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Caso Clinico TBC
Caso Clinico TBC
INTEGRANTES:
CICLO:
Octavo
GRUPO:
pchavezv- A
LIMA- PERÚ
2021
ÍNDICE
1.Epidemiología de la Tuberculosis en el Perú.....................................3
2.Características microbiológicas de la Tuberculosis...........................2
3.Patogenia de la Tuberculosis.............................................................2
4.Definición de sintomático respiratorio, Signos y Síntomas.................2
5.Hallazgos en estudios de imagen para Tuberculosis.........................2
6.Diagnóstico Microbiológico y Molecular de Tuberculosis...................2
7. Pruebas de Sensibilidad para Tuberculosis, Definiciones
dependiendo del patrón de resistencia..................................................2
8.Tratamiento de Tuberculosis: Medicamentos para esquema
sensible.................................................................................................2
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1. Epidemiología de la Tuberculosis en el Perú
3. Patogenia de la Tuberculosis
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El principal mecanismo de contagio es por la vía aerógena y se da sobre todo en pacientes
bacilíferos que tienen lesiones conectada con el exterior por un bronquio y al toser generan
pequeñas partículas líquidas llamadas también gotas de Flüge en las cuales cuando se
evaporan dejan al aire los núcleos de los bacilos que se desplazan por el aire pudiendo ser
inspirados por otros. Las partículas de tamaño entre 1 a 5 µm llegarán a los alveolos y
desencadenarán la primoinfección, sin embargo, las de mayor tamaño se quedarán
atrapadas en la barrera mucosa a nivel de la vía respiratoria alta y se eliminan.
La mayoría de las veces los bacilos que llegan hasta los alvéolos son fagocitados y
destruidos por los macrófagos que se encuentran ahí. De las personas infectadas solo el
10% logra desarrollar la enfermedad.
Después de la aspiración del bacilo se produce la primoinfección tuberculosa que son
respuestas tisulares e inmunológicas. El primer evento que se produce es la alveolitis
exudativa. Luego la infección se propaga por las vías linfáticas intrapulmonares hasta los
ganglios regionales paratraqueales o mediastínicos dando lugar al complejo bipolar. Se
producirán pequeñas diseminaciones bacilares por la vía hematógena hacia segmentos
apicales pulmonares, riñones, hígado y huesos.
En la semana 2 o 10 después de la infección se desencadena una respuesta inmunológica
celular comandada por antígenos de membrana y citoplasma de las micobacterias. Los
macrófagos al reconocer y procesar los antígenos los presentan a los linfocitos T y así
estimular la transformación de células especializadas como las células epiteliales y gigantes
de Langhans.
Los linfocitos que activan a los macrófagos, las células epitelioides y las gigantes se sitúan
rodeando e intentando destruir a los bacilos y así dan lugar al granuloma tuberculoso que,
con el tiempo en el centro, es decir en su núcleo se forma una necrosis gaseosa. Se puede
lograr controlar la infección mediante este sistema defensivo, lo que indicará que la
primoinfección ha sido asintomática y se verá de manifiesto en la prueba de tuberculina ya
que deja memoria inmunológica.
Según la OMS la definición de sintomático respiratorio es toda persona que presente tos y
expectoración por más de 15 días. Se considera sospechoso de tuberculosis y debe
practicársele la baciloscopia seriada de esputo (3 muestras), independientemente de la
causa de consulta principal.
En la tuberculosis pulmonar activa, incluso moderada o grave, los pacientes pueden no
presentar síntomas, o no sentirse bien, anorexia, cansancio y pérdida de peso, que
aparecen gradualmente a lo largo de varias semanas, o pueden aparecer síntomas más
específicos.
La tos es muy frecuente. Al principio, la tos puede ser poco productiva con esputo amarillo o
verde, en general al levantarse a la mañana, pero puede tornarse más productiva a medida
que la enfermedad avanza. La hemoptisis sólo aparece en presencia de tuberculosis
cavitaria.
Con frecuencia, aunque no siempre, los pacientes presentan fiebre. La sudoración nocturna
profusa es un síntoma clásico, pero no es frecuente ni específica de tuberculosis. El
paciente puede presentar disnea debido a la lesión del parénquima pulmonar, el desarrollo
de un neumotórax espontáneo o de tuberculosis pleural con derrame.
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La presentación clínica del paciente con tuberculosis y VHI suele ser atípica debido al
compromiso de la hipersensibilidad retardada; teniendo más posibilidad de presentar
síntomas de enfermedad pulmonar o generalizada.
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La TAC de alta resolución es más sensible que la radiografía de tórax para la
detección de tuberculosis miliar. Los hallazgos radiológicos consisten en
pequeños nódulos de 1-2 mm de distribución perivascular y periseptal; el
engrosamiento nodular de los septos interlobulares puede dar una apariencia
arrosariada, similar a la de la linfangitis carcinomatosa.
c) Calcificación
La calcificación de las lesiones pulmonares y ganglios linfáticos
ocurre en el 30% de los casos de tuberculosis primaria; el 70%
restante se resuelve sin secuelas radiológicas, y habitualmente se
requiere un tiempo que oscila entre 6 meses y 2 años para que
tenga lugar el aclaramiento completo.
La lesión de Ghon consiste en una cicatriz parenquimatosa,
calcificada o no, y ocurre en un 15-17% de los casos. El complejo
de Ranke consiste en la asociación entre la lesión de Ghon y la
calcificación de los ganglios linfáticos hiliares o paratraqueales. Los
nódulos de Simon son focos de calcificación secundaria en los
pulmones.
d) Tuberculomas
Los tuberculomas son opacidades nodulares persistentes, redondas
u ovaladas, situadas más frecuentemente en los lóbulos superiores
(75%); la mayoría son regulares y bien delimitadas, aunque hasta en
un 25% de los casos pueden ser de contornos lobulados; suelen ser
menores de 3 cm de diámetro, pero se han descrito lesiones de hasta
5 cm. Aunque la verdadera frecuencia de estas lesiones es difícil de
determinar, porque un 11% de los pacientes con tuberculomas
probados son PPD negativos, se considera una manifestación
infrecuente de la tuberculosis. Usualmente se considera que son el
resultado de una enfermedad primaria curada y con frecuencia son
encontrados como hallazgo casual en adultos asintomáticos.
e) Cavitación
La cavitación es una manifestación rara de la tuberculosis primaria en
lactantes y niños que viven en comunidades expuestas desde hace
tiempo al bacilo tuberculoso. Ha sido encontrada en un 7-29% de los
adultos. La formación de cavidades es un hallazgo mucho más
frecuente en lactantes y niños que viven en comunidades donde la
tuberculosis ha sido introducida recientemente, debido a la menor
capacidad para confinar la lesión primaria.
Los neumatoceles, hallazgo infrecuente en niños, han sido encontrados en un 12% de los
adultos con tuberculosis primaria.
II. Afección de la vía aérea: atelectasia
La atelectasia lobar o segmentaria es una manifestación radiológica frecuente de la
tuberculosis primaria en niños menores de 2 años; es menos habitual en niños mayores
(9%) y adultos (18%).
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Las atelectasias de la tuberculosis primaria de manera
característica afectan al segmento anterior de un lóbulo superior o
al segmento medial del lóbulo medio, y típicamente persisten
hasta que las adenopatías regresan.
Si bien la obstrucción endobronquial y la atelectasia resultante
son hallazgos menos frecuentes en los adultos, cuando estas
complicaciones se producen tienden a afectar al segmento
anterior de los lóbulos superiores y simular un carcinoma
broncogénico.
Un porcentaje considerable de niños que desarrollan atelectasia durante el estadio activo de
la enfermedad presentan evidencias broncográficas residuales de distorsión y dilatación del
árbol bronquial en las áreas afectadas.
III. Linfadenopatía
El compromiso de los ganglios linfáticos hiliares o paratraqueales es el hallazgo radiológico
que permite una diferenciación más precisa entre tuberculosis primaria y posprimaria,
especialmente en adultos.
Los ganglios típicamente afectados son los hiliares, los
paratraqueales derechos y con menos frecuencia los subcarinales
y de la ventana aortopulmonar. Aunque el hallazgo típico es la
afección unilateral en el lado derecho, las adenopatías bilaterales
ocurren hasta en el 31% de los casos.
La TAC es más sensible que la radiografía simple para detectar
adenopatías tuberculosas intratorácicas. La adenitis tuberculosa
mediastínica, especialmente si los ganglios son mayores de 2 cm
de diámetro, puede tener una apariencia característica consistente
en áreas centrales de baja atenuación, con un anillo de realce
periférico tras la administración de contraste. Este patrón de realce
ganglionar, aunque característico, no es patognomónico de la
adenitis tuberculosa. Las adenopatías más pequeñas pueden no
realzar o hacerlo escasamente. Las adenopatías tuberculosas captan Ga-67.
IV. Derrame pleural
Suele manifestarse 3-7 meses después de la exposición inicial, es el patrón radiológico de
mejor pronóstico y el que menos complicaciones presenta. El empiema, fístula
broncopleural, erosiones óseas y fístulas pleurocutáneas son complicaciones raras.
El derrame es con más frecuencia unilateral y de moderada a gran cuantía. La resolución
del derrame generalmente es rápida y completa con la terapia apropiada; en ocasiones
queda como secuela un engrosamiento pleural residual. Cuando en la radiografía de tórax
el engrosamiento pleural residual es mayor o igual de 2 cm, la TAC a menudo revelará
líquido persistente que puede contener bacilos viables.
MANIFESTACIONES RADIOLÓGICAS DE LA TUBERCULOSIS POSPRIMARIA
I. Afección del parénquima
Exudativa y fibrocaseosa
Cavitación
Diseminación broncógena y bronconeumonía tuberculosa aguda
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Tuberculosis miliar
Tuberculomas
II. Linfadenopatía
III. Afección de la vía aérea
Broncostenosis
Bronquiectasias
IV. Enfermedad pleural
V. Otras complicaciones
Aneurismas de Rasmussen
Pericarditis tuberculosa
Cáncer de pulmón
Osteomielitis vertebral
Abscesos paraespinales y prevertebrales
TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO
1. Observación microscópica
Las técnicas utilizadas para la observación de las micobacterias se basan en su ácido-
alcohol resistencia. Las 2 tinciones más utilizadas son la clásica de Ziehl-Neelsen y la
tinción con fluorocromos (auramina 0). Esta última permite una lectura más rápida (2-3 min)
y se recomienda cuando el número de muestras a examinar es superior a diez diarias;
también hay que tener en cuenta que los frotis teñidos por auramina pueden reteñirse por
Ziehl-Neelsen, lo que posibilita la diferenciación de la morfología bacteriana. Esta tinción
permite distinguir ciertas características morfológicas, pero no permite diferenciar con
certeza las especies de micobacterias.
El hallazgo de BAAR en las muestras clínicas es la primera evidencia de la presencia de
una micobacteria. Es el procedimiento más fácil y rápido que permite un diagnóstico
presuntivo y el reconocimiento de los pacientes bacilíferos, lo que le confiere un gran valor
epidemiológico. Una tinción negativa nunca excluye una tuberculosis. Para que una tinción
sea positiva es necesario que el número de BAAR en el esputo sea de 5.000-10.000/ml, lo
que hace que la sensibilidad de la técnica sea limitada, del 22-80% según las series, y se
encuentre influida por diversos factores (tipo de muestra, población estudiada, etc.). En
tuberculosis primarias y extrapulmonares, su sensibilidad es muy baja.
La especificidad de la tinción de BAAR es bastante elevada; la presencia de micobacterias
no tuberculosas en el agua con la que se realiza la tinción puede ser causa de falsos
positivos. También puede existir transferencia de micobacterias entre distintos frotis, así
como contaminación en el aceite de inmersión.
Independientemente del resultado de la observación microscópica, se debe siempre
efectuar el cultivo de las muestras clínicas para realizar un diagnóstico de certeza de
tuberculosis.
2. Cultivo e identificación del complejo M. tuberculosis
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La técnica de cultivo es más sensible que la microscopia para el diagnóstico, ya que permite
detectar 10 bacterias/ml de muestra concentrada. Asimismo, asegurar la negativización de
los cultivos es imprescindible para el seguimiento de la enfermedad y el control de la
eficacia del tratamiento. La realización del cultivo es fundamental para el aislamiento de la
bacteria, que permitirá, si fuera necesario, estudios de resistencia a fármacos y/o estudios
de tipificación genética.
Las muestras remitidas para su estudio al laboratorio de micobacterias se pueden dividir en
dos grupos:
Muestras procedentes de lugares estériles, como líquidos cefalorraquídeos,
pleurales, peritoneales, pericárdicos y biopsias de tejidos. Éstas pueden sembrarse
directamente en los medios de cultivo. Si el volumen es grande pueden requerir una
concentración previa.
Muestras procedentes de lugares en los que existe flora comensal (esputos,
orinas etc.) que se multiplica más rápido que las micobacterias, por lo que puede
impedir el crecimiento de las micobacterias. Este tipo de muestras debe ser
sometido a un proceso de homogeneización (descontaminación y posterior
neutralización-concentración).
La gran variedad de medios permite a cada laboratorio elegir los que mejor se adapten sus
necesidades y a la población atendida. Existen 2 grupos de medios de cultivo: sólidos y
líquidos. En general, se admite que el uso combinado de un medio sólido y otro líquido es
idóneo para la realización de aislamientos primarios, buscando rapidez y sensibilidad. En
condiciones normales, los cultivos deben incubarse a 35-37 °C e incubarse durante 6-8
semanas.
a) Medios de cultivos sólidos
Los más comúnmente usados son los que utilizan como base huevo coagulado, como el
Löwenstein-Jensen y el de Coletsos. Este último facilita el crecimiento de M. bovis y de
cepas disgónicas de M. tuberculosis. También se puede utilizar medios con base de
agar (Middlebrook 7H10, 7H11). Los tubos deben leerse, al menos una vez por semana,
aunque es deseable realizar 2 lecturas semanales. Una ventaja de estos medios es que
permiten apreciar la morfología colonial, por lo que se puede observar características de
la colonia (rugosidad, pigmentación, etc.) que son ya datos orientativos para su posterior
identificación. En el medio de Löwenstein-Jensen las colonias de M. tuberculosis
empiezan a observarse a las 2-3 semanas de incubación. La mayor desventaja de estos
medios es la lentitud de crecimiento de las micobacterias, por lo que en los últimos años
han tenido un gran desarrollo los medios líquidos.
b) Medios de cultivos líquidos
Su mayor ventaja es que acortan en 2-3 semanas la detección de las micobacterias, y
permiten un mayor número de aislamientos de algunas micobacterias no tuberculosas,
como las pertenecientes al complejo M. avium-intracellulare. Actualmente los medios
líquidos se pueden dividir en dos grupos, que detallamos a continuación:
i. Medios de lectura semiautomática
Estos sistemas requieren una gran manipulación de los viales durante todo el
proceso y la lectura se realiza de forma manual. El más ampliamente utilizado es el
sistema BACTEC 460TB. El medio contiene ácido palmítico marcado con C
radiactivo del que las micobacterias, al crecer, liberan CO2. Éste es detectado en el
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BACTEC 460TB y traducido a un índice de crecimiento (escala 0-999), que es
proporcional a la cantidad de micobacterias que se están multiplicando. Este sistema
es más sensible que los tradicionales. Presenta como inconveniente la utilización de
isótopos radiactivos y que se pueden producir falsos positivos por contaminación de
los frascos a partir de las agujas del aparato de lectura deficientemente esterilizadas.
En la actualidad, está comercializado el sistema Mycobacteria Growth Indicator
(MGIT). Durante el crecimiento bacteriano se consume oxígeno y el compuesto de
rutenio emite fluorescencia, que se detecta en una lámpara de Wood. Tiene menor
sensibilidad que el anterior, pero es una buena alternativa para laboratorios
pequeños.
ii. Medios de lectura automática.
En los últimos años se han diseñado sistemas de cultivo líquido no radiométricos.
Todos ellos son métodos no invasivos (no utilizan agujas en la detección), con
escasa manipulación de viales (una vez inoculados se almacenan en un incubador
específico) y lectura continua totalmente automatizada.
Tradicionalmente, las micobacterias aisladas en cultivo se han identificado sobre todo por
sus características morfológicas y metabólicas en el medio de Löwenstein-Jensen. Se
confirma mediante pruebas bioquímicas, la prueba de la niacina, que pone de manifiesto la
capacidad para producir ácido nicotínico y es la prueba fundamental para la identificación de
M. tuberculosis, aunque ésta no debe basarse nunca exclusivamente en esta prueba.
Actualmente disponemos de sondas que se pueden utilizar tanto sobre colonias crecidas en
medios sólidos como sobre cultivos positivos en medios líquidos. El límite de detección de
estas sondas es de, aproximadamente, 106 UFC/ml, y tienen una alta especificidad.
Técnicas serológicas
Los principales tipos de antígenos de micobacterias utilizados para el diagnóstico serológico
mediante técnicas de enzimoinmunoanálisis son de naturaleza proteica (PPD, antígeno 5) o
de naturaleza lipídica.
Estudios de sensibilidad a fármacos antituberculosos
De estas metodologías, las dos más importantes corresponden al Xpert MTB/Rif y a los
ensayos con sondas en línea (LPA), las cuales se describen a continuación.
1. Xpert MTB/Rif.
El Xpert MTB/Rif es una prueba molecular de reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
en tiempo real recomendada por la OMS desde el año 2010, que es capaz de detectar
simultáneamente la presencia de M. tuberculosis y la resistencia a la rifampicina (TB-RR) en
un plazo de 2 h.
A pesar de la buena sensibilidad y especificidad para detectar resistencia a rifampicina (R),
se han observado discrepancias entre los resultados fenotípicos y moleculares, por lo que
cuando se detecta una resistencia a R por el Xpert MTB/Rif, pero el método fenotípico
señala sensibilidad, sólo la secuenciación del gen rpoB efectuada en laboratorios de
referencia puede resolver la discordancia y confirmar o descartar una TB-RR.
2. Ensayos con Sondas en Línea (LPA)
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Los ensayos con sondas en línea o LPA (Line Probe Assays) son pruebas moleculares que
utilizan tiras reactivas de nitrocelulosa (tecnología DNA Strip) que contienen regiones
moleculares parciales o sondas de los genes de resistencia en estudio.
Genotype®MDRTBplus (v 1.0 y 2.0): utiliza tiras reactivas que contienen regiones
moleculares parciales de los genes rpoB, katG e inhA fijadas sobre ellas, detectando
así mutaciones de resistencia a la rifampicina (rpoB) y las principales mutaciones
presentes en la resistencia a isoniacida (katG e inhA).
Genoscholar TB-NTM+MDR: detecta resistencia a rifampicina e isoniacida
identificando no solo al Complejo M. tuberculosis sino también a otras micobacterias
como M. avium, M. Intracellulare y M. Kansasii. Se puede utilizar en muestras
directas de esputo o en cultivos positivos
Genotype MTBDR s/: Esta prueba es un LPA que utiliza la misma tecnología que
Genotype®MDRTB plus con la diferencia que detecta las mutaciones más
frecuentemente asociadas a resistencia a aminoglucósidos (AMG) y
fluoroquinolonas (FQ), las dos familias de fármacos de segunda línea cuya
resistencia determina la presencia de tuberculosis extensamente resistente (TB-
XDR).
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Técnicas moleculares específicas: XpertMTB/RIF(Cepheid) y Genotype MDRplus
El Xpert MTB/RIF (Cepheid) que puede detectar resistencia a R en un plazo de 2 horas,
con una sensibilidad del 95% y una especificidad del 98%
GenotypeMDR , permite detectar resistencia a las fluroquinolonas (presencia de
mutaciones en genes gyrA y gyrB) y a los fármaco inyectable de segunda línea
(identifica mutaciones en los genes rrs y el promotor eis). La especificidad de este
método es superior al 98%
8. Tratamiento de Tuberculosis: Medicamentos para esquema sensible.
Antes de que se dispusiese de fármacos eficaces, el 50% de los pacientes con TB pulmonar
activa moría en el transcurso de 2 años y solamente se curaba el 25%. En la práctica
médica actual, los fallos en el tratamiento se producen por las resistencias farmacológicas y
por regímenes inapropiados, también por la falta de cumplimiento del tratamiento.
Inhibe la producción de ácido micólico, un componente de la pared
celular exclusivo de las micobacterias, y es bactericida frente a los
microorganismos en crecimiento. Cuando se toma por vía oral, penetra
Isoniazida bien en las lesiones tuberculosas. Efectos adversos: neuropatía
periférica, hepatotoxicidad, agranulocitosis y fenómenos autoinmunitarios.
Se administra piridoxina (vitamina B6) para reducir el riesgo de neuritis
periférica asociada a la isoniazida.
inhibe la ARN polimerasa dependiente de ADN, con efecto bactericida.
Es un fármaco potente, activo por vía oral. Los efectos adversos son
Rifampicina infrecuentes, pero pueden ser graves, como la hepatotoxicidad y los
«síndromes tóxicos». La coloración naranja de la orina es un efecto
secundario frecuente.
es bacteriostático. Se administra por vía oral. Los efectos adversos son
Etambutol poco frecuentes, pero puede producirse una neuritis óptica reversible. A
menudo se desarrollan resistencias.
se desconoce su mecanismo de acción, pero puede estar relacionado
con el metabolismo del fármaco dentro de M. tuberculosis para producir
Pirazinamida un producto tóxico, el ácido pirazinoico, que actuaría como bacteriostático
con el pH bajo de la fagolisosoma.
Efectos adverso: hepatotoxicidad y elevación de las concentraciones
plasmáticas de urato, por lo que puede provocar gota.
La indicación para pacientes con TB sin infección por VIH/SIDA, osea para pacientes que:
Paciente con TB pulmonar frotis positivo o negativo.
Pacientes con TB extrapulmonar, excepto compromiso miliar, SNC y osteoarticular.
Pacientes nuevos o antes tratados (recaídas y abandonos recuperados).
Esquema para adultos y niños
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- Primera fase: 2 meses HREZ diario (50 dosis).
- Segunda fase: 4 meses HR tres veces por semana (54 dosis).
CONCLUSIONES
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FUENTES DE INFORMACIÓN
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