You are on page 1of 124
Las casas en los suburbios eran viejas; las estructuras y edificios no estaban en estado dptimo y el desgaste de estos estaba a simple vista, pero, por lo menos, se podia vivir aqui Pbrque era barato. Alvaro miraba alejarse ala pareja alejarse cuando, de repente, dudo por un momento y me preguntd: —;Cudnto tiempo ha pasado desde que Sara falleci6? —Entre tres o cuatro meses. —El fruncié ante mi respuesta. —jLa mayoria de las casas de estas zonas renuevan sus contratos de arrendamiento cada tres meses! No entendia bien cual era el problema al inicio, pero en cuanto comprendi, sali a toda prisa del carro para alcanzar a los sefiores ». Barajas. Las casas en los suburbios tienen cortos periodos de alquiler. Antes, René habia estado hospitalizada y sus abuelos estuvieron casi todo el tiempo con ella en el hospital. Para cuando decidieron no terminar la terapia y sacar a René del hospital, era muy probable que el contraté ya hubiera expirado. El camino estaba sucio y lleno de charcos enlodados por lo que no era facil transitarlo. Alvaro me sostuvo y examino el camino frente a nosotros, frunciendo. —Este lugar esta muy descuidado. —Miré a mi alrededor, sintiendo un poco de frio y desorientada. Tanto las calles como los postes de luz tenian defectos e incluso algunas partes del camino no estaban iluminadas; nos vimos obligados a utilizar las linternas de nuestros teléfonos. En efecto, este lugar evidenciaba el fuerte contraste que existe entre la poblacion pobre, perteneciente a los estratos mas bajo de la sociedad y que vive en condiciones deplorables, y la gente rica de la ciudad con su estilo de vida lujoso y ostentoso. Caminamos por un tiempo antes de darnos cuenta de que la otra pareja se habia alejado mucho a ese punto. Estaba por llamar a la mama de Sara cuando escuchamos unos ruidos que provenian detras de un edificio viejo. Alvaro fue capaz de encontrar un camino usando la linterna de su teléfono, pero éste era angosto y solo podia pasar una persona a la vez. —jSigueme y ten cuidado! —me dijo y le asenti. Entré detras de él y después de caminar por un rato nos encontramos con un jardin de unos diez metros cuadrados y desordenado con muchos objetos tirados en el suelo. Aunque estaba oscuro, podiamos ver sin dificultad que entre los objetos habia aquellos que eran de necesidad diaria, asi como viejas cazuelas y ollas, ropa y demas objetos. —Viejos tontos. Estas cosas se quedaron guardadas en mi casa, como si fuera una bodega, y sin pagar por meses. Deberian de estar agradecidos que no les estoy cobrando ninguna cuota adicional, pero en lugar de eso, ¢se atreven a venir aqui para quitarmelas? ¢No les da vergiienza? No es que quiera estas cosas, son pura basura. jSdlo \lévenselas y ya no me estorben! Quien hablaba era una sefiora de mediana edad y con un aspecto un poco brusco. Pude notar algunas de sus caracteristicas en la oscuridad: vestia un abrigo de peluche de mala calidad y un par de aretes dorados demasiado Hamativos, agemas, tema pintago sus labios con un tono de color muy aterrador. Continuo tirando las cosas de la vivienda hacia afuera mientras les regafiaba. Con sus ojos ya enrojecidos, la sefiora Barajas le dijo: —Mariana, no era eso alo que nos referiamos. Venimos para tomar algunas ropas para el invierno, ya no falta mucho para que llegue. En cuanto a la renta que te debemos, es entendible que tomes todo lo demas como pago; nuestras ropas no valen mucho y no te serviran de cualquier forma. Si nos permites que nos la \levemos, sobreviviremos este inverno. Mariana buf6, con indiferencia. — Entonces Ilévenselas. No me vengan a llorar sobre qué tan miserables son. He visto a muchas personas como ustedes en mi vida, gQuién no Hi esta luchando por sobrevivir? Si quieren sus ropas, solo tomenlas, pero ni piensen en vivir aqui si no tienen dinero para pagar la renta. jHay muchas mas personas que quieren alquilar este lugar! La sefiora Barajas asintio mientras buscaba sus ropas en el pequefio jardin. Por otro lado, el sefor Barajas estaba mirando algo agachado; parecia que era una fotografia, pero no podia distinguirla bien por la poca luz que habia. —jSefiora Barajas! —dije mientras entraba al jardin y, al escucharme, la mama de Sara se gird a mirarnos y se congelé por un momento. —Sefior y sefiora Ayala, gqué hacen aqui? —pregunt6, entrelazando sus dedos, parecia que le daba verglienza la situacion. Le sonref para contestarle: ~Alvaro y yo hos preocupamos, asi que venimos para ver como estaban. —Lamento que hayan visto esto —se disculpo avergonzada. Simpatizaba con su sentir. Esto era muestra de su pobreza y humillacion y no habia mucho que pudiera hacer para esconderlo. No queria que esto se prolongara mas, asi que dirigi ala duefia y dije: —Ellos son mayores... gTiene alguna casa disponible en el primer piso? Me mir6, recuperandose de la sorpresa, y me contesto: —Claro. iQuiere rentarla? —Le asenti. —Primero, ayuideme a meter de vuelta todas las cosas. jLe pagare lo correspondiente! | / i Me examin y después a Alvaro, ee i Hi Capitulo 924 entonces puso una sonrisa en su rostro y asintid para comenzar a meter todo a la casa. La mama de Sara me miraba algo perdida. —Sefora Ayala, ya nos ha ayudado lo suficiente. Esto... —Sefiora Barajas, viva aqui con tranquilidad y no se preocupe por nada. Toémense un tiempo para reponerse. Las cosas seran mejores en el futuro. No sabia qué mas podria decirle para consolarla. Cuando la mujer termind de mover las pertenencias, nos miré aun con su sonrisa reluciente y nos pregunto: —Ya me encargué de lo que habia aqui. gHay algo mas que pudiera hacer por usted? Le sonref un poco antes de sacar el dinero de mi cartera y entregarselo. —Esto es suficiente para que vivan aqui por un tiempo. El dinero adicional es para que me ayudes a cuidar de ellos. Se te dara mas en la siguiente ocasion. —Su sonrisa se agrando tanto en su rostro tan pronto recibio el dinero. Asintié repetidas veces, diciendo cosas bonitas y reconfortantes. Como le habia entregado todo el dinero que trafa conmigo, volteé a ver a Alvaro y él me sonrio resignado, sacando su cartera de su bolsillo y entregandomela. Le devolvi el gesto y abri su cartera, tomando todo el dinero que habia, para después darselo a la mama de Sara. —Sefiora Barajas, tomé este dinero por ahora. Vendremos de visita mas adelante. Llameme si necesita algo mas. —Pero ella lo rechazo varias veces. —No puedo aceptar este dinero. Ya ha sido muy amable apoyandonos con la renta; no pudiéramos tomar mas dinero de usted. Por favor, torne el dinero, sefiora Ayala. Negué con la cabeza y le contesté: —S6lo tomelo. Los dos podran vivir bien en este lugar. Me sentiré mas tranquila si lo acepta. Hagalo y tenga una mejor vida con el senor Barajas. No se preocupe, estoy segura de que las cosas mejoraran en el futuro. —No sabia que mas podia decirle cuando miré sus l4grimas recorrer de manera constante sus mejillas. La consolé un poco mas antes de retirarme junto con Alvaro. No pude evitar soltar un suspiro una vez estuvimos en el caro. Alvaro observo su reloj y después se dirigio a mi. —,Qué quieres comer? No recordaba que no habiamos comido nada desde la mafiana. Si no me hubiera dicho, se me habria olvidado por completo, Pensé un poco, pero mi vista se regresaba sola hacia el camino oscuro de antes. Alvaro, quien parecia saber con exactitud lo que estaba pensando, me dijo: —No te preocupes. Ya le encargué a alguien para que les envien comida. Deja todo de lado por ahora y piensa en qué quieres comer. —Vamos por un estofado. Ya es algo tarde, asi que vayamos a un lugar cercano. Me volvié a mirar con un poco de resignacion mientras apretaba mis mejillas. —;Estuviste tan ocupada todo el dia que olvidaste cudalerael . plan original? Le asenti. ~Vayamos al hospital cuando tengamos tiempo. No hay necesidad de andar apurados estos dias. Me beso con suavidad en la mejilla antes de contestar, con un tono resignado pero jugueton. —jVarnos por un bocado entonces! Alvaro estuvo ocupado la mayor parte de los siguientes dias. Como era noviembre, el Corporativo Ayala tenia que preparar el informe empresarial del cuatrimestre y el plan de desarrollo para el siguiente afio; debido a esto, él iba temprano a trabajar y regresaba tarde a la casa casi todos los dias. Por mi parte, aunque ya no trabajaba en el Corporativo Morales, debia renunciar siguiendo el protocolo al pie de la letra. Mi plan original era ir a cenar con Norma, pero cuando al fin terminé mi trabajo y le pude llamar, ella ya se habia marchado a Ciudad A. Pude darme cuenta de que queria decirme algo, pero no lo queria hacer via teléfono, En cuanto a Luis, como no le encontraron nada incriminatorio, lo soltaron. Una vez que salid, nos insistié en ira comer con él; le gustaban los lugares animados, sobre todo porque ya estaba envejeciendo. Los dias pasaron hasta que al fin llego el sabado en la tarde. Jonathan y yo acordamos en ir al Chalé Arias a comer. Al principio queria preguntarle sobre su situacion con Dalia, pero como parecia reacio a hablar del tema, no le insisti. Me preparé yme puseunatuendo >. calido; después me dirigi hacia el Corporativo Ayala, con la intencion I il i Ht de ir al Chalé Arias junto con Alvaro. Al llegar al estacionamiento subterraneo del edificio, le llamé por teléfono, pero no me contestaba, aunque le marqué varias veces. Ya que habia estado ocupado estos dias, mejor decidi esperarlo en el carro, navegando en mi teléfono. En ese momento, mi teléfono timbré con una notificacion. Era un mensaje de WhatsApp y me sorprendio al ver que era de Hilda. Decia: «Hola, Sam. Soy Hilda.». «Sam?» Pensé sorprendida. Nunca me habian dicho de esa forma antes, por lo que no estaba acostumbrada. Le respondi: «Hola, cuanto tiempo». Parecia que seguia siendo igual de mala para socializar que antes porque fue de inmediato al punto: «, Cuando vendras a Ciudad A? Quisiera hablar contigo». Dudé por un tiempo, pensando. No habia tenido tiempo de ir a Ciudad A en estos dias, por lo que le contesté: «Todavia no sé. {Qué pasa, sucedié algo?». «jNo!». Fue lo Unico que contesto antes de que dejara de enviarme mensajes. Hilda y yo nos habiamos encontrado solo una vez, perolel. destino era algo muy dificil de: predecir. La primera impresion que tuve de ella era la de una persona fria y melancdlica; sin embargo, fue raro porque no le tuve miedo o disgusto cuando la conoci. Hasta cierto punto, al menos era una persona sincera. jBAM! En cuanto escuché el sonido de la puerta de un carro cerrandose, Capitulo 925 guardé mi teléfono y miré hacia afuera; era Alvaro ayudando a una joven a salir de su carro, Ambos lucian heridos y parecia. que la joven se habia desmayado y que sus heridas eran serias. Alvaro, por su parte, estaba cubierto de polvo y habia un rasgufio en uno de los lados de su cara. tv {Qué te parece la traducci6n? Deja tu puntuaci6n y conseguiras 2 perlas. Ges iEspera, tengo algo que comentar! ry iHazle un regalito al autor! Me apuré y corti hacia su carro. — {Qué pasd? Alvaro se giré al off mi voz, sorprendido de verme. ~Me encontré con alguien problematico. Por qué estas aqui? —Como el tio Luis esta de regreso, Jonathan nos invité a comer. — Observé con detenimiento a la joven que estaba cargando; era Estrella, la recepcionista del Corporativo Ayala. En realidad, élla estaba ayudando a ingresar al carro, no a salir. Me contesto: —Esta bien, pero tenemos que llevarla al hospital primero. —Le asenti, concordando. A lo lejos, se acercaba un hombre corriendo. Era el joven que le habia pedido matrimonio a Estrella en el vestibulo, —Déjeme ircon usted, sefior Ayala. —solicito, sin apartar T nirada de Estrella, quien yacia inconsciente en el asiento trasero. Alvaro le asintid, indicandole que se metiera en el coche. Noté que Alvaro estaba herido, por lo que le sefalé para que se subiera del lado del copiloto, a lo que me miro sorprendid. —Estas herido. Déjame conducir. —Le dije mientras me subia por la puerta del conductor y encendia el carro, sin darle oportunidad de oponerse. Alvaro entré del lado opuesto y se mantuvo en silencio durante todo el trayecto. Tenfa muchas preguntas en mi cabeza, pero me quedé callada también, ya que aun no estaba listo para hablar al respecto. Estrella permanecio inconsciente para la angustia de su amigo. Al llegar al hospital, el amigo de Estrella fue a registrarla y realizar el pago. Alvaro y yo nos quedamos parados en el corredot, observando como se oscurecia el cielo. El estaba absorto en sus pensamientos. Me acerqué a una enfermera para arreglar un cuarto y atender sus heridas; después fui a un centro comercial cercano para comprarle una nueva chaqueta debido a que Alvaro se habia quitado la suya para mantener a Estrella calida; de momento, sdlo vestia un suéter negro. Cuando regresaba, el amigo de Estrella me llamo en el vestibulo del hospital. —Sefiora Ayala, le agradezco mucho por traer a Estrella hasta aqui. —Debia estar demasiado preocupado por su estado; lucia desarreglado y su rostro estaba empapado en sudor. —No te preocupes, No fue nada —le tranquilicé. —{Me puedes decir qué fue lo que pas6? —le pregunté después de una pausa. Se desubic6 por un momento debido a mi pregunta antes de contestar. —Fue el hermano de Sara. Quiso atacar al sefior Ayala, pero Estrella lo bloqueo. Se estaba comportando como un hombre loco y el sefor Ayala temia que se pudiera descontrolar atin mas si lo vefa a él, por lo que dejo el edificio usando el estacionamiento subterraneo. El vestibulo del Corporativo Ayala auin debe de ser un desastre. No dio muchos detalles adicionales, pero me podia imaginar la escena. Lo que me sorprendia era, si Salvador siempre habia estado en el Pais M, {por qué de repente habia regresado? —En realidad, deberia ser. yo quien les agradeciera a ti y a Estrella. —Le asenti e hice justo eso. Subi a la habitacién después de terminar nuestra conversacion. Llevaba conmigo la bolsa de compras. Ya habian atendido las heridas de Alvaro y un doctor habia examinado a Estrella, indicando que habia sufrido un traumatismo craneal, ademas de tener varias heridas por abrasiones en su cuerpo. —¢Por qué sigue inconsciente, doctor? —le pregunte. —Al sufrir una herida en la cabeza y un traumatismo, puede que tome varias horas para que pueda recuperar la consciencia. —E| doctor nos explico y dio indicaciones para que estuviera en observacion. —{Tendra algun sintoma 0 efecto secundaria a largo plazo? —pregunto el amigo preocupado. —No podemos saberlo por ahora. Nunca se puede descartar una concusion con las lesiones en la cabeza. Lo sabremos hasta que se despierte. Le entregué la chaqueta recién comprada a Alvaro; tenia los anirnos en el suelo. —{Crees que aun podamos ir con el tio Luis esta noche? Si no, le puedo avisar para que no nos espere —le pregunte. La expresion de Alvaro se suavizo al voltearse a verme. Tomo la chaqueta y se la puso, —No te preocupes. Podemos ir por un rato. —me respondid. Después se dirigid al amigo de Estrella y le pregunto: —

You might also like