SIGNIFICADO*!
H. PAUL GRICE
Consideremos las siguientes oraciones:
«Esas manchas significan (significaban) sarampién.»
«Esas manchas no significaban nada para mi, pero para el doctor sig-
nificaban sarampién.»
«El iiltimo presupuesto significa que tendremos un afio dificil.»
(1) No puedo decir «Esas manchas significaban sarampion pero él no
tenia sarampién» y no puedo decir «El ultimo presupuesto significa que ten-
dremos un aiio dificil, pero no lo tendremos». Es decir, en casos como los
anteriores, x significaba que p y x significa que p implican p.
(2) No puedo pasar de «Esas manchas significan (significaban) saram-
pién» a alguna conclusion sobre «lo que significan (significaban) esas man-
chas»; por ejemplo, no tengo derecho a decir «Lo que significaban esas man-
chas era que él tenia sarampién». De igual manera no puedo sacar, de la
afirmaci6n acerca del ultimo presupuesto la conclusion, «Lo que significd
el ultimo presupuesto es que tendremos un afio dificil».
(3) No puedo pasar de «Esas manchas significaban sarampién» a nin-
guna conclusion en el sentido de que alguien haya querido decir tal 0 cual
cosa por esas manchas. Mutatis mutandis, lo mismo es verdad sobre la ora-
cién acerca del ultimo presupuesto.
(4) Para ninguno de los ejemplos anteriores podemos encontrar una
reformulacién en la cual después del verbo «significa» tengamos una ora-
cién o una frase entrecomillada. Asi, «Esas manchas significaban saram-
pidn» no se puede reformular de la siguiente manera: «Esas manchas sig-
nificaban “sarampién”» o bien «Esas manchas significaban “él tiene
sarampién”».
* La traduccién castellana es de Aline Menassé.
' En muchos casos he traducido «mean», «meant» por «querer decim en lugar de «sig-
nifica», «significaba» para mantener una expresiOn correcta en espafiol. (N. de la T)
(481)482 LA BUSQUEDA DEL SIGNIFICADO
(5) Porotro lado, para todos estos ejemplos puede encontrarse una refor-
mulacién aproximada que comience con la frase «El hecho de que...»; por
ejemplo, «El hecho de que él tuviera manchas significaba que tenia saram-
pidn» y «El hecho de que el ultimo presupuesto fuera como fue significa
que tendremos un aiio dificil».
Ahora contrastemos las oraciones anteriores con las siguientes:
«Esas tres llamadas del timbre (del autobus) significan que el auto-
bis esta Ileno.»
«Ese comentario “Smith no podia seguir sin sus quejas ni sus pro-
blemas” significaba que Smith encontraba indispensable a su esposa.»
(1) Puedo utilizar la primera oracién y decir «Pero de hecho no esta
lleno —el conductor ha cometido un error— y puedo utilizar la segunda y
decir «Pero de hecho Smith la abandon6 hace siete afios». Es decir, aqui x
significa que p y x significaba que p no implican p.
(2) Puedo pasar de la primera oracién a alguna afirmacién acerca de
«lo que significan (significaban)» las llamadas del timbre y de la segunda
a alguna afirmaci6n acerca de «lo que significa (significaba)» el comenta-
rio citado.
(3) Puedo pasar de la primera oracién a la conclusién de que alguien
(a saber, el conductor) quiso decir 0, en cualquier caso, debid haber queri-
do decir con las Ilamadas que el autobis estaba Ileno, y puedo argiiir and-
logamente con respecto a la segunda oracién.
(4) Laprimera oracién puede reformularse de manera que al verbo
«significa» le siga una frase entrecomillada, esto es, «Esas tres Ilama-
das del timbre significan “el autobis esta lleno”». Asi también la segunda
oracién.
(5) Una oracién como «El hecho de que el timbre se haya tocado tres
veces significa que el autobus esta lleno» no es una reformulacién del sig-
nificado de la primera oracion. Ambas pueden ser verdaderas, pero no tie-
nen, ni siquiera aproximadamente, el mismo significado.
Cuando las expresiones «significa», «significa algo», «significa que»
se usan de la manera en que se usaron en el primer grupo de oraciones, habla-
ré del sentido 0 sentidos en los cuales se usan, como el sentido o sentidos
natural(-es) de las expresiones en cuestion. Cuando las expresiones se usen
de la manera en que se usaron en el segundo grupo de oraciones, hablaré
del sentido o sentidos en los cuales se usan, como el sentido o sentidos no
natural(-es) de las expresiones en cuestidn. Usaré la abreviacién «signifi-
Cay» para distinguir el sentido o sentidos no naturales.
Por conveniencia me propongo también incluir bajo el encabezado de
sentido natural de «significa» los sentidos de «significa» que pueden ejem-SIGNIFICADO 483
plificarse en oraciones del siguiente patron: «4 pretende (pretendia) hacer
tal o cual (mediante x)»* en donde A es un agente humano. Como los ejem-
plos previos muestran, por contraste, incluyo bajo el encabezado de senti-
dos no naturales de «significa» cualesquiera sentidos de «significa» que se
encuentren en oraciones del patron «4 significa (significaba) algo median-
tex» 0 «A significa (significaba) mediante x que...». (Esto es demasiado rigi-
do, pero servird a modo de guia.)
No quiero mantener que todos nuestros usos de «significa» caen facil,
obvia y nitidamente dentro de uno de los dos grupos que he distinguido, pero
pienso que en la mayoria de los casos deberiamos al menos estar fuertemente
inclinados a asimilar un uso de «significa» a un grupo mds que al otro. La
pregunta que ahora surge es la siguiente: «qué mas se puede decir sobre la
distincién entre los casos donde deberiamos decir que la palabra se aplica
en un sentido natural y los casos donde deberiamos decir que la palabra se
aplica en un sentido no natural?». Por supuesto que preguntar esto no nos
impide continuar buscando una explicacién de «significado,» en térmi-
nos de uno u otro sentido natural de «significa».
Creo que esta cuestién acerca de la distincién entre significados natu-
ral y no natural es la que pretenden alcanzar quienes muestran un interés
por la distincion entre signos «naturales» y «convencionales». Pero pienso
que mi formulacién es mejor. Pues algunas cosas que pueden significaryy,
algo no son signos (por ejemplo, las palabras no lo son) y algunas no son
convencionales en ningun sentido ordinario (por ejemplo, ciertos gestos);
mientras que algunas cosas que significan naturalmente, no son signos de
lo que significan (véase el ejemplo del ultimo presupuesto).
Primero quiero considerar brevemente, y rechazar, lo que podria llamar
un tipo causal de respuesta a la pregunta «Qué es significadoyy?». Podria-
mos, por ejemplo, tratar de decir, mas o menos como lo hace C. L. Steven-
son’, que, para que x signifiqueyy algo, x tiene que tener (aproximadamente)
una tendencia a producir alguna actitud (cognoscitiva o de otro tipo) en una
audiencia y, en el caso de un hablante, una tendencia a ser producida median-
te esa actitud, donde estas tendencias dependen de «un elaborado proceso
de condicionamiento considerando el uso del signo en la comunicacién»*.
Esto claramente no funciona.
(1) Consideremos un caso en el cual una expresién, si es que puede
acaso considerarse como significandoyy algo, sea de tipo descriptivo o infor-
mativo y, por lo tanto, la actitud adecuada sera cognoscitiva; por ejemplo,
una creencia. (Uso «expresién» como una palabra neutral para aplicarse a
* En inglés, «means (meant)». (N. de la T)
> Ethics and Language, New Haven, 1944, capitulo III
> Ibid, p. 57.484 LA BUSQUEDA DEL SIGNIFICADO
cualquier candidato de significadoyy; tiene una ambigiiedad acto-objeto con-
veniente.) Sucede que mucha gente tiende a ponerse un frac cuando piensa
que va a ir a un baile y sucede también, sin duda, que muchas personas al
ver a alguien ponerse un frac, concluirian que la persona en cuestién esta a
punto de ira un baile. ,Nos convence el que el ponernos un frac significayy
que iremos a un baile (0 que, en realidad, significayy algo)? Obviamente,
no. Para nada sirve referirnos a la frase calificativa «que dependen de un
elaborado proceso de condicionamiento...». Pues, si lo que esto significa es
que la respuesta al ver que alguien se pone un frac es de alguna manera apren-
dida o adquirida, no excluiré el caso actual como uno de significadoyy. Pero,
si hemos de tomar seriamente la segunda parte de la frase calificativa («con-
siderando el uso del signo en la comunicaciém»), entonces la explicaci6n
del significadoyy es obviamente circular. Igualmente podriamos decir: «X
tiene significadoyy si se usa en la comunicacién», lo cual, a pesar de ser ver-
dad, no nos sirve.
(2) Si esto no basta, hay una dificultad —realmente pienso que es la
misma dificultad— que Stevenson reconoce: {como podemos evitar decir,
por ejemplo, que «Jones es alto» es parte de lo que se quiere decir con «Jones
es atleta», puesto que decirle a alguien que Jones es un atleta lo haria ten-
der a creer que Jones es alto? Aqui Stevenson apela a reglas lingiiisticas, a
saber, una regla permisiva del lenguaje: que «los atletas pueden no ser altos».
Esto es tanto como decir que no hay regla que nos prohiba hablar de «atle-
tas no altos». Pero {por qué no lo tenemos prohibido? No porque no sea un
error gramatical o porque no sea de mala educaci6n, etc., sino posiblemen-
te porque no carece de significado (0, si esto es muy fuerte, porque de nin-
gun modo viola las reglas de significado para las expresiones en cuestién).
Pero esto parece que nos lleva a otro circulo. Por otra parte, uno se pregun-
taria por qué, si es aqui legitimo apelar a reglas que distingan lo que se quie-
re decir de lo que se sugiere, esta apelacién no se hizo anteriormente, por
ejemplo, para tratar el caso de los gemidos, que fue el caso por el cual Ste-
venson introdujo originalmente la frase calificativa acerca de la dependen-
cia del condicionamiento.
Otra deficiencia en una teoria causal del tipo ahora expuesto parece
ser que, aun si la aceptamos tal como aparece, sdlo se nos proporciona
un andlisis de afirmaciones acerca del significado estdndar, o del signi-
ficado en general de un «signo». No se dice nada acerca de como tratar
afirmaciones acerca de lo que quiere decir un hablante particular de pala-
bra o por escrito con un signo en una situaci6n particular (lo cual bien
puede diverger del significado estandar del signo); ni tampoco es obvio
cémo podria adaptarse la teoria para decirnos algo acerca de esto. Pode-
mos profundizar la critica ain mas y mantener que la teoria causal igno-
ra el hecho de que el significado (en general) de un signo necesita expli-
carse en términos de lo que quienes lo utilizan quieren decir (0 deberianSIGNIFICADO 485
querer decir) con él en ocasiones particulares, y asi esta ultima nocién,
que no explica la teoria causal es, de hecho, la fundamental. Yo simpati-
Zo con esta critica mas radical, aunque me doy cuenta de que éste es un
punto controvertido.
No me propongo considerar otras teorias del tipo de «tendencia causal».
Sospecho que ninguna teoria asi podria evitar dificultades andlogas a las que
he sefialado sin perder por completo su pretensién de que fuera contada como
una teoria de este tipo.
Consideraré ahora una idea diferente y, espero, mas prometedora. Si pode-
mos elucidar el significado de:
«x significabayy algo (en una ocasion particular)» y
«x significabay que tal y cual (en una ocasi6n particular)»
yde
«A quiso deciryy algo mediante x (en una ocasi6n particular)» y
«A quiso deciryy mediante x que tal y cual (en una ocasién particu-
lar)»,
podriamos esperar razonablemente que esto nos ayudara con
«ax significayy (intemporal) algo (que tal y cual)»,
«A quiere deciryy (intemporal) algo mediante x (que tal y cual)»,
y con la explicacién de «significa lo mismo que», «comprende», «impli-
ca», etc. Hagamonos la cuenta, por el momento, de que tenemos que tratar
s6lo con expresiones que podrian ser informativas o descriptivas.
Una primera tentativa seria sugerir que «x significabayy algo» seria ver-
dadero si quien expres6 x, intentaba inducir una creencia en alguna «audien-
cia» y que decir cual fue la creencia seria decir qué es lo que significabayyx.
Esto no nos sirve. Podria dejar el pafiuelo de B cerca de la escena de un cri-
men para hacerle creer al detective que B es el asesino; pero no querriamos
decir que el pafiuelo (0 el que yo lo dejara alli) significabayy algo 0 que yo,
al dejarlo, queria deciryyy que B era el asesino. Claramente debemos agre-
gar al menos que para que x haya significadoyy algo, no sdlo debe haber
sido «emitido» con la intencion de producir cierta creencia, sino también el
hablante debe haber intentado que una «audiencia» reconozca la intencion
tras la expresion.
Esto, aunque quiz4 mejor, no es aun muy bueno. Consideremos los siguien-
tes casos:
(1) Herodes le da a Salomé la cabeza de San Juan Bautista en una ban-
deja.486 LA BUSQUEDA DEL SIGNIFICADO
(2) Alsentir que se desmaya, un nifio le deja ver a su madre lo palido
que esta (esperando que saque sus propias conclusiones y lo
ayude).
(3) Dejo tirada la vajilla que mi hija rompié para que mi esposa la vea.
Aqui parece que tenemos casos que, por lo pronto, satisfacen las con-
diciones de significadoyy. Por ejemplo, Herodes queria hacer creer a Salo-
mé que San Juan Bautista estaba muerto y sin duda también queria que Salo-
mé reconociera que él intentaba que ella creyera que San Juan Bautista estaba
muerto. Algo similar vale para los otros casos. Sin embargo, no pienso que
quisiéramos decir que aqui tenemos casos de significadoyn.
Lo que queremos encontrar es la diferencia entre, por ejemplo, «deli-
berada y abiertamente hacer que alguien sepa» y «decirlo» y entre «hacer
que alguien piense que» y «decirlo».
La salida es posiblemente la siguiente. Comparemos los siguientes dos
casos:
(1) Le ensefio al Sr. X una fotografia del Sr. Y mostrandose excesiva-
mente afectuoso con la Sra. X.
(2) Hago un dibujo del Sr. Ycomportandose de esta manera y se lo mues-
tro al Sr. X.
Encuentro que quiero negar que en (1) la fotografia (0 el que yo se la ense-
fie al Sr. X) significayy algo; mientras que quiero afirmar que en (2) el dibu-
jo (0 el que yo lo pinte y se lo ensefie) significabayy algo (que el Sr. Y se
porté con un exceso de afecto) o al menos que yo quise deciryy con él que
el Sr. Y se habia portado de manera indebidamente afectuosa. ,Cual es la
diferencia entre los dos casos? De seguro que en el caso (1) el reconocimiento,
por parte del Sr. X, de mi intencién de hacerle creer que hay algo entre el Sr.
Yy la Sra. X es (mas 0 menos) irrelevante para que la fotografia produzca
este efecto. La fotografia haria al menos que el Sr. X sospechara de la Sra.
X aun si en lugar de ensefiarsela, la dejara yo en su cuarto por accidente; y
yo (quien muestra la fotografia) me daria cuenta de esto. Pero habria una
diferencia con respecto al efecto de mi dibujo sobre el Sr. Xsi él piensa que
quiero informarle (hacerle creer algo) acerca de la Sra. X, y no solo que estoy
jugando o tratando de producir una obra de arte.
Pero parece que ahora nos encontramos con una nueva dificultad si acep-
tamos esta explicacién. Consideremos ahora, por ejemplo, el fruncir el cefio.
Si frunzo el cefio esponténeamente, en una situacion cotidiana, alguien que
me esté viendo puede considerar el fruncimiento como un signo natural de
disgusto. Pero si lo frunzo deliberadamente (para comunicar mi disgusto),
aun podria esperarse que un espectador concluya que estoy enojado, con tal
que reconozca mi intencion. Puesto que no se esperaria que hubiera una dife-
rencia en la reaccién del espectador, sea que él considere mi fruncimientoSIGNIFICADO 487
como espontaneo 0 intencional, ,no deberiamos entonces decir que mi frun-
cimiento (deliberado) no significayy nada? Creo que podemos resolver esta
dificultad, pues, aunque en general un fruncimiento deliberado puede tener
el mismo efecto (por lo que toca a producir una creencia acerca de mi dis-
gusto) que un fruncimiento espontaéneo, puede esperarse que tenga el
mismo efecto solamente con la condicién de que la audiencia lo tome como
intentando comunicar disgusto. Esto es, si quitamos el reconocimiento de
la intenci6n, y dejamos las otras circunstancias (incluyendo el reconocimiento
de que el fruncir es deliberado), la tendencia del fruncimiento a producir
una creencia debe verse como deteriorada o destruida.
Posiblemente podemos resumir lo que es necesario para que A quiera
decir algo mediante x de la siguiente manera: A debe desear producir una
creencia en una audiencia mediante x y debe desear también que su emision
sea reconocida como algo que conlleva esa intencién. Pero estas intencio-
nes no son independientes. A desea que el reconocimiento cumpla con su
papel de producir la creencia, y sino lo hace, algo debe haber resultado mal
por lo que respecta a la satisfaccién de los deseos de A. Pienso ademas que
el que A desee que el reconocimiento desempefie este papel, implica que
asume que hay una posibilidad de que de hecho desempefie este papel, que
no considera como una conclusién dada que la creencia se produciré en la
audiencia sea que se reconozca o no la intencién que hay tras la emision.
En breve quizas podremos luego decir que «A queria deciryy algo median-
te x» es aproximadamente equivalente a «A emitié z con la intencién de pro-
ducir una creencia mediante el reconocimiento de esta intencién». (Parece
que esto implica una paradoja reflexiva, pero en realidad no es asi.)
Quizas ahora es tiempo de abandonar la pretensién de que tenemos que
tratar inicamente con estos casos «informativos». Empecemos con algunos
ejemplos de imperativos o cuasiimperativos. Un hombre muy avaro esta en
mi cuarto y quiero que se vaya, por lo que tiro un billete por la ventana. ;Hay
aqui alguna expresi6n con un significadoyy? No, porque al actuar como lo
hice, no intenté que el reconocer mi propésito fuera un medio efectivo para
que se fuera. Esto es paralelo al caso de la fotografia. Si, por otro lado, le
hubiera sefialado la puerta o le hubiera dado un pequefio empujén, enton-
ces bien podria mantenerse que mi comportamiento constituye una emision
significativayy tan s6lo porque intentaria que el reconocimiento de mi inten-
cién fuera efectivo para acelerar su partida. Otro par de casos serian (1) un
policia detiene a un coche poniéndose en su camino y (2) un policia detie-
ne a un coche haciendo una sefial con la mano.
O, para volver brevemente a otro tipo de casos, si como examinador sus-
pendo a un individuo, bien puedo causarle afliccién o indignacién o humi-
Ilacién; y si soy vengativo, puedo intentar lograr este efecto y aun intentar
que reconozca mi intenci6n. Pero no me inclinaria a decir que el que yo lo
haya suspendido significabayy algo. Por otro lado, si doy un corte a alguien
en la calle, me siento inclinado a asimilar esto a los casos de significadoyy488 LA BUSQUEDA DEL SIGNIFICADO
y me parece que esta inclinacién depende del hecho de que no podria razo-
nablemente esperar que esta persona estuviera afligida (indignada o humi-
Ilada) a menos que reconociera mi intencién (de afectarla de esta manera).
(Comparese con esto: si me quitaran todo mi salario en la universidad donde
trabajo, los acusaria de arruinarme; si me quitaran veinte chelines segura-
mente los acusaria de insulto; con algunas cantidades intermedias no sabria
realmente qué decir.)
Posiblemente ahora podremos hacer las siguientes generalizaciones.
(1) «A quiso deciryy algo mediante x» es (aproximadamente) equiva-
lente a «A tuvo la intencién de que la emisi6n de x produjese algun
efecto en una audiencia mediante el reconocimiento de su inten-
cién»; y podemos agregar que preguntar qué queria decir A es pedir
una especificacién del efecto deseado (aunque, por supuesto,
puede no ser siempre posible obtener una respuesta directa con una
clausula «que», por ejemplo, «una creencia de que...»).
(2) «xsignificaba algo» es (aproximadamente) equivalente a «Alguien
quiso deciryy algo mediante x». Aqui otra vez habra casos en los
que esto no funcione del todo. Me siento inclinado a decir que (con
telacién a los seméforos) el cambio a rojo quiso deciryy que el tra-
fico tenia que parar; pero seria muy poco natural decir «Alguien
(a saber el Municipio) quiso deciryy con el cambio de luz roja que
el trafico tenia que param. De cualquier forma, parece que hay algzin
tipo de referencia a las intenciones de alguien.
(3) «x significayy (intemporal) que tal y cual» podria a primera vista
igualarse con alguna afirmaci6n o disyunci6n de afirmaciones acer-
ca de lo que «la gente» (vagamente) intenta (con puntualizaciones
acerca del «reconocimiento») llevar a cabo con x. Diré algo acer-
ca de esto.
2Funcionaria cualquier tipo de efecto deseado o podria haber casos en
donde un efecto es deseado (con las puntualizaciones requeridas) y aun asi
no querriamos hablar de significadoyy? Supongamos que descubri a una per-
sona constituida de tal manera que, tras decirle que siempre que yo grufiera
de una manera especial, deseaba que se ruborizase o que pescase una enfer-
medad, cuando quiera que reconocia el grufiido (y con esto mi intencién) se
ruborizaba o pescaba la enfermedad. ;Querriamos entonces decir que el gru-
itido significabayy algo? No lo creo. Esto apunta al hecho de que para que x
tenga un significadoyy, el efecto deseado debe ser algo que en algun senti-
do esté dentro del control de la audiencia, o que en algun sentido de «razon»,
el reconocimiento de la intencién que hay tras x es para la audiencia una razon
y no unicamente una causa. Pareceria que hay un tipo de equivoco aqui («una
razOn para creer y una razon para hacer») pero no creo que esto sea un pro-
blema. Pues aun cuando sin duda, desde un punto de vista, las preguntas acer-SIGNIFICADO 489
ca de las razones para creer son preguntas acerca de la evidencia y asi muy
distintas de las preguntas acerca de las razones para hacer, no obstante, reco-
nocer la intencion de un emisor al expresar x (una emisién descriptiva), tener
una razon para creer que tal y cual, es por lo menos muy similar a «tener un
motivo para» aceptar tal y cual. Las decisiones «que» parecen contener deci-
siones «para» (y es por esto por lo que podemos «rehusar creer» y también
estar «obligados a creer). (El caso de la «obstruccién» necesita un tratamiento
un poco diferente, pues uno no puede, en un sentido claro, «decidir ofen-
derse, pero uno puede rehusar ofenderse.) Parece entonces como si el efec-
to deseado debiera ser algo que se encuentra bajo el control de la audiencia,
o al menos el tipo de cosa que esta bajo su control.
Diré algo mas antes de considerar algunas objeciones. Pienso que de lo
que he dicho acerca de la conexién entre significadoyy y reconocimiento
de la intencién se sigue (sdlo en tanto esté en lo correcto) que sélo aquello
que podria llamar la intencién primaria de un emisor es pertinente para el
significadony de una emisi6n. Pues si emito x, intentando (con la ayuda del
reconocimiento de esta intencién) producir un efecto E y deseo que este efec-
to E lleve a un nuevo efecto F entonces en tanto se piense que la ocurren-
cia de F depende solamente de E, de ninguna manera puedo considerar a F
como dependiente del reconocimiento de mi intencién de producir E. Esto
es, si (por ejemplo) deseo que un hombre haga algo dandole cierta infor-
maci6n, no puede verse como pertinente para el significadoyy de mi emi-
sion describir lo que intento que haga.
Puede plantearse ahora una pregunta acerca de mi uso bastante libre de
palabras como «intencién» y «reconocimiento». Niego tener la intencién
de poblar toda nuestra vida verbal con ejércitos de complicados sucesos psi-
colégicos. No pretendo resolver ningun enigma filoséfico sobre las inten-
ciones, pero quiero argiiir brevemente que no surge ninguna dificultad espe-
cial a partir de mi uso de la palabra «intencién» en relacién con el
significado. Primero, habra casos en los cuales una emisién esté acompa-
fiada o precedida de un «plan» consciente o de una formulacién explicita
de intencién (por ejemplo, declaro cémo voy a usar x, 0 me pregunto como
«comunicar algo»). La presencia de un «plan» asi de explicito obviamente
pesa mucho en favor de que la intenci6n (significado) del emisor sea como
«se planed»; aunque pienso que esto no es conclusivo; por ejemplo, un hablan-
te que ha declarado la intencién de usar una expresi6n familiar de una mane-
ra no familiar puede caer en el uso familiar. Algo similar sucede en casos
no lingiiisticos: si preguntamos por la intencién de un agente, una expre-
sion previa pesa mucho; sin embargo, un hombre podria planear tirar una
cartaa la basura y aun asi Ilevarla al correo; al levantar su mano podria «vol-
ver en si» y decir o bien «No deseaba hacer esto» o «supongo que tenia que
estar intentando ponerla».
Las intenciones lingiiisticas (0 cuasilingiiisticas) explicitamente formuladas
son sin duda raras. En su ausencia pareceria que nos apoyamos en tipos de490 LA BUSQUEDA DEL SIGNIFICADO
criterios bastante similares a como lo hacemos en el caso de intenciones no
lingiiisticas en donde hay un uso general. A un emisor se le toma como inten-
tando comunicar lo que normalmente se comunica (0 lo que se intenta nor-
malmente comunicar) y necesitamos una buena raz6n (por ejemplo, nunca
aprendié el uso general o se olvid6 de él), para aceptar que un uso particu-
lar diverge del uso general. Algo similar sucede en casos no lingiiisticos: se
supone que deseamos las consecuencias normales de nuestras acciones.
Asimismo, en los casos en los que hay duda, por ejemplo, de cual de dos
o mas cosas intenta comunicar un emisor, tendemos a referirnos al contex-
to (lingiiistico o de otro tipo) de la expresién y preguntar cual de las alter-
nativas seria relevante para otras cosas que él esta diciendo o haciendo; o
en una situaci6n particular, qué intencién se adecuaria con algun propésito
que él obviamente tiene (por ejemplo, un hombre que pide una «bomba» en
un incendio no querria una bomba de bicicleta). Los paralelos no lingiiisti-
cos son obvios: el contexto es un criterio para resolver la cuestion de por
qué un hombre que acaba de poner un cigarrillo en su boca, pone su mano
en el bolsillo; 1a relevancia respecto de una finalidad obvia es un criterio
para precisar por qué un hombre huye de un toro.
En ciertos casos lingiiisticos le preguntamos posteriormente al emisor
acerca de su intencién, y en algunos de estos casos (los mas dificiles, como
cuando a un fildsofo se le pide que explique el significado de un pasaje poco
claro en alguno de sus trabajos), la respuesta no se basa en lo que recuerda,
sino que mas bien es como una decisién acerca de cémo debe tomarse lo
que dijo. No puedo encontrar un paralelo no lingiiistico aqui; pero el caso
es tan especial que parece no aportar una diferencia vital.
Todo esto es muy obvio; pero seguramente mostrar que los criterios para
juzgar intenciones lingiiisticas son muy similares a los criterios para juzgar
intenciones no lingiifsticas es mostrar que las intenciones lingiiisticas son
muy similares a intenciones no lingiiisticas.