Professional Documents
Culture Documents
Teoría Pura Del Capital - HAYEK
Teoría Pura Del Capital - HAYEK
HAYEK
VOLUMEN XII
Obras Completas
Volumen XII
LA TEORÍA PURA
DEL CAPITAL
Edición e introducción
Lawrence H. White
Prólogo y edición española al cuidado de
Jesús Huerta de Soto
Traducción de
Jaime González-Torres Domingo
Unión Editorial
2019
Título original: The pure theory of capital
The Ludwig von Mises Institute. (Alabama) 2009
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por las leyes, que establecen penas de prisión
y multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeran total o
parcialmente el contenido de este libro por cualquier procedimiento electrónico o mecánico, incluso fotocopia, grabación
magnética, óptica o informática, o cualquier sistema de almacenamiento de información o sistema de recuperación, sin
permiso escrito de Unión Editorial, S.A.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada
con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos
Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
ÍNDICE
Prefacio ................................................................................................... 3
Índice ...................................................................................................... 9
Índice analítico........................................................................................ 11
Apéndices................................................................................................ 465
v
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA
Jesús Huerta de Soto
vii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
viii
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA
ix
PREFACIO DEL EDITOR
Bruce Caldwell
La teoría pura del capital ocupó una gran parte del tiempo de Hayek duran-
te los 1930. Como se señala en la introducción del editor por Lawrence H.
White, hubo algunos comienzos fallidos, así como algunos puntos y aparte.
Aunque la había terminado, más o menos, al final de 1939, las exigencias
de la guerra retrasaron su publicación hasta 1941.
Tengo un gran placer en presentar aquí, como Volumen n.º 12 de la serie,
la versión del libro de las Obras Completas. Al igual que todos los demás
volúmenes, este contiene una introducción del editor, así como numerosas
notas al pie explicativas para ayudar al lector a seguir el argumento de Hayek;
y más aún de lo habitual, tanto la introducción como las notas explicativas,
son ayudas inestimables dentro de este volumen, ya que la teoría del capital
es una de las áreas más opacas de la economía y, por tanto, el libro de Hayek
es uno de los más difíciles de sus aportaciones técnicas. Agradecemos al
Profesor White la luz que arroja sobre los argumentos del texto, así como
el situar el libro dentro de su contexto histórico y teórico.
El texto es fiel al original, e incluye el prefacio de Hayek y el índice, tanto
general como analítico, así como los tres apéndices que había incluido Hayek
originalmente, habiéndose añadido más apéndices que no se encontraban en
el original. El primero es un comentario de Hayek de una página acerca de
un artículo del Profesor Friedrich Lutz titulado «Professor Hayek’s Theory
of Interest» [La teoría del interés del Profesor Hayek]. Tanto el artículo de
Lutz, como el comentario de Hayek, aparecieron en el número de noviem-
bre de 1943 de la revista Economica. El Apéndice V contiene un artículo más
largo de Hayek, «Time-Preference and Productivity: A Reconsideration» [Una
reconsideración de la preferencia temporal y la productividad] que apareció
en el número de febrero de 1945 de Economica. Después de los apéndices
hay un índice que enumera las páginas en las que se definen términos técni-
cos, así como la bibliografía de Hayek, ambas cosas incluidas en el original.
xi
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
xii
AGRADECIMIENTOS DEL EDITOR
Lawrence H. White
xiii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
Lawrence H. White
[William Bartley] ¿No diría Vd., en retrospectiva, que la teoría del capital en
el sentido austriaco terminó con La Teoría Pura del Capital?
Hayek: Esencialmente he dicho eso: nadie ha hecho lo que esperaba que
hiciesen otros.1
1. F.A. Hayek, Hayek on Hayek: An Autobiographical Dialogue, Stephen Kresge y Leif Wenar,
comps. (Chicago: University of Chicago Press y Londres: Routledge, 1994), p. 96.
2. Fritz Machlup, «An Interview with Fritz Machlup», The Austrian Economics Newsletter, vol.
3, verano de 1980. http://www.mises.org/journals/aen/aen3_1_1.asp
xv
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
la teoría del capital —que previamente había estado dedicada casi exclusiva-
mente a la explicación del tipo de interés— «fuese útil para el análisis de los
fenómenos monetarios del mundo real».3 Por lo tanto, su ambicioso objetivo
era nada menos que desarrollar una teoría del capital que pudiese integrarse
por completo en la teoría del ciclo económico. Que ningún escritor posterior
hubiese aplicado La teoría pura del capital al análisis del ciclo económico sugiere
que lo que finalmente produjo fue demasiado complejo para ese propósito.
La teoría pura del capital comenzó con un intento de reformular la teoría del
ciclo económico de Precios y producción con un fundamento más riguroso de
la teoría del capital. Como observan Don Bellante y Roger Garrison, Precios
y producción «iba dirigido únicamente a ser un esbozo».4 En el prefacio de
la segunda edición de Precios y producción, Hayek explicaba que era, como
mucho, un esbozo. La invitación a pronunciar las conferencias que se publi-
caron como Precios y producción
El contacto con los círculos científicos que estaban menos inclinados que yo
a dar por supuestas las principales proposiciones de la teoría «austriaca» del
xvi
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
capital, de las que me he servido con tanta libertad en este libro, ha mostrado,
no que estas proposiciones fuesen incorrectas o menos importantes de lo
que yo había pensado para la tarea para las que las había utilizado, sino que
tendrían que haber sido desarrolladas con mucho más detalle y haber sido
adaptadas mucho más estrechamente a las complicadas condiciones de la vida
real, antes de que pudiesen proporcionar un instrumento completamente
satisfactorio para la explicación de los fenómenos especialmente complicados
a los que las he aplicado.6
Esta era la agenda que seguiría Hayek en La teoría pura del capital.
Entre las simplificaciones clave de Precios y producción se encontraba el bien
conocido recurso gráfico de la Conferencia II, que representa una «estructura
de producción» agregada de una economía como una serie de «etapas» que
llevan al output de los bienes de consumo. En cada etapa, una aplicación de
«los medios originales de producción» (inputs de la tierra y trabajo) añade
valor a los bienes en proceso. En el caso de una aplicación continua y regular
de inputs a lo largo del tiempo, el valor creciente de los bienes en proceso
describe la hipotenusa de un triángulo rectángulo (un cateto es el valor y el
otro el tiempo).
El triángulo de Hayek así dibujado correspondía al caso simple de la
producción de «input-continuo output-en-un-punto» que había sido ana-
lizado anteriormente por los economistas William Stanley Jevons y Eugen
von Böhm-Bawerk.7 Puede ilustrarse ese caso considerando un árbol en
crecimiento, suponiendo que tiene que cuidarse el árbol continuamente (si
no es necesario el cuidado entre la plantación y la recolección, el proceso de
producción sería «input-en-un-punto output-en-un-punto»). El árbol (un
bien de capital) «madura» convirtiéndose en leña (un bien de consumo)
con la aplicación a lo largo del tiempo de inputs de tierra y de trabajo. O
6. Íbid., p. viii
7. Íbid., p. 38, n. 1, señalaba que Jevons y Knut Wicksell habían utilizado anteriormente «figuras
triangulares similares». Citaba a William Stanley Jevons, The Theory of Political Economy, 4.ª ed.
(Londres: McMillan, 1911) y a Knut Wicksell, Lectures on Political Economy, vol. 1, traducido por E.
Classen (Londres, George Routledge & Sons, 1934; reimpresión, Fairfield, NJ.: Kelly, 1977). En su nota
al pie, Hayek también respaldaba la sugerencia de Jacob Marschak de que se llamase a esos triángulos
«las figuras de la inversión de Jevons».
xvii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
xviii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
bienes de capital duraderos como el hacha del leñador, Robert Solow señaló
que «Böhm-Bawerk, que parecía estar pensando principalmente acerca de la
edad en la que debería cortarse los árboles, parecía preocuparse demasiado
poco acerca del instrumento a usar al talarlos».10 El objetivo de Hayek en La
teoría pura del capital era analizar esas complicaciones, relajando los supues-
tos simplificadores de Böhm-Bawerk acerca de la tecnología de producción
(en especial, sin inputs o outputs duraderos) que Hayek había adoptado en
Precios y producción.
También por razones de simplicidad, Precios y producción había convertido
en su punto de referencia del equilibrio a una economía estacionaria. Bajo las
condiciones de la economía estacionaria, el eje del «tiempo» del triángulo de
Hayek puede cumplir una función doble. Puede interpretarse el diagrama,
o bien como (a) que muestra el crecimiento en valor a lo largo del tiempo
de una serie concreta de bienes en proceso que llegarán al consumo en una
fecha particular, o (b) que muestra los valores que tienen en un momento del
tiempo (hoy) todos los bienes en proceso a lo largo de las diversas fases de
su complexión. La estacionariedad implica que el perfil a lo largo del tiempo
es igual que el perfil a lo largo de las fases. En La teoría pura del capital,
Hayek separaba estos dos aspectos del tiempo, dándole a cada uno su propio
eje (además del eje del valor). Los lectores del libro, a menudo, han tenido
dificultades en concebir intuitivamente los diagramas «tridimensionales»
resultantes.11
En tándem con su trabajo sobre la teoría del ciclo económico, Hayek,
para 1941 había realizado un importante trabajo acerca del significado del
equilibrio económico a lo largo del tiempo. Había abordado la cuestión en
un ensayo de 1928: «Intertemporal Price Equilibrium and Movements in
10. Robert M. Solow, Capital Theory and the Rate of Return (Amsterdam: North-Holland,
1964), p. 12.
11. Jack Birner arguye que la proposición que Hayek llamaba «el Efecto Ricardo» traía consigo
un puente importante en el desarrollo de la teoría del capital de este autor entre Precios y producción
y La teoría pura del capital. Birner encuentra el Efecto Ricardo expresado, aunque no siempre por
su nombre, en varios diagramas que usó Hayek en Precios y producción, en el artículo de 1934 «On
the Relationship between Investment and Output» y, finalmente, en La teoría pura del capital. Véase
Jack Birner: «The Place of The Ricardo Effect on Hayek’s Research Programme in Economics», Revue
d’Économie Politique, vol. 109, noviembre-diciembre de 1999, pp. 804-16.
xix
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Hayek admitió en el prefacio de La teoría pura del capital que había sido una
lucha escribir el libro y que no había alcanzado la forma completa que había
planeado.15 En notas no publicadas a La teoría pura del capital escribió: «el
periodo de gestación de este libro ha sido indebidamente largo y extenso…
12. F.A. Hayek, «Intertemporal Price Equilibrium and Movements in the Value of Money»,
reimpreso como el capítulo 5 de Good Money Part I: the New World, comp. Stephen Kresge, que cons-
tituye el volumen 5 (1999) de The Collected Works of F.A. Hayek (Chicago: University of Chicago
Press y Londres: Routledge), pp. 186-227. Véase una discusión crítica de este ensayo en Lawrence H.
White, «Hayek’s Monetary Theory and Policy: a Critical Reconstruction», Journal of Money, Credit
and Banking, vol. 31, febrero de 1999, pp. 109-20.
13. F.A. Hayek, «Economics and Knowledge», Economica, N.S., vol. 4, febrero de 1937, pp. 33-54;
reimpreso en Individualism and Economic Order (Chicago: University of Chicago Press, 1948), pp. 33-
56. Véase en Bruce Caldwell, una descripción de los puntos de vista en evolución de las concepciones de
equilibrio de Hayek, Hayek’s Challenge: an Intellectual Biography of F.A. Hayek (Chicago, University
of Chicago Press, 2004), pp. 224-30. Hayek ya estaba en medio de la escritura de La teoría pura del
capital cuando escribió «Economics and Knowledge», de forma que el ensayo estaba indudablemente
influido por el proyecto del libro, así como a la recíproca.
14. G.L.S. Shackle, «F.A. Hayek, 1899-», en Austrian Economics, comp. Stephen Littlechild
(Aldershot, R.U.: Edward Elgar, 1990), p. 167, discutió la integración de estos temas en La teoría pura
del capital. Fue el único entre los estudiosos del pensamiento de Hayek que empleó más de la tercera
parte de su ensayo en La teoría pura.
15. F.A. Hayek, Prefacio, más abajo, p. 3.
xx
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
temo que incluso en esta última forma en la que finalmente he decidido pu-
blicarlo lleva demasiado lejos las marcas de un largo esfuerzo y trabajo y no
ha alcanzado nada parecido al análisis completo de todo el problema que me
gustaría darle».16 Tal y como se ha publicado, estableció los fundamentos teóri-
cos de la teoría del capital, pero no llevó a cabo por completo la originalmente
pretendida superestructura: una reformulación completamente elaborada
de la teoría del ciclo económico de Hayek. Como ha sugerido mordazmente
Kenneth Boulding en una revisión, es una ironía que la propia teoría del
ciclo de Hayek haya puesto de manifiesto la incapacidad de la economía para
completar proyectos con fundamentos demasiado complejos:
16. Friedrich A. Hayek , apéndices y notas no publicados a La teoría pura del capital (sin fecha),
m.s., p. 1. Tengo que agradecer a Jack Birner haberme proporcionado una copia de este documento.
17. Kenneth E. Boulding, «Review of The Pure Theory of Capital», Journal of Political Economy,
vol. 50, febrero de 1942, p. 131. En el pasaje de la Biblia que cita Boulding, Lucas 14: 28-30 (Nueva
Versión Internacional), Jesús dice: «Supongamos que uno de vosotros quiere construir una torre. ¿No
empezará por sentarse y estimar el coste para ver si tiene suficiente dinero para completarla? Ya que
si construye los cimientos y no puede terminarla, todo el que la vea lo ridiculizará diciendo: “este
comenzó a construir y no pudo terminar”».
18. Puede encontrarse la correspondencia en la colección de Fritz Machlup, Caja 43, carpetas 15 y
16, archivos de la Hoover Institution, Stanford, California. Agradezco a Bruce Caldwell la información
sacada de la correspondencia.
xxi
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
19. En el segundo capítulo, «Análisis del equilibrio y el problema del capital», Hayek ofrece su
concepción de equilibrio como una relación de mutua compatibilidad entre los planes de los agentes,
de forma que no se frustren esas expectativas. Esta concepción, como señala Hayek, era la que había
xxii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
Hayek informó de que se había visto tan frustrado que había dejado de lado
el libro. En las notas no publicadas, Hayek se refiere a que «había intentado
incluso el experimento de dejar de lado el manuscrito prácticamente terminado
por un periodo considerable de tiempo».20 Su correspondencia languideció y no
se mencionó de nuevo el libro hasta el 14 de febrero de 1938, cuando Hayek
pidió a Machlup que le enviase unas pocas páginas de uno de los capítulos,
aparentemente porque había perdido sus propias copias.
Hayek tiene que haber vuelto a comenzar el trabajo del libro en serio
en 1938, a juzgar por una carta que le dirigió en noviembre Vera Lutz, una
antigua estudiante que entonces vivía en Princeton, que le informaba de su
avance al pasar a máquina los capítulos 20 a 26.21 En abril de 1939, Hayek
le dijo a Machlup que estaba trabajando en un capítulo sobre el ciclo econó-
mico (presumiblemente el capítulo 27) y en agosto de 1939 pudo informar,
finalmente, de que el libro estaba casi completo. Aproximadamente al mes
siguiente se haría todo menos la revisión final.
Las pruebas que se derivan de la correspondencia son congruentes con
los recuerdos de G.L.S. Shackle, que era un estudiante de postgrado en la
London School of Economics en ese momento, y que describía las dificultades
que encontraba Hayek al tratar de escribir el libro:
propuesto en su documento «Economics and Knowledge», que fue una alocución presidencial pronun-
ciada ante el Club Económico de Londres el 10 de noviembre de 1936. Las fechas coinciden con el que
la redacción de la alocución de Hayek se solapase con su reformulación del capítulo.
20. F.A. Hayek, apéndices inéditos, ms. p. 1.
21. Carta de Vera Lutz a F.A. Hayek, 11 de noviembre de 1938, en la Colección Hayek, Caja 36,
carpeta 11. Archivos de la Hoover Institution, Stanford, California.
22. G.L.S. Schackle, «F.A. Hayek, 1899-» op. cit. pp. 163, 157. Por cierto, los fallidos comienzos
y periodos de inactividad revelados en la correspondencia pueden ayudar a explicar por qué Hayek
xxiii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
habría dicho a veces en sus memorias que le llevó siete años escribir el libro, y otras veces que le llevó
cuatro. Véase, por ejemplo, Hayek, Hayek on Hayek, pp. 90-91, p. 101.
23. Hayek, Hayek on Hayek, pp. 78-79.
24. F.A. Hayek, «Scientism and the Study of Society» [1942-44] y «The Counter-Revolution of
Science» [1941], ambos reimpresos en F.A. Hayek, The Counter-Revolution of Science: Studies on the
Abuse of Reason (Glencoe, I.L., The Free Press, 1952; reimpresión, Indianapolis: Liberty Press, 1979),
pp. 19-182, 185-363; F.A. Hayek, The Road to Serfdom (Chicago: University of Chicago Press, 1944;
reimpresión, 1956, 1976, 1994).
25. Hayek, Hayek on Hayek, p. 96.
xxiv
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
26. Íbid, p. 91. La revisión de Hayek del opúsculo de Keynes How to Pay for the War, así como
otros escritos relacionados con el tema de la financiación de la guerra, están reproducidos en la Parte
II de Socialism and War, Essays, Documents and Reviews, comp. Bruce Caldwell, que constituye el
volumen 10 (1997) de The Collected Works of F.A. Hayek.
27. F.A. Hayek, capítulo 4 más abajo, p. 77.
28. Íbid. p. 78.
xxv
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
29. Carl Menger, Principles of Economics, traducido por James Dingwall y Bert Hoselitz (Nueva
York, New York University Press, 1981) pp. 149-74.
30. Eugen von Böhm-Bawerk, Positive Theory of Capital, traducido por George D. Hunke, que
constituye el volumen 2 de Capital and Interest (South Holland, I.L.: Libertarian Press, 1959). Véase
unas discusiones acerca de la divergencia de Hayek con respecto a la teoría del interés de Böhm-Bawerk
en Jack Birner, «Money, Utility, Intertemporal General Equilibrium and Cyclical Fluctuations: On
the Origins of F.A. Hayek’s Research Programme in Economics», documento de trabajo 17/97, ICER
(Turín, Italia).
31. F.A. Hayek, «The Mythology of Capital», Quarterly Journal of Economics, vol. 50, febrero
de 1936, p. 206.
xxvi
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
que mientras que la teoría austriaca del capital era «esencialmente correcta
e incluso… indispensable para un análisis más detallado, puedo ver que en
la forma simplificada en la que he tenido que usarla en mi anterior libro,
puede más llevar a confusión que ser útil».32
El PMP podría llevar a error porque, generalmente, no se lo puede medir
en puros términos técnicos. Puede identificarse técnicamente un «periodo de
inversión» (PI) para un input marginal particular tal como una hora de trabajo,
midiendo el tiempo (o serie de tiempos) entre su aplicación y la maduración
del(os) producto(s) final(es) debida a su aplicación. En principio, identificar
la contribución de un input al (los) ouput(s) con fecha, simplemente gene-
raliza el concepto estándar de identificar el producto físico de una unidad
marginal de input en una producción atemporal. Más allá de los casos más
simples, muchos inputs contribuyen conjuntamente en la producción de un
producto final dado, y muchos outputs finales (en muchas fechas) resultan
conjuntamente de inputs que contribuyen a la producción de una herramienta
duradera. Encontrar el PI medio o agregado para la serie entera de inputs
que produce un producto final dado, a fortiori para el agregado de productos
finales producidos por toda una economía, requeriría ponderar y sumar los
PI asociados a todos los diversos inputs. Las ponderaciones relativas adecua-
das de los inputs en diferentes fechas (las cantidades relativas «vinculadas»
en términos del valor presente) varían con el tipo de interés. Solo en casos
especiales puede formarse una media de diversos PI en términos puramente
técnicos, independientes del tipo de interés, como se requeriría para que el
PMP sirviese como un dato en una teoría que determinase el tipo de interés.
La teoría pura del capital trató de mostrar que el análisis de la producción que
consume tiempo puede avanzar de una forma modificada y aún así alcanzar
las conclusiones clave asociadas a la teoría austriaca del capital, sin apoyarse
en un «periodo medio de producción»33 independiente del tipo de interés.
32. F.A. Hayek, Profits, Interest and Investment: And Other Essays on the Theory of Industrial
Fluctuations (Londres: Roudledge and Kegan Paul, 1939; reimpresión, Clifton, N.J.: Kelley, 1975), p. 7.
Agradezco a Greg Ramsom que llamara mi atención sobre estos pasajes.
33. Malte Faber ha señalado que Wicksell en 1913 ya había «renunciado al concepto de periodo
medio de producción» porque la longitud medida de tal periodo medio generalmente no es indepen-
diente del tipo de interés. Malte Faber, Introduction to Modern Austrian Capital Theory [Lecture Notes
in Economics and Mathematical Systems, vol. 167] (Berlín: Springer-Verlag, 1979), pp. 20, 29. En
xxvii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
En lugar de la medida PMP, que es un simple escalar, Hayek (en los capí-
tulos 8 y 9 de más abajo) ofreció la más compleja noción de la «distribución
temporal del output debida a un input en un momento», función que dibuja
desde una dosis marginal de input de fecha cero a la serie de fechas en las
que madurarán los productos físicos. Puede representarse este dibujo, o bien
por una «curva de input» que muestra la parte del total del input de fecha
cero al que se debe el output de cada fecha posterior, o por una «curva de
output» que muestra la parte del total del output de todas las fechas (atri-
buible al input de la fecha cero) que representa el output de cada fecha. La
diferencia entre las dos curvas refleja el interés compuesto, que corresponde,
en equilibrio, a la mayor productividad física de los procesos de producción
elegidos que consumen más tiempo.
La mayor productividad física de las técnicas que consumen más tiempo,
explicó Hayek, no es una generalización empírica, sino una característica
necesaria de la frontera de técnicas potencialmente bien elegidas frente a
cualquier tipo de descuento positivo.34 Si una técnica que consuma más tiem-
po no es físicamente más productiva, es descartada y no se la escoge nunca.
En una entrevista con Jack High a finales de los 1970, Hayek identificó
el propósito del libro como una rehabilitación de la teoría de Böhm-Bawerk.
La tristemente célebre complejidad del libro se debió a sustituir el PMP por
conceptos más sofisticados:
opinión de Faber (Íbid. p. 29, n. 1) fue Oscar Morgenstern quien hizo la «crítica más convincente del
concepto del periodo medio de producción»: «Zur Theorie der Produktionsperiode», Zeitschrift für
Nationalökonomie, vol. 6, 1935, pp. 196-208.
34. F.A. Hayek, capítulo 6 más abajo, p. 114.
xxviii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
P2: ¿Tenía usted alguna idea de que el trabajo iba a ser tan complicado cuando
lo emprendió?
Hayek: No, no, ciertamente no la tenía. Se me apareció gradualmente que
todo parecía cambiar de aspecto una vez que no se lo podía poner de la forma
simple en la que pudiese sustituirse la serie de periodos de inversión por
un simple periodo medio de producción. El periodo medio de producción
es el primer modelo que muestra un principio, pero es casi inaplicable a la
situación real.35
xxix
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
xxx
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
xxxi
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
xxxii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
50. Jack Hirshleifer, Investment, Interest and Capital (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall,
1970), p. 194, ha caracterizado el «punto de partida fisheriano» como «situar las elecciones de consumo
intertemporales subyacentes en el centro del análisis». En ese sentido, el enfoque de Hayek es, cierta-
mente, fisheriano.
51. F.A. Hayek, capítulo 4, más abajo, p. 79.
52. Murray Milgate presumiblemente pensaba en algo así cuando atribuyó al artículo de Ha-
yek de 1928 (más bien que a Fisher, o antes de él, Böhm-Bawerk o Ricardo) el originar la idea de la
teoría del equilibrio general intertemporal. Véase Murray Milgate: «On the Origin of the Notion of
“Intertemporal Equilibrium”», Economica, N.S., vol. 46, febrero de 1979, pp. 1-10.
xxxiii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
xxxiv
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
59. F.A. Hayek, «Review of Nationalökonomie: Theorie des Handelns und des Wirtschaftens,
por L. Von Mises», Economic Journal, vol. 51, abril de 1941, p. 125.
60. Los artículos más importantes de Frank Knight fueron: «Capitalist Production, Time and the
Rate of Return», en Economic Essays in Honour of Gustav Cassel (Londres: Allen and Unwin, 1933),
pp. 327-42; «Capital Time and the Interest Rate», Economica, N.S., vol. 1, agosto de 1934, pp. 257-86;
«Professor Hayek and the Theory of Investment», Economic Journal, vol. 45, marzo de 1935, pp. 77-
94; «Professor Knight and the “Period of Production”: Comment», Journal of Political Economy, vol.
43, octubre de 1935, pp. 625-27; «The “Period of Production”: A Final Word», Journal of Political
Economy, vol. 43, diciembre de 1935, p. 808. Hayek y Machlup contraatacaron con: F.A. Hayek, «The
Maintenance of Capital», Economica, N.S., vol. 2, agosto de 1935, pp. 241-76; Hayek, «The Mithology
of Capital»; Fritz Machlup, «Professor Knight and the “Period of Production”», Journal of Political
Economy, vol. 43, octubre de 1935, pp. 577-624; Machlup, «The “Period of Production”: A Further
Word», Journal of Political Economy, vol. 43, diciembre de 1935, p. 808.
Kaldor criticó a Hayek en «The Recent Controversy on the Theory of Capital», Econometrica, vol.
5, julio de 1937, pp. 201-33; «Capital Intensity and the Trade Cycle», Economica, N.S., vol. 6, febrero de
1939, pp. 40-66; y «Professor Hayek and the Concertina Effect», Economica, N.S., vol. 9, noviembre de
1942, pp. 359-82. Las respuestas de Hayek a los dos primeros artículos vinieron en el presente volumen.
Estos debates se reproducen en Capital and Interest, que comprende el volumen 11 (próxima pu-
blicación) de The Collected Works of F.A. Hayek.
xxxv
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
61. Quizá la falta de crítica explícita de Knight el que Shackle, «F.A. Hayek» p. 166, creía que
«cuando llegó a escribir La teoría pura del capital… su actitud se había ablandado claramente hacia
Frank Knight». Sin embargo, no es evidente que Knight hubiese persuadido a Hayek de nada, aparte
del predominio de la productividad por encima de la preferencia temporal a la hora de explicar el tipo
de interés (la postura que reconsideró más tarde Hayek).
62. F.A. Hayek, capítulo 7, más abajo, p. 136; Hayek, «The Mythology of Capital», op. cit.
63. F.A. Hayek, capítulo 24, más abajo, p. 381. Véase en Israel Kirzner, An Essay on Capital (Nueva
York: Kelley, 1966), caps. 2-3, una penetrante crítica de los apoyos conceptuales de la teoría del capital
de Knight. El ensayo de Kirzner está reimpreso en Ídem, Essays on Capital and Interest: An Austrian
Perspective, (Cheltenham: Edward Elgar, 1996).
64. Ross Emmett explica la última de estas proposiciones: «El enfoque de Knight nos pide
considerar que el output de la economía es como una producción musical coral… el acto del coro de
producir la música de la que disfrutamos es simultáneo a nuestro acto de consumo. La producción es la
creación de un flujo de servicios agradables; el consumo es el disfrute del flujo de servicios —aun-
que a menudo distingamos entre ellos, los dos procesos tienen lugar en el mismo momento». Ross
B. Emmett, «What is Truth in Capital Theory? Five Histories Relevant to the Evaluation of Frank
xxxvi
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
Knight’s Contribution to de Capital Controverse», en New Economics and its History, comp. John
B. Davis, suplemento anual de la History of Political Economy, vol. 29 (Durham: Duke University
Press, 1998) pp. 231-50. Uhr, Economic Doctrines of Knut Wicksell, pp. 109-13, ofrece una descripción
útil de los cuatro últimos de estos puntos de vista de Knight y las posturas austriacas en contraste
de Wicksell y Hayek. El contraste entre Knight y Hayek sobre la primera proposición fue señalado
por R.G. Hawtrey, «Professor Hayek’s Pure Theory of Capital», Economic Journal, vol. 51, junio-
septiembre de 1941, p. 287.
65. Alan Ebenstein, Friedrich Hayek: A Biography (Nueva York: Palgrave, 2001), pp. 172-73.
xxxvii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
66. Smithies pasó a identificarse como «un renegado de la fe austriaca» que encontraba difícil
«evaluar sus antiguas creencias con la tolerancia y empatía que merecen». Atribuyó su «apostasía» a la
influencia de Schumpeter, Knight y Keynes. Véase «Professor Hayek on The Pure Theory of Capital»,
p. 767 de Smithies.
67. Boulding, «Review of The Pure Theory of Capital», p. 131.
68. Uhr, Economic Doctrines of Knut Wicksell, p. 143.
xxxviii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
xxxix
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
En una entrevista con el autor (20 de abril de 1989), Solow admitió que conocía
Prices and Production de Hayek: «Leí a Hayek cuando era estudiante (…),
lo encontré completamente incomprensible. Se me asignó leer Prices and
Production (…) [no se trataba] tanto de que pensase que estaba equivocado,
como de que no lo entendiese (…), pensaba que algo le tenía que pasar al
hombre que pudiese escribir eso (…) y nunca volví a leer [ninguna otra obra
de Hayek], simplemente lo encontraba incomprensible».75
73. Henry Hazlitt, comp., The Critics of Keynesian Economics (Princeton: D. Van Nostrand, 1960),
cap. 7.
74. Jack Birner, The Cambridge Controversies in Capital Theory; A Study in the Logic of Theory
Development (Londres: Routledge, 2002), pp. 25-27.
75. Íbid. p. 27.
76. Solow, Capital Theory and the Rate of Return, p. 9. Puedo informar personalmente de una
reacción similar de otro importante economista neoclásico: como estudiante de último año, en el otoño
xl
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
Si Solow hubiese leído La teoría pura del capital o los debates Hayek-
Knight, es probable que hubiera encontrado poco que hacer con ellos. Aunque
la teoría del crecimiento neoclásica gira en torno al compromiso entre el
consumo (de hoy) y la acumulación de capital (a efectos del consumo futuro),
típicamente trata el stock de capital como un agregado indiferenciado. En los
modelos de crecimiento de un sector, el bien de capital es incluso idéntico
al bien de consumo. El capital en masse (denominado K) se combina con el
trabajo (L) en la producción, estando gobernado por el nivel de tecnología el
volumen resultante de output. El transcurso del tiempo entra en el modelo
bajo la forma de sendas temporales para la acumulación de capital, el creci-
miento de la fuerza de trabajo y el crecimiento del output, y no en la forma
de una producción que consume tiempo. Los teóricos del «ciclo económico
real» adoptaron subsiguientemente el modelo de Solow para ayudar a explicar
los ciclos económicos (el impulso que prefieren para generar el ciclo econó-
mico son los shocks de la tecnología y no los shocks monetarios, de lo que
viene la etiqueta «real»). Más recientemente, los teóricos del «crecimiento
endógeno» se han centrado en explicar las mejoras tecnológicas que están
empíricamente asociadas con la parte del león del crecimiento del output
per cápita (la parte asociada a la acumulación de capital es mucho menor).
La teoría del capital de Hayek, por el contrario, se centra en el trans-
curso del tiempo dentro de un proceso de producción que tiene lugar entre
la aplicación de los inputs y la aparición final de los bienes de consumo. Es
importante para la teoría que el capital tome la forma de bienes en proceso
parcialmente terminados y herramientas no permanentes dirigidas a producir
outputs concretos en fechas futuras concretas. La estructura y composición
del stock de capital —no simplemente la cantidad agregada de capital— afecta
crucialmente, tanto al crecimiento a largo plazo, como a los ciclos económicos.
Los exponentes de la teoría neoclásica del capital han pasado por alto de
forma similar La teoría pura del capital, incluso al discutir los conceptos
de 1976, abordé a Kenneth Arrow, uno de los principales arquitectos de la teoría moderna del equilibrio
general, para ver si estaría interesado en supervisar una tesis que me proponía escribir acerca de La
teoría pura del capital (todavía no había leído el libro, pero había leído a Böhm-Bawerk y pensaba que
estaba preparado). Arrow me dijo que en una ocasión había tratado de leer La teoría pura del capital,
pero lo había encontrado demasiado difícil de entender.
xli
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
teóricos austriacos del capital. Jack Hirshleifer, en un libro de texto que sigue
las líneas de Fisher, solo ha citado a Böhm-Bawerk y a Wicksell en conexión
con las nociones del periodo de producción y del capital en cuanto bienes en
proceso.77 Esto es comprensible, dado que Hirshleifer no fue más allá del caso
estacionario simple de Böhm-Bawerk de un bien de capital homogéneo en
diversos estadios de perfeccionamiento (la parábola del grupo de árboles en
crecimiento, de diversas edades), mientras que el propósito de Hayek en La
teoría pura del capital (como se ha señalado más arriba) era precisamente
investigar casos más complicados. Edwin Burmeister, en una monografía
acerca de Capital Theory and Dynamics mencionaba de pasada «la tradición
austriaca que se asocia a economistas tales como Böhm-Bawerk, Wicksell y
Hayek», pero ni citó ni enumeró en su bibliografía obra alguna de ninguno
de los tres.78
Hay al menos dos ramas de la teoría austriaca del capital desde 1941. En
Europa, John Hicks y subsiguientemente Peter Bernholz, Malte Faber y
sus asociados,79 desarrollaron una teoría del capital «neoaustriaca» basada
más en Böhm-Bawerk que en el Hayek de La Teoría pura del capital. Los
esfuerzos «neoaustriacos» de Hicks comenzaron con un ensayo de 1967 que
reconsideraba Precios y producción. Hicks propuso que la teoría de Hayek
era «un predecesor de la teoría del crecimiento de los años más recientes» y
brevemente esbozó una teoría de los cambios seculares en los factores reales
(en vez de las perturbaciones monetarias de la teoría del ciclo de Hayek)
que podrían dar lugar a la escasez de capital que es característica de la crisis
xlii
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
80. John Hicks, «The Hayek Story», en Critical Essays in Monetary Theory (Oxford: Clarendon
Press, 1967), p. 211.
81. Hicks, Capital and Time.
82. Mises, Human Action; Ludwig Lachmann, Capital and Its Structure (Londres: Bell & Sons,
1956; reimpresión, Kansas City, M.O.: Sheed Andrews and McMeel, 1978; Murray Rothbard, Man,
Economy and State (Los Angeles, Nash Publishing, 1962); Kirzner, Essays on Capital; Peter Lewin,
Capital in Disequilibrium: The Role of Capital in a Changing World (Londres: Routledge, 1999); y
Roger Garrison, Time and Money: the Macroeconomics of Capital Structure (Londres: Routledge, 2001).
xliii
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Creo que las conclusiones más útiles extraídas de lo que he hecho están real-
mente en el libro de Lachmann sobre el capital. Como tantas cosas que he
intentado en economía, me temo que esta obra sobre la teoría del capital, más
que dar explicaciones precisas, lo que hace es mostrar una barrera de hasta
dónde podemos llegar con ellas. En realidad, todo lo que he puesto de relieve
—la complejidad de los fenómenos en general, el carácter desconocido de los
datos, etc…— lo que hace es mucho más señalar los límites a lo que podemos
conocer, más que contribuir a hacer posibles predicciones específicas.84
xliv
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
Lewin, como las obras que acabamos de citar de Mises, Lachmann y Kirzner,
han sido, en gran medida, discusiones temáticas acerca de la teoría del capital
y sus implicaciones y no ejercicios para elaborar la teoría del capital a efectos
del análisis del equilibrio comparativo.87
Al aplicar la teoría del capital de Hayek al análisis de los ciclos económicos,
Garrison ha vuelto conscientemente al modelo más manejable de Precios y
producción. Como observaron Hayek y Machlup en las declaraciones de la
entrevista usadas como nuestro epígrafe, nadie ha intentado luego elaborar
o aplicar las herramientas analíticas desarrolladas específicamente en La
teoría pura del capital.
Si «el tiempo y el dinero» son «los universales de la teorización macroeco-
nómica» como ha dicho Garrison,88 entonces, La teoría pura del capital, en la
forma en la que la dejó Hayek, se queda corta en macroeconomía. Se centra
en el tiempo (en la producción) excluyendo el dinero. Garrison, que ha hecho
más que nadie para mantener la teoría del ciclo económico austriaca como
un proyecto vivo de investigación, argumenta que los diagramas tridimen-
sionales de La teoría pura son más elaborados de lo que es apropiado para
el análisis macroeconómico, mientras que el simple triángulo de Precios y
producción «es justamente lo correcto».89 Según este punto de vista, no es
accidental que ni Hayek ni ningún otro haya usado La teoría pura del capital
(más bien que Precios y producción) en un trabajo que extienda o aplique
empíricamente la teoría austriaca del ciclo.
xlv
F.A. HAYEK
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
PREFACIO
3
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
4
PREFACIO
y complejidad de los problemas de los que se trata, han hecho muy necesario
un tratamiento sistemático de estas cuestiones por sí mismas. El hecho es
que, tan pronto como suprimimos las más importantes de las simplificaciones
tradicionalmente empleadas en este terreno por los economistas, nos encon-
tramos con nuevos problemas de un tipo que en otras partes de la economía
han sido resueltos hace tiempo por medio de un paciente análisis, mientras
que en el terreno de la teoría del capital, se sigue esperando que se cumpla
esta tarea. En otros departamentos de economía, puede estar muy justificada
la impaciencia mostrada a menudo por ulteriores refinamientos, mientras
que no hayamos hecho uso con éxito del trabajo más abstracto ya realizado,
pero lo que requiere la teoría del capital es precisamente un ulterior análisis.
Sin embargo, temo que el lector encuentre los auténticos fallos de este
libro, no tanto en su limitación a los problemas más abstractos, sino más bien
en el hecho de que incluso dentro de estos límites, deje sin resolver algunos
problemas de real importancia. En particular, soy dolorosamente consciente
de que la discusión del importante problema de los efectos de los cambios en
la oferta de capital sobre los precios relativos de los diversos factores de pro-
ducción en las secciones posteriores de la Parte III, no es totalmente adecuada
y requeriría una elaboración considerable para hacer que fuese algo así como
exhaustiva, lo que sería sin duda muy deseable, suponiendo que tengamos
que deshacer nuestros pasos y volvamos una vez más a todo el campo de la
teoría pura del capital, cosa que debería hacerse de una vez por todas. No
puedo pretender haber tenido éxito al hacerlo, pues, sin duda, requeriría una
considerable discusión ulterior, antes de que dejar en un estado totalmente
satisfactorio esta parte de la teoría general. Solo puedo afirmar que me he
esforzado honesta y pacientemente en desentrañar lo que incluso ahora me
parece, con mucho, la parte más difícil de la teoría económica y que este libro,
con todas sus limitaciones, es el fruto de un trabajo a lo largo de un periodo
tan extenso que dudo si un esfuerzo suplementario por mi parte merecería
sus resultados. Quizá haya también algo que decir, incluso a estas alturas, en
favor de una exposición que se limite a los problemas centrales sin seguir por
todas sus ramificaciones y detallar las consecuencias de la solución ofrecida.
Además de estas limitaciones, a las que me he resignado voluntariamen-
te, las circunstancias del tiempo han impuesto ahora otro recorte del plan
original del libro. La redacción final estaba en una fase avanzada cuando
5
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
6
PREFACIO
F. A. Hayek
The London School of Economics and Political Science
Junio, 1940
7
ÍNDICE
Prefacio.................................................................................................. 3
Índice Analítico ................................................................................... 11
9
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
10
ÍNDICE ANALÍTICO
Parte I
INTRODUCCIÓN .................................... 35
Capítulo I
El ámbito de la investigación .......................... 37
Objetivos y limitaciones de la investigación ......................................... 37
Por qué se han descuidado en el pasado los problemas que aquí
se discuten ......................................................................................... 38
Los intentos en la dirección correcta quedaban frustrados por
el tratamiento del capital como un factor único ........................... 39
El punto de partida adecuado es una descripción completa
de las partes componentes de la estructura del capital ................. 40
La concentración en conceptos únicos de capital también ha dado
lugar a pasar por alto aspectos importantes del problema.............. 41
Las dos relaciones cuantitativas relevantes ........................................... 41
Se ha pasado por alto estas diferencias porque desaparecen
en el equilibrio estacionario .......................................................... 42
Sin embargo, para el análisis dinámico hay que distinguir
cuidadosamente los dos conceptos ................................................ 43
Algunas causas y consecuencias del tratamiento del capital real
como una cantidad homogénea ..................................................... 44
Esto lleva a una teoría supersimplificada de la demanda derivada ....... 45
El concepto de inversión neta ................................................................ 46
Capítulo II
El análisis del equilibrio y el problema del capital ....... 49
La construcción de un estado estacionario no es adecuada
para la discusión de los problemas del capital............................... 49
Equilibrios generales que no son estacionarios..................................... 50
Equilibrio estacionario sin referencia a lo que sucede en el proceso
de llegar a él ................................................................................... 51
11
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo III
La importancia del análisis en términos reales .......... 65
El análisis del equilibrio es análisis en términos reales ........................ 65
La introducción del dinero en el análisis del equilibrio daría lugar
a complicaciones innecesarias e irrelevantes ................................ 66
Defectos de los intentos tradicionales de «hacer abstracción
del dinero»...................................................................................... 66
El análisis en términos reales solo es legítimo dentro
de la construcción del equilibrio.................................................... 67
El análisis en términos reales no es inútil ............................................. 68
El argumento usual en defensa del análisis en términos reales
es insatisfactorio ............................................................................ 69
Inestabilidad y carácter autorreversible de los cambios monetarios .... 70
Una ilustración de los diferentes efectos de los cambios reales
y monetarios .................................................................................. 71
Solo puede formularse ciertas condiciones de estabilidad
en términos reales y nada más que en términos reales................ 73
El análisis en términos reales lleva consigo hacer abstracción
de prestar y tomar a préstamo dinero ........................................... 73
Uso del término «tipo de interés» en este estudio ................................ 74
Limitaciones del análisis en términos reales ......................................... 76
12
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo IV
La relación de este estudio con las teorías
corrientes del capital .................................. 77
Las teorías de la «productividad» del interés sirven de la mayor
ayuda para nuestro propósito ........................................................ 77
Los fundadores del moderno análisis de la productividad .................... 77
El desarrollo del enfoque de la preferencia temporal............................ 79
El desarrollo del enfoque de la productividad ....................................... 80
Predecesores y otras importantes contribuciones ................................. 81
Los dos métodos corrientes de enfoque del problema del capital ......... 83
Capítulo V
La naturaleza del problema del capital................. 89
El análisis del equilibrio elemental se desarrolla como si todos
los recursos productivos fuesen permanentes .............................. 89
En realidad, la mayor parte de los recursos productivos son
de una durabilidad limitada ........................................................... 90
Recursos permanentes y no permanentes............................................. 91
El problema central de cómo la existencia de recursos
no permanentes aumenta el flujo permanente de renta .............. 93
El capital como agregado de todos los recursos no permanentes ......... 94
Relación de este con otros conceptos de capital .................................... 98
Los servicios temporales de los recursos no permanentes
hacen posible que invirtamos los servicios de los recursos
permanentes y con ello incrementemos su rendimiento ............. 100
Las causas de la productividad de la inversión ...................................... 101
No todos los aplazamientos de los rendimientos harán que estos
aumenten ....................................................................................... 101
Servicios de los recursos escasos y libres, utilizados y latentes............ 102
Muchos recursos potenciales se quedan sin usar porque su
explotación requeriría la retirada de otros recursos de su uso
del momento .................................................................................. 103
Hay que considerar el rendimiento de la inversión con respecto
a la pérdida de la satisfacción del momento y el tiempo
que tengamos que esperar este rendimiento ................................ 104
13
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo VI
La duración del proceso de producción y la durabilidad
de los bienes: algunas definiciones ..................... 107
Definición de «input» y «output» ......................................................... 107
Los casos «input continuo-output en un punto» e «input en un
punto-output continuo» ................................................................ 108
Hay casos especiales de demanda y oferta conjuntas ........................... 109
Combinación de los dos aspectos en el proceso completo de
producción ...................................................................................... 110
Periodos de inversión y «periodos de producción» o la «longitud
del proceso» .................................................................................... 111
El significado de un «proceso único» ..................................................... 113
Inversión y cambios en la técnica de producción .................................. 113
Solo los métodos más productivos que son conocidos pero no utilizados
en cualquier momento dado llevarán consigo más espera ........... 114
Inversión y la división del proceso en fases .......................................... 115
El proceso completo de producción incluye el suministro
de herramientas que son habitualmente duraderas ..................... 117
El concepto del periodo de inversión aplicado a un proceso
en su conjunto no tiene ningún significado concreto................... 118
Los intervalos de tiempo relevantes son los periodos por los que se
invierte las unidades individuales de input .................................. 118
Los periodos de inversión de unidades particulares de input
pueden variar sin ningún cambio en la técnica de producción
utilizada en cualquier industria particular.................................... 120
La importancia de la durabilidad de los bienes...................................... 121
El uso de los bienes duraderos y la cantidad de capital ......................... 121
Los factores que determinan la durabilidad .......................................... 122
Las razones de utilizar bienes duraderos............................................... 122
A veces la solidez que se exige a un instrumento termina
haciéndolo duradero ...................................................................... 123
14
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo VII
El capital y el «fondo de subsistencia» ................. 127
La relación entre el stock de capital y la inversión corriente ............... 127
Bajo condiciones perfectamente estacionarias el stock de recursos
no permanentes sería idéntico al stock de medios de producción
producidos ...................................................................................... 128
La mayoría de los problemas del capital surgen solo fuera
de los límites de un estado estacionario ........................................ 129
Bajo condiciones dinámicas el hecho relevante es solo que los
recursos son no permanentes y no que hayan sido
producidos ...................................................................................... 130
El concepto tradicional de capital es una reliquia de la teoría del valor
del coste de producción .................................................................. 131
El doble aspecto del problema del capital ............................................. 132
La importancia de la «aumentabilidad» de los recursos ....................... 133
El sentido en el que puede decirse que tienen una cualidad común
los elementos constitutivos del stock capital ................................ 134
El concepto de capital como un fondo ................................................... 135
Parte II
INVERSIÓN EN UNA ECONOMÍA SIMPLE ............. 137
Capítulo VIII
La función de output y la función de input ............. 139
El plan de esta parte de la investigación ................................................ 139
Supuestos simplificadores ...................................................................... 141
15
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo IX
El proceso continuo de producción .................... 157
El uso de la función de input y sus limitaciones ................................... 157
El resultado de una inversión continuamente repetida en el caso más
simple («input en un punto-output en un punto»)............................ 158
Producción «sincronizada» .................................................................... 159
Inversión continua a lo largo de una serie de periodos ........................ 160
Representación del stock de productos intermedios que existen
en un momento del tiempo ........................................................... 161
Representación del proceso en el tiempo .............................................. 162
16
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo X
La posición de los bienes duraderos
en la estructura de la inversión ....................... 171
La importancia de los bienes duraderos ................................................ 171
Se supone bienes duraderos «ideales» ................................................... 171
Limitaciones al uso de la función de input ............................................ 172
Forma de la curva de input (elaborada) ................................................. 173
La discontinuidad de la sustitución ....................................................... 174
El stock de bienes duraderos .................................................................. 175
El concepto de fases en el caso de bienes duraderos.............................. 177
Distribución de la vida útil esperada de los bienes duraderos .............. 178
El periodo de gestación de los bienes duraderos ................................... 180
La figura de la inversión de Jevons ........................................................ 181
Las dificultades de combinar el periodo de gestación y el periodo
de uso en un diagrama ................................................................... 181
La representación del proceso combinado ............................................. 182
Capítulo XI
La productividad de la inversión ...................... 185
Efecto de las variaciones en la estructura de la inversión
sobre la dimensión del producto ................................................... 185
17
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo XII
Planificación de un flujo constante de output........... 201
Supuestos sobre los que se examinará en primer lugar los
principios que determinan la estructura temporal de la
producción: (a) la oferta de recursos ............................................. 201
18
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo XIII
Interés compuesto y el tipo de interés instantáneo ....... 217
Una tasa uniforme de aumento de todas las inversiones
entre dos puntos del tiempo es solo una condición de máximo ... 217
19
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo XIV
La productividad marginal de la inversión
y el tipo de interés ................................... 225
La distribución de las inversiones a lo largo de periodos
de diferente longitud ..................................................................... 225
Casos en los que puede aislarse el producto marginal físico
de las unidades de input................................................................. 226
Esto es imposible cuando la función de input es rígida o cuando
solo puede derivársela en términos de valor................................. 226
El caso de «input en un punto-output en un punto»............................ 227
Igualación de la productividad marginal de diferentes inversiones ..... 227
Distribución de las inversiones entre los diversos procesos «input
en un punto-output en un punto» ................................................ 228
La igualación de las productividades marginales de la inversión
es una condición necesaria pero no suficiente de equilibrio ........ 231
Las condiciones de equilibrio en un proceso de «input continuo-
output en un punto» ...................................................................... 231
La productividad marginal de la inversión en este caso
no es el incremento del producto obtenido continuando
el mismo proceso— ....................................................................... 232
20
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo XV
Input, output y el stock de capital
en términos de valor ................................. 239
La relación entre el input y el output en términos de valor................. 239
Representación gráfica de las variaciones del valor en el tiempo ......... 240
El principio de acuerdo con el que se modifica el anterior
diagrama .......................................................................................... 240
Limitaciones al uso de una sola curva de input..................................... 242
El proceso en el tiempo en términos de valor ....................................... 242
Representación del valor del stock de capital ........................................ 245
Solo puede determinarse su valor si tenemos una descripción total
de la serie de periodos de inversión y el tipo de interés ............... 245
Derivación de la curva de output a partir de la curva de input ............ 246
21
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo XVI
El producto marginal de la inversión:
el problema de la atribución (imputación) .............. 249
Las particulares funciones de input están unívocamente
correlacionadas con particulares funciones de output
solo si puede aislarse el producto marginal físico
de cada unidad de input ................................................................. 249
El caso en el que solo es conocida la relación entre agregados
de input y agregados de output ..................................................... 250
Principales casos a considerar ................................................................ 250
1. Procesos que consumen tiempo con una función de input
de forma invariable ........................................................................ 251
Se ajusta la relación entre el valor del input y el valor del output
variando la cantidad total de output.............................................. 251
El problema general de la atribución (imputación)............................... 252
La determinación del valor marginal del producto es análoga a otros
casos de coeficientes fijos de producción ....................................... 253
2. Bienes duraderos con longitudes fijas de vida ................................... 254
Efecto del tipo de interés sobre la forma de la curva de input
(construida) .................................................................................... 255
Influencia de la forma de la función de output sobre la forma
de la función de input a un tipo dado de interés........................... 257
Los casos más complicados ..................................................................... 257
El caso de «input continuo-output continuo»....................................... 258
Rigideces parciales .................................................................................. 259
Variación de la longitud de vida de un bien duradero: la distribución
temporal del resultado de una inversión marginal....................... 259
Efecto combinado de variar la cantidad y variar la durabilidad
de los bienes duraderos .................................................................. 261
Capítulo XVII
Preferencia temporal y sus efectos con rendimientos
constantes de la inversión............................ 263
Se abandona el supuesto de que se desee un flujo constante de renta
bajo cualesquiera circunstancias.................................................... 263
22
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo XVIII
Preferencia temporal y productividad:
su importancia relativa ............................... 277
Se abandona el supuesto de rendimientos constantes de la
inversión......................................................................................... 277
Dificultades que surgen de la representación diagramática .................. 277
La forma de las curvas de transformación............................................. 278
23
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
24
ÍNDICE ANALÍTICO
Parte III
PRODUCCIÓN CAPITALISTA
EN UNA COMUNIDAD COMPETITIVA ................. 295
Capítulo XIX
Las condiciones generales de equilibrio ................ 297
Seguimos con un estudio de las relaciones de equilibrio...................... 297
Los datos del problema: (1) gustos individuales ................................... 298
(2) la distribución de los recursos .......................................................... 299
Clasificación de los recursos disponibles basada en la cercanía
de la fecha en la que pueden dar un rendimiento......................... 300
La especificidad y versatilidad de las diversas clases de input .............. 300
Los dos respectos a los que varía la especificidad o versatilidad ........... 301
Los factores que determinan el uso al que se dedican los recursos ...... 302
El peligro de un argumento circular ...................................................... 302
La posición clave de los propietarios de bienes listos para el
consumo ......................................................................................... 303
La «posesión de bienes de consumo terminados» ................................. 303
Irá en el interés de los poseedores de los bienes
de consumo terminados renunciar a una parte de ellos— ........... 304
—con el fin de asegurar el reemplazo de su stock ................................ 304
Principios que determinan la elección de recursos para los que se
ofrezca bienes de consumo ............................................................ 305
Parte de los bienes de consumo terminados de que se disponga
que serán transferidos ................................................................... 305
Efecto de las sucesivas transferencias de partes crecientes
de los bienes de consumo terminados de que se dispone ............. 306
Caída de la tasa de rendimiento de las inversiones ............................... 307
Cambios en los precios relativos de los diferentes recursos ................. 307
La suma del dominio potencial sobre los bienes de consumo
terminados de todos los individuos puede superar en muchas
veces el total de los bienes de consumo terminados que existen ... 308
Efectos sobre el uso y reemplazo de los recursos existentes
no permanentes.............................................................................. 309
Efectos del equipo existente sobre la dirección de la reinversión ......... 310
25
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo XX
La acumulación de capital ............................ 317
Tipos de cambios a discutir .................................................................... 317
Se supone la ausencia de recursos sin utilizar ...................................... 317
La discusión se limita a los cambios del capital en relación
con el input puro ............................................................................ 318
Los efectos de planificar un flujo de renta creciente o decreciente ....... 319
Solo se considerará variaciones netas .................................................... 320
«Ahorro» y «desahorro»........................................................................ 320
Ahorro previsto e imprevisto ................................................................ 321
Los bienes de consumo ahorrados no financian a los productores
de nuevos bienes de capital............................................................ 321
El uso de los ahorros para pagar una mayor remuneración
a los factores no es necesario ni rentable ...................................... 322
Efectos de un acto único e imprevisto de ahorro .................................. 323
El uso de los ahorros y la redirección de la inversión ........................... 323
Lo que se ahorra no se consume en el momento en el que se
ahorra ................................................................................................ 324
Normalmente solo se requiere el ahorro algún tiempo después
de que hayan comenzado las nuevas inversiones ......................... 325
Efectos desorientadores de la idea de un periodo uniforme
de producción ................................................................................. 325
Defectos del análisis basado en esta idea ............................................... 327
Difusión de los efectos de la inversión sobre el flujo de output ........... 327
Los efectos de los ahorros previstos sobre los planes de los
empresarios .................................................................................... 329
El mecanismo del cambio de dirección de la inversión ......................... 330
26
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo XXI
El efecto de la acumulación de capital
sobre las cantidades producidas y sobre los precios
relativos de las diferentes mercancías ................. 333
La acumulación de capital puede llevar a la expansión de algunas
líneas de la industria a expensas de otras...................................... 333
«Profundización» y «ampliación» de la estructura de producción....... 333
Una caída del tipo de interés puede afectar solo al tamaño relativo
de las diferentes industrias ............................................................ 334
Un caso especial de la regla general de los coeficientes fijos
de producción ................................................................................. 335
Los efectos sobre los valores relativos de los diferentes factores
son más complicados...................................................................... 335
Recapitulación de los efectos sobre el valor y la distribución
de una sola clase de input .............................................................. 336
Efectos sobre el valor relativo de las diferentes clases de input ........... 338
Problemas de complementariedad que están implicados ...................... 339
Efectos sobre el valor de los diferentes bienes de capital ...................... 340
Capítulo XXII
El ajuste de la estructura del capital
ante cambios previstos ................................ 343
Peligros de concebir el capital como un «fondo» o magnitud
cuantitativamente determinada .................................................... 343
No se puede tratar la cantidad de capital como dada en el análisis
de los cambios dinámicos............................................................... 344
Tampoco hay una actitud neutral claramente definida
de los empresarios de la que se pueda decir que represente
la normal y que no implique ni adiciones ni sustracciones
de su stock de capital...................................................................... 345
27
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo XXIII
Los efectos de los cambios imprevistos
y en particular de los inventos ........................ 357
Reacción de los capitalistas a cambios imprevistos ............................... 357
Factores a considerar .............................................................................. 357
La utilidad en empleos alternativos no está necesariamente
relacionada con su valor original................................................... 358
«Beneficios (y pérdidas) inesperados» obtenidos de activos
específicos ....................................................................................... 358
Efectos sobre la preferencia temporal .................................................... 360
Efectos de los inventos a discutir como caso especial ........................... 361
Dos casos a considerar ............................................................................ 361
(a) ganancias de capital ........................................................................... 361
(b) pérdidas de capital: un ejemplo de los inventos que «ahorran
capital» ........................................................................................... 362
Efectos sobre los propietarios del antiguo equipo ................................. 363
Condiciones generales bajo las que resultará rentable
la introducción de inventos ........................................................... 363
Política de amortización de los propietarios del antiguo equipo .......... 364
Importancia de las proporciones entre los costes de funcionamiento
y de capital ..................................................................................... 365
28
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo XXIV
La movilidad del capital .............................. 375
Circunstancias de las que dependerá la preservación del capital .......... 375
Capital «fijo» y «circulante» .................................................................. 375
Conflicto en las definiciones .................................................................. 376
Ninguna de las dos distinciones tradicionales está basada
en la movilidad del capital ............................................................. 376
Capital circulante y el fondo de renta ................................................... 377
Importancia de la distancia con respecto al consumo ........................... 378
Otros factores que afectan a la movilidad: (a) movilidad entre líneas
de producción ................................................................................. 379
(b) posibilidad de acelerar la amortización ............................................ 379
Magnitud de la pérdida a que dé lugar .................................................. 380
Consecuencias de la complementariedad .............................................. 380
Ninguna clasificación simple es suficiente ............................................ 380
Las distinciones entre capital fijo y circulante llevan a menudo
a error ............................................................................................. 381
El papel de la previsión........................................................................... 382
Factor principal que afecta a la oferta de capital en cualquier
momento dado ............................................................................... 383
29
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Capítulo XXV
«Ahorro», «inversión» y el «consumo de capital» ........ 387
Los cambios en los datos llevan a cambios espontáneos
en la cantidad de capital ................................................................. 387
Las variaciones en el valor del capital no tienen por qué
corresponderse con el ahorro o la inversión ................................. 388
Posible divergencia entre los planes de los inversores y las
intenciones de los consumidores ................................................... 389
La comparación entre la forma de los flujos de renta suministrados
y demandados ................................................................................ 390
Valores relativos de las rentas presentes y futuras— ........................... 391
—comparados con sus costes relativos .................................................. 391
Diferencias entre ahorro e inversión en términos reales ..................... 392
La inversión «neta» no tiene por qué hacer crecer la cantidad
de capital......................................................................................... 393
Reformulación de las condiciones en las que el «ahorro» será igual
a la «inversión» .............................................................................. 394
Causas que perturbarán esta correspondencia ...................................... 395
Los ahorros superan las expectativas..................................................... 396
Los ahorros caen por debajo de las expectativas— ............................... 397
—lo que puede significar un consumo real de capital........................... 398
El efecto de un aumento impuesto de los salarios ................................ 399
Los síntomas usualmente asociados a un «consumo de capital»
independiente de los cambios absolutos en la cantidad
de capital......................................................................................... 400
Pero una reducción absoluta del capital tiene una tendencia a hacerse
acumulativa .................................................................................... 400
Aunque sean útiles en ciertos contextos, hay que utilizar
los conceptos de acumulación y desacumulación de capital
con cuidado..................................................................................... 401
30
ÍNDICE ANALÍTICO
Parte IV
LA TASA DE INTERÉS
EN UNA ECONOMÍA MONETARIA .................... 403
Capítulo XXVI
Factores que afectan al tipo de interés a corto plazo .... 405
El «tipo de interés» en el análisis del equilibrio y el tipo de interés
monetario ....................................................................................... 405
Ámbito limitado de la presente discusión del tipo de interés
monetario ....................................................................................... 406
Uso del término «tipo de interés» ......................................................... 406
Relación entre el tipo de beneficio y el tipo de interés en equilibrio ... 407
Influencia de las variaciones monetarias sobre el tipo de interés ......... 408
Ampliación del concepto de equilibrio que hemos utilizado ................ 410
Para el individuo, mantener dinero es una forma de inversión ........... 410
Los cambios en la distribución de los activos afectarán
al tipo de interés y la tasa de beneficio.......................................... 412
La determinación a corto plazo del tipo de interés: supuestos bajo
los que se considera........................................................................ 412
Causa de la creencia errónea de que el tipo de interés está determinado
solo por la cantidad de dinero y la preferencia por la liquidez..... 413
La influencia de la productividad que se esconde en la «función
de la preferencia por la liquidez» .................................................. 414
Ilustración diagramática de la relación entre la productividad
y la preferencia por la liquidez ...................................................... 416
Condiciones bajo las que se podría considerar la preferencia
por la liquidez como el único determinante a corto plazo
del tipo de interés........................................................................... 419
Forma probable de la curva a ................................................................. 419
Las dos fuentes de la demanda de dinero .............................................. 420
Capítulo XXVII
Fuerzas a largo plazo que afectan al tipo de interés ..... 423
Las influencias que determinan la forma de la curva de la demanda
de inversión .................................................................................... 423
31
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
32
ÍNDICE ANALÍTICO
Capítulo XXVIII
Diferencias entre tipos de interés:
conclusiones y perspectiva ............................ 451
Diferencias entre los tipos de interés (y tipos de beneficio),
un problema monetario— ............................................................. 451
—relacionado con las diferencias de liquidez unidas a los diversos
activos que producen ingresos que hasta ahora habíamos
pasado por alto ............................................................................... 452
Las variaciones en la preferencia por la liquidez pueden causar
oscilaciones divergentes del tipo de interés y el tipo marginal
de beneficio..................................................................................... 453
El significado de liquidez y su relación con el riesgo ............................ 454
Los efectos de las variaciones en la liquidez relativa de los diferentes
tipos de activos— .............................................................................. 456
—son similares a los efectos de variaciones en la cantidad de dinero... 456
A menudo es difícil decidir si es mejor considerar un determinado
cambio como un cambio en la liquidez de un activo o un cambio
en la cantidad de dinero ................................................................. 458
33
Parte I
INTRODUCCIÓN
Capítulo I
EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN
37
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Al principio puede parecer algo desconcertante oír que la teoría de un tema que
ha sido tan amplia y vigorosamente discutido desde el principio de la ciencia
económica, como es la teoría del capital, fuese a necesitar ser reestructurada
casi por completo, cuando se intente utilizar sus resultados en el análisis de
los fenómenos más complejos del mundo real. Pero hay muy buenas razones
de por qué la teoría del capital, en la forma en que existe en la actualidad,
ha resultado ser menos útil de lo que desearíamos a los efectos a los que la
necesitamos ahora. El hecho es que los problemas del capital, tal y como los
entendemos aquí, es decir, los problemas que surgen de que la producción
dependa de la disponibilidad de «capital» en ciertas formas y cantidades, ape-
nas han sido nunca estudiados en razón de sí mismos y de su importancia. Y,
como veremos, la teoría del equilibrio estacionario, dentro de la que se los ha
tratado, no ofrecía realmente ninguna oportunidad para su discusión explícita.
El análisis que han recibido ha estado subordinado, casi por completo, a otro
problema, el problema de explicar el interés; y el tratamiento de la teoría del
capital como un anexo de la teoría del interés ha tenido algunos efectos des-
afortunados sobre su desarrollo, lo que se debe a dos razones:
En primer lugar, solo se la ha llevado tan lejos como parecía necesario a
efectos del objetivo principal de explicar el interés y esta explicación ha ido
dirigida a ilustrar un principio general por medio de los casos más simples
38
EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN
Por supuesto que hubo encomiables excepciones, de las que las más notables
se encuentran en las obras de Jevons, Böhm-Bawerk y Wicksell,2 que al menos
39
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
social, reformuló y extendió la teoría de Böhm-Bawerk más consistente y rigurosamente. Hayek cita
obras específicas de estos autores en sus primeras seis notas al pie del capítulo 4 más abajo.- Ed.].
3. [Más tarde Ludwig Lachmann, en Capital and its Structure, subrayó estas interrelaciones. El
«germano-austriaco» Ludwig M. Lachmann (1906-1990) había sido alumno de Hayek en la London
School of Economics.- Ed.].
4. Knight, 1935a, p. 83.
40
EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN
De hecho, hay al menos dos clases de magnitudes relevantes, o más bien pro-
porciones, que hay que tomar en cuenta si queremos comprender el mecanismo
del funcionamiento de los precios en este terreno; ninguna de las dos es una
«cantidad» simple y tampoco ninguna de las dos tiene una relación única con
el tipo de interés, excepto a través de su relación con la otra. La primera es las
dimensiones de la estructura real del equipo productivo, que describen cómo
está organizado para, o es capaz de, producir diversas cantidades de producto
final en diferentes fechas. La segunda es las demandas proporcionales o precios
relativos, que se espera regirán para estas diferentes cantidades de producto
en diferentes momentos. La primera de estas dos relaciones cuantitativas
describe las proporciones entre las cantidades existentes de recursos concre-
tos en términos de sus costes relativos, mientras que la segunda describe la
demanda relativa de las dos clases de recursos; pero solo juntas determinan
41
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
5. [En este y en los siguientes párrafos, Hayek sugiere dos discrepancias que surgen fuera del
equilibrio. (1) los ratios inter-temporales de transformación (contrapartidas de la producción margi-
nal entre outputs fechados) pueden diferir de los ratios inter-temporales de los precios (que reflejan
las preferencias marginales entre los outputs fechados). (2) Los precios de oferta pueden diferir de
los precios de demanda para los bienes de capital existentes. Cada discrepancia excluye una única
valoración correcta del stock de bienes de capital.- Ed.].
42
EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN
Sin embargo, el problema se articula de forma diferente tan pronto como nos
preguntemos cómo puede llegarse a un estado de equilibrio estacionario, o
cual será la reacción de un sistema dado a un cambio imprevisto. Entonces
ya no es posible tratar los diferentes aspectos del capital como uno solo y se
hace evidente que la «cantidad de capital» como una magnitud de valor no
es un dato,6 sino solo un resultado del proceso de llegar al equilibrio. Con la
desaparición del equilibrio estacionario, el capital se parte en dos entidades
diferentes cuyos movimientos hay que seguir de forma separada y cuya inte-
racción se convierte en el problema real. Ya no hay una oferta de un solo factor,
capital, que pueda compararse con el esquema de productividad del capital en
abstracto: y los términos demanda y oferta en cuanto se refieren a magnitudes
que afectan al tipo de interés, asumen un nuevo significado. Es la estructura
real existente del equipo productivo (que se dice que en el equilibrio a largo
plazo representa la oferta) lo que ahora determina la demanda de capital; y para
describir lo que constituye la oferta, los escritores se han visto habitualmente
obligados a introducir unos términos tan vagos y usualmente indefinidos como
capital «libre» o «disponible». Incluso los escritores que en las primeras fases
de su exposición se han decidido con el mayor entusiasmo en favor de solo
uno de los significados del término capital y de un concepto «real» de capital,
más adelante encuentran necesario, o bien servirse de la palabra «capital» en
otro sentido, o introducir algún nuevo término para algo que en el lenguaje
ordinario también se llama capital. La consiguiente ambigüedad del término
capital ha sido la fuente de una confusión sin límites y a menudo se ha hecho
la sugerencia 7 (y en uno o dos ejemplos incluso se ha llevado a la práctica)8
que habría que desterrar por completo este término del uso científico; pero
por mucho que pueda decirse en favor de este procedimiento, parece, en su
6. Cf. Wicksell, Lectures on Political Economy, vol. I, p. 202: «Pero claramente no tendría sentido
—por no decir que es totalmente inconcebible— mantener que la cantidad de capital ya está fijada
antes que se haya conseguido el equilibrio entre la producción y el consumo».
7. Por ejemplo por Schumpeter, Handwörterbuch der Staatswissenschaften, 4.ª ed., vol. 5, p. 582.
8. Por ejemplo por Cannan, Elementary Political Economy (1888).
43
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
En esta fase no podemos entrar en demasiados detalles, pero puede ser útil
añadir unas pocas palabras, a manera de ilustración, acerca de las razones
de por qué ha habido un fallo general en tomar en cuenta seriamente la
naturaleza esencialmente no homogénea de los diferentes elementos del
capital y de las consecuencias de este fallo. Dos ideas en particular han
tenido un efecto muy dañino sobre toda la teoría del capital. La primera es
la idea de que los elementos particulares del capital representaban un valor
concreto independientemente del uso que se pudiese hacer de ellos, valor
que se pensaba que venía determinado por las cantidades «invertidas» en
estos elementos. Esta idea es un vestigio de las antiguas teorías del valor del
coste de producción, cuya influencia ha subsistido durante más tiempo en la
teoría del capital que, quizá, en ningún otro lugar de la teoría económica.9
La segunda es la concepción de que las adiciones al stock de capital signi-
fican siempre adiciones de nuevos elementos similares a los ya existentes,
o que un aumento del capital toma, normalmente, la forma de una simple
multiplicación de los instrumentos usados antes y que, en consecuencia,
cada adición es completa en sí misma e independiente de lo que existía
anteriormente. Este tratamiento del capital como si consistiese en una sola
clase de instrumentos o un conjunto de ciertas clases de instrumentos en
proporciones fijas —un tratamiento que se ha visto favorecido por el he-
cho de que a menudo se lo ha utilizado explícitamente como una supuesta
simplificación— es, quizá, más responsable que cualquier otra cosa de
9. Cf. Knight, 1935c, p. 45: «Históricamente esta noción se remonta a la teoría clásica del capital
como producto del trabajo, por lo que es una consecuencia indirecta de este error original la teoría
del valor trabajo».
44
EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN
10. [Por el contrario, reconocer la heterogeneidad de los bienes de capital (en particular con res-
pecto a su adecuación para las diferentes fases de la producción) nos permite ver que algunas adiciones
al stock de bienes de capital pueden ser complementos y no sustitutivos del stock existente.- Ed.].
45
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
11. Aunque una gran parte de la actual discusión de los problemas del ciclo económico se ve
afectada en alguna medida por esta idea, probablemente no haya ningún otro libro de un reputado
economista donde se la use con tan poco tino como en la Formation of Capital (Washington, 1935) de
H.G. Moulton, libro que es también, aparte de este punto particular, una auténtica joya de la mayor
parte de las falacias actuales relacionadas con el capital.
12. Véase la Parte IV más abajo y Hayek 1939, donde se examina con algún detalle la importancia
del «principio de aceleración de la demanda derivada». [El «principio de aceleración» sigue siendo un
concepto estándar de la macroeconomía actual. Hayek lo cita en el capítulo 4, de más abajo, como la
proposición 9A de la teoría anglo-americana del capital: «se supone que la demanda de capital varía en
la misma dirección que la demanda de bienes de consumo, pero en un grado exagerado». En algunos
puntos, Hayek se refiere al supuesto efecto como «multiplicador de la inversión».- Ed.].
46
EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN
47
Capítulo II
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO
Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
49
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, una discusión efectiva de los problemas de la teoría del capital
tiene que avanzar justamente en este campo que se ha pasado por alto y
que trata de los equilibrios generales que no son al mismo tiempo estados
estacionarios. Tiene que avanzar en forma de una teoría del equilibrio ge-
neral, porque se ocupa de las interrelaciones entre grupos de industrias y,
en particular, de los efectos de los cambios en una industria sobre otra que
se pasa por alto deliberadamente cuando estudiamos el equilibrio particular
a corto plazo de una industria o grupo de industrias especiales. Y no debe
limitarse al estado estacionario, porque aquí ex definitione la mayor parte
de los problemas de los que tiene que ocuparse la teoría del capital han des-
aparecido.4 Los principales problemas son explicar qué tipos de instrumentos
se producirán bajo condiciones dadas y cuáles serán las consecuencias de
producir instrumentos concretos. Y estos problemas, evidentemente, no exis-
tirán si suponemos desde el comienzo que se reproducirá constantemente el
mismo stock de instrumentos. La imposibilidad de tratar los problemas del
capital de forma adecuada dentro del marco de un equilibrio estacionario se
hace, evidentemente, incluso más obvia tan pronto como incluyamos, como
tenemos que hacer, los problemas relativos a lo que usualmente se describe
como «ahorro» y (nueva) «inversión», ya que se trata de actividades que
implican, por definición, que las personas que las llevan a cabo quieren alterar
los factores de producción de la mercancía, sino también que se ajusten los factores de producción
de estos factores de producción, y así sucesivamente; y esto, al llevárselo a sus consecuencias lógicas,
resultará que implica el supuesto de un estado estacionario de la industria, en el que se pueda anticipar
de antemano por un tiempo indefinido los requisitos de una edad futura… Los periodos relativamente
cortos y largos van, generalmente, a lo largo de líneas similares. En ambos casos se sirve uno de la
estrategia básica de aislar parcial o totalmente alguna serie de relaciones para su especial estudio».
Véase también Ibíd. p. 367, donde se describe el estado estacionario como un estado en el que «se habrá
producido la misma cantidad de cosas per cápita de la población de las mismas formas por las mismas
clases de gente por muchas generaciones conjuntamente; por lo que esta oferta de instrumentos de
producción habrá tenido todo el tiempo necesario para ajustarse a esta demanda regular».
4. Cf. W.E. Armstrong, 1936, p. 1: «Todo lo que es significativo y vital en el concepto de Espera
(como el equivalente de Capital) pertenece a la economía de la comunidad en desarrollo y no puede
transferirse al estudio del Estado Estacionario sin tergiversar violentamente las ideas fuera de su
contexto correcto».
50
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
51
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
6. [En particular, Hayek quiere una teoría del capital que sea útil para explicar las decisiones tomadas
a lo largo del curso (no estacionario) del ciclo económico.- Ed.].
7. Es al menos cuestionable si la introducción de los términos estática y dinámica en la economía
(por J.S. Mill siguiendo a una división similar de la sociología de A. Comte), que es responsable de
52
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
esta confusión, fue beneficiosa. Me parece que la única distinción relevante es entre dos métodos, el
del análisis lógico de los diferentes planes que existen en un momento («análisis de equilibrio») y
el del análisis causal de un proceso a lo largo del tiempo. A efectos de esta distinción, los términos
estática y dinámica parecen totalmente inapropiados, y sería, probablemente, mejor si desaparecieran
por completo de la economía.
[El filósofo y economista inglés John Stuart Mill (1806-1873) utilizó los términos «estática»
y «dinámica» en su Principles of Political Economy (Londres: John W. Parker, 1848; nueva edición,
Londres: Longmans, Green, 1909; reimpreso, Fairfield, NJ: Kelley 1987). Los Principles de Mill fueron
el texto dominante de la economía (clásica) en el mundo de habla inglesa hasta que fueron reempla-
zados por el texto (neoclásico) de Marshall. Hayek escribiría más tarde un estudio biográfico de Mill
y su mujer, John Stuart Mill and Harriet Taylor: Their Correspondence and Subsequent Marriage
(Londres: Routledge and Kegan Paul, 1951). En The Counter-Revolution of Science, Hayek criticaría
en detalle los puntos de vista de Auguste Comte (1798-1857), el filósofo y sociólogo francés que trató
de elaborar una «física social».- Ed.].
8. En un artículo acerca de «Economía y Conocimiento», Economica, N.S. Vol. IV, n.º 13 (febrero
de 1937) y, de una forma bastante insatisfactoria, mucho antes, en un artículo acerca de «Das intertem-
porale Gleichgewichtssystem der Preise und die Bewegungen des Geldwertes»; Weltwirtschaftliches
Archiv, vol. 28 (1928). [Véase una traducción del último artículo, F.A. Hayek, «Intertemporal Price
Equilibrium and Movements in the Value of Money», reimpreso como el capítulo 5 de Good Money,
Part I: The New World, pp. 186-227.- Ed.].
53
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
ficticio que (independientemente de si hay alguna razón para creer que vaya
a ocurrir en la realidad) puede concebirse que comprende cualquier clase de
cambio planeado, es indispensable si queremos aplicar la técnica del análisis
de equilibrio a todos los fenómenos que están ex definitione ausentes en un
estado estacionario. Solo es en esta esfera donde podemos discutir provecho-
samente las relaciones de equilibrio que se extienden a lo largo del tiempo y
en las que, en consecuencia, recae principalmente la teoría pura del capital,
y puede casi decirse que esto último es idéntico al conjunto de este campo
intermedio entre la teoría del estado estacionario y la economía dinámica
propiamente dicha. Pero nunca se ha explorado sistemáticamente este campo.
Sin embargo, hay que admitir que hay una justificación parcial de ello en el
hecho de que no haya ninguna razón para creer que pudiera tener lugar por
completo equilibrio general alguno, excepto si han cesado todos los cambios
de los datos (es decir, que se haya alcanzado un estado estacionario) y que,
en consecuencia, no hay ninguna necesidad obvia de explicar el proceso
económico conforme avanza en el tiempo para servirse de semejante cons-
trucción hipotética. Podría pensarse que esto es más de lo que necesitamos o
podemos esperar del método del equilibrio: y que todo lo que tenemos que
hacer es explicar cómo se forman los equilibrios temporales en los mercados
concretos. Esto implicaría explicar cómo, una vez que se hayan ajustado los
elementos más móviles, se llega a un estado temporal de reposo, que durará
hasta que se efectúen los cambios más lentos de la parte más permanente
del equipo productivo. Podríamos, a continuación, describir las condicio-
nes que prevalecerán cuando se hayan completado todos estos cambios
(es decir, el estado hipotético al que se llegará finalmente, en el que todos
los datos permanezcan invariables). Después de todo, se toman y revisan
periódicamente en intervalos bastante cortos las decisiones acerca de qué y
cómo producir, y puede parecer que el análisis del periodo que se sirve del
concepto de equilibrio parcial a corto plazo en cada fase, tiene en cuenta este
hecho esencial y aparecerá como una explicación de los acontecimientos casi
tan realista como podamos esperar razonablemente de este tipo de enfoque.
54
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
9. Es decir, como diferente de una industria determinada en la que las condiciones especiales
hagan posible delimitar un determinado periodo y señalar que es corto comparado con otro.
10. Sin algún tipo de supuesto semejante, el uso del término equilibrio no tiene ningún tipo de
justificación y se convierte en un concepto totalmente vacío que no dice nada más que el que en algún
momento, algunos factores han tenido tiempo de ajustarse y otros no, lo que sería cierto en cualquier
posición. La distinción entre el equilibrio a corto y largo plazo tiene, evidentemente, sentido cuando,
como en todos los ejemplos usados por Marshall, se aplica a una determinada industria, porque
en muchos casos los cambios dentro de esa industria tendrán lugar en dos fases separadas por un
intervalo de tiempo; pero para hacer posible el segundo de estos cambios (es decir, los cambios en el
equipo duradero), tienen que seguir durante el intervalo en alguna otra industria. Y, si bien podríamos
tener razón en pasar por alto estos cambios en otro lugar, siempre que solo nos estemos ocupando de
la situación en la primera industria, esto se hace claramente ilegítimo cuando hablamos del sistema
como un todo. Me parece altamente cuestionable el uso del concepto de un equilibrio general a corto
plazo en el análisis monetario reciente.
11. La distinción entre el periodo «a corto» y «a largo» plazo es el caso más general de una distinción
que surge en varios terrenos interconectados. Las distinciones entre coste «inicial» y «suplementario»,
entre capital «circulante» y «fijo», y entre gastos «corrientes» de producción e «inversión» (bruta),
55
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, totalmente aparte de este punto particular, está claro que
este uso del concepto de equilibrio deja de aprovecharse de algunas de las
ayudas más valiosas que pueden derivarse de esta poderosa herramienta
intelectual. Mientras se mantenga el supuesto de que la idea de equilibrio
tiene que referirse a algo que podamos observar en el mundo real o, al menos
que pueda verse que surge espontáneamente bajo ciertas condiciones, posi-
blemente no haya otra forma de tratar estos problemas. Pero me inclino a
pensar que estos intentos de dar al concepto de equilibrio una interpretación
realista (cuya legitimidad sigue siendo, en cualquier caso, algo dudosa) nos
han despojado de un uso al menos igualmente importante, al que servirá el
concepto si reconocemos lisa y llanamente su carácter puramente ficticio.
Se ha subrayado a menudo que el concepto de un estado de equilibrio es
independiente de cualquier posibilidad de mostrar cómo podría alguna vez
llegarse a este estado. La razón por la que esta afirmación ha tenido tan
poco efecto sobre el uso que se hace en realidad del concepto de equilibrio
es, probablemente, que los que la han formulado no han mostrado ade-
cuadamente cómo podría ayudar una construcción tan ficticia a explicar
los acontecimientos reales. De hecho, cuando se ha llegado a cualquier uso
pertenecen todas a la misma categoría y plantean las mismas dificultades. A todas ellas hay que tratarlas,
y así lo haremos, como casos límite de una gama continua de variaciones y no como representativas
de una característica particular o el tipo más frecuente. No haremos aquí ningún intento de trazar
una línea arbitraria de división, en lugar de reconocer claramente que estas formas del fenómeno en
cuestión se difuminan imperceptiblemente unas en otras.
[Como los distinguió Alfred Marshall en su Principles of Economics, el coste «primario» (hoy en
día llamado el coste «variable») es el gasto de producir un output adicional en el periodo corto (o «a
corto plazo»), por el que deben tomarse como dados en cantidad algunos de los inputs de la empresa
(por ejemplo, la planta y equipo); el coste «suplementario» (hoy en día llamado «coste fijo») comprende
los restantes gastos generales de la empresa. En Marshall, a largo plazo todo el coste es variable; no
se da ningún input fijo o inalterable. El capital «circulante» consiste en los activos, tales como bienes
en proceso, que «rotan» (se convierten en outputs cuya venta financia su sustitución) en el periodo
corto; los activos de capital «fijos», tales como la planta y el equipo duradero, son los que tardan más
en rotar. La producción «corriente» genera ventas en el periodo corto; la «inversión» genera ventas
más tarde.- Ed.].
56
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
12. En cuyo caso, como he tratado de demostrar en el artículo al que ya me he referido, carece
de sentido.
57
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
13. Esto es estrictamente cierto solo si pensamos en una desviación individual de un elemento
concreto en una situación que en otro caso se encuentra en equilibrio, es decir, bajo el supuesto de
que se confirmen todas las demás expectativas. Si más de un elemento resulta ser diferente de lo que
se esperaba, la relación ya no es tan simple.
14. Cf. G. Myrdal, Monetary Equilibrium (Londres, 1939), p. 46
58
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
59
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
60
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
15. Cf. F. Machlup, «Why bother with methodology?» Economica, N.S., vol. 3 n.º 9 (febrero de
1936) pp. 43 y ss.
16. Este recurso lo usó de la manera más sistemática F. Wieser, primero en su Natural Value y
luego en su Social Economics, donde sentó las bases de su teoría de la economía social con una teoría
elaborada de lo que llamó una «economía simple», es decir, una economía de dirección central. Más
recientemente, el Profesor Pigou (en su Economics of Stationary States, 1935) se ha servido una vez
más de Robison Crusoe para el mismo propósito. Es interesante señalar que Marshall, cuando pasa
a discutir la inversión, cree también conveniente examinarla «observando la acción de una persona
que ni compra lo que quiere ni vende lo que hace, sino que trabaja por su cuenta» (Principles, 7.ª ed.,
libro V, cap. IV/1).
[Friedrich von Wieser (1851-1926) fue profesor de Hayek en la Universidad de Viena. Hayek
compiló una colección póstuma de los escritos de Wieser, Gesammelte Abhandlungen (Tubinga: Mohr,
1929), y escribió esbozos biográficos de Wieser: Véase Hayek, «Friedrich von Wieser (1851-1926)»,
reimpreso como el capítulo 3 de The Fortunes of Liberalism: Essays on Austrian Economics and the
Ideal of Freedom, comp. Peter Klein, que constituye el volumen 4 (1992) de The Collected Works of
F.A. Hayek, pp. 108-25, e Idem, «Friedrich von Wieser», International Encyclopedia of the Social Sci-
ences, vol. 16 (Nueva York: Free Press, 1968), pp. 549-50. Arthur Cecil Pigou (1877-1959) fue profesor
de economía en la Universidad de Cambridge de 1908 a 1943, sucesor de la cátedra de Marshall.- Ed.].
61
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
naturaleza del caso, este supuesto ficticio solo puede ser provisional y más
tarde hay que abandonarlo en favor del supuesto de planes separados, pero
perfectamente ajustados de los diferentes individuos; es decir: de equilibrio
competitivo en el sentido esbozado anteriormente.
17. Debería recordarse que casi toda la ciencia económica se basa en la observación empírica de
que los precios «tienden» a corresponder con los costes de producción y que fue esta observación la
que llevó a la elaboración de un estado hipotético en el que se cumpliese totalmente esta «tendencia».
En este contexto, ha producido una gran confusión la vaguedad del término tendencia. Un fenómeno
dado puede tender a (aproximarse hacia) una cierta magnitud, si en un gran número de casos puede
esperarse que esté bastante cerca de dicha magnitud, incluso aunque no haya ninguna razón para
esperar que alguna vez llegue a alcanzarla, por largo que fuere el tiempo que se le permita al ajuste.
En este sentido, «tendencia» no significa, como se entiende habitualmente, un movimiento hacia
una cierta magnitud, sino simplemente la probabilidad de que la variable considerada llegue a estar
cerca de esta magnitud. El estado ideal en el que todas las variables se encontrasen en la magnitud a
la que tienden a aproximarse en este sentido es un estado que no podría esperarse que fuese a tener
lugar alguna vez.
18. [Véase una discusión y una formulación formal de las condiciones (suficientes) bajo las que
un sistema de precios en una cierta clase de desequilibrio se aproximaría (en el límite) a un equilibrio
62
EL ANÁLISIS DEL EQUILIBRIO Y EL PROBLEMA DEL CAPITAL
parece ser un punto débil del uso tradicional del concepto de equilibrio que se
lo haya limitado a los casos en los que pudiese tener lugar alguna «realidad»
especiosa en la que se cumpliese. Para servirnos de todas las ventajas de esta
técnica, tenemos que abandonar cualquier pretensión de que es una realidad,
en el sentido de que podamos formular las condiciones bajo las que tuviese
lugar un estado particular de equilibrio. Su función es, simplemente, servir
como una guía para el análisis de las situaciones concretas, mostrando cuáles
serían sus relaciones bajo condiciones «ideales», ayudándonos así a descubrir
las causas de los cambios latentes que todavía no ha contemplado ninguno
de los individuos en cuestión.
63
CAPÍTULO III
LA IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS
EN TÉRMINOS REALES
65
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Los economistas han sentido a menudo la necesidad de algún análisis como este
en términos reales, y de hecho, una parte considerable de la economía clásica
se sirve de esta idea explícita o implícitamente, pero raramente se ha aclarado
alguna vez su significado e importancia. Recientemente, en relación con ello,
se ha usado el concepto de «dinero neutral».1 Si bien esto tiene, al menos, la
66
LA IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS EN TÉRMINOS REALES
ideal práctico de la política monetaria; pero, si bien claramente no sirve de mucha ayuda para este
segundo propósito, sigue pareciéndome un concepto útil para describir un problema teórico real: las
condiciones bajo las que sería concebible que se comportasen los precios en una economía monetaria
como se supone que lo hacen en el análisis del equilibrio.
[Hayek había ofrecido la idea de «dinero neutral» como un punto de referencia teórico, atribuyén-
dolo a Knut Wicksell, en las dos últimas secciones de la Lección I de Prices and Production. Trató de
clarificar el concepto en una breve nota «Über “Neutrales Geld”», Zeitschrift für Nationalökonomie,
vol. 4, octubre de 1933, pp. 659-61, traducida como «On “Neutral” Money» y reimpresa como el
capítulo 6 de Good Money: Part I, the New World, pp. 228-31 de Hayek. Añadió una versión revisada
de esa nota a la segunda edición (1935) de Prices and Production, como un apéndice a la Lección IV,
titulada «Some Supplementary Remarks on “Neutral Money”».- Ed.].
67
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, sería un error creer que como estas relaciones solo existirán
en un estado de equilibrio puramente ficticio, es una mera pérdida de tiempo
desarrollarla. El hecho de que en el mundo real sean las relaciones entre los
precios monetarios, y no las relaciones reales de intercambio, las que deter-
minan directamente la acción humana, no hace que dejen de ser interesantes.
2. [Jean Baptiste Say (1767-1832), periodista y economista francés, formuló una proposición, a
menudo resumida como «la oferta crea su propia demanda». Say argumentó que como todo productor
intenta vender sus bienes solo para comprar los bienes de otros (esta premisa supone implícitamente
o bien que se considera que el dinero es solo uno de los bienes, o bien que el dinero no existe, o bien
que los productores no tratan de aumentar sus tenencias de dinero), no puede aparecer una «satura-
ción» (exceso de la oferta sobre la demanda) de bienes en general. Hayek aquí respalda la conclusión
para una economía en la que se cumple el tercero de estos supuestos implícitos. Acerca de la historia
y lógica de la «Ley de Say de los Mercados», véase Thomas Sowell, Say’s Law (Princeton: Princeton
University Press, 1972) y Robert W. Clower y Axel Leijonhufvud, «Say’s Principle, what it Means
and doesn’t Mean», en Axel Leijonhufvud, Information and Coordination: Essays in Macroeconomic
Theory (Nueva York: Oxford University Press, 1981), pp. 79-101.- Ed.].
68
LA IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS EN TÉRMINOS REALES
Las relaciones entre los precios monetarios en sí mismas nos dicen poco, a no
ser que sepamos qué precios son adecuados a la estructura real existente del
equipo productivo, o qué relaciones de precios se requieren para hacer posible
que la gente siga con los planes que ha realizado; ni tampoco es suficiente,
como a menudo se supone, saber si los precios de los productos terminados
superan o no llegan a un coste monetario de producción dado, tal y como
viene representado por los precios de una combinación particular de recursos
productivos. Si se utilizará esta o alguna otra combinación de recursos en la
manufactura del producto, dependerá en sí misma de los precios, por lo que los
costes de producción de un bien determinado no varían en exacta consonancia
con los precios de ningún grupo particular de recursos, sino que también se
ven afectados por los cambios de la técnica de producción que se han hecho
rentables por las variaciones de los precios relativos de los diferentes recursos.3
3. [La idea de que las técnicas óptimas de producción varían con los precios relativos de los re-
cursos, junto con la idea de que el conocimiento relevante —acerca de cómo sustituir un recurso por
otro al cambiar el precio relativo— está ampliamente difundido entre los propietarios de los recursos,
fue fundamental en la crítica de Hayek del socialismo y, más tarde, de las propuestas de «planificación
indicativa» basada en tablas input-output que suponen técnicas fijas. Véase F.A. Hayek, «The Use of
Knoledge in Society», American Economic Review, vol. 35, septiembre de 1945, pp. 519-30; reimpreso
en F.A. Hayek, Individualism and Economic Order, (Chicago: University of Chicago Press, 1948),
pp. 77-91; e idem, «The New Confusion About “Planning”», en New Studies in Philosophy, Politics,
Economics and the History of Ideas (Chicago: University of Chicago Press, 1978), pp. 232-46.- Ed.].
69
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
4. [O, como pudo haber dicho Hayek más generalmente: en ausencia de perturbaciones monetarias,
«las variaciones monetarias progresivas y continuas» no son, estrictamente hablando, ni necesarias
ni (suponiendo un patrón fíat y expectativas correctas) suficientes para crear una perturbación del
equilibrio monetario que tenga efectos de derrame reales. En los casos que siguen, puede entenderse
que Hayek habla de variaciones en «el flujo monetario total» (MV, en la notación de la teoría cuan-
titativa del dinero) frente a una expectativa de variación cero. Acerca de la prescripción de un MV
constante para el dinero neutral de Hayek, véase White, «Hayek’s Monetary Theory and Policy».- Ed.].
70
LA IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS EN TÉRMINOS REALES
5. [Hayek parece aquí estar suponiendo un patrón de moneda mercancía. En un patrón fíat, no
hay nada en la naturaleza de una inyección monetaria que evite que continúe indefinidamente.- Ed.].
6. Cf. en relación con ello la discusión en mi Monetary Nationalism and International Stability,
pp. 31 y ss. [El opúsculo de Hayek se reimprimió como Capítulo 1 de Good Money, Part II: the Standard,
comp. Stephen Kresge, que constituye el volumen 6 (1999) de The Collected Works of F.A. Hayek,
pp. 59 y ss. Allí Hayek discute los efectos del mercado de crédito temporales y autorreversibles que
siguen a los flujos internacionales de oro entre países cuando esos países tienen sistemas bancarios
nacionales distintos basados en reservas fraccionales de oro.- Ed.].
71
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
7. A este respecto, ha dado lugar a una gran confusión el supuesto que se hace a veces de que
podría haber un mercado real de capital sin dinero en el que habría algún tipo de interés determi-
nado en especie. De hecho, no lo habría y no podría haber un tipo de interés sin dinero y el efecto
de la limitación establecida en la posible cantidad de espera por la escasez de stock de recursos no
permanentes se haría sentir exclusivamente a través de las variaciones en los precios relativos de las
diferentes clases de mercancías.
[«La limitación establecida a la posible cantidad de espera» —es decir, cuánto se puede diferir
el consumo mientras que se espera que lleguen a su culminación los procesos del rodeo de la pro-
ducción— «por la escasez del stock de recursos no permanentes» —lo que los economistas clásicos
llamaban «el fondo de salarios»— es un tema de Böhm-Bawerk que desarrollará Hayek con más
detalle más adelante.- Ed.].
8. Evidentemente, esto no quiere decir que la posición que hubiese existido sin la perturbación
monetaria se restaure —o incluso se pueda restaurar— por completo. Las pérdidas y redistribuciones
de renta, causadas por la desviación de la producción tendrán naturalmente un efecto permanente,
pero un efecto en la dirección opuesta al efecto del impacto del cambio monetario.
72
LA IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS EN TÉRMINOS REALES
9. [En todavía otras palabras, Hayek propone examinar las condiciones de equilibrio intertemporal
en la estructura de la producción, tal y como viene determinado por los factores reales (preferencias
intertemporales y posibilidades de producción) con el fin de tener un punto de referencia para evaluar
los efectos de las perturbaciones monetarias en la estructura de producción.- Ed.].
73
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
74
LA IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS EN TÉRMINOS REALES
75
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
76
Capítulo IV
LA RELACIÓN DE ESTE ESTUDIO
CON LAS TEORÍAS CORRIENTES DEL CAPITAL
Lo que sigue no es, en ciertos aspectos, nada más que un intento dirigido
a un desarrollo y elaboración sistemáticos de las ideas fundamentales que
subyacen a la teoría del interés de W.S. Jevons, E.v. Böhm-Bawerk y Knut
Wicksell.1 Si en el curso de su reformulación se cambia partes de su teoría de
forma que no pueda reconocérsela, esto no cambia el hecho de que su obra
1. [Sobre estos tres economistas, véase la nota 2 del capítulo 1, más arriba.- Ed.].
77
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. Debería consultarse, aparte de los capítulos relevantes de la Theory of Political Economy (1.ª
ed. 1871, 4.ª ed. 1911, en especial el Capítulo VII), sus inacabados Principles of Economics (1905) y el
capítulo adicional a su obra, impreso como Apéndice II a la cuarta edición de la Theory.
3. Cf. Kapital und Kapitalzins, publicada en dos partes (1886 y 1889) y traducida bajo los títulos
de «Capital and Interest» (1890) y «The Positive Theory of Capital» (1891), que sigue siendo, con
mucho, la discusión más elaborada y completa de los problemas del capital. Las 3.ª y 4.ª ediciones
alemanas contienen una buena parte de material adicional importante bajo la forma de ulteriores
elucidaciones, respuestas a críticas y discusiones de teorías posteriores. Hasta ahora, no ha estado
disponible este material en inglés, aunque está en preparación una nueva traducción completa por
Mr. Hugh Gaitskell. Este material adicional es especialmente importante por su tratamiento de los
bienes duraderos, que se pasó indebidamente por alto en la primera edición disponible en inglés; hecho
que ha dado lugar a una gran parte de la mala comprensión de las doctrinas de Böhm-Bawerk entre
los economistas angloparlantes. Se encontrará algunas observaciones sobre este tema en la Recent
Literature on Interest de Böhm-Bawerk (1903). El Profesor F.X. Weiss, bajo el título de Kleinere
Abhandlungen über Kapital und Zins (1926), reunió, después de la muerte de Böhm-Bawerk, una
serie de ensayos menores en alemán que se ocupaban de problemas concretos en este campo.
[Las traducciones de 1890 y 1891 que cita Hayek fueron de William Smart de la primera edición
alemana. La cuarta edición alemana ha sido traducida por George D. Huncke y Hans P. Sennholz, bajo
el título general Capital and Interest, 3 vols. (South Holland, IL: Libertarian Press, 1959). Además
de las versiones revisadas y ampliadas de Böhm-Bawerk de las dos partes que cita Hayek (en esta
serie tituladas History and Critique of Interest Theories y the Positive Theory of Capital), un tercer
volumen (Further Essays on Capital and Interest) contiene el material suplementario incluido en el
volumen de 1926 que cita Hayek. Un útil estudio del pensamiento de Böhm-Bawerk es The Austrian
Theory of Value and Capital: Studies in the Life and Work of Eugen von Böhm-Bawerk (Cheltenham,
RU: Edward Elgar, 1997) de Klaus H. Hennings.
Hugh Gaistkell (1906-1963) enseñó economía en el University College London en los 1930. Aunque
era un socialista fabiano, estaba influido por la obra de Hayek sobre el dinero y el capital. Su artículo de
dos partes sobre el concepto del «periodo de producción» está incluido en la bibliografía de Hayek del
presente volumen. Su traducción de Böhm-Bawerk que, hemos dicho antes, estaba «en preparación»,
78
LA RELACIÓN DE ESTE ESTUDIO CON LAS TEORÍAS CORRIENTES DEL CAPITAL
nunca fue publicada, habiendo, evidentemente, interrumpido la guerra su terminación. Después de servir
al gobierno durante la guerra, Gaitskell se convirtió en un diputado del partido laborista, canciller del
Exchequer (1950-51) y, finalmente, líder del partido laborista (1955-63).- Ed.]
4. [Irving Fisher (1867-1947) fue profesor de economía en la Universidad de Yale (1898-1935).
Además de su teoría del interés discutida por Hayek, sus bien conocidas contribuciones incluyen la
distinción entre los tipos de interés real (ajustado por la inflación) y nominal, métodos de elaboración de
números índices y la exposición de la «ecuación de intercambio» (MV=PT) como marco para analizar
el poder de compra del dinero. Véase una breve revisión de la obra de Fisher en James Tobin, «Fisher,
Irving», en The New Palgrave: a Dictionary of Economics, vol. 2, John Earwell, Murray Milgate y
Peter Newman, comps., Nueva York, Macmillan Press, 1987, pp. 369-76.- Ed.].
5. Especialmente, The Nature of Capital and Income (1906) y The Rate of Interest (1907), seguirá
encontrándose útil por su tratamiento más detallado de problemas concretos, a pesar de su nueva
exposición de la misma serie de problemas que nos ha dado el autor desde entonces.
6. The Theory of Interest (1930). [Hirshleifer, Investment, Interest and Capital, da una reformu-
lación y ampliación de la teoría del interés de Fisher.- Ed.]
79
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
encontrarán muy sugestivos sus escritos sobre el tema, que, aparte de las
secciones relevantes de sus dos libros de texto,7 incluyen numerosos artículos
en diversas publicaciones y, a pesar de ciertas diferencias obvias, tienen una
estrecha afinidad con algunas de las ideas directrices de la investigación que
sigue.8 Esto es especialmente cierto en relación con la idea del tipo de interés
como elemento que impregna toda la estructura de precios.
Además de esta rama, hay una segunda rama que surge también del tronco
de Jevons-Böhm-Bawerk y que está representada casi exclusivamente por K.
Wicksell 9 y sus alumnos (en especial, el Profesor G. Åkerman10 y el Profesor E.
Lindahl11), quienes, con la ayuda de ciertas ideas obtenidas de L. Walras,12 han
80
LA RELACIÓN DE ESTE ESTUDIO CON LAS TEORÍAS CORRIENTES DEL CAPITAL
considerable, e incluso Wicksel, que en la mayor parte de los demás aspectos había absorbido tanto de
las enseñanzas de Walras, solo acabó de comprender completamente su teoría del interés en una fase
posterior. Véase su Lectures , Vol. I, p. 226, en especial la nota a pie de página, que, dicho sea de paso,
también es interesante a efectos de la distinción entre lo que ahora conocemos como tipo de interés
ex ante y ex post (o el tipo de interés anticipado y el que se da en la realidad, como los llama Wicksel).
[Léon Walras (1834-1916), nacido en Francia, fue profesor de economía en la Universidad de Lausana,
Suiza (1870-92). Su Éléments está disponible en inglés como Elements of Pure Economics¸or The
Theory of Social Wealth, traducido por William Jaffé (Homewood, IL: R.D. Irwin, 1954). Walras es
más conocido por introducir el análisis matemático del equilibrio general.- Ed.].
13. Quizá debería mencionarse aquí también a Ricardo, incluso si apenas hubiese podido ser
consciente de todas las implicaciones de esta teoría que ha elaborado tan ingeniosamente el Doctor
Víctor Edelberg (1933). Sin embargo, no puede dudarse de que Wicksell se vio inspirado en gran
medida por Ricardo.
[Johann Heinrich von Thünen (1783-1850), especialista en agricultura alemán, fue un prede-
cesor de la economía espacial (locacional) y de la teoría de la productividad marginal. Su obra en
81
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
tres volúmenes, Der Isolierte Staat (originalmente publicada en 1826, 1850, 1863), disponible en
inglés como The Isolated State, comp. Peter Hall, traducida por Carla M. Wartenberg (Nueva York:
Pergamon Press, 1966), fue solo más tarde descubierta y apreciada por otros economistas. John Rae
(1796-1872), maestro de escuela en Canadá (nacido y criado en Escocia), fue un escritor similarmente
solitario. Su teoría del capital (citada por Hayek en la siguiente nota) influyó sobre Böhm-Bawerk
y Fisher, así como sobre John Stuart Mill. David Ricardo (1772-1823), agente de bolsa y economista
inglés, escribió la obra que inauguró la formulación teórica de la economía clásica, On the Principles
of Political Economy and Taxation, 3.ª ed. [1821], reimpresa como el volumen 1 (1951) de The Works
and Correspondence of David Ricardo, comp. Piero Sraffa con la colaboración de M.H. Dobb, 11 vols.
(Londres: Cambridge University Press (para la Royal Economic Society), 1951-73).- Ed.].
14. Nueva publicación reformulada con una introducción del Profesor C.W. Mixter bajo el título
The Sociological Theory of Capital (1905). [La versión original del libro de Rae fue Statement of Some
New Principles on the Subject of Political Economy, Exposing the Fallacies of the System of Free Trade
and of Some Other Doctrines Maintained in the «Wealth of Nations» (Boston: Hilliard Gray and Co.,
1834). Ha sido vuelto a publicar en R. Warren James, John Rae Political Economist: an Account of his
Life and a Compilation of his Main Writtings, 2 vols. (Toronto: Toronto University Press, 1965).- Ed.].
15. Reimpresa como el n.º 13 de la Series of Reprints of Scarce Tracts in Economics and Political
Science (Londres, 1932). Cf. también los artículos del Profesor Taussig: «Capital, Interest and Diminishing
Returns», Quarterly Journal of Economics, vol. XXII/3 (1908), y «Outlines of the Theory of Wages»,
American Economic Association Quarterly, tercera serie, vol. XI, 1910. [Franz William Taussig (1859-
1940) fue profesor de economía en la Universidad de Harvard (1892-1935). Hayek se refiere a su libro
Wages and Capital (Nueva York, Appleton, 1896, reimpreso en Nueva York: Kelley, 1968).- Ed.].
16. [Adolphe Landry, L’Intérêt du Capital (París: V. Giard y E. Brière, 1904); Landry (1874-1956),
demógrafo, economista y legislador francés (corso) reformuló la teoría del interés de Böhm-Bawerk
centrada en la preferencia temporal (en vez de en la productividad) en su libro de 1904. Expuso la
teoría del valor austriaca en su Manuel Économique (París: V. Giard y E. Brière, 1908).- Ed.].
82
LA RELACIÓN DE ESTE ESTUDIO CON LAS TEORÍAS CORRIENTES DEL CAPITAL
83
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
19. Ni C. Menger ni F. von Wieser, ni —por mencionar solo un nombre de la última generación—
el Profesor Schumpeter han aceptado los puntos de vista de Böhm-Bawerk.
[Carl Menger (1840-1921), profesor de economía en la Universidad de Viena (1879-1903) fue
autor de Grundsätze der Volkswirtschaftslehre (Viena, Braumnalter, 1871), disponible en inglés
como Principles of Economics y del documento fundacional de la Escuela Austriaca. Hayek editó The
Collected Works of Carl Menger, 4 vols. (Londres: London School of Economics & Politics, 1933-36),
y escribió ensayos biográficos sobre él. Véase Hayek «Carl Menger (1840-1921)», que constituye
el capítulo 2 de The Fortunes of Liberalism, pp. 61-107. Para más información sobre Friedrich von
Wieser, véase el capítulo 2, nota 16; y sobre Eugen Böhm-Bawerk, véase el capítulo 1, nota 2. Joseph
Alois Schumpeter (1883-1950), nacido en Austria-Hungría y formado en economía en Viena, fue
profesor de economía en la Universidad de Harvard (1932-1950).- Ed.].
20. Podría, quizá, mencionarse aquí que los economistas clásicos ingleses desde Ricardo y, es-
pecialmente J.S. Mill (este último, probablemente, en parte bajo la influencia de J. Rae) han sido, en
este sentido, mucho más «austriacos» que sus sucesores.
84
LA RELACIÓN DE ESTE ESTUDIO CON LAS TEORÍAS CORRIENTES DEL CAPITAL
21. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 186: «estrictamente hablando solo puede considerarse como
capital propiamente dicho el capital a corto plazo (en otras palabras, el capital circulante)».
22. Una consecuencia de este concepto de capital que no podemos discutir aquí con más detalle es
el concepto de inversión bruta refiriéndose a la producción agregada de bienes duraderos y la creencia
de que esta magnitud es de especial significado. Evidentemente, está estrechamente conectada con la
distinción entre el periodo corto y el periodo largo, que, como hemos visto antes, tiene poco significado
para el sistema económico en su conjunto.
23. Cf. J.S. Mill, Principles, I/V/7, ed. Ashley, p. 74: «se mantiene la existencia del capital de
periodo en periodo, no conservándolo, sino por su perpetua reproducción; todas sus partes se usan y
destruyen, pero las que lo destruyen se emplean entre tanto en producir más»; y Wicksell, Lectures,
vol. I, p. 203: «la acumulación de capital es, en sí misma, incluso en condiciones estacionarias, un
elemento necesario en el problema de la producción e intercambio». [Hayek citó erróneamente el
pasaje de Mill como situado en la sección 7, omitió la elipsis y la última línea del pasaje de Mill reza,
en realidad: «pero los que lo consumen están empleados mientras producen más». Hayek puede haber
cambiado consumir por destruir por los cambios en el sentido del término «consumo» desde Mill.
Véase más acerca de esto en este volumen, Capítulo 5, nota 8.- Ed.].
85
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
86
LA RELACIÓN DE ESTE ESTUDIO CON LAS TEORÍAS CORRIENTES DEL CAPITAL
7A. El cambio que inicie adiciones 7B. Se supone que los cambios
al stock de capital procede en el stock de capital están
de un aumento de la demanda determinados por variaciones
absoluta, es decir, en el gasto de la demanda relativa
monetario total en bienes de bienes de consumo
de consumo. y de producción respectivamente.
8A. Para que se muestre posible 8B. Para subrayar las variaciones
una expansión lateral de la técnica productiva relacionada
de la producción, se postula con un aumento de capital
la existencia de recursos se suele postular la existencia
desempleados de todo tipo. de pleno empleo.
Y finalmente:
24
Las cuatro últimas proposiciones se refieren a problemas que ya están
fuera de la teoría pura del capital que constituye el objeto de este libro y per-
24. [Combinando las entradas 7-9 y colocando el contraste en términos del libro de texto co-
rriente: la teoría anglo-americana del capital supone implícitamente que la economía típicamente se
87
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
encuentra muy adentro de la «frontera de posibilidades de producción» entre el consumo (de hoy) y
la inversión (consumo de mañana) y avanza hacia o alejándose de la frontera, mientras que la teoría
austriaca se centra en movimientos a lo largo de la frontera. Véase un análisis gráfico del contraste
en Garrison, Time and Money. En su conjunto, de forma congruente con su objetivo de explicar las
decisiones relativas al capital realizadas a lo largo del transcurso del ciclo económico, el resumen de
Hayek del punto de vista austriaco fija el escenario para comprender cómo un aumento en la oferta
de fondos prestables —ya vengan del ahorro genuino o de una inyección por parte del banco central-
da lugar a una reasignación de los servicios del input hacia una producción de orden más alto.- Ed.]
88
Capítulo V
LA NATURALEZA
1
DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
1. Una versión anterior de este capítulo apareció en alemán como un artículo en la Zeitschrift
für Nationalökonomie, 1937. [F.A. Hayek, «Einleitung zu einer Kapitaltheorie», Zeitschrift für
Nationalökonomie, vol. 8, 1937, pp. 1-9.- Ed.]
2. «Libre», como opuesto a trabajo esclavo.
3. [Como ilustración, consideremos el flujo de servicios que proporciona una parcela pavimentada
como aparcamiento para coches. Sus servicios de aparcamiento no pueden agotarse por un uso prematuro
ni almacenarse para posponerlos; es decir, el que aparquen menos coches hoy no aumenta el número
de coches que puedan aparcarse mañana. El flujo de servicios de trabajo contratados, típicamente se
comporta de manera similar, al menos para las variaciones en la proximidad de la semana normal
de trabajo. Un trabajador cuya semana de trabajo se reduzca en unas pocas horas, no por ello puede
trabajar más horas la próxima semana. Un caso atípico de trabajo agotable (que ilustra el caso típico
a sensu contrario) serían los servicios de un atleta profesional (un pitcher de beisbol, un boxeador),
que solo tiene «en él» tantos partidos por semana, por año, o por carrera.- Ed.].
89
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
4. Esta parte de la teoría económica pura es denominada a veces como la teoría de la Kapitallose
Wirtschaft. [Economía sin capital.- Ed.].
5. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 150.
6. Al menos desde un punto de vista social, prácticamente no puede decirse que el individuo
no pueda agotar su conocimiento y capacitación antes de que deje de estar interesado en su utilidad
(excepto, quizá, por un trabajo excesivo). Viene a parar a lo mismo el que el Profesor Knight (1936,
p. 641) haga que la calidad del capital humano dependa de que «presente alguna posibilidad de sobre-
mantenimiento o inframantenimiento deliberado».
[La «cualidad de capital de las capacidades humanas» es ahora un término estándar en economía
bajo la rúbrica de «capital humano», debido principalmente a la obra de Gary S. Becker, Human
Capital: a Theoretical and Empirical Analysis, with Special Reference to Education, 2.ª ed., (Chicago:
University of Chicago Press, 1975). Hayek se centra aquí en la no permanencia (exigencia de man-
tenimiento) del stock social de conocimiento o capacidades productivas, presumiblemente debido a
la jubilación de los trabajadores viejos, más que (como Becker) a la decisión individual de adquirir
capacidades (invirtiendo en educación o capacitación). En una economía de un cambio técnico continuo,
90
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
el individuo puede «agotar» su conocimiento y capacitación en el sentido de que deje de ser útil si
no dedica tiempo a ponerlo al día.- Ed.].
7. [La mayor parte de los recursos naturales, incluyendo los importantes servicios que propor-
ciona la tierra en el sentido ordinario son, por tanto, parte del capital y no de «la tierra» en el sentido
económico de Wicksell y Hayek. A diferencia del enfoque del libro de texto corriente de separar los
«recursos naturales» (dados por la naturaleza) de los «recursos de capital» (hechos por el hombre),
el enfoque de Hayek no se fija en el origen histórico de los recursos, sino en el tipo de decisiones que
pueda tomarse a partir de ese momento en relación con ellos.- Ed.].
8. Es desgraciado que en inglés el término «consumible» se refiera de forma tan clara al consumo
final que apenas pueda usarse, sin peligro de dar lugar a malos entendidos, para incluir las cosas gastadas
en la producción. Si no fuese este el caso, podría ser preferible a este respecto a «no permanentes», y
Walras (Éléments, édition définitive, 1926, p. 246) utiliza «consumibles» como una de las características
esenciales de los «capitaux proprement dits» [«capital propiamente dicho».- Ed.], aunque añade que
también tienen que ser «produits» [productos].
91
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
base incluso más fundamental para esta distinción el hecho de que no puede
anticiparse los servicios futuros de algunos recursos, ya que continuarán
proporcionándolos en el futuro independientemente de cómo se los use en
el presente, mientras que el uso presente de los servicios de otros recursos
disminuye la cantidad de dichos servicios de los que pueda disponerse en
el futuro. Esto no se ve afectado por la objeción de que no pueda trazarse
una línea rígida entre los recursos permanentes y no permanentes. El hecho
subyacente, y en un sentido el aspecto más general del fenómeno bajo con-
sideración, es la irreversibilidad del tiempo que coloca los servicios futuros
de ciertos recursos más allá de nuestro alcance en el presente, por lo que
hace imposible anticipar su uso, mientras que, como regla general, puede
posponerse los servicios presentes de dichos recursos.9
9. Un concepto alternativo, que probablemente sea mejor pero más burdo que el de recursos
permanentes, es el concepto de rendimientos no anticipables, es decir, los servicios finales que seguirían
estando disponibles en cualquier fecha futura, incluso hasta una fecha en que se hubiese mantenido su
consumo al nivel máximo alcanzable en cada momento sin considerar el futuro. Para que un recurso
pueda ser permanente en este sentido no es esencial que sea indestructible en un sentido físico. Todo
lo que se necesita es que debería esperarse que fuese útil, no como consecuencia de mantenerlo en ese
estado realizando un sacrificio, sino porque no se obtendría ninguna ventaja presente destruyéndolo
a efectos de su utilidad futura.
Es evidente que habría que tratar a ciertos recursos como permanentes en este sentido, porque
no se puede sacrificar sus servicios futuros esperados para aumentar la satisfacción en un momento
anterior, pero en el otro sentido habría que tratarlo como no permanente, porque sus servicios, una vez
que se hacen disponibles, no se repiten. En casos como estos, se hace especialmente claro el significado
de lo que hemos llamado la irreversibilidad del tiempo, es decir, el hecho de que podemos posponer
pero no anticipar el uso de ciertos recursos. El espacio de tiempo durante el que puede hacerse que
cualquier fuerza de la naturaleza pueda sernos útil, por así decirlo, tiene siempre un comienzo claro
pero, con frecuencia, no necesariamente un fin.
A partir de estas consideraciones debería quedar claro que sería igualmente un error tanto pasar
por alto esta distinción, tratando a todos los recursos como no permanentes, como tratarlos como
permanentes. Lo que es relevante es la existencia de diferencias entre los recursos a este respecto y
no la de tipos extremos.
[En otras palabras: para Hayek un recurso de capital (no permanente) es un depósito que contiene
un número finito de unidades de servicios de input, que típicamente pueden usarse antes o después. Un
recurso (permanente) de tierra es, por el contrario, una fuente que proporciona unidades de servicios
de input que fluyen para siempre a una tasa finita e inalterable.- Ed.].
Es dudoso que no haya en la realidad recursos permanentes en este sentido, tal y como se sugiere
algunas veces. Si recordamos que el hecho relevante no es la indestructibilidad en un sentido físico,
92
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
sino la falta de ningún incentivo para destruirlos, puede haber pocas dudas de que, aparte de los seres
humanos mismos, tienen que considerarse permanentes no solo una serie de fuerzas tales como la
energía hidráulica, sino también una parte muy considerable del poder productivo del suelo. Una
gran parte de la tierra (pastos) retiene su fertilidad, no porque se tomen medidas para mantenerla
fértil, ni tampoco porque se la utilice para las necesidades de cada momento, sino simplemente por-
que se la usa cada año de forma que dé el mayor servicio posible en dicho año. Si alguien quisiera
negar seriamente (como entiendo que hace Mr. Kaldor) que existe algo que pueda llamarse recursos
permanentes, tendría que afirmar que fuese concebible que aumentando la tasa de consumo (o tasa
de output) al más alto nivel obtenible en el futuro próximo, podría reducirse a cero la capacidad pro-
ductiva del futuro más distante.
[Podríamos añadir también a los ejemplos de Hayek de recursos no agotados por el uso los in-
muebles como puro espacio y bienes de propiedad intelectual como software, texto e imágenes (los
bits de información como tales no se desgastan). Nicholas Kaldor (1908-1986) nació en Hungría,
fue alumno de Hayek y luego colega junior como conferenciante y lector (1932-47) en la London
School of Economics. Fue co-traductor (con H.M. Croome) de la Geldtheorie und Konjunkturtheorie
de Hayek (Viena: Hölder-Pichler-Tempsky, 1929) como Monetary Theory and the Trade Cycle
(Londres: Jonathan Cape, 1933; reimpreso, Nueva York: Kelley, 1966. Kaldor luego se convirtió en
un destacado keynesiano y publicó dos críticas influyentes de la teoría del ciclo económico de Hayek:
«Capital Intensity and the Trade Cycle» y «Professor Hayek and the Concertina Effect» (véase la
Introducción, 60). Más tarde se convirtió en lector (1952-65) y profesor de economía (1966-75) en
la Universidad de Cambridge.- Ed.].
93
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
10. Cf. F. von Wieser, Natural Value, (1893), p. 124: «Por otra parte, es sorprendente encontrar
que los poderes perecederos del suelo y todos los medios muebles de producción, materias primas,
materias auxiliares, herramientas, instrumental, maquinaria, edificios y otras plantas y aparatos
productivos que se consumen, rápida o lentamente, al servicio de la producción, son fuentes de
rendimientos permanentes; rendimientos que se renuevan constantemente, a pesar de que se
haya gastado mucho antes los primeros factores de su producción. Esto nos da de bruces con uno
de los más importantes y difíciles problemas de la teoría económica: a saber, con la cuestión de
cómo podemos explicar el hecho de que el capital rinda un rendimiento neto». En una nota al pie
de este pasaje, Wieser añade que «en lo que sigue, entiendo por el término capital los medios de
producción perecederos o (con el significado ampliado que se explica en el texto) muebles». Aparece
un pasaje similar en K. Wicksell, Über Wert, Kapital und Rente, (1893), p. 73: «Dass nun aber die
verbrauchbaren Güter, d. h. Güter, die in einer begrenzten Reihe von Verbrauchsakten ihren ganzen
Nutzgehalt zu erschöpfen scheinen, dennoch “kapitalistisch” angewandt werden können, so dass
ihr ganzer Wert dem Eigentumer aufbewahrt bleibt und sie ihm dennoch Einkommen schaffen,
diese scheinbar paradoxe. Erscheinung, dieses perpetuum mobile des Volkswirtschaftsmechanismus
bildet, wie früher gesagt, den eigentlichen Kern der Kapitaltheorie». [«El aparentemente paradójico
fenómeno de que los bienes consumibles —es decir, bienes que se agotan o parecen agotar todo su
contenido de utilidad en una serie limitada de actos de uso —puedan, sin embargo, emplearse “de
forma capitalista”, de manera que todo su valor permanezca almacenado para el propietario y sin
embargo le dé una renta— este perpetuum mobile de las formas del mecanismo económico, como
se ha dicho previamente, es el verdadero meollo de la teoría del capital». Wicksell, Value, Capital
and Rent.- Ed.].
94
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
11. Esta definición de capital es mucho menos revolucionaria de lo que podría parecer de entrada.
El primer paso en esta dirección lo dio Ricardo cuando decidió incluir «las mejoras permanentes» con
los «poderes originales e indestructibles del suelo», porque «una vez hechas, el rendimiento obtenido
será siempre, a partir de entonces, por completo de la naturaleza de la renta y estará sujeto a todas sus
variaciones», difiriendo en esto de las «mejoras perecederas», que «requieren ser renovadas constante-
mente y por ello no otorgan al dueño ninguna adición permanente a la renta» (Principles, Cap. XVIII;
Works, ed. McCulloch, p. 158, nota); y cuando, por razones similares, excluyó de la renta propiamente
dicha «la compensación dada por la mina o la cantera» (Principles, Cap. II; Works, p. 35). Cf. también
J.S. Mill, Principles of Political Economy, ed. Ashley, Parte I, Cap. VI, p. 93: «Pero cuando el capital…
no puede ser retirado, su productividad es desde entonces incorporada indisolublemente a la que surge
de las calidades originales del suelo y la remuneración por su uso desde entonces depende, no de las
leyes que gobiernan los rendimientos del trabajo y capital, sino de las que gobiernan la recompensa
por los agentes naturales». [Las dos referencias encontradas en la edición de los Principles of Political
Economy de Ricardo de 1888 utilizadas por Hayek pueden encontrarse en la previamente citada edi-
ción de 1951 de la Royal Economics Society, pp. 262 y 268, respectivamente. Todas las referencias
subsiguientes a la obra de Ricardo serán a la edición más reciente.- Ed.].
La definición adoptada aquí es esencialmente la misma que la de Wicksel, y Wicksel, a su vez,
parece debérsela a Wieser. Cf. Wicksel, Über Wert, Kapital und Rente (1892), pp. 72-73: Der wi-
chtigste volkswirtschaftliche Unterschied zwischen dem Grund und Boden und den produzierten
Sachgütern scheint nämlich darin zu liegen, dass ersterer seine Nutzleistungen nur successive in
einer vorher bestimmten und unveränderlichen zeitlichen Reihenfolge, dafür aber auch in einer
unendlichen Reihenfolge abgiebt, wogegen die produzierten Güter nur eine endliche Summe von
Nutzleistungen, diese aber beinahe in beliebiger Reihenfolge abgeben können …; man kann sagen,
dass die Produktionswerkzeuge um so mehr einen kapitalistischen Charakter (im engeren Sinne)
bewahren, als sie nach Belieben verwendet werden können, z. B. die Maschinen, welche in schnelleren
oder langsameren Lauf versetzt werden oder auch still stehen können, dabei aber keine Abnützung
erfahren. Andere Vorrichtungen im Gegenteil, z. B. gewisse Bodenmeliorationen, sind, einmal an-
gestellt, so ganz und gar mit dem Grund und Boden verwachsen, dass sie den erwähnten Charakter
verlieren, d. h. nunmehr eigentlich Rentengüter, nicht mehr Kapitalgüter im engeren Sinne sind»;
[La principal diferencia económica entre terreno y suelo y los bienes materiales producidos parece
ser que el primero produce sus rendimientos útiles solo de forma sucesiva en una secuencia tem-
poral predeterminada e invariable pero también en una secuencia infinita, mientras que los bienes
producidos pueden rendir solo una suma finita de rendimientos útiles, pero estos casi en la secuencia
deseada….; se puede decir que las herramientas de producción conservan tanto más un carácter capi-
talista (en el sentido más estricto) al poder utilizarlas según se desee, por ejemplo las máquinas, que
se las puede hacer funcionar más deprisa o más despacio y también dejarlas paradas, con lo que no
sufren ningún desgaste. Por el contrario, otras instalaciones, por ejemplo ciertas mejoras del suelo,
una vez instaladas están tan incorporadas al terreno y suelo que pierden el carácter que hemos citado,
95
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
es decir, a partir de entonces son propiamente bienes que producen una renta y no bienes de capital
en sentido estricto»]; y en la página 79 del mismo libro: «Für die folgenden Untersuchungen scheint
es mir jedoch am zweckmässigsten, die verschiedenen Kapitalien einfach nach ihrer Dauerbarkeit
zu rangieren. Die eminent dauerbaren Güter, seien sie selbst Produkte oder, wie der jungfräuliche
Boden, reine Naturalgüter, und mögen sie ihre Nutzleistungen spontan oder nur unter Zusetzung
von menschlicher Arbeit abgeben, nenne ich im folgenden Rentengüter. Die verbrauchbaren oder
schnell abgenutzten Produktions· oder Konsumtionsgüter, solange letztere sich noch nicht in den
Handen der Konsumenten befinden, nenne ich Kapitalgüter oder Kapitalien im engeren Sinne».
[«A efectos de las investigaciones que siguen, me parece lo más apropiado clasificar los diferentes
capitales simplemente según su durabilidad. Denomino a partir de ahora bienes que producen renta
a los bienes eminentemente duraderos, ya sean ellos mismos productos o, como el suelo virgen, puros
bienes naturales, y ya produzcan sus rendimientos útiles espontáneamente o solo al aplicarles trabajo
humano. Denomino bienes de capital o capitales en el sentido estricto a los bienes consumibles o
bienes de consumo o de producción que se desgastan rápidamente, siempre que estos últimos todavía
no estén en las manos de los consumidores»] (la cursiva no está en el original). Véase también Ibíd.
pp. 93-94, y del mismo autor Finanztheoretische Untersuchungen (1896), pp. 28 et. sec., Geldzins
und Güterpreise, pp. 117-118 y Lectures, Vol. I, pp. 186-187; y el pasaje de Natural Value de Wieser,
citado en la nota a pie de página anterior, al que se refiere Wicksel en relación con esto.
[«La diferencia económica más importante entre la propiedad de la tierra y los bienes producidos
parece residir en el hecho de que aquella rinda sus servicios útiles solo de forma sucesiva en una
secuencia cronológica previamente determinada e inalterable, pero para compensarlo, en una secuencia
infinita. Los bienes producidos, por otra parte, pueden rendir solo un número finito de servicios útiles,
pero en una secuencia casi opcional {es decir, en casi cualquier perfil temporal – Ed.}… Puede decirse
de las herramientas de producción que cuanto más se las puede usar opcionalmente, más conservan
un carácter capitalista (en su sentido más estricto); por ejemplo, las máquinas que se puede hacer que
trabajen más o menos rápidamente, o pueden detenerse, sin sufrir ningún tipo de desgaste, etc. Otras
estructuras, por el contrario —por ejemplo, ciertas mejoras de la tierra—, una vez llevadas a cabo se
convierten de forma tan completa en una parte de la propiedad de la tierra que pierden el carácter
antes mencionado; es decir, ahora son verdaderamente bienes que producen renta y ya no son bienes
de capital en el sentido más estricto del término». Y «sin embargo, me parece mejor a los efectos de la
siguiente investigación clasificar los diferentes capitales simplemente de acuerdo con su durabilidad.
En lo que sigue los llamaré bienes que producen renta altamente duraderos, ya sean ellos mismos
productos o, como el suelo virgen, bienes equipados por la naturaleza misma e independientemente
de que rindan servicios útiles espontáneamente o solo por la adición de trabajo humano. A los bienes
consumibles o bienes rápidamente agotables de producción o consumo, mientras que estos últimos no
estén todavía en las manos de los consumidores, los llamaré bienes de capital, o capital en el sentido
más estricto». Wicksell, Value, Capital and Rent, pp. 98, 99 y 105.- Ed.].
96
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
12. [El descuento del tiempo seguiría operando en una economía donde todos los recursos son
permanentes en el sentido de Hayek (proporcionar perfiles temporales inalterables de flujos de
servicios de input), porque (1) los derechos a outputs distantes en el futuro podrían seguir siendo
intercambiados frente a derechos a outputs cercanos en el futuro y (2) seguirían pudiendo alterarse
los perfiles temporales de outputs (más mañana a costa de menos hoy), adoptando procesos con un
mayor o menor rodeo de producción empleando los flujos de inputs dados.- Ed.].
13. Véase más abajo, Capítulo VII, p. 131.
14. Cf. Wicksel, Lectures, vol. I, p. 186: «Si, por lo tanto, nuestro análisis solo es aplicable dentro
de un periodo relativamente corto, entonces, estrictamente hablando, solo puede considerarse capital
propiamente dicho el capital a corto plazo (en otras palabras, el capital circulante)».
97
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
15. Puede parecer curioso que consideremos, por ejemplo, a las casas como capital, solo si y en
la medida en la que no sean permanentes. No cabe ninguna duda de que sería mejor para nosotros
si las casas, una vez construidas, durasen para siempre y el hecho de que necesiten ser sustituidas
es claramente una desventaja. Sin embargo, el hecho es que tenemos que sustituirlas por algo si
queremos mantener nuestro flujo de renta a un nivel dado y que podemos utilizar las cuotas de
amortización obtenidas de las casas de la misma forma que las obtenidas de cualquier otro bien de
capital para sustituir estos bienes de capital por cualquier otra nueva inversión que nos parezca más
ventajosa en un momento dado, lo que confiere a todos los bienes de capital un atributo común, el
de ser la fuente de este «fondo» que hace que sea posible… y necesaria la inversión del momento.
16. Cf. Wicksel, Lectures, vol. I, p. 186: «Estas mejoras de la tierra dejan a menudo un beneficio
residual permanente, lo que sucede, por ejemplo, en el caso de las operaciones importantes de vo-
ladura para obtener agua en las regiones montañosas, la construcción de carreteras, la repoblación
forestal protectora, etc. De esta forma, no se puede distinguir, ya sea física o económicamente, de los
poderes originales del suelo, las nuevas cualidades que, una vez adquiridas, conserva la tierra para la
posteridad; en el futuro no deberá considerárselas como capital sino como tierra… Además, puede
señalarse que casi todas las inversiones de capital a largo plazo, casi todo el llamado capital fijo (casas,
98
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
idéntico al otro concepto amplio que identifica al capital con el stock total de
riqueza,17 ya que excluye las fuentes de servicios realmente permanentes.18
edificios, maquinaria duradera, etc.) están, hablando desde el punto de vista económico, en la línea
fronteriza entre el capital en sentido estricto y la tierra».
17. Esta última definición del concepto de capital que ha pasado a ser comúnmente aceptada por
medio de los escritos del Profesor Irving Fisher (y que también ha sido usada por Walras, aunque
éste separe el capital consumible y producido como «capitaux proprement dits»), tiene la ventaja de
una gran claridad lógica y de evitar cualquier distinción basada en meras diferencias de grado. Sin
embargo es un obstáculo para nuestros propósitos, no solo porque utilice el término capital para una
magnitud para la que hay otros términos (en especial «riqueza») y ampliamente usados, sino, lo que
es más importante, porque lo desvincula por completo de todos los problemas especiales que han dado
lugar al concepto de capital y que, ya que necesitan ser estudiados en profundidad, lo más conveniente
es tratarlos bajo aquélla rúbrica general. Puede ser útil adoptar esta definición allí donde la definición
de capital esté totalmente subordinada a una explicación del interés, como ha sido el caso de la mayor
parte de las discusiones tradicionales, pero donde el principal tema de la discusión sea los problemas
peculiares que surgen de la producción a lo largo del tiempo; sería lamentable tener que inventar un
nuevo término mientras pueda disponerse del término capital a este propósito.
[Hayek argumenta aquí que agrupar los recursos de tierra y capital con el conjunto de riqueza en
general, como hace Fisher, está bien a los efectos de elaborar la teoría del interés. El valor de la tierra
y el valor del capital tienen la misma relación con el interés: se evalúa tanto los bienes de tierra como
los de capital calculando el valor descontado presente de un flujo anticipado de servicios productivos
futuros, utilizando el tipo de interés adecuado para el descuento; pero a los efectos de analizar las
decisiones de los productores acerca del mantenimiento, reemplazo o agotamiento, la distinción entre
la tierra (permanente) y los bienes de capital (no permanentes) sigue siendo esencial.- Ed.].
18. Puede ser útil resumir la relación entre los diversos conceptos de capital y las categorías de
recursos que incluyen con ayuda de una tabla esquemática:
Permanentes No permanentes
Clases de recursos
(no consumibles) (consumibles)
No producibles («originales») a b
Producibles («aumentables») c d
Nuestra definición incluye las categorías b y d, mientras que la definición más familiar de capital
como medios de producción producidos (o como «recursos aumentables» en la forma revisada en la que
Mr. Kaldor ha revivido recientemente esta definición —Véase 1937 p. 219) incluiría c y d. La definición
del Profesor Fisher (y el concepto más amplio de capital usado por Walras) evidentemente incluiría
los cuatro grupos, mientras que el concepto más estrecho de Walras (los «capitaux proprement dits»)
solo incluiría d. Veremos más tarde (Véase el Capítulo VII, p. 132, más abajo) que mientras que de las
cosas que existen en cualquier momento solo sirven como capital las que pertenecen a los grupos b y
d, su existencia nos permite «invertir» creando cosas que pertenecen tanto al grupo d como al grupo
c, aunque este último deje de ser, de esta forma, capital en nuestro sentido.
99
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
100
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
podrían haberlo hecho en otro caso, pero que luego produzcan una cantidad
mayor de dichos servicios de lo que hubiesen producido en la fecha anterior.
Es solo debido a esto por lo que la provisión de una cantidad adicional de
servicios durante un periodo limitado del futuro nos coloca en la posición
de aumentar para siempre los rendimientos que podemos esperar obtener
del reducido suministro de recursos realmente permanentes.
Nunca se ha afirmado que cualquier inversión por un periodo más largo pro-
duzca necesariamente un producto mayor, aunque los críticos han atacado, a
101
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
veces, la teoría basándose en ello. Solo es importante que, mientras haya posi-
bilidades de aumentar el producto invirtiéndolo por un periodo más largo, solo
se escogerá prolongar los periodos de inversión cuando se obtenga un mayor
producto. Más adelante consideraremos las más bien obvias razones de ello.
20. El hecho de que con circunstancias cambiantes, la cantidad de servicios que procedan de los
recursos permanentes que son escasos varíe en lugar de permanecer constante, crea una grave dificultad
que apenas será posible tener en cuenta en todas las fases de la exposición sin hacerla indebidamente
complicada. Durante la primera parte del análisis, que está dedicada a una mera descripción de las
interrelaciones tecnológicas, en cualquier caso tendremos que tomar como un hecho dado que solo
una cierta parte de los recursos potenciales es escasa, por lo que debe ser tenida en cuenta, pasando
por alto los recursos libres.
102
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
21. Quizá no sea innecesario subrayar hoy el hecho de que el objetivo de la actividad económica no
es usar la cantidad mayor posible de recursos, sino producir el máximo de satisfacción y que estas dos
cosas no son idénticas. [Hayek alude críticamente aquí al énfasis keynesiano sobre el «pleno empleo»
de los recursos, al parecer considerado como un fin en sí mismo.- Ed.].
103
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Entre los diferentes recursos latentes puede hacerse que algunos propor-
cionen un rendimiento después de un intervalo corto de tiempo y otros
después un largo intervalo. Ceteris paribus, se tomará primero a los que
dan un rendimiento antes,22 pero entre las otras circunstancias que tienen
que permanecer iguales para que esto se cumpla, se encuentra la dimensión
del rendimiento que puede obtenerse aplicándoles una cierta cantidad de
recursos retirados de su uso a efectos del consumo del momento. Si en un
caso particular el recurso obtenible de invertir los recursos durante un
cierto periodo es considerablemente mayor que el doble del rendimiento
obtenible de invertir los mismos recursos durante la mitad de dicho pe-
riodo, evidentemente se hará en primer lugar la inversión más larga, pero
hay que reservar para un capítulo posterior la consideración detallada de
esta cuestión.
22. Supongamos que hay dos recursos latentes de los que puede conseguirse, aplicando trabajo, que
uno produzca un rendimiento después de un año y el otro, con la misma aplicación, un rendimiento
de la misma dimensión únicamente tras dos años; entonces, suponiendo que puede repetirse de forma
continua estas dos inversiones, el recurso obtenido durante cualquier periodo dado será siempre mayor
por parte del primer recurso que del segundo.
104
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DEL CAPITAL
Por el momento, hay otro punto que es más importante. En primer lugar,
lo que cuenta como «inversiones» son solo los servicios de los recursos
que también podrían haber dado un rendimiento inmediato. Siempre que
sean los únicos recursos que puede utilizarse en absoluto, o utilizarse por
completo, es solo su inversión lo que lleva a una reducción del output del
momento; pero como, en consecuencia, de estas inversiones anteriores,
los anteriormente recursos latentes con los que se combinan los otros
recursos, primero se hacen efectivos y luego gradualmente escasos, estos
también empezarán a contar porque algún consumo dependerá del uso
concreto al que se los dedique. Si luego se los combina con algunos otros
recursos potenciales que no rindan un producto consumible hasta todavía
más tarde, esto representará un aplazamiento adicional del consumo. El hecho
de que, al ir desarrollándose la inversión se utilice y arrastre gradualmente
al círculo de bienes escasos más y más de estas fuerzas naturales que antes
eran solo recursos potenciales y que haya, a su vez, que considerarlos como
inversiones, es de gran importancia para entender todo el proceso.23
Tendremos que volver a esta cuestión de la función general del capital en
el proceso de producción dentro de dos capítulos, pero antes de que podamos
hacerlo es necesario considerar de manera algo más concreta las diversas
formas en las que el tiempo entra en el proceso de producción, lo que tendrá
que ser la tarea del próximo capítulo.
105
Capítulo VI
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN
Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES:
ALGUNAS DEFINICIONES
1. Hawtrey, 1937, p. 15: «Podemos utilizar el conveniente término “input” para la aplicación de los
factores originales de producción en cualquier intervalo de tiempo. Cuando tratamos al capital como
factor de producción llamaremos a la aplicación de los factores originales en conjunción con el capital
“input mixto”; y si queremos distinguir al input en el primer sentido del input mixto, lo llamaremos
“input puro”». Se observará que en la definición de input puro usada en el texto, en conformidad
con la terminología utilizada a lo largo de todo este libro, en lugar de los «factores originales» del
Dr. Hawtrey, se utiliza la expresión «recursos permanentes». El término «input» mismo había sido
107
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
diseñado con anterioridad, probablemente por el Profesor R. Frisch, en conexión con la distinción a
la que se refiere la próxima nota a pie de página.
[Ralph George Hawtrey (1879-1971) fue un prominente economista en el Tesoro del R.U. (1904-
1945) y autor de numerosos libros que desarrollaron lo que podría llamarse una teoría monetaria
marshalliana (más bien que austriaca) de los ciclos económicos. Revisó ampliamente el presente libro
de Hayek. Véase la introducción, n. 64. Acerca de Fisher véase la nota 3 más abajo.- Ed.].
2. [Hayek, por tanto, considera los bienes de consumo duradero como bienes de capital, inputs
que ayudan a producir flujos de servicios finales. Los contables de la renta nacional, por el contrario,
miden el «output» agregado de una economía (que usualmente es sinónimo de su producto interior
bruto, PIB) por el valor de mercado de los bienes y servicios vendidos a los usuarios finales, incluidas las
ventas de bienes de consumo duradero —excepto las casas, en las que, en su lugar, incluyen solo el valor
imputado del flujo de servicios de alojamiento. El enfoque de Hayek trata de forma consistente todos los
bienes de consumo duradero de la misma forma en la que los contables del PIB tratan a las casas.- Ed.].
108
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
3. Creo que el primero que sugirió estos términos fue el Profesor Ragnar Frisch. [Ragnar Frisch
(1895-1973) fue profesor de economía en la Universidad de Oslo, Noruega (1931-1965) y primer
editor de la revista Econometrica (1933-1955). Por su trabajo pionero en econometría (otro término
que él acuñó) compartió en 1969 el primer Premio Nobel de Economía. Hayek no especifica la fuente
de su creencia de que Frisch acuñase el término «input», pero una posible fuente es Sune Carlson, A
Sudy on the Pure Theory of Production (Londres: King, 1939), que se basaba en las conferencias que
Frisch había pronunciado en la Universidad de Yale (agradezco al profesor Finn R. Forsund su cita).
La Theory of Production (Dordrecht: D. Reidel, 1965) de Frisch, escrita en noruego en los 1920, no se
publicó en inglés hasta 1965. Véase acerca de la obra de Frisch sobre la teoría de la producción Finn
R. Forsund, «On the Contribution of Ragnar Frisch to Production Theory», Rivista Internazionale
di Scienze Economiche e Commerciali, vol. 46, marzo de 1999, 1-34.- Ed.].
109
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
4. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 260: «Los usos anuales [de un bien de capital] que se siguen
sucesivamente constituyen una clase de oferta conjunta (para usar la terminología de Marshall)».
110
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
5. Incluso el Profesor Knight, que en general no simpatiza en absoluto con el análisis de todo
el periodo de inversión, resulta admitir la necesidad de distinguir entre los periodos de inversión de
la diversas unidades de input; aunque en otras ocasiones niegue la posibilidad de tal distinción. Esto,
en todos los casos, es el único sentido que puedo encontrar en el siguiente pasaje de uno de sus más
recientes artículos (1936, p. 447): «Como el proceso de inversión tiene que extenderse a lo largo del
tiempo y como, en general, hay una mayor o menor desinversión en relación con el rendimiento de
cualquier bien de capital determinado, es necesario reconocer los diversos periodos de inversión de
cero a infinito, de cada incremento infinitesimal de capital invertido en cualquier fuente o bien de
capital. Solo de esta forma puede hacerse diferentes inversiones a la misma tasa y obtenerse el máximo
rendimiento de todo el capital que sea posible bajo las condiciones económicas dadas».
6. Es decir, distinguibles por motivos técnicos.
111
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
7. [Obsérvese que «el periodo de inversión de una unidad de input» es enteramente un concepto
prospectivo. En el momento del input es la distancia prospectiva «corriente abajo» (para utilizar la
metáfora fluvial que Hayek utiliza más tarde en este capítulo) hasta la aparición del(os) output(s)
final(es) resultante(s).- Ed.].
112
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
Las ventajas de los procesos de producción que requieren tiempo están estre-
chamente relacionadas con las ventajas de la división del trabajo. Si se divide
el proceso que lleva a un cierto servicio final al consumidor en una serie de
operaciones separadas, se hace posible utilizar ciertas capacidades, materiales y
herramientas que no podrían haberse utilizado si hubiese habido que aplicar el
trabajo de una forma que diese el resultado final por la ruta más corta posible;
pero no debemos dejarnos engañar aquí por una ambigüedad más del término
«un proceso», es decir, la referencia a una técnica particular de producción
que lleva consigo ocasionalmente. Si las ventajas de la división del trabajo
consistiesen únicamente en el hecho de que la misma serie de operaciones
que antes llevaba a cabo un hombre fueran divididas entre un número de
hombres y, en consecuencia, cada uno de ellos se hiciese más eficiente en esta
tarea especial, el efecto sería, probablemente, reducir la duración del proceso
113
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
en lugar de alargarla, pero en muchos casos la división del proceso que lleva
a la satisfacción de cualquier necesidad particular será una división entre un
mayor número de factores cooperantes, incluyendo algunos que antes no se
utilizaban en absoluto. Ello significará un cambio en el método de produc-
ción, y en los materiales, herramientas y capacidades humanas utilizadas y
el producto resultante puede ser técnicamente muy diferente de lo que era
anteriormente. Sin embargo, si las necesidades a las que sirve son las mismas,
se las satisfará ahora por un proceso diferente y más largo.8 De hecho, la mayor
productividad de este proceso más largo se expresará frecuentemente en la
circunstancia de que el nuevo producto sirve a los mismos fines de manera
más efectiva, o quizá sirve a otros fines al mismo tiempo.
En todos los casos, el mayor output derivado de los inputs que ahora se
invierten por periodos más largos se deberá a su combinación con fuerzas
que no podrían ser utilizadas durante el periodo más corto. Puede ser que,
como con los procesos naturales de crecimiento o fermentación, las fuerzas
naturales ejerzan su efecto hasta el punto deseado, solo si se las deja operar
durante un considerable periodo de tiempo; o los materiales, herramientas
o accesorios que es ventajoso utilizar pueden ser ellos mismos obtenibles
solo como resultado de un proceso que toma su tiempo.9 En pocas palabras,
el aumento del output se deberá siempre a un cambio en el método de pro-
ducción utilizado, una mejora técnica.
114
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
115
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
10. Véase en Ellis, 1935, un malentendido característico del sentido en el que se usa en el análisis
teórico el concepto de «fases del producción».
116
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
117
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
11. [Lo que señala Hayek aquí es que cuando los proyectos de producción implican combinaciones
de inputs anteriores y posteriores, la clasificación de un proyecto como más o menos «consumidor de
tiempo» que otro, o que requiere más o menos «espera», no es puramente una cuestión de ingeniería.
La clasificación depende de cómo pongamos los inputs anteriores con respecto a los posteriores y, por
tanto, depende del tipo de interés. Este tema reapareció en los 1970 como el «problema del reswitching»
en la «controversia de Cambridge acerca del capital». Véase una clarificación de la cuestión en Leland
B. Yeager: «Toward Understanding Some Paradoxes in Capital Theory, Economic Enquiry», vol. 14,
septiembre de 1976, pp. 313-346.- Ed.].
118
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
12. Una excepción a esta regla, que puede ser pasada por alto en esta fase, tiene lugar cuando
en el curso de un cambio a fondo en la técnica de producción empleada que lleve a un aumento del
output total, puede que decrezca el producto debido a tipos particulares de input.
13. [Volviendo a la metáfora fluvial: lo que importa a alguien que está considerando botar una
barca en un punto determinado de un cierto río, con el fin de viajar corriente abajo a su desemboca-
dura, no es la «distancia media» o «distancia total» que viajan todas las moléculas de agua que llegan
a la desembocadura del río procedentes de todos sus afluentes. La distancia corriente abajo desde el
punto de la botadura hasta la desembocadura es un concepto con sentido potencialmente relevante
para alguien que tome una decisión, incluso si «la longitud de todo el sistema fluvial» carece de sen-
tido o es irrelevante.- Ed.].
119
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
14. Cf. A.A. Young, 1929, p. 796: «El uso de capital ahorra tiempo en el sentido de que puede
obtenerse un producto mayor con una cantidad dada de trabajo, pero aumenta el intervalo medio de
tiempo que transcurre antes de que los productos del trabajo de un día dado alcancen su forma final
y pasen a las manos de los consumidores».
[Por ejemplo, un aserradero, una vez construido, convierte un trozo de madera en tablas más
deprisa de lo que lo hacen los hombres con simples sierras de mano, pero si desviamos a algunos
hombres con sierras de mano de la producción inmediata de tablas hoy, para pasar a un esfuerzo di-
rigido a construir un aserradero que dure un año, esperaremos más hasta que aparezcan tablas que
resulten de sus esfuerzos de hoy.- Ed.].
120
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
Los cambios en el uso que se haga de los bienes duraderos pueden afectar a
la cantidad de capital utilizado de dos formas diferentes: o bien puede cam-
biar la cantidad de bienes duraderos utilizados en un proceso dado, o puede
121
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, más importante que esta distinción es otra similar que está
relacionada con las razones por las que se usan los bienes duraderos. Puede
suceder que solo pueda hacerse un instrumento particular de una forma
en la que dure y que los costes de hacerlo sean tales que solo sea rentable
producirlo siempre que se lo utilice repetidamente o por un cierto periodo
122
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
123
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
que, como regla general, el gasto adicional que va unido a hacer el equipo
más duradero, de forma que proporcione una cantidad mayor de servicios,
es mucho menos que proporcional a este servicio adicional. Incluso si fuese
posible construir una casa que solo durase un mes, pero que sirviese adecua-
damente a su propósito durante este tiempo, no valdría la pena, porque esta
casa costaría, probablemente, un poco menos que otra que durase durante
años. Y aunque, generalmente, haya algún gasto adicional por hacer que
un bien sea más duradero, este gasto adicional será, normalmente, mucho
menor que el gasto que se requiere para obtener la misma cantidad de
servicios durante la primera fase de la vida del bien.
La mejor forma de verse este efecto es suponer por un momento que en una
sociedad se aparta una cantidad fija de input para proporcionar unos deter-
minados bienes duraderos. Puede utilizarse este input para producirlos en su
forma más barata y menos duradera. En este caso, estará pronto disponible
un gran número de los bienes duraderos, y durante algún tiempo continuará
aumentando la cantidad total de servicios obtenidos a partir de ellos; pero muy
pronto se llegará a un máximo: tan pronto como los bienes producidos en
primer lugar comiencen a desgastarse, se necesitará todo el input disponible
para reemplazarlos y ya no habrá ningún incremento ulterior de servicios.
Compárese esto con el caso en el que el input apartado para hacer bienes
duraderos se utiliza para hacer menos bienes, pero más duraderos. Al prin-
cipio, la cantidad de servicios que se obtenga será menor que en el primer
caso, pero como la durabilidad del bien individual aumentará más que pro-
porcionalmente al incremento del gasto que ha ocasionado, el número total
de estos bienes que se haya creado antes de que comiencen a desgastarse los
que se haya producido en primer lugar (es decir, antes de que se haga nece-
sario dedicar los recursos disponibles únicamente a efectos de sustituirlos)
será mayor que en el primer caso. El efecto de utilizar una cantidad dada
de input para hacer bienes más duraderos será, por tanto, proporcionar una
menor cantidad de servicios en el comienzo, pero, en resumidas cuentas y
de forma permanente, obteniendo una mayor cantidad.
124
LA DURACIÓN DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN Y LA DURABILIDAD DE LOS BIENES
En la práctica, pasar al uso de más bienes de una durabilidad dada (en con-
traposición con pasar al uso de bienes que son más duraderos) significará,
por lo general, que se utilizará en un proceso dado de producción un tipo de
equipo más caro y más ahorrador de mano de obra. El profesor G. Åkerman,
que ha dedicado un estudio especial a este fenómeno, ha propuesto describir
esta distinción entre diferentes instrumentos de la misma durabilidad que
están dirigidos a cooperar con una cantidad proporcionalmente mayor o
menor de «mano de obra» (input puro), como el grado de automatismo de
estas diferentes clases de bienes de capital.16 También puede describírselos
como tipos más o menos ahorradores de mano de obra. En ciertos contex-
16. Véase G. Åkerman, 1923, cap. III/4 y cap. V/1, pp. 27, 39 y ss., y 1924 p. 284; también Wicksell,
Lectures vol. I, apéndice y Lindahl, 1925, p. 81.
125
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
17. [Los servicios de los inputs son instrumentos duraderos «embotellados» en instrumentos
duraderos, por decirlo así, y esperan a ser «liberados». Hasta que un bien duradero no se utilice en
los años venideros, los servicios que han ido a su construcción no harán su total contribución dirigida
al aumento del output final.- Ed.].
18. También es posible que el aumento de la oferta de capital pueda dar lugar a uno de estos
efectos hasta tal punto que más que contrarrestase las consecuencias del otro efecto que fuese en la
dirección opuesta. [No está claro lo que quiere decir aquí Hayek. Los dos efectos parecen actuar en
la misma dirección.- Ed.].
126
Capítulo VII
EL CAPITAL
Y EL «FONDO DE SUBSISTENCIA»
1. N.W. Senior ha sido de nuevo la primera persona, hasta un tiempo relativamente reciente, que
vio totalmente clara esta conexión. «Tampoco es absolutamente necesario», escribe (Political Economy,
1836, pp. 78-79), «aunque si se tomasen literalmente las palabras de Adam Smith, podría inferirse
esta necesidad, que, antes de que un hombre se dedique a una clase concreta de producción, debería
acumularse un stock de bienes para suministrarle su subsistencia y los materiales y herramientas,
hasta que se haya completado y vendido su propio producto. Es cierto que tiene que ser abastecido
de estos artículos, pero no tiene por qué habérselos acumulado antes de que comience a trabajar y
puede habérselos producido mientras está desarrollando su trabajo… En este fondo tienen que figu-
rar en especie algunas de las cosas necesarias. El pintor tiene que tener su tela, el tejedor su telar y
materiales quizá no suficientes para terminar su tejido, pero sí para comenzarlo. Sin embargo, en lo
relativo a las mercancías que el trabajador requiere subsiguientemente, es necesario, si el fondo en
127
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
el que se apoya es un fondo productivo, que mantenga el ritmo de sus necesidades y virtualmente
separado para satisfacerlas».
128
EL CAPITAL Y EL «FONDO DE SUBSISTENCIA»
Pero el hecho de que una definición fuese adecuada bajo condiciones puramente
estacionarias significa menos en la teoría del capital que en casi cualquier otro
lugar de la economía (con la excepción de la teoría del dinero). La teoría del
capital se ocupa en gran medida de la importancia de los recursos consumidos,
que en palabras de Wicksell, «no se los puede incluir, hablando con propiedad,
en el esquema de una economía estacionaria».3 Por ello, solo puede hacerse
que la teoría del capital satisfaga los requisitos del análisis estacionario por
un esfuerzo extremo y casi tedioso de abstracción. En la vida real, el stock
de bienes de capital existente siempre es el resultado de un proceso histórico
accidental, que consiste en una sucesión de cambios imprevistos y que nunca
se reproducirán exactamente de la misma forma. Solo se los produjo de esta
particular forma porque resultó que se disponía de ciertas clases de equipo
como consecuencia de la historia pasada.
129
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
La característica esencial del capital y la que afecta al uso del input corriente
es que necesita ser reemplazado y, en consecuencia, lleva a la inversión. Esto,
a su vez, lleva a la creación de nuevo capital, pero una vez que este último
existe, el aspecto histórico se hace irrelevante. Lo importante no es que se
haya producido el capital, sino que hay que reproducirlo (u otro equivalente).
Evidentemente, bajo condiciones estacionarias, los dos aspectos coincidirán,
pero bajo condiciones dinámicas esto no será así. Si hay que mantener perma-
nentemente la renta al nivel más alto que hacen posible los recursos naturales
depreciables, estos recursos, al agotarse, tendrán que ser reemplazados por
medios producidos de producción.4 Y ocasionalmente, puede encontrarse
ventajoso reemplazar a los recursos no permanentes por algún cambio de la
superficie de la tierra, que, como un túnel, puede esperarse que siga siendo
permanentemente útil.
Este último caso es particularmente interesante, porque apunta a una dife-
rencia significativa entre las dos definiciones. En la definición clásica, el túnel
y cualquier otro elemento de equipo hecho por el hombre que se considerase
permanente, sería considerado como capital solo debido a su origen histórico.
Sin embargo, en la realidad, una vez que existiese, no tendría ninguno de los
efectos sobre el uso del input corriente que son peculiares de los recursos no
permanentes. Ya no representaría una oferta de capital que, si cambiasen las
condiciones, podría ser transformada en una forma más deseable; ni represen-
taría (tanto desde el punto de vista social como del privado) una reserva de la
4. Puede señalarse aquí, aunque estrictamente no pertenezca a nuestro presente tema, que un
tratamiento del problema de la conservación de los recursos agotables bajo el aspecto de la parte que
representan del capital nacional, colocaría finalmente la, de alguna forma confusa, discusión de estos
problemas sobre una base más sensata. Evidentemente, no hay ninguna razón de por qué, por ejemplo,
debería mantenerse los bosques en la extensión particular en la que resulta que se encuentren en
cualquier momento histórico dado, aunque pueda haber que tomar en cuenta otras consideraciones
que la mera rentabilidad directa de los bosques en cuestión (efecto sobre el clima, erosión del suelo,
consideraciones estéticas, etc.). Pero siempre habría que tener en cuenta que cualquier recurso agotable
representa solamente un elemento del capital nacional que puede ser más útil en alguna otra forma
en la que pueda convertirse.
130
EL CAPITAL Y EL «FONDO DE SUBSISTENCIA»
Pero hay otra razón incluso más fundamental de por qué debería abandonarse
definitivamente la definición de capital como los medios producidos de pro-
ducción, que es una reliquia de las teorías del valor del coste de producción,
de los antiguos puntos de vista que buscaban la explicación de los atributos
económicos de algo en las fuerzas encarnadas en ello.6 Pero, excepto como
fuente de conocimiento, la historia real de una cosa particular, es decir, la
forma en la que ha adquirido sus cualidades, es totalmente irrelevante. No
tiene absolutamente nada que ver con la decisión de cómo vaya a utilizarse
esa cosa a partir de ese momento. Lo pasado está pasado en la teoría del capital
no menos que en cualquier otro lugar de la economía, y el uso de conceptos
que contemplan la importancia de un bien en el gasto realizado en el pasado
solo puede llevar a confusión.
Todo esto no quiere decir que la relación del capital a la inversión y la
creación de aquél por ésta, no sea de la mayor importancia. De hecho, es
tan importante que la mayor parte de lo que sigue consistirá en un intento
de aclarar esta relación. Lo que esto significa es que lo importante no es la
131
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
132
EL CAPITAL Y EL «FONDO DE SUBSISTENCIA»
7. Es cierto que debido a esta posibilidad de tomar dinero a préstamo con cargo a la tierra (u otro
recurso permanente) la distinción entre capital y tierra tiende a difuminarse y los individuos tienden
cada vez más a tratar a la tierra como parte de su «capital». Pero la distinción entre capital y tierra no
es, seguramente, una invención de los economistas, y encuentro difícil creer que pueda recomendarse
los esfuerzos de una serie de economistas modernos (en particular, el Profesor Fisher, el Profesor Fetter
y Edwin Cannan) para ampliar el concepto de capital de forma que incluya toda la riqueza. [Edwin
Cannan (1861-1935) fue lector (1895-1907) y profesor de economía (1907-1926) en la London School
of Economics. Hayek escribió un obituario, «Edwin Canan», que está reimpreso como una adenda en
Hayek, Contra Keynes and Cambridge: Essays, Correspondence, pp. 64-69; y también rindió tributo a
las contribuciones de Cannan al resurgimiento del liberalismo clásico (junto con las contribuciones de
Ludwig von Mises y Frank Knight en «The Transmission of the Ideals of Economic Freedom», en Studies
in Philosophy, Politics and Economics, (Chicago: University of Chicago Press, 1967), pp. 195-200.- Ed.].
8. N. Kaldor, 1937, p. 219.
9. La definición de Mr. Kaldor de recursos «producibles» o «aumentables» aparece como que
tienen sustitutivos perfectos (o al menos muy cercanos) que es posible producir económicamente (es
decir, rentablemente). Si se requiriese la sustituibilidad perfecta (en el sentido de que los bienes por
133
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
pueda sustituir ciertos recursos existentes por otros que son similares a ellos
en algún sentido tecnológico, sino que tengan que ser sustituidos por algo, ya
sea similar o no, si no se quiere que se reduzca el flujo de renta. Un depósito
de mineral metálico no es menos capital porque no se lo pueda reproducir, y
viceversa, la energía hidráulica de una corriente existente no se convertiría en
capital en el sentido relevante por la posibilidad de crear una nueva corriente
recogiendo agua de lluvia a la que no se le permita evaporarse.
los que se sustituye los recursos existentes tengan una elasticidad de sustitución infinita con estos
últimos) no se podría llamar capital a nada excepto a los bienes que es rentable reproducir en una
forma exactamente idéntica. Pero si solo se requiere la existencia de sustitutivos cercanos, ¿dónde hay
que trazar la línea? Por otra parte, si solo se denomina capital a los recursos que es posible reproducir
económicamente, toda la maquinaria obsoleta dejaría de ser capital tan pronto como se disponga de
máquinas mejores; mientras que si lo que contase fuese la posibilidad tecnológica de producir susti-
tutivos, ni siquiera podría excluirse la tierra, ya que es posible cultivar prácticamente cualquier fruto
en compuestos artificiales («cultivo en bandejas»).
134
EL CAPITAL Y EL «FONDO DE SUBSISTENCIA»
10. [John Bates Clark (1847-1938) fue profesor de economía en la Universidad de Columbia
(1895-1923) y autor de The Distribution of Wealth: A Theory of Wages, Interest and Profits (Londres:
Macmillan, 1899; reimpreso, Nueva York: Kelley, 1965). Karl Gustav Cassel (1866-1945) fue profesor
de economía en la Universidad de Estocolmo (1903-36), donde uno de sus alumnos fue Gunnar Myrdal
(que compartió con Hayek el Premio Nobel de Economía en 1974). En su The Nature and Necessity
of Interest (Londres: Macmillan, 1903; reimpreso, Nueva York: Kelley, 1971), Cassel consideraba «la
espera» como un factor de producción escaso y el tipo de interés como el correspondiente precio del
factor. Tanto Clark como Cassel debatieron con Böhm-Bawerk por escrito. Frank H. Knight (1885-1972)
fue profesor de economía en la Universidad de Chicago (1928-1952). Al igual que Hayek, un liberal
clásico, entre sus alumnos figuraban los futuros Premios Nobel James Buchanan, Milton Friedman
y George Stigler. Como se señala en la Introducción, debatió sobre la teoría del capital con Hayek en
135
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
a los economistas «es el viejo y familiar tema entre las dos concepciones de
capital. Según un punto de vista, consiste en “cosas” de vida limitada que
periódicamente se desgastan y reproducen. Según el otro, es un “fondo” que
se mantiene intacto, aunque las cosas en las que se lo invierte, en alguna
medida, puedan ir y venir. En este último caso, que es, obviamente, por el
que abogamos aquí,11 puede imaginarse el “fondo” de capital, o bien como
un valor o una “capacidad” para producir un flujo perpetuo de renta».12 Me
temo, con todo el debido respeto al profesor Knight, que no puedo tomar
en serio este punto de vista porque no puedo encontrarle ningún sentido a
este «fondo» místico y que no voy a tratar su opinión como un rival serio
de la que he adoptado aquí. Lo que tengo que decir acerca del primer punto
de vista ya lo he dicho en otro lugar 13 y no voy a discutirlo de nuevo, más
allá de señalar ciertos errores que se deben a su influencia.14
una serie de artículos de revista en los 1930. Véase una relación detallada del debate en Avi J. Cohen,
«The Hayek/Knigth Capital Controversy: the Irrelevance of Roundaboutness, or Purging Processes in
Time?», History of Political Economy, vol. 35, otoño de 2003, pp. 469-90. Véase una disección crítica
de la postura de Knight (que apoya a la de Hayek) en Kirzner, Essay on Capital.- Ed.].
11. Es decir, por el Profesor Knight.
12. F.H. Knight, 1935c, p. 57.
13. Hayek, 1936a.
14. Véase más abajo, capítulos XXIII-XXV.
136
Parte II
INVERSIÓN
EN UNA ECONOMÍA SIMPLE
Capítulo VIII
LA FUNCIÓN DE OUTPUT
Y LA FUNCIÓN DE INPUT
139
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
De acuerdo con ello, los tres primeros capítulos de esta parte se dedicarán
por completo a describir el carácter formal de las diversas posibles relaciones
entre el stock de recursos permanentes existente en un momento del tiempo,
el flujo de renta esperado a que dé lugar este stock y la forma en la que está
siendo invertido el input corriente. Aquí consideraremos estas relaciones
meramente como hechos tecnológicos que surgen a partir de la circunstancia
de que la producción lleva su tiempo.2 Nuestra tarea aquí será esencialmente
proporcionar una forma conveniente de describir las posibles relaciones de
una forma que servirá de ayuda en el tratamiento posterior de los problemas
económicos que implican. En el presente capítulo en particular, consideraremos
las diversas formas en las que puede relacionarse aisladamente las cantidades
de input y las de output. En el siguiente capítulo, veremos cómo la técnica
desarrollada aquí nos ayuda a describir un proceso continuo de producción
en todos sus aspectos y en el capítulo décimo, se considerará por separado
ciertas peculiaridades relacionadas con los bienes duraderos.
Y no estaremos preparados estudiar el efecto de la diferente productividad
de las diferentes formas de inversión sobre la elección de una determinada
estructura de inversión, hasta que completemos esta tarea preliminar. Estas
relaciones entre la productividad de las diferentes formas de inversión, la
particular estructura de inversión que se adoptará bajo diferentes condicio-
nes, el tipo uniforme de interés que caracterizará un estado de equilibrio y
el valor de los bienes de capital existentes, nos ocuparán durante la mayor
parte de esta fase de la investigación. Durante una parte considerable del
camino (capítulos XI-XV) trataremos de concentrarnos en los efectos de la
productividad de la inversión sobre la estructura de la misma, haciendo su-
puestos especiales que nos darán la capacidad más o menos de pasar por alto
el elemento psicológico de la «preferencia temporal» que forma, por supuesto,
una parte esencial del cuadro completo. Se introducirá este elemento en los
dos últimos capítulos de esta Parte.
2. [Las relaciones que examinará aquí Hayek como si fuesen meramente hechos tecnológicos no
son, estrictamente hablando, meramente tecnológicas. En particular, la relación por la que las inversiones
obtengan un interés compuesto que corresponda al tiempo que transcurra hasta su maduración no
está tecnológicamente dada, sino que es un resultado de equilibrio bajo una elección optimizadora:
no se elegirán las inversiones más largas que no obtengan más intereses.- Ed.].
140
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
supuestos simplificadores
A lo largo de esta parte del libro, adoptaremos una serie de supuestos sim-
plificadores. Hasta que en la Parte III introduzcamos explícitamente el mer-
cado, se supondrá que estamos tratando de un sistema económico cerrado,
en el que se dirige toda la actividad económica por una voluntad única y de
acuerdo con un plan coherente. Es decir, trataremos, o bien de la economía
de un individuo aislado, o de la de una sociedad comunista donde un dictador
dirige toda la actividad económica.3
Hasta que lleguemos a los dos capítulos finales de esta Parte, se supondrá,
además, que hay que usar los recursos disponibles para producir un flujo de
output de dimensión invariable, a lo largo de un periodo indefinido o quizás
infinito. Por el momento, no entraremos en la cuestión del significado exac-
to de un flujo constante de renta. A efectos de nuestro presente propósito,
supondremos simplemente que el output que planea el dictador consiste en
fechas sucesivas, o bien de cantidades constantes de una mercancía homogé-
nea, o al menos de proporciones constantes de diversas mercancías, de forma
que se las pueda medir en unidades físicas.4 Durante los próximos capítulos
también pasaremos por alto las consideraciones que hay que tomar en cuenta
para que pueda obtenerse el mayor flujo posible de output.
Todos estos problemas económicos o de valor, tendremos que considerarlos
sistemáticamente a partir del Capítulo XI. Por el momento, supondremos
simplemente que se ha decidido un determinado plan para usar el stock de
recursos del que está provista nuestra sociedad. En forma similar, supondre-
mos por el momento que, dentro de este plan de producción, se espera que
cada unidad separada del input disponible haga una contribución concreta
y determinable al flujo de output del futuro. También es una cuestión que
tiene que esperar a una discusión posterior, cómo hay que determinar la
141
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
5. Se verá más tarde, en la discusión de los problemas económicos implicados, que no conocemos
necesariamente la conexión entre todas las unidades individuales de input y las correspondientes
unidades de output, o todos los periodos de inversión individuales, pero que resultará suficiente que
sepamos los que se ven afectados por los cambios marginales. Pero al presente propósito de construir
un aparato para la descripción de las relaciones tecnológicas implicadas, será conveniente retener el
supuesto que formulamos en el texto.
6. [En todo este capítulo y en el próximo «input» se refiere a la aplicación de servicios de trabajo
y tierra, que Hayek también llama «input puro».- Ed.].
7. [Es decir, aportadas bajo la forma de recursos no permanentes. De la misma forma, será mayor
la parte aportada por los servicios de tierra y trabajo durante el periodo transcurrido. Alguna parte de
esos servicios irán a reconstituir el stock de bienes de capital (recursos no permanentes).
142
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
fracción del output futuro se haga muy pequeña cuando dirijamos la mirada
al futuro muy distante, es dudoso si dentro de cualquier periodo en el que
estemos interesados, se desvanecerá completamente y si algunos de los recur-
sos «no permanentes» no cesarán de hacer contribuciones solamente en una
fecha en la que ya no estemos realmente interesados.8 Pero como estamos
utilizando el concepto de no permanente no en un sentido absoluto, sino con
referencia al periodo para el que planifica la persona en cuestión, no debe
seguir preocupándonos este problema.
Hay un significado de sentido común en la idea de que algún output futuro (digamos pan) «existe»
o «ya ha sido aportado» bajo la forma de productos semiacabados (masa en la panadería). Por extensión,
Hayek quiere decir que, en forma similar, el output futuro «existe» en parte o «ya ha sido aportado»
en forma de bienes de capital duraderos (hornos de la panadería) que figuran en el plan para producir
outputs. Para hacerlo, adopta el enfoque, anunciado en el Capítulo 4 más arriba, de tratar a los bienes
de capital duraderos como tipos de productos semiacabados. En contraste, el output futuro no «existe»
o no «ha sido ya aportado» en la misma forma no permanente en la medida en la que el trabajo o
tierra contribuirán a producirlo. Aunque aquí y más abajo habla a veces de la parte de output futuro
«existente» o «ya aportado» sin matices, no tendría sentido que Hayek insistiese en que el output
futuro «ya haya sido aportado» por los bienes de capital existentes y no por la tierra o trabajo exis-
tentes que forman parte del plan para producirlo. La tierra, en el esquema de la clasificación de Hayek,
es solo el caso límite de «bienes duraderos que continuarán proporcionando servicios durante algún
tiempo». Una parte del output futuro «ya ha sido aportada bajo la forma de alguna clase de recursos
no permanentes». Podemos imaginar el resto como «ya aportado» (que se ha planeado producir) por
los servicios de la tierra o trabajo.- Ed.].
8. [Esta porción no se desvanecerá por completo (pero, como mucho, se reducirá asintóticamente)
mientras se esté utilizando algunos de los bienes de capital duraderos de hoy para producir algunos
de los bienes de capital duraderos de mañana, y así sucesivamente ad infinitum.- Ed.].
9. Por razones de conveniencia en la construcción de algunos de los diagramas posteriores más
complicados, para los que este servirá como base, se ha considerado adecuado representar el tiempo
no, como es la práctica usual, a lo largo de las abscisas, sino a lo largo de las ordenadas.
143
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
144
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
11. Este uso del concepto de incremento marginal puede, al principio, resultar algo poco familiar,
pero está en total acuerdo con la significación estricta del término. Tratamos aquí de pequeñas variaciones
en una cantidad (el flujo de output), con respecto a la variación de otra cantidad (el flujo de input).
En la aplicación más familiar del concepto de un incremento marginal se supone habitualmente que
la cantidad varía en un momento dado del tiempo, es decir, que en lugar de una cantidad está dada en
ese momento otra cantidad un poco mayor o menor. En el presente caso, la variable independiente
(input) es un flujo en el tiempo que varía no en amplitud sino en longitud. El incremento marginal
de output se debe, en consecuencia, no al hecho de que se esté aplicando más input en cualquier
momento, sino al hecho de que se esté aplicando el flujo de input a lo largo de un periodo algo mayor.
12. [La pendiente de la curva muestra lo rápidamente que el output «ya aportado» está cayendo
al avanzar el tiempo prospectivo, mostrando así cuánto caerá el output en cualquier fecha futura si
no se aplicase el input puro corriente.- Ed.].
145
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
la curva de output
Por ello, puede representarse por medio de una curva la distribución tem-
poral del producto del input de un momento: la curva que limita el área que
representa la parte de la renta futura que se debe a todos los recursos no per-
manentes que ya existen en un momento dado. La curva indica, como hemos
visto, el incremento marginal de esta área debido a la aplicación del input del
momento. Sus ordenadas (las distancias de la base) describen el conjunto total
de los diferentes periodos que tenemos que esperar a las diferentes unidades
del output que se deben al input de un momento. Y su pendiente muestra la
tasa a la que el producto de ese input madura en las fechas correspondientes.13
A muchos respectos, esta curva (que llamaremos la curva de output o la curva
que representa la función de output) es una de las más fundamentales mag-
nitudes que son necesarias para describir el proceso capitalista de producción.
13. Hablando estrictamente, la tasa a la que madura el output se mide por el valor inverso de la
pendiente: haciéndose la tasa menor al aumentar la pendiente (y por ello, mayor en términos alge-
braicos), y aproximándose a cero al tender la curva a convertirse en perpendicular (es decir, cuando
la pendiente se hace «infinita»).
14. Se muestra la cantidad de producto que rinde este stock en cada momento sucesivo por la
abscisa de la curva en el punto correspondiente.
146
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
15. Se recomienda al estudiante que experimente dificultades llegado a este punto, que se remita
a cualquier libro de texto de estadística para una explicación más completa de la relación entre una
curva de frecuencia simple y acumulativa.
147
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
16. Como en el caso del output, tendremos que suponer a efectos de nuestros presentes propósitos,
o bien que el input es completamente homogéneo o que, si se compone de servicios de diferentes
recursos, siempre se los utiliza en proporciones constantes.
148
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
17. [De nuevo, esta no es una proposición acerca de todos los procesos de producción posibles,
sino acerca de la serie de procesos elegidos racionalmente. Dado un tipo de interés positivo, nunca
se escogería un proceso más largo que no diese lugar a un producto mayor. El principio de que las
inversiones más largas deben rendir mayores outputs por unidad de input socava la «teoría del valor
trabajo» clásica, de acuerdo con la cual el precio del output es proporcional al input de trabajo. Inclu-
so si suponemos que el trabajo es el único input (ignorando la tierra y reduciendo las máquinas al
trabajo utilizado para construirlas), una vez que reconocemos que las unidades de trabajo se emplean
en diversos proyectos que rinden fruto después de diferentes longitudes de tiempo y admitimos que
la competencia entre los capitalistas iguala la tasa anualizada de rendimiento en las sumas invertidas
en los salarios adelantados a los trabajadores, se sigue que el valor de mercado del output de cada
proyecto no puede ser proporcional solamente a su input de trabajo. El preeminente teórico clásico
David Ricardo (Principles of Political Economy and Taxation, capítulo 1, sección 4, p. 37) reconoció
este punto, señalando explícitamente que «las mercancías que tienen la misma cantidad de trabajo
invertido en su producción diferirán en su valor de cambio si no puede llevárselas al mercado en
el mismo momento del tiempo». Sin embargo, arguyó que esas diferencias serían relativamente
pequeñas comparadas con las diferencias en el valor de cambio asociado a diferencias en el input
de trabajo. La famosa crítica de Böhm-Bawerk de la teoría de Marx del precio, «Karl Marx and the
Close of his System», (Londres: Fisher Unwin, 1898), reimpreso en Karl Marx and the Close of his
System & Böhm-Bawerk’s Criticism of Marx, comp. Paul Sweezy (Clifton, NJ: Kelley, 1975), se
centraba precisamente en que Marx expusiese las dos proposiciones incompatibles: el volumen 1 del
Kapital afirma la proporcionalidad del precio al input de trabajo, mientras que el volumen 3 afirma
la igualación de la «tasa media de beneficio».- Ed.].
18. [Puede afirmarse alternativamente: «en cualquier fecha tantos años a partir de hoy, la parte
del producto total (del input de hoy) que todavía estaremos esperando recibir será claramente mayor
que la parte del input total de hoy cuyo producto estaremos todavía esperando».
149
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Parte del flujo de output en cualquier fecha prospectiva t será aportada por el stock de bienes de
capital de hoy; el resto lo aportará el input puro aplicado entre hoy y la fecha t. La curva de output
limita el área que representa el output futuro que aportan los bienes de capital de hoy. La diferencia
en la fecha t entre el output que aporta el capital de hoy y el output total (la distancia horizontal desde
la curva de output a la línea vertical RQ de la Figura 1) muestra directamente el output de la fecha t
atribuible a la maduración del input puro aplicado entre hoy y la fecha t. En situación estacionaria,
repitiéndose en cada fecha subsiguiente la gama de periodos de inversión escogidos en la fecha cero,
cada bit de input puro que madure en la fecha t que se invierta después de hoy tiene su réplica exacta
en el input puro invertido hoy que haya madurado antes de la fecha t. De esta forma, la diferencia
también representa la contribución acumulativa al output realizada por el input puro de hoy (que
madure entre hoy y t). Con ello, la curva de output muestra la contribución acumulativa al output
hecha por el input de hoy. La dimensión de la contribución crece conforme vayamos avanzando en
nuestra contemplación del futuro prospectivo. La inversa de la pendiente de la curva de output, dr/
dt, es un número negativo que representa la contracción de la contribución del capital de hoy en la
fecha t. Su inverso, -dr/dt, representa la adición correspondiente al output de la fecha t (manteniendo
el output total constante) proporcionado por el input puro de hoy. Cuanta más pendiente tenga la
curva de output, menor será esa contribución.
La curva de input muestra la distribución temporal de las fechas en las que madura el input de hoy.
El valor negativo del inverso de su pendiente, -dV/dt muestra la tasa del flujo al que está madurando
el input de hoy en cada fecha.- Ed.].
19. Esta es la misma función (y curva) que he discutido en una publicación anterior (1934b) bajo
el nombre de «función (o curva) de inversión».
150
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
el presente por el punto cero. Los puntos de la curva (que puede representarse
de nuevo por la Figura 1) mostrarán entonces los puntos del tiempo en el
que madurará el producto de partes determinadas del input total aplicado en
la hora cero. El principio general del criterio es, evidentemente, de nuevo, el
de una curva de frecuencia acumulativa. La abscisa indica las cantidades de
input que se invierten más allá de los periodos que se muestran a lo largo de
la ordenada. La pendiente de la curva así obtenida, describe la tasa a la que
los productos de unidades iguales de input maduran en diferentes puntos del
tiempo, por lo que toda la curva nos da una descripción de la gama completa de
periodos en los que se invierte los servicios de las diferentes unidades de input.
20. [Si RQ representa el flujo de output total (consumo), la Figura 1 tal y como está dibujada no
tiene en cuenta ese input que madura en un instante (por ejemplo, cortes de pelo y espectáculos en
directo, en los que el trabajo contribuye de forma inmediata al consumo; espacio residencial en el que
la tierra contribuye inmediatamente al consumo). Si se tuviese en cuenta esos servicios en la Figura 1,
la línea vertical que representa el flujo de output estaría a la derecha del punto en el que la curva T2R
151
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
(que representa el output para cada fecha «encarnada» en el stock de bienes de capital de hoy) corta el
eje horizontal (que representa la fecha de hoy).- Ed.].
21. [Es decir, para un inversor que optimice y realice inversiones, tanto más cortas como más lar-
gas, en un mundo con un tipo de interés positivo, cantidades iguales de input puro de hoy no rendirán
adiciones físicas iguales al output en dos fechas futuras diferentes. Para hacer que merezca exactamente
la pena una espera más larga, el output físico marginal esperado en la fecha posterior tiene que ser
mayor en un porcentaje que corresponda exactamente al interés compuesto por encima del tiempo de
espera adicional.- Ed.].
152
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
22. [La curva de input TV1 de la Figura 3 está dibujada de forma que su límite superior sea con-
gruente con la discusión de Hayek de aquí, pero su límite inferior es incongruente con el texto. Para que
la distancia horizontal en cualquier fecha t «entre la curva de [input] y la curva de output» muestre el
«valor adicional del output debido al interés aportado sobre el valor del input [en la hora cero]» (p. 152),
la curva de input tiene que juntarse a la curva de output y llegar al eje horizontal en V2, simplemente
porque la parte de output atribuible al interés compuesto tiene que llegar a cero al reducirse a cero el
periodo para el que se dé el interés compuesto. La Figura 4 de más abajo muestra correctamente esta
153
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Puede verse quizá más claramente la diferencia entre las dos curvas si, de
nuevo, usamos la forma no acumulativa de representación. Supongamos en
primer lugar que los periodos de inversión de las diferentes unidades de input
están extendidos uniformemente a lo largo de toda la gama, de forma que
los productos de las unidades dadas de input maduren a una tasa constante.
Medido en términos de las unidades input a las que se debe, puede entonces
representarse el flujo de output por la franja única rectangular mostrada
anteriormente y que viene indicada por ORPT en la Figura 4; pero los pro-
ductos de las unidades iguales de input que maduren en diferentes fechas
no serán de la misma dimensión.
Para obtener la magnitud del output en términos de sus propias unidades,
tendremos que añadir el interés compuesto al tipo vigente para el tiempo
por el que se haya invertido las diferentes unidades de input. Supuesto que
el tipo de interés esté dado, podemos representar esto en el diagrama aña-
diendo a la abscisa en cada punto una cantidad correspondiente al interés
compuesto sobre la cantidad inicial de input invertida para los periodos que
se muestran a lo largo de la ordenada. El resultado es la curva de interés
compuesto RS y el flujo de output correspondiente a un distribución uni-
forme de los periodos de inversión de las diferentes unidades de input será
de la forma indicada por ORST. En lugar de comenzar desde una curva de
input lineal y derivar a partir de ella la forma del flujo de output, eviden-
temente, podríamos comenzar con un flujo constante de output y deducir
de él el interés con el fin de derivar la tasa a la que maduran los productos
de unidades iguales de input. Partiendo de un flujo constante de output,
este proceso de descuento nos da la distribución del input a lo largo de los
diferentes periodos de inversión que vienen indicados por la franja marcada
relación. El acumular los flujos mostrados en cualquiera de los paneles que aparecen en la Figura 4 dará
una Figura 3 correcta. La diferencia entre la curva de input corregida y el flujo total de output (una
línea que se alce verticalmente a partir de V2) mostrará entonces acumulativamente, como pretende
Hayek, «los puntos del tiempo en los que madurará el producto de partes determinadas del input total
aplicadas en la hora cero». En la Figura 6 de más abajo aparece una curva de input correctamente di-
bujada denominada RQ3.- Ed.].
154
LA FUNCIÓN DE OUTPUT Y LA FUNCIÓN DE INPUT
como ORPT en la Figura 4 (b). Las Figuras 4 (c) y 4 (d) ilustran los otros
dos tipos del caso que hemos considerado antes.23
23. [El panel 4 (a) representa el caso en el que un 1 por ciento (digamos) del input puro de hoy
madura en cada fecha a lo largo de T. El 4 (b) representa el caso en el que el input puro de hoy aporta
un 1 por ciento del output que madura en cada fecha. El 4 (c) representa el caso en el que un porcentaje
uniformemente decreciente del input puro de hoy madura en cada fecha sucesiva. El 4 (d) representa el caso
en el que el input puro de hoy aporta un porcentaje decreciente del output en cada fecha sucesiva.- Ed.].
155
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Veremos que, en muchísimos casos, solo está dada directamente una de las
dos magnitudes y que hay que derivar la otra por un proceso de descuento
o acumulación. Y solo somos capaces de llegar a un cuadro completo de toda
la estructura de inversión en términos, ya sea de la función de input o de la
función de output, a través de estos métodos de convertir la una en la otra.
Sin embargo, por el momento pasaremos por alto estas dificultades y nos
serviremos solo de uno de estos dos conceptos para describir el proceso en
su conjunto.
156
Capítulo IX
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
1. El doctor Marschak, en 1933, sugirió que por esta razón deberíamos hablar de la «Figura
de Inversión de Jevons». Aunque yo en una ocasión anterior he utilizado los términos «función de
inversión» y «curva de inversión» en este contexto, los términos «función de input» y «curva de
input» me parecen ahora preferibles, tanto por su brevedad como por su analogía con el término
«función de output». [Jacob Marschak (1898-1977) hizo importantes contribuciones a la econometría
y teoría de la información. En los 1930 fue coautor de un estudio empírico de la formación de capital.
Nacido en Ucrania, estudió en Alemania y fue a enseñar en la Universidad de Heidelberg (1930-33),
la Universidad de Oxford (1933-39) y la New School for Social Research en Nueva York (1939-42).
Más tarde enseñó en la Universidad de Chicago, la de Yale y la UCLA.- Ed.].
157
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. [En este caso simple de input en un punto-output en un punto, no hay bienes de capital dura-
deros, solo bienes intermedios, es decir, bienes semielaborados en proceso.- Ed.].
3. [Es decir, el rayo OP representa el input acumulativo; su pendiente representa la tasa de flujo
del input por unidad de tiempo.- Ed.].
158
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
producción «sincronizada»
159
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
4. Este término se debe J.B. Clark, The Distribution of Wealth (1899), Capítulo XX.
5. [Recuérdese que en el caso de input en un punto-output en un punto, todo el capital está formado
por «productos intermedios», como la masa que está en camino de convertirse en pan en un proceso
sin hornos duraderos. Hayek aplaza la discusión de los bienes de capital duraderos hasta el siguiente
capítulo.- Ed.].
160
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
Todo lo que se encuentra en el plano base se refiere, por tanto, a los produc-
tos finales presentes o futuros. Para poder mostrar el stock de «productos
intermedios» (la forma transitoria que toma el input en su camino hacia el
producto consumible final) en el mismo diagrama, se introduce un tercer
eje o eje s. Se alinea a lo largo de este eje perpendicular de acuerdo con la
«fase» que hayan alcanzado en el proceso las cantidades de estos productos
intermedios que existan en cualquier momento. Se muestra cerca de la base
los productos intermedios que están muy cerca del consumo o en una fase
tardía (bienes de un orden relativamente bajo), mientras que los que perte-
necen a las fases tempranas se muestran, de acuerdo con ello, más arriba en
la figura triangular.
161
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Cuando alcanzamos fases todavía más altas, es decir, las que se muestra en
la parte superior del diagrama, encontramos que muy poco del producto del
momento relativamente distante T3 existe en el momento inicial y que habrá
que crear casi todo ese producto por la aplicación de input en el intervalo
entre 0 y T3; pero, deliberadamente, no se ha continuado el diagrama, como
podría haberse pensado, hasta un punto en el que haya de crearse todo el
producto futuro por la aplicación de input en el futuro. Bajo las condiciones
reales encontraremos siempre que por muy lejos que miremos al futuro,
162
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
Tiene especial interés la parte superior de los tres planos oblicuos del diagra-
ma, el triángulo curvilíneo no totalmente completo S3T3R3P3. Como se verá
con facilidad, reproduce la curva de input de una forma invertida, con la
parte estrecha de la figura triangular que delimita apuntando hacia nosotros
y alejándose la base de nosotros. De esta forma, la curva tiene un especial
significado. Describe el proceso real de aplicar el input, la tasa a la que se lo
aplicará a partir de ahora hasta el momento T3 para producir el output de dicho
momento. En otras palabras, describe el input continuo que lleva al output
del momento T3.6 Más adelante utilizaremos a veces esta forma invertida de
la curva de input al discutir el caso en el que tengamos que tratar de un stock
de bienes en proceso que son el resultado de la duración real del proceso de
producción (en contraposición a la durabilidad de los bienes). Por ahora, sin
embargo, solo es necesario ser consciente de la relación de este aspecto de la
figura con los aspectos que ya se ha discutido.
6. Fue de esta forma como primero utilicé las figuras triangulares en Prices and Production; pero
como a veces se ha interpretado la función de input en esta forma invertida como «mirando hacia
atrás», quizá debería subrayarse que incluso en esta forma «mira hacia delante», ya que se refiere a
todas las inversiones que habrá que hacer a partir de hoy para obtener el producto que madure en
alguna fecha futura.
163
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
164
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
La anterior exposición debería haber dejado claro lo que significa que digamos
que la imagen dada por cualquiera de los planos inclinados no representa
nada más que una descripción abstracta del proceso continuo de la vida real.
La «cantidad» de producto en que resulta cada proceso, y que viene indicada
por la línea horizontal en el plano base (por ejemplo, T3R3) es, en realidad,
solo una tasa temporal a la que madura el producto en ese momento y no una
cantidad real. Solo se convierte en una cantidad real cuando la multiplicamos
por el tiempo, obteniendo así, en lugar de una tasa de flujo en un momento del
tiempo, la cantidad producida durante un periodo de tiempo. Para convertir
7. Más adelante, en la página 240 (Capítulo XV) discutiremos un cuarto aspecto en el que la función
de input está representada en el diagrama, a saber, por la superficie P3RR3.
165
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
8. Es importante recordar que la descripción del proceso figura aquí en términos de cantidades
físicas, por lo que, o bien tenemos que suponer que nos enfrentamos a la producción de solo una mer-
cancía y que solo se utiliza un factor homogéneo, o bien, si queremos aplicar el diagrama a los casos
en los que estén implicados más de una mercancía y más de un factor, tenemos que suponer que se
conoce y son constantes los valores relativos.
166
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
Esta tendencia de la curva de input a ser cóncava será incluso más marcada si
la utilizamos para describir la tasa a la que se aplica el input, no meramente
en un único proceso que lleve a un determinado producto, sino en todos los
diferentes procesos que transcurren en el sistema económico. La longitud
total de los procesos en las diferentes industrias, obviamente estará some-
tida a amplias variaciones. Algunas de ellas serán muy largas y comenzarán
en un momento en el que no se están haciendo todavía otros preparativos
para el producto del momento en el que maduren finalmente. Al pasar a la
siguiente fase de estos procesos, estarán comenzando otros, y así sucesiva-
mente conforme nos acercamos al consumo. El número total de procesos
individuales que vayan en paralelo, aumentará constantemente conforme
167
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
168
EL PROCESO CONTINUO DE PRODUCCIÓN
169
Capítulo X
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS
EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
171
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
corriente.1 En otras palabras, pasamos por alto el tiempo que lleva hacer el
bien duradero (y el tiempo que puede llevar que los productos producidos
con la ayuda del bien duradero lleguen al consumidor), así como el hecho
de que haya que aplicar más input para utilizar el bien duradero una vez
que exista.
1. [Recuérdese el ejemplo previo de Hayek de una rama de un árbol que se transforma instan-
táneamente en un bastón duradero.- Ed.].
2. [Por ejemplo, el bastón proporciona una cierta cantidad de servicios cada día. Su propietario
tendrá que esperar un día para sus servicios mañana, 365 días para sus servicios un año a partir de
hoy, 366 días para sus servicios al día siguiente, y así sucesivamente hasta que deje de ser útil.- Ed.].
3. [Incluso cuando se aplique todo el input puro que produce un bien de capital duradero en
un único momento, necesitaríamos conocer la tasa de interés compuesto para decir qué proporción
del output en cualquier fecha futura debe atribuirse al interés compuesto y qué proporción al uso
de input.- Ed.].
172
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
173
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
la discontinuidad de la sustitución
5. [Imagínese, por ejemplo, un motor que cada año puede funcionar menos horas por día antes
de que se caliente.- Ed.].
6. [Por ejemplo: si la serie que representa el número de máquinas que sobrevivan en sucesivos
periodos es (100, 80, 60, 40, 20, 0) y la serie de coeficientes que representan el servicio rendido de las
máquinas supervivientes es (1, 0,8, 0,6, 0,4, 0,2, 0), la serie que representa el cese del servicio en el
segundo periodo y en los subsiguientes será (36, 28, 20, 12, 4).- Ed.].
174
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
175
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
176
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
total de servicios que están siendo proporcionados en ese mismo momento por
todos los bienes que siguen quedando entre los que existían en el momento
en el que el bien en cuestión se puso por primera vez en servicio).
7. Cf. A. Marshall, Principles of Economics, 1.ª ed., p. 109, nota: «Evidentemente, un bien puede
pertenecer a varios órdenes al mismo tiempo. Por ejemplo, un tren puede transportar a gente en una
excursión de placer y hasta ahí es un bien de primer orden; si resulta que transporta al mismo tiempo
algunas latas de galletas, alguna fresadora y alguna maquinaria que se utilice para hacer fresadoras,
es al mismo tiempo un bien de segundo, tercero y cuarto orden».
177
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
mucho tiempo; y en parte por bienes en todas las fases intermedias entre estos
dos extremos. Si representamos los servicios que surjan en cualquier momento
dado de todos los bienes que existan por la línea horizontal T3R3 en la base del
triángulo oblicuo S3T3R3P3 de la Figura 6, entonces la curva P3R3 (que hace el
papel de hipotenusa de un triángulo rectilíneo) nos dará las fechas en las que
se habrán hecho las diversas inversiones para las que deben tener lugar las
respectivas fracciones de los servicios de los bienes duraderos existentes en T3.
Ya hemos mencionado el motivo a priori por el que resulta probable que también
en el caso de bienes duraderos es probable que esta curva de input sea cóncava.
Es extremadamente difícil obtener muchas pruebas empíricas de su forma
real, pero toda la información que poseemos de la verdadera longitud de la
vida de los bienes duraderos utilizados en el mundo actual tiende a confirmar
esta conclusión. Las cifras más completas de este tipo disponibles se refieren al
output de los bienes de capital de las empresas de los Estados Unidos en un año
(1929).8 Desde nuestro punto de vista, estas cifras adolecen del defecto de que
excluyen los bienes de consumo duraderos y que, evidentemente, los servicios
proporcionados por los bienes duraderos de producción pueden todavía estar
muchas fases apartados del consumo, pero como estos datos están basados en
tasas de depreciación (la longitud de su vida que se supone es simplemente el
recíproco de la tasa de depreciación) corresponde aproximadamente a nuestra
función de input (es decir, muestran la parte de la inversión original que se
supone que se retornará año a año); y como nuestro propósito es simplemente
ilustrar un aspecto general, puede merecer la pena elaborar aparte de las cifras
disponibles una descripción hipotética del stock de los bienes duraderos de
producción que existirían en cualquier momento si se repitiese la producción
anual de forma continua año tras año a la misma tasa a la que se produjo
dichos bienes en el año al que se refieren nuestras cifras. El resultado de este
cálculo, representado de la misma forma que en los diagramas esquemáti-
cos que acabamos de utilizar, se muestra en la Figura 8 que insertamos. Las
destacadas irregularidades se deben claramente a una preferencia por las
178
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
cifras redondas (10, 15, 20, 40 años) como base para la depreciación; pero
incluso así estará claro que la «curva de input» de los bienes duraderos que
obtenemos si suavizamos los datos originales (como se ha hecho más o menos
en la Figura) es fuertemente cóncava.9
9. Otro punto de interés general que surge de las cifras del Dr. Fabricant es que muestran una
contribución esencialmente continua y ningún predominio de ninguna cifra particular para la longitud
esperada de la vida de los bienes duraderos en general. Esto está, evidentemente, muy de acuerdo con
nuestra actitud general de subrayar la continuidad esencial de la distribución de los periodos de inversión
a lo largo de una larga gama. Y contradice de plano el supuesto de la frecuencia predominante de una
duración determinada (especialmente 10 años) que se ha tomado siempre desde Karl Marx, sin prueba
alguna, como la base de la generalización, en especial en la teoría del ciclo económico. Un buen ejemplo
de ello es la afirmación del Profesor Pigou de que «hay razones para creer que muy diferentes clases de
maquinaria tienen la misma clase de longitud de su periodo de vida. Diez años parecen no ser meramente
la media, sino también la longitud claramente predominante. Esto es, en todo caso, el punto de vista del
Director del Censo Británico de Producción» (Industrial Fluctuations, 2.ª ed., 1929, pp. 229-230; véase
también Economics of Welfare, 4.ª ed., 1932, p. 38). Sin embargo, cuando se va a las páginas del Final
Report on the First Census of Production of the United Kingdom (1907) (Londres, 1922, pp. 35-36) al
que se refiere el Profesor Pigou, su afirmación apenas se sostiene. Todo lo que dice el Director del Censo
es que «al determinar la cantidad probablemente necesaria para las reservas de amortización del capital
industrial, debe recordarse que los fabricantes previsores sostienen, por lo general, que debería realizarse
una provisión en las cuentas de las empresas para la renovación de los edificios [sic] y plantas en diez
años» y «la consideración de que parte del capital no requiera renovarse en un periodo tan corto como
diez años puede ser contrapuesta, no solo frente al hecho de que se requiera una renovación más rápida
en otros casos, sino también frente al hecho de que se requiere la provisión que es el objeto de la presente
estimación para cubrir las reparaciones corrientes, así como la renovación de la planta deteriorada».
[Hayek citó incorrectamente la fecha de publicación del Final Report como 1922.- Ed.].
179
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
El uso de la forma del input invertido a este respecto ofrece una oportunidad
para decir unas pocas palabras acerca de un problema que hasta ahora hemos
pasado por alto. Hasta aquí, se ha tratado a los bienes duraderos como si
su producción no llevase ningún tiempo, es decir, se los ha tratado como
claros ejemplos del caso ideal «input en un punto-output continuo», lo que
obviamente es todavía menos cierto que el supuesto de que un proceso
de producción que consume tiempo corresponderá siempre exactamente
al caso «input continuo-output en un punto». Siempre llevará tiempo pro-
ducir un bien duradero y, en consecuencia, y, las inversiones a las que se
debe el flujo de servicios del bien, se extenderán siempre a lo largo de un
cierto periodo de tiempo antes de que realmente el bien comience a prestar
sus servicios.
180
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
Fue para ilustrar este punto por lo que Jevons originalmente introdujo su
figura de la inversión, utilizando un doble triángulo,10 del que (en la forma
en la que se reproduce aquí) la parte inferior representa la inversión gradual
de input en el bien mientras se lo está produciendo y la superior la desinver-
sión gradual conforme rinde sus servicios; pero aunque esto es una forma
más realista de describir la historia de la vida de un bien individual, no se
presta fácilmente a una representación del proceso completo de utilización
y mantenimiento de un stock dado de bienes duraderos. La única forma en
la que podemos ofrecer una representación esquemática de este proceso
es concentrándonos, o bien en todo el output que se debe a la inversión de
servicios en un momento determinado (la forma original de la función de
input), o en toda la inversión a la que se debe el output de un momento (la
forma invertida de la función de input).
10. W.S. Jevons, Theory of Political Economy, 1.ª ed. (1871), p. 223, 4.ª ed. (1911), p. 231. Se ha
girado la figura en 90º en comparación con el original, para hacerla corresponder con los otros diagramas
usados en la presente obra. La técnica de Jevons ha sido usada y desarrollada en la excelente discusión
de los problemas relacionados con los instrumentos duraderos por R.F. Fowler, 1934.
181
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
11. Si el lector lo desea, puede construir fácilmente en su imaginación el diagrama apropiado con-
cibiendo en primer lugar la gama de periodos en los que se invierte las diferentes cantidades de input en
la producción de un bien duradero representado por un sólido del que la elevación vendría dada por la
función de input con sus coordenadas, mientras que su base sería un cuadrado. Podría luego mostrarse
la gama ulterior de periodos durante los que permanece invertida cada unidad de input invertido en
el bien duradero después de que haya sido completado, erigiendo en la superficie con pendiente hacia
arriba del sólido así obtenido y en los ángulos rectos de la primera función de input, otro sólido que
consistiese en una familia de funciones de input invertidas que describiesen la durabilidad del bien. Las
diversas distancias verticales entre la base y la superficie de arriba del sólido completo mostrarían, así,
la gama total de periodos de inversión completos desde el momento en el que se invierte el input en la
182
LA POSICIÓN DE LOS BIENES DURADEROS EN LA ESTRUCTURA DE LA INVERSIÓN
producción de un bien duradero hasta el momento en el que maduren los servicios del bien duradero
y todas las posibles formas en las que este periodo de inversión total puede dividirse entre la inversión
durante la producción del bien duradero y la inversión durante su vida: para algunas partes del input
total estos dos periodos, y por tanto el periodo total de inversión, será cero; para otras partes el periodo
total de inversión será igual a la suma de la duración total del proceso de manufactura del bien dura-
dero más su tiempo total de vida, mientras se invierte la mayor parte del input durante alguna otra
combinación de periodos intermedios.
183
Capítulo XI
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
Sin embargo, el tipo de interés depende de una relación que todavía no hemos
considerado, a saber, la relación entre las variaciones de la estructura de la
inversión y de las de la dimensión del output.1 Esta relación no es la misma
1. [Aquí Hayek adopta un enfoque fisheriano, considerando el tipo de interés como dependiente,
en parte, de las posibilidades intertemporales de transformación, y no como (al igual que F.A. Fetter y
algunos economistas neoaustriacos) dependiente solamente de las preferencias intertemporales.- Ed.].
185
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Ahora podemos ver claramente por qué solo puede formularse correctamente
la teoría del interés después de que hayamos obtenido un conocimiento ade-
cuado de la naturaleza de la estructura de la inversión. En el pasado, ciertas
concepciones supersimplificadas han llevado a un enfoque del problema
del interés que sirve de poco para explicar los fenómenos del mundo real.
Estos conceptos entraron en el análisis cuando se reconoció abiertamente
por primera vez que había una clara relación entre la necesidad de capital y
el tiempo que pasa entre la inversión y la maduración del producto y cuan-
do se convirtió explícitamente esta relación en la base del análisis teórico.
Jevons y Böhm-Bawerk e incluso, aunque con algunas reticencias, Wicksell,
suponían que la variedad de diferentes periodos de espera a los que tenemos
que enfrentarnos podía reducirse de alguna forma a un único intervalo de
tiempo y que esta media o periodo agregado de inversión de la sociedad, que
se consideraba un dato técnico, se podía relacionar inequívocamente con la
cantidad de capital. Bajo este supuesto de una correlación única entre «la
oferta de capital» y alguna dimensión temporal única de la inversión que
podía determinarse con datos puramente técnicos, parecía posible representar
la productividad de la inversión como una función simple «del» periodo de
inversión o, lo que se consideraba equivalente, la cantidad de capital. Se su-
186
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
ponía que la dimensión del producto total aumentaría a una tasa decreciente
con los sucesivos aumentos de este periodo de inversión (o de la cantidad
de capital) y que el ratio entre el aumento marginal del producto (debido
a la última extensión del periodo de inversión medio) y el producto total
determinaban el tipo de interés.2
Este enfoque adolece de dos defectos fundamentales, que no solo hacen inapli-
cables las conclusiones a cualquier fenómeno real, sino que las privan de valor
como una simplificación inicial, ya que los supuestos irreales que hace no se
refieren meramente a circunstancias incidentales, sino que afectan a la raíz
misma del problema y, en consecuencia, hacen imposible continuar a partir de
ellos a casos más realistas. El primero de estos dos defectos es el supuesto de
que la variedad de periodos de espera que implica cualquier estructura dada
de producción puede combinarse sobre una base tecnológica y describirse en
términos de un agregado único que tiene un significado inequívoco. El segundo
defecto es el supuesto de que la medida en la que estamos en la posición de
esperar parte del producto de los recursos existentes, sin reducir el consumo
por debajo del nivel al que se lo puede mantener permanentemente, puede
expresarse en forma similar en términos de una única «cantidad de espera»,
una especie de producto del volumen de mercancías a las que tenemos que
esperar y del tiempo por el que tenemos que esperarlas. Estos dos puntos
son tan importantes que es necesario ocuparse de ellos separadamente con
considerable detalle.
2. [En el enfoque que describe Hayek, el tipo de interés viene determinado por la tasa marginal
intertemporal de transformación (la «productividad marginal del rodeo») en términos de porcentaje.
La intuición consiste en que si esperar otro año para cortar un árbol rinde un 5% más de madera y,
en forma similar, cualquier otra ampliación de un año de la producción rinde otro 5%, nadie prestará
a un interés de menos de un 5% anual o tomará prestado a menos de dicho 5%.- Ed.].
187
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
188
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
189
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
El efecto de todo ello es que la cantidad de espera que va unida a una inver-
sión concreta no es simplemente proporcional a la longitud del periodo de
inversión y el valor del input invertido, sino que depende también del tipo
de interés.6 En consecuencia, cuando comparamos dos diferentes estructuras
de inversión, no será siempre posible decir siquiera por motivos puramente
técnicos, cuál de las dos lleva consigo la mayor cantidad de espera. Para una
serie de valores relativos de las diferentes clases de input y un tipo de interés,
una estructura, y para una serie diferente de valores o un diferente tipo de
interés la otra, representará la mayor cantidad de espera o será «más larga» en
el sentido en el que se ha usado comúnmente este término.7 Si, por ejemplo,
tomamos dos estructuras de inversión de procesos de producción en las que se
utiliza el trabajo y las materias primas en diferentes proporciones, pero en una
serie de precios relativos del trabajo y las materias primas el periodo medio
de inversión para el total del input es el mismo, un aumento del precio del
6. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 184: «Debería quizá señalarse aquí que el supuesto de que el
periodo medio de inversión es independiente del tipo de interés (es decir, del interés simple) se aplica
solo, estrictamente hablando, cuando diferentes inversiones de capital se refieren a uno y el mismo acto
futuro de consumo (como en el ejemplo de Böhm-Bawerk). En el caso opuesto, cuando uno (o más)
factores de producción se invierten en un solo bien de capital o bien de consumo duradero, puede verse
fácilmente que el periodo medio de inversión dependerá del tipo de interés, incluso con interés simple».
«En su conjunto, la teoría de la coincidencia del tipo de interés y la “productividad marginal de la
espera” solo es aplicable como una fórmula matemática exacta bajo ciertos supuestos abstractos. Esto
es totalmente natural, ya que la espera por parte de la sociedad en su conjunto —y frecuentemente
también por parte del individuo— no es una cantidad simple, sino que es, como acabamos de señalar,
algo complejo; “la espera media”, como regla, solo existe como un concepto matemático sin ningún
significado directo físico o psíquico».
7. [Hayek se refiere aquí a lo que pasó a ser conocido como «switching» o «inversión del capital»
en las controversias del capital de Cambridge de los 1960 y 1970.- Ed.].
190
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
trabajo con respecto al de la materia prima hará que el periodo medio de uno
de los dos procesos sea más largo que el del otro y una reducción del precio
del trabajo con respecto al de la materia prima tendrá el efecto opuesto.8
8. Véase más abajo, capítulo XV, pp. 245 y ss. una discusión ulterior de los puntos suscitados
provisionalmente en los dos últimos párrafos.
191
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
una oferta concreta de capital que se supone hace posible «esperar» un periodo
agregado o medio determinado. A veces se supone que una «cantidad» de
capital dada está disponible de una forma «libre». En este contexto, el vago
concepto de «capital libre» apenas puede significar otra cosa que un stock de
bienes de consumo disponibles, que, si se los consume a una tasa dada, nos
permitirá esperar durante un periodo concreto el producto de la actividad
de producción corriente. Pero, aunque este no es un supuesto imposible, no
es útil. En primer lugar, la oferta de capital nunca está dada en la forma de
bienes de consumo en la medida de más que una pequeña fracción de su
total; y en segundo lugar, los problemas que surgirían si estuviese dada de
esta forma serían muy diferentes de los problemas que surgen en la realidad
bajo las condiciones en las que se abastece el consumo corriente a partir del
output corriente y al menos se debe parcialmente al input (mixto) corriente.9
192
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
193
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
11. Cf. Irving Fisher, The Nature of Capital and Income, 1906.
12. Cf. la última sección del capítulo XIV más abajo.
194
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
195
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Este es, quizá, el lugar en el que debería subrayarse expresamente que, mientras
que hasta ahora hemos supuesto que puede determinarse el producto físico
de cada unidad individual de input, este supuesto no es esencial a efectos
de nuestro análisis ulterior. Todo lo que tenemos que saber en relación con
lo que sigue son los efectos de los cambios marginales13 y particularmente
las relaciones entre los cambios en los periodos de inversión de las unidades
particulares de input que puede ser aconsejable usar de forma diferente en
la posición dada y los cambios en la cantidad total de capital. Estrictamente
hablando, a este propósito no sería siquiera necesario saber la longitud total
de estos periodos de inversión y bastaría si conociésemos la cantidad en la
que se alarga o acorta un periodo particular de inversión, es decir, el intervalo
de tiempo entre el momento en el que (como consecuencia del cambio en
cuestión) se reduce el flujo de output y el momento en el que madurará algún
output adicional que se ponga en su lugar. Según la fecha del nuevo output
sea más tardía o más temprana que la del output que ha sido sacrificado para
obtener aquél, habrá que alargar o acortar el periodo de inversión, y a este
respecto no necesitamos volver a remitirnos a la fecha en la que se invierte
el input; pero como, por lo general, no conoceremos qué unidades de input
hemos usado de manera diferente para dar lugar a un aumento del output
en una fecha y reducirlo en otra, normalmente no será más difícil evaluar la
longitud total del periodo de inversión de una unidad particular de recursos
que conocer el cambio marginal en dicho periodo.
13. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 260: «Fundamentalmente es claramente tan absurdo preguntar
cuánto trabajo se invierte en uno u otro uso anual como tratar de averiguar qué parte de un pasto se
convierte en lana y qué otra en carne de ovino. Solo en el margen de producción puede diferenciarse
estas cantidades y tener un significado concreto que se les asigne».
196
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
197
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
tiempo, por lo general, será posible invertir algunas de las unidades del in-
put en una fase anterior, es decir, por un periodo más largo, o invertir más
unidades por un periodo dado y observar el efecto de esta variación sobre
la magnitud de la maduración del producto en una fecha determinada; y en
este sentido, será posible afirmar cómo variará el producto, ceteris paribus,
con las variaciones del periodo de inversión de este factor. De forma similar,
donde tengamos que tratar con bienes duraderos, será a menudo posible
observar que los cambios de las cantidades de determinadas clases de input
invertidas en ellos, darán lugar a claros incrementos o decrementos de los
servicios suministrados por estos bienes en fechas determinadas; y enton-
ces también será posible aquí decir que, ceteris paribus, la inversión de una
proporción creciente de la oferta total del factor en cuestión por periodos
más largos llevará a aumentos del output a una tasa concreta.
Pero incluso cuando se dé esta variabilidad continua de la estructura de
inversión que haga posible establecer las contribuciones al output debidas a
variaciones en los periodos de inversión de determinados factores, seguiremos
teniendo que enfrentarnos a la dificultad de que esta dependencia funcional
de la dimensión del producto con respecto al periodo de inversión de la unidad
de input de que se trate, es solo cierta para una disposición particular de todos
los demás inputs y será diferente para cualquier otra; y no puede disponerse
los efectos de las variaciones de los periodos de inversión de las diferentes
unidades de input, tal y como hemos visto, de alguna forma inequívoca,
de acuerdo con la longitud de los periodos, de manera que pueda decirse
siempre que una estructura compleja de inversión sea más larga que otra o
que pueda describirse la dimensión total del producto como dependiente de
la longitud de la estructura de la inversión.
198
LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN
199
Capítulo XII
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO
CONSTANTE DE OUTPUT
Tenemos que comenzar nuestra discusión de las formas en las que hay que
organizar todos los recursos para obtener el mejor resultado, formulando de
forma más completa los supuestos a partir de los que avanzaremos. Nuestro
punto de partida será una comunidad equipada desde el principio con un
stock de muchas clases de recursos no permanentes y que espera disponer
un flujo constante de input puro1 que pueda combinarse con los activos de
capital de las múltiples formas que ya hemos descrito para obtener flujos
de output de diferentes formas y dimensiones temporales.
Sea cual fuere el plan provisional para la combinación de estas diferentes
clases de recursos que suponemos que vamos a contemplar, siempre habrá
numerosas posibilidades de aumentar la dimensión del producto obtenido a
partir de unidades concretas de input o elementos concretos de capital, uti-
lizándolos de forma tal que se posponga la fecha en la que vayan a rendir su
producto. La gama de estas posibilidades será muy amplia. Puede alargarse
aún más los periodos de inversión que ya son muy largos, así como los que
son comparativamente cortos; y en algunos casos, una extensión relativamente
corta de un periodo de inversión o de una gama de periodos de inversión
puede dar lugar a un aumento del producto relativamente grande, mientras
que en otros una extensión muy considerable de un periodo de inversión
puede resultar solamente en un pequeño aumento del producto.
La razón por la que solo se aprovechará algunas de estas posibilidades de
aumentar el producto a partir de determinadas unidades de input es, eviden-
201
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. Cf. el pasaje de Marshall citado más arriba, Capítulo II p. 49, nota a pie de página 1.
3. [Un enfoque algo similar se utiliza generalmente hoy en la exposición de la teoría del
bienestar de equilibrio general, en la que se trata la consecución de la eficiencia de Pareto como
202
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
un «problema del planificador social» antes de que se introduzcan los precios y los mercados des-
centralizados.- Ed.].
4. Acerca del significado de este procedimiento metodológico, Cf. Friedrich Wieser, Theory of
Social Economy, Nueva York, 1927. Apenas hay que añadir que tal discusión de cómo debería actuar
un dictador comunista si quisiese obtener una distribución económica de los recursos no prejuzga en
absoluto la cuestión de si podría actuar así; en otras palabras, estamos suponiendo un dictador omnis-
ciente sin, evidentemente, creer que pudiera existir alguna vez tal dictador. [Hayek citó incorrectamente
la traducción del título del libro de Wieser como Theory of Social Economy. En sus contribuciones al
debate del cálculo socialista, Hayek criticó acerbamente la creencia de que un planificador central pudiese
tener todo el conocimiento necesario para planificar una economía moderna de forma eficiente. En
«The Use of Knoledge in Society», reimpreso en Individualism and Economic Order, p. 77, como todo
el mundo sabe, argumentó que el problema de optimización al que se enfrenta un hipotético dictador
«claramente no es el problema económico al que se enfrenta la sociedad» porque «el conocimiento de
las circunstancias de las que tenemos que servirnos nunca existe de forma concentrada o integrada,
sino solo como los bits dispersos de conocimiento incompleto y frecuentemente contradictorio que
poseen los individuos por separado».- Ed.].
203
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
204
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
lo suprimiremos en una fase más avanzada del análisis; pero por el momen-
to, y hasta que introduzcamos de forma expresa supuestos más específicos
acerca de la disposición de la gente a sacrificar parte de su renta presente para
obtener aumentos de la futura, o viceversa, este supuesto nos será de ayuda
de la misma forma en la que la hipótesis del estado estacionario nos ayuda
en el análisis económico general.
consumo —aunque el output pueda aumentar más lentamente si mientras tanto puede alimentarse
el consumo a partir de los stocks.
205
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
7. Tenemos que postular identidad de gustos en este sentido en los momentos sucesivos para dar
al concepto de un flujo de renta constante un significado objetivo [en un mundo sin precios.- Ed.]. Los
puntos de vista subjetivos de la persona en cuestión en relación de qué incremento de renta en una
fecha sea justamente suficiente para equilibrar un decremento en otra fecha pertenece al fenómeno
de la preferencia temporal que reservamos para un análisis posterior. Véase el Capítulo XVII más
adelante y Hayek 1935b.
206
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
207
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
208
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
Por tanto, un efecto del cambio será que, en lugar de los servicios del bien
duradero, a partir de una cierta fecha, tendremos los servicios del nuevo
producto del carbón. Y como se utilizará una cantidad correspondiente del
carbón producido corrientemente de la misma forma en todas las fechas fu-
turas, o como el trabajo y otros inputs invertidos en esta cantidad de carbón
será siempre invertido en el futuro por un periodo más largo y rendirá una
cantidad correspondientemente mayor de producto, este cambio significará
una adición permanente al flujo futuro de renta. Frente a esto, tenemos que
contrapesar, en primer lugar, el intervalo temporal causado por invertir el
carbón por un periodo más largo. Supondremos, a efectos del argumento,
que los servicios que podemos esperar obtener del producto del carbón serán
exactamente iguales en valor a los servicios que rinde el bien de consumo
duradero mientras dure. En segundo lugar, tenemos que tener en cuenta la
reducción del producto del input que habría sido usado, bajo la ordenación
anterior, para sustituir el bien duradero y que ahora se usa, de acuerdo con
la nueva ordenación, para servir al consumo corriente.
ilustración diagramática
Puede mostrarse con más facilidad el efecto neto de estos diversos cambios de
la dimensión del flujo de renta por medio de un simple diagrama (Figura 10).
Las dos líneas de puntos denominadas A y B en cada una de las dos partes del
diagrama representan los flujos de input que, bajo la ordenación original, se
habrían usado corrientemente para reproducir la cantidad de carbón y sustituir
el bien duradero, respectivamente. Se muestra esta ordenación original en la
parte izquierda del diagrama y la parte derecha representa la situación después
de haber realizado el cambio. Los bloques denominados C y D muestran el flujo
de servicios a obtener a partir del carbón y el bien duradero respectivamente:
la altura de los bloques representa la tasa a la que surgirán los servicios y su
longitud representa el periodo durante el que surgirán. La continuación de
estos bloques en líneas de puntos en la parte izquierda del diagrama indica
los servicios similares que se obtendría si se sustituyese continuamente C y
D. Las flechas indican esta sustitución por medio de la inversión del input.
209
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
210
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
fin de hacer posible que siga invirtiéndose C en el caso que hemos supuesto,
todo lo que es necesario es encontrar algún grupo de mercancías que, en el
intervalo antes de que esté disponible el producto de C, proporcione servicios
que sean iguales en cantidad a los que C producirá más tarde.
¿Pero qué decide el que toda la transacción sea ventajosa o no? La parte del
flujo de renta total que está compuesta en primer lugar por los servicios de
D y luego por los de C’ y los bienes que la sustituyen es exactamente igual
en valor a la parte que se había obtenido anteriormente a partir de D y que
podría haberse obtenido continuamente sustituyendo D. El cambio neto de la
dimensión total del flujo de renta dependerá, por tanto, de la magnitud relativa
del rendimiento obtenido anteriormente del grupo de recursos A (mostrado
por la franja denominada C en el lado superior izquierdo del diagrama) y
el rendimiento ahora obtenido del grupo de recursos B (mostrado por la
franja denominada E en la parte inferior de la mitad derecha del diagrama).
Si esta es mayor que aquella, la diferencia es claramente una ganancia neta.
Si fuera menor, la transacción hubiese dado lugar a una disminución neta
del flujo de renta total en lugar de a un aumento.
Estos flujos de renta (C y E) son el producto de recursos y cualquiera de
los dos podrían igualmente haber producido un flujo de renta de la dimen-
sión de D o C’, si se los hubiese invertido con el fin de rendir su producto
más tarde por un intervalo correspondiente a la duración de D; pero si se
sigue invirtiendo durante este periodo el producto (C) de A, el producto
final de la magnitud de D crecerá desde una magnitud menor que si en su
lugar se utilizase B, es decir, la tasa de crecimiento obtenida al extender el
periodo de inversión de A será mayor que la obtenida de la extensión del
periodo de inversión de B. Esto significa que obtenemos una parte dada
del flujo de output, de la dimensión de D, con un menor sacrificio de otro
output invirtiendo A en lugar de B durante el periodo más largo y que, en
consecuencia, nos encontramos en la posición de aumentar la dimensión
del flujo total de output.
211
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Ahora resultará evidente que siempre que la tasa de aumento del producto que
pueda obtenerse alargando los periodos de inversión de algunas unidades de
input sea mayor que la tasa de decrecimiento del producto causada al reducir
los periodos de inversión de otras unidades de input en el mismo intervalo
de tiempo, resultará ventajoso hacer los cambios correspondientes. Siempre
que haya diferencias en las tasas de rendimiento que se obtiene al invertir
diferentes unidades de input por un periodo dado, será posible continuar au-
mentando de esta forma la dimensión total del flujo de renta; por lo tanto, la
condición para maximizar el flujo total de renta que hemos estado buscando es
que esta tasa de aumento del producto debida a una extensión del periodo de
inversión durante un intervalo dado sea la misma para todas las inversiones.
212
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
8. [Por ejemplo, el incremento porcentual en el output de madera de dejar que un árbol crezca un
día adicional, igualaría el incremento porcentual en el valor del output de ampliar similarmente cual-
quier otro proceso de producción el mismo día adicional (manteniendo constante el input puro).- Ed.].
213
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
214
PLANIFICACIÓN DE UN FLUJO CONSTANTE DE OUTPUT
las dos fechas. Si tomamos unas cantidades de las dos mercancías que tengan
igual valor en la primera fecha y las hacemos aumentar por la inversión a sus
diferentes tasas individuales, las cantidades de las dos mercancías obtenidas en
la segunda fecha tienen que ser de nuevo de igual valor. Evidentemente, esto
viene a ser lo mismo que la afirmación realizada antes de que, en términos
de cualquier mercancía (cualquier «numerario»), la tasa de incremento tiene
que ser igual para todas las mercancías. Aunque el ratio cuantitativo entre la
cantidad física invertida en la fecha anterior y la cantidad física obtenida en la
posterior puedan ser diferentes para diferentes mercancías,9 los equivalentes
en valor en términos del «numerario» en las dos fechas tienen que guardar
el mismo ratio entre sí para todas las mercancías.
215
Capítulo XIII
INTERÉS COMPUESTO
Y EL TIPO DE INTERÉS INSTANTÁNEO
217
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
1. El punto esencial es que la tasa esté expresada como un ratio y no como una simple tasa temporal
en términos absolutos. Cf. más abajo, p. 223.
218
INTERÉS COMPUESTO Y EL TIPO DE INTERÉS INSTANTÁNEO
219
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
igual longitud sean las mismas, todo lo que significa este resultado es que
las tasas de incremento a lo largo de periodos de diferentes longitudes
tendrán que corresponder a la conocida ley del interés compuesto. La tasa
de incremento a lo largo de cualquier periodo largo que sea divisible en
n periodos más cortos de igual longitud será, en general, igual a la ené-
sima potencia de la tasa de incremento que se aplique a cualquiera de los
periodos más cortos. Y como quedará pronto claro, lo que es el fenómeno
fundamental es en realidad el interés compuesto: «el interés simple» es
solo una simplificación conveniente a efectos prácticos, pero crea confusión
si se la usa en el análisis teórico. Pero, por el momento, quiero subrayar
el todavía más general concepto de que el tipo de incremento a lo largo de
cualquier periodo es igual al producto de los tipos de incremento durante
todos los periodos más cortos que contiene. Estas últimas tasas pueden,
como hemos visto, variar de un corto intervalo al siguiente, pero la tasa
tendrá que ser uniforme para todo el input invertido durante cualquiera
de estos intervalos.
2. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 178 e I. Fisher, The Nature of Capital and Income (1906), p. 359,
en donde se describe la misma magnitud como «el tipo de interés anual calculado continuamente».
220
INTERÉS COMPUESTO Y EL TIPO DE INTERÉS INSTANTÁNEO
221
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
222
INTERÉS COMPUESTO Y EL TIPO DE INTERÉS INSTANTÁNEO
Antes de que sigamos más allá, será útil considerar con más detalle una
distinción que está implícita en la discusión de la última sección y que, si
no se la entiende claramente, puede dar lugar a una considerable confusión.
La fuente de esta confusión es la ambigüedad del sentido, o quizá meramente
el uso inexacto en el lenguaje común, del término «tasa». La tasa a la que avanza
algo se refiere en primer lugar a la magnitud absoluta del movimiento u otro
cambio durante una unidad de tiempo. Es en este sentido en el que hablamos
de movimiento a la tasa de tantos pies por segundo, o de los pagos salariales a la
tasa de tantos chelines por hora, etc.; pero cuando no nos referimos meramente
a la tasa de flujo, sino a la tasa del cambio continuo de alguna magnitud, también
podemos expresar esta tasa como un ratio o proporción de esta magnitud misma.
Esto es, evidentemente, lo que hacemos cuando expresamos la tasa como una
cifra por ciento. Es una tasa temporal expresada como un ratio o proporción.
223
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
3. [Es decir, una tasa constante de variación. «Hoy habitualmente se utiliza “tasa de crecimiento”
para significar una tasa proporcional y no absoluta».- Ed.].
4. Cf. F.H. Knight, 1936, p. 444: «La ambigüedad de la palabra “tasa” es de lo más desafortunada.
En expresiones tales como “la tasa de interés” se usa la palabra inexactamente, ya que combina una
tasa temporal de flujo (significado correcto) con un ratio de este flujo a un principal; y además se
encuentra implicada en la realidad una tasa instantánea (ratio) de crecimiento con referencia a una
base continuamente cambiante».
224
Capítulo XIV
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL
DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
Continuaremos ahora aplicando las reglas generales que rigen las relaciones
entre la productividad marginal de las inversiones por diferentes periodos al
problema de determinar la elección del periodo por el que se invertirá cual-
quier unidad individual de input. Limitaremos primero nuestra atención al
caso en el que pueda variarse continuamente el periodo de inversión de la
unidad particular de input y en el que puede aislarse con claridad el producto
debido a la inversión de esta unidad de input.
225
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Esto no significa que nos vayamos a ocupar exclusivamente del caso más
bien excepcional de «input en un punto—output en un punto». Se satisfarán
igualmente bien nuestras condiciones siempre que sea posible variar continua-
mente (al menos dentro de ciertos límites) las cantidades de input invertidas
en diferentes fases del proceso de producción. En los casos de «input continuo-
output en un punto» de esta clase, en la que se pueda variar continuamente
la forma de la curva de input, es posible cambiar, o bien la tasa a la que se
aplica el input en fases particulares de un proceso que rinda un producto en
una fecha determinada, o (lo que, en realidad, viene a ser lo mismo) los pe-
riodos por los que se invierta las unidades de input. En tales circunstancias,
será siempre posible observar a qué cambios en la cantidad del producto dan
lugar los cambios en los periodos de inversión de unidades particulares de
input. Bajo el supuesto de que esté dado el uso que se vaya a hacer de todos
los demás inputs, podemos entonces representar la dimensión del producto
como una función del periodo de inversión de la unidad de input en cuestión.
Los casos que dejaremos de considerar por el momento son todos los casos en
los que no pueda establecerse sobre bases puramente tecnológicas tal conexión
entre las unidades particulares de input y los incrementos particulares de
output y en donde todo lo que pueda considerarse como un dato tecnológico
sea una conexión entre ciertos agregados de input y agregados de output. Bajo
este epígrafe están incluidos, en primer lugar, todos los casos de procesos que
consumen tiempo (es decir, los casos de «input continuo-output en un punto»),
donde las tasas a las que se invierte el input durante el proceso no son variables
de forma continua, o, esto es, cuando la función de input sea más o menos rígida.
En segundo lugar, hay casos de bienes duraderos (es decir, casos de «input en
un punto-output continuo» y casos de «input continuo-output continuo»)
en los que la variabilidad de los periodos de inversión individuales que se
requieren para establecer un vínculo tecnológico entre las unidades de input
226
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
Entre los casos que consideraremos aquí, el más simple de «input en un punto-
output en un punto» tiene una gran ventaja a efectos de la exposición que
hace aconsejable considerarlo en primer lugar. En muchos casos, los productos
intermedios que surgen en los diferentes estadios del proceso son similares en
carácter al producto final; en consecuencia, lo que se reinvierte en cualquier
estadio puede compararse directamente, en términos de cantidades físicas, con el
producto final. Se debe a esta circunstancia que estos casos, como la producción
de madera y la crianza del vino, hayan disfrutado desde hace mucho tiempo de
popularidad entre los autores que se ocupan del tema.1 En tales casos, puede
calcularse la adición al producto que es atribuible a la extensión del periodo
por el que permanece invertido el input aplicado al comienzo del proceso, por
medio de una comparación directa de las cantidades de producto que resultan de
uno y el mismo proceso según se lo termine en una fecha anterior o posterior.
Este supuesto hace fácil ver el punto principal. Está claro que lo que está sien-
do invertido para el periodo ulterior por el que se amplía el periodo original
no es simplemente la cantidad de input que se había invertido al principio,
sino el producto en el que se ha convertido el input al final del periodo más
corto y que podría haberse consumido en dicho momento. Si tiene que ser
rentable cualquier ampliación del periodo de inversión, el incremento propor-
cional del producto debido a ella tiene que ser por lo menos igual al aumento
proporcional del producto debido a cualquier otro input que se invierta por
exactamente el mismo periodo (adicional). Mientras que la proporción en la
1. [El crecimiento de la madera es aquí un ejemplo adecuado, suponiendo que los árboles jóvenes
y viejos estén formados por una madera similar; pero claramente, la maduración del vino no es un
ejemplo adecuado de un simple crecimiento cuantitativo. El vino no maduro no es intercambiable
con el vino maduro; el vino embotellado no crece en volumen al madurar.- Ed.].
227
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Hasta aquí hemos hecho las consideraciones que determinan la elección del
periodo de inversión para una unidad concreta de input; evidentemente, las
mismas consideraciones decidirán también cómo hay que distribuir una serie
de unidades de una clase de input o de diferentes clases de input entre los
diversos usos. Cuando se pueda usar cualquier clase particular de input en
una variedad de procesos, los rendimientos adicionales que sean obtenibles
alargando los periodos de inversión decrecerán presumiblemente a diferentes
tasas en los diferentes procesos. En consecuencia, las tasas proporcionales de
incremento final se igualarán si se invierte las diferentes unidades de input
por periodos de diferentes longitudes.
Para los casos simples «input en un punto-output en un punto», que se-
guimos considerando, y en los que se puede medir directamente el incremento
del producto durante cualquier proceso en términos de cantidad o valor, puede
228
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
229
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
T1. Si, en su lugar, hubiésemos decidido representar las curvas que describen
la cantidad de output que resulta de invertir iguales cantidades de input en
las tres fechas, de forma que el output obtenido en T3 a partir de los procesos
que comienzan en T2 y T1 fuese menor que el output obtenido del proceso
que comienza en O, la condición de equilibrio no sería que las pendientes de
las curvas que están por encima de T3 fuesen idénticas, sino que estuviesen
en la misma proporción con respecto a la altura de la curva en este punto).2
Evidentemente, tendrá que satisfacerse la misma condición en cualquier
momento, es decir, para todos los procesos que maduren en el mismo momento
del tiempo, el ratio entre la tasa de incremento del producto y la dimensión
del producto mismo tendrá que ser el mismo, lo que no significa que estos
ratios tengan también que ser iguales para procesos que terminen en dife-
rentes momentos. Esto solo se cumple bajo condiciones estacionarias, aunque
es útil seguir brevemente la práctica usual y discutir este caso estacionario.
Luego podemos considerar la relación entre procesos que resulten de la in-
versión de cantidades iguales de input en un momento dado para diferentes
periodos. Si en este caso el ratio del incremento final del output con respecto
a la dimensión absoluta de este output tiene que ser también el mismo para
todos los procesos, la condición de equilibrio vendrá determinada por todas
las diversas curvas de productividad que toquen al mismo interés compuesto
en diferentes puntos. Esta situación está representada en la Figura 13, en la
que el proceso representado por la curva de productividad P1 termina en T1,
el proceso descrito por la curva de productividad P2 en T2, etc.3
2. [En términos de la cosecha de árboles estándar, el equilibrio para maximizar el beneficio implica
que cortemos cada árbol cuando su tasa porcentual de crecimiento deje de superar, para pasar a igualar,
el tipo de interés. Este enfoque para encontrar el momento óptimo de cosecha trata a los procesos de
crecimiento de árboles como no repetibles. Si, por el contrario, se pudiese repetir el proceso una vez
que se haya cortado el árbol, merece la pena cortarlo antes. En términos de la Figura 12, una serie
de inversiones del tipo P3 produciría rendimientos más altos por año que una serie de inversiones
del tipo P1 o P2, suponiendo iguales gastos iniciales. Acerca del periodo de producción óptimo bajo tales
condiciones de «rotación», véase Hirshleifer, Investment, Interest and Capital, pp. 81-92.- Ed.].
3. [La curva sin denominación de la Figura 12 (o de la Figura 13), a la que son tangentes las curvas
de productividad, es una curva de descuento o de interés compuesto. Su intersección vertical representa
el valor presente descontado de los outputs futuros de los tres procesos que en condiciones óptimas
terminan en las fechas señaladas. El ratio (constante) de su pendiente a su altura representa el tipo de
interés, que se supone es el mismo a lo largo de cada intervalo.- Ed.].
230
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
Tenemos ahora que considerar las condiciones que rigen el periodo de inversión
del input que no pueda considerarse como un input aislado en un punto, sino
que se aplique en un punto de, y como una parte de, un proceso de «input
231
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
232
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
La segunda modificación que hay que introducir en este punto es una cualifi-
cación que estaba implícita en la discusión del caso anterior y más simple, pero
que ahora se hace más obviamente necesaria, por lo que hay que convertirla
en totalmente explícita. Se había señalado en aquella discusión anterior que
puede considerarse la dimensión del producto obtenible a partir de un uso
concreto de una unidad dada de input y las variaciones en la dimensión del
producto que se deben a cambios en el periodo de inversión de dicha unidad
de input como dadas, suponiendo que están determinados los periodos de
inversión de todas las demás unidades de input.
Hay dos razones de ello en el presente caso. La primera razón, que es la más
general y también se aplica, aunque quizá menos obviamente, al caso anterior,
233
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
234
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
235
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
5. W.S. Jevons, The Theory of Political Economy, 1.ª ed. (1871), p. 237; 4.ª ed. (1911), p. 246.
236
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL DE LA INVERSIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
6. [Es decir, no hay que contemplar el coste de ampliar un periodo de inversión en términos de
agotar un «fondo de subsistencia» dado, y los periodos de inversión óptimos (el beneficio marginal de
la ampliación iguala al coste marginal) pueden determinarse sin suponer que exista ese fondo. En su
lugar, junto con los rendimientos decrecientes usuales de la ampliación de los periodos de inversión,
suponemos un flujo dado de servicios puros de input y el objetivo de mantener un flujo de consumo
que no disminuya. Por tanto, el ampliar el periodo de inversión de un input requeriría acortar el
periodo de inversión de algunos otros inputs (para sustituir el output diferido). Como es habitual, se
encuentra el equilibrio donde se igualen las tasas marginales de rendimiento de la ampliación.- Ed.].
237
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
constante a lo largo del tiempo, hace, por el momento, imposible dar a esta
conclusión una expresión más exacta. En términos del análisis de utilidad, este
supuesto, que hasta ahora se ha formulado solo en términos muy generales,
significaría que cualquier adición al output en una fecha en la que el output
total sea menor que en otras, tendría un valor mayor que cualquier adición,
por muy grande que fuese, al output en esas otras fechas. Aparte de la obvia
falta de realidad de tal supuesto, es extremadamente inapropiado, por lo que
aplazaremos una discusión más a fondo de este punto hasta que hayamos
realizado un estudio más cuidadoso de las posibles actitudes psicológicas
hacia los flujos de renta de diferentes formas (Cf. Capítulo XVII).
Pero incluso sin esta más exacta formulación, será ya evidente que si
comenzamos con un stock dado de recursos no permanentes, el factor que
determinará los periodos de inversión de los diversos elementos de ese stock
será la condición de maximizar el flujo resultante y la consecuente condición
de igualar las tasas proporcionales de incremento final de todas las diferentes
inversiones. Este stock de recursos no permanentes, en la forma en la que existe
como dato, no es una cantidad determinada de capital, ya que solo se la puede
expresar como una magnitud única después de que se haya determinado los
valores relativos de los elementos de los que está compuesta, y estos valores
son claramente una resultante de las mismas fuerzas equilibradoras que de-
terminan los periodos de inversión. El dato inicial a partir del que tenemos que
comenzar es simplemente una enumeración de todos los elementos de los que
está compuesto este stock de recursos no permanentes y de todos sus atributos
técnicos. Como aparecerá más tarde con más detalle, la cantidad de capital como
una magnitud de valor, no menos que los diferentes periodos de inversión, no
son datos, sino que se encuentran entre las incógnitas que hay que determinar.7
7. Wicksell vio esto con absoluta claridad, aunque continuó en su exposición como si los periodos
de inversión o la cantidad de capital fuesen magnitudes dadas. Resulta evidente que se dio cuenta de que
esto no era así a partir de un pasaje de sus Lectures (vol. I, p. 202), que ya hemos citado, cuando pone de
relieve que «carecería claramente de sentido —si no fuese totalmente inconcebible— mantener que la
cantidad de capital está fijada antes de que se haya conseguido el equilibrio entre producción y consumo»;
sin embargo, Wicksell no fue consecuente con esto. Parece que descubrió este punto más bien tarde y
nunca lo incorporó del todo a su sistema, lo que está sustentado por el hecho de que en la traducción al
alemán de sus Lectures, que se preparó a partir de una versión anterior en sueco, el pasaje citado ante-
riormente es mucho menos enfático (Cf. Vorlesungen über Nationalökonomie, vol. I, 1913, pp. 272-273).
238
Capítulo XV
INPUT, OUTPUT Y EL STOCK DE CAPITAL
1
EN TÉRMINOS DE VALOR
En los dos últimos capítulos vimos que siempre que sea posible, por motivos
puramente técnicos, atribuir una cantidad definida de output a la aplicación
de una cantidad definida de input en un momento particular del tiempo, los
valores de estas cantidades tienen que tener una relación entre sí que corres-
ponda a un tipo de interés compuesto que (en el sentido especial definido) sea
uniforme a través de todo el sistema. Se recordará que es posible establecer
tal conexión tecnológica o causal entre unidades individuales de input y
unidades individuales de output, no solo en los casos más simples de «input
en un punto-output en un punto», sino también en algunos casos de «input
continuo-output en un punto». Ello es posible en estos últimos casos, siempre
que pueda variarse de forma continua la forma de la función de input, de
manera que pueda aislarse el producto marginal físico de las unidades de input
aplicadas en fases sucesivas del proceso. En el capítulo siguiente tendremos
que investigar los casos en los que no exista tal relación física no ambigua
entre unidades individuales de input y unidades individuales de output y
donde todo lo que sepamos es que un cierto agregado de output se debe a un
cierto agregado de input y pudiendo extenderse a lo largo de un periodo de
tiempo uno de ellos o ambos. Entonces tendremos que buscar una solución
de los problemas que surgen en estos casos del principio de una «imputación»
de un producto de valor marginal.
Sin embargo, antes de pasar a estos casos más complicados, será útil que
tratemos de dar una descripción general de las relaciones entre agregados
de input y agregados de output en los casos más simples en los que puede
1. La sustancia de este capítulo y el siguiente, aunque de una forma diferente, fue objeto de un
artículo del presente autor, que apareció hace algún tiempo en el Economic Journal (1934b).
239
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
construirse estas relaciones, por decirlo así, a partir de las relaciones entre
los elementos de los que están compuestos los agregados.
240
INPUT, OUTPUT Y EL STOCK DE CAPITAL EN TÉRMINOS DE VALOR
2. Interpretado así, el triángulo curvilíneo de la presente figura corresponde al plano P3RR3 del
diagrama tridimensional anterior (la Figura 6 más arriba), cuyo significado no se había discutido ex-
plícitamente en esa ocasión.
241
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
3. Se mide aquí el «valor» en términos de cualquier mercancía bajo el supuesto de que cantidades
idénticas de esta mercancía disponibles en diferentes fechas sean idénticas en valor. El «crecimiento
del valor en el tiempo» significa que en fechas sucesivas el producto de la inversión de una cantidad
dada de input en una fecha particular será igual en valor a cantidades crecientes de la mercancía
elegida. Bajo las condiciones estacionarias aquí postuladas es irrelevante qué mercancía se use como
el «patrón de valor».
242
INPUT, OUTPUT Y EL STOCK DE CAPITAL EN TÉRMINOS DE VALOR
243
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
244
INPUT, OUTPUT Y EL STOCK DE CAPITAL EN TÉRMINOS DE VALOR
Esta representación de los factores que determinan el valor del stock de ca-
pital muestra que no hay ninguna correlación simple o única entre la forma
de la curva de input y este valor; y también muestra que, incluso dado el
tipo de interés, no podríamos determinar el valor del stock de capital si en
lugar de tener una descripción completa de la serie de periodos de inversión
tales como los proporciona la función de input, conociésemos solamente el
agregado o media de estos periodos. Si todo lo que estuviese dado fuese tal
agregado o media, ello significaría que solo conoceríamos la dimensión del
área encerrada en la función de input y no su forma. Habrá cualquier número
de diferentes funciones de input que encierren áreas de la misma dimen-
sión, es decir, que correspondan al mismo agregado o media de periodos de
inversión. Y si tomamos dos curvas de input tales que (como, por ejemplo,
las que aparecen en la Figura 17) una se extienda a lo largo de un periodo
más corto de inversión y esté menos curvada, y la otra que se extienda a lo
245
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
largo de un periodo más largo y esté más curvada, es claramente posible que
a un tipo de interés, la primera, y a otro tipo de interés, la segunda, corres-
pondan a la mayor cantidad de capital. De forma similar, a cualquier tipo
dado de interés, dos curvas de input de diferentes formas, pero que incluyan
la misma área (y, por lo tanto, representen el mismo periodo de inversión
medio o agregado), corresponderán a diferentes cantidades de capital.5
Ahora será fácil derivar la forma del flujo de output en términos de unida-
des del producto (o la curva de output) que corresponde a cualquier curva
de input dada. De hecho, la función de output en su forma no acumulativa
(como se muestra anteriormente en la Fig. 4) está representada implícita-
mente por la superficie vertical curvada R1Q1T’1T1 de la Figura 16. La altura
de esta superficie indica el valor del producto de una pequeña (hablando
estrictamente, infinitesimal) unidad de input que madure en el momento
en cuestión; pero para hallar la magnitud real del producto que madure a lo
largo de cualquier intervalo de tiempo de longitud finita, tenemos también
5. [Hayek está describiendo aquí una clase de «switching de capital»: dadas dos diferentes series
de inversiones con diferentes distribuciones de los periodos de inversión, podemos encontrar que una
tiene el mayor valor presente a un tipo de descuento, pero la otra tiene los mayores valores presentes
a oro tipo de descuento, aunque tengan el mismo periodo medio de inversión.- Ed.].
246
INPUT, OUTPUT Y EL STOCK DE CAPITAL EN TÉRMINOS DE VALOR
6. A este respecto, la exposición anterior de estas relaciones dada por el autor en el artículo citado
antes (1934b), era algo confusa.
247
Capítulo XVI
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN:
EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
(IMPUTACIÓN)
249
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Tenemos que pasar ahora a los casos en los que, en lugar de esta conexión
tecnológicamente dada entre unidades individuales de input y unidades indi-
viduales de output, todo lo que viene dado es una conexión entre agregados
de input y agregados de output. Es conveniente continuar inmediatamente
al extremo opuesto de los casos que hemos considerado hasta ahora, es decir,
a los casos en los que no está dado nada más que la conexión entre los agre-
gados; y dejaremos para una posterior consideración los casos intermedios
en los que es posible por razones tecnológicas establecer una conexión entre
al menos algunas partes del input y algunas partes del output.
250
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN: EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
las unidades de output que se deben a él y que maduran a una tasa conocida
a lo largo de un periodo conocido de tiempo.
El equilibrio requiere que el valor total del producto tenga que ser igual al
valor del input más el interés sobre cada unidad del input, por el periodo
conocido durante el que está invertido, a una tasa que sea igual a la que rige
en el sistema. Como, con una técnica dada, la cantidad del producto obteni-
ble a partir de la inversión de cantidades dadas del input es un dato, la única
forma en la que puede conseguirse esta igualdad es variando la cantidad
total producida (lo que implica variar la cantidad total de input invertida
en esa línea de producción).1 Cada aumento de la cantidad producida en la
línea de producción en cuestión tendrá dos efectos: reducirá el valor de una
1. [Es decir, donde una secuencia de inputs (por ejemplo, el trabajo en t1, en t2, etc.) tenga que
aplicarse en proporciones fijas, no podemos determinar el producto marginal físico del «input aplicado
251
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
La idea de que el valor del producto debería ser suficiente y solo justamente
suficiente para cubrir el valor de todas las unidades de input más el interés
para sus respectivos periodos de inversión implica, obviamente, alguna
asignación «ideal» del producto total entre las unidades cooperantes de
input, es decir, una atribución de partes «ideales» particulares del producto
a unidades particulares de input. Para usar un concepto que se ha aplicado
tradicionalmente en economía a esta clase de atribución, podemos hablar
de la imputación de partes concretas del valor del producto a las diferentes
unidades de input que cooperan en su producción; y este proceso de imputa-
ción, que hace posible que conectemos cantidades particulares de input con
cantidades concretas de output, también hace posible que construyamos a
partir de una función de input dada, la correspondiente función de output (es
decir, una descripción de la serie de periodos durante los que tendremos que
esperar las cantidades de output que se deben a las inversiones realizadas en
un momento del tiempo). La función de output así obtenida, evidentemente,
no es, en sentido alguno, un dato físico, una magnitud que pueda encontrarse
en la fecha ti». Sin embargo, puede ampliarse o reducirse el proceso como un todo (y resulta que
Hayek supone que muestra rendimientos físicos constantes de escala).- Ed.].
252
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN: EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
253
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
254
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN: EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
En la Figura 18, la franja marcada como θ(t) representa la forma del flujo
de output (que en este caso se supone es de volumen constante a lo largo
del tiempo) esperado a partir de un bien duradero dado y que se muestra
como una distribución de frecuencia simple (no acumulativa). La cantidad
de input usada en la producción del bien viene indicada por la distancia OR1
a lo largo del eje r. Los valores aparecen, como en el diagrama anterior, a lo
largo del eje perpendicular v y, por tanto, el crecimiento a un tipo dado de
interés compuesto estará de nuevo representado por una curva de pendiente
hacia arriba en cualquier plano paralelo a vOt. A efectos de la representación
diagramática es útil suponer que el valor de los servicios del bien (el flujo de
output) está dado, aunque en realidad es evidentemente variable, justamente
de la misma forma que el valor del input. El valor del flujo de output en un
momento del tiempo (es decir, como una tasa temporal) se muestra entonces
por la altura de la franja que describe su forma.
Para que el valor descontado del flujo de output sea igual al valor del in-
put, tiene que ser posible agotar el valor total del flujo de output, asignando
a cada pequeña unidad de input un segmento del flujo de output tal que el
valor descontado de dicho segmento sea igual al valor de la unidad de input;
255
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
o, como el valor de todas las unidades de input tiene que crecer durante el
tiempo que permanecen invertidas al mismo tipo de interés compuesto, se
tiene que suponer que el producto de las diferentes unidades de input tiene
que madurar a una tasa tal que el valor del input cuyo producto madure
durante cualquier intervalo, más el interés compuesto por el periodo por el
que ha sido invertido, sea igual al valor dado del flujo de output durante ese
intervalo. En términos geométricos, esto quiere decir que la pendiente de la
curva de input R1T1 en cualquier punto tiene que ser tal que el producto de
esta pendiente multiplicado por la altura de la superficie del interés sea igual
a la magnitud dada del flujo de output en este punto.
Como se verá a partir del diagrama, con un flujo constante de renta y el
tipo dado de interés representado por la superficie de interés dibujada por
líneas continuas V2QT’1, obtenemos la función de input cóncava, representada
por la curva continua R1T1. Evidentemente, el significado de esto es que, como
se añade una mayor cantidad de interés a las porciones “ideales” del input
que están invertidas por los periodos más largos a las que están invertidas
por los periodos más cortos, hay que atribuir una mayor parte del flujo de
output a aquéllas que a estas: o, lo que viene a ser lo mismo, que ahí donde
el flujo de renta sea constante, hay que imaginar que el producto de unidades
dadas de input madure a una tasa más lenta durante la parte final de la vida
del bien que durante la primera parte (toda la relación es la misma que la que
se muestra de una manera más simple en la Figura 4(b) en la página 155 y
el lector que encuentre difícil la presente representación más completa, hará
bien en volver al diagrama anterior).
El diagrama también pinta el efecto de un alza del tipo de interés, indicando
las curvas de puntos la superficie del interés V1Q’T’’1, que corresponde al tipo
más alto de interés, y mostrándose la nueva función de input como curvas de
puntos. Se verá que el efecto es hacer que la curva de input sea más cóncava,
es decir, atribuir los servicios que maduren más tarde a una mayor cantidad
de input y los servicios que maduren antes a una cantidad menor y reducir
el valor del input con relación al valor del output. (El diagrama muestra solo
un decrecimiento del valor del input, pero está claro que lo que dará lugar
al decrecimiento en su valor con respecto al valor de su producto será, en
parte, una caída del valor del input y en parte un alza del valor del output).
256
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN: EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
2. [Sic. En el diagrama las curvas están señaladas como ϕ1, ϕ2 y ϕ3.- Ed.].
257
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Para dar alguna indicación de la clase de dificultad que surge y del principio
general que subyace a su solución, puede añadirse unas pocas palabras acerca
del caso de «input continuo-output continuo». La dificultad aquí es que ya
no es suficiente ser capaz de atribuir partes concretas del output a porciones
«ideales» del input; se requiere que conozcamos qué parte del output debe
ser atribuida a las cantidades concretas del input que se invierte en fechas
particulares. Pero no es posible decir que alguna unidad particular de input
invertida en el curso de la producción del bien duradero en cuestión con-
tribuya solo a los servicios que rinde ese bien en un momento particular
o durante un pequeño intervalo particular de tiempo. Lo que tenemos que
hacer para obtener una imagen clara de la relación de valor es atribuir a
cada una de las diferentes unidades de input invertidas en diferentes fases
de la producción del bien duradero alguna pequeña parte de los servicios que
rendirá el bien duradero en todos los momentos de su vida. Esto significa
que, para distribuir el valor de los servicios rendidos por el bien entre las
unidades de input invertidas en él en diferentes fechas, tendremos que, por
así decirlo, hacer rodajas longitudinales en el flujo de output y atribuir a
diferentes unidades del input rodajas de diferente grosor según como hayan
sido invertidas, antes o después, en el proceso de producción. Esta relación,
que no se puede pasar de sugerirla en palabras, obviamente trasciende la
258
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN: EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
rigideces parciales
Resta, sin embargo, un problema más importante del que tenemos que ocu-
parnos antes de que concluyamos este capítulo. Hasta ahora, hemos limitado
nuestra atención en el capítulo a casos en los que, o bien la función de input,
o la de output, estaba fijada rígidamente y no podía variársela de ninguna
forma. Cerca del comienzo, mencionamos, como un punto reservado para
una consideración posterior, que entre el caso de variabilidad continua de la
función de input y el caso en el que, o bien la función de input, o la función
de output, tenía una forma invariable, había importantes casos intermedios.
Estos incluyen el caso en el que la función conocida de input es solo parcial-
mente variable, es decir, en el que puede variarse en ciertos puntos la tasa a
la que se aplica el input en el curso del proceso, o para parte del input, pero
no en otros. Este caso, aunque sea una fuente de complicaciones adicionales,
no requiere ningún comentario ulterior. Un caso más interesante que merece
seguir siendo discutido es aquel en el que la forma de la función de output
conocida permite una variación limitada, porque la durabilidad del bien al
que se refiere puede cambiarse, alterando la cantidad de input invertida
en dicho bien; lo que puede servir como un ejemplo del caso general en el
que pueda determinarse para alguna parte del input, pero no para todo, un
producto físico marginal concreto.
259
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
260
EL PRODUCTO MARGINAL DE LA INVERSIÓN: EL PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN
La conclusión es que ahora hay que tener en cuenta dos factores para decidir
cuánto será rentable invertir en cualquier clase particular de bien duradero.
El producto marginal del input invertido en cualquiera de estos bienes tiene
que ser igual al valor de una unidad de dicho input, y el valor descontado de
todos los servicios rendidos por el bien tiene que ser igual al valor total del
input invertido en él. Para llegar a esta igualdad son posibles dos clases de
variaciones: puede variarse la durabilidad del bien individual y puede cambiarse
el número de bienes de la misma clase que se produce. Habrá que utilizar
estas dos posibilidades de variación hasta que, no solo el valor descontado
del producto marginal físico variable de la última unidad de input invertida
en un bien concreto sea igual al valor de dicha unidad de input, sino que el
valor descontado de todos los servicios de cualquier bien sea igual al valor
de todos los inputs invertidos en él.
Este caso de bienes duraderos de durabilidad variable es el más importante
de los casos necesarios para completar la discusión anterior de la conexión
entre la productividad de la inversión y el tipo de interés. Para el bien du-
radero «ideal» (el caso de «input en un punto-output continuo»), lo que ya
se ha dicho es suficiente para indicar la solución completa. Evidentemente,
sería posible continuar y aplicar la misma clase de argumento a los casos más
complicados mencionados antes; pero, aunque pueda ser necesaria a ciertos
propósitos una elaboración casuística de esta clase, probablemente ya se ha
ilustrado lo suficientemente bien el principio general, y el beneficio que po-
dríamos obtener por ulteriores refinamientos, apenas compensaría el esfuerzo
que requeriría el más detallado análisis de estos casos altamente complicados.
261
Capítulo XVII
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS
CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
1
DE LA INVERSIÓN
El supuesto del que nos hemos servido hasta este momento de que el dictador
de nuestro sistema económico pretenderá, bajo cualquier circunstancia, obte-
ner un flujo constante de renta, solo ha sido un artificio expositivo adoptado
de forma provisional. Su propósito era hacer que pudiésemos estudiar el
significado de ciertos factores de manera aislada, pero tiene poca relevancia
para las condiciones que existen en la vida real. Es extremadamente impro-
bable que cualquiera desease una renta constante a lo largo del tiempo bajo
cualesquiera circunstancias y sin considerar en particular las oportunidades
que prevalecerían para variar la dimensión de los rendimientos obtenibles
por la inversión y desinversión, respectivamente. Por ello, nuestra siguiente
tarea es introducir una técnica por medio de la cual podamos describir apropia-
damente las posibles actitudes que pueda tener una persona frente a flujos de
renta de diferentes formas temporales y que harán que podamos servirnos
de supuestos más realistas a este respecto.
Sin embargo, no sería conveniente desechar de una vez todos los supuestos
simplificadores que hemos empleado hasta aquí. Será aconsejable comenzar
estudiando los efectos de las medidas a lo largo del tiempo, suponiendo que,
aparte de los efectos estas medidas mismas, todo lo demás no varíe. Este
1. Parte de este y el siguiente capítulo están tomados textualmente de un artículo que apareció
hace algún tiempo en el Economic Journal (1936b).
263
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. [Tal como ahorrar para la jubilación, en la que la renta del trabajo prevista es más baja.- Ed.].
264
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
3. Hay otra dificultad más que surge de la cuestión de qué es lo que hay que considerar como los
mismos intervalos de tiempo; y conforme vayamos dando diferentes respuestas a esta cuestión, obten-
dremos un concepto más amplio o más estrecho de gustos constantes. Podemos definir preferencias
265
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
por ello este supuesto significa que, enfrentado a las mismas posibilidades,
una persona distribuirá sus recursos en diferentes momentos del tiempo
de la misma forma entre el presente y el futuro. La misma distribución
en este sentido no tiene por qué ser una distribución uniforme a lo largo
del tiempo, es decir, una distribución que proporcione la misma renta en
el presente y en el futuro. La actitud seguiría siendo la misma si en ambas
fechas la persona estuviese igualmente dispuesta a aumentar su renta futura
a costa de la presente, o viceversa; pero surge la dificultad ulterior de que si
decide un aumento o disminución del flujo de renta, las circunstancias en las
que tendrá que actuar en diferentes momentos variarán necesariamente; y
para decir si sus gustos han permanecido siendo los mismos o han cambiado
tendremos que comparar sus decisiones en el momento posterior, no con
las decisiones que tomó en la realidad en el momento anterior, sino con las
decisiones que habría tomado si la elección que se le hubiera presentado
en el momento anterior hubiese sido la misma que la que se le presentase
en el momento posterior. O, en otras palabras, el hecho de que los gustos
de una persona hayan permanecido constantes no puede establecerse me-
ramente comparando sus decisiones reales en momentos sucesivos, sino
solo comparando su actitud (hipotética) frente a todas las series posibles de
temporales constantes, como hacemos en el texto, como una situación en la que en cualquier momento
del tiempo, los valores relativos atribuidos a una unidad de renta presente y una unidad de renta,
transcurrido un año, sean los mismos; pero también podríamos incluir bajo esta descripción el caso
en el que los valores relativos atribuidos a las rentas en los momentos tm, tn, to… sean los mismos en
t1, t2, t3… sin postular que la actitud entre cualquier par de momentos sucesivos del tiempo tm, tn,
to… (que se supone que son equidistantes) tenga que ser la misma. Como se verá con facilidad, esta
cuestión está estrechamente relacionada con los supuestos que hacemos en relación con la previsión.
Si suponemos que la persona en cuestión planifica inversiones en la fecha inicial t1 para todas las
fechas futuras , t2, t3… tm, tn, to… ,entonces habrá que considerar sus gustos como constantes en el
sentido estricto, solo si la importancia relativa que atribuye a incrementos marginales en tm y tn (o
cualquier otro par de momentos futuros del tiempo) es la misma, ya se encuentre en t1, t2, t3 o en
cualquier otro momento, independientemente de si en cualquier momento dado su actitud entre
diferentes pares de momentos futuros sea o no la misma. Esto sería el concepto más amplio de
gustos constantes, y aunque satisfaría los requisitos del análisis de equilibrio, complicaría las cosas
en el presente contexto. Por esta razón, en el texto utilizamos el concepto más estricto, que implica
la identidad de la actitud entre cualesquiera dos momentos y que, como se verá con facilidad, es un
caso especial de la definición más amplia.
266
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
267
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
A partir del supuesto ya introducido (es decir, que los gustos de la persona
considerada permanecen invariables) se sigue que cualquier inversión, una
vez que se haya realizado, va dirigida a ser permanente: es decir, a repetírsela
en cada año sucesivo, ya que nuestro supuesto implica que en la medida en la
que tenga que escoger en momentos sucesivos del tiempo entre las mismas
alternativas, decidirá siempre de la misma forma. Cualquier cuestión en lo
relativo a lo que hará en sucesivos momentos surge solo en la medida en
que, como consecuencia de las decisiones pasadas, han cambiado las opor-
tunidades que ahora se le abren; lo que significa que todo lo que hay que
considerar como adición a la renta del año próximo debida a una inversión
dada es el rendimiento neto: es decir, la cantidad que queda para el consumo
después de que se haya hecho una provisión de las mismas cantidades a
268
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
Por ello, la elección descrita por los «mapas de indiferencia» de más abajo es
entre adiciones a la renta de este año y adiciones a la renta de todos los años
futuros.4 Es importante recordar esto a lo largo de toda la exposición que sigue,
ya que los mapas difieren a este respecto de otros diagramas, por lo demás
similares, que ha hecho familiares la discusión del profesor Irwin Fisher de
los mismos problemas.5 La ventaja del método adoptado aquí, como se verá,
es que hace posible que utilicemos los diagramas para describir las sucesivas
decisiones de un individuo o el proceso de ahorrar a lo largo del tiempo.
4. [Hirshleifer, Investment, Interest and Capital, p. 69, se refiere a este enfoque como un «modelo
discreto a perpetuidad». Observa su similaridad con un modelo discreto de dos periodos: «las decisio-
nes siguen implicando solo dos objetos de elección – c0 {el consumo de este año} y c {el consumo de
cada año futuro} en lugar de c0 y c1». «Consumo» es una denominación más clara para lo que Hayek
llama «renta» en este capítulo.- Ed.].
5. Cf. The Theory of Interest (1930), pp. 237 y ss. Las líneas de «Deseo» y «Mercado» empleadas
allí se refieren a rendimientos brutos (y no netos). En consecuencia, en los diagramas del Profesor
Fisher «se representa un tipo de interés dado por la diferencia algebraica entre la pendiente de una
línea de Mercado dada y el 100 por ciento de la pendiente de la línea de interés 0 de 45º», mientras
que en los diagramas que siguen, el tipo de interés viene representado directamente por la pendiente
de las curvas.
269
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
6. Como partimos de una posición en la que se supone que solo existen recursos permanentes,
un aumento de la renta presente a costa de la renta futura es, evidentemente, imposible, ya sea para el
individuo por separado como para la comunidad en su conjunto. Por esta razón, puede prescindirse de la
parte del plano yOx (Fig. 21) que está situada a la izquierda de la línea LP, ya que no contiene ningún
punto que represente posibles combinaciones de renta presente y futura. Incluso después de que se
haya acumulado capital y, en consecuencia, se haga, en principio, posible aumentar la renta presente
a costa de la renta futura, nunca será posible reducir la renta futura por debajo de OL, ya que, por
su naturaleza, no puede consumirse los servicios de los factores permanentes antes de que maduren.
270
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
271
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
272
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
de consumo presente (necesario para seguir con vida) tal que no esté dispuesto a reducir el consumo
presente, ni siquiera el menor bit por debajo de ese nivel por cualquier cantidad de consumo futuro.
Sin embargo, suponer que las curvas de indiferencia se hagan completamente horizontales a una co-
ordenada común y es problemático, porque se solaparían. Se representa mejor la hipótesis suponiendo
que las curvas de indiferencia se aproximan asintóticamente a un límite horizontal inferior.- Ed.].
9. En este caso, se realizará inversiones sucesivas, invirtiendo dosis sucesivas del input puro para
el periodo de inversión dado, en lugar de usarlas para la satisfacción de las necesidades corrientes; y
todas las oportunidades de inversión se agotarán cuando se invierta todo el input disponible para dicho
periodo. Hasta este punto, podemos esperar rendimientos físicos constantes, a no ser que supongamos
que algunas clases del input puro son más apropiadas para la inversión que otras. El punto en el que
se ha invertido todo el input representa el límite absoluto más allá del que no se puede aumentar la
renta futura. En el diagrama, esto se expresa por el hecho de que todas las líneas de transformación
terminan (o se hacen perpendiculares) en los puntos correspondientes a esta renta máxima.
273
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
274
PREFERENCIA TEMPORAL Y SUS EFECTOS CON RENDIMIENTOS CONSTANTES
10. La situación aquí es, evidentemente, la misma que en el caso más general, en el que los costes
relativos de dos mercancías son constantes (es decir, independientes de las cantidades producidas) y en
el que, en consecuencia, sus valores relativos vienen únicamente determinados por sus costes relativos
y no pueden verse afectados (excepto a muy corto plazo) por variaciones en sus utilidades relativas.
275
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
276
Capítulo XVIII
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD:
SU IMPORTANCIA RELATIVA
Sin embargo, existe la grave dificultad de exposición de que, tan pronto como
abandonemos cualquiera de los dos supuestos en cuestión, ya no se pueda
aplicar estrictamente el método diagramático empleado hasta ahora. La razón
por la que la existencia de diferentes mercancías haga que los rendimientos
de las sucesivas inversiones decrezcan es doble. En primer lugar, la ventaja de
procesos que consumen tiempo será diferente en la producción de diferentes
mercancías y en segundo, si se aumenta la producción de algunas mercancías
1. Probablemente se requiere también una tercera condición para obtener productividad constante,
es decir, que el input debería ser homogéneo.
277
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
más que la de otras, caerán los valores relativos de aquellas; pero en nuestro
diagrama solo se puede representar adecuadamente decrecimientos de los
rendimientos físicos. La razón por la que la posibilidad de variar los perio-
dos de inversión implica rendimientos decrecientes es que la existencia de
diferentes clases de métodos posibles de producción significará siempre
que se seleccionará primero los más rentables y solo se echará mano de los
menos productivos de forma gradual al aumentar la oferta de capital. La
dificultad de representar este caso en forma diagramática se debe al hecho
de que si varían los periodos de inversión, ya no será posible suponer que
los resultados de las inversiones realizadas en cualquier fecha estén todos
disponibles después de un único y constante intervalo de tiempo; pero, si
bien sería difícil tener en cuenta este factor en el diagrama, la inexactitud a
la que diese lugar pasarlo por alto no es tan grave como para hacer que sea
inútil la forma más simple del diagrama para la elucidación de este caso. Por
ello, postularemos simplemente que los rendimientos decrecientes tienen
lugar como resultado de la variedad de periodos de inversión, pero pasaremos
por alto la particular complicación mencionada con el fin de poder usar la
misma clase de diagrama que antes.
278
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
279
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
el periodo relevante
2. Se requieren nuevas decisiones de esa clase para cada fecha en la que crece la renta corriente
como consecuencia de la inversión pasada. A nuestros propósitos es irrelevante que supongamos
que no se toma la «nueva decisión» hasta dicho momento, o que supongamos que la nueva opción
que tiene lugar después de dicho momento haya sido tomada desde el principio. La dificultad, como
hemos mencionado anteriormente, hace relación a la fecha o fechas en las que se hacen disponibles los
sucesivos frutos de la inversión. Contrariamente al primer caso discutido, estos periodos de inversión
ya no son idénticos al periodo de renta, por lo que, hablando estrictamente, ya no es cierto que la
decisión de ahorrar tomada durante cualquier periodo de renta se vea directamente afectada por el
resultado de la inversión en el periodo inmediatamente precedente. Se trata de una complicación que,
como hemos mencionado previamente, pasaremos deliberadamente por alto.
280
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
3. [Hayek reconsideró más tarde, y se retractó en parte, del argumento de que la «productividad»
influye sobre el tipo de interés de equilibrio más que la preferencia temporal, en Hayek «Time Pre-
ference and Productivity: a Reconsideration». Este artículo está reimpreso más abajo como Apéndice
V. Señaló allí (p. 397) que el argumento se basa en «la probabilidad de que la curva de indiferencia
{intertemporal} esté mucho más curvada que la curva de transformación {intertemporal}», de forma
que la pendiente de su tangencia (que determina el tipo de interés) está predominantemente regida
por esta última curva. Si bien seguía considerando esto válido bajo condiciones de una acumulación
de capital correctamente prevista, ahora pensaba que era inválido para las condiciones en las que la
inversión no cumpla las expectativas. En este último caso, los procesos de producción se habrían iniciado
bajo la expectativa de que una inversión ulterior los completase. Un nivel de inversión más bajo no
previsto significaría una relativamente brusca caída de la renta futura por unidad de renta presente
perdida, porque los bienes de capital presentes (debido a su imperfecta versatilidad) estarían mal
adaptados para pasar del output futuro al presente. En otras palabras, para movimientos inesperados a
lo largo de la curva de transformación intertemporal en la dirección de más output presente y menos
output futuro, la curva de transformación no sería relativamente plana y, por tanto, «se haría cargo
la “preferencia temporal”». De esta forma, Hayek proponía explicar la espectacular alza de los tipos
de interés que va unida al agotamiento inesperado de fondos prestables al final de un boom. En esa
situación, «la existencia de “inversiones no completadas” (es decir, inversiones que pueden generar su
output completo de bienes de consumo solo si se hacen más inversiones) crea una urgente demanda
de capital y tenderá a hacer crecer la productividad marginal de la inversión muy por encima del nivel
al que habría estado si no se hubiese esperado nunca que la oferta de capital hubiese sido mayor».
Otros han llamado a este fenómeno «endeudamiento de emergencia».- Ed.].
281
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
282
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
4. El mérito de haber aclarado este punto pertenece claramente al Profesor F.H. Knight, con
cuyas más recientes formulaciones acerca del mismo estoy totalmente de acuerdo. Cf. en particular
sus artículos 1932a y b. [En esta referencia, Hayek, equivocadamente, citó la fecha de publicación del
primer artículo de Knight, 1932.- Ed.].
5. «La» tasa de preferencia temporal es aquí la tasa a la que una persona estaría exactamente
indiferente entre renunciar a una cantidad marginal de su renta presente a cambio de una adición
283
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
correspondiente de su en otro caso igual renta futura. Ya que, como quedará claro a partir de lo que
se ha dicho antes, una tasa de preferencia temporal positiva en este sentido es totalmente compatible
con el supuesto de gustos constantes, tenemos aquí el caso de un equilibrio estacionario con un tipo
positivo de interés, que el Profesor Schumpeter considera imposible (Cf. Apéndice I).
6. Cf. J.R. Hicks y R.G.D. Allen, «A Reconsideration of the Theory of Value» [«Una reconside-
ración de la teoría del valor»] , Economica, N.S., vol. I (1934).
284
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
Puede hacerse esto derivando del «mapa de indiferencia» una curva que muestre
la demanda de renta futura en términos de la presente a cada tasa posible de
rendimiento de la inversión. El fenómeno que describe esta curva es, obvia-
mente, idéntico al que ha sido ampliamente discutido bajo el epígrafe de cómo
reaccionará el ahorrador individual, ceteris paibus, a cambios del tipo de interés.
Aparecerá inmediatamente, quizá en contra de la primera impresión, que los
supuestos hechos hasta ahora no prejuzgan esta cuestión de forma alguna y
que son compatibles con que el ahorrador tanto aumente como disminuya
la cantidad ahorrada en respuesta a un alza del tipo de interés y viceversa.
285
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
No podemos decir nada a priori acerca del punto en el que, en casos concretos,
la tasa de ahorro comenzará a disminuir con aumentos ulteriores del tipo
7. [En la teoría del comercio internacional se conoce este tipo de elaboración como «curva de
oferta». Esta elaboración geométrica se remonta a Alfred Marshall; véase Thomas M. Humphrey,
«When Geometry Emerged: Some Neglected Early Contributions to Offer-Curve Analysis», Federal
Reserve Bank of Richmond Economic Quarterly, vol. 81, primavera de 1995, pp. 39-73.- Ed.].
286
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
8. Pero como no pueden utilizarse de forma alguna los servicios de estos recursos antes de que
aparezcan en el curso de la naturaleza, es decir, como son servicios no anticipables, puede que posean
en gran medida, en lo que se refiere a su plan inicial, las características esenciales de los recursos
«permanentes».
287
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
de servicios finales que puede obtener por el uso directo de estos recursos
mientras duren, se verá obligado a hacer una provisión para su sustitución,
produciendo recursos para el momento en el que se agoten.
Sin embargo, el más importante de los dos supuestos es el primero, es decir,
que la persona en cuestión planifica solo por un periodo limitado más allá del
cual no está interesado, lo que significa, obviamente, que no podemos seguir
suponiendo que haga una provisión para un flujo de renta permanente: por
tanto, tenemos que contar con la posibilidad de que reconvierta el capital que
ha estado acumulando durante la primera parte del periodo en renta durante
la parte posterior del mismo. Si además suponemos que no tiene ningún tipo
de recursos permanentes, sino que desde el principio solo está equipado con
un stock de activos que se deprecian, de una durabilidad mínima variable,
el problema se convierte en cómo usar este stock de capital de forma que
produzca una renta que se extienda a lo largo del periodo deseado y que posea
la forma que más prefiera. Pero incluso bajo este supuesto, tendremos que
tener en cuenta que los servicios de algunos de los activos que se deprecian se
parecen más a los recursos permanentes en el sentido de que no se los puede
consumir antes de una cierta fecha. Ello significa que si incluso ninguno de
los recursos son estrictamente permanentes, el hecho esencial sigue siendo
que no puede utilizarse algunos de ellos antes de una cierta fecha.
importancia de la incertidumbre
288
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
9. Véase también una tesis no publicada por la Doctora Helen Makower sobre The Theory of
Value on the Capital Market (Universidad de Londres, 1937).
289
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
El efecto del segundo de los dos factores mencionado más arriba, una disminu-
ción esperada de la renta de servicios «permanentes» que estarían disponibles
sin ahorrar, actúa en la dirección opuesta. Es probable que aparezcan más
urgentes las adiciones a una renta futura que, en ausencia de ahorro presente,
sería menor que la renta presente, que los aumentos de la renta futura más
allá del nivel de la renta presente. Por ello, es probable que una disminución
esperada del flujo de servicios de los recursos «permanentes» incremente el
ahorro, de forma que contrarreste (aunque no necesariamente compense, o
no más que compense) el efecto de la limitación del periodo para el que hay
que proveer una renta. Como aquí no nos ocupamos de la magnitud concreta
de la preferencia temporal, sino solo de la dirección en la que es probable que
la afecten los diversos factores, podemos dejar aquí el problema.
El último punto que hay que abordar brevemente en este capítulo es la po-
sibilidad de la existencia de diferentes tasas de preferencia temporal en re-
lación a diferentes mercancías. Hasta ahora, hemos contemplado «la renta»
como si fuera una mercancía compuesta que estaba hecha necesariamente
de proporciones constantes de los diferentes bienes. Esto llevaba consigo
uno o ambos de los supuestos, o bien que solo se podía producir, por razones
técnicas, las diferentes mercancías en proporciones fijas, o que existía tal
grado de peculiar complementariedad entre ellas que solo se las deseaba en
dichas proporciones fijas.
Si los gustos permaneciesen constantes y las condiciones fuesen a todos
los demás respectos estacionarias, deberíamos esperar que el tipo de interés
fuese el mismo independientemente de en qué mercancía se expresase; pero
incluso con gustos constantes, no hay ninguna razón de por qué la gente,
cuando aumenten sus rentas totales, no debería desear gastar estas rentas
en diferentes proporciones en las diversas mercancías; y además, tendre-
mos que tener en cuenta que, en distintas fechas, pueden ser diferentes las
preferencias relativas por las diversas mercancías. Esto no tiene por qué
significar un «cambio en los gustos» en el sentido de que una persona haya
290
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
alterado sus intenciones. Puede que desde el principio haya anticipado que
en diferentes periodos querrá tener su renta de diferentes formas (y haga,
de acuerdo con ello, sus planes) justamente como cualquiera preverá que
tendrá diferentes necesidades en diferentes estaciones del año y diferentes
horas del día.
Pero podemos comenzar con el caso más simple en el que los gustos son
constantes, en el sentido de que, enfrentándose a iguales oportunidades, el
individuo siempre decida de la misma forma en las diferentes fechas. Todo
lo que tenemos que considerar en este caso es el efecto de la acumulación
gradual de capital sobre los valores relativos de las mercancías. Esto actúa
de dos formas. Por una parte, con costes relativos dados (es decir, curvas de
desplazamiento dadas) para las diversas mercancías, las preferencias rela-
tivas y, por tanto, los valores relativos, pueden cambiar en respuesta a los
aumentos de renta Por otro lado, la caída del tipo de interés que acompañe
a la acumulación de capital afectará a los costes relativos de las diferentes
mercancías en diversos grados, de acuerdo con las cantidades proporcionales
de capital 10 que puedan usarse rentablemente en su producción a los dife-
rentes tipos de interés.
Más arriba (Capítulo XII, p. 215), cuando nos ocupamos del significado
del concepto de un tipo uniforme de interés en términos de valor, se ha dis-
cutido las implicaciones generales de tal situación. Sabemos que el equilibrio
en estas relaciones intertemporales de valor es totalmente compatible con
las diferentes tasas marginales intertemporales de sustitución de las diversas
mercancías. Todo lo que hay que añadir aquí es una explicación de cómo en-
caja esta situación en nuestra representación de las preferencias temporales;
y aunque el presente caso cae fuera del campo en el que son aplicables las
representaciones gráficas utilizadas previamente, no presenta ninguna seria
dificultad una extensión temporal de nuestro esquema para cubrir este caso.
10. A este respecto, la magnitud decisiva es la «elasticidad de sustitución» del nuevo capital para
los recursos concretos que ya existan.
291
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
292
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD: SU IMPORTANCIA RELATIVA
293
Parte III
PRODUCCIÓN CAPITALISTA
EN UNA COMUNIDAD
COMPETITIVA
Capítulo XIX
LAS CONDICIONES GENERALES
DE EQUILIBRIO
Esta transición a una serie de supuestos que están algo más estrechamente
relacionados con los fenómenos reales, sin embargo, no significa que vayamos
a explicar el proceso real que tiene lugar en un mercado competitivo. Como
habíamos indicado en la sección introductoria, este estudio se limitará en lo
principal a un análisis de relaciones de equilibrio. La transición del estudio
del equilibrio en una economía «simple» al estudio del equilibrio en una
economía competitiva significa aquí pasar del análisis de los planes de un
individuo al análisis de la compatibilidad de los planes independientes de
una serie de individuos. La cuestión de cómo y cuándo surgirá tal estado de
equilibrio competitivo no nos afecta directamente aquí y solo nos referire-
mos a ella incidentalmente; pero, como se recordará, esto no significa que
297
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
298
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
299
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Se hace necesario aquí dar una formulación más precisa de esta distinción
que estaba implícita en la mayor parte de lo que se había dicho hasta este
300
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
punto. Por una parte, puede haber input que solo pueda usarse en una de-
terminada «fase de la producción» o solo de forma tal que rinda un producto
en un intervalo concreto e invariable después de su inversión. Llamaremos
a este input, input completamente específico. La especificidad en esta forma
extrema se dará, probablemente, en muy raras ocasiones, pero será, eviden-
temente, posible, distinguir entre menores y mayores grados de especificidad
de acuerdo con que el uso de clases particulares de input esté limitado a una
serie más larga o más corta de periodos.
Sin embargo, la mayor parte de las clases de input no será específica, sino
más o menos «versátil»,2 en el sentido de que puede usárselos en una gran
cantidad de todas las fases de producción si no en casi todas; pero en su caso,
es necesaria una distinción ulterior del grado, lo que es algo más complicado
que la que se basa en la absoluta posibilidad o imposibilidad de usar ciertos
recursos en determinadas fases. Si consideramos dos clases de input que pue-
dan usarse a lo largo de la misma serie de «fases» pueden seguir difiriendo
con respecto a la variación de la cantidad de productos que se sigue de un
cambio en su periodo de inversión. Si empezamos por una disposición dada
del input, la necesidad de desplazar alguna parte de una clase de input a otra
fase puede llevar consigo una mayor pérdida de producto que la que sería el
caso con otra clase de input y en este sentido aquella habría que considerarla
como menos adaptable que esta. Sin embargo, esta distinción es mucho más
complicada que aquella que se basaba en la absoluta movilidad o inmovilidad
de las diferentes clases de input, ya que el cambio en el producto que se debe
a cualquier transferencia de este tipo dependerá, no solo de las proporciones
en las que ya se haya distribuido las dos clases de input en cuestión entre las
fases, sino también del uso que se haya hecho de todos los demás input. Esto
2. Este término ha sido sugerido por Mr. G.L. Shackle para reemplazar la torpe expresión «no
específico». [Al no citar Hayek aquí ninguna fuente publicada, Shackle puede haber hecho la suge-
rencia en una discusión personal. George Lennox Sharman Shackle realizó estudios de grado en la
LSE, trabajando inicialmente bajo la supervisión de Hayek, en 1935-36. Acerca de la interacción de
Shackle con Hayek véase J.L. Ford, «G.L.S. Shackle (1903-1992): A Life with Uncertainty», Economic
Journal, vol. 103, mayo de 1993, pp. 683-97, y Shackle, «F.A. Hayek».- Ed.].
301
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Cómo lleguen en la realidad a usarse las clases versátiles de input (que pueden
usarse para producir renta, bien en el próximo, o en el más distante futuro)
dependerá, evidentemente, de los precios relativos que alcancen en los dife-
rentes usos. Y para cualquier individuo concreto, la magnitud relativa del ren-
dimiento que pueda obtener dependerá de la forma en la que todos los demás
pretendan distribuir sus recursos totales entre los usos presentes y futuros.
Si todos los demás dedicasen la mayor parte de sus recursos a adquirir renta
para el futuro inmediato, el producto que podrían obtener de sus recursos en
el próximo futuro sería relativamente más valioso y les induciría a escoger
este uso y viceversa; pero, evidentemente, lo mismo se cumple para todos
los demás, de forma que es imposible tratar esta disposición de la gente en su
conjunto para dividir sus recursos en ciertas proporciones entre el presente
y el futuro como un dato del que podamos derivar la forma en la que usarán
los diferentes recursos individuales.
302
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
Sin embargo, puede superarse este aparente callejón sin salida si centramos la
atención en la peculiar posición clave que tienen los poseedores de los recursos
que puede hacerse que produzcan bienes de consumo en el futuro inmediato,
y si comenzamos por estudiar los efectos que tendrán sus decisiones sobre
la posición de todos los demás. Si cada uno decidiese consumir por sí mismo
todos los bienes consumibles de que pudiese disponer durante, digamos, el
mes próximo, y no se preocupase de lo que fuese a suceder después (por
ejemplo, porque la creencia en alguna clase de milenarismo hiciese que la
gente esperase que el fin del mundo viniese al final de este mes), entonces,
claramente, todos los «recursos» de los que no pudiese obtenerse un rendi-
miento consumible antes de esa fecha, carecerían completamente de valor
y no se los usaría en absoluto; y todos los otros recursos que, en diferentes
circunstancias, se habrían invertido por más de un mes, se los utilizaría ahora
para producir las mucho más pequeñas, y en algunos casos casi despreciables,
cantidades que pueden producir dentro del mes. Si la sociedad en cuestión
ha utilizado previamente una gran parte de capital, esto significará que,
con mucho, la mayor parte de los bienes de consumo de los que se pueda
disponer durante el mes estarán en poder de una sección comparativamente
pequeña de la sociedad, mientras que el resto de ella tendrá poco más de lo
que pueda producir con sus solas manos durante ese periodo.
303
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
parte todavía más pequeña de los recursos totales y la mayor parte de la «oferta
de bienes de consumo terminados» probablemente habría estado en manos de
una sección todavía más pequeña de la comunidad. Como veremos más tarde,3
hay varios conceptos tradicionales, tales como los del capital circulante y la
liquidez del capital, cuyo exacto significado depende enteramente de lo que
escojamos como nuestro periodo de referencia. A nuestros presentes propó-
sitos, debemos, hablando estrictamente, comenzar, con la oferta de bienes de
consumo que podrían hacerse disponibles durante el intervalo más pequeño
concebible; pero, aunque eso sería más exacto, daría a todo el análisis un aspecto
algo irreal, por lo que será mejor si escogemos como nuestro punto de partida
algún periodo concreto de longitud razonable, y no hay ninguna razón para
no tomar el mes que ya hemos usado como periodo representativo.
Aparte del caso puramente hipotético al que nos hemos referido más arri-
ba, es, evidentemente, muy improbable, que los que disponen de la oferta
de bienes de consumo terminados pudieran querer consumirlos todos por sí
mismos, ya que el efecto de ello sería que después de que el periodo hubiese
pasado, estarían reducidos a exactamente la misma posición que todos los
demás. Esto es así porque mientras cualquier otra persona estuviese ocupada
en convertir todo lo que tuviese en bienes de consumo, no se aproximarían
ningunos otros recursos al consumo, ya que los que estarían en posesión de
los recursos mejor adaptados para su utilización en estas fases tempranas, se
verían compelidos a dedicar todas sus energías a producir suficientes bienes
de consumo con medios poco apropiados para este propósito, y ello con el
mero fin de sobrevivir.
304
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
305
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
relativamente más alta con arreglo al coste presente. Qué porción de sus
bienes de consumo estarán dispuestos a invertir de esta forma dependerá,
en parte, del rendimiento a obtener. Por otra parte, el coste de la inversión
dependerá del rendimiento que habría dado el input a invertir por periodos
más largos en el futuro inmediato, lo que significa que, al principio, mientras
se invierta solo una pequeña proporción del total de los bienes de consu-
mo terminados, ese input que habría contribuido a añadir al rendimiento
solamente una cantidad muy pequeña, o que habría contribuido a añadirla
solo en una fecha muy distante, no alcanzaría ningún precio. Por ello, todo
el coste en cuestión es la remuneración que hay que ofrecer para inducir
a aplicar el input que también podría usarse para producir corrientemente
bienes de consumo, en lugar de a la provisión de bienes de consumo en el
futuro más distante. En consecuencia, el primer input que se retirará del
uso corriente y se invertirá, será el que ofrezca el rendimiento presente más
bajo comparado con el rendimiento al que podría dar lugar en el futuro más
distante. Se observará que esto significará siempre una reducción del input
corriente por debajo del máximo potencial.
306
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
El efecto sobre los precios (en términos de bienes de consumo) de los di-
versos recursos está estrechamente relacionado con esto. Al principio, los
precios que tendrían que pagar los propietarios de los bienes de consumo
terminados para obtener input para la producción del futuro más distante,
superaría solo justamente los muy bajos rendimientos que podrían obtener
en ese uso las clases de input menos apropiadas para la producción directa
de los bienes de consumo; pero conforme se vayan usando más y más bie-
nes de consumo para remunerar el input cuyos servicios se van a invertir,
sucederán dos cosas. Los rendimientos corrientes alternativos de este input
aumentarán y, además, la competencia entre los propietarios de los bienes
de consumo impulsará al alza los precios de los recursos de una menor
productividad presente, hasta una cifra que corresponda a su rendimiento
verdadero descontado al menor tipo de interés que rige ahora; y en todos
los casos en los que se utilice la oferta adicional de bienes de consumo, no
para invertir input que no haya sido invertido en absoluto previamente,
sino para prolongar el periodo de inversión del input que con una menor
oferta de bienes de consumo habría sido invertido por un periodo más corto,
4. Cf. Positive Theory of Capital, p. 405. [Esta discusión puede encontrarse en la p. 360 de la
edición de 1959.- Ed.].
307
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Todo esto significa que el dominio sobre una parte considerable de la oferta de
bienes de consumo terminados se transferirá en el primer caso de los que los
poseen directamente a los que puedan ofrecer medios de proporcionar bienes
de consumo futuros bajo las menores condiciones. Sin embargo, no es probable
que tampoco este segundo grupo quiera tomar todo lo que se les debe en la
forma de bienes de consumo presentes. Al aumentar su dominio potencial
sobre los bienes de consumo, consideraciones similares a las que habían guiado
al primer grupo llevarán a los miembros del segundo grupo a invertir, en vez
de consumir, parte del output final del que disponen; pasando, por decirlo así,
a los otros parte del dominio sobre los bienes de consumo terminados que han
recibido, a cambio de recursos que les capacitarán para obtener un dominio
similar en el futuro. Como un efecto de, y en paralelo con, la demanda creciente
de bienes de capital por parte de los que disponen directamente de la oferta de
308
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
bienes de consumo terminados, veremos, por tanto, que otros, que tienen solo
un dominio derivado sobre los bienes de consumo, arrojarán el peso de una
parte del valor creciente de sus recursos al lado del platillo de la balanza que
favorece un ulterior incremento de la demanda de bienes de capital. Es decir,
una vez que la oferta de bienes de consumo terminados a cambio de bienes
de consumo todavía incipientes haya dado a aquellos un valor definido, se los
podrá usar a su vez, para aumentar la demanda agregada de bienes de capital
y así transmitir más allá el valor que se les ha conferido por la demanda de
los propietarios directos de los bienes de consumo.
Tenemos que considerar ahora con más atención la posición de los propie-
tarios de recursos no permanentes en las diferentes fases de este proceso.
Nos referiremos en su mayor parte a los recursos no permanentes que están
formados por equipos hechos por el hombre, pero las principales conclusiones
se aplicarán igualmente a los recursos que se deprecian.5 El principal punto a
considerar aquí es la distinción entre las condiciones que meramente harán
rentable utilizar una parte del equipo existente y las condiciones que harán
posible y rentable reemplazarlo, ya sea por uno similar o por otra clase de
equipo. Por el momento, nos limitaremos de nuevo al caso «estacionario» y
supondremos que todos los propietarios de tales recursos no permanentes
pretenden obtener de ellos, o con su ayuda, un flujo permanente de renta de
volumen constante. En el siguiente capítulo abordaremos sistemáticamente
los casos en los que los diferentes individuos pretendan deliberadamente
obtener un flujo de renta, ya sea creciente o decreciente.
El equipo existente en nuestra comunidad puede o no haber ido dirigido
a producir un flujo de renta constante; pero como suponemos en cualquier
caso que inmediatamente antes del momento en el que habíamos empezado
a considerar esta comunidad, habían ocurrido cambios imprevistos en algún
5. [Es decir, recursos naturales agotables, tales como depósitos minerales. En el capítulo 5 de más
arriba, Hayek clasificaba esos recursos desde un punto de vista económico como «capital» y no como
«tierra».- Ed.].
309
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
310
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
duración de esa parte del equipo, y si quiere obtener una renta permanente
de este capital, tendrá que reinvertir parte de la renta bruta y limitar su
consumo a una cifra tal que el rendimiento esperado de la parte reinver-
tida de la renta bruta sea igual a su consumo presente. Cuánto reinvierta
dependerá de la magnitud de esta renta bruta y la tasa de rendimiento que
pueda obtener de la reinversión. Y cómo la invierta dependerá de dónde
pueda obtener el rendimiento más alto. Y si bien, obviamente, a la vista de
las circunstancias que han cambiado, no es seguro que sea la inversión más
rentable dicha reinversión en nueva maquinaria de la misma clase que la se
ha depreciado, al menos hay una fuerte probabilidad de que en muchos casos
esto ofrezca oportunidades muy favorables. Las razones son muy similares
a las que hemos discutido más arriba.
El equipo que había usado algún otro empresario en el pasado para
proporcionar su equipo al empresario en la fase posterior, probablemente
seguirá existiendo, e irá en el interés del segundo empresario utilizar dicho
equipo (en lugar de dejarlo desocupado) tan pronto como los precios cubran
sus costes de funcionamiento. Y al aumentar la demanda del equipo que pro-
duce, él a su vez, se encontrará en una posición exactamente similar a la que
hemos estado considerando en el caso del empresario en la fase subsiguiente,
es decir, considerará necesario reinvertir la mayor parte del exceso de sus
ingresos por encima de sus costes de funcionamiento si quiere obtener una
renta constante de su capital. Y él también verá, probablemente, que la exis-
tencia de equipo dirigido a proporcionarle la clase de productos intermedios
que necesita para reemplazar los que consume en la producción, hace posible
que reinvierta en la misma clase de equipo en términos comparativamente
favorables. En general, puede decirse que, en alguna medida, la clase de equipo
que ya se encuentre en existencia determinará la clase de producción que
vaya a emprenderse.
De esta forma, vemos cómo el crecimiento gradual del valor de los recursos
que se dedican no al consumo presente, sino a la adquisición de medios para
proporcionar un consumo futuro (aumento que se debe inicialmente a la
311
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
El proceso por el que un sistema así tenderá hacia un equilibrio final después
de cualquier tipo de cambio, será, evidentemente, muy lento y gradual, ya
que en cualquier fase, parte de los datos, a saber, el carácter y composición
312
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
313
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Pero —y este es el punto final con el que podemos concluir la presente discu-
sión— en la medida en la que esté justificado que hablemos de una tendencia
hacia un equilibrio, esta tendencia se debe al hecho de que todos los que
podrían, directa o indirectamente, poseer bienes de consumo terminados que
no quieran consumir inmediatamente, se guiarán en su inversión (aparte del
riesgo, etc… que no nos afecta aquí) por la única consideración de obtener el
porcentaje más alto de rendimiento; y su propósito de distribuir la inversión
314
LAS CONDICIONES GENERALES DE EQUILIBRIO
de forma tal que dé lugar al rendimiento más alto dará lugar necesariamente
a una tasa uniforme de rendimiento. Esto será así de forma totalmente in-
dependiente de cualquier posibilidad de prestar dinero y, en consecuencia, de
obtener interés por esos préstamos. Podríamos concebir una sociedad en la que
se prohibiese el prestar dinero (al menos a interés) y en la que, sin embargo,
en la medida en la que existiese la posibilidad de distribuir las inversiones por
medio de asociaciones, capitales compartidos, etc…, la tasa de rendimiento
sobre la inversión sería uniforme a lo largo de todo el sistema.
La tasa de rendimiento sobre la inversión, tal y como viene determi-
nada por las relaciones de precio entre los bienes de capital y los bienes
de consumo es, por lo tanto, anterior a, y en principio independiente de, el
interés sobre los préstamos monetarios, aunque, evidentemente, allí donde
sean posibles los préstamos monetarios, la tasa de interés sobre los mismos
tenderá a corresponder a la tasa de rendimiento sobre las otras inversiones.
Las relaciones de precios fundamentales son el resultado de una demanda
de bienes de capital en términos de bienes de consumo o de un intercambio
de bienes de consumo presentes por bienes de consumo futuros. Cuando los
que disponen de bienes de consumo terminados decidan consumir menos de
ellos por sí mismos y ofrecer más de ellos a cambio de bienes de consumo
futuros, naturalmente los precios de los bienes de consumo futuros aumen-
tarán y la diferencia entre los precios de los bienes de consumo presentes y
futuros que corresponde al tipo de interés caerá de forma correspondiente.
6. [En el capítulo 7, pp. 106-7, Hayek calificó a John Bates Clark, Gustav Cassel y Frank Knight
como los principales proponentes de la tesis de que el capital de una economía es un fondo perma-
nente (o que se auto-perpetúa) de valor que trasciende los bienes de capital concretos que existan en
cualquier momento. Hayek criticaba estas tesis como «puro misticismo». En su artículo sobre «The
315
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Mithology of Capital», p. 214, razonaba: «El problema mismo de la contabilización del capital surge
solo porque, y en la medida en que, las partes componentes del capital no son permanentes y no
tiene ningún sentido en el análisis económico decir que, aparte de la decisión humana, que todavía
tenemos que explicar, el agregado de todos los recursos no permanentes se convierte en alguna entidad
permanente». Sigue razonando acerca de ello en el capítulo 22 de más abajo. En «The Mithology of
Capital», pp. 218-21, así como en el capítulo 11, pp. 153-54, Hayek ha criticado a los economistas
clásicos, así como a Jevons y Böhm-Bawerk por considerar al capital de una economía como un «fondo
de subsistencia» almacenado que hace que la sociedad pueda esperar al output un intervalo de tiempo
específicamente determinado. Véase una perspicaz discusión de la relación entre capital y espera en
Kirzner, Essay on Capital, capítulo 3.- Ed.].
316
Capítulo XX
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
317
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
1. [El supuesto de pleno empleo excluye la «paradoja del ahorro» keynesiana, un escenario en el
que el intento de la sociedad de ahorrar más es contraproducente porque la reducción del gasto de con-
sumo da lugar a que los recursos pasen a estar ociosos (y no a que se los reasigne a la inversión).- Ed.].
2. [Es decir, por unidad de trabajo y tierra.- Ed.].
318
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
3. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, pp. 163 y 266; y también Ibid. p. 164, donde habla de cambios en
la dimensión «vertical» y «horizontal» del capital.
4. Hawtrey, 1937, p. 36.
319
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
«ahorro» y «desahorro»
Cuando usamos aquí los términos ahorro y desahorro, esto significará siem-
pre por definición que la gente preverá, respectivamente, un flujo de renta
creciente o decreciente. En la primera parte de este capítulo nos concentra-
remos principalmente en el caso en el que la gente pretende obtener un flujo
de renta creciente, es decir, en el caso de ahorro e inversión positivos. La
mayor parte de las conclusiones a las que se llega a este respecto se aplican
también al caso inverso de desahorro, pero se discutirá explícitamente ciertas
peculiaridades de este caso en el capítulo XXVI.
320
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
5. Para esta y las siguientes tres secciones, cf. Bresciani-Turroni, 1936 y R. v. Strigl, 1934a. [El
libro de Strigl está ahora disponible en inglés como Capital and Production, traducido por Hans-
Herman Hoppe y Margaret Rudelich Hoppe (Auburn, AL: Ludwig von Mises Institute, 1995).- Ed.].
6. Cf. Adam Smith, Wealth of Nations, Libro II, Cap. III (ed. Cannan, vol. I, p. 320): «Lo que se
ahorra anualmente es consumido tan regularmente como lo que se gasta anualmente y también casi
al mismo tiempo; pero es consumido por un grupo de gente diferente». [Puede encontrarse también el
pasaje de Smith en The Glasgow Edition of the Works and Correspondence of Adam Smith (Oxford:
Clarendon Press, 1976; reimpreso, Indianapolis Liberty Classics, 1981), An Inquiry into the Nature
and Causes of the Wealth of Nations, vol. 1, pp. 336-38.- Ed.].
321
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, puede mostrarse que no será necesario ni rentable para los
ahorradores utilizar sus ahorros para ofrecer una mayor remuneración a
los servicios del input que se acaba de invertir.9 De hecho, si lo hiciesen,
encontrarían que la transacción terminaría en una pérdida y que no se-
rían ni siquiera capaces de completar la inversión prevista, a no ser que
estuviesen preparados para seguir ahorrando; y, como también veremos,
en este caso, las cantidades ahorradas en primer lugar no ayudarían de
forma alguna a salvar la brecha que tendría lugar más tarde en el flujo de
renta a consecuencia de la desviación del input corriente a la inversión. La
verdadera fuente de las cantidades adicionales que incuestionablemente
habrá que pagar al trabajo y otros recursos, hay que buscarla en otro lugar
distinto del ahorro.10
7. Cf. más abajo, pp. 424 y ss. Y Hayek, 1939, pp. 44 y ss.
8. Cf. su «tercera proposición fundamental referente al capital» que, aunque ahorrado, y el
resultado del ahorro, sin embargo se consume. (Principles of Political Economy, Libro I, Cap. V, § 5)
9. Contrástese, sin embargo, la afirmación en Bresciani-Turroni, 1936.
10. Si existen recursos desempleados y los ahorros hacen rentable emplearlos, entonces se usará
este ahorro para remunerar estos recursos adicionales. En este caso, el consumo corriente no se reducirá,
sino que solo se redistribuirá a consecuencia del nuevo ahorro; y aquí y solo aquí, se aplica la doctrina
de Smith-Mill acerca de los ahorros que son también consumidos, pero por otro grupo de gente.
322
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
Para obtener estos nuevos bienes de capital, los ahorradores tendrán que hacer
que unos recursos que en otro caso se habrían dedicado a la producción de
bienes de consumo, produzcan los bienes de capital requeridos, y al hacerlo,
reducirán el output de bienes de consumo en alguna fecha futura. (Cuándo
tenga lugar exactamente la falta de output en los bienes de consumo que es
consecuencia de ello, se discutirá a continuación); pero este input se habría
remunerado en cualquier caso para producir bienes de consumo, de forma que
si los ahorradores quieren ahora más bienes de capital en lugar de bienes de
consumo, todo lo que tienen que hacer es ofrecer la remuneración que habrían
tenido que ofrecer para obtener bienes de consumo en esta fecha con el fin
de obtener en su lugar los bienes de capital. Y como, a consecuencia de ello,
obtendrán menos bienes de consumo, lo que harán es conservar los bienes
de consumo que han ahorrado para consumirlos cuando deje de tener lugar
el flujo corriente de dichos bienes. (Apenas tendremos que considerar aquí el
323
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
caso excepcional en el que el input que hay que desviar habría producido de
forma instantánea bienes de consumo. En cualquier caso, esto, ciertamente,
se aplicaría solo a una fracción muy pequeña del input desviado).
11. El que mantengan en la realidad el mismo conjunto de bienes de la primera fecha a la segunda,
o si mantienen simplemente una cantidad constante de bienes transferidos de un momento a otro que
se renueva continuamente, es totalmente irrelevante desde el punto de vista del problema general.
324
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
A estas alturas será evidente que, en realidad, solo se requiere el ahorro cuando,
a consecuencia de una desviación pasada del input desde la producción de bienes
de consumo a la de bienes de capital, se esté reduciendo el output corriente de
bienes de consumo; y el éxito de cualquier inversión realizada en un momento
particular del tiempo dependerá generalmente, no de la cantidad de ahorro de
ese momento, sino de la tasa de ahorro y la consiguiente relación de precios
entre bienes de consumo y de capital en alguna fecha del futuro. El ahorro que
tiene lugar de manera imprevista sirve simplemente como señal que crea la
expectativa de que la demanda de bienes de consumo será menor en el futuro
de lo que lo era en el pasado, y bastaría por completo si, sin ningún ahorro
presente, se conociese con la suficiente antelación que el ahorro tendría lugar
en el futuro. Todo esto hace necesario investigar con algún mayor detalle cuál
será el efecto de la inversión adicional sobre el flujo de renta.
325
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
326
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
Esta clase de análisis, que se da raras veces incluso con este gran detalle, sufre,
como ya se ha señalado, de dos defectos en los supuestos subyacentes. En primer
lugar, de lo que tenemos que tratar en la realidad no es un único periodo de
inversión uniforme, sino de una serie de periodos de inversión. En segundo
lugar, siempre es posible alterar los periodos de inversión, no solo del puro
input, sino también de una gran parte al menos de los «productos interme-
dios» y otros recursos no permanentes (es decir, de todo el «input mixto»).
14. [Como el tiempo está en el eje vertical, un segmento más empinado de TQ indica que el
output se está acumulando menos rápidamente.- Ed.].
327
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
328
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
la forma del flujo de output. Sin embargo, donde también se pueda desplazar
los productos intermedios a otros usos, esto se hace claramente imposible y
tenemos que estar satisfechos con las siguientes dos conclusiones generales.
En primer lugar, la disminución temporal del flujo de output que se sigue
de cualquier nueva inversión se extenderá, de alguna forma, a lo largo de
todo el periodo entre el momento en el que comienza la nueva inversión y
el momento en el que se completa la nueva estructura. En segundo lugar, la
terminación de cualquier nueva estructura de inversión que haya comenza-
do en cualquier momento del tiempo, requerirá habitualmente una nueva
inversión ulterior a lo largo de todo el periodo hasta que esté terminada la
nueva estructura.15
Será útil ahora examinar los efectos del ahorro desde un ángulo diferente.
Consideremos qué clases de nuevas inversiones resultarán ser las más venta-
josas para los empresarios si esperan que en el próximo futuro haya, durante
algún tiempo, un desplazamiento de la demanda desde los bienes de consumo
y hacia los bienes de capital en general. Supondremos que los empresarios
consideran un incremento presente del ahorro como una indicación de que,
durante un considerable tiempo por venir, el ahorro y la inversión continuarán
a la misma tasa que en el presente. Estoy hablando aquí deliberadamente de
los empresarios en general, y no meramente de ahorradores o de la gente que
329
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
tenga sus nuevos ahorros para invertir, porque, como veremos, las decisiones
de todos los empresarios se verán afectadas por las expectativas de ahorros
futuros. Como se supone que se prevé el desplazamiento de la demanda y
que hay, en consecuencia, tiempo para ajustar las ofertas, no hay ninguna
razón para concluir que habrá inmediatamente un cambio correspondiente
en los precios relativos; y planteará menos interrogantes si describimos la
situación general diciendo que se desplazan las curvas de demanda esperada
de los bienes de consumo y de capital en general, aquéllas a la izquierda y
éstas a la derecha.
330
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
16. En lo que se refiere a la producción de bienes de consumo para la fecha en la que se espera que
tenga lugar el desplazamiento de la demanda, la reducción del output de bienes de consumo para dicha
fecha dará lugar a que el rendimiento de la inversión sea mayor de lo que habría sido si el cambio de
la demanda hubiese ocurrido sin ningún cambio del output.
331
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
De esta forma, cualquier inversión adicional (incluso mientras que solo sea
esperada) causará una reducción del rendimiento de todo el capital. Esto sucede,
no porque el capital tenga un rendimiento absoluto que no ha cambiado y
que se descuenta a una menor tasa de interés, reduciendo así el rendimiento
por ciento, sino porque se reduce la magnitud de la parte del producto que
vaya al capital antiguo. Este hecho también da la respuesta a la cuestión de la
fuente de la que se paga la mayor remuneración de los servicios de los recur-
sos permanentes. Esta remuneración adicional no sale de los nuevos ahorros,
sino de la parte del producto que solía ir a los propietarios del antiguo capital.
Se ha mostrado que, tan pronto como caen los rendimientos marginales que
se pueden obtener de la inversión en respuesta a la variación de la demanda
relativa, la competencia entre capitalistas tenderá a impulsar hacia arriba el
precio de la mano de obra y los otros servicios de los recursos permanentes,17 a
costa de la renta de los capitalistas, y este alza de los precios de estos servicios
explica también por qué un aumento (esperado) de la demanda de bienes de
capital (en términos de los bienes de consumo potenciales) y la consiguiente
caída en el tipo de interés, tiene el efecto, no solo de hacer rentables métodos
de producción que antes no lo eran, sino también de hacer que dejen de serlo
métodos de producción que lo eran anteriormente.
332
Capítulo XXI
EL EFECTO DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL
SOBRE LAS CANTIDADES PRODUCIDAS
Y SOBRE LOS PRECIOS RELATIVOS
DE LAS DIFERENTES MERCANCÍAS
333
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
334
EL EFECTO DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL SOBRE LAS CANTIDADES PRODUCIDAS
335
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
los diferentes tipos de bienes de capital sin volver a los factores que determi-
nan los cambios en los valores relativos de las diferentes clases de input puro,
pero cualquier intento de ofrecer un análisis exhaustivo de las intrincadas
relaciones aquí implicadas, solo aumentaría indebidamente el tamaño de
este estudio. Todo lo que puede intentarse dentro de sus reducidos límites
es sugerir las diferentes consideraciones que deben tomarse en cuenta, sin
tratar de mostrar en detalle cómo se combinan para determinar el equilibrio.
La mejor forma de mostrarlos es empezar suponiendo que solo hay una clase
de input, la «mano de obra homogénea» que en el análisis tradicional se con-
trapone habitualmente con el capital. Bajo este supuesto, puede representarse
la productividad marginal (en términos de bienes de consumo) de las sucesivas
cantidades de «mano de obra» aplicadas en las diversas fases del proceso de
producción por una serie de curvas, como se muestra en el siguiente diagra-
ma. Podemos suponer que estas fases a, b, c, etc. están separadas por iguales
intervalos de tiempo y dispuestas en el diagrama de izquierda a derecha en
orden ascendente por maduración, de forma que la fase a estaría el doble de
lejos del consumo que la fase c (siendo e el momento en el que el proceso de
producción estuviese completado), y así sucesivamente. En cada una de estas
curvas, la ordenada muestra la adición al producto que se debe a las sucesivas
cantidades de input aplicado a esa fase, midiéndose las cantidades a lo largo de
la abscisa. Como ya sabemos, no puede considerarse estas diferentes curvas
de productividad como simultánea e independientemente verdaderas, sino
que solo muestran cómo variará el producto si la cantidad de input invertida
en cada una de las fases varía, mientras la cantidad invertida en todas las
demás fases permanece fija en una determinada cifra. Obviamente, no hay
ninguna razón para suponer que la forma de estas curvas sea la misma en
las diferentes fases, aunque se haya supuesto esto en el diagrama, con el fin
de hacer resaltar lo que se quiere decir con más claridad.
El producto marginal que muestran estas curvas es, obviamente, el pro-
ducto marginal no descontado, la adición total al producto que se debe a la
inversión de una unidad adicional del factor en cuestión en la fase relevante.
336
EL EFECTO DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL SOBRE LAS CANTIDADES PRODUCIDAS
2. [Hayek utilizó el mismo diagrama en Prices and Production, 2.ª ed., p. 80, pero sin delimitar
tan explícitamente los intervalos de más y de menos. Acerca de la relación del diagrama con la pro-
posición que Hayek llamaba «el efecto Ricardo», véase Birner, «The Place of the Ricardo Effect in
Hayek’s Research Programme».- Ed.].
337
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Hasta ahora, este diagrama es solo una manera de reformular conclusiones que ya
nos eran familiares, pero puede usárselo, aunque solo con limitaciones obvias, para
ilustrar los factores que determinarán cuánto cambiará el precio y la distribución de
cualquier factor dado a consecuencia de una variación dada del tipo de interés. Hasta
ahora se ha supuesto que la forma de la curva de productividad del factor
338
EL EFECTO DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL SOBRE LAS CANTIDADES PRODUCIDAS
No vamos a seguir este punto con detalle. Para el método adoptado, dar
una panorámica general de las consideraciones en cuestión, realmente no
es apropiado para un análisis exhaustivo. La razón es evidentemente, como
en todos los otros casos en los que se considera como dadas las curvas de
productividad o demanda individuales de los factores, que no se puede con-
siderar a estas curvas como válidas simultánea e independientemente. Pero
tener en cuenta las complicadas relaciones de complementariedad técnica
(y psicológica) que están implicadas, requiere otra técnica que se ha desa-
rrollado muy recientemente en terrenos estrechamente relacionados y que
también habrá que usar en una investigación más exhaustiva de nuestros
problemas Todo lo que mencionaremos aquí es que si empezáramos a partir
de una formulación completa de las relaciones de sustitución entre todos los
diferentes recursos en cuestión, todas las clases de peculiaridades y aparentes
anomalías en el comportamiento de los factores individuales resultarían ser
totalmente congruentes con las tendencias generales que se puede deducir
del tipo más tosco de análisis. Por ejemplo, es muy posible que, mientras una
caída del tipo de interés creará una tendencia a que se invierta los servicios
339
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
340
EL EFECTO DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL SOBRE LAS CANTIDADES PRODUCIDAS
341
Capítulo XXII
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL
ANTE CAMBIOS PREVISTOS
343
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. El único intento sistemático de aclarar el significado de este concepto, que hizo el Profesor
Pigou, lo he discutido con algún detalle en otra ocasión (cf. 1935b). Se han incorporado partes de
esto, así como de un artículo posterior (1936a) sobre un tema relacionado, en el presente capítulo.
3. Esto es estrictamente cierto solo de los bienes de capital en el sentido tradicional más estrecho
(o, a algunos respectos, más amplio) de «medios producidos de producción», pero no de los recursos
naturales que se deprecian que están incluidos en nuestra definición de capital. Sobre este punto,
véase mi artículo que acabo de citar (1936a, p. 226). [El concepto tradicional de capital («medios de
producción producidos») es, «a algunos respectos, más amplio», en el sentido de que incluye los re-
cursos permanentes hechos por el hombre (Hayek cita más abajo como ejemplo «la vía permanente
de un ferrocarril»).- Ed).
344
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL ANTE CAMBIOS PREVISTOS
4. El único autor, que yo sepa, que ha visto claramente que la forma tradicional de tratar un stock
de capital determinado cuantitativamente como un dato es ilegítimo, ha sido Knut Wicksell. Cf. su
formulación citada más arriba, Capítulo I, pp. 43-44.
345
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, antes de que podamos continuar discutiendo las reacciones del
empresario capitalista 5 a cambios imprevistos, tenemos que aclarar ciertas
extendidas confusiones que hacen referencia a la actitud adecuada frente a
cambios que pueden ser previstos. Los puntos a que aludiremos aquí están
todos implícitos en las discusiones de los precedentes capítulos, pero serán
una introducción útil a los problemas del capítulo siguiente si los reformu-
lamos sistemáticamente. Hay dos principales fuentes de confusión, ambas
relacionadas con las prácticas ampliamente adoptadas por los empresarios
en sus políticas de depreciación y amortización.6 Una es la práctica de consi-
derar al stock de capital principalmente como representando un cierto valor
monetario y de tratar de mantener este valor monetario constante. La otra
es el hábito de considerar la depreciación en el sentido más estrecho, como si
fuese causada por el desgaste, que sería algo más fundamental e importante
que una «mera» pérdida de valor por la «obsolescencia».
5. A este respecto, no se puede distinguir claramente las funciones del capitalista y del empre-
sario, por lo que se usarán los dos términos indistintamente.
6. [Una política de depreciación reduce el valor contable del equipo instalado, o asigna su gasto
a lo largo de una serie de periodos de tiempo. Una política de amortización aparta cada periodo la
suficiente renta para retirar el principal de una deuda en la que se ha incurrido para comprar equipo,
o para sustituir el equipo al final de su vida útil.- Ed.].
346
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL ANTE CAMBIOS PREVISTOS
Que tal sea, a grandes rasgos, la práctica en la realidad de los empresarios, tiene
importantes consecuencias que requerirían una cuidadosa consideración en
una investigación más realista. Sin embargo, como los problemas monetarios
caen, en gran medida, fuera del ámbito del presente estudio, pero hay una
tarea preliminar que está emparentada con la presente investigación y que es
determinar cuál será la acción más adecuada de los empresarios que deseen
mantener su stock de recursos no permanentes, dados los fines últimos a
los que sirve este stock. Solo se podrá juzgar en estudios más realistas, la
importancia y consecuencias de las prácticas seguidas en la realidad sobre
el fondo de una tal serie de principios, deducidos de la lógica de «mantener
el capital intacto».
El «mantener el capital intacto» no es, obviamente, un fin en sí mismo.
Se lo desea, debido a ciertas consecuencias que se sabe seguirán en caso de no
hacerlo. Veremos además que una vez que se aplica a un mundo cambiante, la
frase no tiene ningún sentido concreto, independientemente de la razón de por
qué los empresarios quieren mantener su capital. No estamos interesados en
la magnitud de capital porque haya alguna ventaja inherente en cualquiera de
sus medidas absolutas concebibles. Estamos interesados en ella, porque, ceteris
paribus, un cambio en la misma dará lugar a otro en la renta que se espera
de ella y porque, en consecuencia, puede considerarse cada cambio en ella
como un síntoma de tal cambio en la magnitud realmente relevante: la renta.
347
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
¿Cuáles son, entonces, las razones por las que deseamos que el capital se com-
porte de una forma determinada? La principal razón es, evidentemente, que
las personas que obtienen una renta del capital quieren evitar gastar ininten-
cionadamente partes de las fuentes de su renta. Creen que deben conservarse
estas si la renta debe mantenerse al nivel actual. Quieren evitar «derrochar» o
«escatimar» (por servirme de los términos del Profesor H. Robertson) ininten-
cionadamente, lo que tendría el efecto de reducir posteriormente la renta por
debajo (o aumentarla por encima) del nivel al que apuntan.8 La contabilización
del capital en este sentido es simplemente un instrumento abreviado para
evitar intrusiones involuntarias en la renta futura. Sea cual fuere la forma
temporal del flujo de renta futura derivada del capital que posean que un in-
dividuo pretenda pretenda obtener, siempre queda el problema de decidir cuál
es la forma adecuada de disponer de los activos concretos que posea. Y, aunque
ciertamente no tengamos ningún derecho a suponer que cada persona tratará
normalmente de obtener un flujo permanente constante de renta a partir de
su capital, probablemente haya alguna justificación para considerar este caso
especialmente de interés. Además, incluso cuando un capitalista busque otra
forma de su flujo de renta, el problema sigue siendo el mismo y podrá consi-
derarse el caso de un flujo constante de renta como un estándar con el que se
pueda comparar los otros casos.
348
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL ANTE CAMBIOS PREVISTOS
los precios, debido a causas monetarias que no nos interesan aquí, es obvio
que, bajo condiciones cambiantes, el valor en dinero del stock de recursos no
permanentes que se requiere en momentos sucesivos para asegurar un flujo
constante de renta real no tiene por qué ser constante, ni siquiera si se han
previsto todos los cambios. Si se supiese de antemano que a partir de una
cierta fecha un stock compuesto de los mismos bienes de capital produciría
un rendimiento menor que antes, una política que fuese meramente dirigida
a mantener un stock de bienes del mismo tipo no conseguiría dar lugar a una
renta constante. El consumo de la mayor renta durante el periodo anterior
iría a costa de una reducción posterior a una cifra inferior. Una política diri-
gida a obtener un flujo constante de renta tendría que usar partes del mayor
«rendimiento» durante el periodo anterior para formar un stock mayor de
recursos no permanentes tal que el rendimiento obtenido después del cambio
fuese igual a la renta consumida en la realidad antes del cambio, y lo mismo es
cierto mutatis mutandis en el caso de un aumento esperado del rendimiento
de un stock dado de bienes de capital. Se verá que una serie de cambios en
cualquier dirección, si se la previese correctamente desde el principio, hará
necesario, si se quiere que la renta obtenida permanezca constante, que el
stock de recursos no permanentes aumente a veces y disminuya a veces, in-
dependientemente de en qué términos midamos el stock.9 Y ninguna clase de
9. [«Independientemente de en qué términos midamos ese stock» puede parecer demasiado fuerte.
La afirmación de Hayek —que el stock de capital medido de una empresa tiene que variar para asegurarle
una renta constante a la vista de los rendimientos variables de su equipo concreto— es obviamente
cierta si medimos el stock en términos físicos (unidades de capacidad física) o en términos monetarios
a costes históricos. Pero si añadimos al supuesto de Hayek de previsión correcta los supuestos de un
tipo de descuento invariable y rendimientos constantes de la inversión, entonces mantener constante
la renta neta obtenida implica que el stock de la empresa de recursos no permanentes permanezca
necesariamente constante donde midamos ese stock en términos de su valor de mercado corriente en
su uso presente (en un equilibrio con previsión correcta, el valor de mercado corriente de una parte
del equipo de capital iguala al valor presente de su flujo de renta futuro neto de las amortizaciones).
En un ejemplo numérico, consideremos un empresario capitalista o empresa que posea una má-
quina que rinde corrientemente una renta anual (neta de amortización) por un valor de 100$ (todas
las cantidades en dólares son dólares reales). La renta de hoy ya está gastada, el siguiente rendimiento
de 100$ debe tener lugar en t1, dentro de un año. Llega hoy la noticia de que en t3 (dentro de tres años)
la renta de la máquina será solo X$, siendo X<100 y seguirá siendo X$ para todas las fechas futuras.
Si el empresario no ahorra y no adquiere una capacidad adicional, el consumo y la renta anual serán
100$ durante los siguientes dos años y solo X$ a partir de entonces. Como dice el texto de Hayek,
349
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
«el consumo de la mayor renta durante el periodo anterior sería a costa de una reducción posterior a
una cifra más baja». Si el empresario prefiere tener un flujo de consumo constante más alto, reduce
el consumo de t1 y t2 y reinvierte la renta no consumida en una capacidad de maquinaria adicional.
Suponiendo que la capacidad adicional muestra rendimientos constantes, el precio de una unidad
de maquinaria es siempre igual al valor descontado presente de su renta neta en su uso corriente
(porque la máquina no tiene ningún uso alternativo relevante), y la tasa de descuento es siempre el
10% anual. Consumiendo solo (digamos) 50$ de los 100$ de la renta recibida en t1 y ahorrando e
invirtiendo el resto, puede añadirse 50/P1 unidades adicionales de capacidad, siendo P1 el precio de una
máquina en t1. La renta será ligeramente más alta en t1, porque la capacidad ha crecido, permitiendo
un ahorro e inversión ligeramente mayores después de consumir 50$ en t2. Si X$=39,5$, P1=100$/
(1,1)+395$/(1,1)=450$. (El primer término es el valor presente de los 100$ que corresponden en t2.
El numerador del segundo término es el valor presente en t2 de la renta neta perpetua de la máquina
de 39,5$ por año en t3 y con posterioridad, descontado al 10%). A un precio de 450$ de la máquina
por unidad de capacidad, 50$ de ahorro e inversión permiten añadir 0,1111 unidades de capacidad.
Entonces en t2 la renta es 111,11$, que permite un ahorro de 61,11$ y que sea P2=395$, permitiendo
los 61,11$ comprar otros 0,1547 de capacidad. La capacidad aumenta a 1,2658, mientras que la renta
neta por unidad de capacidad cae, como estaba previsto, a 39,5$. La renta neta en t3 y más adelante
es de 1,2658 (39,5$)=50$, que puede ser consumida en su totalidad. De esta forma se ha conseguido
mantener constante el consumo en 50$ antes y después de t2. (Se ha escogido el valor de X en este
ejemplo de forma que 50$ resultasen ser la cantidad correcta a ahorrar para reducir el consumo.
¿Qué implica esta política para el stock de maquinaria entre hoy y t3? Claramente no es constante en
términos físicos; crece en 0,2658 unidades. Sin embargo, el valor de mercado del stock de maquinaria
permanece constante. En t0, P0=100$/(1,1)+100$/(1,1)2+395$/(1,1)2=500$. En t1, P1(1,1111)=(450$)
(1,111)=500$. En t2, P2(1,2658)=(395$)(1,2658)=500$. En cada fecha, el stock de la capacidad de
maquinaria tiene que valer 500$, porque en cada fecha el stock es exactamente suficiente (dada una
reinversión planeada) para rendir un flujo perpetuo consumible de 50$ por año descontados al 10%.
Sin embargo, el ejemplo supone que el empresario puede continuar comprando tantas nuevas
máquinas como quiera a sucesivamente menores precios. En general, la cantidad de nuevas máquinas
suministradas caerá con los menores precios, de manera que no todas las empresas podrán comprar más
que su cantidad previa del estado estacionario (justamente lo suficiente para compensar la depreciación).
La cantidad de nuevas máquinas suministradas puede incluso reducirse a cero si el precio de venta cae
tan bajo que deje de cubrir los costes de oportunidad de los inputs versátiles utilizados para fabricar
máquinas. En el equilibrio a largo plazo de previsiones correctas, todos los inputs (trabajo, capital,
tierra) son versátiles como si en el sentido de que ninguno será empleado allí donde su especificidad
para una tarea determinada los atrape en conseguir un rendimiento inferior a lo largo de su vida.
En cualquier caso, no necesitan matizaciones las afirmaciones de Hayek de los dos siguientes
párrafos, incluso si el valor de mercado se encuentra entre «las dimensiones directamente mensu-
rables» del stock de capital de una empresa. «Medir» el capital por el valor presente de su flujo de
renta neta previsto no es una «concepción materialista del capital como sustancia mensurable».- Ed.].
350
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL ANTE CAMBIOS PREVISTOS
obsolescencia
10. [La anterior nota muestra que con un tipo de interés real constante y un nivel de precios
constante (y, por tanto, un tipo de interés nominal constante) un empresario que mantenga constante
el valor monetario de su stock de capital asegura simultáneamente una renta real constante proce-
dente de ese stock; pero ninguna política monetaria puede asegurar un tipo de interés real constante
ni un tipo nominal constante junto con un nivel de precios constante, a la vista de los cambios en el
tipo real de equilibrio.- Ed.].
351
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
sustancia física. A la luz de todo nuestro enfoque, será obvio que cualquier
sugerencia de que aquel es en cualquier sentido más fundamental que este,
carece de base, y podemos tratar de este punto con más brevedad. Solo tene-
mos que acordarnos de que es tan probable que los empresarios prevean que
un bien de capital se hará inútil mucho antes de que se desgaste o deteriore
físicamente, como que sepan que su vida útil solo terminará por su colapso
físico.11Vemos, entonces, inmediatamente, que tanto en un caso como en el
otro, si hay que mantener un flujo de renta constante, solo podrá conside-
rarse renta neta la parte de los servicios esperados que sea compatible con la
reproducción de nuevos recursos no permanentes que garanticen una renta
igual en el futuro. Esto quiere decir, en particular, que la inversión en bienes
de capital susceptibles de obsolescencia tiene que restringirse de forma que
los precios de sus servicios, o su rendimiento bruto, incluyan una cuota de
amortización suficiente para reemplazarlos finalmente por nuevos bienes
de capital que rindan una renta futura igual en valor al rendimiento neto
de los antiguos que se está consumiendo.12 Pero hay que tener en cuenta
11. No puede haber ninguna duda de que en la vida real se realiza muchas inversiones con la
completa consciencia del hecho de que el periodo durante el que sea útil el instrumento en cuestión
será mucho más corto que su posible duración física. En el caso de la mayor parte de las estructuras
duraderas como la vía permanente de un ferrocarril, hay que considerar la «vida económica prospectiva»
mucho más corta que la posible «vida física». En muchos casos, ello reside en la naturaleza misma del
producto que tiene que hacerse casi infinitamente duradero, aunque se lo necesite para un propósito muy
transitorio. Es imposible ajustar la durabilidad de una máquina al corto periodo por el que se la pueda
necesitar, y en muchos otros casos la solidez necesaria de una estructura mientras se la usa, necesita
que se la haga de forma que dure mucho más tiempo que el periodo durante el que se la necesitará.
12. La importancia de tal decisión por parte del capitalista se hace particularmente clara si con-
sideramos el siguiente caso. Supongamos que el capitalista tiene que elegir entre dos inversiones de
igual coste, ambas representadas por instrumentos de la misma durabilidad física, pero se espera que
una permanezca útil mientras dure físicamente, y la otra sirve solo a un propósito muy transitorio.
¿Bajo qué condiciones considerará a ambas inversiones como igualmente atractivas? La primera
respuesta es, evidentemente, si le prometen la misma renta permanente. Pero, ¿bajo qué condiciones
le prometen la misma renta permanente? Supongamos que los ingresos brutos de las inversiones
mientras dan un rendimiento son iguales en ambos casos y son exactamente suficientes para darle
la misma renta más un margen para la depreciación, proporcional al deterioro físico. Entonces, el
efecto será claramente que en el caso en el que el instrumento deje de ser útil mucho antes de que se
desgaste físicamente, solo se habrá recuperado una fracción de la suma originalmente invertida, lo
que claramente dará solo una renta mucho más baja en el futuro. Decidir a favor de esta alternativa
352
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL ANTE CAMBIOS PREVISTOS
significaría tratar a un flujo de renta que comienza con una magnitud dada, pero luego decrece, como
igual a un flujo de renta que se mantiene permanentemente en la magnitud inicial de aquélla. Para que
la inversión en el instrumento de utilidad únicamente transitoria pueda parecer igualmente atractiva
a la del instrumento de utilidad más duradera, será necesario para aquélla que produzca, mientras
permanece es uso, unos rendimientos brutos lo suficientemente grandes como para permitir el reem-
plazo total de su poder adicional de generar renta. En otras palabras, para que se considere a las dos
inversiones igualmente atractivas, el rendimiento esperado tiene que ser suficiente para cubrir, además
de la misma renta, no solo la depreciación en el sentido más estrecho, sino también la obsolescencia.
353
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
13. [Los recursos «realmente permanentes» incluyen los aspectos de la tierra no sujetos a la ero-
sión física o agotamiento. Obsérvese que de acuerdo con el concepto de Hayek del capital, «el capital
humano» no consistiría en todas las habilidades productivas adquiridas deliberadamente por medio de
la capacitación (lo que corresponde, en su lugar, al concepto de capital de «medios producidos»), sino
solo en las habilidades no permanentes adquiridas por su productividad, que requieren una continua
puesta al día o sustitución. Las habilidades adquiridas independientemente de su productividad serían
«trabajo humano». Las habilidades realmente permanentes serían «tierra humana».- Ed.].
14. El hecho interesante acerca de tal política por parte de los capitalistas es que tiende a acentuar
las fluctuaciones de la renta de otros recursos. Al menos esto es así en lo que se considera habitual-
mente el caso «normal», en el que los capitalistas mantienen la cantidad de capital, en algún sentido,
constante. Si tomamos, por ejemplo, el caso en el que un cambio previsto tiende a incrementar la renta
354
EL AJUSTE DE LA ESTRUCTURA DEL CAPITAL ANTE CAMBIOS PREVISTOS
Con esto se debe concluir esta discusión de la actitud del capitalista ante
cambios completamente previstos, que admitimos es incompleta y a grandes
rasgos; pero este supuesto de previsión completa es en cualquier caso tan
irreal, que la única justificación de su consideración detallada es que ilustra
ciertos principios generales. La cuestión más importante es la reacción de los
capitalistas ante cambios imprevistos, que se considerará en los siguientes
capítulos.
de los recursos permanentes a costa de la renta del capital, los intentos de los capitalistas de hacer
frente a una disminución de su renta acumulando un mayor stock de capital, aumentarán aun más
la productividad marginal de los recursos permanentes; y viceversa, si los capitalistas prevén que un
cambo inminente tenderá a aumentar su renta a costa de la de los recursos permanentes y, en conse-
cuencia, comienzan a desacumular capital, esto tendrá el efecto de reducir la productividad marginal
y, en consecuencia, la renta, de los recursos permanentes, incluso por debajo de la cifra a la que se la
habría mantenido si se hubiese mantenido constante el stock de capital en algún sentido cuantitativo.
[El resultado que describe aquí Hayek es razonable para el trabajo pero no para la tierra. Para la
tierra, no hay ninguna razón para adoptar como un supuesto de comportamiento la convención de que
un «capitalista qua capitalista» invierte solo en «recursos no permanentes». Si un cambio en los gustos
previstos promete aumentar la renta de la tierra a expensas de la renta procedente de los bienes de
capital, seguramente que un capitalista que ajustase la renta podría trasladar y trasladaría alguna parte
de su riqueza a la tierra. (En una sociedad sin esclavitud no hay ninguna forma directa de trasladar
riqueza hacia la propiedad del trabajo). La propuesta de Hayek de clasificar ese movimiento para pre-
servar la riqueza (aunque no preservar el capital) como «desahorro» parece contraria y no conforme
al «uso tradicional».- Ed.].
355
Capítulo XXIII
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS
Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
factores a considerar
Será ahora probable que los rendimientos brutos durante el resto de la vida
del bien de capital en cuestión sean mayores o menores que lo que se había
previsto, ya sea porque estos rendimientos se produzcan ahora a una dife-
rente tasa, o porque continúen durante un periodo más corto o más largo de
lo que se esperaba antes. Además, puede haber que tomar en consideración
nuevos usos alternativos para el activo en cuestión. Hasta qué punto esto
sea así, dependerá del grado de especificidad o versatilidad del activo. Para
algunos activos, por ejemplo la mayor parte de los stocks de materas primas,
los usos alternativos serán muy numerosos y la utilidad del bien en otros
357
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Para clarificar algunos de los principales puntos, será útil considerar primero
el caso en el que los bienes de capital son completamente específicos y para los
que, por tanto, no hay que considerar ningún uso alternativo.1 Supongamos
que el capitalista cuya propiedad se ve afectada por el cambio inesperado
apunta a mantener su flujo de renta constante en todas las circunstancias,
de forma que, suceda lo que le suceda, lo único que quiere es mantener su
flujo de renta a un nivel constante de forma permanente, lo que parece que
1. Como regla general, incluso en el caso del más específico tipo de planta o maquinaria, habrá
que considerar, obviamente, su valor como chatarra como un rendimiento alternativo. Sin embargo,
podemos pasar esto por alto mientras ignoremos los casos en los que el valor del bien de capital en
cuestión no se haya reducido, en su uso presente, por debajo de su valor como chatarra, o si suponemos
que el valor como chatarra del material no es más alto que el coste de convertirlo en chatarra (como
sucede a menudo con las casas).
358
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
359
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
que decidir, después de que haya tenido lugar el cambio desfavorable, hacer la misma previsión para
la depreciación que antes y reducir el consumo corriente por el importe total de la pérdida; pero esto
sería difícil de describir como «mantener el capital intacto», sino que significaría que el propietario
tendría que reducir el consumo durante un periodo por debajo del nivel al que se lo podría mantener
permanentemente, con el fin de aumentarlo más tarde por encima de dicho nivel. Parece que sería
más apropiado considerarlo como nuevo ahorro; ahorro, es cierto, para cubrir una pérdida, pero una
pérdida que ya ha tenido lugar. Esta pérdida se produjo irrevocablemente cuando se hizo la inversión,
ignorando el inminente cambio.
4. [Hayek supone en los tres casos que el efecto de sustitución (la tasa marginal de transformación
entre el presente y el futuro, o la tasa esperada de rendimiento de la nueva inversión) anula cualquier
efecto de la renta corriente sobre el ahorro. Presumiblemente, en el cuarto caso posible —un aumento
en el rendimiento de la antigua inversión unido a una disminución en el rendimiento esperado sobre
la nueva inversión— Hayek también esperaría un desahorro. Hayek matiza sus predicciones («por lo
general», «llevará a menudo a») porque una mayor tasa de rendimiento tiene un efecto teóricamente
ambiguo sobre la cantidad ahorrada. Con un mayor rendimiento real previsto, se tendrá que ahorrar
menos hoy para alcanzar cualquier meta fijada de gasto futuro (por ejemplo, para pagar la educación
universitaria futura de un niño).- Ed.].
360
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
En el caso de los inventos, habrá que considerar dos clases de efectos: por
una parte, la posibilidad de una pérdida del capital invertido en la planta, al
que el invento ha convertido en obsoleto, y por otra, la posibilidad de una
ganancia en la planta y el stock que, al menos durante un periodo de tran-
sición, puede dar lugar a rendimientos más altos de lo esperado. Aunque
haya alguna razón para suponer que es mucho más probable que cualquier
cambio inesperado lleve a considerables pérdidas de capital que a ganancias
de capital, no es imposible que en casos particulares las ganancias puedan
superar a las pérdidas.
Puede tratarse más brevemente el caso de las ganancias de capital, por lo que
lo abordaremos en primer lugar. Las ganancias de capital derivadas de un
invento tendrán lugar, principalmente, durante los periodos de transición
que transcurran hasta que sea posible aumentar la oferta de instrumentos
determinados que son ahora necesarios en el nuevo proceso inventado.5 Si,
por ejemplo, puede producirse la nueva maquinaria necesaria solamente en
5. Estamos aquí pasando por alto los aumentos en los valores del capital de los recursos naturales
que se deprecian.
361
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
362
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
8. Cf. A.C. Pigou, The Economics of Welfare (4.ª ed., 1932). p. 188; L.C. Robbins, An Essay on
the Nature and Significance of Economic Science (1932), pp. 50 y ss.; Hayek, «The Trend of Economic
Thinking», Economica (Mayo 1933) y 1936c. [El último artículo se expuso originalmente como una
conferencia de Hayek el 3 de abril de 1936 en el Österreichisches Institut für Konjunkturforschung. El
artículo fue traducido como «Technical Progress and Excess Capacity» en F.A. Hayek, Money, Capital
and Fluctuations: Early Essays, Ed Roy McCloughry (Londres: Roudledge and Kegan Paul, 1984), pp.
163-80. El artículo aparecerá en un volumen a publicar de The Collected Works of F.A. Hayek.- Ed.].
363
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
9. El «coste de capital» y el «coste de funcionamiento» como se los usa aquí, aunque estén
estrechamente relacionados con, no son necesariamente idénticos a, los conceptos de «coste suple-
mentario» y «coste de producción» como se los usa generalmente. La razón por la que preferimos los
términos usados en este texto es que, a estos propósitos, habrá que hacer la distinción entre las dos
clases de costes con respecto al uso de la parte particular del equipo en cuestión y puede ser diferente
de cualesquiera tales distinciones hechas desde el punto de vista de la empresa en su conjunto.
10. [Como señala Hayek al final del párrafo, él supone que la competencia de los operadores que
usen el nuevo proceso reduce el precio del output a c2 + o2.- Ed.].
364
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
365
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Sin embargo, todavía hay que mostrar que esto se aplica a cada uno de los
diversos casos concebibles.
c1 + o1 > c2 + o2 ,
o1 < o2
o1 o2
< ,
c1 + o1 c2 + o2
11. En este caso, en el que el mero coste de funcionamiento del nuevo proceso es mayor que el
del antiguo, es obviamente imposible que el coste total del nuevo proceso sea menor que el coste de
funcionamiento del antiguo, y por ello, que el invento del nuevo proceso lleve al abandono instantáneo
366
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
este caso, en el que se conserve el valor del antiguo capital en una cuantía
mayor que la cuantía del nuevo capital requerido, además del nuevo equipo,
se requerirá una cantidad ulterior de input para producir los mismos servicios
finales. Cierto que el propietario del antiguo equipo dispondrá solo de un
total reducido de recursos, tal como la que ahora se requiera para producir
la misma cantidad de servicios finales; pero como ahora encontrará rentable
utilizar una mayor cantidad de input que antes, sustituirá el capital por dicho
input y podrá liberar capital para otros propósitos.
Sin embargo, es esencial que quede totalmente clara la forma en la que pueda
liberarse el «capital» en este sentido de un uso y transferírselo a otro. Lo
que sucede en la realidad es que, al irse desgastando el antiguo equipo y ser
sustituido por un equipo que requiera la inversión de una cantidad menor
de input, pero unido a una mayor cantidad de input corriente, se acorta el
agregado de los periodos de inversión de este input. Si no se compensase
esto por el alargamiento del periodo de inversión de algún otro input, el
efecto sería que, durante algún periodo, la cantidad de output que estuviese
corrientemente madurando se debería a una mayor cantidad de input del que
se está aplicando corrientemente. De hecho, si una cantidad total de input
igual en valor a las cuotas de amortización devengadas corrientemente a
partir del antiguo equipo más el input (el coste de funcionamiento) utilizado
conjuntamente con él se usase corrientemente para que el nuevo proceso
proporcionase la oferta de los servicios finales, el efecto sería necesariamente
que la oferta de esos servicios aumentaría temporalmente más allá del nivel al
que se la pudiese mantener permanentemente, ya que, como en su conjunto
(o por término medio) este input maduraría antes de lo que lo hacía en el
pasado, el flujo de servicios finales obtenidos a partir de él, no se enlazaría,
sino que en parte se solaparía con los del antiguo equipo. Para compensar
el hecho de que el equipo antiguo se desgasta más lentamente que el nuevo,
del antiguo y la completa destrucción de su valor. La nueva clase de equipo, en este caso, se instalará solo
para satisfacer la demanda adicional, suscitada por el menor precio del producto, pero no reemplazará
al antiguo equipo hasta que este último se acabe de desgastar.
367
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
será necesario reinvertir en el nuevo equipo a una tasa más lenta, pero a
lo largo de un periodo más largo,12 lo que significa que por un tiempo, por
decirlo así, se podrá prestar recursos a otras industrias, que podrán empezar
la producción de productos que estarán terminados en una fecha concreta
anterior a los que de otra forma habría sido el caso.
12. Estoy pasando ahora por alto el caso en el que, a consecuencia de una caída en el precio, la
demanda del producto aumenta totalmente en proporción o más (es decir, cuando la elasticidad de
la demanda del producto final es mayor que la unidad). En este caso, la reinversión puede continuar
a la misma tasa, o más deprisa que la amortización y el input adicional requerido tendrá que ser re-
tirado de otros usos.
368
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
369
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Podría concluirse de lo anterior que hay que considerar los inventos que
son ahorradores de capital como un caso bastante excepcional, limitado a los
inventos que, si bien reducen la cantidad absoluta de capital requerida para
producir un output dado, en realidad aumentan (aunque, evidentemente, en
una menor medida) la cantidad de input requerida para cooperar con este
capital; pero debemos recordar que hasta ahora solo hemos considerado el
caso en el que el antiguo equipo, que se ha convertido en obsoleto debido
al invento, era de un tipo altamente específico, lo que significa que tenemos
todavía que considerar los casos en los que los recursos no permanentes
concretos, que pasaron a ser menos útiles en su uso original debido al in-
vento, pueden transferirse fácilmente a otros usos. Mientras que estemos
pensando principalmente en maquinaria, no es muy probable que tengan
lugar estos casos, aunque ello no sea en absoluto imposible. Si una industria
que ha utilizado en el pasado un gran número de electromotores pudiera,
debido a un invento, prescindir repentinamente de su mayor parte, estos,
probablemente podrían absorberse por otras industrias sin una gran pérdida
de valor,13 pero es mucho más importante a este respecto lo que se conoce
como capital de funcionamiento o circulante, tal como stocks de materiales,
combustibles, etc.
Si, por poner solo un ejemplo, la industria papelera, debido a algún in-
vento, ya no requiriese madera como materia prima, los stocks de árboles
en pie cultivados, esperando que se los necesitase como materia prima para
la fabricación de papel, no pasarían a ser pura y simplemente superfluos.
Por ejemplo, puede usarse la madera en la producción de seda artificial, lo
que evidentemente no significa que represente el mismo valor, es decir, que
produzca la misma renta. Incluso en un caso tan altamente favorable como
370
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
Es difícil estimar la medida en la que es probable que los inventos que afec-
ten directamente a una determinada industria incrementen de esta forma
la oferta de capital disponible para el resto de la industria. Apenas puede
negarse que en algunos casos particulares pueda no ser insignificante; pero,
en su conjunto, parece que, incluso si añadimos los casos que estamos ahora
discutiendo a los casos más excepcionales discutidos antes, es claramente más
improbable que tengan lugar los inventos que ahorran capital de lo que se
supone por lo común. Puede añadirse aquí que lo que se ha dicho acerca de los
inventos como un ejemplo típico de cambios imprevistos en las condiciones
de producción, se aplica igualmente bien a los cambios imprevistos en la
371
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
14. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, pp. 133.143; J. R. Hicks, 1933, p. 121 ; y Kaldor, «A Case against
Technical Progress?» Economica, N.º 36 (Mayo 1932). [En su nota al pie original Hayek cita a Hicks
como «Hicks, 1933» en lugar de 1932, cuando fue publicado.- Ed.].
372
LOS EFECTOS DE LOS CAMBIOS IMPREVISTOS Y EN PARTICULAR DE LOS INVENTOS
Pero, como sabemos, no hay ninguna razón para suponer que, en el curso
de estos cambios, permanezca igual el valor agregado del capital. De hecho,
lo menos que se puede decir es que es bastante improbable que este sea el
caso. Los inventos, por regla general, tenderán, ciertamente, a aumentar el
rendimiento del capital disponible para la inversión, pero también harán
disminuir o destruirán el rendimiento de parte del equipo capital existente.
Por ello, el aumento del porcentaje de rendimiento del nuevo capital dis-
ponible para la inversión no prueba de forma alguna que aumente la renta
agregada de los capitalistas. No es en absoluto improbable que la reducción
en los rendimientos absolutos de los antiguos bienes de capital supere al
rendimiento adicional del capital que puede invertirse de nuevas formas. En
este caso, aunque el invento sea ahorrador de trabajo en el sentido ordina-
rio, puede muy bien reducir, no meramente la parte relativa, sino incluso
la parte absoluta de los capitalistas y, en cualquier caso, hay pocas razones
para suponer que el rendimiento de los bienes de capital antiguos aumente
al hacerlo el tipo de interés; en consecuencia, apenas alguna vez aumentará
la parte de los capitalistas en proporción al aumento del tipo de interés.
373
Capítulo XXIV
LA MOVILIDAD DEL CAPITAL
375
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
376
LA MOVILIDAD DEL CAPITAL
Pero el uso hecho de esta distinción por muchos de los autores clásicos mues-
tra que, aunque se llegase y definiese desde el punto de vista del empresario
individual, en lo que reamente pensaban era en una distinción en el punto
de vista de la sociedad en conjunto, lo que, sin embargo, coincidiría con la
distinción como se la traza ahora solo bajo supuestos muy especiales. Esto es
particularmente evidente allí donde se utiliza el concepto de capital circulante
como el «fondo» del que se pagará las rentas y en especial los sueldos durante
el periodo corriente. En la mayor parte de las discusiones de estos proble-
mas, el término «capital circulante» se usa para describir la parte del stock
de capital existente que durante el periodo corriente se convertirá en bienes
de consumo.3 Está claro que lo que sea el capital circulante desde el punto
de vista del empresario individual sería idéntico al capital circulante en este
sentido social solo si la producción estuviese totalmente integrada, es decir,
si los diferentes empresarios no se comprasen ningún producto entre sí, sino
que llevasen a cabo el proceso completo de producción de cualquier mercancía
que produjesen, incluyendo la manufactura de cualesquiera herramientas,
etc., en su propia empresa. Como en este caso todas las ventas serían ventas
al consumidor final, la parte del stock de capital que se vendiese dentro de
cada periodo dado y la parte que quedase disponible para el consumo dentro
de dicho periodo, serían necesariamente idénticas.
3. Este significado del término queda especialmente claro en la prolongada discusión de los
efectos de una conversión del capital circulante en fijo, que comenzó con el celebrado capítulo acerca
de la Maquinaria, que Ricardo añadió a la tercera edición de sus Principles. Se encontrará un breve
esbozo de estas discusiones en el Apéndice II.
377
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Es obvio que una clasificación de esta clase, basada en lo alejado del consu-
mo final de un particular bien de capital es de considerable importancia en
cualquier discusión de la movilidad del capital y también estará claro que
la durabilidad de bienes determinados será uno de los factores, pero no el
único factor, que determinará lo remoto de la fecha del consumo que estén
las diferentes partes del stock existente de recursos no permanentes. Parte
de los servicios a obtener de un bien duradero no pueden surgir hasta al-
guna fecha muy distante, pero, obviamente, los servicios a esperar de algún
material que pueda usarse solo en la producción de ese bien duradero están
incluso más lejos del consumo, y el material en cuestión, aunque menos
duradero que el producto hecho con él, habría que considerarlo como más
«fijo». Habría que considerar los ladrillos, por ejemplo, en este sentido, como
más fijos que las casas construidas con ellos. De forma similar, si se usase una
máquina para construir una segunda máquina, que, a su vez, serviría para
la producción de una tercera máquina, y si cada una de estas tres máquinas
durase tres años, el capital representado por la primera de las tres máquinas
sería considerablemente más fijo que el capital representado por otra má-
quina que durase seis años, pero que sirviese al consumo más directamente
y produjese un flujo regular de servicios consumibles.
La razón de por qué la rapidez con la que un bien de capital dado puede
convertirse en bienes de consumo es tan importante en relación con la cues-
tión de cómo puede adaptarse una estructura de capital dada a un cambio
imprevisto, es que es, como hemos visto (véase el Capítulo XII), solo a través
del flujo de renta que producirá un bien de capital concreto será posible
reemplazarlo por un bien de capital de una clase diferente. Y si el cambio
imprevisto no tiene lugar repentina, sino gradualmente, es más probable
que todavía se obtenga una parte sustancial del flujo de renta esperado de
un determinado bien no permanente si el bien rinde esta renta dentro de
un espacio de tiempo comparativamente corto, que si la rinde a lo largo de
un periodo bastante largo que se extienda hacia el lejano futuro.
378
LA MOVILIDAD DEL CAPITAL
Se hace necesario aquí antes de continuar, introducir dos distinciones que son
esenciales para la comprensión de los efectos de los diferentes tipos de cambio.
La primera hace referencia a la naturaleza del cambio considerado. Por una
parte, puede haber cambios, tales como desplazamientos de la demanda entre
diferentes productos, que no hacen en sí mismos deseable que los rendimien-
tos consumibles de los recursos existentes se hagan disponibles antes de lo
que hubiese sido el caso de otra forma, pero que solo se hiciesen disponibles
de una forma diferente. Esto será así si no existen más usos rentables de
la inversión bajo las nuevas condiciones que bajo las antiguas. Si, en estas
circunstancias, el equipo anteriormente usado en la rama de producción de
la que se ha desplazado la demanda es igualmente útil en la rama a la que se
ha desplazado, esta movilidad de los instrumentos concretos entre las dife-
rentes líneas de producción puede en sí misma dar lugar al ajuste necesario
a las nuevas condiciones.
379
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Entonces está claro que la movilidad del capital depende no tanto de lo alejado
que esté en el futuro el momento en el que se esperaba originalmente que los
instrumentos concretos proporcionasen un rendimiento consumible, como de
lo próximo que esté el momento en el que se pueda hacer que produzcan un
rendimiento alternativo. Y la cuestión no será tanto un problema de posibilidad
física como de la dimensión del rendimiento alternativo comparado con el ren-
dimiento que se había esperado originalmente. Por tanto, la movilidad del capital
(como el estrechamente relacionado concepto de liquidez) es una magnitud
que puede representarse adecuadamente solo en dos dimensiones, una que dé
la serie de fechas en las que sean obtenibles los rendimientos alternativos de
un recurso dado y la otra las magnitudes de estos rendimientos alternativos.
consecuencias de la complementariedad
380
LA MOVILIDAD DEL CAPITAL
4. Esta clase de enfoque, ampliamente utilizado por los economistas de la Escuela de Cambridge,
es evidentemente un efecto de la desgraciada extensión del concepto marshaliano de equilibrio a
corto plazo a partir del caso de los equilibrios particulares (donde es lo suficientemente legítima)
381
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
en el más corto de los cortos plazos, el equipo capital no viene dado, sino
que es eminentemente variable, ya que cada acto de producción tira de los
stocks existentes y lleva a la creación de nuevos stocks, y que la dirección de
la producción viene determinada en gran medida por las cantidades relativas
de los diferentes tipos de «capital circulante» (en el sentido de los bienes en
proceso), que resulten estar disponibles y por sus precios. A ello se debe que
hayamos persistentemente argüido que el capital circulante, en este sentido
ordinario del término, posea los atributos característicos del capital en un
grado más alto que el fijo y que, en consecuencia, las teorías que tienden a
subrayar la importancia de los bienes en proceso más bien que de los bienes
duraderos han contribuido más a la comprensión de importantes problemas
en este campo.
el papel de la previsión
a una posición de equilibrio general en la que no tiene ningún sentido. Acerca de ello, véase más
arriba, Capítulo II, p. 49.
382
LA MOVILIDAD DEL CAPITAL
383
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
384
LA MOVILIDAD DEL CAPITAL
tenido del consumo que habría sido compatible con disfrutar de la misma
renta permanentemente, no son los empresarios, sino los consumidores,
que habrían tenido que pagar durante un tiempo un precio por encima del
coste que lleva consigo la producción de la mercancía después de que haya
resultado ser un éxito. Pero, evidentemente, este «ahorro» no es deliberado,
ni representa una abstención del consumo que podría haberse considerado
como permanentemente posible mientras que el resultado de la operación
era todavía incierto. No puede apenas cuestionarse que en el mundo real
una gran parte del equipo que pasa a necesitarse como consecuencia de al-
gún cambio se financia a partir de tales diferencias temporales entre coste
y precio. Puede resultar algo paradójico que cuando se lo suministra de esta
manera, debe considerarse su fuente no como ahorro, sino como una ga-
nancia de capital, una clase de transferencia de capital que significa, no solo
que se forma capital a cambio del que se ha perdido en otro lugar, sino que
se forma exactamente donde más se lo necesita y se lo coloca en las manos
de los más cualificados para usarlo; pero esto se sigue como algo evidente
de las solas definiciones de mantener el capital y del ahorro, que tienen un
significado claro. Se mostrará en el siguiente capítulo que este uso de estos
términos resulta también conveniente a otros respectos.
385
Capítulo XXV
«AHORRO», «INVERSIÓN»
Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
387
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Estas conclusiones tienen más bien consecuencias de largo alcance con res-
pecto a los muy usados, o muy abusados, conceptos de ahorro e inversión. Si
el stock de capital que se requiere en una sociedad cambiante para mantener
constante la renta en momentos sucesivos no puede definirse en ningún
sentido como una magnitud constante, es también imposible decir que cual-
quier sacrificio de la renta actual dirigido a hacer aumentar la renta futura
(o a la inversa) lleve necesariamente a cambio neto alguno en la cantidad
de capital. Aunque el ahorro y la inversión, en el sentido ordinario de estos
términos, son obviamente uno de los factores que afectan a la magnitud del
capital (en cualquier sentido cuantitativo concebible), no son en absoluto el
único factor. Por ello no puede considerarse los cambios en la dimensión del
stock de capital como indicaciones de qué sacrificios de la renta presente se
ha hecho o se está haciendo en interés de la renta futura. Esta idea, que es
lo suficientemente adecuada para el análisis de los efectos de un cambio bajo
condiciones por lo demás estacionarias, tiene que ser enteramente abandonada
en el análisis de un proceso dinámico. Si queremos mantener la conexión
entre el concepto de ahorro e inversión, y el concepto de un sacrificio de la
renta potencial presente en interés de la futura 2 no podemos determinar la
dimensión ni del ahorro ni de la inversión con base a ninguna referencia
2. Más tarde, mostraremos que es este último concepto el que es importante a efectos de cómo
se usan habitualmente los términos ahorro e inversión.
388
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
389
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Pero si no hay que formular esta distinción de esta forma particular, ¿por
qué hay que sustituirla? En términos generales, la respuesta no es difícil. Si
ya no podemos seguir hablando en términos de aumentos y disminuciones
absolutas de capital, tenemos que intentar hacer una comparación más directa
de la distribución temporal de la renta. La contabilización del capital, como
se ha mostrado antes, es en sí misma solo un método abreviado de realizar
esta comparación de una forma indirecta, y si falla este método indirecto, lo
natural es volver a su lógica y llevar a cabo la comparación explícitamente.
El método indirecto consiste en comparar el aumento o disminución con el
supuesto caso estándar, en el que el capital permanece «constante», llegando
así a los conceptos de ahorro neto (renta neta menos consumo) e inversión
neta, y luego yuxtaponiendo estos conceptos derivados. En lugar de ello,
necesitamos realizar una comparación directa de las intenciones de los
consumidores y las intenciones de los productores, considerando la forma
de los flujos de renta que quieran consumir y producir, respectivamente.
de estos dos conceptos es de poca importancia, sino que claramente induce a error, porque sugiere
que los factores que llevan a la inversión en capital fijo son diferentes de los que influyen sobre la
inversión en capital circulante. Los conceptos de ahorro e inversión brutos deberían desaparecer del
análisis económico con la división tajante entre capital fijo y circulante (o, por la misma razón, entre
el periodo corto y el periodo largo).
390
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
Si los valores que los consumidores atribuyen a las fuentes de renta futura
(en términos de la renta presente) son mayores que el coste (en términos de
la renta presente) de reproducir nuevas fuentes de renta futura de la misma
magnitud, se producirán muchas más fuentes de renta futura y viceversa. Y,
suponiendo que las valoraciones relativas de los consumidores no cambian
bruscamente —como es improbable que lo hagan si la renta que se hace dis-
ponible en cada periodo sucesivo es igual a la renta y las fuentes de la renta
futura que han planeado— los importes de renta presente y las fuentes de renta
futura a la que dará lugar la producción en cada periodo sucesivo, tenderán a
ser tales que sus costes relativos (en términos unos de otros) corresponderán
aproximadamente a los valores relativos que les asignen los consumidores.
Pero si, por alguna razón, los precios de las fuentes de renta futura han su-
bido, dejando de corresponder con las valoraciones de los consumidores, el
resultado será que se añadirán más fuentes de renta futura para el siguiente
391
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
5. [La situación que describe aquí Hayek corresponde a la fase de «malinversión» del ciclo econó-
mico austriaco. Los precios de los bienes de capital de orden más alto han crecido demasiado porque el
tipo de interés se encuentra por debajo de su valor de equilibrio (lo que, a su vez, lo más plausible es
que se deba a una política monetaria expansiva).- Ed.].
6. Acerca de la relación entre las fechas en las que cambia la dirección y el volumen de la inversión
y la fecha en la que se requiere el ahorro, véase más arriba el Capítulo XX, pp. 327-329.
392
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
qué los cambios monetarios son especialmente apropiados para dar lugar a
este tipo de expectativas erróneas.7
Pero, aunque sea posible, como primera aproximación, tratar este problema
en términos de las relaciones entre ahorro e inversión, esta terminología crea
considerables dificultades en cuanto la apliquemos a cualquier caso, excepto
a los casos ceteris paribus más simples. Bajo el supuesto de que las demás
condiciones permanezcan constantes, (es decir, conocimientos, gustos, etc.
constantes), podremos tratar a las variaciones del lado de la inversión en
términos de variaciones de los periodos de inversión y de las variaciones en
la cantidad de capital que han originado.8 Podríamos decir que, al aumentar
los periodos de espera y acumulando así más capital, los productores causan
una brecha temporal en el flujo de renta, que lleva a una relativa escasez de
bienes de consumo, a no ser que los consumidores restrinjan su consumo
en la cuantía correspondiente. Y lo mismo, mutatis mutandis, podría decirse
para una reducción de los periodos de inversión y una disminución del capital.
Pero, tan pronto como prescindamos del supuesto ceteris paribus, esto deja
de ser una formulación correcta. La correspondencia entre los valores que
van unidos a las fuentes de renta futura y sus costes, deja de depender del
coste de reproducir las mismas cantidades y tipos de bienes de capital que
hacían posible previamente producir una cierta renta futura.
Puede tener lugar una inversión adicional, en el sentido de que se reduz-
ca por un tiempo el output total para aumentarlo en una fecha posterior,
aunque se reduzca simultáneamente la cantidad de capital. Las interrupcio-
nes en el flujo constante de bienes de consumo, que, si hay que evitar las
perturbaciones, necesitan cambios correspondientes de las actitudes de los
consumidores, solo tendrán lugar si no se mantiene la cantidad de capital al
7. [Acerca del papel de las expectativas en la teoría del ciclo económico de Hayek, véase su ensayo
«Price Expectations, Monetary Disturbances and Malinvestment», en Profits, Interest and Investment,
reimpreso en Hayek, Good Money, Part I: The New World, pp. 232-44.- Ed.].
8. Expresadas como un múltiplo de la renta de cualquier periodo elegido arbitrariamente.
393
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
nivel que se requiera bajo las condiciones que prevalezcan en ese momento
para proporcionar tal flujo constante de renta.
9. Parecería que podría haberse explicado todo esto de forma más simple, comparando el coste del
output de los bienes de consumo que llegan al mercado durante un periodo dado con el gasto en este
output (o comparando la parte de todos los factores de producción que han contribuido al output de
un periodo dado con la parte de su renta que gastan en el output). Esto sería totalmente satisfactorio,
si no fuese por el hecho de que el concepto de coste (y, evidentemente, de renta) depende él mismo
del concepto de mantener el capital intacto. Esta forma de formular la relación sería adecuada solo si
contásemos el coste (en términos del consumo presente) que se necesita no para mantener el capital
intacto en algún sentido cuantitativo, sino para proporcionar fuentes de tanta renta futura como
deseen comprar los consumidores a los precios que cubren los costes.
10. Debería quizá señalarse de nuevo que los conceptos de ahorro e inversión «brutos», tal y
como se los utiliza habitualmente, no sirven para superar esta dificultad. No hay ninguna razón por la
que las cantidades producidas de determinadas clases de bienes, en especial bienes duraderos, deberían
oscilar dentro de cualquier proporción estricta con la parte de los recursos corrientes que se dedican a
satisfacer necesidades futuras en contraposición con las presentes, ni tampoco hay ninguna razón de
por qué dicha parte de los ingresos monetarios brutos («renta bruta») de los miembros de la sociedad
que no dedican al consumo corriente, deberían oscilar siempre de la misma forma que la parte de sus
394
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
Quizá sea necesario recordar al lector que aquí no nos estamos ocupando
todavía de las diferencias entre ahorro e inversión a que dan lugar las causas
monetarias. De la misma forma en que las diferencias entre la demanda y la
oferta de cualquier mercancía pueden originarse, ya sea por un mero cambio
en la demanda o por la aparición de una demanda monetaria totalmente
nueva, así, las diferencias en la demanda y la oferta de bienes presentes (o
futuros) puede surgir generalmente, o bien por desplazamientos en la de-
manda o por variaciones monetarias; y de igual forma que en el caso de una
variación de la demanda de cualquier mercancía, los efectos serán diferentes
según se deba esta variación a un mero desplazamiento de la demanda o a
una variación monetaria, las consecuencias de una diferencia entre «ahorro»
e «inversión» serán distintas, según sean originadas por un cambio real o
monetario. La esencia de la diferencia, para mencionarla brevemente aquí,
es que los cambios monetarios están destinados a suscitar expectativas que
se verán inevitablemente frustradas. A pesar de ello, este no es lugar para
considerar con mayor detalle los errores de los empresarios a que darán
lugar estos cambios monetarios y que son probablemente la principal causa
de las fluctuaciones del ciclo industrial. Examinaremos brevemente estos
problemas en la parte final del presente estudio.
recursos totales que quieren dedicar a hacer frente a las necesidades futuras. Para dar un significado
concreto a estos conceptos de ahorro bruto e inversión bruta, habría que hacer explícitamente algunos
supuestos muy concretos e irreales acerca de las relaciones entre el flujo de pagos monetarios y el
flujo de bienes, de alguna forma, de manera similar a los supuestos que subyacen a mi propio análisis
en Prices and Production (2.ª ed., 1935, pp. 43-45 y 120-122).
395
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
11. Veremos ahora que lo que es probable que tenga importancia en este contexto, no es solo
una redistribución de la renta neta en el sentido habitual.
396
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
397
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
12. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, pp. 186-187: «Por otra parte, puede aumentarse a largo plazo
el volumen de capital fijo por la conversión de capital circulante en fijo —en la medida en que sea
generalmente rentable— pero no puede disminuir en forma apreciable —siendo la operación inversa
usualmente imposible. Por ello está, en la mayoría de los aspectos, al mismo nivel que los factores
productivos originales invariables, trabajo y tierra. Esta circunstancia es a veces evidente durante los
booms, en donde se convierte grandes cantidades de capital circulante en fijo y no es posible sustituir
aquél con la suficiente rapidez».
13. [Hayek quiere decir aquí con un aumento de la extorsión monopolista contra los capitalistas,
un alza de los salarios impulsada por los sindicatos, como queda claro en los siguientes párrafos.- Ed.].
398
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
14. Un intento que hizo el presente autor hace algunos años en esta dirección (1932b), en rea-
lidad, no tuvo en cuenta la dificultad mencionada en el texto, aparte de haber sido hecha todavía en
términos de variaciones en la cantidad absoluta de capital, en lugar de, como debería ser, en términos
de la correspondencia o la no correspondencia entre las proporciones en las que se ofrece y demanda
los bienes de capital y los de consumo. Cf. también Machlup, 1935d, y E. Schiff, 1933. [Hayek refiere
a su artículo «Kapitalaufzehrung», Weltwirtschaftliches Archiv, vol. 36, julio de 1932, pp. 86-108. En
el volumen 11 de The Collected Works of F.A. Hayek aparecerá una traducción del artículo, titulada
«Capital Consumption».- Ed.].
399
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
400
«AHORRO», «INVERSIÓN» Y EL «CONSUMO DE CAPITAL»
401
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
402
Parte IV
LA TASA DE INTERÉS
EN UNA ECONOMÍA
MONETARIA
Capítulo XXVI
FACTORES QUE AFECTAN
AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
La tarea de las tres primeras partes de este libro ha sido mostrar, por medio
del mismo método general usado por el análisis de equilibrio para explicar
los precios de las diversas mercancías en un momento dado, por qué habrá
ciertas diferencias entre los precios de los factores de producción y los pre-
cios esperados de los productos, y por qué estas diferencias se encontrarán
en una cierta relación uniforme con los intervalos temporales que separan
las fechas en las que se pagan estos precios. De acuerdo con una antigua prác-
tica establecida, hemos descrito estas diferencias de precios, que pueden
expresarse en términos de una tasa temporal, como el tipo de interés; pero,
como ya hemos advertido al lector al principio de este libro, este «tipo de
interés» no es idéntico al precio de los préstamos monetarios al que se aplica
este término en una economía monetaria. No se trata de un precio que se
pague por una cosa determinada, sino una tasa de las diferencias entre los
precios, que transciende a toda la estructura de precios. En lo que se refiere
al tipo de interés monetario, nuestro tipo de interés es meramente uno de
los factores que ayudan a determinarlo, y es el fenómeno que le correspon-
de más de cerca que podamos encontrar en nuestra imaginaria economía
no monetaria. Pero, si no fuese por el bien establecido uso, probablemente
habría sido mejor referirse a este fenómeno «real», bien, como hicieron los
economistas clásicos ingleses, como la tasa de beneficio, o por algún término
tal como el Urzins alemán.1
1. [Mises, en este contexto, se refería al «tipo originario de interés»; cf. Mises, Human Action,
pp. 526 y ss.- Ed.].
405
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. [La terminología común de hoy en economía y finanzas distingue el «tipo nominal de interés»
(en unidades monetarias) de un préstamo del «tipo real de interés» (en unidades de poder de compra
constante, es decir, ajustándolo a la variación del poder de compra de la unidad monetaria) en el mismo
406
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
préstamo. Por el contrario, Hayek aquí distingue la tasa de rendimiento de un préstamo monetario
de la tasa de rendimiento implícita en el diferencial de precios entre una cesta de inputs (recursos) y
el output (mercancía) que produce.- Ed.].
3. Para ver el significado exacto del concepto de un tipo temporal uniforme de rendimiento (me-
dido en términos de cualquier mercancía), compárese más arriba pp. 214-215.
4. [Puede decirse igualmente que la causación va en la otra dirección: la existencia de préstamos
a un x% anual es una fuente principal de la demanda que hace crecer el precio de una cesta de inputs
a un x% anual del output futuro que produce. O, quizá, ayude más decir que la correspondencia
entre el tipo de interés de un préstamo y la diferencia de precios entre las fases de producción es una
relación de equilibrio mutuamente determinada.- Ed.].
5. [En otras palabras, si no hay perturbaciones en el stock de dinero (M) o la velocidad de circu-
lación del dinero (V) y, por tanto, ningún desbordamiento procedente del desequilibrio monetario a
los mercados financieros, podemos suponer que el tipo de interés se encontrará en su valor natural o
de equilibrio, tal y como venga determinado por los factores no monetarios.- Ed.].
407
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Mientras que esta sería indudablemente la posición, una vez que se hubiese
establecido el equilibrio, es uno de los más antiguos hechos conocidos por la
teoría económica que las variaciones de la cantidad de dinero o de su «velo-
cidad de circulación» (o «demanda de dinero») desviará el tipo de interés de
esta posición de equilibrio y puede mantenerla por periodos considerables
de tiempo por encima o por debajo de la cifra determinada por los factores
reales. Este hecho apenas ha sido negado alguna vez por los economistas,
y desde la época de Richard Cantillon y David Hume 6 ha sido objeto de un
6. Cf. R. Cantillon, Essai sur la nature du commerce en général (1754), Parte III, caps. 7 y 8; y D.
Hume, Essays Moral, Political, and Literary (1752), Parte II, Ensayo IV, «On Interest». [En su celebrado
Essai, Richard Cantillon (¿1697?-1734), banquero del que solo se conocen algunos detalles biográficos,
describió los efectos de los precios relativos sobre las variaciones de la oferta monetaria, a los que a
veces se llama «efectos Cantillon». David Hume (1711-1776), hoy mejor conocido como filósofo, hizo
importantes contribuciones a la teoría monetaria. En el citado ensayo, Hume comienza señalando
que «el bajo interés generalmente se adscribe a la abundancia de dinero», pasando luego a mostrar
que esa adscripción es inválida a largo plazo. Hume señala el caso excepcional de la importación por
408
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
parte de España del oro y la plata del Nuevo Mundo, en la que una larga entrada de metales preciosos
redujo transitoriamente los tipos de interés al aumentar la oferta de fondos prestables por encima de
la demanda. En su nota original, Hayek equivoca las fechas iniciales de publicación de ambas citas, así
como el título del ensayo de Hume, que citó como «On Interest».- Ed.].
7. [Los economistas se refieren hoy al «efecto de liquidez» sobre los tipos de interés de un exceso
de oferta o de demanda de dinero. Las estimaciones empíricas de la dimensión y persistencia del efecto
de liquidez varían ampliamente, cuestionando algunos investigadores modernos su existencia. Los
teóricos continúan trabajando en la elaboración del efecto en modelos rigurosos.- Ed.].
8. A la vista de la aparentemente difundida impresión de que la influencia de las consideraciones
de liquidez sobre el tipo de interés es un nuevo descubrimiento, quizá pueda excusarse a este autor por
señalar que hace más de diez años describió las fluctuaciones cíclicas como debidas en gran parte al hecho
de que el tipo de interés, a corto plazo, viene «determinado por consideraciones de liquidez bancaria»
(Geldtheorie und Konjunkturtheorie,Viena, 1929, p. 103; edición inglesa, Monetary Theory and the
Trade Cycle, Londres, 1933, p. 180). [Hayek aquí desmiente la novedad de la teoría de la «preferencia
por la liquidez» del tipo de interés que expuso Keynes en su General Theory, op. cit., cap. 13.- Ed.].
9. [John Law (1671-1729) fue un financiero escocés cuya Compañía del Mississippi obtuvo con-
cesiones comerciales monopolísticas de la corona francesa y cuya Banque Générale (más tarde deno-
minada Banque Royale) intentó refinanciar la deuda nacional francesa introduciendo dinero papel. Sus
planes explotaron en la tristemente célebre Burbuja del Mississippi de 1720. En su tratado Money and
Trade Considered: With A Proposal for Supplying the Nation with Money (1705) Law señaló que un
aumento de la cantidad de dinero reduce el tipo de interés.- Ed.].
10. Véase L.A. Hahn, Volkswirtschaftliche Theorie des Bankkredits, Tiibingen, 1920, pp. 102 y ss.,
capítulo titulado «Der Zins als Preis des Liquiditätsverlustes». [L. Albert Hahn (1889-1968), banquero y
economista alemán, emigró a Estados Unidos y enseñó en la New School for Social Research (1939-53).
Sus puntos de vista evolucionaron desde los proto-keynesianos, en el libro de 1920 que cita aquí Hayek,
a anti-keynesianos en The Economics of Illusion: A Critical Analysis of Contemporary Economic Theory
and Policy (Nueva York: Squier, 1949). Véase otra exposición de lo mismo en Donald Boudreaux y
George Selgin, «L. Albert Hahn: Precursor of Keynesianism and the “Monetarist Counterrevolution”»,
History of Political Economy, vol. 22, verano de 1990, pp. 261-279.- Ed.].
409
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Está claro que, para el individuo, la posesión de dinero es una forma de man-
tener sus activos 13 que competirá con las otras formas de invertir los recursos
410
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
14. [En otras palabras, incluso si no podemos medir directamente su beneficio a partir del dinero
mantenido, sabemos que el individuo igualará su beneficio del dólar marginal que tiene a su coste
de oportunidad (el rendimiento del interés que podría ganar invirtiendo ese dólar, neto de costes de
transacciones).- Ed.].
411
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
15. [Puede considerarse que Hayek adopta aquí una posición intermedia. Si la preferencia por la
liquidez y la cantidad de dinero fuesen los determinantes primarios o exclusivos del tipo de interés,
como mantiene Keynes, entonces el tipo de interés no sería capaz de coordinar los planes del consumo
intertemporal con los planes de la producción intertemporal (o «el ahorro» con la «inversión»). Por otra
412
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
En este capítulo nos ocuparemos solo de los efectos que tendrán estos
factores monetarios sobre la determinación del tipo de interés a muy corto
plazo, dejando para el siguiente capítulo la discusión de las repercusiones más
lentas de cualquier cambio, lo que significa, en particular, que consideraremos
aquí solo el equilibrio temporal que se establezca cuando haya tenido lugar
un cambio en el mercado de los préstamos monetarios y antes de que hayan
tenido tiempo de afectar a los rendimientos esperados los cambios consi-
guientes en la renta y la demanda final.16 Pero para simplificar el argumento
en esta primera fase, supondremos que solo existe una clase homogénea de
dinero, cuya cantidad es fija y que está claramente demarcada, en cuanto a su
liquidez, de todos los demás activos, ya sean préstamos monetarios o activos
reales, considerándose todos los demás activos, a los presentes efectos, como
igualmente ilíquidos. La consecuencia más importante de este supuesto es
que, en el presente contexto, podemos pasar por alto cualesquiera diferencias
entre las diferentes tasas de rendimiento de los fondos invertidos en cualquier
sentido y, particularmente, entre el tipo de interés y la tasa de beneficio. De
esta forma, podemos limitarnos a la relación entre el rendimiento puramente
psíquico de mantener dinero y todos los demás rendimientos físicos de las
inversiones de cualquier especie.
parte, si los factores de la oferta y demanda de dinero nunca han tenido más que un efecto despreciable
sobre el tipo de interés, entonces los impulsos monetarios no podrían ser responsables de perturbar
la coordinación intertemporal como lo hacen en la teoría del ciclo económico de Mises-Hayek.- Ed.].
16. [En lenguaje de libro de texto, Hayek considerará aquí solo el efecto liquidez y no el subsi-
guiente efecto de renta nominal de una variación de la oferta o demanda de dinero.- Ed.].
413
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
17. [Hayek hace aquí la importante observación de que mantener dinero es, en alguna medida,
complementario, y no meramente una alternativa, a invertir riqueza en la formación de capital. Esto lo
pondrá de manifiesto más tarde en contra de la concepción keynesiana del «efecto Tobin» de que una
mayor inflación, al desalentar la tenencia de dinero, promueve la formación de capital. Véase Adam
Stockman, «Anticipated Inflation and the Capital Stock in a Cash-in-Advance Economy», Journal of
Monetary Economics, vol. 8, noviembre de 1981, pp. 387-93.- Ed.].
414
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
415
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
18. Probablemente, ha habido alguna confusión con la idea de que, bajo competencia perfecta, el
patrón de la demanda de inversión al que se enfrente cualquier individuo tiene que ser horizontal, es
decir, que la cantidad que puede invertir a cualquier tipo de interés es ilimitada. Pero, aparte del hecho
de que la competencia perfecta requiere meramente que nadie cuente con que su acción afecte a los
precios, aquí no nos enfrentamos con las oportunidades de inversión que se ofrecen a un individuo,
sino con el patrón de la demanda de inversión de la sociedad como un todo.
19. Cf. J.R. Hicks, 1937, p. 153. [John R. Hicks (1904-1989) fue lector en la London School of
Economics (1931-35), donde fue colega de Hayek durante varios años; luego pasó a Cambridge
durante tres años; en el periodo 1938-46 fue profesor de economía en Manchester y después pasó el
resto de su carrera en Oxford (1946-1971). Fue co-recipiendiario del Premio Nobel de Economía de
1972. El artículo de 1937 que Hayek cita aquí fue la fuente clásica del modelo keynesiano IS-LM, que
durante décadas fue el instrumento analítico estándar de los libros de texto de macroeconomía.- Ed.].
416
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
que utiliza el Profesor Hicks, que incluye todos los efectos indirectos sobre
la renta. Nuestra curva representa simplemente lo que Mr. Keynes llama el
esquema de la demanda de inversiones o el esquema de la eficiencia marginal
del capital en el momento en cuestión.
Este método de representación significa que, en lugar de preguntar, como
hace Mr. Keynes, qué cantidad de dinero querrá mantener la gente a diversos
tipos de interés y beneficio y con una renta monetaria dada, preguntamos
qué cantidades de dinero estará dispuesta a gastar la gente en inversiones
con saldos monetarios dados, pero para diferentes tasas de rendimiento, lo
que significa que tratamos a la renta como una variable dependiente.
De la definición de nuestras curvas se sigue que el tipo de interés y be-
neficio se fijarán en cualquier momento en el punto de intersección de las
dos curvas (el punto P del diagrama). Supongamos ahora que el esquema
de la demanda de inversión (nuestra curva b) se ve desplazada hacia arriba,
digamos, por un invento. Si los saldos en dinero estuviesen rígidamente
fijos, de forma que el aumento de los rendimientos esperados no indujese a
la gente a sacar dinero de sus saldos (es decir, si la curva a fuese una línea
vertical), el tipo de interés aumentaría por la cantidad total del aumento del
esquema de demanda de inversiones. O, en otras palabras, si la demanda de
dinero fuese perfectamente inelástica con respecto al tipo de interés, éste
dependería únicamente de la productividad de la inversión (y la tasa de aho-
rro, que, sin embargo, a efectos de nuestro presente análisis a corto plazo,
417
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
20. [Un desplazamiento hacia arriba de la curva b similarmente no tendrá ninguna influencia
a un plazo inmediato sobre la magnitud del tipo de interés si el banco central apunta a un objetivo
de tipo de interés constante ampliando la cantidad total de dinero en tanto como sea necesario para
evitar que aumente el tipo de interés. Esa expansión monetaria se mostraría en el diagrama de Hayek
desplazando la línea vertical del punto N a la derecha (representando ON la cantidad del stock mo-
netario), tirando de la curva a unida a ella hacia la derecha tanto como sea necesario para mantener
el nivel del tipo de interés de equilibrio i constante a la vista de un desplazamiento hacia arriba de la
curva b. A más largo plazo esa política elevaría la renta nominal y, con ello, ejercería una presión al
alza ulterior sobre la curva b y el tipo de interés.- Ed.].
418
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
Es instructivo considerar algo más de cerca las condiciones en las que esto
podría ser cierto, lo que mostrará lo extremadamente limitada que es la apli-
cación de este caso teóricamente posible. Una curva a horizontal, como hemos
visto, significaría que la gente, en todas las circunstancias, invertiría solo lo que
pudiese invertirse a una tasa fija de rendimiento, independientemente de lo
grandes que fuesen las cantidades. La única condición bajo la que, en todo caso,
esto podría resultar probable, es que la tasa de rendimiento ya hubiese caído
tanto como para compensar exactamente el riesgo extra de prestar o invertir
en activos reales, en comparación con el mantener dinero; en esta situación, la
gente invertiría tanto como pudiese a dicho tipo mínimo y atesoraría el resto.
Pero como sabemos que la gente presta incluso a una fracción del uno por ciento,
este mínimo es, evidentemente, muy bajo. Por tanto, toda la discusión implicaría
que hay alguna cifra mínima de la tasa de rendimiento por debajo de la cual no
caería nunca, y que si se la ha alcanzado, se financiarán todas las variaciones
de la cantidad de inversión por medio de variaciones exactamente iguales en
los saldos monetarios ociosos. Pero incluso esto solo sería exactamente igual
en la vida real si pudiésemos considerar la tenencia de dinero, como hacemos
aquí, como si no estuviese sujeta a pérdida o depreciación. De hecho, sabemos
que esto no es así y que en algunas circunstancias la gente incluso pagaría algo
por mantener su dinero de alguna forma que no sea dinero líquido (o incluso
saldos bancarios), es decir, a veces preferirán invertir incluso con una tasa de
rendimiento negativa. Por ello, parece que tenemos que suponer que las can-
tidades de dinero que la gente esté dispuesta a mantener, disminuye cada vez
que aumente la tasa esperada de rendimiento, a partir de cero, o incluso por
debajo de cero, hacia arriba, y que, por ello, nuestra curva a tendrá en toda su
trayectoria una pendiente hacia arriba en mayor o menor grado.
Por lo tanto, podemos ir olvidándonos del caso de una curva a que sea absolu-
tamente horizontal, ni siquiera en algunos tramos, y podemos concentrar
419
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
420
FACTORES QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS A CORTO PLAZO
muestra cómo los dos usos del dinero que compiten entre sí determinarán
conjuntamente a corto plazo la tasa de rendimiento de todas las clases de
inversión y lo equivocada que tiene que ser cualquier afirmación de que el
tipo de interés dependa siempre solamente, o bien de la preferencia por la
liquidez, o de la productividad. La teoría de que el tipo de interés depende
solamente de la preferencia por la liquidez es una inferencia del supuesto
implícito de que toda la demanda de dinero se debe a la preferencia por la
liquidez —o, al menos, que puede considerarse constante la demanda de di-
nero para otros propósitos. Ahora quedará también claro que no es suficiente,
como han hecho los profesores Hicks y Lange,21 añadir pura y simplemente
el volumen de renta monetaria a la preferencia por la liquidez como un
segundo determinante, ya que, antes que puedan aumentar los ingresos
con una cantidad determinada de dinero, tiene que tener lugar un aumento
de los rendimientos para inducir a alguien a reducir sus saldos ociosos. Y
solo a consecuencia de un aumento previo de las inversiones, que, a no ser
que nuestra curva a sea horizontal, significará un tipo más alto de interés,
aumentarán los ingresos y la demanda final y, a su vez, afectarán al patrón
de la demanda de inversión, lo que, sin embargo, ya se encuentra fuera de los
efectos a muy corto plazo que estamos considerando en el presente capítulo.
Por ello, no puede negarse que, incluso en el más corto de los cortos plazos,
el patrón de la demanda de inversión tiene una influencia directa sobre el
tipo de interés y que cualquier cambio en aquella llevará directamente a un
cambio en este.
21. O. Lange, 1938, pp. 16 y ss. [Oscar Lange (1904-1965) enseñó en la Universidad de Chicago
(1937-45) antes de volver a su nativa Polonia como consejero del gobierno estalinista de postguerra.
Aparte de su obra sobre la teoría del ciclo económico y el interés, es famoso que en el debate del
cálculo socialista argumentase a favor de la superioridad del «socialismo de mercado», una economía
propiedad del Estado que guía la producción haciendo que los planificadores centrales fijen de forma
inteligente «precios contables» con respecto a los que optimizarán los gestores de las fábricas y otros
funcionarios. Mises y Hayek adoptaron la posición contraria de que es necesaria una competencia
en el mercado real entre los propietarios de los recursos privados para generar precios exactos de los
bienes de capital y establecer una asignación racional de los recursos.- Ed.].
421
Capítulo XXVII
FUERZAS A LARGO PLAZO
QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
1. [Por ejemplo, un aumento del rendimiento esperado de la inversión, al hacer que crezca el
coste de oportunidad de mantener efectivo, hará que crezca la velocidad de circulación del dinero y,
de esa forma, la demanda nominal agregada.- Ed.].
423
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
2. Esto significa los recursos sin utilizar que podría haber habido a precio vigente en el mercado.
Evidentemente, siempre habrá más reservas que solo se ofrezcan si los precios aumentan.
424
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
425
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
426
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
427
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
3. [El movimiento de la tecnocracia, fundado por el ingeniero americano Howard Scott (1890-
1970) después de la Primera Guerra Mundial, ganó popularidad en los 1920 y particularmente durante
la depresión de los 1930. La tecnocracia es un sistema socio-económico basado en la abundancia y no
en la escasez. Los avances técnicos, como la automatización, han dado lugar a amplios incrementos en
la eficiencia productiva, creando una abundancia de factores de producción, pero el antiguo sistema
económico basado en la escasez lleva a la competencia entre los trabajadores y a una caída del nivel
de vida. Por medio de la gestión científica, el estado tecnocrático asegurará que los beneficios de la
tecnología sean compartidos por todos.- Ed.].
4. Debería haber pensado que el abandono de la distinción tajante entre los «bienes libremente
reproducibles» y los bienes de escasez absoluta y el haber puesto en su lugar el concepto de los diver-
sos grados de escasez (de acuerdo con los costes crecientes de reproducción) era uno de los mayores
avances de la economía moderna; pero Mr. Keynes desea, evidentemente, que volvamos a la antigua
forma de pensar. Esto es, en todo caso, lo que parece ser que significa su uso del concepto de «cuellos de
botella», concepto que me parece pertenece esencialmente a una ingenua fase anterior del pensamiento
económico y cuya introducción en la teoría económica apenas puede considerarse como una mejora.
428
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
[La discusión de los «cuellos de botella» de Keynes aparece en el capítulo 21 («The Theory of Prices»)
de The General Theory, pp. 300-1.- Ed.].
5. Es característico que, cuando finalmente, hacia el final de su libro, Mr. Keynes pasa a discutir los
precios, la «Teoría del Precio» es para él meramente «el análisis de las relaciones entre las variaciones
de la cantidad de dinero y las variaciones en el nivel de precios» (Teoría General, p. 296).
6. Cf. Teoría General, p. 137: «Tenemos que determinar el tipo de interés a partir de alguna otra
fuente y solo después podremos valorar el activo “capitalizando” su rendimiento prospectivo».
7. La razón por la que Mr. Keynes no saca esta conclusión y la explicación general de su peculiar
actitud frente al problema de la determinación de los precios relativos es, presumiblemente, que bajo la
influencia de la doctrina del «coste real» que hasta el presente día juega tan gran papel en la tradición
de Cambridge, supone que los precios de todos los bienes, excepto los más duraderos, están, incluso
a corto, plazo determinados por los costes. Pero, independientemente de lo que se piense acerca de la
utilidad de una explicación basada en los costes de los precios relativos en el análisis de equilibrio, debería
estar claro que carece en absoluto de utilidad en cualquier discusión de los problemas del corto plazo.
429
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
No tenemos por qué ir mucho más lejos con este argumento para ver que lleva
a conclusiones contradictorias. Incluso en el caso que hemos considerado antes
de un aumento de la demanda de inversión debido a un invento, el mecanismo
que restaura la igualdad entre beneficios e interés sería inconcebible sin un
determinante independiente de los precios de los factores de producción, a
saber, su escasez. Ya que si los precios de los factores de producción dependiesen
directamente del tipo de interés dado, no podría aparecer ningún aumento
de los beneficios y no tendría lugar ninguna expansión de la inversión, ya
que los precios quedarían fijados automáticamente para hacer la tasa de
beneficio igual al tipo de interés dado.8 O, si se considerase como invariables
los precios iniciales y se supusiese que se dispone de ofertas ilimitadas de
factores a estos precios, nada podría reducir la mayor tasa de beneficio al nivel
del tipo de interés invariable. Está claro que, si queremos llegar a entender
el mecanismo que determina la relación entre costes y precios, y por tanto
la tasa de beneficio, es a la escasez relativa de los diversos tipos de bienes de
capital y de los otros factores de producción a dónde debemos dirigir nuestra
atención, ya que es su escasez la que determina sus precios. Y aunque pueda
haber, en la mayor parte de las veces, algunos bienes en los que un aumento
de su demanda pueda dar lugar a algún aumento de la oferta sin un aumento
de sus precios, en conjunto será más útil y realista suponer a efectos de esta
investigación que la mayoría de las mercancías serán escasas, en el sentido de
que cualquier aumento de la demanda, ceteris paribus, llevará a un aumento
de sus precios. Debemos dejar la consideración de la existencia de recursos
8. [Es decir, si solo importase el lado de la demanda, un invento que hiciese crecer el valor del
output de una determinada máquina en un uso determinado haría inmediatamente que creciese en
la forma correspondiente el precio de esa máquina, y de la misma forma haría que aumentasen los
precios de los inputs utilizados para construir la máquina. Hayek está señalando que esos aumen-
tos de precios, de hecho, están restringidos a la medida en la que la máquina o los inputs puedan
también utilizarse de formas alternativas (cuya productividad no se vea directamente afectada por
el invento) y, por tanto, tengan una curva de oferta menos que perfectamente vertical para el uso
en cuestión. En el caso en el que se suponga que un invento aumente la productividad de todos los
bienes de inversión, siguen quedando inputs utilizados en la producción inmediata de bienes y ser-
vicios de consumo.- Ed.].
430
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
9. No debemos dejar que nos confunda el hecho de que, por razones especiales relacionadas con
el carácter de competencia imperfecta de muchos mercados al por menor, los precios al por menor de
los bienes de consumo sean desgraciadamente lentos en sus movimientos. Aparentemente el hecho es
que para el vendedor al por menor individual, la elasticidad precio de la demanda de sus productos es
431
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
en su producción. Pero una vez que los precios comiencen a crecer, la de-
manda adicional de fondos ya no estará limitada a los propósitos de la nueva
inversión adicional dirigida a satisfacer la nueva demanda. Al principio —y
este es un punto importante que a menudo se pasa por alto— solo aumen-
tarán los precios de los bienes de consumo y de los otros bienes que puedan
convertirse rápidamente en bienes de consumo y, en consecuencia, también
aumentarán solamente los beneficios en las fases tardías de la producción. Para
que el alza de precios se haga general y ejerza un efecto proporcional sobre
los precios de todos los diversos factores de producción, como resulta que se
supone generalmente que es el caso normal, no solo será necesario que los
productores en todas las fases se encuentren en la posición, en un momento
y al mismo tiempo, de gastar proporcionalmente más, sino que también sería
necesario que el aumento de las rentas a que daría lugar este mayor gasto
no lleve a un aumento ulterior de la demanda de bienes de consumo y a un
ulterior aumento de sus precios. En caso contrario, los precios de los bienes
de consumo irían siempre un paso por delante de los precios de los factores.
Es decir, mientras que cualquier parte de la renta adicional así creada se gaste
en bienes de consumo (es decir, a no ser que se ahorre toda ella), los precios
de los bienes de consumo tienen que crecer permanentemente en relación
con los de las diversas clases de input, y esto, como ahora será evidente, no
puede durar sin un efecto sobre los precios relativos de las diversas clases de
input y sobre los métodos de producción que resulten rentables.
demasiado baja (y los precios de venta, siempre que las rentas de sus consumidores sean constantes,
demasiado altos) para que le merezca la pena aumentar las ventas bajando los precios, aunque (si
excluimos los costes de venta) pueda estar operando bajo costes decrecientes. Pero esto no excluye
la posibilidad de que cuando aumente la demanda pueda aumentar sus ventas a costes decrecientes
y beneficios crecientes y que por ello pueda ofrecer mayores precios a los mayoristas. Debido a esta
razón, es probable que sean los precios al por mayor y no los precios al por menor de los bienes de
consumo los que sean relevantes a efectos de la presente discusión.
432
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
10. La razón por la que, a lo largo de todo el siguiente argumento nos concentraremos en un
aumento de la demanda de bienes de consumo, es que queremos resaltar el significado de la escasez de
bienes de consumo (o de «capital» —lo que viene a ser lo mismo) con tanta claridad como sea posible,
pero el argumento se aplicaría mutatis mutandis igualmente al caso de una caída de la demanda de
bienes de consumo.
La fuente principal de las concepciones erróneas que se encuentran en este terreno es una falsa
analogía con el efecto de los cambios en el rendimiento esperado y el tipo de interés sobre el precio
de los activos (principalmente, valores) que pueden dar solo una clase particular de rendimiento. El
precio de un bono de interés fijo, por ejemplo (pasando por alto para nuestro propósito, los efectos
de los diversos grados de riesgo), será siempre igual al valor del rendimiento esperado, descontado al
tipo corriente de interés, por lo que su precio cambiará en proporción inversa al tipo de interés y en
proporción directa a cualquier variación de los rendimientos, si es que tienen lugar.
Sin embargo, la situación es totalmente diferente con respecto a los factores de producción que
pueden utilizarse de diversas maneras, de forma que den diferentes rendimientos en diferentes fe-
chas. Y esto se cumple incluso para factores de producción completamente específicos que solo pueden
utilizarse para un propósito especial, siempre que cooperen con otros factores que caen dentro de
la anterior categoría. (Las solas clases de activos reales que en efecto serían similares a los valores
a este respecto serían los bienes de consumo duradero que, ni necesitan la cooperación de cualquier
otro factor para producir sus servicios, ni puede usárselos más o menos intensivamente, de forma
que duren menos o más tiempo).
Para obtener una analogía válida a la determinación de los precios de los bienes de capital en el
terreno de los valores, tendríamos que concebir valores que no solo diesen al poseedor el derecho
a diferentes opciones de varias clases (correspondientes a diferentes usos que se pueda dar a los
recursos productivos), sino algunos, al menos, de los que produjesen un rendimiento solo si se los
posee en ciertas combinaciones con otros valores. Si este fuese el caso, sería claramente posible para,
por ejemplo, un alza dada del tipo de interés reducir el precio de un grupo de valores que portasen
un derecho solo a una serie fija de rendimientos, en mucho más de lo que redujese el precio de otro
grupo que confiriese una opción a una serie más corta de mayores rendimientos como alternati-
va a la misma serie de rendimientos fijos. Y si pudiesen utilizarse algunos valores solamente en
combinación con otros, de forma que en conjunto diesen al poseedor un cierto rendimiento, podría
muy bien darse el caso de que un alza del tipo de interés redujera el precio de la primera clase de
valores en gran medida y, al mismo tiempo, aumentase el valor de la segunda clase de valores. Esto
sucedería si el valor de la primera clase dependiera en gran medida de una larga serie de pequeños
rendimientos que podría obtenerse como alternativa al uso en combinación con la segunda clase de
valores, proporcionando este último uso una salida para solo una parte muy pequeña del importe
433
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
total de la primera clase de valores. En este caso, el valor de la primera clase de valores dependería
casi exclusivamente de este uso independiente y se reduciría en gran medida por un alza del tipo
de interés. Si, por otra parte, el rendimiento del uso conjunto de ambas clases de valores fuera una
gran suma en el próximo futuro, un alza del tipo de interés afectaría muy poco al valor actual de
del rendimiento conjunto. Pero, como la parte de este rendimiento conjunto que tuviese que ir a la
primera clase de valores (determinada por su valor en otros usos) se reduciría mucho más, aumentaría
el valor de la segunda clase de valores.
Ahora bien, esto, que en el terreno de los valores sería un caso curioso y muy improbable que
tuviese importancia alguna, puede muy bien ocurrir con los recursos productivos. E incluso aquí,
también la regla sería que un alza del tipo de interés reduciría el valor de los activos que produjesen
renta, lo que sería cierto en una medida variable y sujeto a tantas excepciones que la analogía con
el caso normal de los valores sería muy engañosa. Lo que no hay que perder de vista es que, con
recursos productivos reales, como regla, se puede variar y se variará deliberadamente el rendimiento
en respuesta a los cambios de sus precios, y que esto no será el rendimiento absoluto mayor, sino
la tasa de rendimiento temporal más alta que orientará su uso. Más tarde veremos acerca de este
último punto, que evidentemente distingue la teoría del capital del análisis de la productividad
atemporal, que son las analogías con respecto a este último las que han dado lugar a la segunda
importante fuente de error.
11. Incluso si los precios presentes en dinero «se viesen incrementados instantáneamente con un
margen» en proporción total al alza del precio del producto (o, incluso, al alza esperada del precio del
output), esto solo podría llevar a un alza continua y progresiva del precio del output que excedería
siempre a las expectativas de los empresarios, hasta que se diesen cuenta de que por muy grande que
fuese el aumento de los precios pagados por el input, no podrían evitar que estos precios cayesen
relativamente al precio del output y que, por lo tanto, sería mejor adaptar sus métodos de producción
a las nuevas relaciones de precios.
434
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
Pero es imposible en tal situación que los precios de todas las clases de inputs
crezcan en proporción al alza del precio del output, y como el valor de casi
todos los inputs en términos de output tiene que caer en alguna medida,
también es imposible para el alza del precio del output que deje sin afectar
los precios relativos de las diversas clases de input. Si esto fuese así, es decir,
si los precios preexistentes de las diversas clases de input continuasen pre-
valeciendo, el alza dada del precio del output significaría cambios muy dife-
rentes en las tasas de beneficio obtenidas en diversas clases de input, ya que,
aunque un alza dada del precio de todo el output, evidentemente aumentaría
la diferencia entre el precio de cualquier unidad de input que produjese un
producto marginal dado y el precio de dicho producto marginal en la misma
cuantía, cambiaría claramente la tasa temporal de beneficio conseguido en
diferentes unidades de input en grados muy diferentes, de acuerdo con los
periodos por los que se habría invertido las diversas unidades de input.12 Si
en la posición previa de equilibrio, el margen entre el precio de una unidad de
435
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Si el precio del input hubiese crecido en proporción al aumento del precio del output, es decir, a OP’, la
tasa de beneficio conseguida en los diferentes periodos de inversión seguiría siendo uniforme y la misma
que se conseguía antes del alza del precio del output. Y la demanda relativa de input para estas diversas
formas de inversión habría permanecido invariable; pero, aunque este supuesto esté implícitamente con-
tenido en el análisis usual de estos fenómenos, es, como hemos visto, un supuesto ilegitimo que se hace.
13. Sin tener en cuenta el interés compuesto.
14. Se desarrolla más a fondo el ejemplo en Hayek, 1939, p. 8.
436
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
aquí una situación que no puede durar. Y ya hemos visto que no puede re-
mediarse la situación simplemente aumentando los precios de todo el input
en proporción al aumento del precio del output, ya que no queda suficiente
output. El output dado que hay que distribuir ahora entre un mayor número
de demandantes (o el menor output que hay ahora que distribuir entre el
mismo número de demandantes) seguirá teniendo que ser distribuido de
acuerdo con la productividad marginal descontada de las diversas clases de
input. Los empresarios seguirán teniendo que subir los precios de las diver-
sas clases de input hasta el valor descontado de sus respectivos productos
marginales y, si la tasa a la que pueden tomar dinero a préstamo permanece
invariable, la única forma en que se puede restablecer esta igualdad entre el
precio del input y el valor descontado de su producto marginal es, evidente-
mente, reducir dicho producto marginal.
437
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
438
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
Llegados a este punto de la exposición, apenas hace falta explicar con detalle
por qué tal aumento de la demanda de inversiones para periodos cortos, jun-
to con una disminución de la demanda de inversiones para periodos largos,
reducirá la cantidad total de inversión que se realizará para proporcionar un
output dado. Pero como es posible dejarse confundir por consideraciones que
se aplican solo a condiciones estacionarias —en las que, evidentemente, el
input corriente que se necesita para mantener un output dado es menor con
un gran stock de capital que con uno pequeño—, puede ser útil reformular
brevemente las razones por las que durante la transición de métodos más a
439
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
440
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
441
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
para los que hayan sido educados en los puntos de vista populares infracon-
sumistas, no es más paradójica que el innegable hecho de que ciertas clases
de inversión que eran rentables a un alto tipo de interés dejarán de serlo a
un bajo tipo de interés. Es evidente, y usualmente se ha dado por supuesto,
que los métodos de producción que se habían convertido en rentables al caer
el tipo de interés del 7 al 5 por ciento pueden dejar de serlo si sigue cayendo
del 5 al 3 por ciento, porque el primer método ya no podrá competir con lo
que ahora se ha convertido en el método más barato. Sin embargo, es cierto
que apenas resulta posible explicar esto adecuadamente si solo se piensa
en el efecto directo de una variación del tipo de interés monetario sobre el
coste de producción y no se pasa a considerar las variaciones de los precios
relativos que gobiernan, a fin de cuentas, la rentabilidad de los diversos
métodos de producción. Solo a través de estos cambios en los precios pode-
mos explicar por qué un método de producción que era rentable cuando el
tipo de interés era del 5 por ciento haya dejado de serlo cuando cae al 3%.
De forma similar, solo en términos de las variaciones de precios podemos
explicar adecuadamente por qué una variación del tipo de interés hará que
sean rentables métodos de producción que antes no lo eran.
Por lo tanto, la conclusión más importante que surge de esta discusión
es que el método de producción que se adoptará, o la cantidad proporcional
de capital que sea rentable utilizar, dependerá no solo del tipo de interés al
que se pueda tomar a préstamo, sino de las relaciones entre los diferentes
precios y de la forma del esquema de beneficio (o esquema de la demanda de
inversión), tal y como venga determinado por estas diferencias de precios.
Y estos precios relativos dependerán, a su vez, de la escasez relativa de las
diversas clases de recursos comparada con la dirección de la demanda. En lo
principal, el tipo de interés determinará solamente hasta qué punto se llevará
a cabo el patrón de demanda, es decir, determinará solo la tasa marginal de
beneficio y, a través de esta última, ejercerá una pequeña influencia sobre
el volumen de output que sea rentable producir con una demanda dada. Sin
embargo, el volumen de inversión dependerá en la misma medida, si no más,
de cuánta inversión será rentable realizar para obtener un cierto output. Y
con una alta «tasa de beneficio», se alcanzará cualquier tasa de beneficio
dada con relativamente poca inversión por unidad de output, porque con
una alta tasa de beneficio el patrón de demanda de inversión tendrá una gran
442
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
pendiente, mientras que con una baja «tasa de beneficio», solo se alcanzará
la misma tasa marginal de beneficio con mucha más inversión por unidad
de output, porque el patrón de demanda de inversión será plano.15
Tenemos que volver ahora al problema del efecto de todos estos cambios so-
bre el tipo monetario de interés (y la tasa marginal de beneficio) que, en la
discusión de estos cambios, hemos tratado hasta ahora como dados. El efecto
dependerá claramente de lo que suceda (a) a la forma del patrón de demanda
de inversión en términos monetarios y (b) a la oferta de dinero.16 En lo que
se refiere a esta última, continuaremos suponiendo aquí que la circulación
fiduciaria es fija, de forma que todo lo que tiene que preocuparnos es el au-
mento de fondos invertibles a tipos crecientes de interés debido a la liberación
de dinero procedente de saldos ociosos (evidentemente, puede interpretarse
esto para incluir cualquier aumento de la superestructura de crédito erigida
15. Véase en Hayek, 1939, una discusión del significado de estos efectos para la explicación de los
ciclos industriales y, en particular su relación con el llamado «principio de aceleración de la demanda
derivada». En particular, se muestra aquí que la «tasa de beneficio» determina el «multiplicador», con
el que opera el «principio de aceleración» (o la «Relación» de Mr. Harrod), y que los cambios en este
multiplicador es probable que tengan un mayor efecto sobre el volumen de inversión que el segundo
de los dos factores que determinan el efecto de aceleración (el «multiplicando»), a saber, la demanda
final. [Hayek se refiere aquí a las secciones 4-6 (pp. 15-20) de íbid. El «principio de aceleración» que
el economista de Oxford Roy Harrod (1900-1978) llamó «la Relación» nos enseña que, como el
valor en dólares del stock de capital es un múltiplo del valor en dólares del consumo anual (output
final), un aumento permanente del gasto de consumo da lugar a un aumento aún mayor del gasto de
inversión durante la transición al nuevo stock de capital del estado estacionario. El «multiplicador»
en este contexto es el ratio del aumento del gasto de inversión con respecto al aumento del gasto de
consumo. La afirmación de Hayek es que este multiplicador no es fijo; se reduce cuando merece la pena
producir output con relativamente menos capital (y más trabajo). Un aumento de la demanda final
de consumo hace crecer los precios de consumo con respecto a los precios del input, así como la tasa
de beneficio anual de las industrias de bienes de consumo con respecto a las de bienes de producción,
dando, por tanto, lugar a una reducción del ratio del capital al output, lo que amortigua la tendencia
hacia una mayor inversión procedente del aumento de la demanda de consumo.- Ed.].
16. [Es decir, el efecto sobre el tipo de interés depende de lo que suceda con las curvas de demanda
y oferta de fondos prestables.- Ed.].
443
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
sobre la base de dinero líquido dada). Por ello puede representarse el lado
de la oferta por una curva como la que hemos utilizado antes en la Fig. 27
(capítulo XXVI p. 417 más arriba) y nuestro principal problema será qué
sucederá al patrón de demanda de inversión monetaria. Podemos deducir
esto de lo que sucede a este patrón de demanda descrito en términos reales.
Todo lo que tenemos que hacer es mostrar el efecto de las variaciones en los
precios sobre la demanda de fondos invertibles, que ya hemos discutido, o
trazar de nuevo este patrón de demanda en términos de los nuevos precios,
en lugar de utilizar el precio preexistente (que es lo que significa en esencia,
a este respecto, expresarlo en «términos reales»).
17. [En el lenguaje de los libros de texto modernos este es el «efecto de la renta nominal» sobre
la demanda de fondos prestables.- Ed.].
444
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
445
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
19. [El punto de vista de Hayek de que (incluso con un stock constante de base monetaria) la
oferta de dinero emitido por los bancos comerciales es elástica, de forma que lleve a que el sistema
bancario amplifique los ciclos económicos, ayuda a explicar por qué Hayek (a diferencia de Mises)
era ambivalente con respecto a una banca de laissez-faire. Véase los detalles en Lawrence H. White,
«Why Didn’t Hayek Favour Laissez Faire in Banking?», History of Political Economy, vol. 31, in-
vierno de 1999, pp. 753-69.- Ed.].
446
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
447
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
20. La tasa a la que una cantidad dada de nueva inversión contribuirá durante cualquier intervalo
dado de tiempo al output de los bienes de consumo se encuentra, evidentemente, en una relación
muy simple con la proporción entre cualquier nueva demanda y la cantidad de inversión a la que da
lugar: esta es simplemente el valor reciproco de aquella. Para una discusión completa de esta relación
entre este «cociente» y el «multiplicador» con el que opera el «principio de aceleración de la demanda
derivada», debo referirme nuevamente a Hayek, 1939, pp. 48-52.
No puede objetarse a este argumento que, como la inversión crea automáticamente una cantidad
idéntica de ahorro, no pueda surgir la situación contemplada aquí. La tautología irrelevante de que
durante cualquier intervalo de tiempo la cantidad de renta que no haya sido recibida por la venta de
bienes de consumo y que, por lo tanto, se ha ahorrado (a saber, por los que han gastado esta renta),
tiene que haber sido gastada en algo diferente de bienes de consumo (y, por tanto, ex definitione tiene
que haber sido invertida) tiene poco significado para este o para cualquier otro problema económico.
Lo que es relevante aquí no es la relación entre una clasificación del gasto monetario y otra, sino la
relación de dos flujos de gasto monetario con los flujos de bienes a que hacen frente. Estamos intere-
sados en la cantidad de inversión porque determina en qué proporciones (en términos de sus costes
relativos) llegarán a existir diferentes clases de bienes. Y estamos interesados en saber cómo están
relacionadas estas proporciones entre cantidades de diferentes clases de bienes con las proporciones en
las que se distribuirá el gasto monetario entre las dos clases de bienes, porque depende de la relación
entre estas dos proporciones el que la producción de cada clase de bien sea más o menos rentable. No
importa si formulamos esta cuestión preguntando si la distribución de los ingresos entre gasto en
bienes de consumo y ahorro corresponde a la proporción entre los costes relativos (de reemplazo)
de la oferta total de bienes de consumo y nuevos bienes de inversión, o si se distribuye ahora los
recursos disponibles en la misma proporción entre la producción de bienes de consumo y la produc-
ción de bienes de inversión como en la que se distribuirá la renta obtenida de esta producción entre
las dos clases de bienes. Sea cual fuere el aspecto de la cuestión de los dos que prefiramos poner de
manifiesto, lo esencial, si queremos hacer una pregunta con sentido, es que tenemos que comparar
siempre el resultado de la inversión encarnada en los bienes concretos con el gasto monetario en
estos bienes. Lo que determina la oferta de bienes de capital a la que la demanda monetaria puede o
no corresponder, no es nunca la inversión que esté teniendo lugar al mismo tiempo que el ahorro,
sino el resultado de la inversión pasada. Jugar con las relaciones entre las diversas clasificaciones del
gasto monetario total durante cualquier periodo dado solo llevará a preguntas sin sentido y nunca a
resultado alguno de la menor relevancia para cualquier problema real.
No deseo sugerir que las recientes discusiones de los diversos significados de estos conceptos hayan
carecido de utilidad. Nos han ayudado a poner en claro las condiciones bajo las que tiene sentido hablar
de las relaciones entre ahorro e inversión; pero ahora que se ha aclarado las oscuridades y confusio-
nes relacionadas con estos conceptos, tendría que haber desaparecido de la discusión científica el uso
448
FUERZAS A LARGO PLAZO QUE AFECTAN AL TIPO DE INTERÉS
Los precios relativos de los diversos tipos de bienes y servicios y, por tanto, la
tasa de beneficio obtenido en su producción, estarán siempre determinados
por el impacto de la demanda monetaria de los diversos tipos de bienes y
sus ofertas. Y a no ser que estudiemos los factores que limitan las ofertas de
estos diversos tipos de bienes, y, especialmente, si suponemos, como hace Mr.
Keynes, que son todos libremente reproducibles en cantidades prácticamente
ilimitadas y sin ningún lapso de tiempo apreciable, ignoraremos por completo
los factores que guían la producción. En el equilibrio a largo plazo, el tipo
de beneficio e interés dependerán de cuántos de sus recursos querrá usar la
gente para satisfacer sus necesidades corrientes y cuánto estén dispuestos a
ahorrar e invertir. Pero en el comparativamente corto plazo, hay que consi-
derar como fijas las cantidades y clases de bienes de consumo y de capital que
existan, y la tasa de beneficio dependerá, no tanto de la cantidad absoluta de
capital real que exista (mídaselo como se lo mida) o de la magnitud absoluta
de la tasa de ahorro, como de la relación entre la proporción de los ingresos
gastados en bienes de consumo y la proporción de recursos disponibles en
forma de bienes de consumo. Debido a ello, es perfectamente posible que,
tras un periodo de gran acumulación de capital y una alta tasa de ahorro, el
tipo de beneficio y de interés sean más altos de lo que lo eran antes —si el
tipo de interés es insuficiente comparado con la cantidad de capital que hayan
intentado formar los empresarios, o si la demanda de bienes de consumo es
demasiado alta comparada con la oferta. Y, por la misma razón, el tipo de
interés y de beneficio pueden ser más altos en una comunidad rica con mucho
capital y una alta tasa de ahorro que en otra, por lo demás similar, con poco
capital y una baja tasa de ahorro.21
tautológico carente de sentido de estos conceptos. Acerca del conjunto de la cuestión y las recientes
discusiones en relación con ella, compárese ahora la excelente exposición en el nuevo capítulo ocho
de la segunda edición de Prosperity and Depression (Ginebra, 1939) del Profesor Haberler.
21. Véase en Hayek, 1937, una discusión ulterior de este tema.
449
Capítulo XXVIII
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS:
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
Hay otro conjunto más de problemas que hay que considerar brevemente en
una obra centrada en gran medida en la cuestión del tipo de interés, aunque
su estudio sistemático caiga fuera del ámbito de este libro. Me refiero al
problema de la relación entre los diversos tipos de interés y el beneficio y
las causas de las diferencias en su magnitud. Evidentemente, ya hemos visto
que en lo referente a los tipos de interés obtenidos a lo largo de periodos de
diferentes duraciones, incluso aparte de las influencias monetarias, no hay
ninguna razón de por qué deberían ser los mismos en un sistema económico
no estacionario;1 pero hasta ahora hemos tenido poco que decir acerca de la
forma en la que deberíamos esperar que estos diversos tipos difiriesen. La
principal razón de ello es que este problema, a diferencia del de la existencia
y los movimientos a largo plazo del tipo de beneficio, es muy claramente
un problema que pertenece más al campo de la teoría monetaria, o de la
dinámica económica en general, que al del análisis del equilibrio general, al
que se ha limitado principalmente este libro. Podemos hacer aquí poco para
contribuir a su solución y la atención que podamos prestarle en este capítulo
final se ocupará principalmente en mostrar cuál es el campo adecuado de
aplicación de ese «análisis de la preferencia por la liquidez» que no hemos
podido situar entre los factores primarios que determinan la magnitud o
la oscilación de la tasa de beneficio o (excepto a muy corto plazo) el tipo
de interés.
1. [En otras palabras, no hay ninguna razón de por qué la estructura temporal de los tipos de
interés deba ser plana.- Ed.].
451
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
452
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS: CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
fondos que podría invertir (o invertir a una tasa más alta de rendimiento);
pero, claramente no explicaba ni siquiera la magnitud de la oferta total de
fondos que estarían disponibles para la inversión en cualquier momento (que
también depende de la tasa de ahorro), por lo que habría que considerarla
como totalmente insuficiente para explicar por qué había en absoluto un
rendimiento positivo o cuál sería su magnitud real.
También hemos visto que, incluso a corto plazo, durante el cual la preferen-
cia por la liquidez y sus cambios puedan tener una influencia predominante
en la determinación del tipo de interés (y del tipo marginal de beneficio),
éste estará solo relacionado de una forma indirecta con esas diferencias de
precios (la «tasa de beneficio») que expresan la verdadera escasez de capital
y regulan la cantidad proporcional de capital que se usará en la producción;
y la influencia indirecta que tengan, las fuerzas monetarias que actúen
sobre el tipo de interés, tendrá que ser, de esa forma, directamente opuesta
a lo que se supone por lo general. Una reducción del tipo de interés como
consecuencia de variaciones de la preferencia por la liquidez tenderá a dar
lugar a un aumento de las diferencias de precios y de la tasa de beneficio (no
del tipo marginal de beneficio) y llevará así a una reducción de la cantidad
proporcional de inversión y viceversa.2
2. [El argumento de Hayek aquí parece ser que una caída de la preferencia por la liquidez creará
un exceso de oferta monetaria (al tipo de interés inicial), que llevará a un aumento del gasto de con-
sumo que (siguiendo el argumento del capítulo anterior) hará que aumenten los beneficios en las
industrias de bienes de consumo más que lo que la caída del tipo de interés aumente los beneficios
en la industria de bienes de producción. El «multiplicador» de la inversión se reducirá y se acortará
la estructura de la producción.- Ed.].
453
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
3. Además de la obra de Mr. Keynes, diversos artículos del Profesor Hicks y el Dr. Hawtrey, y,
en una fecha anterior F. Lavington, son de especial importancia a este respecto. [Frederick Lavington
(1881-1927) desarrolló la versión de «Cambridge» de Alfred Marshall de la teoría cuantitativa del
dinero, subrayando el problema de la optimización del individuo de elegir el volumen de saldos en
efectivo a mantener. Publicó dos libros: The English Capital Market (Londres: Methuen, 1921) y The
Trade Cycle: an Account of the Causes Producing Rhythmical Changes in the Activity of Business
(Londres: P.S. King & Son, 1922). De los artículos anteriores de Lavington que trataban del riesgo,
Hayek puede haber estado pensando en F. Lavington, «An Approach to the Theory of Business Risks»,
Economic Journal, vol. 35, junio de 1925, pp. 186-99, y F. Lavington, «An Approach to the Theory
of Business Risks II», Economic Journal, vol. 36, junio de 1926, pp. 192-203. Otra útil versión de las
454
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS: CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
contribuciones de los cuatro economistas que menciona Hayek (entre otros), véase en David Laidler,
Fabricating the Keynesian Revolution: Studies of the Inter-War Literature on Money, the Cycle and
Unemployment (Cambridge y Nueva York: Cambridge University Press, 1999).- Ed.].
4. La diferencia entre el riesgo unido a mantener un activo determinado y su liquidez es, prin-
cipalmente, que el riesgo se puede referir meramente a una pérdida que se pueda sufrir, aunque la
fecha en la que el activo en cuestión tenga que ser vendido (o utilizado de otra forma) sea claramente
conocida de antemano, mientras que la liquidez subraya la pérdida extra (o, más bien, la ausencia de
peligro de esta particular pérdida) en que puede incurrirse porque haya que disponer del activo en una
fecha que no pueda ser prevista y con muy poca antelación.
455
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Para nuestros propósitos todo esto significa que, para los activos que poseen
diferentes grados de liquidez, debemos tener en cualquier momento, no una
tasa uniforme de rendimiento, sino una larga serie de diferentes tasas de
rendimiento que vayan de alguna cifra positiva hasta cero y quizá incluso
hasta cifras negativas (en los casos en que se haga un pago para la custodia
segura del dinero, etc.). Esto no sería muy diferente de todo el argumento
que hemos desarrollado hasta este momento, si pudiésemos suponer que la
agrupación de los diversos tipos de activos de acuerdo con su liquidez y, por
tanto, las relaciones entre las tasas de rendimiento de los diversos tipos de
activos, fuesen constantes. Pero esto está muy lejos de ser así. En condiciones
cambiantes, las opiniones que tendrá la gente acerca de la liquidez relativa de
los diferentes tipos de activos también cambiarán, y esto dará lugar a modifi-
caciones en el funcionamiento del mecanismo de los precios muy similares a
las que hemos visto que ocurrirán como consecuencia de las variaciones de la
tasa de gasto de dinero. De hecho, veremos que los efectos de las variaciones
de la preferencia por la liquidez, en el sentido más estricto en el que ahora
hemos usado el término, es decir, refiriéndose solamente a las variaciones
en la preferencia por mantener dinero, por una parte, y cualesquiera otras
clases de activos, por otra, es solo un caso especial de una categoría mucho
más amplia; y que si bien no hay una separación tajante entre un activo
perfectamente líquido, dinero, y la masa de todos los activos igualmente lí-
quidos, se hace imposible, bien trazar cualquier distinción tajante entre las
variaciones monetarias (cambios en la cantidad de dinero o de su «velocidad
de circulación») y variaciones en la liquidez relativa unida a cualquier grupo
de activos, o hacer una clara distinción entre variaciones de la cantidad de
dinero y variaciones en su velocidad de circulación.
Si se mantiene activos de los que se espera que den un rendimiento más bajo,
debido a su mayor liquidez, prefiriéndolos a otros que prometen una tasa
456
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS: CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
457
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Si suponemos que tiene lugar esta clase de cambio, no con respecto a algún
valor, sino (en un país en el que el uso de cheques siga estando algo limitado)
con respecto a los depósitos bancarios, resulta inmediatamente evidente que
sería igualmente legítimo describir lo que sucede, ya sea como un aumento
de la cantidad de dinero, o como un aumento de la velocidad de circulación
de la cantidad invariable de dinero. Podemos, o bien decir que los depósitos
bancarios se han convertido ahora en dinero (o, al menos como sustitutivos
del dinero que tienen en todos los aspectos la misma importancia que el di-
nero), o bien decir que la disponibilidad de sustitutivos cercanos del dinero
hace posible economizar éste y mantener menos dinero real en proporción
a cualquier volumen dado de transacciones, es decir, aumentar la velocidad
de circulación del dinero. Ciertamente, Knut Wicksell, como es bien sabido,
prefería tratar los aumentos del crédito bancario, no como aumentos de la
cantidad de dinero, sino como aumentos de lo que llamaba «la velocidad
virtual de la circulación» fiduciaria.5
Las mismas razones que hacen imposible en este caso particular distin-
guir claramente entre cuáles son los cambios en la cantidad de dinero y los
cambios en su velocidad de circulación, se aplican, sin embargo, igualmente
bien a todos los demás casos en los que cambia la liquidez relativa de los
diversos tipos de activos y hacen extremadamente difícil, si no imposible,
458
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS: CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
6. La razón de por qué el efecto de tal cambio es similar al de los cambios monetarios propiamente
dichos es, por supuesto, que también en estos casos tenemos que vérnoslas con una clase de intercam-
bio indirecto, solo que el medio que se mantiene como depósito de valor no es dinero, sino que puede
ser cualquier cosa que en esas circunstancias parezca ser especialmente adecuada para este propósito.
459
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
460
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS: CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
o dará lugar a cambios opuestos a los efectos del impacto. Ya nos hemos
referido antes a este carácter autorreversible de las variaciones monetarias.
Obviamente, en el mundo real, todos los cambios tienen que actuar a través
de este mecanismo monetario, que frecuentemente retrasa la adaptación y
será, a menudo, la fuente de perturbaciones espontáneas. El dinero no es,
evidentemente, nunca «neutral», en el sentido de ser meramente un instru-
mento o servidor: siempre ejerce alguna influencia efectiva sobre el curso
de los acontecimientos. No sería difícil mostrar, cómo este papel del dinero
debe llevar a constantes fluctuaciones de la actividad económica, incluso
si nunca hubiésemos oído hablar de tales fluctuaciones. Y, evidentemente,
la teoría de las fluctuaciones consiste, en gran medida, en un estudio de la
interacción entre los factores monetarios y reales.
Pero esto está fuera de nuestro presente propósito, que ha sido poner
de manifiesto la importancia de los factores reales, que se está pasando por
alto cada vez más en la discusión contemporánea. Pero incluso sin continuar
más allá la discusión del papel que juega el dinero a este respecto, estamos
ciertamente autorizados a concluir, a partir de lo que ya hemos mostrado,
que la medida en la que podemos esperar controlar los acontecimientos a
voluntad al controlar el dinero es mucho más limitada, que el ámbito de la
política monetaria es mucho más restringido de lo que se cree hoy en día. No
podemos, como parecen creer algunos autores, hacer más o menos lo que nos
plazca con el sistema económico, jugando con el instrumento monetario. De
hecho, en cada situación solo habrá una política monetaria que no tenga un
efecto desequilibrador, y por ello, finalmente invierta su influencia a corto
plazo. Que siempre sea extraordinariamente difícil, si no imposible, saber
exactamente cuál es esta política, no altera el hecho de que no podamos espe-
rar, ni siquiera aproximarnos, a esta política ideal, a no ser que entendamos,
no solo los factores monetarios que actúan, sino también, lo que es aún más
importante, los factores reales. Hay pocas razones para creer que un sistema
con la compleja estructura crediticia moderna pueda alguna vez funcionar
con fluidez sin algún control deliberado del mecanismo monetario, ya que el
dinero, en virtud de su naturaleza misma, constituye una especie de articu-
lación floja en el aparato autoequilibrador del mecanismo de los precios que
está destinado a impedir su funcionamiento, y ello en tanta mayor medida
cuanto mayor sea el juego de la articulación floja. Pero la existencia de tal
461
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
7. [El punto de vista de Hayek de que el dinero es una «articulación floja» en virtud de su pro-
pia naturaleza puede ser responsable de su relativa falta de atención a la posibilidad de que pudiese
«apretarse» considerablemente la «articulación» reformando las instituciones que suministran dinero,
en particular por la banca libre competitiva (como aboga Mises) en lugar de la banca central.- Ed.].
8. [Lo que pone de manifiesto Hayek aquí —que el que la política monetaria se centre en la maxi-
mización a corto plazo pueda empeorar las posibilidades a largo plazo de la economía— es similar a la
bien conocida crítica más tarde de la elaboración de la política periodo a periodo por parte de Finn E.
Kydland y Edward C. Prescott, «Rules Rather Than Discretion: The Inconsistency of Optimal Plans»,
Journal of Political Economy, vol. 85, junio de 1977, pp. 473-91. El argumento Kydland-Prescott se
basa en las previsiones del público de las medidas de la política discrecional y no en los efectos reales
retrasados de esas medidas.- Ed.].
462
DIFERENCIAS ENTRE TIPOS DE INTERÉS: CONCLUSIONES Y PERSPECTIVA
9. [J.M. Keynes examinó los puntos de vista precursores de los mercantilistas y escritores tales como
Silvio Gesell, J.A. Hobson y A.F. Mummery en el capítulo 23 de The General Theory, titulado «Notes
on Mercantilism and the Usury Laws, Stamped Money and Theories of Under-Consumption».- Ed.].
463
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
totalmente por consideraciones a corto plazo? Temo que los que creen en el
principio de après nous le déluge pueden obtener lo que han pedido antes
de lo que quisieran.10
10. [Hayek se permite yuxtaponer la famosa observación de J.M. Keynes en A Tract on Monetary
Reform {1923}, reimpreso como vol. 4 (1971) de The Collected Writings of John Maynard Keynes, p.
65, de que «a largo plazo todos muertos» con una línea atribuida a Madame de Pompadour enviada a
Luis XV, que se desesperaba acerca de una derrota militar a manos de los prusianos.- Ed.].
464
Apéndice I
PREFERENCIA TEMPORAL Y PRODUCTIVIDAD
El trato dado en los Capítulos XVII y XVIII al papel de los elementos psíquicos
en la determinación del tipo de interés difiere de la discusión clásica de las
mismas cuestiones como las encontramos en los escritos de Böhm-Bawerk
y su Escuela en tres puntos principales.1 En primer lugar, subraya desde el
principio que no hay una única tasa significativa de «preferencia temporal»
(al menos, para cualquier persona dada), sino que esta tasa de preferencia
temporal misma varía con los cambios de la dimensión relativa de la renta
presente y futura previstas.2 Si se quiere que el concepto de una única tasa
de preferencia temporal tenga algún significado, tiene, por tanto, que estar
limitada a la tasa que prevalecería si se previese rentas de igual magnitud
para el presente y futuro. En segundo lugar, la preferencia temporal no im-
plica ninguna «infravaloración perspectiva», ningún «descuento psíquico»
del «verdadero» valor futuro, sino que es simplemente una descripción de
los valores relativos que se atribuirán a las mercancías presentes y futuras
bajo diferentes condiciones; y, en tercer lugar, la preferencia temporal es
un factor subordinado comparado con la productividad de la inversión al
determinar el tipo de interés, ya que opera solo a través de la determina-
ción de la tasa de ahorro y la tasa de acumulación de capital y, por tanto, de
la productividad de la inversión. A corto plazo, se adapta meramente a la
productividad marginal de la inversión dada.
Sobre el primer punto, ahora hay un amplio acuerdo entre los econo-
mistas y en todo caso no se ha dicho nada que ya no esté contenido en la
1. [Los escritos de Böhm-Bawerk sobre la teoría del interés están reunidos en Eugen Böhm-Bawerk,
Capital and Interest, op. cit. Se verá más abajo que Hayek consideraba que la «Escuela» Böhm-Bawerkiana
incluía a Joseph Schumpeter, Knutt Wicksell, Irving Fisher y Frank A. Fetter.- Ed.].
2. [Es decir, las curvas de indiferencia intertemporal están típicamente combadas más que rec-
tas.- Ed.].
465
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
466
APÉNDICE I
de que se distribuirá todos los recursos entre sus diversos usos, de manera
que la utilidad marginal de un producto de una unidad de recursos sea en
todas partes la misma y, por tanto, también igual a la utilidad marginal
derivada de los factores utilizados. Si se comenzase por la idea de que, a no
ser que cambien los gustos, la utilidad marginal en un sentido absoluto de
que iguales cantidades de mercancías deberían ser las mismas en diferentes
fechas, la única explicación posible de por qué la gente no actuaría de hecho
de acuerdo con esta regla parecería ser que no atribuyesen esta verdadera
utilidad a los productos futuros, sino que les atribuyesen una utilidad menor
que decreciese en proporción a su distancia temporal respecto al consumo.
Esto significaría que la gente dejaría de invertir para el futuro antes de que
la verdadera utilidad futura del (mayor) producto futuro hubiese caído al
nivel del (menor) producto presente alternativo. Esto explicaría la existencia
del «gap» entre la utilidad de los factores y la utilidad del producto, que, de
acuerdo con Böhm-Bawerk, es la verdadera fuente del interés.
Si, sin embargo, se negase, junto con el Profesor Schumpeter, la existencia
de tal descuento psíquico, los mismos supuestos llevarían necesariamente
a la conclusión de que el ahorro debe continuar mientras las inversiones
adicionales llevasen a un mayor producto del que pudiese obtenerse del uso
de los mismos recursos para la satisfacción corriente de las necesidades y
que, en consecuencia, solo se podría alcanzar un estado estacionario después
de que hubiese desaparecido el interés. En cualquier momento, es cierto, la
cantidad que fuese ventajoso invertir estaría limitada por el hecho de que
caería la utilidad marginal de adiciones dadas al output en cualquier momen-
to futuro y que, en consecuencia, incluso si el producto futuro obtenible a
partir de ulteriores dosis de inversión fuese mayor en cantidad que el output
presente alternativo, podría tener una menor utilidad que éste. Pero esto
solo limitaría la tasa de ahorro y no alteraría el hecho de que continuaría
existiendo algún ahorro, mientras que pudiese aumentarse el rendimiento
físico de cualquier factor, invirtiéndolo por un periodo más largo. Solo el
completo agotamiento de todas las oportunidades de aumentar el output a
partir de cualquier factor de esta forma, podría detener el ahorro; y, como un
estado estacionario implica la ausencia de nuevo ahorro, solo podría existir
este estado si la productividad del capital y, por tanto, el interés, hubiesen
desaparecido.
467
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
4. En un intento que hice hace algunos años para aclarar algunas de las dificultades relacionadas
con ese enfoque, yo mismo lo usé sin darme cuenta de los supuestos ilegítimos que trae consigo. (Cf.
468
APÉNDICE I
Hayek, 1927, pp. 517-532, especialmente p. 523). [Una traducción del artículo de Hayek de 1917 apa-
recerá en un volumen posterior de The Collected Works of F.A. Hayek. La anterior discusión de Hayek
se apoya en otro artículo; véase F.A. Hayek, «Utility Analysis and Interest», Economic Journal, vol.
46, marzo de 1936, pp. 44-60.- Ed.].
469
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
que mi elección entre hoy y mañana pueda ser la misma que la elección de
mañana entre entonces y el día siguiente, no es en absoluto necesario que
en cada ocasión las cantidades de los bienes de hoy y los bienes de mañana,
respectivamente, que considero igualmente útiles, sean cantidades idénticas.
Todo lo que es necesario es que la proporción entre la cantidad de los bienes
de hoy y la cantidad de los bienes de mañana, que considero igualmente
útiles, sea la misma en ambas ocasiones.
El hecho es que el supuesto de curvas de utilidad idénticas en todos los
momentos sucesivos no formula meramente el postulado general de que la
elección entre el presente y el futuro sea realizada de la misma forma en
diferentes momentos, sino que implica además que la elección se realizará
de una forma particular. En lugar de ser meramente un supuesto formal
que la actitud de una persona será la misma en diferentes puntos del tiempo,
es un supuesto muy concreto acerca de la particular actitud que asumirá
en cada momento. Hemos visto hasta qué punto este particular supuesto
tiene algún mérito que nos justificaría al considerarlo como un caso par-
ticularmente significativo o como si representase el caso normal en algún
sentido. En este punto solo estamos interesados en mostrar por qué parecía
seguirse directamente del supuesto de gustos constantes, necesario para el
análisis estático, siempre que se concibiese la utilidad como una magnitud
absoluta, que pudiese describirse como función de una variable la cantidad
de la mercancía en cuestión.
Pero, mientras que el enfoque moderno de «sustitución» o «indiferencia»
hace fácil ver que cualquier actitud entre el presente y el futuro es compa-
tible con el supuesto de gustos constantes, tampoco es difícil entender por
qué el enfoque antiguo llevó a Böhm-Bawerk y sus seguidores a introducir
la idea de una «infravaloración perspectiva de las necesidades futuras».
El caso especial que contemplaban como el caso de gustos constantes re-
queriría ciertamente que la gente ahorrase e invirtiese hasta que el valor
de los factores presentes se hubiese hecho igual a la utilidad futura de su
producto, es decir, hasta que hubiese desaparecido el interés. Sin embargo,
de hecho, al adoptar este procedimiento, no hicieron más que superar una
dificultad que ellos mismos habían creado. Solo porque habían supuesto
que gustos constantes implicaban que cantidades iguales de una mercancía
en dos fechas debían tener la misma utilidad marginal para una persona en
470
APÉNDICE I
471
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
472
APÉNDICE I
temporal. El Profesor Fisher, por otra parte, aunque puede reclamar habernos
proporcionado un aparato formal que nos capacita para describir la interac-
ción de todos los factores relevantes, incluso aunque no atribuyese más que
una igual importancia a los dos factores en cuestión —y ciertamente se ha
entendido que consideraba el elemento psíquico como el dominante—, ha-
bría dado al factor psíquico más importancia de la debida. El punto de vista
dominante es probablemente que, como en las dos hojas de las tijeras de
Marshall, los dos factores están tan inseparablemente unidos entre sí, que
es imposible decir cuál de ellos tiene la mayor y cuál la menor influencia.
Nuestro problema aquí es realmente no más que un caso especial del
problema al que Marshall aplicó el famoso símil, el problema de la influencia
relativa de la utilidad y el coste en el valor. La valoración temporal en nuestro
caso corresponde, evidentemente, a su utilidad, mientras que la tasa técnica de
transformación es una expresión de los costes relativos de las mercancías (o
cantidades de renta en los dos momentos del tiempo); pero el mismo Marshall
ha señalado que existen casos en los que es legítimo distinguir entre la mag-
nitud de las dos influencias.7 La formulación de nuestro problema en términos
de costes relativos y utilidades relativas, que está más en conformidad con
la teoría moderna del valor que la formulación de Marshall, nos capacitará
ciertamente para mostrar que, incluso en el caso más general, puede tener
todavía más sentido en la cuestión de la importancia relativa de los dos fac-
tores de lo que estaba dispuesto a admitir Marshall. Las aplicaciones de las
conclusiones derivadas de la consideración del caso más general a nuestro
caso particular serán probablemente obvias.
Tenemos primero que definir qué queremos decir cuando afirmamos que
en un caso particular determinan el valor, ya sea la utilidad, ya sea el coste.
Diremos que la utilidad sola determina los valores relativos de dos mercancías
y que no está afectada por los costes relativos, si puede mostrarse que un
cambio en las condiciones de los costes no afectará a estos valores relativos.
7. Principles, 8.ª ed., p. 349: «puede excusarse……a una persona por hablar [en casos de coste
constante] de que el coste de producción rija el precio —siempre que no pretenda que su doctrina tenga
precisión científica y explique la influencia de la demanda en su justo lugar». [La nota al pie original
de Hayek señalaba que esta discusión tuvo lugar en la p. 349 de la octava edición, pero tiene lugar en
la p. 349 de la séptima edición. Aparece en la p. 291 de la octava.- Ed.].
473
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
474
APÉNDICE I
9. Significaría que las dos mercancías serían sustitutivos perfectos, aunque siguiesen siendo mer-
cancías diferentes porque fuesen producidas de una forma diferente, de manera que sus costes podrían
cambiar de forma diferente.
475
Apéndice II
LA «CONVERSIÓN DE CAPITAL CIRCULANTE
EN CAPITAL FIJO»
477
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
478
APÉNDICE II
5. Cf. Lectures, vol. I, p. 164: «Que la transformación de capital circulante en fijo, es decir, el
cambio de inversión a corto a inversión a largo pueda frecuentemente dañar a la mano de obra está
fuera de toda duda». Ibid. p. 185: «... durante los booms, cuando se convierte grandes cantidades
de capital circulante en capital fijo y no es posible sustituir aquel con la suficiente rapidez. En la
subsiguiente depresión, las condiciones suelen invertirse: hay una abundancia de capital circulante,
pero ya no es rentable convertirlo en capital fijo». [Hayek, erróneamente, citó que el segundo pasaje
aparecía en la p. 185.- Ed.].
479
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
480
APÉNDICE II
en el bien duradero pueden ser en realidad más cortos que los periodos de
inversión implicados en procesos que consumen mucho tiempo, tales como
algunas clases de curtidos.
Por ello, tenemos que concluir que la proposición de que una conversión
de capital circulante en fijo dará lugar a una reducción de la tasa de output
debida a ese capital, no es estrictamente correcta si definimos el capital fijo
como bienes duraderos y el capital circulante como bienes en proceso, pero
se hace cierta si definimos ambas clases de capital, como ha sido sugerido
anteriormente (Capítulo XXIV), de acuerdo a su distancia final del consumo.
Si, por ejemplo, decidimos definir todas las partes del stock de capital existen-
te que se transforme en bienes de consumo dentro de un año como capital
circulante (incluyendo, por tanto, en esto las partes de los bienes duraderos
que puedan agotarse durante el año siguiente) y el resto del capital como
fijo, está claro que cualquier cambio en la composición de una cantidad dada
de capital, de forma que menos de ella sea ahora capital circulante en este
sentido y más de ella fijo, tiene que significar que la tasa de output final de
dicho capital tiene que disminuir.
2. Esta proposición de aplica, sin embargo, solo al output que se debe a
una cantidad particular de capital, y es un error generalizar este argumento
para aplicarlo al output de la sociedad en general. Esto puede demostrarse
de la manera más sencilla adaptando uno de nuestros anteriores diagramas
que representan la función de input en su forma más simple. En la Fig. 32,
la curva continua OR representa la curva de input en su forma invertida
y el área limitada por esta curva y las dos coordenadas mide la cantidad de
capital (esto, como estamos utilizando la función de input y pasando por
alto el tipo de interés, se mide en términos de factores). Si decidimos llamar
capital circulante a la parte del stock de capital total que madurará dentro
de un periodo de la longitud T1T2, el stock de capital circulante vendrá re-
presentado por el área T1T2RP, mientras que el área de la parte restante del
triángulo curvilíneo, OT1P, representaría el stock de capital fijo.
La curva de puntos OR representa una función alternativa de input, es
decir, un método alternativo de producción que requiere la misma cantidad
total de capital, pero que se compone de una mayor cantidad de capital fijo
y una menor cantidad de capital circulante. La cantidad de capital circulante
en este caso viene representada por el área de T1T2RP y es menor que la
481
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
482
APÉNDICE II
6. Cf. Wicksell, Lectures, vol. I, p. 164: «Que la transformación del capital circulante en fijo, es
decir, el cambio de la inversión en capital del corto plazo al largo, pueda frecuentemente dañar a la
mano de obra está fuera de toda duda, pero Ricardo estaba equivocado al creer que esta consecuencia
se debiese al hecho de que se reduzca simultáneamente el producto bruto. Esto, como puede probarse
fácilmente, es teóricamente inconcebible. El producto bruto bajo libre competencia (donde fuere
posible) tiende siempre, en esencia, al máximo que sea físicamente posible obtener con los medios
de producción existentes».
483
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
484
APÉNDICE II
485
Apéndice III
«LA DEMANDA DE MERCANCÍAS
NO ES DEMANDA DE MANO DE OBRA»
VERSUS
LA DOCTRINA DE LA «DEMANDA DERIVADA»
1. J.S. Mill, Principles of Political Economy (ed. Ashley). Libro I, cap. V/9, p. 79.
2. El «segundo teorema fundamental referente al capital» es que el capital es el resultado del
ahorro y el tercero, en su más completa formulación, que «el capital mantiene su existencia de
época en época no por la conservación sino por su perpetua reproducción; cada parte de él se usa y
destruye, por lo general, inmediatamente después de ser producido, pero los que lo consumen están,
mientras tanto, empleados en producir más» (ibid, p. 74). Se observará que estamos preparados para
defender las cuatro proposiciones y solo objetamos lo que nos parece la errónea conclusión extraída
de la tercera de que cuando la gente «convierte su renta en capital, no por ello aniquila su poder de
consumo, sino que únicamente lo transfiere de sí misma a los trabajadores a los que dan empleo»
(Véase más arriba, pp. 321-322).
3. Wealth of Nations (ed. Carman), Libro IV, cap. II, vol. I, p. 419. [Cf. Smith, Wealth of Nations,
vol. 1, p. 453 de la Glasgow Edition.- Ed.].
4. [Jeremy Benham (1748-1832), el influyente impulsor del utilitarismo, subrayó en su Manual of
Political Economy un principio que atribuía a la Wealth of Nations de Adam Smith: «La limitación de
la industria por la limitación del capital». Véase Jeremy Benham, Manual of Political Economy, en W.
Stark, ed., Jeremy Benham’s Economic Writings, vol. 1 (Londres: Allen and Unwin, 1952), p. 225.- Ed.].
487
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
5. La más completa crítica adversa de las cuatro proposiciones que conoce el presente autor se
encuentra en A. Musgrave, Studies in Political Economy (Londres, 1875), pp. 55-102, y S. Newcomb,
Principles of Political Economy, Nueva York, 1886.
6. Véase, en particular, los Principles of Economics de Jevons (1905), pp. 120-133.
7. Theories of Production and Distribution, p. 381. [Hayek cita que la discusión tiene lugar en
la p. 381, pero no especifica un año de publicación o edición del libro de Cannan, de forma que puede
haber estado refiriéndose a una edición anterior.- Ed.].
8. J.M. Keynes, 1936, p. 359. [Hayek, erróneamente, cita que la discusión tiene lugar en la p.
359.- Ed.].
9. Principles, p. 828. [La discusión tiene lugar en el apéndice de Marshall sobre «The Doctrine
of the Wages Fund», que puede encontrarse en la más reciente, octava, edición de los Principles de
Marshall, en la p. 681.- Ed.].
10. K. Wicksell, Wert, Kapital und Rente (1893), p. 67: «Es bestätigt sich hier der bekannte Satz
von J.S. Mill (dem er freilich selbst eine ganz ungehörige Ausdehnung gab), dass die Nachfrage nach
Gütern nicht mit Nachfrage nach Arbeit identisch ist» [«Se confirma aquí la conocida frase de J.S.
Mill (a la que él, en efecto, dio una extensión totalmente impropia), de que la demanda de bienes no
es idéntica a la demanda de mano de obra»] ; y Lectures, vol. I, p. 191: «Hablando en líneas generales,
incluso si no en detalle, tenemos que reconocer la verdad del bien conocido principio de Mill, de que
la demanda de bienes no es la misma que la demanda de mano de obra, a no ser que resulte en la acu-
mulación de capital». [La edición inglesa de Value, Capital and Rent de Wicksell, op. cit. p. 93, expone
la primera formulación como sigue: «aquí se confirma la bien conocida máxima de J.S. Mill (a la que
él mismo, sin duda, dio una extensión totalmente indebida), de que “la demanda de mercancías no es
demanda de trabajo”». Wicksell (pp. 93-94) pasó a explicar el razonamiento que subyace a la máxima:
«la producción requiere tiempo y los vendedores de los servicios productivos {trabajadores} general-
mente no podrán o querrán esperar a la finalización de las mercancías para garantizar su remuneración
procedente de la venta: obtienen su remuneración de los resultados de los periodos de producción ya
completados… Solo tomando en cuenta este hecho puede uno explicarse adecuadamente el papel del
capital en la producción, esa misteriosa “productividad” del capital, y obtener al mismo tiempo la clave
principal del fenómeno del interés del capital.- Ed.].
488
APÉNDICE III
Mr. Keynes, como «la doctrina tan raramente comprendida que su completa
aprehensión sea, quizá, el mejor test de un economista».11
Que en tiempos más modernos la doctrina haya sufrido un marcado
eclipse se debe principalmente al hecho de que se pensase erróneamente que
la moderna teoría subjetiva del valor había proporcionado una efectiva refu-
tación. Esta moderna visión del valor enseñaba, obviamente, y nadie puede
enfrentarse en serio con esta proposición general, que el valor de los factores
de producción se basa en la utilidad de sus productos y que, en este sentido,
puede decirse que se «deriva» del valor de sus productos. En la medida en
la que esta idea se usó para explicar por qué el valor de factores concretos
de producción cambiaba con respecto al de otros, proporcionaba ciertamente
una clave extremadamente importante a la solución de problemas que habían
intrigado a muchas generaciones anteriores de economistas. Y, en general,
puede decirse que en la medida en la que se refiere a la teoría de la kapitallose
Wirtschaft,12 el principio es válido sin restricciones.
Se pensaba, sin embargo, que la aplicación a una economía que usase un
equipo de capital extensivo, no solo no disminuía la importancia del principio,
sino que incluso la aumentaba. El simple «principio de la demanda derivada»
se convirtió en la base del llamado «principio de aceleración de la demanda
derivada», basado en la idea de que en un sistema que utilizase métodos de
producción altamente capitalistas, cualquier aumento de la demanda final
daría lugar no solo a un aumento igual en la demanda de factores, sino a un
aumento mucho mayor de la misma, ya que, para satisfacer la mayor de-
manda final, sería necesario acumular, en un corto periodo, todo el equipo
capital adicional requerido para producir el output adicional.
En la medida en que se aplique este argumento a la demanda de un pro-
ducto concreto y su efecto sobre la demanda de factores a partir de los que se
produce, todavía hay poco que objetar. Sin embargo, el significado y validez
del argumento se hacen mucho más cuestionables cuando se los aplica, como
11. History of English Thought in the Eighteenth Century, p. 297. [Leslie Stephen (1832-1904)
fue un ensayista inglés, historiador de las ideas y primer editor del Dictionary of National Biography.
Su hija, la autora Virginia Woolf (nacida Adeline Virginia Stephen), fue miembro del «Bloomsbury
Group» con Keynes. Stephen dijo que la completa aprehensión de la doctrina «es, quizá, el mejor test
de un economista sensato».- Ed.].
12. [Economía sin capital (o que no utilice capital).- Ed.].
489
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
13. [Hayek describe aquí lo que los libros de texto de hoy llaman la curva de demanda agregada.- Ed.].
490
APÉNDICE III
de muchas más veces su valor, lo que es ciertamente el caso que trata como
el normal el «principio de aceleración de la demanda derivada». Si, por otra
parte, decidimos medir la demanda en términos reales, como claramente
debemos hacer mientras consideremos la proposición como de teoría pura,
se verá rápidamente que la proposición opuesta se convierte casi en una pura
tautología. Un aumento de la demanda de bienes de consumo en términos
reales puede solo significar un aumento en términos de algo distinto de los
bienes de consumo; habrá que ofrecer o bien más bienes de capital o bien más
input puro o ambas cosas a cambio de los bienes de consumo y sus precios,
en consecuencia, tienen que aumentar en términos de estas otras cosas; y de
forma similar, un cambio en la demanda de mano de obra (es decir, de input
puro) en términos reales tiene que significar un cambio en la demanda, ya
sea en términos de bienes de consumo o en términos de bienes de capital, o
de ambas cosas, y aumentará el precio de la mano de obra expresado en estos
términos. Pero, como está probablemente claro sin más explicaciones que si
cae la demanda de bienes de capital en términos de bienes de consumo, la
demanda de mano de obra en términos de bienes de consumo tiene que caer
también (y viceversa), y que si la demanda de mano de obra en términos de
bienes de capital aumenta (o cae), también tiene que aumentar (o caer) en
términos de bienes de consumo, podemos prescindir de los bienes de capital
a efectos de nuestro análisis y concluir que un aumento real de la demanda
de bienes de consumo solo puede significar una caída del precio de la mano
de obra en términos de bienes de consumo o que, como un aumento de la
demanda de bienes de consumo en términos reales tiene que ser un aumento
en términos de mano de obra, significa exactamente una disminución de la
demanda de mano de obra en términos de bienes de consumo.
Por ello, vemos que si tratamos el problema en términos reales y en sus
formas más simples, un aumento de la demanda de bienes de consumo no
solo no hace aumentar, sino que hace disminuir la demanda de mano de obra.
Y, evidentemente, obtenemos el mismo resultado si enfocamos el problema
más específicamente desde el punto de vista de la teoría del capital. Viéndolo
así, la demanda real de mano de obra dependerá de su productividad mar-
ginal, que, a su vez, aumentará y disminuirá con la «oferta de capital», es
decir, con la parte de los recursos disponibles totales que la gente en general
no quiere consumir corrientemente, sino dedicarla a la producción para el
491
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
14. [En otras palabras, aparte del caso especial de una economía con recursos desempleados de todo
tipo, más consumo significa menos ahorro y, por tanto, menos inversión o formación de capital y, por
ello (porque el capital es complementario del trabajo) menores salarios reales de equilibrio. Véase un
enfoque de la macroeconomía (fuertemente influida por Hayek) que concede un papel central a este
compromiso en Garrison, Time and Money. Garrison representa gráficamente el compromiso como
una frontera de posibilidades de producción entre consumo e inversión. El caso especial keynesiano
corresponde a una economía muy dentro de la frontera.- Ed.].
492
APÉNDICE III
que reducir la remuneración real del input puro en la cuantía de esta nueva
demanda, es decir, caerán los salarios reales. Se ha mostrado en el capítulo al
que acabamos de referirnos, cómo, a su vez, esa caída en los «salarios reales»
llevará a tal reorganización de la producción que reduzca la productividad
marginal de la mano de obra (y del input puro en general) de forma global
(al llevarla a cabo en combinación con proporcionalmente menos capital), de
forma que se alcanzará un nuevo equilibrio con los más bajos salarios reales.
Este más bajo salario real será ahora la única tasa salarial a la que, con la menor
oferta de capital (o, lo que es lo mismo, la mayor urgencia en la demanda de
bienes de consumo), se empleará toda la oferta de mano de obra. Si, en estas
condiciones, la mano de obra insistiese en salarios reales que no variasen,
y, de acuerdo con ello, tuviese éxito en aumentar su salario monetario, el
resultado solo puede ser que se emplearía menos mano de obra que antes.
La situación sería obviamente diferente si, al nivel preexistente de salarios
y precios, la oferta superase a la demanda y un aumento de la demanda final
hace posible inmediata y proporcionalmente aumentar el output empleando
recursos previamente desocupados de todas las clases requeridas. En este caso,
y solo en este caso, un aumento de la demanda final llevará a un incremento
proporcional del empleo, y este efecto se limitará, evidentemente, al periodo
durante el que existan tales reservas desocupadas. Habrá evidentemente casos
intermedios en los que, aunque pueda no haber recursos desempleados de
todas clases, haya suficientes reservas en existencia de una serie de las más
importantes clases de input para hacer posible aumentar el output, aunque
no en proporción al aumento de la demanda final, sí en alguna medida. En
este caso, una muy ligera reducción de los salarios reales puede verse acom-
pañada por un incremento del empleo muy considerable. En ambos casos, el
«principio de la demanda derivada» se aplicará aproximadamente si puede
suponerse que los salarios monetarios están dados y son constantes, porque
el efecto de un incremento de la demanda final no se disipará aquí en un
aumento de los precios del output y —en menor medida— del input, sino
que puede traer un aumento del empleo a precios más o menos invariables.
Que, bajo condiciones de subempleo, no se aplique directamente el principio
general, era, evidentemente, bien conocido por los economistas «ortodoxos» y
por J.S. Mill en particular. En su exposición, la afirmación de que «la industria
está limitada por el capital», sobre la que, como hemos visto, está basada la
493
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
15. Principles, Libro I, cap. V/2 y tabla de contenidos (ed. Ashley), pp. 65 y xxxiv. Mill se ocupa
principalmente del caso en el que no hay tanta mano de obra disponible como podría emplearse con
el capital existente, pero aunque el caso parece muy diferente de aquellos de los que nos ocupamos
ahora, no es realmente tan diferente del caso de la escasez artificial causada por la mano de obra que
se niega a trabajar por menos de cierto salario.
16. Como se ha hecho claramente, mencionemos solo al principal representante de una escuela a
la que frecuentemente se acusa de pasar esto por alto, el Profesor L. v. Mises. Véase su Geldwertsta-
bilisierung und Konjunkturpolitik (1928) p. 49. [Esta monografía está disponible en una traducción
inglesa como «Monetary Stabilisation and Cyclical Policy», en Ludwig von Mises, On the Manipulation
of Money and Credit. En el pasaje que cita Hayek, Mises escribió (como está traducido en la p. 125):
«a veces, incluso en el mercado libre, hay algunos trabajadores desempleados, bienes de consumo sin
vender y cantidades de factores de producción no utilizados que no existirían bajo el equilibrio estático.
Con la recuperación de la economía y la actividad productiva, inmediatamente pasan a demandarse
estas reservas; pero, una vez que se han agotado, el aumento de la oferta de medios fiduciarios lleva
necesariamente a perturbaciones de un tipo especial» (he eliminado aquí las comillas que añadió la
traducción de Greaves para la frase «equilibrio estático». Donde Greaves dice «inmediatamente pasan
a demandarse», Mises decía «werden nun zunächst… erfasst», lo que estaría mejor traducido en este
contexto como «se las toma en primer lugar»).- Ed.].
494
Apéndice IV
UN COMENTARIO1
1. [F.A. Hayek, «Un comentario», Economica n.s., vol. 10, noviembre de 1943, p. 311. El comen-
tario se refería a un artículo del profesor Friedrich Lutz, «Professor Hayek’s Theory of Interest», que
precedió directamente (pp. 302-10) a la respuesta de Hayek.- Ed.]
495
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
496
Apéndice V
UNA CONSIDERACIÓN
DE LA PREFERENCIA TEMPORAL
1
Y LA PRODUCTIVIDAD
1. [F.A. Hayek, «Time Preference and Productivity: A Reconsideration», Economica, N.S., vol.
12, febrero de 1945, pp. 22-25.- Ed.].
2. Véase «Investment that Raises the Demand for Capital», Review of Economic Statistics, vol.
19, noviembre de 1937, pp. 174-77, reimpreso en Profits, Interest and Investment, pp. 73-82.
497
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
498
APÉNDICE V
499
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
500
APÉNDICE V
una cierta tasa de inversión que continúe durante algún tiempo en el futuro.
Solo las inversiones por encima de las que se requieren para completar las que
ya están en marcha, nos llevarán a un punto en la curva de transformación
a la derecha y por debajo de P, mientras que serán necesarias inversiones
continuas a lo largo de un cierto periodo y a una tasa decreciente, incluso
para manteneros en el punto P que ya se había alcanzado. Si las inversiones
cayeran por debajo de la cuantía requerida para continuar con los procesos ya
comenzados, esto nos desplazaría a un punto por encima y a la izquierda de
P. Pero la posición en la que nos situaría tal reducción inesperada de la tasa
de inversión no sería la misma que en la que nos encontraríamos si nunca
hubiésemos esperado que las inversiones fuesen mayores de lo que resultan
ser ahora. La expectativa de una mayor oferta de fondos invertibles (o de
un menor tipo de interés) habría tenido el efecto de que se habría dado a las
inversiones comenzadas una forma diferente de lo que hubiese sido el caso en
otra situación; y aunque los rendimientos porcentuales marginales de la mayor
cantidad de capital que se esperaba que se invirtiese habrían sido menores que
los de las inversiones que requiriesen una cantidad total menor, el hecho de
que ya se hubiese comenzado aquéllas significa que el rendimiento total que
se esperase de ellas depende ahora de las inversiones ulteriores requeridas
para completarlas, y si es necesario puede atribuirse a esas inversiones com-
pletadas. En otras palabras, la existencia de «inversiones no completadas» (es
decir, inversiones que pueden hacerse para producir su output total de bienes
de consumo solo si se realiza más inversiones) crea una demanda de capital
especialmente urgente y tenderá a aumentar la productividad marginal de
las inversiones muy por encima del nivel que hubiese tenido lugar si no se
hubiese esperado nunca que la oferta de capital fuese mayor.
Por tanto, el punto P del diagrama representa una posición en la que se
estaba invirtiendo TB de la renta corriente potencial (que en otro caso se
podría haber mantenido permanentemente en la magnitud TO) y se esperaba
que tendrían lugar más inversiones que fuesen suficientes para completar
las que estaban en marcha. La productividad marginal de la inversión, re-
presentada por las pendientes que coinciden de las dos curvas en P, sería la
productividad esperada de las inversiones completadas. Si nunca se hubiese
esperado que las inversiones se diesen a la tasa de TB por periodo, sino solo
a la tasa de TA, estaríamos en el punto P’, en el que la pendiente de la curva
501
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
502
APÉNDICE V
503
BIBLIOGRAFÍA
Las dos cifras que siguen inmediatamente al título de una publicación perió-
dica (por ejemplo, 48/4) indican el número de volumen y la edición, respec-
tivamente.
505
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
506
BIBLIOGRAFÍA
507
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
508
BIBLIOGRAFÍA
Homan, F. (1927): Das Sparen als ein Grundproblem der Theorie der kapi-
talistischen Wirtschaft, Jena.
Hotelling, H. (1925): General Mathematical Theory of Depreciation, Journal
of the American Statistical Association.
— (1931): The Economics of Exhaustible Resources, J.P.E. 39/2.
Iversen, C. (1936): Die Probleme des festen Realkapitals, Z.N. 7/2.
Joseph, P. y Bode, K. (1935): Bemerkungen zur Kapital- und Zinstheorie,
Z.N. 6/2.
Kaehler, A. (1933): Theorie der Arbeiterfreisetzung durch die Maschine,
Leipzig.
Kaldor, N. (1937): The recent Controversy on the Theory of Capital,
Econometrica, 5/3.
— (1939): Capital Intensity and the Trade Cycle, Economica, N.S. 6/21.
Keynes, J.M. (1936): The General Theory of Employment, Interest, and Money,
Londres.
Kirchmann, H. (1930): Studien zur Grenzproduktivitätstheorie des Kapi-
talzinses, Greifswald.
Knight, F.H. (1916): Neglected Factors in the Problem of Normal Interest,
Q.J.E. 30/2.
— (1932a) Professor Fisher’s Interest Theory, A Case in Point, J.P.E. 39/2.
— (1932b) Interest, Encyclopaedia of the Social Sciences, Vol. III, reimpreso
en The Ethics of Competition and other Essays, Londres, 1935.
— (1933): Capitalistic Production, Time, and the Rate of Interest, Economic
Essays in Honour of Gustav Cassel, Londres.
— (1934): Capital, Time, and the Interest Rate, Economica, N.S. 1/3.
— (1935a): Professor Hayek and the Theory of Investment, E.J. 45/177.
— (1935b): The Ricardian Theory of Production and Distribution, The
Canadian Journal of Economics and Political Science, 1/1 y2.
— (1935c): The Theory of Investment once more; Mr. Boulding and the
Austrians, Q.J.E. 50/1.
— (1935d): Comment (on Professor Machlup’s article), J.P.E. 43/5.
— (1935e): The Period of Production, A Final Word, J.P.E. 43/6.
— (1936): The Quantity of Capital and the Rate of Interest, J.P.E. 44/4.
— (1937): Note on Dr. Lange’s Interest Theory, R.E.S. 4/3.
Krause, O. (1936): Zins und Produktion, Munich.
509
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
510
BIBLIOGRAFÍA
511
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
512
BIBLIOGRAFÍA
513
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
514
ÍNDICE DE NOMBRES
Åkerman, G., 80,125 Fetter, F.A., 79, 80n, 133n, 185n, 465n,
Allen, R.G.D.,xx, xix, 284n 472n, 497
Ashton, T.S., 478n Fisher, I., xxx-xxxiii, xlii, 63n, 79,
82n, 99n, 108n, 133n, 141n, 149n,
Benham, F., 487n 149n, 220n, 269, 289, 359n, 465n,
Bentham, J., 487 466, 471-473, 497
Bergmann, E. V., 478n Fowler, R.F., 181n
Böhm-Bawerk, E. v., vii, viii, xvii-xix, Frisch, R., 108n, 109n
xxv, xvi, xviii-xxxv, xxxviii, xl, xlii,
39, 40n, 72n, 75-84, 100n, 114n, Garnier, J., 478
135n, 139n, 149n, 186, 190n, 192,
193, 236, 307, 316n, 318, 329n, Haberler, G., 7, 449n
465-472, 497 Hahn, L.A., 409
Bonnet, V., 478 Harrod, R., 443n
Bresciani-Turroni, C., 321n, 322n, Hawtrey, R.G., xxxvii, 107, 108, 319,
326n 334, 454n
Hicks, J.R., xlii, xliii, 284n, 362n, 372n,
Cannan, E., 43n, 133n, 321n, 376n, 416, 417, 421, 454n
488 Hume, D., 408, 409n
Cantillon, R., 408
Cassel, G., xxxv, 135, 315n Jevons, W.S., xvii, xxv, xxvi, xxxiv,
Clark, J.B., xl, 135, 160n, 315n xxxviii, 4, 39, 77-80, 83, 84, 139n,
Comte, A., 52n, 53n 157, 181, 182, 186, 236, 316n,
Courcelle-Seneuil, J.G., 478 478, 488
Edelberg, V., 7, 81n Kaldor, N., xxxv, 93, 99n, 133n, 372n
Edgeworth, F.Y., 298 Keynes, J.M., vii, xxv, xxxvii-xxxix,
Ellis, H.S., 116n 74, 93n, 103n, 121n, 215, 389n,
409, 412, 417, 427-431, 449, 454,
Fabricant, S., 178n, 179n 463, 488n, 489, 492n
515
LA TEORÍA PURA DEL CAPITAL
Knight, F.H., xv-xviii, xl, xli, 40n, 44n, Price, B., 478
90n, 111n, 131n, 133n, 135, 136,
224n, 283n, 315n, 497 Rae, J., 81, 82n, 84n
Raguet, C., 478
Landry, A., 82 Ricardo, D., xxxiii, 81n, 82n, 84n, 95n,
Lange, O., 421 149n, 188n, 337n, 376n, 377n,
Lavington, F., 454n 402, 477, 483
Law, J., 409 Robbins, L.C., 363
Levi, L., 478 Roberston, D.H., 348, 479
Lindahl, E., 80, 125n
Loyd, J.S., 478 Say, J.B., 68
Schiff, E., 399n
Machlup, F., xv, xxi-xxiv, xxxiv, xxxv, Schumpeter, J., xxvi, xxxviii, 43, 84n,
7, 61n, 340n, 376n, 399n 284n, 465n, 466, 467
Makower, H., 7, 289n Seltzer, L.H., 370
Mangoldt, H. v., 478 Senior, N.W., 127n, 192n, 376n
Marschak, J., xvii, 157n Shackle, G.L., xx, xxiii, xxxvi, 301n
Marshall, A., 49, 53n, 55n, 56n, 61n, Smith, A., 127, 321, 322n, 376n, 487
84, 108n, 110n, 177n, 202n, 286n, Stephen, L., 488, 489n
454n, 473 Strigl, R. v., 321n
Marx, K., 149n, 179n, 188n, 479
Menger, C., xxvi, 39, 84n, 105n, 131n Taussig, F.W., 82, 142
Michaelis, O., 478 Thünen, H. v., 81
Mill, J.S., 52, 53n, 82, 84n, 85n, 95n, Torrens, R., 478
322, 477, 487-490, 493, 494 Tougan-Baranowski, M.V., 479
Mills, J., 478
Mises, L. v., vii, xv, xxxiv, xxxv, xliii, Walras, L.E.M., 39n, 67, 80, 81n, 91n,
xlv, 82, 83n, 133n, 321n, 405n, 99n, 298
413n, 421n, 446n, 462n, 494n, 497 Weiss, F.X., 78n, 114n, 472n
Moulton, H.G., 46n Wicksell, K., xvii, xviii, xxv, xxvi, xx-
Musgrave, A., 80n, 488n vii, xix, xxx, xxxiv, xxxviii, xxxix,
Myrdal, G., 58n, 135n xlii, xliii, 4, 39, 43n, 67n, 77, 80, 81,
83, 85n, 90n, 91n, 94n, 96n, 110n,
Newcomb, S., 488n 125n, 129, 131n, 186, 190n, 196n,
220, 236, 238n, 318, 319n, 345n,
Pigou, A.C., 61n, 179n, 343n, 344n, 372n, 398n, 409, 458, 465n, 472,
362n, 363n 477, 479, 483, 488, 497
516
ÍNDICE DE NOMBRES
517
Para más información,
véase nuestra página web
www.unioneditorial.es