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3 8 S y $ a 3 3 = = gq Constelaciones Familiares: una guia de trabajo Francisco Sanchez Gavete Sle} rigden institut gestalt ‘Tilo orginal ‘Constelaciones Familares: una gula de abajo Primera ei ‘Mavo 2009 © Francisco Séncher Gavete ‘© Rigden Eat SL. Disefo grificae iustracion porta ‘Barbara Pardo Forocomposicién Ta Rosiello Impresion yencuadernacin “Zero preimpresion, SL. Impresoen pana Depésito Legal B. 25.048.2009 Isp 978 84-996706-10 [RIGDENANSTITUT GESTALT Neri, 94, bajos 08012 Barcelona wnsigden instinngestale com ‘esmail:rigden ig@rigden dnsiatgestl.com Reservados tndes ts derechos. Queda rigurosamente prohibi cin eseita de la tiulares del copyright bajo las sanciones establecidas en las leyes fa reproduccin parcial otra de cst obra por cualquier med-oo proced Jento, comprenaidot la reprografa el tratamiento informatica ai como It Alistribucén ee cjemplares mediante alguller 0 préstamo pile. INDICE Presentacién Prologo . 1. INTRODUGCION 1.1 Sobre la estructura de este libro . . 1.2 Algunos elementos de contexto .. 2, PRESUPUESTOS O CONCHPTOS CARAGTERISTICOS 2.1 Sobre los ordenes del amor . Elconcepto de orden . Elorden en el aspecto estructural Blorden en el as Individuos y sistemas . ‘ 2.2. Sobre el método fenomenolégico (0 dinmico 3, METODOLOGIA DE TRABAJO: LOS PASOS CONCRETOS 3.1 Consideraciones generales . 3.2. Preparaci6n o fase previa 3.3. Recepcién y encuadre . 3.4 Eleccién de representantes y configuracién inicial . 3.5. Elproceso ear aga 3.5.1. Intervenci6n con movimientos Movimientos principales o basicos . Movimientos facilitadores 25 a7 33 33 34 42 45 47 36 37 4d 4.2 43 51 Movimientos de resolucién o de finalizacién Movimientos “paradéjicos” Una tiltima consideracién . 3.5.2 Intervencién con palabras . Preguntar Contar historias 53a SR Palabras que acompaiian movimientos 0 los enfatizan .. Miiiliswewes yor weary Metodologfa de trabajo en sesién individual. Uso de figuras Visualizaciones . 4, EL TERAPEUTA Lamirada LapretensiOn de ayudar Conécete ati mismo ..... ‘5. CONSTELACIONES FAMILIARES V AL Constelaciones familiares y terapia sistémica general... Sistema interacci6n ... Sistema y subsistemas Funcién protectora del sfntoma Justicia intergeneracionales . Mito familiar a0 Virginia Satir y sus esculturas y reconstrucciones familiares . “ Constelaciones familiares y otros enfoques « Constelaciones familiares y Programacion Neuro lingitistica (PNL) Constelaciones familiares ¢ hipnosis cricksoniana Constelaciones familiares y analisis transaccional pAKos 81 82 83 84 85 86 o4 97 97 101 105 108 ug 119 120 198 124 126 127 129 130 130 131 132 61 62 63 64 TA 72 Constelaciones familiares y Gestalt Consideraciones finales 6. REFLEXIONES ¥ OBSERVAGIONES DIVERSAS Sobre sentimientos y emociones Ambitos de aplicacién Precauciones especiales . [Acance y limites del método (usosy abusos) 77, BIBLIOGRAFIA SELECTA COMENTADA Bibliografia general ............+ Sobre constelaciones familiares Sobre otros enfoques sistémicos . Sobre el enfoque estructural . Sobre el enfoque trans-generacional Bibliografia complementaria o especifica . Biografia del autor 188 135 139 45 152 155 161 161 162 163 164 165 167 PRESENTACION En distintos foros he explicado que, en nuestra vida, nos conviene esquivar, por 1o menos, tres errores: dar lo que no tenemos, no dar lo que tenemosy no tomarnos a conciencia la tarea de distinguir dentro de nosotros la diferencia entre lo que tenemos y lo que no. El primero consiste en el error de la impostura, que nos lleva a falsearnos; el eegundo eal de lacvi tacién por temor a tomar riesgos y fracasar o ser juzgados, que nos lleva ala inhibici6n; el tercero es el de la pereza de tomar conciencia de lo que somos, y oscurece nuestras verdades y necesidades profundas, lo que nos aboca a la confusion y la superficialidad. Si eludimos estos tres errores, automatica- mente los convertiremos en aciertos y, entonces, nuestra vida ynuestras obras se acercarin mas al centro de la diana exis- tencial que nos ha sido asignada, ya que estaremos en sintonia con lo que nos mueve. Sin duda, a todos nos concierne una cierta tarea que corresponde a nuestras predlisposiciones y talentos, una cierta misi6n u horizonte de realizacién, y la grax cia de cualquier tarea no reside tinicamente en ella misma, sino en ejecutarla con dignidad y gozo, sirviendo con ello ala vida, embelleciéndola, conservindola, regindola, alimentén- dolay acariciandola. El libro que tienes en tus manos ¢s alimento, vitaminas para la vida, y encaja de manera precisa con los talentos que el autor ha desarrollado; sin duda corresponde a lo que tie- ne para dar, a lo que calza con sus dones y saberes: claridad, precision, estructura, comprensién minuciosa de los entresi {jos pricticosy te6ricos de los métodos de terapia y ayuda, pro- fundidad, humor, el don de la transmisién, y un manto didae- tico que envuelve todo lo que tocay permite el aprendizaje a cualquiera que desee ser ensefiado, a cualquiera que a través de las respuestas que va obtentendo a lo largo del hibro este dispuesto a notar que cada ver mas le calzan las preguntas, que empiezan a tomar relieve creativo y se multiplica su com- prensién de las Constelaciones Familiares. Porque aprender | significa crear, entre otras cosas. Se reconoce mejor el cono- cimiento y la excelencia sobre cualquier area de la realidad por la capacidad ce formular preguntas relevantes que por la acumulaci6n de respuestas cerradas y cristalizadas. Las pre- | guntas adecuadas, por el hecho de haber sido formuladas, | inflaman de luz y nuevas posibilidades el conocimiento, © abren caminos y experiencias nuevas. Cuando aiin tenemos. lacapacidad de generar preguntas en nuestro interior, enton- ces sabemos, Como la historia del hombre desesperado que corria por las calles gritando: “Tengo respuestas, tengo res- puestas... Pero, zalguien tiene la pregunta?” Y buscaba sin suerte a quien la tuviera. Quien sabe, quizis conoce bien Ia pregunta y un poquito menos Ia respuesta. Porque sabe. Este libro ofrece respuestas, porque el autor supo ser ordenado en sus interrogantes, y nos ayuda a refinar los nuestros. El presente volumen noes la primera Gufa de Trabajo del autor. “La Terapia Gestalt, una guia de trabajo” fue publica- da hace un par de afios y ha sido aplaudida por profesiona- les, estudiantesy lectores en general. En “Las Constelaciones Familiares, una guia de trahajo”, el objetivo es igualmente cla- ro: servir de guia en el camino de los aprendices y de los pro- fesivmales que a waves de sus Conocimientos gestaluicos 0 sistémicos y familiares se las ven con situaciones humanas dolorosas y tratan de generar recursos para que la felicidad y la alegrfa entre los familiares y los seres queridos triunfen 0 [CONSTELACIONES FAMILIARES: UNA GIA DE TRABAJO - sobre la tragedia que, a veces, les ronda y asola. En este senti- do, es un libro que riega la vida y siembra semillas que han de colaborar a aumentar el bienestar en muchas personas. Los lectoresy estudiantes recibiran orientacién clara, estructura- da, bien cartografiada, sobre la selva de las Constelaciones Familiares, un enfoque que, por reciente en el tiempo, por revolucionario en su metodologia y por eficar.en situaciones muy enquistadas, ha merecido la atencién de muchos profe- sionales y también de muchos clientes anhelantes de solu- ciones. Sin embargo, también por estas mismas razones, a menudo, las Constelaciones Familiares han sido vestidas con trajes que no le son estrictamente propios: el esotérico, el migico, el milagroso, el religioso, el dogmatico, cl triunfal, el pontificioy mil etcéteras. Pero los trajesino los tejen los enfo- ques, sino las personas que los practican, y las Constelaciones Familiares necesitan cada vez. mas que sean profesionales y estudiosos serios, psicdlogos, médicos, trabajadores de la ayu- da y terapeutas experimentados los que implementen sus tos y los trasladen a las personas y los sistemas familiares dolientes. Sobre todo, los profesionales que cono- cen las preguntas reales, porque no hay nada mas sospecho- so de ser un falso ayudador, en temas psicolégicosy afectivos, que hacer creer que se tienen todas las respuestas y que es posible dirigir completamente lo que se acaba convirtiendo en destino para cada uno. Los genuinos ayudadores son humildes, reconocen sus limites y saben inclinarse ante el misterio de los destinos hhumanos que en ocasiones ocurren sin eleccién personal, como es el caso de tragedias, muertes, desamor 0 reveses. Adem, Francisco Sanchez presenta sus comprensiones de una manera justa, ecudnime y contextual. Es decir, contex- tualizada dentro de algunos de los conocimientosy enfoques del universo ce la ayuda, como los diversos enfoques sistémi- " RANCISCO SANCHEZ GAVETE cos, la PNL, el enfoque Fricksoniano, el Anilisis Transaccio- nal o la Terapia Gestalt. No creo que se necesiten mis ponti- fices ni redentores iluminados, sino buenos pensadores y pro- fesionales que comprendan el alma y la naturaleza delicada Ge las relacionesy la comunicacion humana, a fin de conver- tir en explicable y claro lo que parece misterioso. ‘Todos estamos tan acostumbrados a apretar un interrup- tory que se haga la luz, y que esto forme parte tan natural de nuestra vida, que por habitual y repetido nos parece sencillo y, cuando lo pensamos, casi magico... Pero detras hay un cableado y una ciencia de la electricidad que sostiene el sim- ple hecho de encender la luz, El autor mus invisible que soporta a las Constelaciones Familiares, convir- tiéndolo en explicable. Ya Bandler y Grinder, creadores de la PNL, escribieron su famoso libro “La estructura de Ia magia” para mostrar que los terapeutas més eficaces y eficientes del mundo trabajaban con una estructura aunque s6lo pareciese ‘magia. Este libro muestra la estructura de las Constelaciones Familiaresy por consiguiente su magia. Ain tengo fresco en la retina la participacién e involucra- cién del autor en el taller fundacional de las Constelaciones Familiares en este pais cuando, en 1999, justo hace diez aiios, en el Institut Gestalt invitamos a Bert Hellinger a presentar su trabajo. Diez aiios después, Francisco Sanchez se ha con- vertido en un maestro de las Constelaciones Familiares y su intuici6n didactica ha fermentado lo suficiente como para, a través de este libro, facilitar el camino de los que ayudan a través de las Constelaciones Familiares para que atin puedan ayudar mejor, apoyados en pilares y estructuras reales. Dionisio simboliza la entrega a todas las formas del vivir levantandose jubiloso frente al crucificado que simboliza una ogica dudosa y fatal para la vida: la de que un mal puede tra- erun bien, Asf cerraba Nietzsche su biogréfico “Ecce Uomo”, ra el cableado 2 (CONSTELACIONES FAMILIARES: UNA GUIA DE TRABAJO y asi nos invitaba, al igual que los Ordenes del Amor que explican las Constelaciones Familiares, y con gran detalle este libro, auna vida gozosay real. Que asi sea. Yque los que quie- ran seguir aprendiendo del trabajo de Constelaciones encuentren en este libro el agua fresca que contiene. Joan Garriga Bacardi Autor de Viviren el Almay gDénde estén las monedas? EL ‘cuento de nuestros padres. Director del Institut Gestalt y Co-fundador de la Editorial Rigden. 13 Amis padres A mis maestros Gracias PROLOGO Me he decidido a escribir el presente libro pensando, principalmente, en cierto tipo de lectores. Cronolégicamen- te, aunque no en orden de importancia, he pensado, en pi ‘mer lugar, en aquellas personas que estan trabajando en su propia formacién en Constelaciones Familiares. También en quienes, no habiendo realizado 0 no habiendo atin acabado cata formaci6n, tienen ya alguna experiencia como terapeu tas 0 como profesionales de la ayuda de uno u otro tipo. He pensado, finalmente, en aquellos terapeutas mas o menos noveles, que estan dando sus primeros pasos en este tipo de trabajo. Por otro lado he pensado también en otros terapeutas, quiza algo mas experimentaddos, que han aprendido muchas cosas de ‘manera, podrfamos decir, “intuitiva’, cémolo haaprendido, o sin mucha conciencia de lo que saben ‘0 de cémo lo saben. Creo que este libro les puede ser de gran ayuda, a modo de mapa orientativo, para ordenar o re-ordenar suaprendizaje 0 su experiencia, yes puede abrir puertas a com- prensiones te6ricas 0 précticas de mayor alcance, En cualquier caso, este no es un libro de iniciacién a las, Constelaciones Familiares. No empiezo por explicar de qué in mucha conciencia de se trata, En todo momento doy por supuesto que el lector ha tenido la oportunidad de participar en uno o varios talleres y, 81a podido hacerlo como representante una 0 mas veces, mucho mejor. También doy por supuesto que est familiari- zado con los conceptos mas basicos y habituales que caracte- riran a este tipo de trabajo. FRANCISCO SANCHEZ CAVETE Mis fuentes de inspiracién han sido varias: mi experiencia de participacién en diversos talleres con Bert Hellinger ycon otros terapeutas més o menos conocidos internacional — m1formacion en el modelo sistemico aplicado a fami- — abundanies lecturas de diversa indole, — mi trabajo como terapeuta en otro tipo de corrientes oenfoques', y — mi experiencia como terapeuta, formadory supervisor en el trabajo con Constelaciones Familiares. iste pretende ser um libro practico, es decir, orientado a la prdctica, Nadie espere, pues, encontrar en él ningtin tipo de contenidos “fundamentales” de carécter metaf “esencial” Los contenidos presentes han nacido del hacer y del ver hacer, 0 por decirlo mas precisamente, “ver cémo lo hacen” y “darme cuenta como lo hago”. Algo que en la Programa- cién Neurolingiiistica avanzada se conoce como “técnica de modelamiento”, Por tanto, no expongo aqui ninguna teorfa ~ni antigua ni nueva sobre las Constelaciones Familiares y su trasfondo. En algiin momento, eso sf, reseftaré algunas de las ideas mas basi- cas y mas clisicas de este tipo de trabajo, como los 6rdenes del amor o los érdenes de la ayuda, o me referiré a ellos sucin- tamente. También, en el capitulo 5.1, presentaré una sintesis de algunas ideas o modelos tipicos ¢ igualmente clasicos de diversos enfoques sistémicos, masa titulo ilustrativo que otra cosa, en la expectativa de que a algunos lectores pueda ayu- darles a ampliar o, al menos, contextualizar, determinados puntos de vista 1, Gestalt, principalmente. 18 No soy, ni pretendo ser, intérprete autorizado de Bert Hellinger. En pura coherencia, intérprete autorizado s6lo puede ser aquél que el propio Bert Hellinger reconozca como tal, y nadie mas. La finalidad del presente libro es, pues, la que su propio titulo expresa: servir como una guia de trabajo. Yel propési- to de esta guia es el de orientar el aprendizaje y la experien- cia consciente. ‘Adin sin pretenderlo, o quiz4 més allé de sus propias pre- tensiones, el trabajo de Bert Hellinger ha tenido una amplia difusi6n en determinados sectores. El interés por dicho tra- bajo es de naturaleza muy diversa y tambié ‘ae snscita a ha suecitada, Fl propio Rert Hellinger ha evoe lucionado en su manera de trabajar, descle que lo conoci, en 1999, hasta la actualidad y, por lo que sé, también desde antes, Por otra parte, su personal bagaje terapéutico es largo yampliot. (Cuando lo conocf, hace actualmente diez aiios’, Bert Hellin- «ger explicaba mis las cosas. Ahora explica cada vez menos. ¥ hace, también, cada vez menos, Ha ido adoptando un modo de trabajar cada ver mas “minimal Este hecho resulta paradéjico en el siguiente aspecto: aun- que su trabajo actual sea mas evolucionado y, en cualquier caso, mas admirable o mas susceptible de admiraci6n, resuk ta, al mismo tiempo, més diffcil de aprender, o técnicamente hablando, de “modelar” las reacciones ", como suele decirse 2. Ver, en este sentido, el apartado “Fl camino profesional de Bert Hellinger” en el capitulo VII del libro de G, Weber: “Felicia dual. Bert Hellinger y su psicoterapia sistémica”, paginas 363.365, Referencias mas ‘amphas en este senudo pueden encontrarse consultando diversas paginas de Imernet. 3. EI primer taller de Constelaciones Familiares que realizo Bert Hellinger en Espatia tuvo lugar en 1999, en Barcelona, organizado por el Institut Gestalt ___________mtaorsno sneer caver, Mi posicién al respecto es bastante sencilla: para trabajar como lo hace actualmente Bert Hellinger hay que ser Bert Hellinger, y tener su edad y su experiencia. Lejos de mi tal pretensiGn, Bastante tengo con ser yo mis- mo. Y desaconsejo al lector pretender ser campeén de salto de altura cuando se puede ser, simplemente, buen nadador, buen cantante o buen cocinero. Insisto, pues, en el enfoque didactico del presente libro. En ningén momento digo lo que digo porque me parezca que “es.asi”, o que “tiene que ser asi”, sino porque me parece que de esa manera el aprendizaje se hace mas facil y mas seguro. Como digo, no voy a detenerme cn explicar algunos con- ceptos mas comiinmente conocidos en el émbito de trabajo de las Constelaciones Familiares, como, por ejemplo: impli- caciones sistémicas, inocencia y culpa, recompensa positiva y negativa, conciencia, tipos de sentimientos, etc. Sobre todo ello hay abundante literatura en nuestro idioma y, a tal efec- (6, presento al final una pequefia seleccién de libros, en el capitulo sobre bibliografia. A ese material remito al lector. En cuanto al uso de expresiones verbales o “frases” duran- tc las intervenciones, utilizo muchas cuya fuente no puedo precisar. Algunas de estas expresiones han sido tomadas lite- ralmente de Bert Hellinger. Otras, de otros terapeutas, Algu- ‘nas, incluso, es probable que sean “de cosecha propia”. No sabria decirlo. Porque lo importante no es reproducir la literalidad de una expresién o “frase”, sino comprender su sentido: su fn- ién, su significado y su alcance. Luego, cada terapeuta pue- de utilvzar sus propras exprestones, las que le resulten mas naturales, Ademas de que también puede copiar las que gus- te de quien prefiera, Lo importante, repito, es el sentido de Jas mismas. 20 ‘CONSTELACIONES FAMILJARES: UNA GUIA DETRABAJO Quiero realizar, a este respecto, una aclaracién lingtis ca, Habitualmente, a lo largo del libro, utilizo el género gra- ‘matical masculino para designar personas de uno w otro sexo indistintamente. Asi, cuando digo “un cliente”, éste puede ser hombre o mujer, y cuando digo “padre” puede tratarse del padre 0 de la madre. Por el mismo motivo, utilizo siempre €l singular aunque, evidentemente, sea necesario el uso del ple ral como, por ejemplo, cuando un hijo se dirige a sus padres de forma conjunta. Se trata, como digo, de una convencién lingiiistica, y hago uso de ella para ahorrar expresiones mas prolijas o engorrosas. Una tiltima observacién: la presente guia de trabajo, de carictcr naturalmente descriptive, en modo alguno puede sustituir suplir el entrenamiento personal del terapeuta, su tarea de autoconocimiento y de reconocimiento de sus per- sonales recursos y limitaciones, la capacidad de observacién, el manejo de las propias emociones, et. Hay cosas que no las da ni las puede dar un libro. Pero puede servir para guiar en su utilizacion Barcelona, otofto de 2008 a I Introduccion 1.1. SOBRE LA ESTRUCTURA DE ESTE TRA- BAJO Los capitulos que siguen tienen una estructura concreta, siguen un orden concreto, que es el que queda reflejado en lindice, Quiero sefialar, a este respecto, una primera observaci6n; a mi modo de ver, el trabajo de Constelaciones Familiares constituye una totalidad dificil de fragmentar: Lo que ocurre esque ala hora de escribir o explicar no lo puedo decir todo a laver. Sélo puedo escribir en forma secuencial. Los capitu- los van necesariamente uno a continuacién de otro. Pero y esto es lo importante, todos son necesarios para una visién mas completa. Por ejemplo: al comenzar a escribir dudé si era preferible hablar primero del terapeuta o del método. Una primera idea fue la de hablar del terapeuta antes de hablar del método. Parecta lo natural, Primero Ta poison, lucgu el wabajo. Sin embargo, hablar primero del terapeuta transmitiria o podria transmitir el mensaje de que el terapeuta es la figura princ- pal, el protagonista. Claro que, si lo hacia al revés, podria inducir el mensaje contrario: que lo importante es el método. Lo cual s6lo ¢s cierto cuando se trabaja con el método clini- cof, y no es éste el caso de las Constelaciones Familiares. Finalmente opté por referirme primero al método. Pero ino se puede tener una comprension completa del método sin 4, Mis adelante en el capitulo 2.2, me extenderé en este asunto del método. tomar en cuenta el rol de terapeuta, al cual me refiero des pués. Si lo hubiera escrito en otro orden, la reflexi6n serfa la misma, Algo similar puedo decir, por ejemplo, de lo que escribo en el actual capitulo 2 (“Presupuestos 0 conceptos carac- teristicos”) y lo que escribo, posteriormente, en el capitulo 5.1 (*Constelaciones Familiaresy terapia sistémica general”) @Podia haberlo hecho al revés? Desde nego que si. Yasi podria seguir con otros ejemplos. Para decirlo de otra manera: cada capitulo de los que componen el presente libro enriquece y amplia o profundi- za lacomprensi6n de los otros. La lectura de cada capitulo se complementa y completa con la lectura de los anteriores y siguientes. Por tanto, no importa demasiado en que orden se lea el libro. Importa, mas bien, adquirir esta vision global. Luego, cada lector aprovecharé de diferente manera todo lo que queda escrito. 26 1.2. ALGUNOS ELEMENTOS, DECONTEXTO La terapia sistémica de Bert Hellinger se sitiia en el ambi- to general de la psicoterapia y, mas concretamente, en el Ambito de las terapias sistémicas. Hay quien, ademas le afia- de una connotaci6n “transpersonal”. Decir esto parece una obviedad. :Por qué empiezo con una afirmacién tan clemental? Porque algunas personas acceden a las Constelaciones Familiares con un conocimiento o experiencia previos del twabajo sistémico. Ello les permite apreciar algunos aspectos comunes y otros que son propiamente originales del método de Constelaciones Familiares. En particular, pueden recono- cerse en el método de Constelaciones Familiares algunos ele- mentos comunes con los enfoques de tipo estructural, trans- generacional y estratégico, principalmente. En cambio, hay otras personas que acceden a las Conste- laciones Familiares sin ningiin bagaje previo. En sf mismo, este hecho no es un problema ni una limitaci6n, ni tiene por qué serlo. Sin embargo, este tipo de aproximacién puede tener un efecto “deslumbrante” en dichas personas. Este efecto se debe también, entre otros factores, aque, como ya he apuntado en el prélogo, el bagaje terapéutico personal de Bert Hellinger es largo y amplio. En la practica, so significa que, en muchas ocasiones, Bert Hellinger utili za en su trabajo algunos elementos que provienen, en parte, del Analisis Transaccional, o de la Hipnosis Ericksoniana, 0 de la Terapia Gestalt, o de la Programacién Neurolingtistica, 27 ee FRANCESCO SANCHEZ. CAVETE © de otros. Las personas familiarizadas con uno o varios de estos métodos podran reconocer ficilmente la utilizacién que Bert Hellinger hace de ellos. Las personas que lo desconocen pueden, igualmente, quedar “deslumbradas”. No slo Bert Hellinger: también otros terapeutas de Cons- telaciones Familiares, reconocidos internacionalmente, utili zan, en su trabajo, una cierta variedad de elementos de una otra procedencia. ¢C6mo vivirfa un concierto de una orquesta sinfénica alguien que no hubiera escuchado antes ninguno de los ins- trumentos que la componen? Es natural que se produzca este efecto de deslumbramiento, que normalmente se traduce en admiracién, o en cobrecogimicnto. Aunque también, cn ocar siones, puede traducirse en increduliciad 0 rechazo, Asistir a un proceso y a un resultado cuyos ingredientes se desconocen hace que Io que se presencia revista un cierto aire magico, que puede suscitar, como digo, admiracién en unos e incredulidad en otros. Todo ello resulta natural y comprensible. Lo que ocurre es que sobre esta base, sobre esta tinica base, dificilmente puede desarrollarse un aprendizaie screno, facil y seguro. aunque, por supuesto, puede constituir una buena motiva- ci6n inicial. Pero entoncesla tentacién de pretender acceder a ‘los secretos del poder arcano” se puede presentar de for- ma irresistible. ¥ esta tentacién resulta, en la préctica, una mala consejera. Este ¢3 un libro que trata, especificamente, del método de Constelaciones Familiares. Dicho al revés: el presente libro no trata de todos y cada uno de los enfoques 0 métodos que se pueden Inclutr o integrar en el trabajo de Constelaciones Familiares. Cada uno de ellos requeriria de un libro especifi co. Yno cs algo que se pueda despachar con un resumen o unas breves indicaciones. 28 (CONSTELACIONES FAMILIARES: {INA GLIA DE TRABAJO De hecho, algunas de las escuelas que desarrollan pro- ‘gramas de formaci6n en Constelaciones Familiares incluyen, dentro de su programa, diferentes elementos de los que he nombrado, y de otros que ni siquiera cito, para no alargarme innecesariamente. Por otra parte, como ya sefialé en el prélogo, el propio Bert Hellinger ha evolucionado en su forma de trabajar. Hay quien distingue tres etapas en su evolucién, Hay quien distingue cuatro. Me da igual. El asunto es: cuando hablo del método de Constelaciones Familiares, za qué etapa de la evoluci6n de Bert Hellinger me estoy refiriendo? No necesariamente a la iltima. Como también sei <1 prélogo, la tktima ctapa del trabajo de Bert Hellinger remal ta tanto mas fécil de admirar como dificil de aprender. Porque, aunque é1 mismo ha evolucionado, no se trata de una simple evoluci6n lineal, Bert Hellinger avanza algunas cosas y luego recupera otras antiguas. Lo nuevo no implica, no puede implicar, desprecio por lo anterior. Nilo contrario, Seria un contrasentido. Por tanto, para el objeto de este libro no me interesa nada que tenga que ver con ortodoxias ni mucho menos con dog- matismos. Hay diversos aspectos en el trabajo de Bert Helli ger susceptibles de lecturas o interpretaciones no siempre o no exactamente coincidentes. Por eso, repito de nuevo, no escribo con la pretension de ser intérprete genuino de Bert Hellinger. No aspiro a ilumi- nar las esencias, nia dilucidar asuntos que van més allé de lo estrictamente terapéutico. Sélo aspiro, y humildemente, a ilustrar o dar pistas que faciliten el aprendizaje a aquel que acepte este tipo de ayucia y quiera aprovecharla. I Presupuestos 0 concep- tos caracteristicos 2.1. SOBRE LOS “ORDENES DEL AMOR” Elconcepto de orden Para todo aquel que tenga una minima experiencia de haber participado en talleres de Constelaciones Familiares, hay una serie de conceptoso de términos més o menos cono- cidos. Ahorraré aqui una lista de los mismos, ya que algunos de ellos dependen del vocabulario que suele utilizar cada terapeuta. Muchos de ellos no son originales o especificos del méto- do de Gonstelaciones Familiares, sino comunes a otros enfo- ques. Se puede ver, en este sentido, el capitulo 5.1, al que antes me he referido. Pero hay una formulacién que es original y genuina de las, Constelaciones Familiares. Se trata de los “érdenes del amor", Me referiré a ellos de manera sucinta y ordenada. Qué relacién existe entre “amor” y “orden”? Mas que explicarlo de manera detallada, prefiero ilustrarlo recu- rriendo a una metifora: el orden es el cauce de la vida por donde la corriente del amor uve. La metifora da bastante de sf. Pensemos por ejemplo, Io que puede ocurrir si el cauce se obstruye, 0 si el agua des- bordiael cauce. También podemos pensar en la situacién de | r hacia adelante porque pretende | un rio que no quiere fl suministrar agua a su propia fuente. Y asi sucesivamente. Preficro dejar ulteriores consideraciones al ingenio del lec- tor. De forma mas concreta, el orden se traduce en una espe- cie de reqnerimientos pautas concretas de fiuncionamien- to. No pretendo decir nada nuevo, sino dejar organizado, como si se tratase de um mapa, lo que supongo que el lector ya sabe. 33 Elorden en el aspecto estructural j__ Em relaci6n con la estructura’ del sistema familiar nos ‘encontramos con dos condiciones del orden: | a) _Lapertenencia, Todos pertenecen, por igual, al sis | tema, Nadie puede no pertenecer: quien supuestamente no | perteneciera simplemente no existiria, puesto que todos | empezamos a existir perteneciendo, Un miembro de un sis- | tema puede ser “borrado” de un mapa que represente un | territorio, pero no del territorio mismo. La pretensién contraria la conocemos como “exclusién”, Pero se trata de una pretension. Como sabemos por expe- riencia, mienwas no se da su lugar al excluido el sistema no puede encontrar su equilibrio de ninguna torma Insisto en que se trata s6lo de una pretensidn. Se puede “borrar” aalguien del mapa, pero no del territorio. Se le pue- de eliminar de la “foto familiar”, pero no de la realidad, ‘Tampoco se trata de ningtin sentimiento. La realidad de a exclusién, con frecuencia, no tiene nada que ver con “sen- tirse exeluido”, ‘También hay que tener cuidado con las afirmaciones que se hacen sobre terceras personas. Decir, por ejemplo, que “tal persona fue excluida”, puede revelar un hecho cierto pero, a veces, sobre todo si se hace en tono acusatorio, puede impli- car mas bien un juicio negativo respecto de la figura (perso- nao sistema) a la sc atribuye la exclusién oa la que se consi- dera causante de la misma. De modo que, en tal caso, la realidad es, probablemente, la contraria de la que se declara como tal. Porque una forma habitual de excluir es la descalificacién, Ja ulizacién de juicios negativos, la aibucién de maldad 0 delocura. 55. Usilizo aquf el término “estructura” en su sentido ordinario: “dis pposicin de las distinuas partes de un todo", o también “armazén que sos- tiene un conjunto”. Podriamos también llamarla “esqueleto” 4 _CONSTELACIONFS FAMILIARES: UNA GUIA DE TRARMO La otra forma habitual de excluir esl olvido, la negacion del lugar que le corresponde a alguien o la simple descon: deracién por dicho lugar. En definitiva: cualquier intento de “desterrar” a alguien de su sitio. Enrelacion con este asunto de la pertenencia se formula hab ‘malmente la cisica pregunta: quién pertenece al sistema? Ya respuesta, también habitualmente clasica, es: — elinteresado, — los padresy hermanos del interesado, — la pareja actual y parejas anteriores del interesado, — los hermanos de los padres del interesado, — las parejas anteriores de los padi = lus abuclus, — los hijos del interesado, sus parejas y los respectivos nietos. Ytodo ello con independencia de que estén vivos 0 muer- tos o que, incluso, hayan muerto antes de nacer (abortos) por os motivos que sea. Yen el caso de adopciones, forman también parte del sis- tema tanto los padres 0 hijos adoptivos, asi como los biolé- Todas éstas on las personas que se enen en cuenta en! disefio del genograma clisico. Como vemos, las personas que “pertenccen” estan vincu- ladas entre si por lo que comtnmente se llama “Vinculos de El término "sangre" parece una referencia biol6gica. Lo es. Pero eso no constituye una simplificacién ni una restric- ci6n, siempre y cuando entendamos Ia biologia como la entienden los biélogos, que no la reducen a genética nia qui- mica, sino que abarcan un largo y complejo de fenémenos que van desde Ia biogquimica celular hasta la ecologia. Mas que de sangre, Bert Hellinger prefiere hablar de sexo, como fuerza que va més alld del individuo y que dirige nues- tras vidas. Tiene pleno sentido. | ea FRANCISCO SANCHEZ CAVETE. 2¥los hijos 0 padres adoptivos? No parece haber vinculo de sangre o de sexo. Se trata, entonces, de una excepcin? Si vemos el asunto con mas profundidad, comprenderemos que no lo es Porque, en definitiva. lo que vineula es, por un lado, et hecho de haberle dado al sistema algo importante que hace que el sistema sea el que es. De manera principal, pues, la vida, que primordialmente se crea y hnego se cuida y sc al- menta. Por eso los padres biolégicos pueden dar su lugar a los padires adoptivos diciéndoles, por ejemplo, respecto del hijo adoptado: J — Nest ie cas ot, ys ahs aad ya smentado. Gracias» | Lomismo, en sentido contrario, pueden decir los padres ' adoptivos alos biologicos, Finalmente, algo parecido puede también decirle el hijo sus respeetivos padres. Asi todos tienes su higar digno. | Como digo, pues, lo que vincula al sistema es, por un lado, el hecho de haberle dado algo importante. As que, por el otro lado, vincula de la misma manera el hecho de haber + tomado algo importante | Yaqui viene una de las aportaciones mas genuinas de Bert | Hellinger, al incluir a todos los que han dado o tomador si alguien ajeno al sistema ha tomado de él algo que no le correspondia, tomandolo, pues, por la fuerza, también que- davinculaco a él. También pasa a formar parte del mismo. E igualmente al reves Por exo, en la perspectiva del trabajo de Constelaciones | Familiares, consideramos que sien el sistema hay una vi 1a, e1 perpetrador, sean cuales sean las circunstancias, que- da vinculado al sistema. Ylo mismo al revés Sean cuales sean las circunstancias quiere decir que no se trata aqni de enipas ni de responsabilidades, aeunto que correspond al Ambito del derecho o de lamoral. De lo que se trata aqui es de hechos. Yen este sentido poco importa que se trate de un crimen premeditado o de un accidente fortuito, CCONSTELACIONES FAMILIARES: UNA. GUIA DE-TRARAIO Yno s6lo la muerte. El vinculo incluye a las dos partes en el caso de cualquiera que se beneficiara 0 se perjudicara inde- bidamente, como, por ejemplo, en el caso de abusos sexua- les, 0 trastomas econdmicos graves (es decir, que afecta Jas condiciones de subsistencia), etc. b) Elorden jerarquico. Se trata aqui de jerarquia en un sentido muy preciso: la jerarquia de precedencia, que no tie- ne por qué implicar jerarquia de mando. Estamos hablando de familias, no de una empresa o del ejército. Elorden jerarquico es muy simple: es primero quien pri- mero hizo su aparici6n en la escena del sistema de que se tr ta. Los demas siguen el orden riguroso de aparicién en la mis- (Owa forma de verlo, quizé mas completa y menos “simple” ¢s la siguiente: zquién estuvo antes, de manera que, gracias a haber estado antes, y gracias a su presencia o a su ausencia, hizo posible que otros vinieran después? Apliquemos este razonamiento al caso, por ejemplo, de la relaci6n entre la pareja actual y las parejas anteriores. ;Quién, con su “reirada” dela escena, hizo posible que otro viniera | después? Propongo al lector, como ejercicio de entrenamiento titi aplicar analogo razonamiento a cualquier otro tipo de situa- Pensemos, por ejemplo, en un municipio. No importa el tamafio de la poblaci6n: normalmente tendra un alcalde. El cjercicio consiste en contestar la siguiente pregunta: ces la existencia del municipio en primer ligar la que hace posible que exista el alcalde, 0 es la existencia del alcalde en primer lugar la que hace posible que exista el municipio? Para mayor entretenimiento (0 entrenamiento) del lector, se puede hacer una pregunta similar respecto del érgano de administracién del municipio, o sca, el ayuntamiento. Un iltimo ejemplo: ges la existencia de fabricas de coches la que hace posible la existencia de compradores de coches, oesla existencia de compradores de coches la que hace pos ble la existencia de fabricas de coches? No s6lo, pues, la vida o el sexo. También la muerte vincula. | 37 FRANCISCO SANCHEZ CAVETE E] lector puede aplicar el mismo razonamiento a otros ejemplos que espontaneamente se le ocurran, Una tiltima pregunta: siplanteo estas cuestiones es para favo- recer en elector el entrenamiento de la percepcién sistémica. Fn ese sentirin esconveniente tener en cuenta que no todas las preguntas tienen una sola respuesta, ica e inequivoca. Presentaré, seguidamente, dos observaciones, titles para clarificar algunos aspectos concretos. La primera observaci6n es que no existe un orden “abso Iuto” ni una forma igualmente “absoluta” de orden: ello equi- valdtia a mirar algo asf como el orden de toda la humanidad ¢, incluso, més alld, de todo el universo. El orden del que hablamos es siempre relativo a la persona respecto de la cual miramos. La cosa 3 sencilla en el caso de una familia uucleat, Si se trata, por ejemplo, del segundo hijo de una pareja, los padres jan en primery segundo lugar, en tercer lugar ¢l hermano mayor, en cuarto lugar el propio interesado, y asi sucesiva- mente. Pero qué pasa, por ejemplo, en el caso de una fami- lia de las que llamamos “reconstituidas”? Veamos. Me pt |} m2 t COREE En Ia figura vemos un orden familiar, en una familia reconstituida, respecto del cliente “G”. PI: Padre del cliente. M2: primera mujer del padre, y madre del cliente. H3: her- mano mayor del cliente, C4: cliente. H5: tiltimo hermano en cesta familia. M6: segunda mujer del padre (PI), posterior a su divorcio de la madre. Ocupa el sexto lugar por ser la sexta persona en hacer sw aparicion en la escena de la vida de clien- te. Elresto de la familia de M6 vendrfa, en todo caso, después 38 [CONSTELACIONES FAMILIARESS UNA GUIA DE TRABAJO y.a efectos del trabajo con el cliente, no se considerarian par- te de su sistema, aunque su existencia pueda ser representa- da grificamente en este genograma que abarca a las dos fami- lias originales. En este mismo ejemplo el orden seria distinto si lo mira- mos respecto de un miembro de la “otra familia”. Por ejem- plo, respecto de la mujer que hemos representaco como M6. En tal caso, su primer marido ocuparfa el primer lugar, sus hijos el tercero, cuarto y quinto, y su marido actual el sexto. En cualquier caso la cuesti6n sigue siendo la misma: gquién estaba antes, y quién vino después? 2¥si lo miramos respecto del hombre PI? Para é! (P1), logicamente, su primera mujer (M2) fue anterior y la nueva (M6) posterior. Pero, si€l mira a su nueva mujer, entonces ¢s necesario que vea que existe un hombte anterior, y que intclue so los hijos que tuvo M6 con este hombre anterior son igual- ‘mente anteriores. PI pasaa ser P6 respecto del sistema de su nueva mujer, puesto que existen otros cinco miembros de esa familia antes de su entrada en escena Segunda observacién: cuando representamos el orden en un plano, parecido al del ejemplo que hemos visto, cuando ciibujamos un genograma, resulta finalmente sencillo colocar «en su sitio los ntimeros que indican el orden de precedencia. Ahora bien: este diseito grafico no tiene por qué dar lugar ‘una tinica forma de representaci6n en el espacio. De hecho, Iarepresentacién espacial puede tomar diversas formas. Vea- moslo concretamente, en el caso de una pareja con un hijo (primero) y una hija (segunda). Padre Madre Figura 2 genograma 39 FRANCISCO SANCHEZ GAVETE Esta estructura es susceptible de reflejarse, en una repre- sentacién ‘en vivo" con, por lo menos, cuatro posibles variantes. La primera: los dos hijos en una fila delante de los padres: Pade] |maae Hip | | Hie La segunda: los dos hijos delante de los padres pero en fila lateral, con disposici6n en “L”: La tercera, tambi anterior: con disposicién en “L”, inversa ala aire] [waar] Hie 8 40 ‘CONSTHLACIONES FAMILIARES: UNA GUIA DE TRABNIO Por tiltimo: los dos hijos delante de los padres, con dispo- sici6n igualmente lateral, pero uno a cada lado: Pacte| |Madre \ Hie \ Ha Yeso s6lo mediante soluciones de geometria regular. Pero pueden encontrarse también multiples variantes con formas irregulares, que na voy a representar aqui para no alargarme innecesariamente. Lo importante es observar que, en todos los casos, se res peta igualmente el orden 1 => 2=> 3 => 4. Ylo importante es tomar en cuenta que el mismo orden puede plasmarse de miiltiples maneras, Hasta ahora me he referido, en todo momento, a familias. Pero el asunto es un poco diferente si pensamos, no en fami- lias, sino en organizaciones. En ellas, el orden presenta cier- tas particularidades. Eup la mayor parte de los casos, de cardcter voluntario. Se trata de una pertenencia que puede ser limitada en el tiempo y, asi- mismo, tener caracter condicional. Por tanto, en la mayor parte de los casos, la fuerza del vin- culo es menor. Insisto en que esto es asi en la mayor parte de los casos porque, en la préctica, las situaciones concretas son diferen- tes y, como vengo repitiendo, no se puede generalizar. ‘Otra particularidad tiene que ver con el orden jerarquico que, en el caso de las organizaciones, es de naturaleza mas compleja. Comimmente existe un doble orden. Por una parte tene- mos el orden propiamente jerarquico. Si yo tengo, por ejem- .ct lugar: la pertenenciaa una organizacién c3,en 41 FRANCISCO SANCHEZ GAVETE plo, una empresa, y contrato un empleado, es evidente que Yo soy anterior y el empleado contratado es posterior. Cualquier organizacién tiene una estructura jerérquica, en mayor o menor grado y con independencia del tipo de onganizaci6n de que se trate. En una empresa, como en un ayuntamiento, 0 en una asociacién de voluntarios, hay, en este sentido, “superiores” ¢ “inferiores”, se llamen asi o de cualquier otra manera: “responsables”, “coordinadores”, “encargados’, etc, La responsabilidad de unos otros reviste caracteristicas diferentes. Al mismo tiempo que esta jerarqufa estructural, existe otra que ticne que ver con el hecho de que, gracias los que estu- vicron antes, 0 a los que estan desde antes, es posible que otros estén después, o hayan venido después, Este hecho da, a los anteriores, la categoria de “anteriores”, claro esta. Lo que es lo mismo: la categorfa de “mayores”. En relacién con ellos, los demas son “posteriores” o “menores”, Obviamente esta clase de jerarquia no es la misma que la que existe entre padres c hijos pero, desde luego, constituye tn orden jerar- quico que necesita ser respetado, El personal de una organizacién se renueva. Yes posible que comience a pertenecer a una organizacién una persona ‘ocupando un cargo jerérquico “superior”. Desde este punta de vista, él es primero, y sus subordinados serian segundos. Pero, de acuerdo con la logica que venimos empleando, st incorporaciGn es posible gracias a todas las personas que tra- bajaron antes en la misma organizacion. Por tanto, desde este punto de vista (clésicamente conocido como “antigiiedad"), ‘esta persona es posterior. Elorden en el aspecto dinamico Un sistema familiar no solamente tiene estructura 0 “esqqueleto”, Esta vivo, En su interior, y en sus relaciones con. 2 [CONSTELACIONES FAMILIARES: UNA cUIADE-TRABAIO. el exterior, se mueve algo: una especie de energia 6 flujo. Podemos llamarlo vida, 0 podemos lamarlo amor. Este es aspecto dinamico. Este aspecto dindmico implica, pues, un movi ‘energias, un flujo. Vamos a Hamario “intere: trata de un movimiento de doble direceién: “dar” y “tomar” Loque ocurre es que este intercambio funciona de dos mane- ras diferentes, en dos tipos de situaciones diferentes. Entre iguales, el intercambio necesita ser equilibrado. Se| necesita una clara compensacién entre el dar y el tomar por! ambas partes para que una relacién de igualdad se manten-| gay prospere. Lo cual no significa que el intercambio tenga que ser exac- tamente equivalente en todos y cada uno de los momentos y aspecius de la relacign. Tal cosa no cs posible y, de serlo, con- Ievaria una gran rigidez en la relacién, hasta convertirla en| uuna especie de fésil viviente. Se trata aqui de una compensa-| cién dindmica, que puede estar constituida por desequil brios parciales. | Entre desiguales, el intercambio es también desigual. Los | mayores, 0 anteriores, dan. Los pequetios, 0 posteriores, | toman. No puede ser de otra manera. Obien: — «¥, una vee sepas porqué, qué ventaja o utilidad conereta crees que tendriis Las demandas inconcretas presentan formas muy variadas, Hay, por ejemplo, clientes que formulan sus demandas en tér- ‘minos que parecen influenciados por otros enfoques terapéu- ticos, — «Vengo para trabajar mi impulsividad» Me pregunto: zque querra decir “trabajar mi impulsividad’? y se lo pregunto al cliente. Laclaridad y la conerecién de la demanda no es slo cues ‘i6n de contenido verbal. De algtin modo debe también notar- se la necesidad y las ganas del cliente. En otras palabras: es mejor trabajar con algo que al cliente le preocupa o le duele realmente, donde aparezca claramente la “carga emocional” ynoes suficiente que parezca sufrir mucho mientras se recrea ‘explicande el “problema” con profusién de detalles. Con fre- cuencia. una inflexién en el tono de var, 0 en el gesto, san mejores indicadores que muchas explicaciones verbales. ‘Quiero referirme brevemente, por iitimo, aun fenomeno que tiempo atras se observaba con poca frecnencia, pero que en tiempos mas recientes me vengo encontrando con mayor 60 (CONSTELACIONES FAMILIARES: UNA GUA DE TRABAJO asiduidad, Me refiero a los casos de clientes que ya saben algu nas cosas sobre Constelaciones Familiares y vienen a trabajar con lo que yo llamo “auto-diagnésticos” o “auto-recetas”: = agDe qué'se trata — «Vengo para tomara mis padres. Atin no lo he conseguido.» Que es algo asi como decile a un cirujano: — «Vengo para que me opere Va. de la vesécula» Invito al lector a que realice el experimento de configurar un terapeuta y un cliente que Hega con este tipo de deman- da. A ver qué ocurre. Una variante de mayor alcance es la de configurar dos tipos de terapeuta: uno que atiende este tipo de demanda y otro que no lo hace. Repito: a ver qué ocurre. ‘Yaqui acabo con lo que puedo explicar al respecto. Como dije en el prélogo, una guia como esta, de naturaleza des- criptiva, no suple por si sola el entrenamiento personal del terapeuta” ) Conocer los hechos (informacién), Como sabemos, en el trabajo con Constelaciones Familia- res se presta especial atencién y se da gran importancia a los hechos principales que han acontecido en el sistema o le han afectado. veces se pasa por alto el sentido obvio de lo que signifi- caun hecho. Un hecho no tiene por qué ser necesariamente tragico. Por ejemplo: en una familia con cuatro hijos, uno de. los cuales muri6, tenemos varios hechos: — que nacieron cuatro hijos, — que uno murié, y que los otros tres siguen vivos. 17, En mi otro libro “Terapia Gestals una gufa de wabajo®, antes cta do, deseribo ampliamente (paginas 3-63) una serie de aspectos a cons. derar sobre este asunto de In demanda, Me Kimito a itarlo porque creo que, a ls efectos del presente libro, no es necesario que me extienda tan toy que basta con lo dicho. 61 —____anarseo si Son hechos igualmente importantes, Un matrimonio y un divorcio, por ejemplo, son hechos del mismo nivel de impor- tancia. ‘Owa cosa seria, en el ejemplo anterior, que la muerte de uno de los hijos pndiera tener implicacienes para el sistema, Pudiera tenerlas, pero no tiene por qué tenerlas necesaria- mente, En materia de Constelaciones Familiares todas las pre- suposiciones tienen posibilidad de ser equivocadas. En este tipo de trabajo no presuponemos nada: hace falta que lo ve: mos. Para eso tenemos el método. Y los hechos pueden ser remotos o préximos. Recuerdo, aeste respecto, que, en él curso de un entrenamiento, un alumno se esforzaba en buscar muertos entre los antepasados, de una mujer, hasta los abuelos y los bisabuelos, dejando de lado el hecho de que esta mujer; actualmente casada por tci- ceravvez, habia perdido a sus dos anteriores maridos por falle- cimiento (uno por enfermedad y otro por accidente), Pero clinteresado no parecia darle importancia a estos hechos. Sefialo aquf de nuevo la importancia que tiene el entre- namiento del terapeuta. La gravedad de los hechos se per be “a peso”. De hecho, un “grave" es la de “pesado”, por oposicidn a leve o ligero. El peso ¢s algo que se siente, no algo que se deduzea de Ia ins- peccién ocular o auditiva. Se siente en el vientre o en la espa a, No existe otra balanza para “pesar” la gravedad de un hecho, ni es algo a lo que, como digo, se llegue como con- clusi6n de un proceso deduetivo. O se siente el peso 0 no se siente. O se tiene esa sensibili dad ono se tiene. Por supuesto que puede ser desarrollada, educada, entrenada. Pero en modo alguno puede ser susti- tuida por un proceso de razonamiento. Yecomo se conocen, o se averiguan, los hechos? Hay muy diversas maneras de hacerlo, Casi tantas como terapeutas. — Limitandose a recoger los hechos que el cliente men. ciona de manera espontinea. — Realizando alguna pregunta complementa agin miembro de la fami ia sobre que el cliente, esponti- 6 1 A Guia De-TRARYO neamente, no nombra. Por ejemplo, si en sus mani- festaciones espontaneas no nombra a su padre, s¢ le puede preguntar: «Qué past com tu padre?» — Realizando una especie de chequeo sistematico: pare- {jae hijos (respecto de la familia actual), padres y her- ‘manos (respecto de la familia de origen), alguna pare- ja anterior propia, o de la pareja actual, 0 de los padres, otras relaciones, algiin hijo o hermano, propio ode los padres, que murié pronto, otros sucesos tragi- cos, abortos, enfermedades importantes, hechos de gmerra, emigracién, y asf sucesivamente. — No hacer nada de todo ello, ya que, si existen hechos graves que pudieran condicionar al sistema, ya iran apareciendo indicios a medida que se despliegue la Constclacién, Yentonces sera el momento de pregun- taral cliente para pedirle informaci6i Conozco terapeutas que prefieren una u otra de las for- ‘mas anteriores. También conozco terapeutas que utilizan una ‘wotra indistintamente, segtin les parece. Quiero terminar explicanda breve dacién que hice anteriormente: es preferible trabajar con una demanda clara. Afiado ahora: y con informacién sobre os hechos. Al menos para el terapeuta que esta todavia ini- cidndose y, también, para facilitar la claridad en la percepeién de los asistentes. gPor qué? Por un simple motivo prictico, fruto de la observacién. Ima- sgintemos una linea con dos extremos. En uno de ellos tenemos tuna Constelacién Familiar con un cliente que presenta una dlemanda concreta, cuya necesidad es claramente perceptible y cir la quc contamos, aclemés, con informacién de uno 0 més hechos seiialados. En el otro extremo tendriamos una Cons- n Familiar con un cliente con una demanda genérica y in informacién alguna sobre hechos. 63 sANCISCO SANCHEZ CAVETE Pues bien: laexperiencia demuestra que, cuanto més cer- ca estamos del primer extremo mis facil, claro y ligero resul- ta el trabajo. En este caso la sensacién de “ligero” no tiene que ver con la falta de peso: lo que ocurre, simplemente, es que la fuerza es mayor. Ymayor es la sensacicin agradecimiento que queda. O, por ejemplo, aunque el senti- miento que queda sea de tristeza, resulta mas Hevadera (alggu- nos hablan aqui de tristeza “serena” o “confortable”). En cambio, cuanto mas cerca estamos del otro extremo, mas borroso, pesado y dificil resulta el trabajo. Incluso resul- ta dificil saber cuando se ha legado a algtin sitio o no. Y muchos terapeutas se niegan a trabajar en tales condiciones. Nadie tiene por qué creerse mis afirmaciones. Se pueden comprobar o desmentir, simplemente, observando diferen- le alivin nde Claro esta que entre un extremo y otro podemos encon- trar un amplio abanico. A este respecto, cada terapeuta asu ‘me sus propias decisiones, siempre y cuando sepa lo que hace y donde se mete. Mi propuesta, pues, es bien sencilla: para aprender ¢ ir adquiriendo experiencia, es preferible empe- zat por lo mas facil. E ir, poco a poco, tomando riesgos mayo- res. 64 3.4, ELECCION DE REPRESENTANTES Y CONFIGURACION INICIAL Para elegir los representantes al comienzo del trabajo podemos guiarnos por un doble criterio: ‘Atender al hecho mas grave, es decir, el que tenga | ms peso. El peso es algo que el terapenta siente y la mayoria del grupo también. ‘Atender a lo mas actual o inmediato, a lo que tenga que ver con el sistema actnal (actual familia de pertenencia, 0 actual sistema laboral u organizatwo, actual enfermedad, €tC.) Estos dos criterios no se contraponen. Con cierta fre- cuencia coinciden. Cuando no es asi, considero indiferente, desde mi punto de vista, atenerse a uno 0 a otro y, personal- mente, me guio por lo primero que se me ocurra. ¢Quién elige los representantes? Habitualmente, el tera- peuta propone al cliente que los elija él. Primero los clije, lue- go los sitia. Lo menciono, precisamente, como algo que sue- Ie hacerse de manera més habitual. Pero puede elegirlos el tcrapeuta, También, una vez clegidos, pueden situarse ellos mismos, También he visto a terapeutas que los eligen y los colocan, para ver, con sorpresa, c6mo se “descolocan” por sf solos. En la practica, no importa demasiado la manera. Mi reco- mendacién, no obstante, para los que empiezan, es que pidan al cliente que lo haga. No porque sea mejor, sino porque de alguna manera hay que empezar. Luego, cada unoasu ritmo, puede ir probando o experimentando variantes. ‘También, al hacerlo asi, se facilita la percepcién de que el control de la situacién la tiene el cliente Elrepresentante de una persona es, obviamente, una per- sona, Habitualmente, se elijen hombres para representar hombres y mujeres para representar mujeres. Insisto en lo de habitual, No conozco ninguna razén metafisica para que ten- 6 ____aneasco sien ca ga que ser asi. Simplemente me parece més claro. Imagine- mos la confusién que se podria crear si, en una Constelacién, con varios representantes, hombres 0 mujeres estuvieran representando a hombres o mujeres indistintamente. He trahajacio en gmpasen las que hahia muy pcos hom. bres, 0 s6lo tno, o ninguno. Obviamente, en tal cas0, es nece- sario que algunas mujeres representen hombres. Entonces, por motivos de claricad, establezco un distintivo (por ejem- plo, un objeto o una prenda de vestir) para identificar qué mujeres estan representando hombres, A veces un cliente elige una persona de otro sexo para representar a alguien, Hay terapeutas que no permiten eso, inmediatamente corrigen al cliente. Es una opcidn. Otra es djarlo, (siempre que con ello no aparezca alguna confusién importante) limitandosc, simplemente, a t hecho tiene algiin significado ya se mostrara. Pero sin real zat ningtin tipo de interpretacién de psicoanzlisis barato, Avveces el cliente olvida introducir alguno de los repre- sentantes que Ie he propuesto. Cuando eso sucede los omit dos son, invariablemente, el padre 0 la madre y, mas fre- cuentemente atin, el propio cliente, En tal caso me limito a sefialarlo: — «Note estés olvidando de alguien > Es curioso, en este sentido, observar la tendencia de algue nos participantes del grupo a tomar esponténeamente el Papel de ayudantes del cliente, corriendo a recordarle su ohi- do. Igualmente curiosa me parece la tendencia que observo en algunos participantes a interpretar el olvido: “se ha olvi- dado del tal representante, y eso significa...”. :Exceso de psi- coandlisis “barato"? ‘Como digo, tomo nota de lo que estoy viendo ahora y ya seguiremos viendo lo que pasa. Si el olvido significa algo importante, ya se mostrara. En muchas constelaciones, ademas de representantes de personas, aparecen otros representantes “simbélicos”: de colectivos, o arquuctipos, o simbolos, o sentimientos, o cual quicr otro tipo de realidad abstracta. 65 ___ CoNSTELACIONES EAMILIARES: UNA GUIA DETRABAIO Mi recomendacién, como via ficil y segura de aprendiza- je, ¢s la de empezar por poner representantes s6lo de perso- nas. Ys6lo, de manera excepcional, introducir representan- tesde colectivos o de hechos, por una raz6n principal, que ¢s Ia economia de trabajo. Por ejemplo: en el caso de varios muertos de guerra, pode- ‘mos proponer varios representantes de los muertos (tres 0 cuatro), oun s6lo representante para todos los muertos, 0 representante “simbélico” para “los desastres de la guerra’ Por una razén principal, insisto, de economia de trabajo. Tuego vemos la necesidad, podemos, entonces, introducir representantes mas especificos. Pongamos otro ejemplo: un nifio tiene dificultades con lal escuela. En tal caso tiene sentido, para empezar, poner un representante para “la excucla”. ¢COuiv pudliianys empezar de otra manera? ;Poniendo un representante para el direc- tor, para el tutor, para diferentes profesores y para diferentes compafieros? Tiene sentido hacerlo cuando abordemos un asunto especifico que concierne mas concretamente a la escuela, como se hace, por ejemplo, en aplicaciones de Peda- gogia Sistémica segrin el método cle Constelaciones Familia- res, En tal caso, y con el mismo criterio, podemos proponer la introduccién de representantes mas especificos. ‘Tenemos una situacién semejante cuando, en el caso de emigrantes, ponemos un representante para el pafs de origen como colectivo ancestral, de manera semejante a como se toman en cuenta los padres biol6gicos, y otro representante para el pais de residencia o de acogida, también como colec- tivo ancestral, de manera semejante a como se toman en cuenta los padres “adoptivos”. ‘Andloga consideracién puede hacerse en situaciones en que aparece, por ejemplo, el hospital, la empresa, el trabajo, lacasa, etc. Recuerdo clientes que tienen gran niimero de hermanos (desde ocho hasta dieciocho, el mas amativo entre los que he conocido). Pienso ahora en un cliente que ocupaba un lugar intermedio entre los dieciocho. En un caso asf opto por proponer un s6lo representante para “todos los hermanos 87 anteriores” o “todos los posteriores”, salvo que exista alguna raz6n para identificar a alguno o a varios de ellos de manera mis especifica. eYtepresentantes para la vida, la muerte, el sexo, el pasa: do, el fumnro, el hien, el mal, el amor, ete? Mi recomendacién, como digo, es la de empezar con representantes personales, con las excepciones antes sefiala- das, Mas adelante, a medida que el terapeuta vaya teniendo experiencia, ya se le ocurrira introducir otro tipo de repre- sentantes, ¢Cuando? Precisamente, cuando se le ocurra. He visto terapeutas noveles que empezaban poniendo un s6lo representante, sin decir quién era, o que introducian ensoguida diversos representantes “simbélicos”. = «¥ chora, squé pasa site acercasts En este orden v en el coutratio Cabe sefialar que pueden existir movimientos incipientes tras una inmovilidad aparente. Por ejemplo, un representan- te experimenta un fuerte deseo de ir hacia algtin sitio, aunque no lo haga. O, por ejemplo, otro representante dice sentirse “bloqueado”. El “bloqueo” es la expresi6n de un movimiento ambiguo que, como ya he serialado anteriormente, resulta de la tensién entre dos tendencias (acercarse y alejarse, 0 apretar yaflojar, como acabo de decir por ejemplo). Podemos, en tal caso, probar también con un segundo po de movimiento tacilitador, que consiste en proponer al Fepresentante que mire a alguien, o que toque a alguien, 0 que se apoye, o que suelte los brazos, 0 que afloje la respira- cion, ete 80 NES FAMILIARES: UNA GUIA DE TRABAJO. El tercer tipo de movimiento facilitador consiste en aiia dir, o introducir, figuras de apoyo o de “refuerzo”, normal- mente uno de los progenitores (o ambos): — «Pongo aqui a tu padre.» Yselodtuaen un haa ‘cercano, normalmente a su espalda. Debo aclarar aqui que este tipo de movimiento facilitador no tiene nada que ver con el primero que describf, y que con- siste en hacer presente a un excluido. Aqui no se trata de exclusiones. Simplemente, al representante parece faltarle fuerza, y corresponde que la tome de sus mayores. Aunque, a veces, la introduccién de un progenitor en este sentido pue- de tener el efecto contrario y, donde esperébamos encontrar fuerza, encontramos debilidad. Pero en tal caso también tenemos claro dénde seguir trabajando, Por ejemplo, a veces ocurre que al introducir al padre de ‘un representante, con la tinica expectativa de que sirva de *refuerzo” (es decir, quc el representante pueda tomar fuer- za de él), nos encontremos con una situacién o dificultad imprevista: que el representante no toma al padre. En tal ‘caso, como digo, ya tenemos donde seguir trabajando. Movimientos de resolucién, o de finalizacién En este caso voy a sefalar solamente dos (como pude apreciarse, no tienen por qué ser siempre tres): EI primero de ellos consiste en despedirse, dejar en su sitio, dejar atrés, orientarse hacia otras personas, hacia ade- Jante, hacia el futuro, Ya me he referido antes a €l como movi- miento complementario o subsiguiente al de tomar, y creo que no se necesitan mas explicaciones a éste respecto. Elsegundo consiste en hacer salir al cliente en lugar de st. representante, Fim relacién con este segundo (y dltimo) tipo de movi miento, me he encontrado también con las mas variadas res- puestas, por parte de diferentes terapeutas, a la pregunta: a “zouando, y por qué, hacer salir al cliente, 0 cuando, y por qué, no hacerlo?”, No he encontrado, a este respecto, respuestas definitivas. Algunos terapeutas (el propio Bert Hellinger, en cierta ocasién) dicen que, si no sale, el cliente queda mas protegido. Otros dicen que es mejor que salga para que, de esta manera, pueda interiorizar mas el proceso. En definitiva: nada definitivo. Yo acostumbro a hacer lo que se me ocurre en el momen- to, ¥en caso de duda, opto por preguntarle al cliente: — s¢Quéte parece? ¢ Quieres sali, ocuprando el lugar de tu repre sentante>s Yhago le que el cliente prefiera, Es conveniente, eso si, que el “tempo” o ritmo psicolégico. del cliente na tiene por qué ser el mismo que el del repre- sentante. Dicho de otra manera: un proceso que al represen- tantc Ic ha supuesto dos minutos, al cliente le puede suponer dos minutos... o veinte. Movimientos “parad6jicos” Una tiltima observacién importante: mediante los movi micntos cl tcrapcuta acompatia 0, e1 Su Lasw prueba 0 U prueba, pero nunca “pone” la solucién, El terapeuta no pue- de saber del sistema mas que el sistema mismo. La tentacién es muy clara: — «Ya os enseriaré yo cimo tentis que resolver las cosas.» En modo alguno. Un movimiento es “ordenado” en la medida en que parece ser pedido o necesitado por el sistema, noen la medida en que el terapeuta lo impone. En qué medi- da es ono es pedido por el sistema s6lo podemos saberlo con seguridad por confirmacion posterior. En este sentido seftalaré que cualquiera de los anteriores movimientos, menos el primero de ellos (concretamente: poner al que falta), puede ser realizado de modo “paradéji [CONSTELACIONES FAMILIARES: UNA OUIA DE TRABAJO. co”. Es decir, en sentido contrario a lo que teéricamente seria cl “orden”, Suele decirse que el camino més corto entre dos puntos es la linea recta. Falso. Eso s6lo es verdad en geo- metria euclidiana, En la practica, puede ser mas practico rodear tuna montaa que tratar de perforarla con in tinel Si alguien, por ejemplo, no quiere acercarse (movimien- to que tedricamente seria requerido por una cierta idea del “orden”), podemos probar a hacer lo contrario: que se aleje. Al menos hasta ver a dénde lleva ese movimiento. Si alguien no quiere tomar, por ejemplo, podemos probar con un movi- miento de rechazo, también hasta ver a dénde leva ese movi- miento. A veces es necesario que algo termine de cerrarse para que pueda abrirse, o termine de abrirse para que pueda cerrarse. Asi son las cosas en la realidad. Una ultima consideracion Se trata, pues, basicamente, de respetar lo que ocurre, antes que empefiarse en que ocurra otra cosa o de otra mane- ra, Repito: no se trata de “poner la solucién*. Si el terapeuta no empieza por respetar la realidad, dificilmente podré ayu- dar al cliente a que lo haga ‘Aunque ciertamente buscamos soluciones, a sohucion que aparezca no podemos separarla del proceso que a ella con- duce. En una trabajo de Constelacin Familiar tenemos, cier- tamente, imagenes, y también tenemos experiencia. Es facil comprobar este punto si prestamos atencién a lo que le ocurré al cliente mientras se desarrolla el trabajo. Con frecuencia podemos percibir al cliente mas 0 menos clara- mente afectado por lo que ocurre en la Constclaci6n. Es un buen indicio de que el cliente esta “tomando”. Pero equé esta tomando? No solamente uma foto. También una experiencia. En owas palabras: esta participando del proceso, 88 3.5.2. INTERVENCION CON PALABRAS Preguntar Menciono en primer lugar las preguntas porque ¢s una forma frecuente de utilizar la palabra: “:qué ocurre?”, “zqué esti pasando2”, “zcémo te sientes?”, ete Pero al mismo tiempo quiero aclarar que la pregunta no es una intervencién terapéutica, Es, simplemente, un medio de obtener informacién. Yvoy a sciialar tres puntos de aten- cién importantes a cate respecte. El primero: algunos terapeutas, una vez desplegada la Constclacién, comienzan preguntando a todos los represen- antes cémo se sienten. Pero este tipo de preguntas no es estrictamente necesario, Porque puede ser que el terapeuta pregunte a todos los representantes para informarse, pero también puede ser que lo haga para que el resto de los pre- sentes pueda emterarse. Asi, por ejemplo, si yo veo que un representante mira hacia el suelo, no necesito preguntar nada para saber que le pasa algo. Al reves, si dos representantes se miran entre sf son- riendo, tampoco tengo necesidad de preguntar nada, Puede ser que lo pregunte, es0 si, para que todos los demas estén al corriente, Pero yo s6lo pregunto cuando el gesto es inexpre- sivo (qué debe estar pasando?) o el movimiento es ambiguo © poco claro. Porque preguntar de manera sistematica puede dar pie, y éste cs el segundo punto de atencién, aun comportamiento “viciado”, en el sentido de preguntar por habito, pero sin objetivo alguno. Como digo, yo s6lo pregunto cuando real mente necesito saber algo concreto, sélo pido informacion cuando sé para qué la quicro. En el wabajo de formacién me he encontrado con fre- cuencia que algunos terapeutas preguntan precisamente 84 ‘CONSTELACIONES FAMILIARES: UNA GU DETRABAO cuando no saben qué hacer. Y cuando ésta ¢s la situacién, sucede, inevitablemente, que luego tampoco saben qué hacer con la informacién que obtienen. ¢Qué hacen, entonces? jHorror! Entonces vuelven a preguntar. Este es el comporta- miento viciado al que me refiero. El filtimo punto de atencién tiene que ver con el destina- tario de la pregunta, Los representantes tienen maxima infor- macién de lo que esta sucediendo “dentro”, de lo que esta sucediendo entre ellos, pero tienen mas dificil acceso a la informaci6n de lo que sucede “fuera, aunque puedan sos pecharlo o presentirlo de alguna manera. Vale la pena, entonces, recurrir al propio cliente como fuente de infor- macién. Por ejemplo, si un representante mantiene su atencién alejada del resto y se oriciita Clatamicnte hacia ¢l exterior, le podemos preguntar qué pasa pero, cn este caso, tiene pleno sentido que le preguntemos directamente al cliente: —

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