no son en nistrar los sistemas de distribución del poder, empezaremos
- " r.:----- .......-­
realidad dos realidades distintas, sino dos interpretaciones de
con un examen de la justicia para volver después a los
una misma cosa. Cuando observamos las organizaciones
derechos del empleado y de la corporación. Una vez más
desde una perspectiva sistémica, vemos conjuntos de r~cio­
debemos formular la pregunta que siempre ha sido el primer
n.!!§...que funcionan juntas para alcanzar los objetivos de un
interrogante de la ética social: "¿Qué es la justicia?". Nuestra ./"
sistema. Observando las organizaciones desde una perspecti­
respuesta nos dará una base para emprenaer un diálogo
va ética vemos com~nidades morales. Una comunidad moral
abierto sobre muchas cuestiones relacionadas con los dere­
es también un conjunto de relaciones, pero éstas no son sólo chos de empleados y corporaciones que hoy en día necesitan
funcionales sino tambiéñsustanciales: son la sustancia moral resolución: derecho a beneficios sociales, derecho a recibir y
que une a los miembros ae laorganización. retener información. derecho a la compensación por daños.
Para mantener un sistema de organización "en el buen derecho a la representación. derecho a no ser despedido sin
camino", hay que administrarlo de tal modo que su estructu­ causa justa. derecho a la intimidad. etcétera.
ración de los roles y relaciones tenga alguna correspondencia Aunque habitualmente se define la justicia como el igual
positiva con los de lajusticia social y los derechos individuales trato a los iguales y el trato desigual a los desiguales. una de
reclamados por la comunidad moral. En otras palabras, la las mayores tareas de una teoría de la justicia consiste en
generación y distribución del poder del sistema deben ser Justificar esto último. Tenemos que saber qué condiciones
paralelas a los requerimientos comunitarios de justicia Y J~stifican que se trate a la gente de modos diferentes. Se podría
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dignidad. Esto se aplica a las comunidades internas y exter- rePlicar contra el trato igualitario, por ejemplo cuando alguien

168 169
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que aporta más que otros a un p"royecto recibe el mislllo La base de la concepción libertarista de la justicia. según
reconocimiento que todos. Pero en la mayoría de los casos los NOZick, es que "los individuos tienen derechos" (1974. pág. Ix).
problemas de justicia surgen a causa del trato desigual. la justicia significa algo. es un orden social que proteja los
El trato diferente se justifica si satisface una de varias F.¡prp.chos individuales. Nozick cree que los derechos de cada
normas de justicia. En algunos casos, todos merecemos igual sólo deben estar limitados por los mismos derechos
trato simplemente en razón de nuestra humanidad básica. de los otros. o cuando se han violado los derechos de los otros
Otras veces estamos de acuerdo con otras formas de justicia es necesario hacer algún tipo de corrección de los errores
Si, por ejemplo, se trata de distribuir at.ención médica, la pasados (1974, pág. 152). Al hacer hincapié en el derecho a la
mayor parte de las personas se atendrán a las diferentes elección individual. Nozick formula el principio de la justicia
necesidades. Si distribuimos oportunidades de estudiar, lo CODlO "De cada uno lo que elige. a cada uno lo que sea elegido"
haremos en función del mérito de cada uno de los beneficia­ (1974. pág. 160). Su concepción de la justicia es básicamente
'rios. En realidad, por lo común, para distribuir los recursos una teoría de derecho adquirido: las personas deben recibir lo
aplicamos uno de varios criterios posibles entre los cuaIes se que tienen derecho a recibir a través de su propia productivi­
uentan la Pertenencia o condición de miembro (o igualdad: dad, intercambios Y elecciones. La fuerza de la opinión liber­
t\ todos los miembros reciben lo mismo), la necesidad (quienes tarista reside en su reconocimiento de la productividad indi­
) necesitan más reciben más), la contribución (quienes más dan vidual. Algunas personas producen y aportan más que otras.
más reciben), el mérito (medido por el status o el talento) y los y si en el proceso adquieren más -sin infringir la libertad de
~ítulos (que tiene el individuo para elegir lo que quiera). Nece­ los otros- tienen derecho a hacer lo que quieran con sus
sitamos saber cuándo usar qué criterio para distinguir correc­ adquisiciones. Negar este derecho parece negar también el de
tamente las diferencias o desigualdades justificadas de las actuar en función del propio interés y la propia concepción de ""
injustificadas. Con el fin de poder trazar esa distinción, la vida. Entre los derechos usualmente asociados con la \
examinaremos brevemente de qué modo tratan las desigual­ concepción libertarista se cuentan los derechos a la propie- )
dades algunas teorías contemporáneas de la justicia y con esa dad. a la asociación libre. a los intercambios voluntarios, y la
base pasaremos a discutir los derechos de empleados y libertad de expresión.
corporaciones. Suponiendo que existe igual derecho a elegir el propio
trabajo y realizar intercambios justos por ascensos Y recom­
pensas, el libertarista podría justificar la mayor parte de las
CONCEPCIONES CONTEMPORANEAS DE LA JUSTICIA desigualdades de las organizaciones. No aceptaría pautas de
dist ribución que pasen por alto la elección individual o los
Las teorías de la justicia oscilan entre un individualismo intercambios justos. Pero si las personas eligen libremente
extremo --en el que cada uno procura conservar ' lo que entrar en relaciones de subordinación, el libertarista no
consigue- y el comunalismo total --en el que todo debe dis­ objetaría la desigualdad resultante . En el caso de los trabaja­
tribuirse con igualdad-o Entre ambos extremos, tres opciones dores provisionales examinado en el capítulo 7 . si los emplea­
contemporáneas son el liber~slI)º de Robert Nozick, Le1 dos eligen libremente trabajar sobre una base provisional. el
liberalismo social de John Rawls\l la justicia plúralista de libertarista no tiene nada que objetar.
Michael Walzer. ~ Sin embargo, la debilidad de esta opción reside en que

170 171
(O ~aJ ' parecé ignorar el carácter sistéI?~~ de la sociedad moderna libertad básica compatible con una libertad similar a
-la interaependencia ae ros componenfes- del sistema y el de los otros. Segundo: las desigualdades sociales y econó­
poder de las organizaciones-o ¿Qué miembro de la organiza. deben ordenarse de tal modo que a) sea razonable
cion puede decir "lo hice todo por mí mismo"? No podemos '--"'~rar que generen ventajas para todos. y b) estén vinculadas
hablar por teléfono. desarrollar proyectos ni completar tareas posiciones y cargos abiertos a todos" (1971. pág. 60).
asignadas sin depender de una vasta red que da a todos Ytoma ¿Estamos de acuerdo con estos principios? Rawls procura
de todos. para ventaja de algunos y desventaja de otros. Si nuestro asentimiento de la siguiente manera. Nos pide
tomamos en serio el ~o_que sl,stémico. que centra el poder nos imaginemos en lo que él llama "una posición original".
básico de las organizaciones en la organización en sí y no en tiene ~ importantes características. ~n primer lugar. en f
cualquier individuo con un rol particular. laº_p~ci.ónJibertaris­ no conocemos nuestra posición exacta en la sociedad. no
ta parece tener una aplicación más bien limitada. En cuanto ll.Wluem os si estamos o no bien educados. si somos empleados
a las desigualdades en la organización que surgen del diseño o desempleados. etcétera. Tenemos conocimiento de que tales
del sistema y no de la eleccion individual. una concepción de taoslciones existen. pero ignoramos qué lugar ocupamos no-
la justicia que sólo hable de la elección individual no nos A esta característica de la posición original Rawls la
q ;"" ,a yudará mucho a justificarlas. IICIlUUuna "velo de ignorancia" (1971. pág. 136)1 ~a segunda 1...­
flowl.. <.. '_ Lo que puede denominarse la concepción liberal-social de es que tenemos algún conocimiento general de
, \ ~~~ 1.1a justicia afirma el principio de la igual libertad. que también que ese autor denomina "circunstancias de lajusticia". Este
... ';;1 t..o
" propone ellibertarista. pero le suma la preocupación por la to nos da razones para que deseemos desarrollar

distribución en el sistema de las ventajas y desventajas. Como que se relacionarán con esas circunstancias. que

dice Jóti'ñ Rawls: "Los priilCipíos de la justicia social. ¿no como sigue: "Así, se podría decir. en pocas palabras.

deben en primera instancia aplicarse a estas desigualdades las circunstancias de la justicia se producen siempre que

presumiblemente inevitables en la estructura básica de cual­ personas sin intereses comunes presentan reclamos conflic­

quier sociedad?" (1971, pág. 60). ¿Cuáles son esos principios tivos sobre la división de las ventajas sociales en condiciones

de justicia social? Rawls aboga por dos . que denomina el prin­ de moderada escasez. A menos que existan esas circunstan­

cipio de la i~~Llib~!~d y el principio de ~~~ferencia. ~l cias. no habrá ocasión para la virtud de la justicia. así como
primero afirma que toda persona es libre de hacer lo que quiera en a usencia de amenazas de daño a la vida o el cuerpo no
mieñtras esto no infrinja o interfiera la libertad de otro. Nozick á ocasiones para el valor fisico" ( 1971. pág. 128). De modo
y Rawls discreparían muy poco acerca de esta aflrmación t~l e n o sabemos qué posiciones ocuparemos. pero sí sabemos
s'e gyn.do principio -el de la difg,e.ncia- extiende la opcIón lIue en la sociedad hay ventajas y desventajas. y que las
libei-ar-social más allá de la concepción libertarista. Con él. personas buscarán las primeras en cuanto a la obtención de
Rawls intenta mostrar de qué modo pueden justificarse las ¡,¡k enes sociales y económicos.
desigualdades -diferencias-o Dice que están justificadas Dada esta situación hipotética. ¿qué principios de justicia
cuando las ventajas de quienes "tienen" actúan también a aprob aríamos? Rawls piensa que las personas racionales
favor de los que "no tienen". Además. estas posiciones deben con sus principios: Lprimero. que todos deben
estar abiertas a todos. Rawls formula así sus dos principioS: la misma libertad; ~egundo. que cualquier nueva ventaja
"Primero: toda persona debe tener el mismo derecho a la m ás los que ya ocupan posiciones ventajosas también debe

172 173
generar ventajas para los otros o para (como dice a veces) lOs determinar si una pauta de distribución es justa pode­
menos favorecidos;lfinalmente, que esas posiciones ventajo_ volver a la posición original, en la que no sabemos quién
sas deben estar abiertas a todos. Si estamos de acuerdo con á qué parte, y desarrollar una pauta con la que estemos
estos principios, podemos justificar las diferencias en la dis­ acuerdo. Puesto que no sabemos si nosotros recibiremos
tribución de los recursos de la organización, en tanto qUe o menos, desarrollaremos un sistema tal vez desigual
realmente funcionen incluso para beneficio de los miembrOs justo, por ejemplo con ascensos basados en las contribu­
\ que no disfrutan directamente de ellas. iíIIones ya hechas o en la aptitud para el liderazgo. En la medida
';)1 ~ 1,,> Si utilizamos la teoría de la justicia de Rawls, las desigual_ que todos tengan una oportunidad justa de realizar tales
buciones y adquirir aptitudes de liderazgo, estaríamos
dades en las organizaciones pueden evaluarse en los términos
de su efecto sobre los menos favorecidos. Probablemente se de acuerdo en que reciben una parte justa de los recursos de
justificarían las diferencias de salario y ascensos si también organización.
beneficiaran a los desfavorecidos. Ese sería el caso si los Volviendo al caso de los trabajadores provisionales, la con­
ascendidos realmente aumentaran la productividad de la ,~pción de la justicia de Rawls nos permite formular dos pre­
organización de tal modo que todos se beneficiaran. Esto guntas distintas. En primer lugar, basándon~s en la noción de
supone que distribuir más poder de organización a algunos de la posición original, podemos preguntar si coincidi­
también le da poder al resto. La. teoría de la justicia de Rawls con esa estructura de las tareas. Como no conocemos
insistiría asimismo en que esas posiciones estuvieran abiertas propio lugar pero damos por sentada la condición
para todos. de empresarios y empleados, ¿estaríamos de acuerdo
En términos de derechos, el primer principio de la justicia que las organizaciones puedan emplear muchos trabajado­
de Rawls afirma los mismos que Nozick: tener una igualliber­ provisionales, sabiendo que a nosotros mismos podría
tad. El segundo principio de la justicia de Rawls, el principio tocarnos serlo? También podemos aplicar el segundo principio
de la diferencia, parece justificar un derecho a algo que podría de Rawls y preguntar si este sistema de justicia ofrecería
definirse como una "parte justa" (Fried, 1978, pág. 110). Por ventajas para los desfavorecidos directamente. Los empleos
cualquier ventaja que reciban los otros, los menos (avorecidos provisionales benefician a quienes prefieren trabajar sin nin­
tienen derecho, no a una parte igual, sino a su parte justa. Pero guna responsabilidad en la organización y también a algunos
para el liberal-social, este derecho no justifica ningún recorte gerentes. Pero ¿ayudan esas ventajas a los menos favorecidos,
de los derechos básicos de la libertad. Ahora bien, ¿qué es una por ejemplo quienes tienen que trabajar pero no reclaman la
parte justa? Esta noción difiere de la de los derechos de la equidad por miedo a que se los reemplace por trabajadores
libertad porque requiere alguna pauta distributiva para ase­ provisionales "más baratos"? El segundo principio de justicia
gurar que el reparto sea equitativo. Desde luego, los sistemas de Rawls nos impulsaría a diseñar organizaciones en las que
de las organizaciones son ya pautas de distribución. La cues­ distribución desigual del poder beneficie no sólo a quienes 1"
tión es si todo~ los miembros reciben su parte justa de lo que lo tienen, sino también a quienes tienen menos. ~Cí. (,
se distribuye. En los ascensos, una parte justa puede signifi­ Otro modo de justificar las diferencias en la distribución (?"VlII '
car la misma consideración por la tarea. Sin duda no puede consiste en considerar el significado y la función de los bienes
significar que todo el mundo será ascendido. Algunos reci­ distribuidos. El libro de Michael Walzer titulado Spheres of
birán más y otros menos, pero verán el r~parto como justo. JusUce: A Defense ofPluralism and Equality ( 1983) nos propo­

174 175
ne esa estrategia. Toma en cuenta mucho más que Nozick o IIISU"Aa. penal, libertad de expresión, prensa, religión y reu­
Rawls el carácter real de nuestras diferentes instituciones. y los derechos de matrimonio y procreación; el derecho a
lo que es más importante, considera seriamente la experien~ la comunidad política; la exención del servicio
cia de que muchas clases diferentes de cosas se distribuyen de JIli,litar obligatorio; los cargos públicos; los servicios bási<?os de
modo diferente, "que los principios de justicia tienen asimismo general como la protección polictal; los intercambios
formas pluralistas; que los diferentes bienes sociales deben desesperados; los trueques de último recurso; los premios y
distribuirse por diferentes razones, con diferentes procedi. la gracia divina; el amor y la amistad, ni los actos
mientos, por diferentes agentes, y que todas esas diferencias crtminales (Walzer, 1983, págs. 100-103). Todas estas cosas
derivan de diferentes comprensiones de los bienes sociales en pertenecen a esferas que no son la del dinero, y utilizarlo para
sí -productos inevitables del particularismo histórico y culo adquirirlas es injusto. Además, servirse de criterios tales como
tural-" (1983, pág. 6). la raza o la religión para excluir a algunos del mercado es
¿Qué es lajusticia? Bien, depende. Depende de nuestro de. Injusto porque, en esa esfera, quien tiene dinero también tiene
sarrollo cultural y social, del significado atribuido a las cosas derecho a participar en el sistema de mercado.
y de la esfera particular en la que se las distribuye. En lugar LQtra esfera en la que el dinero no debe tener poder es la que
de limitar la justicia a una simple igualdad que busque Walzer denomina la esfera del.S'l.Igo (1983, pág. 164). El cargo
satisfacer una norma universal, Walzer postula un concepto supone una Carrera; este conéeptoabarca cargos administra­
más complejo, que toma en cuenta las diferencias entre los 'Uvos, cargos en corporaciones y servicios profesionales. Estos
diferentes bienes. Es~o~tb1enes'a(íquiefeiiSu significado en la cargos no son mercanCÍas que puedan venderse al mejor
construcciói;' social de la realidad, es decir, en nuestro modo postor, sino que corresponden a quienes tengan condiciones
de atribuir significados en nuestra cultura, continua y cam· específicas. Distribuirlos en función de otros criterios (por
biante. Los bienes son, por ejemplo: seguridad y bienestar, ejemplo, los lazos de familia, la riqueza o el poder) es injusto.
dinero, puesto de trabajo o cargo, reconocimiento, educación, Como sabemos, los sistemas de las organizaciones distri­
afecto y amor, y poder. Según Walzer, cada uno de esos bienes buyen el poder, pero Walzer también nosp "'i-oporciona un
tiene sus propios criterios de distribución. Cuando ésta se méto..~ara aeterminar cómo deben hacerlo. Dice que las or­
realiza en concordancia con el criterio propio, es justa; cuando ganizaciones productivas llegan a un punto en el que los fun ­
se siguen otros criterios, no lo es. La distribución injusta en dadores pierden su control y tiene que ser reconocido de algún
realidad indica tiranía, porque se aplican criterios externos otro modo. La idea de Walzer concuerda con la de Galbraith
para dominar una esfera en la que no caben. acerca del poder de la organii ación como diferente aerpoder
, v El dinero, por ejemplo, es propio del intercambio de mer­ personal o de la propiedad, según hemos visto en el capítulo
V" canCÍas y tiene lugar en el sistema de mercado. Pero cuando anterior. Cuando la organización en sí se vuelve la base de su
se utiliza para comprar votos (en la esfera política) o gracia (en poder, ni la personalidad ni la propiedad deben ser criterios
la esfera religiosa), su uso es injusto. Puesto que vivimos en para la distribución. Walzer sostiene en cambio que el sistema
una sociedad en la que a veces parece que el dinero puede de distribución debe estar determinado por "la concepción
comprarlo todo, la lista de Walzer de lo que el dinero no puede (democrática) que prevalece sobre cómo debe distribuirse el
comprar demuestra la necesidad de una variedad de criterios. poder" (1983, pág. 303). En otras palabras, el modo justo de
El dinero no puede comprar seres human'Ós, poder político, distribuir el poder dependerá de cómo entiendan los miembros

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el significado de los recursos, roles y relaciones que constitu._ énfasis que en otras décadas en el aprendizaje continuo
yen el poder de la organización o, en los términos de Walzer en la adquisición de nuevas habilidades. Estos son algunos
"la justicia se refiere a los significados sociales" (1983, Pág: los bienes que las empresas distribuyen, y para hacerlo ~
312). Es decir que lo que signifiquen los recursos depende de " Ponen elegir criterios-l0tra cuestión es que estos cambios
experiencias comunitarias y de conversaciones sobre la Vida aumentando o reduciendo el significado del trabajo;
de la organización. de ello en el capítulo 9, al examinar diferentes su­
Si aplicamos la concepción de la justicia que tiene Walzer al 1iII'_--",:stos sobre la fuerza de trabajo. Estos cambios de significa­
caso de los trabajadores provisionales, necesitamos discu.tir también han suscitado nuevos interrogantes sobre los
el significado social del trabajo. Si una parte de éste es la per­ """-rechos de empleados y corporaciones.
tenencia a una comunidad moral, y la participación en tal La idea de Walzer de igualdad compleja ubica los derechos
comunidad les da significado a las personas además de rea­ el contexto de las afferentes esferas de la justicia. Desde
lizar un aporte a la comunidad en sí, la práctica del empleo perspectiva, la justicia es el fundamento de los derechos.
temporario parece modificar radicalmente el sentido del traba­ esto es así, los derechos derivarían de la pertenencia a
jo. Por supuesto, los significados cambian, como lo ilustra el diferentes comunidades. En otras palabras, los derechos
cambio en la idea relacionada de la estabilidad en el empleo. dependen de los significados sociales de los diferentes bienes
No hace mucho tiempo, la estabilidad en el trabajo se distri­ se distribuyen. Walzer reconoce el derecho a la libertad y
buÍaentre quienes permanecían en la empresay le eran leales. IgUal consideración, pero la justificación de uno y otro es
En parte como resultado de las luchas sindicales por el reco­ menos una concepción universalista de las personas que una
nocimiento de la antigüedad, la estabilidad, no sólo la de los pluralista de los bienes" (1983, pág. xv). Los
trabajadores sino también la de los gerentes, era algo que los 'derechos reales que tienen las personas, en otras palabras.
empleados "merecían". En la década pasada la distribución de dependen del significado social de los bienes disponibles para
puestos y ascensos cambió dramáticamente. A veces son usa­ la comunidad, y del de ésta.
dos como recompensas por un buen trabajo, o incluso como Para hablar de los derechos debemos determinar en primer
motivación que lo induzca. De un modo extraño, la estabilidad lugar el significado social de las cosas, pero éstas tienen dife­
en el empleo depende ahora de la inestabilidad:' sólo s i sigue rentes' significados para diferentes personas. El de las provi­
\ alcanzando metas en el trabajo la persona tendrá un "empleo siones básicas, por ejemplo, es distinto para ricos y pobres.
0..,1"\ . \. estable" o "seguro".a;n los términos de los tres factores de Sólo incluyendo a ambos grupos en la conversación sabrá la
/- .2:>/,rtlantenimiento de Boulding, el cambio de significado del comunidad cuáles son las provisiones básicas. Cuando a
t ((trabajo ha fortalecido los' subsistemas de la amenaza y el algunos grupos se les niega la participación en tales debates .
ntercambio y debilitado el subsistema de la integración {Otro quienes lo hacen practican un modo de tiranía al pasar por alto
efecto ha sido una fuerza de trabajo más individualista, en la el d erecho de todos a ser miembros activos de la comunidad y
"L que muchos trabajadores no se sientan comprometidos con la a participar en la determinación del significado de las cosas
corporación sino con el desarrollo de su propia carrera. En (Walzer, 1983, pág. 83). Para Walzer, tanto los derechos como
lugar de estabilidad, los individuos buscan competencia para la justicia se decidirán por medio de la conversación continua
seguir encontrando trabajo, incluso en períodos de cambio entre los miembros de las diferentes comunidades sobre el
rápido. Por lo tanto, el sentido del trabajo h6y en día implica Significado social de los bienes comunitarios. El único derecho

)< It\I')'3 ~')0 178 179


)/t.¡ ~rt5( .)
que t8.1 conversación da por sentado es el de la participación en que esas desigualdades se generan en el caso de que
el de tener voz en el proceso de la toma de decisiones: "Cuand~ en u.na "posición original". ¿Podemos imaginar­
sea el momento, el ciudadano debe estar preparado y ser capaz en cualquiera de las posiciones desiguales?LY ~er
de deliberar con los otros ciudadanos, escuchar y ser escucha_ tnuru!a si las desigualdades de distribución corresponden a
do y asumir la responsabilidad por lo que dice y hace. Listo y idea del significado de los bienes distribuidos. Si es
capaz: no sólo en estados, ciudades y pueblos, sino en todo pueden justificarse; en caso contrario, la desigualdad
lugar donde se ejerza un poder, en empresas y fábricas, en ~senta una especie de tiranía en la que se utilizan criterios
sindicatos, cuerpos docentes y profesionales. Si se le priva per­ Inadecuados para distribuir los bienes comunitarios. Como
manentemente de poder en el nivel nacional o local, también modo de discernir lo que significan los diferentes bienes,
está privado del sentido de sí mismo. De ahí la aplicación de podemos examinar la lista de bienes de la organización en la
la máxima de 10rdActon, atribuida a una variedad de político~ Muestra 1, Y decidir cómo deberían distribuirse según los
y escritores del siglo XX: 'El poder corrompe, per«l'~alta de ; clnco criterios de la pertenencia, la necesidad, la contribución,
poder corrompe absolutamente' .. (1983, pág. 310). el mérito y los derechos adquiridos.
i-- Para proporcionar una concepción amplia de lajusticiay los
derechos podemos sumar los puntos fuertes de las tres teorías tipos de justicia que el lector piensa que deberían
que hemos diSCutido.'\f"iiteoría de ~k de los derechos ad­ i~- aDlicarse
en la distribución de los bienes enumerados en la
quiridos realza los derechos de los individuos a ejercer su pro­ 1 le darán alguna idea de lo que significan para él y
pio poder, que nadie puede limitar sin justificación. Entre los su organizacion. A fin de descubrir su significado social
derechos ádquiridos se cuentan los derechos iguales a la liber­ completo, podríamos imaginar cómo piensan los otros
tad. Al mismo tiempo, una perspectiva sistémica insistiría en que esos bienes deberían distribuirse y por qué. Esto le
que cualquier comprensión adecuada de-cómo convivimos no Ofrecerá una comprensión más completa de lo que significa la
ignora la multitud de interconexiones y dependencias recípro­ justicia para su organización y para las comunidades sociales
cas de nuestra organización. ITambién necesitamos el princi­ que están fuera de ella.

-
pio de Rawls de la diferencia, que reconoce la dependencia
mutua y deriva de ella la noción de la ventaja común. ~ali-
zando el desarrollo histórico del significado de los bienes y
Se puede también determinar qué derechos se obtienen de
los tipos de justicia_qlle se nap. ~C',!feccionadoLPor ejemplo. si la
seguridruldebe distribuirse en función de la pertenencia
basando la justicia en esos significados, Walzer proporciona (Igualmente para todos los miembros), en la otra cara de ese
un análisis contextual de los derechos que parece aplicarse atstema de justicia podemos afirmar el derecho a esa seguri­
concretamente a las organizaciones. Los derechos se vuelven dadl.O bien. si decimos que hay que distribuir bonificaciones
un reflejo de nuestros sistemas de justicia, que se basan en el én concordancia con la contribución, quienes contribuyen
significado de los bienes para la comunidad en la que son t.,ndrían derecho a éstas. ~ro si se distribuyeran de acuerdo
distribuidos. ~n la necesidad, los mayores contribuyentes no tendrían ese
Cuando tratamos de justificar las desigualdades, LNozick derecho. Podrían justificarse las desigualdades de poder y
nos pregunta cómo se g~¡.an.-Sf son el resultado de la rsos correspondientes a nuestra comprensión de la jus­
elección libre y no infringen la igual libertad de los otros, están y los derechos. Las desigualdades que no corresponden
justificadas -tR~ls nos pide que pensemos si aceptaríamos el

180 181

Muestra 1 mal distribuidos. Gran parte de la tradición de los


humanos supuso de hecho la protesta contra el
Elija uno de los cinco criterios para la distribución de cada uno de los bien llDuSO de poder y contra las desigualdades inj:lstificables.
enumerados para descubrir su propia idea de la justicia en las organiz:~
clones. ~ando la discusión se plantee el tema de los derechos de
ÍII'Iloleados Y corporación. podremos ver cómo se adecua a lo
Bienes Criterios para la distribución ya hemos aprendido sobre la justicia.
Estabilidad l. Contribución (quienes dan más reci_
Bonificaciones ben más)
DERECHOS DEL EMPLEADO
Beneficios sociales 2. Necesidad (quienes necesitan más reci­
Tiempo libre ben más) Los derechos del empleado (también son empleados los
Información
---­ 3. Pertenencia (todos los miembros reci­ gerentes) se derivan de las diferentes comunidades en las que
ben lo mismo) -fiven. Entre éstas se cuentan la comunidad humana. una co­
Reconocimiento
JIlunidad nacional y la comunidad de la corporación en la que
Estabilidad en el empleo 4. Mérito (distribución acorde con el sta­
empleados trabajan. Para comprender a qué tienen dere­
Compensación tus o talento) los empleados tenemos que saber algo sobre esas diferen­
Proceso adecuado 5. Derechos adquiridos (por las propias comunidades y sus relaciones recíprocasJ Como miembros
Progreso personas) de las or~izaciones. tenemos derechos cont ractuales e insti­
Intimidad ~ -
llucionales.i Como miembros de naciones. tenemos derechos
y legales.~omo miembros de la familia humana o de la
IWUI11uIlidad glooaJ., tenemos derechos morales y humanos.
deberían cambiarse. El test de trabajo sobre los derechos y la Podemos imaginar que esas diferentes comunidades y los
justicia del capítulo 11 (Muestra 7) permite a individuos y rechos que entrañan son como círculos concéntricos. Los
grupos analizar qué bienes distribuye su organización. con tres círculos suponen tanto comunidades humanas como
qué tipos de justicia y en relación con qué tipos de derechos.
sistemas de mantenimiento y productividad. y unas y otros
+- Como ya hemos dicho. estudiando la justicia podemos ad­
deben tomarse en cuenta para comprender completamente las
quirir conocimientos sobre los derechos, o estudiando los
responsabilidades que sus derechos implican. La compren­
derechos podemos adquirir conocimientos sobre las organiza­
sión de los recursos de cada sistema nos permitirá ver cuándo
ciones justas. Determinando qué derechos tienen los indivi­
IIOn legítimas las reclamaciones sobre derechos. sobre poder
duos sabremos qué es una distribución justa de los recursos
y el poder. Por ejemplo. un derecho a la información que afecte sobre protestas contra la injusticia o el abuso de poder.
la propia seguridad requiere que la información sobre la lemás, el círculo de los derechos de empleados y corporacio­
seguridad se distribuya entre los miembros (criterio de la per­ está inserto en el de los derechos legales. que a su vez está
tenencia) o entre quienes la necesitan (criterio de la necesi­ m~..... +~ en el más amplio de los derechos humanos. Si empe­

dad). La afirmación de los derechos por 10 general se produce CoQUIOS por el círculo exterior y nos movemos hacia el interior.
en situaciones injustas. en las que los recúrsos y el poder han primero que debemos considerar es nuestra pertenencia a

182
183
1-- q> «('"\ < CAd -:. J ?~!> /( t.-..

'W IJ':'¡~...., ,

la comunidad global, en la que todos los miembros tienen familia una existencia digna de la condición human~, y
derechos humanos. complementada, si es necesario, por otros medios de
. La concepción moderna de los der~c!,t~pumanos reposa en protección social.
"nuestras ideas de lo que es ser humano' [Minogue, 1979, Pág. 4. Toda persona tiene derecho a formar y unirse a sindica­
14). Estas ideas han sido usualmente formuladas junto Con tos para la protección de sus intereses (Laqueur y Rubin,
alguna forma de comunidad, como en la Declaración de los 1979, pág. 200).
Derechos HumanOs de las Naciones Unidas de 1948 que afir.
ma: "Toda persona, como miembro de una sociedad, tiene Como los derechos sólo pueden comprenderse totalmente a
derecho a la seguridad social y a la realización (por el esfuerzo la luz de las comunidades en las que tienen sentido y de los
nacional y la cooperación internacional, y en concordancia sistemas que distribuyen los recursos a los cuales se refieren,
con la organización y los recursos de cada estado) de los para comprender su significado real es necesario que analice~
derechos económicos, sociales y culturales indispensables mos los sistemas globales y sus relaciones presentes con la
para su dignidad y el libre desarrollo de su personalidad" comunidad global. Si nos servimos de los organizadores de los
(Laqueur y Rubin, 1979, pág. 200). Toda persona -lo que sistemas de Boulding-amenaza, intercambio e integración­
también significa todo empleado de una corporación- perte. Incluso el examen sumario revela sin duda un sistema global .
nece a su comunidad, y en última instancia, esta condición es que padece amenazas excesivas, intercambios desiguales y
la base de tales derechos. Al mismo tiempo, lo que sucede en falta de integración. La ayuda exterior norteamericana ilustra
1ft comunidad global afecta los derechos de todos. Una pers· este desequilibrio perfectamente. En 1985, por ejemplo, esta
pectiva sistémica, que supone el carácter interrelacionado de ayuda fue distribuida como sigue: asistencia militar, 62 por
~ento; comida, 10 por ciento; asistencia para el desarrollo, 25
todas sus partes, alentaría a todos los empleados a ver que su
destino está entretejido con el destino del sistema total, como por ciento; otros ítems, 3 por ciento. Estas cifras no incluyen
lo experimentaron muchos trabajadores norteamericanos en la ayuda encubierta (Folpre, 1987). Aunque no podemos
las décadas pasadas cuando vieron sus empleos exportados a realizar aquí un análisis completo, citaremos ejemplos del
otros países. Como miembros de una sociedad o de la familia empleo de la amenaza, el intercambio y la integración como
humana, los empleados tienen derechos humanos, y es espe­ organizadores. Existen incontables casos, desde latinoaméri­
cialmente aplicable a su status el artículo 23 de la Declaración ca hasta Sudáfrica, en los que se emplearon amenazas,
de las Naciones Unidas. cuando no la intervención militar abierta. Los bancos occiden­
tales que forzaron a los gobiernos del Tercer Mundo a reducir
l. Toda persona tiene derecho a trabajar, a la libre elección sus programas sociales como condición para la refinanciación
de su empleo, a condiciones de trabajo justas y favora­ de los préstamos demostraron algunos de los efectos del uso
bles y a la protección contra el desempleo. de los organizadores de intercambio a expensas de la integra­
2. T oda persona, sin ninguna discriminación, tiene dere­ Ción. No sólo aseguraron su propia riqueza sino también un
cho a igual salario por igual trabajo. aumento de la pobreza. Ciertos cambios en el organizador del
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remune­ Intercambio pueden también generar una mayor igualdad,
ración justa y razonable que les asegure a ella y a sU COmo cuando el boicot al petróleo árabe originó un intercambio
Illás justo entre las naciones proveedoras de recursos y las

184 185

DG:v rn r1-í Í¡'\ (V 1)


partes de un contrato tienen derecho a que, mientras éste
naciones compradoras. Hay también ejemplos de cambios
válido, sus términos se cumplan. Los derechos contrac­
sistémicos logrados por medio de una mayor integración se basan en la validez del contrato mismo. Para que sea
como en los casos de la dramática "caída" del Muro de Ber~ ~_LU.rfn deben satisfacerse cuatro condiciones: 1) Ambas partes
en 1989, y de los movimientos hacia una unión econólIlica IleDCU tener un conocimiento completo del acuerdo. 2) Ningu­
europea Sabemos que los sistemas globales seguirán Cam_ de ellas debe.tergiversarle intencionalmente los hechos a la
biando; también, que el organizador que impulsa el cambio de­ 3 ) Ninguna de las partes debe ser obligada a acordar bajo
terminará el grado de justicia y los derechos reales de los que coerción. 4) El contrato no debe obligar a las partes a realizar
gozarán los miembros de la comunidad global. ~'actos inmorales (Velásquez, 1988, págs. 89-90). El contrato de
Dentro del contexto de los derechos humanos, los emplea_ trabajo difiere del contrato de compra de una mercancía,
dos en Estados Unidos y en otras naciones pueden también porque "lo que se compra y vende no es una cosa objetiva defi­
reclamar ciertos derechos civiles y legales --el segundo funda­ nida, sino una relación personal" (Arrow, 1974, pág. 64). Des­
mento de los....derechos del empleadc:r-. Por medio de las más de luego, el tipo de relación personal depende del contrato,
amargas luchas sindicales de fines del siglo XIX y principios pero por lo menos en muchos escenarios es una relación de
del XX, yen virtud del crecimiento del poder político progresis­ autoridad, un acuerdo de trabajar para alguien y seguir sus
ta, los trabajadores norteamericanos tradujeron a derechos instrucciones. ¿Pierden los empleados alguno de sus derechos
legales muchos de sus derechos humanos. Desde luego, este .umanos o legales cuando empiezan a trabajar para una
proce~o continúa, como podemos ver en los debates sobre
organización?
cuestiones tales como la del despido sin causa justificada. Es Si tomamos el derecho a la libertad en su sentido de laissez­
interesante que Estados Unidos sea prácticamente el único .falTe --es decir, "no se metaconmigo"- el contrato de trabajo
país occidental que no protege a los empleados contra el efectivamente limita la libertad. La aceptación voluntaria del
despido injusto (Hall, 1987, pág. 164). Esta situación podría contrato de trabajo exige que el empleado trabaje para la
cambiar, como los derechos legales están cambiando en otras corpor a ción en vez de para sí mismo. Pero estos contratos no
áreas. Por ejemplo, aunque el término "intimidad" no aparece pueden suponer que se renuncie a derechos humanos o
en la Constitución, casos recientes han llevado a los tribunales civiles, porque entonces el contrato sería deshumanizante Y
a considerarla consistente con las intenciones de los constitu­ por lo tanto no tendría validez. Si los contratos no pueden obli­
yentes. En 1965, en el juicio de Griswold contra Connecticut, gar a las partes a realizar actos inmorales, tampoco pueden
la Suprema Corte reconoció el derecho de las personas a "una nevar a limitaciones de los derechos civiles o humanos. De
'zona de intimidad' en torno de ellas que no puede ser violada hecho, esos derechos proporcionan la base última para los
por el gobierno" (Des Jardins, 1987, pág. 128). Podemos supo­ contratos. Sin poder y responsabilidad --esto es, sin agencia
ner que nuestros derechos legales seguirán cambiando cuan­ moral de las partes-, el contrato es un simple trozo de papel
do adquiramos más conciencia de todas las consecuencias de o u na forma de tiranía. Los empleados tienen diferentes
los derechos humanos o universales para las comunidades en derechos como personas, miembros de la sociedad y miembros
las cuales todos vivimos. de organizaciones. En última instancia, esos derechos corres­
Algunos derechos del empleado se basan no tanto en ponden a los diferentes tipos de justicia que desarr¡ollamos en
derechos humanos o legales como en contratos n uestras diferentes comunidades. ¿Tienen los mismos dere­
, de trabajo yen,
descripciones de las tareas o de los roles de la organizacion . chos las corporaciones?

186
187
LOS DERECHOS DE LAS CORPORACIONES acuerda a las corporaciones un conjunto de derechos
aenonuuados la "ley de agencia". Defme los derechos y obliga­
Las corporaciones también existen dentro de la comunidad ;,mones de la relación empresario-empleado. El empresario o
global de los derechos humanos, y su primera responsabili_ tiene esencialmente el derecho de decirle al em­
dad como partes del sistema global consiste en practicar, en ~~uu o "agente" qué debe hacer y cómo tiene que hacerlo
la medida de sus posibilidades, la justicia que el sistema ,navidson y otros, 1987, pág. 706).
requiere para asegurar esos derechos. Como subsistemas Las corporaciones tienen también el derecho de esperar que
dentro del sistema más amplio, pueden promover la Vitalidad los empleados no las perjudiquen ni trabajen contra sus inte­
de éste o malversarla en beneficio propio. Podríamos emplear reses. Pero la ley de agencia reposa en una relación de amo~
el principio de la diferencia de Rawls para evaluar las acciones servidor y no parece reconocer todos los derechos morales de
corporativas, lo que nos llevaría a considerar si las políticas los seres humanos. El término "servidor" no supone igual
que fortalecen la corporación también fortalecen a los desfa­ libertad. No obstante. hoy en día los ciudadanos gozan de tales
vorecidos. Como las corporaciones internacionales controlan derechos, yen muchos casos la corporación no puede requerir
en gran medida los recursos del sistema global, y puesto que' que el ciudadano-empleado renuncie a ellos.
el sistema global en sí carece de una adecuada base legal para Las corporaciones disfrutan también de los derechos que se
impedir el abuso de ese poder, son ellas las responsables de les acuerdan en los contratos que firman. Los contratos de tra­
ponderar sus propias acciones y de escuchar a quienes bajo, por ejemplo, suelen otorgarles el derecho a esperar
denuncian las injusticias del sistema global actual. Además, tareas específicas de los empleados. Estos contratos en reali­
puesto que la distribución real de los recursos globales es lo dad asignan derechos y deberes tanto a la corporación como
que .puede hacer posible el respeto real de los derechos al empleado.
humanos, las propias corporaciones productivas tienen la Al discutir los derechos de las corporaciones. necesitamos
responsablidad de respetarlos. trazar una distinción entre los derechos legales y los morales
En Estados Unidos las corporaciones también tienen dere­ o humanos . Aunque unos y otros coincidan, a veces también
chos. Entre ellos una variedad de derechos legales. Su status pueden diferir. Los cambios de nuestras leyes (por ejemplo. las
legal como "personas" les otorga muchos de los mismos referentes a la esclavitud y más tarde a la segregación) ilustran
derechos de los ciudadanos. Son miembros de la república. y
la historia ininterrumpida de cómo nuestros derechos morales
disfrutan de derechos tales como la protección contra inves­
no sólo difieren de los derechos legales, sino que también los
tigaciones o detenciones irraionables (la Cuarta Enmienda) y
cambian. La ley de agencia enfrenta una similar presión
el derecho al proceso adecuado (la Decimocuarta Enmienda)
(Davidson y otros, 1987. pág 839). Las corporaciones tienen histórica, porque se basa en una noción arcaica de relación
los derechos civiles propios de cualquier ciudadano de la amo-servidor, que ya no corresponde al pensamiento actual
nación a la que están incorporadas. Tienen también derechos sobre las relaciones de empresario y empleado. Las corpora­
estipulados en los acuerdos de incorporación; por ejemplo, los ciones experimentan continuamente estos cambios cuando
derechos a administrar negocios, a existir por tiempo indefini­ los gobiernos promulgan leyes para proteger el aire. el agua,
do ya obtener ganancias. La tradición del derecho consuetu­ la tierra, la vida salvaje y también nuestro ambiente social. Es
dinario que define los deberes y derechos de la relación amO­ POSible que el desarrollo moral sostenido de nuestra sociedad

188
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cambie finalmente los derechos legales de las corporaciones humanos. Desde esta posición, podemos describir los
en la actualidad. ..lI.. rpr.hos de una corporación examinando las leyes y conside­

¿Tienen las corporaciones derechos humanos, así como los de qué modo afectan sus políticas y prácticas los
tienen legales? En otras palabras, los derechos de las corpo_ derechos legales y morales de las personas -esto es, si ,
raciones como personas artificiales, ¿difieren de los derechos la dignidad humana-o Estamos suponiendo un
de los seres humanos como personas? La distinción trazada principio tradicional de los derechos: que las personas pueden
por el mósofo Ernmanuel Kant entre lo que tiene dignidad y lo ~. -jercer los suyos en la medida en que no violen los derechos de
que tiene precio puede ayudarnos a responder a esa pregunta otros.
([ 1785) 1964b, pág. 102). Kant entiende que los seres huma­ Con estas distinciones entre diferentes tipos de derechos
nos tienen unª-..dignidad que no se puede comprar o vender. podemos preguntar si las corporaciones tienen derechoS' como
Aunque desde luego no habló de las corporaciones, éstas sin el de espiar a los trabajadores, utilizar observadores encubier­
duda se compran y venden. Tienen un precio. Se puede tos para controlar si aquéllos trabajan como deben o utilizar
comprar "el o6jeto entero". Pero ¿es correcto? ¿Una corpora­ cámaras para supervisar el lugar de trabajo.~n primer lugar,
ción es sólo una mercancía? Si en las corporaciones vemos ¿viola este control los derechos de los trabajadores? Los
sistemas complejos de productividad y mantenimiento, y derechos de las corporaciones terminan donde empiezan los
también comunidades morales, tratarlas como meras cosas derechos humanos.l.Segundo, si ésta es una violación de
no parece apropiado. Como ha sostenido Galbraith, el poder los derechos, ¿es ilegal, inmoral, o las dos cosas? El control
primario de l~ org~izaciop~s...,no._e~~ -'la propieaad sino la secreto podría violar el principio de la dignidad humana si
org~i~~S:i2..n.Una organización humana sin duda tiene valor, trata a los empleados como cosas y no como personas, si
incluso un valor humano, y al tratarla sólo como una propie­ menosprecia su integridad y erosiona la confianza mutua. Si
dad este hecho se pasa totalmente por alto. La compra y venta espiar tiene esos efectos, no sólo viola la dignidad individual
de las corporaciones como si fueran sólo propiedades sería sino q1.1e también socava las bases de la vida de la organi­
una especie de tiranía, que injustamente aplica cierto criterio zación.
distributivo -el precio en diner(}- en una esfera impropia. El Recordemos la respuesta del ex secretario de Estado George
hecho de que las corporaciones puedan ser negociadas no nos Shultz en un caso en el que estaba en juego la confianza.
dice cómo debemos tratarlas, sino sólo cómo las tratamos en Cuando le pidieron que se sometiera a una prueba con el
la actualidad. Para determinar cómo hay que tratarlas es detector de mentiras Shultz se negó, aduciendo que si no se
necesario que descubramos su significado social, que está tenía confianza en él, prefería renunciar. Puso un límite al
insertado en sus comunidades morales y en sus sistemas de derecho de la corporación a usar su poder. Implícitamente
mantenimiento y productividad. Los derechos de las corpora­ también reconocía que la confianza y no la amenaza es la única
ciones, basados en su significado social, deben respetarse base segura de la eficacia de una organización. Los sistemas
pero tienen límites. Las corporaciones no gozan de los mismos de amenaza no pueden constituir, ni siquiera mantener, la
derechos que los seres humanos . Estos son fundamentales, comunidad de la organización. A lo sumo la preservan. Pero
por lo menos en el sentido de que la comunidad humana tiene cuando los sistemas de amenaza prevalecen sobre los dere­
prioridad sobre el sistema de la corporación; por lo tanto, los chos humanos, ni siquiera logran cumplir con esta última
derechos de esta última no deben prevalecer sobre los dere­ función. Los derechos humanos como protesta contra el abuso

190 191
de poder y como demanda de j1;lsticia pueden preservar la
comunidad. Sin embargo, la comunidad misma necesita de l
práctica de la justicia para sustentarse -una justicia Plura~
LUCION DE LAS DIFERENCIAS
lista que distribuya los diferentes bienes de la comunidad en SUPUESTOS Y VALORES
concordancia con su significado para la vida humana-o
Los debates sobre cuestiones como el test de consumo de
drogas, los tests de veracidad y el control dependen de nues_
tras ideas de la justicia y de los derechos, y del modo en que
esas normas protegen el poder de los empleados y el Poder
legítimo de la corporación. Los derechos pueden restringir el
poder 'cuando su distribución desigual impide que algunos
ejerzan su humanidad básica. La justicia puede guiar la Aunque siempre interpretamos los datos y realizamos
distribupión delpoder en concordancia con el significado de observaciones partiendo de nuestros supuestos básicos, y
los recursos para la comunidad total. Juntos, los derechos y éstos sin duda influyen en la selección de lo que enfocamos y
la justicia establecen normas para el mantenimiento de una en el modo en que tendemos a interpretar las experiencias,
organización con poder y responsabilidad. La elección de las nuestros supuestos tienen también relaciones significativas
normas de justicia que utilizamos para guiar a las organizacio­ con nuestros juicios de valor, y consecuencias importantes
nes y sus relaciones con las comunidades más amplias para el proceso total de la toma de decisiones (O'Toole, 1985;
depende -como ha señalado Walzer- del significado social de Mason y Mitroff, 1981 l. Por un lado, la presencia de personas
los recursos. En grupos constituidos por diferentes personas con diferentes supuestos puede explicar la incapacidad de un
vinculadas a la organización, o incluso por diferentes niveles grupo para llegar a un acuerdo sobre una política, aunque
o divisiones de ésta, los participantes probablemente darán haya coincidencia en cuanto a los datos y juicios de valor. Por
distintos significados a los recursos. Parte del proceso de otro, si un grupo comparte ciertos supuestos puede encontrar
tratar la reclamación de derechos y justicia consiste en modos de abordar sus desacuerdos acerca de qué juicios de
descu brir y resolver los desacuerdos sobre el significado de la valor deben tener prioridad. Asimisino, cuando un grupo
vida de la organización. Este tipo de desacuerdo descansa en examina el sistema de la organización y lo evalúa en términos
gran medida en diferentes valores y supuestos sobre uno de justicia y derechos individuales, los supuestos de los
mismo, sobre los otros y sobre el funcionamiento de la vida de participantes pueden llevarlos a elegir diferentes tipos de
la organización. Probablemente se empiecen a plantear esas justicia o a hacer hincapié ·en diferentes derechos como
cuestiones con el análisis de los supuestos básicos, que es lo criterios para la evaluación. Los desacuerdos sobre cómo
que examinaremos en el próximo capítulo. administrar el equilibrio de las pautas de amenaza, intercam­
bio e integración para mantener una organización pueden
también basarse en supuestos diferentes. De modo que, para
que la ética funcione, necesitamos algunas estrategias que
nos permitan analizar los supuestos.
/' A veces utilizamos el término "supuesto" para referirnos a

192
193
¿~~~é1:-;~)
nuestras (?XJ?ectativas, por ejemplo en enunciados como: "Oh a manejar sus problemas de adaptación externa e in­
supongo que no le importa lo que sucedió".\l.os investigador~ tegración interna- que ha funcionado lo bastante bien como
también suponen, por ejemplo, que el 30 por ciento de los para que se la considere válida y, por lo tanto, se la enseñe a
sujetos responderán a los cuestionarios de un modo específi_ los miembros nuevos como el modo correcto de percibir,
co. En tales casos, el supuesto es una hipótesis o conjetura r~ oensary sentir en relación con esos problemas" (1985, pág. 9l.
sobre lo que sucederá. (También usamos la palabra con un Aunque queremos afirmar la noción de una cultura de la
sentido diferente: los supues.!os son nuestras comprensiones corporación, probablemente la mayoría de las organizaciones
dadas por _sentadas, de la dinámicá-de la vida colectiva ~ no son 'tan homogéneas como se podría pensar, sino que
individual; sirven como trasfondo de nuestras interpretacio_ Incluyen individuos y grupos que interpretan los aconteci­
nes sobre las personas, nosotros mismos y la realidad social. mientos con diferentes supuestos, primordialmente porque / y!
Yo empleo con frecuencia el término con la acepción que le da provienen de diferentes culturas familiares y sociales. Ya que ' ­
Edgar Schein en su Organlzatlonal Culture and Leadership, nos hemos centrado en una estrategia para la reflexión ética
donaedefine la cultura de una organización como "los supues­ cuando no hay acuerdo acerca de lo que debe hacerse, nuestro
tos y creencias básicos compartidos por los miembros de la análisis enfoca la dinámica de las diferencias y semejanzas
organización, que operan inconscientemente y que definen de entre las partes de la organización y no los supuestos del todo.
una manera básica 'dada por sentada' la concepción que la Cuando todas aquéllas comparten los mismos supuestos, y
organización tiene de sí misma y de su ambiente" (las bastar­ mientras éstos Eermit~_~ la organización interactuar creati­
dillas son de Schein) (1985, pág. 6). vamente con_~u ambiente, probablemente conservarán su sta­
Algunos dirían que los supuestos son en realidad individua­ tus dedados por sentados. Pero con el cambio- rápido de las
les y no culturales, pero en cuanto se empieza a confrontar con organizactones y el ambiente, la mayoría no puede evitar por
otraS culturas por lo general resulta claro que la misma noción mucho tiempo el desacuerdo. En lugar de suponer que en la
de supuestos individuales pertenece a una historia cultural organización todo~ comparteIllos mismos supuestos, recono­
particular. Los supuestos de la autonomía e independencia cemos la pOsloilidad de supuestos diferentes entre los indivi­
individuales pertenecen a las culturas occidentales, e incluso duos, las organizaciones y los distintos grupos vinculados a
en ese campo algunas subculturas los sostienen con más fuer­ ella. Especialmente en las que cambian encontramos con más
za qlle otras. Siempre que analizamos nuestros propios su­ frecuencia supuestos conflictivos que similares.
puestos, también estamos comprendiendo nuestro trasfondo Algunos autores, como Deal y Kennedy, han utilizado la
cultural. categoría de los valores para referirse a la base de la cultura
La cultura incluye más que la identidad nacional o étnica. de una corporación (1982, pág. 24l. Sin embargo, la distiIición
Especialmente en Occidente, nuestro trasfondo cultural y las entre valores y supuestos permite discriminar lo que uno
baSes de nuestros supuestos se originan antes que nada en la valora ' y el modo en qu e supone que lo -¡;üede obtener.
vida familiar, y después en nuestras experiencias y aprendiZa­
je en las institucioneS y en la sociedad. Como ha demostrado
Sc~, también las organizaciones tienen un~ c!!!!9ra, que él
Advertimos lasventajas -de esta distinción al examinar. dos
casos diferentes: ~l de personas que.
comparten valores simi­
lares pero tienen diferentes supuestos, l):: el' de personas que
­
define como "una pauta-a:e suPuestos básicos -inventados, afirman diferentes valores pero 'comparten los mismos su­
descubiertos o desarrollados por un grupo dado mientras puestos.
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194
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) <R!"»7 LEn el..E~mer_caso. digamos que Mike y George valoran la tener valores diferentes. y sin embargo. si pertenecen
ItUCu-.....
seguridad y deciden construirse nuevas casas. Mike supone la IJÚsma cultura, compartir supuestos culturales similares.
básicamente que las personas viven para sí mismas y si tienen IJÚembros de las organizaciones, por ejemplo, tienden a
la oportunidad se aprovechan de los otros. Para él. el mundo asuIJÚf los valores de sus departamentos de marketing, finan­
es una selva. George. en cambio. supone que las personas , recursos humanos o gerencia superior. Pero todos estos
desean comunidad e intimidad y que se cuidan recíprocamen_ grupos de la organización pueden compartir los mismos
te cuando hay necesidad. Como se podría sospechar. constru_ supuestos culturales. Cada uno tal vez ponga énfasis en los
yen casas muy diferentes. Mike edifica en un terreno apartado. valores de su propio departamento pero sustentando al mismo
Su casa tiene pocas ventanas; parece una fortaleza. George tiempo el supuesto común de que "las cosas finalmente
levanta su casa cerca de otras. y en toda la edificación se funcionen" .
advierte la apertura al vecindario. Ambos constructores tienen Para descubrir las conexiones entre valores y supuestos,
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..,... .. -
es
- , "..,r.-...-..,.a;,; ..... _ _... "C'>_~ -,~

en ment~a seguridad al construir sus casas pero se aseguran necesario comenzar por el análisis de los supuestos que pare­
"1.' de modos muy diferentes. porque tienen distintos supuestos cen pertinentes en el proceso real de la toma de decisiones o
\. sobre el mundo. en la evaluación de los sistemas de organización. Pero para
v '-;)"~
~ ~l segundo caso se refiere a dos trabajadoras de un equipo. poder examinar los supuestos, antes debemos tomar concien­
Juanita y Maureen. Juanita quiere avanzar en su educación cia de ellos. En realidad. el análisis de los supuestos requiere\
Jl(/}"'r7 y desarrollar una carrera diferente en otro campo. de modo que dos pasos diferentes~ero hacerlos conscientet y después )
--:' considera su empleo del momento como un medio para evalilarlos.
obtener una base económica y finalmente alcanzar sus metas. I ~'- ((/.)")~
Máureen quiere ser gerente de la corporación; ve su empleo
como un medio para lograr ascensos en un futuro. Los valores TOMANDO CONCIENCIA DE LOS SUPUESTOS
diferentes de Juanitay Maureen podrían perjudicar su trabajo
en equipo. pero no lo harán si ellas comparten algunos Como los supuestos se dan por sentados, e incluso son
supuestos básicos. Si tienen actitudes pragmáticas o supues­ inconscientes, su análisis suele requerir que algún aconteci­
tos básicos similares sobre la elección individual o la toler an­ miento nos lleve a prestarles atención. Cuando todos los
cia de las diferencias. así como supuestos análogos sobre la miembros comparten los mismos supuestos. los procesos
realización del trabajo diario. es probable que encuentren una normales del desarrollo de políticas probablemente no lleven
base común para trabajar juntas. En otras palabras. sus a pensar en ellos. Cuando las personas no comparten los su­
diferentes valores se adecuan a un contexto más amplio de puestos o éstos ya no "se adecuan" a sus experiencias. resul­
supuestos compartidos. Trazando la distinción entre valores ta más fácil captarlos. Por ejemplo, un empleado puede
y supuestos podemos desarrollar estrategias para encontrar Suponer automáticamente que el gerente apreciará una suge­
acuerdos cuando a primera vista parece improbable. rencia suya sobre cómo mejorar sus relaciones con un colabo­
Otro aspecto de los sUH!!e~tos que a veces los distingue de rador. Quizás le ofrezca la sugerencia sin pensar y descubra
los valores es su carácter cult u"i-al: T~bién algunos v~~!S que el gerente la rechaza y que al colaborador le molesta la
son culturales. pero müclios són sociales. Por lo tanto. las per­ interferencia. Tales experiencias suelen iluminar en circuns­
sonas que pertenecen a diferentes grupoS" o clases sociales tancias desagradables nuestros supuestos. Aunque esas

196 197
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sorpresas nos hacen tomar conciencia de ellos, el método no En su libro, Gilligan desarrolla a continuación una "ética
es el ideal, porque con muchas decisiones no podemos darnos feIlÚnista" que denomina ética de la preocupación, opuesta a
el lujo de cometer errores. A continuación proponemos algu_ una ética de principios. Su ética de la preocupación se asemeja
nos de los diferentes modos de tomar conciencia de los a una ética de la consecuencia; en ella uno se preocupa por lo
supuestos. que les sucede a los involucrados, en lugar de centrarse en
ideas. Estas diferentes teorías éticas, algunas de las cuales
1./ Investigación de las diferencias. Todos experimentamos discutimos en el capítulo 5, pueden llevarnos a pensar en
cambios en nuestros supuestos. La mayoría de nosotros nuestros propios supuestos y dirigir nuestra atención hacia lo
puede completar sin gran dificultad los siguientes espacios en que previamente dimos por sentado.
~¡¡

blanco: "Alguna vez supuse , pero ahora su­


pongo ". Las experiencias de cambios de su­ Inclusión de diferentes voces. También podemos prestar ~
puestos nos proporcionan claves sobre cómo tomamos con­ atención a los supuestos reuniendo a personas de subculturas
ciencia áe ellos. En general las pautas del cambio son dos: diferentes. Todos pertenecemos a alguna subcultura, aunque
bien nuestros viejos supuestos ya no funcionan, encóritra­ e.. algunas personas viven como si pertenecieran a una cultura
dominante y sólo los otros pertenecieran a subculturas, pero
mos otros que nos parecen más apropiados para nosotros o
nuestras organizaciones. éste no es sino otro supuesto cultural. Para tomru: conciencia
A veces escuchamos lo que otros han observado sobre de nuestros propios supuestos, podemos escuchar e interac­
nosotros o nuestra cultura, y esto basta para cambiar nues­ tuar con grupos o representantes de grupos cuyos supuestos
tros supuestos. Por ejemplo, Carol Gilligan (1982) ha demos­ difieran de los nuestros. Como nuestro mundo se interrelacio­
:>( trado que hombres y mujeres tienden a emplear diferentes na cada vez más, necesitamos profundizar la indagación sobre
marcos cuando interpretan los dilemas éticos. En su estudio cómo las personas llegan a sus respuestas y comprender sus
con chicos y chicas de once años de edad encontró que las procesos de evaluación de las situaciones.
niñas no interpretaban los dilemas éticos del mismo modo que
los varones. El dilema del caso se refería a un hombre que se Asunción de los supuestos de otro. También se pueden J~
planteaba si debía o no robar una droga necesaria para salvar descubrir supuestos preguntándose, sobre posiciones con las
a su mujer, pero que él no podía comprar. Los varones que uno no está de acuerdo, "¿qué tendría que suponer para
tendieron a interpretar la situación como un conflicto de concordar con esta posición?". Por ejemplo, si se trata de
principios, y pensaban que el principio de salvar una vida decidir qué hacer después de haber cometido un error (nos
debía prevalecer sobre el principio de no robar. Las chicas, en referimos a:I caso del capítulo 5), ¿qué tendríamos que suponer
cambio, trataban de pensar en otros modos de obtener la para concordar con los miembros del personal cuya opinión
droga -por ejemplo, conseguir prestado el dinero y devolverlo era que a Ra:Iph no había que decirle que su paro cardíaco se
más tarde-o Gilligan interpreta esas diferentes respuestas había debido a una sobredosis? Tendríamos que creer que
como una diferencia entre el uso que hacen los varones de Ralph no seguiría a:Iejado de la droga a menos que temiera que
principios abstractos (para ellos se trataba de una cuestión de ésta lo matara. Podría sustentar esta creencia el supuesto de
justicia formal) y el intento de las niñas de hallar una solución que el miedo obra como una herramienta para obtener obe­
(veían el problema como "falta de respues(a") (1982, pág. 28). diencia. Fina:Imente podríamos suponer que algunas perso­

198 199
;< H DA ¡)nf ~ /'1 v.Jf- t'-' Q( r (!- "l (rl~ ( J,-. ( ( {I..,.
(f" ,~ )
nas- viven gracias al miedo, y que ese modo de. vivir -por lo con supuestos diferentes, implica cuatro pasos:l.!)
menos en este caso-- debe practicarse. Se podría profundizar enunciar el acuerdo específico acerca de los VaIores{ 2) desa­
este análisis para ver si la "pedagogía del miedo" es aplicable rrollar supuestos opuestos que parezcan pertinentes para la
al trato con niños o con otra clase de personas, o si uno supone aplicación de aquellos valores( 3) idear una escala en la que los
que el miedo guía las propias acciones. ¿Es el miedo Un supuestos opuestos ocupen lOs extremos.! 4) hacer que los
motivador sano de la conducta humana? El planteamiento de participantes decidan qué punto de la escirá corresponde a
tales interrogantes nos permite comprender nuestros propios sus supuestos. Utilizaremos esta estrategia con cinco enun­
supuestos, así como empezar a pensar sobre ellos.

Desarrollo de opciones. Como vivimos en una cultura plu­


ciados, en un contexto de acuerdo sobre los valores y de
desacuerdo sobre los supuestos. El primero
"-
supuestos sobre el descubrimiento de la verdad.
tiene que ver con -
.-:>

ral1sta en la que encontramos supuestos diferentes, también


podemos descubrir supuestos desarrollando alternativas Podemos ponernos de acuerdo en cuanto a que hay

contrarias. Por ejemplo, podemos contrastar el supuesto de que hacer lo correcto, pero tenemos diferentes supuestos

que los gerentes saben organizar mejor el trabajo con la sobre cómo descubrir qué es.

alternativa de que los trabajadores saben más que los geren­


tes. Ubicando estas alternativas como extremos de un corrti­ En este caso la diferencia de supuestos se refiere al modo
nuum, podemos ver dónde podrían caer nuestros supuestos de descubrir la acción correcta, un supuesto básico de la
en función del tipo específico de conocimiento que estamos reflexión ética. Para desarrollar algunos de los supuestos que
considerando. las personas pueden tener sobre cómo se descubre lo que es
Desde luego, no es preciso analizar todos los supuestos pa­ correcto hacer, podemos emplear la "topología de la autoridad"
ra llegar a una decisión, de modo que los participantes de la de S chein, que enumera los seis supuestos siguientes sobre la
reflexión ética pueden utilizar la cuestión política y los prime­ naturaleza de la verdad: ­
ros pasos de la reflexión ética --el análisis de la información
y los juicios de valor- como guías para seleccionar los su­ l . Es el dogma puro, basado en la tradición y / o la religión.
puestos que es necesario analizar. Sin esas directrices, el aná­ 2. Es el dogma revelado, es decir, el conocimient o basado en
lisis de los supuestos puede perder su sentido. Los dos tipos la confianza en la autoridad de los sabios, los líderes
de sltuac;!ones particularmente Íll!portantes para el-afiálisis formales , los profetas o los reyes.

¿
ét~() en las organizaciones son aquellos en los que 1 ),los parti­ 3. Se llega a la verdad mediante un proceso "racional-legal",
cipantes comparten los mismos valores pero no se ponen de como cuando establecemos la culpa o inocencia de un in­
acuerdo sobre lo que hay que hacer, y 2) los participantes sus­ dividuo a través de un proceso legal que reconoce desde
tentan valores diferentes pero sus supuestos son similares. el principio que no existe la verdad absoluta sino sólo la
verdad determinada socialmente.
4. L a verdad es lo que sobrevive al conflicto y al debate.
VALORES COMPARTIDOS Y SUPUESTOS DIFERENTES 5. L a verdad es lo que da resultado, un criterio puramente
pragmático.
El análisis de los supuestos en los casos"devalores compar­ 6. L a verdad se establece por medio del método científico y

200 201
/ \~'-C(,.,; - .w6~ ~. ;óf) 1114) - V'rt,........"""'-·."

también se convierte en una especie de dogma (1985 ' Una vez descubiertos, la evaluación de los supuestos puede
pág. 921. ' realizarse formulando preguntas. Aunque algunas se refe­
rirán a casos específicos, Qtras se pueden aplicar de manera
Las diferentes organizaciones tienen desde luego tradicio_ más general. Cuatr.2, preg~tas generales son: l..! l ¿Qué su­
nes d istintas sobre lo que es descubrir y presentar "la verdad". puestos parecen más pertinentes para el caso? (!:. l ¿Qué
La Iglesia católica difiere en tal sentido de un mitin en Nueva supuestos corresponden a las tareas y recursos asignados al
Inglaterra, y un laboratorio científico difiere de un programa grupo? e,! ¿Qué supuestos son los más consistentes con los
periodístico de televisión. Los extremos del diálogo y el dogma otros supuestos que el grupo ha estado elaborando?f!.l ¿Hay
parecen las opciones más pertinentes para la mayor parte de algunos supuestos que pertenecen a otras situaciones aparte
K los escenarios de la organización. El d~go entraña laQ.J§,cu­ de la s ituación dada? Puesto que la mayoría de nosotros per­
" sión abierta en la que todos tiene voz, y el dggma supone el uso tenecemos o hemos pertenecido a diferentes clases de grupos,
de expe!ios u otras autoridade;'Cuyo status los convierte en con diferentes tareas y recursos, habitualmente podemos
dueños de la~e.rdad. Utilizaremos estos dos términos como las pensar en grupos en los que nuestros supuestos serían muy
alternativa-; opuestas ubicándolos en los extremos de una apropia dos y muy inapropiados (por ejemplo, son diferentes
línea, con lo que obtenemos el siguiente continuum o escala: una consulta médica y una reunión de voluntarios l. Imaginan­
~ do lugares apropiados e inapropiados para supuestos especí­
ficos , p odemos comenzar a comprender lo apropiados que son
Diálogo • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Dogma
en el p resente grupo. Siempre que evaluemos supuestos pode­
Es obvio que el que esta escala sea aplicable a las personas mos formular las preguntas precedentes y también otras que
depende en parte de la tarea y de los recursos del grupo. La surgirán del propósito particular del grupo.
mayoría de nosotros nos ubicaríamos en puntos diferentes del Como los supuestos sirven de base para nuestra interpre­
continuum según fuera el problema considerado: por ejemplo, tación de las cosas, es dificil colocarse en un punto de vista
una decisión médica de intervenir quirúrgicamente o un desde el que, a su vez, se los pueda interpretar. Pero las ante­
programa voluntario de limpieza general. Pero el primer paso riores preguntas pueden servirnos para iniciar esa evaluación.
en el análisis de los resultados no consiste en ver si todos los El proceso de evaluación depende de la aptitud del grupo para
participantes concuerdan con nuestros supuestos, sino en permitir y al mismo tiempo cuestionar las diferencias. Que ello
averiguar si en el grupo en sí los supuestos son similares o suceda depende finalmente de los supuestos que el grupo
diferentes. Si los participantes en el grupo se distribuyen sin alberga sobre sí mismo y sobre los miembros. A continuación
coincidir a lo largo de este continuum, sus distintos supuestos vamos a considerar supuestos alternativos, pero en relación
pueden impedir que realicen cualquier progreso. Los que con el valor de la alta productividad.
quieran que sean los expertos los que digan qué se debe hacer
no prestarán oídos a quienes abogan por la discusión abierta, Podemos valorar la alta productividad, pero sustentar
y viceversa. Por otro lado, tomar conciencia de los supuestos supuestos diferentes sobre cómo lograrla.
diferentes de los participantes da la oportunidad de aclarar las
tareas y los recursos del grupo y de disc~tir qué supuestos La manera de lograr una alta productividad ha sido un tema
son los más apropiados para ese tiempo y ese lugar. principal de la teoría de la administración, y probablemente la

202 203
( -.c¿ QM Ji"'.. ~
(

teoría más célebre y útil al respecto ha sido la distinción '"En las organizaciones, ¿los otros son realmente tan distintos
trazada por McGregor entre la Teoría X y la Teoría Y (1960 de usted?". El lector puede también plantear las cuatro pre­
págs. 33-57). La Teoría X de la fuerza de trabajo incluye lastre~ guntas sobre los supuestos presentados anteriormente.
proposiciones siguientes: J ames O'Toole. en Vanguard Management, enumera cuatro
supuestos sobre los trabajadores que James Renier quería que
l. Al ser humano por lo general le disgusta intrínsecamente aceptaran los gerentes de Honeywell:
trabajar, y si puede evita hacerlo.
2. A causa de este característico disgusto humano ante el l. L as personas quieren realizar un buen trabajo.
trabajo, la mayoría de las personas deben ser coacciona_ 2. Cada empleado sabe mejor que nadie cómo realizar su
das, controladas, dirigidas y amenazadas con castigos tarea del mejor modo.
para lograr que realicen el esfuerzo adecuado en vista de 3. Los empleados merecen ser reconocidos como personas
los objetivos de la organización. inteligentes y responsables, capaces de participar en la
3. E l ser humano, por lo general, prefiere ser dirigido, desea toma de decisiones que afectan a su trabajo.
evitar la responsabilidad, tiene relativamente poca 4. L as personas necesitan información para poder com­
ambición y por sobre todo quiere seguridad. prender mejor las metas y problemas de la organización
y tomar decisiones fundamentadas (1985, pág. 129).
~ La Teoría y, en cambio, incluye los siguientes enunciados:
S i los gerentes comparten estos supuestos, semejantes a
l. El despliegue de esfuerzos fisicos y mentales en el trabajo los de la Teoría y, y también comparten el valor de la alta
es tan natural como el juego o el reposo. productividad, parece que la organización tiene um~...c.H.~ura
2. L os seres humanos son capaces de autodirección yau­ fuerte con pocos desacuerdos. Pero los supuestos sobre los
tocontrol en el servicio de objetivos con los que están indIviduos caracterizan sólo un aspecto de la vida de la-­
comprometidos. organización ~ Otro aspecto igualmente importante es el cons­
3 . En condiciones propias. la persona generalmente apren­ tituido por nuestros supuestos sobre el sistema de la organi­
de no sólo a aceptar sino también a buscar responsabi­ zación o comunidad. Podemos explorar estos supuestos en
lidad. relación con un valor compartido de '1uego limpio" o justicia.

Utilizando los términos de McGregor como alternativas Tal vez valoremos la justicia, pero tenemos diferentes
opuestas podemos crear el siguiente continuum: supuestos sobre cómo lograrla.

Teoría X·· • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Teoría Y Supongamos que un grupo concuerda en que las personas
deben ser tratadas con justicia y también ve casos de injusti­
¿Cuál de estas dos teorías corresponde más estrechamente cia. De modo que está de acuerdo en que hay que hacer algo.
a los supuestos del lector sobre los individuos en las organi­ Algunos miembros del grupo suponen que se puede 'lograr
zaciones? Tal vez deber~amos preguntar: "¿Qué conjunto de justicia mediante la imposición de reglas. Para otros, la
supuestos es compatible con su concepción de sí mismo?". Y justiciay, por lo tanto, el trato justo sólo son posibles cuando

204 205
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las personas se sienten relacionadas entre sí, es decir cuando cambio de valores materiales. no cede los valores de su espíritu -su amor.
SU amistad. su estima- si no es en pago y a cambio de virtudes humanas .
forman una "comunidad". Estos supuestos diferentes respal_ del propio placer egoísta que obtiene de ¡os hombres que puede respetar
darían políticas muy diferentes. El primero induce a desarro_ (1961. pág. 133).
llar normas para la conducta correcta y tal vez un sistema de
castigo a quienes se comporten injustamente con otros. El La glorificación por Rand del intercambiador nos muestra
segundo probablemente conduciría a políticas alentadoras de lo que sucede cuando tomamos un solo aspecto de las relacio­
la interacción entre las personas de la organización, porque a nes humanas -en ·especial de las relaciones de trabajo- y lo
través de tal interacción los miembros podrían tomar concien­ separamos de su contexto más amplio. Aunque las relaciones
cia de lo que la injusticia provoca en los otros y en la de intercambio constituyen un aspecto de las relaciones de la
organización misma. El continuum para estos supuestos sería organización, las personas no se relacionan exclusivamente a
el siguiente: través del intercambio, sino también por medio de lo que
pueden hacer juntas. La mayor parte de las organizaciones,
Justicia con reglas • • • • • • • Justicia comunitaria como redes de personas, comprenden no sólo sistemas de in­
tercambio sino también, como lo ha señalado Kenneth Boul­
Estos dos supuestos son análogos a los organizadores de din g, sistemas de integración y amenaza.
Boulding (1970) que éste denomina amenaza e integración, El caso examinado antes sobre los trabajadores provisiona- ~
'" pero queda excluido el tercer organizador de Boulding, el del les ilustra la validez y también el peligro del énfasis en las
intercambio. El organizador del intercambio podría ayudar­ relaciones de intercambio. Los trabajadores provisionales no
nos a ~alizar nuestros supuestos sobre cómo lograr excelen­ se ven a sí mismos ni son vistos por los otros como miembros
cia: de la organización. Intercambian su trabajo por salario y
siguen excluidos, en muchos casos, no sólo de los beneficios
Tal vez valoremos la excelencia, pero tenemos diferentes sociales sino también de las discusiones sobre el futuro de la
supuestos sobre cómo lograrla. organización. En otras palabras, dan por sentado el sistema de
integración que procura los acuerdos esenciales para que
Los supuestos sobre cómo lograr excelencia giran en torno tenga lugar el intercambio. Estos sistemas de intercambio
de nuestra comprensión del significado del trabajo. Para algu­ desvital1zan y pueden fmalmente agotar el sistema de integra­
nos, el trabajo significativo entraña recibir una retribución ción, lo que lleva al debilitamiento de la misma organización.
justa por lo que se ha invertido. Quizá nadie ha expresado este El hecho de pertenecer a una organización supone mucho más
supuesto con tanto vigor como Ayn Rand. que el intercambio de servicios por salarios.
Gran parte del significado de nuestro trabajo depende de la
El símbolo de toda relación entre estos hombres [los hombres racionales]. cantidad y la calidad de las relaciones de intercambio. El
el símbolo moral del respeto por los seres humanos . es el Intercamblador sueldo o salario recibido como retribución por nuestro trabajo
[trader]. Los que vivimos con valores. y no del pillaje. somos intercambiado­
le d a sin duda su significado, especialmente en un contexto en
11 res. en materia y espíritu. Un intercambiador es un hombre que se gana lo
el que el dinero es un signo de valía. Pero la del "comprador"
J que consigue y no da ni toma lo inmerecido. No pide que le paguen por sus
-no es la única medida del significado de nuestro trabajo. El
v fracasos. ni ser amado por sus flaquezas. No despilfarra su cuerpo como
forraje ni su alma como limosna. Así como no entregásu trabajo s i no es a fenómeno de la producción es esencialmente una actividad

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humana, una definición de uno mismo en la actividad de producci9n. Para usar el término de Rand, son cosas destina­
hacer. Por lo tanto, su valor no depende sólo de la evaluación das a intercambiarse.
\ "" del consumidor sino también de nuestro mutuo reconqci_
En la consideración del significado del trabajo, el análisis
miento como centros de significado.
marxista de la alienación nos pide que pensemos sobre la
En su influyente estudio The Human Condition, Hannal¡
contradicción entre nosotros mismos como intercambiadores ~
X Arendt distinguió tr~s actividades humanas básicas: el afán
con relaciones de intercambio, y nosotros mismos como
[labour), el trabajo [work) y la acción/habla [acting / speaking)
autoproductores que se convierten en lo que hacen de sí
(1959, pág. 9). La autora habla del afán del cuerpo, el trabajo
mismos. Para emplear términos que nos recuerdan la ética
de las manos y el actuar /hablar de la persona. Manándonos,
k~a, podemos preguntar si nos vemos recíprocamente en ~
o cuando otros se afanan para nosotros, satisfacemos las el trabajo como intercambiadores, personas con precio, o
necesidades de la vida. Trabajamos para construir un mundo como actores, personas con dignidad. Util1zando otra termino­
en el que se pueda vivir adecuadamente, y actuamos y logía , podemos distinguir entre atribuir a los trabajadores un
hablamos para aparecer como seres humanos en el mundo valor intrínseco o un valor instrumental, y ubicar esas alter­
que hemos creado. En la vida de la organización trabajamos nativas opuestas en los extremos del siguiente continuum:
como productores, pero también vivimos como participantes
que desean ser actores reconocidos de la vida de la organi­ Instrumental • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Intrínseco
zación.
:if.fP-ki Uno de los análisis más profundos de la complejidad del
La opción entre esos extremos nos permite formular pre­
trabajo en las organizaciones sigue siendo el examen de la
guntas como "¿qué valor le atribuye a su trabajo?", "¿qué es lo

-
alienación realizado por Karl Marx. Esencialmente, la aliena-

ció n se produce cuando las personas quedan separadas de su

humanidad básica y se convierten en mercancías -{!osas que

que vale la pena para usted personalmente?", "¿económica­


mente?", "¿socialmente?"; "la transacción de ihtercambio,
¿respeta lo que usted ha invertido de sí mismo en su produc­
se compran y venden-o Incluso experimentan la autoaliena­
tividad?"; "¿qué significación les atribuye a los resultados de
ción cuando se tratan como cosas a sí mismas. "El valor del
su trabajo?"; "el uso de su 'producto' por la organización,
trabajador como capital concuerda con la demanda y la oferta.
¿respeta el valor de su ser?".
e inclusofisicamente su existencia, su vida, era y es conside­
El modo en que se responda a estas preguntas depende no
rada como una oferta de mercancía igual a cualquier otra... La
sólo de nuestra concepción de las relaciones humanas, sino
producción no produce simplemente al hombre como mercan­
también de nuestros supuestos sobre el carácter de las orga­
n izaciones. Aunque la vida de la organización ha sido exami­
cía, la mercancía humana, al hombre en el papel de mercancía;

nada a lo largo de todo este libro, necesitamos un método para


lo produce manteniéndolo en ese papel, como un ser mental y .

analizar nuestros supuestos sobre su naturaleza.


físicamente deshumanizado" ([1844), 1971, pág. 120). En los

ambientes alienados, el "significado" del trabajo es un signifi­

Podemos concordar en que las organizaciones deben

cado separado del proceso humano básico de vivir, y pasa a


ser responsables, pero tenemos diferentes supuestos

reemplazarlo. Las personas son consideradas "reemplaza­


sobre su naturaleza.

bles" porque sólo sirven como mercancías para el sistema de

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Images ofOrganizaüon, de Gareth Morgan (1986), reseña duos con los que pueden interactuar. Además tienen un
ocho diferentes "imágenes de las organizaciones": la organiza_ jefe con autoridad sobre ellos.
ción como una máquina, un organismo, una rama, una 8. Unidades procesadoras de información. Las organiza­
cultura, un sistema político, una prisión psíquica, un flujo y ciones interpretan su ambiente, coordinan actividades
un instrumento de dominación. Basándose en la obra de y facilitan la toma de decisiones procesando la informa­
Morgan, así como en su propio análisis, Stephen Robbins ción horizontal y verticalmente a través de una jerar­
enumera las siguientes diez interpretaciones de las organiza­ quía estructural.
ciones: .~'-- 9. Prisiones psíquicas. Las organizaciones coaccionan a
los miembros elaborando descripciones de tareas,
l. Entidades racionales que persiguen metas. Las organi­ creando departamentos y divisiones, y estableciendo
zaciones existen para alcanzar metas, y la conducta de normas sobre conductas aceptables e inaceptables.
los miembros puede explicarse como la persecución ra­ Cuando son asumidas por los miembros, se convierten
cional de éstas. en barreras artificiales que limitan las opclones.
2. Coaliciones de poderosos grupos vinculados Las organi­ lO. Contratos sociales. Las organizaciones están compues­
zaciones están constituidas por grupos, cada uno de los tas por conjuntos de acuerdos no escritos, en virtud de
cuales procura satisfacer sus propios intereses. Estos los cuales los miembros realizan ciertas conductas a
grupos utilizan su poder para influir en la distribución cambio de una compensación. (Stephen P. Robbins,
de los recursos dentro de la organización. Organization Theory: Structure, Design, and Applica­
3. Sistemas abiertos. Las organizaciones son sistemas tions, 2a. ed., ©1987, pág. 9. Reproducido con autoriza­
transformadores con entradas y salidas; dependen del ción de Prentice Hall, Inc., Englewood Cliffs, Nueva
ambiente para la supervivencia. Jersey.)
4. Sistemas productores de significado. Las organizaciones
son entidades creadas de forma artificial. Sus metas y Al pasar revista a los múltiples tipos de organización, es
propósitos son creados y mantenidos simbólicamente probable que se adecuen a algunas de estas imágenes. La
por la administración. mayor parte podrá incluirse en más de una de estas catego­
5. Sistema amplio de acoplamiento. Las organizaciones rías. La lista contiene algunas concepciones que son conflic­
están constituidas por unidades relativamente inde­ tivas entre sí, pero es posible que no requiera que se opte entre /
pendientes que pueden perseguir metas diferentes o "esto o aquello". Por ejemplo, en el capítulo 7 se supuso que las ( '0'0
incluso conflictivas. organizaciones podían interpretarse como sistemas y como 2J
6. Sistemas políticos. Las organizaciones están compues­ comunidades morales, supuestos que parecen contradicto­
tas por grupos internos que buscan el control del rios. El enfoque sistémico tiende a ver a las personas como
proceso de la toma de decisiones para fortalecer sus meros funcionarios del sistema, como partes coordinadas
respectivas posiciones. para el funcionamiento total. El enfoque de la comunidad
7. Instrumentos de dominación. Las organizaciones ubican moral, en cambio, subraya la valía moral de los individuos, su
a los miembros en tareas concretas que restringen lo autonomía como participantes en el proceso de toma de
que pueden hacer y los limitan en éuanto a los indiv¡­ decisiones. Pero en lugar de interpretar estos supuestos como

210 211
~ Q;'+' ~(/ "'/';V ( - ¿ a.rl~ l~.M f,,,,

mutuamente excluyentes, debemos considerarlos comple_ Figura 19


mentarios.
He sostenido que no estamos obligados a elegir entre el
enfoque de la comunidad moral y el ~mico: hice hincapié,
en cambio, en un enfoque pluralista que admite diferentes Instrumentos de Sistemas productores
dominación de significado
perspectivas, cada una delaS cuales ofrece una parte de
verdad sobre las organizaciones, no la verdad completa.
La aceptación de la complementariedad nos permite alber­
gar diferentes supuestos sobre las organizaciones, y por lo
tanto aumentar nuestros recursos para la toma de decisiones.
Esta característica pone de relieve uno de los temas principa­ Prisiones psíquicas Contratos sociales
les de este libro: las diferencias deben verse como recursos. Es
""-"* _ ... ~~~

probable que la diferencia de los supuestos comentados


ofrezca varias propuestas y no una alternativa simple, de
modo que el rectángulo de la Figura 19 contiene cuatro VALORES DIFERENTES Y SUPUESTOS COMPARTIDOS
imágenes que deben ayudarnos en nuestra evaluación.
¿Dónde ubicaríamos nuestra organización en este recua­ En la mayoría de las organizaciones se encuentran cotidia­
dro? Tal vez sería más adecuado trazar en el centro alguna namente situaciones en las que personas o grupos comparten
,clase de dibujo que establezca los límites entre las cuatro al­ supuestos pero tienen diferentes valores. Por ejemplo, en la
ternativas. Tabla 1 aparece una lista de los diversos interesados y su
Al examinar los supuestos encontraremos diferencias que respectiva prioridad de valores en la mayor parte de los
deben resolverse, o limitarán el éxito del grupo. Su existencia sistemas de las corporaciones.
puede, desde luego, sumarse a las posibilidades de aprendiza­
Tabla 1
je de un grupo, si éste está abierto al cambio. En caso contra­
rio, los diferentes supuestos probablemente impedirán que los
miembros alcancen un acuerdo sobre una política o el replan­ PropIetarIos Trabajadores ConsumIdores CIudadanos
teamiento del sistema de,Ia organización. Pero si encontramos Utilidades Salarios Calidad Prosperidad
diferencias de valores, tenemos otras posibilidades. Calidad Condiciones de Precios justos Empleo
A veces la presencia de supuestos comunes permite tran­ trabajo
sacciones e intercambios, porque esos supuestos establecen Condiciones de Calidad Servicio Ingresos
un contexto de acuerdo para los valores o intereses no trabajo impositivos
Salarios Utilidades Estilo Estabilidad
concordantes.

Las listas de esta tabla presentan algunos valores compar­


/'
tidos, pero los distintos grupos les asignan diferentes priorida­
des. También vemos algunos valores diferentes. ¿Pueden esos

212
213
/ ,</~C'.o,~
e Orí) ICv>..I, ~
--..... p I <J<..r? ':>
grupos trabajar juntos para realizar sus valores? Si comparten tes son las que bastan para hacer que algo suceda. Por
supuestos similares sobre la organización como sistema. ejemplo, el gas y un fósforo son suficientes para encender un
sobre la mutua interdependencia y el crecimiento. y sobre la fuego, pero también bastan un fósforo y leña. En realidad. ni
organización como comunidad en la que todos son miembros. el fósforo, ni el gas ni la leña son necesarios; también se puede
podrán realizar las transacciones e intercambios necesarios encender fuego con otros materiales combustibles. ¿Cómo se
para resolver los conflictos de valores. relacionan las condiciones necesarias y suficientes con los
Por ejemplo. si los empleados y los gerentes tienen diferen­ valores y supuestos?
tes valores acerca del aumento de salarios. es mucho más Los valores pueden ser condiciones necesarias o suficientes
probable que lleguen a una transacción aceptable para ambas para los propios supuestos. En este caso, podemos preguntar
partes en el caso de que compartan supuestos sobre el si la riqueza es una condición necesaria y / o suficiente para la
significado del trabajo o de la participación. Con supuestos autoestima. Algunos supondrían que es suficiente. En otras
comunes podemos elaborar las diferencias de intereses. que palabras, los salarios altos aumentan la autoestima, pero
seguramente son inevitables en nuestro sistema socioeconó­ también lo hacen la seguridad y algunos otros valores, como
mico. A continuación consideremos dos casos de valores por ejemplo el reconocimiento. De modo que serían condicio­
"'--- diferentes y supuestos compartidos. El primer caso comienza nes suficientes, pero no necesarias. Si ni la riqueza ni la
con el siguiente enunciado: seguridad son condiciones necesarias, es posible incluirlas en
./1I (.. ,', un grupo más grande de condiciones suficientes para la
""tr,
Algunas personas valoran los salarios altos (la riqueza) autoestima y desarrollar una política que las equilibre de
¿-?' ) "» y otros una mayor seguridad (beneficios sociales). alguna manera. Cada uno recibirá algo de lo que valora, y
" pero comparten el supuesto de que el trabajo también otras partes del grupo, de modo que todos acabarán
que uno realiza debe realzar la propia autoestima. afirmando sus supuestos básicos sobre lo que las personas
necesitan.
Para este grupo. desde luego, se trata de si el supuesto de Como este caso lo demuestra, algunos supuestos pueden
la autoestima puede proporcionar una base para intercambiar utilizarse como valor primario a negociar, entre otros valores
entre los diferentes valores de la riqueza y la seguridad. Por lo secundarios. Otros supuestos requieren un tipo diferente de
menos a primera vista, la respuesta depende de la medida en
que estos valores sean condiciones necesarias para la autoes­ análisis: l,. P~
.~ ~ ..,J
tima. Tal vez en lugar de ser necesarias sean sólo suficientes. Tal vez no estemos de acuerdo acerca del derecho

Si deseamos seguir esta línea de pensamiento necesitamos de los empleados a tener información sobre los planes

especificar la diferencia entre condiciones necesarias y sufi­ futuros de su organización, pero también sustentamos

cientes. el supuesto de "siembra y recogerás".

Las condiciones necesarias son las imprescindibles para


que se produzca un cierto acontecimiento o se dé un cierto Este es un supuesto común en cuanto a que la calidad de

estado de cosas. Por ejemplo, la presencia de oxígeno es una nuestra conducta afecta la calidad de nuestras vidas. Las

condición necesaria para que haya fuego. Sin oxígeno no hay personas que siempre manipulan las situaciones acaban

fuego; hay fuego sólo si hay oxígeno. Las condiciones suficien­ sufriendo la manipulación de otros. Las personas que ayudan

214 215
a otrós, a su vez reciben ayuda. Un supuesto opuesto es el de de la Muestra 8, del capítulo 11, permite a individuos y grupos
que las consecuencias de nuestros actos no afectarán las examinar sus supuestos sobre los aspectos de la discusión de
condiciones de nuestras vidas. Si todos concordamos en este capítulo concernientes a la cultura de la organización.
"siembra y recogerás", tenemos una base para abordar las Para emprender este tipo de análisis con un grupo que
nociones diferentes sobre el valor de la información. Podría­ considera diferentes propuestas, es necesario comprometerse
mos coincidir de dos modos distintos. Para refutar a quienes en una voluntad de comunicación. Si creemos que ésta no
quieren retener la información, podríamos aducir que esa influye, no tenemos ninguna razón para practicar la reflexión
retención tendrá al final consecuencias desagradables, tales ética. El capítulo 10 proporcionará algunas estrategias para
como una productividad más baja. A favor de quienes quieren evaluar nuestros supuestos sobre la comunicación en las or­
recibir información, podríamos decir que sin ella no pueden ganizaciones.
comprender qué está cambiando sus condiciones, y por lo
tanto tampoco crear las mejores condiciones posibles. Si sus
condiciones son acontecimientos desconocidos, el vínculo
entre actos y consecuencias es un misterio. Sin esta informa­
ción no pueden asumir la responsabilidad de sus decisiones.
Tal vez estos argumentos no convenzan a todos, pero ilustran
de qué modo los supuestos compartidos sirven como bases
pata evaluar los méritos de los diferentes juicios de valor.
En estos dos ejemplos de supuestos compartidos y valores
diferentes se han buscado modos de usar los supuestos para
descubrir lo que es correcto hacer. Si reconocemos que los
diferentes grupos del sistema total de la organización (propie­
tarios, consumidores, gerentes, trabajadores y ciudadanos)
tienen intereses distintos, en lugar de abogar por una fuerte
ideología de la organización que suprima esas diferencias po­
demos propugnar la participación de todos, de modo que las
diferencias puedan aprovecharse para desarrollar más recur­
sos al servicio de la evaluación de las propuestas políticas.
Pero los diferentes intereses no indican automáticamente
supuestos diferentes. Si aquéllos pueden basarse en supues­
tos comunes, el éxito en la negociación es más probable que si
se ignoran los supuestos y el grupo sigue adherido al nivel de
los valores diferentes.
El análisis de los supuestos puede convertirse en un medio
muy eficaz para desarrollar la base que permita conciliar las
diferencias, o por lo menos comprenderlas. El test de trabajo

216 217
10
ESTABLECER HABITOS DE COMUNICACION
RESPONSABLE

El poder de la organización, guiado por las nociones de


justicia y derechos, procura a ésta posibilidades de acción
moral. A fin de realizarlas, sus miembros deben tener momen­
tos y lugares para emprender la reflexión ética. Necesitan
situaciones de comunicación que aborden la controversia, el
análisis de los juicios de valor y los supuestos y la negociación
de las diferencias. Que en una organización existan tales
situaciones depende de su cultura cotidiana y de los supues­
tos de sus miembros.
Nuestros supuestos sobre las posibilidades de comunica­
ción afectan a toda la organización. Como dicen Katz y Kahn,
"la comunicación --el intercambio de información y la trans­
misión de significado- es la esencia misma de un sistema
social o una organización" (1978, pág. 428). Las pautas y
prácticas de la comunicación mantienen la organización orga­
nizada, valga la redundancia. En consecuencia, pocas cues­
tiones tienen tanta importancia como los interrogantes que
nos permiten comprender las prácticas de comunicación de
una organización.
Las organizaciones estári compuestas por una amplia gama
de apartados que representan diferentes tareas, rutinas de
trabajo, tecnologías y departamentos. Las personas que traba­
jan en ello aportan valores, planes de carrera, capacitación y
capacidades diferentes. A medida que asumen sus roles en la
organización, también adoptan las perspectivas, metas e
intereses del rol. Además, en la dinámica de la vida de la
organización, los que se encuentran en los diferentes aparta­
dos experimentan diferentes cambios, reciben diferente infor­
mación y desarrollan sus propios estilos de aprendizaje. Todos
estos factores tienden a fragmentar la organización en grupos

219

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espeCializados con diferentes pautas de comunicaclOn. El incluso más profundamente, ocurre lo contrario. Por lo tanto,
organigrama puede mostrar de qué modo los grupos de la la vida de la organización depende, en última instancia, de
organización se conjugan entre sí, pero no salvar las diferen_ nuestro uso del lenguaje. No es que haya un flujo de la
cias que existen. La i!!!s1[...ación en la organización, en última información a través de la organización, sino que ésta fluye en
instancia, depende del _(~.jáJ.ogo sostenido entre todos los la corriente del discurso humano. El lenguaje, con toda su
miembros. Su unidad, de los supuestos de los miembros sobre diversidad y en todos sus dialectos, proporciona una red
la comunicación. necesaria que vincula a los individuos y la organización, así
(- Podríamos suponer que la cultura y la estructura de las como a las organizaciones y el público. Pero la finalidad del
organizaciones controlan sus pautas de comunicación. En los lenguaje es el diálogo sostenido entre los honlbres y lasñlUje­
IJ It f¡,.... l".., organigramas tradicionales, el "flujo de la información" circula
C¡),....1~''''1 res que fienen potenciru. par~ f~rínular nuevas preguntas,
0';)' desde la cima hacia la base. Incluso en estructuras más enuñci~ n~eVas comprensiones y ~esarrollar nuevos argu-~
(. l,.{. .>¡ horizontales se desarrollan pautas de comunicación que mento~. En otras palabras, el lenguaje se,basa en la comuni- )
orientan la discusión en direcciones específicas. Como no dad mo!.a!_de_la organización, más profundamente de lo que ti'
podemos decir todo de una vez, cada conversación recoge cier­ los sistemas de la organización conforman y desarrollan.
~ tos aspectos del contexto total y excluye otros. Estas pautas Para comprender la dinámica del lenguaje tenemos que re­
pueden volverse tan rutinarias y habituales que las personas conocer que, cada vez que hablamos o pensamos, damos ex­
las siguen automáticamente. Ya no perciben la distinción presión tanto a nuestra iñillVfduáuCiáéfcomo a nuestra socie­
entre lo que se dice y lo que debe decirse. Las expectativas dad. Hablar---SUpone participar en
un lenguaje particular
pautadas determinan quién habla y lo que se dice. Mientras la "':"nunca hablamos el lenguaje en sí, sino siempre algún
organización continúa su vida cotidiana y profundiza sus lenguaje cultural como el inglés, el castellano, el japonés o el
"temas", los miembros tienden a desarrollar una especie de alemán-o Hablamos incluso el lenguaje de nuestras subcul­
"ceguera" a los aspectos de las situaciones que están más allá turas y de nuestra cultura de organización: es un producto
de las conversaciones cotidianas. cultural. Al mismo tiempo, hablando expresamos nuestra
Las organizaciones no sólo estructuran las pautas de individualidad, incluso nuestra especial creatividad. Una
comunicación sino que también influyen en nuestra actitud persona se expresa singularmente a través de lo que dice. Ca­
respecto del lenguaje. La conversación suele centrarse en da persona es conocida como alguien, y no meramente como
cómo lograr que se hagan las cosas, y utilizamos el lenguaje miembro de un grupo, porque participa individualmente en el
como herramienta para conseguirlo. Un encuadre mental de acto de "Ienguajear", si es que podemos usar esta palabra. La
la agudización nos impulsa a ver el lenguaje como una cosa dinámica del lenguaje nos da la posibilidad de decir lo que es
que debe manejarse y manipularse. En otras palabras, el necesarfo deCir~~o~e1o_ q':!e ~ !!e¿~aiio-hacer.
lenguaje se toma como una propiedad perteneciente a la orga­
b- nización.
él En lugar de dar esto por sentado, podemos suponer exac­ COMUNICACION RESPONSABLE
l.(.'4':' tamente lo contrario: que las organiza~ones p~rt_enecen al
CQl"~~ leI!~e. Se admite que éstas influyen en nuestro vocabulario Para que la organización realice sus posibilidades de refle­
::1.1"'<:: y nuestras estructuras de comunicación, / pero también, e xión ética necesita desarrollar expectativas de comunicación
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-/ ? 1....- L ( "'"' c:, (,,,
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220 221
'D1 JV(I "7 "'T ~' '"

acordes con las responsabilidades de sus miembros. La res­ cen más acogedores que otros para la discusión ética. Tene­
ponsabilidad requiere poder -necesitamos el ~de res­ mos que desarrollar algunos criterios para definir la diferencia
ponder- y también lenguaje -la articulación de nuestrares_ entre tales escenarios, y después diseñar estrategias para
~.,-"----
puesta-o En realidad , las organizaciones tienen estas dos generar las condiciones que hacen posible la comunicación
actividades fundamentales que hacen posible y necesarta-¡a responsable.
ética. El uso del lenguaje -la actividad de la comunicación_
les permite a hombres y mujeres crear y mantener una
organización. El poder -la aptitud para influir y obligar- se DIMENSIONES DE LAS PRACTICAS DE COMUNICACION
desarrolla a medida que la organización crece y se diversifica.
Todas las partes de la organización se vuelven centros poten­ Así como plantear cuestiones éticas parece ser mucho más
ciales de poder capaces de crear o impedir el cambio y la fácil para algunos individuos que para otros, también parece
renovación de la organización. mucho más fácil en algunos grupos preguntar por los valores,
El discurso puede dar poder a individuos y grupos porque las responsabilidades o las obligaciones. Al igual que los
crea y mañtiene las organizaciones. Si uno cambia el lenguaje, individuos, los grupos desarrollan hábitos a partir de sus
la audiencia de grupos vinculados y los medios de la argumen­ experiencias y expectativas. Esos hábitos tienden a centrarse
tación, está cambiando la organización misma. Ahora se está en algunos aspectos de la realidad, ignorando otros. En el
descubriendo que el incremento de la participación en la curso de un día o una semana, la mayoría de nosotros
administración genera nuevas comunidades de poder. Mu­ entramos y salimos de grupos con diferentes hábitos de
chos otros experimentan que la falta de comunicación en una comunicación. Si uno considera los diferentes grupos a los que
comunidad los deja solos e impotentes. Las organizaciones pertenece y se pregunta si es fácil hablar de valores, propósi­

-1
¡ tienen que hablar para sobrevivir y crecer. El criterio acerca de
quiénes participarán en el diálogo, el modo en que los partici­
pantes hablen entre sí y lo que tengan que decirse son fac­
tores que finalmente determinarán si la organización es res­
ponsable o no.
tos, justicia o acciones responsables en cada uno de esos
escenarios, lo probable es que encuentre una variedad de
hábitos de comunicación. Para analizar adicionalmente las
diferencias en los grupos y procurar herramientas conceptua­
les que permitan discutir tales diferencias, podem os utilizar
Para discutir problemas éticos en las organizaciones, las las siete consideraciones siguientes sobre los escenarios de la
personas tienen que formular preguntas que orienten los comunicación:
grupos hacia las dimensiones éticas de su trabajo. Pero la
responsabilidad de abordar problemas éticos no es sólo de los l. Gama de temas.
individuos; también depende del grupo y de sus hábitos de 2. Propósito de la reunión.
comunicación. En realidad debemos considerar lainterdepen­ 3. Igualdad de la comunicación.
dencia mutua de la competencia de los individuos para 4. Tradiciones orales y escritas.
comunicarse y la pauta de comunicación del grupo. La mayo­ 5. Dimensiones del significado.
ría de nosotros hemos observado que plantear interrogantes 6. Grado de compromiso.
éticos parece resultarles más fácil a unos individuos que a 7. Presencia personal.
otros, pero también observamos que algunós escenarios pare­

222 223
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Cada una de estas consideraciones permite desplegar un en el proceso los miembros también desarrollan otras funcio­
continuum, como lo hemos hecho antes con los supuestos nes comunicativas; hablan acerca de temas específicos, y lo
básicos, para comprender mejor nuestras propias expectati­ hacen con los otros. Esos dos prop·ó sitos pueden ser entendi­
----=i">­
vas de comunicación en sus diversos escenarios. dos como intercambio de informacion y desarrollo de relacio­
nes. A veces el désa¡:róll~ d; la relación PM~ prtru:ltario,
Gama de temas. La gama de la comunicación se refiere al ñífentras en otros escenarios --como cuando se piden ins­
conjunto de temas que pueden discutirse fácilmente. Algunos trucciones específicas- sólo queremos información correcta.
grupos esperan que en el orden del día haya sólo ítems Desde luego, toda organización necesita "reuniones infor­
específicos, mientras que en ·o tros grupos nada parece inapro­ mativas", pero éstas se basan en relaciones humanas que
piado. Por ejemplo, tal vez se estructure una reunión para proporcionan el trasfondo y el contexto para la transmisión de
evaluar a los empleados, de modo que los participantes información. En algunos casos, aunque los participantes
esperan examinar el trabajo, pero no su ambiénte, el futuro de tengan una conciencia tácita de que sus relaciones presentan
la organización o los planes de progreso del empleado. Por una grietas, siguen hablando en el nivel de la transmisión de
parte, puede estar enteramente justificado que haya algunos información. Traer a colación el problema de las relaciones les
límites, porque no se puede discutir todo en cada reunión. Pero parece fuera de lugar. Para realizar la tarea de la reunión, cada
por otro, restringir la gama de los temas discutidos puede uno interpreta su papel, aunque éste se encuentre en conflicto
impedir que las personas se comprendan entre sí y que haya con lo que ocurre realmente entre las personas reales.
desarrollos en su lugar de trabajo. Los escenarios .9.ue habi­ Muchas de nuestras reuniones oscilan entre la transmisión
tualmente aceptan más tem~robablemente alentarán a los de información y el desarrollo de relaciones. Quienes hacen
participan~sa ToññúT;;; i!!t~rrog~t~s ~inesperados y ofrecer hincapié en uno de los aspectos e ignoran el otro acaban
percepcloIieslIiñovadoras. Al analizar un particular escenario
-
---------- . _ ' ,se
de comunicacion -­
puede emplear el siguiente continuum
perdiendo su funcionalidad. La comunicación de información
por sí misma se basa en el trasfondo de buenas relaciones,
para evaluar si uno piensa que alienta una amplia gama de pero no es suficiente. Cuando ese trasfondo se agota, los
temas o sólo muy pocos: participantes ya no se tienen la confianza mutua necesaria
para asegurarse su cooperación recíproca. En el otro extremo,
Muchos temas • • • • • • • • • • • • • • • • • Pocos temas un enfoque exclusivo en las relaciones puede impedir que el
grupo realice sus tareas. Para ver si un particular escenario
Si uno encuentra que son pocos los temas que se pueden comunicativo tiene el equilibrio adecuado, se puede evaluar en
discutir fácilmente, conocer esa evaluación tal vez ayude a el siguiente continuum:
ampliar el campo cuando lo necesite. En el análisis ético, los
participantes necesitan libertad para hacer preguntas que Relacional • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Informativo
suscitarán nuevas cuestiones, de modo que por lo menos
algunos grupos deben esperar esos planteamientos. Las reuniones primordialmente informativas, como era de
esperar, no dejan mucho margen para que los participantes
Propósito de la reunión. La mayoría de las reuniones tiene desarrollen el tipo de rapport necesario en el análisis crítico de
tareas particulares que realizar o problemaS que resolver, pero los juicios de valor y los supuestos. Tampoco procuran esa

224
225

~v)7e-~

libertad las reuniones dominadas por relaciones estrechas. convierte en la cuestióÍl que importa, porque demuestra falta
Para la reflexión ética eficaz se necesitan ambas dinámicas de de respeto a la agencia moral de los otros. Robert Terry ofrece
grupo --especialmente en los grupos que siguen trabajando \. un imperativo de la comunicación que aborda esta cuestión:
durante cierto tiempo--. "-"Ser justo es garantizar a los otros los valores implícitos que
uno necesariamente reclama para SI en el acto comunicativo"
Igualdad de comunicación. Como en una organización no (1970, págs. 34-35). Para evaluar la igualdad de las relaciones
todos ocupan el mismo lugar, la misma posicion o responsa­ en un escenario particular de comunicación, sobre todo
bilidad, para pensar en la igualdad hay que empezar recordan­ cuando uno imagina discutir el desempeño de la organización
do su primer principio: tratar igualitariamente a los iguales y o analizar qué se debe hacer, se puede utilizar el siguiente
desigualmente a los desiguales. Como vimos en el capítulo 8 , continuum:
las organizaciones estructuran la desigualdad. Las personas
difieren por sus responsabilidades, niveles de control y obliga­ Igual • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Desigual
ción de rendir cuentas. Algunas tienen un conocimiento
mayor, o por lo menos diferente. Pero esas diferencias no Tradiciones orales y escritas. El siguiente aspecto de la co­
necesariamente impiden que las personas se sientan iguales municación que consideraremos trata sobre lo que puede de­
en las discusiones. Esto depende de cómo interpretamos no nominarse su tradición. Por ejemplo, algunas comunicaciones
sólo las diferenci~ sino también las semejanzas. entre las personas en las organizaciones se fundan en memo­
Las personas experimentan semejanzas significativas con randos y mensajes escritos. En lugar de discusiones cara a
otros que también son diferentes -de ellas. Los padres e hijos, cara, la gente "dialoga" recibiendo y entregando mensajes
por ejemplo, pueden encontrar semejanzas como miembros de escritós. Las experiencias de leer y escribir definen esta tra­
una familia, y experimentar una igualdad básica incluso a dición en gran medida. En la relación empresaria contemporá­
pesar de que sus roles y responsabilidades sean diferentes. nea se pone énfasis en formatos estandarizados y en la
También en las organizaciones las personas encuentran brevedad, para lograr una comunicación "económica" y fun­
s emejanzas, y cuando éstas tien en que ver con la cuestión que cional, con una textura muy descarnada. En contraste con
se t rata se espera un "igual trato". En otras palabras,.! }a. esta tradición escrita, la tradición oral tiene un trasfondo rico
estructura d~~ !..~ relaciones, Jerárquicas no necesariamente y texturado, basado en experiencias comunes, historias y
significa desi~aldad en la pauta de comunicación. Si cada frases hechas. En lugar de las referencias explícitas necesa­
parHcipañTe'" esp~ q ue "sus' experiencias e ideas tengan el rias en la comunicación explícita, en una tradición oral se
mismo valor que las de cualquier otro, y supone que habrá pueden hacer muchas más referencias implícitas. También
respeto mutuo, la estructura jerárquica no tendrá relevancia. permite un mayor compromiso personal y por lo tanto aparece
La sensación de que "mi supervisor siempre me convence" es mucho menos controlada y ordenada que la tradición escrita.
una buena indicación de comunicación desigual. Las sensa­ Cuando nos movemos entre los diversos escenarios de
ciones de ese tipo suelen obligar a los participantes a luchar comunicación dentro y fuera del trabajo, también atraves a­
por el reconocimiento antes de haber podido decir lo necesario. mos escenarios que pertenecen sobre todo a una tradición oral
Muchas veces no vamos más allá de esa lucha. ,.­
De hecho, en o a una tradición escrita. Con la familia, los viejos amigos e
algunos casos, el hábito jerárquico de la comunicación en sí se incluso con viejos compañeros de trabajo, podemos confiar en

226 227
experIencias comunes y acontecimientos anteriores que pro­ múltiples, y ahora muchos esperan solamente una. Actual­
porcionen un contexto texturado a las discusiones del mo­ mente, cuando participamos en actividades de comunicación,
mento. Esos escenarios pertenecen más a una tradición oral. también tenemos expectativas que condicionan las diversas
En cambio, en escenarios de organizaciones altamente estruc­ dimensiones que podemos "oír" y a las que, en consecuencia,
turadas, nos encontramos viviendo mucho más en una tradi­ respondemos.
ción de escritura. En muchos casos, desde luego, vemos En un extremo hay casos de u nidimensionalidad, en los
operar ambas tradiciones. Para evaluar a qué tradición perte­ cuales la comunicación sólo significa una cosa: "Gire a la
nece un escenario comunicativo particular, se puede emplear izquierda". Otras veces es fácil interpretar y hallar diversos
el siguiente continuum: significados en una discusión: "Si no se especializa algo más,
lo probable es que no sea ascendido", es un enunciado que
Tradición oral • • • • • • • • • • • • • • • Tradición escrita puede tomarse literalmente, pero que también puede signifi­
car algo sobre el sistema de recompensas de la empresa, el
Como el análisis ético supone el examen de los juicios de plan personal de progreso, los propios valores y supuestos
valor y los supuestos implícitos, este continuum ayuda a saber acerca del modo en que funcionan las cosas.
hasta qué punto se puede contar con un trasfondo semejante Las discusiones que ofrecen expectativas de interpretación
y acuerdos implícitos sobre cómo funcionan las cosas. literal sin un reconocimiento tácito de otras dimensiones de
significado pueden inhibir el planteo de temas éticos, porque
Dimensiones del significado. Para comprender este aspecto la reflexión ética requiere por lo menos dos dimensiones que
de nuestras pautas de comunicación, podemos volver a la establezcan una diferencia entre lo que sucede y lo que debe
historia de la interpretación de textos. Durante la Edad Media, suceder. En realidad, como el análisis ético exige acceso a los
los escolásticos utilizaban el denominado método "cuádruple" juicios ~2"!!p'!..esto~ !n1p~citos, ~.ice~Ha-de una co­
de interpretación. Cada texto (a ellos les interesaban primor­ municación multidimensional. Ese discurso no sólo da lugar
dialmente los textos bíblicos) tenía cU~E~_~ignificados distin­ a las cü esrrones éticas sino que también permite que los
tos: el ~al (que indicaba lo que sucedla realmente), el participantes usen diferentes modos de discurso, como acer­
al~~~~o (que señalaba lo que se debe creer), el moral (que tijos, relatos y bromas. A veces podemos evaluar la dimensio­
proporcionaba reglas para la vida cotidiana) y el analógico (que nalidad de la comunicación grupal por la presencia y diversi­
expresaba el estado de cosas futuro). Cuando la Edad Media .>< dad del humor. En tales escenarios, podemos expresar ambi­
dejó paso al Renacimiento y después al período moderno, el güedad, .<;:luda y concepciones opuestas. Una comunicación
énfasis en la interpretación literal reemplazó al método cuá­ unidime~al controla el nivel del significado con la-autori­
druple y, especialmente con el surgimiento del pietismo en el dad del literalismo; la c omunicación multidimensional se
siglo XVII, se empezó a hablar del uno y único significado de deleita70ñ la insinuación y las referencias metafóricas o
los textos. simbólicas. Con el continuum siguiente se puede evaluar el
Que un texto tenga significados múltiples o un significado escenario comunicacional que uno ha elegido:
único depende de las expectativas del intérprete y de la
comunidad de las interpretaciones, mucho más que del texto Multidimensional • • • • • • • • • • • • Unidimensional
en sÍ. Durante siglos, los lectores esperaron dimensiones

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229
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I
,..1 Grado de compromiso. Al ir examinando estas categorías Presencia personal. La presencia personal en un grupo
;Ji l ~ama.
propósito. igualdad. oralidad y dimensiones- resulta puede verse como una particular clase de poder personal. que
claro que una consideración de suma importancia es el grado no es poder de dominación
. ~.-
sino
..
de autodeterminación: la
.....,~~ ...,.,.,...':'I"""'-~....,-- ,.~'-

de compromiso personal que el grupo espera. Este se refiere a posesió~graLd~ persona. Cuando las personas
nuestras expectativas sobre el desenlace de una conversación se sienten libres para ser expansivas y hacer gestos. para
(su significado para nosotros) y el hecho de manifestarnos. A mostrarse como individuos particulares. las comunicaciones
veces lo que sucede no nos preocupa. y nos comunicamos de tienen un grado alto de presencia personal. En contraste. las
tal modo que mostramos nuestros sentimientos e intereses. pautas de comunicación que alientan el sometimiento a la
Probablemente esto vale más para las relaciones de familia y autoridad o inhiben de otros modos generan un grado bajo. La
amistad que para las relaciones de trabajo. En otros casos. presencia de uno mismo puede ser dificil de evaluar. pero la
aunque la conversación nos preocupa. conservamos una mayoría de nosotros hemos experimentado que a veces nues­
cierta distancia. En algunas profesiones. esta actitud ha sido tra presencia es significativa y otras veces no. La diferencia se
percibida como necesaria. Los médicos. por ejemplo. apren­ advierte en el nivel de energia y_en la interacción. así como en
den a desarrollar un "interés distante" por el paciente. En su el grado de diversidad. Si participar éñ-er prOceso de reflexión
mejor sentido. esta posición demuestra un cuidado canalizado ética da poder a los empleados. las situaciones en las que ya
en competencia profesional y. en el peor. una cosificación del tienen ~gún poder conducirán más la comunicación a la
r

otro. a quien trata como si fuera un objeto. La mayor parte de reflexión ética. Las expectativas de aparecer con unapresen­
la comunicación en las organizaciones busca un equilibrio cia personal fuerte o débil en un escenario de comunicación
entre la limitación del compromiso personal (para que las pueden medirse én el siguiente continuum:
diferencias personales no bloqueen la comunicación) y el
aliento del compromiso personal (para mantener la motivación Fuerte • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Débil
y la moral). Pero cuando pensamos en diferentes situaciones
de comunicación. es probable que descubramos que estamos Evaluando una situación de comunicación particular sobre
mucho más comprometidos en unas que en otras. la base de estos siete aspectos. podemos obtener algun a
Las conversaciones éticas dependen de que a las personas información valiosa sobre sus posibilidades y limitaciones en
les interese lo que sucede. Exigen compromiso personal. Pero la reflexión ética. Al buscar semejanzas y diferencias en
~ el compromiso total puede conducir a respuestas moralistas situaciones distintas. las siete escalas pueden ayudar a com­
( que impiden a los participantes emprender la reflexión ética prender por qué una situación tiene más posibilidades que
sobre los puntos fuertes y débiles de las diferentes opiniones. otra. Para evaluar las diferentes SItuaciones de comunicación
Para pasar de la respuesta moral a la reflexión ética hay que de su organización. el lector puede emplear el test de trabajo
salir de la respuesta personal y analizarla. En la evaluación del de la Muestra 9. del capítulo 11. La mayoría de las personas
compromiso propio y de los otros en particulares escenarios de participan en diferentes pautas de comunicación con diferen­
comunicación se puede utilizar el siguiente continuum: tes individuos. grupos y en diferentes situaciones. lo que
probablemente representa un sano pluralismo. Para que una
Compromiso • • • • • • • • • • • • • • • Distanciamiento
/'
organización realice sus posibilidades como comunidad res­
ponsable. los miembros deben crear situaciones en las que

230 231

"f- re.. . ""-,.. ., , 4'4... (" '":>~ ",~A J "'l...., ... "'"!.-¡,'
tengan la oportunidad de considerar los juicios de valor y los 11
supuestos en el proceso de toma de decisiones. El capítulo CREAR CONDICIONES PARA LA REFLEXION
siguiente explora algunas de las condiciones necesarias para ETICA EN LAS ORGANIZACIONES
que esto suceda.

Para practicar la reflexión ética en las organizaciones


necesitamos las condiciones adecuadas y algo de entrena­
miento. No es preciso introducir nada totalmente ajeno en la
vida de la organización. En las organizaciones, las personas ya
emplean sus juicios de valor y supuestos al tomar decisiones.
En muchos casos ya consideran los cursos de acción alterna­
tivos y las opiniones opuestas. A veces tienen en cuenta la
interdependencia de los diferentes componentes de la organi­
zación, y evalúan si sus estructuras tratan con justicia a las
personas. Representantes de los diversos interesados ya di­
sienten entre sí, y sin embargo están de acuerdo respecto de
ciertas cosas. De modo que cuando en las organizaciones
pensamos en la reflexión ética no tenemos que crear algo
nuevo, porque las cuestiones, los desacuerdos, los juicios de
valor y los supuestos ya están allí. Basta con que desarrolle­
mos un proceso consciente, haciendo explícitos los juicios de
valor y los supuestos que actúan, evaluándolos con criterios
éticos apropiados y dialogando en un sistema bien diseñado y
justo que respete los derechos humanos. Para que esto ocurra
hay que considerar varias condiciones. /
L~imera y primordial ¡n' la reflexión ética es la comuni­
dad moral de la organización y la vida moral de sus ñilem bros
y grupos~ -
Vinculados. Nuestra vida moral está constituida por
el modo en que vivimos con nOsotro~ mismos, con los otros y
/'
con nuestro ambiente. Nuestra moral es el modo característico

233
232
(carácter) con que actuamos y respondemos a situaciones y de ellas. hasta la reflexión ética. El propósito de la reflexión
actividades. Algunos actos nos agravian. nos hacen felices o ética no es el cambio directo de las costumbres de los indivi­
nos elevan el espíritu. Sin duda tomamos decisiones morales duos. sino tomar las mejores decisiones posibles. El proceso
cuando respondemos inmediatamente con nuestro ser total a puede cambiar aquéllas. pero como subproducto de ese pro­
las posibilidades del bien o el mal. Esta actividad representa ceso y no como su propósito.
nuestra vida moral. La reflexión ética siempre se produce en situaciones parti­
En muchos sentidos nos la transmiten. Nacemos en comu­ culares y. como se señaló en el capítulo 9. algunas situaciones
nidades morales. y esas comunidades nos van implantando son más abiertas que otras. Algunas culturas de organizacio­
nuestras actitudes morales. Al madurar obtenemos más con­ nes dan por sentado que la verdad la descubre o revela la
trol, aunque siempre llevemos la marca de nuestra historia. autoridad o el dogma. mientras que el supuesto de otras es que
vida familiar y cultura personales. la verdad surge en el dar y tomar del debate. La reflexión ética.
La ética surge y depende de nuestra vida moral. pero especialmente cuando aborda opiniones opuestas. será mu­
conserva úna cierta independencia respecto de ella. Su inde­ cho más dificil de desplegar en las primeras. Sin embargo. la
pendencia proviene del acto de reflexión. de pensar sobre mayoría de las culturas de organización no son unidimensio­
nuestras respuestas morales a las situaciones. Pensar acerca nales. En cuanto empiezan las discusiones se tiene acceso a
de la vida moral supone distanciarse de ella para abordarla información e interpretaciones importantes. Si en una organi­
como objeto de reflexión. De modo que en nuestra vida moral zación no hay reflexión ética. no se debe a que no exista nada
,e ncontramos algo sobre lo que podemos pensar. A través de sobre lo que reflexionar. Quizá los miembros no tengan
nuestra respuesta emocional a las situaciones ya los otros no aptitudes. herramientas conceptuales y capacitación para la
sólo defmimos la significación de las cuestiones sino también reflexión ética. Tal vez la organización en sí no conduzca a tales
lo que debemos hacer. Desde luego. en algunos casos la res­ discusiones. Pueden faltar las condiciones que les permitan a
puesta moral basta. pero cuando no estamos seguros o los miembros emprender realmente la reflexión ética. En
disentimos de otros. necesitamos reflexionar sobre nuestras algunos casos. la administración y la limitación del tiempo
respuestas y decisiones. constituyen un problema. Aunque estas restricciones se tie­
Aunque nuestras convicciones y respuestas morales le dan nen que reconocer. también es posible manejarlas. Por lo
a la reflexión ética un objeto de pensamiento. no dirigen com­ general se encuentra tiempo para hacer lo que vale la pena. y
pletamente nuestras reflexiones. ni proporcionan todo lo que en cuanto la reflexión ética se reconoce como medio necesario
necesitamos para comprender las situaciones o descubrir el para tomar las mejores decisiones e impedir errores morales.
mejor curso de acción. De hecho. las convicciones morales los problemas de horario probablemente encontrarán una
pueden obstaculizar la reflexión ética cuando son absolutistas rápida solución.
y convierten cualquier diferencia de opinión en una lucha La reflexión ética no debe verse como una actividad aislada
entre el bien y el mal. La reflexión ética necesita de las de los procesos regulares de toma de decisiones: pertenece a
convicciones morales para iniciarse pero. al mis'm o tiempo. los procesos de toma de decisiones ya establecidos y dialoga
requiere que se tome distancia para pensar en ellas. Especial­ con los otros métodos para decidir lo que hay que hacer. Si
mente en los escenarios de grupos. las personas tienen que bien deben tenerse en cuenta las restricciones fisicas. proba­
respetar recíprocamente sus respuestas morales. e ir más allá blemente no disuadirán la reflexión ética eficaz. ni por sí solas

234 235
la fa:cilitarán. Necesita mucho más que lugar y tiempo para todo lo que a u.no se le antoje, sino lo que se necesite saber para
reunirse. Antes que la gente llegue a hacer conocer sus juicios comprender no sólo qué hay que decidir sino también las
de valor y sus supuestos, y emprenda un análisis argumenta­ consecuencias de la propia decisión. Estos límites se obtienen
tivo, tiene que desarrollar algunos acuerdos, expectativas de los recursos que la organización tiene que distribuir y de los
comunes o condiciones para la comunicación. Es probable criterios para hacerlo -por ejemplo, que la libertad de expre­
que las condiciones básicas se centren en cuestiones de poder. sión debe distribuirse con igualdad y en concordancia con las
contribuciones, y la información, sobre la base de la necesi­
dad-o Los miembros deben recibir poder, lo que también debe
LA CONDICION DEL PODER estar justificado por el significado social de los recursos que
-1, (l¿~ 'y\'" (j? ;:;rJ')A.. reciben (justicia) y el significado humano de su trabajo (de­
condición del poder se relaciona con los participantes y rechos). '2 *
con el proceso ético en sí co~o..E~tes de_ '!E sistema de Otro aspecto de la condición del poder que se tiene que
organización. Para que la reflexión ética sea eficaz e induzca considerar es el modo en que la ética armoniza en los sistemas
realmente a participar, el proceso mismo debe recibir poder, lo de organización. La discusión anterior (cápítulo 7) sobre los
que a su vez da poder a los participantes. Como señilamos en análisis realizados por Galbraith y Boulding de las fuentes
el capítulo 8, los poderes son en un sentido derechos, y en este los instrumentos del poder y iOs organizaaores de los sistemas
caso es posible hablar de los derechos de los participantes a pueden ayudarnos a comprender qué es lo que está en juego.
determinar los poderes para los que tienen tíTulos. 'Entre estos Juntas, estas teorías nos proporcionan como opciones: 1) una
derechos" ge- cüeñt8ílél ' de la ~infórmaclón pertinente, el de ética de la organización propia de los sistemas de la amenaza
re~~i(}RY libert~_ de_expres~ón -todos "juStIDc$les no sólo y la personalidad, que utiliza el instrumento del castigo; 2) otra
por los roles y relaciones dentro de las organizaciones sino propia de los sistemas del intercambio y la propiedad, que
también como derechos humanos básico&-. Los derechos emplea los instrumentos de la compensación, o 3) una tercera
necesarios para la reflexión ética eficaz no son extraordina­ propia de los sistemas de la integración y las organizaciones,
rios, sino comunes de toda persona. Pero es preciso que esos que usa los instrumentos del condicionamiento o la creencia.
derechos sean reconocidos en el contexto de la organización. \;Jna práctica ética que intente controlar la conducta de las
Como se indicó en el capítulo 8, la combinación de derechos personas y use amenazas de castigo como medio básico para
y justicia nos permite entender de forma más completa los lograr sus metas correspondería a la primera alternativa. Hay
signific-a:doSde ambos factores. La participación en la reflexión quienes se sirven de la ética de esta manera, pero a lo largo de
ética no les otorga a los miembros ningún poder que no pueda este libro he abogado contra este uso como finalidad primor­
justificarse con estos dos factores, pero tampoco se les deben dial de la ética, aunque reconociendo que el castigo es a veces
negar los poderes justificables. Las tareas asignadas al proce­ necesario para mantener la comunidad o proteger a otros de
so de la reflexión ética por lo general son cuestiones o
interrogantes particulares que necesitan respuestas concre­
--- daños. Por ejemplo, la amenaza de castigo probablemente ha
sido necesaria para impulsar a algunas corporaciones a dejar
tas. En tal contexto, la libertad de expresión no es el derecho de contaminar el ambiente. En todo caso, esta ética tiene un
a decir cualquier cosa sino el derecho a decir lo necesario. De valor limitado, porque a largo plazo destruye la cooperación
modo análogo, el de la información no es el derecho a saber
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misma que se necesita para tener éxito~ segunda alterna­
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tiva '-:"insertar la ética en el sistema de la propiedad y el tes deben concordar en que la comprensión lograda sólo se
intercambio-- vería la ética como un instrumento para prote­ aplicará a la cuestión que se discute, y no a otros temas. Tam­
ger la propiedad y asegurar intercambios justos. Esta ética bién es preciso que confien en que la discusión en sí serájusta,
también tiene valor, pero sigue siendo muy precaria, porque ya que así triunfarán los argumentos más persuasivos que el
por lo general se usa para proteger a los propietarios de quie­ gru po desarrolle.
nes no lo son t!.ara una ética de la organización, tiene sentido Pero ¿cuáles son? Podemos responder con los términos de
u bicar la refleXión ética en el sistema de la integración y tomar la retórica clásica, ethos, logos y pathos, como los tres elemen­
como poder primordial el de desarrollar y evaluar las creen­ tos de un discurso. ~l ethos se refiere al carácter presenta- ~4
cias. Puesto que el proceso de la reflexión ética tiene que ver do por el orador. Los argumentos del ethos extraen su poder
con el análisis de los juicios de valor y los supuestos utilizados del status de la persona El experto que sostiene que sus opi­
en el proceso de la toma de decisiones, así como con el análisis niones son correctas porque él es un experto utiliza el ethos
de los sistemas en los términos del significado de los bienes como argumento.\!-üs argumentos basados en el lagos valen 1..0 C,
sociales (justicia) y el significado de la vida humana (derechos), por su racionalidad, por la fuerza de la conexión entre las pro­
el lugar real de una ética poderosa está en un sistema de inte­ posiciones. Nuestro modelo de argumentación reposa en el
gración de la organización. La ética debería ser un poder que lagos del discurso.~lpathos, el tercer elemento del discurso, Ol
uniera las organizaciones, inCluso mientras ayuda a los se refiere a las creencias de la audiencia, en especial a las más I/) 1
miem6rosa descubr ir y abordar sus diferencias. De hecho, preciadas. Aunque los tres factores tienen su lugar en el
sólo si realmente pertenece a este sistema y se experimenta discurso! la mayoría de los discursos enfatizan uno de ellos en
como tal por los miembros de la org8l!ización, tendrá la . detrimento de los otros. La publicidad de estrellas o atletas
oportunidad de cumplir con la misión de hacer posible la famosos que venden productos, por ejemplo, depende casi
responsabilidad de la organización. exclusivamente del ethos. Pedir contribuciones para los po­
Además de las condiciones apropiadas de las relaciones de bres, en cambio, apela en gran medida a nuestras emocion es
poder entre los participantes y otros aspectos y subsistemas (pathos).
de la organización, el proceso de la reflexión ética exige En r~alidad , actualmente encontramos en la vida pública
algunas otras consideraciones. Tal vez la más significativa sea pocos ejemplos de argumentación basados en la r acionalidad
la condición de la confianza. -+­ (lagos). Incluso en los bastiones de la democracia, nuestros
. legisladores apelan sobre todo a su propio carácter o a los mie­
dos y los deseos del público. Constantemente corremos el
LA CONDICION DE LA CONFIANZA peligro de hacer de todo discurso una forma de expresión
emocional o, lo que es peor, una forma de entretenimiento. En
Para que los participantes puedan disentir o analizar los esta situación, sólo los que entretienen o pulsan las cuerdas
juicios de valor y supuestos propios y ajenos, es necesario que del corazón llegan al escenario, mientras que quienes exami­
cada uno confie en todos. A fin de aumentar la comprensión nan las cuestiones en términos de propósito, principio o con­
que el grupo tiene de las cuestiones, tanto la organización secuencia pocas veces consiguen que se los escuche. ¿Por qué
como ellos mismos deben confiar en que esa mayor compren­ tendría la gente que dar razones, cuando su capacidad de
sión no será utilizada para perjudicarlos. Todós los participan­ persuasión puede ser desbordada por apelaciones a la auto­

. 238 239

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n~'(o ...... v-, iP( ..... .-.:>c:::~.., .......

ridad k!thos) o a la emocionalidad (pathos)? Los miembros de el status de la persona. En tales casos, tiene más importancia
un grupo sólo empiezan a razonar juntos cuando tienen quién dice algo que lo que dice.(yn énfasis e~thos orien­
confianza recíproca como para escucharse y considerar los ta la discusión hacia la expresión de creencias personales. En
méritos del pensamiento de todos. ambos casos, las expresiones individuales desbordan las
En la reunión de la organización consultora descrita en el posibilidades de encontrar buenas razones para todo el grupo.
capítulo 1, los participantes se sentían libres para expresar El proceso se convierte entonces en una confrontación' del
sus sentimientos, pero no para argumentar unos con otros. poder individual; no es un proceso innovador. Los participan­
Tal vez la amplia expresión de los sentimientos personalizó tes no pueden confiar en la capac idad del gr.upo para desarro­
tanto la reunión que nadie se atrevió a plantear cuestiones llar juntos buenas razones que lleven a elegir una política u
críticas, por temor a ofender a alguien. Pero la racionalidad otra. El respeto por ellogos, en cambio, puede asegurar que
sola, privada de conexiones personales, no puede llenar los éstas prevalezcan.
requerimientos de la reflexión ética. La gente necesita pensar, La idea de la justicia propuesta por W~er puede profundi­
pero pensar sobre sus valores y creencias, propias y del grupo. zar nuestra comprensión de lo que significa la confianza en la
Entre las buenas razones se cuentan nuestras respuestas reflexión ética, porque nos permite evaluar si es justa una
personales, incluso nuestras respuestas emocionales, pero situación de comunicación. Según Walzer, la jüStlcia- es el
sólo si se pueden expresar y justificar con nuestra interpreta­ emp1eo-aecrIterlos apropiados para la distribución de bienes
ción de los datos y con nuestros supuestos. La gente tiene muy específicos. Además esos bienes tienen significados sociales
buenas razones para sentirse irritada, incluso ultrajada, tanto también específicos, que son la base de los criterios para la
como herida o frustrada. La tarea del orador consiste en distribución. ¿Con qué bienes se cuenta para las conversacio­
mostrar de qué modo la situación justificó esa respuesta y no nes sobre las cuestiones políticas? Algunos son la oportunidad
permitir que la respuesta emocional sirva como justificación de participar, recibir atención de los otros, retroalimentación,
de la propia interpretación. El grupo no debe evitar las aceptación de las ideas y reconocimiento. ¿Qué c~ios
respuestas emocionales; necesita llevarlas al diálogo, descu­ tenemos que aplicar para distribuir estos bienes? Podríamos t

brir sus justificaciones objetivas y después decidir si está de otorgarlos a la persona más entretenida o a quien nos haga
acuerdo con tal interpretación o disiente de ella. Como la polí­ sentir mejor o a la autoridad superior o al experto. Pero, ¿son
tica de la organización afecta el bienestar de personas dentro éstos los criterios correctos? ¿O estamos de acuerdo en que
y fuera de ella, la reflexión ética nunca debe quedar dominada deben tener la oportunidad de participar todos los afectados
por una racionalidad calculadora. Al mismo tiempo, debe por la cuestión e interesados en ella? ¿No hay que prestar
promover un tipo de comunicación en la que las respuestas de atención a quienes tengan algo significativo que decir? ¿No
las personas logren su validez en el grupo cu~do forman hay que procurar retroalimentación a todos los participantes
parte del discurso público, esto es, cuando se someten a la activos? ¿No hay que aceptar todas las ideas que contribuyen
indagación y la evaluación. Aunque es dificil profundizar en a la solución grupal? ¿No hay que brindar reconocimiento a
nuestras respuestas emocionales, por lo menos en la mayoría quienes contribuyen a la solución del grupo y articulan
de los escenarios organizacionales no resulta tan dificilinves­ buenas razones que los otros miembros pueden seguir? Estos
tigar las condiciones de la organización que las justifican. criterios permiten la distribución de los distintos bienes
L En resumen, el énfasis en el~os orienta la-discusión hacia asignados en la toma de decisiones y, al mismo tiempo,

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establecen límites para lo que el grupo no debe recompensar. toma de decisiones intervienen dtrecía o indirectamente los
Si los participantes pueden contar con que la discusión grupos pertinente;resulta pO;tble conducir un debate abier­
distribuirá esos bienes siguiendo criterios adecuados, proba­ to y productivo sobre estas cuestiones. Aunque no todos los
blemente decidirán comprometerse en el proceso de la refle­ interesados pueden tener siempre una representación física
xión ética. en todos los procesos de toma de decisiones que los afecten,
una condición mínima es que se los tome en cuenta. Sin el
conocimiento y la experiencia de ellos, un grupo no sabe
LA CONDICION DE LA INCLUSION realmente lo que está haciendo. En realidad, la inclusión de los
interesados nos beneficia en dos se.gtidos. § e presentan ideas
¿Cómo se decide qué grupos deben participar en el diálogo? que de otro modo seignorarían ~ al comprometernos en la
Una posibilidad es examinar quiénes tienen intereses vincu­ discusión con ellos, podemos tomar conciencia de nuestros
lados a la decisión y permitir que esos interesados participen. supuestos antes desconOCidos. Este aspecto ha sido explorado
Pero, ¿quiénes son los interesados pertinentes? Hace algunos por Mason y Mitroff ( 1981), quienes demuestran que diferen­
años, un hospital pasOüñ¡>erÍodode dieciocho meses desarro­ tes interesados pueden ayudar a cuestionar supuestos estra- ... ~
'--­ llando un nuevo enunciado de su misión. En ese proceso tégtcos.
participaron todos los grupos del personal médico y no médi­
co, pero no la comunidad local. El hospital no le preguntó a la
comunidad qué tipo de atención sanitaria quería, ni la comu­ CONDICION DE LA FLEXIBILIDAD DEL ROL
nidad participó como oyente en las deliberaciones. ¿Por qué
quedó fuera un interesado importante? En parte por descui­ Una vieja tradición europea les permitía a los gobernantes
do, en parte a causa de una falta de estructura para incluirlo. asumir el rol de campesinos y a los campesinos vestirse como
Sobre todo, el hospital probablemente no pensó que la comu­ reyes un día al año. Aunque nuestras organizaciones están
. nidad tuviera alguna información nueva para la institución. muy lejos de las formas feudales de gobierno, los cambios de
Pero, ¿de dónde salió esa idea, puesto que no se preguntó a rol aún pueden dar lugar a intuiciones significativas. La
quienes correspondía? condición de la flexibilidad del rol humanizaría e incluso
Desde la década pasada, con numerosos cierres de fábricas, añadiría humor al proceso de la toma de decisiones, además
sabemos algo sobre los interesados o vinculados a las corpo­ de procurar nuevas comprensiones a todos. En especial
raéiones. Entre ellos se cuentan numerosos grupos de la cuando un individuo participante está fuertemente identifica­
corporación, la región, la nación e incluso de más allá de la do con una posición o punto de vista, permitirle que asuma
nación. ¿Deben tener voz todos estos grupos? Los trabajado­ otra posición no sólo dará la oportunidad de ver si comprende
res de México, país al que podría trasladarse la fábrica, ¿tienen las razones de los otros, sino también la de abandonar un
derecho a una voz igual a la de los trabajadores de nuestras estereotipo social. Esto puede resultar especialmente fructífe­
comunidades locales? Estos son interrogantes dificiles, que ro para alguien identificado como "crítico moral" del grupo.
nos recuerdan que la identificación de los grupos debe ir de la Aunque tales individuos suelen tener coraje ya veces sensibi­
mano con un examen de nuestras lealtades comunes y de las lidad, también impiden que otros miembros entren sin trabas
responsabilidades comunitarias. Sólo cuando en ~l ~roseso de en el proceso crítico de reflexión . Los otros pueden limitarse a

242 243
aguardar que el crítico moral presente las "malas noticias" y LA CONDICION DE LA INDAGACION
después sentirse satisfechos por haber escuchado las diferen­
tes partes. Pero a veces, como la crítica está muy identificada Las discusiones sobre valores y supuestos suelen ampliar­
con una persona en particular, nunca la toman como algo que se tanto, y ser tan interesantes, que el grupo nunca llega a
deben considerar. Un modo de salir de esta pauta consiste en tomar una decisión. Cuando la gente empieza a examinar sus
asignar roles diferentes a los participantes, haciendo que el supuestos, naturalmente también recuerda experiencias y
"crítico moral" defienda la opinión positiva, y que algún otro se controversias formativas para ella. Tal vez el grupo empiece a
desempeñe en el rol de crítico. Lo probable es que la mayoría compartir historias y a fllosofar sobre la vida, lo que quizá sea
de las personas sepan reconocer los puntos fuertes de diferen­ importante pero no pertinente para su tarea. Iniciando el
tes posiciones, por lo cual alentar a asumir roles diferentes proceso de la reflexión .é tica con el interrogante político~ el
impide que el grupo personalice exageradamente lo que, de grupo cumple su tarea de llegar a una buena decisión sobre lo
hecho, son cuestiones de la organización. que debe hacerse. No obstante, esa tarea no tiene que alentar
La flexibilidad del rol puede también proporcionar el "espa­ a los participantes a abrir juicio sobre las propuestas en
cio" necesario para que la gente cambie de opinión. En lugar cuanto son presentadas. La meta final de la discusión consiste
de adherir ciertas opiniones a personas específicas, las opinio­ en formular un juicio sobre lo que hay que hacer, pero si las
nes están al alcance de todos, y diferentes personas pueden personas operan constantemente "enjuiciando" no podrán
probarlas y ver si son adecuadas o no. Si el apego personal a comprender nada que sea nuevo. Para comprender algo nuevo
un curso de acción posible, o incluso a un argumento, impide tenemos que hacer preguntas indagatorias y no juzgadoras.
que el grupo lo examine críticamente, un modo eficaz de llevar Estas últimas se hacen cuando ya se conoce la respuesta y lo
esas posiciones a un punto más neutral-digo las posiciones, único que se pretende es saber si los otros también la conocen.
no las personas- consiste en pedir a los otros miembros que Con las preguntas de indagación uno no conoce la respuesta
representen esas posiciones y desarrollen argumentos a favor y quiere saber algo nuevo.
de ellas. El grupo recibe el planteamiento de las propuestas y Piense el lector en que alguien le pregunta si diría la verdad
puede analizar sus puntos fuertes y débiles . El individuo en una situación particular. Si el interrogador ya conoce la
apegado a la posición también se beneficia, porque otros respuesta, el lector sentirá que se está defendiendo y que el
despliegan argumentos favorables. otro es el juez. Pero si un interrogador presenta cierto proble­
Además, como es el grupo y no una persona quien maneja ma y pregunta por lo que es preferible decir - "¿Cómo diré la
la propuesta, la discusión es más pública; el grupo buscará verdad?"-, todos pueden participar en una indagación en co­
valores comunes, información fiable y supuestos comparti­ mún sobre las condiciones, los valores y las experiencias uti­
dos. El discurso público significa que los participantes tienen lizables como recursos para comprender lo que se debe hacer.
la información necesaria para tomar una decisión, que los
En la ética se juzga -juzgamos qué es correcto hacer- , pero
argumentos y las razones que determinarán el desenlace son
el valor de esos juicios fmalmente reposa en la profundidad de
conocidos por todos y que todos tienen la oportunidad de
nuestra indagación -de la formulación de las preguntas
participar. Para que esto ocurra se tiene que desarrollar la
correctas-o Si las preguntas indagadoras amplían la discu ­
condición de la indagación.
/' sión hacia lo que se ignora y al mismo tiempo no pierden

244 245

contacto con el interrogante político. la comprensión que el ético debe complementar otros tipos de análisis para que haya
grupo obtenga será pertinente para su tarea. mayores probabilidades de tomar la decisión correcta. Por lo
. Indagar antes de decidir qué hacer procura a todos el tanto. las condiciones de la reflexión ética son las mismas que
espacio necesario para hacer preguntas y aprender más. la de la toma de decisiones en general.
También permite superar actitudes defensivas. en especial si El entrenamiento especial para la reflexión ética puede
los participantes se sienten libres para hacer preguntas sobre asegurar que quienes toman las decisiones en todos los niveles
sus propias propuestas e incluso dar su opinión sobre los tengan la aptitud y las herramientas conceptuales que permi­
puntos débiles y fuertes de ellas. En otras palabras. es preciso tan participar activamente en el proceso total. Como la ética es
que los participantes comprendan que el análisis de la argu­ primordialmente un proceso, podemos esbozar una serie de
mentación es un medio de investigación. no de conquistar a los pasos que van desde la formulación de un problema, cuestión
otros. El grupo no sólo tiene que encontrar la mejor decisión o interrogante. hasta el descubrimiento de la respuesta.
sino también conocer sus razones. Cualquier cosa que sea Aunque tracemos el mapa de la toma de decisiones. éste no
menos que esto permitirá afirmar la agencia moral de los reflejará punto por punto el proceso real de la interacción
participantes o desarrollar el tipo de ambiente de aprendizaje humana. Pero puede ayudar, en especial a quienes antes no
necesario en una organización responsable. han viajado nunca por esta zona. De modo que presentaremos
Muchas de estas condiciones sólo pueden generarse por una serie de pasos propios del proceso de la reflexión ética, y
medio de la práctica misma de la reflexión ética. Al mismo el lect~r podrá usar el test de trabajo y los ejercicios para su
tiempo, cuando los participantes comprenden que no sólo propio entrenaintento.
están resolviendo un problema o tomando una decisión sino El primer paso consiste en comprender el proceso de la
también estableciendo lás condiciones necesarias para la toma de decisiones en sí como un proceso de elección. ¿Qué
reflexión ética. su trabajo adquirirá una significación y res­ significa esto? Significa que tomar decisiones en una organi­
ponsabilidad adicionales. En otras palabras. depende de la zación supone elegir una entre varias opciones, y hacerlo por
competencia de todos los participantes en el proceso de la re­ algunas razones. A veces una propuesta es la única posibili­
flexión ética que se establezcan estas condiciones. Teniendo dad. pero esto corresponde pocas veces a la situación real.
esto presente. consideremos la tarea de la capacitación o el Dada una interpretación particular de la situación y ciertos
entrenamiento. juicios de valor y supuestos. una opción puede ser necesaria,
pero si uno cambia esos factores, también habrá otras opcio­
nes posibles. Además, el significado de la agencia moral. como
EL ENTRENAMIENTO PARA LA REFLEXION ETICA 10 hemos visto en el capítulo 2. supone que las personas y las
organizaciones pueden elegir. Es preciso que reconozcamos
Para que la reflexión ética tenga relevancia en una organi­ este aspecto de la perspectiva ética. El test de trabajo para
zación debe convertirse en parte del proceso real de la toma de analizar una decisión. reproducido en la Muestra 2, permite
decisiones. Así como quienes deciden en los diferentes niveles tomar conciencia de la agencia moral de quienes toman
de la organización consideran las dimensiones de fmancia­ decisiones.
ción. marketing y relaciones públicas. también tienen que
considerar la dimensión moral. En otras palabras. el análisis

246
247

Muestra. 2
observación con la acción o política propuestas. El grupo
puede iniciar su análisis ético descubriendo las premisas
¿Qué decisión se tomó? ... .... ................ ........... ..... ........................... ..... .
implícitas en sus enunciados. Si la cláusula con "porque" es
............................................................................................................
un juicio de valor -por ejemplo: "Deberíamos realizar más
control de calidad de nuestros productos porque debemos
¿Cuáles eran las opciones? proteger la seguridad de nuestros clientes"- es preciso exami­
l ....................................................................................................

nar la observación implícita. En este caso, podría estar relacio­


2 ....................................................................................................
nada con algunos problemas sobre los productos o su uso. En
cuanto los participantes han comenzado a analizar las obser­
3 ................................................................................................... .
vaciones y los juicios de valor que los conectan, al desarrollar
¿Por qué se eligió esa opción de preferencia a las otras?
argumentos a favor de los cursos de acción propuestos, ya son
l ....................................................................................................

capaces de aumentar los recursos para tomar mejores deci­


2 ....................................................................................................

siones.
3 .......................................................................... ......................... .

Muestra. 3

Cuando los participantes discuten las respuestas que han Escoja tres cuestiones de su ambiente de trabajo que a su juicio deberían
discutirse o que le gustaría discutir.
dado en el test de trabajo de la Muestra 2, especialmente en
l ....................................................................................................

grupos pequeños, suelen descubrir una variedad de opciones


y criterios de selección. Con esa experiencia comprenden que 2 ....................................................................................................

cuando ven sólo una opción es porque no han recogido 3 .................................................................................................. ..

material suficiente. Además, cuando aparecen las diferentes


opciones, pueden preguntar por qué deben preferir una a las Elija una de las tres cuestiones anteriores y enuncie su propuesta sobre lo
que debería hacerse. (Si no tiene posición al respecto. elija una que a su juicio
otras: una cuestión básica para la reflexión ética.
presente algún mérito a los fines de este ejercicio.)
Una vez que, por así decirlo, todos han entrado en el mundo
de la reflexión ética, el grupo puede empezar a desarrollar Creo que deberíamos ............ ....... ................................. ......... ............. .

argumentos sobre las cuestiones que le interesan. El test de ............................................................................................................

trabajo reproducido en la Muestra 3 facilita esa t~ea. porque .. .. ............. ... .... ................... .. .................................................. .

En cuanto los participantes lo han completado pueden ............................................................................................................

empezar a analizar sus propios juicios de valor. En la mayoría


de los casos, la cláusula del "porque" redactada en el enuncia­
do de la propuesta será algún tipo de enunciado descriptivo El paso siguiente consiste en manejar las opiniones opues­
sobre sus observaciones. Como explicamos en el capítulo 3, tas y los desacuerdos. El objeto es encontrar los puntos
toda oración con una cláusula de "porque" implica una fuertes de las diferentes opiniones e incluirlos en el propio
premisa -por lo general un juicio de valor~ que conecta la análisis de las diversas propuestas. El test de trabajo para

248
249

desarrollar argumentos. reproducido en la Muestra 4. les per­


mite a los participantes aducir razones en contra de sus defender la posición de algún otro. También les permite pasar
propias propuestas. y les da a todos la oportunidad de de la defensa de sus posiciones al examen de los méritos de
otras diferentes. Los participantes trabajan en parejas: cada
uno de ellos desarrolla su propuesta, y a continuación se
Muestra 4
intercambian el test de ida y vuelta mientras se dan razones
a favor y en contra de sus posiciones. Después de completar
el diálogo, cada "socio" escribe una cláusula con "porque" a pie
Propuesta inicial: Deberíamos ... .. ............................... ........ ............ ...... ..
de página, tomando en cuenta las opiniones opuestas desarro­
.............................................................................................................
lladas por ellos mismos.
Su "socio" reformula su propuesta: Deberíamos .......................................
Después de este ejercicio, los participantes están en condi­
.............................................................................................................
ciones de usar el mapa de argumentación completo presenta­
do en la Muestra 6. Primero necesitan ayudarse entre sí a
Usted se opone a la propuesta Inicial: No deberíamos . porque ................ ..

.............................................................................................................

Su "socio" refuta su oposición: .............................................................. ..


Muestra 5
.............................................................................................................

Usted da otro argumento en contra de su posición: ................................ .


Elija una cuestión polémica de su trabajo. Recorra los pasos siguientes con
..................................................................................... .........................
el fin de desarrollar recursos para una argumentación.

l. Fonnule una política o una cuestión ética: ¿Debería la empresa...?".


M
Su "socio" refuta su segunda objeción: '" ............................................ .... .

2. Desarrolle el enunciado de una política: MLa empresa debería...".


.................................................................................... .........................
3. Explicite qué observaciones o información respaldan esa política: "Por­
que..."
Usted da un tercer argumento en contra de su posición: .......................... .
4 . Enuncie los juicios que establecen la conexión entre la observación y la
.... ...........................................................................................................
política: "Y porque...".
5. Pregunte por qué ha elegido ese Juicio de valor para conectar la observa­
Su "socio" refuta su tercera objeción: ........ ................ ........... ................. ..
ción con la política. ¿Cuáles son los supuestos que actúan en este caso?
...... ................................................ .......................................................
6. Examine toda la argumentación y compruebe si le resulta persuasiva.
7. Adopte una opinión opuesta y desarrolle una argumentación análoga.
En vista de las objeciones. escriba unacIáusulacon "porque" quedé sustento 8. Examine las dos opiniones y recoja los puntos que considere fuertes de
a su posición: Yo sustento la posición inicial porque ............................... .. unayotra.
9. Con esos puntos fuertes. vea si puede desarrollar un enunciado de la
..................... ........................................................................................
política más amplio e inclusivo. con el correspondiente respaldo.
10. Como alternativa. utilice los puntos fuertes para limitar o condicionar
Fuente : Adaptación de A. Stolz. 1983. pág. 109.
su propia posición.
/' 11. Use el mapa de la Muestra 6 para reformular su argumentación.

250
251
respónder al conjunto de preguntas del ejercicio de refleXión Muestra 6
ética incluidas en la Muestra 5, y después escribir las respues_
tas en el mapa de argumentación. También en este caso deben
seleccionar cuestiones que les interesen entre sus experien­ Pregunta ¿Qué debemos hacer sobre .......................... .

cias de trabajo.
......................................................... .........?

El trabajo con este mapa permite a los participantes desa­


rrollar argumentaciones completas con juicios de valor explí­
citos. Una vez familiarizados con esta estrategia argumentati_ Política/acción I Debemos ............................................................

va, pueden empezar a usar los juicios de valor tradicionales


discutidos en el capítulo 5: la ética del propósito, la ética del
principio y la ética de la consecuencia. Con las nltsmas ¿Porqué? ~
Observaciones
cuestiones, los participantes pueden aplicar esas valoraciones
y llevarlas al diálogo con los juicios de valor que ellos mismos Porque ........................................................ .
ya han desarrollado. Para interpretar sus cuestione's o casos
desde los tres enfoques éticos, pueden formular las siguientes
preguntas:

Etica del propósito


¿Quiénes son los agentes?
¿Cuáles deben ser sus propósitos? Juicios
de valor Entonces. valoramos o creemos ......................... ..

¿Qué actos (medios) serán justificados por esos


propósitos (fines)?
Etica del principio
¿Cuál es la máxima (principio implícito) de la
acción?
¿Puedo querer que se convierta en una regla Supuestos Para creer eso. usted tiene que haber aceptado.
universal que yo seguiría? el supuesto de que ........................................... ..
¿Trata a los otros no sólo como medios sino también
como fines?

Etica de la consecuencia

........................................................................

¿Quién debe ser incluido en "el mayor número"?


¿Cuáles son las consecuencias probables? Limitación o Así es. de modo que pienso que debemos hacer lo que
Las consecuencias positivas, ¿exceden a las condiciona­ propongo. a menos que ................................ ..... ..

negativas? miento
/'
...........................................................................

252 253
Una vez respondidas estas preguntas se puede volver a re­ Figura 20
dactar la argumentación. usando las respuestas para extraer Etica del propósito
Potencial del agente Acción/política
de ellas la política. las observaciones y los juicios de valor. que
(medios)
se verán como en la Figura 20.
El paso final en la utilización de estas tradiciones éticas
consiste en reunirlas para lograr una comprensión más com­ Buen propósito
pleta de las dimensiones éticas de un curso de acción propues­
to. La Tabla 2 muestra qué tipo de cuestiones o criterios ofrece Etlca del principio
cada enfoque ético para el análisis de la política. las observa­ Máxima del agente Acción/política
ciones y los juicios de valor.
Utilizando esta tabla. los participantes pueden ver fácil­
mente si sus observaciones. juicios de valor y acciones pro­
puestas satisfacen los criterios de los tres enfoques éticos. Si Principios de la
no lo hacen. tal vez quieran volver a enmarcar la cuestión o universalización y del trato
desarrollar nuevas interpretaciones de los enfoques éticos. a los otros como fines
Habitualmente. la división de los participantes en subgrupos
que trabajan cada uno con un enfoque ético antes de tratar de Etica de la consecuencia
integrarlo crea más recursos para comprender las cuestiones Consecuencias probables Acción / política
que el trabajo conjunto de todos los participantes con los tres
enfoques simultáneamente. El proceso reflexivo debe dar a los
participantes confianza para decidir qué debe hacerse.
La mayor felicidad para
El siguiente paso. no siempre necesario. consiste en ver si
el mayor número
lo que hay que hacer es posible o. en otras palabras. examinar
cómo se alinea la propia propuesta con los sistemas de orga­ Tabla 2
nizaciones y las relaciones de poder. Como se señaló en el
capítulo 8. los criterios que deben usarse en la evaluación de Observaciones Juicios de valor Supuestos clave
la ética de los sistemas son la justicia y los derechos. Si el Potencial del Propósito del La vida tiene propósi-
sistema es justo y los derechos individuales se respetan. los Propósito agente o posibili­ tos. y los agentes pue­
dades latentes de agente den conocer Y realizar
grupos tendrán una base para justificar sus propuestas. En ser y hacer sus buenos propósi­
cambio. en caso contrario. hacer lo correcto es imposible o de tos.
El agente está dis-
un alcance extremadamente limitado. si se cambia el sistema. Principio Máxima implícita Universalización puesto a servir al auto-
en la propuesta e inversión desarrollo y a princi­
política pios consistentes.
En nuestro entrenamiento debemos incluir alguna práctica
del uso de los conceptos de justicia y derechos para la El mayor bien Es posible conocer Y
Conse­ Consecuencias medir las consecuen­
evaluación de los sistemas de ·organización y la distribución cuencia probables para el mayor cias negativas y las po­
del poder. Como se vio en el capítulo 8. esté análisis comienza número sitivas.

254
255

Muestra 7
con un examen de los diversos recursos o bienes distribuidos
por el sistema. A continuación se analiza de qué modo deben Bienes Tipos de Justicia Clases de derechos
. distribuirse en concordancia con su significado para las
Ejemplos) Segurid'id Igualdad o necesidad Humanos
comunidades pertinentes -la de la organización, la nacional Salarlos Igualdad y contribuci6n Humanos y contractuales
y la global-o Esto nos ofrece el conocimiento de los tipos
apropiados de justicia para los diferentes tipos de bienes. El
paso final consiste en ver qué derechos individuales corres­
ponden a las diferentes formas de justicia. También podemos
invertir el orden, desarrollar primero una comprensión de los
derechos y después examinar qué formas de justicia defien­
den. En cualquiera de los dos casos, las ideas de la justicia
(basada en el significado social de los bienes) y los derechos
(basados en el significado de la vida humana), pueden ayudar­
nos a comprender las directrices apropiadas para diseñar un
sistema de organización. A fin de analizar las prácticas refe­
rentes a esto, el lector puede emplear el test de trabajo
presentado en la Muestra 7. Enumere los bienes que su
organización distribuye en la primera columna; puede apare­
cer todo, desde información hasta espacio para aparcar. A
continuación determine en la segunda columna lós tipos de
justicia que deben usarse, y el tipo de derecho que correspon­ Cuando los participantes adquieren destreza en el empleo
de a cada tipo de justicia y el bien distribuido en la tercera del modelo de argumentación para tomru: decisiones yen el
columna. Como se examinó en el capítulo 8, los cinco tipos de análisis ético de las cuestiones, pueden comenzar a poner en
justicia son contribución, necesidad, pertenencia, mérito y práctica estas actividades en los procesos de toma de decisio­
títulos (véase la Muestra 1). Los tipos de derechos son dere­ nes de la organización. Para que esto suceda, ella misma debe
chos humanos, derechos legales y derechos contractuales o establecer las condiciones que ya hemos mencionado, y tam­
específicos del empleo. bién desarrollar una cultura que aliente esa reflexión. La tran­
El acuerdo acerca del significado social de los bienes, y sición desde el entrenamiento hasta la práctica real de la re­
sobre las formas apropiadas de justicia y derechos humanos, flexión ética exige que los participantes examinen su compren­
como mínimo tiene que decirnos a qué tipo de sistema debe sión de la cultura de la organización y de sus pautas de co­
pertenecer una organización: un sistema en el que individuos municación -temas considerados en los capítulos 9 y 10-.
y grupos puedan hacer 10 correcto. Esto requiere que el poder En el test de trabajo de la Muestra 8, los participantes tienen
de las organizaciones se utilice con justicia y sea distribuido que marcar en cada sucesión de puntos su propia posición
a quienes 10 merecen. estimada entre los dos extremos. Esto le permite al grupo
examinar sus semejanzas y diferencias sobre cada supuesto.
/'
Uniendo verticalmente con una línea las distintas marcas, se

257
256
puede ver hasta qué punto los supuestos del grupo armoniz an b. ¿Cuáles corresponden a la tarea y los recursos asigna­
entre sí. dos al grupo?
. ¿Y cuáles supuestos son los más consistentes con
Muestra 8 otros supuestos sobre los que el grupo ha estado tra­
bajando?
Supuestos sobre Elija un punto en cada continuum y conecte verU d. ¿Algunos pertenecen más a otras situaciones que a la
mente los puntos marcados para visualizar la gama
sus supuestos que se plantea?
La verdad Do~a ••••••••••••••••••••••• • Diál
La promoción de C mo se explicó en el capítulo 10, uno de los supuestos más
la productividad Teoría X •••••••••••••••••••••• TeorííaY
imp4 tantes se refiere a la comunicación. Cuando se piense en
La implantación Reglas. • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• Comunl,dad
emp nder la reflexión ética en las diferentes partes de una
de justicia orga ización, con diferentes grupos o departamentos, tam­
El significado IInstrumental. • • • • • • • • • • • • • • • •• lntrínIseco bién robablemente podrán discernirse diferentes expectati­
del trabajo vas; hábitos de comunicación. Podemos servirnos del test de
Las organizacionesl Instrumento Sistema produ :tor trab o de la Muestra 9 para analizar las pautas de comunica­
de dominación· • • • • • • • • • • • • • • • de significa,dos
Prisión psíquica· •••••••••• Contratos soc des
ción n diferentes escenarios de o;fganización. Esto incluye las
dim4 siones de la comunicación examinadas en el capítulo 9.

D pués de haber completado el diagrama de la Muestra 9,


El lector puede desarrollar su propio test de trabajo que
lo PI bable es que el lector encuentre que algunos escenarios
abarque otros supuestos de análisis importantes en el pro :eso
son mucho más indicados que otros al análisis ético. En
de la reflexión ética, o cuando se piensa en introduc r el
gen«: al, los escenarios con calificaciones más altas son más
análisis ético en un proceso de toma de decisiones. ~sto abie os a la reflexión ética. Si algunas de las dimensiones de
implica los pasos siguientes: la c( municación tienen notas muy altas -por ejemplo, un 5
en e grado de compromiso- puede que tampoco sean apro­
, 1. Enunciar los valores que conectan los datos con la pro- , piadas, porque un compromiso muy fuerte dificulta el análisis
puesta política en un argumento particular. críU . Los miembros del grupo pueden discutir sobre cuál es
2. Desarrollar los supuestos contrarios que parezcan s gni­ para llos la situación de comunicación óptima del plantea­
ficativos para los diferentes modos de afirmar los val tres. miel o de cuestiones éticas como finalidad . Cuando ya saben
3. E mplear alternativas opuestas como extremos de un con­ en q é tipo de situación trabajar mejor, pueden desarrollar
tinuum, y ver dónde se ubican a sí mismos los difere ntes estn egias para hacer que los escenarios se acerquen a ese
miembros del grupo. idea A veces, tomar conciencia de los diferentes escenarios
4. Analizar los puntos fuertes y débiles de los supue ¡tos, lesp mite a los grupos ser más responsables para desarrollar
formulando las siguientes preguntas: las ( ndiciones que necesita la reflexión ética.
a. ¿Qué supuestos parecen más pertinentes par ael Sl a organización desarrolla las condiciones para la refle­
caso? ' xión tica consideradas en la primera parte de este capítulo,

258 259
Muestra 9
BIBLIOGRAFIA
En la primera columna de la tabla enumere ocho personas o grupos
diferentes con los que usted se comunica. Incluya escenarios laborales. de
su casa, del juego y de su vida privada y pública. A continuación evalúe cada
una de las relaciones de comunicación con los comunicantes en cada una de
las siguientes dimensiones de la comunicación, usando una escala de 5 a 1
en la que 5 es alto y 1 es bajo.
A. Gama de temas Muchos 54321 Pocos
B. Propósitos de la reunión Relacionales 5 4 3 2 1 Informativos
C. Igualdad de la comunicación Igual 5 4 3 2 1 Desigual
CH. Tradición oral y escrita Oral 5 4 3 2 1 Escrita
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Walzer. M. Spheres of Justice: A Defense of Pluralism and Acton. J .. 180-1. trabajo . 208-9 .
Equality. Nueva York: Basic Books. 1983. Acuerdos: y análisis argumentati­ Análisis argumentativo : y acuer­
vo. 93-10 1; aspectos de la forja dos. 93- 101; Ytoma de decisio­
de. 83-4; marco del problema. nes. 24-6. 66- 7. 73-6; Y refle­
83-6; y diferencias políticas . xión ética, 24 -6. 74-5. 81-2; y
85-8; estrategias para los 87­ ética de la consecuencia. 128: y
94. Véase también Desacuer­ ética del principio . 120-2. 128;
y ética del propósito . 110-11 .
dos.
Administración . de los sistemas 128; ejemplo de. 77-811; mapa
de poder. 149-66. Véase del. 251-4; para la lim,ítación
también Administración par­ de las opiniones opuestas.
r ticipativa. 92-3.

267
266

Arabes. naciones . y amenazas. puestas políticas. 86-8. interpretados. 133-4; Y las relacionada con el. 96 - 100:
18"4-6. Comunicación: aspectos de la. organizaciones como agentes concepción ética del. 41-4;
Arendt. H .. 208-9. 219-32; marco de la cuestión. morales. 46- 7. lenguaje del. 37-9.
Argyris. C.: 21-2 . 219-20; dimensiones de la. Confianza: condición de la. 238­ Crecimiento de los sistemas orga­
Argumentación: desarrollo de la. 222 -32; disfuncional. 62 -5 ; 42; y poder de las corporacio­ nizacionales. 153-4.
249-250 ; ethos. logos o pathos . igualdad de la. 226-8; para la Crítica moral y flexibilidad del rol.
nes. 191-2.
238-42. (reflexión) ética. 30- 1; compro­ Conflicto. Y comunidad. 46-7. 243-4.
Aristóteles. 107-10. miso con la. 229-31; Y dimen­ Véase también Desacuerdos. Cultura: y supuestos. 194-5. i 96­
Armas nucleares: y la preocupa­ siones del significado . 228-30; Corporaciones: grupos vincula­ 7: comunal. 45-6: concepto de.
ción ética. 22-4; y la instrumen­ y propósitos de la reunión . dos a las. 26-8; 77-81. 150-3. 29-30: de la corporación. 194­
tación de la política. 89-91. 226-7; tradiciQnes orales y 157-8. 158-9; derechos con­ 6: organizacional. 29-32. 220­
Arrow. K .. 186-7. escritas de la. 227-8 ; y cultura tractuales de las. 188-9: la 1. 221-2.
Asunción de una posición. y dife­ organizacional. 220-1.221 -2 ; Y multitud como distinta de las.
rencias políticas. 85-8. presencia personal. 230- 1; 48-50; cultura de las. 194-6; China. causa y efecto en. 138-9.
Autoestima. supuestos y valores gama de temas de la. 223-4; derechos humanos de las. Churchman. C. W .. 150-1.
sobre la. 214-6. responsable. 221-3; planilla,de 187-8. 189-92; los individuos
Autoridad. topología de la. y ver­ trabajo para la. 259-60. como distintos de las. 48-9. Davidson. D. V .. 188-9 .

dad. 201-2 . . Complementariedad. y supuestos. 51-2; derechos legales de las. Deal. T. E .. 195-6.

211-2. 188-90: y monitoreo de los "Debe ser". Véase "Es" y "debe

Baloncesto. reglas escritas y no es­ Composición. falacia de la. y par­ empleados. 191-2; significado ser".
critas del. 26-7. tes y todos. 135-8. social de las. 189-90. Véase Decisiones. toma de: modelo argu­
Bennett. J .• 60-1. Comunidad: concepto de. 44-7; y también Organizaciones. mentativo para la. 24-6. 66-7:
Bentham. J .. 121-5. derechos del empleado. 182-8; 73-6 ; aspectos de la. 53-5; y
Consecuencia. ética de la: agen­
Bienes: criterios para la distribu ­ justicia comunitaria. 205-6 ; diferencias entre supuestos y
cia y escena en la. 105-6; valores. 193-217: marco de la
ción de los. 181-3; significado moral. la organización como . análisis de la. 121-8; y mapa
especial de los. 180-1. 254-7. 44-7; 233-6; organizacional. y cuestión. 53-5; como proceso
argumentativo. 252-4. 255; y de elección. 246-9 ; criterios
Boulding. K .. 156-7. 159-62. 177­ sistemas organizacionales.
168-9; la organización como. supuestos. 199-200.215-7; y para evaluar los recursos en la.
8 . 184-6.205-6.207. 236-7.

Burke. K .. 103-5. 133-4.


204-6; de poder. 222-3; signifi­ causa y efecto. 137-42; Y rela­ 64-9; diamante para la. 55-7 .
cado social de la. 179-81. ciones retóricas. 134-5. 109-10. 120-1. 126-7: refle­
California. perspectiva de terremo­ Comunidad moral. la organización 137-42. xión ética para la. 21-6: ejem­
to en. 34 . como. 44-7. 233-6. Consistencia. y razonamiento. plo de . 77-81 : los h echos en la.
' Cambio : y causa y efecto . 138-9 ; de Concepción del mundo . las accio­ 118-9. 131-47; y la lógica de la refle ­
los sistemas. 150- 1. nes correctas en la. 84-6 . xión ética. 69-74: yla organiza­
Consumo de drogas . test sobre el:
Capacidad disminuida. litigio por. Concepción libertarista de lajusti­ ción como agente moral. 48-50;
acuerdo a partir del desacuer­ recursos para la. 51 -2. 53- 71.
y agencia moral. 43-4. cia. 170-3. do sobre el. 86-7. 89-90 . 92 -3.
Cargo. y justicia. 176- 7 . Concreto. aspectos de lo . 142-6 . 77-81; pasos de la. 53-5. 55-7:
Consultorio externo: y las partes y entrenamiento en la. 246-60.
Casa segura. 195-6 . Condición-consecuencia. y causa
el todo. 135-6 ; revelación del Deontología: Véase Principio . éti­
Caso especial. falacia del. y ética y efecto. 137-9.
del principio. 118-9. Condiciones necesarias y suficie n­ error del. 105-7 . 108-9. 109­ ca del.
Castigo. amenazas de. 237-8. tes. y supuestos y valores. . 10. 118-9. 125-6. Declaración de los Derechos Hu­
Causa. síntoma confundido con la. 214-6. Constitución norteamericana: manos de las Naciones Unidas .
140-1. Conducta: y acción. perspectiva Cuarta Enmienda. 188-9: y 183-6 .
Causa y efecto: aspectos . 137-42. ética de la. 36-40; explicada. derecho a la privacidad. Departamento de Defensa de los
Código de ética. insuficiencia del. 38-40. Estados Unidos . y las partes y
186-7.
20-2. Conductismo: y la perspectiva éti­ el todo . 135-6 .
Contraste. aspectos del. 145-7. Derechos: aspectos diversos . 167­
Colisión de juicios de valor y pro­ ca de la aeción . 36-8; y hechos Control: la rendición de cuentas

268 269
192: contractuales. 186-8. 188­ del principio. 115-7. 117-9. y los sistemas organizaciona­ ralmente. 234-5.
9: de las corporaciones. 187-92: Dilemas ("o esto o aquello"): una les. 26-30. 236-8; positiva y Grlswold contraeonnectlcut.
de los empleados. 182-88; posicióh indagatoria. 57-8; y negativa. 20-1. Véase también 186-7.
humanos; 183-7. 187-8. 189­ opiniones opuestas. 84-5. Preocupación. ética de la; Pro­ Grupos de control. y hechos inter­
92. 236-7; individuales y ética Diálogo. dogma en contlnuum con. pósito. ética del. pretados. 140-1. 146-7 .
de los sistemas. 26-7. 170-1; su 201-3. Europa: representación en las Grupos. e individuos en la toma de
relación con la justicia. 45-6. Diferencia. principio de la. y justi­ Juntas de las corporaciones. decisiones. 54-5.
168-9. 179-80; legales. 186-7. cia. 172-3. 174-5. 180-1. 75-6; flexibilidad del rol en. Grupos vinculados: energía de los.
188-90; Y poderes. 234-5; en­ 187-8. 243-4; y cambios de los siste­ 152-3; entradas de los. 158-9;
trenamiento en. 254-7. Dignidad. el precio como distinto mas. 154-6. 184-6. voz política de los. 77-81: dere­
Derechos contractuales: de las de la. 117-8. 189-90. Excelencia. supuestos y valores chos de los. 26-8: y los organi­
corporaciones. 188-9; de los Dinero y justicia. 176-7. 189-90. sobre la. 205-9. zadores del sistema. 157-8:
empleados. 186-8. Discurso. nivel del. en la toma de Explicación. concepto de. 38-9. concepción sistémica de los.
Derechos de las corporaciones: y . decisiones. 64-6.71-2. Exxon. y la responsabilidad por el 150-2. Véase también Intere­
justicia. 187-92; y ley de agen­ Discriminación inversa. 145-6. derrame del petróleo. 48-9. sados.
cia. 188-90. División. falacia de la: y causa y. 50-l. General Motors. y la representa­
Derechos humanos: de las corpo­ efecto. 139-40; y las partes y el ción en las juntas de la corpo­
raciones. 187-8; 189-92; de los todo. 135-8. Fábrica de piel. 110-4. ración. 75-6.
empleados. 183-7; y poder. Dogma. diálogo en contlnuum con. Falacia: de la manzana podrida. Generalizaciones: aspectos de las.
236-7. 201-3. 19; de la composición. 135-8; 141-3; de la experiencia. 141­
Derechos legales. de las corpora­ de la división. 135-8. 139-40; 3; precipitadas. 141-2.
ciones. 188-90; de los emplea­ Educación avanzada. opiniones de la verdad a medias. 66-7: Gilligan. e .. 197-200.
dos. 186-7. sobre la. 41-3 . naturalista. 39-41. 108-9; Guerra de Vietnam: interpretación
Desigualdades. su justificación. Elección: en la toma de decisiones. post hoc ergo propter hoc. 139­ de los relatos. 142-3; y juicios
180-2. 246-9; y poder. 43-4. 41; del caso especial. 118-9. de valor. 59-61.
Des Jardins. J. R .. 186-7. Empleados temporarios: y teoría Falacia naturalista: y la perspec­ Gullett. e. R.• 37-8.
Desacuerdos: y péntada de la ac­ del intercambio. 207; justicia tiva ética. 39-41; Y la ética del Gusdorf. G. 35-6.
ción. 103-5; acuerdos forjados a con los. 170-1. 174-6; 177-8; Y propósito. 108-9.
partir de los . 83-10 1; Y análisis poder organizacional. 163-5. Feminismo: ética feminista y dife­ Halévy. E .. 123-4.

argumentativo. 24-5 ; sobre los Véase también Empleados. rencias de supuestos. Hall. B .. 186-7.

supuestos. 61-2; actitudes so­ Entropía: y sistemas abiertos. 197-200. Harrison. R .. 123-4.

bre los. 61-2; manejo de los. 22­ 153-6; y mantenimiento de los Fines y medios: ética del princi­ Hechos: abstractos y concretos.

4; lógica de los . 83-5; para sistemas. 156-7. pio. 117-9; y ética del propósi­ 142-6; atributos de los. 131­
monitorear la instrumentación "Es" y "debe ser": lenguaje descrip­ to. 107-8. 108-10: internos y 47: marco de la cuestión. 131­
de las políticas. 89-91; sobre las tivo y normativo. 65-6; pers­ externos. 108-110; y las par­ 33; y causa y efecto. 137-42:
observaciones. 59-60; opinio­ pectiva ética. 39-44. tes y el todo. 135-6. semejanza y contraste. 145-7:
Fisher. R.. 57-8.
y generalizaciones y casos es­
nes opuestas. 61-3; y la formu­ Escucha. en la toma de decisiones. Flexibilidad del rol. condición de
pecíficos. 141-3: y partes y
lación de políticas. 92-4; sobre 62-3. la. 243-5 . todo . 134-8; blandos y duros.
las propuestas políticas . 69-71 : Estabilidad en el empleo. y cam­ Folbre. N.. 184-6.
para la limitación de las políti­ bio. 177-8. 132-3.
Franqueza: juicios de valor. políti­ Honeywell. y los supuestos. 204-5.
cas . 90-3; estrategias para Estado estable. de los sistemas cas y la. 87-8.

abordar los. 87-94; sobre los organizacionales. 153-6. Hospitales. políticas limitadas en
French. P.• 21-2. 48-50.

juicios de valor. 60-1. Véase Etica: y supuestos. 36-7; concepto Fried. e .. 174-5.
los. 90-3. 242-3.
también Opiniones opuestas. de la. 20-2 . 23-4; descriptiva y Howard. R.• 164-6.
Despido sin causa justificada. 186­ normativa. 41; como las leyes Galbraith. J. K.. 158-9. 159-62. Humor: en la comunicación multi­
7. de la li!;>ertad. 117-8; la vida 162-3. 176-7. 189-90.236-7. dimensional. 229-30; Yla flexi­
Devolución de préstamos. y ética moral relacionada con. 234-5; Ganarse la vida. 28. 113-4; mo­ bilidad del rol. 243-4.

270 271
Igualdad; y comunicación. 226-8. de las propuestas políticas y Kennedy. A. A.. 195-6. Motivo: la intención como distinta
Igual libertad. y justicia. 172-3. los. 86-8; como recursos para Kerr. S .. 137-8. del. 49-50; el propósito como
174-5. la toma de decisiones. 54-5 . distinto del. 113-5.
hnperativo categórico. y ética del 55-7; Y reflexión ética. 22-4; Laqueur. W.. 183-4. 184-6. Motivo de la utilidad. y propósito
principiO'. 116-8. 118-9. implícitos. 72-3; y lógica de la Latinoamérica. amenazas en. de las organizaciones. 113-5.
Inclusión. condición de la. 242-4. reflexión ética. 69-74; y térmi­ 184-6. Mujeres. reclutamiento de: la
Indagación. condición de la. nos normativos. 65-6. 66-8. Lenguaje: connotación y denota­ toma de decisiones en el, 67-9.
244-6 . 71-2; asunción de una posición ción. 35-7; al servicio del con­ Multitud. la corporación como dis­
Individuos: las corporaciones como sobre los. 85-7; planilla de tra­ trol o de la entrega de poder. tinta de la. 48-50.
distintas de los. 48-9. 51-2; Y bajo para los. 248-50. 37-9; y hechos interpretados.
grupos en la toma de decisio­ Justicia: rendición de cuentas y 133-4; moral. 57-8; ycomuni­ National Semiconductor. y las
nes. 54-5; intereses de los. 122­ control en su relación con la. cación organizacional. 220-2; partes y el todo. 135-6.
4; como agentes morales. 43-5; 100-1; aspectos de la. 167­ y perspectivas . 34-7. Nivel de discurso. en la toma de
las organizaciones como distin­ 192; supuestos y valores sobre Ley de la agencia. y derechos de decisiones. 64-6.71-2.
tas de los. 137-8; derechos de la. 204-206; marco de la cues­ las corporaciones . 188-90. Normas: y diferencias políticas.
los. 26-8. 170-1. tión. 167-170; circunstancias Libertad: y ética del principio. 85-8; como juicios de valor. 87­
Información: y supuestos y valores de la. 173-4; concepción am­ 117-8. 118-9; individual. 124­ 8.
sobre las consecuencias. 215­ plia de la. 180-183; y derechos 6; leyes de la. 117-8. Nozick. R. 170-1. 172-3. 174-5.
7; en la reflexión ética. 25-6; de las corporaciones. 187-92; y Líderes. personalidades sintéti­ 175-6. 180-1.
flujo de la. 220-1; reuniones derechos de los empleados. cas de los. 162-3. Nye. R. D .. 36-7.
informativas. 224-5; derecho a 182-8; e igualdad de la comu­ Limitación. de las políticas. 90-3.
la. 236-7. nicación. 226-7; y ética de los Lógica: del desacuerdo . 83-5; de Observaciones: y acciones. 110­
Intención: el motivo como distinto sistemas. 26-8; formas de la. la reflexión ética. 69-74. 11. 120-1. 126-7; atributos de
de la. 49-50. 169-70. 180-3; como funda­ las. 57-60; como recurso para
Interesados: supuestos y valores mento de los derechos. 179-80; Macklin. R .. 105-7.
la toma de decisiones. 54-6; y
de los. 213-5; inclusión de los . Y desigualdades . 169-92; con­ Maclntyre. A. 108-36.
términos descriptivos. 59-60.
242-4.Véase tambIén Grupos cepción libertarista de la. 170­ Marx. K .. 208-9.
64-6. 66-7. 71-2; desacuerdo
vinculados. 3; concepción pluralista de la. Mason. R. O .. 30-1. 193-4.243-4.
en el nivel de las . 99-100; y
Intercambio. teoría del: y supues­ 175-81; derechos a la. 45-6 . May. L.. 51-2 .
lógica de la reflexión ética. 69­
tos. 205-9; y ética. 237-8. 168-9. 179-80; con reglas o Mantenimiento de los sistemas.
74; toma de posición sobre las.
Intercambiador. el. y el significado comunitaria. 205-6; concep­ 156-62 . 85-6 .
del trabajo. 205-7. ción liberal-social de la. 172-6; Manzana podrida. falacia de la. Olbrechts-Tyteca. L.. 137-8. 138­
Intereses: identificación artificial entrenamiento para la. 254-7 ; 19. 9. 144-5.
de los. 123-4; individuales y y confianza. 241-2; como juicio McCoy. C. S .. 21-2. 44-5.50-1. Opciones. desarrollo de. y supues­
públicos. 122-4. de valor. 30-1 ; concepciones de MacGregor. D .. 203-5. tos. 200-1.
Integración y ética. 237-8; de las la. 169-83. Medios. Véase Fines y medios. Opiniones opuestas: atributos de
organizaciones. 220-1. 237-8. Justicia. la. según la concepción Mentalidad ~yo gano- tú pierdes ~. las. 61-3; como recursos para
Interpretación: características de social-liberal, 172-6 . y los acuerdos. 83-4. la toma de decisiones. 54-6;
la. 132-5. método cuádruple de. Justificación. concepto de. 38-9; y Miedo. pedagogía del. 199-200. como recurso. 84-6; planilla de
228-9. enunciados normativos. 71...2. Mill. J. S .. 121-2. 122-3. 124-6. trabajo . 249-50. Véase tam­
Minogue. K.. 183-4. bIén Desacuerdos.
Johnson. L. B .. 59-60. Kahn. R. L.• 152-7.219-20. Mitroff. 1. l.. 30-1. 193-4. 243-4. Organizaciones: rendición de
Juicios de valor: yacciones. 110-1. Karnmer. C. L.. 45-6. Monitoreo: de los empleados. cuentas y responsabilidad en
120-1; en el modelo argumenta­ Kant, E. 115.-9. 122-3. 125-6. 137­ 191-2 ; de la instrumentación las. 19-21; las acciones de las.
tivo. 95-100; los supuestos 8. 189-90.208-9. de las políticas. 89-91. 103-29; supuestos analizados
como distintos de los. 41-4; Kanter. R. ~.. 161-3. 165-6. Moore. G. E .. 39-40. . por las. 29-32; la comunica­
atributos de los. 59-61; colisión Katz. D .. 152-7.219-20. Morgan. G .. 162-3.209-10. ción en las. 219-32; como co­

272 273
mu-nidades. 168-9.204-.6: cul­ Perspectiva ética: de la acción y la te en la. 104-6; análisis de la. monitoreo de la instrumenta­
tura de las. 29-32. 220-1. 221­ conducta. 36-40; aspectos del 115-22; y mapa argumentati­ ción de las. 89-91; y términos
2; toma de decisiones en las. 21­ desarrollo. 33-52; marco de la vo. 252-4. 255; y ética feminis­ prescriptivos. 64-6. 66-7.71-2;
6; que quitan poder. 164-5; cuestión. 33-7; de la organiza­ ta. 197-8; y las partes yel todo. limitación de las. 90-3; toma de
impulsos en las. 90-2; elemen­ ción como agente moral. 46-52; 135-6; y relaciones retóricas. posición sobre las. 85-7.
tos de las. 21-32; como siste­ de las organizaciones como 134-5. 144-6. Puntos específicos. aspectos de
mas energéticos. 152-3; preo­ comunidades morales, 44- 7; Privacidad. como derecho consti­ los. 141-3.
cupaciones éticas de las. 19-32; del "debe ser" y el "es". 39-44; tucional. 186- 7.
condiciones de la reflexión ética de las personas como agentes Propósito. ética del; agente. pro­ Razonamiento. y consistencia.
en las. 233-60; la reflexión ética morales, 43-5. pósito y acto en la. 104-5; 118-9.
en las. 21-6; Yética de la conse­ Perspectivas; complementariedad análisis de la. 107-16. 128; y Ralph. W. 105-7, 108-9. 118-9.
cuencia. 121-8; y ética del prin­ de las. 211-2; ejemplos de, 33­ mapa argumentativo. 252-4. 125-7. 135-6. 199-200.
cipio. 115-22; y ética del propó­ 4; y hechos interpretados, 132­ 255; y relaciones retóricas. Rand. A .. 205-7. 208-9.
sito. 107- 16; la comunidad 4; de la justicia. 169-83; y len­ 134-5. 135-6. 137-8. Rawls. J .. 28. 170-1. 172-6. 180­
humana en las. 28-30; imáge­ guaje. 34-7. Véase también Propósito; el motivo como distinto 1. 187-8.
nes de las. 209-12; los indivi­ Perspectiva ética; Opiniones del, 113-5. Realidad. y supuestos básicos. 41­
duoscomodistintosdelas.137­ opuestas. Poder; y elección. 43-4; condicio­ 52.
8; integración de las. 220-1. Personal, su participación en la nes del, 235-8; y ética de los Recompensa. sistemas de. ycausa
237-8; justicia ~ derechos en toma de decisiones. 33-4. 44-5. sistemas. 26-8; y justicia. y efecto, 137-8.
las. 167-92; como agentes mo­ Véase también Administración 176-8; de las organizaciones. Recursos para la toma de decisio­
rales. 46-52; como comunida­ participativa. 161-6. 189-90; relaciones de. nes; y modelo argumentativo.
des morales. 44-7.233-8; natu­ Personalidades sintéticas de los 165-6; fuentes e instrumentos 74-6; aspectos de los. 54-65;
raleza de las. 209-12; supues­ líderes. 162-3. del. 158-63; en los subsiste­ concepto de. 53-5; su coordi­
tos y valores sobre las. 209-12; Posición. asunción de una. 85-8. mas . 159-61; subsistemas nación. 68-71; criterios para
poder de las. 161-6. 189-90; Precio; distinto de la dignidad. d~l. 149-66. su evaluación. 64-9; en un
propósito de las. 110-5; recur­ 117-8. 189-90. Poder. entrega de; y comunica­ ejemplo de decisión. 70-81; las
sos de las. 114-5; normas de rol Preguntas; para la evaluación de ción . 221-3. 230-1; a los em­ diferencias como. 211-4; en las
en las. 156 -7; roles y relaciones los supuestos. 202-4; y pers­ pleados. 164-6; lenguaje de la. organizaciones. 114-5; signifi­
en las. 158-61; subculturas de pectiva ética. 34; para la refle­ 37-9. cado social de los . 192.236-7.
las. 30-31; como sistemas de xión ética. 54-5. 68-9. 248-9; Posición original y justicia. 173-4. Reflexión ética; niveles abstracto y
poder. 149-66 . Véase también de indagación. 245-6; para la 174-5. concreto de la. 142 -6; y análisis
Corporaciones. política. la observación y los PO$t hoc ergo propter hoc. falacia argumentativo. 24-6 . 74-5 . 81­
Organizadores de los sistemas; y juicios de valor. 252-6 ; y pro­ del. y causa y efecto. 139-41. 2; aspectos de las condiciones
justicia. 177-8. 184-6; Y siste­ puestas políticas. 56-8. Pluralismo ; y supuestos. 200- 1. para la. 233-260; y supuestos.
mas de mantenimiento. 156-8. Premisas; en la toma de decisio­ 211-2; Y comunicación. 231­ 41-44 ; marco de la cuestión.
159-62. nes. 69-72. 81-2; implícitas. 2; y justicia. 175-81. 233-6 ; y causa y efecto. 137­
OToole. J .. 193-4. 204-5. 248-50. Productividad; supuestos y valo­ 42 ; comunicación para la. 219.
Preocupaciones éticas; aspectos res sobre la. 203-5; yadminis­ 32 ; y semejanza y diferencia.
Pantalla terminista, y hechos inter­ de las. 19-32; supuestos anali­ tración participativa. 138-40. 145-7; naturaleza compuesta
pretados. 133-4. zados de las. 29-32; marco de 140-41. de la. 71-2; y consenso. 129;
Partes, las. y el todo; aspectos. la cuestión. 19-22 ; y el proceso Propuestas políticas; atributos de toma de decisiones en la. 53­
134-5, 137-8; Y causa Y efecto. de la reflexión ética. 2 J -6; Y las. 56-8; colisión de juicios de 82; ejercicio de la. 251-2; y
139-40. ética de los sistemas. 2 '3-30. valor y. 86-88; como recurso generalización y puntos especí­
Péntada, para las acciones. 103-5. Preocupación. ética de la. y su­ para la toma de decisiones . ficos. 141-3; y juicios de valor
129. puestos . 199-200. 53-4. 54-6 ; Y hechos. 131-2; implícitos . 72-3; condición de
Perelman, C .. 137-8, 138-9. 144-5. Principio. ética del; y lo abstracto Y su formulación. 92-4; y lógica la inclusión en la. 242-4; con­
Persona. concepto de. 49-51. lo concreto. 144-6; acto yagen­ de las reflexión ética. 69-74; dición de la indagación en la.

274 275
244-6: instrumentos de poder y Respuestas emocionales . lugar de Shultz. G .• 191-2.
lor. sus diferencias. 41-4: vo­
organizadores de los sistemas las . 239-40. Smith. A .. 123-4.
ces de las subculturas y. 199­
en la. 161-2: vigorización me. Reuniones . informativas o relacio­ Sócrates. 124-5.
200: planilla de trabajo para
diante la. 260; como proceso de nales . 224- 7. Solidaridad. concepto de. 45-6.
los. 257-9.
aprendizaje. 83-4. 93-4; lógica Robbins. S . P .. 209-11. Subculturas: supuestos de las

de la. 69-74; y comunicación Rol. flexibilidad del. 243-5: nor­ wces de las. 199-200. organi­ Teleología. Véase Propósito. ética
multidimensional. 228-30; par­ mas del rol. 156-7; organiza­ zacionales. 30-1. del.
tes y todo en la. 134-8; cC)ndicio­ cional. 158-61. Sudáfrica. inversiones en. 115-6: Términos descriptivos. yobserva­
nes de poder para la. 235-8; Rubin. B .• 182-6. amenazas en. 184-6. ciones. 59-60. 64-6. 66-7.
premisas de la. 116-117; proce­ Suecia. política de la Volvo en. 86­ 71 -2.
sos de la. 21-6; propósito de la. Semejanza. aspectos de la. 145-7. 7. Términos expresivos (expositivos).
234-5; preguntas para la. 54-5. Schein. E. H .. 29-30. 194-5. Sporck. e .. 135-6. y supuestos. 65-6. 67-8.
68-9. 248-9; condición de lafle­ 201-2. Stoltz. A. 250n. Términos normativos. y juicios de
xibilidad del rol para la. 243-5; Schon. D . A.. 21-2 . Supuestos básicos. Véase Su­ valor. 65-6. 66-8.71-2.
y los puntos fuertes de las dife­ Schutz. A .. 29-30. 30-1. puestos. Términos prescriptivos. y pro­
rencias. 92-3; y la asunción de SIDA. Y recursos para la toma de "Subasta del encargo": la visión puestas políticas. 64-6 . 66-7.
una posición. 85-6 ; entrena­ decisiones . 62-5. sistémica. 149-51. 156-8. 71-2.
miento para la. 246-60: condi­ Significado. dimensiones del. 226­ Supuestos: y acciones. 110-11. Teoría X. y teorͪ- Y. 203-5.
ciones de confianza para la. 30. Véase también Significado 120-1. 126-7: análisis de los. Terry. R. W .. 226-7.
238-42: planilla de trabajo para social. 29-32: análisis de las diferen­ Títulos. y justicia. 170-1. 180-1.
la. 248-50. Significado sociai: de la comuni­ cias entre valores y. 193-217: Todo. el. y las partes. 134-8. 139­
Reisen. R.. 37-8. dad. 179-81; de las corporacio­ del otro. 199-200; atributos de 40. .
Relatos: generalizaciones y puntos nes. 189-90: de los bienes . .~
los. 60-2: conciencia de los. Topología de la autoridad. y ver­
específicos en los. 142-3. 180-1. 254-7: de los recursos . 196-201: marco de la cues­ dad. 201-2 .
Rendición de cuentas: control rela­ 192: 236-7: de los valores . 196­ tión. 193-7: básicos. 41-52: Toulmin. S. 73-4.
cionado con la. 96-100; y las 7; del trabajo . 177-80. concepto de . 29-30. 193-5; Trabajo: acción y afán como dis­
Silogismo. en la toma de decisio­ sobre las consecuencias. 215­ tintos del. 208-9: significado
preocupaciones éticas. 19; y las
nes . 69-71 . 74-5. 7: y la cultura. 194-5. 196-7: humano del. 205-9: significado
personas como agentes mora­ como recursos para la toma de
les. 43-4. Síntoma. su confusión con la social del 177-80.
causa. 140-1. decisiones. 54-6: diferentes. y Trabajo de equipo. y supuestos.
Reparto justo. y la justicia. 174-5 . valores compartidos . 200- 14:
Sistemas: aspectos de los . 149-66; 195-7.
Responsabilidad estricta. y res­ de la ética. 36 -7 : evaluación de
marco de la cuestión. 149-52 ;
ponsabilidad . 50-l . los . 202-4 : sobre la excelencia.
cerrados . 151 -3 : concepto de. Union Theological Seminary. y los
Responsabilidad: y comunicación. 150-1 : carácter dialéctico de 205-9 : y términos expresivos. juicios de valor. 60-1.
221-3; concepto de. 20-2 ; deno­ los . 154-6; dinámica de los . 65-6. 67-8: investigación de Ury. W.• 57-8.
tación de la. 35).¡; y preocupa­ 154-6: ecológicos y humanos . las diferencias de. 197-200: Utilitarismo. Véase Consecuen­
ciones éticas. 19-20; y la organi­ 151-3; 'é tica de los . 26-30. 236 ­ sobre la justicia. 204-6 : sobre cia. ética de la.
zación como agente moral. 46­ 8 ; excesos de los . 159-61; Y la nª-turaleza de las organiza­
52; de las partes y el todo;) 35­ derechos humanos . 183-6 ; de ciones. 209- 1O: y desarrollo de Valdez . derrame de petróleo del. y
8 ; pOsitiva y negativa. 20- 1\ desigualdades . 167-92; y cono' opciones. 200-1 : sobre la pro­ las organizacion es como a gen­
Relaciones: de las corporacion~~ . cepción libertarista. 170-73. ductividad . 203-5: y realidad . tes morales. 45-9. 50-l.
149-66; y hechos interpreÚi'.. 180-1 : mantenimiento de los . 41-52: sobre la autoestima. Valores : análisis de las d iferencias
dos. 133-4; reuniones relacio­ 156-62; abiertos . 152-4; y 214-5: compartidos . y valores e ntre supuest os y . 193-217:
nales. 224-5: organizacionales . comunidad organizacional. diferentes . 213-7: asunción de sobre las consecuencias . 215­
158-61 : de poder. 165-6: recí­ 168-9: las organizaciones una posición sobre los . 85-6: 7: diferentes. y supuestos com­
procas. 146-7. como. 26-30. 151-6: y relacio­ sobre el descub rimiento de la partidos . 213-7 : sobre la exce­
Renier. J .. 204-5. nes recíprocas. 146-7. verdad. 200-3: y juicios de va­ lencia. 205-9 : ins tru mentales

276 277
o intrínsecos. 209-10: sobre la la. 200-3.
justicia. 204-6: sobre la natura­ Verdades a medias. falacia de las.
leza de las organizaciones. 209­ y observaciones. 66-7.
12: sobre la productividad. 203­ Vida moral. su relación con la éti­
5: sobre la autoestima. 214-6: ca. 234-5.
compartidos. y supuestos dife-. Volvo. planta: seguridad de los
rentes. 200-14: sociales. 196-7:
sobre el descubrimiento de la trabajadores en la. 86- 7.
verdad. 200-3.
Velásquez. M. G .. 48-51. 135-6. Walzer. M .. 170-1. 175-81. 192.
186-7. 241-2.
Verdad. supuestos y valores sobre Watergate. 106-7.

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278

Marvin T. Brown

Marvln T. Brown ha pasado diez años de su


vida Impartiendo diversas asignaturas rela­
cionadas con la é~lca social y el pensamiento
critico en el College of Professlonal Studles,
de la Universidad de San Francisco. También
es consultor de ética organlzaclonal.

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