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¿QUÉ DEBEMOS SABER DE LA DEFENSIVIDAD TACTIL?

Hay algunos niños y niñas que muestran cierto tipo de hipo- o hiper-sensibilidad a varios o muchos
tipos de sensaciones, mientras que otros parecen tener reacciones más diferenciadas y atípicas a solo
una clase de sensación. Cuando el cerebro no puede inhibir las señales sensoriales de ninguno de los
sistemas que las emiten, estas incomodan al niño o niña y desembocan en comportamientos
extraños.

La inhibición es el proceso neuronal en el que una parte del sistema nervioso impide que otra
sobrerreaccione a las señales sensoriales y advierte de un comportamiento poco adaptativo a las
necesidades del entorno. Las sensaciones táctiles de la ropa que toca el cuerpo y las de la propia piel
afluyen constantemente al sistema nervioso de las personas. Sin embargo, la mayoría inhibimos
nuestra percepción de estas sensaciones y evitamos que nuestro sistema nervioso responda a ellas.
El niño/a con defensa táctil no genera suficiente actividad inhibidora y sus sensaciones, estas y
muchas otras, le hacen sentirse incómodo.

El desorden neuronal que hace que el niño actúe a la defensiva ante estímulos táctiles no entorpece
necesariamente el aprendizaje, pero sí entorpece el malestar y los comportamientos que derivan de
él. Con mucha frecuencia, el niño se siente emocionalmente inseguro, pues al parecer, el desorden
en el sistema táctil también hace que las emociones se alteren fácilmente. Por tanto, la defensa táctil
es la tendencia a reacciones negativas y emocionalmente a sensaciones del tacto, y esta reacción
puede ocurrir en determinadas circunstancias.
En el caso de un niño/a con defensividad táctil, el número de sensaciones del tacto que producen
este tipo de reacciones es significativamente mayor. Es demasiado sensible a estímulos que otras
personas apenas advierten o perciben.
Cuando hay una sensibilidad en la ropa, a nivel táctil, se trata de como el cerebro recibe la
información proveniente del entorno, es decir, de cómo se registra la entrada de esta información
sensorial, discrimina y proceso esta información, en estos casos, el registro de la entrada (a nivel
táctil) lo perciben como perjudicial, lo que les hace querer huir o hacer cualquier cosa para alejar esa
sensación de ellos.

En el caso, de los problemas sensoriales con la ropa y otros retos sensoriales pueden interferir en la
vida escolar, comunitaria y doméstica de los niños/as que luchan con el procesamiento sensorial a
diario, cada hora o incluso cada minuto. Los problemas sensoriales pueden ser aleatorios,
esporádicos y ocurrir en una ocasión, pero no en otra, a pesar de las similitudes en las circunstancias.
Un niño/a también puede tener sensibilidades sensoriales y no ser diagnosticado con un trastorno
en sí, pero incluso las sensibilidades tienen un impacto real en el funcionamiento diario, por lo que
es necesario estar alerta a las siguientes señales de alerta:

- Prefiere un material de ropa específico (por ejemplo, solo algodón o solo telas ligeras)
- Al niño le molestan las costuras
- Le molestan las etiquetas
- No le gusta que las mangas golpeen las muñecas.
- No le gusta que los dobladillos de los pantalones golpeen los tobillos.
- Solo usa pantalones cortos incluso en climas muy fríos.
- Solo usa pantalones incluso cuando hace mucho calor.
- Prefiere ropa sin botones/broches/cremalleras/corbatas
- Sensible a los collares que golpean el cuello.
- Incapaz de tolerar los zapatos.
- Prefiere solo ciertos calcetines o zapatos
- No le gusta cuando los calcetines se deslizan hacia abajo en los zapatos.
- Prefiere que los pies estén totalmente descubiertos o totalmente cubiertos
- Incapaz de tolerar un cinturón o una pretina apretada
- No le gusta la ropa interior o prefiere solo un cierto tipo de ropa interior.
- Le molestan las costuras de la ropa interior
- Molesto por la longitud de la ropa interior
- Prefiere la ropa ajustada
- Incapaz de tolerar los jeans
- Odia los abrigos
- Prefiere capas gruesas de ropa.
- Se queja de “picazón en la piel” con ciertos materiales o tipos de ropa
- Se queja de que la ropa le hace cosquillas en la piel.
- Se derrumba cuando es hora de vestirse por la mañana

Al igual que ocurre en otras disfunciones sensoriales, es imposible saber la razón específica o por la
que los niños/as padecen este problema. Sin embargo, cuando existe una falta de una adecuada
estimulación táctil contribuye a aumentar la defensa táctil. Muy pocos niños/as con disfunciones en
la integración sensorial han estado privados del tacto o del afecto necesario para el desarrollo. El
problema parece ser, más bien, una cuestión de incapacidad para integrar todas las sensaciones que
recibieron. Se les abrazó y se les acarició tanto o más que a otros niños/s, pero sus experiencias no
fueron suficientes para que el cerebro se desarrollase bien.

CONSEJOS PARA PADRES

En primer lugar, lo más importante que pueden hacer por Amparo es reconocer el problema, y
segundo, respetar su modo de reaccionar en distintas situaciones. Tratar su diferencia como un
problema emocional o de comportamiento, lejos de mejorar, tiende a empeorar las cosas.
Entregarles seguridad y comprensión es fundamental.

En una primera instancia debemos tener en consideración con las prendas de vestir:

• Pantalones:
Tener en cuenta: la sensación del roce de la tela de las piernas al caminar sea suficiente para irritar y
preguntarle que le molesta.
Considerar: Se identificó que Amparo no gusta de calzas elásticas, refiere que la tela se enrolla o
amontona en la articulación de rodilla lo que provoca que ella sienta que no puede realizar
movimientos de flexo-extensión como corresponde. Por tanto, se sugiere la utilización de pantalones
que sean más sueltos, elásticados de cintura, esto puede proporcionar más flexibilidad y comodidad.

Si hay etiquetas o botones, sacarlos. Incorporen ropa de material suave y natural.

• Vestimenta en general:

Tener en cuenta: algunas prendas pueden ser más calientes o incluso más frías de llevar.
Considerar: cómo se ajusta la ropa y se adhiere al cuerpo cuando se está sentado o de pie. Además,
compruebe la adherencia de la estática en las diferentes estaciones y considerar el uso de hojas de
secadora sin adherencia para ayudar a secar la ropa (antiestáticas).

Considerar: capas de ropa para mantener el calor en lugar de llevar una chaqueta.

• Calcetines y zapatos:

Considerar: revisar las costuras de los calcetines y la posición de los dedos de los pies. ¿Cómo se
ajustan los calcetines? ¿Son de buena talla, demasiado ajustados, demasiado sueltos, demasiado
cortos o demasiado largos? ¿Los calcetines se han estirado y no se ajustan bien? Considerar uso de
calcetines sin costuras o llevarlos al revés.

Considerar: si los calcetines son lisos o tienen pelusa prestada. ¿Son de nylon o de algodón, gruesos
o finos?. Recomiendo el uso de calcetines delgados.
Si le molesta el acumulo de pelusas en los calcetines o en la ropa en general, enséñenle a utilizar el
rodillo quita pelusas.

Tener en cuenta: La comodidad del zapato.


Considerar: si Amparo no quiere utilizar zapatillas, hacerla participe del proceso. Es decir, que ella
mire la zapatilla, que vea como es la lengua y que ponga los cordones para que de cuenta de que no
hay nada que ella haya pasado por alto.
Los zapatos se sientes de forma diferente con o sin calcetines, e incluso si estos son gruesos o
delgados.

En cuanto a estrategias a realizar:


1. Explorar una variedad de tejidos en la piel utilizando muestras de tejido – aumentar el tiempo
según se tolere.
2. Desensibilizar la piel con una loción para frotar antes de ponerse la ropa.
3. Utilizar actividades de presión profunda en todo el cuerpo.

La presión firme y consistente tiende a “anular” la sensación irritante que produce el tacto. Esta es la
razón por la que solemos frotarnos la zona dolorida. Masajear con firmeza y emparedar “tipo
sándwich” suavemente a Amparo entre dos cojines son ejemplos de actividades que pueden ayudar
a “calmar” el exceso de sensibilidad al tacto.

Otros ejemplos y cómo aplicarlos:


• Envuelvan a Amparo firmemente en una frazada y la hacen girar por el suelo (siempre que
ella este dispuesta, por lo que es importante presentarle esta actividad a modo de juego,
pueden incorporar turnos para envolver, iniciar con un textura que le sea cómoda para luego
ir incorporando otros tipos de telas. Quizás al inicio sólo lo intentará, si no desea o si el tiempo
de juego es de menor tiempo, deben ser constantes para que este tiempo aumente en el
tiempo y comience a flexibilizar frente al cambio de tela).
• Juego de almohadas (pesadas, como los almohadones de los sillones) donde tiene que
empujarlas, o “aplastarlo” debajo de estos cojines (tipo sándwich).
• Masaje corporal usando tacto profundo (ejemplos mencionados anteriormente) o bien dar
abrazos de oso, teniendo cuidado de no aplicar demasiada presión y como le gusta jugar e
interactuar con sus primas, utilicen ese momento por ejemplo: al terminar un juego, decir en
voz alta “abrazo del oso, porque lo hicimos súper bien”. O también hacer rodar una pelota
grande (pelota pilates o terapéutica) sobre su espalda ejerciendo una presión firme pero no
excesiva, realizar masajes, etc.

Estos ejemplos de actividades siempre deben ser usados en el contexto de juego y observa
ndo con atención las respuestas y reacciones de Amparo. No forzar nunca, detenerse si es
necesario, seguir si ella lo quiere e ir aumentando paulatinamente los desafíos frente a
textiles.
4. Presentar una variedad de materiales con textura vistiendo a un muñeco con ropas de
diversas texturas. Para luego implementar el uso de disfraces sobre la ropa, o bien utilizar
ropa de la mamá o hermana para realizar juegos de roles, ejemplo: con sus primas o hermana
pueden jugar a realizar una profesión cualquier como un dentista; ¿Qué usa el dentista?
¿Qué implementos usa? Con el fin de aumentar la exploración frente a nueva ropa o bien
realizar una obra de teatro con sus pares.
5. Masajear con una toalla pequeña enérgicamente antes de introducir nuevas texturas.
6. Frote los pies con una loción o una toalla antes de ponerse los calcetines o los zapatos.
7. Proporcionar la exploración de materiales con textura con cubos sensoriales, o jugar a buscar
dentro de una caja con un agujero sin que ella vea objetos que tengas diversas texturas y las
pueda describir y con ello describir como se siente al tocarlas.
8. Explora las texturas utilizando animales de peluche de diferentes texturas.
9. Con respecto a la ropa, por ahora, respetar su tolerancia y anticipar el uso de ropa que no le
agrade para ciertas actividades en donde si debe utilizarla.

Partiremos con este tipo de sugerencias, ya que la idea es ir incorporando nuevas texturas y que su
proceso de exploración frente a ellas, sea paulatina.

Guissella Yañez S.
Terapeuta Ocupacional

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