Sin ti
Era el inicio de primavera. Algunos dias
lloviznaba en la Ciudad J y en otros habia
mucho sol. Las plantas a lo largo de las zonas
escénicas en el centro de la ciudad
comenzaron a explotar en
un deslumbramiento de colores. Las flores de
durazno también comenzaron a florecer en
varias atracciones turisticas. Cuando terminé
de atar los cabos sueltos en la Ciudad J, llevé
a Marisol conmigo a comprar boletos de avidn
hacia la Ciudad K.
En el aeropuerto.
Javier y Nicolas insistieron en acompafiarnos
hasta la puerta de embarque. En particular,
Javier lucia reacio a separarse de Marisol
mientras la cargaba.
—No entiendo por qué te tienes que ir cuando
puedes tener una buena vida aqui en la
Ciudad J.
—Claramente recuerdo a alguien que ayer dijo
que era importante no despedirnos en malos
términos. ;Te preocupa dejar a Marisol
conmigo?
—Tu eres su madre zpor qué meSin ti
preocuparia? Ya vete. Deja de ser una
molestia y vete de aqui.
Solo llevaba una maleta de mano pues para
empezar, no tenia muchas cosas. Seria una
molestia arrastrar el resto de mis pertenecias
en la ciudad con Marisol, asi que solo
empaqué su biberdén y sus pafales.
Nicolas le habia dado instrucciones al
personal del vuelo, asi que cargaron todo a
bordo con anticipacion.
—iDe verdad no te vas a despedir de Alvaro?
—pregunto Javier con inquietud al ver que se
acercaba el momento. Yo solo sacudi mi
cabeza y sonref.
—Este es un gran problema con los
Montenegro, asi que seguro esta ocupa
tratando de prevenir la ira de Zacarias. Dudo
que pueda tener tiempo para despedirse de ti
—exhald Javier.
No respond/ nada. Después, observe a Javier
con los boletos en la mano mientras él se
despedia de nosotras. El se atraganté con sus
lagrimas, como si ya estuviera extrafiando a
Marisol.Sin ti
—jMandame un mensaje cuando se hayan
establecido! jlremos a visitarlas!
Asenti en respuesta.
—jNos vemos! —dijo Nicolas con una mano en
su bolsillo.
—jAdids, chicos! —dije con una sonrisa.
Una vez en la cabina de primera clase, la
azafata trajo una almohada de bebé para
Marisol y uso un asiento de seguridad para
nifios a mi lado.
Tomar un vuelo por primera vez debi6 ser una
experiencia muy emocionante para Marisol
pues ella no parpaded en 4 horas. Su
apariencia adorable me asegurd que de vez en
cuando, una azafata vendria a interactuar con
ella hasta llegar a nuestro destino. Fue hasta
que desembarcamos que la pequefia se
quedo dormida sobre mi pecho.
Una vez afuera del avion, tenia planeado
tomar un taxi para que nos llevara directo al
hotel cuando de pronto recibi una llamada de
Jonathan. Apagué mi teléfono y me enfoqué
en encontrar un taxi. Mientras esperaba, un
Bentley negro seSin ti
detuvo frente a mi. Después, bajaron la
ventana del auto. Jonathan lucia mas delgado
desde la ultima vez que lo vi hace varios dias.
Sus facciones se habian vuelto demacradas.
—Es dificil encontrar un taxi en el aeropuerto y
el trafico se saldra de control cuando se
acerque la hora pico. jDeberias subirte! —dijo
Jonathan.
Vi a un taxi girar no muy lejos de mi, asi que
ignoré a Jonathan y caminé hacia el taxi.
Cuando entré, le indiqué el destino al
conductor, quien sintid curiosidad al ver a una
nifa conmigo.
—iVino ala Ciudad K de visita?
Negué con la cabeza y bajé la voz porque
Marisol estaba en un profundo suefio.
—Vine a arreglar unos asuntos.
El conductor sonriéd mientras encendia el
motor.
—{De trabajo?
—jSip! —dije mientras asentia.Sin ti
—Mi hija tiene la misma edad que usted. Es
dificil para ustedes los jévenes que tienen que
llevar a sus nifios al trabajo —lamento
mientras miraba el espejo retrovisor. Lo que
vio lo hizo fruncir el cefio y después dijo:
—No sé qué sucede con ese Bentley atras de
nosotros. Nos ha estado siguiendo desde el
aeropuerto. ;Usted sabe quién es?
—jNop!
Por suerte, escapamos del trafico y llegamos
al hotel en 40 minutos. Al bajar del auto, me
dirigi directo a dentro del lugar. Jonathan
seguia detras de nosotras. Mientras me
registraba en el hotel, la chica frente al
escritorio levantaba su mirada para echarle un
vistazo al chico apuesto a mi lado, quien tenia
una mano dentro de su bolsillo.
—~Quiere que le ayudemos con su equipaje,
sefiorita?
—jNo hace falta, yo lo haré! —dijo Jonathan
antes que yo. La chica se qued6 pasmada y
dijo:—jSefior Arias!
Jonathan solo asintid. Después, tom6é la
maleta que habia dejado en el piso y también
tomo la tarjeta llave que la chica tenia en la
mano antes de dirigirse hacia el elevado. Yo
frunci el cefio, pero no dije nada para
detenerlo.
Una vez dentro de la habitacion, Jonathan se
dio cuenta de que yo no estaba dispuesta a
conversar y fue a revisar el interior para
asegurar que fuera seguro. Cuando qued6é
satisfecho, pidid servicio a la habitacion.
Fue un largo dia y me sentia un poco
exhausta. El hombre no daba sefiales de que
fuera a retirarse.
—Si no vas a decir nada mas, jiré a descansar!
Sus ojos oscuros se iluminaron cuando tomé
la iniciativa de hablarle.
—Pedi comida. Deberfas comer algo antes de
irte a la cama. Te prometo que ni siquiera
notards mi presencia.
«Ay, olvidalo». Me dirigi al bafio paraSin ti
lavarme la cara y después saqué el biberdn y
los pafiales de Marisol. Planeaba darle de
comer en cuanto despertara y después
cambiarle el pafal.
El servicio de habitacion llegé en poco tiempo.
La comida que Jonathan pidié era ligera y
adecuada a mi gusto.
—Ya trajeron la comida. jYa vete! —dije
mientras miraba a Jonathan. El intento decir
algo, pero cambio de opinion al ver que mi hija
se habia despertado.
—Ya se desperto, asi que sera mas facil si yo
la cuido mientras tu comes. jMe iré en cuanto
termines!
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Oo} Jy Unite a la comunidad!Sin ti
En efecto, me sentia hambrienta, asi que no
protesté y segui comiendo antes de que el
encargado recogiera nuestra comida de la
mesa. Por otro lado, Marisol seguia llorando,
lo que atribui a que estaba en un ambiente
desconocido y procedi a cambiarle el pafial.
Por lo general no suelo utilizar el agua de los
hoteles asi que luego de pensarlo un poco, le
dije a Jonathan:
—Voy anecesitar un poco de agua mineral al
tiempo.
E| asintié cuando se dio cuenta para qué la
necesitaba y salid de inmediato de la
habitacion. Aproveché que no estaba para
alimentar a Marisol y la nifia se calm; tiempo
después, cuando Jonathan regreso, le pidio a
alguien que trajera un dispensador de agua
diferente, un barril de agua mineral y una tina
nueva.
—Creo que podrfas usar esto para bafiar a
Marisol, ya sabes... Como su piel es sensible...
—Me miré con atencién.
Asenif y tomé un poco de agua para |impiar la
carita de la pequefia, quien después de haber
dormido y comido lo suficiente, parecia estar
de buen humor.Sin ti
Jonathan tenia a mi hija entre sus brazos
cuando me quedé dormida sofa; al despertar
ya era de noche y me levanté asustada
cuando me di cuenta de que Marisol no
estaba a mi lado, la manta que tenia encima
comenz6 a caerse por mi cuerpo mientras
miraba por toda la habitacién y la nifia no
estaba a la vista. Traté de mantenerme cuerda
y tomé mi teléfono para marcar a Jonathan
pero antes de que pudiera hacerlo, la puerta
se abrié y entré él con una carriola; Marisol
estaba profundamente dormida dentro de
ella.
El se sorprendié cuando me vio cubierta de
sudor y dijo:
—Me di cuenta de que no trafas muchas cosas
desde que viajaste a Ciudad K, asf que le pedi
a alguien que te trajera mas ropa y articulos
basicos, sobre todo porque esta ciudad es
mucho mas fria y te sera mas conveniente en
caso de que necesites estar lavando.
Una vez que miré a Marisol me senté en el
borde de la cama.
—Muchas gracias pero ya se esta haciendo
tarde, tal vez deberias irte.Se notaba timido.
—Sé que estas molesta conmigo asi que esta
bien si quieres desquitarte pero sera
imposible que me alejes porque somos
hermanos; tanto Marisol como tu necesitan
de alguien que vele por ustedes.
Entrecerré los ojos.
—jSolo vete! Yo puedo cuidar de nosotras —
respondi.
—Por qué eres tan terca? Lo hecho, hecho
esta. {Has pensado en como puedes afectar
el futuro de Marisol si la alejas de todos de
esta manera?
Nada de lo que pudiera decirme me haria
cambiar de opinion.
—Lo sé, no podemos cambiar el pasado pero
hoy en dia todo lo que quiero es un poco de
paz y tranquilidad, ges mucho pedir?
Se sorprendié ante mi respuesta y se encogid
de hombros.
—Esta bien, entonces las dejaré.Sin ti
Mi principal propdsito de regresar a Ciudad K
era cumplir con la responsabilidad que ya
tenfa, o sea, concluir el proyecto de desarrollo
de inteligencia artificial que habia estado
supervisando en el Corporativo Buenrostro y
después, poder despedirme de Luis. Por otro
lado, como me resultaria dificil estar viajando
de un lado a otro con Marisol siendo tan
pequefia, tenia la idea de viajar hasta la
Provincia R y quedarnos ahi durante un par de
afios,
Una vez que terminé todos mis asuntos en
Ciudad K, volamos a un nuevo lugar y asi,
comenzo un nuevo capitulo en nuestras
vidas.
Cuatro afios después.
El tiempo volé en un abrir y cerrar de ojos, nos
habfamos mudado a una vieja propiedad en
uno de los callejones de la Provincia R; bueno,
en realidad no era un lugar muy viejo ya que
anteriormente habia sido remodelado, sobre
todo porque a primera vista no parecia ser
muy diferente a las propiedades mas nuevas.
La casa era de dos pisos y tenia 4
habitaciones, no era muy grande pero el patio
era bastante espacioso, ademas,Sin ti
teniamos muros que delimitaban nuestro
terreno con el resto de las casa de los
vecinos.
Por otro lado, el ambiente y el clima de la
Provincia R eran bastante buenos y aparte de
los lugarefios, el resto de los residentes de la
provincia eran personas jubiladas que
decidieron mudarse con la intencion de
disfrutar la tranquilidad de la vida en el
campo. Con el enorme patio que teniamos,
Marisol tenia mucho espacio para jugar y
divertirse, por lo que a lo largo de los afios me
tocé verla tambalearse hasta que lleg6 a ser
mas rapida y firme con sus pies en ese mismo
lugar; en cuanto mas pasaban los dias, mas
recuerdos atesoraba en mi corazon.
Cuando llegamos a la provincia, a Marisol le
cost6 un poco adaptarse, incluso solfa llorar a
mitad de la noche y nada de lo que intentaba
funcionaba para calmarla, a veces hasta yo
terminaba llorando con ella. En una ocasion
también me enferme. Al cumplir un afho se
habia vuelto una nifa mas obediente y poco a
poco aprendié sobre mis estados de animo.
Durante su primer dia en el jardin de nifios me
tiré de la mano y dijo:Sin ti
—Manmi, no olvides venir a recogerrme mas
tarde, te estaré esperando.
En los 3 afios que habian pasado, Marisol
habia logrado sanarme; poco a poco me
ayud6é a recuperarme y la afioranza por mi hijo
fallecido se hacfa menos, también, gracias a
ella fue que logré olvidar todo y a todos en
Ciudad J y K. Era como si nuestras vidas ya no
tuvieran nada que ver con las de ellos.
Entonces, tomé a Marisol entre mis brazos y
le di un beso en la mejilla.
—jMami llegara a tiempo!
Esta nifia ya era parte de mi.
En la Provincia R no habia empresas
importantes ni tampoco compafias que
desarrollaran tecnologia avanzada, asi que el
primer trabajo que pude conseguirme como
madre soltera fue el de lavaplatos en un
pequefo restaurante familiar. Mientras yo me
enconitraba en un rincén del local lavando los
cubiertos, disfrutaba de la soledad y la
comodidad de tocar la suave espuma, al
tiempo que el resto del alboroto sucedia a mi
alrededor. A pesar de que este estilo de vida
carecia de laSin ti
emocion, elegancia y grandeza de vivir en
Ciudad kK, me sentia mucho mas tranqguila y en
paz.
A las 5 de la tarde salia del trabajo para
recoger a Marisol de la escuela, luego
regresabamos y la pequefia me ayudaba a
seguir lavando. Con frecuencia, solia
preguntar:
— Mami, tengo padre?
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